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    Sexualidad Humana

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    Tema 4:Discriminacin y violencia de gnero

    Foto: M. Raguz

    4.1. Igualdad de la Mujer e Igualdad de Gnero

    Para lograr el desarrollo de la Mujer se cre, en 1984, la agencia de las Naciones Unidas, UNIFEM, el fondo de la ONU para el desarrollo de la mujer. En 1994, diez aos despus, en la Conferencia Internacional de Poblacin y Desarrollo en El Cairo, y por primera vez, con participacin oficial de la sociedad civil, se incorpor la llamada Perspectiva de Gnero en los compromisos de los Estados Miembro de la ONU. Se acord un Programa de Accin de la CIPD, atendiendo situaciones de vulnerabilidad de mujeres a lo largo de su vida, especialmente, mujeres indgenas, en pobreza, o en situaciones de guerra. Se acordaron metas con relacin a la participacin de la mujer en el mbito pblico, mejoras en salud, educacin, trabajo y participacin masculina, reconociendo derechos reproductivos y salud sexual, y la eliminacin de violencia, discriminacin y brechas econmicas, sociales y polticas.

    Un ao despus, en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, 1995, se evaluaron los avances en la igualdad de gnero y se adoptaron medidas en un Plan de Accin. Luego seguira un proceso de seguimiento y evaluacin de avances cada cinco, diez y quince aos, que ya se cumplieron, y a veinte aos, cerca a cumplirse. Estas evaluaciones muestran que falta an mucho por hacer. Igualdad de gnero: Inicialmente, siendo una lucha por los derechos humanos de las mujeres y por disminuir y eliminar las brechas entre los gneros, se entendi como la igualdad real entre mujeres y hombres ante la ley, en el reconocimiento y ejercicio de derechos, responsabilidades, oportunidades de desarrollo, y en su estatus (poder, en todas sus dimensiones, econmico, social, poltico), independientemente de su sexo biolgico.

    En un mundo patriarcal, de dominio masculino, se haca necesario el reconocimiento de la discriminacin y violencia contra la mujer, y los 90s fueron una dcada de importante avance en los derechos reproductivos, los derechos sexuales de la mujer, adolescente y nia, la equidad de gnero y la no violencia contra la mujer.

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    Detalle de La Creacin, de Miguel ngel, Capilla Sixtina

    Los sectores conservadores se han opuesto al empoderamiento pleno de la mujer incluyendo un rol ms all del reproductivo biolgico y social y su igualdad ante la ley y ante la religin- han pretendido desnaturalizar la Perspectiva de Gnero, muchas veces escudndose en que gnero poda aludir a homosexualidad, al reconocimiento de derechos a la diversidad sexual y que ello destruira la familia y la sociedad tradicional. Una de sus estrategias ha sido no reconocer que las mujeres o los homosexuales tienen derechos humanos plenos, pero el avance de la democratizacin, la ciencia y la tica han hecho esta postura insostenible. Otra estrategia, que ha sido muy efectiva en pases de arraigo catlico o cristiano, ha sido reemplazar el trmino de Equidad de Gnero por Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres, como se reflej en el proceso de ms de una dcada, de aprobacin de la Ley de Igualdad de Oportunidades, en el Per. La Igualdad de Oportunidades es slo un aspecto de la Equidad de Gnero, y al limitarla a entre Mujeres y Hombres muchas veces se pretende dejar fuera a la diversidad sexual. Adems, este trmino no asegura medidas afirmativas, desde un anlisis de gnero, de las desigualdades existentes y de sus races estructurales, incluyendo violencia y discriminacin contra la mujer y la diversidad sexual y de gnero. Hoy, los conceptos de Equidad de Gnero y de Igualdad se han ampliado en el marco internacional de derechos humanos y compromisos internacionales de la ONU, para incluir los derechos humanos de la diversidad sexual. Igualdad de Gnero se refiere, hoy, a la igualdad real de las personas ante la ley, en el reconocimiento y ejercicio pleno de sus derechos humanos, independientemente de su sexo biolgico, su orientacin o su identidad sexual y de gnero, promoviendo el desarrollo pleno de la persona. Para lograr la igualdad real, necesidad de cerrar brechas por razones de sexo, gnero, identidad y orientacin sexual y de gnero, se requieren acciones afirmativas, la llamada discriminacin positiva, favoreciendo a grupos discriminadas, en exclusin o violencia para no tanto protegerlos sino empoderarlos como ciudadanos y ciudadanas. Para lograr la Igualdad se requiere, primero, reconocer las diferencias que existen y medidas equitativas que nivelen y reduzcan brechas. Equidad de gnero: es la distribucin equitativa de recursos y beneficios para disminuir brechas relacionadas con el gnero. Un Enfoque o Perspectiva o Anlisis de Gnero se hace necesario para el logro de la igualdad. Como reconoce la Convencin de CEDAW, la Conferencia de Viena, el Programa de accin de la CIPD de Cairo, la Cumbre de Desarrollo Social de Copenhague, ECOSOC 1997/2 o la Plataforma de accin de la Conferencia de Beijing, la Equidad

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    de Gnero implica incorporar de manera integral, experiencia, conocimientos e intereses de mujeres y hombres (y, agregamos, de la diversidad sexual y de gnero) en su variedad de contextos, en la formulacin de polticas, planes, programas, presupuestos y procesos institucionales buscando empoderar, cerrar brechas, buscar la igualdad real con la transversalizacin o mainstreaming del gnero en polticas, programas y acciones emprendidas. La transversalizacin del gnero supone que Estados apliquen perspectiva de gnero a todas las normas y estndares sociales y legales, y al desarrollo de polticas, investigacin, planeamiento, advocacy, desarrollo, implementacin y monitoreo. El factor gnero no es slo un complemento del desarrollo sino que es central para el mismo. El Anlisis de Gnero es una herramienta para evaluar el impacto diferencial, por razones de gnero, de polticas y programas en reas polticas econmicas, sociales, para no desempoderar ms a la mujer y a otros grupos excluidos por gnero o sexo, y distribuir equitativamente recursos, oportunidades y poder. Es, tambin, una estrategia de disminucin o eliminacin de desigualdades, hacia meta de igualdad de gnero y justicia social, de asegurar condiciones para el ejercicio pleno de los derechos humanos, sin discriminacin ni violencia por ser mujer u hombre; o, por la identidad sexual u orientacin sexual o de gnero. Si bien los Estados miembro de la ONU han adoptado, en mayor o menor grado, medidas de equidad de gnero, stas se han solido restringir a brechas entre mujeres y hombres, sin tomar en cuenta la discriminacin y violencia contra la diversidad sexual. Es slo en el nuevo milenio que se estn reconociendo internacionalmente los temas de homofobia y discriminacin por identidad transexuales, intersexuales y otras categoras que siguen surgiendo Con el Nuevo Milenio, en el 2000, se vio un fuerte retroceso en derechos reproductivos y, especialmente, en derechos sexuales y equidad de gnero, en gran medida reforzada por la Administracin Bush. Los Objetivos de Desarrollo de la Cumbre del Milenio en el 2000, apenas recogan los avances de los 90s. Los ODM comprometieron a los Estados con ocho Metas al 2015, una es Promover la Igualdad de Gnero y Empoderar a la Mujer, con tmidos indicadores de mejoras en salud, educacin y participacin poltica de la mujer. Tambin tienen metas con respecto a disminuir mortalidad materna y a mejorar la salud materna, y otras que tienen que ver con brechas entre mujeres y hombres, como la universalizacin de la educacin Primaria y la lucha contra el SIDA.

    4.2 Situacin de la Mujer en el Mundo

    4.2.1 Poder Poltico

    Como muestra una evaluacin de UNIFEM en el 2008 (p. 24-25), todas las regiones del mundo en desarrollo tienen menos de 20% de mujeres en el Parlamento y es 26% en el mundo desarrollado. Hay pases con 0 mujeres (incluso en ALC!) y otros con 49% (en frica!). Las cuotas ayudan pero faltan muchas generaciones para paridad

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    La misma evaluacin, evidencia que en pases desarrollados y no desarrollados, los hombres duplican a las mujeres en los partidos polticos.

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    Tambin se hace patente que en Asia, Oriente y frica, menos del 20% de ministros son mujeres; en Amrica Latina y El Caribe es 23%; y en el mundo desarrollado, 28%. En unos algunos pases del mundo no hay una sola ministra mujer, en nuestra regin hay pases con slo 7% de mujeres ministras, mientras que hay pases donde ms de la mitad de los ministros son mujeres (lo ms alto es 58% y, en nuestra regin, 50%).

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    4.2.2 Educacin

    En cuanto a la educacin, slo 20% del mundo tiene 95% o ms de sus nias en la escuela. Hay pases, en frica, donde es 33% o menos. Siempre hay una brecha de gnero, especialmente grande en Asia Meridional (UNIFEM).

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    4.2.3 Salud

    En lo que concierne a la salud de la mujer se da ms de 1% de muertes maternas en 59 pases, siendo13 veces ms alta la mortalidad materna en pases en desarrollo. Los riesgos son muy variados: en Amrica Latina y Caribe en un pas muere una de cada 44 mujeres que da a luz, mientras que en otro, apenas es una de cada 4400. Hay pases donde muere una de cada siete u ocho mujeres. En Asia y frica Subsahariana, menos de 20% de partos son con personal calificado; en nuestra regin hay gran variabilidad entre pases, de 26 a 100%.

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    4.2.4 Autodeterminacin

    La evaluacin de UNIFEM nos hace ver que la autodeterminacin de la mujer es mnima. Por ejemplo, las mujeres casadas mayormente deciden sobre qu cocinar y, slo en Asia Oriental-Pacfico, sobre qu comprar cotidianamente, pero la mujer casada no decide finalmente sobre compras importantes (lo mejor es 18% en Amrica Latina y El Caribe). Hay regiones donde parte de las mujeres no tiene voz ni siquiera en qu cocinar, slo 22% en frica Subsahariana. En esta regin, de 43 a 59% no tiene voz en las compras cotidianas ni importantes ni en visitas a parientes. En salud lo mejor es 63% en Asia Oriental-Pacfico y 51%ALC. Incluso, hay regiones donde la mujer no tiene capacidad de decidir alguna. En solteras el patrn vara mucho entre regiones. En Amrica latina y Caribe se ve que solteras tienen un casi igualmente limitado poder final de decisin en lo referente a la salud (50% las solteras, 51% las casadas) pero hay 31% de solteras contra 15% de casadas que no tienen derecho a voz en el tema. En compras importantes, aunque es mnimo el porcentaje (18%), las casadas de Amrica Latina y Caribe tienen ms poder que en el resto de regiones en desarrollo. Pero las solteras de nuestra regin, aunque tienen ms poder que las casadas (23%), tienen menos poder que en el resto de solteras de otras regiones, salvo Europa Oriental y estados independientes (la mitad que en Asia Meridional, por ejemplo).

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    En compras cotidianas, las casadas de Asia Oriental y Pacfico con poder ltimo de decisin llegan a 73%; en ALC apenas es 48%, aunque ms que en el resto de regiones en desarrollo. En solteras el poder de la mujer en ALC baja a 26% y empeora nuestra posicin, estando por debajo de tres de las 6 regiones. En visita a parientes tenemos el mayor porcentaje en casadas que deciden solas, aunque sea slo de 30%. En solteras aumenta la capacidad de decidir a 42%, por debajo de dos regiones. En qu cocinar, las casadas de ALC tienen el tercer lugar, con 74% (lo ms alto es 79%), pero en solteras baja a 29%, el porcentaje ms bajo, igualando otras dos regiones. En Asia Meridional, por ejemplo, llega a 66%.

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    En cuanto a qu porcentaje de mujeres solteras en nuestra regin no tiene voz, ste es de: 65% para compras cotidianas; 55% para compras importantes; 48% para qu cocinar; 32% para visitas a parientes y 31% para atencin a la salud. En casadas los porcentajes son mucho ms bajos (16, 27, 9, 14 y 15%, respectivamente.

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    En cuanto al poder de decisin final en temas de salud de la mujer por s misma, es mnimo, especialmente si es casada, en casi todas las regiones. En nuestra regin slo la mitad de las casadas y 51% de las solteras, decide; 31% no tiene voz alguna.

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    4.2.5 Trabajo

    Como sealan C. Lupica, G. Cogliandro y R. Mazzola en el Anuario de la maternidad: Situacin Laboral de las Madres en la Argentina: los Desafos Pendientes (Buenos Aires: FUNDAC, noviembre de 2008, p.12): El trabajo remunerado de calidad es una fuente clave de bienestar material, psicolgico y social que favorece el desarrollo humano y social. Se caracteriza por tres principales dimensiones: primeramente, contribuye a alcanzar el bienestar material y a superar las condiciones de pobreza. En segundo lugar, ayuda al sostn de la identidad que se configura en torno a las tareas realizadas. Y por ltimo, se constituye en un factor decisivo de

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    integracin social porque permite el establecimiento de vnculos, ms all del mbito familiar, que brindan estatus y reconocimiento social. Y agregan: La incorporacin de las madres al mercado de trabajo provoc un cambio en la significacin social de la maternidad las mujeres compatibilizan el cuidado de los hijos con su desarrollo personal y profesional. Tambin se correlaciona con modificaciones en la estructura del hogar crecen los hogares con dos aportantes y con jefatura femenina, y con variaciones en la dinmica familiar las tareas del hogar y cuidados infantiles ya no son responsabilidad exclusiva de las madres. Por otra parte, el trabajo femenino fuera del hogar posibilita reducir los niveles de pobreza de los hogares, mejorar la calidad de vida de sus miembros y equilibrar la distribucin de las decisiones conyugales. Todo lo cual significa que el trabajo dota a las mujeres de mayor seguridad con respecto al desarrollo de su proyecto personal, al tiempo que incide en un mayor bienestar para sus familias. En el caso argentino, los autores encuentran una menor participacin laboral de las madres que de mujeres jefas de hogar sin hijos (61% contra 79%), y menor aporte al ingreso total del hogar (48% contra 62%). Una mujer no madre aporta 40% ms de recursos monetarios, dicen. Ello los lleva a afirmar una desventaja por la maternidad, desventaja originada porque la interseccin entre trabajo y familia para las madres genera una tensin que no se presenta en igual medida para los varones y para las mujeres sin hijos (Avellar and Smock P., 2003). En tal sentido, continan, la combinacin de la baja contribucin de la mayora de los varones a las tareas del hogar con la carencia de polticas que contribuyan a conciliar la vida laboral y familiar y la escasez de apoyo social y econmico a los que proveen trabajo de cuidado limita las oportunidades de empleo de las madres y reduce sus ingresos, especialmente para el caso de aquellas con mayor cantidad de hijos (p. 13) Volviendo a la evaluacin mundial hecha por UNIFEM (pp. 57-58), se aprecian grandes brechas en el empleo, an en mundo desarrollado, con poco cambio en los ltimos 10 aos. Hay ms mujeres que hombres no asalariados y es mayor su proporcin en los empleos vulnerables.

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    La mujer gana 15.6% menos que el hombre; en Georgia es 51% menos. Usualmente es peor en el sector privado (ej, Argentina, 8 vs 22% menos; o Polonia: 2 vs 16%). Ms mujeres que hombres se encuentran en el empleo agricultural o de servicios, lo peor (UNIFEM, pp. 57-59).

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    Por cada nueve hombres en puestos directivos a Tiempo Completo, hay una mujer. Se requieren seis a ocho hombres para que uno sea alto directivo, mientras que se requieren 26 a 62 mujeres para lo mismo, segn la regin. En nuestra regin, cada ocho hombres a TC hay uno con alto cargo ejecutivo, mientras que se requieren 26 mujeres para que una tenga ese cargo, igual que en frica Subsahariana. En otras regiones la brechas es mucho peor, especialmente Asia Oriental-Pacfico, donde es 1/6 hombres y 1/62 mujeres (UNIFEM, p. 67).

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    A. Imam, en Cuestiones de Gnero en el reto del acceso a los derechos humanos, presentado en la VI Asamblea Anual para el Estudio de los DDHH. Guadalajara, 16-18 de enero de 2003 (p.6), destaca el impacto que las brechas en estructuras jerrquicas pueden tener: Todas las organizaciones tienen estructuras (jerarquas formales e informales, disciplinas orientadoras y maneras de organizar informacin), prcticas (maneras de actuar a travs de las estructuras, de utilizar informacin, etc.) y agentes (actores organizacionales). Todos estos elementos tienen que ver con gnero (y muchas veces con clase y raza). Si los hombres dominan numricamente, puede resultar difcil que las mujeres se expresen y sean tomadas en cuenta, o puede imperar una cultura masculina (por ejemplo, de albures) donde las mujeres (y los hombres) en el

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    mejor de los casos se ven sometidas a burlas u hostigamiento cuando defienden o promueven temas relacionados con el gnero. Los hombres (y por lo tanto la perspectiva masculina) muchas veces predomina en los niveles ejecutivos y de toma de decisiones. La organizacin de la distincin entre lo pblico (trabajo) y lo privado (familia) a menudo significa que es ms fcil para los hombres, o para las mujeres que no tienen marido y/o hijos, cumplir con las obligaciones de trabajo. Y agrega: Casi siempre existe una cultura histricamente androcntrica para comprender u organizar fenmenos por ejemplo, tener juntas del sindicato o de la asociacin laboral despus de las horas de trabajo sin servicio de guardera o de alimentos, cuando tpicamente las mujeres estarn haciendo tareas domsticas y cuidando nios y no podrn participar y articular sus intereses. Las culturas genricas de muchas instituciones incluyendo muchas ONG de derechos humanos y desarrollo son dominadas por hombres y por lo tanto, impiden en general una implementacin de derechos que sea justa desde la perspectiva de gnero. Esto tambin explica por qu es insuficiente la capacitacin genrica de una sola sesin o a corto plazo, si bien representa un buen comienzo. Hace falta un compromiso sostenido a largo plazo para cambiar el aspecto genrico de las culturas organizacionales e institucionales. En los pases donde hay una cultura de impunidad para los que violan los derechos humanos, es especialmente difcil que las mujeres hagan valer sus derechos aun cuando estn consagrados en la ley.

    4.2.5 Situacin Legal

    En este aspecto, UNIFEM (p.74), muestra que hay pases, sobre todo en Oriente Medio y frica del Norte (12 de 14 pases), donde, al 2004, no haba leyes sobre los derechos sociales de las mujeres. En nuestra regin, tres de 29 pases no tienen esas leyes; cinco tienen leyes pero los derechos no estn vigentes; en 17 hay todava algunas discriminaciones sociales; en 7 hay poca discriminacin.

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    En derechos econmicos, hay ms leyes y ejercicio de derechos, estando peor Asia Meridional. En nuestra regin, todos tienen leyes, aunque en 18 pases no estn implementados los derechos, en 14 la discriminacin econmica es baja y en uno, mnima (UNIFEM, p. 75).

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    Est probado que las mujeres ejercen ms sus derechos cuando el mbito jurdico es propicio. Slo un tercio de pases, en un estudio, tiene ms de 25% de jueces mujeres en Cortes Superiores. En instancias internacionales slo un tercio tiene ms de 30% de mujeres (UNIFEM, pp. 80-81)

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    Segn UNIFEM (pp. 149-153), se tienen estos datos: Per, al 2008, tena 29% de mujeres parlamentarias, casi el triple que en 1997, y tiene 29% de mujeres ministras; tenemos cuotas de representacin poltica, nos hemos adherido a la CEDAW y su Protocolo Facultativo y no tenemos reservas. Estamos mejor que muchos pero Ruanda (49% de mujeres parlamentarias), Suecia (47%), Cuba (42%), Finlandia (41%); Argentina (40%), Pases Bajos (39%), Dinamarca (38%), Espaa (36%), Mozambique (35%), Nepal (34%) e Islandia, Sudfrica y Nueva Zelanda (33%), nos superan largamente. Por otro lado, hay muchos pases donde no hay o casi no hay mujeres en el parlamento (En Hait: 4%; Kuwait 3%, Egipto 2%, Qatar, Yemen, Omn y varias islas con 0%).

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    Otras evaluaciones importantes han sido, por ejemplo, la hecha por el Population Reference Bureau, con un anlisis de gnero con indicadores de Demografa (incluyendo partos adolescentes y Tasa Global de Fecundidad), de Salud Reproductiva (incluyendo uso anticonceptivo, mortalidad materna, probabilidad de morir por causas relacionadas con maternidad, partos calificados, polticas restrictivas de aborto, personas 15-49 aos viviendo con VIH/SIDA, y % de mujeres con VIH/SIDA), de Educacin (incluyendo brechas y tendencias de matrcula secundaria en un quinquenio, y alfabetismo), de Trabajo, y de Vida pblica. El Foro Econmico Mundial tambin hace una importante evaluacin de desigualdades de gnero en 58 pases en el 2005, concluyendo que ningn pas del mundo haba logrado eliminar las brechas, y que la situacin era ms igualitaria en los pases nrdicos como Suecia, Noruega, Islandia, Dinamarca y Finlandia- Per sali puesto 47, entre los doce ltimos del mundo, y mal en todos los indicadores de gnero. El FEM encuentra que la situacin de la mujer no depende estrictamente de la pobreza de un pas, y afirma que el problema radica en falta de capacitacin educativa, los derechos bsicos a salud, y empoderamiento poltico que ayude a mujeres a ingresar al campo laboral

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    Segn Mundo Indgena 2009 de IWGIA, 19.4% de poblacin indgena amaznica en Per es analfabeta; esto sube a 28.1% en mujeres (M.M.Mir Quesada, Tradicin y territorio. Sociedad, El Dominical, El Comercio, 9.8.09, p.12) .

    Ante los magros avances, en junio de 2009 la International Womens Health Coalition IWHC, presento en la reunin de Roma del Grupo de los 8, como se conoce a los pases ms poderosos del mundo, una demanda de compromisos polticos con la salud de la mujer, recordando los compromisos con los derechos sexuales y reproductivos adquiridos en Cairo y su relacin con los ODM y la nueva meta del Milenio, la 5b, aadida por Resolucin de la Comisin de Poblacin y Desarrollo en el 2009, referida a reducir la mortalidad materna y ofrecer servicios, informacin y educacin en sexualidad a la gente joven y a las mujeres, y promover sus derechos.

    4.3. Mujer y Desarrollo

    M. Medeiros y J. Costa, en Poverty Among Women in Latin America. Feminization or Over-representation? (Working Paper No. 20. Brasilia: UNDP International Poverty Center, mayo 2006), subrayan que hace dcadas se comprob que la pobreza tiene sesgos de gnero: golpea ms a la mujer. Hoy, dicen, se argumenta que la pobreza medida como ingreso familiar per capita- no est incidiendo ms, no es ms intensa o ms severa en las mujeres, pero esta medicin no es sensible al gnero. Por eso slo en Mxico y Argentina se ve que los hogares liderados por mujeres estn en mayor pobreza, no as en Bolivia. Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica o Venezuela. Encuentran estos investigadores que lo clave es que si las mujeres que lideran un hogar tienen hijos, son ms pobres. Igualmente, si la pareja tiene hijos, tiende a ser ms pobre. Lo que diferencia a las familias en pobreza es la presencia de hijos.

    Un tema de especial relevancia es la maternidad adolescente caracterstica de la pobreza, la exclusin y el menor desarrollo. En el Per, por ejemplo, las ENDES 2000 mostraban que alrededor de un tercio o an ms, de las adolescentes en zonas de la Amazona, ya eran madres. Y no se trata de que

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    la mujer rural quiere tener muchos hijos y desde muy jvenes: en Cusco el 78% de las adolescentes que estaban gestando no deseaban esa maternidad. Segn Medeiros y Costa, la pobreza se mide mejor cuando se ve no el ingreso per capita sino cmo se distribuye y si hay desigualdades de gnero en el hogar; en este sentido, hay ms mujeres en pobreza. El estatus ocupacional parece generar desventajas para la mujer en la distribucin del ingreso. (p.17). Existen dificultades para medir estas desigualdades entre los gneros en el hogar lo que, a su vez, dificulta medir sesgos de gnero en la pobreza y hace creer que no existe la feminizacin de la pobreza (p.18). Otro asunto es que la pobreza, medida como mayor ingreso o consumo de bienes no es lo mismo que la pobreza medida como deprivacin de la salud, de la cual no se sabe nada, dicen. En pases en desarrollo se requieren polticas y programas de desarrollo y lucha contra la pobreza que cierren otras desigualdades sociales etnia, raza, edad, estado civil, nivel educativo, orientacin sexual- que se entrecruzan con las de gnero. FIDA (2004), italiana, da una serie de estrategias. CWP, en Steps forwards A glimpse at certain rules and laws on womens life in the Islamic Republic of Iran. Tehern, 2004, da ejemplos de Anlisis de Gnero e intervenciones afirmativas que se vienen dando en las ltimas dcadas son los siguientes:

    Cuestionar supuestos tradicionales (familia, binomio madre-nio, sexo prematrimonial, sexualidad heterosexual como normativa, inicio sexual,

    deseo sexual asociado al hombre, la masculinidad y femineidad

    hegemnicas, roles tradicionales, carreras y ocupaciones femeninas y

    masculinas)

    Especial atencin a campos numricamente dominados por mujeres (ej. El agro, servicios terciarios, carreras y ocupaciones, organizaciones

    sociales de base, feminizacin de la pobreza como hogares liderados

    por mujeres.

    Corresponsabilidad en crianza de hijos y cuidado del hogar si ambos sexos trabajan, flexibilidad laboral, licencias maternidad/paternidad,

    tenencia de hijos, situacin post divorcio)

    Reconocer diferencias, por ejemplo, respecto de la salud sexual y salud reproductiva (vulnerabilidades, diagnsticos, tratamientos, necesidades

    diferenciales)

    Se interpreta que la no discriminacin de gnero tambin incluira la no discriminacin por orientacin sexual (aunque en el Per, al aprobarse

    el Plan Nacional de DDHH en diciembre del 2005, se eliminara del

    proyecto de Ley el tema de la orientacin sexual diferente.

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    Intervenciones puntuales o accin afirmativa para cerrar brechas (educacin, salud, poder en la familia, el trabajo y la produccin, en la

    sociedad, igualdad jurdica y de derechos condicin personal,

    seguridad, tierra, herencia, empleo-), que enfaticen en la PERSONA, no

    la familia, la productividad, la sociedad.

    Generacin de mecanismos institucionales que aseguren participacin ciudadana, vigilancia ciudadana, monitoreo social con indicadores

    sensibles al gnero

    Polticas con perspectiva de gnero

    Cuotas en elecciones

    Programas de micro crdito a mujeres

    Reconocer titularidad de mujeres en propiedad de la tierra, derecho a herencia en mujeres

    Revisin de leyes de trabajo y seguridad social

    Creacin de instancias gubernamentales de la Mujer e instancias de denuncia

    Facilitar voto de mujeres analfabetas; reducir analfabetismo en mujeres, promover permanencia escolar

    Prohibicin de leyes discriminatorias de la mujer y de normas culturales que violan DDHH de mujeres (ej, prohibicin de mutiliacin genital, de

    aborto forzado o esterilizacin forzada, de prostitucin forzada e infantil,

    de venta de novias nias, crmenes de honor, etc). Ej., en Irn, a partir

    de 1991 empezaron a adoptarse leyes para mejorar la situacin de la

    mujer*: Se revis el Corn y la tica islmica sobre las que se basaban

    las leyes, Fiqh y Sharia. Se cambi la lapidacin de mujeres por otras

    penas (1992), se subi la edad de matrimonio a 13 aos en nias y 15

    en nios, con permiso de tutores y Corte; se acept que la mujer pueda

    pedir el divorcio y ya no se acepta el divorcio unilateral e incondicional

    por parte del hombre; se provee de apoyo a viudas; se aceptaron

    mujeres jueces; leyes de proteccin en el empleo, apoyo a hogares

    liderados por mujeres, ley de poblacin y PF, centros para nias y

    mujeres en desventaja

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    El Centro para la Participacin de la Mujer es parte de comisiones del Parlamento de Irn desde 1998, de consejos de empleo y capacitacin,

    de prevencin del VIH/SIDA, de salud y de educacin.

    Incentivos crediticios a cooperativas mayormente femeninas, asignaciones presupuestales para la mujer y juventud y prevencin de

    vulnerabilidades sociales.

    Aumento de literalidad legal con un plan educativo sobre derechos y responsabilidades de la mujer y una gua para las adolescentes en

    secundaria.

    El Plan de Desarrollo Econmico, Social y Cultural 2005-2009 contempla igualdad en la educacin y empleo, derechos de las mujeres,

    servicios de salud familiar, no discriminacin legal, fortalecimiento de la

    familia pero tambin de la participacin de la mujer y la equidad de

    gnero, vulnerabilidad social, prisioneras de guerra, etc.

    Un modelo a seguir es la legislacin sueca, la ms avanzada en gnero. Sin embargo, la Secretara General del Gobierno de Suecia, en una

    publicacin de 2004 releva que ley no es suficiente, que se requieren

    acciones micro (campaas informativas, cambio de actitudes y

    estereotipos individuales) pero tampoco son suficientes ya que hay

    determinantes macro de las inequidades de gnero que identificar y

    combatir. Cmo? El gobierno sueco recomienda combatirlas con

    estadsticas desagregadas por sexo; con sensibilizacin y capacitacin

    a personas clave; y sobre todo, atacando las inequidades en la

    estructura de poder basada en el gnero: segregacin de sexos,

    inferioridad de la mujer, hombres como la norma, y la violencia y

    discriminacin de gnero, asegurando acceso equitativo al poder e

    influencia, oportunidades educativas, laborales, econmicas, con

    responsabilidades compartidas en la pareja y sin violencia sexual.

    4.4. Equidad de Gnero, Salud, Trabajo y los Objetivos de Desarrollo del Milenio

    Las Metas del Milenio, acordadas al 2015 en la Declaracin del Milenio suscrita en la Cumbre del Milenio por los 189 pases de la ONU en el 2000, sobre la base de conferencias internacionales de la dcada de los 90s, se plantean Objetivos de Desarrollo para eliminar la pobreza y crear un desarrollo sostenible. De las 8 metas, la tercera alude directamente a promover la la igualdad de gnero y empoderar a la mujer. Para las restantes siete Metas, es crtico abordar la salud sexual y reproductiva de la mujer y la equidad de gnero para su logro:

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    erradicar la pobreza y el hambre

    lograr la universalidad de la educacin primaria

    reducir la mortalidad infantil

    mejorar la salud materna

    combatir el VIH/SIDA, malaria y otras enfermedades

    asegurar la sostenibilidad ambiental

    desarrollar una sociedad global para el desarrollo

    Es as que los compromisos de la CIPD, Beijing y la CEDAW sientan las guas a seguir si queremos lograr la igualdad de gnero y el desarrollo.

    Analizando meta por meta, tenemos lo siguiente:

    Meta 1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre:

    Objetivo 1. Reducir, entre 1990 y 2015, a la mitad la proporcin de personas viviendo con menos de un dlar al da.

    Objetivo 2. Reducir, entre 1990 y 2015, a la mitad la proporcin de personas que sufren de hambre.

    Una evaluacin de UNIFEM y otras agencias, en el 2004, adverta ya que los pases en desarrollo, especialmente en frica, estaban lejos de cumplir el ODM de reducir la pobreza extrema- El siguiente cuadro, tomado de una publicacin de UNFPA en el 2003, dice lo mismo:

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    UNIFEM y colaboradores (2004) sealan que la exclusin de muchas mujeres de la educacin, de los beneficios de la salud y seguridad social, de la fuerza laboral y participacin plena en el mercado, limita su habilidad y capacidad para salir de la pobreza y su acceso a los bienes y recursos productivos (ej., limitacin en propiedad de tierra, acceso a crdito, derecho a herencia). Las mujeres suplen vacos de la falta de infraestructura social para el cuidado de nios y personas en vulnerabilidad; esta sobrecarga del trabajo de la mujer limita, dicen UNIFEM y colaboradores, las oportunidades de educacin, generacin de ingresos, participacin en la comunidad. Por ello, afirman, asegurar la autonoma econmica y el empoderamiento de la mujer es crucial para proteger sus necesidades nutricionales y las de sus hijos. De ah que la Directora de UNIFEM dijera, en el 2002, que los gobiernos deberan prestar atencin a la feminizacin de la pobreza, especialmente en tiempos de globalizacin, y que la igualdad de gnero y el empoderamiento de la mujer deban incorporarse a todas las Metas del Milenio (UNIFEM, 2003, p.7).

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    El siguiente cuadro, tomado de UNFPA (2003), evidencia cmo a mayor fecundidad, ms pobreza:

    La CEDAW, que es vinculante, obliga a los Estados, as como la Plataforma de Accin de Beijing los compromete, a garantizar los derechos de la mujer, incluyendo:

    acceso a recursos econmicos necesarios para la reduccin de la pobreza;

    no discriminacin en el empleo

    igualdad legal en derechos de propiedad, contractuales y de prstamos, en la vida pblica y en la vida familiar y matrimonial, incluyendo co-responsabilidad

    familiar;

    acceso a mercados, crdito y tecnologa, con especial atencin a las mujeres rurales y sus derechos de propiedad de la tierra, vivienda, servicios, transporte y

    comunicaciones.

    UNIFEM (2003) nota que indicador del Objetivo de Desarrollo 1 -ODM1- no es sensitivo al gnero; por ejemplo, no compara mujeres y hombres en pobreza o con hambre (p.60), an cuando CEPAL ha desarrollado importantes indicadores de pobreza para Amrica Latina y el Caribe, que si son sensitivos al gnero, como la proporcin, por gnero, de personas en hogares bajo la lnea de pobreza (suelen ser ms las mujeres, tanto a nivel rural como urbano, en algunos pases en que se da feminizacin de la pobreza, especialmente Repblica Dominicana y Costa Rica) (p.61). UNIFEM indica que participacin de la mujer en economa formal ha aumentado pero sigue ganando menos que el hombre, especialmente en mujeres rurales que, adems,

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    deben lidiar con cada vez menos propiedad de la tierra especialmente en Mxico, donde slo 21% de propietarias son mujeres- y con una alta fertilidad (p.61). Falta, pues, seala la fuente, desarrollar indicadores para capturar situaciones de pobreza complejas, como el caso de empleadas del hogar, que mediciones tradicionales no detectan en hogares en pobreza (p.61), que, como en Per, constituyen una de las ocupaciones femeninas ms frecuentes, con vulnerabilidad a abuso, explotacin, violencia, falta de seguridad social, desempoderamiento. En la evaluacin hecha en el 2004, con la Libreta de Notas, de Social Watch (www.socialwatch.org), calificaba a los pases del mundo en seguridad alimentaria y encontraba grandes avances en algunos pases y grandes retrocesos en otros.

    En esa evaluacin puede verse, marcado con varios cuadritos verdes en la primera columna, que se consideraba Per haba hecho progresos en seguridad alimentaria (en naranja se ve, para otros pases, su poco progreso). Tambin en Educacin, en la quinta columna, tenamos avances importantes. Sin embargo, nuestro ndice de Calidad de Vida resultaba bajo puesto 77 de 90 pases- por las otras columnas: Morbilidad y Mortalidad; Salud Reproductiva; Agua y Saneamiento; Informacin, Ciencia y Tecnologa; y Gasto Pblico.

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    Meta 2. Lograr la universalidad de la educacin primaria

    Objetivo 3. Asegurar que, al 2015, los nios y nias en todo el mundo sean capaces de completar toda la escolaridad primaria

    El cuadro (UNFPA, 2003) ilustra cmo algunas regiones estaban lejos de cumplir el ODM 3. De los 150 millones de nios de 6 a 11 aos fuera de la escuela, ms de 90 son nias y hay lugares donde la matrcula no llega ni al 60% de las nias. Hay barreras sociales, econmicas y culturales a la educacin de la nia, incluyendo tareas en el hogar y el campo, la percepcin de oportunidades limitadas para el empleo y generacin de recursos, el impacto diferencial por gnero del costo de los estudios, preocupacin de los padres por el honor y la seguridad de sus hijas pberes (violacin, seduccin, acoso sexual de profesores, embarazo temprano), a lo que se suma la vergenza de la menstruacin cuando no hay servicios sanitarios privados. La relacin de este objetivo con la Salud Sexual y la Salud Reproductiva y la Equidad de Gnero es clara. Por ejemplo, a menor tamao de la familia, mayor educacin de los jvenes, especialmente las mujeres. El siguiente cuadro de UNFPA (2003) evidencia que la matricula primaria disminuye cuando las familias tienen muchos hijos.

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    Asimismo, a mayor educacin de la mujer, mejores indicadores poblacionales y de salud reproductiva, como se aprecia en este otro cuadro de UNFPA (2003):

    En el 2004 Social Watch analiz, tambin, los avances y retrocesos en el mundo respecto de la educacin de la mujer, vindose grandes disparidades:

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    CEDAW y Beijing comprometen a la no discriminacin de la mujer en los estudios y la capacitacin, a la no violencia contra la mujer, a eliminar estereotipos dainos, a asegurar la educacin de la nia rural y reducir la desercin. Los indicadores del ODM de la universalidad de la educacin desagregan por gnero, nias y nios, en la matrcula primaria; en el completamiento de primaria; y en la tasa de analfabetismo. En este objetivo si es explcito el tema de desigualdades e inequidades de gnero.

    Meta 3. Promover la Igualdad de Gnero y el Empoderamiento de la mujer Objetivo 4. Eliminar las disparidades de gnero en la educacin primaria y

    secundaria, preferentemente para el 2005, y en todos los niveles educativos, a

    no ms del 2015.

    En el mundo, varias regiones estn lejos de cumplir el ODM4. Todava la proporcin de nios matriculados en primaria es mayor que en nias, como muestra el cuadro de UNFPA de diferencias de gnero en la matrcula primaria:

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    Cabe agregar que a mayor analfabetismo en mujeres, mayor fecundidad adolescente, como atestigua este otro cuadro de UNFPA:

    CEDAW, Beijing y la CIPD dan guas de cmo abordar la violencia de gnero, los estereotipos culturales, el trfico y la prostitucin, el conflicto armado, la vida poltica, las leyes y estatus legal de las mujeres, las estructuras de gobierno, los medios, la educacin, el empleo, la salud y PF, el ambiente, la vida rural, el matrimonio y las relaciones familiares. Se requiere revisar la legislacin y crear los mecanismos gubernamentales que aseguren el desarrollo de la mujer. Se requiere, tambin, abordar no slo la educacin, sino la salud sexual y reproductiva para el desarrollo y la igualdad de gnero.

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    Siendo que la igualdad de gnero y el empoderamiento de la mujer suponen que hay equidad entre los gneros, los indicadores de medicin del ODM4, de eliminar las disparidades en la educacin a todo nivel, son indicadores sensitivos al gnero:

    Proporcin de matrcula de ambos gneros en primaria, secundaria y superior

    Proporcin de gnero en alfabetismo

    Proporcin de gnero en empleo remunerado fuera del agro

    Proporcin de gnero en asientos en el Parlamento

    Ya en el 2002, UNIFEM, usando los 8 indicadores de las Metas del Milenio, encontraba que es muy lento el progreso en el logro de la igualdad de gnero, especialmente en frica Sub Sahariana, por la combinacin de pobreza, conflictos y el VIH/SIDA. Notaba que estaba mejorando la participacin femenina en el gobierno, pero ms que la riqueza, lo que determinaba esta participacin eran las cuotas mnimo 30%, pide la PoA de Beijing- y otras medidas afirmativas. Tambin notaba que pases de frica Subsahariana tenan ms mujeres en el Parlamento que Francia, Japn o los EEUU. Conclua que las estructuras econmicas, sociales, polticas, legales y culturales que perpetan las desigualdades de gnero todava no han cambiado lo suficiente y que promover la igualdad de gnero y el empoderamiento de la mujer mejora la vida de todas las personas e impacta al pas. Social Watch 2004 analiz los avances y retrocesos en el mundo con relacin al empoderamiento de la mujer, la participacin econmica y las brechas educativas y califica a los pases. Per sali bien en educacin, pero bajo el promedio en empoderamiento (asientos parlamentarios), y mal en brechas de gnero econmicas.

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    Meta 4 Reducir la Mortalidad Infantil

    Objetivo 4. Reducir en dos tercios, entre 1990 y 2015, la tasa de mortalidad

    infantil en menores de 5 aos.

    Objetivo 5. Reducir, entre 1990 y 2015, en tres cuartos la razn de mortalidad

    materna.

    Ninguna regin del mundo en desarrollo parece que lograr sus ODM 4 y 5 al 2015, como proyectaban los cuadros de UNFPA de reduccin de mortalidad infantil y de aumento de partos con personal calificado:

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    Social Watch 2004 analiz los avances y retrocesos por pas en indicadores de mortalidad y morbilidad (enfermedad) en el mundo:

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    El logro de estos objetivos de reducir la mortalidad infantil y mejorar la salud materna, lo que ms requiere es de la provisin de servicios de salud apropiados, muchas veces mal financiados y deteriorados por reformas sanitarias y falta de voluntad poltica. Las mujeres, menos alfabetas y educadas, no aseguran la nutricin y el cuidado necesario de sus hijos y de s mismas. No slo faltan servicios sino que muchas mujeres ven obstaculizado el acceso por su falta de control sobre los recursos, sin poder de decisin o libertad de movimiento fuera del hogar. En el Per, el Proyecto 2000 demostr que cuando se invierte, es posible mejorar rpidamente la salud materna e infantil. La evidencia demuestra que se requieren servicios de salud que:

    incluyan la planificacin familiar o acceso a la anticoncepcin moderna

    aborto seguro (donde sea legal, y tratamiento humanitario del aborto inseguro

    ilegal)

    prevencin y tratamiento de ITS y VIH/SIDA

    intervenciones nutricionales

    parto seguro

    capacitacin de personal de salud y acceso a tratamiento de emergencias

    obsttricas.

    Social Watch 2004 analiz los avances y retrocesos en el mundo en salud reproductiva de la mujer:

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    UNIFEM, en el 2003, grafic las grandes disparidades entre regiones del mundo en la proporcin de mujeres que mueren por causas vinculadas con el embarazo, parto y posparto:

    CEDAW, Bejing y, en especial, la CIPD, sientan las bases de la atencin de la salud materna y la Convencin de DD del Nio y la Sesin Especial sobre Infancia tratan la mortalidad infantil. Beijing y la CIPD hacen hincapi en la salud de la mujer a lo largo de su ciclo de vida; en la promocin de la salud y la prevencin, ms que el tratamiento; en el monitoreo ciudadano con indicadores de salud sensitivos al gnero; y en vincular salud y desarrollo. Sin embargo, no se tienen en los indicadores del Milenio, indicadores sensibles al gnero para la medicin de la mortalidad infantil o la salud materna. Por ejemplo, no se desagrega por gnero en mortalidad infantil; no se tienen indicadores de salud reproductiva en varones; o indicadores que evidencien inequidades de poder en decisiones sobre la salud sexual y reproductiva de las mujeres. No slo la mortalidad materna e infantil es menor cuando hay servicios calificados de salud reproductiva en trminos de atencin del embarazo, parto y postparto: en pases

    1100

    360

    , 430

    140

    190

    55

    0 500 1000 1500

    No. Muertes x 100,000 nv

    Regin

    Mortalidad Materna por Regin (UNIFEM 2003)

    Europa

    Amrica Latina y CaribeAsia del Este y PacficoSud Asia

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    con mayor tamao de familias, hay mayor mortalidad infantil, como se ve en el cuadro de UNFPA:

    Asimismo, al interior de los pases, a ms pobreza, mayor fertilidad y mayor mortalidad infantil, como muestra este otro cuadro de UNFPA:

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    Meta 6. Combatir el VIH/SIDA, la Malaria y otras enfermedades Objetivo 7. Parar, al 2015, y empezar a revertir la diseminacin del VIH/SIDA.

    Objetivo 8. Parar, al 2015, y comenzar a revertir la incidencia de la malaria y

    otras enfermedades importantes.

    Casi ninguna regin del mundo parece que cumplir el ODM 7, como analiza el cuadro de UNFPA:

    Per se encuentra an con baja prevalencia, lo que se ve en el color rosa del mapeo que hace UNFPA:

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    La prevencin del VIH y SIDA se ve bloqueada por normas culturales sobre la ignorancia sexual y la pureza; por las diferencias de poder que entorpecen la negociacin de prcticas sexuales ms seguras y dependencia econmica o afectiva y miedo a la violencia que llevan a sexo inseguro incluso no consentido. Se niegan servicios a la mujer, a las solteras, a las ms jvenes. Los servicios no se ajustan a sus necesidades y patrones culturales. Por otro lado, el cuidado de los dems recae, mayormente, en la mujer, y ella suele asumir las cargas de salud en la familia, incluyendo las personas viviendo con VIH. Las inequidades de gnero han puesto a las mujeres en especial vulnerabilidad frente al SIDA, como se ve en el siguiente cuadro de UNFPA:

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    La juventud y, en especial, adolescentes y nias, se encuentran en especial vulnerabilidad por razones sociales que determinan una vulnerabilidad legal, social, econmica para acceder a la ciudadana en torno a su sexualidad. Polticas conservadoras, como la Ley de la Mordaza o Ley de Mxico- que impuso durante los ocho aos la Administracin Bush, afectan los fondos de cooperacin y polticas pblicas, con especial impacto en jvenes de poltica de abstinencia sexual hasta el matrimonio. A menor uso anticonceptivo, indicador de conocimientos y actitudes hacia la sexualidad, menor conocimiento, y por ende, mayor vulnerabilidad, del SIDA, como atestigua el siguiente cuadro de UNFPA:

    A comienzos del milenio hay 42 millones de adultos y nios viviendo con VIH, 5 millones son nuevas infecciones. De esos 42 millones, 29,4 son en frica Sub Sahariana y 6 millones, en Sud Asia y Sudeste Asitico; 1,5 millones estn en ALC y 440 mil ms, en el Caribe; 1,2 millones en Asia Central y Europa del Este; 980mil, en Norte Amrica; 570 mil en Europa Occidental; 550 mil en Nor frica y Oriente Medio y 15 mil en Australia y Nueva Zelanda. El 50% de las personas con VIH adultas son mujeres. CEDAW, Beijing, CIPD, Infancia y, en particular, la Sesin Especial sobre VIH/SIDA, dan las guas a seguir con relacin a estos objetivos. Es importante sealar que los indicadores acordados para evaluar el cumplimiento del ODM7 y del ODM8 no son sensibles al gnero. Por ej., para el ODM7 los indicadores son:

    Prevalencia de VIH en mujeres embarazadas de 15 a 24 aos, pero no se

    consideran datos sobre la pareja sexual

    Uso de condn en el uso anticonceptivo. Aqu debe desagregarse por gnero y

    tener en cuenta el uso de proteccin sexual, no necesariamente anticonceptiva.

    Nmero de nios hurfanos por el SIDA: debe desagregarse por gnero.

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    Igualmente, para indicadores de malaria y tuberculosis, debe desagregarse por

    gnero.

    Meta 7. Asegurar la Sostenibilidad Ambiental

    Objetivo 9. Integrar los principios del desarrollo sustentable en las polticas y

    programas nacionales y revertir la prdida de recursos.

    Objetivo 10. Reducir a la mitad , al 2015, la proporcin de personas sin acceso a

    agua segura para beber.

    Objetivo 11. Lograr, al 2020, mejoras significativas en las vidas de los al menos

    100 millones de personas que viven en tugurios.

    Se proyecta que no se cumplir el ODM 10, como se ve en el cuadro de UNFPA:

    Por la divisin sexual del trabajo, muchas mujeres tiene la responsabilidad primaria del trabajo en el agro, la recoleccin de agua y combustible y de proveer comida a la familia. A mayor crecimiento poblacional, menor acceso al agua:

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    La degradacin ambiental y falta de acceso a los recursos naturales por privatizacin, contaminacin, mayor demanda y menos oferta de servicios, etc., impactan ms fuertemente a la mujer y nias en pobreza. Muchas tienen que caminar horas a buscar agua, limitando oportunidades de educacin o generacin de ingresos y maximizando riesgos de violencia de gnero. A pesar de conocimiento tradicional de las mujeres sobre la naturaleza, no han participado en la toma de decisiones sobre medio ambiente. CEDAW, Beijing y la CIPD relevan el rol de la mujer con relacin al medio ambiente, en especial, de la mujer rural. Sin embargo, no hay indicadores sensibles al gnero en la medicin del cumplimiento de los ODM 9, 10 y 11. Incluso en indicadores de acceso a recursos, no se desagrega por gnero.

    Meta 8. Desarrollar una sociedad global para el desarrollo

    Objetivo 12. Desarrollar un sistema comercial y financiero ms abierto, basado

    en reglas, predecible y no discriminatorio.

    Objetivo 17*. En cooperacin con la industria farmacutica, proveer acceso a

    medicamentos esenciales costeables en los pases en desarrollo.

    Objetivo 18. En cooperacin con el sector privado, hacer disponibles los

    beneficios de las nuevas tecnologas, especialmente tecnologas de informacin

    y comunicaciones.

    UNFPA (2003) afirma que las economas desarrolladas no estn cumpliendo con las metas ofrecidas en el Consenso de Monterrey 2002, de apoyo a pases en desarrollo y ms pobres para movilizacin de recursos, transferencia de tecnologas y generacin de capacidades. Persisten barreras en el comercio, los subsidios al agro y la deuda externa. Tampoco se ha cumplido con los compromisos de la Cumbre Social de Copenhague 1995 de apoyar programas de servicios sociales bsicos, de educacin y

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    salud, especialmente para personas en pobreza y mujeres; ni con los compromisos de la CIDP y Beijing, en poblacin, salud sexual y reproductiva, equidad de gnero y empoderamiento de la mujer. Despus de la reciente Cumbre de Copenhague en el 2010 habr que hacer seguimiento a los compromisos adquiridos. UNIFEM y colaboradores (2004) sealan que el desarrollo econmico, el acceso a tecnologas y a medicamentos debe facilitar y no obstaculizar, el desarrollo y bienestar de la mujer y no violar sus derechos humanos. Debe asegurarse la participacin de la mujer en la formulacin e implementacin de polticas, en organismos internacionales, gubernamentales y no gubernamentales vinculados a la vida pblica y poltica, el poder, la macroeconoma y el desarrollo. En los indicadores de los ODMs 12 al 15 no se explicita una perspectiva de gnero. En cambio, si se contemplan datos desagregados por gnero cuando se plantea el ODM 16, de estrategias de desarrollo para jvenes, en el indicador 45 (desempleo juvenil). Para el ODM 17 de acceso a medicamentos y en el ODM 18, de disponibilidad de tecnologas nuevas de informacin y comunicaciones, incluyendo indicadores de uso telefnico, de Internet y computadoras, tampoco se toma en cuenta diferencias entre mujeres y hombres, no cumpliendo con transversalizar la perspectiva de gnero. UNIFEM (2003) seala que la participacin de la mujer y de organizaciones de mujeres y otras instancias de sociedad civil no se mencionan en la Meta 8 que alude a una sociedad global para el desarrollo, lo que pone en riesgo que los intereses de la mujer sean realmente tomados en cuenta (p.63-64). Cmo se ve el desarrollo? El Foro Econmico Mundial, aunque miembro consultivo del ECOSOC de Naciones Unidas, con sede en Suiza, en el Global Governance Initiative Annual Report 2005 (www.weforum.org/pdf/ss2005_low.pdf), evidencia:

    falta de perspectiva de gnero en evaluacin de avances MDM y Cumbre Social,

    sin estadsticas desagregadas salvo para Meta 3

    explcita priorizacin de rol del sector privado sobre el gobierno aunque

    reconoce su responsabilidad- y la sociedad civil (p.vi)

    propone contribuciones del sector privado que no integran el desarrollo de la

    mujer ni evalan posible impacto de gnero

    consideran slo el crecimiento econmico como ingrediente clave para aliviar

    hambre y pobreza (p.vii).

    evalan el desarrollo en DDHH slo con relacin a tortura y maltrato, migrantes,

    derechos humanos cotidianos y acreditabilidad corporativa, dejando de lado

    derechos de la mujer o de grupos en exclusin y pobreza.

    en avances en la educacin -inequidades de gnero en la educacin- califican

    con 3 sobre 10 al mundo; en salud -en reduccin de VIH/SIDA, tuberculosis y

    malaria, y de mortalidad infantil y materna- califican con 4 sobre 10, igual que a

    reduccin de pobreza.

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    Sexualidad Humana

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    El reporte del Banco Mundial en el 2003 seala la existencia de una interdependencia entre las Metas de Desarrollo del Milenio, y una interdependencia de stas con la igualdad de gnero (UNIFEM 2003). UNIFEM (2003) seala que:

    Igualdad de gnero es crucial para cumplir cada MDM; es transversal a todas las

    metas, y as lo reconoce la Declaracin del Milenio,

    pero evaluaciones de implementacin de compromisos de CIPD, CEDAW,

    Copenhague, Beijing, SIDA y otros, muestran que progreso en temas de mujer

    es lento, disparejo y an lejano para mujeres en mayor marginacin y pobreza

    (p.3).

    la educacin de las mujeres sin dar trmino al acoso y la violencia contra la

    mujer dificultar que adolescentes y mujeres puedan hacer uso de esa

    educacin (p.64)

    el empoderamiento econmico de las mujeres, sin tomar en cuenta sus

    derechos reproductivos y la atencin de su salud, dejara a las mujeres como

    menos que ciudadanas plenas (p.64).

    Tambin la Directora del Fondo de poblacin de las Naciones Unidas UNFPA-,, Thoraya Obaid, destaca la importancia de los derechos reproductivos para lograr los ODM, salir de la pobreza y lograr el desarrollo sustentable y concluye que la salud reproductiva es fundamental para el desarrollo econmico sustentable (UNFPA, 2003). UNFPA (2003) seala su preocupacin con el crecimiento poblacional mucho mayor en pases ms pobres, en un mundo donde slo 15% vive en pases desarrollados. Es en los pases en desarrollo donde, justamente, existe mayor demanda insatisfecha de planificacin familiar y se tienen ms hijos de los que se desea. A menor uso anticonceptivo ms maternidad, no siempre deseada, y ms muertes maternas.

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    Debe reconocerse que negar los derechos reproductivos de la mujer severamente limita sus oportunidades en la vida pblica y privada, incluyendo oportunidades para la educacin y el empoderamiento econmico y poltico (PoA de Beijing, 1995, prrafo 97; PP21 de la Declaracin de Reafirmacin de Beijing, 2005, prrafo PP21).

    UNFPA (2003) hizo un anlisis de qu sucedera en el cumplimiento de los Objetivos del Milenio si se tomaba en cuenta o no, la salud reproductiva:

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    Sexualidad Humana

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    En la Declaracin de Lderes de la Cumbre del Milenio en el 2000, donde se acordaron MDM y ODM, los Estados se comprometieron a promover la igualdad de gnero y el empoderamiento de la mujer como modos efectivos de combatir la pobreza, el hambre y la enfermedad y estimular un desarrollo verdaderamente sustentable.

  • 56

    Mara Raguz

    Facultad de Letras y Ciencias Humanas

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  • 57

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