PRESENTACIÓN DEL TEMA Primera etapa (equipo)

Tema Intervención urbano-paisajística transecto Río Nuevo/Pueblo Nuevo/Centro Tradicional Mexicali, Baja California. Problemática1 Carlos García Vázquez, en su libro Antípolis: el desvanecimiento de lo urbano en el Cinturón del Sol explica que decenas de ciudades emplazadas en la franja estadounidense comprendida entre el paralelo 37 y la frontera con México representan la contraparte del ideal de ciudad, de polis griega. Así, estos asentamientos –a los cuales se les conoce con el común denominador de Antípolis– revelan cuatro condiciones que parecen estar compartidas con la ciudad de Mexicali, capital bajacaliforniana: es inestable, indiferenciada, insustancial e inmaterial. La cultura arquitectónica, el consumo de territorio y otros talantes atribuidos a la sociedad asentada en el espacio urbano, se manifiestan en un paisaje sin permanencia, sin diversidad, sin memoria y sin consistencia.2

Durante siglos, a la arquitectura se le presumió la condición de estabilidad, tanto física como simbólica […]. Crear un edificio hermoso suponía alcanzar la eternidad, redimir al ser humano de la tiranía de la obsolescencia. Antípolis le ha dado la vuelta a todo esto. La continuidad y la permanencia han dejado paso a la convulsión y la provisionalidad. De hecho, su capacidad para encajar en los, en otros lugares tan traumáticos, procesos de desterritorialización y reterritorialización está relacionada con la inconsistencia de sus edificios. Los arquitectos lo saben: el destino de sus obras no es permanecer, algo que auguran los materiales y sistemas constructivos que utilizan.3

Estas ideas pueden ser fácilmente aplicadas para reconocer a Mexicali: desde su trazo urbano fundacional (proyecto del ingeniero norteamericano Charles Robinson Rockwood), en la urbe ha 1 La parte inicial del texto en este apartado es un extracto del artículo: Peimbert, Alejandro J., “Paisajes en el borde: dos apuntes sobre entropía en Mexicali”, en Bitácora. No. 26, noviembre 2013, México, UNAM, pp. 68-76. ISSN 14058901.

2 La noción de Antípolis, de acuerdo con García Vázquez, deriva a su vez del neologismo anti-city propuesto en un texto del sociólogo norteamericano Lewis Mumford (“The Case Against ‘Modern Architecture’”) “para calificar la marea suburbial que inundaba las metrópolis norteamericanas de aquellos años [los sesenta] y que negaba las formas y principios de la ciudad tradicional”. Carlos García Vázquez, Antípolis: el desvanecimiento de lo urbano en el Cinturón del Sol. (Barcelona: Gustavo Gili, 2011), 8.

3 Carlos García Vázquez, Antípolis: el desvanecimiento de lo urbano en el Cinturón del Sol. (Barcelona: Gustavo Gili, 2011), 27-28.

existido un constante traslado (intencionado o incidental) de información en las prácticas y en el imaginario del hacer ciudad y hacer arquitectura:

a) Mexicali sigue el modelo de ciudad dispersa: crecimiento hacia las periferias y abandono u obsolescencia de algunos sectores centrales. Así, a lo largo de 110 años se ha producido el paisaje intersticial que distingue esta ciudad.

b) El clima extremoso que ha distinguido al Valle de Mexicali con los alias de “desierto fértil” o “la ciudad que capturó el Sol”. Este, nuestro medio, poco parece habernos aleccionado (al menos en la construcción de áreas verdes y espacio público), ya que la población aparentemente sitúa como referente a la ajena naturaleza de las muy diversas localidades de donde somos originarios. O bien, se toman como modelo de inspiración los atractivos espacios ajardinados de sitios como San Diego, California, cuyo clima y paisaje no se asemeja al de esta ciudad.

c) El modo en que influye la lógica planteada por la industria de la construcción en Estados

Unidos de América, contrapuesto con las condiciones económicas locales, aunadas el marco normativo que rige las prácticas de edificación y diseño de la ciudad, evidencian una clara aspiración hacia el efecto escenográfico y superficial, dotado por las fachadas construidas de cartón-yeso, pero también hacen patente las diferencias entre la industria de la construcción local y la de nuestros vecinos del norte. Prueba de ello es la arquitectura de los corredores comerciales que se despliegan sobre las vías de primer orden de esta capital. Se trata de edificaciones que se erigen en pocas jornadas, que seducen con sus formas, sus colores o sus escaparates y cuya permanencia en la memoria colectiva es fortuita.

d) El área urbana de Mexicali está ubicada en una zona sísmica, conformada por un sistema

de fallas. Esto hace que en la ciudad se perciban movimientos telúricos de manera regular; no obstante, en los últimos cinco años se ha vivido una intermitente contingencia. El 4 de abril de 2010 se registró un sismo de 7.2° en la escala de Richter, cuyo epicentro fue el valle agrícola de Mexicali. Provocó cuatro pérdidas humanas; severas averías en la infraestructura, y daños en ciertos edificios públicos y viviendas. Estos sucesos trascendieron en la apariencia de algunas estructuras que aún exponen daños y en la revisión de las normas que regularán el modo de proyectar y edificar. Más allá de esto, este acontecer, ha devenido en una nueva forma de asimilar la naturaleza del territorio que cohabitamos.

Todas estas condiciones han estimulado la concepción de esta ciudad como un territorio pausado en un proceso de gestación, pero que –contradictoriamente– prevalece en constante movimiento, trascendiendo así en la configuración de un paisaje de identidad inacabada.4 Mexicali es una ciudad con muchas oportunidades para la arquitectura y el urbanismo, pero –paradójicamente– la

4 Este fenómeno se aborda con mayor extensión en Eloy Méndez; Isabel Rodríguez; Liliana López (2005), “El modelo actual de ciudad fronteriza mexicana”, Bifurcaciones, Junio 3, 2005. www.bifurcaciones.cl/004/MRL.htm (Fecha de acceso: 11 de julio de 2012).

clave podría ser no construir más, sino pensar qué hacer con los vacíos, cómo recuperar las ruinas, cómo asimilar el riesgo, cómo admitir ese desierto fértil y reconsiderar cuál es –auténticamente- nuestro patrimonio. Por ello, al menos para ciertos sectores de la ciudad, podría ser más factible pensar en intervenciones que articulen zonas intermedias, dejando a un lado las estrategias urbanas sobre delimitaciones de áreas homogéneas cerradas.

Fig. 1. Localización de las tres zonas en la ciudad de Mexicali. Mexicali cuenta con tres zonas interconectadas, limítrofes con la línea fronteriza entre México y los Estados Unidos de América. Aunque cada una de estas tres zonas está diferenciada por varios aspectos, entre ellos su función, su estructura urbana, las características de su población y su crecimiento histórico, demandan un trabajo conjunto de recuperación:

a. La zona del Río Nuevo es un borde urbano caracterizado por sus contrastes. Mientras se erigen a todo lo largo de su extensión, de forma desarticulada y dispersa, las más nuevas piezas arquitectónicas para el equipamiento público, se asoma también una imagen que advierte deterioro, riesgos e informalidad.

b. El barrio de Pueblo Nuevo representa una de las primeras colonias habitacionales de la ciudad. Su uso fue complementando por comercios locales y equipamientos con cobertura tanto para sus habitantes como para sus vecinos más cercanos. El paso del tiempo y la desocupación latente hacen que esta zona luzca hoy en día desolada; es un territorio en el

cual se asoman paulatinamente construcciones deshabitadas o baldíos expectantes ante un futuro inmobiliario incierto.

c. El Centro Tradicional ha sido uno de los puntos con mayor tránsito en Mexicali. La ubicación del principal cruce fronterizo en esta capital ha sido determinante para que este primer cuadro continúe activo. Pero la futura reubicación de la garita vehicular con EUA (proyectada en la zona del Río Nuevo) sugiere especulaciones para las primeras manzanas de la ciudad, en donde el comercio y los servicios se resisten ante el decaimiento.

Al interior del polígono que conjunta estas tres zonas, el Instituto Municipal de Investigación Urbana de Mexicali (IMIP) tiene considerados en su agenda tres proyectos estratégicos, cuyo impacto incide claramente en el área de intervención: Centro de Atención al Migrante, Centro de Transferencia Modal y Centre Comercial y Cultural La Chinesca. La primera fase de este Encuentro Nacional de Estudiantes de Arquitectura plantea la intervención de las tres zonas pensándolas como un transecto. Se trata de un reto de carácter urbano, puesto que son ámbitos cuyas escalas, tejidos, densidades, imagen y usos son diversos. Asimismo, el entorno demanda una respuesta de orden paisajístico, buscando no solamente reordenar el territorio, sino caracterizar la zona como un umbral hacia y desde la capital bajacaliforniana, México y Latinoamérica.

Fig. 2. Identificación del estado actual de las tres zonas en la ciudad de Mexicali.

Fig. 3. Definición del área de intervención con la localización de proyectos estratégicos.

El transecto en una de sus definiciones originales se entiende como una serie de zonas de transición, incluyendo desde caseríos rurales dispersos hasta el denso núcleo urbano. Cada zona contiene una gradiente similar desde el borde hasta el centro de su vecino. Es importante mencionar que el concepto de transecto deriva de la ecología; en este ámbito, por ejemplo, se utilizan para describir las transformaciones en el hábitat, ya sea un cambio en la topografía, la distancia de un cuerpo de agua, la flora característica, etc.

Fig. 4. Ejemplo de un transecto que abarca desde una zona natural hasta un distrito urbano central.

Si bien, el transecto ha sido una herramienta importante con la cual ha operado el Nuevo Urbanismo y que ha servido de apoyo también al llamado Smart Growth, como diagrama ofrece otras muchas posibilidades para la intervención de conjuntos urbano-paisajísticos, puesto que se ocupa no solamente de zonas como componentes de un conjunto (referidas convencionalmente en el zonning o master planning), sino que aborda las fronteras entre dichas zonas, posibilitando la integración con niveles de detalle que abaten el problema de que la ciudad sólo podrá verse intervenida a gran escala. Así también, el emergente Urbanismo del Paisaje (Landscape Urbanism) da muestra de la factibilidad de usar el transecto para la resolución de problemáticas que incorporan infraestructura, espacio público, arquitectura y que, particularmente, se sitúan en espacios intersticiales, tales como vacíos urbanos, áreas industriales en desuso, polígonos abandonados al interior de centros históricos, márgenes resultantes por la instalación de servicios u otros territorios asociados con lo residual.

Fig. 5. Aplicación de un transecto. High Line Park (Diller & Scofidio + Renfro / Field Operations).

Fig. 6. Aplicación de un transecto en una propuesta urbano-arquitectónica. Por ello, la primera fase de este encuentro, más que buscar una propuesta entendida como plan maestro o como esquema urbano-regional, ambos difíciles –en la mayoría de los casos– de vincular estrechamente con la escala arquitectónica, se propone que la respuesta de los participantes sea a través de un transecto expresado en diagramas conceptuales (incluyendo apuntes perspectivos), pero también en plantas y cortes, que hagan realizable una clara conexión con lo arquitectónico. Objetivos La primera etapa habrá de cumplir con tres objetivos esenciales:

1. Presentar un análisis-diagnóstico del área a intervenir. 2. Formular una estrategia ante la problemática urbana, fundamentando la integración de

tres zonas diferenciadas y cuyo tejido parece desvinculado, pero que en suma representan un sector potencial para la ciudad.

3. Plantear una solución paisajística para el entorno inmediato y los espacios intersticiales de este conjunto, privilegiando la atención hacia la infraestructura y los espacios públicos.

Alcances Se espera que, para la escala urbana se presenten esquemas en planta, corte y perspectiva del transecto, en los que se atiendan cuestiones ligadas a la estructura vial, los usos de suelo y la infraestructura urbana; precisando la conformación de ámbitos que se constituyen como clave para la integración de las ya mencionadas zonas: el Río Nuevo, Pueblo Nuevo y el Centro tradicional.

Mientras tanto, para la escala paisajística el enfoque estará dirigido solamente hacia el tratamiento de los espacios residuales, los espacios públicos, las áreas peatonales y la respuesta ante el equipamiento y la infraestructura existente o propuesta a futuro. Cabe anotar que la intervención urbano-paisajística no involucra la intervención al interior de los predios correspondientes al equipamiento relacionado con los tres proyectos estratégicos citados previamente (Centro Comercial y Cultural La Chinesca, Centro de Atención al Migrante y Centro de Transferencia Modal). Para ello, se espera que se entregue como mínimo dos láminas. Lámina 1: Incluye la siguiente información:

1. Análisis-diagnóstico sobre el área de intervención.

2. Fundamento teórico-conceptual (descripción gráfica y/o escrita del concepto subyacente a la propuesta).

Lámina 2: Propuesta urbano-paisajística expresada a través de:

1. Plano general del conjunto, que especifique el tipo de intervención en cada ámbito del área de intervención y puntualice las acciones recomendadas (localizándolas en el plano).

2. Transecto en planta, que incluya la propuesta de integración de los tres ámbitos, mediante el cual sea evidente la solución a escala urbano-arquitectónica. En este caso, habrá de hacer claramente visible el tratamiento sobre vialidades, banquetas y otras sendas; las consideraciones sobre los perímetros de las edificaciones; y la vegetación propuesta.

3. Tres cortes tipo (al menos uno de cada zona), que expresen con cierto nivel de detalle los

ámbitos más representativos del transecto. Se recomienda usar una escala gráfica 1:125 ó 1:100. En este caso, habrá de hacer visibles las secciones de las vialidades, banquetas y otras sendas; la altura recomendada para edificaciones futuras; la vegetación propuesta (indicando tipo) y elementos de mobiliario urbano; así también, es importante mostrar la interacción de estos componentes con los usuarios (escala humana).

4. Apunte perspectivo, que ilustre la intervención propuesta sobre el conjunto, haciendo notar, en la medida de lo posible, la integración de la solución planteada con el entorno proyectado a futuro (en particular, la nueva garita).

Programa La propuesta deberá de atender el siguiente programa de áreas:

COMPONENTE Proyectos

estratégicos IMIP

SUPERFICIE APROX (m2)

% Del área de aplicación

Centro de Atención a Migrantes x 5,000 2.73

Centro de Transferencia Modal x 14,000 7.65

Centro Comercial y Cultural La Chinesca x 11,000 6.02

Centro tradicional (primeras manzanas) 30,000 16.39

Infraestructura vial (incluye áreas peatonales y ciclovía) 24,000 13.11

Canalización del Río Nuevo (camellón, bóveda y áreas verdes) 9,000 4.92

Áreas residuales (áreas baldías y taludes) 90,000 49.18

Total área a intervenir = 183,000 100.00

Nota: La intervención urbano-paisajística no involucra la intervención al interior de los predios correspondientes al equipamiento relacionado con los tres proyectos estratégicos citados previamente (Centro Comercial y Cultural La Chinesca, Centro de Atención al Migrante y Centro de Transferencia Modal).

Técnica de representación para la entrega Para ambas etapas –tanto la de equipo como la individual– la técnica de representación será en formato digital utilizando el marco pre-diseñado por la comisión responsable de la ASINEA en coordinación con la comisión académica de la sede (contenido en USB entregado); el estudiante podrá incorporar bocetos o croquis escaneados si lo cree conveniente, así como representarlo de manera monocromático o cromático. Se recomienda que no se utilicen “plastas” o grandes porciones de color sólido –especialmente de color negro- porque esto pudiera dificultar el proceso de impresión y en algunos casos hasta dañar el plotter. La maqueta no forma parte de los requisitos de la entrega, si algún participante desea hacerla, solo se permitirá incluir las fotografías de ésta en alguna de las láminas de entrega. El costo que origine la maqueta será cubierto por cada participante.