Tema 5. Los Moches de Lambayeque
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5.1. ¿Quiénes fueron los mochicas de Lambayeque?
¿Quiénes fueron?
Desde la mirada arqueológica, los mochicas de Lambayeque hace referencia aquel grupo de personas
hombres y mujeres que vivieron entre los siglos I y VIII d.C. y que ocuparon gran parte del territorio que
actualmente comprende la región Lambayeque, son parte de la Cultura Moche o Mochica,
específicamente los denominados Mochicas del Norte. Desde el enfoque antropológico son parte de la
tradición muchik, es decir, aquel conjunto de pueblos herederos de una milenaria herencia cultural
iniciada aproximadamente hace 12 mil años con los hombres de Paiján.
Las principales expresiones arqueológicas de existencia de la cultura Mochica en territorio lambayecano
han sido encontradas, en diversos lugares de Lambayeque, destacando tres lugares específicos que
acontinuación señalamos:
Complejo Arqueológico Huca Rajada - Sipán: donde los arqueólogos han descubierto 16 tumbas
que al parecer pertenecen a una casta de dignatarios mochicas entre señores, guerreros y
sacerdotes, que gobernaron Sipán entre los siglos I y VI
Complejo Arqueológico Ucupe (Huaca el Pueblo): donde se descubrió a un dignatario mochica,
de igual de importancia que los los Señores de Sipán y que ha sido bautizado como el Señor de
Ucupe.
Complejo arqueológico Pampa Grande: Se postula este espacio fue un centro urbano que cobró
importancia durante el período final de la sociedad mochica (600 – 800 d.C). Según la hipótesis
de Luis Chero (2012), este cetro urbano albergó a la élite Sipán, después de su éxodo de Huaca
Rajada Sipán como consecuencia del Fenómeno de El Niño.
Ubicación temporal y espacial
Luis Chero Zurita (2012, p. 15), indica que la cultura Moche en Lambayeque está presente desde el siglo I
d.C., posiblemente los inicios son contemporáneos con Cristo. Además, teniendo en cuenta estudios
arqueológicos reportados por diversos investigadores, señala que en todo los valles de Lambayeque
(Valle La Leche, Valle Chancay – Lambayeque y Valle Zaña) existen evidencias de “sitios arqueológicos
con ocupación mochica temprano”, En “los valles de Olmos y Motupe no se han reportado hasta la fecha
sitios de esta época”, no descartando “que con futuras prospecciones y trabajos de investigación se
registre alguna evidencia de la ocupación mochica temprano”.
Asimismo el destacado arqueólogo apunta que en todos los valles lambayecanos existe evidencia de
esta ocupación mochica dese la fase temprana, además, se puede “referir que todos estos sitios
coexistieron al mismo tiempo controlando su área de influencia, desarrollando tecnologías de acuerdo a
sus necesidades y compartiendo elementos comunes en cerámica, arquitectura, ornamentos que los
identifican como una sola cultura” (Chero Zurita 2013, p.15).
5.1.1. Los Señores Moche de Sipán
Como hemos indicado en total son 16 tumbas reales que se han descubiertos en el Complejo
Arqueológico Huaca Rajada Sipán. Todos estos descubrimientos se han realizado en un lapso de 25
años. Con las últimas
tumbas encontradas específicamente las tumbas 14, 15 y 16, la historia de los Señores de Sipán se
vuelve a reescribir, y esto es así pues en la historia y en la arqueología nada esta culminado.
En ese marco se ha evidenciado que el Señor de Sipán sería el último gobernante de la dinastía moche
en Sipán, esto ocurrió hacia el VI d.C. Antecediéndole una casta de nobles que presumiblemente
empiezan a gobernar e influir en el valle de Lambayeque desde el siglo I d.C.
Entre los principales señores mochicas de Lambayeque encontrados en Huaca Rajada –Sipán destacan
los siguientes:
- EL Noble Guerrero (encontrado en la tumba 15)
- El Viejo Señor de Sipán (encontrado en la tumba 3)
- Señor Guerrero (corresponde a la tumba 16)
- Sacerdote Guerrero (tumba 14)
- Sacerdote (tumba 2)
- Señor de Sipán (tumba 1)
Sobre estos señores, más adelante detallaremos lo que los arqueólogos encontraron entre sus ajuares
funerarios, previamente describiremos el monumento arqueológico donde fueron encontrados
El Complejo Arqueológico Sipán
El monumento Arqueológico
El monumento Arqueológico de Sipán, conocido como Huaca Rajada, consiste en dos grandes y
erosionadas estructuras piramidales de adobe que hoy parecen montañas de barro emergiendo entre los
cultivos agrícolas de la zona. El nombre que se le atribuye "Sipán" es un término Mochica que
significaría Casa o Templo de la Luna o Casa de los Señores.
Desde 1987 año en que se iniciaron los trabajos de investigación arqueológica, hasta la actualidad se
han descubierto 16 tumbas que contienen: ornamentos, tocados, emblemas y atuendos de oro, plata,
cobre dorado y piedras semipreciosas, pertenecientes a diversos personajes de alto rango de la sociedad
mochica.
Estos contextos funerarios se convierten en fuente incalculable de información histórica para reconstruir
el nivel de desarrollo, organización, relaciones culturales y pensamiento religioso de los mochicas.
Ubicación
El Complejo Arqueológico Huaca Rajada - Sipán se ubica en la sección media sobre la margen meridional
del valle de Lambayeque o Chancay, lo que hoy es el caserío Huaca Rajada y poblado de Sipán,
colindante con las pampas de Cayaltí por el sur, el río Reque por el norte, cerro Saltur por el este y
pampas de Collique por el oeste.
Huaca Rajada pertenece al distrito de Zaña, provincia de Chiclayo, departamento de Lambayeque, en la
costa norte del Perú. Actualmente está declarado Reserva Arqueológica Intangible el Complejo
Arqueológico de Sipán, con un área de 29.5 hectáreas.
Componentes arquitectónicos de Sipán
Según los arqueólogos del Museo Tumbas Reales de Sipán, las grandes estructuras, componentes
monumentales de Sipán representan dos modelos básicos denominados piramidal y plataforma masiva.El
piramidal, sufrió frecuentes remodelaciones, constituyéndose en el más antiguo.
Casi todos los templos o santuarios estuvieron cuidadosamente enlucidos, pintados de colores rojos,
amarillos y decorados con relieves o policromías representando dioses, escenas míticas o ceremonias.
En Huaca Rajada – Sipán se han podido determinar hasta 6 fases arquitectónicas, ampliadas luego a 8
después de alcanzar los niveles más profundos.
Las tumbas reales y las pirámides
Reconstrucción hipotética
En la imagen y en el video se muestra el Monumento arqueológico Sipán y la forma como lucían en su
mejor esplendor, en él se aprecian sus espacios de acceso y pirámides. El monumento, en su conjunto,
para su construcción requirió de millones de adobes, que posiblemente fueron brindados por familias a
manera de tributo, así como gran cantidad de mano de obra y de especialistas conocedores de técnicas
arquitectónicas y de la ingeniera de la construcción.
En estas edificaciones, como se puede apreciar, destacan tres pirámides:
a) Plataforma funeraria o mausoleo. Lugar donde se han encontrado 16 tumbas de
personajes importantes de la élite mochica en Lambayeque, entre señores, sacerdotes,
guerreros y nobles con ajuares funerarios muy ricos y complejos.
b) Pirámide ceremonial: Donde se realizaban ceremonias religiosas o rituales, presididas
por el gobernante, sacerdotes y personas dedicadas al culto.
c) Pirámide Política – Administrativa: Posiblemente en este espacio se tomaban las
decisiones de gobierno más importantes para el designo del valle
Ubicacion de las 16 tumbas
En la siguiente gráfico (imagen 02), se observan las 10 plataformas funerarias y la ubicación de cada una
de las 16 tumbas encontradas en el mausoleo de Sipán. También se puede apreciar la ubicación de los
personajes más importantes de esta dinástica mochica en el valle de Lambayeque.
A.) El Señor de Sipán
Observa detenidamente la siguiente iconografía y el vídeo
Indudablemente, es una escena compleja, de esos personajes que intervienen se ha identificado al
personaje “A”, ¿quiénes serán los demás personajes? ¿qué dices?
En el siguiente video el arqueólogo Christopher Donnan, uno de los máximos conocedores de esta
cultura, explica la relación que existe entre la iconografía denominada “Ceremonia del sacrifico” o
presentación y los personajes hallados en el Complejo arqueológico Huaca Rajada – Sipán.
Más datos sobre el tema
El Señor de Sipán, es uno de los 16 noble encontrados en Huaca Raja Sipán y es el más conocido a nivel
mundial. Es descrito por su descubridor el arqueólogo Walter Alva como la máxima autoridad de la
sociedad Moche, en su espacio cultural determinado. “Estamos hablando entonces del Señor étnico del
valle de Lambayeque que en vida manejó los destinos de esta región entre los siglos II a III” (2007, p.
116). Advertimos que estos datos han variado con los últimos descubrimientos desarrollados, a partir del
2007 al 2012.
Volviendo al tema, Alva indica que el Señor de Sipán al parecer ejercía triple autoridad: jefe político,
militar y religioso; era quien presidía posiblemente los rituales mágicos religiosos, según lo demuestra la
iconografía.
Alva, indica que su estructura corpórea era equilibrada, no musculosa como la de sus acompañantes
varones. Sus huesos no tenían indicios de que hubiera desarrollado una gran musculatura. La parte
posterior de su cráneo fue aplanada, un hecho común entre los moche, debido a la práctica de amarrar a
los bebes a cunas de madera plana.
Tenía una pequeña caries, pero en general sus dientes estaban en buenas condiciones y mostraban poco
desgaste, en comparación con otros moches adultos de más de treinta años de edad. Pareciera que este
personaje tuvo una mejor dieta, quizá comía alimentos cuidadosamente preparados para que no tuvieran
mucho material abrasivo.
Su muerte probablemente fue por epidemia o enfermedad, pues los investigadores no encontraron
indicios de muerte violenta, murió a una “edad adulta entre los treinta y cinco y cuarenta y cinco años”
(Alva, W. 2007, p. 75), tenía una estatura aproximada en 1.66 metros, gozaba de buena salud, salvo una
“incipiente artritis en la columna vertebral”.
La Tumba del Señor de Sipán.
El ajuar funerario
Lo encontrado en la cámara funeraria del Señor de Sipán vislumbra al mundo por los ornamentos
encontrados, situación que la cataloga como una de las tumbas más ricas del mundo. Sin embargo lo que
poderosamente llama la atención es la cantidad de cuerpos humanos que fueron enterrados al lado del
Señor de Sipán. Al parecer este grupo de gente sepultada con el Señor de Sipán correspondería a su
sequito, que se inmoló honrosamente con su Señor. Walter Alva al respecto señala lo siguiente:
“probablemente, los restos humanos descubiertos pertenecían al sequito del Señor que debía
acompañarlo en la muerte como un suceso normal en las costumbres y creencia de muchos pueblos de la
antigüedad” (2007, p. 93).
Otros datos interesantes sobre la Tumba del Señor de Sipán nos la brinda también página web del
museo, donde se describe que:
El ataúd de madera del Señor estaba rodeado por 8 acompañantes, un gran séquito de
cuerpos que rendía honor a su elevado rango, estos eran: dos mujeres jóvenes, su esposa, un
niño, un jefe militar, el portaestandarte, el vigía, el guardián de la tumba, dos llamas y un
perro.
El Señor de Sipán, al momento de su descubrimiento, poseía tres pares de orejeras de oro con
incrustaciones de turquesa a ambos lados, el principal par posee una imagen miniaturista
representando al mismo Señor flanqueado por dos guerreros, los otros dos pares de orejeras
halladas tienen la representación del venado y del pato pico de cuchara.
Además de estas exquisitas y magníficas joyas, en la tumba se encontraron numerosos
estandartes labrados en cobre al igual que un collar de discos de oro, invaluables joyas y
ornamentos que determinaban el rango superior que poseía en su época.
En la Tumba del Señor de Sipán, se registraron aproximadamente 451 objetos unitarios o
conjuntos entre ornamentos, tocados, vestimentas y ofrendas que cubrían y subyacían a los
restos óseos del Señor.
Los pies del Señor, estaban calzados con sandalias de plata, orientados hacia el norte cardinal
y la cabeza dirigida hacia el sur. A ambos lados de la cámara funeraria se encontraron un total
de 209 vasijas de diversas formas, representaciones, tamaños y acabados; distribuidas en las
hornacinas laterales y central sur como en los espacios entre los ataúdes.
B.) El Viejo Señor de Sipán
¿Quién fue el viejo señor de Sipán?
Fue un personaje de la élite mochica lambayecana. Según los estudios de antropología física, se explica
que:
la osamenta habría pertenecido a un hombre entre cuarenta y cinco y cincuentaicinco años, con una talla
aproximada de 1.62 m. Su dentadura tenía un avanzado desgaste pero no había padecido caries ni
abscesos. La única patología visible se refería a una osteoartritis de los huesos tarsianos y metatarsianos
de los pies, codos y columna vertebral. (Alva, W. 2007)
Se calcula que el Viejo Señor de Sipán es mucho más antiguo que el Señor de Sipán, ubicado a los
inicios del moche medio hacia los 300 D.C. apróximadamente.
La tumba del Viejo Señor de Sipán
Walter Alva indica que el recinto funerario del Viejo Señor era una fosa rectangular de 1.70 metros x 2.60
metros en cuya sección central se ubicaba el envoltorio funerario. El fardo funerario alargado de 2.30
metros x 0.80 metros se encontraba rodeado de 26 vasijas (diecisiete al este y nueve al oeste).
Esta tumba era diferente a la Cámara Funeraria del Señor de Sipán y a la Tumba del Sacerdote, ya que
esta carecía de techo de vigas de madera, hornacinas laterales y ataúd.
Este entierro es de mayor antigüedad y aparentemente más simple pero de un complejo ajuar funerario
con una impresionante cantidad de ornamentos, emblemas y atuendos metálicos, gran parte de los cuales
resultan de suma importancia para comprender el origen del poder de los dignatarios moche en
Lambayeque.
Impresionantes joyas del Viejo Señor
El Viejo Señor de Sipán, fue enterrado con aproximadamente 56 piezas de oro y decena de ornamentos
de plata y cobre que cubrían a este personaje de la dinastía Sipán . Veamos algunas de sus joyas:
- Hombre felino: imagen de la deidad felínica con cuerpo de hombre. Se encuentra coronada
por la gran serpiente celestial bicéfala que simboliza el cielo, otra serpiente-ave sobre la cabeza
representaría la tierra y una tercera serpiente (en la frente) simbolizaría el mar.
- Hombre cangrejo: imagen de la deidad “hombre – cangrejo” en cobre dorado. El personaje
tiene un collar de siete cabezas de búho, ojos expresivos con incrustaciones de caracol blanco y
piedra roja, colgajos en las orejas y tocado semilunar con dos volutas al costado.
- Collar de arañas: de diez piezas de oro que representan arañas llevando en el vientre el
rostro de un personaje. Cada una de las piezas lleva en su interior tres cascabeles de oro para
producir sonido. En el reverso aparece en relieve tres serpientes erizadas de cuerpo dentado y
cabeza de ave.
- Collar de cabezas de anciano: collar completo de diez cabezas de oro. Se confeccionaron
mediante dos tapas soldadas con plata y los ojos debieron llevar también aplicaciones orgánicas,
ahora desintegradas. Este collar debe de haber formado el tercer collar áureo del Viejo Señor.
- Nariguera del búho: nariguera de oro, plata y turquesa, representando su posible imagen
miniaturista con armas y tocado de un búho con las alas abiertas. Las plumas de metal vibran al
movimiento.
C.) El Sacerdote
Sobre este personaje, las investigaciones de Walter Alva y su equipo de arqueólogos nos describen que
en la Tumba del Sacerdote, se hallaron a dos mujeres jóvenes que lo flanqueaban, un guardián sin pies
sepultado en un ataúd de caña; también se encontraron dos ataúdes mas uno de ellos contenía el cuerpo
de un hombre joven. Otro ataúd más pequeño contenía un niño, un perro y una culebra. En la tumba
igualmente se encontró una llama sin cabeza.
El personaje principal de esta tumba, denominado el Sacerdote fue hallado en un ataúd de caña
desintegrado sujeto con tiras de cobre de 0.95 metros x 1.85 metros envuelto en una tela roja
descompuesta.
Este varón adulto hallado y de acuerdo a los exámenes realizados tenía entre 35 y 45 años de edad,
habría medido 1.60 metros y sus huesos, de fuertes inserciones musculares, no exhibían signos de
enfermedades o malnutrición.
Por su gran tocado de lechuza y la copa de cobre junto a la mano derecha, ambos objetos utilizados en
las ceremonias de sacrificio y representados en el arte mochica, estamos hablando de lo que pudo ser el
Gran Sacerdote de Sipán, que vivió en los años 220 d.C.
Joyas del sacerdote
- Orejeras de cobre dorado: juego de orejeras de cobre dorado, oro y turquesa. Sobre el
mosaico de turquesa se adicionó una fina lámina circular de oro con relieves granulares y una
pequeña cabeza central del mismo metal repujado representando un rostro de ojos almendrados,
boca replegada y orejeras fijadas, mediante diminutos clavos y grapas.
- Collar de caras alegres: collar de cobre dorado, representando nueve cabezas humanas
sonrientes que simbolizarían la vida. Los dientes son de incrustaciones de concha tallada y
engastada, una pronunciada nariz y la frente arrugada sugieren el rostro de un anciano.
- Copa ceremonial: copa de cobre dorado con tapa, encontrada en la mano derecha del
Sacerdote. Fue utilizada en las ceremonias de sacrificio.
D. )El Noble Guerrero Mochica (Tumba 15)
Este personaje ha sido identificado como un noble guerrero, que posiblemente en su tiempo se da origen
a la dinastía de los Señores de Sipán. Sobre este personaje se cree que al momento de su muerte tenía
21 años y posiblemente fue contemporáneo con Cristo, las futuras investigaciones avalarán o
desestimaran esta hipótesis.
Los resultados parciales de investigación de esta tumba, han sido revelados en la página web de la
Unidad Ejecutora Naylamp (http://www.unidadejecutoranaylamp.gob.pe), sobre el personaje de la tumba
15 nos indican lo siguiente:
Al momento de su muerte era un joven fuerte de 21 años, con una estatura de 1.65 metros, no
se detectado evidencias de enfermedad o patología como posible causa de muerte.
Los Ornamentos hallados dentro de la Tumba número 15, aunque no son numerosos, si
reflejan las funciones de guerrero dentro de la jerarquizada sociedad Mochica en los inicios de
la ocupación de Sipán; en la iconografía representada en vasija, arquitectura u otros soportes
se puede ver a personajes jóvenes portando objetos muy parecidos a los de esta tumba,
desarrollando combates rituales.
(…) Por otro lado, Los objetos que han permitido esbozar la idea de un guerrero son una punta
de lanza o remate de porra y un escudo circular recubierto con pequeñas placas de cobre
dorado. Estas insignias militares (puntas de lanza, porras desarticuladas y en algunos casos
escudos de metal), se muestran en el Viejo Señor de Sipán, el Sacerdote – Guerrero y las
tumbas 05, 08, 09; así como el acompañante del Señor de Sipán, todos estos últimos
personajes ligados a funciones militares. En cuanto a los cascabeles que decoraban el
cinturón del personaje de la Tumba 15, le permitiría distinguirse al momento de desplazarse o
realizar algún combate
Lectura: La presencia del búho como divinidad protectora
La divinidad búho, hace su presencia casi en todas las tumbas encontradas en Sipán. Aparece desde la
tumba del Noble Guerreo, que al aparecer es la más antigua (siglo I d.C.) hasta la tumba del Señor de
Sipán (siglo VI d.C). Al respecto Luis Chero (2012, p. 22) manifiesta lo siguiente:
Ave relacionada con el inframundo poseedor de una virtuosa visión y relacionado a rituales de
sacrificio. Así mismo la presentación de este animal en sus objetos personales le confiere la
protección y representatividad de la divinidad búho tanto en mundo de los vivos como en el
inframundo.
Con la recurrencia del búho en estas tumbas podemos referir que todos los personajes
enterrados con algún referente de este animal, compartirían un estrecho vínculo con
actividades mágico - religiosas, pues debido a la magnífica visión nocturna y la peculiaridad
de observar su entorno con mayor amplitud, se convierte en el mejor aliado para guiar el viaje
de los muertos.
Algunos investigadores han abordado el tema de la importancia de la sacralidad que le
confieren a la “Divinidad Búho”, identificándolo como guardián y señor de la noche, el
“Guerrero Búho” habita las entrañas de la tierra, rige los destinos del mundo de Abajo y “era
responsable por el crecimiento de las plantas” en cuyo nombre se habría realizado sacrificios
humanos¨ (Makowski 1996)
E.) Sacerdote-Guerrero: (Tumba 14)
Que correspondería, según el arqueólogo Luis Chero, al cuarto personaje del tema iconográfico
denominado “La Presentación” o al personaje “D”. Este personaje fue descubierto al reiniciarse las
investigaciones en el 2007. Para conocer quién fue este personaje denominado Sacerdote – Guerrero, a
continuación reproducción lo que su descubridor nos explica:
los datos que se obtuvieron indican que la tumba pertenecía a un individuo de sexo
masculino, de 30 a 40 años de edad, es decir un adulto medio, con una estatura de
aproximadamente 1 m. 64 cm., no se detectó ninguna evidencia de enfermedad o patología
como causa de muerte, solo se observaron labiaciones u osteofitos moderados en algunas
vértebras. El severo desgaste dental, estaba acentuado en los dientes superiores e inferiores
del lado derecho del rostro, hecho que puede deberse a una patología por lesión en la
articulación temporo-mandibular o a factores culturales como la masticación de coca como
parte de sus actividades rituales en vida.
Es interesante resaltar que la tumba 14, muestra el mismo patrón de enterramiento de Sipán
en las últimas etapas de la fase mochica medio (cámara funeraria), compartiendo con el Señor
de Sipán y Sacerdote la cualidad de haber sido enterrado en un elaborado ataúd o sarcófago
de madera reservado para los personajes de más alto rango. El ajuar funerario evidencia la
jerarquía del personaje, siendo los ornamentos, emblemas, atuendos y trajes rituales, los que
reflejarían las actividades, funciones y posición social en la nobleza mochica, resaltando el uso
de metales como el cobre, en menor escala el cobre plateado y sólo dos objetos de oro
(nariguera semilunar y pequeña masa colocada cerca a la boca). La disposición de los objetos
refleja el concepto del dualismo, donde el oro y la plata representarían el sitial de este
personaje en el mundo espiritual.
Entre los ornamentos de poder se nota la preponderancia de tocados y diademas, mientras
que las narigueras se muestran en menor cantidad. Los motivos representados esencialmente
se vinculan al tema del “Hombre-búho”, asociado a las funciones religiosas, político-militares,
razón suficiente para estimarlo como un “Sacerdote-guerrero”.
En el aspecto tecnológico, para la confección de los ornamentos se recurre mayoritariamente
al uso de grapas y láminas caladas y repujadas, existiendo pocos ejemplares con empleo de
soldadura metálica. Como materiales excepcionales y exclusivos deben mencionarse las
vasijas metálicas representando personajes y la imagen en cobre sólido del “Hombre-búho”,
trabajada con la técnica de la cera perdida. (Chero 2012, p. 33, 34)
F.) Señor Guerrero (personaje de la tumba 16)
El Señor Guerrero conocido también como el "Guerrero del pututo" o personaje de la Tumba 16, fue
encontrado por el equipo de arqueólogos de investigadores que dirige Luis Chero, quien reporta que la
osamenta del personaje fue analizada por el Antropólogo físico Mario Millones cuyos resultados indican lo
siguiente:
este personaje sería un varón, tendría unos 35 a 40 años de edad y 1.67 m de estatura al
momento de su muerte. Su contextura es robusta posiblemente por la función de guerrero que
cumplió en vida. Hasta el momento no se evidencia ninguna enfermedad o patologías que
pudieran haber contribuido a la causa de su muerte. (2012, p. 31).
Al parecer este personaje, aparece graficado en las iconografías moche, portando un pututo, elemento
ancestral utilizado en ceremonias religiosas y militares. Los arqueólogos están convencidos que habría
sido un jefe militar de la dinastía Sipán.
Entre los atuendos encontrados aparte del pututo de 13 cm. aprox., destaca un cetro en forma ovoide, dos
estólicas y un pectoral en forma de sol radiante con terminaciones en cabeza del pez life o pez gato. Al
respecto se ha indicado que este pectoral es parecido al encontrado en la tumba del Viejo Señor de
Sipán, la diferencia es que fue elaborado con conchas marinas.
Según Walter Alva, el personaje principal de la tumba 16 probablemente estuvo adscrito a los
rituales más importantes y formaba parte del entorno de los señores Sipán. Esta última es la
denominación que comprende a los personajes de élite hallados en el mausoleo de Huaca
Rajada, como el Señor de Sipán [1.600 años de antigüedad], el Viejo Señor [1.500 años de
antigüedad] y dos sacerdotes guerreros de 1.700 años de antigüedad. (…)
En el mencionado contexto funerario también se hallaron armas de guerra, un cetro y otros
emblemas propios de un personaje del más alto rango. Quizás un aspecto importante de la
jerarquía de este hombre sea el hecho de que fue enterrado en el entorno de la tumba de élite
del Señor de Sipán. A menos de diez metros de este gobernante mochica (El Comercio
7/08/2010)
Importancia del descubrimiento de las Tumbas Reales de Sipán
Sin lugar a dudas el descubrimiento de las Tumbas Reales cambio la historia del Perú milenario en la
costa norte, se replantearon las afirmaciones que se tenían principalmente sobre la cultura mochica.
Además, era la primera vez que se descubre en nuestro país los restos de un jerarca o alto dignatario
prehispánico, con todos sus atavíos y riquezas. Hasta ese momento la idea de grandes señores y altas
civilizaciones sólo se tenía referencia por las crónicas, quienes aludían y resaltaban con mayor fuerza a
los incas.
Además, del movimiento económico que genera producto del turismo, el descubrimiento de las tumbas
Reales de Sipán es importante, entre muchas cosa, por lo siguiente:
Demostraron que la organización política y social de la cultura Moche es sumamente compleja
incluía a una clase de nobles con distintos rangos o jerarquías que ejercían el poder, en su
respectivo valle o señorío. Además, el entierro de estos personajes con una serie de vestimentas
y ornamentos ostentosos son señal de la existencia de artesanos altamente especializados.
Krzysztof Makowski (2008, p. 88) refiere que “El hallazgo de las tumbas de Sipán proporcionó
argumentos contundentes para reconocer que la sociedad de la costa norte alcanzó niveles de
complejidad social y política comparables con los mayas o aztecas, a pesar de la inexistencia de
la escritura”
Water Alva (2010, p.179) nos indica que con el descubrimiento de las Tumbas Reales de Sipán
se verifica la correlación entre el discurso y iconográfico y los bienes de rango y mando usados
en vida, además señala que:
Dicha correlación brinda una clave definitiva para identificar el nivel jerárquico de cada
uno de los personajes en su correspondiente contexto temporal y reconocer en los
cambios formales las innovaciones en la organización, pensamiento religioso y estilo. La
etapa culminante de esta sucesión dinástica y creciente jerarquización está representada
en el probable orden siguiente:
- El Señor o “Siec” en la cúspide del poder local con una triple autoridad: militar,
religiosa y civil, representado por los símbolos «radiantes» o «solares», numéricamente
asociados al factor decimal.
- El Sacerdote con rango y funciones estrictamente religiosas vinculadas al culto lunar.
- Jefes militares y/o caballeros”, reconocibles por atuendos, armas y emblemática.
- Dignatarios civiles, asistentes religiosos y “soldados” o “Guardias” adscritos a las
específicas funciones anteriores.
- Artesanos y especialistas, probablemente pertenecientes a grupos familiares o castas.
- El pueblo común ocupados en actividades productivas diversas.
- “Yanas” o servidumbre asignada a los anteriores estamentos.
Las Tumbas Reales de Sipán alteraron también nuestra percepción de la religión y cosmovisión
moche. Ahora nos percatamos que los ritos ceremoniales con sacerdotes y sacerdotisas vestidos
con atavíos suntuosos, eran parte de la vida real.
La infinidad de objetos de origen serrano y amazónico encontrados en las Tumbas de Sipán, nos
evidencia una vez más que los contactos entre estas regiones fueron fructíferas desde tiempos
milenarios a pesar de la diferencia de lenguas, que a simple percepción dificultarían la
comunicación entre pobladores de culturas distintas. Por lo tanto habría un vínculo histórico y
cultural transversal en la macro región norte del Perú. Sumado a estos vínculos regionales,
también hay que manifestar los contactos internacionales, para la obtención de piedras
semipreciosas u objetos exóticos obtenidos probablemente de Ecuador, Colombia, Chile y
Bolivia.
5.1.2. El Señor de Úcupe
El Señor de Ucupe: un gobernante mochica
A mediados de junio del 2008, el arqueólogo Steve Bourget con su equipo de investigadores descubrió en
Huaca el Pueblo, en lo que hoy es el pueblo de Úcupe (Departamento de Lambayeque) una
impresionante tumba perteneciente a un personaje de la nobleza Mochica. Este personaje concentra la
mayor cantidad de diademas y coronas halladas hasta el momento en el país. Todos los objetos de metal
se caracterizan por haber sido elaboradas en cobre dorado.
Según Steve Bourget, este personaje con todos sus atuendos encontrados tiene un parecido al personaje
“D” de la Escena del Sacrifico.
Además, se ha identificado que los objetos y emblemas con los que fue enterrado son casi similares a los
encontrados en las Tumbas Reales de Sipán. Sin lugar a dudas el estudio de este personaje y su
contexto funerario es de suma importancia para comprender el mundo de los mochicas.
Ubicación
Huaca el Pueblo se encuentra en el Complejo Arqueológico Ucupe que se ubica en el departamento de
Lambayeque, en el pueblo de Ucupe, 500 metros al sur del río Zaña, al oeste de la carretera
Panamericana
Los tesoros de Señor de Ucupe
El personaje cuando fue descubierto, estaba tapado completamente por grandes ornamentos metálicos
oxidados por el paso del tiempo, una máscara funeraria de cobre dorado con ojos de concha. Al
verificarse el cráneo del personaje se observó que se le habían colocados en su boca 4 discos de metal
en bruto, dos de cobre y dos de plata, que indicaría su rango en el tránsito al mundo de los muertos.
El arqueólogo Walter Alva señala que el llamado Señor de Úcupe tendría al momento de morir entre 25 a
38 años. Además, hace notar que fue enterrado junto a una mujer de 15 a 25 años. Esta dama tenía un
feto de aproximadamente unos cinco meses. “Al parecer la mujer estaba embarazada al momento de
morir”.
Se ha destacado que este personaje concentra la mayor cantidad de diademas y coranas, sin embargo,
el contexto funerario donde fue encontrado presenta variedad de objetos que lo hacen sumamente
interesante y rico en información. A continuación brevemente señalamos algunos de ellos:
Numerosas placas metálicas que componían una túnica ritual.
Tres hermosas botellas Mochica, la primera representando un personaje sentado en actitud
reflexiva, la segunda corresponde a un noble sentado sobre su trono y finalmente una vasija sin
decoración alguna, pero compuesta por dos piezas.
Un ceramio representando un felino, así como un ceramio representando un zapallo (¿loche?).
Huesos de camélidos; así como el esqueleto entero de una llama colocada a los pies del
personaje, claramente son ofrendas para ser consumidas en la otra vida.
Varias diademas en forma de “V”, con la representación central del rostro hierático de un
personaje adornado con orejeras, tocado y collar de cabezas de búho.
Máscaras funeraria
Un tocado en miniatura
Pectorales de cuentas de spondylus,
Narigueras y dos pequeñas representaciones del ser mítico Ai-apaec.
Coronas compuestas por cintas y plumas metálicas de impresionante calidad artística y
tecnológica.
Un par de orejeras de plata con colgajos, dos pectorales de placas en concha,
Un collar compuesto por pequeñas tallas de concha y resina, brazaletes,
Un magnifico collar de cuentas lenticulares de plata, confeccionadas mediante dos tapas,
llevando la representación frontal de una deidad coronada y flanqueada por serpientes. Esta
imagen como otras de la misma tumba presenta notable similitud con imágenes encontradas en
las tumbas de Sipán, hecho que demostraría la estrecha relación que debió existir entre estos
dos centros de la época Mochica.
5.1.3. Pampa Grande: la última capital de los mochicas de Lambayeque
El complejo arqueológico Pampa Grande se encuentra ubicado en el departamento de Lambayeque,
provincia de Chiclayo y distrito de Chongoyape. Este complejo arqueológico es considerado como la
última capital de los moches de Lambayeque. Aquí posiblemente según la hipótesis de Luis Chero Zurita
llegaron la elite de los Señores de Sipán, como consecuencia de fuertes lluvias que azolaron la región
entre los 600 y 650 aproximadamente. A partir de esa fecha para adelante Pampa Grande cobra un
impulso y se convirtió en el principal centro urbano de la costa norte dominado por los mochicas.
Pampa Grande ha sido identificada como un centro ceremonial y administrativo de control del agua,
asimismo un centro urbano que albergaba diversos talleres de especialistas en la tecnología del textil, la
metalurgia y la alfarería.
Al respecto Rojas, Carol y Ilana Johnson (2006, p. 10, 11) informan lo siguiente:
El sitio de Pampa Grande está localizado sobre una larga pendiente aluvial, muy cerca del
cuello del río Lambayeque (...). Recibe este nombre por su ubicación, donde “pampa” es una
palabra quechua que significa “área llana”. Justo pasando el estrecho cuello el río Chancay se
fractura en el río Reque, río Lambayeque, y en el canal Taymi, el cual hoy en día riega mas de
90 000 hectáreas de tierra cultivable (Shimada 1994: 60). El río Reque pasa muy cerca del
sitio y hacia el otro lado de la ribera se extiende un largo cerro, conocido como “La Puntilla”, el
cual se cree que ha tenido un especial significado en la orientación de la mayoría de los
edificios principales del centro cívico ceremonial de Pampa Grande (Ibid.), (...)
La ubicación de Pampa Grande cerca al cuello del valle es ideal para el control de la irrigación
de toda el área cultivable. Esto podría haber resultado de acuerdo a un acceso primario al
cultivo de la tierra en orden a producir grandes campos donde el estado impuso impuestos a
los productos almacenables. Esta ubicación tuvo salida al principal camino de la región (norte
–sur), el que además pudo brindar acceso a bienes e información procedente de otras
regiones.
Un sitio estratégico para controlar el agua
Por su ubicación, los arqueólogos refieren que Pampa Grande fue fundada en un lugar estratégico con la
intensión de controlar el agua y una red de canales que nutrían de líquido elemento a los campos de
cultivo de diversas zonas de Lambayeque.
No olvidemos que el agua y los sistemas hidráulicos son de suma importancia en la costa norte del Perú,
pues la costa se caracterizada por ser desértica debido a la falta de lluvias, en ese sentido los sistemas
hidráulicos, fueron una excelente solución que generaron los antiguos peruanos para convertir el desierto
en tierras de cultivo. El agua gracias a los ramales de canales de regadío llega impulsada por la
gravedad contralada, hasta diversas zonas de la costa. Es preciso resaltar que el sistema hidráulico (red
de canales) que hasta hoy interconecta a los valles de Motupe, La Leche, Lambayeque y Zaña tuvieron
un gran impulso a partir del siglo VII hasta el VIII d.C. (750 aproximadamente) donde Pampa Grande
paulatinamente fue abandonada.
Conclusiones quinta semana
Podemos concluir este tema manifestando que:
Los mochicas de Lambayeque ocuparon gran parte de los valles del territorio que lleva el mismo nombre.
Como testimonio de su presencia han dejado varias construcciones arquitectónicas donde las
investigaciones arqueológicas han descubierto los ajuares más ricos del Perú prehispánico
pertenecientes a poderos jerarcas mochicas.
Al parecer los mochicas de Lambayeque tuvieron un desarrollo que se prolongó desde el año 0 después
de Cristo hasta hace aproximadamente 750 a.C, durante esa época levantaron colosales palacios,
hicieron frente a dramáticas lluvias, pero sobre todo dominaron el desierto y lo convirtieron en tierras de
cultivo, gracias al dominio y desvío del agua de los ríos a través de un sistema hidráulico muy sofisticado.
Dentro de los poderos señores moches de Lambayeque, destacan los jerarcas de Sipán, encontrados en
Huaca Rajada – Sipán, en total se han descubierto 16 tumbas. A parte de la riqueza de los objetos que se
encontraron, la información histórica desprendida de esos descubrimientos, sin lugar a dudas han
cambiado la concepción entono a los moches.
A estos descubrimientos de tumbas reales en Sipán se suma el descubrimiento del Señor de Úcupe, un
noble moche que domino su territorio, no se descarta contacto con los Sipán.
Finalmente podemos indicar que la región Lambayeque es un espacio sumamente rico en historia
prehispánica y posiblemente nuevos descubrimientos aportaran a la historia del Perú milenario.