Tema 3 La Prioridad de Los Pobres en El Evangelio (1)

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Teología

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Tema 3: La prioridad de los pobres en el EvangelioLa escena evanglica lucana se sita en Nazaret, en el marco de la sinagoga y en el da del sbado (Lc 4,16-30). All Jess abre la Escritura en el pasaje que proclama la misin proftica de Isaas por encargo divino (Is 61,1-3). Pero Jess no solamente lee la Escritura sino que al mismo tiempo la abre y la interpreta. La singularidad de su proclamacin y lo asombroso de su interpretacin contrasta con la reaccin negativa de sus convecinos nazarenos. El Espritu del Seor est sobre m porque l me ungi para evangelizar a los pobres, me ha enviado a anunciar a los cautivos liberacin y a los ciegos visin, a poner a los oprimidos en libertad, a proclamar el ao de gracia del Seor (Lc 4,18-19).El texto de Isaas subyacente en este fragmento del evangelio de Lucas queda recortado en la lectura de Jess. Es un pasaje del Tercer Isaas (s. V a. C.) en el contexto de la tradicin antiqusima de los aos sabticos y jubilares de Israel, en cuanto instituciones sociales, econmicas y religiosas del pueblo de la Alianza, tendentes al reajuste de los mltiples desequilibrios sociales, de las desigualdades econmicas y de las injusticias clamorosas que en el transcurso de la historia se producan en seno del pueblo de Dios. La misin del profeta consiste en la proclamacin del ao de gracia del Seor como un tiempo de alegra y de liberacin para los pobres, los oprimidos y los cautivos. Las palabras del profeta transmiten algunos elementos omitidos en el evangelio: El Espritu del Seor esta sobre m; porque el Seor me ha ungida Me ha enviado para dar la buena nueva a los pobres, para curar los corazones desgarrados, y anunciar la liberacin a los cautivos, a los prisioneros la libertad. Me ha enviado para anunciar un ao de gracia del Seor y un da de venganza para nuestro Dios, para consolar a todos los afligidos, para alegrar a los afligidos de Sin; para cambiar su ceniza por una corona, su traje de luto por perfumes de fiesta, y su abatimiento por cnticos (Is 61,1-3).La misin del profeta es llevar la buena noticia a los pobres y el anuncio gozoso de la libertad para los cautivos. Este magnfico orculo destila la alegra de la liberacin y del consuelo por el cambio de situacin que ha de producirse en Israel de donde desaparecer la injusticia, la opresin y la pobreza. Pero el profeta hace una contraposicin sumamente llamativa entre el ao de gracia y un da de venganza. El da de desquite o de venganza se identifica en los profetas con el da de Yahv, un da de juicio de Dios y de confrontacin del Seor con todos aquellos pueblos y personas, incluso israelitas, que se opongan al plan de justicia de Dios. Como la del faran de Egipto en los tiempos del xodo, as ser la suerte de todos los que atentan contra los pobres, la suerte de los tiranos, de los dspotas, de los explotadores y de los que independientemente de su identidad nacional, social, cultural o religiosa conculcan la justicia y el derecho. En este sentido podemos entender el da de venganza como una amenaza del mismo Dios que se hace eco del clamor de los que, ya acallados, amansados y domesticados, apenas pueden gemir suspirando en la desolacin, en la indigencia y en la desesperacin. El juicio de Yahv traer una sentencia en defensa de los pobres, oprimidos y afligidos. Por stos y por todas las vctimas se anuncia el desquite y la venganza de parte de Dios como gracia que libera del sufrimiento, restituye la dignidad de las personas y rehabilita para vivir en libertad. El ao de gracia y el da del desquite implican la inversin del sistema que la injusticia genera en el mundo. Anunciar este tiempo del Seor, de gracia y de desquite es esencial en la actividad del profeta, de todos los profetas y en todas las pocas. Por eso fueron, son y sern perseguidos.Jess hace suyas aquellas palabras de Isaas para presentarse ante los suyos en Nazaret como portavoz de un ao de gracia del Seor, consistente en el anuncio de la Buena Noticia a los pobres y de la liberacin de los oprimidos. ste fue el objetivo prioritario de su mensaje y de su actividad mesinica y proftica. Sin embargo, en el evangelio de Lucas, Jess hace una lectura algo diferente del texto de Is 61, I -2. AI insertar la frase libertar a los oprimidos de Is 58,6 y eliminar la de un da de venganza est dando una orientacin ms precisa a su misin evangelizadora, acentuando el sentido liberador y proftico de su uncin divina. Es interesante percibir, como hace J.B. Metz, que la primera mirada de Jess no estuvo dirigida al pecado de los dems, sino al sufrimiento de los otros. Los cuatro grupos destinatarios y beneficiarios en primer lugar del ao de gracia son personas con grandes sufrimientos, son aquellos cuya situacin humana y social es de privacin de algo esencial. Los pobres carecen de medios bsicos para una vida digna, los cautivos son los endeudados carentes de recursos econmicos para afrontar sus deudas y privados por ello tambin de libertad, los ciegos carecen de visin, y los oprimidos, de libertad. Con la combinacin de textos isaianos resalta el marcado carcter liberador de la interpretacin de Jess. Su intervencin proftica liberadora a favor de los pobres, de los cautivos por endeudamiento y de los oprimidos, delata la situacin opresora de la que son vctimas. Se trata de una opresin econmica no aceptable para Dios, y a la que, por tanto, el profeta escatolgico, Jess, el ltimo y definitivo, ha de enfrentarse.Tras su lectura en la sinagoga Jess afirma solemnemente: Hoy se ha cumplido ante vosotros esta Escritura (Lc 4,21). En su persona, en su interpretacin de la Escritura, en su mensaje evangelizador se actualiza la intervencin portentosa de Dios a favor de los empobrecidos de la tierra y en contra de los enriquecidos a costa de aquellos. La omisin evanglica del da de venganza anunciado en Is 61, 1-2 no elimina el sentido de juicio crtico del da de Yahv ni del ao de gracia. El juicio contra los poderosos, contra los ricos, los explotadores y los tiranos est presente en este evangelio con un nfasis especial. En el cntico de Mara al comienzo del Evangelio (Lc 1,46-55) se hace patente la confianza en el Dios que da pan a los hambrientos y despide de vaco a los ricos, que derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. Las bienaventuranzas lucanas a favor de los pobres (Lc 6,20-23) tienen la contrapartida y el desquite de las malaventuranzas contra los ricos (Lc 6,2426). El juicio ltimo de Dios sobre la historia humana revela su justicia y se manifiesta en la inversin de la situacin social imperante, tal como cuenta la parbola de Lzaro y el rico (Lc 16, I 9-34); y la autntica conversin a Jess implica un cambio radical de la persona en el aspecto econmico, de lo cual es un paradigma la figura de Zaqueo (Lc 19,2-10). As pues la cancelacin de las palabras de venganza en el texto programtico de Lucas no se ha de entender como una prdida de radicalidad del sentido proftico de la justicia social en el ao de gracia, sino ms bien con una orientacin diferente del mismo.Los oyentes de la sinagoga reaccionan extraados al or las palabras de Jess sin hacer referencia alguna al desquite. En el dilogo posterior con sus vecinos se pone en evidencia el rechazo de Jess entre los nazarenos. Por qu motivo? Estos se han sentido provocados en realidad por el alcance universal de la liberacin proclamado por Jess con la lectura y encarnacin en su persona del texto de Is 61, 1-2. En el contexto poltico de dominacin romana de Palestina en la poca de Jess las expectativas de los nazarenos se orientaban hacia un mesianismo ms poltico que proftico. Ellos se consideraban los destinatarios exclusivos de la liberacin anunciada en el ao de gracia por su pertenencia al pueblo judo, mientras que los destinatarios del desquite y la venganza de Dios seran los otros pueblos, sobre todo el imperio romano al que estaba sometido el pas de Palestina. El anuncio universal de liberacin del que Jess es portavoz resultaba inaceptable para los judos; se lo impeda su espritu nacionalista excluyente. Pero los ejemplos aducidos por Jess y tomados del Antiguo Testamento muestran el carcter universal de la liberacin proclamada por l en el ao jubilar. Los beneficiarios del favor de Dios a los que Jess se remite son dos extranjeros: una mujer, pobre y viuda, de Sarepta en el territorio de Sidn (I Re 17,9) y Naamn el sirio leproso (2 Re 5,15). Jess sorprende a sus vecinos al demostrar que los destinatarios de la liberacin no son ellos por su pertenencia tnica o religiosa al pueblo de Israel, sino todos los necesitados, oprimidos y excluidos independientemente de su credo religioso y de su identidad cultural o tnica.Cuando Jess empez a establecer estas prioridades en su misin evangelizadora, proclamando la primaca de los ltimos, de los pobres y de los sometidos en el nico tiempo aceptable de Dios, comenz tambin su pasin, pues sus vecinos de Nazaret quisieron ya tirarlo por el barranco del pueblo. Sin embargo, en la situacin paradjica del rechazo de Jess por parte de los nazarenos, empez con l un tiempo de gracia que trasciende los das y los aos, y en el cual sus seguidores pueden vivir permanentemente movidos por su mismo Espritu haciendo resonar profticamente su palabra liberadora y su justicia rehabilitadora.

PARA LA LECTURA y DEBATE

1) Misin proftica, Congregacin de la Misin y Misin personal2) Opina: El ao de gracia y el da del desquite implican la inversin del sistema que la injusticia genera en el mundo.3) Persecucin de la Iglesia: profetismo o merecimiento?4) Opresin econmica, opresin social, opresin religiosa?5) Opina: El juicio contra los poderosos, contra los ricos, los explotadores y los tiranos est presente en el Evangelio con un nfasis especial.6) Somos los destinatarios de la liberacin o son otros?7) Hasta qu punto nuestras palabras y obras son liberadoras?

Autor del texto: P. Jos Cervantes.