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Tema 2. Crisis del Antiguo Régimen: 1788-1833. I.E.S. Virgen del Puerto. A. Feijoo. Pág. 1 T T E E M M A A 2 2 . . C C R R I I S S I I S S D D E E L L A A N N T T I I G G U U O O R R É É G G I I M M E EN N E E N N E E S S P P A A Ñ Ñ A A: : 1 1 8 8 0 0 8 8 - - 1 1 8 8 3 3 3 3 . . ÍNDICE 1.- introducción, Antiguo Régimen y nuevas ideologías. 2.-La crisis del reinado de Carlos IV (1788-1808). 2.1.- Introducción: Antiguo Régimen y Nuevas Ideologías. 2.2.- La política exterior, 1788-1898. 2.3. Crisis económica, política y social. 3.- La guerra de Independencia, 1808-1814: Causas, desarrollo y consecuencias. 3.1. Orígenes y causas. 3.2. La España de Napoleón. 3.3. La España no ocupada. 3.4. La guerra. 4. Las cortes de Cádiz: Constitución, composición y obra legislativa. 4.1. Convocatoria, grupos y desarrollo de los hechos. 4.2. La obra legislativa de las Cortes de Cádiz. 4.3. La Constitución de 1812. 5. El reinado de Fernando VII, 1814-1833: Liberales y absolutistas. 5.1. El Sexenio absolutista, 18141820. 5.2. El trienio liberal, 1820-1823. 5.3. La Década absolutista o Década Ominosa (18231833). 6. El proceso de emancipación de las colonias españolas de América (18101824). 6.1. Las causas de la independencia. 6.2. Las etapas de la Independencia de América. 6.3. Consecuencias de la independencia americana. 7. Extremadura, 1789-1833. 1 1 . . - - I I N N T T R R O O D D U U C C C C I I Ó Ó N N : : A A N N T T I I G G U U O O R R É É G G I I M M E E N N Y Y N N U U E E V V A A S S I I D D E E O O L L O O G G Í Í A A S S El Antiguo Régimen (así llamado el período anterior a la revolución francesa) tenía unas características bien reconocibles: 1. En lo económico, la tierra era principal fuente de riqueza y pervivía el régimen señorial de origen medieval, con la mayoría de la propiedad controlada por la nobleza y la Iglesia y vinculada o amayorazgada a favor de nobles, clero e instituciones (municipios, principalmente). Muchas explotaciones estaban sometidas a cargas y normas de explotación que dificultaban una economía competitiva, a pesar del avance de la privatización de tierras a favor de la burguesía agraria y del retroceso de la servidumbre, sustituida por arrendamientos a colonos, foros y contratos enfitéuticos. El minifundismo de subsistencia predominaba en el norte y el latifundismo extensivo, destinado al mercado predominaba en el sur, con abundancia de jornaleros. El comercio y la artesanía crecieron en el siglo XVIII, fortaleciendo el poder económico de la burguesía en las ciudades, pero sin llegar a dominar la economía nacional, con un mercado interno escaso y reducido muchas veces a mercados y ferias, o lastrado por malas comunicaciones, aduanas internas y escaso poder adquisitivo del pueblo llano. 2. En el sistema político absolutista del Antiguo Régimen, el Rey ejercía una soberanía de origen divino, a pesar de las reformas del s. XVIII que centralizaron, uniformizaron y racionalizaron la administración, aunque el Despotismo Ilustrado no llegó a transformar realmente el sistema político, económico y social. Roussea u

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Tema 2. Crisis del Antiguo Régimen: 1788-1833.

I.E.S. Virgen del Puerto. A. Feijoo. Pág. 1

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ÍNDICE 1.- introducción, Antiguo Régimen y nuevas ideologías.

2.-La crisis del reinado de Carlos IV (1788-1808).

2.1.- Introducción: Antiguo Régimen y Nuevas Ideologías. 2.2.- La política exterior, 1788-1898.

2.3. Crisis económica, política y social.

3.- La guerra de Independencia, 1808-1814: Causas, desarrollo y consecuencias.

3.1. Orígenes y causas.

3.2. La España de Napoleón.

3.3. La España no ocupada.

3.4. La guerra.

4. Las cortes de Cádiz: Constitución, composición y obra legislativa.

4.1. Convocatoria, grupos y desarrollo de los hechos.

4.2. La obra legislativa de las Cortes de Cádiz.

4.3. La Constitución de 1812.

5. El reinado de Fernando VII, 1814-1833: Liberales y absolutistas.

5.1. El Sexenio absolutista, 1814–1820.

5.2. El trienio liberal, 1820-1823.

5.3. La Década absolutista o Década Ominosa (1823–1833).

6. El proceso de emancipación de las colonias españolas de América (1810–1824).

6.1. Las causas de la independencia.

6.2. Las etapas de la Independencia de América.

6.3. Consecuencias de la independencia americana.

7. Extremadura, 1789-1833.

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El Antiguo Régimen (así llamado el período anterior a la revolución francesa) tenía unas

características bien reconocibles:

1. En lo económico, la tierra era principal fuente de riqueza y pervivía el régimen señorial de

origen medieval, con la mayoría de la propiedad controlada por la nobleza y la Iglesia y vinculada

o amayorazgada a favor de nobles, clero e instituciones (municipios, principalmente). Muchas

explotaciones estaban sometidas a cargas y normas de explotación que dificultaban una

economía competitiva, a pesar del avance de la privatización de tierras a favor de la burguesía

agraria y del retroceso de la servidumbre, sustituida por arrendamientos a colonos, foros y

contratos enfitéuticos. El minifundismo de subsistencia predominaba en el norte y el

latifundismo extensivo, destinado al mercado predominaba en el sur, con abundancia de

jornaleros. El comercio y la artesanía crecieron en el siglo XVIII,

fortaleciendo el poder económico de la burguesía en las ciudades, pero sin

llegar a dominar la economía nacional, con un mercado interno escaso y

reducido muchas veces a mercados y ferias, o lastrado por malas

comunicaciones, aduanas internas y escaso poder adquisitivo del pueblo llano.

2. En el sistema político absolutista del Antiguo Régimen, el Rey ejercía una

soberanía de origen divino, a pesar de las reformas del s. XVIII que

centralizaron, uniformizaron y racionalizaron la administración, aunque el

Despotismo Ilustrado no llegó a transformar realmente el sistema político, económico y social.

Rousseau

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3. La sociedad estamental tenía dos estamentos privilegiados ( Nobleza y Clero) y uno no

privilegiado o pueblo llano (Burgesía, clases populares urbanas, campesinado, arrendatarios,

jornaleros, etc.). El pueblo llano sostenía al Estado con sus impuestos, a la Iglesia con el

diezmo, a la nobleza con sus rentas y cargas señoriales (territoriales y jurisdiccionales), pero no

disfrutaba de poder político, ya que los cargos y empleos relevantes eran monopolizados por la

nobleza y el clero.

La Ilustración y las ideas de Montesquieu, Voltaire y Rousseau, referentes a la democratización

política, igualdad social, preocupación por la educación y las ciencias, encontrará adeptos en

España y enorme difusión a traves de las Sociedades de Amigos del País. Sus propuestas

reformistas chocarán con la oposición de nobleza y clero, pero sentarán las bases del Liberalismo

decimonónico y sus propuestas: Sistema político

parlamentario democrático, una Constitución que

determine los derechos y deberes de los ciudadanos, la

igualdad jurídica de todos ante la ley, la soberanía

nacional ejercida por el pueblo a través del sufragio, la

división de poderes (Legislativo, judicial y ejecutivo) y

su independencia.

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2.1.- La política exterior, 1788-1808.

En 1788 muere Carlos III y le sucede su hijo Carlos IV, que gobernará entre 1788 y 1808. La

figura de Manuel Godoy (joven militar ilustrado y amante de la reina María Luisa), como favorito o

primer ministro marcarán el reinado. En 1789 −al año siguiente de llegar al poder Carlos IV−, se

inició la Revolución Francesa y España se alinea con las potencias absolutistas, El ilustrado Conde

de Floridablanca (Secretario del Despacho) desencadena el llamado “pánico de Floridablanca”, al

imponer un “cordón sanitario” consistente en el cierre de fronteras para evitar la llegada de

propaganda y libros franceses, y prohíbe viajar o estudiar en Francia, cierra las Sociedades de

Amigos del País por su vinculación a ideas ilustradas, y censura la publicación de periódicos

políticos.

En 1792 destituyen a Luis XVI y se elige una nueva

Asamblea, la Convención, mientras en España el Conde

de Aranda sustituye a Floridablanca como Secretario

del Despacho e intenta negociar con Francia, pero la

radicalización de la revolución provoca la ruptura de

negociaciones. El 2 de septiembre de 1792, Godoy

sustituye a Aranda como Secretario de Despacho, y

gobernará España hasta 1808, salvo entre 1798-1800.

El guillotinamiento de Luis XVI y Mª Antonieta en enero

de 1793, da lugar a que la I Coalición (G.B., Austria, Holanda, España…) declare la guerra a Francia

(Guerra de la Convención o Guerra de los Pirineos, 1792–1795). El General Ricardos invade el sur

de Francia, pero en 1794 Francia invade Cataluña y País Vasco, y en julio de 1795 se firma la Paz

de Basilea, que reconoce la victoria francesa: Francia devuelve Cataluña y el País Vasco a cambio

de la mitad de la isla de Santo Domingo (Haití) y de un tratado comercial. Desde la Paz de

Guillotinamiento Luis. XVI.

Familia Carlos IV

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Basilea (1795) España se aliará con Francia contra la rivalidad marítima inglesa, y se firma el

Primer Tratado de San Ildefonso. La Armada británica derrota a la española en el Cabo de San

Vicente (feb. 1797), diezmando nuestra flota y desprotegiendo el comercio con América, y los

ingleses ocuparon Menorca hasta 1802.

En 1799, Napoleón Bonaparte tomó el poder en Francia (poder absoluto como Primer Cónsul),

y Godoy será su gran aliado, firmando en 1800 el Segundo Tratado de San Ildefonso, En 1802

España desencadena la Guerra de las Naranjas contra

Portugal, ocupando Olivenza, mientras los británicos

ocupan Menorca antes de firmar la Paz de Amiens con

Francia En 1804, Napoleón, ya emperador, declaró la

guerra a la 3ª Coalición (1804–1806) e intentó invadir

Gran Bretaña, para lo que necesitaba distraer a la flota

inglesa, pero en Trafalgar (21-X-1805) el Almirante

Nelson destruye a la flota franco-española. La flota

inglesa, dividida en dos columnas paralelas, atacó

perpendicularmente a la línea formada por Villeneuve,

lo que le permitió cortar la línea de batalla enemiga y

rodear a varios de los mayores buques, mientras

Villeneuve intentó huir a Cádiz, Los españoles, Churruca y

Gravina, advirtieron del error de intentar virar en redondo

con viento flojo. La potencia de fuego hispano-francesa era

superior, pero la cadencia inglesa era mejor, y al virar la

armada de Villeneuve permitió ser batida por los laterales.

Dumanair desobedeció órdenes y huyó con 4 barcos. Nelson

recibe un disparo en la cubierta del Victory y muere a las

pocas horas. A pesar del heroísmo de barcos como el

Bucentaure, la Redoutable, el Santísima Trinidad, o el

Santa Ana y el Neptuno, los errores de Villeneuve hicieron

inevitable la derrota

1.3. Crisis económica, política y social.

Muchas de las reformas ideadas por Godoy e inspiradas en los Ilustrados del siglo XVIII chocan

con los intereses de los grupos más conservadores: Ley agraria, liberación de precios. La crisis

económica era inevitable, por el aumento de la población, el encarecimiento de la tierra ante la

mayor demanda de explotaciones y productos agrícolas, las malas cosechas de algunos años, y por

la falta de reformas de un sistema productivo anticuado. El desempleo, la miseria y, como en

muchas otras ocasiones, la subida exagerada de precios de los productos de primera necesidad,

se dispararon.

A esta crisis productiva, típica del Antiguo Régimen, se unió la crisis de la Hacienda: Desde 1793

se habían iniciado las emisiones de Vales Reales (Títulos Deuda), pero pronto aumentaron su tipo

de interés, primero, y después se devaluaron al colocar demasiados en el mercado, provocando la

bancarrota del Estado en 1804. En 1798 Godoy ordenó la primera Desamortización de bienes de

Beneficencia eclesiástica y de los jesuitas expulsados, para pagar la Deuda, beneficiando a la

burguesía como compradores de estos bienes a precios muy asequibles, e incluso canjeándolos por

Vales Reales devaluados. Esta medida desamortizadora, lógicamente, provocó la oposición de la

Iglesia, y no solucionó los problemas económicos del Estado.

Nelson, herido en la cubierta del Victory.

Mapa batalla Trafalgar (Video)

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Diversos grupos sociales coincidían en su descontento con la monarquía de Carlos IV y el gobierno

de Godoy: La Iglesia por la desamortización de 1798; la nobleza más conservadora por su oposición

a toda reforma y al “advenedizo” Godoy; el pueblo llano empobrecido y manipulado por los nobles y

fernandinos; los grupos progresistas que deseaban reformas liberales y llegarán a apoyar la

llegada de Napoleón.

A la crisis económica, hacendística y social, se unirá la crisis política, ya que la derogación en 1789

de la Ley Sálica, aunque no se hizo oficial, inició una lucha por el poder entre partidarios de Carlos

IV y los de su hijo, Fernando, que aprovechará Napoleón en su beneficio. El desastre de Trafalgar

y la firma del Tratado de Fontaniebleau, agudizo la crisis económica por los gastos ocasionados

por el ejército francés y por el bloqueo inglés al comercio español con América, y desencadenó la

lucha final por el poder entre Carlos IV y Fernando VII.

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CCCOOONNNSSSEEECCCUUUEEENNNCCCIIIAAASSS...(((VVVIIIDDDEEEOOO)))...

3.1.- Orígenes y causas, 1788-1808.

La revolución francesa y las guerras napoleónicas, resumidas más arriba, son la primera causa

directa y origen de esta guerra, entre 1789-1806, pero la derrota de Trafalgar, el Decreto de

Berlín, y e Tratado de Fontaniebleau, desencadenarán un crisis interna en España que forma parte

de las causas internas desde 1807.

2-Decreto de Berlín y Tratado de Fontaniebleau. Por el Decreto de Berlín de 1806 Napoleón

prohibía el comercio con Gran Bretaña para obligarles a firmar una paz favorable a Napoleón, pero

necesitaba someter a aquellos países aliados de los británicos y que no respetaban el Decreto:

Dinamarca, Grecia o Portugal. Por el Tratado de Fontaniebleau entre España y Francia en 1807,

España permitía que un ejército francés atravesase hacia Portugal, dejasen guarniciones en

España, y después dividir Portugal entre Carlos I de Borbón (Lusitania septentrional entre el Miño

y el Duero), la ex reina de Etruria y hermana de

Napoleón (Elisa Bonaparte, que gobernaría entre

el Duero y Tajo), y para Godoy (Rey de los

Algarves) la zona sur del Alentejo y Algarve. En

pocos días las tropas de Junot tomaron Lisboa,

pero en España se acantonan más de 100.000

hombres al mando de Junot y Murat. Este

último (Duque de Berg y cuñado de Napoleón)

fue nombrado en febrero de 1808

Lugarteniente del Emperador en España, y

dirigió sus tropas hacia Madrid.

3-El Motín de Aranjuez (17-19 de marzo de 1808) se presentó como una rebelión popular, aunque

en realidad fue organizado por los partidarios de Fernando VII y protagonizado por grupos

organizados de 4-6 hombres armados de palos que recorren Aranjuez capitaneados por supuestos

líderes del pueblo (“El tío Pedro”, «el tío Coleto», «el aragonés» o «el extremeño»), que eran los

nombres en clave del Conde de Montijo y otros nobles, que pagaron a los agitadores y organizaron

la revuelta. Godoy había ordenado al General Castaños formar un ejército para enfrentarse a los

franceses, y ante el peligro de revuelta había preparado la huida de la familia real hacia Sevilla,

pero, no le dio tiempo, y su casa fue asaltada y él apresado, a pesar de esconderse en un arcón.

Carlos IV fue obligado a firmar la destitución de Godoy y a abdicar, 2 días después, en su hijo

Fernando, que el 23 de marzo entró a caballo en Madrid por la puerta de Toledo, aclamado por el

Motín Aranjuez.

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pueblo, mientras Murat entraba por la puerta de Chamartín, también aclamado por los que creían

que venía en apoyo de Fernando (24 años), que reinará 2 meses.

4-Dos de mayo de 1808 y Abdicaciones de Bayona (5-6 de mayo de 1808). Carlos IV pidió la

ayuda de Napoleón por su abdicación, y el Emperador invitó a Fernando VII y Carlos IV a Bayona

(llegaron el 20 y 30 de abril). Ante la

imposibilidad de acuerdo, Napoleón consiguió la

abdicación de Fernando VII (No sin antes

amenazarle de muerte) a favor de su padre,

quien al día firmó el acuerdo de abdicación a

favor de Napoleón siempre y cuando éste

respetase la integridad de España y las Indias,

y la confesionalidad católica del estado, y

entregase cediese Navarra Fernando VII y el

territorio francés de Chambord a Carlos IV.

Fernando, su hermano Carlos Mª Isidro y su tío

Antonio Pascual, fueron recluidos en el castillo

de Valençay hasta 1814, y Napoleón proclamó

rey de España a su hermano José I Bonaparte.

Mientras tanto se produce la rebelión del DOS

DE MAYO en Madrid, contra la presencia de

tropas francesas, el traslado de los miembros

de la familia real a Francia, y las noticias sobre

la reclusión de los reyes en Bayona. Los

madrileños, acaudillados por los capitanes Luis

Daoiz y Pedro Velarde, se levantan contra el

ejército francés. Grupos de madrileños empiezan a manifestarse y enfrentarse a soldados

franceses por la mañana, y se amotinan frente al Palacio Real para impedir que se lleven al infante

Francisco de Paula, el menor de los hijos de Carlos IV, a Francia. Por la tarde se suman las

guarniciones dirigidas por Daoiz y Velarde, y provocan la respuesta de Murat, que restablece el

orden y reprime la revuelta fusilando a centenares de madrileños como escarmiento («Los

fusilamientos del 3 de mayo» o «Fusilamientos de la Moncloa» de Goya). El 4 de mayo el resto de

la familia real partirá hacia Bayona, con el Infante Antonio Pascual, tío de Fernando, que presidía

la Junta de Gobierno –que había gobernado desde el 10 de abril hasta el 4 de mayo.

Para muchos este es el inicio de la guerra, con la extensión de la rebelión por toda España, la

creación de las Juntas Locales, Provinciales (Junta Suprema de Extremadura en junio), y la Junta

Suprema Central (presidida por Floridablanca), opuesta a la

Junta de Gobierno y al Consejo de Castilla (dirigidos por el

mariscal francés MURAT). Esta guerra hay que

entenderla, en primer lugar, como un conflicto europeo en

el que Napoleón debe atender a varios puntos de conflicto

y en el que la rebelión española dificultará el bloqueo

continental a Gran Bretaña y servirá de ejemplo a otros

pueblos europeos en la lucha contra Napoleón (Prusia,

Rusia), por lo que la contienda sufrirá vaivenes en función

de los éxitos y fracasos napoleónicos en Europa. En

segundo lugar, fue una guerra nacional y popular, pero

Abdicación de Bayona. Declaración de Carlos IV.

Así pues, por un tratado firmado y ratificado, he cedido

a mi aliado y caro amigo el Emperador de los franceses

todos mis derechos sobre España e Indias; habiendo

pactado que la corona de las Españas e Indias ha de ser

siempre independiente e íntegra, cual ha sido y estado

bajo mi soberanía, y también que nuestra sagrada religión

ha de ser no solamente la dominante en España, sino

también la única que ha de observarse en todos los

dominios de esta monarquía. Tendréis lo entendido y así

lo comunicaréis a los demás consejos, a los tribunales del

reino, jefes de las provincias tanto militares como civiles y

eclesiásticas, y a todas las justicias de mis pueblos, a fin

de que este último acto de mi soberanía sea notorio a

todos en mis dominios de España e Indias, y de que

conmováis y concurran a que se lleven a debido efecto las

disposiciones de mi caro amigo el emperador Napoleón,

dirigidas a conservar la paz, amistad y unión entre Francia

y España, evitando desórdenes y movimientos populares,

cuyos efectos son siempre el estrago, la desolación de las

familias, y la ruina de todos. Dado en Bayona en el palacio

imperial llamado del Gobierno a 8 de mayo de 1808.

Yo el Rey. Al Gobernador interino de mi consejo de

Castilla.

Abdicaciones de Bayona.

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inicialmente no revolucionaria, ya que el ideario inicial de los rebeldes se basaba en la defensa de

la religión, la monarquía, y la sociedad tradicional, convirtiendo a la Iglesia en uno de los motores

del levantamiento, en contra de la ideología de una minoría liberal que emergerá poco a poco y

protagonizará la auténtica revolución política en Cádiz (Cortes de Cádiz y Constitución de 1812).

3.2. La España de Napoleón.

Con el apoyo de españoles "afrancesados" que

colaboraron con él, José Bonaparte gobernará la

parte dominada por los franceses. El "Estatuto de

Bayona", una especie de Constitución otorgada con

aires liberales que servirá de base legal para

introducir reformas ilustradas-liberales que acaben

progresivamente con el Antiguo Régimen, definía el

Estado como confesional-católico, el Gobierno

presidido por el Rey se apoyaba en el Consejo de

Estado, reconocía derechos individuales

(Inviolabilidad del domicilio, libertad personal,

derechos del detenido, abolición del tormento……)),, el

Poder Judicial sería independiente, y reservaba

amplios poderes para el Rey y las Cortes

Estamentales.

Los “afrancesados” apoyaron las reformas del Estatuto y juraron fidelidad a José I. La mayoría

eran muy instruidos, aristócratas (duques de Híjar o Conde de Santa Coloma), clérigos, altos

funcionarios (ministros como Cabarrús o Mazarredo), funcionarios de provincias e intelectuales

(José Mª Blanco White, Meléndez Valdés o Leandro Fernández de Moratín), o artistas como Goya.

Ideológicamente estaban próximos a los liberales moderados jovellanistas, partidarios de

acuerdos entre liberales y absolutistas y contrarios a una revolución. El pueblo les consideró

traidores, y al finalizar la guerra muchos se exiliaron o sufrieron

cárcel o fusilamiento.

José I decreta la abolición del régimen señorial y la desvinculación

sus bienes, la desamortización de bienes eclesiásticos y la

supresión de aduanas internas. Suprimió los mayorazgos, gremios

e Inquisición, y dividió el territorio en provincias como después

Javier de Burgos en 1833 (La provincia del Tajo y Alagón se

asemeja a la actual de Cáceres). Creó la Junta de Instrucción

Pública para desarrollar la educación, y se enfrentó a su hermano

cuando éste no le permitió convocar Cortes Generales y cuando en

1810 el Emperador planeo incorporar a Francia los territorios al

norte del Ebro. José I sufrió el escarnio de la propaganda

enemiga.

3.3. La España no ocupada.

El vacío de poder provocado por los levantamientos populares, las abdicaciones de Bayona, y el

secuestro del gobierno oficial, en la España sublevada, provocó la aparición de las Juntas locales

(vecinos más significados, como nobles, eclesiásticos, militares, ilustrados burgueses) que

lideraron el levantamiento anti francés y ocuparon el vacío de poder provocado por los

levantamientos populares, las abdicaciones de Bayona, y el secuestro del gobierno oficial. En

Septiembre de 1808, los delegados de las Juntas Provinciales, reunidos en Aranjuez,

Mapa provincial de José I

José I.

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constituyeron la Junta Central Suprema (34 miembros presididos por Floridablanca), que rechazó

la renuncia de Fernando VII al trono, asumió la Soberanía Nacional y la dirección de la guerra, y

negoció la ayuda inglesa (El Consejo de Castilla ya había declarado nulas las abdicaciones de

Bayona en Agosto).

Las derrotas obligaron a la Junta a refugiarse en Cádiz, y allí publica el decreto del 22-V-1809

proponiendo crear Cortes Constituyentes para marzo de 1810, pero las disputas por esta

convocatoria y las derrotas, obligaron a su disolución el 29 de enero de 1810 a favor de un Consejo

de Regencia (Gobierno provisional de 5 miembros muy conservadores), que mantendrá la

convocatoria de Cortes por la presión popular y de las Juntas americanas.

Durante el período habrá varias tendencias políticas en la España no ocupada: Los liberales

moderados o Jovellanistas (Floridablanca y Jovellanos), partidarios de Fernando VII y de una

soberanía Real; los Liberales radicales (burgueses, intelectuales) partidarios de amplias reformas

y de una monarquía constitucional fernandina; y los absolutistas o serviles partidarios del

absolutismo con Fernando VII, el catolicismo ortodoxo, y el rechazo de las reformas liberales.

Todos estaban contra los invasores franceses de José I y los españoles afrancesados, y serán

apoyados por una rebelión popular y por unos 12.000 exiliados huidos de la “España francesa” e

instalados en Cádiz.

3.4. La guerra.(Video)

El levantamiento popular madrileño del 2 de mayo se

extiende por toda España e inicia The Peninsular War

(según la historiografía inglesa) o la Guerra de

Independencia según los españoles (También llamada la

«guerra del francés» –en Cataluña– o «la francesada»

en el resto de España), dentro de las guerras

napoleónicas, y el conflicto civil entre españoles

(patriotas contra afrancesados ). La guerra dividirá el

territorio en una España napoleónica gobernada por

José I y otra “liberada” gobernada por la Junta Central

Suprema. Sus causas hay que buscarlas en los intereses

napoleónicos y la alianza España-Francia que lleva al

Tratado de Fontaniebleau, pero también en la

decadencia española de finales del XVIII (crisis política y económica) y su dependencia de

Francia.

Primera fase (mayo–octubre de 1808): El avance

francés y la batalla de Bailén.

En junio de 1808, un ejército francés de 170.000

hombres se despliega en abanico por la península,

pero la resistencia de las Juntas, la reorganización

del Ejército español (El de Castilla del General

Cuesta; el de Galicia del General Joaquín Blake; el

de Aragón del General Palafox, y el de Andalucía

del General Castaños), y la resistencia de Zaragoza

(Palafox y Agustina de Aragón) y Girona (Álvarez

de Castro), dificultó el avance francés.

El mariscal Dupont conquistó el centro de Castilla Despliegue tropas napoleónicas.

Fusilamientos 2 mayo.

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pero en Bailen (Jaén) fue derrotado el 19–22 de julio por el General Castaños. Ante esta primera

gran derrota en Europa y la rendición de 20.000 soldados (Napoleón calificó a Dupont de estúpido

y cobarde), los franceses fueron abandonaron Portugal (Derrota de Vimeiro y Tratado de Cintra),

José I abandonó Madrid hacia Vitoria, y las tropas francesas retrocedieron hasta el Ebro. En

Octubre Napoleón sólo controlaba el País Vasco, Navarra y parte de Girona.

Segunda Fase (Octubre 1808-1812): La ocupación napoleónica.

En noviembre de 1808 Napoleón llega a España con sus principales

generales y un ejército de 250.000 hombres (la Grand Armé), venciendo en

Tudela, Burgos y Somosierra. En un mes liquida al ejército español y entra

en Madrid (2 dic.1808) con José Bonaparte, mientras la Junta Central huye

a Sevilla y más tarde a Cádiz. Napoleón dictó 4 decretos reformistas antes

de marcharse a finales de 1808: abolición de los derechos feudales, de la

Inquisición, reducción de los conventos y nacionalización de sus bienes.

Desde comienzos de 1809 los franceses aparentemente dominan toda

España, pero se inicia una típica guerra de desgaste durante tres años

(1809–1811) entre franceses, guerrillas y un ejército español de apenas

100.000 soldados. Las guerrillas protagonizan desde 1809 «la petite guerre», con grupos de 100

hombres o menos, formados por antiguos soldados (Espoz y Mina, Porlier), voluntarios civiles (El

Estudiante, Don Julián Sánchez), campesinos (El Empecinado), bandoleros indultados por defender

la patria, y curas (El Cura Merino). Con ideologías distintas: El absolutista Cura Merino se rebeló

en Villoviado (Burgos) al obligarle a servir como acemilero pero defendió el absolutismo en el

Trienio Liberal (1820–23) y en la 1ª Guerra Carlista,

mientras «El Empecinado», lidero las guerrillas el Duero,

para después liderar a los liberales con Riego en el Trienio

hasta ser ahorcado por los absolutistas en 1823. Los

guerrilleros atacaban por sorpresa, aprovechando el

conocimiento de terreno y el apoyo de la población,

destruían pequeñas guarniciones, caravanas de

abastecimiento y soldados rezagados, dificultando las

comunicaciones entre Madrid y París (40 días), obligando a

los franceses a mantener muchos efectivos en la península.

En 1811 se integraron en el ejército franco británico

liderado por Wellington.

En 1810 el general Massena atacar Portugal, donde había desembarcado un ejército británico de

12.000 hombres al mando de Arthur Wellesley (Duque de Wellington), tomando Ciudad Rodrigo y

Almeida, pero se estancó ante las defensas de Torres Vedras (Fortificaciones y accidentes

naturales defendidos 30.000 ingleses y 30.000 portugueses a

lo largo de 47 Km.) y la táctica anglo-lusa de destrucción de

puentes, barcas y transbordadores en el Duero-Tajo.

El general Soult conquistó Andalucía y sitió Cádiz en febrero

de1810 con 20.000 soldados, pero fracasó ante la flota

hispano-británica, y el ejército del duque de Alburquerque que

llegó a Cádiz un día antes que los franceses y voló el puente de

Zuazo en el río Santi Petri. A pesar de la resistencia de Cádiz,

Gerona o Valencia, a finales de 1810 sólo zonas de Portugal

Grabados Goya

Cura Merino

Grabados Goya

Tema 2. Crisis del Antiguo Régimen: 1788-1833.

I.E.S. Virgen del Puerto. A. Feijoo. Pág. 9

(Lisboa), Galicia y la España insular, estaban completamente libres de franceses.

Tercera fase (1812-1813): Derrota francesa y retirada.

Debido a la campaña de Rusia Napoleón retira a sus mejores tropas de España (50.000 soldados),

e ingleses y españoles atacarán. En Julio de 1812 Wellington

desembarca en Lisboa y avanza hacia Badajoz (Victoria de Albuera)

con tropas portuguesas, españolas, inglesas y guerrilleros, ocupando

Extremadura, Ciudad Rodrigo y Salamanca (Victoria de los Arapiles el

22 de julio). El 13 de agosto de 1812 libera Madrid y José I huye a

Valencia protegido por el General Suchet, mientras Soult levanta el

cerco de Cádiz y se retira de Andalucía. Los franceses recuperan

Madrid (3-XI-1812) y Wellington se retira a Salamanca. En julio de

1813 Wellington reúne un ejército con 52.000 británicos, 20.000

españoles y 32.000 portugueses, para recuperar Madrid y avanzar

hacia el norte, donde vence en Vitoria y San Marcial. José I y su corte

a abandonan España y en diciembre de 1813 Napoleón firma el tratado de ValenÇay, después de la

derrota napoleónica de Leipzig contra la 7ª Coalición, devolviendo la corona a Fernando VII.

El balance de la guerra.

La Guerra de la Independencia provocó más de 300.000 muertos de una población de 11.000.000,

multitud de heridos, destrucciones y saqueos, hambre y epidemias por la ruina agrícola y

ganadera, paralización industrial y aumento de la Deuda Pública. Los británicos destacan la

actuación militar de Wellington, pero olvidan la participación portuguesa y española, y destrucción

intencionada de infraestructuras industriales y artesanales, para reducir una futura competencia

a sus manufacturas. El exilio de 10.000 españoles afrancesados (Decreto 30-V-1814) nos priva de

ciudadanos muy capacitados, y la guerra nos lea la costumbre de resolver nuestros conflictos

violentamente (guerras civiles y golpes de Estado), y el protagonismo de los militares da lugar a la

aparición del pretorianismo (Participación de los militares en política). La guerrilla popular fue una

auténtica escuela de rebelión colectiva, utilizada tanto por liberales como por absolutistas a lo

largo del siglo XIX. En lo positivo cabe destacar las Cortes de Cádiz: Primera Constitución

española e inicio de las reformas que suponen la transición del absolutismo al liberalismo.

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4.1. Convocatoria, grupos y desarrollo de los hechos.

El 22 de mayo de 1809 la Junta Central convoca

Cortes el 22 de mayo de 1809 para satisfacer los

deseos del sector progresista de las Juntas y

elaborar una Constitución, pero las disputas en la

propia Junta Central −desacreditada por las derrotas

militares− provocan la sustitución de la Junta por una

Regencia de 5 miembros muy conservadores (Pedro

Quevedo y Quintano, obispo de Orense, Saavedra,

Castaños, Escaño y Lardizábal) el 31-I-1810. A pesar

de su rechazo a las Cortes democráticas, ante la

creación de Juntas locales en América, la Regencia

mantuvo la convocatoria a Cortes, decretando una

«Consulta al país» (a las instituciones más

representativas: civiles y eclesiásticas, profesores de universidades, destacados ilustrados, etc.)

Mapa guerra

Wellington.

Tema 2. Crisis del Antiguo Régimen: 1788-1833.

I.E.S. Virgen del Puerto. A. Feijoo. Pág. 10

sobre las reformas que debían emprenderse, la forma de reunir las Cortes y los temas a tratar en

ellas, bajo supervisión de una Comisión presidida por Jovellanos.

La decisión sobre la convocatoria de Cortes fue compleja y varió según quien dominase la Junta

Suprema y después la Regencia. Al principio se barajó convocar unas Cortes con tres brazos

(nobiliar, clerical y pueblo llano), como en el Antiguo Régimen, pero al final la Convocatoria

contemplaba unas Cortes unicamerales y un sistema de elección complejo: Sufragio universal

masculino e indirecto, por circunscripciones, en el que podrían votar los varones mayores de edad

con domicilio propio y a razón de 1diutado por cada 50.000 habitantes, pero con muchas

excepciones: Las ciudades con derecho a representación en Cortes tendrían sus propios

representantes, también habría algunos diputados de la Junta, en América la forma de elcción

sería más propia del antiguo Régimen, y los diputados que no pudiesen ser elegidos en sus distritos

por, culpa de la guerra, serían elegidos por emigrados de esas provincias asentados en Cádiz, y

además se elegía a un número considerable de diputados suplentes que sustituirían a los elegidos

en sus distritos que no pudiesen desplazarse a Cádiz. Muchos burgueses liberales, funcionarios

ilustrados e intelectuales de ciudades controladas por Napoleón, huyeron a Cádiz. Las Cortes se

reunieron por primera vez en Cádiz, en la Isla de León, el 24 de septiembre de 1810, y según el

historiador M. Tuñón de Lara, la mayoría de los diputados pertenecían al Estado (150

profesionales liberales y funcionarios, 60 abogados, 55 funcionarios públicos), completados con

97 clérigos, 37 militares, 8 títulos nobiliarios. La baja representación de la Alta Nobleza y Alto

Clero, así como de campesinos, o la ausencia de mujeres que todavía carecían de derechos

políticos, explican el talante liberal y moderado a la vez.

Pronto surgieron tres grandes tendencias:

a) Los Liberales (innovadores) partidarios de reformas revolucionarias y simpatizantes de la

Revolución Francesa, de la soberanía nacional, cortes unicamerales democráticas, Constitución

liberal, libertad de imprenta, abolición de la Inquisición e «igualdad de los españoles de ambos

hemisferios». Destacan Agustín Argüelles (gran orador, jefe de los liberales, protagonista de la

Constitución de 1837), Muñoz Torrero (sacerdote, rector de la Universidad de Salamanca y

miembro de la comisión que elaboró la Constitución de 1812), y Pérez de Castro. Contaron con el

apoyo de la prensa gaditana y dominaron los debates de las Cortes.

b) Los Jovellanistas (renovadores), más moderados, partidários del parlamentarismo británico, del

mantenimiento de algunas leyes tradicionales

hispanas, división de poderes sui generis (poder

ejecutivo para el Rey, Legislativo para Cortes

estamentales y judicial para el Poder Judicial).

c) Los Absolutistas («serviles» o «inmovilistas»)

defienden el absolutismo y el Antiguo Régimen: El

obispo de Orense D. Pedro de Quevedo y

Quintano, Ostolaza, Inguanzo…

Las Cortes funcionarán desde el 24-IX-1810 hasta

la primavera de 1814, primero en el edificio del

teatro de Cádiz, después en la Isla de León (actual

San Fernando), y desde 1811, al acabar la epidemia

de fiebre amarilla, en la Iglesia de San Felipe Neri.

Muñoz Torrero pronuncia el discurso inaugural ante 100 diputados de los 300 que finalmente se

incorporarán, e inmediatamente adoptan los siguientes acuerdos:

Tema 2. Crisis del Antiguo Régimen: 1788-1833.

I.E.S. Virgen del Puerto. A. Feijoo. Pág. 11

1. Las Cortes se proclaman Asamblea Nacional.

2. Adoptan la Soberanía Nacional: El poder reside en el conjunto de los ciudadanos, que lo

ejercen mediante el sufragio y lo ceden temporalmente a los representantes en Cortes, que

son meros representantes de la nación. Según Sánchez Agesta establecen los fundamentos del

nuevo régimen político

3. Reconocen a Fernando VII como rey constitucional, declarando nula la abdicación de Bayona.

4. Suprimen la división de las Cortes en 3 brazos (nobleza, clero y Estado llano) y adoptan la

forma de Asamblea unicameral.

5. Exigen juramento de fidelidad a las Cortes y a las leyes emanadas de ellas.

6. La Soberanía Nacional implicaba un nuevo concepto de nación hecha por ciudadanos en la que

tenían cabida, en igualdad de condiciones, los territorios americanos.

La labor de las Cortes fue inmensa, destacando dos grupos de tareas: La elaboración de la

Constitución de 1812, y la promulgación de varios decretos que reforman aspectos esenciales de

la política y la sociedad españolas, para sustituir las estructuras políticas, económicas y sociales

del Antiguo Régimen por las de un Estado Liberal.

4.2. La obra legislativa de las Cortes de Cádiz.

Junto a la Constitución de Cádiz se promulgan una serie de leyes que dan forma al nuevo sistema

social y económico. El decreto de libertad de imprenta, que suprimía la censura para los escritos

políticos, no así para los religiosos, inaugura una legislación liberal inspirada en los principios de la

revolución francesa. A este decreto le seguirán otros muchos que afectarán a la economía, la

propiedad, las instituciones, etc..

Entre las leyes de naturaleza económica, inspiradas en las ideas de Jovellanos para modernizar la

economía, destacan:

1. Decreto del 8 de junio de 1813 sobre libertad de producción, que permitía a cualquier

ciudadano crear fábricas sin permisos especiales y abolía los gremios, dando paso a las

relaciones de producción liberal-capitalistas.

2. La Ley agrícola, basada en el “Informe sobre la Ley agraria” de Jovellanos, establecía la

libertad de cultivos, la liberalización de precios agrícolas, y el libre cercamiento de las

propiedades a imagen de las leyes de Enclosures británicas.

3. Decreto de abolición del Honrado Concejo de la Mesta y sus privilegios, reconociendo el

derecho de los pueblos a acotar sus tierras comunales.

4. Decreto del 6 de agosto de 1811 aboliendo los Señoríos (nobiliarios y eclesiásticos), acabando

con el control territorial de los señores y sus privilegios (tribunales especiales, nombramiento

de las autoridades municipales o el cobro de rentas señoriales), y prohibiendo el uso de los

términos señor y vasallo. La oposición de los señores provocó que el art. 5 distinguiese entre

señoríos jurisdiccionales (el señor tenía derechos sobre las tierras y administraba justicia,

nombraba y controlar a los cargos municipales, y ejercía el orden público) y señoríos

territoriales o solariegos (el señor solo goza de derechos sobre la tierra), y que el Decreto

sólo aboliese los Señoríos Jurisdiccionales, mientras que los territoriales se transformaban en

propiedad particular de los señores. El campesinado y los municipios deseaban la disolución de

todos los señoríos y que sus bienes pasasen a repartirse entre municipios y campesinos, pero

se impuso la interpretación de la nobleza terrateniente que consideraba de su propiedad las

tierras vinculadas a señoríos, aunque el decreto les obligaba a demostrar sus derechos

entregando los títulos de propiedad, pero la nobleza se negó, y los jueces –como demostró

Moxó–, daban la razón sistemáticamente a los antiguos señores y les concedían no sólo la

propiedad de la tierra de los antiguos señoríos solariegos, sino también la consideración de las

Tema 2. Crisis del Antiguo Régimen: 1788-1833.

I.E.S. Virgen del Puerto. A. Feijoo. Pág. 12

viejas rentas señoriales como contratos de obligado cumplimiento aunque se suprimiese el

señorío.

5. El decreto del 13 de septiembre de 1813 abolirá los mayorazgos.

6. El decreto de 4 de enero de 1813 aprobaba la desamortización (expropiación) de las tierras de

los Conventos con menos de 12 individuos profesos, y la venta y reparto de baldíos de

comunales y realengo. Por este decreto la mitad de las tierras comunales de cada

Ayuntamiento se vendería al mejor postor y la otra mitad se daría en reparto gratuito a los

soldados del ejército contra el francés como recompensa. Según A. Miguel Bernal, el reparto

de tierras no se llevó a cabo por la complejidad de los trámites y, sobre todo, por la aspiración

de los grandes de que las tierras fueran vendidas (no repartidas).

La Iglesias se vio afectada por varios decretos gaditanos, como el de la abolición de los señoríos

de 6 de agosto de 1811, la expropiación de tierras de los Conventos con menos de 12 miembros del

4 de enero de 1813, la no devolución de los bienes expropiados de los

conventos incautados por José I una vez liberados, y , sobre todo, la

abolición de la Inquisición el 12 de enero de 1813, tras duros debates, al

considerarla un obstáculo a la libertad de pensamiento y el desarrollo de las

ciencias.

Los gobernantes gaditanos, además, reordenaron la administración

territorial, sustituyendo las Intendencias borbónicas por provincias.

Según Miguel Artola, con estos decretos se puso fin a las instituciones

feudales: La Inquisición, los señoríos jurisdiccionales y el vasallaje, los

gremios. Se implantó –al menos a nivel teórico– el liberalismo económico

favorable a la burguesía liberal. Sin embargo, también se produce la ruptura ideológica entre

burguesía y pueblo llano por tener intereses distintos, y muchas reformas gaditanas no fueron

conocidas por la inmensa mayoría de la población, que desconocía el proceso revolucionarios de

Cádiz u obedecía a la influencia del clero provinciano, en lo referente a defensa del catolicismo y

la monarquía.

4.3. La Constitución de 1812.

Una constitución es la Ley fundamental de un Estado redactada por los diputados y aprobada por

los ciudadanos en referéndum, que recoge los derechos políticos de los ciudadanos, la separación

de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), la organización del estado, el tipo de soberanía, el

sistema político (monarquía, república federal, estado unitario, etc.), las funciones de

instituciones y autoridades, la organización y dependencia de las fuerzas armadas, y el control de

la constitucionalidad de las leyes. La Constitución de 1812 fue elaborada por una comisión de las

Cortes, presidida por Sanz Romanillos, secretario de la Junta de Bayona y traductor del Estatuto

de Bayona. Fue aprobada por los diputados el día 19 de marzo de 1812, día de San José, de ahí el

sobrenombre de la «Pepa», y no fue sometida a referéndum popular por las especiales

circunstancias del momento. Es la Constitución más extensa de las habidas en España (348

artículos, divididos en 10 títulos) al regular la mayor parte de la organización política (elecciones,

organización de ayuntamientos y diputaciones...), que las posteriores dejarán para un desarrollo

futuro mediante leyes orgánicas. Se divide en Títulos, destacando los siguientes: 1. El Preámbulo señala que "la nación española está representada por las Cortes españolas que se da a sí

misma la Constitución”.

2. El Titulo I («España») hace referencia a la unidad de España y reconoce la Soberanía Nacional (Art.3):

«La soberanía reside en la nación y pertenece a ésta el derecho de establecer sus leyes fundamentales»

y no al rey como en épocas pasadas.

Argüelles.

Tema 2. Crisis del Antiguo Régimen: 1788-1833.

I.E.S. Virgen del Puerto. A. Feijoo. Pág. 13

3. El Título II («Los españoles») recoge una declaración de derechos del ciudadano: igualdad ante la ley,

libertad de pensamiento, de imprenta, inviolabilidad del domicilio; reconoce la propiedad privada y la

igualdad entre territorios peninsulares y colonias americanas; y contempla los deberes de los ciudadanos

(Defensa de la patria con las armas en la mano, obligación de atender a los gastos del Estado). El

catolicismo será la única del Estado, como concesión a los absolutistas. 4. En el Título III («de las Cortes» el más amplío de toda la constitución), el Título IV («del Rey») y Título

V («de los Tribunales y la administración de Justicia»), resumen la forma del sistema político y

administrativo. Reconoce a Fernando VII como Jefe del Estado constitucional y la división de poderes

según la teoría de Montesquieu:

a. El Rey ejercerá el poder ejecutivo, con derecho de veto sobre las leyes; las Cortes ejercerán el

poder legislativo junto con el Rey; y el Judicial corresponde a los tribunales. El rey (Art. 4) no

recibe el poder de la "gracia de Dios" pero sí de la "gracia de Dios y de la Constitución". Debía hacer

cumplir las leyes, nombra y cesa a los ministros y es el

jefe del ejército y de la diplomacia, y participa en el

Poder legislativo, ya que podía presentar propuestas de

ley a las Cortes y poseía el derecho de veto suspensivo

(no absoluto) durante dos veces. El rey gobernaría con

7 ministros o secretarios de estado y de despacho

(Estado, Ultramar, Marina, Península e Islas

adyacentes, Gobernación, Gracia y Justicia) y el Consejo

de Castilla se sustituiría por el Ministerio de

Gobernación.

b. Decreta el sufragio universal masculino e indirecto (Los

varones mayores de 25 años eligen a los compromisarios locales, estos a los del partido judicial, y

estos a los provinciales, quienes eligen a los diputados). Los candidatos debían demostrar ser

propietarios, lo que excluía a asalariados y campesinos sin tierras, y los diputados eran elegidos por

2 años y gozaban de inviolabilidad en el desempeño de sus funciones.

c. Las Cortes eran unicamerales y debían reunirse anualmente (al menos durante 3 meses) y habría una

Diputación permanente cuando las Cortes no estuviesen reunidas. Elaborarían las leyes, aprobaban

los presupuestos y los Tratados Internacionales, tenían el mando del Ejército y el control sobre el

Rey.

d. El poder judicial correspondía a los Tribunales y debía respetar el estado de derecho, los códigos

únicos en materia civil, criminal y comercial, y se garantizaba la inamovilidad de los jueces y las

garantías procesales de los ciudadanos.

5. El Título VI trata del «Gobierno de las Provincias y los ayuntamientos». En los ayuntamientos los

alcaldes serían elegidos por sufragio indirecto. En las Provincias habría un jefe Superior Político

nombrado por el rey (precedente del Gobernador Civil) y una Audiencia y una delegación de Hacienda.

6. El Titulo VII establecía la igualdad fiscal de los ciudadanos, derogaba las exenciones, privilegios fiscales

y aduanas internas, y proponía crear una Caja única y un impuesto único proporcional a la capacidad

económica de cada español (Única Contribución propuesta por Ensenada en el siglo XVIII). Se reconocía

la Propiedad Privada y la ideología librecambista impregna los apartados económicos de la constitución.

7. El Título VIII (Fuerzas Armadas) reforzaba el ejército regular imponiendo el servicio militar

obligatorio y crea la milicia nacional formada por todos los ciudadanos propietarios para la defensa del

sistema constitucional y la expulsión de los franceses.

8. El Titulo IX (Instrucción Pública) establece que a partir de 1830 todos los españoles deberían saber

leer y escribir. El Art. 366 ordenaba construir escuelas de primeras letras en todos los pueblos de la

Monarquía, para enseñar a los niños a leer, escribir y contar, y el catecismo de la religión católica.

9. El Título X (Observancia de la propia Constitución) establecía que no podrían introducirse enmiendas en

el plazo de 8 años.

Grabado Goya.

Tema 2. Crisis del Antiguo Régimen: 1788-1833.

I.E.S. Virgen del Puerto. A. Feijoo. Pág. 14

En resumen, la Constitución de 1812 es deudora de la francesa de 1791. Según Sánchez Agesta

(“Historia del Constitucionalismo español”) es una Constitución cerrada, ya que intenta regularlo

todo y deja pocas posibilidades para que gobierne una ideología contraria a sus principios,

mientras que una constitución abierta permite adaptarse a todo tipo de políticas (liberales y

conservadoras). Artola y Jover dicen que el mimetismo con la Constitución francesa es más formal

que real. Estuvo en vigor dos años, un mes y catorce días. Fernando VII la derogó en 1814 y los

liberales la restablecieron en el Trienio Liberal (1820-1823) y en 1836 tras el Motín de la Granja,

y sirvió de modelo para otras en Iberoamérica, Portugal, Polonia, Piamonte…

Como conclusión de este período podemos decir que entre 1808 y 1814 España sufrirá unas

consecuencias demográficas y económicas relacionadas con la guerra que retrasarán su desarrollo

poblacional y económico. La táctica de guerra total provoca enormes destrucciones de

infraestructuras, grandes pérdidas agrícolas, el colapso comercial, la bancarrota hacendística, el

primer gran exilio político español y el desmoronamiento del imperio colonial. En lo positivo, se

intentará eliminar el Antiguo Régimen y se elabora la primera Constitución.

555... EEELLL RRREEEIIINNNAAADDDOOO DDDEEE FFFEEERRRNNNAAANNNDDDOOO VVVIIIIII::: LLLIIIBBBEEERRRAAALLLEEESSS YYY AAABBBSSSOOOLLLUUUTTTIIISSSTTTAAASSS,,, 111888111444---

111888333333...(((VVVIIIDDDEEEOOO)))

El reinado de Fernando VII se divide en tres etapas: Sexenio Absolutista

(1814–1820), Trienio Liberal o Trienio Constitucional (1820–1823), y

Década final o «década ominosa» (1823–1833). Intentó mantener el

Antiguo Régimen frente al liberalismo de las Cortes de Cádiz y sólo después

de su muerte (1833) se impuso el liberalismo.

5.1. El Sexenio absolutista, 1814–1820.

Fernando VII abandona su residencia del castillo de Valencay y regresa a

España en marzo de 1814, después de la firma del Tratado de Valençay en

diciembre de 1813, por el que Napoleón le reconoce como Rey. La Regencia

intentó que Fernando VII fuese directamente de Cataluña a Madrid para jurar la Constitución de

1812 y aceptar la legislación gaditana; pero los absolutistas (nobleza y clero) se movilizaron para

mostrar al Rey su apoyo y el del pueblo, que le apodaba “El Deseado”, y

para que éste se dirigiese de Cataluña a Zaragoza y a Valencia, donde

le recibieron 69 diputados absolutistas (1/3 parte del total) que le

entregaron el “Manifiesto de los Persas” (abril, 1814): Pedía la

anulación de los decretos de las Cortes de Cádiz, la defensa del

Antiguo Régimen y la convocatoria de nuevas Cortes. El general Elio,

jefe del ejército de Levante, se ofreció para restituir el absolutismo,

mientras Eguía, capitán general de Castilla la Nueva, ocupó Madrid y

detuvo a los miembros de la Regencia y diputados liberales. Fernando

VII aceptó la propuesta absolutista y se puso al frente de un Golpe de

Estado ratificado por el Real Decreto de 4 de mayo de 1814, que

invalida y decreta «nulos y de ningún valor ni efecto» la Constitución y

los decretos de las Cortes de Cádiz. Prometió convocar Cortes (tardó 6 años en hacerlo) y anunció

la vuelta al absolutismo. El 10 de mayo de 1814 entró en Madrid y el pueblo le recibe al grito de

“¡Viva el Rey! ¡Muera la constitución! “.

Este golpe de estado se vio favorecido por la situación internacional, ya que en Europa, tras la

derrota de Napoleón (1814), se reúne el Congreso de Viena (1814–1815) liderado por el canciller

austriaco Metternich, Prusia y el Zar Alejandro I de Rusia, que imponen la Restauración

Espoz y Mina

Tema 2. Crisis del Antiguo Régimen: 1788-1833.

I.E.S. Virgen del Puerto. A. Feijoo. Pág. 15

absolutista, el antiliberalismo, la Santa Alianza (septiembre, 1815) y el derecho de intervención

militar en cualquier país para frenar el avance del liberalismo.

Fernando VII no fue un hombre inteligente y no entendió la grave problemática del país.

Encarceló a los regentes Agar y Ciscar (elegidos por las Cortes y que habían ejercido la

presidencia del país entre 1812 y 1814), y a los principales liberales (51 detenidos o asesinados)

que no se exiliaron. La Restauración del Antiguo Régimen fue total: Restablecimiento de los

privilegios de la Mesta –tan perjudiciales para la agricultura–; del Régimen señorial (1814) para

que los señores recuperen sus privilegios y exenciones (incluido el de no pagar impuestos), tierras,

edificios y derechos; restableció la Inquisición, que inició la persecución de los liberales y sus

publicaciones; y derogó la desamortización de Godoy, aunque no devolvió los bienes a la Iglesia, ya

que la mayoría estaban en manos de latifundistas afectos al gobierno.

Anulo la libertad de prensa y cerró varias universidades y periódicos, al tiempo que derogaba los

decretos económicos gaditanos, restableciendo el sistema fiscal del Antiguo Régimen, aunque el

ministro de Hacienda, Martín de Garay, intentó crear la única contribución, pero repartida por

poblaciones (no por personas), hasta que dimitió en 1817. La reducción de ingresos impidió la

reconstrucción posbélica y la financiación de la guerra en Hispanoamérica. La situación económica

era lamentable. Según Joseph Fontana la quiebra económica se debió a:

–La decadencia de la agricultura, por los 5 años de guerra y la crisis económica mundial.

–La restitución de los poderes de la nobleza y de la Mesta que provocó el malestar campesino.

–El inicio de la emancipación de las colonias americanas que nos privó del mercado americano para

equilibrar la balanza comercial.

–La quiebra financiera: 850 millones de reales de gastos frente a sólo 650 millones de reales de

ingresos y 12.000 millones de deuda pública.

La oposición al absolutismo de Fernando VII no tardó en manifestarse. La burguesía liberal y las

clases medias urbanas reclaman la vuelta al régimen constitucional y muchos campesinos rechazan

volver a pagar rentas y tributos señoriales. Aparecen sociedades secretas entre la burguesía

urbana: Los masones (5-6.000 afiliados) liberales exaltados que desean cambiar el orden político,

social y religioso; los Comuneros (60.000 afiliados) de una extracción social inferior, pero muy

participativos en actos públicos; y los Anilleros o liberales moderados partidarios de la

Constitución de Cádiz.; la Masonería, compuesta por científicos, liberales, intelectuales y

burgueses.

El Ejército, con muchos oficiales jóvenes y liberales provenientes de la guerra de independencia,

muestra su descontento con la dirección de la guerra en América y la supremacía de la oficialidad

nobiliar. Aparece el pretorianismo o implicación de los militares en política, con varios

Pronunciamientos liberales frustrados (Espoz y Mina en Pamplona en 1814; Díaz Porlier en La

Coruña en1815; Milans del Bosch en Valencia en1817; el general Lacy en Cataluña en 1817; el

coronel Vidal también en Valencia en 1819) y el exitoso de Riego en Cádiz en 1820. 5.2. El trienio liberal, 1820-1823.

Este pronunciamiento liberal inicia una oleada revolucionaria en el

Mediterráneo (Revoluciones años 20):

1. –Italia, con la Revolución de los carbonarios en el reino de las Dos Sicilias.

2. Francia, con las sublevaciones militares de las «Charbonnerie».

3. –Portugal, donde se producen insurrecciones en el norte del país.

4. –Grecia se independiza de Turquía tas una larga guerra de 1822 a 1829.

5. -La “revolución decembrista” rusa de 1825 intentó imponer el liberalismo

al morir el zar Alejandro I.

Rafael de Riego

Tema 2. Crisis del Antiguo Régimen: 1788-1833.

I.E.S. Virgen del Puerto. A. Feijoo. Pág. 16

6. -En Serbia, Obrenovicht logró una autonomía del Imperio turco.

El triunfo de Riego se debió a dos causas:

a) Apoyo financiero de las sociedades secretas

progresistas gaditanas: El «Soberano

Capítulo» (burgueses moderados de Javier

Istúriz) y el «Taller Sublime» (liberales

exaltados de Alcalá-Galiano y Mendizábal).El

descontento de los soldados reclutados para

embarcar hacia América, y cuyo embarque se

retraso por una epidemia.El 1 de enero de

1820, Riego proclama en Cabezas de San Juan la

Constitución de Cádiz, y el día 3 lo hace el coronel

Quiroga en San Fernando y Cádiz. Inician la «Marcha

por Andalucía» durante tres meses buscando apoyos, y aunque la mayoría de sus hombres le

abandonan, el Ejército enviado para derrotarles, se rebela en Ocaña con el conde de La Bisbal

y Enrique O’Donnell, proclamando la Constitución. Aparecen Juntas Revolucionarias (Galicia,

Oviedo, Zaragoza, Barcelona y Murcia) y Fernando VII jura la Constitución de Cádiz el 9 de

marzo de 1820 para convertirse en monarca constitucional, pronunciando su célebre frase:

«marchemos juntos y yo el primero por la senda constitucional».

Los liberales, ahora en el poder, se escinden en dos facciones:

1. Doceañistas o moderados de Mtz. de la Rosa y Arguelles, procedentes de las Cortes de

Cádiz, y que representan a propietarios, grandes comerciantes e industriales, y reivindican

reformas moderadas, monarquía constitucional y sufragio censitario. Gobernaron de 1820 a

1822 con Martínez de la Rosa («Rosita la pastelera» por su espíritu conciliador), amnistiando

a los firmantes del Manifiesto de los Persas y cerrando las Sociedades patrióticas, y con la

«Ley de reforma de comunidades religiosas» (1820) cierran algunas corporaciones religiosas y

premian con cien ducados a los religiosos y monjas que desearan abandonar su orden.

2. Los Veinteañistas o exaltados de Riego, Mendizábal y Alcalá Galiano, bajo el lema

"Constitución o muerte", reivindican la Constitución de 1812, monarquía constitucional, y

Sufragio Universal masculino. Gobiernan a partir de la Revolución Exaltada de otoño de 1821

(sublevación en Zaragoza, Cádiz, la Coruña y Valencia, al mando de Riego, Espoz y Mina, otros,

pidiendo libertad, Soberanía Nacional). Buscan el apoyo popular prometiendo repartir tierras

de los ricos o apoyando a los ludditas en Alcoy (1821), pero una vez en el poder (verano de

1822) con Evaristo San Miguel, primero, y Flores Estrada, después, moderan sus actitudes y

apuestan por: liberalismo económico (abolición gremios, supresión señoríos y mayorazgos,

aunque reconoce a los señores la propiedad de las tierras y los campesinos arrendatarios

sufren la actualización de rentas), reforma fiscal con la Única Contribución sobre la

propiedad de la tierra, y moneda única en todo el Estado. Su anticlericalismo les lleva a

suprimir la Inquisición, expulsión jesuitas, reducción diezmo al 50%, y desamortización bienes

conventos y monasterios de menos de 24 frailes. Su reforma militar mejoró los sueldos de los

militares y reforzó la Milicia Nacional (120.000 hombres) para utilizarla contra sus enemigos

políticos.

Café Liberal

Tema 2. Crisis del Antiguo Régimen: 1788-1833.

I.E.S. Virgen del Puerto. A. Feijoo. Pág. 17

En el Trienio aparece la prensa moderna (La Avispa, El Patriota,

El Vigilante Constitucional o el Sabañón), las tertulias de las

sociedades patrióticas en los cafés como “La Fontana de oro”,

“Lorencini” y el “San Sebastián”.

El Trienio tiene que afrontar la división interna de los liberales,

la oposición absolutista y de la Santa Alianza, y la desafección

del pueblo llano. Su política económica liberal beneficia a los

compradores de bienes desamortizados o a los grandes

empresarios, pero perjudica a los que tenían contratos de

arrendamiento antiguo, a los que disfrutaban de los bienes

comunales, a los que se sentían protegidos por los gremios, etc. La oposición de absolutistas,

clero, nobleza, pequeño campesinado y ludditas de Alcoy, se suma a altercados anticlericales,

enfrentamientos entre la Guardia Real y la Milicia Nacional, y las revueltas absolutistas en el

norte que forma su propio gobierno con la Regencia de Urgell (Lérida, 1822–23): controlará la

región con un ejército de 13.000 hombres, hasta que Espoz y Mina les derrota en febrero de

1823.

El rey, con su derecho de veto, paralizó muchas leyes y conspiró con la Santa Alianza para

recuperar el poder absoluto. En el Congreso de Verona (octubre de 1822) la Santa Alianza decidió

enviar un ejército de 100.000 soldados (los Cien mil hijos de San Luis) al mando del duque de

Angulema (apoyados por 35.000 voluntarios realistas españoles), que derrotan casi sin lucha a los

liberales. El 1 de octubre de 1823, después de la batalla del Trocadero (Cádiz), Fernando VII

recobra el poder absoluto y declara nulos los actos gubernamentales del Trienio Liberal. ¡Había

fracasado el segundo intento de revolución liberal en España!, después de las Cortes de Cádiz.

5.3. La Década absolutista o Década Ominosa (1823–1833).

Desde 1823 hasta su muerte, Fernando VII gobernó como monarca absoluto, con una durísima

represión a cargo de la recién creada Policía Nacional, dirigida por el ministro de Justicia,

Calomarde, que estableció una red de información y control para garantizar el orden. Seis mil

liberales fueron ajusticiados, como Riego, otros 20.000, como Espronceda o Martínez de la Rosa,

se exiliaron a Francia e Inglaterra. El ejército francés de los Cien Mil Hijos de San Luis (45.000

soldados) permanece en España hasta 1828 para evitar una nueva revolución liberal. La Santa

Alianza impide el restablecimiento de la Inquisición, pero permite las llamadas Juntas de Fe hasta

su abolición en 1834. Calomarde también protagoniza una reforma educativa, una política

hacendística austera, restablece el diezmo y el mayorazgo, y devuelve las tierras desamortizadas

a la Iglesia, y ya en 1823 establece el Consejo de Ministros como principal institución gubernativa.

En 1825 Fernando VII nombra a Cea Bermúdez ministro de Estado y a López Ballesteros ministro

de Hacienda, alejándose del absolutismo más radical representado por los intransigentes o

apostólicos, liderados por su hermano Carlos Mª Isidro. Se establece el Reglamento de las

Escuelas de primeras letras y de Universidades (reducidas a nueve) por el ministro Calomarde, y

se adoptan medidas económicas para superar la pérdida definitiva de las colonias americanas y

recuperar los niveles productivos del siglo XVIII. La economía adolecía de un mercado interno

débil, deflación (escasez de moneda circulando, lo que favorece el trueque y dificulta el

comercio), arrendatarios que no podían pagar las rentas, pobreza generalizada que empuja a

muchos al bandolerismo. La reforma económica fiscal de López Ballesteros en 1828 sentaron las

bases del capitalismo y de la modernización económica:

Mariana Pineda

Tema 2. Crisis del Antiguo Régimen: 1788-1833.

I.E.S. Virgen del Puerto. A. Feijoo. Pág. 18

1. Creación de los Presupuestos generales del Estado con la doble partida de ingresos y gastos, y

reconociendo la Deuda Pública y la necesidad de equilibrar gastos e ingresos.

2. Mantiene muchos impuestos tradicionales (rentas provinciales), pero optimiza su recaudación.

3. El Banco de San Fernando sustituye al de San Carlos, quebrado desde 1804.

4. Promulgó el Código de comercio (1828–29), la regulación de las Sociedades Anónimas, y la ley de Bolsa

que permite crear la Bolsa de Madrid en 1831.

Este liberalismo económico no evitará que Fernando VII tenga que hacer frente a una doble

oposición de liberales (Espoz y Mina, Valdés o Torrijos) y realistas intransigentes. Liberales

lideratos por el general Torrijos desembarcan en Málaga en 1831, pero fracasan y son fusilados.

Mariana Pineda, viuda de un terrateniente de Granada, fue detenida por bordar en una bandera la

leyenda «Ley, libertad, Igualdad», y fue condenada a morir a garrote vil, convirtiéndose en una

heroína liberal. Los «realistas puros», intransigentes o

apostólicos, acusaban a Fernando de transigir demasiado con

los liberales, rebelándose en Cataluña, País Vasco o Valencia

(Guerra de los Agraviados o Malcontents, y “El Ángel

Exterminador”, en 1827): Redactan el «Manifiesto de los

realistas Puros» en 1827, pidiendo el retorno a los fueros

tradicionales y la sustitución de Fernando VII por su

hermano el infante Don Carlos María Isidro, al que proclaman

rey de España, dado que Fernando VII no tenía descendencia,

hasta que la rebelión fue sofocada militarmente.

En 1829 Fernando VII se casa con su 4ª esposa (María Cristina de Nápoles, su sobrina), con quien

tuvo dos hijas: Isabel –futura reina de España– y Luisa Fernanda. En marzo de 1830, Fernando

publicó la Pragmática Sanción –redactada y aprobada en las Cortes de 1789 pero nunca publicada–

que anulaba la Ley Sálica y permitía la sucesión femenina: “si el Rey no tuviera hijo varón,

heredará el Reino la hija mayor”. Ante las presiones absolutistas y a instancias de la reina,

recupera la Ley Sálica el 18 de septiembre de 1832, pero el 31 de diciembre vuelve a decretar la

Pragmática Sanción y obliga a Carlos Mª Isidro a abandonar España en marzo de 1833. Fernando

VII fallece el 29 de Septiembre de 1833, sucediéndole su hija de 2 años, Isabel. 666--- PPPRRROOOCCCEEESSSOOO DDDEEE EEEMMMAAANNNCCCIIIPPPAAACCCIIIÓÓÓNNN DDDEEE LLLAAASSS CCCOOOLLLOOONNNIIIAAASSS EEESSSPPPAAAÑÑÑOOOLLLAAASSS DDDEEE AAAMMMÉÉÉRRRIIICCCAAA,,,

111888000888–––111888222444...

El proceso de independencia fue largo (1808-1825) y complejo, liderado por los criollos, mientras

que indígenas y masas populares combatieron indistintamente en el bando español y en el criollo.

Los Virreinatos de Nueva España y Perú fueron los más conservadores, fieles a España, y los

últimos en independizarse, mientras que Nueva Granada y Río de la Plata, creados en el siglo

XVIII, fueron los motores de la independencia con Simón Bolívar y José San Martín.

6.1. Las causas de la independencia.

Las causas que explican los movimientos de liberación americana son básicamente dos:

1.- El malestar de los Criollos. La minoría criolla, nacidos en América de los descendientes de

antiguos inmigrantes españoles, representaban 10–15% de la población. Eran dueños de las

grandes plantaciones (café, azúcar, tabaco), de empresas comerciales e industriales enriquecidas

gracias a la subida general de los precios, y eran una burguesía bien formada académicamente, que

aspiraba a controlar la política y la administración de sus territorios, a lograr la igualdad de

impuestos con la Península, e imponer el comercio contra el monopolio castellano de Sevilla y Cádiz.

Los criollos participantes en las Sociedades de Amigos del País, creen que las reformas

Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros.

Tema 2. Crisis del Antiguo Régimen: 1788-1833.

I.E.S. Virgen del Puerto. A. Feijoo. Pág. 19

económicas necesarias en América chocaban con los intereses de España. Los altos cargos

administrativos (Virreyes, Capitanes Generales) eran ocupados por españoles, provocando su

descontento.

2.- El apoyo ingles y de EE.UU. El ejemplo de la Independencia de Estados Unidos influirá

notablemente en los criollos, mientras los ingleses, desde la alianza franco-española en el Primer

Tratado de San Ildefonso (1796), Inglaterra apoyo a los independentistas con un primer intento

que fracasó en Venezuela. Después de la derrota española de Trafalgar (1805), las colonias

americanas quedan aisladas de España y su comercio paso a depender de Gran Bretaña y EE.UU.

Durante la Guerra de Independencia española (1808–1813), Gran Bretaña mantuvo un doble juego:

Con Wellington nos ayudan a luchar contra Napoleón, pero extiende su comercio por América.

Después, ingleses y estadounidenses, venderán barcos y armas a los insurrectos

hispanoamericanos

A estas dos causas principales hay que unir

otras más concretas:

a) La Ilustración. A América llegan las ideas de

Locke (teórico de la Revolución Inglesa del

siglo XVII), los textos de los ilustrados

franceses (Voltaire, Montesquieu y Rousseau) y

los principios de la revolución francesa de 1789

y la independencia de EE.UU, que difunden las

idea de libertad, autodeterminación, y

soberanía nacional.

b) La tradición foral y las teorías de Francisco

Suárez (teólogo y jurista español de la 2ª

mitad del XVI), que sostiene el derecho del

pueblo a reclamar la soberanía cuando el

príncipe no puede gobernar, como sucede con

Fernando VII durante la Guerra de

Independencia, lo que lleva a las Juntas a

reclamar el autogobierno.

c) El malestar de la Iglesia americana y de los

criollos por la expulsión de los jesuitas de

América por Carlos III (Unos 2.500 jesuitas

eran hijos de familias criollas), y por la desamortización de Carlos IV. Aparece una literatura

americanista, como la "Carta a los españoles americanos" del jesuita peruano Juan Pablo Vizcardo,

que incita a la insurrección independentista americana.

d) Parte del pueblo llano (Clases bajas, indígenas, mestizos, esclavos…), con escasa formación,

empobrecidos, serán captados por las promesas independentistas, que sus líderes (Bolívar, San

Martín) no tuviesen una ideología igualitaria, sino todo lo contrario, dada su pertenencia a la élite

social y económica, que les llevará a defender el liderazgo de la clase criolla hasta hoy.

6.2. Las etapas de la Independencia de América.

Según M. Hernández Sánchez-Barba, pueden establecerse 2 etapas:

1º Etapa: De 1808 a 1814.

En 1808 los colonos no reconocen a José I como Rey y crean Juntas Populares realistas (Fieles a

España y a Fernando VII en Perú Y Nueva España) o independentistas ( reclaman la soberanía en

Tema 2. Crisis del Antiguo Régimen: 1788-1833.

I.E.S. Virgen del Puerto. A. Feijoo. Pág. 20

Nueva Granada y Rio de la Plata). La Junta Central española no reconoce a esta juntas y sólo les

concede una pequeña representación en las Cortes de Cádiz. En 1809 Simón Bolívar crea la Junta

Central Suprema Gubernativa (enero de 1809), reivindicando la igualdad de derechos entre

América y España, y después muchas Juntas declaran la autonomía o la independencia respecto de

la metrópoli, expulsan a los Virreyes o Capitanes Generales españoles, se organizan política y

militarmente, y solicitan ayuda militar a Inglaterra y Estados Unidos.

En 1810 la Junta de Buenos Aires proclamo la independencia de la República del Rio de la Plata, lo

mismo que hizo en Chile Bernardo O'Higgins (hijo de un irlandés antiguo Virrey de Perú). La

primera independencia efectiva será la de Paraguay en 1811, seguida de Uruguay en 1813. En el

virreinato del Perú el virrey Abascal derrota a los independentistas, pero en el virreinato de

Nueva Granada y Venezuela la oligarquía criolla tomó la iniciativa con Simón Bolívar

(Terrateniente y dueño de miles de esclavos), proclamando la I República de Venezuela en 1810.

En el virreinato de Nueva España (México) se rebelan los campesinos liderados por el cura

Hidalgo, primero, y el cura José María Morelos, después, declarando la independencia y la

abolición de la esclavitud en 1813 en el Congreso Nacional de Chilpancingo, hasta su derrota en

1815.

2ª Etapa: De 1814 a 1824.

En 1814, Fernando VII envía un ejército de 10.000 hombres que restablecen la situación,

encarcelando a unos (Miranda, Nariño) y obligando a otros a marchar al exilio (O'Higgins, Bolívar).

Sólo Paraguay (1811) y la Provincia de la Plata (Argentina, 1816) resisten y mantienen la

independencia, pero la ayuda británica y norteamericana reactiva la revuelta independista desde

Argentina y Paraguay, con una larga guerra de 7 años, y con José de San Martín y Simón Bolívar

como principales líderes.

José de San Martín (1778–1850), militar e hijo de un oficial del

ejército español destinado en América, participó en la Guerra de

independencia española y en las sociedades secretas gaditanas, hasta

que en 1812 regresó a Argentina. En 1817 atraviesa los Andes con 5.200

hombres para apoyar al chileno O'Higgins, venciendo a los españoles en

Chacabuco y declarando la independencia de Chile, con O'Higgins como

Jefe de gobierno con una constitución de carácter dictatorial. En 1821

conquista de Perú con un ejército de 4.500 hombres y el apoyo de una

armada anglo-estadounidense, y declara la independencia de Perú con

San Martín como Protector.

Simón Bolívar (1783–1830), hijo de un terrateniente criollo y una española, dueño de miles de

esclavos, estudió en París, y fue nombrado «Libertador» en 1813 por el Ayuntamiento de Caracas.

En 1819 cruzó los Andes y venció en Boyacá (agosto de 1819), creando la República de la Gran

Colombia en el Congreso de Angostura (dic. de 1819). En 1821 Bolívar incorpora Venezuela a la

Gran Colombia y se proclama Presidente al vencer en Carabobo, manteniendo este Estado unido

hasta 1830. En 1822 Antonio José Sucre, lugarteniente de Bolívar, logra la victoria de Pichincha, y

se produce la entrevista de Guayaquil entre Bolívar y San Martín, para acordar si Ecuador se

incorporaría a la Gran Colombia, como deseaba Bolívar, o a Perú, como quería San Martín.

Finalmente Ecuador se incorporó a la Gran Colombia y San Martín abandonó su cargo de Protector

de Perú y se retiró a Bruselas, donde vivió modestamente hasta su muerte en 1850. Bolívar y

Sucre finalizan la conquista de Perú y Bolivia tras las batallas de Junín (ag. 1824) y Ayacucho (dic.

de 1824) y surgen dos nuevos países: Perú y Bolivia (en honor de Bolívar).

San Martín

Tema 2. Crisis del Antiguo Régimen: 1788-1833.

I.E.S. Virgen del Puerto. A. Feijoo. Pág. 21

Uruguay, independiente desde 1813, se divide entre Argentina y Brasil

en 1820, después de la derrota de su líder Artigas por el ejército

argentino, hasta que en 1828 se reunifica en la nueva República de

Uruguay.

En México, en 1821 Agustín Iturbide declara la independencia con el

llamado Plan de Iguala, reconocida por el nuevo Virrey de México (Juan

O'Donojú) en el Tratado de Córdoba, y un Congreso Constituyente

proclamó Emperador a Iturbide, con el nombre de Agustín I. Inmediatamente disolvió el

Congreso para gobernar dictatorialmente, pero fue depuesto en 1823 por el general Santa Ana,

que proclamó la República, e Iturbide fue detenido y fusilado en 1824.

En América Central, la Capitanía General de Guatemala (El Salvador, Honduras, Nicaragua y

Costa Rica) se independiza en 1821, incorporándose al México independiente de Agustín Iturbide,

para después formar el Estado de las Provincias Unidas de Centro América entre 1823 y 1839.

6.3. Consecuencias de la independencia americana.

En 1825, el Imperio Ultramarino español quedo reducido a las Grandes Antillas (Cuba y Puerto

Rico), más las islas de Asia y Oceanía (Filipinas, Marianas y Carolinas), que continuaron siendo

españolas hasta el desastre de 1898. España perdió sus colonias, y con ellas sus impuestos y

beneficios comerciales, dejando la economía y la Hacienda

española al borde de la quiebra.

Principales consecuencias para los nuevos países

americanos:

a) Fracaso de los intentos de unidad. No cuajo el

proyecto de unidad bolivariana o la creación de unos

Estados Unidos hispanoamericanos, ya que Colombia,

Venezuela, Bolivia, Perú y Ecuador se convirtieron en

estados independientes en 1830. La Federación del Centro de América en 1821 se disgregó en

Guatemala, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y Panamá. En el sur, en los años 30, se consolidan

como países independientes Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile.

b) El caudillismo dictatorial será la forma de gobierno más extendida, con O'Higgins en Chile

entre 1818 y 1823, José Gaspar Rodríguez en Paraguay entre 1811 y 1840, Iturbide como el

emperador Agustín I (1821–1823) y Santa Ana (1823-1854) en México, Juan Manuel Rosas

(1835–1852) en Argentina, Juan José Flores en Ecuador (1831–1845), y Uruguay tendrán que

hacer frente a la llamada guerra Grande (1839–52) entre el partido Colorado (Conservador) y

el Blanco (liberal).

c) Conflictos sociales. Los Criollos (terratenientes, funcionarios y burguesía urbana)

monopolizaron el poder y las riquezas, e impusieron la exención de impuestos, sometiendo a los

indios, negros y clases pobres, provocando revueltas constantes, como la de México entre

1840 y 1850 en los estados de Oaxaca y Chiapas.

d) Dependencia de Gran Bretaña y Estados Unidos, que dominarán el comercio sudamericano,

convirtiendo a estos países en un amplío mercado para su industria e influyendo en sus leyes y

sus gobiernos. Estados Unidos compró Florida a España por 5 millones de dólares en 1819 y se

impone la doctrina Monroe (presidente de EE.UU), que en un discurso ante el Congreso en

1823 acuñó la frase "América para los americanos" y declaró que la intervención de cualquier

potencia extranjera en América era una manifestación de enemistad hacia los Estados Unidos.

Esta doctrina fue esgrimida en varias ocasiones en el Siglo XIX, como en la Guerra con México

(1847–48), por la que EE.UU ocupa el 50% del territorio mexicano (Nuevo México, Arizona,

Bolívar

Tema 2. Crisis del Antiguo Régimen: 1788-1833.

I.E.S. Virgen del Puerto. A. Feijoo. Pág. 22

California, Utah, Nevada y parte de Colorado), o en los intentos de anexión de Cuba, República

Dominicana, Uruguay, Panamá y Nicaragua (entre 1853 y 1860).

777... EEEXXXTTTRRREEEMMMAAADDDUUURRRAAA,,, 111777888999---111888333333... Godoy y la legislación ilustrada sobre el reparto de tierras.

Carlos III, y después Godoy, intentaron reducir los efectos negativos de los privilegios de la Mesta

sobre la agricultura y ya desde 1750 el arrendamiento de tierras municipales

baldías a cambio de una pequeña renta a los campesinos, lo que serviría además

para financiar las contribuciones que el Estado exigía a los Ayuntamientos.

Estos repartos fueron también impulsados por Campomanes, así como las

colonizaciones con Olavide, respondiendo a las recomendaciones recogidas en

diversos informes y memoriales elevados al Consejo de Castilla y a las Cortes

(Vicente Pamo, en 1764), que solicitaban limitar los privilegios de los

ganados trashumantes y mejorar el reparto de la tierra. Las Reales

Provisiones de 1766 y 1770 favorecieron la extensión de cultivos entre

grupos desfavorecidos a costa de los baldíos (tierras no cultivadas),

permitiendo un aumento sustancial de las dehesas boyales de cada

localidad. A Godoy se debe el Real Decreto de 28 de abril de 1793, que pretendía aumentar la

producción repartiendo baldíos y tierras reservadas la ganadería mesteña y riberiega, declarando

de pasto y labor todas las dehesas de Extremadura. Este Decreto logró aumentar las tierras de

cultivo en Extremadura justo cuando una gran crisis de subsistencia asolaba la región, pero

también consiguió inquietar a las oligarquías que controlaban la Extremadura de finales del

Antiguo Régimen.

La frontera: tensiones con Portugal.

En cumplimiento del Tratado de San Ildefonso de 1800 y de Aranjuez-Madrid de 1801 con

Napoleón, que obligaba a España a atacar a Portugal si los portugueses no rompían su alianza con Gran

Bretaña y cerraban sus puertos al comercio ingles, España atacó Portugal desde Extremadura con un

ejército de 30.000 hombres. La Guerra de las Naranjas duró dieciocho días entre mayo y junio de

1801 duró dos semanas en 1801. España ocupó numerosas

poblaciones en el Alentejo, pero por el Tratado de Badajoz Portugal

aceptaba el bloqueo contra Gran Bretaña y España devolvía todos los

terrenos conquistados con la excepción de Olivenza.

La Guerra de la Independencia.

E 1807 Napoleón decidió invadir Portugal por las mismas razones

que en 1801. El Tratado de Fontaniebleau le permitía atravesar

España y atacar Portugal por la frontera salmantina-cacereña. En

1808 inicia la Guerra de Independencia, y hasta 1814 lucharán en

Extremadura el ejército francés contra el inglés y el español, en una

sucesión de ofensivas de uno y otro bando. Se pueden distinguir dos

fases en el desarrollo del conflicto:

a) Entre los años 1808 y 1811 dominaron los franceses tras el caos inicial producido por las revueltas

urbanas, ya que línea defensiva anglo-española en el Tajo dirigida por el General Cuesta fue

retrocediendo ante el empuje del ejército francés del mariscal Soult. Los anglo-españoles son

derrotados en Medellín, Talavera y Evora, y vencieron al final del período en la batalla de La Albuera.

Retrato de Meléndez Valdés (1754-1817), por

Francisco de Goya.

Napoleón y Godoy (1808), Museo

Municipal, Madrid

Tema 2. Crisis del Antiguo Régimen: 1788-1833.

I.E.S. Virgen del Puerto. A. Feijoo. Pág. 23

b) En 1812 cambio el signo de la contienda, cuando Napoleón retiró numerosas tropas destinadas

a la Invasión de Rusia. Wellington atacó desde Portugal, uniéndose a los españoles, y ocupó

Extremadura, venció en Los Arapiles (Salamanca), y se dirigió a Madrid. En el verano de 1813 toda

España había sido liberada..

Al inicio de la guerra, las oligarquías locales

organizaron la defensa contra la Invasión

francesa e instituyeron la Junta Suprema de

Extremadura, financiaron un ejército con los

presupuestos municipales, y posteriormente

enviaron diputados a las Cortes de Cádiz. Pero

el poder oficial lo representó José l Bonaparte,

como rey de España, que dividió Extremadura

dos entidades administrativas distintas por

primera vez: Cáceres y Badajoz. Plasencia,

como el resto, sufrió la pérdida de vidas,

múltiples humillaciones, la práctica devastación

de su agricultura y ganadería, y la ruina

económica de sus habitantes y del

Ayuntamiento que tuvo que aportar la cantidad

de 1. 434.489 reales en concepto de

contribuciones a las tropas imperiales.

La aportación extremeña a las Cortes de Cádiz.

En plena Guerra de la Independencia, el

contagio de los valores de la Revolución

francesa se manifestó en el deseo de elaborar

un código de derechos y deberes de los

ciudadanos que convirtiera el absolutismo

español en un régimen de monarquía constitucional. Se convocaron cortes constituyentes en Cádiz

en 1810 y se asignó a Extremadura un cupo de doce representantes: Uno designado por la Junta

Suprema, dos elegidos por las ciudades de Mérida y Badajoz, que habían tenido representación en las

anteriores Cortes de 1789, y tres elegidos en el resto. Esto levantó recelos entre ciudades

poderosas como Plasencia o Trujillo, que se sintieron discriminadas. Aunque varios de estos

diputados procedían del clero, pronto mostraron sus inclinaciones liberales. Destacaron Diego

Muñoz Torrero, Francisco Fernández Golfín y José María Calatrava, muy activos en las discusiones

sobre la soberanía nacional, el reconocimiento de Fernando VII como legítimo rey de España, la

libertad de imprenta, la abolición de la Inquisición y la reforma del Ejército.

El final del absolutismo

El reconocimiento de Fernando VII no eximió a todos los que habían apoyado el liberalismo

extremeño de la represión vivida durante el Sexenio Absolutista (1814-1820. Las figuras más

destacadas de las Cortes de Cádiz tuvieron que vivir el destierro, especialmente en Portugal.

Como en otros lugares, en Extremadura las sociedades patrióticas fueron configurando las bases

sociales que condujeron a la implantación del liberalismo español del siglo XIX. Así, se fueron

perfilando en la región dos tipos de milicias:

Tema 2. Crisis del Antiguo Régimen: 1788-1833.

I.E.S. Virgen del Puerto. A. Feijoo. Pág. 24

a) La urbana, propia de las ciudades importantes. El liberalismo caló hondo entre los sectores

relativamente acomodados, que defendían los valores de la Constitución de 1812 y una reforma

agraria que acabara con el poder de las ordenes militares, la Iglesia y los bienes concejiles.

b) La rural, más asociada al sentimiento absolutista como garante de la tradición. En materia

agraria se asociaba al mantenimiento de los usos comunales en los pueblos y era bien vista por la

aristocracia de la región.

El Trienio Liberal (1820-1823) restauró las reformas de Cádiz. En Extremadura, como en el resto de

España, se produjo la división entre liberales radicales y moderados, por un lado, y partidarios de la

tradición absolutista, por otro. El perfil de las milicias se hizo más patente en ese momento y

constituyó un precedente de las guerras carlistas.

La restauración del absolutismo durante la Década Ominosa (1823-1833) significó, para los

liberales, la vuelta al destierro y la represión física e ideológica; para los absolutistas, hizo patente

la división entre los defensores a ultranza del absolutismo más conservador y los sectores más mode-

rados proclives a ciertas reformas de signo liberal.

ACTIVIDADES:

http://www.rtve.es/alacarta/videos/memoria-de-espana/memoria-espana-sombra-

revolucion/3286058/ (1789-1808).

http://www.rtve.es/alacarta/videos/memoria-de-espana/memoria-espana-vivan-caenas/3288172/

(1808-1833).