Tema 2 capitalismo de libre mercado

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Constantino Alfaro, Camilo. Grado en Economía Universidad Loyola Andalucía.

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ECONOMÍA COMPARADA

Abstract:

El mercado no es propio del capitalismo, los intercambios entre ofertantes y demandantes existen mucho antes de que

este sistema económico se asentara. Sin embargo, el capitalismo ha requerido ampliar y expandir el mercado a escala

global para consolidar su proceso de acumulación, sin que ello implique la desaparición del estado, pues en realidad,

según sean sus necesidades, el capitalismo péndula entre mercado y estado. Actualmente, este último se encuentra

dominado por una élite financiera que logra imponer su política y que ha provocado una las depresiones más profundas

delas últimas décadas que ahora padecemos millones de seres humanos del planeta. El objeto de estudio del presente

escrito es la resolución de las siguientes preguntas planteadas en el segundo tema, capitalismo de libre mercado, de la

asignatura Economía Comparada.

Desarrollo:

Escribe un breve ensayo que describa los valores del libre mercado. Explica tu opinión sobre éstos valores.

¿Crees que los individuos cumplen estos supuestos?

El libre mercado es un sistema económico en el que los precios de los bienes y servicios vienen determinado por la

interacción existente entre la oferta y la demanda. Este sistema económico surge debido a una combinación entre los

principios de los economistas de la escuela marginal y la escuela clásica de economía clásica alrededor del siglo XIX.

Los marginalistas pensaban que sólo el componente subjetivo otorgaba valor a los bienes, mientras que los clásicos

(herederos de la doctrina de Adam Smith) habían mantenido que eran los costes de producción los que conferían valor.

Los autores neoclásicos combinaron ambas teorías y establecieron que el valor depende la interacción entre la oferta

(componente objetivo derivado de los costes) y la demanda (otro subjetivo). Por tanto, el precio obtenido de su

interacción era el mejor indicador del valor de un bien; a partir de este momento comenzó a desarrollarse el libre mercado

que fue adquirieron una mayor consistencia gracias a la apertura e interacción entre los mercados internacionales.

Destacamos la existencia de cinco valores característicos del libre mercado: naturaleza del hombre, individualismo,

lucha competitiva, igualdad de oportunidades y el principio de la ética protestante.

En primer lugar, bien es cierto que el ser humano es un hombre económico, en otras palabras: el hombre es un ser

racional que toma sus decisiones procesando la información que posee y actuando en consecuencia siempre con vistas

a generar un interés o beneficio propio; por tanto, podemos decir que el ser humano también es un ser interesado al

mismo tiempo que siempre trata de maximizar su beneficio como podemos comprobar con los consumidores, empresas

y trabajadores. El Consumidor siempre quiere maximizar la satisfacción que obtiene de sus compras, dada la renta de la

que dispone; las empresas maximizan sus beneficios o hacen mínimas sus pérdidas en todo momento; y por último, los

trabajadores maximizan el salario u otros beneficios que pueden obtener de su trabajo. Estos tres principios:

racionalidad, interés propio y maximización del beneficio siempre se cumplen porque están implícitos dentro de la

propia naturaleza del ser humano.

En segundo lugar, sobresaltamos el individualismo característico del libre mercado. Este principio defiende que debe

existir una intervención mínima por parte del gobierno que solo debe de garantizar la seguridad y estabilidad de la nación

TEMA 02:

CAPITALISMO DE LIBRE MERCADO

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y su mercado para que así el individuo sea el centro de la sociedad. El Estado debe de garantizar el derecho a la propiedad

privada para que existan incentivos por parte de la ciudadanía a seguir creciendo, invirtiendo y generando crecimiento

económico o valor añadido. Este principio vuelve a resaltar que el ser humano es un individuo interesado y egoísta que

busca en todo momento su propio interés. Los derechos que posee un individuo crean una esfera de libertades sobre la

que ningún gobernante debería interferir. El mismo Adam Smith destacó que se ha de dar rienda suelta al propio interés

individual, destacando que este impulso no tiene por qué contravenir al interés público, sino que puede ser compatible

a través de los mecanismos de coordinación de mercado.

En tercer lugar, destacamos la lucha competitiva existente en este tipo de mercado. En mi opinión, este valor crea una

gran disfunción en el libre mercado porque se entiende este principio como una lucha de supervivencia para ver quién

es la persona que consigue más, tratando de defender los propios intereses sin tener en cuenta las repercusiones que

pueden tener la obtención de estos intereses sobre otras personas u otros colectivos.

En cuarto lugar, el libre mercado defiende la igualdad de oportunidades. Este valor es bastante sustancial debido a que

lo más justo es que todas las personas tengan las mismas oportunidades de acceder o desarrollarse al mercado laboral.

Bien es cierto que aunque se defiende la igualdad de oportunidades, esto no significa que se defienda la igualdad de

resultados porque nos basamos en una sociedad que trata de moverse por el mérito, es decir, nos basamos en la

meritocracia. Aunque esté totalmente a favor de una sociedad meritocrática donde se defienda la igualdad de

oportunidades y no se defienda la igualdad de resultado puesto que bien es cierto que no todas las personas poseen las

mismas capacidades o cualidades, bien es cierto que en la realidad es totalmente imposible encontrar un país, mercado,

o nación donde realmente se den unas condiciones propicias para que todas las personas de la sociedad tengan el acceso

a las mismas oportunidades.

En quinto y último lugar, destacamos el principio de la ética protestante o dogma de la predestinación que defiende que

el esfuerzo y el trabajo son dos factores que permiten obtener ganancias personales; y que esta riqueza obtenida a través

del trabajo de los individuos debe de ser reinvertida con el objetivo de seguir creciendo.

Si nos centramos en el comportamiento de la sociedad, en términos generales, la mayor parte de los individuos que la

forman no cumplen con los valores establecidos por el libre mercado. Para que se cumpliesen todos estos valores

deberíamos de vivir en una sociedad formada por ángeles donde todos fuésemos perfectos, trabajadores e inteligentes.

Que todos los individuos cumpliesen con todos estos valores, actualmente, es prácticamente imposible puesto que la

idiosincrasia generalizada entra en conflicto con estos valores de libre mercado. Lo mismo ocurriría con un mercado

basado en una economía planificada comunista, todos los individuos tendrían que actuar como entes perfectos para que

funcionara ese sistema económico de forma correcta. Al igual que le ocurre al libre mercado, posicionarnos en posturas

extremas solo crea ineficiencias puesto que es fundamental saber diferenciar que una cosa es la teoría y otra la práctica.