TEMA-12 Lealtad y honestidad sábado, diezmos y ofrendas
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En este seminario vamos a analizar la relación entre el sábado, los diezmos y las ofrendas como símbolos de lealtad y honestidad
con Dios.
“ Honra a Jehová con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; entonces tus graneros
estarán colmados con abundancia y tus lagares rebosarán de
mosto”
Proverbios 3: 9 y 10
Para nosotros, Adventistas del Séptimo Día, guardar el sábado es parte natural de
nuestra forma de ser. Guardamos ese día como prueba de nuestro respeto y lealtad al Dios creador.
¿Qué relación existe entre el sábado, el diezmo y las ofrendas?
La deslealtad y la deshonestidad en la
devolución sistemática de los diezmos y las ofrendas
son equivalentes a la transgresión del sábado.
“ Así como el árbol fue puesto en medio del jardín del Edén, el sábado fue ubicado en el centro del decálogo. Con respecto al
fruto del verdadero conocimiento, se puso una restricción, ‘mas del árbol de la
ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres,
ciertamente morirás’…
Así como el árbol del conocimiento fue la prueba de la obediencia de Adán,
Así también el cuarto mandamiento es la prueba que Dios ha establecido para determinar la lealtad de su pueblo” .
Cristo triunfante, pág. 357.
“ Asimismo el diezmo de nuestras entradas es ‘santo a Jehová’”
“ El mismo lenguaje que se emplea en el mandamiento del diezmo se usa también con respecto al sábado: ‘El séptimo día es reposo para Jehová tu Dios”
Consejos sobre Mayordomía Cristiana, pág. 70.
El sábado es santo y debe ser guardado en
conmemoración del poder creador de Dios.
El diezmo y las ofrendas son santos y recuerdan que Dios es el creador, dueño y Salvador;
El sábado, el diezmo y las ofrendas son cosas santas al Señor. No puedo y no debo tocar o usarlo en aquello que
pertenece al Señor.
El diezmo y las ofrendas debe ser vistos como
elementos de adoración a Dios. No es un asunto de traer una ayuda para la
iglesia o el campo cuando se tiene una buena condición financiera.
Así como el sábado apunta para la eternidad, lo mismo sucede con el diezmo y las ofrendas. El Señor de la
gloria recomienda: “ sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el moho destruyen, y donde ladrones no entran ni
hurtan” Mateo 6:20
Cuidado:
El diablo, vuestro adversario, va a hacer de
todo para que usen equivocadamente los recursos divinos. Va a
poner en su cabeza que da seguridad construir su
vida aquí.
La comunión con Dios dejará de ser el primer compromiso, porque
tienen que trabajar para pagar las cuentas del carro, de la casa, del
refrigerador, del perro, de los pasajes aéreos, de las vacaciones, de los video juegos, de la TV de 52
pulgada…
No piensen que los logros de este mundo son más
importantes que la Jerusalén Celestial
“ porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro
corazón” Mateo 6:21
“ porque ¿de qué le aprovechará al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma?” Marcos 8:36
Jesús nos quiere aconsejar:
Use lo que tenga para el crecimiento del reino de Dios. Esto es lo que le da sentido a la vida presente y le protege
para la eternidad. Cuando llegue al cielo, le mostraré que valió la pena
obedecer.
Así como el sábado será recordado en el cielo, los resultados de los diezmos y de las ofrendas también
serán vistos.
Es maravilloso pensar que somos miembros de una Iglesia local parte de una
Iglesia mundial. Es reconfortante saber que los diezmos y las
ofrendas que devolvemos al Señor, serán usados par la salvación de personas
en todo el mundo.
Este punto tiene que ver con nuestro conocimiento de Dios, como nos sostiene siempre. La bendición del
Padre es continua, no acaba, así como el corazón no deja de latir, el oxígeno es dado
continuamente en la proporción correcta, la
visión, la ropa, la comida…
Adorarlo esporádicamente es una incoherencia. Los que trabajan para el Evangelio
tienen necesidades sistemáticas. Las obligaciones de los campos y de las iglesias
son permanentes.
La manera como el Señor eligió para sustentar esta estructura es dar recursos a sus hijos y solicitarles que lo adoren en espíritu y
en verdad con una devolución fiel y
sistemática de los diezmos y las ofrendas.
Si el rendimiento que el Padre me concede es
semanal, semanalmente debo separar los diezmos y ofrendas, por que la iglesia y el campo también tienen obligaciones semanales. Si el rendimiento es mensual,
debo proceder semanalmente y así sucesivamente.
Esa responsabilidad es individual. El diezmar y ofertar no es un asunto
financiero, sino espiritual.
Cuando aceptamos ser miembros de iglesia
asumimos, públicamente, ese compromiso sagrado; independientemente de ser
rico o pobre.
CONCLUSIÓN: CONCLUSIÓN:
“ Nunca debemos olvidar que se nos ha puesto a prueba en este mundo a fin de determinar nuestra aptitud para la vida futura. No podrá
entrar en el cielo ninguna persona cuyo carácter haya sido contaminado por la fea mancha del egoísmo. Por lo tanto, Dios nos prueba aquí
entregándonos posesiones temporales a fin de que el uso que hagamos de ellas demuestre si se
nos pueden confiar las riquezas eternas”
Consejos Sobre Mayordomía, pág. 24
El diezmo es del Señor. “ El diezmo de la tierra, tanto de la
simiente de la tierra como del fruto de los árboles […]
Todo diezmo de vacas o de ovejas […] el diezmo será consagrado a Jehová”
Lev. 27:30 y 32. El voto realizado por Jacob en Betel, muestra la extensión de la obligación. “…y de todo lo que me des, el diezmo
apartaré para ti” Gén. 28:22.
“ Traed todos los diezmos al alfolí…”
Mal. 3:10
“…lo que se requiere de los administradores es
que cada uno sea hallado fiel” .
I Cor. 4:2.
Si el Señor los ha bendecido con bienes, no los consideren suyos. Siéntanlos suyos al
usarlos para Dios, y sean fieles y honestos al dar los diezmos y las ofrendas.
“ El descuido de estos deberes claramente revelados es lo que
acarrea oscuridad sobre la iglesia”
Consejos Sobre Mayordomía, pág. 83