• Dios tomó la iniciativa de crearme, y me creó como una de sus preciosidades.

• Proveyó la salvación para cada día.

• Estableció una programación diaria para mi vida en su palabra.

“Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro

estaban escritas todas aquellas cosas que

fueron luego formadas, sin faltar ni

una de ellas.”

Salmo 139:16

"No sólo de pan vivirá el hombre,

sino de toda palabra que sale de la boca

de Dios."

Mateo 4:4

“... Necesita una doble porción de la gracia, una nueva provisión diaria, o

perderá su confianza en Dios, y estará en peligro de hundirse

en las tinieblas espirituales.”

Consejos para los Maestros, p. 472

“Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban

escritas todas aquellas cosas que fueron luego

formadas, sin faltar ni una de ellas.”

Salmo 139:16

Mucho antes de nuestro nacimiento el Padre había planeado

y dispuesto en su Palabra el alimento

espiritual que necesitamos para vivir cada día para su gloria.

Nadie está predestinado para la

muerte. Somos salvos por la gracia de Cristo mediante la fe y nos

mantenemos en Cristo cada día por el estudio de la Biblia y

del Espíritu de Profecía.

“…Basta a cada día su propio mal.”

Mateo 6:34

“…Ahora es el tiempo aceptable; ahora es el

día de salvación.”

2 Corintios 6:2

¿Por qué tengo que elegir la programación

divina?

¿De qué manera puedo ser una persona irreprensible?

¿Cómo vivir cada día para la gloria de Dios?

¿Cómo puedo ser puro de corazón?

¿Cómo puedo tener paciencia en la tribulación?

Tenemos dos programaciones e inevitablemente

debemos dar prioridad a una. La que elija va a

predominar en mi vida; una va a

neutralizar en gran parte a la otra.

Tenemos libertad para elegir una de las dos opciones, pero

debemos afrontar las consecuencias de nuestra decisión.

Dios tiene una programación diaria para mi

vida en su Palabra