Técnica y Arquitectura en la Ciudad Contemporánea. Cap.1 - Aportación de Le Corbusier

18
CAPITULO 1 LA APORTA CION TEORICA DE LE CORBUSIER (1920-1930) El rascacielos crucifo rme El centro de negocios de las principales ciudades amer icanas fue e ntendid o por Le Corbusier como un hecho qu e afectaba de forma radical al plano de la ci ud ad, producto y co ns ecuencia di- recta de los camb ios impuestos por la indu strializa ció n sobre la sociedad y(') territorio. Rascacielos y ce ntr o de n egoc ios se inter- pretan como aco nt ecimientos fatalm cme destinados a transfor- mar el paisaje urbano de toda sociedad industrial. De ahí la ur- gencia. la necesidad de Le Corbusicr por anticiparse al \'értigo de los mo\'imicntos del capita l en su primeros proyectos urbanos. En ellos se ex p1 - esará ante todo el d eseo de imponer un orden formal riguroso, ex presión de su re positivista en la historicidad )' el carác t er ben éfico de tal proceso histórico. Ensayara para ello mod elos abs tr actos, libres de toda mediación pragmát ica, en un métod o coincide nt e con la abstracción de tantos proyectos acadé- micos. Perret había formu lado un a idea -las ci udades- to rr es- que en su mi sma construcción gramatical se re\'eló como un completo programa de u·abaj o: las ciudades-torres, al identificar en el tipo una implicación urbana , pe rmití an investigar ta c iud ad moderna desde el rascacielos, pues en él podían co nd ensarse su acum ula- ción y co mplejidad ca racterísticas. El rascacielos pasa a ser pensado como ce ntro de negocios en mismo, sttjeto y no objeto de tal idea de ciudad. Esto significa un cambio de escala con respecto a la organiza- ci ón de la c iudad america n a: los edificios al ser pensados como ciu- dades, son a uLónomos e nu·e sí, pueden d is po nerse librC'mcnte sin la contigüidad a la que los someten los traLados y la parcelación de la propi edad. Concentrar y simuh ánc-a m cnte expan dir, dC'sLruir el

description

Primer capítulo del libro Técnica y Arquitectura en la ciudad contemporánea, de los arquitectos Iñaki Ábalos y Juan Herreros, en el que se analizan las aportaciones de Le Corbusier a la formulación del rascacielos.

Transcript of Técnica y Arquitectura en la Ciudad Contemporánea. Cap.1 - Aportación de Le Corbusier

  • CAPITULO 1

    LA APORTACION TEORICA DE LE CORBUSIER (1920-1930)

    El rascacie los cruciforme

    El centro de negocios de las principales ciudades americanas fue e ntendido por Le Corbusier como un hecho que afectaba de forma radical al plano de la ciudad, producto y consecuencia di-recta de los cambios impuestos por la industrializacin sobre la sociedad y(') territorio. Rascacielos y centro de negocios se inter-pretan como acontecimientos fata lmcme destinados a transfor-mar el paisaje urbano de toda sociedad industrial. De ah la ur-gencia. la necesidad de Le Corbusicr por anticiparse al \'rtigo de los mo\'imicntos del capital en su primeros proyectos urbanos. En ellos se ex p1-esar ante todo e l deseo de imponer un orden formal riguroso, expresin de su re positivista en la historicidad )' el carc ter benfico de tal proceso hi strico. Ensayara para ello modelos abstractos, libres de toda mediaci n pragmtica, en un mtodo coincide nte con la abstraccin de tantos proyectos acad-micos.

    Perret haba formulado una idea -las ciudades-torres- que en su misma construccin gramatical se re\'el como un completo programa de uabaj o: las ciudades-torres, al identificar en el tipo una implicacin urbana , permitan investigar ta ciudad moderna desde el rascacielos, pues en l podan condensarse su acumula-cin y complej idad caractersticas. El rascacielos pasa a ser pensado como centro de negocios en s mismo, sttjeto y no objeto de tal idea d e ciudad.

    Esto sign ifica un cambio de escala con respecto a la organiza-cin de la ciudad americana: los edificios al ser pensados como ciu-d ades, son auLnomos enue s, pueden d isponerse librC'mcnte sin la contigidad a la que los someten los traLados y la parcelacin de la propiedad. Concentrar y simuhnc-amcnte expandir, dC'sLruir el

  • ']IJ 1}.( \I< 1 l \HQl ITfT:Tl 'fl\

    1. l .e ( :orbus1er: < :i11dad para Tres

    Millrnlt'~ de l labi 1 .111l~\. 1922. Plan ta ge1wral.

    espesor de la Lrama hi!>trica media1llc la concentracin punLUal, es la in\'C'ncin urbana que Le Corbmicr desarrolla.

    l.

  • I 1 11'0/0. ICJO.\ '/H)R/( \DI: JL CORBl Sil U 21

    lo~ que deban rcsoher~e y resolva la tipologa estallada del r

  • 22 nCNIC.A r ARQl'nJ:CTVRA

    tectomcas, por otra el resultado de esta traduccin ser, esencial-mente, la disolucin de la mecanicidad del artefacto, la in\'cncin de un nuevo topos urbano: no tanlO la figura corno e l espacio que su repelicin genera. Los slidos de Filebo estarn presentes en e l espacio cbico que los rascacielos abren en1re s, e n la distancia que separa sus alas definiendo un vaco de proporcin cuadrada, conformando esa colosal sala hipstila abicna al cielo que se mues-tra ahora como la expresin ms pura de los conflictos, necesida-des e ideales abiertos por la mecanizacin.

    Esta traduccin de lo tcnico en LOpolgko ser para Le Corbu-sier un resultado que estar presente no slo en la organizacin es-pacial de la nueva ciudad -ayudando a olvidar progresivamente anteriores proyectos en los que la relacin calle-tipo era a\in deci-monnica-, sino tambin en la o rganizacin interna de !odas las tipologas d e esa ciudad. Con el rascacielos, Le Corbusier indivi -dualiza un principio espacial que se apodera progresiYameme de cuantas arquitecwras ensa}e -de la vi,;cnda unifamiliar al rL'>Ca-cielos lenticular de Argel-: Ja estructura reticular, los sistemas de transporte vertical, e l cerramiento de vidrio, la terraza:Jardn com-ponen una procesin nieuschiana, un sistema completo de aleja-miento, elevacin, a islamento }' contemplacin del infin ito que e'\ la cristalizacin ltima de la sustitucin intentada por Le Corbusier de la imitacin histrica por la invencin tcnica. Niet1.sche lo ha-ba enunciado en La Gaya Ciencia con e l aforismo Arquitectura pma los que buscan el conocimimlo: Lleg;.1r un da -muy pronto quil- en que se rt"conozca lo que les falla a nuestras grandes ciudades: lugares silenciosos ( ... ) para la meditacin; lugares con elevadas y largas galc1 as para los da, de lluvia y sol, a los cua-les no lleguen el ruido de lo!) coche!> ni los pregone~ de los mercaderes; ( ... ) algo que expresar lo que tit-ne de ~ublimc la 111edilaci11 y el aleja-miento del mundo~.

    Ver lejos es el conuaste propiciado obsesivamcntc por el ras-cacielos cruciforme: se trata de compensar la concentracin con e l cspecLculo de un vaco extenso en el que prolongar la mirada} del que recibir la luz. Slo a travs de la extrapolacin de las poten-cias

  • LA APORTACJON TEORJCA DE LE COR.BUS/EH. 23

    rcLicular, la repeticin de pisos, la organizacin

  • 24 n:r:NJC 1 r Al?QUff'FCJ'( JM

    tura comercia l de Pars en un proyecro tridimensional. Y en su Pa-rs anlogo, repetido en el tiempo, el rascacielos revela su histo-ricidad no tanto porque al destruir e l espesor de la trama histrica salva y convive con los monumentos del pasado cuanto porque or-ganiza sobre e l centro histrico una Ciudad de los 'egocios en la que estn presentes - son su estmulo- las tensiones y polariza-

    cione~ que la ciudad haba segregado con el tiempo. El rascacielos pasa a ser la nueva manifestacin fsica -monumental- de una centralidad preexistente. La Ciudad Verde M' obtiene a travs ele- la concentracin vertical del rascacielos, pero no por ello deja de ser, en 1924, la ciudad histrica rcpropucsta, y ms precisamente, la ciudad barroca y haussmanniana que triangula la LOpografa ur-hana en torno a los monumentos y los grandes vacos urbanos.

    ~ingn analista ha sido ms lcido que llilberscimer al sinteti-zar en un pequeo prrafo los problemas que esta asimilacin acr-tica de la ciudad histrica implicaba:

    En realidad la propll{'sta de Le Corbusit>r es, fundanlnmenos urbanos preceden-tes en e l tiempo, tanto en e l Pars barroco como en la ciudad ame-ricana; el rascacielos cruciforme, unifuncional, dedicado en exclu-siva al trabajo organizado, no es sino una consecuencia acrtica de los modelos histricos heredados.

    La segregacin comporta en Le Corbusier la discontinuidad del territorio, que en la City de Pars se interpreta como plataforma monumental anloga a las del Campo de Mane y los Invlidos, in-cluso en su disposicin volcada hacia el Sena. Pero ahora e l vaco

  • , .,

    e e

    - "' J:l ._

    ;i ..,

    -, _e

    ~ 2 ==

    (;; v

    "' E' "' e "' ;r, Q. e .e e :::?

    VI

    ..

    E Q) '/!

    L \ .1POR7:1\CJON TJ::ORJC,\ m; u~ CORBC'.'ilf.H

    3. Le Corbusier: Conlercncia en Bueno!> Aire>, 18 de Octubre de 1929.

    25

    . - ?

    es una ley general ele toda la ciudad. Concentracin y movilidad transforman sta en topografa discontinua, vaco que a los ojos de Le Corbusier ir aparecindose cada ve1 menos en forma de jardn ingls y ms naturaleza tal cual, territorio puro como pais

  • 26 TEC'\!ICA Y .\l?Ql 'JTJ en Buenos Aires sirve para replantear estos temas: su ubicacin no ser la del centro his-trico, sino que la ciudad ser investigada como un hecho topogr-fico total, insertado en un territorio que da sentido econmico y social a las reas edificadas, con la mente de quien intenta expli-carse la geografia humana de una ciudad. Cuando describa la posi-cin gcoestratgica de Bu
  • U\ APORTAC!O.V TEORJCA DE U: CORBUSIER r _,

    el ro de La Plala, sta no ser ya un recurso analgico y acadmico como en Pars, sino un acontecimiento topogrfico que ir hacin-dose decisivo en los siguientes proyectos hasta eliminar el protago-nismo de la isotropa repetitiva de los primeros rascacielos crucifor-mes. Ser en Montevideo donde la plataforma -rascacielos hacia abajo- configure la nueva ciudad: si la verticalidad del cruci-forme no fue nunca tan relevante como su extensin, ahora ser aqulla la que predomine unificando la Ciudad de los Negocios en un conlinuurn construido. La cruz ser la materializacin de un punto, e l centro topogrfico, que se irradia prolongando sus alas hasta el mar; el rascacielos se hace continuo, extenso y horizontal, liberado de la isotropa abstracta por la accin del territorio. En Ro de J aneiro pasar a adoptar configuraciones no necesaria-mente eucldeas: aquellas que por su analoga con los ros, carrete-ras o cordilleras, ponen de manifiesto cslas nuevas potencias geo-grficas (figura 5).

    Tras el viaje sudamericano, e l rascacielos se transforma en obra

    5. ! ,e Corbusier: Proyectos para Ro dejaneiro y Montevideo. Conferencia en Ro dc.Janciro, 8 de Diciembre de l 929.

    .\ /

  • 28 77.C'.H'.r\ r ARQl'l I l.ntesis, el esfuerzo por dotar de cohe-rencia tcnica e instrumental a l nuevo programa, escala )' conte-nido del rascacie renunciar a una nueva sntesis precisamente a partir del ahora denominado sol dictador.

    La \'ille Radieuse, ca1ente de soporte territ

  • LA 1\PORTA ClON 'ff.ORIC.4 VE u; CO/{f]US/l:'R

    6. Le Corbnsicr: La Ville Raclieuse, 1929. Planta general.

    vn l.A v 11,u : RA1m:11st: tr. j-. - ., -

    29

    e

    Mediterrneo. El topos de la Ciudad Contempornea se altera con esta doble frontalidad de la ciudad y el rascacielos, que obliga a je-rarquizar la malla viaria heredada del cruciforme e inicia as el lento camino hacia su disolucin como trama istropa (que llegar en 1950 de la mano del proyecto para Bogot) .

    Si e l rascacielos tiene haz y envs, mira en una direccin prefe-rente, no puede reproducirse isotrpicamente en el espacio: ele forma progresiva ir organizndose en d isposiciones lineales - en Barc:clona, en Arnberes, en el Pars del 37, en el Buenos Aires del 38-, conformando frentes repetitivos pero no istropos. Lineali-dad y frontalidad se corresponden en el plano urbano-tipolgico. Y a esta doble prdida de isotropa le corresponde una manifestacin fsica que no es ya la de la abstraCla repeticin vertical del cruci-forme: a l imponer su presencia orientada y frontal , el rascacielos cartesiano exige una cualificacin escalar que no puede resolverse desde la esttica -lica- rigorista y metafsica del obje to-tipo . El rascacielos cartesiano ir adquiriendo, al igual que el plano de la

  • ]() Tt.CNIG\ r ARQl 'ffr.CT( IR,\

    ciudad, una figuracin biomorfa. El objeto-tipo ver atravesada su conformacin esencialmcrue repetitiva y acscalar por la super-posicin de una composicin referida a la escala del conju1110. Yen este atravesar el objeto-tipo se materializar la citada procesin nietzschiana -ale:jarse, elevarse, aislarse, contemplar, clominar-antcs implcita en el uso del espacio.

    El recorrido ritual comienza a cristalizar con la aparicin de grandes huecos que referidos a la escala total del edificio, focalizan y dominan su composicin: aparecen primero en Argel y Amberes, ms tarde en los proyecws Obs B y C, y finalmemc en el rascacie-lo'> cartesiano. Y en su figuracin materializan un .. ~o que ve -aquel ojo d Ver lejos que incluye en sus seccione!> diclcticas-que transforma el rascacielos en un cclope que domina, otor-gando una nueva naturaleza dramtica al rascaci elos biomorfo. El prisma orientado que es ahora mira, y al mirar elige y hace expl-cita su decisin --con qu se mide, qu ciudad es aqulla rnn la que se relaciona-. De esta forma ordena y jerarquin, olvidando la antigua indiferencia del rascacielos repetitivo e istropo: la proce-sin nietzschiana se transforma en artefacto encastrado en la sec-cin y en la presencia antes tona del rascacielos (figura 7).

    En la maqueta del rascacielos cartesiano que pnpara en 1937, el pan de verre, tratado con la geometra de un muro de sillares, queda roto por la presencia de un bakn focal. La introduccin de este foco e n el pan de vt>rre -el ojo que ve- inicia una exploracin compositiva que obligar a extender las reglas de composici n u rea experimentadas en los muros opacos de las vi llas suburbanas -Poissy, Carchcs- a la organincin repetitiva del rascacielos. Y al ha-

    7. Le Corbu..,icr: \' cr Lejos. Explicacin de la Unidad de l labirnri(>n.

  • fI ... lJ 1 1

    1t] m 1 1

    [t1] m

    8. Le C:orbusier: Rascacielos cartesiano. Al1.a

  • 32 71( .. \ll A l \RQl 'TIJCTl 'U. \

    reservas- pone fin a la repeticin como mecanismo de organi1a-cin de la Ciudad ele los Negocios: e l rascacielos pasa a ser pensado ya de forma definitiva en su singularidad, pero tambin como loco puntual ele un cor~junto que establece una escala de mediacin en-tre l y la ciuda

  • 1 1 -'.PON1i \CIO.V ffX)RJ(',\ m: rn (;ORR//Sff.'R

    grupos, fragmentando el brise-soleil en tres unidades superpuestas. Pero ser ahora un mecanismo ms complejo que el americano, pues, a l ligar esrraLificacin interna y brise-solRil, el edificio queda sa-cudido y activado desde dentro, dando pie a una forma ms com-pleta de entender el mecanismo nietzschiano, que se apodera tricli-mensionalmente del rascacielos.

    Este ahora conforma un artefacto solidificado en la lgica repe-titiva de rascacielos: recoge de la estratificacin de la seccin, de los estmulos topogrficos, del rito de subir, alejarse y dominar, la energa capaz de contradec ir la isotropa, la u11idireccionalidad y la universalidad de sus anteriores prototipos. El brise-soleil proyecta to-dos estos estmulos al exterior, cristalizndose en l, corno manifes-tacin ltima de la presencia fsica del rascacielos, cuantas investi-gaciones - tcnicas, geomtricas, geogrficas, biolgicas- han ido acumulndose a lo largo del tiempo.

    Toda la composicin del edificio se organiza sobre la base de una geometra de raz urea: e l doble cuadrado. La dificultad del cartesiano entre repeticin )' proporcin se resuelve no ya con la superposicin a /Jostniori de un trazado ureo sobre la fachada, sino con la delerminacin de la planta, e l alzado y la seccin desde un mismo instrumento geomtrico que en su proporcionalidad evita posteriores contradicciones con la repeticin matemtica de pisos o con la ley geomtrica de la retcula estructural: haciendo entrar en resonancia los elementos estructurales con la composicin u-rea de su cerramiento.

    Mediante este dispositivo, el mise-sol/ deja de ser en Argel un e lemento tcnico relativamente ortopdico, dependiente exclusiva-mente de la incapacidad del vidrio para dar una respuesla energ-tica congruente, )' se instrumentaliza proponindose como piel po-lencial de sombras que revela al exterior los elementos de la topografa con los que se relaciona y a los que se orienta e l rasca-cielos. Varios trazados se superponen en Argel al esquema tripar-t to de los sistemas de comunicacin vertical: un camino ascen-dente que liga acceso y cubierta y se prolonga en la antena, compuesto por la discontinuidad horizontal de una franja vertical del brise-soleil; el q_jo de ver lejos que mira y polariza la composi-cin hacia el puerto y e l mar; un ensanchamiento de las celdillas del /11ise-sofei,l en la direccin opuesta recogiendo la visin de las la-deras en las que se asienta la ciudad histrica (figura 9).

    El brise-soleil se convierte as en piel sensible que absorbe y uni-fica los estmulos internos y externos del rascacielos como defor-maciones, erupciones propiciadas por el mecanismo nietzschiano, superpuestas a la textura regular producida por la ley repetitiva del apilado vertical. Y al instalar esta compk~ja superposicin de est-

  • 14 TT;C.VU. \ 1 ilRQlTIH.'ll ll\

    --.

    t '

    ! ~--. ---.

    .

    - i..__,.-"' - -1 ...... ::.-:. ...

    E

    ..

    mulos -histricos, topogrfico!), mecnicos. procesionales- !)Obre la repeticin, el rascacielos aparece ahora transmutado en objeto nico y singu lar, ligado a un locus preciso, estratificado sobre l, conYertida definitivamente su condicin tcnica original en crea-cin topolgica, en invencin espacial.

    En este proceso de armonizacin de las tcnicas industriales, primero con las ciencias matemticas y gcomuicas, despus con las ciencias naturales }' la geografa urbana, han ido cayendo muchos de los ideales iniciales, clesvelando la inocencia o simplicidad positi-vista de las hiptesis de las que haban panido. La tipicidad del ob-jeto queda, cuanto ms, implcita: ser utilizable pero nunca utili-zada. La reproductibilidad del rascacielos queda reducida a una relativa universalidad del modelo, pero ste ser finalmente singular y puntual; el eje heliotrmico habr orientado el prisma haciendo olvidar su isomorfismo en favor de una abierta frontalidad; la fron-talidad replantear la indiferencia escalar de los primeros t:jemplos planteando el problema de la proporcin; la proporcin instalar recwsos compositivos sobre el cerramiento arre(erencial y abstracto del pan de verre; el pan de 11erre habr debido sustituir el ideal del muro neutralizan te por el /)lise-soleil al

  • l .A AJ'OR1i \ ClON TF:ORJ('.A DF: IR COIWl'Slfl?

    l O. 1.e Corbusicr: ConsLntcc.in geomtrica del Modulor.

    35

    Y al cruzarlo devolver a la geometra aquel poder sintetizador que ya haba anunciado en 1920, como traductora universal de to-dos los razonamientos analgicos que el discurso sobre la invencin abra en la arquitectura. El llrise-soleil habr servido para identificar la pertinencia de establecer un sistema ureo de proporciones sobre las tres direcciones del espacio que conforman el rascacielos. A par-tir ele esta ley tridimensional habr podido desarrollarse sin contra-dicciones la comple:jidad del programa desplegado. Contendr por tan to una ley universal capaz de dar respuesta a l antiguo conflicto entre repeticin y proporcin.

    Si mediante el proporcionado armnico de las dimensiones del brise-soleil se lograba la sntesis de Argel, el mismo instrumento geo-mtrico que haba materializado all el hrise-soleil d eba contener implcitos los mecanismos que permitiran extender esta aplicacin concreta a una metodologa general. Al reproducir las distintas operaciones sobre el doble cuadrado con las que Le Corbusier compuso las proporciones ureas de su brise-soldl de Argel, pueden descubrirse unos mismos procedimientos en el Modular y en el ras-cacielos lenticular: el hrise-soleil de Argel contiene, casi li teralmente, la construccin geomtrica a partir ele la cual Le Corbusier ind ivi-dualiz las dos series de Fibonacci que dieron lugar al Modular (fi-gura l 0). En su propuesta de replantear mediante este instru-mento numri.co la modulacin de toda la produccin industrializada estar presente aquella idea que naci de las Ciuda-des-Torres: la de explorar el rascacielos como paradigma, como lu-gar por excelencia d e encuentro entre industria y arquitectura, que revela en su propio devenir las reglas y principios de todo orden con los que proceder a la construccin de la ciudad moderna.

    El ciclo experimental se acaba aqu; tras e l proyecto de Argel el rascacielos corbusieriano concluye el proceso de revisiones propio de un proLolipo industrial y se torna en un saber adquirido que no admite posteriores rectificaciones.

    As, cuando tras la Segunda Guerra Mundial se desarrolle el episodio d e la sede d e las Naciones Unidas en Nueva York, Le Cor-busier creer estar asistiendo a una primera oportunidad de mate-rializar su Ciudad Verde en el midtown de Nueva York, la ciudad

  • ]() /'hC,\'/(' 1 J' ll