Taxonomía Especulativa

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TAXONOMÍA ESPECULATIVA Catálogo de especies Una investigación visual de: Esther Arocha y M.Laura Benavente Sovieri

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TAXONOMÍA ESPECULATIVACatálogo de especies

Una investigación visual de: Esther Arocha y M.Laura Benavente Sovieri

TAXONOMÍA ESPECULATIVACatálogo de especies

Una investigación visual de: Esther Arocha y M.Laura Benavente Sovieri

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ÍNDICE

32Representación

de datos

23Informe

de la investigación

24“Aquello

sobre lo que nos podemos poner

de acuerdo”

13Sobre

“Taxonomía especulativa”

33Pequeñas

pistas

34Documentación

gráfica

61Agradecimientos

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Taxonomía especulativaCatálogo de especies.

Una investigación visual de Esther Arocha y M.Laura Benavente Sovieri

Taxonomía especulativa se describe como un proyecto de investiga-ción dentro de las artes visuales, que partiendo del concepto de in-ventario trata de acumular a través de la fotografía tantos individuos de Tenerife como sea posible. La metodología planteada consiste en trasladar un plató fotográfico a una localización concreta, invitando a los habitantes de dicha zona a participar de un retrato colectivo, una representación del territorio a través del individuo; un muestrario de retratos que plantea la relación entre la imagen individual y la colecti-va, identificando el territorio como un paisaje aleatorio lleno de singu-laridades. Aislando al individuo de su entorno, se coloca al sujeto sobre un fondo neutro y aséptico, debe ser el mismo habitante el que genere su propio “background”. El banco de imágenes generado por dichas salidas de campo funciona por acumulación, así como por contraste. El documento fotográfico se convierte en un retrato global, del mismo modo que las imágenes contribuyen a la creación y legitimación de los valores culturales, explorando la dimensión visual como constructora de identidad, a la vez que se pone de manifiesto lo esquivo de la fotografía en su función de documento. Proponemos nuevas formas de lectura para este inventario antropológico, ampliando la definición de territorio y habitante, al sacar de contexto se señala el paisaje en el habitar.

En un momento en que cada vez se desdibuja más lo local, donde todo tiende a estandarizarse, consideramos necesario observar con de-tenimiento cómo se desdibujan los márgenes de estos cánones cultura-les. Sustituir los indicadores sociales basados en datos numéricos por una aproximación descriptiva y visual, que expone la superficie, la piel de los retratados.

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“Aquello sobre lo que nos podemos poner de acuerdo”

Ricardo Trigo Partiendo del marco conceptual que nos brinda Chus Mar-tínez en el texto “Felicidad clandestina. ¿Qué queremos decir con investigación artística?” publicado recientemente en el número 0 de la revista ÍNDEX1 propondremos un enfoque para entender la noción de investigación artística y aprovecharemos ese marco de referencia para poner en perspectiva el trabajo "Taxonomía especulativa, catálogo de especies" de Esther Arocha y M. Laura Benavente Sovieri.

A la pregunta: ¿Qué es la realidad? Anton Zeilinger, citado por Martí-nez en su texto, responde:“Aquello sobre lo que nos podemos poner de acuerdo”(pág 8). Desde ese punto, Martínez enfoca la responsabilidad del artista como un quehacer basado en la interrogación de la realidad. Ese quehacer se corresponde en cierta medida con el quehacer de los científicos, en tanto que la ciencia establece vasos comunicantes en-tre distintos saberes con el objetivo de ir dibujando un futuro. En ese sentido, la lógica de la ciencia-ficción es crucial para re-situar las sinergias de sentido generadas para la comprensión y re-invención de los parámetros constituyentes de la realidad. Ecuación que puede ser factible a partir de un salto a lo desconocido. Salto que puede pro-ducirse también hacia atrás, si tenemos en cuenta que una de las ca-racterísticas de la producción contemporánea ha sido leer el pasado con libertad, Martínez sentencia: “El sentido no emerge de la historia, sino de la ficción” (pág 10).

1 Revista ÍNDEX número 0. “Investigación artística, pensamiento y educación.” Edición Museu d’Art Con-temporani de Barcelona. Barcelona (MACBA) DL: B-43641-2010

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Para ella, es importante no confundir la práctica artística con una pra-xis de aplicación de un método, o como un acercamiento a partir de la apropiación del arte hacia diferentes lenguajes de las ciencias sociales, sino que debe entenderse como un cruce de saberes, que reviertan hacia una liberación del sentido, a una desestabilización de las categorías que ordenan nuestro sistema de conocimientos. Para describir ese fenóme-no Martínez se apoya en la noción de reverberación definida por Bache-lard: “...una imagen que plasma la relación de movimiento entre lógicas de pensamiento y métodos de trabajo que no tienen nada en común. De esta operación mental tan abstracta y difícil de determinar depende la aparición de otro tipo de pensamiento”(pág 11). En este sentido es interesante como Martínez resalta que para que se dé la reverberación es necesario utilizar la intuición, porque si no tan solo hablaríamos de una simple interdisciplinariedad entre ciencias predefinidas. De este panorama Martínez extrae que la tarea del arte no es la de establecer juicios de valor, sino la de generar vías de interlocución en el sí de ese nuevo pensamiento. Entenderíamos así la tarea de la investiga-ción artística como un gesto de “futuridad”(pág 11), como un ejercicio consciente hacia lo desconocido, que implica que la relevancia del arte

en la contemporaneidad es fruto de su libre e intuitiva forma de hacer interaccionar entre sí distintos campos de conocimiento históricamente departamentados. En este punto es interesante rescatar una reflexión de M. Laura Benavente durante el proceso de realización del proyec-to:“...Una vez con los pies en el terreno ha sido muy complicado sólo sacar las fotos, la gente es reacia y no entiende bien para qué es, mu-cho menos pedir información sobre ellos. Ahora con nuestra base de

“El sentido no emerge de la historia, sino de la ficción”

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imágenes pretendemos especular y entresacar nosotros esos datos...” Esta declaración representa contundentemente una determinada for-ma de trabajar, o más bien una determinada forma en la que el artista se ve obligado a trabajar. Esther Arocha y M. Laura Benavente utilizan, y en cierta medida re-inventan la información con la que se constituye el proyecto para dirigir sus contenidos a su antojo, y cabe pensar que sus planteamientos no se rigen siguiendo estrictamente disciplinas o metodologías como la estadística convencional. En ese sentido se en-tiende el antojo como un valor positivo, o como Martínez proponía, como la capacidad que tiene el arte para dibujar la realidad a partir de la transgresión de los recorridos donde el saber circula predetermina-damente.

Lo que en otra disciplina de conocimiento sería entendido como un fracaso o un error, se presenta en el arte bajo una lógica de otro or-den. Lo que hace que se frustre una determinada metodología de tra-bajo durante el proceso de un proyecto es entendido como un valor susceptible a ser interrogado. Al respecto, el artista e investigador Roc Parés2 comenta parafraseando a su amigo Derrick de Kerckhove: “We all quest (todos nos hacemos preguntas)”. Seguidamente Parés explica cómo muchas veces pensamos que el error en un proyecto de inves-tigación artística va a ser una respuesta y en realidad es interesante plantear ese error como una pregunta. A la pregunta, ¿ Puede un Atlas como “Taxonomía especulativa, catálogo de especies” analizar desde el arte un territorio determinado, a partir del registro fotográfico de una fracción de sus habitantes y de la extracción de datos a partir de sus registros fotográficos? Obviamente la pregunta tiene trampa, - no puede analizar, en tanto que el arte no maneja el reconocimiento de la verdad como discurso propio3. Sin embargo, como bien se anuncia en

2 Entrevista realizada a Roc Parés i Burguès. En http://www.gridspinoza.net proyecto impulsado por Hangar y el Centro de Investigación Biomédica de Barcelona en el que exploran procesos de investigación artística y científica. http://www.gridspinoza.net/mediabase/785 (13/05/2011).

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el título del proyecto, si puede especular. El caso es: 1. ¿Desde donde posicionamos esa especulación? 2. ¿Qué régimen de valor en relación a nuestra episteme4 le otorgamos a ese acto especulativo? La respuesta a la primera pregunta está clara: desde el arte. La respuesta a la segun-da pregunta abre un horizonte complejo en el que debemos revisar la función social del arte.

Nos podemos poner de acuerdo en que el arte es el terreno desde donde ir ejecutando piruetas hacia lo desconocido. Nos podemos po-ner de acuerdo en que la ficción es un proceso elemental a la hora de definir nuevas líneas de sentido para el hombre. Nos podemos po-ner de acuerdo en las buenas intenciones del arte por trazar encajes, choques y proyecciones cognitivas desde el epicentro de los saberes conocidos y validados. Pero no nos podemos poner de acuerdo en el reconocimiento del arte como saber en el si de la episteme actual, pese a la gran mayoría de tentativas estériles de la Institución y de la Uni-versidad. Al respecto, Parés5 piensa que posiblemente una de las ne-cesidades para fijar la investigación artística como saber socialmente validado sería asumirlo como saber intrínsecamente incoherente.

Sí nos podemos poner de acuerdo en que las cuerdas de sentido que unían el fondo con la superficie se han deshilachado y que la praxis del arte tan solo puede navegar por la superficie terrestre e inventarse

3 No podríamos imaginarnos como en una clase de historia de bachillerato un profesor explica a sus alum-nos la guerra civil Española, por ejemplo, a partir de un vídeo de Marcelo Expósito.

4 Entendemos el concepto de episteme según lo propuesto por Michel Foucault en 1966 “Las Palabras y Las Cosas. Una arqueología de las ciencias humanas” , ED, Siglo XXI Editores. 2008. Según Foucault, en los periodos históricos existen ciertas condiciones, sujetas a variaciones repentinas, donde la verdad, lo que es aceptable y lo que no lo es, forman parte de un sistema o conjunto de regularidades que acaban por unificar los discursos. http://www.gridspinoza.net/mediabase/785 (13/05/2011).

5 Ramón Salas. “Malos tiempos para la lírica” texto del catálogo: “Lo que nos queda de románticos” ED, Gobierno de Canarias. 2010 (pág 25).

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sus propias rutas de navegación, cabe entender que podemos asumir la tarea de esa nueva localización como una actividad susceptible a ser una potente herramienta colectiva de modos de relatar, útiles, sin dejar de asumir el sí de la condición humana como forma biológica inco-herente y contradictoria. Posiblemente la función de la investigación artística deba pasar por un proceso de reconocimiento y de ubicación como disciplina de saber, no ya tan sólo como práctica-termómetro para medir la fiebre de nuestra sociedad. Valga el proyecto aquí pre-sentado como la constatación de formas de hacer que se entretejen y proyectan en el sí de la realidad, que no plantean juicios de valor, sino que proponen nuevas formas de lectura.

Valga también que este proyecto sirva como una herramienta reflexi-va para la interrogación sobre el escenario conceptual que abre, referi-do a los usos y metodologías conocidas para estandarizar, canonizar y patronear los sujetos y saberes que habitan un determinado territorio. Invito al usuario de este catálogo a predisponerse para leer "Taxonomía especulativa, Catálogo de especies" como un ensayo visual, enfocado a tantear el esqueleto de lo que somos como colectividad, pero sobre todo, capaz de hacernos conscientes de cómo se articula su propio me-canismo a-disciplinar. Este modo de hacer es el mismo que transforma el proyecto en un gesto que no es fallido ni exitoso, sino que supone una aproximación a lo real que tan sólo desde el territorio del arte pue-de darse y a su vez tener sentido. Desde el saber del arte podemos ha-blar de singularidades y de diferencias, tanto de las que tienen que ver con las propias narrativas generadas, como de las que tienen que ver con las metodologías empleadas en su propia gramática. Es así como entendemos un proyecto como éste; como investigación artística.

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“Nos podemos poner de acuerdo en que el arte es el terreno desde donde ir

ejecutando piruetas hacia lo desconocido.”

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Informe de la investigación

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Formulación del problema¿Qué territorio? ¿Qué sociedad?

Ante la cuestión de acotar o definir conceptos como territorio o paisaje, así como de la dificultad para percibirlos o localizarlos, se plantea como método de investigación una descripción de estos a través del sujeto, observando si la sola imagen del habitante es capaz de generar relatos sobre las mencionadas problemáticas. Ésta es una aproximación poco habitual ya que son ámbitos habitualmente analizados desde un punto de vista geográfico, social, estadístico…

De esta manera, se propone la imagen como elemento capaz de relevar o complementar a estos indicadores; en definitiva la imagen fotográfica será el medio de disolución en la dicotomía individuo-territorio. Los objetivos de la investigación son exploratorios y descriptivos.

Rueda de Wallace

Lógica

Observación

Generalización Hipótesis

Indu

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Ded

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Aportaciones previas y marco conceptual

Fotografiar, acumular, entender: Las sociedades democráticas avanzadas se mueven bajo la lógica de la estandarización, aún así, las prácticas sociales son constantemente reformuladas; es por ello que podemos realizar lecturas a través de los individuos que nos muestran cómo su aspecto es definitorio de una cultura y un momento concreto, mostrando también de qué manera viven y se desenvuelven en un contexto socio-histórico determinado.

Los patrones e imágenes que se obtienen en este proyecto crean un panorama donde los sujetos van estableciendo un paisaje propio. Ésta información visual comienza a relacionarse entre sí, poniendo en con-traste unos sujetos con otros. Al tiempo que se va configurando, se des-cribe un espectro de sociedad ubicado en un tiempo y lugar concretos.

Al enfrentar el mapa de sujetos e interrelaciones visuales se intuye la idea de colectivo, es decir, de un “nosotros”, satisfaciendo la necesidad de reconocimiento en los otros. El imaginario funciona como espacio de construcción de la identidad de un colectivo; este imaginario de los modos de vida actuales, donde la apariencia y la imagen se confunden con el ser, dejando paso a una representación de la colectividad que deriva en identidades fotografiables, por tanto definibles, significantes.

Aunque tratada desde la perspectiva del documento, la fotografía no puede huir de su dimensión visual. El sujeto y su representación se convierten en un potente comunicador. En este caso la imagen vie-ne inevitablemente vinculada con la estética retratista que posee una larga tradición en la fotografía. Además, este tipo de imagen posee un marco formal y conceptual con antecedentes en proyectos fotográficos como “Rostros de nuestro tiempo” o “Hombres de nuestro tiempo” de August Sander, un vasto catálogo de retratos tomados a lo largo de numerosos años que constituyen el testimonio de una época.

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Taxonomía especulativa trata de vincularse con esa tradición sin te-ner que fotografiar el contexto de los retratados, sin dar pistas sobre su procedencia, descontextualizando al sujeto, suprimiendo su fondo; aunque existe una pretensión de que estas imágenes sean descriptoras de este marco ausente. Por otra parte, al reunir y vincular la suma de todos los retratos se enlaza con investigaciones como la realizada por Hilla y Bernd Becher. Esta fotografía se centra en recalcar tipologías y da importancia a la pertenencia a un conjunto de imágenes, eviden-ciando así la función de una imagen dentro de un grupo, uniendo con-ceptos de archivo fotográfico e inventariado a través de la imagen.

Aunque se retrate al individuo, el proyecto hace alusión a la colectivi-dad en su formalización, considerando que en la suma de los retratos y en la relación entre los mismos es donde se ubica la verdadera dimen-sión de estos. Se asume la imagen como descriptora de géneros huma-nos, como constructora y catalogadora de arquetipos y tipos. Tipos que hablan tanto de generalidad como de especificidad, de pluralidad e individualidad simultáneamente.

Estrategias de la investigación y preparación de los recursos El proyecto requiere del uso de material de estudio fotográfico en ex-teriores, lo que conlleva una serie de requisitos técnicos y formales en formato de rápido montaje-desmontaje y de fácil traslado (el estudio portátil consta de una carpa plegable con paredes de loneta, dos cam-panas difusoras, cinco trípodes, un portafondo portátil con un rollo de fondo blanco, dos flashes de estudio de 500W de potencia, una alfom-bra y una cámara).

Cuando se cumplen estos requisitos se llevan a cabo las tareas de re-presa fotográfica en el estudio portátil. Se realizan con una iluminación que se ajusta a un esquema preestablecido y que ha sido previamente

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diseñado y probado en un estudio de interior. Es fundamental para preparar el aspecto formal una iluminación adecuada a la finalidad de los documentos generados: una luz uniforme, global y neutra que con-fiere el aspecto propicio para el objetivo de las imágenes.

Todos los aspectos técnicos de la investigación han sido predetermi-nados al comienzo del estudio y se mantienen durante todo el trabajo de represa fotográfica.

Las situaciones donde se emplaza el estudio y la cantidad de salidas de campo se define en gran parte por los trámites burocráticos, una se-lección natural que viene determinada por la tramitación y concesión o denegación de los permisos requeridos en cada zona (aunque en un inicio se plantea un mapa radial, siendo Santa Cruz la zona cero y se aumentaba la superficie de análisis en círculos concéntricos). A la hora de realizar las solicitudes prima el área, intentando abarcar la mayor superficie posible de la isla (se envían solicitudes a Santa Cruz, La La-guna, Tegueste, Puerto de la Cruz, La Orotava, Icod de los Vinos, Can-delaria, Güimar y Granadilla …). No se discrimina entre instituciones públicas o privadas y prevalecen las solicitudes enfocadas a lugares con alta afluencia de transeúntes.

Técnicas de recopilación de datos

Fase exploratoria El diseño metodológico para la obtención de los datos consiste en abarcar al mayor número posible de sujetos: no se rechaza ninguna de las fotografías obtenidas, no hay selección ni de sujetos, ni descar-tes en el banco de imágenes. No hay ninguna intervención subjetiva. Los sujetos que participan del proyecto son fotografiados de frente, de tres cuartos y de perfil, en un plano fotográfico de tres cuartos o plano americano.

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Todo aquel que accedió a ser fotografiado formó parte del proyecto automáticamente, la técnica de obtención de datos y su discrimi-nación es, por tanto, mediante la observación de los documentos generados a posteriori. El proyecto se desarrolla a pie de calle, en un trabajo de campo que requiere del trato directo con los sujetos susceptibles de ser retratados, que son informados in situ de que su imagen será tomada en consideración para un análisis del territorio a través del individuo.

Las primeras convocatorias se realizan con llamamientos a la par-ticipación mediante redes sociales. Las siguientes se realizan zonas públicas al aire libre de diferentes localidades donde el viandante se encuentra sin previo aviso con el proyecto. En estos casos hay un acer-camiento a los individuos que rondan las inmediaciones del estudio portátil, explicando brevemente el objetivo de dicha investigación e in-vitando a participar de la misma, obteniendo todo tipo de reacciones, que abarcan diferentes niveles de implicación.

Se perciben muy diferentes reacciones ante la idea de ser fotogra-fiado, así como a que su imagen forme parte de un retrato colectivo, o de estar expuesto junto a otros retratos. Es remarcable la tendencia generalizada a un tipo de reacción dependiendo de la zona donde se realiza la recopilación de imágenes, así como patrones de comporta-miento similares dependiendo del rango de edad o “clase”.

Trabajo de Gabinete Una vez dada por finalizada la fase de represa, aunque comprendien-do que este es extensible tanto como se desee ampliar el proyecto, se organizan una serie evaluaciones de las muestras obtenidas. En una primera fase, se analizan sujetos destacados por encajar en tipologías reconocibles. Manejando la colección de imágenes se sistematiza y or-ganiza creando relaciones entre algunos de los retratados.

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Se valora la función del retrato colectivo y se extraen de él ciertos sujetos que, poniéndose en relación con otros, generan una narración más amplia y acentúa el simbolismo de su imagen. Se parte de la imagen como descriptora de géneros humanos, como constructora de arquetipos y tipos de acuerdo a normas culturales. Se trata entonces de poner en consideración algunas tipologías en relación con otras por contraste o similitud, por relación formal o conceptual tratando de maximizar el contenido significante de su propia imagen social y cultural.

Concretamente, se hace alusión al imaginario en torno al turista y al sujeto que mejor representaría lo “local”. Esta característica del sujeto como representante de lo local en el territorio de Tenerife, se manifiesta por características diversas uniéndose en varios casos los rasgos físicos y morfológicos con la indumentaria del fotografiado. Se emparentan también sujetos sin similitudes en sus rasgos físicos pero relaciona-bles por su atuendo, señalando así la importancia de la representación del sujeto en relación con su vestimenta. También se hayan relaciones de empatía, señalando características psicológicas del retratado, como su actitud corporal frente a la cámara, encontrando aquí nexos inter-generacionales que también se destacan como significativos, lo que refuta ciertas preconcepciones por las que se suelen adjudicar algunos comportamientos a determinados rangos de edad.

Derivas de la ausencia(No sabe / No contesta)

El estudio está sujeto a múltiples limitaciones que se asumen como parte misma del retrato colectivo.

En el hipotético ejercicio de fotografiar a toda la población; desde que el retrato comienza hasta que finaliza, se incorporan nuevos sujetos, nuevos nacimientos y habitantes, así como otros tantos se desplazan,

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dejan de habitar el espacio estudiado o fallecen. Se pone de manifiesto lo esquivo del momento presente que se pretende retratar y la inevita-ble intervención del azar.

En el terreno de lo real y durante la fase de represa fotográfica tam-bién de el caso de sujetos que no desean ser retratados, dando lugar a una pregunta sin respuesta; se puede interpretar esa negativa como un equivalente al extendido “no sabe, no contesta”, más propio de estudios estadísticos. Un ángulo ciego, que no por no estar fotografiado deja de significar en la representación global. Estas ausencias son tan significa-tivas como las presencias.

Se trata entonces de tomar una muestra, de extraer con un gotero una parte que pueda funcionar como sección representativa del resto. Cuanto más amplia sea esta muestra mayor será la calidad del banco de imágenes, ampliando así el espectro reflexivo.

Conclusiones 276 imágenes-sujeto conforman el panorama de Taxonomía. Un inventario que funciona como muestra, tanto como diorama, dando paso a un sujeto que se configura como entorno, es decir, como paisaje de su propio territorio.

El territorio se modifica y reconfigura, de igual manera que los habitantes del mismo se transformarán para terminar de identi-ficarse y enmarcarse en él. Una sociedad es una organización de significaciones concretas y particulares, directamente influidas por su contexto, pero no solamente como efecto de éste, sino también como parte formal del paisaje mismo. Taxonomía especulativa pretende que el territorio funcione de manera autoreferenciante, extendiendo una retícula de sujetos explorando la dimensión visual del individuo como parte del paisaje. Entendido como aquello que forma parte

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en nuestro campo visual al observar un territorio, el paisaje no solo hace referencia a la geografía, sino también al entorno social como configurador de éste.

Finalmente el proyecto consigue disponer coordenadas socio-cultu-rales mediante el inventariado de los habitantes de las localidades ex-ploradas. Dando pistas de los sujetos y sus modos de vida, poniendo en relación las identidades, tipos y singularidades del individuo. Acu-mular una cantidad significativa de retratos demuestra explorar y re-presentar un área definida mediante su población, como un ejercicio revelador en la compresión de un territorio.

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Visitantes

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Santa C

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Individuos por sesión fotografica

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Agradecimientos

Esther Arocha y M. Laura Benavente Sovieri expresan su agradecimiento a:

La Fundación Canaria MAPFRE GUANARTEME, La Universidad de La Laguna, Los Ayuntamientos

de La Orotava, de Candelaria, de Icod de Los Vinos, Laboratorio Tencolor, Cuadros Torres y

El Generador.

Y en especial a :

Adrián Alemán, Manolo Cruz, Betel Alemán, nuestros compañeros de El Apartamento, todos

los fotografiados y los que de una forma u otra han tomado parte en proyecto.

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