Taller Estrategias de educación somática aplicadas a la ... · el método aborda directamente a...

15
Taller Estrategias de educación somática aplicadas a la educación dancística Basado en el Método Feldenkrais® Guía Teórica Derechos Reservados - Movimiento Inteligente®

Transcript of Taller Estrategias de educación somática aplicadas a la ... · el método aborda directamente a...

Taller

Estrategias de educación somática

aplicadas a la educación dancística

Basado en el Método Feldenkrais®

Guía Teórica

Derechos Reservados - Movimiento Inteligente®

_________________________________________

Índice

Taller __________________________________________________________ 1

El Cuerpo Consciente _____________________________________________ 3

La Educación Somática ___________________________________________ 4

El Método Feldenkrais® ___________________________________________ 5

Moshe Feldenkrais _____________________________________________________ 6

Modalidades del Método Feldenkrais® ____________________________________ 7 Autoconciencia a través del Movimiento® ________________________________________ 7 Integración Funcional® _______________________________________________________ 9

“La mano es un órgano para acariciar” _____________________________ 10

Autoconciencia: el DARSE CUENTA _______________________________ 11

Feldenkrais® y las artes escénicas __________________________________ 13

Estrategias somáticas ____________________________________________ 14

Bibliografía en español ___________________________________________ 15

El Cuerpo Consciente

Tú estás ahora sentado leyendo estas páginas. ¿Eres conciente de la manera en que

estás sentado? ¿Tienes las piernas cruzadas? ¿Descansas más el peso del cuerpo de un

lado de la pelvis que del otro? ¿Dónde tienes los hombros? ¿Está tu cabeza en el centro o

inclinada hacia un lado? ¿Se mueve tu cabeza a medida que avanzas en el texto? Lleva tu

atención a tu respiración. ¿En qué momento inhalas y en qué momento exhalas?

Lleva la atención a ti mismo para simplemente observarte, sin modificar nada.

Tú eres conciente de estar leyendo estas líneas, pero ¿eres también conciente de cómo

lo haces? Mientras lees, tal vez no seas conciente de tu postura y los movimientos

involucrados en esta lectura.

Al no saber cómo hacemos las cosas, al carecer de autoconciencia, actuamos de manera

ineficiente en el mundo. Hay hábitos corporales y de movimiento, en definitiva de uso de

uno mismo, más eficientes que otros, en el sentido de que nuestra acción sea coherente

y concrete nuestra intención. Esto hábitos provocan a la larga disfunciones corporales,

emocionales y cognitivas.

Es a través de experiencias como la descrita antes que trabaja la educación somática,

con el objetivo de incrementar el sentido kinestésico y el propioceptivo para actuar de

una manera óptima y placentera con esfuerzo mínimo.

La Educación Somática

Popularmente hemos adoptado la idea de que lo “somático” es lo que tiene que

ver exclusivamente con el cuerpo, enmarcado este pensamiento en la idea de que

cuerpo y mente (psique) son dos cosas distintas. Expresiones como “somatizar las

preocupaciones” y “tener una enfermedad psicosomática” son manifestaciones

populares de lo arraigado de esta idea, y culturalmente han establecido un

paradigma en el que entendemos al mundo y a nosotros mismos a partir de la

división del cuerpo y la mente.

Hace un par de décadas, el concepto de la somática comenzó a ser reformulado, buscando

retomar la visión de Hesíodo, unos siete siglos antes de Cristo, de que el soma es “el

cuerpo vivido”.

Thomas Hanna, precursor de la nueva somática, definió a ésta como “el arte y la ciencia

de los procesos de interacción sinergética entre la conciencia, el funcionamiento

biológico, y el medio ambiente”.

De manera formal, la educación somática es un “campo disciplinario en emergencia que se interesa en el movimiento del cuerpo dentro de su ambiente, en la conciencia corporal propiamente dicha y en la capacidad de ese cuerpo vivido para educarse en tanto que cuerpo vivido. Este campo se sitúa en la intersección de las artes y de las ciencias que se interesan en el cuerpo viviente, y es[tá] dentro de los dominios de la salud (rehabilitación, psicología, actividad física), del desempeño deportivo, (entrenamiento y competencia de punta), de las artes y (de la interpretación y de la creación), de la filosofía (incorporación del espíritu, constructivismo), de la educación y de la enseñanza en general (bases corporales concretas del aprendizaje) y aún más dentro de los dominios más de punta como la fenomenología, la biomecánica, la meditación, la biología y la sistémica, las ciencias cognitivas y las ciencias del movimiento ("movement sciences"). Esta lista

impresionante de tangentes disciplinarias demuestra bien la complejidad del nuevo dominio en emergencia.” (Joly, 2001).

A diferencia de una terapia o de un sistema de ejercicios la educación somática es un camino que permite que el ser humano descubra su propio percibirse en movimiento, comprendiendo cómo hace lo que hace, generando opciones y eligiendo las más cómodas y eficientes para su desempeño en el mundo.

Dice el psicólogo quebense Yvan Joly, entredador del Método Feldenkrais®, que "el arte de la ciencia de los educadores somáticos no reside en la patología y la sintomología, la etiología y la sanación, sino en el proceso de aprendizaje sensomotor, el desarrollo del potencial kinestésico y descubrimiento, dento del movimiento, de las mejores opciones estratégicas".

Algunas técnicas de educación somática son la Técnica Alexander, Eutonía, Antigimnsia, Body Mind Centering, Bones for life, Hanna Somatics y por supuesto el Método Feldenkrais

El Método Feldenkrais®1

Feldenkrais® es un método de educación somática

que promueve un uso óptimo de nosotros mismos a

través de la re-educación del sistema nervioso.

Usando como vía de acceso el movimiento y la

atención dirigida, emprendemos un viaje a la

autoconciencia, para conocer cómo nos movemos, es

decir, cómo hacemos lo que hacemos, y así modificar

lo que deseemos.

Al aprender a percibirnos en movimiento,

comprendemos el modo en que hacemos lo que

hacemos, recuperando la experiencia en el cuerpo

vivido y su capacidad de re- educarse, aprendiendo a

diferenciar los patrones sanos de los que no lo son,

pudiendo generar así nuevas opciones de movimiento

y de acción más eficientes y cómodas.

Así, se aprovecha el poder del cerebro de mejorar la salud y el bienestar corporal, ya que

el método aborda directamente a quién comanda todo movimiento: el sistema nervioso.

1 "Feldenkrais®, Método Feldenkrais®, Integración Funcional® y Autoconciencia a Través del

Movimiento® son marcas registradas y de uso exclusivo de maestros certificados que han realizado

un entrenamiento profesional en el Método Feldenkrais®"

Al practicarlo, el alumno aprende a actuar en el mundo con el mínimo esfuerzo y la

máxima eficiencia, viviendo así una vida más placentera y confortable, con mayor

creatividad y espontaneidad.

El Método Feldenkrais® propone una concepción sistémica, ecológica del ser humano, en

donde se utiliza el movimiento, para mejorar la acción de la persona.

Propone re-aprender un mejor uso del cuerpo en movimiento en el campo de la fuerza de

gravedad a través de la autoconciencia. Esto permite a quien lo practica optimizar el uso

de sí mismo en cualquier acción. En palabras del propio Moshe, “consideradas todas las

funciones como una manifestación del sistema nervioso, el método Feldenkrais tiene una

aplicación universal.” (Feldenkrais, 1975)

Moshe Feldenkrais

Este método lleva el nombre de su creador, Moshe Feldenkrais, quién nació en Rusia en 1904. En 1918 emigró a Palestina, todavía bajo mandato inglés, dónde aprendió diferentes técnicas de autodefensa, y desarrolló una técnica de autodefensa más eficiente que la que usaban hasta entonces. En 1919 se lesionó la rodilla izquierda jugando al fútbol, lo quele obligó a una larga convalecencia, y le dejo una molestia constante.

En 1930 Feldenkrais viajó a Paris donde estudio

ingeniería eléctrica y mecánica. Se doctoró en Física

en la Sorbona. Investigó junto a Frédéric Joliot-Curie (premio Nobel de Química 1935).

Estudió Judo, convirtiéndose en el primer occidental en recibir el cinturón negro en 1936. Funda la primera escuela de Judo de Europa, que funciona hasta el día de hoy.

En 1940, cuando los alemanes invadieron Paris, huyó a Inglaterra. Allí trabajó en el departamento científico del Almirantazgo inglés. Sus problemas de la rodilla se acentuaron y, al no darle la medicina tradicional una opción de recuperación, empezó a trabajar consigo mismo, obteniendo resultados notables y comenzando así a desarrollar el método que llevaría su nombre.

Aplicó el rigor de su práctica científica al estudio de la fisiología del comportamiento humano y mecánica del movimiento. A partir de los años cincuenta se dedicó exclusivamente a seguir desarrollando y perfeccionando su método, influenciado por el judo, la yoga, la física, la biomecánica, la neurociencia, la acupuntura, el Talmud, las teorías de Piaget-Wallon, el trabajo de G.I. Gurdjieff,H. Jakoby y muchos otros.

Moshe Feldenkrais practicando judo

Al término de la Segunda Guerra Mundial volvió a Israel. A finales de los años cincuenta su obra comenzó a ser conocida en Europa y USA. De 1969 a 1971 formó a los primeros trece profesores en su método. En 1974 impartió un entrenamiento profesional en Esalen, USA, y en 1980 otro en Amherst, USA.

Ha trabajado en todo el mundo con las más diversas personas, desde artistas famosos como J. Menuhin o Peter Brook, políticos, como el Primer Ministro de Isarael, David Ben Gurion, hasta recién nacidos con parálisis cerebral, y todo tipo de personas interesadas en aprender más de si mismos y mejorar.

Murió en 1984.

Modalidades del Método Feldenkrais®

Autoconciencia a través del Movimiento®

Durante las lecciones grupales de Autoconciencia a través del Movimiento® el instructor

dirige verbalmente las secuencias y las combinaciones de movimientos, que el alumno

va construyendo según su autoimagen y sus propias posibilidades.

“Se dirige la atención del alumno para que pueda apreciar hasta el más mínimo detalle

que se escapaba a su conciencia, mejorando la facultad de diferenciación, de tal forma que

es capaz de apreciar mejor los detalles de sí mismo y de su entorno, para ser conciente de

qué hace, no de qué dice o cree hacer.” (Feldenkrais, 1975)

En consecuencia, la autoimagen comienza a expandirse y mejorarse, y el alumno

desarrolla durante la lección un profundo contacto consigo mismo que puede recuperar

luego en su vida cotidiana.

Al mejorar la capacidad de movimiento y la postura, mejora integralmente la persona, ya que al encontrar por ella misma nuevos patrones de movimiento, en un proceso autorregulador, encuentra nuevos patrones de acción, que conllevan un mejoramiento emocional y cognitivo.

El alumno, durante una lección de Autoconciencia a Través del Movimiento®, realiza los movimientos sólo dentro del rango de su propia comodidad, sin forzar, haciendo únicamente el mínimo esfuerzo requerido, respetando sus propios limites, quedándose en el espacio en el cual la calidad de su movimiento es placentera y estéticamente agradable para sí mismo. De esta forma, poco a poco a lo largo de las sesiones, el alumno aprende a tratarse con amor y respeto.

De igual manera, el contexto que crea el instructor es de seguridad y respeto, permitiéndole al alumno acceder a esas experiencias en un ambiente de confianza.

La práctica del Método nos ayuda a observar las funciones básicas del movimiento, funciones como flexión, extensión, rotación, etc. El desarrollo y la combinación de estas

funciones nos permite realizar otras más complejas, como caminar, saltar, sentarnos, etc.

Así, si mejoramos las funciones básicas, podemos mejorar cualquier función que hagamos en la vida cotidiana construida sobre éstas. Por eso el Método proporciona aprendizaje tanto a un atleta de alto rendimiento como a una persona con dificultades neurológicas, a un artista o a un oficinista.

Integración Funcional®

Estas lecciones son individuales y se

diseñan según las necesidades

particulares de cada alumno. A partir

de un contacto manual suave y preciso

la persona aprende a generar nuevas

posibilidades de movimiento.

Esta modalidad permite revertir o disminuir muchos procesos degenerativos de funciones,

así como abordar satisfactoriamente problemas neurológicos y músculo-esqueléticos.

En la Integración Funcional® se aplican las mismas ideas que en las clases de

Autoconciencia a través del Movimiento®, pero con la ventaja de la atención

personalizada.

Mediante un toque suave, no impositivo ni coercitivo, le permite a la persona ir

integrando, sumando distintas partes de si misma en su acción en el mundo.

Nos dice Diana Romano: “Se trata de observar, mediante los toques, la disponibilidad que

presenta el alumno para los movimientos: por ejemplo, cómo gira la cabeza, cómo

conectan su pierna con su cadera, o la columna con la cabeza, cómo respira. Es decir, se

verifica la fluidez en las funciones, con el objetivo de evaluar cuales de ellas no se

encuentran lo suficientemente desarrolladas, y poder, entonces, trasmitirle a la persona,

también con las manos, la información que posibilite esas conexiones que deben ser

potenciadas”

En palabras del propio Feldenkrais: “La Integración Funcional recurre a los más antiguos

elementos de nuestro sistema sensorial: el tacto, las sensaciones de empuje y de

presión; la calidez de la mano, la suave caricia que proporciona. La persona se concentra

en percibir el tono muscular decreciente, la respiración cada vez más profunda y regular,

la soltura abdominal y la mejor circulación en la piel. Percibe los esquemas más primitivos,

conscientemente olvidados, y recuerda el bienestar de un niño en crecimiento”.

Los toques son seguros y respetuoso, no se pretende corregir ni imponer nada,

reconociendo en el alumno un ser único y diferenciado, que tiene todos los recursos para

desarrollar su potencial, que aprende a su propio ritmo y toma sus propias decisiones de

qué le cabe y que no le cabe a si mismo.

Al igual que en las clases de Autoconciencia a través del Movimiento®, se trabaja

con el mínimo esfuerzo, con suavidad y delicadeza.

“La ley física de Weber-Fechner afirma que la reducción de los estímulos permite

aumentar la sensibilidad del sistema nerviosos. Con esta idea rectora, los toques suaves en

el esqueleto permiten establecer una conexión sensorial muy potente con dicho sistema.

El aumento de la sensibilidad coincide con el incremento de la libertad perceptiva, y esto

contribuye a la creación de un espacio privilegiado para el aprendizaje” (Romano, 2003)

De esta manera, si percibimos más, podemos observar mejor cómo hacemos lo que

hacemos, y así poder cambiar lo que se necesite para hacer lo que queramos hacer.

“La mano es un órgano para acariciar” Dr. Humberto Maturana

Autoconciencia: el DARSE CUENTA

Moshe Feldenkrais denominó a sus lecciones “Awareness through movement”. En

español no hay una palabra exacta que para awareness, así que usamos autoconciencia,

en el sentido de “darse cuenta”.

De este modo, cuando en una clase nos damos cuenta de cuál es la manera más fácil,

cómoda y segura de doblarnos, o de girar para alcanzar un objeto, o de estar de pie, la

adoptamos para nuestra vida cotidiana, no haciendo uso de la voluntad de cambiar, sino

de la elección conciente de qué es lo mejor, lo más acorde a nuestro potencial humano.

Algunas veces se traduce awareness como “conocimiento”, en el sentido de que uno

sabe que sabe. Para Feldenkrais ”conocimiento (awareness) es conciencia junto con la

comprensión de que lo que sucede dentro de ella o de lo que ocurre en nuestro interior

cuando estamos plenamente concientes” (Feldenkrais, 1985)

Para Thomas Hanna, conciencia y autoconciencia están íntimamente ligadas al soma y

son parte de la función del aprendizaje seso-motor.

El sentido kinestésico es nuestro aliado a la hora de percibirnos a nosotros mismos en

acción. Tenemos terminales propioceptivas en todo el organismo que nos dicen dónde

estamos respecto a la gravedad, en qué posición, y nos dan información sobre actividad

muscular, esqueletal, cambios de temperatura, etc.

Afinando este “sexto sentido”, aprendemos a percibir y eliminar los movimientos

innecesarios, lo cual nos permitirá ajustar nuestra acción para que sea exitosa.

percibimos – ajustamos- percibimos- mejoramos la acción

¿Y qué entendemos por acción exitosa? Una acción que sea congruente con nuestra

intención, en donde todo nuestro ser vaya en la misma dirección, sin tensiones

innecesarias, ni motivos cruzados, ni esfuerzos extras. Una acción que nos permita

concretar nuestros más anhelados sueños.

Feldenkrais® y las artes escénicas

Estractos de Movement for Actors de Alan Questel. Publicado originalmente en Allworth Press, NYC, en julio de 2002. Reimpreso con autorización de Allworth Press. Traducción de Ernesto Cortés para Movimiento Inteligente autorizada por el autor. Publicado en español en la revista Memorias de Teatro nro 4, por la Fundación Festival de Teatro de Cali, Cali, Colombia, enero 2009.

Además de las posibilidades de desarrollo personal que ofrece a todo el mundo, este

método tiene varias aplicaciones significativas para el actor, siendo la primera “la afinación

del instrumento”. La mayoría de los actores gastan una buena cantidad de tiempo

poniéndose en forma o aprendiendo a moverse de la manera en que piensan que deberían

(o peor aún: como alguien más piensa que deberían). Este tipo de entrenamiento tiene su

lugar, pero ofrece una comprensión muy limitada de lo que realmente está disponible para

nosotros en términos de verdaderamente afinar nuestro instrumento. La manera en que

nos usamos a nosotros mismos está tan intrínsecamente relacionada con nuestros hábitos

que entre más nos ejercitamos, más nos convertimos en lo mismo. Cuando adoptamos un

estilo particular de movimiento, tendemos a “vestirnos” con éste, y muy a menudo a

necesitar una buena cantidad de energía para mantenerlo. Al final, de hecho comenzamos

a reducir nuestro rango expresivo.

En mi idea, “afinar el instrumento” es prepararse para actuar en cualquier obra. Tal vez

sea aún más certero decir que esto es ser capaz de ser cualquier tipo de instrumento,

según la necesidad que se presente. El cuerpo, como una fuente de expresión, es tan

reconocible por otros que podemos ver la silueta de alguien a la distancia y saber quién es.

Lo que queremos es la habilidad de producir un cambio lo suficientemente significativo

que no seamos reconocidos – y al mismo tiempo ser capaces de habitarnos

completamente a nosotros mismos.

Estrategias somáticas

Ir lento

El ir lento nos permite identificar los patrones de movimiento. Podemos

así darnos cuenta de cómo hacemos lo que hacemos e interrumpir la

acción si es molesta o si desvía de la atención. Cuando estamos

aprendiendo, ir lento es fundamental para reforzar el aprendizaje.

Prestar atención

La atención es la herramienta fundamental del método Feldenkrais (y

también de muchas prácticas de desarrollo personal y espiritual). El

ingrediente de la atención en el movimiento es lo que permite que no

sean solo movimientos “del cuerpo”, sino que se acceda al cerebro y a

toda la persona.

Introducir variaciones

Vivimos, nos movemos, nos conducimos en base a nuestros patrones. Son

necesarios para la vida, pero si estamos demasiado apegados a ellos

nuestro cerebro “se apaga”. Al introducir variaciones, despertamos,

involucramos partes de nosotros olvidadas, y nos llenamos de vitalidad.

Sin esfuerzo

Cuando algo toma mucho esfuerzo, es porque no estamos haciéndolo de

manera orgánica. Sin embargo, la nuestra es una cultura del esfuerzo, y así

hemos sido educados. Tenemos que re-entrenarnos para diferenciar la

fuerza justa del esfuerzo innecesario que solamente agota y desgasta.

Que el movimiento se sienta bien

Tenemos (somos) un cuerpo y un cerebro maravillosos, capaces de hacer

cosas increíbles cuando los usamos de manera adecuada. Y la guía hacia

ello son nuestras sensaciones. Si algo se siente incomodo, forzado,

molesto, entonces no es una acción ejecutada de buena manera. Si se

siente fluido, armonioso, aunque tal vez no habitual o conocido, entonces

es buena idea seguir por ahí. Al practicar nuestras sensaciones de bien-

estar incrementamos de hecho nuestro bien-estar.

Bibliografía en español

Dávila, X; Materna, H; (2008) Habitar Humano. Santiago de Chile: Instituto Matríztico

Feldenkrais, M. (1992) La dificultad de ver lo obvio. Buenos Aires: Paidós

Feldenkrais, M. (2005) La autoconciencia del cuerpo: el caso de Nora. México: Grijalbo

Feldenkrais, M. (1985) Autoconciencia a través del Movimiento. Barcelona: Paidós

Feldenkrais, M. (1995) El poder del yo. Barcelona: Paidós

Feldenkrais, M. (1949) Body and Mature Behavior

Hanna, T. (1988) Somatics. USA: Perseus Books

Joly, Y. (2004) La investigación y la práctica del cuerpo vivido: un punto de vista por el Método Feldenkrais® de Educación Somática. IFF Academy Feldenkrais Research Journal 1

Joly, Y. (2008) Educación Somática. México: UNAM

Levine, P. (1999) Curar el trauma. Barcelona: Urano

Masters, R; Houston, J. (1991) Las voces de nuestro cuerpo. Buenos Aires: Planeta

Maturana, H; Varela, F. (1984) El árbol del conocimiento. Santiago de Chile: Universitaria

Pkler, E; (1985) Moverse en libertad. Madrid: Narcea

Romano, D. (2003) Introducción al Método Feldenkrais. Buenos Aires: Lumen

Varela, F y otros. (1992) De cuerpo presente. Barcelona: Editorial Gedisa

Zemach-Bersin, D y K; Reese, M. (1996) Ejercicios de relajación. Barcelona: Paidós