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Taller básico: Progresismo y Liderazgo Formación Juventudes VP 2012 La siguiente guía te ofrecerá elementos esenciales para tu formación como activista de Voluntad Popular. Profundizarás tus conocimientos sobre progresismo, y aprenderás herramientas que te ayudarán en tu rol como líder. Formación para la acción.

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Taller básico: Progresismo y Liderazgo

Formación Juventudes VP

2012 La siguiente guía te ofrecerá elementos esenciales para tu formación como activista de Voluntad Popular. Profundizarás tus conocimientos sobre progresismo, y aprenderás herramientas que te ayudarán en tu rol como líder.

Formación para la acción.

Taller básico: Progresismo y liderazgo. Página 2

Tabla de contenidos

1) PROGRESISMO

Introducción: Página 3

Repaso histórico: Página 6

Identidad (Esencia) del progresismo: Página 7

Cosmovisión progresista: Página 7

Social 7

Política 8

Economía 9

Cultura 9

Progresismo y otras ideologías: Página 10

Progresismo y liberalismo 10

Progresismo y Socialismo 10

Progresismo y socialdemocracia 10

Progresismo para Venezuela: Página 11

2) LIDERAZGO

Algunos tips para el liderazgo: Página 12

Persuasión: Página 15

Recomendaciones para discursos: Página 18

Anexo

Argumentación

Refutación

Taller básico: Progresismo y liderazgo. Página 3

¿Qué es el Progresismo?

A manera de introducción

Breve repaso histórico

La identidad (esencia) progresista

La cosmovisión progresista

Progresismo y otras ideologías

El progresismo para Venezuela

A manera de introducción

El siguiente artículo busca ofrecer una conceptualización coherente sobre que es el progresismo,

pues la amplitud de esta corriente conlleva a confusiones y diferencias entre quienes se

consideran progresistas. Además, busca transmitir de manera sencilla que es el Progresismo, y

servir de guía para el desarrollo más profundo de dicha ideología en un futuro.

La razón de ser de este panfleto radica en la necesidad de proveer a Voluntad Popular de una guía

clara sobre el progresismo, el cual necesita ser claramente transmitido como nuestra ideología.

Un partido sin ideología es un partido sin identidad, incapaz de cohesionar a sus activistas en torno

a un pensamiento común, e incapaz de guiar las acciones del partido a lo largo del tiempo,

exponiéndolo al riesgo de diluirse con el paso de los años bajo un exceso de pragmatismo o la

existencia de corrientes irreconciliables.

Sin embargo, es necesario señalar que al día de hoy no existe una construcción ni base teórica

seria sobre que es el progresismo, ni en Venezuela ni en otros países, como sí la tienen otras

ideologías como la socialdemocracia, el liberalismo, el socialismo y otras. Por ello el siguiente

planteamiento es relativamente original al presentar el progresismo como ideología, basado en la

noción que se tiene del mismo en el mundo, como también en los valores y prácticas que ha

sembrado Voluntad Popular en su corta existencia.

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Breve repaso histórico

Para llegar a una noción concreta sobre que es progresismo, proponemos hacer un repaso de las

manifestaciones políticas tildadas como progresistas durante los últimos siglos. Esta revisión busca

colocar su foco de atención en eventos históricos que han sido denominados progresistas en los

últimos 400 años, pues a pesar que esta corriente ha sido utilizada para catalogar a una serie de

movimientos sociales e ideologías, las mismas comparten características comunes y una esencia

que les une.

Progresistas fueron aquellos que conquistaron el derecho a la propiedad privada, la libertad de

expresión y otras libertades políticas. Progresistas fueron las luchas laborales del siglo XIX en

contra de un sistema productivo explotador. Progresista fue Martin Luther King Jr. y el movimiento

afroamericano por los derechos civiles. Progresistas son definidas las luchas de hoy en día por

conquistar derechos de minorías sexuales, las luchas por los derechos ecológicos y los derechos

de pueblos originarios.

Para comenzar nuestro recorrido retrocederemos unos 400 años en la historia, pues es en este

momento histórico donde se da la modernidad, la cual fue identificada con la idea de progreso.

La modernidad fue un período histórico post-tradicional o post-feudal marcado por el cambio desde

el feudalismo hacia el capitalismo, la industrialización, la secularización y la racionalización. Lo más

importante a señalar aquí es que la modernidad se centró en la idea de progreso, la idea de que la

humanidad podía pasar de un estadio a otro mejor. En un mundo gobernado por la religiosidad y

la fe, la modernidad significó la exaltación de la humanidad y de su voluntad, cada quien

alcanzando sus metas por su propio esfuerzo sin privilegios

En principio, podemos identificar a la ilustración y al liberalismo clásico como productos de la

modernidad. Ambos fenómenos intelectuales son vistos en la historia de las ideas como motores

de las grandes revoluciones políticas que acabaron con el antiguo régimen, y construyeron el

Estado Liberal Burgués, o la nuevas Repúblicas.

Las Revoluciones Norteamericana, Francesa e Hispanoamericana se vieron marcadas por la

aspiración de un cambio político, en el que se buscaba crear una Republica como contraposición al

gobierno Monárquico. En la República, quienes forman parte de la nación dejan de ser súbditos del

Rey para pasar a ser ciudadanos, es decir, seres con derechos y deberes hacia la asociación

política. Esto constituyó un cambio relevante, pues de esta manera la legitimidad de los

gobernantes dejaría de ser descendente (Dios coloca al gobernante) y pasaría a ser ascendente

(el pueblo coloca a los gobernantes).

De la Revolución Francesa se obtuvo la declaración universal de los derechos del hombre y del

ciudadano. La misma consagró derechos como la libertad, la igualdad ante la ley, la propiedad y

muchos otros. La Revolución Francesa logró suprimir el opresivo sistema de estamentos, donde el

clero y la nobleza se veían sobrerrepresentados y el tercer estado, constituido por el 98% de la

población, se veía infrarrepresentado.

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Luego de la revolución francesa sobrevinieron muchos cambios sobre nuestras sociedades. En

específico, la Revolución Industrial y el advenimiento del capitalismo produjo fuertes desigualdades

entre empresarios y trabajadores. En sus primeros años, el capitalismo industrial se caracterizó por

explotar la mano de obra, llevando a niveles infrahumanos a quienes se veían obligados a vender

su fuerza de trabajo.

Ese clima caracterizó la mayor parte del siglo XIX, donde hubo numerosas luchas laboristas para

obtener derecho a salario justo, una jornada laboral humana y una vida digna. Las mismas fueron

catalogadas de progresistas en su mayoría, pues buscaban mejorar las condiciones materiales de

vida de los obreros. Entre las principales figuras relacionadas al movimiento laborista encontramos

a Carlos Marx, Bakunin, Phroudon, Robert Owen y Fourier quienes en su mayoría participaron en

la primera internacional (Reunión de líderes sindicales, partidos laboristas e ideólogos socialistas)

En general, las distintas corrientes de pensamiento socialista y laborista buscaban un mismo fin,

que era dar poder a los trabajadores, amentar su salario, disminuir la jornada laboral, y en general

reducir la explotación. Sin embargo, los medios propuestos fueron muy disímiles, y muestra de ello

fueron los intensos debates que se dieron dentro de la Primera Internacional.

Los dos principales exponentes fueron Marx y Phroudon. Por un lado, Marx proponía acabar con la

explotación a través de una revolución que impusiera una dictadura del proletariado, pues para

Marx el Estado era una estructura burocrática que administraba los intereses de los Burgueses, y

debía controlarse el mismo para cambiar el sistema productivo y así beneficiar a los trabajadores.

Por su parte, Phroudon proponía una vía completamente distinta, bajo la cual abogaba por la

abolición del Estado, pues para el autor era la fuente de explotación de la humanidad, y no tendría

sentido sustituir a la clase burguesa en el poder por una clase obrero-partidista que también

oprimiría la disidencia. Luego de algunos años, ambas opciones fueron perdiendo apoyo

paulatinamente pues eran vistas como muy violentas, y de hecho dejaron de ser consideradas

progresistas por el retroceso que implicaban para ciertos derechos como libertad o la propiedad.

Con el pasar de los años, la tendencia socialista que ganó más apoyo fue aquella propuesta por

los marxistas moderados, quienes propusieron cambios paulatinos y por medios democráticos.

Había nacido el socialismo democrático de la mano de Ferdinand Lasalle, Eduard Berstein, y

numerosos partidos laboristas europeos, heredando así la bandera del progreso.

Durante todo el siglo XIX, y hasta bien entrado el siglo XX, los movimientos obreros, partidos

socialistas y los partidos socialdemócratas fueron denominados a menudo como progresistas, pues

luchaban por el avance en los derechos de la clase obrera, como también por mejorar la situación

y condición de los trabajadores.

Sin embargo, una vez conquistados numerosos derechos para la clase trabajadora en los países

industrializados, pareció alcanzarse una especie de consenso en el que el Estado de bienestar

parecía la forma más correcta de combinar un sistema económico capitalista, donde existiese

propiedad privada, libre mercado e iniciativa individual; combinado con un Estado que interviniese

para dar oportunidades a aquellos excluidos por el mercado, otorgando sistemas universales de

educación, salud, y otros servicios públicos en general.

Esta transformación, este paso de un Estado liberal burgués de siglo XIX a un Estado de bienestar,

puede ser considerada una conquista de los distintos partidos progresistas. Sin embargo, aún

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luego de la segunda guerra mundial, seguían llevándose a cabo luchar progresistas alrededor del

mundo.

De hecho, el progresismo está íntimamente ligado a los movimientos sociales, pues estos por

definición son progresistas, ya que buscan generar cambios en el ordenamiento jurídico que les

beneficie. Por ello fueron catalogados como progresistas las luchas lideradas por Martin Luther

King Jr. Y Malcolm X en pro de los derechos civiles de los afroamericanos, y más recientemente el

progresismo ha sido relacionado la lucha por los derechos de las minorías, en especial las

orientaciones sexuales minoritarias.

La identidad (esencia) del progresismo

El repaso histórico hecho nos permite acercarnos a una definición sobre que es el progreso:

El progreso es el fin de la política, y lo entendemos como el desarrollo al máximo de las

capacidades de todos los individuos de la sociedad y con eso todos los individuos puedan, en

igualdad de condiciones y oportunidades desarrollarse como les parezca, ser libres.

Como hemos visto, las distintas manifestaciones de progresismo a lo largo de la historia se han

caracterizado por la búsqueda de ciertos cambios que significaban un avance, ya sea en lo político,

lo económico, lo social, lo cultural, o cualquier otro medio en que se desenvuelve el ser humano.

Estos avances estaban orientados a producir la igualdad de oportunidades y condiciones que

permitiesen a las personas desarrollarse como así lo deseasen, y así perseguir sus proyectos de

vida.

El progreso estaría históricamente vinculado con las condiciones materiales de vida que rodean a

los seres humanos. Por tanto, progresar significa optimizar las condiciones materiales bajo las

cuales se desenvuelve la gente, para que puedan ser libres y puedan perseguir sus objetivos.

Sin embargo, el progreso de la humanidad no implica únicamente la mejora de las condiciones

materiales de vida, la prosperidad económica, o el bienestar. Aunque esto sea parte importante de

la noción de progreso, debemos comprender el mismo como un concepto que abarca todos los

renglones sociales en que se desenvuelve el ser humano, pues como ilustraron las luchas por las

libertades políticas, o las luchas por los derechos civiles de las minorías, el progreso está cargado

de una clara tonalidad social, política y cultural.

De hecho, una ideología es principalmente una cosmovisión sobre cómo debería ser el mundo, la

visión de cómo debe funcionar una sociedad, y como debe ser regulada, para que se cumplan así

las aspiraciones fundamentales de una ideología. Por eso, nos proponemos caracterizar al

progresismo en las distintas facetas de la sociedad.

Vemos entonces los cambios como el medio para conseguir un fin. El fin es el progreso entendido

como la condición que permite a los seres humanos ser libres para desarrollar sus vidas como

desean. El progresismo como ideología es entonces tanto un medio como un fin. El fin es el

progreso, y el medio es la lucha por derechos y mejoras políticas, sociales, culturales y económicas

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que permitan al individuo desarrollarse integralmente. Todo ello deriva una cosmovisión de cómo

debe ser la sociedad.

Cosmovisión Progresista

Social:

El progresismo tiene un profundo compromiso con la justicia social. Cree que ciertas desigualdades

económicas constituyen una grave injusticia. Esto se debe a que cree que todos los individuos

deben contar con cierta igualdad de condiciones que permita a todos desarrollar su proyecto de

vida.

El progresismo cree que, ya que vivimos en una economía de mercado donde la competencia es

fundamental, todos los participantes deben poder competir en igualdad de condiciones. Es por ello

que el progresismo lucha por la justicia social, pues todos necesitan oportunidades para emprender

sus proyectos, para competir en igualdad de condiciones.

Quien nace bajo condiciones materiales adversas siempre encontrará mayor dificultad para

alcanzar los mismos objetivos que con facilidad consigue quien cuenta con condiciones favorables.

El progresismo, en su constante búsqueda de la libertad que permita a los individuos desarrollar su

personalidad y proyectos de vida, se ve comprometido a derribar las trabas materiales que

encadenan al hombre a una vida miserable donde la superación es esquiva. Así visto, esta

ideología asume la lucha contra la pobreza como una lucha central, pues la misma castiga a las

personas, quienes no pueden ejercer la libertad de igual manera que otros.

Para ello, el progresismo suele plantear libertad como capacidades, pues los hombres serán

completamente libres e independientes cuando estén capacitados para llevar a cabo distintas

actividades. Esto quiere decir que en lo social el progresismo busca crear capital humano, social y

físico que permita a los individuos, familias y colectivos participar en la actividad productiva

mediante el empleo.

Se identifica la libertad con capacidades pues la libertad es poder realizar acciones deseadas y

alcanzar objetivos anhelados. Para alcanzar esos objetivos y llevar a cabo esas acciones se

necesitan capacidades, las cuales suelen venir con la educación. Por tanto, es necesario proveer

capacidades a los individuos para que así puedan perseguir sus metas y ser realmente libres.

Política:

El progresismo está profundamente comprometido con una visión democrática, participativa y

deliberativa de los asuntos públicos. Visión democrática que busca la participación de los

individuos en todas aquellas decisiones que puedan incidir sobre dicha persona. Ello implica que

las personas tengan voz y voto en los asuntos que influyan sobre sus vidas.

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El progresismo cree que las instituciones deben ser siempre legítimas, es decir, deben contar con

legitimidad de origen y legitimidad de ejercicio. Ello significa que las instituciones deben contar

siempre con respaldo por parte de sus integrantes, desde el momento en que se escriben y

aprueban sus reglas y normas, y especialmente mientras se aplican las mismas. En todo momento

es necesario que la voz de sus participantes sea escuchada, y que existan mecanismos de

participación idóneos.

Las instituciones a las que nos referimos son aquellas de naturaleza pública, como los poderes

públicos, los partidos políticos, las asociaciones civiles y otras, pues son estas instituciones las que

con su accionar influyen en la vida del colectivo, por tanto el mismo debe también influir en la

institución y su toma de decisiones.

Todo ello por una sencilla razón: Si las instituciones públicas regularán o afectarán ciertos

aspectos de la vida de la gente, debe ser la gente quien decida como funcionarán estas

instituciones, pues de otra forma estarían regidos por una voluntad que no es la suya.

Además, el progresismo ve a la política como una especialidad que está al servicio de la sociedad.

Por ello las instituciones políticas deben orientar sus acciones hacia el bien común. Para lograr

esto, las mismas deben guiarse con trasparencia y eficiencia, para producir el mayor valor público

posible.

Más específicamente, el manejo del Estado por parte de los gobiernos debe caracterizarse por

resolver los problemas de la forma más eficiente posible, sin despilfarro de recursos, y nunca en

beneficio de los individuos que administran al Estado, sino en beneficio de los individuos que dan

razón de ser al Estado; el pueblo.

Economía

Si bien el progresismo es una ideología centrada principalmente en lo social, político y cultural, ello

no implica que el progresismo no cuente con una visión económica. Más bien la ve como un medio

indispensable para lograr el progreso de la humanidad y los individuos.

El progresismo comprende que para cubrir las necesidades humanas, en especial las materiales,

es necesario producir, y el aumento de productividad es favorecido por la iniciativa privada, las

empresas y el mercado. Sin embargo, el progresismo comprende también que estas fuerzas, al ser

completamente libres, suelen producir desigualdades que atentan contra la condición humana que

el progresismo por esencia busca mejorar. El progresismo entiende que el libre mercado es

eficiente, pero no siempre es justo.

Es por ello que el progresismo concibe una economía basada en la iniciativa privada, la

competencia y el mercado, siempre y cuando esta economía así establecida funcione para todos,

en especial para aquellos que nacieron y se encuentran en condiciones desfavorables. De no ser

así, creemos que se debe intervenir, ya sea a través de impuestos, ya sea por medio de la

intervención en el proceso productivo.

Por tanto, el progresismo no cuenta con visión dogmática sobre cómo debe funcionar una

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economía. Simplemente sostiene la creencia que el libre mercado es deseable en teoría, pero su

aplicación a realidades complejas lleva a distorsiones que a su vez producen desigualdades y

daños que no son deseables para el ser humano.

Cultura:

A nivel de cultura (entendiendo cultura como la serie de costumbres, ideas, practicas e identidades

que comparte una sociedad), el progresismo cree que la misma debe propiciar un ambiente que

permita a los individuos el libre desenvolvimiento de sus personalidad.

La cultura juega un rol fundamental en las sociedades, pues no solo determina gran parte de los

juicios morales sobre lo que está bien o mal, sino también por que la misma influye (o moldea) las

leyes nacionales, que a su vez regulan las vidas de las personas.

Es por esto que el progresismo siempre buscará que las culturas sean cónsonas o compatibles con

el progreso humano, que permitan a los individuos dignificarse como tales, y desenvolver su

personalidad libremente.

A consecuencia de todo esto, el progresismo está en contra de toda cultura que oprima a sus

individuos, por más milenaria que pueda ser la misma

No por ello cae el progresismo en desconocimiento de la autonomía cultural, ni en pretensiones de

universalismo occidental, solo exige que una cultura colectiva no pase por encima ni despoje a la

gente del libre desenvolvimiento de personalidad, pues este es un aspecto esencial del progreso

de la condición humana.

Para lograr esto, el progresismo comprende que la búsqueda de cambios jurídicos y culturales es

un proceso considerablemente paralelo, y por ello, la lucha por derechos pasa no solo cambiar el

ordenamiento jurídico de un país, sino también por cambiar la cultura que da sustento a ese marco

jurídico.

A nivel cultural-educativo cree que es deseable para el progreso de los individuos que estos

puedan contar con tiempo libre, y a su vez dedicar el mismo a actividades recreativas, culturales y

educacionales que enriquezcan

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Diferencias con otras ideologías:

Aunque este será el objeto de una guía completa, es necesario mencionar la relación que tiene el

progresismo con otras ideologías, sobre todo con ideologías tan parecidas como la

socialdemocracia y el liberalismo:

Progresismo y socialdemocracia:

La principal diferencia existente entre progresismo y socialdemocracia es el enfoque y análisis que

se realiza de la sociedad.

La socialdemocracia, como producto del marxismo reformista, tiene un claro énfasis en lo

económico, mientras que el progresismo se enfoca mucho más en lo social y lo político.

La segunda diferencia, y quizá el aspecto más importante, es el aspecto cultural, pues como

mencionamos anteriormente, para el progresismo es una prioridad lograr cambios en la cultura

cuando estas puedan ser perjudiciales para las minorías. La socialdemocracia en cambio, si bien

no necesariamente cuenta con una postura distinta, no hace de éste tema su prioridad.

Progresismo y liberalismo:

Con el liberalismo, la diferencia radica también en el enfoque, pues el liberalismo es también una

doctrina economicista.

El liberalismo por su parte realiza un análisis de la sociedad en el que, si la libertad es un principio

que se extiende a lo político, y en especial a lo económico, donde existe propiedad privada, donde

se permite a las fuerzas de mercado obrar libremente, y todos los individuos pueden acceder al

mercado, el mismo funcionará de manera óptima, creando bienestar para la sociedad. A partir de

dichos análisis se propone un Estado pequeño que permita a la sociedad auto regularse.

Si bien el progresismo se parece mucho al liberalismo político y cultural, se diferencia en el aspecto

económico, pues el progresismo cree en la intervención del Estado de la economía cuando sea

necesario.

La esencia del liberalismo es la liberad, la del progresismo es el progreso

Progresismo y socialismo:

Con el socialismo la diferencia radica la posesión de los medios de producción.

Recordemos que el marxismo parte de un análisis de la sociedad realizado por Marx, en que

analiza los modos de producción de una sociedad, definiendo a la sociedad capitalista como una

sociedad done existen burgueses y proletarios, siendo los burgueses quienes poseen los medios

de producción, y los proletarios quienes al no poseer medios de producción, se ven obligados a

vender su fuerza de trabajo.

La esencia del socialismo es la igualdad, la del progresismo es el progreso.

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El progresismo en Venezuela:

Por todo lo dicho anteriormente, el progresismo en nuestro país involucra objetivos claros que

debemos conquistar. Los mismos están planteados en su mayoría en nuestra visión de “La mejor

Venezuela”. Como partido existen algunas

1) Erradicación de la pobreza

Como dijimos anteriormente, crecer y contar con condiciones materiales de vida es esencial para

los individuos. Es necesario erradicar la pobreza para que la gente pueda ser realmente libre

Para lograr dicho objetivo, vemos el fortalecimiento de la economía con un factor esencial, pero

como mencionamos anteriormente, es un medio para conseguir nuestro anhelado objetivo. Es

necesario que se lleven a cabo políticas sociales que aumente la productividad, y también el

empleo.

2) Cambiar el marco legal y la cultura referente a los derechos de las minorías:

En Voluntad Popular debemos hacer nuestra bandera la lucha por los derechos de las minorías.

Debemos ser nosotros quienes, a través de los espacios públicos que conquistemos,

introduzcamos las reformas y cambios necesarios para lograr una verdadera igualdad entre las

minorías sexuales y la mayoría heterosexual.

Debemos impulsar proyectos de leyes en la Asamblea Nacional, sin importar la posibilidad de

aprobación de los mismos, pero no podemos esperar a que los otros representantes tengan

visiones favorables para presentar el proyecto. Tenemos que ser nosotros quienes presionen para

que dichas leyes sean aprobadas.

3) Recuperar el ejercicio pleno de las libertades democráticas.

Algunos principios fundamentales que permiten la libertad política han sido corroídos en los últimos

años, por ello debemos luchar por recobrar un sistemas político democrático.

La división de poderes, la libre postulación y elección a cargos de elección popular, la libertad de

prensa, son sólo algunas de las garantían constitucionales que se han violado constantemente. La

misión es recuperar las libertades democráticas para todos los venezolanos.

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Algunos tips sobre liderazgo

Cuando hablamos de liderazgo las primeras palabras que vienen a nuestra mente son

influencia, autoridad, motivación, poder, grandeza, entre otros sinónimos. Sin embargo no

contamos con una fórmula exacta que nos describa de manera precisa qué es o qué hacer para

obtenerlo. Aún así podemos encontrar un aproximado al describir las características principales

que poseen aquellas personas que consideramos líderes.

De ésta manera nos atrevemos a afirmar que cuando hablamos de un líder, nos referimos

a aquella persona capaz de liderar su propio ser, como también a otras personas, a través de

habilidades que le permiten alcanzar los objetivos y metas trazadas previendo los fracasos y

asimilando con humildad los logros, es decir, que sabe manejar las frustraciones y aprender de los

errores, para alcanzar objetivos comunes. El líder no se presenta como una persona

autosuficiente, todo lo contrario no tiene miedo de pedir asesoría y dejarse orientar,

exponiéndose a los demás individuos como una persona admirable y digno de imitación.

Una visión completa sobre Liderazgo

Al evaluar estas particularidades, es evidente que ningún individuo puede convertirse en

líder para otros si antes no ha sido capaz de liderar y organizar su propia vida. Lo que nos abre

paso a entender el liderazgo a través de dos aspectos: el liderazgo interno y el liderazgo externo. El

primero de ellos hace referencia al desarrollo personal del individuo y la capacidad para dominar

sus deseos y sentimientos; a contraposición del segundo que representa la capacidad de influencia

que una persona ejerce frente a uno o varios individuos, como es el caso de una comunidad, una

institución o hasta una nación.

Si bien ambos son importantes, ya que uno depende de otro, el liderazgo externo debe

despertar en nosotros como activistas de juventudes mayor interés, por lo tanto es fundamental

entender y poder desarrollar las habilidades necesarias para ejercer liderazgo, que según Ichak

Adizes, se reflejan en ENERGÍA. Según el autor las tres fuentes principales de energía que se

encuentran en un liderazgo son: la autoridad, que consiste en el derecho legal de exigir algún tipo

de conducta, el poder, que se refiere a la posesión de los medios de coerción o por el contrario de

recompensa; y por último la influencia, que simplemente es la capacidad de lograr de otros lo que

se busca sin necesidad de tener poder o autoridad. Esto quiere decir que ni el poder, ni la

autoridad en sí mismos son suficientes para ejercer un liderazgo ideal, íntegro y completo, capaz

de encaminar a una sociedad de manera adecuada sin caer en excesos o abusos de éstas.

El reto actual

En los tiempos de inestabilidad por los que atraviesa nuestro país, es vital que

concienticemos la importancia de la consolidación de liderazgos fuertes, auténticos y eficaces que

nos dirijan al verdadero progreso. Y si la situación ideal para conformar nuevos líderes es la

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conexión de las tres energías autoridad-poder-influencia, nosotros como esperanza de futuro

somos los responsables de trabajar para lograrlo.

Para ello presentamos una serie de recomendaciones o roles que suele llevar a cabo un

líder, y que debes tener en cuenta si te encuentras en una posición de autoridad, si deseas ejercer

poder, o quieres tener influencia sobre otros para trabajar por el bienestar social.

Motivar: El líder debe mostrarle a la gente que su colaboración es importante, debe darle

incentivos anímicos a la gente. Un líder debe darle razones a quienes le siguen para continuar

haciendo el trabajo que realizan, y motivarle a hacerlo lo mejor posible. El líder debe intentar

mantener en alto el ánimo de quienes trabajan y colaboran con él, debe transmitirle a los demás

que lo que hacen es de gran importancia para conseguir el objetivo común que como grupo se han

trazado.

Mostrar el camino: Un líder es fundamentalmente un agente de cambio, es según la mayoría de

las definiciones quien moviliza gente en torno a un objetivo en común. Para ello, siempre debe

tener en cuenta cuales son "los próximos pasos" a dar. Debe mostrar a los demás cuales son las

siguientes acciones que se deberían tomar, y mostrar a donde va ir dirigido el esfuerzo y trabajo

colectivo. Por ello el líder debe ser también un guía.

Ser justo: Decía Aristóteles que la justicia consiste en dar a cada quien lo que le corresponde. Para

mantener una posición de liderazgo, es necesario tratar como corresponde a cada quién. Ello se

traduce en felicitar a quien hace un buen trabajo, y de alguna forma reprender a quien no hace

bien su trabajo. Premiar el mérito suele ser de gran importancia, pues de esa manera todos se ven

motivados a trabajar más y ganar el mayor mérito posible.

Coordinar esfuerzos: En muchas ocasiones un líder estará en posición de manejar numerosos

recursos humanos, de asignar responsabilidades. Decidir quién hace qué es de gran importancia,

pues lleva a la mejor consecución de objetivos comunes. Dicho esto, se debe tener en cuenta

como el esfuerzo de todos puede ser engranado para usar el talento de cada uno en la mejor

manera posible.

Ser responsable: Un líder debe cumplir con los deberes que tiene como tal. De no hacerlo, no

puede exigir a otros que hagan lo que les corresponde. Cuando los líderes son irresponsables y no

cumplen sus obligaciones con los demás, el equipo pierde motivación, y se hace más renuente a

cumplir sus labores, nadie quiere trabajar para alguien que trabaja menos que uno.

Dar el ejemplo: "Sé el cambio que quieres ver en el mundo". El líder debe ser lo que exige de los

demás, es decir, debe dar lo mejor de sí cuando lleva a cabo una actividad. Está muy relacionado

con el punto anterior, pero se refiere a todo aspecto de las actividades realiza, desde el ánimo con

que las hace, hasta el trato que tiene con todos los integrantes de un grupo.

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Ser Perseverante: Para un líder, y en general en la vida, es esencial contar con constancia y

fortaleza en todo momento, armarse de ánimo contra la adversidad, y superar las trabas que

pueda encontrar en el camino a la consecución de objetivos. Si un líder no cuenta con

perseverancia, desfallecerá ante la adversidad, y con ello es probable que el esfuerzo del grupo o

el equipo sufra un gran golpe también.

¿Para qué queremos ser líderes?

Queremos ser líderes para transformar el país, para lograr los cambios que queremos ver en

Venezuela. Para conquistar ese objetivo es necesaria la acción colectiva, pues estamos conscientes

que un individuo, por más competente que sea, no puede por si sólo lograr cambios relevantes en

la sociedad.

Para lograr esta transformación, siempre debemos tener en mente que para ser un líder político,

primero se debe ser un líder social. Siempre debemos tener en cuenta que los esfuerzos de

organización, coordinación e influencia sobre otras personas deben ser utilizados para beneficiar a

nuestras comunidades, a nuestros municipios, a nuestro país.

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El Arte de la Retórica ( o persuasión)

En el siglo IV antes de Cristo en Grecia, Aristóteles realizó el estudio sobre retórica más influyente

que haya sido escrito hasta nuestros días. Durante años estudió y analizó cientos de discursos y

debates que tuvieron lugar en Atenas. Luego de ello pudo concluir que existen 3 estilos de

persuasión, a los cuales denominó ethos, pathos, logos. Aristóteles definió la retórica como el arte

de escoger y combinar distintos estilos persuasivos para convencer.

Al día de hoy “La Retórica” de Aristóteles es considerado el tratado sobre persuasión más

importante que jamás se haya escrito, y los tres estilos retóricos de Aristóteles (Ethos, Pathos,

Logos) siguen siendo considerandos las tres principales formas de persuasión. Como muestra de

ello, las mismas son utilizadas por políticos, agencias de publicidad, mercadeo, o cualquier otro

contexto donde se desee convencer a otros.

A continuación presentamos un breve resumen sobre que trata cada estilo retórico:

Ethos (Apelar a la credibilidad):

Apelar a la credibilidad significa recurrir a la autoridad que tiene el autor del mensaje para hablar

sobre uno u otro tema. Lo importante aquí, más que el mensaje en sí mismo, es de donde

proviene el mensaje, o quien lo está dando. Si la fuente del mensaje es una persona o institución

experta en el tema del que habla, su capacidad de persuasión será mucha mayor comparada a la

capacidad de persuasión que tendría un desconocido dando el mismo mensaje.

Existen innumerables ejemplos de cómo ésta técnica es utilizada tanto en mercadeo como en

política. En el caso de un político, su ethos radica básicamente en su trayectoria, en el trabajo que

ha realizado, su trabajo social que demuestre su compromiso con la justicia social, o su capacidad

de gestión y resolución de problemas en algún puesto que haya ocupado.

Cuando Leopoldo López habla de seguridad, explica el problema, y asegura que sabe cómo

solucionarlo, resulta ser persuasivo pues como Alcalde de Chacao disminuyó los niveles de

violencia en su municipio, mientras el resto de la ciudad de Caracas se hacía más insegura.

Tener esta experiencia le hace más persuasivo cuando habla sobre propuestas de seguridad, pues

la gente nota que sabe del tema, y por tanto sabe de qué habla.

En mercadeo, sólo hace falta ver algún producto que sustente los beneficios del mismo en algún

estudio científico. Los estudios científicos cuentan con credibilidad pues realizan análisis de

manera rigurosa e imparcial.

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Pathos (Apelar a la pasión):

Con este estilo se busca tocar los sentimientos de las personas para que éstas se sientan

identificadas con el mensaje. Se busca crear empatía (y simpatía) con la audiencia, conocer cuáles

son sus anhelos, sus temores. El uso de las pasiones es muy común en la política venezolana.

El Presidente Chávez es un experto en utilizar las pasiones de la gente a su favor. En general, se

puede decir que utilizó la inconformidad o resentimiento que existía en la población hacia los

partidos políticos tradicionales, y lo utilizó como su base de apoyo, diferenciándose a si mismo de

ellos, y mostrándose a si mismo como el líder que daría reivindicaciones al pueblo ante el atropello

de los viejos partidos.

La campaña de Obama en el año 2008 basó su slogan en una pasión, la esperanza. Su slogan

“Hope” y “Yes we can” resumía en una corta frase el anhelo de muchos en aquel país, donde

buscaban un cambio, un rumbo distinto al gobierno Republicano de George Bush.

Logos (Apelar a la razón):

Apelar a la razón significa utilizar argumentos y lógica como sustento de tu mensaje. Utilizar la

razón implica mostrar los beneficios que trae una propuesta, o también los daños de algo (en caso

que adverses ese algo).

Normalmente se apoya en estadísticas. Logos puede estar bastante relacionado con ethos pues el

uso de lógica, información y estadísticas hace lucir a quien da el mensaje como un experto

Cuando en una campaña se realiza una propuesta de gobierno, incluyendo políticas públicas en la

misma, éstas pasarían a ser el lado racional de la campaña.

En política, el uso de logos es busca demostrar mediante argumentos por que una opción es mejor

que la otra, busca demostrar cuál es el beneficio de votar por una opción, o que tan malo puede

resultar votar por la opción contraria.

Recomendaciones:

Es necesario señalar además que hay temas que debido a su naturaleza son más propensos a caer

dentro de un estilo que dentro de otro.

Por ejemplo, comprar un televisor cae sin duda bajo un estilo de persuasión racional, pues se

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sopesa el precio, la calidad, los beneficios del televisor. Se usa persuasión racional principalmente

(al menos que alguien le tenga cariño a determinada marca).

Así que la próxima vez que vayas a persuadir a alguien o a una audiencia, piensa: ¿Cuáles son los

anhelos de esa gente? ¿Cuáles son sus temores? ¿Qué es lo que desean? ¿Qué argumentos

pueden convencerles? ¿Qué información puede respaldar mi discurso? ¿Qué cifras oficiales

pueden darle credibilidad? ¿Quién soy yo para hablar de éste tema? ¿Qué me da autoridad para

intentar convencerles?

Una vez que lo hagas, y que tengas en mente estos tres estilos, y decidas usarlos y combinarlos de

acuerdo a la situación, tu poder de persuasión aumentará inevitablemente.

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Recomendaciones para hacer discursos En general los discursos se pueden catalogar, con respecto a su tiempo de preparación, en dos tipos: preparados e improvisados. La siguiente guía ofrecerá recomendaciones útiles para la preparación de discursos. Sin embargo, las mismas son completamente válidas para realizar también discursos improvisados. Usar estadísticas: Todo buen discurso le dice a la audiencia cosas que no sabían, así que busca algunas estadísticas precisas, actualizadas y llamativas. Siembre recuerda que una estadística es SOLO UN NÚMERO, no impresionará a nadie por si misma (a menos que sea un dato poco común y llamativo). Todo depende de cómo uses los números. Por ejemplo: “En Venezuela 4 millones de personas viven en pobreza extrema”. Así dicho, no impresiona mucho, en cambio podrías decir: En Venezuela 4 millones de personas viven en pobreza extrema, ello significa que mientras muchos damos por sentadas las tres comidas del día, 4 millones sufren por no poder comer siquiera 1 vez al día, por no tener servicios básicos y padecer enfermedades horrendas. Ten en cuenta que siempre es bueno mencionar la fuente de donde extraes tus estadísticas, pues las mismas añaden credibilidad a tu discurso, en especial si provienen de instituciones serias y reconcomidas. Recuerda que mostrar estadísticas demuestra que conoces el tema del cual hablas, y si la gente nota que sabes de lo que hablas, será más propensa a creer lo que dices. Usar citas: La virtud de las frases célebres radica en decir cosas que todos sabemos, en formas que pocos pueden hacerlo. Además, el hecho de que alguien famoso o universalmente respetado dijo algo (Bolívar, Gandhi, Mandela), le dará mejor aspecto a tu discurso. Quizá la gente no agrade de ti, pero si a la persona que citas. Intenta no citar gente controversial, ya que la idea de hacer la cita es generar simpatía a través de la misma. Involucra a la audiencia: Si hablas sobre temas que no interesan a la gente, no prestarán

atención. Siempre intenta mostrar que el tema del que hablas les afecta, o hazles sentir

preocupados al respecto.

Es también recomendable interactuar con el público, involucrarlos en tu discurso. Puedes hacerlo realizándole preguntas a la audiencia, haciendo preguntas retóricas, o de la forma que mejor te parezca.

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Cuentos: Algunos relatos o hechos pasados te permiten mostrar la esencia del problema del que hablas, y la gravedad del mismo en una forma casi ilustrada. Permite que la gente visualice el problema y casi lo sienta a través de la descripción que hagas del mismo. Por ejemplo, si te encuentras hablando del tema de la inseguridad, puedes relatar una pequeña historia: “el día de ayer Juan Pérez se encontraba yendo de vuelta a su casa, caminaba apurado pues ya era un poco tarde, y temía que le pudiese pasar algo, y precisamente sus temores fueron confirmados cuando un maleante lo hirió solo para robarle la cartera” O si te encuentras hablando sobre el problema de la falta de producción debido a las importaciones… “En el estado Apure Carlos Sánchez se encuentra desempleado pues son muchas las fincas que han pasado a ser improductivas, y ya no puede llevar sustento a su casa. Carlos es solo uno de los tantos jóvenes que perdió su empleo debido a que nuestra economía es adicta a las importaciones” Altera la velocidad, volumen y tono de tu discurso: Hablar rápido y lento, alto y bajo, ser más serio y contundente o más relajado mantiene la atención de la audiencia. Las recomendaciones sobre oratoria podrán ser encontradas en otra guía. Realiza un inicio impactante: Es bueno llamar la atención de las personas desde el comienzo. Recuerda que no hay segundas oportunidades para dar una buena primera impresión. Puedes comenzar con algunas estadísticas interesantes, alguna frase célebre, o quizá incluso algo controversial, pero siempre intenta comenzar con buen pie. Es también recomendable tener algo guardado para el final, para así cerrar con broche de oro. El mejor ejemplo lo vimos en la memoria y cuenta del presidente hace pocos meses, donde luego de 10 horas de discurso ininterrumpido, cerró con palabras de Nietzche y su libro “Asi habló Zaratustra”, para dejar en claro que había regresado. Intenta ser diferente: Si tu discurso estará enmarcado en un contexto donde otros también

hablarán del mismo tema, u otros dirán cosas parecidas a ti, intenta ser diferente. La gente se

aburre de escuchar una y otra vez la misma cosa.

Nota: La mayoría de las recomendaciones hechas son útiles también para escritos o ensayos

que busquen persuadir.