El tabaco provoca miles de muertes por año en nuestro país, tanto por dolencias como la bronquitis crónica, el enfisema pulmonar y el cáncer de pulmón y faringe, como por las conse-cuencias del daño de las paredes arteriales en todo el organismo.La nicotina y el monóxido de carbono fomentan el daño de las paredes arte-riales y la formación de trombos y aumentan los niveles de colesterol. Además, el monóxido de carbono disminuye el aporte de oxígeno al corazón. Sin olvidar, que este daño se extiende a los fumadores pasivos.Durante el embarazo, el tabaco dismi-nuye el aporte de oxígeno al bebé.Para abandonar este hábito es nece-sario tener la voluntad de querer hacerlo. Sabemos que no es fácil, pero le proponemos 10 pasos que lo ayudarán.

Dejar de fumar no es sencillo, pero si otros han sido capaces de dejar de fumar, Ud. también puede. Beneficiará su salud y la de las personas con las que convive. Durante las 12 horas posteriores al consumo de un cigarrillo, los niveles de monóxido de carbono y de nicotina disminuyen y los pulmones y cora-zón comienzan a reparar el daño causado por el humo de los cigarrillos. Luego de cierto tiempo sin fumar, su riesgo cardiovascular puede ser similar al de una persona no fuma-dora.

Fije una fecha en el calendario para dejar de fumar.Elija un método adecuado para ello.Puede entrar a un programa para deshabitua-ción tabáquica.Puede utilizar terapia sustitutiva con nicotina para los momentos de abstinencia.Consulte con su médico qué fármacos le pueden ayudar al abandono del tabaco.Utilice un registro diario donde describa su hábito tabáquico. Anote el día, la hora, lo que estaba haciendo y cómo se sintió al fumar.Anote las situaciones que le llevan a fumar y elabore planes alternativos para estas situa-ciones.Encuentre otras cosas placenteras que pueda hacer y que ocupen el lugar del tabaco.Pida apoyo a sus familiares y amigos.Aunque sufra una recaída, sea perseverante y no abandone la lucha.

DEJAR DE FUMAR