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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE INGENIERÍA DIVISIÓN DE INGENIERÍA CIVIL Y GEOMÁTICA REVISIÓN DE EVENTOS HIDROMETEOROLÓGICOS EXTREMOS EN ZONA CONTINENTAL MEXICANA DURANTE EL SIGLO XXI T E S I S PARA OBTENER EL TÍTULO DE: I N G E N I E R O C I V I L P R E S E N T A: ARIADNE SOFIA DRUST NACARINO DIRECTOR DE TESIS: DRA. MARITZA LILIANA ARGANIS JUÁREZ CIUDAD UNIVERSITARIA, MÉXICO D.F. 2013.

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE INGENIERÍA

DIVISIÓN DE INGENIERÍA CIVIL Y GEOMÁTICA

REVISIÓN DE EVENTOS HIDROMETEOROLÓGICOS EXTREMOS

EN ZONA CONTINENTAL MEXICANA

DURANTE EL SIGLO XXI

T E S I S

PARA OBTENER EL TÍTULO DE:

I N G E N I E R O C I V I L

P R E S E N T A:

ARIADNE SOFIA DRUST NACARINO

DIRECTOR DE TESIS:

DRA. MARITZA LILIANA ARGANIS JUÁREZ

CIUDAD UNIVERSITARIA, MÉXICO D.F. 2013.

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Agradecimientos

A la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, por su apoyo decidido,

generoso y desinteresado durante mis estudios de licenciatura.

Al Instituto de Ingeniería en especial a la Dra. Maritza Liliana Arganis Juárez por su

paciencia, tiempo y dedicación durante mi estancia en el Instituto, por sus

comentarios y apoyo para la realización de este trabajo.

A mi madre, por ser el pilar más importante y por demostrarme siempre su cariño y

apoyo incondicional sin importar nuestras diferencias de opiniones, porque gracias a

su apoyo y consejo he llegado a realizar la más grande de mis metas, la cual es la

herencia más valiosa que pudiera recibir. Gracias por soportar tanto, por creer en

mí, gracias por ayudarme.

Al jurado del examen profesional integrado por: Dr. Ramón Domínguez Mora, Dra.

Maritza Liliana Arganis Juárez, M.I Eliseo Carrizosa Elizondo, Ing. Héctor

Legorreta Cuevas e Ing. Rodrigo Sepúlveda Takashi.

A mis amigas y personas muy importantes en mi vida: Elsa, Tere, Maty Pris, Wen,

Oscar, Gerard y Roland por acompañarme en este gran logro, gracias por todos

estos años a mi lado, por creer en mí, por la motivación, por su cariño, por siempre

levantarme el ánimo, por los buenos momentos vividos, mis locuras y mis errores.

Gracias.

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ÍNDICE

Introducción ................................................................................... 1

Capítulo 1. Antecedentes .................................................................... 5

1.1 Introducción ............................................................................................................................................. 5

1.2 Planteamiento del problema ................................................................................................................. 6

1.3 Objetivo ..................................................................................................................................................... 9

1.4. Estudios internacionales sobre eventos extremos ...................................................................... 9

1.5. Referencias ............................................................................................................................................ 16

Capítulo 2. Eventos Hidrometeorológicos extremos........................................ 19

2.1. Introducción .......................................................................................................................................... 19

2.2. Eventos Extremos ............................................................................................................................... 19

2.2.1 Huracanes ....................................................................................................................................... 20

2.2.2 Precipitaciones ............................................................................................................................. 22

2.2.3 Inundaciones ................................................................................................................................. 23

2.2.4 Sequías ............................................................................................................................................ 24

2.3 Referencias ........................................................................................................................................... 27

Capítulo 3 Disponibilidad de datos en México .............................................. 29

3.1 Introducción ......................................................................................................................................... 29

3.2 Datos hidrométricos y climatológicos disponibles .................................................................. 30

3.2.1 Datos de la Comisión Nacional del Agua. ......................................................................... 33

3.2.1.1 Software y bases de datos disponibles ........................................................................... 35

3.2.2 Datos del Servicio Meteorológico Nacional. ................................................................ 37

3.2.2.1 Software y bases de datos disponibles. ......................................................................... 39

3.3 Referencias ........................................................................................................................................... 42

Capítulo 4 Metodologías para su estudio ................................................... 43

Introducción .................................................................................. 43

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4.1 Huracanes ............................................................................................................................................... 43

4.2 Precipitaciones ..................................................................................................................................... 62

4.3 Inundaciones ......................................................................................................................................... 75

4.4. Sequías .................................................................................................................................................. 84

4.5 Referencias. ...................................................................................................................................... 93

Capítulo 5. Estudio de caso ................................................................. 98

5.1 Introducción .......................................................................................................................................... 98

5.2.2 Estudio de caso en Champotón, Campeche.......................................................................... 101

5.5 Referencias .......................................................................................................................................... 115

Capítulo 6 Conclusiones y Recomendaciones ............................................. 117

Referencias ................................................................................. 119

ANEXO 1 ................................................................................... 129

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Introducción

En la última década los eventos hidrometeorológicos extremos han causado grandes estragos

en el mundo. El informe del panel intergubernamental de cambio climático (IPCC) proyecta que

el aumento en la temperatura debido al incremento de gases de efecto invernadero, producirá

un gran impacto en los recursos hídricos, acortando la duración del periodo de lluvias,

reduciendo la cubierta de nieve, incrementando el nivel del mar y aumentando la frecuencia de

los eventos extremos como inundaciones y sequías (IPCC, 2007). Según el IPCC, si se mantiene

la tendencia actual los daños mundiales serían catastróficos dado que el nivel del mar podría

subir de 15 a 95 cm para el año 2100. El incremento de un metro desplazaría a 70 millones de

personas en Bangladesh, sumergiría el 80 por ciento de las Islas Marshall y amenazaría las

costas sur atlánticas de los Estados Unidos y la zona costera de Japón. El derretimiento en el

Ártico afectaría los pueblos nativos del Norte de Canadá, y sería uno de los peores escenarios

de desastre para el hemisferio norte.

México no es la excepción, debido a su ubicación geográfica está expuesto a huracanes,

sequías, precipitaciones intensas, deslaves, heladas, inundaciones y olas de calor; los efectos

del cambio climático se han manifestado con una secuencia de desastres de origen

hidrometeorológico con graves daños para la sociedad mexicana. Por un lado se han presentado

sequías como las de 1997, 1998 y 2005 que provocaron incendios forestales y la pérdida de

cosechas. Por otro lado, los eventos de lluvias extremas se han intensificado desde 1999,

ocasionando grandes pérdidas humanas y económicas en todo el país sobre todo en el sureste

mexicano. (Soto et al, 2009)

Los eventos extremos afectan el centro y sur del país donde se encuentra la zona de mayor

marginación social. Los desastres se incrementan en México por factores como el incremento

de la población que hace que la demanda de agua también se incremente haciendo más

vulnerables aquellas comunidades y ciudades cuyo suministro de agua es limitado. Existe el

reconocimiento de la ONU sobre la inequidad en la distribución del servicio de abasto de agua

potable. Es bien sabido que el acceso inadecuado al agua constituye una parte esencial de la

pobreza de la población, afectando a sus necesidades básicas de salud, seguridad alimentaria y

sustento (ONU, 2003).

Otro factor es el crecimiento relativo de la pobreza, los sectores más desprotegidos de la

población resultan vulnerables a los desastres de origen meteorológico. Las zonas más

expuestas a huracanes, lluvias e inundaciones son los estados de Guerrero, Veracruz, Oaxaca y

Chiapas debido a la concentración de pobreza y marginación. (CONAPO 2003, 2006). Las

comunidades pobres sufren más dado que su capacidad de adaptación es muy limitada, los

procesos de recuperación ante los desastres son muy prolongados y muchas veces no

recuperan su patrimonio ni sus fuentes de subsistencia.

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Dichos fenómenos han traído consigo históricamente, implicaciones de carácter

socioeconómico, como es el caso de los eventos de sequía (Endfield et al., 2004), el peligro de

deslaves se ha asociado a eventos de precipitación (Alcántara-Ayala, 2004); además de que

recientemente se analiza la posibilidad de que algunos de ellos, en particular los ciclones

tropicales, puedan ser fuentes de selección natural de algunas especies (Luja y Rodríguez,

2010). Por otro lado, las sequías, aunque generalmente de desarrollo más lento, provocan la

disminución en la producción agrícola y ganadera, y con ello el desabasto para la población y

pérdidas económicas que pueden llegar a ser muy significativas (Jiménez et al., 2010). De

acuerdo con el documento especial de riesgos hidrometeorológicos, desarrollado en mayo del

2011 en Oaxaca por el Centro de Información Estadística y Documental para el Desarrollo,

teniendo como fuente el Centro Nacional de Prevención de desastres, en los años 2003, 2005

y 2010 se han presentado las mayores declaratorias asociadas a eventos hidrometeorológicos,

siendo de 200,570 y 200,516 declaratorias, respectivamente.

Los fenómenos de el Niño y la Niña han causado condiciones extremas en el clima de nuestro

país; el Niño provoca condiciones de sequía en el verano en el centro de México, las lluvias en

el invierno se intensifican en el noroeste del país y en verano se debilitan, en la zona centro y

norte del país se incrementan los frentes fríos en invierno. En el caso de la Niña provoca lluvias

excesivas en el centro y sur del país, sequías en el norte de México, e inviernos con marcada

ausencia de lluvias.

Los huracanes que se presentan principalmente durante la temporada de lluvias se resienten en

las zonas costeras del Pacífico, Golfo y Caribe; se asocian lluvias intensas a este fenómeno las

cuales pueden causar inundaciones y deslaves no solamente en las costas, sino también en el

interior del territorio nacional. En promedio llegan unos 25 ciclones cada año, de éstos, 4 o 5

llegan a penetrar a territorio mexicano y a causar graves daños.

En los 2 espacios marítimos que rodean a la República Mexicana, océanos Pacífico y Atlántico,

hay 4 regiones matrices de generación de ciclones (CENAPRED, 2007).

La primera se ubica en el Golfo de Tehuantepec, inicia la actividad ciclónica durante la última

semana de mayo y por lo regular los ciclones tienden a irse al Oeste y se alejan de México. Los

que se generan de julio en adelante describen una parábola paralela a la costa del Pacífico y a

veces llegan a introducirse a tierra.

La segunda región está en el sur del Golfo de México, en la denominada Sonda de Campeche.

Los ciclones aparecen a partir de junio con ruta norte-noroeste y afectan los estados de

Veracruz y Tamaulipas.

La tercera región matriz está localizada en la región oriental del Mar Caribe y sus ciclones

surgen en julio y mayormente entre agosto y octubre. Estos ciclones son intensos y de largo

recorrido, afectan los estados de Yucatán y la península de Florida en Estados Unidos.

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La cuarta región está en la zona tropical del Atlántico. Los ciclones de esta matriz se activan

en agosto y se dirigen al oeste penetrando en el Mar Caribe, Yucatán, Tamaulipas y Veracruz.

Estas regiones no son estables debido a su ubicación geográfica, ya que ésta obedece a la

posición de los centros de máximo calentamiento marítimo, que está influido por las corrientes

frías de California, la contracorriente cálida ecuatorial en el Pacífico y a la corriente cálida del

Golfo.

En nuestro país existen grandes variaciones en la disponibilidad de agua a lo largo del año.

Algunas regiones del país tienen precipitación abundante y baja densidad de población,

mientras que en otras ocurre exactamente lo contrario. El 68 % de la precipitación normal

mensual ocurre entre los meses de junio y septiembre. En la mayor parte del territorio la lluvia

es más intensa en verano y principalmente es de tipo torrencial (Ortiz et al., 2010).

Tabasco es la entidad más lluviosa, mientras que Baja California Sur es la más seca. En la mayor

parte de las entidades federativas, la precipitación ocurre predominantemente entre junio y

septiembre, con excepción de la península de Baja California, donde se presenta principalmente

en el invierno. (CONAGUA, 2008).

Al 31 de diciembre del 2009, la precipitación acumulada ocurrida en la República Mexicana

alcanzó una lámina de 649 mm, que fue 14.6 % inferior a la media histórica normal del periodo

1971 al 2000. (CONAGUA, 2011)

Las tormentas de granizo también llegan a causar daños severos tanto a la población como a

diversos sectores de la producción; en particular a la agricultura. Las zonas más afectadas de

México por tormentas de granizo son el altiplano de México y algunas regiones de Chiapas,

Guanajuato, Durango y Sonora. En el periodo comprendido de 1979 a 1988 el CENAPRED

reportó que, según registros de la Comisión Nacional del Agua, los estados que sufrieron más

daños en la agricultura fueron: Guanajuato (109, 767 ha), Chihuahua (56,355 ha), Tlaxcala

(51,616 ha), Nuevo León (37,837 ha) y Durango, (35,393 ha). Asimismo, dentro de estos

registros se estimó una población expuesta mayor a los 6 millones de habitantes, lo cual

representa cerca del 5% de la población total del país.

Los deslizamientos de masa de tierra pueden tener causas geológicas, dependiendo del tipo de

recubrimiento y pendiente del terreno, pero también se asocian o se ven favorecidos por

eventos de precipitación en un sitio dado por la infiltración de una parte del agua precipitada.

En México históricamente se han presentado deslaves que han ocasionado un número cuantioso

de pérdidas humanas, ejemplos de ellos fueron los deslizamientos ocurridos en los estados de

Hidalgo ( en el poblado de Meztitlán en el año 1991), En Guerrero (Deslizamientos de tierra

afectaron la bahía de Acapulco, tras el huracán Paulina en 1997) Puebla (Eventos de

precipitación provocaron enormes deslizamientos de tierra en la Sierra Norte, en 1999, 263

personas perdieron la vida y 1.5 millones de habitantes fueron afectados, lo cual representó al

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30% de la población total del estado (Alcántara-Ayala,2004) y Chiapas (El Caído de Juan de

Grijalva, que sepultó a un poblado completo, en el año 2007). Es importante contar con planes

de prevención y protección civil que permitan mitigar los posibles impactos ante eventos de

esta naturaleza.

Contenido de los capítulos

En el capítulo 1 se plantea el problema motivo de este trabajo; se habla de los eventos

hidrometeorológicos extremos que ha sufrido el país a lo largo de la última década, el problema

al que se enfrenta México debido a su orografía, al cambio climático y meteorológico. Se hace

también una reseña de eventos de esta naturaleza que han ocurrido a nivel internacional y la

forma en que se han estudiado.

El capítulo 2 trata de las definiciones de cada uno de los eventos hidrometeorológicos que

existen: huracanes, precipitaciones, inundaciones y sequías, dadas por diversos autores

nacionales e internacionales.

En el capítulo 3 se habla de los datos hidrométricos y climatológicos, las estaciones de

medición que están ubicadas en el territorio nacional y la base de datos y el software ocupados

por la Comisión Nacional del Agua y el Servicio Meteorológico Nacional.

En el cuarto capítulo se plantean algunas de las metodologías que se ocupan para el estudio de

huracanes, precipitaciones, inundaciones y sequías, y su utilidad práctica.

En el capítulo 5 se presenta un estudio de caso que se realiza en la ciudad de Campeche donde

se identifican los peligros hidrometeorológicos y que forma parte de un estudio de doctorado

realizado en el posgrado UNAM, un análisis de la marea de tormenta asociada a huracanes e

inundaciones fluviales. Se describe brevemente el sistema de información geográfica útil y de

fácil consulta realizado para las autoridades estatales.

En el capítulo 6 se presentan las conclusiones y recomendaciones derivadas de este estudio.

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Capítulo 1. Antecedentes

1.1 Introducción

La ubicación geográfica y las características físicas de México favorecen la ocurrencia de

fenómenos hidrometeorológicos que influyen a más del 60% del territorio nacional. México es

uno de los países más propensos a padecer afectaciones atmosféricas y climáticas que causan

inundaciones en el territorio.

En octubre de 2001, el huracán Juliette ocasionó lluvias atípicas en Sonora y pérdidas de

905.15 millones de pesos. (Bitran et al., 2002).

En el 2005, el huracán Stan provocó el desbordamiento del río Coatán en Chiapas e inundó los

municipios de Tapachula y Motozintla, con un saldo de 100 mil personas afectadas. (Murcia –

Macia, 2005).

En las inundaciones del 2005 se estimaron daños con un valor de cuatro mil millones de pesos y

para el 2010 hubo un gasto de más de 50 mil millones por daños causados debido a las

inundaciones para el estado de Veracruz que concentra el mayor volumen de agua superficial;

sus ríos descargan al mar más del 30% del caudal de todos los ríos del país. Las características

de relieve, la ubicación geográfica, el clima y la precipitación hacen de Veracruz una zona

vulnerable a inundaciones. Así, tenemos que 27% del territorio veracruzano presenta una

topografía accidentada y además 73% del territorio estatal yace por debajo de los 200 msnm,

en una planicie surcada de ríos e influenciada por sistemas meteorológicos tropicales en verano

y extra-tropicales en invierno, ello ocasiona que 40% de los días del año sean lluviosos.

En el Atlántico, la presencia de Helene y Gordon solo generaron alertas pero ninguno llegó a las

costas mexicanas (CONAGUA, 2009).

Las lluvias, inundaciones y ciclones tropicales ocasionaron daños por 13,580 millones de pesos,

afectando a más de 778 mil personas y destruyendo más de 455 mil hectáreas de diferentes

cultivos. Entre Tabasco, Veracruz y Oaxaca concentraron cerca del 70% de las pérdidas

económicas (CENAPRED, 2009).

En 2007, se vive uno de los desastres hidrometeorológicos más impactantes en México con las

inundaciones en el Estado de Tabasco. La cantidad de damnificados y las pérdidas materiales

fueron inmensas. Las intensas lluvias, alimentadas por los efectos del cambio climático, hicieron

que los ríos Grijalva, Usumacinta, Carrizal y Mazcalapa se desbordaran. Las lluvias torrenciales

también provocaron que la presa Peñitas llegara a su máxima capacidad el 29 de Octubre, lo que

obligó a abrir las compuertas y desfogar 2 millones de litros por segundo, desencadenando la

inundación. En el mismo período se genera una tragedia en el Estado de Chiapas por el

desgajamiento de un cerro que sepultó al Pueblo de Juan de Grijalva.

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1.2 Planteamiento del problema

Nuestro país se sitúa en el Cinturón de Fuego, sobre las placas tectónicas del Pacífico, de

Cocos, la Norteamericana y del Caribe, siendo en esta zona en donde ocurre el 80% de la

actividad sísmica y volcánica a nivel mundial. Además nos ubicamos dentro de cuatro de las seis

regiones generatrices de ciclones del mundo, las cuales influyen en el territorio de

Tehuantepec, Región Oriental del Mar Caribe, Sonda de Campeche y Región Oriental del

Atlántico. En total, son 17 entidades las ubicadas en zonas de peligro, donde habita casi la

mitad de la población mexicana (FIODM, 2011).

México está situado cerca de la zona intertropical de convergencia, la cual es una banda de

baja presión que se forma sobre las regiones de masas de aguas más cálidas en los trópicos,

donde las masas de aire están forzadas a ascender por el calentamiento, esto provoca una

abundante formación de nubes y fuertes lluvias.

Entre 1970 y 2010, 186 ciclones tropicales impactaron las costas de México. A continuación se

presenta su ocurrencia en el Océano Atlántico y Pacífico, donde se observa que a pesar que han

impactado un mayor número de ciclones en el Pacífico, los huracanes intensos se han

presentado en mayor proporción en el Atlántico. Figura 2.2.1.

Figura 1.2.1. Huracanes intensos categorías H3-H5, CONAGUA 2009.

Los factores geográficos y geofísicos determinan las condiciones del clima y lluvia en las

diversas regiones de la República Mexicana. México está entre los paralelos 14° 31´ y 32° 43´

de latitud norte, toda esta extensión se ubica dentro de las fajas de desiertos; se salva de

esta fatalidad geográfica gracias a otros factores que propician la ocurrencia de la

precipitación pluvial. Existen diferencias en la distribución de la lluvia. La zona más lluviosa con

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precipitaciones superiores a 1500mm, se encuentra al sur del paralelo 22° de latitud norte y

comprende las pendientes montañosas de las porciones central y sur del país que se inclinan al

golfo de México y se encuentran directamente expuestas a los vientos húmedos del mar,

asociados con los vientos Alisios, los nortes y los ciclones tropicales. (Breña, 2004).

La precipitación acumulada ocurrida en la República Mexicana del 1° de enero al 31 de

diciembre del año 2010 alcanzó una lámina de 938 mm, lo cual fue 23.4% superior a la normal

del período de 1971 a 2000 (760 mm). Figura 1.2.2.

Figura 1.2.2. Precipitación pluvial anual 2010.

Se observa que la región Sureste del país es la que tiene precipitaciones mayores, mientras que

el Norte y Noroeste de la República son regiones de escasa precipitación. En la Figura 1.2.3 se

muestra la distribución pluvial anual de la República Mexicana en el 2010.

Figura 1.2.3. Distribución de la precipitación pluvial anual 2010.

Bajo consideraciones de tipo termodinámico, a mayor temperatura aumenta la capacidad de la

atmósfera de contener vapor de agua por lo que la cantidad de agua precipitable es mayor.

Adicionalmente, es posible que el cambio de uso de suelo que ha experimentado el Valle de

México en los últimos cien años haya llevado a un calentamiento más intenso de la superficie,

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por lo que las condiciones atmosféricas se vuelven más inestables y se incrementa el potencial

de nubes profundas y tormentas más intensas.

Se puede considerar que los eventos hidrometeorológicos más peligrosos en el Valle de México

son las lluvias intensas. Dichos meteoros producen daños que han ido en aumento al existir más

asentamientos humanos en zonas propensas a inundaciones. Desafortunadamente, no se emiten

pronósticos de precipitaciones intensas o de ocurrencia de tormentas severas en las escalas

espaciales necesarias para implementar programas de prevención (por ejemplo, evacuaciones).

Aunque se trabaja en elevar este grado de acierto, se piensa que es mejor trabajar con

pronósticos a corto plazo (2 horas) utilizando el radar meteorológico. Desafortunadamente,

estos instrumentos no han sido explotados adecuadamente para apoyar las acciones de

prevención de desastres. El radar ubicado en el Cerro de la Catedral, cerca de la Ciudad de

México, rara vez proporciona estimaciones de lluvias intensas y menos de previsiones a corto

plazo. La situación es similar con el resto de los radares del país. (Magaña-Neri, 2007)

El noroeste, norte y noreste están sometido a variaciones en el régimen pluviométrico y las

lluvias más importantes están relacionadas con la influencia de estos ciclones, por lo que su

prolongada ausencia en el verano es una posible causa de la sequía en esta región.

Estos períodos de poca precipitación y de disminución en los caudales de ríos llevan a eventos

de sequía, sobre todo entre los meses de noviembre y finales de abril, y en especial en la región

norte y centro del país, con sus efectos reflejados en la baja producción agrícola, pérdidas de

cabezas de ganado, problemas de abastecimiento de agua potable, etcétera (CENAPRED,

2004).

Los problemas de escasez de agua que se presentan en el norte y centro del país se deben a

que la demanda ya sobrepasó a la disponibilidad, lo que ocasiona competencia por el agua entre

los diferentes usos, principalmente entre el agrícola y el público. La agricultura de riego utiliza

77% del agua en el país; los métodos aplicados son tradicionales en más del 80% de la

superficie, y se estiman eficiencias en el uso del agua del orden de 46% (Esquivel, 2005), por lo

que un enorme reto es el desarrollo de nuevas tecnologías aplicables a esta problemática.

En México, la mayoría de los sistemas agropecuarios y forestales son críticamente

dependientes del clima. El cambio climático es una de las amenazas más serias que actualmente

enfrenta nuestro planeta y de acuerdo a los modelos climáticos, esta situación se verá

exacerbada para finales del siglo XXI cuando se espera un aumento en la temperatura global

del planeta de entre 1.1 y 6.4 °C (Solomon et al., 2007).

Durante las dos últimas décadas, alrededor del 80% de las pérdidas totales económicas

debidas a desastres relacionados con el clima, ocurrieron en el sector agrícola. (INE-

SEMARNAT, 2009).

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La problemática que enfrenta el país, expuesta con anterioridad, hace ver la importancia de

contar con herramientas para el análisis de eventos extremos que sean de utilidad al ingeniero

civil o en estudios multidisciplinarios, por dicho motivo en este trabajo se hace esta revisión

amplia de metodologías.

1.3 Objetivo

El objetivo de este trabajo es hacer una revisión de los principales eventos

hidrometeorológicos extremos existentes en el mundo y en particular en la zona continental

mexicana, así como las diversas herramientas para la posible prevención o mitigación de sus

daños, relacionados con la protección civil y, dar sugerencias y recomendaciones de utilidad

práctica para el ingeniero civil.

1.4. Estudios internacionales sobre eventos extremos

En el 2010 se reportaron 42 desastres más que en el 2009 a nivel mundial. El número de

desastres reportados fue de 385, aproximado al promedio anual de eventos ocurridos entre el

2000 y el 2009. Se observó un incremento en la ocurrencia de desastres hidrológicos y una

disminución en los eventos meteorológicos. (CRED, 2010). Figura 1.4.1

Figura 1.4.1. Clasificación de Impactos de Desastres Naturales. Promedio anual 2000-2009 vs año 2010.

El número de víctimas se incrementó de 198.7 millones a 217.3 millones en el 2010, pero

permaneció bajo el promedio anual (2000-2009) de 227.5 millones. El número de víctimas por

eventos meteorológicos se incrementó un 98.9% comparado con el promedio anual de la última

década. (CRED, 2011).

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Los impactos de inundaciones catastróficas en Pakistán en julio del 2010 mostraron que la

pobreza y el riesgo a los desastres están relacionados. El fenómeno de la Niña en el 2010

provocó en el verano incendios y temperaturas extremas en Rusia y en diciembre de 2010,

inundaciones en Australia.

En la siguiente tabla se muestra una comparación del promedio de eventos ocurridos del 2000

al 2009 vs 2010. El Continente con mayor cantidad de desastres es Asia, seguido por América,

África, Europa y Oceanía. (Tabla 1.4.1)

Tabla1.4.1. Desastres ocurridos a nivel mundial

El número de víctimas en Asia es el mayor de todos los continentes; la mayoría ocasionado por

eventos hidrológicos en el 2010. (CRED, 2010). (Tabla 1.4.2).

Tabla 1.4.2. Número de Víctimas a nivel mundial

América es el continente que ha tenido que invertir mayor cantidad de dinero en la reparación

de daños; esto debido a la mayor cantidad de desastres meteorológicos entre el 2000 y el

2009 y, geofísicos en el 2010. Le sigue Asia con daños económicos en el 2010 debido a eventos

hidrometeorológicos. (CRED, 2010). (Tabla 1.43)

Cantidad de Desastres ocurridos África América Asia Europa Oceanía Total

Climatológicos 2010 6 16 6 22 0 50

Prom.Climatologicos 2000-2009 9 13 13 18 1 54

Geofísicos 2010 1 6 20 2 2 31

Prom. Geofísicos 2000-2009 3 7 21 3 2 31

Hidrológicos 2010 57 40 81 32 6 216

Prom. Hidrológicos 2000-2009 43 39 80 25 5 192

Meteorológicos 2010 5 35 27 14 7 88

Prom. Meteorológicos 2000-2009 9 33 42 14 6 105

Total 2010 69 97 134 70 15 385

Prom. Total 2000-2009 64 92 156 59 15 387

Cantidad de victimas (millones) África América Asia Europa Oceanía Total

Climatológicos 2010 5.44 0.18 6.52 0.06 0 12.21

Prom.Climatologicos 2000-2009 12.21 1.21 70.57 0.26 0 84.25

Geofísicos 2010 0 6.62 0.38 0.03 0.3 7.33

Prom. Geofísicos 2000-2009 0.08 0.37 7.98 0.01 0.01 8.45

Hidrológicos 2010 4.23 4.18 180.1 0.28 0.23 189.03

Prom. Hidrológicos 2000-2009 2.34 2.9 89.42 0.34 0.02 95.01

Meteorológicos 2010 0.2 1.11 6.88 0.5 0.05 8.73

Prom. Meteorológicos 2000-2009 0.45 2.62 36.31 0.32 0.04 39.74

Total 2010 9.87 12.1 193.9 0.87 0.57 217.3

Prom. Total 2000-2009 15.07 7.09 204.3 0.94 0.06 227.46

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Tabla 1.4.3. Daños en billones de dólares provocados por desastres naturales en el mundo.

África En 2002 Kenia se vió afectada por la peor sequía en 37 años. En junio se estimaban 1,700 000

personas que requerían asistencia alimentaria. En diciembre, la cifra se había elevado a los 4

millones.

La franja de Sahel, que se extiende desde el Océano Atlántico hasta el Mar Rojo, con el paso

de los años ha sufrido extensas sequías. En el 2005, 9 millones de personas fueron afectadas

padeciendo de epidemias, hambruna y desnutrición; para 2007 la sequía causada por el

fenómeno de El Niño afectó los cultivos de Sudáfrica, Botswana, Lesoto, Sur de Mozambique y

Zimbabwe.

En el este de África ecuatorial se originó una sequía en el 2005, ocasionado por las “lluvias

cortas”, en el período Octubre – Noviembre. (Hastenrath et al., 2007).

En 2005, estudios realizados con una serie climática en NOAA, indicaban que la vigésima sequía

de Sahel del siglo era una probable respuesta climática a los patrones de la temperatura

superficial del mar que cambiaban, y podría ser vista como combinación de la variabilidad

natural. Estas simulaciones indicaron que eran tardíamente atribuibles a los factores humano-

inducidos; en gran parte debido a un aumento en gases de invernadero y en parte debido a un

aumento en aerosoles atmosféricos. Los estudios indican que el cambio del clima podría

conducir a una reducción del 25% en la precipitación de Sahel por el año 2100 (Held et al.,

2005)

En 2009 durante el período de lluvias, las precipitaciones fueron casi nulas en regiones como

Kenia, Somalí, Uganda, Yibuti y Tanzania.

América

En el océano Pacifico los huracanes más intensos en el año 2006 fueron Daniel y John de

categoría IV con vientos máximos de 240 Km/h y 215 Km/ h. El huracán John se presentó en

Daños ( 2009 US$ bn) África América Asia Europa Oceanía Total

Climatológicos 2010 0 0.11 0.27 3.6 0 3.98

Prom.Climatologicos 2000-2009 0.04 2.29 3.56 2.9 0.47 9.26

Geofísicos 2010 0 38.01 1.51 0.13 6.5 46.15

Prom. Geofísicos 2000-2009 0.67 0.69 16.73 0.54 0.02 18.65

Hidrológicos 2010 0.06 2.49 32.08 7.02 5.24 46.89

Prom. Hidrológicos 2000-2009 0.35 2.89 8.86 6.53 0.5 19.13

Meteorológicos 2010 0 16.22 0.9 6.95 2.77 26.84

Prom. Meteorológicos 2000-2009 0.08 37.82 10.21 3.44 0.29 51.83

Total 2010 0.06 56.84 34.76 17.7 14.51 123.86

Prom. Total 2000-2009 1.15 43.69 39.36 13.41 1.27 98.87

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El Saucito, Baja California Sur. El huracán Lane en Sinaloa con vientos de 205Km/h. En el

Atlántico la presencia de Helene y Gordon solo generaron alertas pero ninguno llego a las

costas mexicanas. (CONAGUA, 2009).

En 2007 las precipitaciones e inundaciones ocasionaron daños en 483 245 ha sembradas, 718

142 damnificados, 128 307 deterioros en viviendas. Destacan las inundaciones ocasionadas

por desbordamiento de los ríos Grijalva, La Sierra, Samaria y Carrizal debidas a lluvias

extraordinarias en la cuenca media del Grijalva que inundó el 70% del Estado de Tabasco,

(CONAGUA, 2008).

En 2008 México fue impactado por 6 ciclones tropicales, solo dos tocaron tierra con categoría

de huracán: Dolly en Tamaulipas y Norbert en Baja California Sur y Sonora. (CONAGUA,

2009).

En 2009, Venezuela sufrió de una fuerte sequía ocasionada por las bajas precipitaciones

en el país con sólo 600 milímetros de lluvia. Las afectaciones se ven reflejadas en el sector

agrícola, en el equilibrio ecológico y en el sector hidroeléctrico. (Paredes, 2010).

La distribución de las lluvias en Venezuela está afectada por factores como la orografía, la

orientación con respecto a los vientos Alisios y la cercanía con las masas de agua. La

temporada seca en Venezuela es condicionada por el movimiento de la Alta Presión del

Atlántico Norte (APAN), que inhibe la formación de nubes de gran desarrollo vertical entre

mediados de noviembre y finales de marzo.

El huracán Karl, decimotercer ciclón tropical de la temporada de huracanes en el Atlántico de

2010, se originó en el mar Caribe e impactó en la península de Yucatán como una tormenta

tropical fuerte, hasta emerger al golfo de México donde se reorganizó gradualmente hasta

alcanzar la categoría 3 (huracán mayor) en la escala de Saffir-Simpson e impactó la costa

oriental de México el 17 de septiembre del año 2010. (Cruz, 2010).

Jova fue un ciclón cuya trayectoria se inició a más de 1,000 km al Sur de la costa de Colima, de

allí se desplazó hacia el Noroeste y posteriormente recurvó hacia el Noreste con rumbo a la

costa occidental de México a donde llegó en las primeras horas del día 12 de octubre del 2011,

tocando tierra a las 01:00 horas a 8 km al Sur de la población de La Fortuna, Jal. Como huracán

de categoría II, con vientos máximos sostenidos de 160 km/h y rachas de 195 km/h. Su

duración fue de 168 horas, tiempo en el que recorrió una distancia aproximada de 2,000 km a

una velocidad promedio de 12 km/h. Se reportaron lluvias máximas puntuales en 24 horas de

374.4 mm en Coquimatlán, Col (siendo la mayor cantidad de lluvia a nivel nacional durante el año

2011); 115.0 mm en Melchor Ocampo, Mich. y 91.0 mm en Ciudad Guzmán, Jal., el día 11 de

octubre. (Bravo et al., 2011).

En relación a las sequías se realizan anualmente 2 estimaciones a nivel Norteamérica en el

marco del proyecto Monitor de Sequía para América del Norte (NADM). (CONAGUA, 2010).

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Para la primera estimación de sequía, correspondiente al final de la temporada estival, en mayo

del 2009. la península de Baja California permaneció con condición de anormalmente seca a

severa, en tanto que el noreste de México presentó un incremento en la intensidad, de

anormalmente seca a sequía extrema.

En Sonora y Chihuahua la condición de sequía continuó sin cambios a pesar de las

precipitaciones, en tanto que se registró la condición de sequía con impacto hidrológico en el

centro del país con intensidades de anormalmente seca a severa, destacando la intensidad de

sequía severa para Michoacán, México y el Distrito Federal.

Para la segunda estimación de sequía, al finalizar la temporada de lluvia, en noviembre del 2009

se reportaron lluvias superiores a la normal, originada por frentes fríos y el huracán Ida, que

afectó a la península de Yucatán, con anomalías positivas en Nayarit, Quintana Roo, Nuevo León

y Campeche, en tanto que Baja California Sur, Estado de México, Querétaro y Morelos

presentaron anomalías negativas.

En 2009, Venezuela sufrió de una fuerte sequía ocasionada por las bajas precipitaciones en el

país con solo 600 milímetros de lluvia. Las afectaciones se ven reflejadas en el sector agrícola,

en el equilibrio ecológico y en el sector hidroeléctrico.

La distribución de las lluvias en Venezuela está afectada por factores como la orografía, la

orientación con respecto a los vientos Alisios y la cercanía con las masas de agua. La temporada

seca en Venezuela es condicionada por el movimiento de la alta presión del Atlántico Norte

(APAN), que inhibe la formación de nubes de gran desarrollo vertical entre mediados de

noviembre y finales de marzo.

El fenómeno de las sequías en los llanos ha sido escasamente estudiado, debido en parte, a las

pocas estaciones pluviométricas disponibles y su gran dispersión espacial (Ovalles et al., 2008).

Asia La disponibilidad de agua en China se encuentra mal distribuida; en el noreste se consume

mayor cantidad de agua que la disponible, mientras que en el sur se cuenta con un 80% del

total de agua y no es ocupada en su totalidad. El agua proviene de acuíferos subterráneos y de

ríos como el Yangtsé (6.300 Km), el río Amarillo, el río de las Perlas, el río Huai (Tong et al,

2006).

En 2002 en la India se presentó una de las sequías más severas afectando al 56% de su área

geográfica. Las sequías se deben mayormente a la reducción de precipitaciones y a la demanda

de agua en el país y se observa que una sola temporada de lluvias monzónicas anormales puede

tener gran impacto en la población; el subcontinente indio sufrió una de las sequías más severas

en su historia, lo que resulta en una caída importante en la producción de alimentos y el PIB

(Gadgil et al., 2004).

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14

Esta amenaza se puede agudizar en las próximas décadas, dado que los suministros de agua

subterránea en la India, que ofrecen una protección contra las precipitaciones, están cada vez

más empobrecidos (Rodell et al., 2009).

Europa Entre 1998 – 2009 Europa tuvo desastres naturales ocasionados por eventos

hidrometeorológicos extremos. Predominan las inundaciones con una cifra de 213 tormentas

con un total de 155 y un registro de 8 sequías durante este período. En el período de 2003 a

2009, se registraron 26 grandes inundaciones. Los países más afectados Rumania (2005),

Turquía (2006) e Italia (2009). (EEA, 2010).

Las tormentas abarcaron desde Escocia hasta el sur de los Alpes del Sur y del Atlántico hacia

la planicie Rusa. Las tormentas registradas en la última década fueron: Jeanett (octubre 2002)

afectando Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Reino Unido; Gudrun y Erwin (enero

2005) en Reino Unido, Suiza, Alemania, Polonia, Finlandia, Suiza; Kyrill (enero 2007) en

Alemania, Austria, Reino Unido, Francia; Hilal (mayo-junio 2008) en Alemania; Klaus (enero

2009) en Francia, España e Italia; Wolfgang (julio 2009) en Austria, Polonia, República Checa y

Alemania. (Puyol, 2006).

En España la mayoría de las inundaciones son por avenidas súbitas en pequeñas cuencas. Las

causas de que España sea afectada por las inundaciones son: su orografía, el clima y la gran

densidad demográfica en su periferia. (Ayala et al, 2002)

En la Península Ibérica El Ebro es el río más grande del Mediterráneo, con una cuenca de 85

000 Km2 y una longitud del canal de 930 Km. En el tramo medio tiene 739 km 2 en llanuras de

inundación, el más extenso de la Península Ibérica. Esta planicie de inundación se cubre de agua

con frecuencia con un daño económico significativo. Las inundaciones en circulación ocurrieron

por última vez en noviembre de 1966, febrero de 1978, diciembre de 1980, y enero de 1981. En

las últimas décadas, el número de pequeñas inundaciones moderadas ha disminuido debido a los

sistemas de regulación. (Ollero, 2010).

Oceanía

La mayor parte del sureste de Australia ha experimentado una sequía prolongada desde 1997-

2008. La cuenca Corangamite, ubicada a 40 km desde el océano en una región sub-húmeda del

sureste de Australia cubre un área de 13.300 kilómetros 2. . La región tiene una larga duración

promedio anual de precipitaciones de 730 mm. Un 60% de las precipitaciones se produce

durante los meses de invierno / primavera de junio a noviembre (1899-2008). Se observa un

déficit en las precipitaciones de la media a largo plazo durante el año 1994, y luego por 11 de

los 12 años transcurridos entre 1997 y 2008. En la Figura 8 se aprecia que la región

experimentó una sequía meteorológica severa en ese periodo. (Ortiz et al., 2010).

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15

Figura 1.4.2. Desviación de largo plazo promedio anual de precipitaciones para los datos de la estación de

Colac durante 1899-2008, y una sección ampliada destacando el déficit de las últimas como resultado de la

sequía de varios años (Oficina Australiana de Meteorología, 2008).

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19

Capítulo 2. Eventos Hidrometeorológicos extremos

2.1. Introducción

En los últimos años los fenómenos naturales han demostrado al ser humano que conllevan

grandes desastres tanto a nivel poblacional como económico; la naturaleza afecta de forma

fuerte e imprevisible a los países, es por ello que es urgente tomar medidas de prevención y

mitigación a nivel mundial. La mayor parte de los eventos extremos se ha intensificado con el

calentamiento global y han surgido nuevas zonas de riesgos meteorológicas.

Durante 2007, 234 millones de personas de 117 países fueron afectados, 73,946 murieron y

los daños se calcularon en 81.86 mil millones de US$ (MMD) por eventos naturales extremos.

En 2008, 36 millones de personas fueron evacuadas de sus hogares por desastres ambientales

y los eventos hidrometeorológicos extremos se han casi duplicado a partir de 2005, si se

comparan con el quinquenio anterior (Arreguín et al., 2011).

En 2010, los eventos climáticos extremos aumentaron en todos los continentes, destacando por

su gravedad: Pakistán, Bangladesh, Indonesia, Fiji, Australia, Andhra Pradesh (India), China,

Brasil, Venezuela, Perú, México y Polonia (EMDAT, 2011)

2.2. Eventos Extremos

Un evento extremo puede definirse como un evento de magnitud tal que el grupo social

afectado no está preparado para evitar que produzca graves daños, la definición se relaciona

con la magnitud del fenómeno natural y con las condiciones específicas de la zona expuesta.

Los riesgos hidrometeorológicos dependen de la intensidad y frecuencia de la amenaza y de la

medida en que llega a afectar la zona. En meteorología se trata de fenómenos con mayor o

menos predictibilidad. (Magaña- Neri, 2007).

Una definición, descrita por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático, IIPC 2008 por

sus siglas en inglés, define un evento extremo como “aquel evento que es raro en un lugar y en

un instante en un año”. Por lo cual, la interpretación de esta definición nos habla de valores

máximos dentro de un conjunto de datos; el efecto del calentamiento global es que los eventos

extremos están variando, es decir, los eventos extremos crecen en magnitud y en frecuencia.

Asimismo, los estudios de costos y aseguramiento en los Estados Unidos en las últimas

temporadas indican que los eventos que ocurren en una rápida sucesión, generan mayores daños

que la suma simple e individual de los daños de eventos aislados.

Los eventos hidrometeorológicos extremos dañan los bienes y la integridad física de la

población. En México, el fenómeno de El Niño nos muestra la variabilidad climática al

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relacionar la ocurrencia de sequías severas en verano en el norte del país; o con lluvias intensas

de invierno en el noroeste. Cerca de 8 millones de personas están expuestas a los

efectos adversos de huracanes, aproximadamente 6 millones a lluvias intensas y más de

8 millones pueden sufrir daños por sequías; cerca del 80% de esta población vive

bajo condiciones de alta y muy alta marginación. (Landa, 2011).Los eventos hidrometeorológicos

relacionados con los cambios en la atmósfera y con el ciclo del agua, tales como las lluvias, los

huracanes y las sequías meteorológicas, son procesos naturales del sistema climático; al

presentarse de manera severa se vuelven amenazas que llegan a generar desastres. En la Tabla

2.2.1 se muestra la distribución de eventos en México.

Tabla 2.2.1. Eventos en regiones y entidades federativas del país.

Fuente INE 2008.

2.2.1 Huracanes

En la última década se han registrado una gran cantidad de eventos hidrometeorológicos

extremos, los cuales ocurren a diferente nivel geográfico y en escalas de tiempo variables.

EVENTO / ZONA NORTE CENTRO COSTA DEL PACIFICO SURESTE

Aguascalientes Jalisco, Colima, Chiapas

Baja california Michoacán, Tabasco

Durango, Sinaloa Guerrero, Veracruz

Oaxaca

Sequía Estado de México ,

Guanajuato

Colima, Jalisco, Campeche

Meteorológica Hidalgo, Morelos Michoacán Veracruz

Puebla, Querétaro Oaxaca Yucatán

Tlaxcala, Zacatecas

Aguascalientes

Chihuahua

Sonora

Chihuahua, Durango

Coahuila, Sonora,

Nuevo león

Baja california sur Estado de México Quintana Roo,

Chiapas

Nuevo Leon San Luis Potosí Tabasco

Puebla Veracruz

Baja california sur Guerrero,Colima,Jalisco Campeche, Chiapas

tamaulipas Michoacan,

Nayarit,Oaxaca.

Tabasco, Veracruz,

Yucatán, Quintana

Roo

Guerrero

Jalisco

Oaxaca

Huracanes

Incendios forestales Chiapas

Olas de frío

Eventos extremos de

precipitación

Guerrero

Inundaciones Distrito Federal

Aguascalientes, Baja

california, Chihuahua,

Coahuila, Durango , Nuevo

leon, Sinaloa, Tamaulipas

Olas de calor Distrito federal

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Huracán es un término que se asigna a lo que genéricamente se denomina ciclón tropical, pero

cuando éste ya presenta vientos mayores a 120 Km/h. (Rosengaus, 2000).

Un huracán es un conjunto de centros de depresión atmosférica que operan como centros de

atracción de masas de aire caliente y húmedo con trayectorias parabólicas, provocando fuertes

lluvias y vientos; en México se generan en el Caribe, Golfo de México y Océano Pacifico, con

movimientos generalmente de sureste a noreste. (Ovsei, 1996).

Los ciclones tropicales son depresiones meteorológicas, o sistemas de baja presión, sobre

aguas abiertas en el trópico, usualmente entre las latitudes 30° al norte y 30° al sur. (NRC,

1994; Alexander, 1993). Se originan en lugares donde una atmósfera inestable causa

diferencias en la cantidad de energía recibida por los polos terrestres. Un disturbio giratorio

se forma alrededor de un centro de atmósfera en calma, un ojo usualmente de 30 a 50

kilómetros de diámetro, con aire circulante que gira en la dirección contraria de las manecillas

del reloj en el hemisferio norte y a la inversa en el sur. Con la energía obtenida a través de la

evaporación oceánica, los ciclones pueden moverse a velocidades entre 10 y 50 km/h en la zona

de los vientos alisios. (Office of the United Nations Disaster Relief Coordinator, 1991; Noji,

2000).

Por definición, un ciclón tropical es un término asignado a circulaciones ciclónicas originadas

sobre aguas tropicales (OAS, 1991).

Huracán es el nombre de un ciclón tropical con vientos sostenidos de 65 nudos (117 km/h) o

más que se desarrolla en el Atlántico Norte, Mar Caribe, Golfo de México y al este del Pacífico

Norte. Este mismo ciclón tropical es conocido como tifón en el Pacífico Occidental y como

ciclón en el Océano Índico. (SMNH, 2012).

Un ciclón tropical es un remolino gigantesco que cubre cientos de miles de kilómetros

cuadrados y tiene lugar, primordialmente sobre los espacios oceánicos tropicales. Cuando las

condiciones oceánicas y atmosféricas propician que se genere un ciclón tropical, su evolución y

desarrollo puede llegar a convertirlo en huracán. Los ciclones tropicales en los océanos

presentan áreas de formación y éstas se ven favorecidas cuando la temperatura de la capa

superficial de agua supera los 26.5°C, aunada a la presencia de una zona de baja presión

atmosférica, hacia la cual convergen vientos de todas direcciones. (Acevedo et al., 2005).

Huracán es un ciclón tropical en el cual los vientos máximos sostenidos alcanzan o superan los

119 Km/h. El área nubosa cubre una extensión entre los 500 y 900 Km de diámetro,

produciendo lluvias intensas. El ojo del huracán alcanza normalmente un diámetro de 24 a 40

Km, pero puede llegar hasta cerca de 100 Km. (Acevedo et al., 2005).

Los huracanes o ciclones tropicales son las tormentas más devastadoras que ocurren en los

trópicos. Tanto la violencia de los vientos que arrasa construcciones y derriba árboles y postes,

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como la subsecuente inundación que ocasiona la marejada, redundan en enormes pérdidas –

humanas y materiales- en la economía de los países expuestos a este fenómeno.

Un huracán es un viento muy fuerte que se origina en el mar, gira en forma de remolino

acarreando humedad, posee características únicas de circulación de latitudes medias, se

intensifican cuando están situados sobre océanos tropicales o subtropicales en ambos

hemisferios. (Salinas, 2006).

Un ciclón tropical es un remolino gigantesco que cubre cientos de miles de kilómetros

cuadrados y tiene lugar, primordialmente, sobre los espacios oceánicos tropicales. Cuando las

condiciones oceánicas y atmosféricas propician que se genere un ciclón tropical, su evolución y

desarrollo puede llegar a convertirlo en huracán. (Acevedo et al., 2005).

Los huracanes han causado miles de pérdidas humanas y severos daños materiales valuados en

millones de dólares: Bangladesh, Honduras, Nicaragua, México y Estados Unidos han sido

víctima de estos eventos. Pero los huracanes también tienen un punto de vista positivo, pues el

agua de lluvia se podría distribuir a las zonas áridas a través de lluvias excedentes recargando

así los acuíferos. (CENAPRED, 2007).

Según la región donde se presentan estos fenómenos se le conocen con distintos nombres:

En el océano Atlántico, Golfo de México, Mar Caribe, Océano Pacífico, Pacífico sur, este de

Australia y Samoa se les conoce como huracanes. En el Mar de Arabia, Bahía de Bengala,

Océano Indico y Madagascar son ciclones. En China y costa de Japón se les da el nombre de

tifones. (CENAPRED, 2007).

2.2.2 Precipitaciones

Las precipitaciones pluviales intensas, que pueden estar asociadas a los ciclones tropicales,

aunadas a factores como la topografía, el uso del suelo y el estado de la cubierta vegetal,

pueden generar intensas corrientes de agua en ríos, flujos con sedimentos en las laderas de las

montañas, movimientos de masa que transportan lodo, rocas, árboles, y otros objetos que

pueden destruir casas, dañar puentes o tramos de carreteras (CENAPRED, 2001).

Los factores determinantes para una precipitación pluvial son la humedad atmosférica y la

temperatura de condensación. (Breña, 2006).

Una precipitación es un hidrometeoro constituido por un conjunto de partículas acuosas,

líquidas o sólidas, cristalizadas o amorfas, que caen de una nube o de un conjunto de nubes y

que alcanzan el suelo. (SMNH, 2012).

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23

Se define como precipitación a toda forma de humedad, que, originándose en las nubes,

llega hasta la superficie terrestre. De acuerdo a esta definición, las lluvias , las granizadas

y las nevadas son formas distintas del mismo fenómeno de la precipitación. (Wendor,

1989).

Precipitación. Partículas de agua líquida o sólida que caen desde la atmósfera hacia la superficie

terrestre. (CONAGUA-SMN, 2010-2011).

En México existen grandes variaciones de la disponibilidad de agua a lo largo del año. Algunas

regiones del país tienen precipitación abundante y baja densidad de población, mientras que en

otras ocurre exactamente lo contrario.

Anualmente, México recibe del orden de 1.51 billones de metros cúbicos de agua en forma de

precipitación. De esta agua, el 72.5% se evapotranspira y regresa a la atmósfera, el 25.6%

escurre por los ríos o arroyos y el 1.9% restante se infiltra al subsuelo y recarga los acuíferos

(IMTA, 2009).

Existen también las avenidas súbitas que ocurren cuando se origina una precipitación intensa en

una cuenca con respuesta hidrológica muy rápida. Pueden presentarse en zonas montañosas con

fuerte pendiente, en abanicos aluviales, en ciudades, al romperse una presa, dique o bordo,

incluso en cavernas donde circule algún arroyo subterráneo. Las avenidas son peligrosas por los

cambios rápidos en los niveles de escurrimiento; en minutos el agua puede elevarse

drásticamente desde niveles virtualmente nulos hasta 10 metros. (CENAPRED, 2010).

Las avenidas súbitas se presentan generalmente en cuencas ubicadas en zonas con montaña de

fuerte pendiente, donde existen pequeños valles, barrancas, y abanicos aluviales al pie

de éstas. También pueden presentarse debido al rompimiento de un bordo, presa o represa, o

en ciudades cuyo suelo, o piso, presenta un alto coeficiente de escurrimiento, es decir, son muy

impermeables. Su característica y peligrosidad más importante es que ocurren de manera

imprevista, lo que dificulta alertar con antelación. Como consecuencia de ello, este fenómeno

puede cobrar una mayor cantidad de vidas humanas, en comparación con una inundación lenta.

(CENAPRED, 2006)

2.2.3 Inundaciones

Las inundaciones pueden ocurrir por lluvias en la región, por desbordamiento de ríos, ascenso

del nivel medio del mar, por la rotura de bordos, diques y presas, o bien, por las descargas de

agua de los embalses. Entre los factores importantes que condicionan las inundaciones están:

la distribución espacial de la lluvia, la topografía, las características físicas de los arroyos y

ríos, las formas y longitudes de los cauces, el tipo de suelo, la pendiente del terreno, la

cobertura vegetal, el uso del suelo, ubicación de presas y las elevaciones de los bordos de los

ríos. (CENAPRED, 2001).

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Inundación es un flujo o encubrimiento de agua que se origina por lluvias, desbordamientos de

ríos, ruptura de presas y otros eventos que resultan en grandes cantidades de agua, agravados

por la deficiencia de la capacidad del drenaje, acumulación de basura en la red de atarjeas y

condiciones topográficas del lugar. (Ovsei, 1996).

Las inundaciones ocurren conforme los fuertes vientos y mareas empujan, con fuerza

destructiva, las ondas marinas creadas por un ciclón hacia las lineas costeras. Las marejadas

son diferentes a los tsunamis, los cuales son ondas marinas sísmicas producidas por terremotos

en el piso del océano. Los ciclones también impulsan tierra adentro de las aguas de los pantanos.

(NRC, 1994).

Inundación es la sumersión temporal de terrenos normalmente secos, como consecuencia de la

aportación inusual y más o menos repentina de una cantidad de agua superior a la que es

habitual en una zona determinada. (Aparicio, 2003).

Inundaciones por precipitaciones in situ: se producen por la acumulación de agua de lluvia en un

determinado lugar o área geográfica sin que ese fenómeno coincida necesariamente con el

desbordamiento de un cauce fluvial. Este tipo de inundación se genera por la concentración de

un elevado volumen de lluvia en un intervalo de tiempo muy breve o por la incidencia de una

precipitación moderada y persistente durante un amplio periodo de tiempo. (Aparicio, 2003).

Inundaciones por desbordamientos de los ríos: se deben en primera instancia a un excedente

de agua. El aumento brusco del volumen de agua que un lecho o cauce es capaz de transportar

sin desbordarse produce lo que se denomina como avenida o riada. Una avenida es el paso por

tramos de un río, de caudales superiores a los normales, que dan lugar a elevaciones de los

niveles de agua. (Aparicio, 2003).

De todos los riesgos naturales, las inundaciones ocurren con más frecuencia y son las más

extendidas en espacio y severidad (Alexander, 1993; WMO, 1990).

Otros factores que potencian o intensifican las inundaciones son: la pendiente de la cuenca

hidrográfica y de las corrientes fluviales, el aumento de nivel freático, el tamaño y forma de la

cuenca, el tipo de suelo, su geometría y la cubierta vegetal del terreno. (Herrero et al., 2008).

2.2.4 Sequías

La sequía se define como un conjunto de condiciones ambientales atmosféricas de muy poca

humedad que se extienden durante un periodo suficientemente prolongado como para que la

falta de lluvias cause un grave desequilibrio hidrológico y ecológico. El agua deja de fluir en

ríos que normalmente no se secan y los lagos y lagunas se convierten en valles áridos (IMTA,

2009).

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La sequía en una zona corresponde a un período prolongado de tiempo seco, es decir con poca

lluvia (CENAPRED, 2001).

Sequía es la carencia de agua en el suelo, que se origina por el agotam Cuando es grande y

prolongada, perjudica el bienestar y las actividades humanas. (Ovsei, 1996).

Palmer define sequía meteorológica como el intervalo de tiempo, generalmente con una

duración del orden de meses o años, durante el cual el aporte de humedad en un determinado

lugar cae consistentemente por debajo de lo climatológicamente esperado o del aporte de

humedad climatológicamente apropiado, Russell et al son más concisos: falta prolongada de

precipitación, inferior a la media. (Palmer, 1965; Russell et al., 1970).

La sequía es una condición climática anormalmente seca en un área específica que se prolonga

debido a la falta de agua y causa un serio desbalance hidrológico. (SMNH, 2012).

Una sequía se define como un déficit significativo en la disponibilidad de agua debido a lluvias

menores que lo normal. (Bravo y Salinas, 2006).

Se puede hablar de sequía meteorológica, como una situación caracterizada por la ausencia

prolongada de lluvias en periodos que normalmente serían lluviosos (Núñez et al., 2007). Dicha

sequía puede convertirse en sequía hidrológica cuando se abaten los escurrimientos

superficiales, los embalses y los acuíferos (Marcos, 2001).

La sequía meteorológica suele definirse a partir de un umbral de déficit de precipitación que se

alcanza durante un periodo de tiempo previamente determinado.

La sequía agrícola se define habitualmente en términos de disponibilidad de agua en los suelos

para el sostenimiento de los cultivos y para el crecimiento de las especias forrajeras y, menos

habitualmente, como una desviación de los regímenes de precipitación normales durante cierto

periodo de tiempo.

La sequía hidrológica es un concepto todavía más independiente del déficit de precipitación ya

que suele definirse como la desviación de las pautas de aflujo de agua en la superficie y en el

subsuelo, tomando como referencia valores promediados en distintas fechas cronológicas.

La sequía socioeconómica refleja la relación entre la oferta y la demanda de mercancías

básicas, como lo son el agua, los piensos o la energía hidroeléctrica, que dependen de las

precipitaciones. (OMM, 2006).

México tiene gran parte de su territorio en la franja de alta presión de latitud norte, por lo

que tiene zonas áridas y semiáridas; ellas coinciden en latitud con las regiones de los grandes

desiertos africanos, asiáticos y australianos. (CENAPRED, 2008).

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En 2002 se empezó con un proyecto para el monitoreo de eventos climáticos extremos sobre

el territorio de Canadá, México y Estados Unidos llamado El Monitor de Sequía de América del

Norte (North American Drought Monitor, NA-DM). (CONAGUA,2003)

Las sequías presentan 3 rasgos distintivos: intensidad, duración y extensión. La magnitud de los

efectos de una sequía está estrechamente relacionada con el momento en que comienza la

escasez de precipitación y con la intensidad y duración del fenómeno. (OMM, 2006).

La sequía es un fenómeno que causa estragos en las actividades económicas, en especial las

referidas a las del sector primario como es la agricultura y la ganadería. En este tipo de

fenómeno las consecuencias pueden ser prolongadas desde meses hasta años por sus efectos

en las condiciones de la tierra que no permite el desarrollo de la producción agrícola ni

ganadera. (Bitran et al., 2003)

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27

2.3 Referencias

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afectaron el estado de Veracruz en el año 2005

2. Alexander D. Natural disasters. New York: Chapman & Hall, Inc.; 1993

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y Emergencias – Universidad Politécnica de Valencia @ Octubre, 2003 libro en línea

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4. Arreguín, Felipe; Lopez Pérez, Mario; Marengo Mogollón, Humberto, 2011: in: Oswald

Spring, Úrsula (Ed.): Water Resources in Mexico. Scarcity, Degradation, Stress,

Conflicts, Management, and Policy. Hexagon Series on Human and Environmental

Security and Peace, vol. 7 (Berlin – Heidelberg – New York: SpringerVerlag): in press.

5. Bitran B, L. Domínguez M., R. Durán H., Ó. Fuentes M., N. García A., M. Jiménez E., Ó.

López B., L.G. Matías R., C. Reyes S., M. A. Salas. S., Ó. Zepeda R. Impacto

socioeconómico de los principales desastres ocurridos en la república mexicana en el año

2002. Centro Nacional de Prevención de Desastres1ª edición, noviembre 2003.

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Bravo, A., H. Salinas y A. Sotomayor (comp.) Sequía: vulnerabilidad, impacto y tecnología

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7. Breña Puyol, A.G. Precipitación y Recursos Hidráulicos en México. UAM, 2006, 5 -20.

8. CENAPRED. Diagnóstico de Peligros e identificación de Riesgos de Desastres en México,

Capitulo 3 Riesgos hidrometeorológicos CENAPRED, 2001, 105-148

9. Centro Nacional de Prevención de Desastres. Secretaría de Gobernación. Ciclones

Tropicales. Serie Fascículos, México. 2007. http://www.cenapred.unam.mx/es/

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10. CONAGUA. Estadísticas del Agua en México, Edición 2007. CONAGUA-SEMARNAT,

Diciembre, 28-30.

11. CONAGUA. Análisis Climático Noviembre 2010 - Marzo 2011 Otoño – Invierno Servicio

Meteorológico Nacional Gerencia de Meteorología y Climatología Subgerencia de

Pronóstico a Mediano y Largo Plazo. CONAGUA-SMN, 2010-2011)

12. EMDAT, 2011 (14 de abril, 2011): en: <http://www.emdat.be/database>.

13. IMTA. 2009. Página del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua.

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14. INE. Instituto Nacional de Ecología. 2008

http//www.ine.gob.mx/oclimático/edo_sector/estados/estados.html

15. IPCC .Panel intergubernamental del Cambio Climático.

http://www.ipcc.ch/pdf/assessment-report/ar4/wg1/ar4-wg1-annex-sp.pdf

16. Jáuregui, E. Los huracanes prefieren a México. Informacion cientifica y Tecnologica 11.

1989. (155): 32-39.

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18. Magaña, V. y C. Neri. Eventos Hidrometeorológicos Extremos en el Valle de México.

Publicado en Revista Ciudades. Núm. 74, 2007, pp. 26-30.

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en Investigaciones Geográficas. (26), pp 59–80

20. Ovsei Gelman Muravchik, Desastres y protección civil. Fundamentos de investigación

interdisciplinaria. UNAM. México 1996. Pag 41-44

21. National Research Council. The U.S. national report. Facing the challenge. Washington,

D.C.: National Academy Press; 1994.

22. Noji Eric K. Impacto de los desastres en la salud publica. Organización panamericana de

la salud. Bogota Colombia 2000. 461 pp.

23. Office of the United Nations Disaster Relief Coordinator. Mitigating natural disasters:

phenomena, effects and options. Geneva: Office of the United Nations Disaster Relief

Coordinator; 1991

24. Organización Meteorológica Mundial (OMM). Vigilancia y alerta temprana de la sequía:

Conceptos progresos y desafíos futuros. Ginebra OMM 2006,28pp Sección a

25. Organization of American States. Primer on natural hazard management in integrated

regional development planning. Washington, D.C.: Organization of American States;

1991.

26. Ortiz Gómez, R., Zúñiga Alvarado C., Barragán Barrios C., Wagner Gómez, A.I. (2010).

Análisis de la red de estaciones climatológicas de la República Mexicana. Memorias del

Congreso Nacional de Hidráulica, AMH, Guadalajara, Jal., octubre del 2010

27. Palmer, W.C. (1965). Meteorological drought. Research Paper N. 45, US. Department of

commerce Weather Bureau, Washington DC, 58pp.

28. Russell, C.S, Arey, D.G y Kates, R.W. (1970). Drought and water supply. Johns Hopkings

University Press. Baltimore (EEUU) 232 pp.

29. Salinas Zuñiga, Moises La vulnerabilidad social de los grupos afectados por el ciclón

Isidoro en dos comunidades de Yucatán ¿reubicación o proceso de exclusión? Tesis

UNAM.

30. Servicio Meteorológico Nacional de Honduras, 2012. http://www.smn.gob.hn/web/

glosario

31. World Meteorological Organization. The role of the World Meteorological Organization

in the International Decade for Natural Disaster Reduction. Report No.WMO-745.

Geneva: World Meteorological Organization; 1990.

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29

Capítulo 3 Disponibilidad de datos en México

3.1 Introducción

En México existen diversas fuentes de información oficial y alterna de datos estadísticos del

agua, mapas, coberturas digitales y base de datos. Los organismos públicos oficiales que

proporcionan estadísticas e informes a nivel internacional son:

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación (UNESCO); El Programa de las

Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUND; la comisión Económica para América Latina; a nivel

federal se encuentra el Servicio Meteorológico Nacional; Instituto Mexicano de Tecnología del

Agua (IMTA); Comisión Nacional del Agua (CONAGUA); Instituto Nacional de Ecología (INE);

la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT); Instituto Nacional de

Estadística y Geografía (INEGI); a nivel regional están: Regiones Hidrológicas-Administrativas,

Organismos de cuenca, CONAGUA y a nivel estatal, CONAGUA, INEGI y Gobierno Estatal.

(Perevochtchikova, 2008).

La CONAGUA contiene gráficas, tablas y textos que reflejan la disponibilidad del agua en el

país, el abastecimiento de agua potable, alcantarillado, tratamiento del agua municipal e

industrial. El INEGI maneja estadísticas ambientales y sintetiza la información geográfica

por estado. (Perevochtchikova, 2008).

EL INEGI y la CONAGUA están encargados de la elaboración de mapas oficiales; los del

INEGI en escala de 1:1000000 contienen información para aguas superficiales y agua

subterránea Se dispone del cubrimiento nacional en un total de 11 cartas topográficas en

formato individual, que corresponde al mismo número de archivos imagen digital (raster). La

información de la carta ha sido derivada del cubrimiento topográfico a la escala de 1:250 000,

su actualización se realizó a partir de información de campo de 1996. En el caso de las aguas

superficiales existen los datos de cuencas, coeficientes de escurrimiento, estaciones

meteorológicas, estaciones hidrométricas, red fluvial, presas, zonas inundables, suelo salino,

zonas de riego, y relieves. (INEGI, 2011).

Para agua subterránea están disponibles los acuíferos, permeabilidad del suelo, dirección del

agua subterránea, zonas de veda, zonas de intrusión salina, aguas termales y relieve. También

existen mapas escala 1:250000 en formato impreso y digital que contienen lo mismo que los de

escala 1:1000000 anexando datos de sub-cuencas, suelo alcalino e isolíneas de temperatura y

precipitación para el caso de agua superficial y puntos de monitoreo de la calidad del agua en el

caso de las subterráneas. (Perevochtchikova, 2008).

Otros datos disponibles son las coberturas digitales; Subgerencia de información Geográfica

del agua (SIGA-CONAGUA) muestra las cuencas, sub-cuencas, RHA, red fluvial, el INEGI

contiene la hidrología subterránea y superficial y el INE las cuencas hidrográficas.

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A nivel oficial se tiene acceso a bases de datos como el CLICOM (2000), ERIC I, II y III,

BANDAS (1999), INEGI (1983). (Perevochtchikova, 2008).

A nivel de la cuenca de México se tienen registradas 193 estaciones climatológicas y en

partículas para la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMCM), 99 estaciones. El Sistema

de Aguas de la Ciudad de México (SACM) tiene 78 estaciones con la finalidad de atender la

problemática de las inundaciones en la ZMCM; La Red de Meteorología y Radiación Solar

(REDMET) del Sistema de Monitoreo Atmosférico de la Ciudad de México (SIMAT) tiene 15

estaciones. (Perevochtchikova, 2008).

El sistema de observación hidrológica (SOH), ofrece datos de observación hidrométrica,

volúmenes, caudales, niveles, calidad, sedimentación etc., los cuales son útiles para el cálculo

de la disponibilidad del agua, pronosticar hidrológicos, proyectos hidroeléctricos,

infraestructura para llevar agua potable. La desventaja de el SOH es la falta de continuidad

de los datos en las series del tiempo, ausencia de informes hidrológicos integrales de las

estadísticas generadas a nivel local, considerando la información de todos los organismos que

realizan la observación, falta de cartografía oficial ecualizada. (Perevochtchikova, 2008).

3.2 Datos hidrométricos y climatológicos disponibles

La CONAGUA cuenta con 4,008 estaciones en operación para medir las variables climatológicas

mostradas en la figura 3.2.1 y las hidrométricas mostrados en la figura 3.2.2. De ellas 1,064 se

consideran como estaciones de referencia de las cuales se obtiene la información para calcular

la precipitación media de 30 años. Las estaciones climatológicas miden la temperatura,

precipitación pluvial, evaporación, velocidad y dirección del viento. (CONAGUA, 2010).

Figura 3.2.1. Red de estaciones climatológicas 2009. Fuente CONAGUA.

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31

El SMN cuenta con un registro de cerca de 4500 estaciones climatológicas, 94 estaciones

automáticas, 12 radares y 80 estaciones tipo observatorio.

La Gerencia de aguas superficiales e ingeniería de Riso (GASIR) dependiente también de la

CONAGUA cuenta con 84 estaciones hidroclimatológicas automáticas (EHCA), 248

hidroclimatológicas, 3700 climatológicas y 600 hidrométricas a cuya información el SMN tiene

acceso y parcialmente incorpora su base de datos climatológicos.

Las estaciones hidrométricas miden el caudal de agua de los ríos, así como la extracción por

obra de toma de las presas. Las estaciones hidroclimatológicas miden algunos parámetros

climatológicos e hidrométricos.

Figura 3.2.2. Estaciones hidrométricas 2010, Fuente CONAGUA.

Una estación meteorológica automática mostrada en la figura 3.2.3 está conformada por un

grupo de sensores que registran y transmiten la información, recopilan y monitorean algunas

variables meteorológicas para generar archivos del promedio de cada 10 minutos de todas las

variables, la información es enviada vía satelital en intervalos de 1 a 3 hrs por estación.

La estación cuenta con sensores de:

Velocidad del viento

Dirección del viento

Presión atmosférica

Temperatura y humedad relativa

Radiación solar

Precipitación

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Figura 3.2.3 Estructura de estación (Tipo andamio).

Una Estación Sinóptica Meteorológica como la de la figura 3.2.4 consiste en varios

dispositivos eléctricos que realizan mediciones de las variables meteorológicas de manera

automática; están ubicadas exclusivamente en los observatorios meteorológicos. Generan una

base de datos y generan un mensaje sinóptico cada tres horas.

Los mensajes sinópticos son reportes que se generan simultáneamente en todos los

observatorios cada tres horas y presentan información meteorológica de tiempo presente y

pasado de manera codificada los mensajes sinópticos se rigen por el Tiempo Universal

Coordinado (UTC).

Actualmente, la Red Nacional de Estaciones Sinópticas Meteorológicas cuenta con 30 sitios.

Los sensores de las ESIME´s son:

Temperatura y Humedad Relativa

Presión Atmosférica

Dirección del Viento y Velocidad del Viento

Radiación Solar

Precipitación

Visibilidad

Temperatura a 10 cm de la superficie

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Figura 3.2.4. Estación sinóptica Meteorológica.

3.2.1 Datos de la Comisión Nacional del Agua.

La CONAGUA, a través del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) ha venido

actualizando el Banco Nacional de Datos de Aguas Superficiales (BANDAS) que integra la red

hidrométrica nacional. En esta red se registra el nivel de agua (escalas) y la cantidad de agua

que pasa a una determinada hora (aforos) en los principales ríos de la República Mexicana;

cuenta con los datos de 2,070 estaciones hidrométricas, las cuales son el resultado de una

depuración al catálogo BANDAS hecho en 2008 por la CONAGUA y el IMTA.

Aproximadamente 480 estaciones fueron actualizadas hasta el año 2006 y tiene registradas

aproximadamente 180 presas.

La información que se puede encontrar de cada estación hidrométrica es:

Valores diarios: Gasto medio diario (m3/s) día 1 a día 29-31.

Valores mensuales: Se incluyen la hora y el día del gasto máximo y el gasto mínimo

(m3/s). Además de la lectura de volumen máximo y medio de escurrimientos (miles de

m3), sedimentos (miles de m3) y la lectura del día y hora de las escalas para el gasto

mínimo, medio y máximo.

Valores anuales: Menciona el mes, día y hora en que ocurre el gasto máximo y gasto

mínimo (m3/s). La lectura de escala para el gasto máximo y mínimo (m), además del

volumen anual de escurrimientos (miles de m3), gasto medio anual (m3/s) y volumen anual

de sedimentos (miles de m3).

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Hidrograma: Incluye la fecha en que ocurre el gasto, Hora en que ocurre el gasto y

Gasto instantáneo (m3/s).

Limnigrama: Muestra la fecha de lectura, hora de lectura y lectura de escala (m).

Sedimentos: Se incluye la fecha de lectura, hora de lectura y porcentaje de sedimento.

La CONAGUA cuenta con un inventario digital que fue planeado para servir de herramienta

dinámica y flexible que puede crecer conforme se disponga de información más completa, para

esto se tuvo que definir la estructura de la unidad básica del inventario, se le denominó ficha

de captura, la cual sintetiza información y se puede modificar. Con la ayuda de esta unidad

básica se construye una base de datos donde queda almacenada la información capturada

textual y gráfica, esta información podrá usarse después para explotar la información en

Sistemas de Información Geográfica (SIG´S) como en modelos hidrodinámicos.

La base de datos está en lenguaje SQL para poder aplicarlos en las actividades y plataformas

informáticas de la Subdirección General de Infraestructura Hidroagrícola de la CONAGUA. La

aplicación de la base de datos se muestra en el siguiente esquema (Figura 3.2.1.):

Figura 3.2.1. Aprovechamiento y aplicación de la base de datos

El Sistema de Información Geográfica fue diseñado como un sistema computacional para el

desarrollo de análisis gráficos, los SIGS están compuestos por 4 subsistemas: uno de ingreso

para convertir mapas y datos espaciales en formatos digitales, un subsistema de

almacenamiento y recuperación, de análisis y uno de resultados para la elaboración de mapas,

tablas y respuestas a preguntas geográficas.

Con el SIG se logran construir mapas dinámicos e inteligentes que permiten visualizar

patrones, tendencias y singularidades en los datos. El SIG para la ficha de inventario nacional

de obras de protección contra inundaciones en cauces naturales en Arcview se genera

integrando un conjunto de datos geográficos dentro de un proyecto. Cada conjunto constituye

un tema y se le asigna una tabla de atributos que en realidad es una base de datos con

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características específicas almacenadas. Con estos temas es posible generar una vista que

ilustra el mapa con la información deseada.

Para el inventario se construyeron dos SIG, uno desarrollado en la plataforma que usa la

CONAGUA “Arcview” en el SIGA y otro que emplea el manejador de información de mapas

satelitales Google Earth.

3.2.1.1 Software y bases de datos disponibles A finales de los 90´s las bases de datos relacionadas con el clima estaban disponibles en discos

compactos; tal es el caso del extractor rápido de información climatológica (ERIC I y ERIC II),

por su facilidad de distribución fueron de gran utilidad hasta el año 2002 por su falta de

actualización por las instituciones emisoras lo que limitó la información.

Actualmente, existe ERIC III un programa que cuenta con la información del banco de datos

histórico nacional del SMN de la Comisión Nacional del Agua. Algunas estaciones contienen

información desde 1900; el 88.4 % de los datos corresponden al período de 1960 a 2007. Para

algunas pocas estaciones se tiene información hasta el 2008.

La Comisión Nacional del Agua ha estado actualizando la información hidrométrica nacional que

generan los Organismos de cuenca y las direcciones locales con el apoyo del IMTA.

El contenido del Banco Nacional de Datos de Aguas superficiales (BANDAS) actualizado hasta

el 2006 está a disposición del público en general, en la página de la CONAGUA; los archivos se

encuentran con extensión DBF tal como se generan con el SIAS ( sistema de información de

aguas superficiales) y otros con extensión MDB tal como los maneja el SIAS v2. Los primeros

son visibles en Visual Fox Pro y los segundos en Microsoft Access.

La información histórica para hidrometría consiste en datos diarios, mensuales, anuales,

limnigramas, hidrogramas y sedimentos.

La información de régimen de funcionamiento contiene los gastos medios diarios, datos

horarios, gastos, volúmenes, lecturas de escala extremos mensuales y datos especiales de

vasos de almacenamiento.

Se cuenta con un inventario de estaciones hidrométricas, inventarios de presas, descripción de

la estructura de los archivos bandas y banco de datos.

El inventario de estaciones hidrométricas contiene la relación de las estaciones existentes en

un archivo de Excel que consiste en:

Clave de la estación

Periodo de datos registrados

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Nombre de la estación

Nombre de la corriente a la que pertenece la estación

Nombre de la cuenca a la que pertenece la estación

Nombre del estado al que pertenece la estación

Región hidrológica a la que pertenece la estación

Descripción de la estación

Longitud en grados, minutos y segundos

Latitud en grados, minutos y segundos

Descripción de la corriente

Nombre del colector general

Nombre del afluente, del canal, de la corriente y sub-afluente

Latitud en décimas de grados

Longitud en décimas de grado

El inventario de presas contiene la clave de la presa, período de años registrados, nombre,

elevación de cresta del vertedor, áreas de embalse, etc.

El Sistema de Información Geográfica para el Seguimiento de Huracanes (SIGSHUR), fue

diseñado con la intención de contar con una herramienta para la planeación y la toma de

decisiones en situaciones de emergencia. (Figura 3.2.2.1.1). El sistema tiene la capacidad de

mostrar en tiempo real la trayectoria, la posición actual y la trayectoria pronóstico de los

ciclones tropicales en sus diferentes fases que van desde una Depresión Tropical, Tormenta

Tropical hasta Huracán (Con sus diferentes categorías).

Adicionalmente muestra imágenes de satélite en tiempo real de los sensores Infrarrojo,

Visible y Vapor de Agua, con resolución de 8 km y 12 km, así como sus respectivas animaciones

de las últimas 10 imágenes, además de imágenes fijas con resolución de 4 km.

Se debe de contemplar que para acceder al SIGHUR es indispensable una conexión a internet y

tener instalado el programa Google Earth,

Figura 3.2.2.1.1. Programa de Seguimiento de huracanes

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Utilizando el programa de Google Earth se puede abrir un módulo de Trayectoria de huracanes

el cual incluye la posición en vivo de los huracanes y Productos oficiales NHC en el cual se

despliegan las capas de informacion del fenómeno meteorológico que está afectando en el

momento. La información mostrada deja ver la posición actual, cono de incertidumbre, ruta

pronóstico y trayectoria del fenómeno. Si se le da click en algun punto de la información

mostrada aparece una ventana con la base de datos del tema, por ejemplo la posición actual del

fenómeno con las coordenadas geográficas, vientos máximos registrados y presión.

Los temas que se pueden desplegar en el módulo de capas son : estaciones convencionales,

localidades con SAP ( sistemas de agua potable) divididos por estado y municipio, reporte de

seguimiento y avisos.

3.2.2 Datos del Servicio Meteorológico Nacional.

El Servicio Meteorológico Nacional de México dispone de una red de observación de superficie

y altura de cobertura nacional, de una red de radares meteorológicos y de estaciones de

recepción de información procedente de los satélites meteorológicos geoestacionarios GOES y

polares TIROS.

La red actual de observación de superficie del SMNM cuenta con 212 estaciones, 79 forman la

red sinóptica de superficie y las 133 restantes constituyen la red de estaciones meteorológicas

(EMAS).

La red sinóptica de superficie del SMNM estaba constituida por 72 observatorios sinópticos

de los cuales solo 13 estaban operando plenamente. A finales del 2003 eran 79 observatorios y

solo 31 cumplían con su función.

En la tabla 3.2.2.1 se indica el número de observatorios existentes.

Tabla 3.2.2.1. Observatorios existentes y distribución geográfica.

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La red de radares meteorológicos cuenta con 13 radares, 7 de ellos suministrados por las

empresas Ericsson y el resto por EEC los cuales permiten una cobertura nacional del 70%. Cada

radar genera una imagen cada 15 minutos y se transmite via FTP a las oficinas de SMNM dodne

se difunden a los diferentes departamentos para su utilización operativa.Figura 3.2.2.1

Figura 3.2.2.1. Ubicación de radares en la Republica Mexicana.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN), cuenta con una red de 80 observatorios

meteorológicos, los cuales generan información meteorológica y climatológica del país, para dar

servicio tanto a instituciones Nacionales Gubernamentales y Privadas, como a Organismos

Internacionales como es la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

La información se ocupa para el análisis y elaboración de pronósticos del tiempo, estudios

hidrológicos, climatológicos, agro meteorológicos, etc.

Estos observatorios meteorológicos deben trabajar las 24 horas del día los 365 días del año

ininterrumpidamente; solamente el 27 % labora de esta forma debido a la falta de personal. En

esta red se realizan mediciones de los elementos del tiempo atmosférico de la siguiente forma:

Cada 3 horas, a tiempo real y por acuerdos internacionales, para ser transmitidas por

diversos medios de comunicación al Centro Nacional de Telecomunicaciones

Meteorológicas (CNTM), para su posterior retrasmisión al Centro Meteorológico

Mundial de Washington (CMMW) para su difusión mundial, así como a todos los usuarios

nacionales.

Mensualmente. con los registros horarios, se realiza un reporte de acuerdo a la

normatividad de la OMM, el cual es transmitido al CNTM a más tardar a los 4 días

siguientes de concluido el mes, para su retransmisión al CMMW para ser difundida

mundialmente.

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Como se comentaba anteriormente la transmisión de la información se realiza cada 3 horas a

tiempo real (mensajes sinópticos), es decir se deben recibir 8 mensajes por día por cada

observatorio y de acuerdo al Tiempo del Meridiano de Greenwich (GMT).

Actualmente, se está modernizando la recepción de información meteorológica, acorde con las

tecnologías disponibles que permitan su operación, manejo adecuado y en los tiempos

establecidos por el Sistema Mundial de Telecomunicaciones Meteorológicas. Así también se

está trabajando mucho para que esta información sea más oportuna, de mejor calidad y en

bases de datos administrables para consultas rápidas y flexibles de información histórica para

atender las solicitudes de los distintos usuarios.

3.2.2.1 Software y bases de datos disponibles.

La base de datos climatológica nacional (BDCN) administrada en la unidad del servicio

meteorológico nacional (USMN) que es una dependencia de la CONAGUA maneja el programa

CLICOM proporcionado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) el cual es una base

de datos históricos; el proyecto CLICOM es considerado por la Organización Meteorológica

Mundial la mejor manera de obtener una capacidad para controlar la calidad, recuperación y

análisis de los datos climatológicos procedentes de los Servicios Meteorológicos. El CLICOM es

un sistema computarizado que contiene la información registrada en la red de estaciones

climatológicas convencionales. (Miranda, 2003).

El CLICOM es una cooperación voluntaria de los Estados Unidos al programa voluntario de

cooperación en apoyo a la base de datos climática mundial y fue programado en el National

Climatic Data Center en Ashville, North Carolina y National Weather Service en Silver Spring,

Maryland, en el año de 1992. El CLICOM versión 3.0 es un programa para computadoras PC que

sirve en el manejo de bases de datos y realiza una amplia variedad de tareas relacionadas con

el procesamiento de datos climatológicos. En general CLICOM se maneja en forma de menú, en

un sistema de despliegue pantalla por pantalla, con un menú principal de ocho opciones a

escoger, cada opción es un módulo que realiza tareas diferentes. Los principales módulos para

el manejo de los datos son el módulo de administración de datos, el módulo de ingreso de datos

del clima y control de calidad y el módulo de producto de datos climáticos. Este programa

cuenta con una base de datos en la cual se encuentran capturados aproximadamente 300

diferentes parámetros a nivel mundial. En conjunto se puede obtener información de todos los

parámetros en una estación seleccionada, así como gráficas, aplicaciones personalizadas y

programas estadísticos. (Salinas 1998).

El sistema CLICOM trabaja con aplicaciones ejecutables en lenguaje Fortran versión 5.0, los

archivos controladores son de tipo BATCH. La versión de CLICOM que se utiliza es la 3.0 que

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data desde 1992 y el manejador de la base de datos es el programa Data Easy Versión 4.0 del

2000.

Con este programa se obtiene un acceso rápido a la información, con su manejo confiable y

seguro y con los datos obtenidos se cuenta con una estadística climatológica para la toma de

decisiones a futuro.

El SMN podrá elaborar pronósticos más precisos y oportunos con datos recabados por

aeronaves civiles y comerciales durante sus operaciones cotidianas a partir del 2012 a través

de una red de observación conocida como AMDAR (Sistema de transmisión de datos

meteorológicos desde aeronaves) que transmitirá los datos meteorológicos para el

enriquecimiento del sistema de predicción climática.

El recabar los datos del AMDAR que ya transmiten los aviones comerciales en su despegue,

trayecto y aterrizaje, permitirá tener una mayor cobertura geográfica y monitorear mejor las

condiciones meteorológicas. Para el mejor aprovechamiento de estos datos habrá que instalar

un software que codifique la información obtenida para que sea accesible al servicio

meteorológico.

Con datos de Satélite GOES en México se puede estimar la precipitación con el Proyecto

Hydroestimator PROMMA - NWS – SMN. El cual ha sido una herramienta de bastante utilidad

para monitorear la distribución de la precipitación en zonas alejadas y en donde no existe

infraestructura adecuada para medir la precipitación. El Servicio Meteorológico Nacional de

México, SMN y de los Estados Unidos, NWS, han implementado en forma conjunta la operación

del sistema.(SMN, 2012).

El sistema permite un monitoreo continuo, y por ende, observar y prever zonas potenciales de

inundaciones. El antecedente de este sistema es el Autoestimator, el cual fué desarrollado

varios años atrás como un proceso automático que asiste a los meteorólogos para monitorear la

precipitación a escalas pequeñas, particularmente en regiones donde no existen datos de radar

o datos pluviométricos.

Los datos de precipitación que se presentan en forma diaria, es el resultado de un promedio de

las imágenes de satélite recibidas en un lapso de 24 horas. La acumulación se inicia a partir de

las 7:00 de la mañana del día anterior, hasta las 7:00hrs del día actual. Los datos que se

presentan en la línea con los nombres de los días de la semana, corresponden a los datos de

precipitación acumulados en los últimos 7 días.

El Centro Nacional de Telecomunicaciones Meteorológicas (CNTM) del SMN es responsable de

la validación, integración, control y archivos de información meteorológicas enviada por los

observatorios, de los boletines y de su envío al CMM de Washington. Para el envío de la

información se cuenta con enlaces terrestres ADSL/FTP a 1Mbps. Existen del orden de 24

observatorios sinópticos de superficie que trasmiten información vía teléfono al CNTM y

También existe un enlace con la CNA a 2Mbps.

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Se tiene una conexión con el Centro Meteorológico Mundial de Washington a través del WAFS

(World Area Forecast System) para lo que se cuenta con una estación terrena de transmisión y

recepción ubicado en la sede central del SMN.

Para la información procedente de la red EMAS se utilizan satélites geoestacionarios (GOES);

se tiene otra conexión satélite para la recepción del canal de información meteorológica

Weather Channel.

Con todos los datos disponibles a nivel nacional se han logrado realizar investigaciones de

mayor calidad sustentadas con datos del CLICOM, BANDAS u otras bases de datos digitales

dependiendo de la zona de estudio. La información también ha servido para pronosticar

temporadas de huracanes. Con la ayuda del SIGSHUR, la CONAGUA emite boletines que

ayudan a alertar a la población de un posible evento extremo y así poder planear y tomar

decisiones en emergencias.

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3.3 Referencias

1. Comisión Nacional del Agua. Banco nacional de datos de aguas superficiales (bandas).

consulta de datos hidrométricos, de sedimentos y vasos

http://www.conagua.gob.mx/CONAGUA07/Contenido/Documentos/Portada%20BANDA

S.htm

2. Comisión Nacional del Agua 2010. http://www.conagua.gob.mx/

3. Comisión Nacional del agua. CONAGUA 2011. Disponible en: http

4. Instituto Mexicano de tecnología del agua

http://www.imta.gob.mx/index.php?Itemid=145&option=com_wrapper&view=wrapper

5. Inventario Nacional de Obras de protección contra inundaciones en cauces naturales.

CONAGUA 2010. http://sgh.conagua.gob.mx/

6. Miranda Alonso S, Benítez Pensado V., Flores Zamudio R. Una herramienta para el

manejo de los datos climatológicos del país. IMTA 2003.

7. Perevochtchikova María, Simposio: Desarrollo de las estadísticas del medio ambiente;

fuentes, alcances y usos. Centro de Estudios Demográficos Urbanos y Ambientales.

Octubre 2008.

8. Proyecto de Modernización del Servicio Meteorológico Nacional de México Diagnóstico

Institucional y Plan Estratégico de Desarrollo 2010-2019 Consultoría realizada con la

asistencia técnica de la OMM. (octubre 2009-enero 2010)

9. Salinas V.M. Actualización y manejo de la base de datos de precipitación y temperatura

para el estado de Michoacán, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Tesis,

1998.

10. Servicio Meteorológico Nacional. Información sinóptica de los observatorios

http://smn.conagua.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=22&Itemid

=90. 2012

11. Servicio Meteorológico Nacional http://smn.conagua.gob.mx/emas/

12. Vázquez Aguirre J.L. Datos climáticos de la República Mexicana: panorama actual y

requerimiento inmediato. Primer foro del medio ambiente atmosférico en el estado de

Veracruz, Febrero 2006.

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Capítulo 4 Metodologías para su estudio

Introducción

En este capítulo se presentan algunas metodologías actualmente aplicadas en México y otros

países para el análisis de fenómenos meteorológicos extremos.

4.1 Huracanes

El Método gráfico para el pronóstico de oleaje durante huracanes en el Caribe por Lizano,

(1996), se basa en gráficas sencillas para calcular dirección y altura de la ola en cualquier

región del huracán. Para generar las condiciones de oleaje se utiliza un modelo numérico de

segunda generación (Recio, 1981), adaptado para el pronóstico de oleaje ante huracanes

(Lizano, 1988). Este método utiliza un modelo de viento cuyo perfil está dado por (Lizano,

1990):

r < R (1)

r > R (2)

Si hacemos:

(3)

Entonces:

(4)

Donde:

r: distancia desde el ojo del huracán (Km).

R: radio del ojo del huracán (Km).

Pa: presión atmosférica ambiente (1013 hPa).

P : presión atmosférica en el ojo ( hPa).

A: Área en estudio (m2).

Vf: velocidad de avance del huracán (m/s).

: Ángulo entre el vector local del viento y la dirección de la tormenta (rad).

Vmax: velocidad máxima del viento alrededor del ojo del huracán en (m/s).

f: parámetro de Coriolis (2ωSenθ, donde θ es la latitud en radianes);

= 3.354, 1.265x10-3

k: 0.095; m= 1.575. Valores ajustados según Lizano (1988,1990).

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Los rangos de los parámetros Pa, Vf fueron extraídos del análisis estadístico realizado por

Lizano y Fernández (1995) del registro de la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional

(NOAA). El radio de viento máximo es un valor poco reportado que se determina con aviones de

reconocimiento e imágenes satelitales. Lizano y Fernández realizaron un estudio para

determinar su importancia en generación de olas para el modelo del área en estudio.

Simplificando la ecuación (3) se tiene:

El modelo de generación de olas es discreto espectral (Recio, 1981; Recio y Tracy, 1983) que

necesita gran capacidad de memoria por lo que debe establecerse una relación entre el tamaño

del área de simulación y el tamaño de malla utilizado para resolver las ecuaciones.

El área que se muestra en la Figura 4.1.1 fue seleccionada de manera que el tamaño de rejillas

resuelva el ojo del huracán y el modelo numérico utilizará el máximo de la memoria expandida

de una PC compatible.

Figura 4.1.1. Área de aplicación del método manual de pronóstico de oleaje.

La simulación para cada característica del huracán llevada a cabo por Lizano y Fernández, se

realizó por un periodo de al menos 30 horas para que el huracán alcanzara su estado de

maduración.

Este método sirve para hacer un pronóstico aproximado del oleaje ante la amenaza de un

huracán, es un método gráfico sencillo que utiliza los parámetros básicos proporcionados por

los servicios de información meteorológica.

Gopalakrishnan et al, (2006), explican brevemente la técnica de anidación, el algoritmo del

movimiento nido y algunos resultados de la trayectoria del vórtice del huracán para casos

ideales y reales.

Mar Caribe

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Un nuevo enfoque (Janjic et al, 2001; Janjic, 2003) se aplicó en el mesomodelo no hidrostático

(NMM) que es actualmente una opción principal dentro de la iniciativa modelo del WRF

(Weather Research and Forecasting); con este enfoque, en lugar de extender los modelos de

nubes de grandes escalas espaciales y temporales, la aproximación hidrostática está atenuada

a un sistema hidrostático de ecuaciones con el fin de ampliar la aplicación del modelo a

movimientos no hidrostáticos , y al mismo tiempo las características favorables de la

formulación hidrostática se conservan dentro el rango de validez de la aproximación

hidrostática.

El sistema de ecuaciones no hidrostático NMM es formulado considerando una alternación de

latitud-longitud, malla-E y en la vertical, se utiliza la coordenada hibrida de presión-sigma. La

coordenada de latitud y longitud simplemente se transforma de tal manera que el origen de

coordenadas está situado en el centro del dominio de integración.

Este tipo de transformación ofrece un tamaño de malla más uniforme en todo el dominio, y por

consiguiente, evita la necesidad de paso de tiempo excesivamente pequeño cuando nos

acercamos a las latitudes del norte / sur. El sistema dinámico de ecuaciones y las

técnicas numéricas se describen para un dominio uniforme en Janjic et al., 2001 y

Janjic, 2003. Con el fin de hacer frente a múltiples escalas pronósticos, una

capacidad horizontal refinamiento de malla fue desarrollado para este núcleo dinámico y está

siendo probado para el problema de pronóstico de huracanes.

La capacidad de refinamiento comúnmente conocida como malla telescópica soporta de una a

dos vías de interacción entre un dominio fuente de baja resolución y uno o más nidos de alta

resolución y también controla el movimiento de malla de nidos de alta resolución.

Figura 4.1.2. El nido NMM telescópica tal como aparece en un verdadero sistema de coordenadas

de latitud y longitud.

Todas las interpolaciones de la fuente hacia el dominio anidado se realizan con una alternación

de latitud-longitud de la malla-E con la referencia de latitud y longitud localizada en el centro

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del dominio de la fuente (Figura 4.1.2). En consecuencia, el dominio anidado puede moverse

libremente en cualquier lugar dentro de los puntos de la malla del dominio principal, sin

embargo, el dominio anidado de las líneas de latitud y longitud coinciden con las líneas de

latitud y longitud del dominio principal en el número entero del radio dominio al nido del tamaño

de malla. (Figura 4.1.3).

Para ser coherente con los valores numéricos de modelos NMM, se lleva a cabo el balance de

masas cuasi-hidrostático después de introducir la topografía de la alta resolución. Se utilizan

interpolaciones cúbicas segmentaria para la interpolación de datos de ida y vuelta de las

superficies de presión estándar hacia las superficies híbridas.

Figura 4.1.3. Configuración anidada de la malla-E para una relación 3:1 del dominio al radio del

nido. Wb y sb son los límites al oeste y al sur.

La Figura 4.1.4 ilustra una muestra de la estructura de la malla con filas más al exterior y

columnas que representan la interfaz de entrada. Los datos externos se describen en esta

interfaz. El modelo de integración comienza desde la tercera columna/fila interna que llamamos

interfaz dinámica. Los datos en las penúltimas filas y columnas son una mezcla de los datos de

entrada y la interfaz dinámica. Debido a la estructura de la malla-E y al hecho de que la

interfaz de entrada está bien separada de la interfaz dinámica, los límites anidados son

actualizados cada cierto tiempo del dominio principal exactamente del mismo modo que el

dominio principal es actualizado con los datos de la fuente exterior.

Este enfoque parece ser simple, y sin embargo produce una forma eficaz de actualización

de la interfaz sin distorsiones excesivas. Sin embargo, la interpolación Bi-lineal desde la fuente

al dominio anidado se utiliza para predecir el viento, la humedad y condensación sobre las

superficies híbridas de presión híbridos, mientras que los campos de altura geopotencial se

interpolan en los niveles de presión.

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Figura 4.1.4. Condiciones límites del nido.

Usando la información extrapolada de los campos más altos del dominio principal y la topografía

de alta resolución sobre el dominio anidado se lleva a cabo un balance de masas seudo-

hidrostático para determinar las condiciones de frontera en cada paso del tiempo en las

columnas y filas más exteriores del dominio anidado. La presión de la superficie, la presión de

la interfaz, la presión de la superficie hidrostática y la temperatura se recuperan en las

superficies híbridas usando la interpolación cúbica segmentaria. El enfoque parece ser simple,

produce un camino efectivo para la actualización de la interfaz sin provocar muchas

distorsiones mientras el nido se mueve.

La realimentación, es decir, la interacción anidada de dos vías es una característica reciente

que está siendo constantemente actualizada y probada. Para la técnica interactiva de 2 vías,

una masa por medio de 13 puntos, campos escalares y el momento del nido de alta resolución se

ponderan y alimentan en el dominio principal.

Un llamado "punto de estancamiento " es elegido como el centro de la tormenta. Al final de

cada paso de tiempo del dominio anidado, se determina la presión dinámica dentro de este

dominio.

El movimiento de nido para huracanes y depresiones tropicales está basado en el concepto de

presión dinámica (Gopalakrishnan et al., 2002). Por lo tanto, en la figura 4.1.5. Se muestra la

variación de la presión dinámica dentro del dominio anidado.

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Figura 4.1.5. Presión dinámica sobre el dominio anidado para un vórtice fuerte y uno débil.

El llamado punto de estancamiento es elegido como el centro de la tormenta. Al final de cada

paso del tiempo del dominio anidado se determina la presión dinámica dentro del dominio. Si el

centro de la tormenta se transporta más allá de un punto de la malla del dominio principal (3

puntos de la malla desde el centro del dominio anidado para un dominio 3:1 del radio de la malla

del nido), el dominio anidado se mueve a una nueva posición para mantener la tormenta en el

centro del dominio del nido. La diferencia de presiones entre el centro y el punto de la presión

dinámica máxima es menor a 2mb, con lo que el movimiento de la malla se termina.

Cabe señalar que, mientras los datos están siendo intercambiados en un paso de tiempo dado,

antes y después del movimiento de la malla en la mayor parte del dominio, la interpolación y el

balance seudo-hidrostático son aplicados en la región cubierta del borde principal del nido

móvil (donde no hay intercambio de datos).

El algoritmo de movimiento del nido fue probado en una base semi-operativa para la temporada

de huracanes del 2005 que incluye una serie de tormentas y algunas depresiones tropicales. Si

una tormenta es localizada inicialmente con éxito, es decir, al comienzo del pronóstico, en algún

lugar dentro del dominio anidado, el algoritmo es suficientemente enérgico para proporcionar

un movimiento de malla automático en tiempos posteriores. El sistema de malla anidada de

NMM ha sido probado y evaluado por su desempeño. La simulación es capaz de producir

perfectamente la estructura de la tormenta. Figura 4.1.6.

Figura 4.1.6.Simulación del nido anidado de 2 vías a 4 kilómetros del Huracán Katrina antes de

tocar tierra.

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Córdova y Lamazares, (2012), utilizan modelos numéricos de oleaje, con el objetivo de simular

huracanes hipotéticos o determinar cuál podría ser la trayectoria y características más

desfavorables para una región determinada, además de dotar a esa población de una base de

datos que contribuya a minimizar los daños que pueden ocurrir frente a la presencia de un

fenómeno de este tipo.

Para la calibración del campo de viento paramétrico fue utilizado como plataforma principal el

modelo matemático de tercera generación SWAN (Simulating Waves Nearshore) que sirve

para simular la altura, el período y la dirección de las olas en el área seleccionada y también se

utiliza para obtener estimados reales de parámetros de olas en áreas costeras y lagos, a partir

de vientos y condiciones de corriente (Booij et al. 1999).

Los principales procesos que tiene en cuenta el modelo (Booij et al. 2004) son: Procesos de

generación y disipación de oleaje:

Generación por viento.

Disipación por corte de la zona de espuma de la cresta por el viento.

Disipación por rompiente de la ola debido al fondo.

Disipación por fricción con el fondo.

Interacción ola-ola tanto en aguas profundas como en aguas poco profundas.

Procesos de propagación de oleaje:

Propagación a través de un espacio geográfico.

Refracción debida a variaciones espaciales en el fondo y las corrientes.

Desviación.

Pérdidas de profundidad debida a variaciones espaciales en el fondo y las corrientes

Para que la similitud entre la simulación y las mediciones de las boyas y satélites se garantice,

se trabajó en coordenadas náuticas, las corridas se realizaron en modo NO estacionario debido

a que los huracanes siempre están en movimiento.

Córdova y Lamazares, (2012), realizaron simulaciones para el huracán Wilma (25 de octubre

del 2005) con un total de 97 horas de cálculo y del huracán Iván, (16 de septiembre del 2004)

con un modelado de 85 horas.

Para la modelación se seleccionó un amplio dominio que abarca desde el Golfo de México hasta

la parte más oriental de Cuba y desde la parte central de la Florida hasta la latitud de 19°.

Esto fue necesario para tener una estabilidad numérica y resultados con mayor precisión, en el

modelo fue necesario comenzar los cálculos con tiempo suficiente de antelación antes de que

alcanzara la región de interés.

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La batimetría para el área de estudio tiene 24° por las abscisas y 12° por las ordenadas. Se

decidió construir la malla de cálculo igual a la malla de cómputo con un tamaño de cuadrícula de

0.05 grados; se obtuvieron 480 cuadriculas en X y 240 en Y, al igual que en la generación de la

malla sobre la elevación del mar y la malla creada para la generación de vientos. Figura 4.1.7.

Figura 4.1.7 Batimetría seleccionada para la simulación de los huracanes Wilma e Iván, obtenida

de National Geophysical Data Center (NGDC 2011).

El valor máximo establecido por SWAN para la frecuencia máxima es uno, pero el utilizado en

la modelación fue de 0.35 debido a que las boyas tienen dicha frecuencia máxima de según

Dykes et al. (2002).

El modo físico empleado para la modelación fue el KOMEN. Dentro de la gran cantidad de

fenómenos físicos soportados por SWAN, se tuvieron en cuenta solamente la fricción con el

fondo y el efecto cuádruple entre las olas

Para realizar la comparación con las fuentes de medición, en el caso de los satélites, se crearon

la misma cantidad de ficheros que de las mediciones del satélite seleccionado, que contenían

los mismos puntos donde éste había realizado la medición y se procuró obtener las salidas de

SWAN también en la misma fecha, con el objetivo de realizar una exacta sincronización para

obtener buenos resultados.

Las salidas del SWAN arrojaron las coordenadas de cada punto, la altura de la ola significativa

y la velocidad del viento, los datos fueron en forma de tablas. Para realizar la comparación con

las fuentes de medición en el caso de los satélites, se crearon la misma cantidad de ficheros

que de los tracks del satélite seleccionado, los que contenían los mismos puntos donde éste

había realizado la medición y se procuró obtener las salidas de SWAN también en la misma

fecha, con el objetivo de realizar una exacta sincronización para obtener buenos resultados.

A través de un modelo paramétrico se generan los campos de viento y de presión de un

huracán, el modelo se basa en círculos concéntricos, donde la velocidad del viento es de cero

en el ojo del huracán y aumenta radialmente hasta alcanzar al radio máximo de vientos (Rmv) y

disminuye al alejarse.

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La presión del huracán es más baja en el núcleo del huracán y aumenta exponencialmente a

medida que se aleja del centro hasta llegar a la presión atmosférica; este campo de presión del

modelo es computado como una distribución exponencial. Se utilizó un script en Matlab 7.0 para

la generación de los campos de viento a partir de 2 formulaciones diferentes: Modified Rankine

Vortex (RVM) (Hughes 1952), y el modelo propuesto por Holland (Holland 1980).

El modelo Rvm sigue una distribución de velocidad en la dirección radial, la velocidad del viento

a una distancia determinada del centro del huracán se calcula con las ecuaciones 1 y 2, que

dependen de la distancia entre el centro del huracán y el punto de interés.

(6)

(7)

Donde:

r: es la distancia desde el centro del huracán hasta el punto de análisis (m).

Rvm: es el radio de máximos vientos (m).

Vmax: es la máxima velocidad de los vientos (m/s)

Las ecuaciones (6) y (7) se ajustan variando el parámetro de forma X, el cual tiene un rango

entre 0,4 y 0,6 (Hughes 1952). El coeficiente X es una de las dos variables a calibrar en el

estudio de Córdova y Lamazares, (2012), para establecer un valor único de ajuste a todas las

situaciones.

El Vmax es determinado mediante la ecuación (8):

(8)

Donde: dp (mbar) es la variación de presión en el punto de análisis

El modelo de Holland (1980) contiene también dentro de su fórmula principal los parámetros de

Rvm y Vmax, y adiciona un coeficiente B que varía el perfil de la distribución de vientos de un

huracán. Este coeficiente se encuentra en un rango entre 0.75 y 1.5. Este coeficiente es la

segunda variable a calibrar. En la figura 4.1.8. se muestra la variación de los perfiles de viento

a partir de cada valor B.

La ecuación (9) describe el modelo de Holland:

(9)

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En este modelo la Vmax se define con la ecuación (10):

(10)

Dónde: B : parámetro de Holland (alim.).

ρ: densidad del aire (kg/m3).

Pn : presión en el punto de evaluación (mbar).

Pc : presión central del huracán (mbar).

E : número de Euler (base logaritmos neperianos)

Figura 4.1.8. Variación de los perfiles de viento para cada valor de B. (Willoughby y Rahn 2004).

En ambos métodos el radio de vientos máximos (Rmv) se calcula utilizando la ecuación (11)

siguiente (Lizano 2001):

Rvm= 46.29 exp (0.0153 Vmax + 0.0166l) (11)

Donde:

l: latitud del punto en cuestión.

Vmax: velocidad máxima del viento (m/s)

Las velocidades de viento calculadas anteriormente por cada uno de los métodos, se ajustan a

la velocidad estándar de 10m sobre el NMM multiplicándola por un factor de corrección Km, el

cual varía en dependencia del modelo utilizado, ecuación (12).

V10= V(r) Km (12)

Para la metodología, las boyas fueron seleccionadas lo más cercanas posible a la trayectoria del

huracán, una un poco al Oeste (42001) y la otra al Este (42003) de la posición donde el huracán

tuvo su mayor intensidad y sus datos fueron obtenidos de National Data Buoy Center (NDBC

2011).

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La información satelital utilizada para realizar la comprobación de los valores obtenidos

durante la calibración de los campos de viento, se obtuvo a partir de la colaboración del

Profesor Eugenio Pugliese Carratelli y del Dr. Ferdinando Reales de la Universidad de Salerno,

Italia. Esta información consta de datos altimétricos procesados, de alturas de ola

significativas y velocidad de vientos agrupados en cuatro satélites:

• 146 mediciones (tracks) del satélite Envisat 1, divididas en dos ciclos, 41 y 42.

• 71 mediciones del satélite ERS 2, divididas en dos ciclos, 109 y 110.

• 49 mediciones del satélite Geosat 1, divididas en dos ciclos, 160 y 161.

• 15 mediciones del satélite Jason 1, divididas en dos ciclos.

El proceso de selección de los satélites se basó fundamentalmente en la fecha de la medición,

es decir, para que un satélite fuera seleccionado tendría que haber realizado su medición en la

fecha de simulación del huracán Wilma (del 21 de octubre al 25 de octubre del 2005).

Después de analizar todas las mediciones satelitales se decidió utilizar tres trayectorias de

tres satélites, el Envisat 1 (trayectoria 996), el ERS 2 (trayectoria 996) y el Geosat 1

(trayectoria 7), como se muestra en la figura 4.1.9.

Figura 4.1.9.Trayectorias de satélites utilizadas para la comprobación de la calibración.

Utilizando SWAN como plataforma principal, se realizó la calibración de dos modelos empíricos

de viento, Holland (1980) y Modified Rankine Vortex (RVM) (Hughes 1952).

Se realizaron simulaciones del huracán Iván obteniendo como resultados las características

del viento como son: su velocidad y dirección y del oleaje provocado por éste como son la altura

de ola, su período asociado, y su dirección. En la figura 4.1.10 se muestra una imagen que

representa una hora de la simulación.

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Figura 4.1.10. Posición del ojo del huracán Iván el día 14 de septiembre a las 13 horas.

A partir de la página web del National Data Buoy Center (NDBC 2011) se obtuvieron de dos de

sus boyas (42001 y 42003) los mismos datos anteriormente explicados y se realizó la

comparación para determinar el mejor valor de X en el caso de Modified Rankine Vortex (RVM)

y el mejor valor de B en el caso de Holland.

Para obtener el valor óptimo de las variables indicadas anteriormente se aplicó la variable

estadística “Skill” calculada con la expresión (13):

ó ó

ó

(13)

Donde N es el número de mediciones realizadas.

Si el Skill es igual a uno, la modelación es perfecta y si es igual o cercana a cero es una mala

simulación. Este estudio ayuda a desarrollar los conocimientos, procedimientos y metodologías

para predecir niveles de inundación costera y cómo se comporta en tiempo y espacio.

Una estimación prospectiva del riesgo presentado por Reynoso et al., (2009), anticipando

eventos científicamente creíbles que podrían ocurrir en el futuro, como en el caso de un

huracán, fue calculada con modelos probabilistas, que pueden utilizar la información disponible

para predecir, de la mejor manera, futuros escenarios y considerar la incertidumbre que se

involucra en el análisis.

En el caso de huracán, la manera de obtener pérdidas es a través de perturbaciones de las

trayectorias de los huracanes históricos, o de la simulación de eventos para el caso de

inundación. Estos huracanes perturbados o eventos simulados generan mapas de amenaza que,

junto con la evaluación de la vulnerabilidad de cada una de las construcciones de la cartera,

permite obtener el valor de las pérdidas (Avelar, 2007).

En la figura 4.1.11 se presenta una imagen con la ruta de los ciclones tropicales que han

afectado a México en su vertiente atlántica y pacífica.

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Figura 4.1.11. Ruta de huracanes que han afectado al país, provenientes del Pacífico y

el Atlántico.

Durante el paso de un huracán se producen dos tipos de pérdidas: las debidas al efecto del

viento y las debidas a la marea de tormenta y la de inundación. Para poder realizar

correctamente los cálculos de las distribuciones de probabilidad de estas pérdidas por

huracán, se recurre, como en el caso de otras amenazas, al concepto de “evento”.

La base de datos útiles de huracanes es limitada. Por tal razón, es necesario extenderla por la

vía de la generación de huracanes artificiales; se utiliza la estrategia de perturbar las

trayectorias y los valores de presión barométrica en el ojo de huracanes reales que hayan sido

correctamente registrados.

Para la República Mexicana, las máximas velocidades de viento ocurren cuando se presenta un

ciclón tropical. Es por ello que se emplean modelos de huracán para el cálculo de este peligro.

Los modelos paramétricos de presión y viento dependen de la posición del ojo del huracán,

presión central, velocidad máxima de viento sostenida en el ojo del huracán y radio

ciclostrófico, conocido también como radio de máximo gradiente (Avelar et al., 2007).

La marea de tormenta es uno de los peligros asociados a la ocurrencia de huracanes que más

daño causa a inmuebles en la primera línea de costa. Se usa un modelo simplificado cuya

descripción se indica en Huerta et al. (2007). Los autores suponen que la marea de tormenta

depende del gradiente de presiones y de los esfuerzos tangenciales ejercidos por el viento y la

fricción de fondo.

Debido a la información con que se cuenta, a la disponibilidad de datos aproximados y el nivel

de resolución requerida (nivel país), se aplicó una metodología que consiste en determinar la

distribución de la precipitación máxima en 24 horas en todo el país, afectándola por

coeficientes que involucran la topografía y la hidrografía. Esta metodología se calibra con los

datos obtenidos con el modelo matemático y los leídos en campo (Huerta et al, 2006; Torres et al, 2007).

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En la vulnerabilidad se cuantifica el daño causado en cada tipo de activo por la ocurrencia de un

evento de cierta intensidad (Miranda, 1999).

La estimación del daño se mide en términos del nivel de daño medio, que es la relación entre el

costo de reparación esperado y el costo de reemplazo de la estructura. Una curva de

vulnerabilidad se puede obtener de relacionar el viento, de la velocidad máxima del viento, y

en el de inundación, en función del tirante que se presente en cada sitio.

Las funciones de vulnerabilidad para el sector salud por viento e inundación en México; en el

caso de las funciones de vulnerabilidad de inundación, no se consideran los daños provocados

por socavación, falta de resistencia por reblandecimiento del suelo o deficiencia de la

cimentación, que pueden producir el colapso de las estructuras.

Para calcular las pérdidas, la tasa de daño obtenida en la modelación de la vulnerabilidad se

transforma en pérdidas económicas, multiplicando dicha tasa por el valor en riesgo. Las

medidas de riesgo obtenidas por el modelo, es la pérdida anual promedio y la curva de

excedencia de pérdidas. La pérdida anual promedio (PAP) es la pérdida anual esperada.

Matemáticamente, la PAP es la suma de los productos de las pérdidas esperadas para todos los

eventos estocásticos considerados en los modelos de pérdida. En términos probabilistas la PAP

es la esperanza matemática de la pérdida anual.

La curva de excedencia de pérdida (CEP) representa la frecuencia anual con la cual una pérdida

de una cantidad monetaria específica puede ser excedida. Ésta es la medida de riesgo

catastrófico más importante para los encargados del riesgo, dado que estima la cantidad de

fondos requeridos para alcanzar los objetivos de la gestión del riesgo. La CEP se puede calcular

para el mayor evento en un año o para todos los eventos (en forma acumulativa) en un año. En la

figura 4.1.12 se presentan resultados de CEP para la infraestructura del país para inundaciones.

Figura 4.1.12. Curva de excedencia de pérdida para la infraestructura en México:

Huracán

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En la figura 4.1.13 se presenta el mapa con las pérdidas anuales esperadas por peligros de

viento, marea de tormenta e inundación (estos tres peligros son los que incluye un huracán,

pero en distinta intensidad se presentan en todo el país), solamente para dos infraestructuras,

de la SSA.

Los valores máximos corresponden a Cozumel y Cancún; sin embargo, existen también valores

de daños similares en el norte de Tamaulipas y en el sur de Jalisco y Baja California, de sitios

donde han impactado los huracanes más intensos. Por otro lado, existen estados cuya costa no

está en gran riesgo, como Veracruz, Oaxaca y algunos en el noroeste. El caso de Tijuana es

interesante, ya que presenta valores de pérdida relativamente altos y no es por los huracanes,

sino por los frentes fríos húmedos de invierno, que también están incluidos en el sistema de

cálculo de pérdidas.

Figura 4.1.13 Pérdida anual esperada por huracán dividida por el valor de reemplazo en

porcentaje: SSA

Se presentan mapas de la relación entre la pérdida anual esperada y el valor de reemplazo en

porcentaje ante huracanes, que se refieren a la suma de los productos de las pérdidas

esperadas para todos los eventos estocásticos considerados para la infraestructura de salud,

de educación, de comunicaciones y transportes y de vivienda en pobreza patrimonial en México.

Para estimar el riesgo, se hace uso de un sistema que emplea para el cálculo, eventos de

huracanes y funciones de vulnerabilidad específicas para los distintos sistemas estructurales.

Se visualizan así el riesgo y las amenazas; el sistema permite calcular pérdidas en función de un

período de retorno o tasa de excedencia, lo que es fundamental para administrar el riesgo de

carteras y negociar con el sector financiero. Esto permitirá mejorar la estrategia federal de

administración de riesgos y optimizar los recursos asignados para hacer frente a los daños

derivados de eventos naturales de gran impacto.

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Coles y Casson, (1998), que estimaron los niveles de retorno de velocidades de viento extremas

debida a huracanes, presentan dificultades prácticas y analíticas. La dificultad práctica de la

recolección de datos se ha resuelto mediante la modelación de datos simulados; las

dificultades analíticas se refieren a la estimación de la probabilidad de los eventos que son

más extremos que los simulados. En primer lugar, se utiliza un modelo de parametrización que

permite ajustar modelos a diferentes umbrales o diferentes sitios para ser comparados

fácilmente. En segundo lugar, se utiliza el método de máxima verosimilitud como método de

inferencia. Esto permite el desarrollo de un análisis espacial que explota similitudes en el

comportamiento de los datos de un sitio a otro con el fin de mejorar la precisión de la

estimación y facilita la predicción en zonas costeras en comparación con otros con datos

simulados. En el modelo de Coles y Casson (1998), se analizaron velocidades del viento en la

costa del Golfo de Estados Unidos y Atlántico. Figura 4.1.14.

Figura 4.1.14. Mapa de Estados Unidos, indicando localizaciones de datos de huracanes

simulados

La rareza de los acontecimientos del huracán en un determinado lugar y la dificultad de

precisar la velocidad exacta del viento durante los eventos de este tipo significa que el

análisis basado directamente en los datos de viento huracanado observado no es factible.

Russell (1971) y Batts et al. (2001) adoptaron un modelo aproximado de la estimación de

características extremas de datos de huracán simulados. El modelo de simulación de huracanes

consta de 2 componentes: un modelo estocástico para las características principales del

huracán: su defecto de presión, radio de vientos máximos, velocidad de traslación y dirección;

y un modelo determinista de la velocidad máxima del viento en cualquier punto en el lapso de un

huracán debido a sus características principales. Para cualquier lugar dado las distribuciones

elegidas para diversas características principales

Un gran número de eventos de huracán son simulados con trayectorias en las proximidades del

lugar deseado, y el modelo determinista es utilizado para calcular la velocidad máxima

hipotética del viento que pudo haber surgido durante el evento en ese lugar.

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Este procedimiento se repite entonces independientemente en cada uno de 55 lugares a lo

largo de la costa atlántica y el Golfo de México (ver figura 4.1.14), seguido por un promedio

local a través de los sitios vecinos para suavizar las estimaciones. Una descripción más

detallada de los diversos componentes de este modelo se da por Batts et al. (2001) y Simiu y

Scanlan (1996). El análisis empírico en el que se calibra el modelo de simulación se describe en

HUR 7-120 (1972). La información proporcionada por los datos simulados se resumieron y se

extrapolaron a través de modelos estadísticos para obtener una estimación de las

probabilidades de velocidades del viento más extremas debido a los huracanes.

Hay limitaciones de este procedimiento. En primer lugar, el análisis está condicionado a la

calidad de ambos componentes estocásticos y deterministas del modelo de huracanes. En

segundo lugar, los datos simulados constan de 999 velocidades de vientos de los huracanes en

cada puesto de millas, que para el modelado de los valores extremos representa una cantidad

relativamente pequeña de datos. Otros autores, Vickery y Twisdale (1995) por ejemplo, han

utilizado series cronológicas más largas simuladas. Por último, a pesar de la dimensión espacial

obvia del proceso de huracán, el esquema de simulación ha generado velocidades de viento de

huracanes de punto a punto en cada uno de los puestos de milla respectivos.

Lo principal es describir el comportamiento estocástico del proceso de huracán en niveles

extremos, incluidos niveles que son más extremos que los datos simulados. Suponemos que la

velocidad máxima del viento en un lugar específico dentro de un huracán constituye una

realización de una variable aleatoria de una función de distribución F, y las realizaciones de los

huracanes por separado son independientes.

Basándose en la teoría del valor extremo para proporcionar una caracterización del extremo

final de F. existen varias alternativas de representaciones, véase Smith (1989) para una

completa visión general del campo. La representación clásica es

(14)

Donde X1, X2, . . ., Xn es una secuencia de variables aleatorias independientes con función de

distribución F.

Bajo condiciones de generales, tomando como límite , la función de distribución Mn se

aproxima a:

(15)

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Definido en . Esta es la distribución del valor extremo generalizado

(GEV). El parámetro es u parámetro de forma tal que determina el ponderado de F, son la ubicación y los parámetros de escala respectivamente.

Inferencia sobre la base de la distribución GVE, o versiones de reparametrizadas, forman la

base de la teoría del valor extremo clásico. La distribución GVE es ajustada a series de datos

de observaciones máximas anuales. La limitación de la GEV para el modelado de bloques

máximos restringe su aplicación si otros datos están disponibles. Este es el caso, por ejemplo,

con los datos de huracanes simulados. Caracterizaciones alternativas de los procesos del

extremo han llevado a procedimientos de inferencia que puede modelar más datos que el de

bloque de máximos. Se utiliza la siguiente caracterización de cola de F, representada por:

(16)

Para grandes umbrales u. Esto se conoce como la distribución de Pareto Generalizadas

(GPD). Tomando el limite 0 da la distribución exponencial como un caso especial. La ventaja

de esta representación es que la inferencia puede estar basada en todos los datos que son

grandes en el sentido de que se supere el máxima umbral u.

Existe una consistencia entre las representaciones GEV Y GPD: si se aplica la ecuación 3 para

los parámetros * y *, y un “año” consiste en N observaciones independientes Y1, Y2,……, YN,

de tal modo que MN = max{ Y1, Y2,……, YN }, entonces la distribución límite de MN es GEV, (μ, ,

), con los siguientes parámetros:

* = + ( u – μ) (17)

*= (18)

Un tercer parámetro en la especificación del modelo GPD es la tasa de excedencia de u,

λ= (P Xi> u), que está relacionado con los parámetros del GEV

(19)

Desde que las huracanes son simulados, el cálculo de probabilidad de eventos extremos en un

periodo determinado, requiere estimaciones de la tasa anual de ocurrencia de huracanes α.

Batts et al., obtuvo esta estimación para cada puesto de milla estudiado mediante el cálculo

de frecuencia de tormentas observadas en un segmento de 470 Km costa arriba y a 370 km

costa abajo desde la ubicación de interés de los registros empíricos. Un diagrama de estas

estimaciones y su localización se muestra en la figura 4.1.15.

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La tasa de intersección media de cualquier nivel x(>u) está dado por

.

Haciendo esto igual a 1/n obtenemos el nivel del año de retorno “n” con:

(20)

Hay una gran variedad de métodos para ajustar el modelo GPD a los datos. Simiu et

al.,(1996) utiliza un método basado en estadísticas de orden así como Haan (1994). Aquí se

utiliza la similitud máxima, un procedimiento óptimo para una serie de datos grandes. De la

ecuación (16) para cualquier X que siga un umbral u arriba de GPD con parámetros * y * :

(21)

Localización

Figura 4.1.15. Tasa anual de ocurrencia de huracanes, α, contra localización

Con densidad

(22)

Si los datos X1,……..Xu exceden “u”, la similitud de los parámetros * y * están dados por:

(23)

con h definida en la ecuación (22). Maximizando (23) respecto a * y * se obtiene el estimado

de similitud máximo de estos parámetros. Al sustituir los estimados de λ, * y * en la

ecuación (20) obtenemos el estimado de similitud máximo para un nivel de retorno “n”.

Este procedimiento asume que un umbral “u” se ha identificado y que para la excedencia de

”u” se ha modelado correctamente con la distribución GPD. La determinación de “u” debe ser lo

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62

suficientemente alta para que los argumentos asintóticos del modelo (20) tengan fundamento,

pero lo suficientemente bajo para permitir que la mayor cantidad de datos posibles sean

incluidos en la inferencia. Si el modelo (20) es válido, entonces:

E

(24)

con * < 1.

Si el modelo GPD es válido en un umbral “u”, entonces debería ser válido para cualquier umbral

V mayor a “u”, un diagrama de la muestra media de excedencias de “u” contra “u” debería ser

lineal a mayor nivel de donde el argumento asintótico es válido. La inclinación e intercepción

de esa línea da estimaciones simples de * / ((1- *) y */ (1- *) respectivamente. Este es un

diagrama residual de vida media (Davidson y Smith, 1990).

4.2 Precipitaciones

Método media aritmética Es el método más simple para obtener la precipitación media sobre una cuenca; consiste en

efectuar un promedio aritmético de las cantidades de lluvia medidas en dichas áreas. Este

método se recomienda en: regiones planas, con estaciones distribuidas uniformemente, con

elevado número de pluviómetros y donde el gradiente de precipitación tenga una variación

menor al 10% con respecto a la media.

(25)

“n” donde Pi es la precipitación puntual en la estación “i” y “n” el número de estaciones dentro

de los límites de la cuenca en estudio.

Polígonos de Thiessen El método asigna a cada estación un peso proporcional a su área de influencia, la cual se define

para cada estación de la siguiente manera:

Todas las estaciones contiguas se conectan mediante líneas rectas en tal forma que no hayan

líneas interceptadas, es decir conformando triángulos

En cada una de las líneas previamente dibujadas se trazarán mediatrices perpendiculares,

las cuales se prolongarán hasta que se corten con otras mediatrices vecinas

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63

Los puntos de cruce o intersección entre las mediatrices representan los puntos del polígono

cuya superficie constituye el área de influencia de la estación que queda dentro de dicho

polígono (figura 4.2.1).

Figura 4.2.1. Polígonos de Thiessen

El procedimiento supone que en el área de influencia, definida por la poligonal, ocurre el mismo

valor de lluvia de aquel observado en la estación meteorológica más cercana. Los polígonos de

Thiessen tienen la desventaja de proporcionar una distribución discontinua de la lluvia sobre la

cuenca y de considerar una distribución homogénea dentro de cada polígono. Sin embargo, se

considera que la ponderación que propone proporciona resultados rápidos y aceptables. La

ponderación se determina como:

Donde:

D = altura de precipitación media, mm.

Ai = área de influencia de la estación, km2.

Di = precipitación media en la estación i, mm.

A = área total de la cuenca, km2.

Método de las isoyetas Consiste en obtener, a partir de los datos de las estaciones meteorológicas, las líneas que unen

los puntos con igual valor de precipitación (isoyetas). Este método, hasta donde la red de

estaciones meteorológicas lo permita, proporciona un plano con la distribución real de la

precipitación dentro de la cuenca.

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64

Es el método más preciso, pues permite la consideración de los efectos orográficos en el

cálculo de la lluvia media sobre la cuenca en estudio. Se basa en el trazado de curvas de igual

precipitación, de la misma forma que se hace para estimar las curvas de nivel de un

levantamiento topográfico (figura 4.2.2).

Figura 4.2.2. Curvas de nivel

Este método promedia la precipitación de dos isoyetas consecutivas y se le asigna un peso o

ponderación proporcional a la sub-área entre las dos isoyetas.

(27)

Donde:

n = Número de curvas de igual precipitación

Pi = Precipitación correspondiente a la curva de igual precipitación i

Pi+1 = Precipitación correspondiente a la curva de igual precipitación i+1

Ai, i+1 = Área entre las curvas de igual precipitación i e i+1

Método de Kriging La utilización de kriging se conoce en el caso particular de las precipitaciones interpolación [

28]. El supuesto básico es que los datos son un logro parcial de una función al azar. Otra

premisa básica de Kriging, en su versión más sencilla, es la estacionalidad, en el sentido de que

la media de se supone que debe ser el proceso constante e invariable con la ubicación espacial

(Ecuación 28) y la varianza de la diferencia entre dos valores se supone que sólo depende de la

distancia entre los puntos y no en la posición x (Ecuación 29). Estas hipótesis pueden ser

expresadas de la siguiente manera:

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65

(28)

(29)

La función γ (h) se llama semivariograma y es de suponer que se conoce o bien se ha estimado a

partir de los datos experimentales:

(30)

El objetivo de Kriging es para estimar los valores de la variable en algunos lugares usando

la información disponible de la variable en otros lugares del dominio D. Para eso, tenemos

que expresar como una combinación lineal de los datos disponibles,

(Ecuación 31).

El resultado óptimo se calcula con coeficientes de ponderación de tal forma que la estimación

de

es imparcial, y la suma de cuadrados errores es minimizado. En la práctica, La

aplicación del proceso de Kriging se realiza por medio de los siguientes pasos:

a) la construcción del semivariograma experimental, haciendo uso de los datos disponibles

muestra.

b) colocación de un modelo teórico para el semivariograma, puntos obtenidos gracias a la

optimización de la modelo a través de validación cruzada o de otro procedimiento

alternativo.

c) la determinación de los coeficientes a ser utilizados para resolver las ecuaciones Kriging

resultan de la reducción al mínimo de la estimación de las varianzas: Var( -

Al reducir al mínimo la varianza y estimación de la media de error en la estimación a cero, se

produciría el conjunto de la ecuación (32) . Al resolver este sistema de ecuaciones, n + 1

incógnitas (n de λi y μ, se encuentran los multiplicadores de Lagrange) , y de la ecuación (31),

se perfilarían:

(31)

(32)

(33)

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66

En la ecuación (32) la

es la función de covarianza Z en lugar

y se calcula a partir

de la ecuación (33) de la siguiente manera:

(33)

En el que la media de las funciones

se definen como expectativas de Z en

,

respectivamente ( 29).

(34)

Y, en un tipo de función estacionaria, tenemos:

(35)

Donde:

(36)

Método de Cokriging Este método es el más versátil y de rigurosa técnica estadística espacial de estimación de

punto cuando tantos atributos primarios como secundarios (covariante) están disponibles en el

conjunto de datos . Un análisis de Cokriging intenta mejorar la estimación de la primaria

dependiente espacialmente, atributo al incorporar uno o más correlacionadas covariables.

Cuando queremos estimar un atributo ( ), sabiendo ( ) como el principal parámetro con la

ayuda de otra variable auxiliar ( ),usamos el sistema Cokriging de ecuaciones. En Cokriging,

la estimación de se encuentra en la expresión :

(37)

Donde son los valores experimentales de las variables auxiliares. Las variables y se

obtienen como soluciones del sistema de ecuaciones Cokriging que resultan de la mejor

estimación lineal imparcial en la que tenemos n puntos desde el parámetro principal y m puntos

desde el auxiliar. Por lo que :

(38)

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67

Donde i y j son variables falsas.

(39)

Donde y son multiplicadores de Lagrange, (h) es la función de covarianza la variable

principal (precipitaciones), (h) es la covarianza de la variable auxiliar, y (h) es la

varianza media de ambas variables. La solución de los n + m + 2 sistemas de ecuaciones,

obtendríamos n veces de , m veces de , y ; La ecuación (38) da la cantidad .

Método Gumbel La función de valores extremos o también llamada función de distribución de Gumbel en

hidrología, se utiliza para determinar la probabilidad de que se presenten grandes avenidas,

debido a que se ha demostrado teóricamente que se ajusta a los valores máximos.

La función de distribución de probabilidad se representa con la siguiente ecuación (40) :

α (40)

La función de densidad de probabilidad es:

α α α (41)

Donde:

α: parámetro de forma

: parámetro de escala

x: variable aleatoria

Los parámetros α y se estiman por el método de momentos:

α

(42)

(43)

Donde:

s: desviación estándar que se calcula con la ecuación:

s=

(44)

media de la muestra

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68

Calculada con la ecuación:

(45)

La distribución Gumbel se ocupa para estudiar gastos máximos anuales en un río o

precipitaciones máximas anuales en un sitio; y por lo tanto para la determinación de avenidas

de diseño.

Se puede definir una variable reducida “y” como se muestra en la ecuación :

α (46)

Si se sustituye la variable reducida en la función de distribución de probabilidad se tiene:

(47)

Despejando la y anterior, y aplicando el logaritmo natural en 2 ocasiones se obtiene:

(48)

Los valores x y y se pueden graficar como una recta, como se muestra en la figura 4.2.3:

Figura 4.2.3. Distribucion Gumbel, variable x contra variable reducida y.

El estudio de Campos-Aranda, (2008), aplica el método Racional y la estrategia necesaria para

identificar su coeficiente de escurrimiento asociado al periodo de retorno. En todo sistema

hidrológico se conjugan o interrelacionan la entrada, el funcionamiento del sistema y su salida

(Dooge,1973):

(49)

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69

Donde:

Ψ indica que la función de operación h (t) y la función de entrada x (t) son combinadas para

producir la función de salida y (t).

Cuando se conocen dos de las tres funciones citadas, se puede obtener la desconocida; si es la

salida, el problema es de predicción; si la función buscada es el funcionamiento del sistema se

llama calibración o identificación; si es la entrada, el problema se conoce como detección.

El objetivo del estudio de Campos, 2008 fue identificar los coeficientes de escurrimiento para

aplicar el método Racional en México, a partir del análisis probabilístico de las respuestas de

ocho cuencas rurales de la Región Hidrológica No. 10 (Sinaloa), menores de 1,650 km2 y de la

estimación de sus probables tormentas de diseño, basadas en información pluviográfica y

pluviométrica, así como en la estimación de su tiempo de concentración. El procesamiento de

los coeficientes de escurrimiento identificados, permitió establecer un método regional, el cual

se validó realizando predicciones en tres cuencas aforadas no usadas en la calibración previa,

debido a que sus datos hidrométricos fueron considerados poco confiables

Para el método racional se utiliza la fórmula:

(50)

donde, Q es el gasto máximo, C el coeficiente de escurrimiento que es adimensional y

equivalente al cociente del escurrimiento entre la lluvia, i la intensidad de la lluvia y A el área

de cuenca. Cuando se utilizaban las unidades del sistema inglés: ft3 s−1, in h−1 y acres para Q, i y A, el factor de unidades FU resultaba igual a 1.008 y se omite de la fórmula. En cambio en el

sistema métrico con m3 s−1, mm h−1 y km2, FU es igual a 0.278, es decir el recíproco de 3.6.

La intensidad de lluvia (i) tiene una duración igual a la asignada a la tormenta de diseño,

comúnmente el tiempo de concentración (Tc) y un periodo de retorno igual al seleccionado para

el gasto máximo calculado.

El Tc es un concepto idealizado definido como el lapso que requiere una gota de agua, que cae

en el punto más lejano de la cuenca, para alcanzar la salida de ésta. Una definición mejor indica

que es el tiempo desde que comenzó la lluvia en exceso hasta que todas las porciones de la

cuenca de drenaje están contribuyendo simultáneamente al gasto en la salida (Pilgrim y

Cordery, 1993).

Cuando una intensidad de lluvia i ocurre, durante un cierto lapso t, una parte a de cuenca

contribuye con escurrimiento, la más cercana a su salida y en una proporción C de la lluvia. Al

avanzar el tiempo t hasta llegar al Tc, a se convierte en A y se llega al gasto máximo Q = C·i·A.

Se considera que para duraciones menores del Tc, el efecto en la reducción del área de cuenca

es mayor que el debido al aumento en la intensidad de la lluvia.

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70

Para este propósito la fórmula del método Racional se expresa más explícitamente para un

periodo de retorno Tr en años

(51)

Por lo cual:

(52)

El procedimiento para aplicar la ecuación (52) es:

1) En cada cuenca aforada seleccionada, se hace un análisis probabilístico de su registro

de gastos máximos anual, para obtener los valores del correspondientes a periodos de

retorno (Tr) de 2, 5, 10, 25, 50 y 100 años.

2) Se estima el tiempo de concentración (Tc) de cada cuenca, usando fórmulas empíricas

(Kirpich, Témez, Giandotti, etc.). De ser posible, contrastar los resultados de tales

fórmulas contra valores observados en las cuencas de la región, para adoptar un criterio

a seguir.

3) Para cada cuenca se estiman sus valores correspondientes de la intensidad de lluvia de

diseño, con base en la información pluviográfica o pluviométrica disponible.

4) Teniendo como dato el área de cuenca (A) y los resultados de los pasos 1 y 3, se aplica la

ecuación 4 para obtener los valores identificados deCTr en cada cuenca estudiada.

5) Se selecciona un valor base de CTr para relacionarlo con las características físicas y

climáticas de las cuencas, o bien para formar mapas de curvas de isovalores a través de

la región analizada.

Los valores de C2 o C10 son generalmente más convenientes porque presentan menor

dispersión. Estos valores también pueden servir para obtener relaciones promedio [CTr/C10]

aplicables únicamente en la región estudiada.

Escalante (1999), presentó las siguientes características físicas de las cuencas de las 42

estaciones hidrométricas de la Región Hidrológica No. 10 (Sinaloa):

1) área de cuenca (A) en km2;

2) longitud del colector principal (Lc) en km;

3) pendiente promedio del colector principal (Sc), adimensional;

4) tiempo de concentración (Tc) en horas, estimado con base en la fórmula de Kirpich.

Para la estimación del Tc se usó una recopilación de fórmulas empíricas (Campos, 2007) y

algunas requieren el desnivel total (H) en metros del colector principal. En este caso, para

obtener una estimación de ese valor no reportado por Escalante (1999), el desnivel (h) que

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71

origina la pendiente Sc al ser aplicada a la longitud Lc, se multiplicó por un factor correctivo

(Fc):

H= Fc * (1000*Lc)*Sc (53)

El valor de Fc fue 1.90 que corresponde al promedio de los encontrados por Martínez (2000) y

Campos (2007). Los valores de H estimados con la ecuación 54 y las magnitudes adoptadas para

el Tc de las 11 cuencas seleccionadas (Cuadro 5.2.1), son muy similares a los obtenidos por

Escalante (1999).

Las 11 series de gastos máximos anuales, correspondientes a las estaciones hidrométricas

procesadas, proceden del CD No. 1 del sistema BANDAS (IMTA, 2003). Con base en el plano

general de la Región Hidrológica No. 10 (SRH, 1975) se eligieron las estaciones pluviométricas

base para cada cuenca seleccionada. La estación base debiera localizarse dentro de la cuenca,

pero sólo ocurrió en la cuenca de Zopilote, de Badiraguato y de Guamuchil; las demás están

cercanas o en el sitio de la estación hidrométrica. Para cada estación pluviométrica base se

obtuvieron del sistema ERIC II (IMTA, 2000)

Se consideraron valores medianos obtenidos con la aplicación de 5 criterios del análisis

probabilístico:

1) la transformación MIMEMA (Bethlahmy, 1977);

2) la transformación potencial (Chanderet al., 1978)

3) la distribución Log-Normal (Stedingeret al., 1993);

4) la distribución Log-Pearson tipo III (Bobée y Ashkar, 1991);

5) la distribución GVE (Stedingeret al., 1993), reportadas también por Campos 2006).

El procedimiento propuesto (Campos, 2000) para estimar la intensidad iTr Tc usa los mapas de

curvas isoyetas disponibles para los Estados en México (SCT, 1990), en duraciones de 10, 30,

60, 120 y 240 min y periodos de retorno de 10, 25 y 50 años. Además se usa la información

pluviométrica disponible en la forma de precipitación máxima diaria anual (PD), conocida en la

Comisión Nacional del Agua (IMTA, 2000) como precipitación máxima en 24 h (P24).

En las páginas 385, 390 y 395 de SCT (1990) están los mapas de isoyetas de Sinaloa

correspondientes a la intensidad en 60 min y periodos de retorno de 10, 25 y 50 años, es decir,

P1 10, P1 25 y P1 50. En el Cuadro 5.2.1 se presentan los valores de las lluvias de 1 h de duración

y periodos de retorno 10, 25 y 50 años (de los mapas citados), correspondientes a los centros

de gravedad de cada cuenca...

El procedimiento consiste en analizar probabilísticamente el registro disponible de PD para

obtener las lluvias asociadas a periodos de retorno de 10, 25, 50 y 100 años, que al ser

multiplicadas por 1.13 (Weiss, 1964) se convierten en PTr24, con las cuales se obtienen los

cocientes R y F necesarios para aplicar la fórmula de Chen (1983):

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72

R= P1Tr/ P24

Tr (54)

R= P1100/ P24

10 (55)

Con el valor promedio de los tres cocientes R que se pueden evaluar para los periodos de

retorno de 10, 25 y 50 años, obtenemos los parámetros a,b,c de la fórmula de Chen para R <

0.60 (Campos,2000):

a = −2.297536 + 100.0389·R −432.5438·R2 + 1256.228·R3 −1028.902·R4 (56)

b = –9.845761 + 96.94864·R −341.4349·R2+ 757.9172·R3 −598.7461·R4 (57)

c = –0.06498345 + 5.069294·R −16.08111·R2 + 29.09596·R3 −20.06288·R4 (58)

La fórmula de Chen es:

(59)

Con PtTryPt10 en mm, t en min ( 5< t < 1440) y Tr (2<Tr<100) en años. Se hace t= Tc y se calcula

PtTr el cual de transforma a intensidad en mmh-1.t así obtener la intensidad buscada.

Aplicando la ecuación 53, se obtuvieron los valores del coeficiente de escurrimiento para cada

periodo de retorno analizado.

Es común adoptar el valor del C10 para establecer relaciones adimensionales, ya que es muy

estable. Para su estimación se calibró la fórmula de Témez (1991) para el coeficiente de

escurrimiento del método Racional

(60)

donde, Pd es la precipitación diaria (mm) con igual periodo de retorno que C, y Po es la

precipitación que no produce escurrimiento (según este autor varía de 24 a 35 mm).

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73

A partir de los ocho valores de la Pd del Cuadro 3 y de C del Cuadro 5.2.4, ambos de periodo de

retorno de 10 años (Pd 10, C10), se despejaron las magnitudes de Po, necesarias para cumplir la

ecuación 12 y éstas variaron de 31.7 a 62.5 mm. Tales magnitudes se relacionaron con los

respectivos tiempos de concentración (Tc) en horas y con Pd=Pd 10 en milímetros para obtener

la siguiente regresión lineal múltiple:

Po=−11.815 + 0.0768·Tc + 0.443·Pd10 (61)

cuyo coeficiente de determinación fue 0.752, con un error estándar de la estimación de 7.6

mm. Entonces, con el Tc estimado y la precipitación diaria de periodo de retorno de 10 años (Pd 10) en la estación pluviométrica base, se aplica la ecuación 13 para obtener la Po y con tal valor

y Pd 10 se estima C10 con la ecuación 59.

El método se demuestra aplicando las estaciones hidrométricas citadas con el siguiente

procedimiento;

1) Localizar y cuantificar su área de cuenca (A) en km2 y su tiempo de concentración (Tc) en

horas.

2) Localizar su centro de gravedad en los mapas de isoyetas de duración 1 h y periodos de

retorno 10, 25 y 50 años, para obtener los valores respectivos.

3) Seleccionar una estación pluviométrica base y obtener su registro de lluvias máximas

diarias anuales, para obtener las intensidades ir Tc necesarias con base en la fórmula de

Chen y el procedimiento expuesto, aplicando las ecuaciones 6 a 61

4) Estimar el valor de C10 y con ese valor y las relaciones regionales o finales del Cuadro 5.4

estimar los coeficientes de escurrimiento correspondientes a los periodos de retorno de 2,

5, 25, 50 y 100 años.

La uniformidad o consistencia numérica que muestran los coeficientes de escurrimiento del

método Racional identificados para la Región Hidrológica No. 10 (Sinaloa; México), demuestran

la aplicabilidad del procedimiento propuesto en cuencas rurales de hasta 1650 km2. La

calibración mostrada para el método Racional y su aplicación para obtener predicciones en

cuencas sin aforos o con registros cortos o poco confiables, puede ser considerada un método

regional de estimación de crecientes, eficiente y confiable, en regiones donde la lluvia es el

factor determinante en la génesis de las avenidas máximas. (Aranda 2008).

Pizarro y Gutiérrez, (2006), realizaron un estudio en la cuenca del rioGuatape, Colombia;

desarrollaron un modelo en ArcGIS para el análisis de la distribución espacial de la

precipitación para hacer la interpolación gráfica de la precipitación sobre la cuenca del rio

hasta el sitio de presa del proyecto hidroeléctrico utilizando datos puntuales de precipitación

registrados en las estaciones pluviométricas.

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74

Se realizaron 18 mapas para los eventos discretizados cada media hora con el análisis

propuesto y se construyeron mapas con la cantidad de precipitación registrada cada media

hora; combinándolos permite ver como se mueve el foco de precipitación tanto espacial como

temporalmente. Con los datos se realizó un análisis estadístico para saber qué estación se

comporta como punto de máxima precipitación y cuáles son las horas del día donde los eventos

son más frecuentes.

Para la interpolación se llevaron a cabo los siguientes pasos:

Consultar y extraer de la base de datos los registros de precipitación y pasarlos a tablas en

formato .txt.; esta información luego se convirtió a un formato .dbf para poderla cargar en

ArcMap.

Mediante una herramienta de modelamiento asistido se construyó el modelo para realizar la

interpolación de datos. Figura 4.2.4

Figura 4.2.4

Se procedió a cargar en ArcMap los datos de precipitación desde la tabla .dbf, creando una

capa con la ubicación de las estaciones pluviográficas una vez que se les asignaron las

coordenadas X,Y.

Con el layer se realizó el método de interpolación IDW (inverse distance weighted) el

resultado de la interpolación es un raster que posee los valores interpolados de la precipitación

cada media hora. Figura 4.2.5

Figura 4.2.5 Imagen raster con valores de la interpolación.

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75

Con los datos de las estaciones se realiza una base de datos que incluye la fecha del evento,

hora inicial y final, duración, foco horario, foco total y foco inicial.

El estudio de Pizarro y Gutiérrez, (2006) sirve para analizar las precipitaciones que originan

crecientes máximas en una cuenca y ver si existe algún patrón de distribución temporal y

espacial.

4.3 Inundaciones

Baro et al., 2011, proponen un nuevo método para la definición de curvas de daños por

inundación en función de la altura de lámina de agua con base en una función de distribución

beta como modelo probabilístico. Las curvas fueron empleadas para la cuantificación de daños

tangibles directos en zonas habitacionales de México. Las zonas se caracterizaron en función

del índice de marginación urbana IM del Área Geo estadística Básica (AGEB), definiendo 5

tipos: IM muy alto, alto, medio, bajo y muy bajo.

El estudio realizado por Baro et al. (2011) muestra que las inundaciones en esta cuenca están

asociadas a los huracanes del océano Atlántico y del Pacífico, se consideran repentinas pues no

existe la capacidad instalada para dar respuesta en el tiempo de la cota máxima del tirante de

agua (Kobiyama y Fasbris- Goerl, 2007).

Para el método estudiado por Baro et al, 2011), se requirió primero de una base de datos para

soportar el análisis de determinación de los tipos, severidad y localización de daños causados

por la inundación. Los datos incluyen la magnitud de los caudales del rio para diferentes

periodos de retorno y las alturas de lámina de agua alcanzados; con la ayuda de un modelo de

elevación digital del terreno y con los tirantes de agua, se logra delimitar las zonas inundadas.

Para la caracterización de zonas habitacionales inundadas se tomaron los datos proporcionados

por el INEGI, CONAPO y AGEB; con los datos estadísticos se hace un reconocimiento de

campo, número de viviendas, tipo de bienes y tipo de AGEB según índice de marginación.

Para calcular los daños por pérdidas producidas por el contacto físico con el agua, Bero et al,

2011, construyeron curvas de daños potenciales, que muestran la relación de la altura de lámina

de agua (o profundidad de la inundación) con los daños económicos provocados.

Para cada vivienda ubicada en un AGEB con un IM dado se le asignaron bienes con valores

promedio estimados, con esto se podrá analizar el porcentaje de afectación en cada uno de los

bienes como una función de la altura de la lámina de agua potencialmente alcanzada.

Baro et al, 2006 definieron para cada tipo AGEB una familia de curvas de daños por

inundación; las curvas de costo máximo y mínimo fueron construidas con modelos matemáticos

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76

de tipo regresivo como función del IM del AGEB donde se ubica la vivienda para el tirante de

agua alcanzado; su empleo brinda la estimación de los daños económicos.

En el estudio se identificaron 125 AGEB´S con un IM muy alto, 126 con nivel alto, 106 de nivel

medio, 65 de IM bajo y 29 con nivel muy bajo. En base a esto se elaboró una base de datos en

función del IM, donde se incluyó número de identificación del AGEB y el número de viviendas

habitadas, así como los bienes existentes.

Al definir los bienes existentes en la vivienda para un AGEB dado, así como su valor

monetario´, se determinó el porcentaje de afectación de los bienes en función del nivel

alcanzado del agua dentro de la vivienda. Este análisis ayuda a tener una cuantificación más

realista del valor del daño producido por el contacto directo con el agua.

Posteriormente se grafican los costos estimados versus la altura de lámina de agua, y se

obtienen 3 curvas: la de costo máximo, costo mínimo y costo probable.

Para el caso de una vivienda en un AGEB de IM muy alto, primero se identificó las AGEBS que

se encuentran en zonas inundables de la cuenca en estudio, se determinó el número de

viviendas habitadas y número de bienes existentes y se agregó un precio unitario a cada bien;

este precio se multiplicó por el número de bienes existente en cada AGEB y el valor obtenido

representó el valor total del bien para cada AGEB identificada.

A continuación se establecieron los intervalos de altura de lámina de agua para definir así el

porcentaje de afectación que pudiera tener cada uno de los bienes. En el caso de

electrodomésticos se consideró la altura de ubicación del motor, en el caso de los muebles, sus

dimensiones promedio. Las alturas utilizadas fueron de 0.10, 0.2, 0.3, 0.5, 0.7, 1.0 y 2.5m.

Al tener asignados los porcentajes de afectación, se calculó el valor del daño en base al costo

de cada bien, obteniendo el valor en pesos de los daños económicos para cada altura de lámina

de agua alcanzada y para cada AGEB identificada. Los daños se convirtieron en número de

salarios mínimos, tomando en cuenta que el promedio nacional de este salario equivale a $53.19

pesos para el año 2009. El monto obtenido se dividió por el número de viviendas habitadas en

cada AGEB para obtener el valor de daños para una vivienda.

Con la información obtenida, se construyó un modelo matemático de tipo regresivo, el modelo

elegido fue el que presentó el valor más alto de coeficiente de determinación R2 que

correspondió a un ajuste logarítmico, con un coeficiente de determinación de 0.82 para el caso

de costo máximo, 0.72 para el costo mínimo y 0.74 para un costo probable. La ecuación del

modelo logarítmico permite calcular los daños potenciales directos en número de salarios

mínimos para una altura de lámina dada.

La gráfica utiliza como unidades de medida el número de salarios mínimo, de esta manera no

pierde su validez con el tiempo y se puede aplicar en cualquier año así al actualizar el valor del

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salario mínimo se actualizan de forma automática las curvas encontradas. A partir de una altura

de 0.5 m los bienes son afectados prácticamente en un 100%.

Este método ayuda a evaluar el impacto económico tangible directo causado por una

inundación; es considerado de utilidad para instituciones públicas y privadas que intervienen en

la gestión de eventos hidrometeorológicos extremos, en la toma de decisiones para las etapas

de prevención, emergencia y reconstrucción.

Sánchez y Martínez, (2012) aplican una metodología para estimar la peligrosidad pluvial a

través de un índice cuantitativo distribuido espacialmente y calculado a partir de un análisis

de multi-criterio y de la ponderación de diversos factores que permitan una evaluación objetiva

de la cuenca urbana mediante la comparación entre áreas críticas y la valoración de escenarios

sobre la misma región.

La zona de estudio fue una cuenca en la Ciudad de Coro, capital de Estado de Falcón; se

implementó un modelo de simulación integrado y calibrado para obtener las profundidades y

velocidades máximas de inundación en la red de calles, se tomó en cuenta la metodología

propuesta por Zonensein et al., (2008).

El dominio del Índice de peligrosidad (PI) y la escala afectan directamente a cada indicador

debido a sus distintas naturaleza y unidades, por eso es indispensable que sean estandarizados

o convertidos a una escala común, de allí la importancia del proceso de normalización. Se

plantearon modificaciones en las escalas de normalización del índice de profundidad

denominado (ICot) manteniendo intactos los criterios de normalización para el resto de los

indicadores de peligrosidad y se lograron mejores niveles de bondad en los ajustes propuestos

por el mencionado autor para la normalización del índice (IFP). Posteriormente, se definieron

los pesos para cada indicador a partir de 3 escenarios críticos, que fueron analizados en

función de los objetivos propuestos.

Se optó por implementar un método basado en la ponderación mixta y fundamentada en las

técnicas de análisis multicriterio propuestas por Zonensein et al. (2008)

(62)

Donde:

Ii, representa el indicador previamente normalizado, que compone el índice PI, varía en un

rango de 0 como extremo mínimo y 100 como extremo máximo. En este caso se consideraron 3

índices: ICot(Índice de Profundidad de inundación), IFV (Índice de velocidad), IFP (Índice de

Permanencia), n: número total de indicadores que componen el índice PI; y Pi: peso asociado al

índice Ii, asignado en función de la importancia relativa. Por razones prácticas et al,

variaron algunas de las nomenclaturas utilizadas por (Zonensein et al. 2008),

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78

La peligrosidad pluvial depende de tres factores, la profundidad del flujo o lámina de agua en la

calle, la velocidad y la duración de la inundación por encima de cierto calado. Esta hipótesis fue

probada analizando 3 escenarios y asignándole pesos diferentes a los indicadores

correspondientes. La ecuación formulada por Zonensein et al. (2008) para el cálculo de la

peligrosidad es la siguiente:

(63)

Estimación del indicador de profundidad (ICot): el criterio más utilizado para definir si en una

determinada calle, no existe peligrosidad asociada al flujo de aguas pluviales para una

probabilidad de ocurrencia dada, es el siguiente: tirante en calle y < altura de la acera (Dawson

et al. 2008). La normalización de este indicador se fundamenta en criterio de expertos y

observaciones de campo, simplificada por franjas sobre la base de un análisis detallado de

daños posibles (absoluto y relativo) solamente en el intervalo y < 1 m.

(64)

El límite superior de la primera función está definida por la altura de la acera, luego la

siguiente función cubre la franja que va desde 10 cm hasta 50 cm, en este nivel ya la inundación

en la calle es total, y el flujo es capaz de afectar patios de fachada y estacionamientos,

además en este nivel se comienza a interrumpir el tráfico regular de vehículos y sobre todo de

personas. Se asume que de allí en adelante, cualquier lámina de agua superior a 50 cm invade

completamente las viviendas y edificaciones con los respectivos daños que esto conlleva. En

definitiva, se calculó este indicador comparando la función mostrada en la ecuación (70) con la

curva normalizada propuesta por Zonensein et al. (2008) en la figura 4.3.1.

Figura 4.3.1. Curva de normalización para el índice de profundidad con interpolación lineal

entre límites. (Zonensein et al. 2008)

Estimación del indicador de velocidad o número del producto (IFV): los criterios de

peligrosidad basados en la consideración conjunta de calados y velocidades están ampliamente

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reportados en (FEMA 1979). Desde el punto de vista experimental, destacan los estudios

experimentales publicados por ARMC (2000), Belleudy (2004) y el de Russo et al. (2011).

Sin embargo, el primero que utilizó el término “número del producto” fueron Abt y Wittler

(1989), para incluir el efecto combinado de las fuerzas hidrodinámicas ejercidas por el vector

velocidad y la profundidad (v.y) sobre la estabilidad en los individuos. En base a estos estudios

y a la normalización de este indicador, propuestos por Zonensein et al. (2008) se elaboró la

función de normalización por franjas con interpolación lineal para este indicador:

(65)

Estimación del indicador de duración de inundación (IFP): considera los minutos / horas / días/

que una calle permanece inundada al menos ciertos cm de profundidad, considerando 3

elementos en riesgo: los peatones, que son los primeros en verse afectados ya que las zonas

inundadas con pequeñas láminas de agua son suficientes para dificultar o impedir su tránsito

regular por las aceras, en segundo lugar los vehículos que al circular por zonas de

encharcamiento causan tranques en el tráfico e incrementan el peligro de que se presente el

fenómeno de “hidroplaneo”, y por último las viviendas o edificaciones expuestas frontalmente a

la calle. Para obtener el valor de este indicador se definen los tiempos indicativos de efectos

potenciales sobre peatones (t10), el tráfico (t30) y las viviendas (t50). Éstos se refieren al

tiempo en minutos durante el cual un área permanece inundada con una lámina mayor de 10 cm,

30 cm y 50 cm respectivamente. Se destaca que para un hidrograma característico (modelo

campana) transitando en cualquier calle de la cuenca, e incluso para cualquier lámina superior a

50 cm, se cumple que t10 >t30 > t50. La normalización formulada por Zonensein et al. (2008),

en este caso fue por franjas de tipo logarítmicas (figura 4.3.2).

Los parámetros sugeridos por Zonensein et al. (2008) para cada función ajustada se muestran

en la gráfica:

(66)

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80

Figura 4.3.2. Normalización de Zonensen

Sánchez y Méndez 2009, construyeron el modelo digital de elevaciones de la subcuenca

seleccionada. Se elaboraron mapas temáticos para cada indicador y así lograr obtener la

distribución espacial.

En el primer escenario, se supone que ICot es extremadamente más importante que IFP pero

un poco menos importante que IFV, que a su vez se considera más importante que IFP. Para el

segundo escenario, se acepta que ICot es un poco más importante que IFP y un poco menos

importante que IFV, que a su vez se considera más importante que IFP. Finalmente, para el

tercer escenario se adjudica igual importancia a los tres indicadores.

Se observa que en los mapas de peligrosidad para los tres escenarios (figura 4.3.3), existe

coincidencia en la identificación de zonas con mayor peligro

Figura 4.3.3. Mapas de peligrosidad

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81

Con la metodología se puede conocer la distribución espacial del indicador de peligrosidad

pluvial asociada al flujo superficial en las calles de la zona de estudio. Esto les sirve a los

gestores del sistema de drenaje pluvial urbano para el diseño estructural.

Posada y Vega (2010), también realizaron una evaluación de las zonas que pueden llegar a

inundarse en Campeche debido al efecto de un viento norte bajo 2 escenarios diferentes del

nivel medio del mar.

La evaluación de la inundación en zonas costeras se realiza por medio de la aplicación de un

modelo numérico que resuelve las ecuaciones de aguas someras promediadas en la vertical, que

además tiene la capacidad de simular el secado y mojado de celdas durante la evaluación de

casos hidrodinámicos. Este modelo se aplicará al dominio topo batimétrico real de la ciudad de

Campeche.

El modelo numérico propuesto por Posada (2008), el cual resuelve sobre una malla jerárquica de

tipo Quadtree las ecuaciones de aguas someras promediadas en la vertical con un método de

volumen finito por medio de una aproximación numérica de tipo Godunov de segundo orden, se

utiliza el solucionador de Riemman para resolver la aproximación de Roe con la cual se

determinan los flujos no viscosos, la integración en el tiempo se realiza con el método de

primer orden de Adams-Bashforth.

El modelo utilizado por Posada y Vega consta de un sistema de mallado de tipo jerárquico, estas

mallas permiten crear sistemas de celdas no estructurados que almacenan la información con

una estructura similar a la de un árbol genealógico (Rogers, 2001); Las mallas son de tipo

Quadtree, ya que se aplican a un dominio bidimensional, si se aplicara a un modelo

tridimensional se denominaría Octree. Estas mallas son irregulares debido a que contienen

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celdas de diferentes tamaños en todo el dominio de cálculo, con lo cual se logra una alta

definición en las zonas de interés y baja en otras partes del dominio que no son tan

importantes de conocer al detalle. Para realizar este tipo de mallado jerárquico, son necesarios

dos pasos: generación inicial y Regularización, los cuales se describen en Posada (2008).

Al ser un modelo bidimensional, las variables que se cuantifican para cada celda del dominio de

Cálculo son: la superficie libre (un valor positivo indica una posición por encima del nivel de

Referencia, que para este trabajo es el nivel medio del mar), y las velocidades promediadas en

la vertical, tanto para las abscisas (eje X) como para las ordenadas (eje Y), al ser tres

incógnitas se deben resolver igual número de ecuaciones, las cuales son:

Ecuación de continuidad:

(67)

Donde:

sobreelevacion de la superficie libre respecto al nivel medio del mar, (m).

h profundidad del fondo respecto l nivel medio del mar, (m).

U Velocidad media en la direccion X, (m/s).

V Velocidad media en la direccion Y, (m/s).

(68)

factor de Coriolis

coeficiente de viscosidad de remolino

Esfuerzo debido al viento en la direccion X

Esfuerzo debido al fondo en la direccion X

Ecuación de cantidad de movimiento, dirección y

(69)

Ecuaciones complementarias

Factor de Coriolis se calcula con la expresión:

ƒ=2ωsinφ (70)

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83

Donde:

ω=7.3 x 10-5 rad/s (velocidad de la tierra)

φ latitud de la zona de estudio

Fricción de fondo. Los esfuerzos debidos a la friccion del fondo del mar se evalúan con la

expresion:

(71)

es la densidad del agua de mar

coeficiente de arrastre qu es función del coeficiente de Chezy

módulo de la velocidad

El coeficiente de arrastre se puede calcular con :

(72)

donde se calcula con la fórmula de Colebrook-White, C= 181 log (12H/ Ks): Ks es un parámetro

que depende de la rugosidad del fondo marino, el modelo utiliza Ks= 0.2, como lo propone

Castañedo (2000).

Esfuerzo debido al viento

Los esfuerzos debido al viento son de la forma:

(73)

con valor de 0.0026, coeficiente de arrastre del viento (Falconer,1994)

densidad del aire

W velocidad del viento a 10m sobre el nivel del mar

Wcos θ, componente en X del viento

θ Ángulo de incidencia del viento respecto al eje X

Coeficiente de viscosidad de remolino

El modelo tiene la opción de considerar un valor constante o de calcular uno variable con la

expresión:

(74)

Donde:

(75)

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84

Este modelo utiliza para C el sugerido por Castañedo (2000) que es 0.05, pero se puede

utilizar el indicado por Blumberg y Mellor de 0.1 (1987).

Para poder representar el fenómeno de inundación por marea de tormenta, el modelo

numérico debe permitir que las celdas se sequen o inunden dependiendo del caso.

Para el cálculo de las velocidades se utiliza la menor profundidad entre 2 celdas vecinas, se

evalúa si una celda está seca o húmeda utilizando la profundidad y la superficie libre en el

centro de ésta.

Para calcular el coeficiente de fricción C de Chezy se utiliza la expresión:

(76)

Donde k1 es la altura de la rugosidad del lecho marino.

Por ejemplo, si Ks = 0.03m, cuando H sea menor a 0.003m el coficiente C será de 1.5, lo cual

convierte la fricción en un valor muy alto, obligando a que las velocidades del flujo sean casi

equivalentes a cero. Se implementan 3 límites para cada paso de tiempo, se verifica la altura

del agua Hi en cada celda del dominio y en función de su calado se realiza el secado o mojado de

la celda de la siguiente manera:

Si H1 < Hseco; la celda se considera seca, se anulan las velocidades y el valor de la superficie

libre es igual a cero, esta celda se convierte entonces en tierra.

Si H1 > Hseco; la celda entra al dominio de cálculo, las velocidades se consideran iguales a

cero y su superficie libre obtiene el valor de 10% de la superficie libre de la celda vecina.

Los valores de los límites de inundación y secado son : Hseco=0.1Ks y Hinund=0.5Ks

4.4. Sequías

Índices de sequías Son funciones continuas que relacionan los valores de precipitación y otras variables

hidrometeorológicas, de tal manera de caracterizar las sequías, a través de la comparación con

umbrales predeterminados para el método. Es importante tener en cuenta la escala de tiempo y

espacial utilizada.

Índice PDI (Palmer Drought Index) Se basa en las anomalías hídricas del balance hídrico seriado de Palmer y permite, entre otras

aplicaciones, determinar periodos de sequias y excesos hídricos.

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Los datos fundamentales para la determinación del índice son la precipitación y la

evapotranspiración potencial.

Los Valores característicos del índice PDI son:

Palmer, a partir del balance hídrico desarrollado, obtiene la expresión:

(77)

(78)

– (79)

(80)

Z: Indice de anomalia hídrica

d: Déficit hídrico

k: Factor climático

P: Precipitación

PE: Evapotranspiración potencial

R: Recarga

L: Perdidas

Índice SPI (Standardized Precipitation Index) Considera las probabilidades de ocurrencia de precipitación para un periodo dado y se calcula

comparando la precipitación acumulada total para una estación o región en particular durante

un intervalo de tiempo específico, con el promedio de la precipitación acumulada para ese

mismo intervalo a lo largo de toda la serie de registros.

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86

Valores característicos del índice SPI:

McKee et al., 1993, posibilita la medición de la sequía en distintas escalas temporales, tales

como 3,6, 12 y 24 meses, según el objetivo del estudio donde se aplica este índice de sequías.

Arreola – Navar, (2008), construyeron y analizaron 3 cronologías de Pesudotsugamenziesii con

el fin de determinar las tendencias, productividad, y reconstruir sequías del pasado en las

cronologías; analizar la correlación entre índices de crecimiento y la temperatura y

precipitación; la correlación entre índices de crecimiento y el fenómeno del niño y

reconstrucción del clima del pasado utilizando cronologías desarrolladas.

El índice de crecimiento radial estandarizado (ICRE) se estimó de la resta de la amplitud del

anillo menos su promedio y se dividió por la desviación estándar. Se utilizaron los valores de

temperatura y precipitación registrados por las estaciones climatológicas y los valores del

ENSO ( El Niño / SouthernOscillation) tomados del (NNOA-CIRES,2004)

Utilizaron el índice de crecimiento estandarizado acumulado para magnificar y detectar las

tendencias y patrones de las cronologías.

Por medio del análisis de regresión y correlación de datos anuales de temperatura y

precipitación, se lograron examinar las tendencias del índice de crecimiento de las 3

cronologías con los factores de clima ( temperatura, precipitación y fenómeno del niño).

En las gráficas de las cronologías estandarizadas acumuladas sobresalen claramente cuatro

periodos de sequías: dos de duración prolongada y dos de duración corta. El primer periodo de

sequía reconstruido se presentó entre 1880 y 1903, observándose una mayor temporalidad de

la sequía en el sitio de La Marta (23 años) y menor en La Encantada (siete años). El segundo

periodo de sequía se presentó entre 1907 y 1937. Esta sequía se observa con una mayor

duración en La Encantada (30 años) seguida de La Marta (28 años). El tercer periodo seco se

presentó durante la década de los años cincuenta permaneciendo hasta mediados de los

ochenta en La Marta y La Encantada, y hasta 1963 en El Potosí, teniendo La Encantada la mayor

temporalidad de la sequía (34 años). El cuarto periodo seco se presentó a finales de los noventa

iniciando prácticamente en 1998, con una duración de cinco años en los tres sitios estudiados

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87

Los resultados arrojados en el análisis de regresión revelan que la precipitación invernal se

asocia adecuadamente con el ICRE, principalmente la precipitación que se presenta durante el

periodo de invierno y parte inicial de la primavera (enero, febrero y marzo), lo cual indica que la

variabilidad del ancho de los anillos de crecimiento recibe cierta influencia de la precipitación

que se registra durante la dormancia o inmediatamente después de iniciar el crecimiento

durante los primeros meses del año.

Las precipitaciones de finales de la primavera, verano y otoño no estuvieron relacionadas

estadísticamente con el crecimiento radial, lo que se explica porque posiblemente el balance

hidrológico de esta etapa es más negativo que durante la etapa tardía del invierno e inicio de la

primavera.

En el transcurso de 1860 a 2003, se presentaron cuatro lapsos de tiempo con baja o nula

precipitación invernal: 1. de 1871- 1885, 2. de 1892-1902, 3. de 1950-1963 y, 4. De 1998-2003,

consistentes también con los periodos secos detectados; en la figura 4.4.1. También se pueden

apreciar cuatro grupos anuales con más o menos buena precipitación. Éstos cubren un promedio

de seis años en los periodos de 1860-1866, 1885-1889, 1939-1944 y 1990-1994 con una

precipitación promedio de 28 mm, 34, 32 y 42, respectivamente

Figura 4.4.1.Lapsos de Precipitación

Las cronologías La Marta y La Encantada tienen una relación con el MEI muy similar en tiempos,

mientras que El Potosí contrasta totalmente con esta tendencia.

Con los resultados de la correlación entre el ICRE y el MEI, se puede explicar que el

crecimiento de los anillos de los árboles está relacionado con las condiciones climáticas que se

presentan durante el fenómeno del ENSO en esta parte de México. Inviernos fríos y húmedos

poseen un balance hidrológico positivo por periodos más largos de tiempo y esto ocasiona una

mayor disponibilidad de agua para el crecimiento de los árboles. Estas condiciones climáticas

son típicas durante la presencia de fenómenos de El Niño, como ha sido observado por Cavazos

y Hastenrath (1992), por Méndez et al., (2008) para México y por Pavia y Badana (1998) para

climas mediterráneos del noroeste de México. Relaciones positivas entre el ENSO y el

crecimiento radial de los árboles han sido también reportadas en otros trabajos de

investigación para México (Magaña et al., 1999; González et al., 2005)

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88

Birkel et al, 2006, realizaron un estudio de la sequía hidrológica en Costa Rica; el Instituto

Costarricense de Electricidad (ICE) proveyó los datos hidrológicos de diecisiete estaciones

fluviométricas de su base de datos, para el periodo comprendido entre el año 1973 y el 2003.

El área de las cuencas elegidas en este estudio varía entre 200 y 4767 km2. Las propiedades

de sequía se calcularon para los datos de las estaciones que garantizan una cobertura regional

y permite así realizar el análisis de tendencias.

Los eventos de sequía hidrológica fueron definidos por medio del método del “nivel de umbral”,

usando un valor de caudal específico (en este estudio: Q90) que supera o queda por debajo de

cierto porcentaje determinado por una curva de duración. La aplicación de la teoría según

Zelenhasic y Salvai (1987) del umbral a una serie de caudal diario (Figura 4.4.2) permite definir

eventos de sequía en términos de duración d (días), volumen de déficit s (1000 m3) y el número

de sequías ocurridas en un año ND (-). El umbral se define a través de la curva de duración y

refleja el caudal (m3/s) que está superado o nó en un porcentaje (Q90 = 90 por ciento) de todo

el tiempo.

Figura 4.4.2.Aplicación de la teoría según Zelenhasic y Salvai (1987) del umbral a una

serie de caudal diario

De acuerdo con Tallaksen y Hisdal (1997), el tiempo entre dos eventos t y el criterio de exceso

v tuvo que ser introducido para seleccionar eventos menores de poca duración y de poco

déficit. Se usan eventos de sequía definidos para calcular varios índices de sequía en términos

máximos de severidad en un año, como por ejemplo el índice de sequía de duración máxima

anual, AMD en días, el déficit máximo anual, AMV en 1000 m3 y la frecuencia (Número de

sequías, ND.

Un método para detectar la existencia de sequía fue calculado mediante dichos índices para

tratar de responder a la pregunta de si las sequías hidrológicas se han vuelto más frecuentes

en Costa Rica (en el término del número de sequías ocurridas en un año, ND) y severas (en

términos de duración, AMD y déficit, AMV). Hisdal, Stahl, Tallaksen y Demuth (2001)

propusieron el método no-paramétrico de Mann - Kendall (MK) por la Curtosis de datos

hidrológicos, es decir, la ocurrencia de pocos eventos extremos y una mayoría de eventos

normales.

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89

Mann (1945) y Kendall (1975) detectaron por primera vez tendencias en series de tiempo

proponiendo un método estable, simple, no paramétrico y basado en rangos para la correlación

de dos variables, que en este caso es el tiempo y series de sequía. La variable estadística MK

(para Mann-Kendall) para una serie de tiempo, de datos {Zk, k = 1, 2,…, n} se define de la

siguiente manera:

(81)

Donde

1 si x < 0

sgn (x) = 0 si x = 0

-1 si x > 0

Si hay consistencia en las observaciones presentes y si no hay una tendencia en la serie, la

estadística MK del método estará distribuida normalmente y asintóticamente con

E(T) = 0 (82)

E (T) …Expectativa de la estadística T del MK (-)

Var(T)= n(n–1) (2n + 5)÷18 (83)

Var (T) ……Varianza de la estadística T del MK (-)

La hipótesis de una tendencia positiva (sequías más frecuentes o severas), o, negativa (sequías

menos frecuentes o severas), no se puede desatender a un nivel de significación α, si |T| >u1-α/2, donde u1-α/2 es el 1-α/2 cantil de la distribución normal estándar. El método realizado por tres índices de sequía (AMD, AMV y ND) obtenidos por el umbral constante Q90 y aplicado a

una prueba estadística de dos lazos con un nivel de significación de cinco por ciento (α = 0.05).

El análisis de tendencias es para estudiar si la sequía hidrológica en Costa Rica se ha vuelto más

frecuente y severa. Una tendencia de sequía hacia un aumento o una disminución en la

severidad o la frecuencia basada en un periodo relativamente corto, puede resultar ser parte

de una fluctuación climática natural de largo plazo, o de una influencia humana de corto plazo.

Así, las tendencias en series de sequías no pueden tomarse como una prueba de un cambio

climático artificialmente inducido, pero sí para hallar cambios en el comportamiento hidrológico

correspondiente al periodo de estudio.

Sachi et al., 2008, comparan el comportamiento de los índices de sequía PDSI y el índice auto

calibrado de severidad de sequías de Palmer. (SCPDSI); tomaron como estación representativa

del sur de Santa Fe a la estación agro meteorológica de Zavalla, Argentina durante el periodo

enero de 1973 a mayo de 2008. Se encuentra ubicada en el Campo Experimental de la Facultad

de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario, forma parte de la red del Servicio

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Meteorológico Nacional y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y es

representativa de una zona eminentemente agrícola-ganadera. Se determinan los índices PDSI

y SCPDSI mensuales para todo el periodo de análisis.

En el PDSI la evapotranspiración potencial se calcula mediante el método de Thornthwaite, en

función de la temperatura media mensual climática, y la latitud. El balance hídrico utilizado

para determinar los parámetros corresponde a un modelo en el que el suelo se divide en dos

capas, una superior con una capacidad de retención de 25 mm.y una profunda cuya capacidad es

de 225 mm. Para el cálculo del PDSI se utiliza el software PDIWIN (Ravelo y Herrero, 1999).

Palmer (1965), calcula originalmente sus parámetros, características climáticas y factores de

duración, promediando valores de unas pocas localidades que representan condiciones de clima

semi-árido y de clima sub-húmedo.

Wells (2003) propone una modificación en el cálculo de las constantes basándose en las

características climáticas del lugar. Esto se logra mediante una correcta calibración de las

características climáticas, las que afectan los valores del PDSI y automáticamente el cálculo

de los factores de duración. Por lo tanto, se mejora la sensibilidad del índice.

El SCPDSI reemplaza los valores empíricos de las características climáticas (K) y los factores

de duración (0.897 y 1/3) por valores calculados en base a las condiciones del lugar.

Palmer define los rangos de eventos no extremos entre los valores +4 y -4. Pero en la práctica,

al aplicar las ecuaciones originales a regiones con características climáticas determinadas, los

valores fuera del rango (-4, +4) resultan con mucha frecuencia no simétricos y con intensidades

significativamente inferiores (superiores) en los eventos secos (húmedos) extremos a los

valores -4 (+4).

Si el PDSI fuese una medida estandarizada de la severidad de la sequía, la frecuencia de los

valores extremos positivos y negativos deberían ser las mismas en un periodo extenso de años

(Wells, 2003).

Wells (2003), propone una corrección a estas limitaciones. Para ello es necesario definir con un

mismo porcentaje la frecuencia de los valores extremos (fi). Por ejemplo, si el valor usado

para fi es 2%, o sea, se suponen eventos extremos cada 50 años, la relación entre la frecuencia

esperada y la frecuencia observada define el parámetro de corrección k:

Sequías extremas k = frecuencia esperada del percentil 2 (84)

frecuencia observada del percentil 2

Extremos húmedos

k = frecuencia esperada del percentil 98 (85)

frecuencia observada del percentil 98

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91

El cálculo de las características climáticas y factores de duración del PDSI así como la

estimación y las calibraciones del SCPDSI se realizan para los años 1973-2005. El periodo de

cálculo de los índices es desde 1973 a 2008.

Para el presente análisis se define como “evento seco” (“evento húmedo”) al periodo de tiempo

en que los índices PDSI y SCPDSI toman continuamente valores inferiores a -0.5 (superiores a

+0.5).

Se analiza la duración, cantidad e intensidad de los eventos secos y húmedos determinados por

cada uno de los índices estudiados y se realiza una comparación del comportamiento de los

mismos en las situaciones extremas clasificadas por cada método.

El coeficiente de correlación entre el PDSI y el SCPDSI tiene un valor de 0.90 y es

estadísticamente significativos con α=5%.

La figura 4.4.3 (a y b) muestra la distribución en las diferentes categorías asignadas por

Palmer para cada uno de los índices. Se observa una variación en la forma de las distribuciones

de frecuencia después de la calibración; en el caso del PDSI, la función de distribución es

asimétrica positiva, con un máximo absoluto en la categoría “moderadamente húmedo”. Además

no se presentan casos dentro de la categoría “sequía extrema”. En cuanto al SCPDSI se

muestra una distribución bimodal, con máximos en las categorías “ligeramente seco” y

“ligeramente húmedo”. Los porcentajes de situaciones normales disminuyen significativamente

respecto al PDSI, y se determina el mismo número de casos de “sequía extrema” y de casos

“extremadamente húmedos”, si bien se observa un mayor porcentaje en la categoría “sequía

severa” respecto de su opuesto “muy húmedo”.

Figura 4.4.3.a y 4.4.3.b. Evolución temporal de los índices de sequía analizados PDSI y

SCPDSI.

La distribución de frecuencias de los índices: Figura 4.4.4.a. PDSI y 4.4.4.b. SCPDSI. Las

categorías corresponden a las denominaciones definidas por Palmer.

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92

Figura 4.4.4a y 4.4.4b. Distribución de frecuencias de los índices

El porcentaje de eventos extremos supera el 2% debido a que la calibración se realiza teniendo

en cuenta el periodo 1973-2005, de manera que al considerar un mayor periodo de información

(hasta el 2008) aumenta el porcentaje a un 3%. Esto se debe a la inclusión como evento

extremadamente húmedo al SCPDSI de marzo de 2007 y como sequías severas a abril y mayo

de 2008.

El cambio en la distribución de frecuencia que se observa al calibrar el índice PDSI se debe a

dos aspectos fundamentales que se han tenido en cuenta en la calibración: por un lado, el

cálculo de la evapotranspiración de referencia se realiza a través del método de FAO Penman-

Monteith, de este modo se tienen en cuenta todas las variables que intervienen en el proceso

de paso de agua en estado líquido desde la superficie y las plantas a agua en estado de vapor a

la atmósfera.

En sitios con información climática completa, de un periodo suficientemente largo de años y con

conocimiento de la capacidad de almacenaje de agua en el suelo, este índice complejo

constituye una herramienta adecuada para caracterizar ocurrencia y magnitud de eventos

extremos.

De todas maneras, para concluir en forma más significativa que el SCPDSI presenta la mayor

eficiencia para detectar eventos extremos, se debería correlacionar dicho índice con

mediciones de humedad de suelo y de rendimientos de cultivos locales.

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98

Capítulo 5. Estudio de caso

5.1 Introducción

La península de Yucatán sufre la constante amenaza de mareas de tormenta, vientos, deslaves,

oleajes, desbordamiento de ríos e inundaciones por acumulación de lluvias. (Vega et al, 2012).

En el año 2010, en Campeche se presentaron eventos de precipitación extrema que ocasionaron

grandes inundaciones. En la ciudad capital en un tiempo de 2 horas hubo una precipitación de

116.6mm que ocasionó severas inundaciones en la ciudad de San Francisco, Campeche.

(CENECAM, 2010).

El Estado de Campeche se encuentra ubicado en la Península de Yucatán, limitando al norte con

Yucatán, al sur con Tabasco, Guatemala y Belice, al este con Quintana Roo y al oeste con el

Golfo de México. Sus coordenadas geográficas extremas son las siguientes: 17°49’ - 20°51’

latitud Norte y 89°06’ - 92° 27’ longitud Oeste. Tiene una extensión territorial de 56,797.84

km 2 y una población total de 822 mil 441 habitantes -censo de población 2010- distribuida en

once municipios: Calkini, Champotón, Candelaria, Campeche, Carmen, Calakmul, Escárcega,

Hecelckakan, Hopelchen, Palizada y Tenabo (figura 5.1.1) . (CENECAM, 2010).

Figura 5.1.1. División del estado de Campeche.

Existen localidades del resto del Estado que también se ven afectadas por las inundaciones y

algunas cabeceras importantes que por su densidad de población y complejidad orográfica

sufren, de la misma forma, de estas contingencias. De esta manera, para este tipo de

fenómeno meteorológico se mencionan y describen las siguientes zonas de riesgo para que la

población se encuentre enterada (CENECAM, 2010):

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1.- Región de los "Ríos".

- Municipios con localidades susceptibles a inundación e incomunicación., (CENECAM, 2010):

* Calakmul * Candelaria *Escárcega

* Calkini * Carmen * Hecelochakan

* Campeche * Champótón *Hopelchen

Actualmente el CENECAM tiene sectorizado al Estado de Campeche en tres regiones de

previsión meteorológica (figura 5.1.2): Norte, Centro y Sur. La región norte abarca los

municipios de Calkiní, Hecelchakán, Hopelchén y Tenabo; la región centro que comprende a

Campeche y Champotón y por último la región sur, comprendiendo los municipios de Calakmul,

Escárcega, Candelaria, Palizada y Carmen.

Debido a la necesidad de contar con regiones homogéneas, se establece un criterio

fundamentado en las características geográficas y climáticas del Estado, para la elaboración

de una nueva distribución espacial y así establecer una nueva regionalización con el objetivo de

identificar en el tiempo y espacio la distribución de las precipitaciones en el estado de

Campeche, (CENECAM, 2010).

Figura 5.1.2. Regiones delimitadas por el Centro Estatal de Emergencias para Elaboración

de boletín meteorológico.

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100

Debido a las características climáticas y orográficas, a partir de ahora podemos entonces

determinar cinco zonas o regiones (CENECAM, 2010):

Región Norte: Calkiní, Hecelchakán y Tenabo

RegiónOriente: Hopelchén y Calakmul

Región Centro: Campeche y Champotón

Región Sur: Candelaria y Escárcega, y

Región Suroeste: Carmen y Palizada

Figura 5.1.3. Imagen de la nueva distribucion municipal por regiones para el boletín del

Sistema de Alertameinto de Tiempo Severo.

La cuenca se encuentra localizada en el municipio de Champotón (Figura5.1.4 } en la zona Centro

de Estado de Campeche, entre las coordenadas 89°54´y 91°11´de longitud oeste y 18°34´y

19°41´de latitud norte. (INEGI, 2011).

Figura 5.1.4. Zonificación de las regiones Centro.

Dentro de la península de Yucatán se cuenta con 245 estaciones climatológicas, 17 estaciones

climatológicas automáticas, 7 estaciones meteorológicas automáticas y 2 estaciones de radar

meteorológico. Esta información fue recabada por la CNA.

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101

Figura 5.1.5. Estaciones climatológicas ubicadas en el Estado de Campeche.

Para conocer el comportamiento de escurrimiento de una cuenca, la conducción de un río, la

red principal del drenaje, se deben realizar estudios hidrológicos e hidráulicos adecuados.

5.2 Estudio de caso en Champotón, Campeche.

El estudio realizado por Posada y Vega, (2010) en la cuenca del río Champotón la cual se

delimitó a partir de información cartográfica en formato digital (cartas topográficas del

INEGI escala 1:50000) y Modelo Digital de elevaciones (MDE) con una resolución de pixel de

20x 20m para determinar las características físicas del área de estudio.

Los objetivos del estudio realizado fueron (Vega et al., 2010):

Realizar estudios hidrológicos e hidráulicos de la cuenca.

Construir mapas de peligro, asociados a inundaciones por desbordamientos del río

(Programa Hec RAS y su vinculación con ArcGis).

Obtener parámetros físicos de la cuenca con ArcGis.

Con los datos de precipitación de las estaciones climatológicas realizar el análisis

estadístico.

Obtener caudales de diseño para diferentes periodos de retorno mediante un análisis

hidrológico.

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102

Localización de la zona en estudio:

El río Champotón se encuentra dentro de la cuenca “Río Champotón y Otros”, perteneciente a la

región hidrográfica No 31 y al organismo de cuenca Península de Yucatán Oeste (Vega et

al.,2012). La región No 31 está ubicada al suroeste de la península de Yucatán. Colinda al

poniente con la R.H No 30 (Grijalva-Usumacinta); al noroeste con la laguna de Términos y el

Golfo de México; al norte, su límite con la R.H. No 32 (Yucatán norte); al oriente con la RH

No33. (Yucatán este) y al sur con la República de Guatemala. (CENAPRED, 2010).

El río desemboca en el Golfo de México; en su desembocadura se ubica la ciudad Champotón.

La longitud del río es de 48km, 35km son navegables de manera continua desde la

desembocadura en el Golfo de México hasta la estación hidrométrica Canasayab. (Vega et

al.,2012)

La parte más alta de la cuenca tiene una elevación de 120msnm; el desarrollo principal del río

Champotón se da sobre una planicie con pendiente suave y sin afluentes. El área de la cuenca

es de 710 km2 aproximadamente como se observa en la Figura 5.2.1. (Vega et al.,2012)

Figura 5.2.1. Cuenca del Rio Champotón.

A través de la base de datos CLICOM (Red Mexicana de estaciones climatológicas), utilizando

los datos de precipitación máxima en 24 horas, así como la información otorgada por la

gerencia técnica local de la CONAGUA se llevó a cabo el análisis de la precipitación en la

cuenca.

Se realizó un análisis estadístico de lluvia máxima en 24 horas, haciendo un ajuste de funciones

de probabilidad con el programa AX (Jiménez, E.M., 1997) el cual ajusta distintas funciones de

probabilidad a muestras de datos y calcula el error estándar de cada una de ellas con respecto

a la muestra.

Con el método de los polígonos de Thiessen se obtuvo la precipitación media, considerando el

análisis regional para diferentes periodos de retorno.

Análisis del escurrimiento

El estado de Campeche cuenta con 3 estaciones hidrométricas localizadas en los ríos

Candelaria, Palizada y Champotón. La estación hidrométrica Canasayab, ubicada en el límite

(aguas arriba) de la cuenca baja solo registra el escurrimiento de 36.62% del área total.

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103

Los datos de esta estación se analizaron con el mismo proceso que los datos de lluvia de las

estaciones climatológicas y se obtuvo el gasto instantáneo y total de la parte alta de la cuenca.

Tabla 5.2.1

Tabla 5.2.1.Datos de la estación.

Clave Nombre Latitud Longitud Años de registro Periodo

31002 Canasayab -90.575 19.294 50 1956-2006

Para determinar los gastos de diseño se utilizaron curvas de intensidad- duración y periodo de

retorno a partir de análisis estadístico de la lluvia máxima en 24 horas y el estudio de

regionalización. También se determinó el tiempo de concentración de la cuenca con

características fisiográficas del cauce principal, que nos permite determinar el tiempo de

respuesta de la cuenca.

El análisis hidráulico se centra en el modelado del comportamiento y variación de la superficie

libre del agua o el nivel del agua a lo largo de todo el rio Champotón, bajo ciertos escenarios y

condiciones de frontera. Esto se refiere a que a lo largo de un cauce existen secciones

transversales críticas, y cuando se presentan eventos extremos en la cuenca de análisis que a

su vez generan escurrimientos extraordinarios, se desbordan y generan inundaciones en

llanuras adyacentes.

Para realizar un análisis hidráulico de un río, se debe definir con ayuda del MDE la trayectoria

del cauce, los bordos naturales, llanuras de inundación y secciones transversales del río. En

este caso se requirió hacer un levantamiento batimétrico del río, se ocupó un ecosonda

Valeport; este equipo se programó para que tomara registros de latitud, longitud y profundidad

a cada segundo.

En el caso de los escenarios, se tendrán diferentes condiciones de salida, debido a la influencia

de la marea astronómica y la marea de tormenta.

Para determinar qué nivel de marea se puede presentar se utilizaron registros de marea de la

red mareo gráfica instalada por el instituto EPOMEX y el Instituto de Ingeniería de la UNAM;

para el estado de Campeche, (Ruiz et al., 2010).

Los mapas de peligro son presentaciones gráficas y espaciales que muestran la distribución de

fenómenos perturbadores de origen natural o antropogénico, basados en datos probabilísticos

y/o estadísticos que conducen a la determinación de un nivel cuantitativo de la intensidad de un

fenómeno perturbador para un lugar específico.

Se generó el producto final, el Sistema de información geográfica SIG, el cual es dinámico

pues permite hacer el cruce entre el peligro caracterizado (áreas de inundación) con

diferentes bases de datos tales como líneas vitales (carreteras, líneas de alta tensión,

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acueductos) infraestructura de servicios (refugios, escuelas, hospitales), reservas protegidas,

áreas de cultivos y planes de ordenamiento.

Los mapas de peligro obtenidos para periodos de retorno de 10 y 100 años tomaron en

cuenta el efecto de la marea astronómica y de tormenta en la desembocadura del río

Champotón, los diversos escenarios de inundación y el cruce con la información.

Se concluye con la importancia y necesidad de generar mapas de peligro por efecto de

desbordamiento de ríos a causa de los factores ya mencionados, los que son una herramienta

dinámica de prevención de inundaciones, sirven para el ordenamiento territorial pues se puede

evitar la construcción de inmuebles en zonas propensas a inundaciones, o para diseñar la

infraestructura adecuada para que soporte las inundaciones.

En el estado de Campeche, los fenómenos hidrometeorológicos han originado desastres

naturales que han sido registrados en archivos históricos. Los antecedentes en cartografía

sobre amenazas naturales en Campeche, son los mapas de zonas propuestos por el CENECAM

en el atlas de riesgos 2000, evaluación de daños en las zonas costeras de la península de

Yucatán por el huracán Isidore elaborado en el Centro EPOMEX-UAC (Rivera, 2004) y el

diagnóstico de riesgos por inundación y atlas de peligros a nivel ciudad, financiado por

SEDESOL y el ayuntamiento de Campeche (Palacio, 2005).

En 2009, inició el proyecto atlas de peligros naturales del estado de Campeche, realizado en

conjunto con el centro EPOMEX de la UAC, IINGEN UNAM, y la Universidad Autónoma de San

Luis Potosí, para el centro estatal de atención a emergencias del estado de Campeche,

CENECAM.

A partir de la información documental, estadística, de gabinete y de campo, para generar

documentos cartográficos en formato analógico y digital, ubicando las zonas expuestas a

peligros. La información digital se almacenó en un SIG actualizable.

Figura 5.2.2. Sistema de consulta de resultados de atlas de Peligros Naturales del Estdo

de Campeche

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Los peligros que afectan con mayor intensidad y frecuencia al Estado de Campeche son los

peligros hidrometeorológicos como la marea de tormenta, oleaje, viento, lluvia e inundaciones.

El estudio hidrológico de la cuenca del Río Champotón se generó a partir de un análisis de

eventos extremos de precipitación, considerando la teoría de regionalización y la aplicación de

un modelo de lluvia-escurrimiento; la marea astronómica de la región de Champotón fue

calculada con los registros medidos por un sensor de presión absoluta instalado en la costa.

La marea de tormenta asociada a los eventos meteorológicos fue cuantificada a través de un

modelo numérico que se resuelve con ecuaciones de aguas someras promediadas en la vertical;

para la hidrodinámica del rio se utilizó el modelo numérico HEC.RAS V4.1, y los resultados se

integraron en un SIG (Sistema de Información Geográfica). Se utilizó la metodología

propuesta por el CENAPRED (Centro Nacional de Prevención de Desastres) para la

cuantificación de zonas inundables en ríos, por medio del uso de software HecRas y ArcMap.

Características de la cuenca:

Las características de la cuenca fueron determinadas a través de cartas topográficas digitales

escala 1:50 000 (INEGI, 2001a y b) y un MDE (Modelo digital de elevaciones), con una

resolución espacial de pixel de 20 x 20m utilizando el software ArcInfo versión 9.3. El MDE

fue realizado por el grupo ODI para el Proyecto Atlas de Peligros Naturales del Estado de

Campeche, que realiza la Universidad Autónoma de Campeche (UAC) y la Universidad Nacional

Autónoma de México. (UNAM) para el Centro de Atención a Emergencias del Estado de

Campeche (CENECAM, 2010).

Las lluvias en la zona son principalmente en verano; entre el periodo de mayo-octubre la

precipitación pluvial varía entre 900 y 1000mm, con lluvia apreciable de 30 a 59 días; entre

noviembre y abril la precipitación disminuye y es de 100 a 125mm, con lluvia de 0 a 29 días. Las

temperaturas en verano tienen valores máximos de 40°C y en invierno mínimas de 12°C. El

promedio de temperatura anual es de 26°C. (Koppen, 1948; García et al., 1989).

Metodología

Posada et al, 2010, utilizaron un modelo digital de elevaciones con resolución de 20 m

proporcionado por la empresa ODIGROUP de Campeche, ya que del MDE del INEGI que era la

información geográfica inicial no se logró obtener las secciones transversales para el modelado

hidráulico. Se realizó la batimetría de detalle del cauce navegable del río Champotón, y se

incluyeron las cartas topográficas del INEGI en formato .DXF para complementar las curvas

de nivel. Para el levantamiento batimétrico a través de una ecosonda Valeport de 210 kHz con

GPS integrado se tomaron los registros de latitud, longitud y profundidad con una frecuencia

de 4Hz, con la ayuda de una computadora portátil se hizo de manera simultánea la recolección

de los datos. Tabla 5.2.1

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Con el programa Hypack se realizó la navegación de la embarcación a través del río. Se inició

con el levantamiento al inicio de la desembocadura del río en el Golfo de México en dirección a

la parte más angosta (estación Canasayab) de la CONAGUA, clave 31002, BANDAS. El tramo

cubierto abarcó 32.87 kilómetros como se observa en la .2.3.

Figura 5.2.3. Detalle de la batimetría del río Champotón en donde se observan los

transectos transversales.

La figura 5.2.4. Contiene la información topográfica del modelo digital de elevaciones, y la

figura 5.2.5. Esquematiza la cuenca Champotón con la red de drenaje calculada con ArcMap.

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Figura 5.2.4. Integracion MDE con batimetría del río Champotón

Figura 5.2.5. Cuenca del río Champotón y red de drenaje

Datos de precipitación y caudales:

Con la base de datos CLICOM (Servicio meteorológico nacional, 2011), se obtuvieron los datos

de precipitación máxima en 24 horas; se consideraron las estaciones climatológicas que tuviera

un registro continuo y completo de un mínimo de 20 años; en total, se tomaron 6 estaciones de

lluvia y se llevó a cabo el análisis estadístico de manera regional.

La obtención de la precipitación media se obtuvo a través del método de los polígonos de 1998).

El método se logró aplicar con el programa ArcGis con el cual se obtuvo el área de influencia de

cada estación mostrada en la figura 5.2.6.

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Figura 5.2.6.Areas de influencia de las estaciones en la cuenca del río Champotón.

Mediante el programa AX (Jiménez, 1997) se llevó a cabo un ajuste de funciones, para

determinar distintas funciones de probabilidad a muestras de datos y calcular el error

estándar de cada una de ellas con respecto a la muestra; este programa también permite

obtener los valores de lluvia máxima para diferentes periodos de retorno como se muestra en

la figura 5.2.7. El mejor resultado obtenido por el programa.

Figura 5.2.7. Análisis Regional de lluvias máximas de 24 horas para las estaciones

climatológicas.

El modelo lluvia-escurrimiento utilizado está basado en la fórmula racional; este método

considera que el gasto máximo se alcanza cuando la precipitación se mantiene con una

intensidad (i) constante en un tiempo dado (d) igual al tiempo de concentración (tc). (Campos,

2007).

El tiempo de concentración se determinó con las características fisiográficas del cauce

principal de la cuenca, y así después se logró determinar el tiempo de respuesta de la cuenca

Por otro lado, se obtuvo la precipitación e intensidad i para el tc obtenido anteriormente y

para cada periodo de retorno establecido en la salida de la cuenca, tabla 5.2.2.

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Tabla 5.2.2. Intensidad para varios periodos de retorno.

El coeficiente de escurrimiento (Ce) es un factor determinante para este modelo, se obtiene a

través de las cartas de la serie 2 del Inventario Nacional Forestal (INEGI,2010), de la cual se

extrajo el polígono de la cuenca del río Champotón (Figura 5.2.8) con los diferentes usos de

suelo y tipo de vegetación para el área estudiada. De acuerdo a la vegetación y uso de suelo

en la región se utilizó la tabla 5.2.3 para obtener dicho valor. (Aparicio, 1997).

Figura 5.2.8. Uso de suelo y vegetación de acuerdo a la carta de Inventario Nacional

Forestal.

Tabla 5.2.3 Coeficientes de escurrimiento para tipo de suelo

Intensidad para diferentes

periodos de retorno

Tr Intensidad

(años) (d=tc,mm/h)

2 3.97

5 5.82

10 7.62

20 9.28

50 11.31

100 12.79

200 14.22

500 16.16

1000 17.59

10000 22.3

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110

Los resultados obtenidos de precipitación, e intensidad de la tabla 5.2.4 fueron corregidos por

el coeficiente de intervalo fijo, el cual corrige los datos por toma de lectura y por el factor de

reducción por área FRA, el cual se aplica para cuencas muy separadas, con baja densidad de

estaciones, y considerando los polígonos de Thiessen. Se aplicó la metodología propuesta por

Domínguez et al., (2008) y Domínguez y Palacio (2010).

Tabla 5.2.4. Gastos de diseño en la desembocadura del río Champotón.

En octubre del 2009 el instituto EPOMEX-UAC y el IINGEN UNAM instalaron un sistema de

sensores de presión absoluta y temperatura para poder caracterizar adecuadamente la marea

astronómica para las localidades costeras más importantes del estado( figura 5.1.15 Posada et

al., 2010), gracias a estos sensores se determinó que la marea es mixta; es decir; se

presentan 2 mareas altas y 2 bajas por día, en total 2 ciclos sucesivos con periodos de 12 horas

y 25 minutos cada uno, con amplitudes distintas entre sí (Pulido, 2011). Se muestra en la

figura 5.2.9 la localización de mareógrafos y barómetros.

Figura 5.2.9. Localizacion de mareógrafos y barómetros.

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111

La señal de marea astronómica se reconstruyó para el año 2011 con las componentes señaladas

figura 5.2.10., donde se indica que la máxima pleamar es de 0.66MSN-MM y la mínima bajamar

de -0.88MSNMN, lo cual produce como resultado una altura de marea de 1.54 metros

considerada como marea micro mareal por ser menor a 2 metros, al ser tan somera la bahía de

Champotón, ocasiona que cuando se presentan las mareas bajas se puedan observar las barras y

bajos litorales que se localizan en la zona litoral de la ciudad. Los componentes de marea para

la ciudad de Champotón se muestran en la tabla 5.2.5.

Figura 5.2.10 Pronóstico de mareas para la ciudad de Champotón.

Tabla 5.2.5 Marea para la ciudad de Champotón.

Teniendo determinado el nivel de pleamar se procedió a calcular los niveles de marea de

tormenta por medio de la aplicación de 2 modelos numéricos HURAC (Silva et al., 2000) y

HD23 (Posada et al., 2008). La marea de tormenta y la astronómica son importantes ya que si

se presenta un huracán con la máxima pleamar, el nivel de inundación será mayor.

El modelo HURAC calcula los campos de velocidades y presión atmosférica debidas a un

huracán; es un modelo paramétrico que obtiene la magnitud y dirección del viento para

cualquier instante de tiempo, así como el valor de la presión a partir de los registros del

NOAA; el HD23 se encarga de resolver ecuaciones de continuidad y de cantidad de movimiento

sobre una malla numérica, así obtiene las velocidades de flujo y el valor de la superficie libre

del agua.

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Cálculo de la marea de tormenta+

La metodología para calcular la marea en la ciudad de Champotón tomando en cuenta diversos

periodos de retorno es la siguiente: (Posada et al., 2010).

1. Para el análisis de huracanes se consideraron los registrados en el periodo de 1948 al

2010 en la zona del Mar Caribe y Golfo de México. Para cada año se seleccionaron los

huracanes que cruzaron en un radio máximo de 200Km algún punto geográfico de

Campeche. Por ejemplo en el 2005 fueron Emily, Wilma y Stan.

2. Para los huracanes seleccionados se obtuvo su campo de velocidades y presiones por

medio del modelo HURAC. Figura 5.1.11. huracán Emily, campos de presión y velocidad

cuando su ojo estaba el norte de Progreso (Yucatán).

3.

Figura 5.2.11.. Campos de velocidades y presiones del huracán Emily, Yucatán.

4. Se ejecutaron los modelos HURAC y HD23 para cada uno de los años generalizados

y sus respectivos huracanes registrados , para obtener variaciones de la superficie libre

en la zona estudiada. Figura 5.1.12. variación de superficie libre del agua para huracán

Wilma en 5 puntos de la costa de Campeche.

5.

Figura 5.2.12. Tiempo vs superficie libre para el huracán Wilma.

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6. Se obtuvo el máximo valor de la superficie libre del agua en toda la zona costera de la

ciudad de Champotón para cada huracán. Figura 5.2.13 máxima marea de tormenta para

el Estado de Campeche debida al huracán Stan 2005.

Figura 5.2.13. Marea de tormenta máxima para huracán Stan 2005.

7. Si en el mismo año se presentan varios huracanes, se obtiene el máximo valor de la

marea de tormenta para cada punto de todos los huracanes.

8. Con los máximos anuales calculados se realiza el análisis extremal con la distribución de

probabilidad Weibull, con gran validez para fenómenos que ocurren en el mar.

Con los parámetros obtenidos se generan mapas de marea de tormenta para periodos de

retorno de 2,5,10,20,30,50,100,250,500 y 1000 años, y funciones de inundación para todas las

celdas costeras de Campeche; figura 5.2.14 muestra la funciones correspondiente a la celda

más cercana a la desembocadura del rio Champotón.

Figura 5.2.14. Funciones de inundación para las celdas costeras de Campeche.

Los escenarios de ascenso del nivel medio del mar asociados al cambio climático considerados

se obtuvieron de: proyecciones que el IPCC (2007) propone para el año 2099 (tabla 5.2.6) y las

proyecciones de Zavala et al., (2010) con el registro histórico del equipo oceanográfico del

Sistema Mareográfico Nacional, instalado en Ciudad del Carmen, cuya tendencia indica un

aumento de 3.4mm/año del nivel medio del mar a partir del año 1990.

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Tabla 5.2.6. Proyecciones del calentamiento de la superficie libre y aumento en el nivel

medio del mar para finales del siglo XIX (IPCC, 2007).

Tabla 5.2.7. Escenarios de modelación para el rio Champotón.

El resumen de los 12 escenarios de modelación propuestos para este estudio estimado para el

año 2099 está contenido en la tabla 5.2.7. Se considera que la marea astronómica, la de

tormenta y la estimación de caudales en el río no cambia, solo el nivel del mar aumenta.

Adicionalmente a este trabajo de tesis se elaboró un mapa de la correlación existente entre el

fenómeno de sequías que afecta periódicamente al país y los eventos de precipitación media a

nivel estatal, a partir de la revisión de la información reportada por la CONAGUA. Estos

resultados se incluyen en el anexo 1.

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115

5.3 Referencias

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117

Capítulo 6 Conclusiones y Recomendaciones

La ocurrencia de eventos hidrometeorológicos extremos en el mundo se debe en mayor parte al

cambio climático que se ha intensificado y ocasiona un desequilibrio en la zona afectada. En

este trabajo se presentaron diversas metodologías para el estudio de eventos; en el caso de

México cabe detallar que son pocos los investigadores dedicados al estudio de huracanes en

México, la mayoría están concentrados en la UNAM y otros pocos en el Servicio Meteorológico

Nacional; para los eventos de inundaciones el análisis se enfoca a la cuantificación de los daños

económicos y materiales; estos se presentan generalmente en las zonas costeras por la

aparición de los huracanes, pero las inundaciones se han extendido al interior del país por

rebasar la capacidad de las obras hidráulicas o por la falta de ellas; el agua forma corrientes

que a su paso ocasionan deslaves e inundaciones en zonas marginales en las cuales la gente no

está prevenida.

En el caso de la precipitación y sequía los estudios van ligados, pues los métodos para su

estudio están basados en datos históricos para determinar con qué frecuencia se presentan

estos eventos y en qué zonas, a pesar de esto, el país no está preparado para afrontar los

problemas generados por estos eventos; en el caso de que se reduzca la precipitación en una

zona de producción agrícola se puede presentar una temporada de sequía que por falta de

disponibilidad de agua genera pérdidas económicas en este sector.

La distribución territorial es parte del problema ocasionado por el cambio climático, zonas que

antes eran productivas y con tierra fértil se han transformado en áreas anormalmente secas,

la población tiene que buscar reubicarse en otras zonas para no ser vulnerable y adaptarse a

los cambios.

Los estudios y métodos realizados por diversos autores coinciden en varios aspectos; uno de

ellos es la elaboración de mapas de riesgo; estos son de gran utilidad pues permiten ver las

zonas más afectadas, la concentración de la población y la extensión del problema para darse

una idea global del comportamiento de dichos fenómenos.

Los ingenieros civiles pueden contribuir a la planificación y valoración de riesgos, tomando en

cuenta los diferentes escenarios presentados en el país y con ayuda de las dependencias

encargadas de re-distribuir mejor las reservas para cuando se presenten emergencias y crisis

repentinas.

Para combatir o mitigar las sequías, una opción es adaptar un mecanismo de riego que desfogue

a las zonas áridas del país utilizando agua de re-uso o inclusive el agua del mar llevando a cabo

procesos de desalinización o algún tratamiento. O, como sugiere la CONAGUA, disminuir las

zonas de riego por inundación cambiando a formas de riego más eficientes como la metodología

de riego por goteo, donde se aprovecharía mejor el recurso.

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118

En el caso de zonas rurales o propensas a riesgos de inundación con ayuda de los pluviógrafos

se puede medir la intensidad de la precipitación y con base en estudios anteriores hacer una

revisión de los niveles máximos alcanzados en la presencia de una inundación. Con estos datos

se puede informar y prevenir a la población, con un plan de apoyo económico reubicar las

viviendas en zonas más seguras o invertir en alguna obra de captación que tenga la capacidad de

almacenar el agua y evitar los desbordamientos.

En cuanto a recursos financieros para el apoyo a desastres naturales convendría hacer una

revisión detallada de cómo está actualmente la distribución de recursos y re asignarlos con

ayuda de los estudios realizados en el país, enfocarse en la zona y su mayor problema, de

manera que al presentarse una emergencia haya un recurso disponible al momento y no que el

estado afectado sufra mayores pérdidas por falta de apoyo del gobierno.

La población también puede contribuir a reducir el cambio climático tan drástico en el mundo,

creando una conciencia de lo que realmente causa estos cambios; por ejemplo, el manejar

adecuadamente materiales, sustancias o residuos peligrosos en las ciudades para evitar

derrames y contaminar; controlar el crecimiento urbano desordenado y los asentamientos en

orillas de barrancas o zonas cercanas a ríos; darle mejor mantenimiento a la infraestructura

urbana e industrial para evitar fallas.

La CONAGUA también contribuye a la planificación regional y subregional, pues al tener mapas

detallados de las cuencas y subcuencas, ayuda a observar el comportamiento de las aguas

superficiales que pueden convertirse en inundaciones o escurrimientos súbitos.

Protección civil es la encargada de elaborar planes y programas: una medida fue tener un

mayor control en la construcción de edificaciones que cumplan con requisitos mínimos de

resistencia a fenómenos naturales.

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129

ANEXO 1

Correlación entre porcentajes de sequía y precipitación a nivel nacional

Se realizó una captura de datos de los porcentajes mensuales de sequía a nivel nacional

abarcando el periodo 2003-2011 (datos disponibles); se obtuvo un promedio anual presentado

en la tabla 1.

Tabla 1. Promedio anual de porcentajes de sequías en la República Mexicana

Lo mismo se hizo en el caso de las precipitaciones obteniendo los promedios anuales del mismo

periodo (2003-2011) considerando todos los estados de la República Mexicana. Tabla 2

Promedio anual de sequias

D0 a D4 D1 a D4 D2 a D4 D3 a D4 D4

2011 75.99 61.25 45.74 27.31 7.34

2010 26.77 14.16 7.41 1.85 0.00

2009 53.84 26.94 9.59 1.58 0.14

2008 52.97 30.73 9.73 1.93 0.15

2007 47.30 28.04 12.28 3.37 0.09

2006 62.13 38.51 19.61 7.95 2.42

2005 29.30 8.28 0.53 0.01 0.00

2004 24.25 7.12 1.71 0.66 0.14

2003 46.51 23.76 10.87 3.14 0.66

Promedio Anual de precipitaciones

Sonora Chihuahua Coahuila Durango Zacatecas S.L.P

2011.00 30.01 21.71 14.67 20.47 26.21 76.86

2010.00 37.75 39.18 49.33 46.61 42.42 113.33

2009.00 37.08 39.08 27.57 43.28 40.63 79.25

2008.00 38.15 45.84 38.25 53.55 48.37 114.61

2007.00 36.28 40.63 43.53 33.30 36.68 103.13

2006.00 29.91 50.58 26.73 48.49 37.95 60.00

2005.00 24.89 38.54 39.26 31.15 34.54 67.37

2004.00 47.81 62.12 49.49 53.73 57.40 67.57

2003.00 26.62 31.23 40.98 36.38 45.52 72.98

Promedio Anual de precipitaciones

Aguascalientes Baja California Baja Calif Sur Campeche Colima Chiapas

2010.00 21.48 17.23 5.78 98.41 113.94 198.47

2011.00 41.09 24.78 9.11 118.77 100.07 227.53

2008.00 34.58 9.62 18.80 94.46 71.70 162.76

2006.00 54.74 13.43 15.83 130.00 77.76 196.24

2007.00 45.60 9.91 15.15 104.39 76.74 184.33

2005.00 54.59 9.21 25.83 127.79 91.90 196.18

2009.00 42.44 15.38 10.91 149.20 60.51 182.49

2003.00 59.28 29.79 16.94 102.10 81.50 142.85

2004.00 47.27 16.54 26.89 142.07 73.09 161.30

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130

Tabla 2. Promedio anual de precipitaciones a nivel nacional.

Promedio Anual de precipitaciones

D.F Guanajuato Guerrero Hidalgo Jalisco México

2011.00 65.22 31.56 99.53 58.76 50.19 54.80

2010.00 58.16 66.48 126.75 78.23 78.36 67.48

2009.00 59.43 51.93 82.59 65.87 58.64 60.48

2008.00 61.74 61.07 106.03 66.96 72.40 56.63

2007.00 66.43 63.86 98.86 73.56 72.15 72.56

2006.00 73.49 64.99 107.89 57.93 74.29 59.93

2005.00 53.78 42.50 92.34 57.91 55.33 45.76

2004.00 60.73 73.16 95.35 52.43 87.46 62.58

2003.00 64.00 76.78 86.76 52.00 61.33 59.00

Promedio Anual de precipitaciones

Michoacan Morelos Nayarit Nuevo Leon Oaxaca Puebla

2008.00 57.48 80.63 94.10 31.91 115.72 106.67

2005.00 90.53 100.58 137.48 102.60 161.68 113.76

2007.00 63.80 85.97 106.77 40.26 105.64 103.03

2006.00 68.73 85.23 129.22 68.68 134.19 116.33

2003.00 66.16 67.24 92.96 57.91 101.07 112.01

2009.00 74.17 73.93 83.50 51.19 105.85 101.82

2011.00 57.43 59.52 101.29 76.60 134.86 104.49

2010.00 76.38 100.63 119.58 69.18 111.72 108.54

2004.00 72.69 91.63 87.41 63.69 122.23 133.00

Promedio Anual de precipitaciones

Queretaro Quintana Roo Sinaloa Tabasco Tamaulipas Tlaxcala

2009.00 31.03 123.03 49.61 208.04 50.28 60.28

2005.00 59.76 125.32 49.70 213.49 84.27 69.09

2008.00 40.83 91.73 46.76 142.89 52.97 54.60

2003.00 53.48 100.83 61.49 218.11 87.25 56.65

2010.00 52.88 104.35 55.74 212.63 81.64 60.10

2006.00 49.18 94.33 60.98 223.02 55.85 73.00

2011.00 36.25 121.38 44.63 169.67 61.57 56.45

2007.00 58.20 90.59 72.68 163.68 64.42 58.87

2004.00 66.94 129.38 44.24 173.01 72.82 51.43

Promedio Anual de precipitaciones

Veracruz Yucatán

2010.00 129.46 81.07

2011.00 149.26 89.30

2005.00 116.11 63.31

2007.00 131.16 74.94

2009.00 124.49 93.12

2003.00 137.85 74.27

2006.00 152.51 92.29

2004.00 123.59 86.58

2008.00 139.55 70.96

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131

Para el caso de la sequía se ordenaron los datos de mayor a menor. Con la Formula de Weibull

se calculó el periodo de retorno y se dibujó en escala Gumbel la función de distribución

empírica histórica.

D0 Anormalmente seco D2 Sequía Severa D4 Sequía excepcional

D1 Sequía Moderada D3 Sequía Extrema

En el caso de las precipitaciones también se ordenaron los datos y se hizo el mismo

procedimiento utilizando Weibull y Gumbel.

Se hizo el dibujo comparando las funciones de distribución para cada estado vs la de las

sequías a nivel nacional de la columna D3-D4. Figura 1 (Sonora)

Promedio anual de sequías

No. D0 a D4 D1 a D4 D2 a D4 D3 a D4 D4 Tr Escala Gumbel

1 75.99 61.25 45.74 27.31 7.34 10 2.2504

2 62.13 38.51 19.61 7.95 2.42 5 1.4999

3 53.84 30.73 12.28 3.37 0.66 3.333333 1.0309

4 52.97 28.04 10.87 3.14 0.15 2.5 0.6717

5 47.30 26.94 9.73 1.93 0.14 2 0.3665

6 46.51 23.76 9.59 1.85 0.14 1.666667 0.0874

7 29.30 14.16 7.41 1.58 0.09 1.428571 -0.1856

8 26.77 8.28 1.71 0.66 0.00 1.25 -0.4759

9 24.25 7.12 0.53 0.01 0.00 1.111111 -0.8340

Promedio Anual de precipitaciones

No. Sonora Chihuahua Coahuila Durango Zacatecas S.L.P Tr Escala Gumbel

1 47.81 62.12 49.49 53.73 57.40 114.61 10.000 2.2504

2 38.15 50.58 49.33 53.55 48.37 113.33 5.000 1.4999

3 37.75 45.84 43.53 48.49 45.52 103.12 3.333 1.0309

4 37.08 40.60 40.98 46.61 42.42 79.25 2.500 0.6717

5 36.28 39.17 39.26 43.28 40.63 76.86 2.000 0.3665

6 30.01 39.08 38.25 36.38 37.95 72.98 1.667 0.0874

7 29.91 38.54 27.57 33.30 36.68 67.57 1.429 -0.1856

8 26.62 31.23 26.73 31.15 34.54 67.37 1.250 -0.4759

9 24.89 21.71 14.67 20.47 26.21 60.00 1.111 -0.8340

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132

El valor promedio de sequías D3 a D4 para un periodo de retorno de 10 años

corresponden a valores de precipitación media anual de 30.01 mm, que tienen un

periodo de retorno de 1.67 años mientras que el valor de la precipitación para un

periodo de retorno de 10 años es mayor (47.81 mm)

Con datos ordenados:

0.00

10.00

20.00

30.00

40.00

50.00

60.00

0.00

5.00

10.00

15.00

20.00

25.00

30.00

-1.0000 0.0000 1.0000 2.0000 3.0000

D3

a D

4

-ln (ln(Tr/(Tr-1)))

Media anual sequía D3 a D4 nacional

Precipitación promedio anual sonora

y = 0.6901x + 30.611 R² = 0.6879

r=0.8294

0.00

10.00

20.00

30.00

40.00

50.00

60.00

0.00 5.00 10.00 15.00 20.00 25.00 30.00

Pr

ec

pit

ac

ión

pr

om

ed

io a

nu

al

So

no

ra

, m

m

Promedio anual sequías D3 a D4

Series2

Lineal (Series2)

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Se observa una cierta correlación entre las funciones de distribución empíricas de los

promedios de sequías D3 a D4 con los valores de la precipitación promedio anual en el

estado de Sonora.

Por otro lado, se compararon directamente los datos año con año y sin ordenar.

Mientras que la relación del promedio anual de sequías D3 a D4 con respecto a la

precipitación media anual da correlaciones bajas al comparar con un comportamiento

lineal, al aumentar el promedio anual de sequías D3 a D4no parece disminuir mucho el

valor de la precipitación por lo que no se puede decir que una precipitación media anual

baja implique la ocurrencia de una sequía D3 a D4

Se obtuvieron los valores R1 y R2 para cada estado y con ArcView se realizaron los

mapas respectivos a cada caso.

y = -0.2411x + 35.557 R² = 0.084 r=0.2898

0.00

10.00

20.00

30.00

40.00

50.00

60.00

0.00 5.00 10.00 15.00 20.00 25.00 30.00

Pr

ec

pit

ac

ión

pr

om

ed

io a

nu

al

So

no

ra

,

mm

Promedio anual sequías D3 a D4

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Lineal (Series2)

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ESTADOS R1 R2

AGUASCALIENTES 0.642339474 0.668281378

BAJA CALIFORNIA 0.872410454 0.08

BAJA CALIFORNIA SUR 0.755049667 0.379209705

CAMPECHE 0.752263252 0.350570963

COAHUILA 0.60149813 0.78612976

COLIMA 0.859069264 0.774080099

CHIAPAS 0.784920378 0.281780056

CHIHUAHUA 0.832766474 0.594978991

D.F 0.855628424 0.418330013

DURANGO 0.620725382 0.628887907

GUANAJUATO 0.624899992 0.619677335

GUERRERO 0.892692556 0.06244998

HIDALGO 0.810246876 0.166132477

JALISCO 0.761248974 0.492036584

México 0.77923039 0.172046505

MICHOACAN 0.875442745 0.380394532

MORELOS 0.664981203 0.104403065

NAYARIT 0.795298686 0.371079506

NUEVO LEON 0.85 0.616035713

OAXACA 0.89509776 0.21

PUEBLA 0.949526198 0.184390889

QUERETARO 0.704627561 0.545068803

Q. ROO 0.663927707 0.269814751

S. LUIS P. 0.736478106 0.179443584

SINALOA 0.864118047 0.123693169

SONORA 0.829397372 0.289827535

TABASCO 0.574108004 0.352420204

TAMAULIPAS 0.697782201 0.490713766

TLAXCALA 0.865794433 0.175499288

VERACRUZ 0.764002618 0.132287566

Yucatán 0.636631762 0.064031242

ZACATECAS 0.827647268 0.664605146

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Se presentan los estados por intervalos de correlaciones con respeto a las sequías:

Mapa R1

Mapa R2

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Tabla de resultados R1

En los estados de Puebla, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Baja California, Tlaxcala, Sinaloa,

Colima, D.F y Nuevo León se observan las más altas correlaciones entre el promedio anual del

porcentaje de sequías D3 a D4

En Aguascalientes, Yucatán, Guanajuato, Durango, Coahuila y Tabasco se obtuvieron bajas

correlaciones, es decir en esos sitios hay precipitaciones en general bajas ocurra o no un

evento de sequia D3-D4

Tabla de resultados R2

En Coahuila, colima, Aguascalientes, Zacatecas, Durango, Guanajuato, Nuevo León, Chihuahua y

Querétaro se presentan las mayores correlaciones en el caso de comparación de año con año.

En Baja California, Yucatán y Guerrero se observan las más bajas correlaciones para el caso de

comparación de año con año.

0.95-0.833 0.833-0.779 0.779-0.705 0.705-0.637 0.637-0.564

PUEBLA CHIHUAHUA México QUERETARO AGUASCALIENTES

OAXACA SONORA VERACRUZ TAMAULIPAS Yucatán

GUERRERO ZACATECAS JALISCO MORELOS GUANAJUATO

MICHOACAN HIDALGO BAJA CALIFORNIA SUR Q. ROO DURANGO

BAJA CALIFORNIA NAYARIT CAMPECHE COAHUILA

TLAXCALA CHIAPAS S. LUIS P. TABASCO

SINALOA

COLIMA

D.F

NUEVO LEON

0.786-0.492 0.492-0.29 0.29-0.21 0.21-0.104 .104-0.0

COAHUILA JALISCO CHIAPAS PUEBLA BAJA CALIFORNIA

COLIMA TAMAULIPAS Q. ROO S. LUIS P. Yucatán

AGUASCALIENTES D.F OAXACA TLAXCALA GUERRERO

ZACATECAS MICHOACAN México

DURANGO B. CALIFORNIA SUR HIDALGO

GUANAJUATO NAYARIT VERACRUZ

NUEVO LEON TABASCO SINALOA

CHIHUAHUA CAMPECHE MORELOS

QUERETARO SONORA