TEMA 8. ARTE ROMÁNICO

1. Introducción al románico.

2. Arquitectura: La Iglesia de peregrinación y el monasterio.

3. Escultura y pintura.

1.- INTRODUCCIÓN AL ROMÁNICO.

El término “románico” fue inventado a inicios del siglo XIX por el francés Charles de Gerville, al relacionar los edificios europeos de la Alta Edad Media con las construcciones de Roma.

En realidad el románico no es el resultado de un progreso continuo de las artes desde las invasiones germánicas del siglo V. El románico es un estilo autónomo que nace y se desarrolla durante el siglo XI y principios del XII. Se relaciona con el renacimiento de la orden benedictina, con las cruzadas y con el flujo de las peregrinaciones.

Es un arte en el que se une el recuerdo de la arquitectura de Roma más el arte de los pueblos germánicos. También recibió influencias del arte califal y del bizantino.

En el año 1000, el Occidente cristiano era pobre y temeroso. El hambre causaba estragos, se temía el fin del mundo y el juicio final. Creían que el Apocalipsis señalaba el milenio como el momento del fin del mundo. A partir del 1033, aniversario de la crucifixión de Jesús, pensaron que el mundo no se acabaría.

Por otro lado, la orden benedictina restableció la paz física y espiritual en los monasterios. Las nuevas técnicas mejoraron las explotaciones agropecuarias (cereales y ganado). Su forma de dar gracias a Dios se plasma en su arte, tal y como puede verse en las abadías de Cluny y Cîteaux, en Borgoña.

En el siglo XI, los monjes negros de Cluny,- los cluniacenses,- favorecieron el culto a las reliquias y las Iglesias de peregrinación.

En el siglo XII los monjes blancos de CITEAUX,- los cistercienses,- encabezados por san Bernardo vuelven a la humildad de los benedictinos y crean templos más austeros y monasterios que siguen casi siempre la misma tipología.

Según nos testifica el monje cluniacense Raoul Glaber en 1044, a partir del año 1000, comienzan a descubrirse nuevas reliquias, como el cuerpo de la Magdalena en Vézelay o el de Lázaro en Autun. La fe en las reliquias fomentó la peregrinación para verlas. Un número cada vez más numeroso de peregrinos van hacia los lugares de peregrinación: los Santos Lugares en Jerusalén, las catacumbas en Roma o el sepulcro de Santiago, en Compostela.

El peligro turco en Oriente hizo que se prefirieran las reliquias de Occidente. A este respecto, Cluny influyó en el desarrollo de las rutas de peregrinación y especialmente en el Camino de Santiago que fue la gran vía medieval por donde circulaban personas e ideas. También iban por

esta vía artistas, que difundieron de esta manera el románico por este camino, al igual que llevaron la influencia de al-Ándalus hasta Francia, tal y como lo atestiguan elementos como los arcos polilobulados califales en la catedral de Le Puy, o la cúpula nervada del mihrab de la mezquita de Córdoba en Bigorre.

En el siglo XII se produce un capítulo que tuvo grandes consecuencias para la cristiandad medieval y el Próximo Oriente. Se trata de la Cruzadas, que supusieron la expansión de Europa hacia Oriente y la toma de contacto entre tres culturas: la Europa cristiana, la bizantina y la oriental. Así, se puede seguir el rastro de las cúpulas bizantinas en la Catedral de San Marcos,- de Venecia,- en las basílicas francesas de Périgord y en los cimborrios que se pueden ver en la Colegiata de Toro y en las catedrales de Salamanca, Plasencia y Zamora.

Las Cruzadas tenían intereses políticos y comerciales. Por un lado, se quería dejar clara la supremacía del Papado frente a las monarquías feudales; por otro lado, los comerciantes italianos buscaban el control del Mediterráneo. Alentados por las principales figuras de la cristiandad,- como lo fue San Bernardo,- se favorece la creación de las órdenes de caballería con monjes caballeros que luchan con la fe y la espada.

2.-ARQUITECTURA.ELEMENTOS FORMALES Y SOLUCIONES CONSTRUCTIVAS IGLESIAS DE PEREGRINACIÓN Y MONASTERIOS.

Los orígenes de la arquitectura románica se hallan en la reforma benedictina del siglo X y que partió de la abadía de Cluny.

La abadía de Cluny fue fundada en el 910 sobre territorios donados por el duque de Aquitania en la región de Borgoña (Francia). A finales del siglo X ya controlaba casi 1500 monasterios europeos. La ampliación más importante, la que la convertiría en el establecimiento monacal más fastuoso de la Edad Media, fue en el 1088, encargada por el abad Hugo de Semur.

La reforma de Cluny recogía el ideario benedictino de ora et labora. A través de este trabajo, entre los que destacaban sus traducciones, copias e investigaciones sobre el saber de su época y el pasado, sus monasterios se convirtieron en centros culturales. También crearon un estilo artístico que se fue transmitiendo por sus vías de peregrinación. Se sentaron así las bases del Románico cluniacense, que se levantaría a lo largo de rutas y caminos en el siglo XI.

En este arte, marcado por la austeridad y la religiosidad, la arquitectura es el rector del estilo y la escultura y la pintura se subordinan a ella. Así, en las iglesias y monasterios se colocan esculturas en las portadas, capiteles historiados en los claustros, las pinturas en sus muros y las vidrieras en sus ventanas. Todo gira alrededor de sus edificios, de los cuales los más importantes son las iglesias de peregrinación y el monasterio.

Los elementos sustentantes de la arquitectura románica presentan las siguientes características:

- Un sistema de cimentación fuerte para soportar el peso del edificio.

- Los muros realizados del sillares, alcanzaban un gran grosor.

- El peso del edificio y de sus cubiertas se repartía entre gruesos pilares en el interior y contrafuertes en el exterior.

En cuanto a sus elementos constructivos, hay que hablar de sus arcos y vanos, y sus cubiertas.

- Los vanos,- puertas y ventanas,- se abrían con arcos de medio punto. Para poder abrir estos vanos en los gruesos muros, se creaba un sistema por el que se sucedían una serie de arcos que disminuían progresivamente en tamaño. A estos arcos se les llama arquivoltas y daban a los vanos una forma abocinada.

- La cubierta elegida era la abovedada y, dentro de los tipos de bóveda la elegida fue la bóveda de cañón, la cual fue el elemento formal más emblemático del Románico. Se hacen de piedra por motivos estéticos y de seguridad, ya que así se reducía los riesgos de incendio.´

Ahora bien, el uso de la bóveda de cañón entraña un problema: la bóveda de cañón transmite un enorme peso a los muros. Para solucionar este problema, se fragmentó la bóveda en tramos, mediante arcos transversales o fajones, que se apeaban en pilares, canalizando así la fuerza de la descarga. El esqueleto formado por los fajones permitió elevar la altura y aumentar la longitud de la construcción.

Otro problema se planteaba cuando el edificio tiene tres naves; para solucionar el peso de la nave central se colocan bóvedas de cuarto de círculo o de arista en la naves laterales, y se sitúa un contrafuerte exterior en el eje de los fajones.

La estabilidad que proporcionaban los contrafuertes permitió colocar un segundo piso en las naves laterales, donde se situaba una galería alta o tribuna y aumentar así la capacidad del edificio.

Todos estos elementos se utilizan en las iglesias, que son los edificios predilectos de la escultura románica, ya fueran episcopales o monásticas.

Las iglesias del Románico cumplían tres principios simbólicos: debían ser perdurables, tenían que favorecer el rezo y la penitencia y debían servir para adoctrinar y enseñar al fiel la religión cristiana.

Su planta estaba también llena de simbolismos. Se orientaban hacia la aurora y su planta evocaba el cuerpo crucificado de Cristo: el ábside sería la cabeza; las naves, los pies; el transepto, los brazos y el crucero sería el corazón del Salvador. Esta particular simbología, permite dividir el templo en tres partes simbólicas:

- Las naves,- solían ser tres, siendo la central de mayor tamaño,- que simbolizaban lo humano, al ser el lugar destinado a los fieles.

- A través del crucero, se accedía desde las naves hasta el altar. Este espacio de respeto simbolizaba el paso de lo humano a lo divino.

- Tras el crucero se encontraba una cabecera, normalmente de tres ábsides,- que representaban la Santísima Trinidad,- y que simbolizaba lo divino.

El interior de la iglesia se diseña para las ceremonias de la liturgia. Para que ésta pudiera ser seguida por todos los fieles y para el culto a las reliquias, se llevaron a cabo soluciones constructivas hasta

entonces inéditas, como son las capillas absidiales , el deambulatorio circunvalando al presbisterio o la tribuna cabalgando sobre el transepto.

Las capillas absidiales y el deambulatorio permitían que la liturgia se desarrollase con normalidad, mientras que en las otras capillas también podían orar los creyentes y contemplar las reliquias del templo. Las tribunas en los brazos de los transeptos también permitía la alta afluencia de fieles en sus iglesias y el pórtico interior en la fachada principal resguardaba a los fieles y peregrinos de las inclemencias del tiempo y desde donde se iniciaban los circuitos procesionales.

Junto a esta tipología general, destaca las de las iglesias de peregrinación. Eran templos de mucho mayor tamaño ubicados en los cruces, paradas y destinos de las principales rutas.

La planta de estos templos era, normalmente, de cruz latina,- en clara alegoría a la cruz de Cristo,- con tres o cinco naves. El ábside estaba formado por una gran girola: un corredor que facilitaba la circulación de los fieles alrededor de las reliquias colocadas en el altar mayor. Por encima de las naves laterales corrían tribunas, unas galerías que permitían la asistencia de un mayor número de fieles. Finalmente, tenían tres pórticos de acceso, a los pies y en los brazos del crucero, dedicado cada uno a una de las Personas de la Trinidad.

En España contamos con uno de los ejemplos más brillantes de esta tipología de iglesias: la catedral de Santiago de Compostela.

Según la tradición, Santiago vino a España a predicar el Evangelio. Volvió a Palestina donde fue martirizado. Sus discípulos cogieron su cuerpo y lo trasladaron a Galicia para sepultarlo en Finisterre.

Según la leyenda, el ermitaño Pelayo decubrió su tumba en el siglo IX, porque estaba iluminada por luces mágicas (la palabra Compostella viene de campus stellae), por el ermitaño Pelayo.

El obispo Teodomiro y Alfonso II el Casto fundaron Compostela en honor del Apóstol.

El Papa difundió la noticia por la Cristiandad y promocionó las peregrinaciones a Galicia. Así empezó el Camino de Santiago.

Todos los años llegaban peregrinos que procedían de 4 ciudades francesas:

-Tours, que recogía peregrinos procedentes de los Países Bajos.

-Vezélay, que recogía peregrinos procedentes de Alemania.

-Le Puy, que recogía al resto de peregrinos centroeuropeos.

- Arlés, que recogía peregrinos que provenían de Italia.

Cruzaban los Pirineos por Somport (Jaca) y Roncesvalles (Navarra) aprovechando las calzadas romanas.

Ambos caminos se unían en Puente La Reina (Navarra) y atravesaban: Logroño, Burgos, Palencia, León, Astorga y Ponferrada. De aquí se pasaba a Galicia.

Cada etapa tenía unos 30 km. Y, dependiendo del lugar de partida, la duración del viaje podía durar de uno a dos meses. Ante los numerosos peregrinos que seguían este camino,- llegaron a hacerla de unos 200.000 a 500.000 peregrinos al año,- el clérigo Aimeric Picaud escribió en 1130 el "Libro del Peregrino" para informar a los peregrinos En esta guía se explicaban los caminos, puentes, ciudades, albergues, alimentos, aguas ...etc. que ayudaban al viajero. También se describían los primeros edificios románicos al mencionar los hospitales, monasterios e iglesias del camino.

Las cinco principales iglesias de peregrinación relacionadas con el camino de Santiago fueron San Martín de Tours, San Marcial de Limoges, Santa Fe de Conques, San Saturnino de Tolosa y Santiago de Compostela.

La catedral de Santiago de Compostela (1075-1211) es la más importante y perfecta de las iglesias de peregrinación. Su construcción fue impulsada en 1075 por el obispo Diego Peláez, el cual eligió para su construcción a los arquitectos franceses: Bernardo El Viejo y Roberto. En 1088 se interrumpieron las obras por el encarcelamiento del obispo que tenía enfrentamientos con los Reyes, reanudándose en el 1100 por el Obispo Gelmírez, que eligió al maestro Esteban como nuevo maestro constructor

En el 1105 se consagró el presbítero, tras la incursión militar realizada por Gelmírez en la diócesis de Braga para robar las reliquias de sus santos para situarlas en las capillas absidiales del deambulatorio y servir así de escolta al cuerpo del Apóstol, situado en el Altar Mayor..

En 1112 se abrieron las puertas de la Azabachería y de Platerías en las fachadas del transepto. En 1128 se terminaron las naves. la nave central y dos laterales. Gelmírez colocó el coro de los canónigos en el centro del templo, solución que sería seguida en el arte español. Finalmente, entre 1168 y 1188 el maestro Mateo amplió la longitud de las naves y construyó el Pórtico de la Gloria con la imagen de Santiago en el parteluz.

La otra tipología de la arquitectura románica es el monasterio. Los monasterios de Cluny se estructuraron uniformemente, siguiendo una distribución basada en las grandes abadías del Imperio carolingio. Todas disponían de una gran iglesia dedicada tanto a los ritos de la comunidad como a actos litúrgicos públicos. Junto a uno de sus flancos se alzaba un claustro, estructurado por cuatro galerías o crujías abiertas por arcos de medio punto a una parte central ajardinada. Sus columnas eran, por lo general, pareadas (de dos en dos). En torno al claustro se ubicaban las dependencias de los monjes, así como la biblioteca, el escritorio, la escuela, la sala capitular, el refectorio, cilla o granero, el mandatum (sala con un banco corrido para que los monjes atendieran a las indicaciones del abad). y la hopedería, destinada a viajeros, visitantes y alumnos de otras escuelas monásticas.

En 1098 El monje cluniacense Roberto se retira a Cîteaux. Allí funda una abadía que dará nombre a los monjes reformados: el Cister. Esta reforma pretendía restablecer la austeridad antigua de la orden

benedictina y que creía perdida ante el esplendor de los monasterios cluniacenses. Empieza así el Románico cisterciense, que se puede seguir a través de sus monasterios.

En general, este nuevo Románico busca en sus monasterios la austeridad, la pobreza y la soledad. Lo buscan construyendo sus monasterios lejos de núcleos urbanos, no buscan la ostentación y no construirán torres excesivamente altas, ni emplearán esculturas o pinturas que puedan distraer al monje de su oración y meditación.

El centro de sus monasterios seguirá siendo la iglesia, pero con variantes respecto a Cluny. Son iglesias de planta basilical con tres naves y cabecera plana sin deambulatorio ni capillas en el ábside, porque las iglesias eran para los monjes y no para cientos de seglares, peregrinos o visitantes.

La iglesia se separaba con rejas en dos mitades, en un lado estaban los monjes profesos y en otro los legos que no cantaban misa y procedían de un nivel social inferior. En esto ya se intuye el carácter elitista de la orden, que mantuvo una separación en todo el monasterio entre los monjes que rezan y los que trabajan. Incluso establecían diferencias en el aspecto: los legos llevaban el sayal más corto y sin capucha y tenían que llevar barba.

El claustro representaba el Paraíso Terrenal. Solían llevar cuatro canales de agua, y cada uno de ellos representaban a los cuatro ríos que regaron el Jardín del Edén (Tigris, Eúfrates, Fisóny Guijón). No los decoraron con pinturas y esculturas, dejando sus capiteles lisos, en contraposición con los monasterios cluniacenses. Así el monje no se distraería en sus meditaciones. El resto del monasterio seguía una estructura similar a Cluny: alrededor del claustro se disponían las dependencias más importantes

Además había otras dependencias auxiliares: locutorio, letrinas, cocinas, despensa ...etc. Las celdas solían estar en una planta superior.

Otros establecimientos del monasterio eran la enfermería, el cementerio, las bodegas y lagares, establos y cuadras, molino, fragua y talleres artesanales.

A la entrada solía haber una hospedería para los transeúntes y una capilla para el pueblo; en los monasterios cistercienses esta capilla se dedicaba a la Virgen.

Ningún monasterio románico ha llegado completo hasta nuestros días, debido a reformas y ampliaciones posteriores. Aún así, cabe destacar el claustro de Moissac en Francia, aunque fuera criticado por el propio San Bernando por sus relieves y pinturas, que distraían al monje de sus oraciones.

ABADÍA DE CLUNY ABADÍA CISTERCIENSE

3.- ESCULTURA Y PINTURA

Tanto la escultura como la pintura románica tenían una finalidad didáctica. Las artes hacían que la población analfabeta, aprendiera las verdades de la Salvación mirando los catecismos en piedra de las portadas y las biblias pintadas en los muros de las iglesias. Así, las artes plásticas se convierten en un complemento de la arquitectura monumental, ocupando cada una un lugar determinado en la iglesia: la escultura se desarrollará en los tímpanos y las portadas, mientras que el ábside queda reservado para la pintura. Tanto una como otra siguen una composición similar: en el centro se encuentra la imagen de Jesús, la cual aparece aureolada por una mandorla,- símbolo del poder divino.- El resto del espacio se fragmenta en frisos horizontales y superpuestos donde aparecen personajes que secundan a Jesús. Entre estas representaciones, destaca el tetramorfos (símbolos de los cuatro evangelistas que rodean a Jesús).

Tanto la escultura como la arquitectura románica se caracterizaban por una estética propia de un arte mental, es decir, alejado de la naturaleza. Se buscaba así la expresividad, la narración y la enseñanza, en lugar de la belleza y el realismo. Así, las figuras se alargan y su anatomía se enrarece, las persectivas son mentales, sin dimensión de profundidad y alejadas de toda apariencia naturalista.

En la escultura, se emplea sobre todo el relieve, ya que el teólogo románico veía en la escultura exenta peligros relacionados con las estatuas paganas de la Antigüedad. Los relieves se adaptan al lugar que ocupa en el edificio (ley del marco). Destacan, sobre todo, los relieves de las portadas románicas, que serán muy similares en toda Europa y cuyos temas y simbolismos se pueden agrupar de la siguiente manera:

-Pentecostés: El tema de la venida del Espíritu Santo a los apóstoles era uno de los más reproducidos. Simbolizaba el universalismo y daba esperanzas al fiel.

-En las representaciones del Apocalipsis aparece Cristo en la mandorla rodeado del tetramorfos (representación de los cuatro animales que simbolizaban a los cuatro evangelistas)y de lso 24 ancianos de este episodio bíblico. Era muy común el tema del Juicio Final con Cristo Juez, el Paraíso y el infierno. Pretendía ser una advertencia para los fieles.

-La Ascensión de Cristo simbolizaba el triunfo de Cristo.

-También se representaban narraciones de episodios del Antiguo o del Nuevo Testamento, como ejemplo para los fieles.

La pintura del románico se caracteriza por su linealismo,- las figuras aparecen bien delimitadas por fuertes contornos, los colores se separan por trazos negros,- y el cromatismo plano, es decir, colores puros, sin gamas. La pintura románica era esencialmente mural y la técnica empleada era la del fresco (extender los colores sobre una capa fresca de cal aplicada a la pared), aunque en el románico catalán se usa junto a la técnica mural al fresco la pintura al temple sobre tabla, las cuales se usan para los frontales del altar, como el de San Quirce de Pedret (1100).

La temática de la pintura era muy variada. Se puede clasificar del siguiente modo:

- Manifestaciones de la divinidad, generalemente ubicadas en lo alto de los ábsides o en las cúpulas, y que estaba compuesta por uno o varios de los siguientes conjuntos:

*Dios Padre, representado por una mano bendiciendo que podía surgir de unas nubes o de un clípeo (escudo de forma circular).

*Dios Hijo, componiendo un Pantocrátor, es decir, Cristo sedente en su trono, bendiciendo y con el Libro de la Vida, dentro de la mandorla y rodeado del tetramorfos. Es un Cristo juez, que mira con severidad a los fieles y les infunde temor.

*Dios Espíritu Santo, por medio de la paloma blanca.

*La Virgen María portando al Niño en sus brazos y dentro de la mandorla. Algunas veces aparece rodeada de por los Reyes Magos, en alusión al universalismo de Cristo. La figura de la Virgen aparece como intercesora entre Dios y los hombres.

- Testificaciones: Ubicadas bajo las manifestaciones, son representaciones de santos y profetas.

- Narraciones: Son relatos docentes colocados a lo largo de los muros y que nos relatan historias del Antiguo y Nuevo Testamento o vidas ejemplares de santos.

Pantocrátor de San Clemente de Taüll (siglo XII)