Systemic Prospective: el cambio que nadie espera

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Systemic Prospective © Xurxo Torres - Abel Tintos | Octubre de 2011 El cruce de caminos entre el poder económico y la sociedad civil proyecta una gran incógnita en torno al capitalismo

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El cruce de caminos entre el poder económico y la sociedad civilproyecta una gran incógnita en torno al capitalismo.Xurxo Torres - Abel Tintos.Torres y Carrera.

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Systemic Prospective ©

Xurxo Torres - Abel Tintos | Octubre de 2011

El cruce de caminos entre el poder económico y la sociedad civil proyecta una gran incógnita en torno al capitalismo

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2 El cambio que nadie espera

“En una época de explosivos cambios (en el que las vidas personales se ven desgarradas, el orden social existente se desmorona y una nueva y fantástica forma de vida comienza a asomar por el horizonte), formular las más amplias preguntas acerca de nuestro futuro no es una simple cuestión de curiosidad intelectual. Es una cuestión de supervivencia.”

Alvin Toffler

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3El cambio que nadie espera

El cruce de caminos entre

el poder económico y la sociedad civil

proyecta una gran incógnita en torno

al capitalismoSystemic Prospective

Xurxo Torres - Abel Tintos

El ruido se multiplica a nuestro alrededor y con su atronadora perseverancia amenaza con embotar toda-vía más nuestros sentidos. La actualidad informativa cabal-ga a lomos del desastre y las noticias se reproducen en un nuevo tiempo verbal: el pre-sente recurrente.

Este trabajo no trata del presente aparejado a la cri-sis sino del futuro que, a día de hoy, construimos sobre ella. En efecto, el mundo se encuentra inmerso en una crisis apremiante. Pero si la crisis apremia, más lo hace la incertidumbre que inocula en nuestra sociedad desde hace cuatro años.

La única manera de acotar la incertidumbre es por me-dio de certezas. Para ello es preciso sumar los cambios de ayer a los de hoy, analizar-los, interpretarlos y extraer de ellos perspectivas para el mañana.

Y esto es, precisamente, lo que aborda el presente tra-bajo: identificar respuestas posibles a la que hoy es, sin duda, la pregunta del millón ¿y después de la crisis qué?

Lo hacemos a través del mé-todo Systemic Prospective que propone el desarrollo de proyecciones de futuros posibles a partir de las bases sentadas por el matemáti-co Thomas L. Saaty1 en su Analytic Hierarchy Process (AHP) y que, en nuestro país, fueron introducidas en la

1 Thomas L. Saaty es Profesor Distinguido de la Universidad de Pittsburgh, donde imparte clases en la Escuela de Negocios Joseph M. Katz. Es el inventor, arquitecto y principal teórico del Proceso de Jerarquía Analítico (AHP), un marco de toma de decisiones usado para análisis a gran escala, con múltiples criterios, y del Proceso de Red Analítico, utilizado también para evaluar alternativas.

2 Licenciado en Derecho y Ciencias Em-presariales por la Universidad Comercial de Deusto. José Luis Sanchís ha asesorado en Imagen y Comu-nicación a más de 250 empre-sas, nacionales y multinacionales, tanto en Europa como en nueve países latinoa-mericanos. Es una referencia obligada en Comunicación Corporativa, Public Affairs, Estrategia de Crisis, Comuni-cación Interna y Comunicación Medioambiental.

consultoría política y empre-sarial por José Luis Sanchís2.

El punto de partida del Sys-temic Prospective es la conversión de percepcio-nes y valores intangibles en reflejos tangibles a partir de los cuales poder reali-zar ponderaciones de los acontecimientos objeto de análisis.

En el caso que nos ocupa, se han considerado como agen-tes implicados en el cambio propiciado por la crisis, a aquellos que hoy influyen de forma decisiva en la gene-ración de nuestro mañana. Esto es, el poder económico, el poder político, los medios de comunicación, las redes sociales y la sociedad en ge-neral.

En la actualidad, cuando to-davía se dirime si -econó-micamente- tendremos que enfrentar una nueva crisis, la posibilidad de que se produz-ca un cambio sobre el cambio cobra todo el sentido. La par-ticipación de los agentes que se acaban de mencionar es incuestionable, pero la pro-puesta de Systemic Prospec-tive plantea un horizonte un poco más allá.

El presente documento ana-liza las diferentes variables que pueden ayudar a enten-der no sólo cómo se puede producir el cambio del que hablamos sino también -y ahí reside el verdadero eje de este trabajo- cuál puede ser su alcance.

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4 El cambio que nadie espera

Desde agosto de 2008 se han venido produciendo una serie de cambios estructu-rales en nuestra sociedad3. Nos hemos acostumbrado a interpretarlos específica-mente en clave económica pero, en realidad, su alcance afecta a las esencias socia-les y políticas que definen a nuestra civilización como se la conoce desde el final de la II Guerra Mundial.

Los defensores a ultranza del libre mercado sostienen que el sistema capitalista, en pleno desarrollo, debe alcan-zar una capacidad de rege-neración total que permitirá unos niveles de desarrollo y progreso desconocidos hasta ahora por la especie humana. Este principio es el que sustenta la famosa fra-se de Francis Fukuyama4, cuando en 1989 dijo que: “El fin de la historia significaría el fin de las guerras y las re-voluciones sangrientas, los hombres satisfacen sus ne-cesidades a través de la ac-tividad económica sin tener que arriesgar sus vidas en ese tipo de batallas.”

Por el contrario, aquellos economistas que todavía ad-vierten del riesgo de un sis-tema económico totalmente ajeno al control del Estado se inclinan por interpretar el desarrollo del capitalis-mo como un ciclo sucesivo de épocas de gran bonanza seguidas por otras de gran recesión.

Las recetas que se están em-pleando para abordar la cri-sis parecen reforzar las pos-turas del capitalismo más ortodoxo. En esta reafirma-ción planteamos la primera pregunta que se formula en este trabajo: ¿la sociedad del siglo XXI está dispuesta a reproducir los ciclos econó-micos de bonanza y crisis de manera indefinida?

3 Cuando hablamos de nuestra sociedad lo hacemos con una visión global refiriéndonos a la ciudadanía de Estados y de organizaciones supraestatales regidos en lo económico por el libre mercado y en lo político, por un sistema de democracia participativa.

4 Francis Fukuyama es el impulsor del llamado “Proyecto para el nuevo siglo Americano” y miembro del Consejo Presidencial sobre Bioética. Autor de “El fin de la historia y el último hombre” (1992)

Cicloseconómicos

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5El cambio que nadie espera

El sistema económico capita-lista siempre se ha asociado a los principios de libre merca-do inherentes a los sistemas políticos de las democracias representativas. Esto es, la ciudadanía elige a unos re-presentantes políticos para que gestionen el Estado, es-tos representantes políticos velan por que las reglas de juego económico sean lo su-ficientemente atractivas para los empresarios y, por ex-tensión, favorecer el flujo de capital y la generación de em-pleo… y así sucesivamente.

Desde la caída del bloque co-munista soviético, la prima-cía del modelo democrático-capitalista ha estado fuera de toda duda. Es más, en la regeneración de cualquier anomalía tanto el poder po-lítico como el económico contaban con el concurso del poder de los medios para abordar los ajustes. De esta manera, el denomina-do cuarto poder (la prensa) ejercía el sistema de vigilan-cia permanente que, entre otros atributos, conforman su particular razón de ser.

Controlsocial

La crisis económica desatada en el último cuatrimestre de 2008 ha obligado a estos po-deres a una intensa búsqueda de consensos. De tal manera que el poder político, el poder económico y, en menor me-dida, el poder de los medios se han visto involucrados en el descubrimiento de una so-lución para la crisis.

Más allá de las particulares estrategias de cada uno de ellos (como es lógico, ade-más de soluciones, cada uno de los poderes busca salir de la crisis con una situación de ventaja), lo cierto es que el sistema de pesos y contra-pesos que tradicionalmente daba respuesta a estas situa-ciones ha cambiado sustan-cialmente.

¿Quién es responsable de este cambio? Sin duda, la red. Y en los tiempos que nos ocupan, más concretamente, las redes sociales. O lo que es lo mismo, una ciudadanía con capacidad para tomar decisiones solidarias y para adquirir información sin el concurso directo de los po-deres tradicionales.

Como se puede comprobar, se trata de un planteamiento que induce de manera na-tural a la segunda pregunta sobre la que se vertebra este documento: ¿cómo reaccio-nará la sociedad civil de ma-nera estructural a las solucio-nes que se están barajando para atajar la crisis pero de las que se puede sentir poco partícipe?

Redessociales

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6 El cambio que nadie espera

Systemic Prospective

01. Identificación

de los protagonistas

del cambio

El primer paso propuesto por el método Systemic Prospec-tive pasa por identificar a los agentes objeto del estudio. Los agentes implicados en el sistema de cambio en el que se centra este análisis, son:

Poder económico La globalización experimen-tada por la economía mundial en las últimas décadas, ha provocado, entre otras co-sas, que el poder económico se haya difuminado y repar-tido entre muchos agentes: los gobiernos de las mayo-res potencias del mundo, los gobernadores de los bancos centrales, los organismos económicos internacionales, los fondos de inversión, los fondos soberanos, las agen-cias de rating, las grandes multinacionales, los grandes bancos… Todos y cada uno de ellos pueden tener un gran poder que se puede medir en billones de dólares, pero en contra de lo que se pudiera pensar, ninguno de ellos dis-pone de un poder suficiente como para liderar la eco-nomía mundial y señalar de manera unilateral el camino a seguir. ¿Quién manda aquí? La ges-tión de esta crisis que lleva-mos años sufriendo y que no cesa señala claramente que aquí no manda nadie o, al me-nos, no de manera hegemó-nica. Los optimistas lo verán como una democratización de las relaciones económicas mundiales. Los pesimistas, como la supervivencia del más fuerte.

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7El cambio que nadie espera

Poder político

El poder político es el ejer-cicio de las funciones que ostentan los legítimos re-presentantes de la sociedad civil. Sin embargo, cada día que pasa, existe una mayor distancia entre las aspiracio-nes de la sociedad civil y las decisiones que toman los re-presentantes del pueblo.

Los últimos estudios demos-cópicos sobre clima social (CIS, Metroscopia…) ponen de manifiesto que los polí-ticos son una de las princi-pales preocupaciones de los ciudadanos y que la mayoría considera que los partidos y los gobernantes no tienen en cuenta a la gente a la hora de tomar decisiones. En la medida que la distancia entre los ciudadanos y sus representantes (gobernan-tes, partidos políticos, sindi-catos…) se incrementa, el po-der político es más percibido como un problema que como una solución.

La crisis económica ha agudi-zado esta percepción, crece el número de personas que considera que los políticos responden más al capital que a los ciudadanos.

Redes sociales

Cien millones de usuarios en sus primeros nueve meses de vida. Ningún sistema de comunicación se había de-sarrollado jamás con tal ve-locidad. Las redes sociales son servicios en internet que permiten a cada individuo construir un perfil personal, articular una lista de usuarios con quien compartir una co-nexión y ver y cruzar datos y archivos con otros usuarios dentro del sistema.

Aunque la naturaleza y la no-menclatura de las conexio-nes varía en cada red social, su tronco común reside en la inmediatez del mensaje, una extraordinaria capacidad de propagación y en entornos accesibles con gran simplici-dad de uso.

Su creciente hegemonía en el ámbito comunicativo abre el debate sobre cómo avanzar hacia una democracia partici-pativa y directa.

Sociedad civil La existencia de una sociedad civil diferenciada de la socie-dad política es un requisito previo para el desarrollo de la democracia. Sin ella, no hay Estado legítimo. La opinión pública no es una organiza-ción ni una institución, es un fenómeno o un espacio social. Este planteamiento se ajusta a la interpretación de Jürgen Habermas5, que establece que la sociedad civil se com-pone de las asociaciones y organizaciones voluntarias, no estatales y no económicas, que surgen de forma más o menos espontánea. Son ciu-dadanos organizados, que desde la vida privada, buscan interpretaciones públicas para sus intereses y que in-fluyen en la formación insti-tucionalizada de la opinión y la voluntad política.

Medios de comunicación

Desde la revolución francesa, coincidiendo con su eclosión como órganos de opinión, los medios de comunicación se han afianzando como agen-tes clave para alcanzar el ideal de equilibrio entre po-deres.

Durante más de dos siglos, los medios han monopolizado los canales de relación ente el poder (político y económico) y los ciudadanos. Sin embar-go, la actual crisis económica ha precipitado los cambios que ya se intuían a comien-zos del siglo XXI. Las grandes empresas de comunicación se enfrentan a un nuevo uni-verso comunicativo, donde se multiplican actores y se ponen a disposición de los ciudadanos herramientas ca-paces de suplir y diversificar las fuentes informativas ha-bituales.

5 Jürgen Habermas es un filósofo y sociólogo alemán, destacado por sus trabajos en filosofía práctica. Sus trabajos más importantes a más de treinta idiomas, sus teorías son conocidas, estudiadas y discutidas en el mundo entero.

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8 El cambio que nadie espera

02. Generación

de la matriz de

ponderación

El segundo paso del Syste-mic Prospective tiene como objetivo definir el equilibrio de fuerzas existente entre los agentes seleccionados. La matriz de ponderación que resulta de cruzar la opi-nión de 50 personas sobre los agentes implicados (se plantean valoraciones en una escala de 1 a 9) en este siste-ma de cambio, nos ofrece los siguientes resultados:

Aunque el ranking de agen-tes por nivel de importancia se analiza más adelante, los resultados brutos de la ma-triz de ponderación ofrecen conclusiones parciales que deben ser resaltadas.

Tabla 1 | Nivel de importancia de los agentes del cambio Qué nivel de importancia tiene el agente (vertical) para el agente (horizontal) - En una escala de 1 a 9

6 Los cruces de un agente sobre si mismo tienen una valoración máxima. La im-portancia que se presupone uno para sí mismo equivale en todos los casos a 9.

Fuente: Elaboración propia

Por ejemplo, el poder econó-mico es muy valorado por el conjunto de los agentes pre-sentes en la matriz, excepto por las redes sociales. Como tendencia, esta baja puntua-ción es muy representativa. Como ya se ha señalado, las redes sociales se interpre-tan en este trabajo como una vanguardia tecnológica y relacional de la sociedad civil. Según se observa en el panel, la sociedad civil valora de manera notable7 al poder económico (7,7), sin embar-go, la valoración que de él hacen las redes sociales es significativamente bajo (4,3).

7 Las pondera-ciones evalúan el grado de importancia que se presupo-ne a un agente sobre otro. Esto es, una alta valoración lo que evidencia es el peso específico del agente, no necesariamente que ese peso sea positivo.

Polí%co   Económico   Medios   Sociedad   R.  Sociales  

Polí%co   9(6)   4,6   5,7   4,8   4,2   5,6  

Económico   8   9   8,1   7,7   4,3   7,4  

Medios   7,6   5,8   9   5,8   5,3   6,7  

Sociedad   6,3   4,7   6,6   9   7,7   6,8  

R.  Sociales   5,5   4,1   8,1   8,1   9   6,9  

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9El cambio que nadie espera

A la inversa, los resultados parciales de las redes socia-les también son muy llamati-vos. Este agente recibe una puntuación muy elevada tan-to de la sociedad civil como de los medios de comunica-ción (ambos las puntúan con un 8,1). Sin embargo, la valo-ración que otorga el poder político a las redes sociales es muy bajo (4,1).

El poder político es el que,

en el marco de esta inter-pretación al detalle, obtiene peores valoraciones. Tanto las redes sociales (4,2), como el poder económico (4,6) o la sociedad civil (4,8) le otorgan puntuaciones bajas.

Los medios de comunica-ción obtienen valoraciones muy homogéneas. Son más valorados por el poder polí-tico (7,6). Reciben la misma puntuación por parte del po-

der económico y la sociedad civil (5,8). Y las redes sociales aportan una valoración sobre los medios de 5,3.

Por último, el panel se com-pleta con la valoración que se hace por parte del resto de los agentes de la sociedad civil. En este caso, la nota más llamativa -por baja- es la que le otorga el poder económico (4,7). La más alta, las redes sociales (7,7).

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03. Ranking de los agentes del cambio

Nivel de importancia

Los niveles de importancia que resultan de aplicar Sys-temic Prospective sobre los agentes objeto de estudio ofrecen el siguiente ranking:

Gráfico 1 | Nivel de importancia de los agentes del cambio | Valores de media

Fuente: Elaboración propiaEn una escala de 1 a 9

7,4  

6,9  

6,8  

6,7  

5,6  

Poder  económico  

Redes  Sociales  

Sociedad  

Medios  de  Comunicación  

Poder  polí=co  

La imagen fija de este ran-king muestra dos claras lí-neas argumentales:

La primera hace referencia al teórico equilibrio que, en una democracia representativa basada en el libre mercado, debe existir entre el poder político y el poder económi-co. Los resultados de este trabajo acreditan lo que -de alguna manera- puede ex-traerse de un seguimiento exhaustivo de la realidad. El poder económico es el

agente más valorado del ac-tual sistema de cambio (7,4) mientras que el poder políti-co es el que menos (5,6).

La segunda pone de mani-fiesto la superposición que se está produciendo entre la sociedad civil y las redes sociales. Y además, muestra -como tendencia- que las re-des sociales están adquirien-do un papel que en el pasado (cercano) desempeñaban es-pecíficamente los medios de comunicación.

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04. Los niveles de dependencia

en la matriz de

ponderación

Ya hemos analizado los re-sultados del nivel de impor-tancia que se pueden extraer de la Matriz de Ponderación. Sin embargo, Systemic Pros-pective permite obtener una segunda lectura en este mis-mo panel, de tal manera que, si los resultados numéricos obtenidos en las filas hori-zontales aportan el grado de relevancia de los agentes, las columnas verticales señalan los niveles de dependencia.

Fuente: Elaboración propia

En estos resultados al detalle se observa que la única de-pendencia que parece afec-tar al poder económico es el que le relaciona con los me-dios de comunicación (5,8). Una vez más, este nivel de dependencia respecto a los medios solo es superado por el poder político (7,6).

Además de la poca depen-dencia que, en general, muestra el poder económi-co también llama la atención este comportamiento en las redes sociales. Estas últimas solo muestran un elevado ni-vel de dependencia -como es lógico- respecto a la sociedad civil.

En un plano de análisis ideal, los agentes más decisivos en un sistema de cambio son aquellos que tienen mucha importancia y, por el con-trario, son muy poco depen-dientes del resto.

En sentido contrario, los agentes menos relevantes son aquellos que suman una valoración baja y un alto ni-vel de dependencia.

Tabla 2 | Nivel de dependencia de los agentes del cambio Qué nivel de dependencia tiene el agente (horizontal) para el agente (vertical) - En una escala de 1 a 9

Polí%co   Económico   Medios   Sociedad   R.  Sociales  

Polí%co   9   4,6   5,7   4,8   4,2  

Económico   8   9   8,1   7,7   4,3  

Medios   7,6   5,8   9   5,8   5,3  

Sociedad   6,3   4,7   6,6   9   7,7  

R.  Sociales   5,5   4,1   8,1   8,1   9  

7,2   5,6   7,5   7   6,1  

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05. Ranking

de los protagonistas

del cambio Nivel de

dependencia

Los niveles de dependencia que se observan muestran la escala dibujada en el Grá-fico 2.

El cruce de las variables “gra-do de importancia” y “grado de dependencia” nos mues-tran qué dos agentes (poder político y medios de comuni-cación) se encuentran en un plano demasiado expuesto respecto al resto de inte-grantes del panel.

En la posición contraria se encuentra el poder econó-mico (el más importante y el menos dependiente) seguido muy de cerca por las redes sociales.

Gráfico 2 | Nivel de dependencia de los agentes del cambio | Valores de media

Fuente: Elaboración propiaEn una escala de 1 a 9

7,5  

7,2  

7  

6,1  

5,6  

Medios  de  Comunicación  

Poder  polí:co  

Sociedad  

Redes  Sociales  

Poder  económico  

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13El cambio que nadie espera

06. Polarización de sistemas

Los valores medios obteni-dos para los agentes analiza-dos -tanto en grado de im-portancia como en grado de dependencia- obtienen una perspectiva complementaria de sumo interés si los extra-polamos a un plano de polari-zación de intereses.

Para establecer este plano y los agentes que lo integran, los 50 participantes en este proyecto han ubicado a los agentes según su criterio subjetivo partiendo de la po-larización poder económico vs poder político. La primera sorpresa ha sido la sustitu-

ción del poder político por la sociedad civil como agente antagónico del poder econó-mico. Los participantes con-sideran que el poder político está adscrito en el mismo plano de interés que el poder económico y que la sociedad civil (desafecta de represen-tación democrática) opta por auto-representarse a través de las redes sociales.

La segunda, que la ubicación de los medios de comunica-ción se resuelve (sin llegar a estar tan alineados como el poder político) en el plano del poder económico.

Gráfico 3 | Ubicación de agentes en un plano de polarización de sistemas

Fuente: Elaboración propia

Sociedad

Redes socialesMedios de comunicación

Poder económico

Poder político

Si además de ubicar a los agentes en un plano de po-larización de sistemas, aña-dimos los valores obtenidos de media en los niveles de importancia y de dependen-cia, la representación gráfi-

ca muestra que, a pesar de la aparente disparidad de agentes presentes en uno y otro lado, la capacidad de decisión del binomio socie-dad y redes sociales es muy elevada.

Gráfico 4 | Polarización de sistemas | Capacidad de decisión

Fuente: Elaboración propia

Medios de comunicación 6,7

La capacidad de arrastre de la sociedad civil y las redes sociales deben ser corre-gidas con la perspectiva, ya señalada, de que ambas, además de ser consideradas

muy influyentes son muy poco dependientes. Todo lo contrario de lo que sucede con el poder político o los medios de comunicación (ver gráficos 1 y 2).

Poder económico 7,4Poder político 5,6

6,8 Sociedad

6,9 Redes sociales19,713,7

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14 El cambio que nadie espera

07. Gestión del

cambio Escenarios

posibles

Hemos ponderado los agen-tes implicados en nuestro particular sistema de cambio social, económico y político. Más aún, los hemos ubicado en un plano de polarización y evaluado su capacidad de arrastre en la defensa de sus respectivos intereses.

Pero sigue faltando bosque-jar cómo puede evolucionar el actual escenario de crisis económica y sus repercusio-nes políticas y sociales.

Para ello, antes de alcanzar ninguna conclusión es pre-ciso desarrollar la evolución posible de, al menos, dos escenarios. Estos plantea-mientos recogen situaciones antagónicas que combinan los elementos presentes en la actualidad para entender de forma más clara y prác-tica estos posibles entornos futuros. Por ello, nos sitúan en lo que estamos advirtien-do como inminente a suce-der (escenario A, prevalencia

del poder económico) y lo que podría pasar de darse las condiciones adecuadas de cambio (escenario B, la sociedad civil reclama su protagonismo y el bienestar colectivo). Evidentemente, entre ambos supuestos se establece un amplio abanico de posibilidades orientadas hacia uno u otro lado. Meto-dológicamente optamos por presentar los dos extremos que identificamos como más posibles dentro del marco de regeneración (no de ruptura) del sistema.

El escenario A propone, de manera resumida, una salida ortodoxa de las crisis según los planteamientos más ex-tremos de una Economía de Mercado.

El escenario B plantea una evolución en la que la socie-dad civil -sin la mediación del poder político- disputa con el poder económico la gestión del Estado.

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15El cambio que nadie espera

Escenario A

La secuencia del escenario A se resume con la siguiente evo-lución de ítems:

1. Crisis. La fase de la actividad económica se caracteriza por una reducción brusca de la producción, con consecuentes etapas depresivas en el ciclo económico.

2. Más Capital. Hay grandes ingresos de capital y se produce una liberalización del mercado. La moneda está sobrevalua-da, las tasas de interés son elevadas, y existe un marco de austeridad fiscal y monetaria.

3. Menos Estado. Un Estado inerte, sin capacidad de reacción y obligado, desde el punto de vista presupuestario, a adel-gazar los gastos sociales.

4. Menos Bienestar. El sector público no puede llegar a cu-brir todas las necesidades sociales. Menos esfera pública. Más esfera privada. El Estado de bienestar es revisado a la baja para ser encajado en una economía de mercado, cada vez más globalizada.

5. Más Pragmatismo Social. La sociedad civil entiende la pérdida de prestaciones sociales como un sacrificio inevita-ble. En la evolución del escenario A la propuesta de los mer-cados es asumida como un mal necesario.

Escenario B

La secuencia de acontecimientos del escenario B comparte punto de partida con el escenario A pero, a medida que se produce la sucesión de acontecimientos, va incorporando ele-mentos que la aleja del primer planteamiento:

1. Crisis. La fase de la actividad económica se caracteriza por una reducción brusca de la producción, con consecuentes etapas depresivas en el ciclo económico.

2. Más Capital. Hay grandes ingresos de capital, pero -a pe-sar de sucederse una liberalización del mercado- aún hay intenciones de respuesta por parte del poder político y del económico por intentar incentivar actividades productivas de la economía por la presión que ejerce la sociedad civil.

3. Menos Estado. El Estado se ve sobrepasado ante la in-capacidad para asumir su rol de catalizador del bienestar público. Esta incapacidad cuestiona la esencia misma de la democracia representativa.

4. Más sociedad civil. Como resultado de la situación descri-ta se generan plataformas como el 15M que sostienen : “Bajo la presión del poder financiero, nuestros gobernantes tra-bajan por el beneficio de unos pocos, sin que les importe el coste social, humano o medioambiental que esto pueda ge-nerar. Promoviendo guerras con fines económicos y llevan-do a la miseria a pueblos enteros, las clases dirigentes nos despojan de nuestro derecho a una sociedad libre y justa.”

5. Cara a cara. Poder económico y sociedad civil encaran su futuro sin el papel de mediador del poder político. Como consecuencia se redefinen las funciones que cada uno de estos agentes debe cumplir tanto en el desarrollo económi-co como en el desarrollo humano.

1. Crisis

2. Más Capital

3. Menos Estado

4. Menos Bienestar5. Más pragmatismo social

1. Crisis

2. Más Capital

3. Menos Estado

5. Cara a cara4. Más sociedad civil

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16 El cambio que nadie espera

ConclusionesIncluso en estos momentos, cuando se avienta una se-gunda recesión, el problema de la crisis económica no es la crisis en sí misma sino su salida. Hace unos meses el actual candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba acuñó la frase “De la crisis se puede salir por la Derecha o por la Izquierda”. Pues bien, la primera conclusión que se puede extraer de este trabajo es que la salida de la crisis no estará liderada por el poder político (indepen-dientemente de su color). Al menos, no tal como lo cono-cemos en la actualidad.

A la vista de los resultados ob-tenidos por el Systemic Pros-pective, parece claro que el desgaste experimentado por el poder político desde sep-tiembre de 2008 es estructu-ral. En concreto, respecto a la sociedad civil de la que ema-na. En estos cuatro años, he-mos asistido a un permanente pulso entre el poder político y el poder económico.

Empezó con la intervención

del Estado, siguió con las re-gulaciones, después llegaron las presiones de los merca-dos, etc… Del pulso parece haberse pasado al entendi-miento necesario. Esto es, el poder económico y el poder político asumen la necesidad de entenderse para buscar una solución.

El problema es que la socie-dad civil no entiende, según nos muestran los resultados del trabajo, este encuentro como una colaboración entre iguales. Por el contrario, se in-terpreta que el poder político se ha plegado al poder eco-nómico, el único que -a día de hoy- parece salir fortalecido del proceso.

Los medios, que desde hace más de 200 años han propi-ciado esquemas de peso y contrapeso para velar por la salud y vigencia del sistema, se ven ahora cuestionados por el fenómeno de las redes sociales.

Y es oportuno hablar de fe-nómeno al referirnos a ellas

porque todavía no han teni-do el tiempo suficiente para asentarse en nuestro acervo social. Sabemos que son influ-yentes, sabemos que son de rápido crecimiento y que pro-pician la inmediatez (cuando no la caducidad) del mensaje de manera drástica. Dicho de otro modo, mucha informa-ción y poca reflexión.

Con todo, las redes sociales gozan del beneplácito de la sociedad civil porque en ellas encuentra un espacio para interactuar de manera directa, sin mediadores. Tal vez, esta relación apasio-nada explique el interés del poder económico por des-embarcar en las redes y el temor de éstas por la per-cepción que la sociedad civil pueda desarrollar ante este desembarco del capital.

Poco a poco, desmadejando la relación entre los agentes del cambio propuesto por Systemic Prospective llega-mos a la relación en torno a la que gira el futuro después de la crisis.

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17El cambio que nadie espera

Por un lado, el poder económi-co (que en el desarrollo de su hegemonía ha fagocitado al poder político y a los medios de comunicación). Por otro, la sociedad civil y su vanguardia sociocomunicativa, las redes sociales.

Históricamente, el poder po-lítico y los medios de comuni-cación han actuado de media-dores entre lo económico y lo social. Sin embargo, en la salida de la presente crisis el poder económico y la sociedad civil están llamados a mirarse cara a cara. Y a entenderse. O no.

Este es el verdadero dilema que enfrenta nuestro siste-ma tal y como lo conocemos. El sentido común señala que es inevitable la búsqueda de fórmulas de consenso. Ahora bien, en la gestión del sentido común el factor humano es clave y éste no siempre está donde debe estar.

Hemos alcanzado niveles de sofisticación social, comuni-cativa, cultural, económica, política, tecnológica… como

nunca antes en nuestra histo-ria como especie. La suma de estos factores invita al opti-mismo pero… los seres huma-nos somos tan singulares en la gestión de nuestras espe-ranzas y nuestros miedos que la repetición de errores histó-ricos no puede ser descartada plenamente.

Ese es precisamente el reto ante el que se enfrenta el poder económico: buscar formas de desarrollo y de ge-neración de riqueza que inte-gren en un plano de igualdad a la sociedad civil. La dificul-tad radica en que la historia ha dado sobradas muestras del complejo maridaje que existe entre capitalismo e igualdad. Más aún, el problema crece de

manera exponencial porque la desigualdad no es sostenible en el marco de una sociedad intercomunicada.

Ahora bien, esa sociedad in-tercomunicada, esa sociedad civil hastiada de lo político, debe vertebrarse para que nuevas formas de organiza-ción puedan llenar, en última instancia, la sensación de va-cío de la representación so-berana. El planteamiento de un clic, un voto, todavía arroja dudas sobre su plena capaci-dad operativa, como lo hace el planteamiento de las deci-siones exclusivamente asam-blearias.

Como queda dicho, hemos conseguido niveles de sofis-ticación social, comunicativa, cultural, económica, política, tecnológica… como nunca an-tes en nuestra historia como especie. Pues bien, a lo mejor no hemos alcanzado el nivel de sabiduría adecuado, por-que, según todo lo expuesto, la llegada de soluciones tota-litarias representa un riesgo objetivo.

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18 El cambio que nadie espera

Este informe no es un estudio demoscópico, sino un documento de análisis de percepciones elaborado por Torres y Carrera a partir de una metodología propia, Systemic Prospective ©, con la intención de conocer la opinión pública con respecto a los cambios suscitados por la actual crisis y su perspectiva de futuro.

Universo: Población en ámbito nacional general mayor de 18 años

Tamaño de la muestra: 50 personas representativas de la población sujeta de estudio

Técnica utilizada: Focus groupFecha de realización: 19 al 21 de septiembre de 2011

Ficha técnica

Metodología

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19El cambio que nadie espera

Director del estudio

Xurxo TorresAutor de, entre otros títulos, Comunicación y Competitividad, un análisis de la realidad económica española desde la pers-pectiva de sus capacidades de optimización en sus relaciones con el entorno. Desde hace diez años, Xurxo Torres ha centrado buena parte de sus esfuerzos como consultor en el desarrollo de sistemas prospectivos y en la investigación en el campo de la comunicación. Coordinador de diversos grupos de trabajo en este ámbito, en 2004 fue distinguido con un premio mundial por parte de la International Public Relation Association por un trabajo de estas características, un think tank ciudadano, realizado para PSA Peugeot Citroën. A lo largo de este perio-do, Xurxo Torres ha adquirido conocimientos y experiencia en sistemas de análisis y prospectiva hasta llegar al desarrollo de un método propio: Systemic Prospective, que plantea adelantar acontecimientos futuros a través de la concreción de valores intangibles. Xurxo Torres es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid en 1992. Su actividad pro-fesional se inicia como periodista: RTVE y Grupo Voz de Galicia. Como consultor, ha ocupado diversos cargos directivos en las primeras compañías españolas de RRPP (Llorente&Cuenca y Citigate-Sanchis). En 2003 pone en marcha su propia compañía, Torres y Carrera, especializada en la comunicación a sectores industriales, y una de las empresas españolas más reconocidas a nivel nacional e internacional. Xurxo Torres es ganador de tres IPRA Golden World Award por distintas campañas de relación con el entorno y la comunidad. Torres es director general de Torres y Carrera.

Coordinador

Abel TintosLicenciado en Administración de Empresas (Comercio Interna-cional – UABC, México 2002) y Máster en Marketing (Comunica-ción Organizacional – EGADE Tecnológico de Monterrey, 2006), ambos Summa Cum Laude. Sus intereses se orientan al diseño de modelos de comunicación holísticos y la planificación estra-tégica en un contexto global. Su experiencia profesional incluye su trabajo en el Cluster de Empresas de Automoción de Galicia (CEAGA) como respon-sable del Observatorio de Competitividad, el departamento de Imagen y Comunicación, y del diseño y lanzamiento de su Universidad Corporativa (UCC). Ha interactuado con más de 30 nacionalidades distintas a cargo del desarrollo y administración de acuerdos educativos, como responsable de Internacionaliza-ción de EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey. También ha sido consultor en temas de desarrollo de modelo de negocio para el Servicio Comercial de los Estados Unidos. En el ámbito de cooperación e investigación internacional ha participado en el desarrollo de proyectos enfocados a mejorar la competitividad del sector de automoción en redes auspicia-das por la Comisión Europea. Ha sido responsable de dinamizar alianzas de colaboración con instituciones como el Massachu-setts Institute of Technology (MIT) y la European Foundation for Management and Development (EFMD). Es autor de informes de prospección de mercados enfocados en diversos sectores comerciales e industriales. Actualmente Abel Tintos forma parte del equipo de consulto-res de Torres y Carrera.

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