SUSPERREGI LASALDE, Josué: “La dendrocronología, herramienta clave para el conocimiento del patrimonio marítimo vasco. El pecio de Newport y otros casos destacables”, Itsas Memoria. Revista de Estudios Marítimos del País

Vasco, 8, Untzi Museoa-Museo Naval, Donostia-San Sebastián, 2016, pp. 681-690.

La dendrocronología, herramienta clave para el cono cimiento del patrimonio marítimo vasco. El pecio de Newport y ot ros casos destacables Josué Susperregi Lasalde Fundación Arkeolan (laboratorio de dendrocronología)

Recep.: 28.10.15

BIBLID [1136-4963 (2016), 8; 681-690] Acep.: 09.12.15

Resumen En este artículo se pretende dar a conocer el potencial de la dendrocronología como herramienta auxiliar de la investigación arqueológica en el estudio del patrimonio náutico en madera. Se expone el grado de desarrollo e implantación en el País Vasco y los casos más relevantes, destacando entre ellos el estudio realizado sobre el pecio de Newport, que permitió su datación y la confirmación de la procedencia vasca de la madera de su casco. Palabras clave: dendrocronología, patrimonio vasco marítimo en madera, pecio medieval de Newport, cronología de referencia, roble, construcción naval. Laburpena Zurezko itsas ondarearen azterketan ikerketa arkeologikoaren tresna lagungarri gisan dendrokronologiak duen potentziala ezagutzera nahi da eman. Euskal Herrian duen garapen eta ezarpen maila erakusten dira, eta kasurik nabarmenenak. Hauen artean Newporteko kroskoan egindako ikerketa, honen bidez ezarri ziren bere data eta kroskoaren zuraren euskal jatorria. Gako-hitzak: dendrokronología, euskal itsas ondarea zurean, Newporteko erdi aroko kroskoa, erreferentziako kronologia, haritza, itsasontzigintza. Abstract In this paper we try to spread the potential of dendrochronology as a helpful tool for archaeological research of wooden nautical heritage. Its level of development at the Basque Country and the most important cases are exposed. Between them, the Newport Ship case is highlighted, as its dendrochronological research allowed absolute dating and knowing the Basque origin of the trees used for its hull’s planks Keywords: dendrochronolgy, Basque wooden nautical heritage, Newport Medieval Ship, reference chronology, oak, shipbuilding.

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La dendrocronología comprende un conjunto de métodos destinados al análisis de los anillos de crecimiento presentes en la madera y a la extracción del máximo de información a partir de los mismos. Si bien la disciplina presenta una gran cantidad de aplicaciones en diferentes ámbitos, las dos ramas principales son la dendroarqueología o dendrocronología Histórica, destinada a la datación de maderas históricas y arqueológicas, y la dendroclimatología, que estudia la relación entre crecimiento y clima y permite establecer reconstrucciones climáticas para épocas en las que no se dispone de datos de los observatorios. El primer objetivo de los estudios dendrocronológicos, que permitirá posteriormente la obtención de resultados en cualquiera de sus aplicaciones, es el establecimiento de cronologías de referencia. Estas consisten en curvas maestras que registran el crecimiento año a año para una determinada especie o género y una determinada zona climática. La elaboración de estas cronologías es un proceso largo y costoso, pues para que sean representativas deben incluir un gran número de muestras que deben ser medidas y comparadas entre sí para conseguir determinar el crecimiento anual de la especie en cuestión en la zona de estudio. El proceso se realiza en una primera fase con árboles vivos y posteriormente se van superponiendo los datos procedentes de maderas más viejas. El período abarcado por estas curvas es realmente variable, pues dependerá básicamente de la disponibilidad de maderas antiguas datables que puedan ser incorporadas a la cronología.

Esquema representativo del método dendrocronológico. Foto Fundación Arkeolan. El desarrollo de esta metodología en la Península Ibérica sufre un gran retraso en comparación con el resto de Europa, donde se han llevado a cabo continuos esfuerzos para su implantación desde la década de los 80 del siglo pasado. Así, nos encontramos en una situación en la que mientras en el centro y norte de Europa se ha conseguido crear una densa red de cronologías que abarca largos períodos cronológicos (en algunos casos de más de 8.000 años), en la Península la mayoría de las curvas establecidas son relativamente cortas pues han sido elaboradas solamente con árboles vivos para estudios ecológicos o climáticos.

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Este hecho diferencial supone una gran hándicap, ya que para la obtención de resultados en las investigaciones en este campo es imprescindible el desarrollo previo antes mencionado. Las dataciones por dendrocronología aportan un nivel de precisión mucho mayor que otros métodos de datación absoluta como el Carbono 14, pues en función de las características de la muestra permiten estimar o incluso datar al año la fecha de tala de los árboles utilizados; es más, cuando la red de cronologías establecidas es lo suficientemente densa, es posible realizar una estimación de la zona de procedencia de las maderas, en función de las correlaciones detectadas con las referencias disponibles. Es decir, para el desarrollo total del potencial máximo del método es necesaria una etapa de investigación básica en la que la magnitud y relevancia de los resultados irá creciendo a la par que se va enriqueciendo el banco de datos dendrocronológicos acumulado. En la actualidad, el laboratorio de la Fundación Arkeolan es el único junto con el del INIA de Madrid que realiza estudios dendroarqueológicos de forma profesional en la Península Ibérica. A continuación detallaremos los casos más relevantes de estudio de elementos del patrimonio marítimo vasco que ha desarrollado el laboratorio de Arkeolan en los últimos años, entre los cuales destaca con luz propia el pecio de Newport.

Ejemplar de roble longevo. Foto Fundación Arkeolan.

1. EL CASO DEL PECIO DE NEWPORT En el verano del año 2002 las obras para la construcción de un centro de arte y teatro en las riberas del río Usk en la ciudad de Newport (Gales) avanzaban a buen ritmo. Los trabajos de construcción se realizaban bajo la supervisión de los arqueólogos del Glamorgan Gwent Archaeological Trust y en ese momento se comenzó la excavación del foso para la orquesta. Los primeros restos detectados se correspondían con parte de un muelle, pero una vez desmantelada esta estructura se detectó un conjunto de grandes vigas que, al ampliar la excavación, pudo comprobarse que se trataba de parte de un barco. El barco descansaba sobre un canal relleno con la proa orientada hacia el río. Fue necesario vaciar más de siete metros de barro aluvial para acceder a su casco, construido con la técnica de “tingladillo”. Parte de la estructura del barco había sido perforada por el entramado metálico y los pilotes de hormigón utilizados en los preparativos de la excavación, pero en cualquier caso la mayor parte del barco se conservaba en buen estado. Aunque en un principio se pensó que se trataba de una nave del siglo XVII, la recuperación de varias maderas sueltas pero asociadas al pecio permitió corregir esta hipótesis. Mediante el análisis dendrocronológico (estudio de los anillos de crecimiento presentes en la madera) realizado sobre estas piezas supuestamente utilizadas en la reparación del barco, se obtuvieron fechas de mediados del siglo XV.

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Una vez identificada la importancia del hallazgo, se planteó la posibilidad de su conservación. Se creó la asociación “Friends of the Newport Ship” y desde el ayuntamiento de la ciudad se comenzó a buscar financiación para el proyecto. Finalmente, la asamblea del gobierno galés concedió una subvención de 3.5 millones de libras esterlinas para extraer y conservar el barco. Desde entonces, otras subvenciones han sido concedidas para las labores de investigación y registro de las partes excavadas del barco. Los trabajos de recuperación de los restos fueron realmente complejos. Al estar perforado por los pilotes de hormigón, no era posible extraerlo de una pieza, por lo que fue necesario desmantelar la nave en el orden inverso al que fue construida. Más de 2000 vigas, algunas de ellas de más de 12 metros de largo y una tonelada de peso, fueron extraídas con grúa y depositadas en un almacén transitorio. El proceso duró más de 16 semanas.

Excavación del barco de Newport. Foto: Newport Museum and Heritage Service.

Se recuperaron unos 26 metros de barco, aunque la nave original rondaría los 30 metros de largo en la quilla con una manga de por lo menos 8 metros. No es posible estimar la altura de la nave debido a la deformación de los restos. Poseía un mástil principal con vela cuadrada, y probablemente otros dos mástiles de menor altura en la proa y la popa. La forma de construcción era a “tingladillo”, con las tablas que forman el casco superpuestas antes de la inserción de las cuadernas. Se recuperaron más de 400 cuadernas y 500 tablas. Éstas últimas fueron obtenidas por inserción de cuñas en troncos de roble, y luego rematadas con hacha o azuela. En contraste con el resto del barco, la madera utilizada en la fabricación de la quilla era el haya. Otras especies de madera pueden identificarse en estructuras secundarias de la nave; la variedad de materias primas así como la manufactura de las piezas apuntan a un astillero que producía naves a escala industrial.

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Reconstrucción del barco de Newport. Foto: Newport Museum and Heritage Service.

En cuanto a la capacidad de transporte del barco, pues es evidente que se trataba de una nave mercante, se estima entre 150 y 300 toneladas, realmente superior a las 100 toneladas que era la carga habitual en los mercantes relacionados con el puerto de Newport según datos documentales. Se recuperaron cientos de artefactos, relacionados tanto con el funcionamiento del barco con la vida cotidiana de la tripulación. Poleas y bombas en madera, docenas de fragmentos de barriles, tiras de cobre con inscripciones, una muñequera de arquero y bolas de cañón son algunos ejemplos. Asimismo se localizaron fragmentos de cerámica del tipo “Mérida”, de origen ibérico, utilizada por la tripulación de la nave, calzado en cuero, peines y tazones de madera, y algunas monedas. Una de éstas últimas fue localizada en un hueco expresamente excavado para alojarla entre la quilla y el mástil principal, costumbre arraigada desde época romana y relacionada con la buena suerte. Se trata de una moneda francesa acuñada en el año 1446. El resto de monedas son de origen portugués y confirman la cronología del siglo XV.

Algunos de los hallazgos en la excavación del barco. Foto: Newport

Museum and Heritage Service.

Hallazgos

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A pesar de los indicios que sugerían un posible origen ibérico del barco, como el tipo de cerámica, las monedas recuperadas o la forma de construcción, en ese momento no fue posible obtener más información acerca de la nave. Es aquí donde cobra importancia el desarrollo de las ciencias auxiliares que apoyan las investigaciones arqueológicas. El muestreo y análisis dendrocronológico de las piezas de madera del barco por parte del arqueólogo y dendrocronológo Nigel Nayling, de la Universidad Saint Trinity de Gales, permitió detectar un conjunto de 31 tablas del casco original de la nave que presentaban patrones de crecimiento similares, y por lo tanto un origen común. Se elaboró una serie promedio de las medidas obtenidas de este grupo de tablas y, ante la ausencia de sincronizaciones con las referencias dendrocronológicas británicas, esta cronología flotante, pendiente de datación absoluta, fue enviada en el año 2005 a los principales laboratorios europeos con el fin de detectar correlaciones con alguna referencia que permitiera averiguar el origen de estas maderas. El laboratorio de dendrocronología de la Fundación Arkeolan fue incluido en el conjunto de laboratorios europeos receptores de esta cronología flotante. En esos momentos, el laboratorio había desarrollado una primera referencia que registraba el crecimiento del roble del norte peninsular para el período comprendido entre la actualidad y el siglo XV. No se consiguieron resultados significativos en la comparación de ambas curvas, y ante la ausencia de sincronizaciones con el resto de cronologías europeas el origen del barco permaneció como un misterio sin resolver. Durante los siguientes años el laboratorio de Arkeolan continuó desarrollando las actividades necesarias para la mejora y alargamiento de las primeras referencias elaboradas. La ampliación del área de recogida de muestras a otros territorios fue un paso decisivo en la estrategia de investigación, consiguiéndose establecer tres cronologías de referencia para los territorios de origen de las muestras, Gipuzkoa, Araba y Nafarroa. En los años 2011 y 2012 se dio el salto cualitativo en el período abarcado por las referencias: las muestras recogidas de diversas tablas obtenidas por inserción de cuñas en el tronco, utilizadas de forma histórica en cerramientos de madera de caseríos y otras edificaciones, permitieron alargar las cronología de referencia hasta finales del siglo XIII. Como suele ser habitual en estos procesos, la nueva referencia establecida posibilitó la obtención de fechas para un buen número de muestras que permanecían sin datar, correspondientes a piezas de finales del siglo XV, lo cual supuso a su vez una nueva mejora de la representatividad de la curva maestra establecida.

Imagen de una de las tablas mencionadas. Foto Fundación Arkeolan. De este modo, el laboratorio se sitúa en el año 2012 con una cronología maestra que abarca el período comprendido entre finales del siglo XIII y la actualidad. En una de las constantes revisiones del banco de datos acumulado por el Laboratorio se vuelve a retomar el caso del pecio de Newport y se compara de nuevo la cronología flotante recibida de Gales con la recién establecida curva de referencia para el País Vasco y zonas limítrofes. Los resultados son sorprendentemente buenos y se solicita al dendrocronólogo galés el envío del conjunto de datos dendrocronológicos obtenidos de la nave. El flujo de datos e información es constante y en setiembre de ese mismo año, ante la rotundidad de los resultados encontrados por el Laboratorio, se organiza una semana de trabajo en común con Nigel Nayling en Irun, con el fin de revisar los análisis y confirmar los resultados. Finalmente, el fruto de este trabajo es difundido en una rueda de prensa en la que se confirma que el pecio de Newport es una nave medieval construida con madera vasca. El resultado es recibido como una gran noticia en el ámbito internacional de la arqueología naútica, ya que supone un gran avance en el conocimiento de este espléndido ejemplo de construcción naval medieval. Sin embargo, restan aún diferentes incógnitas relativas al barco: en cuanto a su nombre, astillero de origen, ruta etc. En este sentido, la búsqueda documental en los archivos debe jugar un papel decisivo, pero la dendrocronología ofrece todavía posibilidades de aportar más información.

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Si bien el establecimiento de la curva de referencia que ha permitido datar y confirmar la procedencia vasca de las maderas utilizadas en la construcción original del pecio de Newport debe considerarse un hito de la dendrocronología ibérica, las investigaciones deben seguir avanzando para poder equipararse al nivel europeo. La cronología flotante de la nave se data para las fechas 1277-1449, pero por el momento no es posible realizar una estimación precisa de la fecha de tala de los árboles utilizados en su construcción debido a la ausencia de estudios realizados con roble vasco con el fin de caracterizar el intervalo de albura de los mismos. Recientes estudios desarrollados por este laboratorio en colaboración con la doctora Emilia Gutierrez de la Universidad de Barcelona permitirán la elaboración de estos cálculos a corto plazo.

Del mismo modo, la alta densidad de cronologías de referencia en el resto de Europa permite con gran frecuencia rastrear la zona de procedencia de las maderas hasta acotarla a pequeñas territorios o incluso valles, en función de las diferentes correlaciones encontradas en su comparación con las diferentes referencias disponibles. En el caso del País Vasco, la red de curvas de referencia establecidas no posee la densidad necesaria para poder afinar de este modo en el origen de las maderas estudiadas, de ahí que por el momento no ha sido posible reducir la posible procedencia de las maderas del barco de Newport a un territorio o zona en concreto. Es razonable esperar que a corto o medio plazo los avances en la investigación dendrocronológica en nuestra región permitan aumentar en el conocimiento sobre este pecio, ya que si por una parte se consigue estimar la fecha de tala de los árboles empleados en su construcción y por otra se acota el área de procedencia de los mismos a un territorio definido, se facilitará la posterior búsqueda de información a través de la consulta de fondos documentales y archivos, contando con la fecha de construcción y la zona de origen de la materia prima utilizada. En este ejemplo de cómo las ciencias auxiliares que suelen utilizarse en la investigación arqueológica se convierten en elemento indispensables en algunos casos, se define otro elemento que ha sido clave en la obtención de resultados relevantes, y es la investigación colaborativa en dendrocronología histórica. En efecto, el proceso de asesoramiento del conocimiento relativo al patrimonio en madera requiere de constantes esfuerzos dirigidos al establecimiento de redes y colaboraciones entre diferentes laboratorios. En el caso de patrimonio marítimo como los barcos, se trataría de un elemento esencial de la investigación, pues el lugar en que se localizan sus restos no tiene por qué tener relación con su zona de procedencia o construcción. El estudio del pecio de Newport no habría sido posible sin la conexión necesaria entre ambos laboratorios, el galés que estudió las maderas del pecio y el vasco que estableció las referencias necesarias para datarlo y averiguar su procedencia. 2. LOS PECIOS VASCOS DE CANADA El caso de los pecios vascos localizados en Red Bay (Canadá) supone uno de los hitos de la arqueología naútica mundial. La investigación pionera realizada sobre los restos del San Juan convirtió esta nave en un símbolo del patrimonio acuático y ha sido clave en el avance del conocimiento de las técnicas de construcción naval. Desde hace varios años el laboratorio de Arkeolan colabora de forma estrecha con las instituciones canadienses relacionadas con este yacimiento, Parks Canada y la Universidad de Montreal. En una primera fase la relación con estas entidades se focalizó en la recuperación de los datos dendrocronológicos recogidos del San Juan y otros pecios de Terranova, pero lamentablemente solo ha sido posible la recolección de una pequeña parte de los mismos, en concreto un grupo de 11 muestras procedentes del San Juan y una serie elaborada a partir de las barricas de la carga del mismo. Por el momento no ha sido posible sincronizar las muestras de la estructura del San Juan con las referencias construidas por el Laboratorio; la serie procedente de las barricas fue datada para las fechas 1382-1529 por Frederick Guibal, investigador francés que realizó los análisis dendrocronológicos, utilizando una curva de referencia del suroeste francés, apuntando a un origen francés de las barricas o por lo menos de la madera utilizada en la construcción de las mismas. Sin embargo, al comparar esta serie con las referencias de nuestro Laboratorio presenta altas sincronizaciones para las mismas fechas. Sería necesario comparar los índices estadísticos obtenidos en la sincronización con ambas cronologías con el fin de dilucidar si la procedencia de las maderas de las barricas se sitúa a un lado u otro de los Pirineos.

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Fruto de los contactos con estas instituciones canadienses ha sido el estudio realizado sobre la nave Machault. Este barco, de 32 cañones y 500 toneladas, fue construido en Bayona en 1757 y se hundió en aguas canadienses en 1760. Los restos han sido objeto de estudio por parte de la Universidad de Montreal, y las series dendrocronológicas obtenidas del mismo fueron enviadas a nuestro laboratorio. Lamentablemente, las muestras se caracterizan por su escaso número de anillos (45 anillos de media). A partir de las 15 series recibidas se consiguió establecer una serie promedio de 70 años que agrupaba a 5 de las muestras analizadas, pero por el momento no ha sido posible establecer una datación absoluta para esta media. Una vez más, es necesario recordar que para la obtención de resultados significativos en los estudios dendrocronológicos es necesario que las muestras presenten un número mínimo de anillos y crecimiento lento. Las maderas que presentan pocos anillos y anchos (crecimiento rápido) no son apropiadas para el análisis, aunque en ocasiones puntuales se consigan resultados. 3. OTROS CASOS ESTUDIADOS El creciente interés por el patrimonio marítimo ha propiciado la localización de numerosos pecios de los que se sospecha un posible origen ibérico debido a sus características constructivas o a su lugar de hundimiento y carga. Éste es el caso del llamado “Pecio de Cavalaire”, cuyo nombre alude a la localidad francesa próxima a Marsella en la que fueron detectados sus restos. Se trata de un barco de gran interés desde el punto de vista de la construcción naval, pues presenta características mixtas (tanto atlánticas como mediterráneas) en su estructura y en el rango de especies arbóreas utilizadas. El muestreo y análisis dendrocronológico fueron realizados por el investigador Frederick Guibal, antes mencionado, que consiguió datar parte de la estructura compuesta por tablas de conífera para el siglo XV. Sin embargo, la parte del barco realizada en roble y con técnica de “tingladillo” quedó sin datar, por lo que se recibió la petición de análisis en el laboratorio por parte de Marion Delhaye, arqueóloga responsable del yacimiento. Lamentablemente, no ha sido posible acceder al conjunto de muestras recogidas del pecio, y solamente se ha tenido acceso a un fragmento de varenga recuperado. La muestra obtenida de la pieza ha sido analizada, pero no se ha conseguido sincronizarla con las referencias disponibles. Otro caso de interés es el del Pecio de Puerto Madero. Se trata de los restos de un barco que se localizaron en Buenos Aires, Argentina. El doctor Ignacio A. Mundo, del departamento de dendrocronología e historia ambiental de la institución IANIGLA - CCT CONICET (Mendoza) es el responsable del estudio dendrocronológico de este pecio. Se trata de los restos de una embarcación mercante española encallada en las riberas del río de la Plata hacia el siglo XVIII aproximadamente. El barco presentaba una eslora de cubierta de 30 metros y una bodega especialmente diseñada para su completo aprovechamiento. En su interior fueron recuperados objetos tales como vasijas cerámicas, pipas, herramientas de carpintero de ribera, cordaje, cañones, vajilla, clavazón, monedas, un cuchillo con su funda, etc. Las muestras analizadas se caracterizan por su reducido número de anillos, al igual que en el caso del Machault, y la cronología flotante elaborada a partir de las mismas solamente contiene 66 anillos. En este caso tampoco ha sido posible el establecimiento de una datación absoluta para las maderas del barco, muy probablemente debido a la escasa longitud de las series obtenidas del mismo. 4. LA NAVE DESCONOCIDA DE SAN VICENTE DE LA BARQUER A A pesar de traspasar los límites del territorio vasco, se ha incluido este caso por su gran interés. En el año 2014 el laboratorio de Arkeolan realizó a petición del Servicio de Patrimonio Cultural del Gobierno de Cantabria un estudio sobre cuatro cuadernas de madera de grandes dimensiones localizadas en el canal del puerto de San Vicente de la Barquera durante unas labores de dragado. No se disponía de ninguna información relativa a este hallazgo, por lo que se esperaba que la datación de las mismas aportara algo de información acerca del barco del que provenían.

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El análisis dendrocronológico realizado por el laboratorio permitió obtener varias secuencias válidas, pero los intentos de sincronización con las referencias disponibles no ofrecían resultados. Se decidió utilizar la misma estrategia que había permitido conocer el origen y la datación del barco de Newport pero a la inversa. En este caso, fue el laboratorio de Arkeolan el que envió la curva flotante obtenida de las cuadernas a diferentes laboratorios europeos, sospechando de un posible origen extranjero del pecio. Nuevamente, la investigación colaborativa dio sus frutos y la datación y origen del mismo fueron confirmados por dos dendrocronológas europeas. Las doctoras Aoife Daily (Laboratorio Dendro.dk) y Esther Jansma (RCE, organismo holandés responsable del patrimonio cultural) consiguieron correlacionar la curva del barco con referencias europeas, constatando que se trataba de un barco construido en el siglo XVIII con maderas procedentes del territorio histórico de la Baja Sajonia (actual Alemania).

Aspecto de las cuadernas recuperadas. Foto Fundación Arkeolan.

En esta línea destacan los proyectos promovidos por la doctora Esther Jansma, que gracias a diferentes subvenciones europeas ha logrado crear una red de investigación en dendrocronología histórica en la que participan los principales laboratorios europeos, incluido el de Arkeolan, y un repositorio digital en el que se almacenan datos dendrocronológicos aportados por estos laboratorios que permite la consulta y el establecimiento de líneas de investigación conjuntas de cara a detección de rutas comerciales y estudios de procedencia de la madera. Sin duda alguna el continuo avance de las propias investigaciones en los territorios del País Vasco, así como la participación activa en estas iniciativas europeas, redundarán en una mayor capacidad para el asesoramiento y el conocimiento del patrimonio marítimo vasco con la ayuda de los estudios dendrocronológicos. BIBLIOGRAFÍA

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