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1 SURGIMIENTO Y DESARROLLO DE LA AGROECOLOGÍA EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE CON ÉNFASIS EN COLOMBIA. LUIS BERNARDO LONDOÑO LAGOS Trabajo de grado para optar al título de Licenciado en Biología UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSE DE CALDAS FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN PROYECTO CURRICULAR DE LICENCIATURA EN BIOLOGÍA BOGOTA D.C. 2017

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SURGIMIENTO Y DESARROLLO DE LA AGROECOLOGÍA EN AMÉRICA LATINA

Y EL CARIBE CON ÉNFASIS EN COLOMBIA.

LUIS BERNARDO LONDOÑO LAGOS

Trabajo de grado para optar al título de Licenciado en Biología

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSE DE CALDAS

FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN

PROYECTO CURRICULAR DE LICENCIATURA EN BIOLOGÍA

BOGOTA D.C.

2017

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SURGIMIENTO Y DESARROLLO DE LA AGROECOLOGÍA EN AMÉRICA LATINA

Y EL CARIBE CON ÉNFASIS EN COLOMBIA

Estudiante: LUIS BERNARDO LONDOÑO LAGOS

Director(a): DIANA DEL SOCORRO DAZA ARDILA

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSE DE CALDAS

FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN

PROYECTO CURRICULAR DE LICENCIATURA EN BIOLOGÍA

BOGOTA D.C.

2017

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DEDICATORIA

Esta monografía la dedico a Dios, por su infinito amor y compañía, por la salud, la sabiduría

y fortaleza necesaria para afrontar los momentos más difíciles a lo largo de la carrera, que me han

permitido superar los obstáculos necesarios y cumplir mis objetivos.

A mis padres y hermanos que han sido mi mayor motivación para seguir adelante, para

aprender y crecer como persona y que, por tanto, han influido directamente en la consecución y

culminación de esta etapa de mi vida.

4

AGRADECIMIENTOS

A mis padres, por infundirme sus valores, sus concejos y su amor, que han sido importantes

para poder ser una persona íntegra, pero, sobre todo, por la paciencia y el apoyo incondicional que

me han brindado en el transcurso de mi vida.

A la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, porque es allí donde me forme no solo

como profesional, si no como persona, tolerante, reflexiva y critica de la realidad social en la que

vivimos.

A mis maestros y amigos por su amistad y sus enseñanzas, que me han permitido adquirir más

sabiduría y experiencias necesarias para enfrentar los retos y dificultades que se presentan en la

vida; a mi directora, la profesora Diana Daza, por su paciencia y comprensión durante el desarrollo

de este trabajo.

5

TABLA DE CONTENIDO

DEDICATORIA ............................................................................................................................. 3

AGRADECIMIENTOS .................................................................................................................. 4

INTRODUCCION .......................................................................................................................... 8

1 PLANTEAMIENTO .................................................................................................................. 10

1.1 PROBLEMA ....................................................................................................................... 10

1.1.2 Pregunta de investigación ............................................................................................. 10

1.2 JUSTIFICACION ................................................................................................................... 11

1.3 OBJETIVO ............................................................................................................................. 12

1.3.1 Objetivo General .............................................................................................................. 12

1.3.2 Objetivos Específicos ....................................................................................................... 12

2 METODOLOGIA ...................................................................................................................... 13

2.1 TIPO DE ESTUDIO............................................................................................................ 13

2.2 REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA .......................................................................................... 13

2.3 ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN ................................................................................. 13

2.4 ELABORACIÓN DEL DOCUMENTO ............................................................................. 14

3. RESULTADOS......................................................................................................................... 15

3.1 PRINCIPALES EVENTOS POLÍTICOS, CIENTÍFICOS Y SOCIALES, QUE

PROMOVIERON LA APARICIÓN DE LA AGROECOLOGÍA EN ALC ............................ 15

3.1.1 Las políticas neoliberales. ............................................................................................. 16

- La contradicción entre el aumento en la producción de alimentos y a su vez del hambre.

............................................................................................................................................ 17

3.1.2 La agroecología como ciencia. ..................................................................................... 19

3.1.3 La agricultura convencional y sus efectos en las sociedades de ALC. ......................... 23

- La agricultura como práctica social en ALC. .................................................................. 24

3.2 EL CONTEXTO Y ADOPCIÓN AGROECOLÓGICA EN LAS REGIONES DE ALC . 26

3.2.1 Agroecología en Brasil. ................................................................................................ 26

3.2.2 Agroecología en la región andina. ................................................................................ 28

3.2.3 Agroecología en Centroamérica. .................................................................................. 29

- México y la Agroecología. .............................................................................................. 30

6

3.2.4 Agroecología en Cuba. ................................................................................................. 31

3.3 ORIGEN Y DESARROLLO DE LA AGROECOLOGÍA EN COLOMBIA .................... 34

3.3.1 Orígenes de la agroecología. ........................................................................................ 34

3.3.2 La sociedad como participe en el impulso de la agroecología. .................................... 36

3.3.3 Iniciativas desde el gobierno. ....................................................................................... 41

3.3.4 La participación de las entidades nacionales en el proceso agroecológico. ................. 42

CONCLUSIONES ........................................................................................................................ 44

BIBLIOGRAFÍA .......................................................................................................................... 47

ANEXO......................................................................................................................................... 50

7

TABLA DE CONTENIDO DE FIGURAS

Figura 1. Agricultura orgánica en América Latina------------------------------------------------------33

8

INTRODUCCION

A través del tiempo y aun en la actualidad, los modelos de desarrollo de los países

industrializados, han desconocido la importancia de los factores ambientales como eje principal

del sostenimiento de los sistemas económicos, políticos y sociales. Incluso, algunos desconocen,

que las actividades del hombre tienen consecuencias directas y reales sobre el medio ambiente.

Sin embargo, los efectos ambientales, que actualmente padecemos, son evidencia clara de que los

recursos naturales de los que disponemos son finitos, y que, por tanto, es necesario el cuidado de

los mismos, para mantener las sociedades (Barg y Armand, 2007). Quizás la ignorancia en este

punto y la hegemonía económica entre otras circunstancias, fueron las que dieron prelación a la

revolución verde, por parte de los gobiernos y las instituciones internacionales, que, por el

contrario de alcanzar su objetivo de erradicar el hambre, y la pobreza rural, agravaron dichos

problemas, especialmente en los países del tercer mundo.

La agricultura convencional ha traído consigo un importante aumento en los sistemas de

producción agropecuaria, al mismo tiempo que una cobertura y disponibilidad de alimentos para

un sector de la sociedad. Sin embargo, dichos beneficios proporcionados por este modelo agrícola,

han tenido consecuencias adversas sobre el ambiente, principalmente en recursos naturales tales

como: el bosque, el suelo, el agua y pérdida de biodiversidad de plantas y animales, debido a que

dicho sistema está basado en el monocultivo de especies vegetales, actualmente modificadas

genéticamente (transgénicos), cuya manutención requiere el uso de agro tóxicos y fertilizantes

artifíciales altamente nocivos para el medio ambiente y sus ecosistemas, que acentúan aún más los

problemas de tipo ambiental que se vienen padeciendo durante los últimos años, como por

ejemplo el calentamiento global, la destrucción y detrimento de los recursos naturales entro

9

muchos otros y que por tanto, dicha preocupación ha incidido durante las últimas dos décadas al

desarrollo de una nueva conciencia ambiental, materializada en teorías y prácticas encaminadas a

buscar una relación más armónica y de menor impacto entre la práctica de la agricultura y el medio

ambiente, sobresaliendo entre ellas el enfoque agroecológico.

En base a ello, este trabajo busca conocer las principales causas y antecedentes históricos, que

influyeron en la adopción de la agroecología, como una alternativa sostenible y amigable con el

medio ambiente, en los procesos de producción de alimentos y a su vez determinar cómo ha sido

el surgimiento y desarrollo de la misma en américa latina y el caribe, principalmente en Colombia,

para así establecer el impacto que ha tenido en diferentes ámbitos, como el político, científico y

comunitario. Para ello se realizará una revisión bibliográfica de distintas fuentes y autores

relacionados con el tema, que permitan realizar una conceptualización general y simplificada que

nos brindará un panorama más claro sobre el tema.

10

1 PLANTEAMIENTO

1.1 PROBLEMA

La agricultura convencional o moderna, como se conoce actualmente y producto del modelo

implementado por los gobiernos y entidades internacionales durante la época de los años 50 (Barg

y Queiros, 2007), conocida como la revolución verde y justificada en la erradicación del hambre,

está basada en prácticas agrícolas a partir de monocultivos, el uso de maquinaria dependientes de

combustibles fósiles, fertilizantes artificiales, agro tóxicos y plantas modificadas genéticamente

(Altieri, 2009), todo con el objetivo de incrementar los niveles de producción de alimentos. Sin

embargo, dichas prácticas han traído consigo efectos adversos en cuanto a temas de tipo ambiental,

como perdida de la biodiversidad, erosión y empobrecimiento de los suelos, contaminación de

fuentes hídricas, semillas transgénicas, y otra serie de problemas sociales y culturales.

Por tal razón hacia los años setenta crece la preocupación por los temas ambientales, y la

finitud de los mismos, creando la necesidad de reorientar los sistemas de producción rural, para

convertirlos en modelos ecológicos de uso. Esto implica, una nueva conciencia social y política;

pero también, nuevas herramientas conceptuales (teorías, categorías y métodos) que posibiliten su

aplicación. De ahí la necesidad de conocer específicamente la difusión y consolidación de los

principios de la agroecología y la recuperación de las prácticas agrícolas tradicionales en América

latina y el caribe principalmente en Colombia.

1.1.2 Pregunta de investigación

¿Cuáles son las principales causas del surgimiento y desarrollo de la agroecología en América

latina y el caribe principalmente en Colombia?

11

1.2 JUSTIFICACION

Este trabajo de investigación monográfico, se enfoca en conocer y esclarecer los factores y causas

puntuales, que han impulsado la aparición e implementación paulatinamente de la agroecología en los

países de américa latina y el caribe, principalmente en Colombia, y su evolución a través de los años. Así,

el presente trabajo se justifica, en cuanto que, su realización nos permite obtener un panorama y una

compresión más clara, acerca de los antecedentes históricos de la agroecología, los principios en que se

basa y la importancia que quizás ha tenido como modelo de sostenibilidad ambiental y cuidado de los

recursos naturales, en una época, en que el cuidado ambiental es una preocupación y tema continuo de

debate, en los diferentes sectores sociales de los países latinoamericanos y el mundo en general. Además,

el estudio del desarrollo de dicha disciplina, desde mediados de los años 60 a la actualidad, nos permite

reconocer, si dicho sistema ha tenido acogida y es parte importante dentro de las políticas de los gobiernos,

así como el impacto benéfico para el medio ambiente, los agricultores y la sociedad en general. En cuanto

a nuestro país, podremos contextualizarnos sobre las consecuencias en particular que conllevaron al

advenimiento de la agroecología en contraposición de las prácticas agrícolas convencionales y su incidencia

en ámbitos como el político, científico y comunitario.

12

1.3 OBJETIVO

1.3.1 Objetivo General

Caracterizar el surgimiento y desarrollo de la agroecología en américa latina y el caribe

con énfasis en Colombia.

1.3.2 Objetivos Específicos

Establecer los principales eventos políticos, científicos y sociales que permitieron el

advenimiento y adopción de la agroecología en ALC, entre los años de 1960 al presente, para

comprender la importancia que adquiere, como alternativa a la agricultura convencional, mediante

la documentación aportada de diversas fuentes bibliográficas.

Determinar los procesos y contextos, que se han venido desarrollando sobre agroecología, en

las distintas regiones de ALC, necesarios para vislumbrar su conformación y difusión en la

sociedad, mediante la recolección y análisis de información concerniente al tema.

Revisar el proceso de desarrollo de la agroecología a partir de los años 80 al presente, de tal

manera que se evidencien los principales aspectos del surgimiento y desarrollo de la agroecología

en Colombia, a través de un proceso de revisión, análisis y síntesis de información.

13

2 METODOLOGIA

2.1 TIPO DE ESTUDIO

Se desarrolla una monografía de tipo investigativo, que utiliza principalmente información

referente al tema, en bases de datos e internet.

2.2 REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

Se realiza una revisión bibliográfica de diferentes fuentes como artículos, informes, estudios,

sobre:

• Historia de la agroecología entre los años de 1960 al presente

• Surgimiento y desarrollo de la agroecología en América Latina y el Caribe (ALC)

• Surgimiento y desarrollo de la agroecología en Colombia entre los años de 1980 al 2016

• Políticas y normatividades que se han implementado en América latina y el caribe

• Los principios agroecológicos

• Los modelos de desarrollo

• La agricultura tradicional y su relación con los saberes locales y ancestrales

2.3 ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN

Durante esta fase se procedió a organizar, leer y analizar la información obtenida, para de esta

manera dar respuesta a los objetivos planteados en la monografía.

Redacción y síntesis de los aspectos históricos más relevantes de la agroecología.

Análisis de los modelos de desarrollo en los sistemas de producción actuales y la agricultura.

14

Análisis de la importancia de la agroecología como movimiento científico, político, cultural y

social.

Desarrollo de la agroecología en las regiones de ALC.

Mapas donde se muestra el estado actual de la agroecología en ALC.

Agroecología en Colombia

2.4 ELABORACIÓN DEL DOCUMENTO

Una vez analizada y seleccionada la bibliografía, se realiza una contrastación y síntesis de la

información, que permite elaborar y redactar el documento final, donde se responde al objetivo

planteado.

15

3. RESULTADOS

3.1 PRINCIPALES EVENTOS POLÍTICOS, CIENTÍFICOS Y SOCIALES, QUE

PROMOVIERON LA APARICIÓN DE LA AGROECOLOGÍA EN ALC

Para comprender el surgimiento y desarrollo de la agroecología en América latina, el caribe

(ALC) y el mundo en general, es necesario tener en cuenta los contextos y eventos históricos en

las distintas esferas políticas, económicas, científicas, culturales y sociales, ocurridas alrededor del

mundo, que en su momento definieron, moldearon y establecieron las bases del mundo moderno

y que en la actualidad son cuestionadas por los efectos adversos y las crisis que han desencadenado

en la estructura social y ambiental, en cuanto a la desigualdad social y el deterioro de los recursos

naturales (Altieri, 2009).

Durante los últimos tres siglos, han ocurrido una sucesión de hechos y cambios en las

sociedades en todos los niveles del pensamiento, que en algún punto de la historia confluyeron en

el establecimiento del pensamiento científico y sus expresiones tecnológicas, impactando de

alguna u otra forma en el desarrollo de movimientos tan importantes como la revolución industrial

o modelos económicos como el capitalismo, que recíprocamente, impulsaron el desarrollo de la

ciencia, y por tanto son los cimientos sobre los que operan los sistemas de producción y modelos

de desarrollo actuales (Toledo, 2012).

La ciencia y sus tecnologías, al servicio del capital, son por fortuna, una práctica dominante

pero no hegemónica. Por el contrario de lo que se piensa, no existe solo una ciencia, sino muchas

formas de hacer ciencia, que pueden y tienen una visión holística, que entiende la interdependencia

de lo humano, social y ecológico en contraposición al reduccionismo de la ciencia clásica (Toledo,

2012, pág. 2).

16

Así entonces la década de los 50 y 60 fueron periodos de grandes revoluciones y tendencias

mundiales a nivel político, económico, cultural, tecnológico y ambiental, que se encargaron de

forjar nuevas realidades y de transformar los muchos mundos que coexisten en ALC (Ahumada et

al., 2013).

3.1.1 Las políticas neoliberales.

Las estrategias de desarrollo rural de ALC, desde los años sesenta a la actualidad, no

provienen de un vacío político, por el contrario, están fuertemente influenciadas por decisiones y

eventos políticos, que sucedieron dentro y fuera de la región, y que estipularon los modelos de

desarrollo, que determinan las políticas agrarias, científicas, tecnológicas y de mercado en los

sistemas de producción (Ahumada et al., 2013).

Con el fin de la segunda guerra mundial, los Estados unidos gozan de un crecimiento

económico sin precedentes, que conlleva a la búsqueda de nuevos mercados para sus productos,

así como la obtención de materias primas a bajo costo, requeridas para una industria creciente y la

inversión en nuevos mercados (Ahumada et al., 2013). Es así entonces, que para mantener su

crecimiento y estabilidad económica, Estados Unidos en conjunto con los demás países

industrializados, le dan una nueva labor al banco mundial y al fondo monetario internacional (que

inicialmente tenía como propósito la reconstrucción de Europa) (Restrepo, Ángel y Prager, 2000),

de implementar y difundir un modelo de desarrollo que atienda a las necesidades políticas,

económicas y militares de esos países, en especial de los Estados Unidos (Stiglitz, 2003),

sometiendo así ALC a los intereses y políticas convenientes para los países industrializados

(Ahumada et al. , 2013).

17

Durante los años 50 el presidente Harry Truman, de los Estados Unidos, tuvo un importante

papel en el desarrollo político y económico de ALC, con la implementación de su programa de

tecnificación (intensificación) de la agricultura como una manera de salir del subdesarrollo

(Ahumada et al., 2013). Posteriormente hacia los años de 1960, se implementa un nuevo programa,

que influyo directamente en el desarrollo de la región, conocido como alianza para el progreso y

que fue liderado por el presidente en ese entonces John F. Kennedy. Dicho programa tenía como

propósito contrarrestar el comunismo cubano en los países de América Latina y a su vez fomentar

el desarrollo agrario, articulando el sector campesino con el mercado, por medio de políticas de

libre comercio (Smith, 1999). En este sentido le daba dos opciones al campesino; o se convertía

en un pequeño empresario, adquiriendo el paquete tecnológico (conjunto de prácticas agrícolas

de tipo intensivo), como una forma de vincularse al mercado nacional, o desaparecer del mismo.

Este proceso de internacionalización del modelo estadounidense se conoció como revolución verde

(Barg & Queiros, 2007).

- La contradicción entre el aumento en la producción de alimentos y a su vez del hambre.

Las épocas de los sesentas y setentas estuvieron marcadas bajo la concepción del desarrollo,

y hasta cierto punto esas políticas implementadas en el campo tuvieron éxito. En ese tiempo la

economía de los países de ALC tuvieron un incremento en las tasas de crecimiento per cápita de

2,4 % al año durante los sesentas e inclusive algunos países mantuvieron este índice durante los

setentas (Ahumada et al., 2013). Dicho periodo se caracterizó por una rápida industrialización e

integración regional. Sin embargo, aun y cuando aumento la producción de alimentos, también

aumento el hambre ALC.

18

Esto puede parecer una contradicción, más aún cuando el propósito de la revolución verde,

tenía por objeto erradicar el hambre en el mundo (Restrepo, Ángel & Prager, 2000). Tal fenómeno

se explica en cuanto que los beneficios económicos no fueron distribuidos equitativamente, al

beneficiar exclusivamente a aquellos propietarios de grandes extensiones de tierras, que tenían un

acceso más fácil a los créditos y beneficios brindados por los gobiernos, relegando y sacando del

mercado así, a aquellos campesinos que no tenían el capital para tecnificar y adquirir insumos de

costos elevados, requeridos para el mantenimiento de lo que hoy se conoce como agricultura

convencional (Restrepo, Ángel & Prager, 2000).

Además si se tiene en cuenta la crisis de los ochenta en la economía de ALC, provocada por

la carencia energética y el alza en los precios de los combustibles durante esa época, es posible

comprender el por qué se recuperaron y adoptaron políticas liberales de principios de siglo, pero

reforzadas por todo un programa neoliberal, basado en los mercados orientados a la exportación,

reducción de aranceles, tratados de libre comercio, privatización de empresas estatales y de

servicios públicos, reformas al estado y al código laboral, así como la reducción de los subsidios

sociales y del campo, que incidieron directamente en la agricultura y los campesinos (Ahumada et

al., 2013). Como vemos este modelo de desarrollo retoma y agudiza los lineamientos de los

sistemas de producción en la agricultura (revolución verde) que se venían dando por ese entonces.

En ese contexto de apropiación de los recursos, el comercio, los accesos a créditos y la

producción de alimentos a cargo de los dueños de grandes extensiones de tierra, acarrearon

consigo el empobrecimiento de los campesinos de escasos recursos y su desplazamiento hacia las

grandes ciudades, abandonando el campo en busca de mejores condiciones y oportunidades de

vida, que generaron efectos sociales y culturales tan profundos, influyendo de forma certera en

la fragilidad, y pérdida la de identidad cultural, no solo por el abandono de sus tierras, sino también

19

a causa del reemplazo de las formas de agricultura tradicional, por las racionalidades de cultivo

modernos, favoreciendo el olvido y perdida en la transmisión de saberes ancestrales y culturas

milenarias, que poseían indígenas y campesinos, lo que resulta en una homogenización cultural,

ecológica y de producción, en regiones marcadas por notables diferencias en esos aspectos (Van

Dam, 1999).

La globalización de este sistema ha provocado una crisis multidimensional a nivel económico,

social, ecológico y cultural, por lo que diversos sectores rurales y grupos sociales a nivel local,

regional y nacional, que se encuentra inmersos en ALC, han decidido buscar e investigar

alternativas para los sistemas de producción agrícolas, basados en la sustentabilidad e inclusión

del campesino como parte integral de los sistemas de producción. Es así que la agroecología como

una ciencia, que aún se debate en su significado, ha sido una importante herramienta para articular

la sostenibilidad de las sociedades y el equilibrio del medio ambiente (Ranaboldo & Venegas,

2004).

3.1.2 La agroecología como ciencia.

La tecnología durante los cincuentas, trajo consigo la aparición de una economía inmaterial

dependiente de redes virtuales, flujo de información e infraestructura de comunicación, que

permitieron la gestión e implementación de proyectos interdisciplinarios, interinstitucionales e

internacionales de manera mucho más fácil (Ahumada et al., 2013). Además avances científicos

en la biología molecular, robótica y nanotecnología, influyeron de manera directa en relación a la

historia de la agricultura, en lo referido al desarrollo y ejecución de nuevas prácticas agrícolas,

sustentadas en el uso de agro tóxicos, fertilizantes sintéticos, sistemas de siembra basados en el

monocultivo, la mecanización del trabajo y el desarrollo de híbridos y variedades de alto

20

rendimiento en plantas, para la producción de grandes cantidades de alimento; especialmente de

cereales, destinadas a combatir el creciente aumento de la población en el mundo y por ende,

como estrategia para combatir el hambre (Restrepo, Ángel & Prager, 2000).

Este proceso de avances científicos, tecnológicos y económicos, se conocieron con el nombre

de revolución verde, como ya se había mencionado. Siendo promovida por la FAO (FAO, 2006)

alrededor del mundo a través de programas de desarrollo agrario, que impulsaba a los países de

ALC y del mundo a adoptar el sistema de monocultivos dependientes de grandes cantidades de

insumos para su mantenimiento (Barg & Queiros, 2007). Sin embargo, y como se conoce en la

actualidad, la agricultura convencional o moderna, así conocida y producto de la revolución verde,

no ha erradicado aun el hambre, como era su principal propósito (Barg & Queiros, 2007).

A cambio de ello ha traído consigo una serie de consecuencias adversas a nivel ambiental,

como por ejemplo, la contribución al calentamiento global (si se tiene en cuenta que la maquinaria

utilizada es dependiente de combustibles fósiles), pérdida de biodiversidad (producto de la

implementación de monocultivos y la manipulación genética de las semillas, que han reemplazado

o reducido el uso de las variedades tradicionales), la contaminación de fuentes hídricas y del medio

ambiente en general, causadas por el uso excesivo que requieren estos cultivos de agro tóxicos,

como herbicidas fungicidas, pesticidas, que en conjunto con el uso de fertilizantes sintéticos

erosionan los suelos e incrementan la aparición de nuevas plagas con resistente inmunidad

biológica (Restrepo, Ángel y Prager, 2000). Estos elementos han demostrado afectar la alta

productividad de este sistema agroindustrial y ponen en cuestionamiento los rendimientos en la

producción de alimentos y la seguridad alimentaria.

21

Como vemos después de más de tres décadas de innovaciones científicas, tecnológicas e

institucionales de los sistemas agrícolas, aún persiste el hambre y la pobreza rural en América

latina y otros países alrededor del mundo (Toledo, 2012). Tales razones conducen a que hacia los

años setenta crezca la preocupación por los temas ambientales, y la finitud de los mismos, creando

así la necesidad de reorientar los sistemas de producción rural, para convertirlos en modelos

ecológicos sostenibles. Esto implica, una nueva conciencia social y política; pero también, nuevas

herramientas conceptuales (teorías, categorías y métodos) que posibiliten su aplicación. De ahí el

énfasis en la difusión y consolidación de los principios de la agroecología y la recuperación y

validación científica de las prácticas agrícolas tradicionales (Gliessman, 2000).

La formación de grupos y movimientos ambientales hacia los setentas, promueven la

adopción de sistemas alternativos, amigables con la naturaleza, entre ellos la agroecología, si se

tiene en cuenta que sus ideales albergan una estrecha relación con el cuidado y sostenibilidad del

medio ambiente (Restrepo, Ángel y Prager, 2000). Dicha filosofía en los grupos y movimientos

ambientales se debe a la fuerte influencia ocasionada por la creciente preocupación sobre el

deterioro ambiental y la contaminación, reflejado por ese entonces en libros y estudios científicos,

que planteaban interrogantes sobre los costos energéticos en los sistemas de producción, las

consecuencias del uso de agro tóxicos y herbicidas para el medio ambiente, el uso de combustibles

fósiles y su incidencia en el calentamiento global, el crecimiento poblacional, la degradación y

carencia de los recursos naturales (Restrepo, Ángel y Prager, 2000). Pero quizás de los estudios

que tuvieron un fuerte impacto en ALC, fueron aquellos que discutían la transferencia de modelos

de desarrollo y tecnológica de países industrializados, con condiciones ambientales diferentes

(climas templados) sobre ecologías de países en desarrollo, de regiones y condiciones climáticas

muy variadas (climas tropicales) (Gliessman, 2000).

22

De esta forma se encargan de difundir en el discurso agroecológico las críticas a una

agronomía orientada hacia la producción, e hacen crecer la sensibilidad en las personas por el

cuidado y preservación de los recursos naturales (Restrepo, Ángel y Prager, 2000).

En este contexto, la agroecología surge como un movimiento alternativo, que comprende lo

científico, los social, lo político y cultural, en búsqueda de nuevas alternativas ecológicas, sociales

y humanas, que modifiquen los modelos de producción convencionales, sin afectar los ecosistemas

y la salud de las personas (Toledo, 2012). La agroecología entonces se establece como un punto

de apoyo que puede brindar las bases metodológicas, científicas y técnicas para una nueva

revolución agraria a nivel mundial (Altieri y Toledo, 2010).

En este sentido la agroecología busca ir más allá de ser una alternativa de agricultura, para

convertirse en un modelo agro ecosistémico independiente, en lo posible del uso de insumos como

agro tóxicos y fertilizantes artificiales. La agroecología es tanto ciencia como un conjunto de

prácticas; es ciencia en cuanto que echa mano de la ecología para el estudio y diseño de agro

ecosistemas sustentables (Altieri y Toledo, 2010). Lo anterior implica abandonar los sistemas de

monocultivo de la agricultura convencional, para ser transformados en policultivos ampliamente

diversificados en variedad de plantas, en donde se benefician las sinergias e interacciones

biológicas de los componentes del agro ecosistema (Altieri y Toledo, 2010), de tal forma que

ayuden en la regeneración y fertilidad del suelo, así como la protección y productividad del cultivo.

Los principios básicos agroecológicos rescatan los conocimientos tradicionales indígenas basados

en el cultivo y usos de semillas tradicionales de diferente especies, el reciclaje de nutrientes y

energía, el uso casi nulo de insumos externos como abonos artificiales y agro tóxicos, el

mejoramiento de la materia orgánica, la actividad biológica del suelo y control natural de plagas,

23

es decir retoma la sabiduría y el conocimiento ancestral de nuestros antepasados para así dar buen

uso de los suelos (Altieri y Toledo, 2010).

En Latinoamérica la agroecología académica ha tenido una evolución y un crecimiento

importante que se ve ejemplificada en el aumento de congresos, publicaciones, seminarios,

instituciones y sociedades científicas a nivel local, regional y nacional (Toledo, 2012).

3.1.3 La agricultura convencional y sus efectos en las sociedades de ALC.

El impacto social producido por la modernización y la adquisición de nuevas tecnologías

introducidas por la revolución verde, aplicadas al campo y a la agricultura durante los últimos 50

años han sido exitosas (FAO, 2000) en relación al objetivo de aumentar la producción agrícola y

el rendimiento de cosechas. Sin embargo, la rápida modernización y cambio tecnológico produjo

efectos sociales diferenciados en materia de clases y de género dentro de las comunidades rurales.

Así pues, la agricultura moderna beneficio más a los ricos que a los pobres a la hora de acceder a

nuevas tecnologías y créditos, también privilegio al género masculino en comparación con el

femenino, respecto a la contratación en la mano de obra. (Ahumada et al., 2013).

En ALC, la intensificación de la agricultura conllevo a la transición y el reemplazo de la

agricultura tradicional por la agricultura moderna, dependiente del uso de insumos externos,

produciendo el olvido y rompimiento en la transmisión de saberes ancestrales, que

consecuentemente ocasionaron una crisis de identidad cultural en la sociedad. A pesar de que la

agricultura moderna trajo consigo un importante aumento en las exportaciones, la producción y la

renta, también incitó pobreza y desigualdad para los pequeños productores.

24

Según la FAO (2000), uno de los principales problemas sociales de la agricultura industrial

ha sido el cambio demográfico del campo, producto de la sustitución del agricultor campesino por

maquinaria y el aumento del área a laborar por trabajador. Esto conlleva a la disminución en el

número de empleos, y por ende obliga a que una gran parte de la población rural emigre a las

grandes ciudades en búsqueda de mejores condiciones de vida.

Estas situaciones afectan y devalúan directamente los sectores comerciales y de servicios

(tiendas, escuelas, hospitales etc), por falta de demanda y a su vez generan un desmembramiento

y pérdida de la diversidad cultural. (Ahumada et al., 2013 en Riechmann 2003).

La agricultura convencional también ha provocado grandes cambios en relación a la tenencia

de las tierras, si se tiene en cuenta que los campesinos e indígenas dueños de pequeñas parcelas,

no tienen como competir en el mercado con los grandes productores, al carecer de los medios

necesarios para acceder a insumos y tecnologías de altos costos; por lo que no les queda más opción

que vender sus tierras y emplearse como trabajadores rurales, en condiciones laborales bastantes

precarias en cuanto a pagos, salud y seguridad social, propiciando así aún más la desigualdad y la

concentración de las riquezas.

Como vemos a pesar de que en ALC se produce billones de alimentos, aún persiste la pobreza

y el hambre, debido a las relaciones económicas y sociales asimétricas, que se dan dentro de las

regiones en general, decantando en sociedades pobres, con un poder adquisitivo bastante precario,

que pone en un riesgo muy elevado la seguridad y soberanía alimentaria de las personas.

- La agricultura como práctica social en ALC.

La pérdida de la biodiversidad biológica y cultural, el calentamiento global, el aumento de la

desigualdad social, el debilitamiento de la producción local de los alimentos y por ende la pérdida

25

de la soberanía alimentaria, han permitido que desde mediados de 1980 surjan cientos de proyectos

agroecológicos dirigidos por organizaciones constituidas por campesinos y entidades no

gubernamentales, que integran el conocimiento de las prácticas agrícolas tradicionales y modernas

(Altieri & Toledo, 2010).

Desde principios del siglo XX el reconocimiento y aporte en el bienestar y equilibrio

ecológico, que brindan la aplicación de los conocimientos indígenas y tradicionales en la

agricultura, en escenarios de cambio climático, crisis energética y económica, han permitido que

tomen fuerza dentro de los gobiernos latinoamericanos los conceptos de seguridad alimentaria y

los sistemas agrícolas basados en los principios de la agroecología. (Altieri & Toledo, 2010).

La difusión de la agroecología en América latina y el Caribe han permitido innovaciones

cognitivas, tecnológicas, junto con el surgimiento de políticas y gobiernos progresistas, así como

la creación de movimientos de resistencia campesina e indígena, lo que demuestra que la

agroecología, no crece exclusivamente como un nuevo paradigma científico de métodos y

prácticas agrícolas, si no que recíprocamente desarrolla y promueve escenarios políticos y

sociales más justos (Guzmán & Salcedo, 2014).

La agroecología es entonces una herramienta de innovación en conocimiento y tecnologías

muy variadas, enfatizadas en rescatar los saberes locales y ancestrales, que se adecuan a las

necesidades y contextos tanto sociales como geográficos de las diferentes regiones, además de

tener en cuenta a los investigadores, técnicos, y campesinos en el aporte del desarrollo de la misma

(Altieri & Toledo, 2010).

26

3.2 EL CONTEXTO Y ADOPCIÓN AGROECOLÓGICA EN LAS REGIONES DE ALC

Actualmente se reconocen cinco zonas geográficas en américa latina donde han tenido un

gran avance la implementación de la agroecología en los sistemas de producción y ámbitos

políticos económicos y culturales (Guzmán & Salcedo, 2014).

3.2.1 Agroecología en Brasil.

Brasil ha sido uno de los países dentro de los cuales la agroecología se ha arraigado

profundamente y crecido desde mediados de 1980, gracias al aporte de obras científicas como:

Fundamentos de la agroecología de Lutzenberger (1981) y El manejo ecológico de los suelos de

M, Primavesi. Así mismo la ASPTA (Asesoría e Serviços Projetos em una AgriculturaAlternativa)

tuvo un rol importante en la divulgación de la información agroecológica, entre estudiantes y

agricultores a través del país (Wezel, et al.2009).

Durante las tres décadas siguientes a los años 80, los avances agroecológico estuvieron

influenciadas por tres circunstancias principales: inicialmente tuvo que ver con la primera

generación de agroecólogos profesionales, que más adelante se convertirían en profesores de las

nuevas generaciones y directores de los centros de investigación y entidades públicas; la segunda

circunstancia importante, tuvo que ver con el redireccionamiento de la agricultura familiar a

sistemas agrícolas basados en principios agroecológicos. La tercera circunstancia y además de gran

importancia, fue la llegada de agroecólogos a la política en posiciones gubernamentales federales

y estatales de gran influencia, desde los cuales se gestionaron cientos de proyectos agroecológicos.

(VonderWeid,1994; Petersen, 2009).

27

Además, la integración de la agroecología al currículo en las universidades estatales en sus

programas de agronomía, así como el apoyo a proyectos de sostenibilidad ambiental y agrícola por

parte de organizaciones de investigación científica promovió ampliamente el desarrollo

agroecológico (Wezel, et al.2009).

Sin embargo, lo más importante dentro de este proceso, consistió en facilitar a los campesinos

el acceso a la información, el conocimiento, la tecnología y los créditos, que les permitieron

posteriormente vincularse a los mercados (Altieri & Toledo, 2010).

El éxito de estos grandes esfuerzos a través de los años, se ven plasmados en los cientos de

congresos estatales, los seis congresos nacionales realizados durante el 2001 y 2009, y los dos

encuentros nacionales de agroecología de los cuales se instituyó el ANA (Articulación nacional de

agroecología) en el 2006, producto inicialmente de la integración de la sociedad de agroecología

brasileña, que integra a campesinos, técnicos y ONG’s. Su importancia radica en cuanto a que

asumen como propósito discutir y presentar los avances agroecológicos, al mismo tiempo que

certifican la seriedad y el crecimiento de las investigaciones en esta ciencia (Toledo, 2012).Cabe

destacar también, lo trascendental que ha sido la aceptación de la agroecología, como base

tecnológica y sustentable de agricultura a pequeña escala, por parte de movimientos sociales tales

como, la Confederación Nacional dos Trabalhadores na Agricultura (CONTAG), la Federação dos

Trabalhadores na Agricultura Familiar (FETRAF), y el Movimento dos Trabalhadores Sem Terra

Ruraes (MST), que han luchado a lo largo de los años por la justicia agraria, en relación con la

tenencia de la tierra (Altieri & Toledo, pág. 182, 2010). La MST ha sido importante en la creación

de 12 Escuelas Autónomas de Agroecología, además del Centro “Chico Mendez” (mayo, 2004),

y una Escuela Latinoamericana de Agroecología (2005), ambos en Paraná (Toledo, 2012).

28

3.2.2 Agroecología en la región andina.

La presencia de una variada diversidad cultural, con una historia prehispánica e indígena, rica

en multiplicidad de saberes y movimientos políticos de resistencia en los sectores rurales, ha

brindado un escenario propicio para la aparición y desarrollo de la agroecología en las últimas dos

décadas en la región andina, principalmente en países como ecuador, Bolivia y Perú, donde los

movimientos indígenas han sido los encargados de influenciar y promover la formación de grupos

sociales en los sectores rurales, como forma de contención a las políticas neoliberales y los

sistemas de producción actuales. Para ello han insistido en recuperar y nutrirse de la agricultura

andina, los conocimientos indígenas como parte de la propuesta agroecológica (Sotomayor et al.,

2011).

Hacia fínales de los años 80, una generación de profesionales, técnicos y promotores de

movimientos sociales no gubernamentales en agroecología, al igual que en Brasil, se han

encargado de permear las distinta esferas de la sociedad andina, inculcando la cosmovisión y

agricultura andina, como forma de recuperar la espiritualidad y el valor por la naturaleza, así como

un modelo basado en saberes ancestrales, desarrollados durante generaciones en la pluralidad de

condiciones ambientales y factores biofísicos ((lluvias escasas e irregulares, topografía

desfavorable, suelos pobres, temperaturas extremas), que se enmarcan dentro de la agroecología

científica.

Dentro de estos movimientos se destacan PRATEC en Perú o AGRUCO en Bolivia;

movimientos que en sus países se han encargado de expandir este nuevo pensamiento de los

lugares más profundos y periféricos a los sectores más modernos y globalizados (Sotomayor et al.,

2011).

29

Es así como en Bolivia por ejemplo el presidente Evo Morales ha situado la agroecología

ecológica, como uno de los objetivos más importantes en su mandato a implementar dentro de las

políticas de desarrollo agrario. Es así que nace la Ley 3525 de Regulación y Promoción de la

Producción Agropecuaria y Forestal Ecológica y la organización nacional AOPEB (Asociación de

Organizaciones de Productores Ecológicos de Bolivia), fundada en 1991 y que actualmente agrupa

75 organizaciones y 70,000 familias (Toledo, 2012).

3.2.3 Agroecología en Centroamérica.

El surgimiento y desarrollo de las primeras tecnologías en agroecología de Centroamérica se

da a mediados de los 80, específicamente hacia el año de 1987, gracias al direccionamiento de

familias campesinas de México Guatemala y Nicaragua, encargados de iniciar un movimiento

integrado por ONGs, campesinos e investigadores, conocido como el programa Campesino a

Campesino, y que tiene como propósito la integración y difusión de una densa red de

conocimientos confluyentes entre estos actores (Toledo, 2012).

El encuentro de saberes realizado entre representantes de Guatemala pertenecientes a

extensionistas mayas del grupo Kaqchikel, con campesinos mexicanos de Tlaxcala, creadores de

una escuela enfocada al cuidado del suelo y el agua, y posteriormente la visita de campesinos

nicaragüenses, encargados de no solo enseñar sus experiencias tradicionales de la agricultura, sino

de recoger las otras dos experiencias para conjugarlas y llevarlas a su país, e introducirlas

progresivamente a través de talleres y campañas de sensibilización a organizaciones estatales como

la ANA (Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos de Nicaragua), controladas por el gobierno

y propietarios privados, dominados por el paradigma de la agricultura convencional (Holt, 2008)

certifican el éxito y la gran acogida de dicho programa en el cambio de paradigma.

30

Un factor cable de la metodología del programa Campesino a Campesino ha sido la figura del

promotor campesino, quien es el encargado de visitar, capacitar y asesorar a las familias o

colectivos, partiendo siempre de su propia experiencia, con respecto al éxito de las tecnologías

agroecológicas aplicadas a los campos.

El pasó en la integración inicialmente al programa de 3000 familias durante 1995 a 10.000

familias, que se estiman actualmente en honduras, Nicaragua y Guatemala, practicantes del método

(Campesino a Campesino) demuestra el progreso y efectividad del movimiento (Holt, 2008).

- México y la Agroecología.

Con respecto a los países centroamericanos e inclusive latinoamericanos, se destaca México

en cuanto al desarrollo tan importante que ha tenido la agroecología desde los setentas, facilitada

por la reforma agraria de principios de siglo XX (1915), que devolvió a manos de los campesinos

e indígenas más de la mitad de tierras del país, que en principio estuvieron bajo la posesión de tan

solo un 2% de la población, el 60% de la tierra cultivable (Altieri & Toledo, 2010). Además, les

dio el manejo de los recursos naturales (bosque, fuentes hídricas, biodiversidad)

La propiedad social, comunitaria y la responsabilidad del cuidado y preservación de los

recursos naturales, sumado a las raíces ancestrales de importantes culturas indígenas con una

tradición agrícola milenaria en el cultivo y domesticación de cereales, como el maíz, hicieron de

México un lugar propicio para la adopción e innovación del pensamiento y tecnologías

agroecológicas, que actualmente posicionan a México como uno de los principales países

productores de alimentos orgánicos como el café, que se destacan por ser sistemas a cargo de

comunidades indígenas, basados en policultivos, siembra a la sombra y el uso de una diversa

variedad de semillas (Toledo, 2012).

31

El enfoque agroecológico en México no se limita a la agricultura y la ganadería, sino que a su

vez tiene en cuenta la protección y desarrollo de estrategias encaminadas al cuidado y preservación

de las relaciones ecológicas de los bosques (Altieri & Toledo, 2010).

3.2.4 Agroecología en Cuba.

El colapso de las relaciones comerciales debido a la caída de la unión soviética durante los

años de 1989-1990, y las restricciones económicas impuestas por los Estados Unidos, conllevaron

a una profunda crisis en la sociedad cubana, que los obligaron a realizar procesos de

transformación social, tecnológico, energético y alimentario (Ahumada et al., 2013).

Los sistemas de producción de la isla se fundamentaban en las prácticas agrícolas

convencionales, dependientes en un alto grado de insumos externos (petróleo, maquinaria,

fertilizantes, plaguicidas, necesarios para el mantenimiento de los monocultivos) heredadas de los

países europeos pertenecientes al bloque socialista (Machin et al., 2010). Con la caída de las

relaciones comerciales las importaciones de petróleo se vieron reducidas en casi un 53 %; de trigo

y granos en un 50%, e insumos para la agricultura en una 80%.

El gobierno cubano se ve en la necesidad de implementar tecnologías alternas que suplan,

optimicen o reemplacen la carencia de las materias de las cuales ya no disponían en un 100%

(Toledo, 2012). Es así como se construyen aproximadamente 200 pequeñas plantas hidroeléctricas,

600 baterías eólicas, se funda un centro de energía solar y se reemplaza en una gran parte el

transporte dependiente de carros y camiones por el uso bicicletas.

En el área de la agricultura hay una redistribución de tierras del estado al campesino (Machin

et al., 2010), en el que se reemplazan los monocultivos por policultivos más diversificados, se

desarrollan estrategias de control biológico de plagas, que disminuyen en la mitad el uso de

32

plaguicidas, se hace uso de la paja como herramienta para el control de la maleza, se utilizan

abonos naturales como vermicomposta o el bagazo producto de la caña de azúcar, utilizado

también como alimento animal, abono e inclusive como combustible de las calderas de los

ingenios, además se reemplaza gran parte de la maquinaria por tracción animal (Machin et al.,

2010).

Desde los 90 cuba ha tenido una expansión importante de la agricultura orgánica que se refleja

con la integración de la Asociación Cubana de Agricultura orgánica, la realización hacia 1993 de

cuatro encuentros nacionales, así como también la conformación de la primera revista dedicada al

tema en 1995(Toledo, 2012).

El desarrollo e implementación de los fundamentos agroecológicos, han sido cruciales para

el desarrollo de la agricultura urbana, como una forma de combatir la escases de alimentos de una

manera sustentable y práctica (Toledo, 2012), además ha contribuido en la implementación del

movimiento Campesino a Campesino impulsada por la ANAP (Asociación Nacional de

Agricultores Pequeños) como estrategia para la construcción colectiva de conocimientos, la

recuperación de las prácticas tradicionales, la disminución en el uso de insumos externos y la

introducción de prácticas ecológicas en la agricultura, elaboradas por científicos cubanos (Machin

et al., 2010).

El siguiente mapa…figura 1… representa un porcentaje aproximado de la tierra cultivada en

hectáreas, destinada a la obtención de productos orgánicos, en cada una de las diferentes regiones

de ALC. Además, en la tabla 1 (ver anexos) se muestran las áreas agroecológicas y los tipos de

producción agrícola desarrollada en cada uno de los países, como una manera de vislumbrar de

manera sencilla la situación actual del proceso agroecológico.

33

Figura 1. Agricultura orgánica en América Latina 2008 (en hectáreas). Fuente: Willer, Helga and

Lukas Kilcher (Eds.) (2009). The World of Organic Agriculture. Statistics and Emerging Trends

2009. FIBL-IFOAM Report.

34

3.3 ORIGEN Y DESARROLLO DE LA AGROECOLOGÍA EN COLOMBIA

3.3.1 Orígenes de la agroecología.

La agricultura como forma de vida para el sustento diario del campesino y su transición y

desarrollo como uno de los más grandes negocios en la actualidad, orientada por las necesidades

del mercado, conllevo a que la ciencia y la tecnología, dirigieran sus esfuerzos a la producción

intensificada de alimentos, sin tener en cuenta las relaciones y procesos ecosistémicos de la tierra

sobre la que se trabaja, ni tampoco las necesidades y condiciones de las comunidades que la habitan

(Guzmán et al., 2000) . Dichas condiciones (degradación ambiental y social) influyeron en el

desarrollo de una nueva conciencia ética y científica entre algunos investigadores en esta área, que

se ocuparon de proponer y plantear nuevas prácticas que integraran lo económico, político y

ecológico (Rivera & León Sicard, 2013).

Entre 1970 y 1980 la conciencia ambiental constituyó un hecho social tan importante, que

permeo a toda Latinoamérica en mayor o menor grado, pero que se hizo presente de alguna forma.

En Colombia condujo a la conformación de diferentes movimientos ambientales, dentro de los

cuales muchos se orientaron a desarrollar sistemas sostenibles en relación con producción agrícola,

acogiéndose por tanto en retomar y validar científicamente las prácticas tradicionales campesinas

o indígenas e implementar los conocimientos y metodologías de la ecología, que por esa época se

estaba popularizando en la academia (Mejía, 2001).

El movimiento ecológico ambiental en Colombia se erigió hacia los años de 1970, una época

histórica propicia para que las ideologías de las agriculturas alternativas se desarrollaran motivadas

en la promesa de un nuevo mercado con mayores precios de venta y por tanto mejores incentivos

(Rivera & León Sicard, 2013). En Colombia, en la década de 1980, se empiezan a consolidar las

agriculturas alternativas bajo alguno de sus diferentes nombres, entre ellos agricultura biológica,

35

orgánica, biodinámica, sostenible, conservacionista y ecológica, que como lo menciona Sicard

(2010), han sido fundamentales en el aporte de sus experiencias y resultados en el advenimiento y

construcción de la agroecología en el país, entendiéndola como una ciencia (aun en discusión sobre

su definición), que no solo se centra en el estudio de las relaciones agroecositemas del campo

agrícola, sino que simultáneamente tiene en cuenta los contextos e interrelaciones sociales y

ambientales.

Las agriculturas alternativas, difieren una de otra de acuerdo al uso de los recursos naturales;

hay las que aceptan el uso de algunos insumos químicos para el control de ciertas plagas, como

aquellos que no los aceptan por completo, como lo es el caso de la agricultura orgánica (Guzmán

et al., 2000). Sin embargo, todas ellas convergen en la inclusión del campesino, como una categoría

activa e importante, que debe revaluarse como parte fundamental en los procesos de producción

agrícola (Rivera & León Sicard, 2013).

Una de las razones por las que la agricultura ecológica se reafirmó en Colombia fue la promesa

de un aumento en los precios de venta en productos orgánicos de exportación, por lo cual tendrían

mayores ganancias. Conjuntamente la implementación de leyes, como la 544 de 1995 del

ministerio de agricultura, que legitimo las agriculturas alternativas al categorizar como ecológicos

a los productos elaborados mediante procesos de producción libres de insumos y agro tóxicos en

su proceso. También se especifica y reglamenta, que el agua con la que se tratan dichos cultivos

debe ser libre de sustancias químicas y metales pesados (León Sicard, 2007). Además, El termino

ecológico es ratificado por la resolución 0187 del 2006 dentro de la cual además se establecen y

definen como sistemas ecológicos a aquellos sistemas que tienen en común la producción

agropecuaria, basada en sistemas sostenibles, amigables con el medio ambiente, respetuosos de la

36

diversidad y enfocados en las relaciones agroecosistemicas, así como social y económicamente

justos (León Sicard, 2007).

Por tanto, términos como orgánico, biológicos y ecológico son considerados dentro de la

resolución como sinónimos, si se tiene en cuenta que sin importar la escuela que se siga (biológica,

orgánica, agroecológica etc.) todas tiene un marco común (Mejía, 2001).

Como vemos la agroecología ha hecho parte importante desde el principio en Colombia de

esa baraja de agriculturas alternativas, que se arraigaron y desarrollaron en un momento histórico

en contextos políticos sociales, económicos e ideológicos particulares, que criticaban en conjunto

la agricultura convencional y los perjuicios ambientales y económicos para el pequeño productor

(Rivera & León Sicard, 2013).

3.3.2 La sociedad como participe en el impulso de la agroecología.

Gran parte del fomento desarrollo y crecimiento de las agriculturas ecológicas en Colombia

se debe al apoyo y aporte de familias campesinas, indígenas, afrocolombianas y organizaciones no

gubernamentales (ONG), generalmente de origen urbano, que promovieron o motivaron la

creación de organizaciones campesinas autónomas (Galeano, 2007). Este aporte a las agriculturas

alternativas por parte de dichas organizaciones no ha sido únicamente desde la formalización del

discurso científico, agroecológico, o desde la práctica e implementación de nuevas metodologías

de agricultura, sin tratar de restarle importancia, sino lo que se busca es destacar la promoción,

gestión y adopción de políticas gubernamentales que han permitido el reconocimiento de lo

conseguido en dicho proceso (Galeano 2007).

La Fundación Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción

Agropecuaria (CIPAV), es una de las primeras y más importantes organizaciones no

37

gubernamentales, que se desarrollaron en el país, específicamente en la ciudad de Cali, por los

doctores Eugenio Concha y Raúl Botero, bajo el apoyo y dirección del experto en producción

agropecuaria, Thomas Preston, hombre encargado de promover la crítica y el cambio de

paradigma, en cuanto a la adquisición de tecnologías estadounidenses y europeas, así como la

utilización de tecnologías amigables con el medio ambiente, la investigación y practica

propiamente en el campo (Rivera & León Sicard, 2013).

Desde su fundación hasta el año de 1992 los esfuerzos del CIPAV se centraron en la

capacitación y formación de profesionales con trabajo directamente en campo, rompiendo con el

esquema de aprendizaje exclusivamente en el salón de clases. La mayoría de estos profesionales

trabajaron posteriormente en el CIPAV, o llegarían a ocupar puestos importantes como

funcionarios públicos, académicos y técnicos (Rivera & León Sicard, 2013). A partir de 1992 el

CIPAV logro instaurarse como una fundación independiente, debido a que hasta entonces se

mantenía gracias a convenios locales.

Esta independencia le permitió expandir fronteras más allá del valle del cauca y ofrecer sus

servicios a campesinos e indígenas agricultores, bajo el apoyo y financiación de diferentes

instituciones como el Sistema de Desarrollo Rural Integrado, el Instituto Mayor Campesino de

Buga (IMCA), y la Corporación para Estudios Interdisciplinarios y Asesoría Técnica (CETEC) en

el norte del cauca, con el fin de generar e implementar proyectos agropecuarios sustentables

acordes a los contextos de esas regiones. Además, con el apoyo del Instituto Mayor Campesino

(IMCA) y la Universidad Javeriana de Bogotá, se crea la primera escuela de formación, con el

programa de maestría conocida como desarrollo sustentable y sistemas agrarios (Rivera & León

Sicard, 2013).

38

Esta maestría es una de los constitutivos bases, que permitieron el desarrollo de la

agroecología en el país, no solo por la formación de profesionales especializados, sino por la

vocación real de cada uno de ellos, ya que gran parte del programa se cursaba propiamente en las

veredas, en contacto directo con el campesino, con proyectos de desarrollo y gestión dirigidos a

las necesidades propias de cada contexto y encaminados a retomar y reforzar los saberes de estas

comunidades, algo muy innovador en su momento. La maestría se mantuvo activa durante 10 años

con más de 50 egresados, encargados de promover desde sus posiciones los principios

agroecológicos posteriormente.

Además del CIPAV, otro importante promotor de la agroecología en el país tuvo que ver la

conformación de la Red Colombiana de Agricultura Biológica (RECAB) hacia el año de 1992,

encargada de reunir, organizar esa serie comunidades campesinas e indígenas, comerciantes,

instituciones, fundaciones y entidades gobierno, que por ese entonces venían realizando

experiencias agroecológicas en contraposición a la agricultura convencional heredada de la

revolución verde (Gallego, 2007 citado en Rivera & León Sicard, 2013). La importancia en la

conformación de esta organización, radica en cuanto que lograron crear una unidad nacional con

respecto a esa serie de grupos y movimientos que se hallaban dispersos en el país y así trabajar

conjuntamente para alcanzar objetivos en común tanto prácticos, científicos y sobre todo políticos

(Rivera & León Sicard, 2013).

Dentro las muchas organizaciones que lograron ser incluidas en la RECAB, cabe destacar

instituciones del gobierno como el Ministerio de Agricultura, el Ministerio del Medio Ambiente,

el Ministerio de Salud Pública e instituciones educativas como el Servicio Nacional de Aprendizaje

SENA y la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (CORPOICA). Gracias a la

inserción de entidades del gobierno, se logró más interés por parte de este. Así los beneficios

39

obtenidos de dicha alianza, se vieron reflejados en la consecución de eventos académicos sobre

temas ambientales y de agricultura sostenible, además se logró la visita de organizaciones

internacionales, como por ejemplo la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura

Orgánica (IFOAM), se fundó el concejo nacional de biodiversidad y también se consiguió asistir

a importantes reuniones internacionales en países con un amplio desarrollo en este campo, como

lo es Brasil por mencionar un ejemplo (Rivera & León Sicard, 2013).

Fue gracias a estas experiencias que se establecieron puntos verdes en el país, que no eran

más que regiones con voceros principales encargados de implementar proyectos, capacitar y

asesorar a los agricultores en la adopción y apropiación de sistemas agropecuarios socialmente

justos, amigables con el medio ambiente, que restablecieran la armonía entre el hombre y la

naturaleza, en busca de promover cambios políticos, científicos y económicos (Rivera & León

Sicard, 2013).

Actualmente de la RECAB aún se encuentra activa la regional de Antioquia, donde trabajan

para capacitar, asesorar técnicos y campesinos en la implementación de agriculturas sostenibles,

así como formular y gestionar proyectos, seminarios y talleres. Esta organización se encargó de

crear hacia el año de 1999 el directorio regional de agricultura ecológica, como una forma de

integrar experiencias agroecológicas y permitir el intercambio de saberes entre ellas (Rivera &

León Sicard, 2013).

Otro bastión importante en el desarrollo y adopción de la agroecología en el país se debe a

ECOFONDO, una organización fundada en la asamblea realizada durante en el año de 1993, en la

que participaron 119 organizaciones ambientales. Su importancia reside en la gran influencia sobre

las políticas ambientales del país, como también su capacidad de congregación y apoyo a

organizaciones, comunidades, universidades, instituciones de investigación etc. con tendencia

40

agroecológica. Actualmente ECOFONDO es la más grande e importante de las organizaciones

ambientales en el continente americano, encargada de gestionar y apoyar financieramente

proyectos ambientales, actividades, seminarios en pro de la conservación y el cuidado de la

naturaleza. Durante el 2007 ECOFONDO con la ayuda de otras organizaciones han financiado 420

proyectos de los cuales 323 están relacionados con proyectos agroecológicos y de conservación

(Galeano, 2007).

Paralelamente durante los noventa, se desarrollaba en el ICA (Instituto Colombiano

Agropecuario) el proyecto PRONATTA (Programa Nacional de Transferencia Tecnológica

Agropecuaria), que posteriormente se convertiría en un programa especial del Ministerio de

Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), destinado a financiar propuestas de desarrollo rurales

que implicaran equidad, sostenibilidad y conservación (Galeano, 2007). Además de ello, otro

objetivo de PRONATTA consistía en la transferencia de conocimientos y tecnologías

agroambientales a pequeños productores rurales en busca de la igualdad y competitividad en este

sector (Cano, 2003 citado en Rivera & León Sicard, 2013).

PRONATTA contribuyo a su vez en la conformación de la Red Nacional de Agricultura

Ecológica (REDAE) en el esfuerzo que ya venían realizando otras instituciones de sistematizar,

congregar y formar un frente de trabajo común, con aquellos actores que trabajaban por separado,

en un tema en común, la agroecología (Espinosa, 2001 citado en Rivera & León Sicard, 2013).

La REDAE tuvo gran actividad hasta el año 2003 en su labor de asesorar, capacitar, informar,

diseñar e implementar proyectos dirigidos a la reconversión de la agricultura convencional por

sistemas agroecológicos, así como la promoción de los productos obtenidos.

El debilitamiento y desaparición de dicha red se debe a factores tales como la desaparición de

PRONATTA, la falta de inversión y políticas claras en el tema de agriculturas ecológicas, la

41

dificulta en los procesos de certificación y acceso de los productos en el mercado nacional

(Palacios, 2001 citado en Rivera & León Sicard, 2013).

3.3.3 Iniciativas desde el gobierno.

En el ámbito político, en cuanto a leyes propiciadas desde el gobierno, que han permitido

impulsar la agricultura ecológica en Colombia, se destaca la resolución 544, expedida por el

Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, en el año de 1995 y reemplazada en el 2002 por la

resolución 0074, en la cual se establecen y reglamentan las condiciones de producción (libres de

productos de síntesis química), los proceso elaboración, empaquetamiento, importación y

comercialización de los productos agrícolas, para de esta forma clasificarlos y certificarlos como

productos ecológicos (León Sicard, 2007). Finalmente, la resolución 0187 del 2006 define el

modelo de producción ecológica, donde se incluyen todos los sistemas que promueven la

producción de alimentos agropecuarios de manera sana y justa tanto ambiental como social y

económicamente (León Sicard, 2007).

En cuanto a la formulación de iniciativas para el desarrollo en el sector agrario por parte del

ministerio de agricultura y desarrollo Rural, se establecieron proyectos como el de Sostenibilidad

Agropecuaria y Gestión Ambiental en el 95, con la intención de coordinar y ejecutar políticas

dirigidas a sistemas de producción agraria sostenibles, también se crearon proyectos conocidos

como Apoyo a Alianzas Productivas y Apoyo al Desarrollo de la Microempresa Rural, dirigidos a

estimular el progreso rural mediante la financiación a pequeños a microempresarios rurales, y la

conversión de los sistemas agropecuarios convencionales (León Sicard, 2007). Conjuntamente

desde el ministerio del Medio Ambiente se impulsan los mercados verdes y se consolidan

convenios con universidades para el estudio e investigación de sistemas agrícolas sostenibles en

42

los que se ofrece apoyo y acompañamiento en los procesos de certificación de los productos

ecológicos, requeridos por el Ministerio de agricultura.

3.3.4 La participación de las entidades nacionales en el proceso agroecológico.

Desde el marco institucional de las entidades de investigación del país, se destaca el Instituto

de Investigaciones para la Biodiversidad Alexander Von Humboldt, y sus iniciativas de

Biocomercio a partir de planes de negocio, en busca de aprovechar la biodiversidad del país, así

como su trabajo en la implementación de prácticas responsables en los procesos de producción

agropecuaria, o el desarrollo de los procesos investigativos y tecnológicos en sector agrario en la

línea de agricultura agroecológica por aparte de CORPOICA y el Instituto Nacional Francisco José

de Caldas para la investigación Científica y Tecnológica (León Sicard, 2007).

De igual modo se subraya la introducción de programas técnicos de formación en el área

agroecológica, impartidos desde el año 2004 a cargo del servicio Nacional de Aprendizaje (SENA)

y se conforman programas educativos de agricultura ecológica, a nivel de diplomados, maestrías

y recientemente (2010) doctorados gestionados por el Instituto de Estudios Ambientales (IDEA)

de la Universidad Nacional de Colombia, apoyados por la Sociedad Científica Latinoamericana

de Agroecología (SOCLA) Y LA Universidad De California. A su vez se recalcan de los

encuentros sobre agricultura ecológica realizados en cabeza del Instituto Interamericano de

Cooperación para la Agricultura (IICA) (Rivera & León Sicard, 2013).

Adicionalmente los esfuerzos realizados, de reglamentar técnicamente el uso de fertilizantes

sintéticos y agro tóxicos por el ICA, así como difundir e impulsar la exportación de los productos

agroecológicos en el mercado internacional por parte de PROEXPORT y el Ministerio de

43

Comercio Exterior, se constituyen participes de la promoción de la agroecología en Colombia

(Rivera & León Sicard, 2013).

Esta síntesis de hechos desde hace más de 30 años, se convierte entonces en estandartes del

surgimiento y desarrollo de la agroecología en Colombia, aún desconocida no solo en sus

beneficios ambientales, si no también sociales y económicos. Quizás se deba como lo sostienen

algunos autores a que muchas de las políticas del gobierno del país en los últimos años están

dirigidas a suplir y mantener los márgenes de calidad del mercado internacional, olvidando el

mercado interno, sumado a ello, la falta de políticas claras, que propicien la capacitación, la

transferencia de conocimientos, la investigación, diseño e implementación a grandes escalas de

proyectos agroecológicos, en contraposición de los actuales sistemas agrícolas, detienen el avance

del mismo.

44

CONCLUSIONES

El desarrollo de la ciencia y la tecnología, durante los últimos tres siglos, así como las políticas

y la hegemonía de modelos económicos, como el capitalismo, promovidos e implementados en

cabeza de Estados Unidos y los países industrializados, a través de programas y organizaciones a

la mayoría de países del mundo, han establecido las bases de las sociedades actuales,

principalmente de las de ALC, y a su vez han expuesto una seria de problemas a nivel ambiental,

político, económico, social y cultural, producto del abuso y desconsideración por los recursos

naturales, así como las profundas desigualdades sociales, generadas por las prácticas de dichas

actividades, que se reflejan claramente en los contextos de la actualidad en la región.

La ciencia y el desarrollo de tecnologías al servicio de los grandes poderes económicos, han

desarrollado sistemas reduccionistas, enfocados a la producción intensificada, como lo ha sido en

la agricultura. Es así que, gracias a los avances científicos en áreas como la genética, la

biotecnología, la ingeniería y la informática, han permitido la introducción de nuevas prácticas

agrícolas, fundamentadas en el uso de agro tóxicos, plantas modificadas genéticamente,

monocultivos y maquinaria pesada. Sin embargo, dichos avances, han traído consigo una serie de

efectos secundarios, tanto positivos como negativos, en los diferentes ámbitos sociales,

ambientales y culturales de ALC; positivos, en cuanto dichos sistemas de producción agrícola

intensificada, permitieron el aumento en la obtención, disposición de alimentos, y el crecimiento

económico de un sector de la sociedad, pero negativos como consecuencia de los efectos

devastadores a nivel ambiental, a causa del uso de combustibles fósiles, necesarios para las

maquinarias, agro tóxicos que contaminan el suelo, el agua y monocultivos que aceleran la erosión,

la resistencia y aparición de nuevas plagas. Socialmente afecto a los campesinos dueños de

pequeñas extensiones de tierra, que no podían acceder a los créditos y tecnologías y que por ende

45

no eran competencia para los grandes productores, aumentando la pobreza rural y el

desplazamiento del campesino a la ciudad, en busca de mejores condiciones de vida, incitando

paralelamente una crisis cultural, en cuanto al olvido de saberes ancestrales, que se propiciaban en

el campo y el reemplazo de la agricultura tradicional, respetuosa del medio ambiente, por la

agricultura convencional heredada de la revolución verde. En este contexto, es que hacia los setenta

en ALC y alrededor del mundo se erigen movimientos ambientales y sociales que se preocupan

por dichas problemáticas, influyendo fuertemente en el desarrollo de nuevos modelos y formas de

hacer ciencia, que contemplan una visión holística de lo científico, lo social, lo cultural y

ambiental. Es así que surge y se desarrollan nuevas disciplinas y ciencias, entre ellas la

agroecología, una práctica no solamente científica, si no a su vez social y cultural, que retoma,

apoya y respalda el conocimiento ancestral, dándole validez y seriedad, al lograr integrarlo con el

conocimiento ecológico, además de concebir al campesino como parte vital e indispensable en la

cadena de producción.

El cambio climático, la crisis energética y la seguridad alimentaria, temas de preocupación

del siglo XX, han permitido que la agroecología allá tenido bastante acogida en los gobiernos de

regiones como la andina, Centroamérica, el caribe, y países con una amplia tradición y arraigo de

la agroecología como Brasil, Cuba y México, que han logrado la consecución de logros

importantes a nivel político, entre las que se destacan reformas agrarias, leyes, programas sociales

de créditos, acompañamiento y capacitación al campesino, conformación de movimientos sociales,

nacional e internacionalmente reconocidos, así como la introducción de programas académicos en

las universidades, la conformación de institutos de investigación, y la proliferación de congresos

y seminarios en el área de agroecología, que se especifican en el presente trabajo, resaltando el

desarrollo de esta área en América latina y el caribe.

46

En cuanto a Colombia, a pesar de que no es uno de los países más destacados, si se compara

por ejemplo con Brasil, la agroecología también ha tenido un progreso importante desde mediados

de los setenta y ochenta. La agroecología en Colombia al igual que en toda Latinoamérica, surge

motivada por los movimientos ambientales de los años setentas y la conciencia ambiental, en

respuesta a la preocupación por el deterioro de los recursos naturales, el cambio climático y a su

los problemas sociales, pero conjuntamente a la promesa de un mercado de productos orgánicos

con mayores precios de venta, respaldados por leyes promovidas desde el gobierno como la ley

544 de 1995 del ministerio de agricultura, que legitimo las agriculturas alternativas, y la resolución

0187 del 2006, que ratifica el termino de ecológico y describe los lineamentos y estándares de los

productos orgánicos.

Sin embargo, el desarrollo agroecológico en Colombia se le atribuye realmente a la

conformación de movimientos campesinos, indígenas, afrocolombianos y ONG’s, que no solo

formalizaron científicamente el discurso agroecológico, si no que ayudaron a suscitar desde el

gobierno, iniciativas que promovieron el desarrollo de la misma en el país. El CIPAV es una de

las más importantes organizaciones no gubernamentales, que se constituyeron en los ochenta y

que se concentraron en sus inicios en la capacitación y formación de profesionales, que

posteriormente llegarían a ocupar cargos importantes dentro del gobierno y desde allí ayudarían a

promover políticas en pro de la agroecología. Además, cabe destacar los programas de

investigación dirigidos a la implementación de tecnologías y prácticas de producción

agropecuarias responsables con el medio ambiente, llevados a cabo por entidades nacionales como

CORPOICA, el Instituto de Investigaciones para la Biodiversidad Alexander Von Humboldt, y la

promoción en la exportación de mercados verdes, dan cuenta de que la agroecología ha estado

presente en la historia de la agricultura en Colombia.

47

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50

ANEXO

Tabla 1 Áreas agroecológicas / tipos de producción en América Latina y el Caribe. Fuente: Dixon

et al., 2001

Zonas

Agroecológicas

/ Tipos de

Producción

Países o

regiones

con estos tipos

de producción o

ecosistemas

Superficie

total

(m ha)

%

Área

cultivada

Población

(millón)

Porcentaje

regional

Formas de

subsistencia

Índice de

pobreza

1. Irrigado

Norte de México,

costa y

Valle int. de Perú

y Chile,

Argentina

200 3,7 11

9 Horticultura,

fruticultura,

ganadería

Bajo-moderada

2. Selváticos

Cuenca del

Amazonas

(Brasil, Bolivia,

Perú,

Ecuador,

Colombia,

Venezuela,

Surinam

y Guyana) y

zonas

selváticas de

México y

Centro América

600 1 11 9 Agricultura

de subsistencia

(migratoria),

ganadería

bobina

Bajo-moderada

3. Planos costeros/

plantaciones

Centro América,

México,

El Caribe, y costa

noreste

y noroccidente

de Sur

186 10,7 20 17 Plantaciones

de cultivos de

exportación,

pesca,

tubérculos,

turismo

Variable

51

América

4. Intensivo mixto

Centro de Brasil 81 16 10 8

Café,

horticultura,

fruticultura,

empleo

extra-predial

Baja (excepto

entre

jornaleros)

5. Mixto

Cereales-ganadería

Sur de Brasil,

norte de

Uruguay

100 18 7 6 Arroz y

ganadería

Bajo-moderada

6. Templado

húmedo

Mixto con bosque

Zona costera del

centro

de Chile

13 12,3 <1 1 Lechería,

ganadería,

cereales,

silvicultura

y turismo

Baja

7. Maíz-fríjol

México y Centro

América

65 9,2 <11

10 Maíz, fríjol,

café,

horticultura y

empleo

extrapredial

Generalizada y

extrema

8. Mixto de

montaña

(Andes N.)

Zona andina de

Colombia,

Ecuador y

Venezuela

43 10,2 4 3 Horticultura,

maíz,

café, ganadería

bovina y

porcina,

cereales,

papas,

empleo extra

predial

Baja-

Generalizada

(especialmente

a mayor altitud)

52

9. Mixto extensivo

(cerrados, llanos)

Sureste de

Amazonia en

Brasil y Bolivia,

norte de

Amazonia en

Venezuela y

Guyana

230 13,5

10 9 Ganadería,

semillas

de oleaginosas,

granos, algo de

café

Bajo-Moderada

(pequeños

productores y

sin tierra)

10.Templado mixto

(Pampas norte)

Zona central

oriental

de Argentina y

parte de

Uruguay

100

20 7 6 Ganadería,

trigo,

soja

Baja

11. Seco mixto

Costa nororiental

de Brasil

y la Península de

Yucatán

en México

130 13,8 10 9 Ganadería,

maíz,

yuca, trabajo

asalariado,

migración

estacional

Generalizada

(sequías)

12. Seco mixto

extensivo (Gran

Chaco)

Centro de

Argentina, norte

de Paraguay

70 11 <2 <2 Ganadería,

algodón,

cultivos de

subsistencia

Moderada

13. Mixto de tierras

altas (Andes C.)

Este de Bolivia 120 1,1 >7 >7 Tubérculos,

ganadería

ovina,

granos, llamas,

horticultura,

empleo

Generalizada y

Extrema

53

extra-predial

14. Pastoreo

(pampas sur)

Zona andina de

Perú y

Bolivia

67

<1 <1 Ganado bovino

y

ovino

Bajo-moderada

15. Bosque

templado

Chile y Argentina 60 <0,5 <4 3 Ganadería

ovina,

bovina,

silvicultura y

turismo

Baja