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    El point: la Real Academia Espaola no lo define porque no

    lo tiene. El Conurbano Sur s: son esos multiespacios donde

    conviven msicos, actores, poetas, artistas plsticos y todo aquello

    que el under supo concebir. En la semiclandestinidad, jvenes

    y no tan jvenes estn cambiando el paradigma cultural:

    del consumo a la autogestin.

    Por Juan Relmucao

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    cmo estuvo. A tu izquierda: vino de bo-tas de caa alta a un recital. Atrs: all por2008 su nico vnculo con la msica erareproducir temas salteados desde el Ares.Ms ac: se enter del recital por La Viola

    Este: Galeno. Aquel en la punta del andn:novena cuota del Plan valo. Esta: buscadepartamento con balcn a la estacinde Adrogu. Esos: salida de parejas. Ah:va a decir divino cuando le pregunten

    y despus mir el programa con registroreflexivo de Mario Markic sobre turismopara padres.As como en 1944 el cielo de la costanorte de Francia llovi de soldados que

    saltaron enfierrados hacia Normanda, elprimer viernes de agosto de este ao laestacin de Temperley tambin fue tes-tigo de otra epopeya del paracaidismo,quizs menos trascendente que el asal-to aliado: esa noche toc Babasnicosen Auditorio Sur y a la salida del show,si tirabas un Trance Zomba a las vascuntos se tiraban a salvarlo?Por eso cancin llvame lejos/ donde nadiecobre service charge; El Cruce sigu las vasdel Roca y fue a buscar un lugar donde lasbandas no deban hipotecar su desarrollo

    para pagarse el escenario; un lugar sin re-lacionistas pblicos, gestores, tarjeteros nisectores VIP platinum supergoldni cervezaa 70 pesos; un lugar sin patovicas que tefichen las zapatillas, un lugar donde si al-guna noche no tens para la entrada, esttodo bien; un lugar en el que el arte no seaun engranaje ms de la maquinaria eco-nmica, sino el principio y el fin de todoel movimiento. Un lugar como muchos delos que en los ltimos aos poblaron en elSur y le insuflaron vida a ese Golem mile-

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    nario, construido por todos y dominado pornadie: el Under.

    Un lugar como, por ejemplo, Espacio As-terisco. Emplazado en una esquina cual-

    quiera de Banfield Este, lejos del aque-larre bolichero en el que adolescentesrien para ver por primera vez el blanco yafeitado rostro de Dios, y apartado de loscafs donde sus padres luchan por evitar

    al blanco y convexo rostro del Alplax, elAsterisco se adivina por un haz rojo quese escapa de una puerta celeste. Unoempuja, pasa y ah est Sonia, la chica (lacantante, poeta y actriz) que en 2012 sejug por abrir un lugar que tenga todolo que me gustaba de los lugares. Paraeso acondicion su casa y empez a abrirtalleres de mltiples disciplinas de da ya organizar fechas los fines de semana.Siempre haba estado relacionada al arte

    cuenta detrs de la barra donde se ofre-cen bebidas y comidas a precios amigos,

    ya sea estudiando o dando clases o talle-res. Y cuando se me dio la oportunidad de

    tener esta casa no lo dud: poda tener unlugar con todo lo que quera de los luga-res. Este es un espacio donde la gente seencuentra. Ac los fines de semana pode-mos tener espectculos de artes escni-

    cas, recitales en vivo, poesa. Durante lasemana organizamos talleres. Antes tra-bajaba en una librera, pero decid haceralgo ms productivo. Esta noche la ofertaes un nmero de comedia que se interca-la con tres bandas y, como muchos otrossbados, una gorra pasar recolectar laevasin fiscal de los presentes. Asteriscono es ms que una casa tuneada para elflash: algo de pintura por ah, unos sillo-nes dispuestos para la comodidad, de-

    coracin ad hoc y el resto lo ponen lospresentes. Se trata de una movida que se

    completa con el pblico y que se adapta aese pblico y no al revs. No es la gentela que debe cumplir determinadas apti-tudes (monetarias, estticas, sociales, etc.);el espacio recibe propuestas que muchasveces emergen de ese mismo pblico,una retroalimentacin constante que secristaliza en el escenario, pero tambin sepercibe en el ambiente: no hay secuenciasextraas u oscuras ni ms peligro que uninspector municipal. El viejo concepto delantro rockero se diluye para una genera-cin que separa la experiencia artstica de

    la autodestructiva, una relacin que lleval arte en general y al rock en particular auna espiral descendente que termin enel 30 de diciembre de 2004: la noche delincendio de Repblica Croman.

    Esto es otra cosa

    A unas estaciones de distancia de Aste-risco, nada escondido detrs de un rock-mural que invita por lo menos a pre-guntarse qu onda ah adentro?, estEstudio Quinto. Ubicado al principio de laavenida Espora (y de Adrogu), para en-trar hay que abrir la puerta-reja roja sinmiedo, tocar timbre, tocar timbre de nue-vo porque no te escuchan por la msicay esperar. La puerta se abre, la luz tomaese color boreal que en cualquier lugardel mundo salvo en un quirfano indicaque s, que este es el pointy que tras larecepcin de Damin y ese pasillo cortoest el estudio donde graban las mejoresbandas que jams oste.El lunes que El Cruce cae por el Quinto

    las fechas son los lunes porque no im-porta que laburemos el martes: venir aescuchar a una banda como Los Careters oAoutl tira mucho ms que quedarse dor-mido en el ltimo bloque de Intratablesel plan es Pampa Trash + Mambo Gratis.Entrada: diez pesos. Diez pesos: cuatroalfajores Turimar en el tren, dos pilas depsima calidad y alto potencial explosivo,dos pas para guitarra, el cachet que TimeFor Fun va a pagarle a las bandas sopor-tes de Foo Fighters. Los mecenas detrs

    Para tocar tens que ir a lugares con unaestructura y te cobran. Ac luchamos en contrade todo esoSergio Quinto - Estudio Quinto

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    de la centena de personas que hoy bailaapretada en la sala: Ignus Zavalla y Sergio

    Quinto (msicos de El Hagabal, producto-res) y Ray Fajardo (baterista de Jaura).Al principio tenamos el miedo de quecayera cualquiera a descontrolar empiezaSergio, pero despus perdimos ese te-mor y hoy se abren las puertas y hay vecesque caen doscientas personas. Al mismotiempo, al ser un lugar tan ntimo, podshacer una escenografa, pods aclimatartodo segn cmo venga la fecha. Se vendealgo para comer, algo para tomar, se pue-de hacer una feria. Esto es emergente; algototalmente nuevo que surge porque haba

    una necesidad. Necesidad de espacios deexpresin, de espacios de encuentro. Paratocar tens que ir a lugares con una estruc-tura y te cobran. Ac luchamos en contrade todo eso. Entonces nos chupan todos unhuevo, abrimos el lugar, a las bandas no lescobramos, les dejamos los equipos y tra-tamos de darle todo lo que necesiten. Eso

    cuesta porque de esa guita sacamos parapagar el alquiler pero entendemos que estaes la nuestra. Tratamos de que el que venga

    la flashee y est cmodo. Y eso se contagiaporque ves que la gente est como en sucasa, les cuesta irse porque estn cmodos.

    El negociofunciona detal manera?Bueno, esto

    es otra cosa.Para LalaC i a n f a gn a ,

    una de las voces de El Extra y Los Imposi-bles, y espectadora en la noche del Quinto,esa otra cosa tiene mucho que ver con la

    cuestin de la identidad, como cuando tusabuelos te contaban que iban a las milon-gas y hablaban sobre cmo eran esos lu-gares. Yo lo siento as. Siento que estoy enun lugar que tiene esa mezcla de historiay ensueo, como si fuera un club dondete encontrs con mucha gente que busca

    compartir lo mismo y tienen motivacionessimilares. A fuerza de un country lumino-so y psicodelia lrica, El Extra lleva cuatroaos de trabajo en los que edit un discoque le vali el reconocimiento del No yTlam. La apuesta por un gnero no muydifundido en el pas hubiera sido difcil deplasmar sin los centros culturales alterna-tivos que hoy encuentran al grupo en lapresentacin del simple-adelanto de susegundo disco.Tampoco hubiera sido lo mismo paraPampa Trash, la banda de Burzaco que

    en agosto se present en el XVI Festivaly Mundial de Tango, organizado por elGobierno de la Ciudad de Buenos Aires.La riqueza esttica de Pampa, que partede la impronta tanguera del bandonende Nicols Tognola y se funde con atre-vimiento y virtuosismo en cualquier g-nero latinoamericano, no iba a encontrarexpresin en los boliches o escenariostradicionales, que operan en beneficiode la venta de tickets y en detrimento deldesarrollo artstico de una generacin. En

    Los que tenemos un espacio amamos loque estamos haciendo y adems somosartistas. Elegimos esto como eleccin de

    vidaFederico Pompozzi - El Refugio.

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    palabras del Colo Tognola: Loslugares son fundamentales; si

    no existieran, no habra movida alguna.Ac se da una libertad que permite quese genere la experiencia, que los artistaspuedan hacer lo que sienten. Sin estos es-pacios no s qu estaramos haciendo to-dos los que estamos en esta bsqueda. Enlugares como el Quinto, el acercamientoes ms artstico, el under fluye. Son comoclubs que se generan sin querer, refugiosde resistencia al aparato meditico y a loslugares elitistas que si no tras tanta gen-te ni vends tantas entradas ni pons tan-to no exists. Me parece que esta es una

    poca gloriosa, en la que desaparecen los

    prejuicios de estilo y la gente se acerca aescuchar con una predisposicin buensi-

    ma. Porque no es slo una banda, ac cir-culan los que exponen, los que escriben,los que actan. Tambin es una muestrade que hay mucha ms vida ms all dela gran media, de los escenarios mains-tream, una prueba de que en la indepen-dencia tambin pods desarrollarte. Y en-cima, con ms libertad.

    Espacio en blanco

    Existe un circuito, una oferta de artistas yuna respuesta del pblico. Tambin hay

    una conciencia sobre las responsabilidadesy un com-promiso queviene de loartstico msque de loeconmico.E n t o n c e s ,

    qu les falta a los centros culturales alter-nativos? Bsicamente, legalidad, una ca-

    rencia que se repite tambin del otro ladodel Riachuelo (ver recuadro) y que hace queestos espacios existan en un margen quepuede ser peligroso para la escena y se tra-duce en una nica y letal palabra: clausura.A diferencia de lo que sucede en la CapitalFederal, los espacios del Gran Buenos Ai-res estn sometidos al marco legal que rigeen cada municipio. Lo que significa que nose podra salvar la brecha legal en una solainstancia como en el caso la Legislaturaportea, sino que cada Concejo Deliberan-te de los partidos del Sur debera tratar el

    tema por separado.Esta complejidad hace difcil el trabajo enconjunto de los centros culturales, que sibien ensayaron un agrupamiento cuandoalgunos lugares de Almirante Brown reci-bieron la amable visita de los inspectoresde ese partido, la iniciativa no termin deafianzarse. Puede sonar complicado, perolo que reclaman estos espacios no es msque una legislacin que responda a una

    Estos lugares son una prueba de que en la indepedencia tambin pods desarrollarte. Y encima co

    ms libertadNicols Tognola - Pampa Tra

    La cultura no es un negocio. Hay quetener cuidado y saber distinguir entrecultura y mercado culturalFederico

    Pompozzi - El Refugio

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    All tambin

    Hay quienes dicen que la bestia de mltiples cabezas e incontables ojos que des -criben ciertos captulos atmicos de las escrituras sagradas es slo una alegora deStarbucks, el bola socialmente responsable que en los ltimos tiempos se espar-ci por la ciudad de Buenos Aires: entrs, te dan un caf en un vaso plstico contu nombre, le sacs una foto, la subs a Instagram con un ltro analgico y unauniversidad pblica argentina pierde una vacante por un azar misterioso como elsentido de las rayas en los tigres o la carrera deMaravilla Martnez.Al margen de esa generacin de identidad cultural que podra denirse como va-

    cua, inverosmil, balad, ftil, pero mejor como re mocha, en la Capital Federaltambin se fueron abriendo espacios desde y para la cultura popular. Tantos, quecon el tiempo se conform un movimiento que lucha por un marco legal en el queestos centros culturales no tradicionales puedan existir sin preocuparse por losinspectores, la Metropolitana o las 14 millones de cmaras con las que la Reinadel Plata pone boca de pato y se saca una enorme y marketinera selfe. Se trata delMovimiento de Espacios Culturales Autogestivos (MECA), que, a travs del aval de40 mil rmas y el apoyo de bloques polticos de diversos signos que comprometie -ron su voto, present en la Legislatura portea un proyecto de ley para reconocery fomentar los lugares donde nace el under.Uno de sus voceros, Claudio Goreman, le explic a El Cruce que la multiplicacinde este tipo depointsresponde, por un lado, a una necesidad social: a travs de lasherramientas de la tecnologa en materia de difusin cultural, las personas cam-biaron y, con ellas, su hbitos. Antes haba que ir a comprar a una disquera o a una

    cadena. Hoy, los artistas se promocionan a travs de las redes y eso da una anidadmayor y una conexin ms directa. Se genera, entonces, necesidad de compartir,de tener espacios; comienza una demanda de artistas que salen a buscar nuevoslugares. Por otro lado, hay una facilidad para montar un espacio cultural que antesno exista. Para ponerte un lugar antes tenas que buscar una zona comercial pordonde pasara la gente, gastar mucho en equipamiento, tcnicos, prensa, progra-madores. Hoy no los necesits. Con las redes sociales y algo de equipamiento yconocimiento, la cosa marcha. De repente tu lugar se llena de amigos y de amigosde amigos y viene ms artistas y de a poco la cosa crece.Esta realidad portea no puede explicarse sin tener en cuenta el incendio (la irres-ponsabilidad, la desidia) que en diciembre de 2004 se cobr 194 vidas en Repbli-ca Croman, el local regenteado por un histrico del under metropolitano: OmarChabn. Despus del trgico recital de Callejeros, el discurrir nocturno de BuenosAires no fue el mismo. Muchos locales fueron clausurados, las medidas de seguri-

    dad, extremadas, y ante la escasez de escenarios el under respondi, luego de unamadurez trabajada a travs de los aos, con espacios autogestionados, innovacin yconciencia. La desgracia de Croman nos toc muy de cerca a todos y se traducehoy en que el tpico antro de antes ahora es algo prohibido explica Goreman.Todos sabemos que esa rebelda de hago lo que quiero no la pods bancar de la ges-tin cultural. Entendemos que poner un espacio de cultura, adems de un placer, esuna responsabilidad. Hay que cuidar a las personas y a los artistas que concurren.Ese cambio de paradigma porteo pudo vivirse la ltima semana de septiembre;el MECA llev adelante el Festival de Cultura Autogestionada (FeCa), una jorna-da organizada simultneamente en 50 centros culturales alternativos de la ciu-dad y que cerr con un recital al aire libre en Parque Avellaneda. El FeCa mezclmsica, artes escnicas, artes visuales, literatura, seminarios sobre la gestin deespacios culturales y present casi 200 artistas. El objetivo, segn Goreman, esganar la tan mentada batalla cultural: Esperemos que el festival se instale y dure

    muchos aos ms. Queremos que sea la verdadera demostracin de lo que es elcircuito independiente porteo.

    demanda que los mismos ciudadanos estnresolviendo. O en la voz de Federico Pom-

    pozzi, uno de los impulsores de El Refugiode Burzaco, una ley que contemple unanueva figura en la que se incluyan a es-tos espacios. Porque ninguno de nosotrospuede tributar como si furamos un boli-che, porque el objetivo que perseguimoses completamente diferente: uno no abreun espacio de cultura para que deje tantaguita mensual. Obviamente, el lugar tieneque dejar un ingreso porque es lo que lomantiene vivo, pero la diferencia ms claraes que en estos espacios buscamos generarotro tipo de vnculos y rescatar otro tipo de

    valores. La cultura no es un negocio. Hayque tener cuidado y saber distinguir entrecultura y mercado cultural. Todos los quetenemos un espacio lo hacemos con muchoafecto, porque amamos lo que estamos ha-ciendo y adems somos artistas. Elegimosesto como eleccin de vida.El Refugio, una casa de dos plantas en lasque funcionan talleres de msica, danzay donde tambin se organizan fechas yjornadas artsticas, lleva 17 aos abiertoen la misma esquina de Burzaco y con

    el tiempo se acondicion y gan metroscuadrados. Fue uno de los primeros es-cenarios de la Orquesta Tpica AgustnGuerrero, que cuenta con prestigio inter-nacional y cuyos integrantes, en prome-dio, no superan los 30 aos.Hay que hacer el esfuerzo de vernos sinesos espacios sugiere Federico. El im-pacto social de estos lugares es algo queno se puede calcular. Desde la generacinde artistas internacionales hasta la inci-dencia en la microeconoma de un barrio.Hay que estar un poquito despiertos, eso

    nos va a dar la conciencia de cuidar. Che,cerraron el Estudio Quinto. Ah bueno.Eso no puede ser. No! Cmo lo cerraron?Qu pasa?! Esa tiene que ser la actitud.Para eso son necesarios otros espacios: losmedios de comunicacin. Para lograr queel Estado reconozca estos lugares y los ha-bilite cooperando con las refacciones queson demasiado costosas tiene que haberuna articulacin entre los escenarios, losmedios y los ciudadanos, porque el vecinono puede desconocer lo que est pasando

    a dos cuadras de su casa.Por eso esta nota no puede dejar de men-cionar a travs de un trabajo de campoque intent ser lo ms exhaustivo posible,pero que no pudo abarcar la feliz explo-sin de pointsdel Conurbano a lugarescomo rbol Cado (Adrogu) y Pity Expe-rience (Temperley), salas de ensayo pio-neras en la organizacin de fechas abier-

    tas; la Escuela de Msica Luis Alberto, elDomo, La Casita y Klimat (Temperley);Espacio Disparate (Lans); Brote Casa deArtistas y Puerto Cultura (Longchamps);Metamorfosis (Monte Grande). Adems,centros culturales como Cultura del Sur,Galpn Diablomundo (Temperley) y Mo-nociclo (Banfield). Bsquenlos / los en-contrarn / en el pas / de la red social.