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de la Revista del Colegio de Veterinarios de la provincia de Buenos Aires Suplemento Ténico Veterinario 56. EVALUACIÓN DE DOS ESTRATEGIAS ANTIPARASITARIAS EN RECRÍA DE TERNERAS PARA ENTORE DE 15 MESES Dr. Juan Gabriel Marín M.P 5734 | Asesor Privado 61. ECOGRAFÍA OCULAR EN PERROS Y GATOS Ivanic Juan*, Molina Estela**, Gomez Nélida* *Servicio de Oftalmología, **Servicio de Ecografía Hospital Escuela, Facultad de Ciencias Veterinarias, UBA. 64. CONSIDERACIONES SOBRE LA INESTABILIDAD DEL HOMBRO EN LOS CANINOS M.V. Mario César Brusa Prof. Cátedra de Patología Quirúrgica y Podología Fac. Cs. Vet. U.N.L.P. 71. TUMORES MAMARIOS CANINOS: UN ENFOQUE HORMONAL - Revisión bibliográfica Guillermo Hermo; Cristina Gobello Laboratorio de Fisiología Reproductiva, Cátedra de Fisiología, Facultad de Ciencias Veterinarias. 78. UN CASO IMPORTADO DE LEISHMANIASIS EN CANINO Cicarelli. M1, Ferrari, S1, Cantore.C2 y Fernández. F.2 (1) Hospital Veterinario San José del Oeste, Morón. (2) Departamento Control de Zoonosis, Municipio de Morón. Año 13 | Revista 43 | Agosto 2009 56 61 64 78 | 55

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de la Revista del Colegio de Veterinarios de la provincia de Buenos Aires

Suplemento Ténico Veterinario

56. EVALUACIÓN DE DOS ESTRATEGIAS ANTIPARASITARIAS EN RECRÍA DE TERNERAS PARA ENTORE DE 15 MESES Dr. Juan Gabriel Marín M.P 5734 | Asesor Privado

61. ECOGRAFÍA OCULAR EN PERROS Y GATOS Ivanic Juan*, Molina Estela**, Gomez Nélida* *Servicio de Oftalmología, **Servicio de Ecografía Hospital Escuela, Facultad de Ciencias Veterinarias, UBA.

64. CONSIDERACIONES SOBRE LA INESTABILIDAD DEL HOMBRO EN LOS CANINOS M.V. Mario César Brusa Prof. Cátedra de Patología Quirúrgica y Podología Fac. Cs. Vet. U.N.L.P.

71. TUMORES MAMARIOS CANINOS: UN ENFOQUE HORMONAL - Revisión bibliográfica Guillermo Hermo; Cristina Gobello Laboratorio de Fisiología Reproductiva, Cátedra de Fisiología, Facultad de Ciencias Veterinarias.

78. UN CASO IMPORTADO DE LEISHMANIASIS EN CANINO Cicarelli. M1, Ferrari, S1, Cantore.C2 y Fernández. F.2 (1) Hospital Veterinario San José del Oeste, Morón. (2) Departamento Control de Zoonosis, Municipio de Morón.

Año 13 | Revista 43 | Agosto 2009

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Dr. Juan Gabriel Marín M.P 5734Asesor Privado

Evaluación de dos estrategias antiparasitarias en recría de terneras para entore de 15 meses

RESUMEN

El objetivo del presente trabajo fue anali-zar el comportamiento de terneras que se-rán recriadas para ser entoradas a los 15 meses de edad frente a dos tratamientos antiparasitarios diferentes, realizándose la recría en base pastoril con suplementa-ción invernal. Se efectuó un control de pe-saje mensual en base a animales testigos y se comparó el desarrollo parasitario en función de h.p.g también mensualmente.

INTRODUCCIÓN

El uso de antiparasitarios y su relación con la ganan-cia de peso en los bovinos es un tema ya muy estu-diado, con este trabajo se trató de comprobar dicha relación y evaluar el desplazamiento de la curva de hipobiosis parasitaria, descripta generalmente en época invernal, hacia la primavera en la zona donde se realizó el ensayo.El trabajo se realizó en la zona de Sierra de la Ventana distante a cien kilómetros al norte de Bahía Blanca y a cien kilómetros al sur de Coronel Suárez, en el es-tablecimiento “El Chogui” propiedad del Sr. Francisco Marín.

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MATERIALES Y MÉTODOS

Se utilizaron veinte terneras al azar sobre un total de 224, que se dividieron en dos grupos de diez anima-les. A uno de los lotes se lo trató mensualmente con antiparasitarios a base de benzimidazoles, mientras que al otro se lo hizo en forma estratégica durante dos veces durante toda la recría.

Sanidad

Mancha-gangrena-enterotoxemia: se realizaron cuatro tratamientos, dos al pie de la madre en noviembre y diciembre, y dos durante la recría en abril (destete)y en octubre.Queratoconjuntivitis: dos tratamientos en febre-ro y marzo con vacuna oleosa. Brucelosis: febrero.Antiabortivas: octubre.Antiparasitarios: benzimidazoles un lote men-sual y otro estratégico en abril y julio.

Análisis de muestras: el conteo de h.p.g se realizó por el método de Mc Master modificado:

1. Se toman 5 gr. de materia fecal.2. Se colocan en un mortero y se disuelve en sol sobresaturada de ClNa hasta completar 100cc.3. La cámara posee 4 compartimientos de 0.5 cm cúbicos c/u.4. Se filtra y agita.5. Con un gotero se cargan c/u de las celdas.6. La cámara debe humedecerse para que no queden burbujas.7. El contenido de huevos de los 2 cc de la cá-mara representan 0.1 gr. de materia fecal el cual es llevado a h.p.g multiplicándolo por 10.

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Alimentación: Las vaquillonas pastorearon durante 6 meses (desde abril a septiem-bre), en verdeos de avena y dos meses sobre pasturas coasociadas. La suplementación se realizó con encierres nocturnos sobre la base de 3 kg. de maíz y 3 de fibra en forma de rollos.

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RESULTADOS

Los resultados para la ganancia de peso resultaron significativos (fig.2), viéndose una diferencia de 17 kg. previo al servicio y llegándose en ambos trata-mientos a un peso óptimo para un servicio de 15 me-ses (360kg contra 343kg).El comportamiento parasitario para ambos trata-mientos fue similar, independientemente de los pi-cos en ambos procedimientos, observándose sí una marcada diferencia a favor del tratamiento mensual cuando se produce el repunte parasitario en la épo-ca primavero-estival una vez terminada la hipobiosis (fig.1).En ningún momento durante los 8 meses que llevó el trabajo se vieron síntomas clínicos de parasitosis gastrointestinales, lo cual se debería a que la carga parasitaria inicial no era suficiente para que dichos síntomas se manifiesten.

CONCLUSIONES

La recría de vaquillonas para un entore precoz de 15 meses sobre verdeos (los cuales generalmente arrancan con una baja carga parasitaria cuando se realizan bajo laboreos convencionales) puede rea-lizarse con un tratamiento antiparasitario estratégico y una suplementación energé-tica básica nocturna.

Bosch-Supperer (1982) Parasitologia en medicina veteri-naria.

Soulsby E.J.L (1987) Parasitologia y enfermedades para-sitarias en animales domésticos.

BIBLIOGRAFÍA

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Ivanic Juan*, Molina Estela**, Gomez Nélida**Servicio de Oftalmología, **Servicio de EcografíaHospital Escuela, Facultad de Ciencias Veterinarias, UBA.

INTRODUCCIÓN

Un examen ocular completo implica explorar los anexos oculares, (párpados superiores e inferiores y tercer párpado), como así también el ojo propiamen-te dicho desde la superficie hasta la profundidad. En ciertas ocasiones, esto no es posible mediante la ex-ploración clínica debido, por ejemplo, a opacidades corneales severas o cataratas.Es en estos casos principalmente, donde la ecogra-fía ocular se convierte en una herramienta de valor diagnóstico. La ecografía ocular es un método indoloro, no invasi-vo, sin contraindicaciones y que puede realizarse en un paciente todas las veces que sea necesario.

GENERALIDADES SOBRE LA TÉCNICA

La mayoría de las veces una ecografía ocular puede realizarse con el animal despierto, siendo en general necesario contar con un ambiente preferentemente oscuro.Todo estudio debe ejecutarse de una manera metó-dica y sin saltear ningún paso en la exploración. Al mismo tiempo es importante recordar la posibilidad de comparar el ojo enfermo con el ojo sano contra-lateral.

Existen dos modos de realizar una ecografía ocular:

Modo A: (amplitud) con este modo se logra una imagen en una dimensión. Aquí, los ecos son repre-sentados como picos verticales que surgen a partir de una línea de base. Con este método es posible me-dir la distancia entre los ecos a partir del transduc-tor, como así también su amplitud. En una imagen

normal aparecen representados cuatro picos que se corresponden con córnea, cápsula anterior del crista-lino, cápsula posterior del cristalino y complejo retina – coroides – esclera1, 7.Los parámetros que se estudian en una ecografía modo A son: amplitud o altura de los picos, regulari-dad de los mismos y distancia entre ellos, etc.

Modo B: (brillo) en este caso se logra una imagen bidimensional de los tejidos.Cuando se realiza una ecografía ocular en modo B, los tejidos se visualizan como puntos de diferente brillo o ecogenicidad según su consistencia física.Este modo es el más usado en oftalmología veteri-naria1.Un examen en modo B permite localizar una lesión (una neoplasia intraocular por ejemplo), determinar su borde, forma, homogeneidad, tamaño, etc.1.

Existen cuatro “formas” de efectuar una ecografía en modo B1:

Con el transductor apoyado directamente sobre la córnea lo que permite visualizar mejor las estructuras desde el humor vítreo y retina hasta el espacio retrobulbar.Corte axial vertical. En este caso el transductor se coloca en “hora 12”.Corte axial horizontal. Aquí el transductor se co-loca en “hora 3” para el ojo derecho y en “hora 9” para el ojo izquierdo.Ambos cortes axiales son de utilidad para eva-luar el polo posterior del globo ocular como así también la cabeza del nervio óptico.Corte transescleral. Al colocar el transductor sobre la esclera, (a la altura del limbo escle-rocorneal), se evita la imagen generada por el cristalino. Esta opción es útil para buscar alte-raciones que se localicen en la porción posterior del globo ocular y en la órbita.

Ecografía ocular en perros y gatos

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¿Qué elementos son necesarios para realizar una ecografía ocular?

Anestesia tópica (proparacaína 0.5 %).Gel de ecografía.Ecógrafo con transductor de 7.5 o 10 MHz.

¿Cómo se elige el transductor a utilizar?En una ecografía ocular, el ultrasonido debe penetrar pocos centímetros pero al mismo tiempo, la imagen debe contar con suficientes detalles como para poder ser interpretada (1). Elegir uno u otro transductor dependerá de la estruc-tura que se quiera evaluar. Esto se explica a partir de que un transductor de 10 MHz. ofrece una mayor resolución de la imagen pero con menor penetración en la profundidad, mientras que con un transductor de 7.5 MHz. se logra mayor penetración.

INDICACIONES MÁS IMPORTANTES

Cataratas: cuando el cristalino se vuelve opaco, se hace imposible evaluar clínicamente las estructuras profundas del globo ocular6. En esta situación, la ecografía ocular se convierte en un método útil para explorar el cuerpo vítreo y la retina. La importancia de la ecografía ocular en este caso se basa en la aso-ciación existente entre una catarata madura y un des-prendimiento de retina. La presencia de este podría desestimar la cirugía.Un cristalino que sufre de cataratas puede aumentar de tamaño (catarata intumescente) o bien reducirse (catarata reabsortiva). Estos cambios pueden eviden-ciarse mediante la ecografía ocular. Al mismo tiempo, también permite diagnosticar cambios en la posición del cristalino (luxación posterior).tiempo, también permite diagnosticar cambios en la posición del cristalino (luxación posterior).

Patologías del cuerpo vítreo: en condiciones norma-les esta porción del globo ocular es completamente anecoica (color negro). La presencia de ecos en su in-terior pueden indicar: hemorragia, hialosis asteroide, degeneración vítrea, etc. Por otro lado la ecografía ocular permite investigar patologías congénitas del cuerpo vítreo como Vítreo Primario Hiperplásico Persistente6.

Desprendimiento de retina: la mayoría de las veces, ésta alteración se manifiesta ecograficamente como una línea ecogénica dentro del cuerpo vítreo, pudién-dose extender desde el nervio óptico hasta la ora se-rrata. La imagen típica recuerda a una “gaviota”.

Enfermedad retrobulbar: la presencia de exoftalmos con o sin desviación del globo ocular, obliga realizar una ecografía5. En este caso, las alteraciones que podrán encontrarse son masas retrobulbares, gene-ralmente circunscriptas, con paredes más o menos definidas (abscesos o neoplasias) o bien procesos in-

flamatorios (generalmente difusos) que consisten en celulitis retrobulbares4.Ante la sospecha de neoplasia retrobulbar, la ecogra-fía puede servir de “guía” para acceder al menciona-do espacio y mediante una punción aspiración tomar una muestra para citología.La ecografía ocular suele mostrar limitaciones para evaluar los músculos extraoculares, siendo necesario recurrir a técnicas más sofisticadas como la Tomogra-fía Computada o la Resonancia Magnética Nuclear1.

Cuerpos extraños: en general la ecografía es de uti-lidad para diagnosticar cuerpos extraños retrobul-bares, o intraoculares y, al mismo tiempo, evaluar la gravedad y/o extensión del daño.

Masas intraoculares: las masas que se originan en el interior del globo ocular (generalmente cuerpo ciliar e iris), pueden ser diagnosticadas y medidas con la ecografía ocular, lo que permitirá conocer su verdade-ra extensión. Asimismo, este método permite evaluar alteraciones asociadas a la masa intraocular como hemorragia vítrea, desprendimientos de retina, etc.

Glaucoma: en estadíos crónicos de esta enfermedad, el globo ocular puede aumentar de tamaño (buftal-mía). La importancia de la ecografía ocular reside en que por medio de ella se puede determinar el tamaño del ojo y al mismo tiempo compararlo con el contrala-teral. Por otro lado, la ecografía permite diagnosticar algunas causas del mismo (neoplasias intraoculares responsables de glaucoma secundario).Aunque aún no está disponible en nuestro medio, existe la ecografía biomicroscópica. Este método, al utilizar un transductor de alta resolución (40 – 100 MHz.), permite evaluar el ángulo de drenaje en casos de glaucoma3.

Pérdida de transparencia de la cámara anterior: la presencia de exudados en ella (hipopión, hipema, etc) impide investigar las estructuras profundas del globo ocular. En estos casos, la ecografía se convierte en un método para poder evaluarlas y además evaluar la extensión real de una uveítis.

Falta de transparencia de las estructuras superfi-ciales: la presencia de una córnea cubierta de pig-mento, o bien un edema corneal severo, entre otros, no permitirán evaluar clínicamente el resto del globo ocular2. La ecografía se convierte en un método de elección para poder hacerlo.

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1. González E.M., VMD,PhD, Rodríguez, A., VMD, PhD, García I., VMD, PhD. Review of ocular ultrasonography. Veterinary Radiology and Ultrasound, Vol. 42, N° 6, 2001, pag. 485-495.

2. Williams J, MS, DVM, Wilkie David A, DVM, MS. Ultra-sonography of the Eye. The Compendium, Vol. 18, N° 6, 1996.

3. James L, et. Al. Relationship of the degree of goniod-ysgenesis and other ocular measurements to glaucoma in Great Danes. AJVR, Vol. 62, N° 9, 2001.

4. Douglas Slatter. Fundamentos de Oftalmología Veteri-naria. Ed. Intermédica, 2004.

5. Frances C. Stades, Michael H. Boevé, Willy Neumann, Milton Wyman. Oftalmología para el veterinario práctico. Ed. Intermédica, 1999.

6. Kirk N. Gelatt. Veterinary Ophthalmology, fourth edi-tion. Blackwell Publishing, 2007.

7. Alejandro J.S. Watson. Universidad Católica de Salta, Curso de Post Grado de oftalmología “Dr. Lemuel Nazar”, submódulo N° 2. Evaluación ecográfica del globo ocular y anexos.

BIBIOGRAFIACONCLUSIONES

La imposibilidad de realizar un examen of-talmológico en su totalidad, obliga a usar un método complementario como la eco-grafía ocular que permita evaluar aquellas estructuras inaccesibles a la exploración clínica.Si bien existen dos modos de realizar una ecografía ocular, el modo B es el más utili-zado en oftalmología veterinaria.La indicaciones más frecuentes de este método son desprendimientos de retina, prequirúrgico de una cirugía de cataratas, evaluación del espacio retrobulbar y sos-pecha de masas intraoculares.En general es importante remarcar que la correcta interpretación de una ecografía ocular depende no sólo de esta, sino tam-bién de una adecuada correlación entre la historia clínica y principalmente del exa-men oftalmológico.Finalmente, la ecografía es un método complementario que en ningún caso debe reemplazar un examen ocular completo.

Foto 1El cristalino desplazado en la cámara vítrea (luxación de cristalino secundaria a uveítis).

Foto 2Un desprendimiento de retina como imagen lineal anclada en papila con aspecto de “ala de gaviota”.

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M.V. Mario César BrusaProf. Cátedra de Patología Quirúrgica y PodologíaFac. Cs. Vet. U.N.L.P.

INTRODUCCIÓN

La claudicación constituye un motivo muchas veces evidente y frecuente de consulta. Sin embargo, no siempre resulta sencillo identificar su localización u origen y menos aún alcanzar un diagnóstico etiológi-co o determinar la causa que la provoca. La tan difun-dida expresión de “renguera de perro” no es más que un ejemplo de estos casos de oscuro diagnóstico que se presentan a menudo a la consulta, y como tal nos exige extremar esfuerzos para dilucidarlo y, de esa manera, llegar a un diagnóstico y eventualmente a un tratamiento, dando respuesta a un propietario siem-pre preocupado por la afección de su mascota.

El hombro es una articulación donde asientan nume-rosas enfermedades, entre las que se encuentran al-gunas de difícil comprobación mediante los estudios de diagnóstico clínico habituales. Las causas que dan origen a este signo pueden hallarse en alguno de los componentes intra o peri articulares y es a partir de una rigurosa revisación clínica general, seguido de un examen ortopédico del miembro que se podrá determinar, al menos, la localización (región) donde asienta el problema. Durante la revisación se tienen en cuenta una amplia lista de afecciones y diagnósti-

cos diferenciales, algunas propias del miembro torá-cico y otras posibles enfermedades sistémicas o de orden neurológico.

Clásicamente las enfermedades que asientan en los miembros se agrupan, a los efectos de orientarnos en el diagnóstico de un paciente, en aquellas afecciones específicas o que son de aparición más frecuente en animales esqueléticamente inmaduros tanto de razas toy, de grandes o gigantes y otro grupo similar de presentación para aquellos animales adultos.

Refiriéndonos particularmente al hombro, los datos de la reseña y anamnesis pueden ayudarnos a priori-zar por algunas de las afecciones listadas. Entre ellas destacamos por su frecuencia de aparición y diagnós-tico a las fracturas, luxaciones traumáticas o congéni-tas, osteocondrosis (OCD), enfermedad articular de-generativa (EDA), contractura del m. infra espinoso, calcificación del m. supra espinoso, tendinitis o teno-sinovitis del m. bíceps, inestabilidad articular, etc.

Los resultados de un estudio realizado por Bardet y col. sobre 422 claudicaciones originadas en el hom-bro de 385 caninos y 4 felinos permitieron alcanzar los siguientes diagnósticos: 48% de los casos fueron por inestabilidad articular, 25,4% por osteocondritis disecante, 9,2% por lesión del tendón del m. bíceps, y no unión del centro de osificación caudal de la cavi-dad glenoidea, fracturas del glenoide y cartílago hiali-no de la cabeza humeral, tenosinovitis y contracturas musculares con porcentajes muy inferiores comple-tan el resto de los animales de la muestra.

El hombro es una articulación de tipo enartroidal o sea con una esfera (cabeza de húmero) y una cavidad (glenoidea de la escápula), lo que permite toda clase de movimiento, sin embargo los músculos de la es-pal-da y hombro los restringe a una acción de bisagra (en sentido de flexión y extensión), siendo los demás

Consideraciones sobre la inestabilidad del hombro en los caninos

Resolución de un caso con una técnica de “encogimiento capsu-lar térmico” por vía artroscópica.

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Foto 1

movimientos limitados (foto1). Por lo tanto, esta ar-ticulación se mantiene estable y congruente durante los movimientos debido a la presencia de músculos que participan en forma activa y ligamentos como un ligamento capsular y dos ligamentos gleno humera-les mediales y laterales que trabajan en forma pasiva. Además existe otro mecanismo pasivo de adhesión / cohesión que actúa oponiendo una gran resistencia a la tracción o separación de las superficies articulares y, a la vez, una mínima resistencia a los movimientos de deslizamiento.

La inestabilidad y laxitud de la articulación del hom-bro en los caninos tiene diferentes presentaciones clíni-cas. Es así que dependiendo de la estructura donde asiente la lesión que dé origen a este signo podemos reconocer formas de inestabilidad lateral, medial y multidireccional. Según informes recientes la inestabilidad medial es de todas ellas la forma de presentación más frecuente.

La causa predominante de esta lesión en los caninos adultos son los traumas agudos (esfuerzos articula-res, resbalones) como así también la aplicación repe-tida de cargas sobre la articulación (saltos, caídas) que conducen a una ruptura parcial o total por fatiga de las estructuras de sostén de la misma. Si bien es-

tas formas adquiridas son la presentación clínica más frecuente de la afección, también se conoce una inestabilidad medial congénita, la cual ha sido aso-ciada a laxitud e insuficiencia de la cavidad glenoidea (Slatter).

Los movimientos pasivos constituyen los métodos de examinación indicados para determinar la estabilidad o laxitud del hombro, destacándose especialmente dos técnicas específicas que permiten poner en evi-dencia el “signo del cajón” (translación cráneo caudal de la cabeza del húmero) y el signo del “bostezo ar-ticular” (sub luxación o abducción del húmero). Para una correcta ejecución de estas pruebas semiológi-cas se aconseja que el paciente esté bajo sedación o anestesia, siendo esta condición imprescindible en aquellos casos donde exista dolor intenso, ya que en esta circunstancia y debido a la resistencia que opone el pa-ciente a la maniobra, el resultado podría inter-pretarse falsamente como negativo.

Un signo de “cajón positivo” indica laxitud articular aunque el mismo no está asociado con lesiones espe-cíficas (tal como ocurre en la rodilla con la ruptura del LCCr), pero el signo del “bostezo” medial con abduc-ción del húmero sí está relacionado con el desgarro o ruptura de alguna estructura de la parte medial de la articulación, particularmente del ligamento gleno humeral medial, tendón del músculo sub escapular y cápsula.

Los animales adultos, de razas grandes, con sobrepe-so e hiperactivos son los más propensos a sufrir este tipo de lesión.

Los propietarios de estos pacientes rara vez recono-cen por qué o de qué modo comenzó la claudicación, desconociendo la existencia de algún trauma en re-lación con su inicio. Debido a la naturaleza insidiosa de la afección, estos pacientes llegan a nuestra con-sulta después de haber transcurrido desde el inicio de la misma un lapso de tiempo, a veces de varias semanas y durante el cual desarrollan la ya existente y agregan nueva signología. Entre ellas se destacan

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la rotación externa de la mano y la mioatrofia, que afecta particularmente a los músculos de la región de la espalda.

DESCRIPCIÓN DEL CASO Se presenta un canino de raza Labrador, de 5 años de edad, hembra castrada de 34 kg., el cual muestra una claudicación intermitente y progresivamente en aumento de uno de sus miembros torácicos (foto N° 2). Según el relato de su propietario, esta claudica-ción habría comenzado aproximadamente 2 meses atrás y sin una causa traumática que ellos pudieran identificar. Asimismo manifiestan que en dos opor-tunidades le administraron, por indicación médica, diferentes drogas antiinflamatorias pero sin que ob-servaran como resultado de la misma ningún efecto aliviador o mejoría de la claudicación. Por el contra-rio, todas las manifestaciones clínicas continuaron intensificándose. A la inspección, durante la observación de la marcha del paciente, fue evidente la claudicación del miem-

bro afectado, reconocida esta por el acortamiento de su fase de apoyo. También fue visible la adducción del codo y la rotación externa de la mano.

A la palpación de la extremidad se pudo detectar una severa atrofia de los músculos de la espalda, particu-larmente notorio en los músculos supra e infra espi-noso, hecho este que hacía remarcar a la espina esca-pular sobre el perfil de la espalda. No se percibieron efusión articular ni tumefacción de la zona.

Durante la examinación de los movimientos pasivos, siendo los principales de la articulación gleno humeral los de flexión, extensión y en menor grado rotación, se detectó dolor en respuesta a su hiperextensión.

Colocado sobre la camilla en decúbito lateral (foto 3) se exploró la articulación en busca del signo de “ca-jón”, el cual resultó positivo, siendo este hecho espe-rable debido al menos a la atrofia muscular presente y expresando el paciente a la maniobra cierto grado de malestar, incomodidad y dolor. A continuación se realizó la prueba del “bostezo”, comprobándose aquí un grado anormalmente exage-rado de abducción (foto 4). Igualmente, y tal como lo

Foto 2 Foto 3

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indica el procedimiento, se efectuó el estudio compa-rativo con el miembro opuesto, quedando en eviden-cia la diferencia entre el ángulo de abducción máximo de ambas articulaciones. Los estudios radiográficos descartaron la existencia de lesiones óseas, tales como fracturas y tampoco mostraron imágenes compatibles con el desarrollo de enfermedad articular degenerativa.

El DIAGNÓSTICO

De la información obtenida en la anamnesis, los resultados de la examinación clínica general y del miembro torácico en particular y de los estudios ra-diográficos complementarios, se pudo establecer un diagnóstico de inestabilidad de la articulación del hombro. La misma puede ser originada, como se ha mencionado, a consecuencia del desgarro o laxitud de los ligamentos gleno humerales mediales, tendón del músculo sub escapular y cápsula articular, pero es necesario otro tipo de estudios para su determina-ción precisa.

Se decidió entonces realizar una exploración artros-cópica del hombro con la doble finalidad de confirmar el diagnóstico e identificar, por observación indirec-ta la lesión causante de la inestabilidad y al mismo tiempo efectuar su resolución terapéutica con ayuda de un artroscopio.

Para efectuar el procedimiento se utilizó un artroscopio rígido de 2,7mm y lente con ángulo de 30° (foto 5).

Con el resultado de los estudios de evaluación de riesgo quirúrgicos rutinarios, se administró la medi-cación pre anestésica (atropina-acepromacina) y se preparó el miembro afectado de igual modo que para una cirugía convencional. La tricotomía y lavado del campo quirúrgico se extendió desde el codo hasta la espalda. Luego se sometió al paciente a una aneste-sia general de tipo inhalatoria (isofluorano) y se lo posicionó en la camilla de cirugía en decúbito lateral, con el miembro a intervenir hacia arriba.

Se decidió realizar la intervención a través de tres portales, uno lateral para la introducción del artros-copio, otro cráneo lateral para el egreso de fluidos y el tercero caudal como puerto para el instrumental.Colocados los paños de campo, el primer paso con-

Foto 4 Foto 5

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sistió en localizar los sitios o portales de ingreso y egreso de la articulación para la aplicación de los fluidos y la introducción del artroscopio e instrumen-tal. Se determinó primero el punto para el ingreso del artroscopio por medio de una artrocentesis con jeringa (10cc) y aguja (40-12) con la aspiró líquido sinovial (confirmando así la localización correcta de la aguja) para luego inyectar 10 a 12 cc. de solución de Ringer. Esto último tiene por finalidad distender la cápsula articular y facilitar la colocación del artros-copio (foto 6).

Una vez posicionado en el espacio articular se pudie-ron reconocer las estructuras internas, destacándose inmediatamente el desgarro de los ligamentos gleno humerales mediales. Se observaron numerosas fibras rotas moviéndose de modo ondulante a consecuencia de la corriente de circulación del líquido en el espa-cio intra articular. Otros hallazgos relevantes fueron la presencia de restos de tejidos desprendidos y una particularmente notoria inflamación de la membrana sinovial (sinovitis traumática) (foto 7).

El TRATAMIENTO

Se procedió entonces a realizar el tratamiento de la lesión por medio de la técnica modificada de enco-gi-miento capsular térmico. Se abrió entonces otro portal para la introducción de una punta del electro bisturí. Apoyándola sobre los tejidos dañados, se rea-liza un “rayado” longitudinal de la cápsula articular medial por medio de la aplicación alternada de cor-te y coagulación (foto 8). Por acción del calor y las rasgaduras superficiales de la cápsula se producirá posteriormente un encogimiento o retracción de los tejidos en cuestión, resultando en un mejoramiento de la estabilización capsular.

Se retira el artroscopio y las sondas de egreso de flui-do. Las inciso-punciones de la piel se afrontaron con un punto simple de sutura.

Pos operatorio: se inyectó intrarticularmente una so-lución de Hialuronato de sodio (10 mg.). El miembro fue inmovilizado con un vendaje de Velpeau durante 6 semanas. Este tiempo es el recomendado (entre 6 y 8 semanas) para que se forme el tejido de reparación en la cápsula articular. Se administró cefalexina 15 mg/kg c 12hs por cinco días y tramadol 2 mg/kg c 8hs por 48 hs.

Foto 6 Foto 7

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Después de retirado el vendaje se recomendó man-tener restringida la actividad física durante otras dos semanas. El examen físico y ortopédico realizado con posterioridad a este tiempo no permitió detectar sig-nos de inestabilidad ni dolor, siendo los mismos con-sistentes con la desaparición de la claudicación.

DISCUSIÓN La inestabilidad del hombro en los caninos es una lesión que hasta la aparición y utilización más fre-cuente de la artroscopía en los años 90’ fue sub o erróneamente diagnosticada (Toml).

A partir de allí, se publicaron numerosos trabajos re-feridos a las enfermedades articulares del hombro, sien-do la inestabilidad la causa más común de clau-dicación del miembro torácico en caninos adultos de razas medianas y grandes. La claudicación debido a inestabilidad de la articulación escápulo humeral debe ser diferenciada de aquellas originadas en teno-sinovitis bicipital, mineralización del músculo supra espinoso, calcificación y ruptura del tendón del bí-ceps entre otras afecciones.

Las opciones terapéuticas clásicas para estos pacien-tes son:

Manejo conservador con reposo.Manejo conservador con inmovilización con ven-daje.Inyección intra articular de corticoides.Encogimiento capsular termal.Cirugía abierta.

El resultado de la aplicación de los tratamientos con-servadores estará en relación a la magnitud de las lesiones. Así también en el caso de lesiones capsu-lares y ligamentosas extensas, el procedimiento de encogimiento capsular puede ser insuficiente para recuperar la estabilidad articular con remisión total de la claudicación.

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CONCLUSIONES

La exploración física de la articulación bajo sedación profunda o anestesia del paciente constituye el método de elección para diagnosticar la inestabilidad de la ar-ticulación del hombro.A través de un artroscopio se puede rea-lizar el diagnóstico etiológico al observar la lesión que motiva la inestabilidad arti-cular.Establecida la causa de esta enfermedad traumática, se procederá con el tratamien-to adecuado para cada caso: conservador con inmovilización para los más leves o quirúrgicos (mínimo invasivo o abierto) para aquellas lesiones más graves. En el caso particular presentado en este artícu-lo se procedió a la utilización exitosa de la técnica modificada de encogimiento cap-sular termal. El cuidado pos operatorio que adquiere mayor relevancia para la técnica descripta es la inmovilización de la articulación. La misma se logra por medio de un vendaje en cabestrillo de Velpeau durante seis se-manas.Luego de retirado el vendaje es necesario limitar la actividad física por otras dos se-manas.

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Guillermo Hermo (*); Cristina Gobello

Laboratorio de Fisiología Reproductiva, Cátedra de Fisiolo-gía, Facultad de Ciencias Veterinarias.

Los tumores de glándula mamaria son la neoplasia de más frecuente presentación en perras, represen-tando el 42 % de todos los tumores y el 82 % de los provenientes del aparato reproductivo femenino (Brodey y col., 1983; Moulton, 1990). Existe escasa información con respecto a la prevalencia de las neo-plasias de glándula mamaria en caninos. Estudios co-múnmente citados reportan una prevalencia de 145 a 205 cada 100.000 animales/año (Dobson y col., 2002; Scheneider, 1970). Más recientemente se ha publicado una prevalencia mucho más alta, de 111 cada 10.000 animales/año (Egenvall y col., 2005).

Son varios los genes y proteínas codificadas por és-tos, involucrados en el desarrollo y progresión de las neoplasias mamarias en esta especie. Algunos/as de los más importantes en los cuales su desregulación influye en esta enfermedad, son: hormona del cre-cimiento (Lantinga-van Leeuwen y col., 2000; Mol y col., 1995 a; 1995 b; 1997; 1999; van Garderen y col., 1997; 1999; 2001, 2002); factor tipo insulínico I y la proteína relacionada a la hormona paratiroidea (Gilbertson y col., 1983; Okada y col.,1997; Weir y col., 1998): factores de crecimiento transformante (Blood y Zetter, 1990; Donnay, y col.,1994; Ettinger y Feldman, 1997); alteración de genes que regulan los mecanismos de detoxificación celular como BRCA 1 (Nieto y col., 2003; Tsuchida y col., 2001); oncoge-nes tales como c-erb (Ahern y col., 1996; Martin de las Mulas y col., 2003; Matsuyama y col., 2001); c-kit (Kubo y col., 1998) y c-myc (Engström y col., 1987; Inoue y Shiramizu 1999); genes supresores de tumor como p53 (Chu y col., 1998; Haga y col., 2001; Inoue y Shiramizu 1999; Kumaraguruparan y col., 2006; Lee y Kweon, 1992; Veldhoen, y col., 1999; Wakui y col., 2001) y PTEN (Kanae y col., 2006; Lee y col., 1999).

A pesar de la etiología multifactorial, las hormonas por intermedio de sus receptores hormonales (RH), principalmente el receptor de estrógeno (RE) y el receptor de progesterona (RP) juegan un rol funda-mental en esta frecuente enfermedad que afecta a los caninos. Algunas de las evidencias más fuertes que postulan su acción son las siguientes:

La ovariectomía temprana es preventiva, y la presen-cia de receptores para hormonas esteroideas en los tejidos tumorales indicarían que el factor hormonal podría estar involucrado en el desarrollo de tumores mamarios (Battistacci, 1974; Hellmén, 1993). La ovarioectomía temprana es una firme protección con-tra el desarrollo de tumores mamarios, el riesgo de desarrollar un tumor mamario a lo largo de toda la vida de una perra es de 0,5 % para las perras esteri-lizadas antes del primer estro, 8 % para las esterili-zadas después del primer ciclo y 26 % para aquellas esterilizadas después de 2 o más ciclos (Schneider y col., 1969).

La influencia de la ovariectomía en la evolución de los tumores mamarios existentes es punto de controver-sia. Así, en uno de los trabajos iniciales, se demues-tra que el riesgo de tumores benignos se reduce con ovariectomía aún en edades avanzadas (Misdortp, 1991).

En un estudio retrospectivo en 145 animales con car-cinomas mamarios malignos se observó que las pe-rras castradas dentro de los 2 años de desarrollado el tumor mostraban una mayor sobrevida con respecto a las no castradas o a las castradas luego de los 2 años del diagnóstico del tumor (Soremno y col., 2000). En cambio, otros trabajos no han evidenciado beneficio

Tumores mamarios caninos: Un enfoque Hormonal - Revisión bibliográfica

(*) Autor corresponsal: Med. Vet. Guillermo A. Hermo Email: Laboratorio de Fisiología Reproductiva, Cátedra de Fisiología, Facultad de Ciencias Veterinarias. Universidad Nacional de La Plata. [email protected]

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alguno por efecto de la castración (Schneider y col., 1969; Yamagami y col., 1996).

En la última década, utilizando métodos bioquímicos, varios estudios han revelado la presencia de RE y RP en tumores mamarios. Estos resultados indican un rol importante de las hormonas sexuales en el desarrollo de estos tumores. Los RE y RP están expresados en más del 50 % de las neoplasias malignas (Donnay y col., 1996; Martin y col., 1984; Nieto y col., 2000; Parodi y col., 1984; Rutteman y col., 1988; Sartin y col., 1992).

El desarrollo normal de la mama requiere la acción de RE, PR y factores de crecimiento. La vía estrogé-nica estimula la elongación ductal mientras que la vía mediada por progestágenos induce el desarrollo de las bifurcaciones ductales y alveogénesis mamaria (Hovey y col., 2002; Robinson y col., 2000). Así, vías de señalización involucradas en el crecimiento y de-sarrollo normal de la glándula mamaria, podrían ser reactivadas durante la progresión del cáncer mama-rio (Lange, 2007).

La prolongada administración de estrógenos no ha mostrado un incremento de la incidencia de tumores mamarios en caninos. En cambio, la administración de progestágenos se asocia con incremento en la aparición de tumores mamarios benignos en la perra (Briggs, 1980; Donnay y col.,1994; El Etreby y col., 1979; El Etreby y Gräf 1979; Gräf y El Etreby 1979; Misdorp, 1988; Neumann y col, 1979; Rutteman, 1990; Selman, 1994; Stovring y col., 1997; Weikel y Nelson 1977).

Son varias las vías de señalización celular involucra-das en el desarrollo y progresión tumoral, mediadas por progestinas y el RP (Ballare y col., 2003; Gillett y col., 1994; Kaltz-Wittmer y col., 2000; Migliaccio y col., 1998).

La progesterona, por intermedio de sus receptores, tiene efectos proliferativos y carcinogénicos sobre la mama (Frank y col., 1979).

La progesterona a través de la vía de la isoforma A de RP (RP-A), tienen una acción claramente inhibitoria sobre el crecimiento celular en el útero; pero juega un rol proliferativo a través de la vía de la isoforma B de RP (RP-B) en el desarrollo de la mama (Conneely y col., 2003).

-Recientemente se ha observado, que las progestinas también podrían inducir poblaciones celulares pre-cancerosas o estimular a stem cell durmientes a la reintroducción inapropiada del ciclo de división ce-lular, para dirigirlas hacia una fase proliferativa. Pun-tualmente, se ha visto que una progestina sintética, como lo es el acetato de medroxiprogesterona, inte-ractuaría con receptores androgénicos, y podría alte-rar endocrinológicamente el sistema de transducción

de señales, las cuales desarrollan un efecto protector en la mama normal (Birrel y col., 2007).

El diagnóstico clínico de las neoplasias mamarias se basa en la anamnesis y el examen físico completo. La anamnesis, debe incluir datos sobre raza, edad, castración, administración de hormonas sexuales, fe-cha de aparición del tumor y ritmo de crecimiento. En el examen físico se debe identificar la localización y tamaño de cada tumor, las adherencias a planos profundos y/o piel y el estado de los linfonódulos re-gionales. Los métodos diagnósticos complementarios permi-ten definir el estadio de la neoplasia. La radiología es un método de utilidad en pacientes oncológicos para la detección de metástasis pulmonares las cua-les pueden no dar signología (Mangieri, 1994; Thrall, 2003). En condiciones prácticas la resonancia mag-nética nuclear y la tomografía axial computada o to-mografía por emisión de positrones no son posibles generalmente de ser realizadas.

El examen citológico de muestras obtenidas median-te aspiración por aguja fina del tumor suele rendir resultados ambiguos (Allen y col., 1986; Griffiths, y col., 1984). Por otra parte, la biopsia escisional es el método de elección para confirmar el diagnósti-co. Con la información aportada por los exámenes clínicos y complementarios es posible estatificar a la paciente y así instaurar el tratamiento más apropiado (De Vita y col., 1997; Tabla 1).

Se ha postulado, también, que el cáncer de mama presenta distintos momentos evolutivos (Fiddler, 1978, 1995, Fiddler y col., 1978, 1982, 1985) con un incremento progresivo de la agresividad clínica asociada a diferentes patrones histológicos. Así se describen lesiones preneoplásicas, y lesiones invasi-vas hormono-dependientes y hormono-independien-tes. En la clínica, se predice el grado de dependen-cia hormonal evaluando la presencia de receptores hormonales. Los receptores nucleares participan en diversos procesos biológicos, como diferenciación, crecimiento y homeostasis celular. Cuando se trata de proliferación celular los RE y los RP están direc-tamente involucrados, y la integridad funcional de los mismos es fundamental para la multiplicación, crecimiento y diferenciación normal de las células de los tejidos sensibles a la hormona. La transformación celular y consecuentemente la adquisición del fenoti-po neoplásico (incluyendo inmortalidad, alteraciones nucleares y citoplasmáticas, crecimiento descontro-lado) puede deberse a causas varias, de las cuales muchas son debidas a la desregulación hormonal.Existen ciertos factores para la evaluación del pro-nóstico de la enfermedad neoplásica. Estos permiten predecir la aparición de recidivas y/o metástasis tu-morales y así estimar la sobreviva libre de enferme-dad (SLE) y la sobreviva general (SG). La SLE es el período entre el tratamiento quirúrgico del tumor y la

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aparición de recidivas local, regional y/o metástasis. La SG muestra el tiempo entre la extirpación de la masa tumoral y la muerte del animal por la neoplasia u otras causas.

Las coloraciones especiales, y en particular las técni-cas inmunohistoquímicas, introducen datos auxiliares que complementan y enriquecen las observaciones morfohistológicas. La técnica de inmunohistoquími-ca descripta por Walker y col., (1998) y Mote y col., (2001) es de utilidad para la determinación de recep-tores de estrógenos (RE) y receptores de progesterona (RP) en tumores mamarios de la hembra canina (Ilera y col., 2006; Martin de las Mulas y col., 2002, 2004, 2005; Millanta y col., 2005; Nieto y col., 2000).

Existe bastante controversia con respecto al porcen-taje de RE y RP en tumores malignos caninos debido, muy probablemente, a la falta de uniformidad en cri-terios de inclusión de los casos. Así, para el caso RE-a algunos estudios demuestran que el porcentaje tumo-res que los expresan es alto (Millanta y col., 2005; Nieto y col., 2000; Sobczac-Filipiak y col., 2002); medio (Graham y col., 1999; Martin de las Mulas y col., 2005) o bajo (Geraldes y col., 2000; Ilera y col., 2006). Para los RE-B también se encuentran datos dispares (Martin de las Mulas y col., 2004; Ilera y col.,2006). Particularmente, para los RP algunos au-tores también hallaron una elevada expresión (Thro-

czy y col., 2007), y otros lo contrario (Martin de las Mulas y col., 2005; Millanta y col., 2005).

Existen trabajos sobre la aplicación de técnicas inmu-nohistoquímicas para la identificación de receptores en tumores mamarios caninos malignos y benignos en forma conjunta (Martin de las Mulas y col., 2005; Nieto y col., 2000); malignos y benignos en forma separada (Martin de las Mulas y col., 2004, 2005; Millanta y col., 2005; Nieto y col., 2000; Throczy y col., 2007) y otros que abordan únicamente los ma-lignos (Illera y col., 2006). Un reciente trabajo ha sido publicado respecto a la expresividad de diferentes RH en diferentes estadios clínicos (Hermo y col., 2009). El conocimiento de la expresión de receptores en los distintos estadios clínicos aportará, indudablemente, un verdadero valor pronóstico y terapéutico que se traduciría en una mejoría clínica del animal.

Los factores pronóstico de las neoplasias mamarias pueden ser clínicos y/o histológicos. Los primeros involucran la edad del animal, localización y núme-ro de tumores, estadio clínico, ritmo de crecimiento, presencia de ulceración entre los más importantes (Kurzman y Gilbertson, 1986). Los factores histológi-cos incluyen el tipo (Hellmen, 2005; Misdorp y col., 1990; Yamagami y col., 1996), patrón (Elston y Ellis, 1991; Hellmen y col., 1993) y grado histológico (Els-ton y Ellis, 1991; Karayannopoulou y col., 2005; Kir-

Tabla 1: Sistema de estadios clínicos de neoplasias malignas de glándula mamaria (Rutteman y col., 2001).

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pensteijn y col. 2002; Sloane y col., 1999).

La cirugía es el método de elección y más amplia-mente usado para las neoplasias mamarias caninas, salvo en presencia de enfermedad metastásica, car-cinoma inflamatorio o mal estado general del animal. Las técnicas incluyen nodulectomía, mastectomía, mastectomía en bloque, mastectomía radical uni o bilaterales (Bojrab y col., 1993; Wilkinson, 1971; Withrow, 1975).

Las drogas quimioterápicas pueden ser indicadas para tratar metástasis establecidas, tumores prima-rios infiltrados o como adyuvante o neo-adyuvante a la cirugía. Existen diversos protocolos quimioterápi-cos disponibles a evaluar para cada caso en particular. Las drogas más utilizadas son doxo-rrubicina (Hahn, 2001; Hahn y col, 1992; Simon y col., 2006); ciclofosfamida junto con 5-fluorouracilo (Karayannopoulou y col., 2001) y mitoxantrona (Ogil-vie y col., 1991).

La utilización de antiestrógenos como el tamoxifeno, como adyuvantes está altamente restringida en la es-pecie, debido a sus severos efectos agonistas (Morris y col., 1993; Kitchell, 1995). Los agonistas de GnRH, usados a dosis sostenidas en el tiempo inhiben re-versiblemente el eje gonadal, luego de un período de estimulación inicial (McRae y col., 1985) que a veces puede resultar perjudicial.

La radioterapia también puede emplearse como te-rapia adyuvante posquirúrgica o en el tratamiento de tumores inoperables o en metástasis óseas (Mc Leod y Thrall Da 1999), no obstante no existen mu-chos reportes referidos a su eficacia en el tratamiento de tumores mamarios. La inmunoterapia es de efi-cacia controversial (Mc Ewen y col., 1985; Mc Ewen y Withrow, 1996), aunque se han descriptos algunos resultados alentadores cuando la masa tumoral se re-duce previamente (Harvey y Gilbertson, 1977). Una teoría publicada en 1989 (Shofer y col., 1989) y cita-da en varios textos (Alenza y col., 1998) sugiere que el consumo de una dieta hiperproteica e hipograsa en perras con cáncer mamario puede prolongar su tiempo de sobrevida.

Actualmente las estrategias terapéuticas de las neo-plasias mamarias están orientadas a buscar trata-mientos no tóxicos dirigidos a blancos moleculares específicos que permitan al animal convivir con la enfermedad por un tiempo prolongado. Estas nuevas terapias, en conjunción con los métodos convencio-nales constituyen las prácticas más prometedoras para los próximos años.

AgradecimientosG. Hermo es becario de CONICET, resolución D N° 0027/08.

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Cicarelli. M1, Ferrari, S1, Cantore. C2 y Fernández. F.2 1- Hospital Veterinario San José del Oeste, Morón. 2- Departamento Control de Zoonosis, Municipio de Morón.

Un caso importado de leishmaniasis en canino (Morón 2008)

INTRODUCCIÓN

La leishmaniasis es una enfermedad zoonótica de origen parasitario, instalada con carácter endémico desde México a la Argentina y en numerosos países alrededor del mar mediterráneo (2).La enfermedad en la actualidad ha traspasado las fron-teras con países vecinos, diagnosticándose casos en las Provincias de Salta, Jujuy, Sgo. del Estero y Chaco (5); actualmente se ha instalado en las provincias de Misiones (año 2000), Formosa (año 2004) y Corrientes (3). En éstas, el agente etiológico (Leishmania chaga-si), el perro como principal reservorio y la Lutzomyia longipalpis, su vector, han encontrado las condiciones climáticas y socio culturales para instalarse con fuerte incidencia. Estas condiciones han permitido que la en-fermedad se transforme en una de las zoonosis emer-gentes a nivel urbano y rural más relevantes, existien-do en la actualidad para América una tasa de letalidad entre el 7 y 10%, aumentando enormemente la misma si se carece de tratamiento (1).

Los cambios climáticos a nivel global permiten su-poner que la dispersión del vector se incrementará paulatinamente, si a ello le agregamos el alto tránsito de personas y bienes dentro del país, con países ve-cinos y entre continentes, que favorece el traslado de diversos agentes hacia nuestra región, estamos frente a un nuevo riesgo sanitario con insospechadas conse-cuencias para el futuro.La presente notificación, tiene como objeto alertar por medio de la descripción cronológica de la clínica y la epidemiológica, sobre la posibilidad de diagnosti-car casos de Leishmaniasis en la provincia de Buenos Aires.

DESARROLLO A fines de junio de 2007 el canino, Dogo de Burdeos, hembra, 2,5 años de edad y peso aproximado de 65 Kg, ingresa al país proveniente de España donde se

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encuentra instalado el criadero próximo a la ciudad de Madrid.A los 15 días presenta cuadro de descargas hemo-rrágicas vulvares, siendo internada por 24hs. Cuando es dada de alta para control con su veterinario de cabecera con mejora general, sin descargas vulvares, apetito y sed normales, se recomienda el estudio eco-gráfico de abdomen, que se realiza a las 24hs eviden-ciando dos cachorros muertos. Se le realiza la histerotomía y extracción de los fetos; el procedimiento quirúrgico y anestésico transcurre sin ninguna anormalidad.En marzo de 2008 comienza a presentar alopecias alrededor de orejas y cabeza, es tratado con ivermec-tina, penicilina, cefalexina y baños con clorhexidina sin buena evolución. Al mes se realiza una impronta de piel para buscar malasezzia, siendo el resultado negativo.Durante el mes de abril presenta un celo y los estudios realizados dan por resultado negativo para demódex y positivo para malassezia, tratada con ketoconazol.

Al mes siguiente, ante la persistencia del cuadro clí-nico consultan con el Hospital Veterinario San José Oeste. El animal presentaba marcada pérdida de peso, 42 Kg (foto1), polidipsia, onicogrifosis pronun-ciada, dermatitis escamosa generalizada con marcada se-borrea, presenta vulva edematizada con leve secre-ción sanguinolenta. Se sugiere estudio ecográfico y se remiten a laboratorio muestras de sangre, orina y punciones ganglionares de poplíteo y subescapular por presentar adenomegalia.

Los análisis demuestran:

Anemia con Hematocrito de 22%, neutrofilia, proteínas totales: 9,72gr/dl (albúmina: 2,3 y globulinas: 7,49), urea y creatinina: sin particu-laridades y Proteinuria (XXX).Ecografía: Esplenomegalia, congestión renal, hígado con colangitis, ganglios abdominales

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agrandados, ovarios quísticos y útero con apa-riencia de endometritis por estímulo hormonal. Anatomopatología confirma presencia de ele-mentos primarios de leishmania.

Se indica tratamiento para endometritis con enro-floxacina. Sugiere control cada tres meses con pro-teinograma para evaluar incremento de globulinas gamma.

El Centro de Zoonosis del Municipio de Morón es noti-ficado del caso y se pone en contacto con los profesio-nales privados y con el Centro de Endemo Epidemias localizado en el Instituto Fatala Chaben, centro de re-ferencia para Leishmaniasis, queda consensuado:

Tratamiento con allopurinol 300 mg cada 12 hs durante 60 días.Seguimiento estricto cada 6 meses. Impedimento de viajar a zona endémica.Aplica-ción pipeta (no fipronile) Cuidado con las prácticas profesionales ya que se sospecha riesgo de transmisión por medio de fómites o mordeduras.Confirmación del diagnóstico por Inst. Fatala Chaben.La eutanasia queda en consideración como opción secundaria ya que en la zona de residen-cia no se ha detectado la existencia del vector y los responsables asumen la responsabilidad del tratamiento.

Los resultados confirmatorios del Instituto Fatala Chaben son: Frotis positivo y serología por inmuno-cromatografia RK39 positiva.

A fines de junio de 2008 el responsable del canino concurre al Departamento de Zoonosis ya que el esta-do de salud del canino se deteriora a gran velocidad, perdiendo mucho peso, presentando abatimiento (foto2), anorexia, polidipsia, marcada dermatitis con pérdida difusa de pelo en todo el cuerpo, úlceras san-grantes en cara posterior de ambos pabellones auri-culares, pelaje opaco, agrietamiento, engrosamiento y despigmentación del hocico (foto3). Frente al cua-dro descrito se le practica la eutanasia.

CONCLUSIÓN

La Leishmaniasis canina representa un verdadero desafío diagnóstico debido a la variabilidad de signos clínicos dermatoló-gicos y extradermatológicos, sobre todo en aquellos ámbitos geográficos como la provincia de Buenos Aires donde el agente y el vector no se han instalado aún y donde lógicamente la sospecha diagnóstica toda-vía no ha cobrado mucha significación.En este caso, cobró gran importancia el conocimiento del origen del canino y de la situación epidemiológica imperante en el mismo (alrededores de Madrid), datos que deberán tenerse en cuenta con mayor asiduidad que en la actualidad.Ante la posibilidad de repetición de la si-tuación descrita (por internet se constató importaciones anteriores de varios cani-nos desde el mismo criadero), es necesa-rio generar un control más estricto para el ingreso de animales (4) desde zonas de riesgo e implementar programas coor-dinados de control entre países vecinos, donde la enfermedad sea endémica. Todo ello, sin olvidar lo imprescindible que es en la actualidad, estimular a través de nuestras organizaciones profesionales las decisiones políticas tendientes a lograr el control de la enfermedad dentro de nues-tro país y disminuir el riesgo de nuevos fallecimientos humanos.

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5. Salomon,O.D. y col. Presencia de Lutzomyia longi-palpis y situación de la Leishmaniosis visceral en Ar-gentina. Medicina. Vol 61 N°2 174:478.

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Page 27: Suplemento Ténico Veterinario - Colegio de Veterinarios ... · de la Revista del Colegio de Veterinarios de la provincia de Buenos Aires Suplemento Ténico Veterinario 56. EVALUACIÓN

“Melisa tratará de relatar con humor algunos aconteci-mientos de la vida y el país relacionados con el quehacer profesional...”

Algunos de esos mecánicos no le hacen asco a nada… herrero devenido en mecánico, mejor dicho. Contaba Jorge Jordán.Y medio que hacen de todo. Arreglan tanto una bomba como una cocina a leña o un tanque de nafta. Por ahí se animan a cambiar hasta una junta de escape.En la puerta del taller, un poco metido adentro, tenía un car-tel, había puesto: SE ARREGLA DE TODO.Y un día vino en avión un Veterinario a un campo. Y en el ate-rrizaje rompió el patín de cola. Y lo quería arreglar.“Mire acá el único que se le puede animar es el herrero”, le decían los lugareños. Y lo fue a ver.“No señor, yo aviones, no arreglo”, le dijo el herrero. “Pero… ¿por qué no prueba? le explico, es simple, lo que necesito es irme de acá”, le insistía el Veterinario.Y bueno, lo acomodó. Y el tipo re agradecido preguntó qué le debía.Y no le quería cobrar. Que eso no era lo de él. “Yo no me dedi-co a esto”, explicaba.De todas formas, le dejó una plata, que era una buena propina y partió el doc en su avión. Le hizo un vuelo rasante, seña de pulgar arriba… al herrero, que estaba en la puerta.Ni bien se perdió en el cielo, corrió con el cartel pa’ adentro y al lao’ de donde decía SE ARREGLA DE TODO, le agregó Y AVIONES TAMBIEN…

De motores y mecánicos