A lo largo de la historia de mi vida, la música de Jamaica siempre me a acompañado, ya sea para dar una vuelta bicicletera, correr, cotorrear o simplemente disfrutar de un buen gallo de marihuana al compás de las melodías. En esta ocasión el primer disco que recomendare, se trata de una agrupación que nació alrededor de 1991. El creador de esta gran banda es el contra bajista Gary Crosby, miembro original de los “Jazz Warriors”.Los Jazz Jamaica son una fusión de géneros como el Mento, Jazz, Ska y Reggae, donde podemos encontrar en cada uno de sus discos, grandes melodías y en este caso les recomendare el disco Double Barrel. Ahora solo descansa y disfruta por más de una hora una buena dosis musical buena onda, ¿mis favoritas del disco? Confucious y Them From Exodus, a relajar la mente.

Música razteca para tus oídos, originarios de Coyoacan, los Antidoping desde 1992 hasta la actualidad han ido recorriendo todo nuestro país y fuera de el, disfrutando de cada una de sus canciones con mensajes de paz, respeto, diversión, paz, amor a la naturaleza y buena vibra. Uno de los disco, que desde mi punto de vista es uno de los mejores que se ha realizado en nuestro país del genero, Esfuerzo Universal representa una sobre dosis musical, desde canciones como Medicina, Pipilpin, Lejos de casa, hasta canciones con mayor mensaje social como la canción que le hace honor al disco o como la gran pieza Sal a Caminar, sin duda uno de sus mas grandes éxitos de esta gran banda mexicana. Basta darle play a tu aparato de sonido para poder decir con orgullo, este es mi reggae mexicano.

Jazz Jamaica - Double BarrelReino Unido, 1998 (Hannibal)

Antidoping - Esfuerzo UniversalMéxico, 2004

EDITORIAL

En esta última edición antes del periodo vacacional, Suplemento Panóptico tiene el

gusto de presentar diferentes obras gráficas de artistas queretanos en este número dedicado a las artes gráficas, en el cual, también se incluye un apartado con textos y fotografías relativos al proceso electoral de los últimos meses.

Por un lado, la intención de difundir el trabajo pictórico de artistas emergentes de la región, surge de la necesidad de dar a conocer la producción artística otrogándole una importancia igualitaria frente a la crítica periodística o la divulgación académica, así mismo, se busca diversificar las colaboraciones presentadas al centrar

la atención en las artes gráficas, pues con el proceso electoral, muchos ciudadanos han quedado hartos de la publicidad y el proselitismo político.

Por otro lado, el hecho de incluir un apartado relativo a las elecciones se hace con el afán de enriquecer el panorama noticioso al presentar opiniones y posturas que permitan y propicien una reflexión más profunda en torno al fenómeno electoral, pues dicho tema es de gran trascendental para nuestro país.

Así concluimos este periodo académico, con la disposición de seguir siendo un medio abierto a la libre colaboración social y con la convicción de ser una organización centrada en la gestión cultural y artística que tenga la capacidad de ofrecer alternativas distintas a las que abundan en los medios de comunicación convencionales.

latestadura.blogspot.mx

A PA R TA D O D E D I C A D O A L A S E L E C C I O N E S 2 0 1 2

F inalmente Dios recuperó sus fuerzas y volvió a ser la todopoderosa negación de siempre… digo, si Dios existe.

Como el Santomé de Benedetti, vivo atascado en el más delicioso disturbio emocional, insomnios y jaquecas incluidos. He recorrido ya varios puentes de la ciudad –ahora grotescamente pintados de rojo electoral– y ni eso puedo hacer. Fui fiel a mis mandamientos, me absolví cuantas veces fue necesario, abolí mis leyes y reescribí mi pasado… y la existencia sigue siendo un fardo, un impune fardo que da vergüenza. Con mis palabras ensucié la mierda y mi vómito fermentó ilusiones depravadas. A mis 25 años me doy asco; no sé si esta edad comprenda la mitad de mi vida y esté en un momento de resquebrajadura total.

Me doy pena porque ni siquiera, cuando tengo la posibilidad, puedo llorar. Y ese llanto atorado me lastima aún más. Creo que es coraje reprimido y enmohecido. Es inútil luchar, me debilito más en la franqueza, signo de que estoy golpeado.

Vivo mi propia ira. Me apena el viejo, lo insulté porque merecía el insulto y he descubierto que también eso me aflige, ya ni siquiera puedo insultar

a la gente cuando se lo merece... porque después me siento culpable. No pienso en otra cosa, hasta sueño que me acuesto con su mujer. Estoy enojado, el viejo no tenía derecho, no lo tenía. He tirado su retrato que traía en mi cartera, era la suya una voz remota y hasta la llegué a escuchar con respeto. Era el único viejo por cuyos encuentros sentí entusiasmo. En momentos de turbiedad le di la razón, y sé que la tuvo; recuerdo los buenos tiempos pero inmediatamente también me atormentan, como demonios, los sentimientos de odio y rencor. Creo que no es él quien me ocasiona esto sino todos los hombres. Los odios.

El viejo Constantino ha alcanzado niveles insostenibles de pasmo. Ha enloquecido y yo con él. Cosa extraña, pero hemos quedado mortalmente infectados con la folie à deux. En uno de sus delirios se metió a predicar a un gimnasio y lo sorprendí con un látigo sobre unos adoradores de Charles Atlas: ¡raza de víboras, sepulcros blanqueados, mis templos están vacíos…! Otro día confundió a Atenas con Atlacomulco. Un día lo contradije y, extraviado en su soberbia, intentó aplastarme con sus palabras y al reprocharle su autoritarismo vi con horror el animal que lo habita, sus ojos eran de fuego. Delira y en poco tiempo puede cambiar su actitud, es tan voluble como una hoja en el cielo. Siento asco por esas personas. Tal vez han de ser los años lo que le pesan, tal vez su soledad, tal vez su propia vida que ya no puede con lo grande que se le ha vuelto… tal vez quiere morir, tal vez eso es lo que expone (su muerte) cuando dice que quiere alejarse de todo y encontrar tiempo para él mismo.

El viejo ya está en mi lista de saldos negativos. Lo peor no es esa conclusión a la que he llegado; lo peor es que yo tampoco tengo ya otro horizonte más allá de mis diatribas. En un arrebato, lo acompañaré a Occidente de nuevo y allá le clavaré el cuchillo que guardo en mi chaqueta de los viajes. Haré que se pierda y lo dejaré abandonado, pero no lo mataré.

Hoy lo único que inspira el viejo es una pendeja lástima. Huele a viejo y le escurre, de vez en vez, un hilito de baba por los labios, le crecen pelos

en las orejas y los de la nariz se le salen, casi se los come. Qué asco es ser viejo. Estoy enojado. Dicen mis vecinos que no es para tanto, que son los vientos negros de la época; mis amigos dicen que son los días de iracundia que viven todos los inviernos del mundo; yo digo que son mis propios demonios los que han vuelto con todo su poder para apagar mi alegría y aflojar mis carnes y hacerme entender que mi apocalipsis personal ha comenzado. Hago mal en no irme pronto pues daño a todos, les digo las cosas que se merecen y luego me siento triste. En esta guerra nadie gana.

A veces creo que ya no se puede hacer nada nuevo en este mundo, que ya todo está hecho, ¿qué importa entonces lo que pueda hacer yo si el mundo seguirá igual? Por todos lados siento frío; ahora he comprendido que la ira no tiene fuego sino hielo. Pobre del viejo, el no tiene la culpa de mi rabia…

Me siento triste. Soy un ser insignificante, lamentable, inútil, que únicamente se ocupa de sí mismo. Una sola cosa es buena: sé que también quiero morir pronto.

Antes de empezar a tratar el asunto de las elecciones, que en un sistema político democrático (supuestamente) renuevan las administraciones como los enfoques políticos y económicos de un país,

quisiera aclarar que me expreso pensando en el contexto y el sistema político mexicano; aún con que los resultados de las democracias representativas y sus elecciones, en lo que se refiere a la relación individuo-sociedad-gobierno, siguen un patrón similar en muchas partes del mundo: gana el gobierno y pierde el pueblo. Es por eso que en esta ocasión mencionaré algunos puntos que, sin ser nada nuevo ni de otro mundo, muestran “pequeños” grandes detalles que no se mencionan comúnmente, y que forman parte de las razones por las cuales la democracia representativa en México no es la vanguardia política ni el mejor de los sistemas, como se nos quiere hacer creer.

En la democracia representativa como en otros sistemas políticos, la opción de elegir entre varias posibles soluciones para resolver un problema o una necesidad, es para ciertos casos una herramienta útil; una herramienta en la que antes de elegir supuestamente ya hubo un diálogo entre los miembros de una comunidad, y que a partir de los problemas reales que vive la gente de esa comunidad, se han elaborado propuestas que vienen de las mismas personas que viven los problemas. Sin embargo en la “democracia” representativa mexicana, no se propicia el diálogo comunitario, y en la elaboración de las propuestas de solución no participan los interesados o los afectados; si a caso, ayudarán a la ejecución de un plan que desconocen y lo harán indirectamente e incluso inconcientemente (es el caso de los famosos acarreados).

La democracia representativa, es un sistema político que precisamente tiene como una de sus características particulares a un grupo de personas (elegidas o impuestas) que tienen la tarea de representar los intereses de la población, un grupo llamado clase política (regidores, diputados, senadores, presidentes) que -en el fondo- se ocupa de usurpar las virtudes y las responsabilidades políticas de la gente, con la justificación de que los demás –que sí trabajan- no tienen tiempo para otra cosa más que para trabajar; usurpan la responsabilidad de involucrase, de informarse, de proponer, de cuestionar, etc., se encargan de “librar” de toda actividad política, a la población que en el sistema productivo (capitalista) tiene el papel de la fuerza

de trabajo (o sea el papel de jodidos) y no de clase dirigente (o sea los que no

trabajan), es decir, hablan y deciden por el que opera las máquinas de construcción sin ser dueño de ellas, por el que maneja el volante sin ser dueño del taxi, etc. En pocas palabras, los “representantes del pueblo” como diputados y senadores junto con sus partidos políticos, trabajan con esmero para convencer a la gente de que es mejor y más cómodo confiar en ellos “nuestros representantes”, que en nuestras propias familias o en nuestra propia inteligencia.

Y basándonos en lo anterior, sabemos que la población queda desvinculada de su propio destino, de la toma de decisiones que dictan lo que ha de pasar con sus vidas. Pues desafortunadamente este sistema “democrático” se ha convertido en un círculo vicioso en el que la población es educada para no interesarse en su comunidad, e incluso para despreciar la política; la gente aprende a anularse a sí misma, deja de ser una persona pensante para convertirse en una pieza que será movida por los que juegan el juego de la democracia representativa, ya que la población común, muy pocas veces llega a enterarse que es utilizada para construir su infortunio. Por otro lado, la parasitaria clase política, se dedica a velar por sus intereses personales o de su partido, preocupados no por escuchar o a tender a la gente, sino por obtener influencias y lograr favores de los dueños del dinero, que los lleven a vivir como reyes, incluso fuera de la ley e impunemente.

Los gobiernos en turno (poder ejecutivo) por su parte, se dedican entre sus múltiples vicios, a mantener a la gente controlada, a poner de su lado a los otros poderes de la unión: legislativo y judicial; se dedica a hacer a las personas dependientes de las autoridades y obedientes a sus mandatos e instrucciones, para construir el país que quieren ellos, los que están en el poder y los que tienen el dinero; pero también, se dedican a hacer lo posible y hasta lo inimaginable para no perder sus privilegios frente a sus competidores, para poder seguir disponiendo del presupuesto público y de la autoridad legal para hacer y deshacer a su antojo y conveniencia; así es como gobiernos municipales, estatales o federales han vendido tantos terrenos en zonas protegidas, así han invadido tantos territorios comunitarios para otorgarlos a empresas extranjeras, así es como permiten que las industrias destruyan el medio ambiente y terminen con los recursos naturales, así es como hacen lo que quieren con el petróleo del país, vendiéndonos nuestros propios recursos a muy alto costo, y todo sin que nadie diga nada; así es como ninguno de ellos es cuestionado ni castigado, como en el caso del Secretario de Seguridad Genaro García Luna, uno de los personajes más nefastos, perversos y responsable de miles de muertes en México, quien sigue en funciones sin que nadie pueda moverlo de donde está, aún con que la violencia no cede, aún con que sabemos que la Policía Federal (como todas las demás) es un peligro para la población, ya que sigue el ejemplo de García Luna, siendo una banda de corruptos abusivos, armados, con permiso para matar y pagados por el pueblo.

Los gobiernos se dedican a convencer a la gente de que no hay otra forma de hacer las cosas, de hacer política y de organizar nuestras comunidades y ciudades, se encargan de hacer creer a la población que su modelo de democracia representativa es la mejor opción y que las elecciones son algo necesario, sano y hasta conveniente; ya que es en tiempo de elecciones cuando nos toman en cuenta y nos prometen la luna y las estrellas pues necesitan el favor de nuestro voto para seguir destruyendo a México. Pero ¿cuál luna y cuales estrellas?, a lo mucho se obtiene de ellos,

cemento, gorritas, lonas, cuadernos, bolsas, o tortas, después de eso y de que haya un ganador, solo nos tocará pagar altos impuestos, super sueldos de “servidores públicos” y pensiones vitalicias. Como se puede apreciar, aquí en la democracia representativa solo ganan los “representantes del pueblo”.

Y algo de lo más lamentable y atrasado de la democracia representativa, es que no hay lugar ni voz para otra cosa que no sea lo que ofrecen los partidos políticos y las instancias (in) competentes como el Instituto Federal Electoral; dicho de otro modo, estamos jodidos porque solo ellos pueden proponer, solo ellos pueden decidir y una vez que resulta una mayoría, las ideas, deseos y propuestas de las minorías son ignoradas, cuando no reprimidas. Dar razón a las mayorías sólo por ser mayorías es uno de los principales defectos de la democracia representativa, y ejemplo de esto, es la frase que leí en una propaganda del candidato del PRI a la presidencia para este 2012, y reza: “tantas personas no pueden estar equivocadas”, como si por el hecho de ser muchos tuvieran más y mejores argumentos; cuando esas “tantas personas” son las mismas que están a favor de que un ignorante que no le gusta leer pero que si sabe reprimir, gobierne este país. Todo el potencial, el talento, la creatividad e inteligencia de la población, se pierde gracias a estos parásitos, cuando la gente podría dejar de elegir las opciones que nos dan, pasando a gestionar las que ellos mismos pudieran crear, como la autogestión y construcción de autonomías.

Con la democracia representativa, y las ferias de corrupción llamadas elecciones, de las que son protagonistas los partidos políticos de siempre: PRI, PAN, PRD, o clubes familiares como el Partido Verde, y hasta bromas como el llamado Partido Nueva Alianza (mismos que la población parece aceptar como un mal necesario), no salimos de lo que dice el refrán, pues aquí en México parece que lo único que hay para la gente común, trabajadora, es la ley de Herodes: o te chingas o te jodes.

La situación que vive actualmente nuestro país, incluida la guerra contra el narco, la crisis económica y la convulsión producto del proceso electoral, no

son producto de una súbita marea de desgracias, desastres y malos gobiernos (además de malos gobernantes), esta situación lamentablemente ha existido en nuestro país durante siglos, durante generaciones. Es por eso que recurro a la siempre sabia historia para recapitular las atrocidades que se han cometido en la historia nacional y las consecuencias que seguramente nuestros familiares como abuelos y padres tuvieron que padecer.

Sería muy extenso si retomara toda la historia nacional desde la época de la conquista española, periodo histórico en el cual yo considero se recrudecieron violentamente los problemas del pueblo, sin embargo sería un error prescindir de esta etapa histórica, ya que a partir de ella se explican algunos males actuales de nuestra sociedad. Por ejemplo, aunque en teoría el colonialismo ya no existe en México, sabemos que este ha adoptado nuevas y sofisticadas formas como lo es el colonialismo económico que aun hoy en día vivimos, con capital español que aún se encuentra presente en la economía nacional más grandes corporaciones anglosajonas, europeas y asiáticas. Una de las características de este colonialismo que se vive desde hace más de 500 años, y en general de los objetivos de colonizar un territorio, es la de buscar obtener riquezas (monetarias, en recursos naturales, etc.) del territorio colonizado, sin importar que con eso se despoje a los pueblos locales de sus propios recursos y de su libertad. Durante la etapa colonial, la sociedad española sin duda fue la única beneficiada de la relación que se estableció con el contacto entre estos “dos mundos”. Con el paso del tiempo y a la par de un fenómeno que se denomino

como mestizaje, es decir la cruza entre razas, pero no solo en el sentido biológico sino también en la fusión cultural que se da entre dos pueblos diferentes, para dar paso a nuevas razas y nuevos pueblos. Por ejemplo los criollos eran hijos de europeos nacidos en tierras americanas, los mestizos eran hijos de indígenas y europeos, etc. La cruza de razas en algunas ocasiones llegaba a beneficiar algunos mestizos que llegaron a obtener o heredar cierta posición social, poder político o dinero, excepto los mestizos de estrato bajo como los mulatos (mezcla de africano y europeo) o los zambos (mezcla de africano con indígena). Este es un eslabón muy importante en la historia nacional, ya que esta clase emergente de mestizos con cierto acceso al poder, nunca actuó en beneficio de ellos mismos en un nivel local. Tomaron poca iniciativa para superar la dominación que una sociedad ejercía sobre ellos, una sociedad que incluso los despreciaba, pues los españoles siempre fueron preponderantes en la agenda nacional.

El hecho de que una clase emergente de mestizos y criollos siguieran subyugados a las disposiciones políticas y económicas del reino español, provocó que este pensamiento se heredara a las futuras generaciones, que con la posterior conclusión de la guerra de Independencia adquirieron más poder, esto sin que el poder español se retirara del todo nunca. Las personas que antes de la Independencia ya gozaban de un cierto estatus social lo conservaron y como ya lo mencioné, en algunos casos lo aumentaron considerablemente. Precisamente de este grupo social, es de donde surgió el pensamiento conservador que prevaleció durante la época de la Republica ya independiente. Esta clase conservadora tiene como característica el servilismo hacia otras sociedades, principalmente europeas. Al ser una clase “agachona”, su único propósito era el de servir, ser empleados para recibir alguna recompensa y poder conservar el estatus quo local, sabiendo de antemano que las grandes y más jugosas ganancias iban para “los patrones”. Aún en la época pre y pos revolucionaria, es decir a finales del siglo XIX y principios del XX, este pensamiento de la sociedad conservadora pudiente, ahora convertida en caciques, terratenientes o políticos, aun sobrevivía, la idea de seguir siendo agachones persistía. Después de muchos intentos (fallidos, creo yo, ¿o no?) de convertir al país en una nación estable y con desarrollo real, el partido que gobernó toda la época pos revolucionaria hasta el año 2000 fue el PRI. Sin embargo, no fueron solo ellos quienes fueron ahora los actores del desastre mexicano, ya que eran solo una parte de este pensamiento sumiso más amplio.

Con la entrada del neoliberalismo durante la presidencia de Miguel de la Madrid, la ya actual burguesía mexicana, se postró ante los pies de todas las economías globales dominantes, se rindió al libre mercado, en el cual una empresa entra a un país como fantasma, roba y extrae las riquezas y se va como si nada pasara, nadie sabe nada, solo son consecuencias del libre mercado, a veces se gana a veces se pierde, el problema es cuando los pueblos del mundo, incluido el mexicano siempre pierden, siempre dan y no reciben nada a cambio. Con los gobiernos panistas esta tendencia continua, un grupo de personas

con una praxis y un pensamiento reaccionario, agachones otra vez (no todos los militantes por supuesto), siguieron poniendo en bandeja de plata toda la riqueza nacional al voraz e inhumano capital extranjero.

Con todo este saqueo y este contubernio de las esferas “altas” de la sociedad mexicana con las burguesías extranjeras a lo largo de la historia, no debe sorprendernos el porqué nuestro país es un país pobre teniendo las posibilidades de ser estable y con desarrollo. Por eso l@s jóvenes no tienen trabajo o empleo, por eso existe violencia, muerte, narcotráfico (somos quienes siembran, producen y trasladan a costa de litros y litros de sangre la droga para nuestro principal cliente), por eso el país se encuentra en franca crisis. Pero también es por la falta de memoria de quienes habitamos este país, es imperdonable que aun habiendo vivido pobreza, hambre, desempleo y muchos males más, aún recordando eso, existan personas que sigan creyendo en la misma idea estúpida que nos vienen contando desde hace décadas, algunos dirán que es falta de educación o preparación, yo no lo creo, yo creo que es simple traición, a uno mismo como persona, a la sociedad de la que formas parte y a la patria. Me resulta difícil escuchar a algunos padres decir fervientemente y con mucho entusiasmo que apoyan al PRI o al PAN. Me duele. Me indigna. RECUERDEN LO QUE VIVIERON. NO LO OLVIDEN. Para eso sirve la historia, para tener bien en cuenta los errores y no cometerlos en el futuro. Gane quien gane las elecciones, es deber de nosotr@s como pueblo no dejar que se cometan mas abusos en nuestra contra.

MEMORIA, PUEBLO DESPIERTA!!!

Al ser un sobreviviente más de esta estúpida guerra de difamaciones y mentiras a la cual eufemísticamente le llaman “campañas electorales” puedo decir que,

así como lo dijo en su momento Javier Sicilia y munchos más lo han expresado, “estoy hasta la madre”. Escribo esto precisamente en día en que cierran todas las campañas; se percibe un ambiente desolador, mucha gente no va a ir votar porque ya no creen en la política ni en los políticos, porque dicen que no hay nadie bueno para que nos gobierne, “¿para qué si de todas formas va a ver fraude?”. Son impresiones que recojo diariamente.

Me quedo con la percepción de que vivimos engañados y con un sentimiento agrio al final de estas campañas. Los medios de comunicación son tan deleznables, aquí tenemos por ejemplo a El Diario de Querétaro y a Plaza de Armas, seguidos por el pequeño El Corregidor, son periódicos que se han dedicado a atacar durante todo este tiempo al candidato del PAN al Ayuntamiento de Querétaro y a ensalzar a un candidato priista nacido del mismo dinosaurio que acabó con todas las ilusiones del siglo XX en México. ¡Qué bonita prensa vendida!

Ayer que pasé por las instalaciones de El Diario de Querétaro unos jóvenes, que no pertenecían al movimiento #YoSoy132, desplegaban una gran lona frente a las narices del director Mario León Leyva. ¿Qué significa esto? Que la ciudadanía ya está cansada de que nos quieran ver la cara de idiotas, piensan que nos tragamos todo lo que sacan en sus publicaciones. Sabemos por qué lo hacen y aún así se atreven a hacerlo. Descarados. Creo por eso que estos tres diarios –en especial El Diario de Querétaro- tendrían que ser juzgados ante una junta ciudadana y hacerlos comparecer por sus crímenes de información. Me enoja que se quiera engañar a la gente impunemente y que se le quiera imponer a un candidato del poder, de las altas esferas, es decir, del gobernador del estado… y luego el mismo José Calzada dice que él no se ha metido en esta guerra y que cuando le van con máscaras de cerdos y se las ponen en cara se indigna porque según él no comprende esa situación. Otra gran mentira.

Estoy cansado de que en la televisión aparezcan spots de Josefina Eugenia atacando a Peña Nieto y a López obrador con mentiras. Está bien que los ataque, pero no con mentiras. Las declaraciones no son más que eso: mentiras. La logomaquia es un término que se utiliza para expresar que una discusión atiende a las palabras y no al fondo del asunto; creo que eso es lo que caracterizaría al discurso de nuestro “grandes” candidatos a puestos de elección popular, pues “hablan por hablar”, quieren darle belleza y ornamentan sus ideas con palabras poco entendibles y que no vienen al caso. Es un deporte verbal que atiende a un discurso abstracto e irreflexivo. Fijaos hasta donde ha llegado nuestro lamentable estado de la situación.

Creo que esta campaña también ha tenido cosas chistosas (por no decir grotescas) que nos han hecho reír alguna vez, por ejemplo, las dos “grandes propuestas” que la edecán Julia Orayen presentó en el primer debate, el refugio de Peña Nieto en los baños de la Ibero, el Cuchi-chuchi de la señora Josefina Eugenia Vázquez, el señor “Cuadro”, el “Estoy aflojado en terracería” de Andrés Manuel en el segundo debate, la rabia resbalándoles por el hocico a los “periodistas” del programa Tercer grado en la visita de AMLO, y el burdo montaje de la agresión en Tepeaca, Puebla, en contra de Peña Nieto.

Todas estas cosas son para dar risa, sin embargo también estas campañas han tenido cosas tristes, que nos han ocasionado malestares estomacales, tales como el autoritarismo y la arrogancia penosa y desproporcionada de Javier Sicilia cuando convocó a los cuatro candidatos en el Castillo de Chapultepec, los datos que arrojaban las encuestas y en los cuales ya no creía nadie, el caso Yarrington en Tamaulipas, la publicación de los documentos en el periódico inglés The Guardian en los que se dejaba ver un plan muy bien orquestado de Peña Nieto y Televisa en contra de AMLO. Pero el caso más lamentable son, sin duda, las declaraciones de Vicente Fox cuando dijo que hay que cerrar filas a favor Enrique Peña Nieto y que Josefina Eugenia se conformara con el segundo lugar.

Las campañas no se hubieran encendido si no fuera por el movimiento de los jóvenes. La respuesta que ellos tuvieron ante la imposición de las élites y los medios de comunicación fue un hecho nunca antes visto. Se pensaba que esta parte de la población estaba en un letargo cibernético, amainada por las olas tranquilizantes de Facebook y Twitter; pronto (específicamente después de la vista de Peña Nieto en la Ibero) se vio que no, que no estaban dormidos y que se podía generar todo un movimiento después de las declaraciones de los dirigentes del PRI. ¿No hasta hubo una marcha anti

Peña Nieto? Que haya marchas en contra del presidente en turno está bien y se entiende, pero ¿cuándo se había visto que la gente saliera a marchar en contra de un candidato a la presidencia? No ha ocurrido en México, no sé si en alguna parte del mundo, pero creo que no.

¿Quiénes fueron, entonces, los agentes principales en estas campañas? Primero, los jóvenes: sin ellos no se hubiera despertado la efervescencia electoral; segundo, los propios candidatos y de los cuales ninguno di el ancho, y tercero, los medios de comunicación, que una vez más demuestran verdaderamente de que están hechos, a través de sus mensajes llenos de difamaciones, de tergiversar los hechos y de acoplar la información a favor de un candidato.

Espero fervientemente que cuando salga publicado este panfleto estemos ante un nuevo panorama nacional, donde haya más esperanza que sueños rotos, donde nuestro pasado no se nos presente como nuestro futuro, donde los que ya se habían no hayan regresado de nuevo, donde las mentiras no se conviertan en nuestro pan de cada día. Tengo la sensación de que algo está cambiando, pero no sé cuánto tardará para que se materialice en algo concreto.

Soy un sobreviviente de esta guerra. Afortunadamente no he sido un “daño colateral”, blanco de todas las declaraciones llenas de odios, rencores y ambición por el poder. Me enojo, pataleo, me ahogo, pero vuelvo a salir a flote… tengo que, sino ¿para qué estoy aquí?.

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