Suplemento Literario N°943

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    SUPLEMENTO CULTURAL TRES MIL · DIARIO COLATINO · MARZO 29 DE 2008

    Sábado 29 de marzo de 2008 l  No 3719 del año XVII segundo centenario l www.diariocolatino.com

    DIARIO CO LATINO, MÁS DE UN SIGLO DE CREDIBILIDAD

    ESPECIAL DE ANIVERSARIONº 943

    MA  YORÍA DEED AD

    Suplem ento C ultural Tres M il

    cum ple 18 años de vida

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    SUPLEMENTO CULTURAL TRES MIL · DIARIO COLATINO · MARZO 29 DE 2008

    Advierto que noche tras nochehe intentado deslindar mi biogra-fía de los orígenes del Suplemen-to Cultural Tres Mil, no he podi-do, cada vez me sumerjo en terre-nos pantanosos, intento caminar 

    en otra dirección pero las memo-rias son obsesivamente circulares,como en alguna novela de Gusta-vo Sainz o José Agustín, siempreme llevan al punto de inicio. ElTres Mil determinó lo que vivídespués, es decir lo que vivo hoyy lo que viviré después de maña-na.

    En aquel arcano agosto de 1989,a los quince días de haber regre-sado de México conocí a Francis-co Valencia, y aunque parezca tri-llado hasta frívolo, fue un encuen-tro que lacró mi vida. Él, recién

    asumía el cargo de Director deDiario Latino encabezando a lostrabajadores y al Sindicato de Pe-riodistas y Similares de El Salva-dor, un gremio que espantó a mu-chos de los dueños de mediosacostumbrados a la lisonja y a lacomplacencia periodística. Las páginas editoriales de los diariosdestilaban rabia y el balance in-formativo no existía y ni siquierahabía intentos de que existiese.

    Yo recién me incorporaba aACAN EFE, agencia adonde con-fluían corresponsales de guerra, periodistas de todas partes del

    mundo y lugar en el que se cono-cía de primera mano el rumbo del país. La aldea tenía cáncer y laincertidumbre se esparcía en laesencia de la gente. Era terrible elodio respirado.

    En ese contexto las páginas cul-turales de los diarios escaseabany eran muy tímidas en cuanto a suscontenidos, estaban desdentadas.Uno podía leer la súbita vocación poética de alguna señora al decla-rar públicamente su amor al amor o bien imaginar paisajes celestia-les de algún poeta fervoroso, pero

    nada más, lo único original eranlos textos de David Escobar Galin-do con sus  Historias sin Cuentoen La Prensa Gráfica. Ademásexistían la sección Arte y Letrasde Luis Fuentes en El Diario deHoy y el Latino Cultural que seeditaba por inercia desde queEugenio Martínez Orantes lo dejó.

    Confieso, inmodestamente, queme sentí capaz de inventar mejo-res secciones culturales y con elarrojo y la petulancia de 23 años a

    El surgimiento del Tres MilESCRIBE: GABRIEL OTERO

    Poeta, fundador del Suplemento Cultural Tres Mil, Coordinador de 1990 a 1993

    cuestas le propuse a Valencia apli-carle un revulsivo a las páginas

    culturales del Latino. Le regaléuna copia de una de mis crónicas,aquellos ejercicios estudiantilesimaginarios, manieristas, ingenua-mente escritos. Él, se carcajeó yme dijo que escribiera sobre untema salvadoreño y que él lo pu- blicaría en el diario.

    Así el 2 de septiembre de 1989vio la luz mi primera crónica enel Latino Cultural, marcando midebut profesional. A partir de ahílos sucesos rodaron como una bolade nieve creciendo ante el preci- picio, el espacio que Valencia me brindaba se incrementó de dos pla-

    nas a cuatro en menos de un mes.

    Fue en la presión de esos rea-comodos de papel cuando supeque César Ramírez (Caralvá) te-nía un tiempo de haber regresado. Nos reunimos, lo que resultó ensu inmediata incorporación al dia-rio. A César lo había conocido dosaños antes, tenía junto a RenéRodas, un proyecto de revista cul-tural que nunca nació. Pero las pláticas previas estuvieron siba-ríticas, César estaba claro de loque quería, transpiraba fe, ademástuve la oportunidad de leer los

    versos de René refrescantes y per-versamente originales.

    Sábado a sábado experimenta-mos con las planas del LatinoCultural, una especie de laborato-rio del Dr. Jekyll criollo en el quese mezclaban pócimas y letras in-vocando al tenaz Mr. Hyde. Poe-tas y escritores nos enviaban sustextos porque las páginas transmi-tían estar vivas. La única vez que padecimos censura, fue cuando elCOPREFA nos envió a la versión

    miope de Torquemada en los díasde la ofensiva.

    A inicios de 1990, Valencia nosofreció ocho páginas para publi-car un suplemento como tal. Vi-nieron épocas de presentar esbo-zos de lo que este sería y de la bús-queda de colaboradores. El nom- bre del suplemento surgió de unadiscusión de los propuestos por César que proteicos fueron cam- bia ndo de pie l, pre tendía mostransmitir juventud y el nacimien-to de un nuevo milenio, debía ser identificable y fácil de recordar:Tres Mil.

    La experiencia en el Latino Cul-

    tural había servido para detectar que las necesidades de difusiónestaban enfocadas a la creaciónliteraria, no tanto a la información,la noticia pasaría entonces a unsegundo plano, la poesía tendríael sitio de privilegio. La irreveren-cia sería fundamental, había quesorprender a los lectores, una po-lítica editorial sistemática quenunca abandonaríamos. Otro in-grediente sería la pluralidad, y másen un periódico como el Latino,hecho de la fe de sus trabajado-res, debíamos romper la cerrazónde los tiempos sombríos.

    Todo fluyó con muy buena es-trella. Conocimos a Javier Alas enuna reunión de la CES en el Tea-tro Nacional. Un hallazgo enrique-cedor, Javier, además de su amis-tad, aportó su talento para darleidentidad gráfica al Tres Mil.

    Había dos maneras de publicar:una como individuo, de la que ala larga nacerían muchos libros yla otra como grupo o entidad, in-telectuales afines compartiendo

     posturas frente al arte o filiación política. Nunca se negaron los es- pacios, la puerta siempre perma-neció abierta para el talento y susmultiformes manifestaciones.

    El primer número del Tres Milse publicó el 24 de marzo de 1990, por azar coincidió con el X ani-versario del asesinato de Monse-ñor Romero. Contábamos con la portada del diario y el suplemen-to se encartaba en sus páginas cen-trales.

    De ahí en adelante la labor denosotros como editores sería diri-gir con batutas invisibles ese con-cierto coral que asemejaba una babel del trópico intensa y expre-siva.

     No hubo sábado en el que el su- plemento no apareciera, de una uotra forma se editaba incluso encondiciones extremas. En enero de1991 gracias al atentado incendia-rio al Diario Latino perpetrado por la inmunda estulticia, que dejó unsaldo de una rotativa descompues-ta y de varias bobinas de papelcalcinadas, la Universidad de ElSalvador, en un gesto solidario eigualmente enaltecedor, ofreció suimprenta para que el periódico nodejara de circular. La palabra reto-mó entonces su fuerza abrumado-ra y los cilindros de la vieja rota-tiva mostraron desafiantes sus ci-

    catrices para seguir en el bregar  periodístico.

    El Tres Mil vivió momentos cul-menes en su primera época, dosde ellos fueron cuando editamos“El Pravda-Times” y “El Tatara-nieto del Ahuizote”, suplementosde caricatura originales del perió-dico La Jornada de México, cu-yas publicaciones causaron ade-más de sonrisas la renuncia de unoque otro colaborador, porque to-caban las fibras íntimas, la creen-cia de verdades históricas inmu-tables resquebrajadas por la luz del

    sol de la que nada se esconde.

    Durante 1993, el Tres Mil seafincó en la preferencia de los lec-tores, era la sección más leída des- plazando a los grandes periódicos,hubo encuestas y estudios de mer-cado que corroboraban lo insóli-to. Números enteros se agotaban porque se había logrado cimbrar el presente colectivo.

    Se publicó a todo autor salvado-reño que se atravesara en nuestros

    ojos, con rarísimas excepcestas más bien corresponopciones personales de manse al margen de la marejadtura respetada y respetable

     No sé en qué momento ni recuerdo las circunstancicidió retirarse de la Subdinación del Tres Mil, lo syó Javier con la mirada fijalba alada, seguimos dura par de meses dejando al supto en la cúspide de las precias.

    Dieciocho años han pasvamos navegando como lde Fellini en diferentes toépocas. 943 números son cmilenio, 982 años son los quedan al Tres Mil para ext

    se y reencarnar en otros ro para posesionarse en el cerenne e insatisfecho de su boradores porque gracias y a sus obras el suplementorá siendo presente y futuro

    Un fuerte abrazo a todos lhan coordinado el Tres Mmás de sus equipos de coldores, amigos, llegamos a yoría de edad, es hora de flo aprendido.

    Por la persistencia de los jadores de Diario Co LatTres Mil llegó para quedars

    vir en pergaminos o en ar pdf y no hubiese continuadoser por su visión del mañan

    Dieciocho años pasaronhemos reunido Caralvá, Alas, David Escobar GaFrancisco Andrés Escobar,Cruchaga, Rafael Lara MaMario Noel Rodríguez, Julheta Santos y yo porque segcreyendo en el proyecto.

    Tres Mil gracias a Otonievara, a Vladimir Baiza pornerosidad y permitirnos

    nuestra casa.

    Memoria viva

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    SUPLEMENTO CULTURAL TRES MIL · DIARIO COLATINO · MARZO 29 DE 2008

    Parte I

    “Estoy como el río que se enamoró

    de una virgen”

    Sren kierkegaard

    Inauguramos 3000 un sábado deaquél noventa, su canto más bieninfantil, acarició la peor guerra ci-vil, fuimos entonces gritandocomo poetas infantes, más locosque el buen Van Gogh… perollenitos de impresos. Al margen decualquier tiempo, uno se encuen-tra presente, al borde de un mar de gente o en una mesa de pizza,sin pretender nunca el cielo apa-reció entre nosotros.

     Nos encontramos de pronto ro-

    deados de tantos amigos, amane-

    cía en la Patria y compartimos las

     penas, no existe afán más leve, para

    el que escribe poesía que un 16 de

    enero también vivimos el cielo.

    Aferrados en espejos, plegariasy mil creyentes, que sin reposo es-cribieron impresos inolvidables,son tantos cuentos, de mil amigos,que en Barataria restringen pala- bras de André Cruchaga.

    Y cuando el mar ahogó, ennuestros cantos silvestres, la fan-tasía en presente, apareció ennuestra vid, un tal David Escobar,más ángel en la poesía que miem- bro de fantasía, como testigo de

    cargo y han pasado 20 años.

    Para olvidar las pobrezas, no li-mitamos cervezas y concurrimosal cambio, sin importar los cruce-ros. Bebimos los derroteros, jun-to a Gabriel Otero. Cabe decir quela estancia no sabe vivir circuns-tancia… tertulias de limosneros,siempre nos faltó dinero, al caboen sábado del mar las velas, Diosalejaba las penas.

    Quizás por Claudia Hernández,comprendimos que el candor tie-ne alas de ternura, en pleno SanSalvador.

    Y siempre creí que el destino, jugaba en nuestros papeles, inci-nerando oropeles, llenando de fu-ria las alas y saludando en su pasoal cuate de Javier Alas. Pobres no-sotros poetas que alzamos escu-dos y flechas con versos inofensi-vos, quisimos matar la bestia, con puros “cuentos de barro”, debimosser como Roque, citando a Pre-vert, Eliot, Michaux y EzraPound…

    Rerum et novusESCRIBE: CARALVÁ

    Narrador, fundador del Suplemento Cultural Tres Mil, Subcoordinador de 1990 a 1993, Coordinador de 1994 a 1996

    Ahora tendremos suerte si escri- bimos en el desierto, al borde deun entuerto, un camino, con el me- jor de los lamentos. Ahora sere-mos fuertes si concebimos aque-

    llos mundos, un cielo eterno, un pozo áureo, una pequeña historiaen la plena catedral.

    La vida en sus largos atarde-ceres, diluyó millones de nuestrosluceros, cada quién entregó lomejor al diario impreso, cedazosde sus laureles.

    Legítimo trabajo, cada quién segana el pan con lo que puede, peronada paga el sabor del mar al es-cribir, desde un portal o un sitiomemorial al disparar al vuelo, lomejor de un “te quiero Patria mía”,

    como arma subversiva..

    Queridos amigos y amigas, la poesía entre sus manos iluminó las peores esferas del Hades, peque-ño consuelo ante los cancerberosdel averno. Nuestro canto fue elcantar del horizonte, un sitio jun-to al mar, un bosque, un recital, laflecha y el umbral del manantial.En extrañas ocasiones como aque-llas, guerra y poetas vivieron jun-tos sus mejores momentos, hastaque la guerra se quedo sola, conel botín de sangre irrecuperable.

    Pero después de todo, la poesía

    es la mejor respuesta a la soberbia..

    Así podrán continuar con lasescalas politonales en medio de latecnología o su propia ideología,desgranando cipreses al borde delas autopistas, la felicidad enton-ces del hallazgo literario será lamejor recompensa a tanto territo-rio asfaltado.

    Tengo voces que acompañan micamino y a pesar del ruido matu-tino, persisten en apuntar su má-gico sonido:

    «Abandonamos el cielo con suinsolación empañada de luna»:Gabriel Otero,

    «Siento que tantas pavesas quenos buscan el pecho/me llenantambién de ceniza el corazón”: Ja-vier Alas;

    «Arabella es una mariposa in-édita en mi pecho»: André Cru-chaga,

    «Estimados amigos panfletarios:Ustedes tan serios, tan desafiantes,tan iracundos, tan feroces, ¿por qué le tienen tanto miedo al vuelo

    de una mariposa?» David Esco-bar Galindo.

    Y bajo el dintel del muro másosificado, puedo escribir peque-ños fragmentos de vivaces ale-grías, comparsas nocturnales, en-cuentros cerveceros, feroces ama-neceres de dulces testimonios conustedes.

    Es tarde ahora para claveles ro- jos, destellos de soles rojos anun-cian otros ocasos, mi vista encuen-tra junto a vosotros escudos y ma-ravedíes, es tarde ahora, las peque-ñas cosas se van quedando solas,soy entonces como Ulises, hara- piento y limosnero, al igual queDiógenes, mi patria es cualquier 

     parte con las rocas del camino ytengo un arco tensado apuntandoen mi destino.

    He de morir como todos, al cabode cuantos años o he de sentir en pocos días lo mismo que tantos bardos. He de vivir para siempre pensando que mi escribir acom- pañó sus ensayos y la infinita es- peranza, decanta en mil espejossus rostros junto al 3000.

    Parte II Nosotros cómplices del futuro,

    sin otro destino que lo nuevo, no-

    vedoso y rebelde, escribimos en presente, el triunfo sobre los fusi-les, el nombre de los prisioneros,el olor del olivo en comunión conel trigo, el desplome del muro ylos emergentes senderos del nue-vo sol entre nosotros.

     No piensen que todo terminó, porque el tiempo no corre, noso-tros creemos ver sus corceles. Perono existe. “Hoy” es nuestro ros-tro, solo “Hoy”, pequeño esfuer-zo del Tercer Milenio en el verbo.

    Este es un encuentro feliz, unsigno de reunión en diminutos so-

    les internos, todos poseemos un pequeño silencio luminoso quenos une por siempre.

    Escribir es nuestro mejor rubroen este inmenso conjunto de egos,escribir es un sonido interno queconstruye: universos, rostros, co-lores, noches de plenilunio, efi-gies, insectos, reductos hiperbó-licos, dioses en microchips, des-tellos contundentes del neutrón encolisión.

    Y tenemos el difícil oficio decontribuir en tu fe por el nuevoverbo, el nuevo destino del Tercer 

    Milenio. Ese verbo que en su infi-nito rostro, segundo por segundo,mueve nuestros egos.

    Comunión es este pequeño pun-to defendido desde el documentoimpreso.Comunión es el docu-mento que en tus ojos emerge ino-cente, como el verso del ofendi-do.

    Fieles en el sol construimos lonuevo. Pueden ver que no menti-mos.

    Que existe en este mínimo en-

    cuentro, signos ineludibles de es- plendor, vivos testimonios de lo posible en este pueblo increíble.

    Pues bien, no hemos roto nin-gún sello del infierno que expulse pequeños seres opuestos en susoficios en nuestros principios,seguimos como en otros tiemposcómplices del presente, en el mi-nuto y segundo menos lluvioso defebrero. Ningún ser de este mun-do te quiere menos que nosotros.Como el primer volumen somos

    los mismos necios en el imso encuentro con el presensus universos impredeciblesus cuentos y los torrentesnéticos del sitioWEB. No el tiempo con sus temores, p

    un pequeño dios construyenosotros tu destino. Descubintenciones se convierte entros impresos.

    Tú querido lector, eres en nión con el verbo, el objnuestro espíritu.

    Escribir es un soneto condo en puente, entre el húmevierno y el liberto colibrí.

    Soneto concurrente de momentos, que mostró suen pleno conflicto, luego es

    el quieto sello de los fusilneto vidente del limonero y su olor en niños vendedodiscos proscritos. Ese sonrepente es verde con signnorte, lo respiro en los encude negocios y en reunioncyberclub, en el níquel del tivo o en mis momentos ecocos. Soneto de los pobres yque divertidos en el periódic juntos, sin conocerse, los gios del escritor.

    Hoy siempre es presente. bir es un tributo por el gopuesto en el reloj del repo

    lido vuelo con serpientes gentes, recurrentes, con bsin retorno.

    Y si lo quieren soy testigo presente perfecto… Y sigocomo ustedes, que viven elrico encuentro con su propio bre en presente.

    “Nos proponen el futurosotros nos defendemos dero” (RD).

    Siempre en presente qulectores, no dormiremos

    vino, viviremos despiertoslos delfines de Neptuno, elvespertino y sus continentecolombinos.

    Por hoy ¡vete demonio ¡no envenenes nuestros escon tus pretéritos recuerdonuestro no es noche, ni esiniestro de tu glotón intvete, no pienses que lo nu pertenece, porque ese es nrubro: insurgente y sospedestino.

    Javier Alas, Caralvá, Gabriel Otero Y David Escobar Galindo,observando unas de las primeras pruebas del Tres Mil

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    Un tejido de filiaciones políti-cas tanto familiares como ami-ca-les gestó el encuentro de GabrielOtero y César Ramírez en Méxi-co, donde Gabriel era residente yCésar exilado. Su coincidencia en

    el retorno al país y la idea com- partida de abrir espacios literarioses el germen que eclosionaría enlos mismos. Actos poéticos surgi-dos en un punto de inflexión polí-tica –el expuesto fracaso de unavictoria militar en la dilatada gue-rra civil, la antesala de los Acuer-dos de Paz–, el suplemento cultu-ral Tres Mil y el programa radialLiteratura Stereo prosperaron enlíneas paralelas, nutriéndose delaporte vital de los creadores.

    Como coordinador del suple-mento Gabriel tomó la decisión – 

    nada ortodoxa y quizá sin prece-dente– de entregar una página acada grupo que la solicitó. Otras páginas se reservarían a disposi-ción de los editores. Incapaz de cu- brir ciertos parámetros para optar a un espacio personal, me decan-té por un proyecto grupal, Abrapa-labra; el agregado de taller litera-rio fue más nominal que práctico, pues al menos dos integrantes – Wilfredo Peña y el autor de estaslíneas– acumulábamos la enrique-cedora experiencia del extinto ta-ller literario Xibalbá. El primer número de Tres Mil, impreso undistante 24 de marzo de 1990, es

    histórico: en el panorama litera-rio salvadoreño nunca un suple-mento fue tan plural y democráti-co, con los aciertos y reparos in-manentes a un experimento seme- jante.

    Signo de apertura, de madurezética e intelectual, no existió cen-sura por parte de la coordinaciónde Tres Mil. A lo sumo intervinoel necesario poder de edicióncomo rector en toda publicación.Antes por el contrario esa libertadno siempre fue bien entendida nicontrolada al interior de los espa-

    cios grupales, y la autonomía de-rivó en ocasionales excesos, des-de un infame ataque a algún autor hasta textos indignos de la poste-ridad de la preciosa tinta.

    Un hecho es trascendente: eledificio cultural de Tres Mil sealzó, ocupado por un número re- presentativo de autores. Creció encredibilidad y en presencia, auncuando algunos podrían todavía preguntarse quiénes eran aquellosquijotes fundadores, aparecidos

    3000 añosESCRIBE: JAVIER ALAS

    Poeta, pintor, fotógrafo y fundador del Taller Abrapalabra

    como de la nada. No es vano re-

    cordar que en la víspera del suple-mento el paisaje no era pródigo enespacios, y más bien tendía a unárido reposo. Bajo una marea desangre, la cultura apenas respira- ba en algunas expresiones y enciertos horarios. La Universidadde El Salvador era uno de esostemplos de peregrinación, visita-do por artistas y científicos. TresMil preludia la explosión cultural posterior a los Acuerdos de Paz,en los inicios de la reconstrucciónde la sociedad y del país.

    Además de la diagramación dela página de Abrapalabra, entre

    otras labores, me integré muy tem- prano a colaborar en el diseño deciertos detalles de Tres Mil, queen alguna revisión de identidad setransformó en 3000. Hubo algo deseducción en el cambio, en eseaudaz juego en el que el númerodesplazaba a la palabra. El propó-sito fue siempre sumar esfuerzos para que el diseño del suplementoexpresara el espíritu renovador delmismo; dar una imagen al fondocontentual era preciso dentro deun todo editorial. Debo confesar que mi experiencia en la materiaquizá no era demasiada, y de he-

    cho aún es minuciosamente em- pírica, pero tal vez fue suficiente por aquellos primeros años. Na-die tenía experiencia en un suple-mento así, además, y aunqueGabriel y César poseían una no-ción, conjeturo que ni ellos mis-mos tenían una idea exacta de ladimensión que exigiría el proyec-to en el que se habían embarcado.

    Pese al plan general el diseñoestaba condenado a carecer dehomogeneidad absoluta, dada la

    naturaleza misma del suplemento

     –algunos grupos eran responsa- bles de la diagramación de sus res- pectivas páginas. Y fue esa cir-cunstancia, precisamente, la queen parte le imprimió a 3000 suimpronta singular. Aquellas pági-nas disímiles y miméticas eran lafiel proyección de la pluralidad,aquellos folios eran el espejo delmultiforme orbe cultural que con-tenían.

    Por la fuerza y cotidianeidad deltrabajo –aunque se tratase de unhebdomadario–, por el carácter decada quien, y en esencia acasocomo un producto de otro intan-

    gible acto poético, se fueron anu-dando hilos de amistad entre losfundadores y algunos literatos, encírculos más o menos concén-tricos. El área de 3000 en el pe-riódico recibió todo el tiempo el prestigio de visitantes distinguidoscomo colaboradores, artistas plás-ticos y escultores, ases de la foto-grafía y hasta algún filósofo. Cen-tro neurálgico del suplemento, elescritorio de la coordinación so-lía ser el núcleo de la zona másanormal y divertida del vesperti-no; la música de Soda Stereo y laselucubraciones del ajedrez, la poe-

    sía de Roberto Juarroz y el hu-mor infatigable de César, la cos-mogonía maya y un nuevo epita-fio de Gabriel, todo era y se dabaen ese lugar. Y el trabajo, siempreel amado trabajo.

    Incluidas las eventuales publica-ciones de nuestros propios textos,las más de seis decenas de pági-nas que en su tiempo aportóAbrapalabra recogieron el verbode no pocos nóveles escritores.Gracias a los viajes que la poesía

    me concedió, pude realizar con-tacto en México y principalmenteen España con jóvenes escritoresde Iberoamérica, y así el espaciode Abrapalabra en particular mos-tró un horizonte extendido a geo-

    grafías literarias en diferentes la-titudes: Chile, Argentina, Cuba,España y México entre algunas.Por otra parte, la visión de loscoordinadores fue desde el prin-cipio muy planetaria.

    Una pléyade de escritores reco-nocidos no sólo inter fronterassino también con proyección in-ternacional publicó más de algu-na vez. Nombres como HoracioCastellanos Moya, David Escobar Galindo y Francisco Andrés Es-cobar añadieron grosor literario yacadémico a un espacio volcado

    a la difusión de la creación antesque al periodismo cultural, a lafecha aún balbuceante en el me-dio impreso local. 3000 devinodirectorio de creadores, pero setrató de un paso natural tras unadécada en la que imperó la vocin-glería de las armas.

    3000 fue y es el progresivo re-sultado de un esfuerzo colectivogracias a la visión inicial de suscoordinadores. Por circunstanciasde peso César Ramírez declinó lasub coordinación luego de algu-nos años de ininterrumpido esfuer-zo, Gabriel pidió mi apoyo y asu-

    mí el cargo. Tiempo después nue-vas y poderosas razones haríanque Gabriel y yo tomáramos ladecisión de retirarnos de 3000. Nos encontrábamos trabajandocomo expositores en la Feria In-ternacional del Libro de Guada-lajara, a nuestro regreso al paísanunciaríamos nuestra renuncia ala dirección del periódico y deja-ríamos el suplemento a fines deaño. Era apenas 1993 y los cami-nos se tornaron divergentes demanera inapelable.

    Varios coordinadores han man-

    tenido desde entonces el suple-mento, con momentos más salu-dables que otros, pero vivo. Oto-niel Guevara ha sido uno de ellos,en dos períodos diferentes. Su ini-ciativa de realizar un número ce-lebrando los dieciocho años de3000, una edición incluyente, lellevó a extender una generosa in-vitación a Gabriel con la ofertatentadora de compartir el espacio.Y Gabriel, otra vez motor por unnúmero más, nos ha convocado ala oportunidad única de valorar 

    aquellos años fundacionaleciocho años después los quenamos no somos los micomo observa Pablo Neruda pretando a Herácli to de Entonces, ¿quiénes somos

    nuestra obra responda esa ingante.

    Dieciocho años de 3000. ra e historia acompañándohilo de acontecimientos quetran hasta un atentado incenal periódico en los años tempdel suplemento. Es obligatelogio a la dirección de Cono: resulta imposible exp3000 sin ponderar el papmedio impreso que le apdesde siempre, incondicionfidelidad es infrecuente, ex

    Dieciocho años de literatude momento incondensabl bre todo en la brevedad deapuntes. Novecientos cuartres volúmenes representaavalancha monstruosa de ay vidas, de obra y afanes.con reseñar la modesta paren ese extenso pergaminomos haber escrito nosotrosólo tuvimos la culpa de senes, y que intentamos comen parte con la pasión por  bajo realizado –la paga fue pre de obrero, y al día de hexiste un solo escritor profeviviendo en el país de su o

    teraria.

    Dieciocho años: un in puente ha sido tendido en efico tiempo de las letras sareñas. Un hito, un suceso exdinario para la tradición lide un país sin tradición litQuizá un fenómeno, aun palabra siempre desagradótual coordinador de 3000. Idejaré: sé que no la censurame sorprendería que 3000 ctuyese en la actualidad un e insoslayable referente detras del istmo. Entre sus l

    sería una conquista mínima

    Javier Alas, uno de los principales animadores de la primera etapa del Tres Mil.Era el responsable directo de la producción gráfica, entre otras tareas.

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    SUPLEMENTO CULTURAL TRES MIL · DIARIO COLATINO · MARZO 29 DE 2008

    El 24 de marzo de 1990 apare-ció el primer número del suple-mento cultural TRES MIL en elentonces llamado aún Diario La-tino. Estábamos aún en guerra enel país, y, aunque el esfuerzo ne-

    gociador iba tomando cuerpo, losvahos de la pólvora seguían vivos,siniestramente vivos. Se hizo la presentación de TRES MIL, en laantesala de aquel primer número,con palabras herméticas: «Duro esel sopor de lo conocido, pero elinsurgente defiende como león suvisión del mundo, ese es el leit-motiv in extenso de nuestro ser”…

    TRES MIL nació con voluntadde abarcar voces, el mayor núme-ro posible de voces. En aquel pri-mer número había, por ejemplo,una muestra del Taller Literario

    Abrapalabra, formado por Javier Alas, Jim Casalbé, Wilfredo Peñay Carlos Cañas. En el número 2del suplemento una página enteraestaba dedicada a la poesía deOtoniel Guevara. En los númerossiguientes, se multiplicarían las presencias.

    Fue en el número 3, del sábado7 de abril, donde apareció, en do- ble página central, un texto que,

    Tres Mil: Y ya van 18…ESCRIBE: DAVID ESCOBAR GALINDO

    Poeta y escritor, negociador de la Paz, Rector de la Universidad «Dr. José Matías Delgado»

    con la explicación de ser un “avan-ce del número 4 de la revista Ama-te, tenía un título que me llamó laatención de inmediato: “El erizorefuta al doctor David Escobar Galindo”. Ese texto, que preten-

    día ser inteligentemente sarcásti-co, comentaba, en forma de diá-logo, unas declaraciones mías so- bre la poesía que surgieron en elcurso de un encuentro intelectualen Guatemala, en agosto de 1989.

    En ese texto simplemente repe-tían las lindezas trilladas que mededicaba la izquierda intelectual –en especial los poetas, mis con-temporáneos— desde mis tiemposde estudiante en la Facultad deDerecho de la Universidad de ElSalvador, allá en los años sesenta.Lo leí y lo dejé sobre la mesa. Un

     par de días después, recibí una lla-mada. Era Gabriel Otero, el coor-dinador de TRES MIL, a quien nohacía mucho había conocido per-sonalmente en el agencia ACAN-EFE, cuando se me designó, por  propuesta de dicha agencia en SanSalvador, para integrar el juradodel Premio EFE de periodismo enMadrid. Gabriel, en forma muyrespetuosa me recordó la publica-ción del sábado anterior y me ofre-

    ció las páginas del suplemento para la respuesta que yo quisieradar.

    ¿Respuesta? ¿Cuál respuesta?¿A qué? Tomé el gesto de Gabrielcomo un signo de reacción edu-cada, y le expuse mi opinión, en palabras que fueron de seguro bas-tante parecidas a las siguientes:

     —Gabriel, le agradezco muchosu ofrecimiento, pero no entro en polémica por opiniones ajenas, ymenos cuando éstas están matiza-das de insultos encubiertos. De-

     jémoslo ahí. Los que provocan buscan polémica fácil. Nunca leshe hecho caso. Pero permítameque le tome a usted la palabra de

    otra manera: ¿Me ofrecería eseespacio para decir otras cosas?

    Gabriel aceptó de buen grado. Y,a partir del número 4 del suple-mento, mis colaboraciones apare-cieron en TRES MIL, sábado trassábado, durante varios años. Enese número 4 publiqué dos poe-mas inéditos; en el 5, un cuento;en el 6, un testimonio denomina-do “Anecdotario del diálogo”; en

    El sueño rodó antes y ha segui-do así, por largos dieciocho años.Quién iba a creer, —inimaginable por cierto— que dos jóvenes, aun-que con profundas raíces salvado-reñas, pero con formación acadé-mica fuera de nuestro país, iban asentar las bases de todo un acon-tecer literario en nuestro país, enuna época crispada por el perfu-me de la pólvora y las campanasencendidas con azahares de ceni-za.

    Esas dos personas que iniciaroneste vitral de fosforescentes ven-tanas fueron: Gabriel Otero y Cé-sar Ramírez; luego se incorporóJavier Alas a ese par de jóvenes ycon ellos, Chico Valencia, quienen definitiva supo con tino acep-tar la propuesta de un suplementoque rompió con esquemas y para-digmas.

    Era la plena guerra. Las callesolían a pólvora, los muros de lascasas caían y con ellos cientos de

    De ayer a hoy: un asombro hecho Tres MilESCRIBE: ANDRÉ CRUCHAGA

    Poeta, actualmente maneja el espacio http://www.artepoetica.net la recopilación más importante de poesía salvadoreña que hay en la red

     personas. El Tres Mil fue premo-nitorio en todo lo que cabe: habíauna poética desafiante, devocio-nal. En él convergían las vocesmás diversas, su talante era la di-versidad pese a la época: Así con-currieron voces como David Es-cobar Galindo, Matilde Elena Ló- pez, Francisco Andrés Escobar,Rafael Lara Martínez, etc. Tam- bién estaba latente la voz de Ro-que que se dejaba sentir en otrasvoces y, por supuesto, la palabranueva hirviendo en el lomo de esaáspera realidad, diariamente as-fixiante.

    El Suplemento Tres Mil, siem- pre ha sido un baúl de sueños: másen aquella época donde este me-dio era el único instrumento ca- paz de dar vida, con sus pañuelosde azúcar y sus cactus de zozobra.

    El tren del tiempo se detiene.Ahora, después de aquel vuelo,este Suplemento sigue fortificadofrente a un país de dolorosos li-

    mones y azules abanicos tiznadosa menudo por la violencia que nocesa en su crepúsculo rabioso.

    Curiosamente en esa época decalles tomadas, bombas en cadaesquina, y semáforos rotos, habíauna férrea voluntad por dejar enel Suplemento el clamor inevita- ble por una paz negociada, la de-nuncia a través de los latidos del

    alfabeto. Así se imprimieron pá-ginas valiosas como SegundaQuincena, al frente de Salvador Juárez y Julio Iraheta Santos;Patriaexacta con Víctor Acevedoy Carlos Paz y Mauricio Manza-no; Tareya, la Página de JuanCaminos, cuya iniciativa fue del poeta Rolando Elías y con él Ma-rio Noel Rodríguez y André Cru-chaga.

    Sirvió, además, para proentrañables amistades. A echa seguimos siendo amigafanes culturales: Gabriel César Ramírez, Javier Alaque esto escribe, quienes cvoción benedictina, esperásábado a sábado, la ediciTres Mil y a la cual, en muna ocasión se nos unierofael Lara Martínez, Carmenzález Huguet, Geovani Getc. Pero al margen de estasión inevitable, este ha sidguirá siendo el testimonio mdedigno de la literatura sareña.

    Aquí, en este periplo —chado o no— se juntaron domentos de trascendencia c para la cultura del país: el mto literario, concatenado momento político de insurque se vivía. Y eso, raras  pasa en la historia.

    Barataria, 17.III.08.

    el 7, la primera entrega d“Ejercicios matinales”, y lo sucesivo… Libros míos ple tos como “Devociona“Ejercicios matinales”, “Vítada” y “Cuaderno marg

    aparecieron en TRES MILen realidad, una experiencifundamente estimulante. habría ganado yo de dar resta a los desahogos de aquenimo que apareció en el nú3? En cambio, de la reiteradlaboración en TRES MIL oun continuo impulso de sadelante. Recuerdo que mnoches, luego de las jornadla negociación para la paz, mdicaba a escribir para las páde TRES MIL…

    Ha pasado el tiempo. Ah

    dieciocho años de aquel cozo, me honro en reconocer dición de TRES MIL, que, todo, ha tenido etapas, peraquí, con suficiente energíacontinuar en la faena. SalGabriel Otero y a Caralvá, vívida cordialidad de entonle deseo a TRES MIL sa buena letra, como siempre

    El equipo fundador rodea al escritor David Escobar Galindo. A la izquierda, untrabajador del CoLatino.

    Una foto rescatada: Andrè Cruchaga, el poeta, y los fundadores del Tres Mil:Otero, Caralvá y Javier Alas.

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    SUPLEMENTO CULTURAL TRES MIL · DIARIO COLATINO · MARZO 29 DE 2008

    San Salvador, segunda quincena

    de marzo de 2008

    Señor don Tres Mil:

    En la hora en que usted cumpledieciocho años, déjeme expresar-le unas palabras agradecidas:como lector asiduo y como arti-culista ocasional suyo.

    Como lector, quiero reconocer-le el espacio que usted abrió, enun momento en que a la sociedadnacional la calcinaba la guerra. Notiene idea de cuánto se apetecía unlugar desde donde la palabra es-crita pudiera ejercer su vocacióniluminadora y salvífica. Usted puso ese sitio .Desde entonces,hombres y mujeres hemos halla-do allí el solaz de alma que pro-vee el verbo trabajado con voca-ción de arte. Desde entonces, va-mos creciendo en conocimiento yadelantando en valores respectodel hecho literario, ese que reco-ge la esencia del ser y del vivir.

    Señor don Tres MilESCRIBE: FRANCISCO ANDRÉS ESCOBAR 

    Poeta y escritor, Catedrático de la Universidad Centroamericana «José Simeón Cañas», Premio Nacional de Cultura 1995

    De no haber sido por usted y suconstancia indoblegable, de nohaberlo visto sobrepasar los afec-tos y desafectos que han venidoviviendo quienes lo han acompa-ñado en su aventura, no hubiéra-

    mos podido encarar el sinsabor que dejaban el miedo, la ausenciay la muerte, en esos años, comono podríamos, hoy, habérnoslacon el abarrancamiento de la con-ciencia ciudadana, hecho que mu-chos y muchas lamentamos, y queotros y otras aprovechan para es-quilmar al país en sus recursosmás últimos.

    Como articulista ocasional,como otro más entre quienes hantenido el beneficio de su espacio,también permítame decirle mi gra-titud por habernos dado el campo

     para ventilar nuestras almas. Elmal de mayor gravedad que secarga con los años no son los acha-ques del cuerpo: es la rabia conte-nida y no expresada. A ella agré-guele la estragada ternura y elgozo vedado, y tendrá el panora-

    ma de lo que seríamos, si quienesescribimos no hubiéramos podidoairear nuestros subsuelos espiri-tuales, y si quienes leemos no hu- biéramos tenido el anhelado en-cuentro con la palabra creadora,

    esa que dice por nosotros lo quede ordinario no se alcanza a de-cir: por prohibido, o inefable.

    ¡Hay tánto que uno quisiera ex- presarle, don Tres Mil, en este in-ventario de gratitudes! Pero las lí-neas quedan cortas. En ellas ape-nas caben las memorias de esetiempo inaugural en el que, ¿re-cuerda?, quienes escribimos vivía-mos penurias solo entendibles por gente del oficio: el texto perge-ñado a mano en hojas de papel periódico; la infernal tecleadera enla máquina de escribir, para cons-

    truir una, dos y más versiones,hasta lograr algo decente; el en-vío del material, por fax; su rees-critura y revisión por los levan-tadores de texto; los gazapos ho-rrorosos y subrepticios; la ira,las paranoias y los desencantos

    cuando salía a luz el escritohallaba en él una antología dtas, que obligaban a permescondido durante un lapsono pasar vergüenza entre ciantes.

    Hoy es todo distinto, doMil. La red y el e-mail han por nosotros, lectores y escrlo que ni con la mejor inteni con el mayor empeño humos logrado. Aún así, doMil, si debiéramos volvemaravillosa caverna de la mna dactilográfica tradicionaveríamos a ser lo que hemoy a hacer lo que hemos hechuna sola razón, amigo qu“Con estos bueyes hay quedecían nuestros mayores. vale más cuando se trata de

    truir, a punta de verbo, un nir más humano y luminos

    Servidor de la palabra y ted

    Francisco Andrés Escob

    Hace dieciocho añosESCRIBE: JULIO IRAHETA SANTOS

    Poeta, fundador del grupo Piedra y Siglo, cofundador del Taller Segunda Quincena

    Hace dieciocho años la apari-ción del Suplemento Cultural TresMil del ahora Diario Co Latino fue

    el neumático necesario para man-tenerse a flote, literariamente ha- blando, en una época cuando laguerra estaba en su último año presencial, y en mi caso personal, para poder levantar la mano de la poesía y decir tímidamente: “Aquíestoy”. Algunos poetas y escrito-res que teníamos como una déca-da de no mostrar el rostro litera-rio, por estar relacionados de al-guna manera, ya sea directa o in-directamente, con el FMLN his-tórico, o por tener delirio de per-secución o miedo a la represión yal asesinato político, nos habíamos

    ido al ostracismo cultural y al exi-lio interior. En mi caso personal,sin duda pesó la experiencia de1967, cuando fui víctima de se-cuestro político por parte de laPolicía Nacional de aquella épo-ca y que me convirtieron en hués- ped obligado de los sótanos delPalacio Negro, y el subsiguienteacoso policial en la ciudad de San-ta Tecla durante algún tiempo, yes así como con otros compañe-ros que nos quedamos en el país,formé parte de esos intelectuales,

    que como dice nuestro hermanomayor Manlio Argueta en una en-trevista o artículo en Alemania – 

    no recuerdo bien que era-, calza-do bajo la responsabilidad del poe-ta y escritor David Hernández, fui-mos como “agujas escondidas enun pajar”.

    Antes de intentar con cautelaaprovechar el nuevo espacio abier-to en el Suplemento Cultural TresMil bajo la dirección de GabrielOtero y Caralvá, jóvenes poetas yescritores que eran nuevos para míy que si no me equivoco habíanestado en México, al no aguantar más el silencio y la asfixia litera-ria comencé a publicar una hoja

    artesanal que primero se llamó LaPalabra, después por un tiempomuy breve Tawilúa, y por últimoLuna de Gato, cuyo tiraje era mí-nimo y que era enviada al Depar-tamento de Letras de la Facultadde Ciencias y Humanidades de laUniversidad Nacional de El Sal-vador, esporádicamente a la UCAy de cuando en cuando repartidaen el Café Teatro. A estas hojas yoles llamaba irónicamente misilesliterarios.

    Traigo a cuentas estas cosas pararesaltar la importancia que para mítuvo el aparecimiento de Tres Mil

    y para expresar el agradecimientoa los dos jóvenes que como Quijo-tes audaces se atrevieron a abrir una rendija, una ventana en la os-curidad cultural que imperaba enel país y que ayudó a que saliéra-mos del marginamiento literariodel que éramos objeto algunos queestábamos en las listas negras delas páginas culturales de los me-dios nacionales. Esa fue la brechaque trajo oxígeno a nuestro traba- jo cultural. Fue un aporte valiosode estos jóvenes y otros que se lesunieron en esa tarea solidariacomo el poeta, escritor y pintor Ja-

    vier Alas.

    El Suplemento aquí menciona-do nos dio el abrigo necesario du-rante el último año del conflictoarmado, el momento de los Acuer-dos de Paz y el tiempo inmediatoque siguió. Fue en una parte deeste transcurrir, cuando a nivelcolectivo alcancé por segunda vezel beneficio del espacio de TresMil, al formar parte del colectivocultural “Segunda Quincena” jun-to con los poetas Eva Ortiz, Sal-

    vador Juárez, Jorge Vargasdez, Wilfredo López, el artisfico ya fallecido Atilio Silv

    fotoperiodista Luis GaldEsta etapa fue muy valiosaexperiencia literaria y en mcimiento cultural. De no contado con el espacio en esca hubiese sido muy difíciel mínimo de presencia cultel país y testimoniar a los leque aún estábamos vivos vos en el oficio literario.

    También, deseo dejar conen estas líneas, que he ten privilegio de contar siempespacio en el Suplemento ral Tres Mil, con los coord

    res y sus equipos de colabres que han continuado en  bor cultural tan encomiableÁlvaro Darío Lara, Otonievara y el coordinador deAbierta Vladimir Baiza.

    Francisco Andrés Escobar,poeta y maestro.

    Julio Iraheta Santosy su verbo encendido.

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    SUPLEMENTO CULTURAL TRES MIL · DIARIO COLATINO · MARZO 29 DE 2008

    Del Tres Mil en su querella entre filosofía y poesíaESCRIBE: RAFAEL LARA MARTÍNEZ

    Investigador de la Universidad de Nuevo México y crítico literario

     La querella entre filosofía y poesía

    es antigua. Platón

    Por gracia de la tecnología ac-tual que todos sus detractores uti-lizan —internet, pdf, jpg, etc.— 

    recibo números dispares del des- pegue de una de las mejores e in-cesantes revistas culturales salva-doreñas. Los ojeo con la mismaavidez que hojeo revistas litera-rias del pasado. De algo que fuey ya no es. Por deformación ar-queológica siempre me asomo acontemplar obras caducas. Leosus escritos —poesía, narrativa,ensayo— como prueba palpablede una historia regional particu-lar.

    La intuición poética asegura quedos enfoques privilegiados bastan para rendir cuenta de un legadoliterario. Por una parte, la poesíanos enfrenta al rescate de testimo-nios y vivencias de quienes vivie-ron los sucesos. Su experiencia devida directa apoya la construcciónde una verdad tan sólida como laexistencia particular de la perso-na que la relata. Por la otra, la poe-sía nos confronta a impresiones,sensaciones, sentimientos —tam- bién subjetivos— de quien evalúaun monumento histórico nacional,el mismo Tres Mil. En ambos ca-sos, la verdad que se edifica lafundamenta un existente particu-lar cuya visión personal sobre el

    mundo sustituye toda objetividad.

    De valor inigualable, experien-cia de vida y sentimiento íntimoolvidan que toda subjetividad ex- presa no sólo al existente singu-lar; por la palabra también decla-ran su inserción a un sistema co-mún, socializado que comunicasubjetividades diversas. A este ré-gimen compartido —ineludible— se le llama idioma. El dilema esclásico’ “Borges y yo”. Se tratade una escisión consustancial alhecho de hablar. Al existir en lalengua nos partimos en dos. To-dos Uds. pueden ser “Yo”. Soncapaces de asumir la instancia dela primera persona singular parareferir el mundo desde una pers- pectiva única; siempre y cuandoen traición paradójica a enuncia-dos personales, utilicen el paradig-ma público de la lengua.

    La singularidad más propia sólose realiza en su negación al acep-tar que lo individual emerge de suintimidad en lo que nos es comúna todos los mortales. En cuanto a

    “Borges” — a “Lara-Martínez”— este núcleo original de mí-mismoqueda agazapado en el fuero másinterno salvo que, por supuesto,acepte alienarse, diluir su perso-na en lo comunitario del idioma.

    Acaso esta misma paradoja de lacomunicación —de la expresiónsocial— invade toda espirituali-dad cuya huella tangible de exis-tencia resulta siempre una aliena-ción gráfica en la materia: papelcomo huella del poema; lienzo, dela plástica; partitura, de la músi-ca, etc.

    Ante esta contradicción lógi-ca—conocemos lo privado por lo público; el espíritu, por la mate-ria; la esencia por la existenciacorporal, etc.— la razón filosófi-ca presenta un desafío. El punto

    de partida lo constituiría la siste-matización de un legado historio-gráfico. Sería necesario elaborar un “índice analítico” de toda larevista Tres Mil, desde su funda-ción hasta el presente. El índiceen cuestión podría responder a di-versos criterios de ordenamiento.Sería preciso contar con un índice por número, otro por autor, otromás por género, en el doble senti-do de la palabra (genre and gen-der). A nivel del género literario,las entradas bibliográficas se or-ganizarían en poesía, prosa (cuen-to, testimonio, etc.), ensayo, artesvisuales (pintura, escultura, etc.);

    en la categoría de género corpo-ral, en masculino (hombre), feme-nino (hembra), etc.

    Inédito en un país que vive delmito del mestizaje absoluto sería

    rastrear la filiación étnica (mesti-zo, indígena, palestino, italiano,etc.) y geográfica (ciudad (capital(colonia específica, barrio, etc.),capital de departamento), campo(pueblo, cantón, etc.)) de la pro-ducción cultural en el Tres Mil.Dejo abierta a la imaginación dellector ingeniar otras criterios po-sibles de clasificación, por ejem- plo, el temático, ya que un poe-ma, cuento, cuadro, música pue-den todos referir un mismo argu-mento: el Mozote. Si algunas delas categorías que designo no sehallan presentes, su ausencia nos

    indicaría los límites del imagina-rio artístico del Tres Mil. Antici- paría una neta tendencia hacia lomasculino, lo hispano-mestizo, locitadino. Casi siempre, este suje-to particular se posiciona comoúnico y universal pese a que su ars poética se halla sometida a la par-ticularidad de una existencia cir-cunscrita por las nociones antesseñaladas.

    Junto a la digitación de la revis-ta, los índices no bastan para ini-ciar un estudio analítico. Seríansimples instrumentos que apoya-rían el desarrollo de estudios so-

     bre correspondencias entre temá-ticas singulares (poesía intimista,de protesta, etc.) e identidad sin-gular, geográfica, étnica , de gé-nero, etc. El reto que la filosofíale dirige a la poesía consiste en

    sobrepasar lo trillado de oposicio-nes tradicionales a una sola di-mensión, por ejemplo, arte purocontra compromiso, esencia con-tra existencia. Un análisis multidi-mensional revelaría que ambos polos contradictorios reciclan he-gemonías masculinas, ocultas trasun ropaje de pureza trascendental, por una parte, o de política revo-lucionaria, por la otra. Igualmen-te, desde un enfoque étnico, la pre-sunta oposición radical denotaríael renuevo del mito de un paísmestizo que le niega todo espaciode expresividad a sus culturas

    campesinas regionales, subcultu-ras urbanas y etnias indígenas.

    En síntesis, mi propuesta consig-na la necesidad de rebasar la esfe-ra poética —testimonio y senti-miento subjetivo— respecto al le-gado cultural de una revista. Unverdadero homenaje al Tres Milexige digitar y sistematizar suaporte artístico y literario a la cul-tura nacional salvadoreña. Sineste instrumental primario, todaevaluación seguirá atrapada den-tro de los límites estrechos de en-foques subjetivos que rechazanuna objetividad sociológica y fi-

    losófica. Apostamos por un pectiva platónica, científicatoriográfica que rescate prese monumento cultural esvisual, para luego iniciar uncusión razonada de su con

    ción histórica. Propugnamutopía posmoderna digitaTres Mil digitado con varioces analíticos. Realizado esueño, su ideal abrirá una querella de debate entre fily poetas.

    Rafael Lara-Martínez, estudiosliteratura salvadoreña y asiduborador del tres Mil desde los

    Pan espiritual

    Un abrazo fraternal y solidario de la medida del horizonte del m para el Suplemento Cultural Tres Mil de Diario Co Latino por cu

     plir 18 años de darle pan espiritual, estético e intelectual a los saldoreños. El periodismo cultural puede seguir latiendo con vitalid

    gracias a su espacio.

    Suplemento Cultural Tres Mil es un digno ejemplo para los gr

    des medios impresos que cada vez más cierran las puertas a temas culturales y a la creación de los talentos del país. Buscan

    talentos, pero no los de siempre, si no a esos que en el silencio ymarginación hacen cosas bellas.

    Que este décimo octavo aniversario se multiplique para alcanla perfección de la luz.

    Tomás Andréuescritor y periodista salvadoreño

    Del sueño posible

    La poesía sobrevivirá, sí, lo sabemos. Sobrevivirá a la catástrofe,al hambre, a las dictaduras, al mercado. Sí, lo hará, porque es una

    esperanza colectiva donde las diferencias se hacen un solo poema.Tenemos todo en contra, desde las buenas costumbres hasta los pre-

    supuestos culturales nacionales, pero aun así la poesía sobrevivirá.

    Las constituciones pasarán, los manuales de historia, militares, tec-nológicos también pasarán, pero la poesía no. Ese es nuestro triun-

    fo, saber que el día de mañana una niña o un niño nos leerán y susojos se llenarán de lágrimas. No hay nada más hermoso que este

    sueño, por eso les saludo desde Chile, y les agradezco por hacerlo posible tanto en El Salvador como donde haya alguien que pueda

    leer un poema y creer, sí, creer, que la poesía puede hacer del día a

    día algo mejor y de nuestras vidas cotidianas una razón para acos-tarse y al amanecer y decir que bello es este día, hay mucho que

    compartir.

    Felicitaciones, amigos y amigas, del Suplemento Cultural Tres Mil

    de El Salvador.

    Héctor Hernández Montecinos poeta chileno

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    SUPLEMENTO CULTURAL TRES MIL · DIARIO COLATINO · MARZO 29 DE 2008

    Pues claro que el Tres Mil seabría como una ventana para mos-trar el fenómeno literario salvado-reño de los 90’s. Yo estaba muy pero muy contento porque al finun medio independiente nos per-

    mitiría “decir”. Y lo mejor es queera dirigido por jóvenes escrito-res. 20 años atrás los únicos espa-cios para publicar eran las pagi-nitas que concedían algunos pe-riódicos. Mi relación con el su- plemento la inicié con poemasmuy personalísimos. Le decía a mimujer que se llevara al parque alos chicos para quedarme en el“oficio de tinieblas”, cosa quedebo agradecer a ellos por permi-tir que me hundiese de cabeza enesos afanes, que al final han sidode enorme satisfacción -no creoque para la literatura salvadoreña

    de todos los tiempos- al menos para mi familia. Pues yo bien pun-tual llevaba mis colaboraciones yel día sábado por la tarde salía a buscar la edición de ese día paraverme, para ver lo que hacían loscolegas. Declaro que mucho deego tiene ese asunto de verse pu- blicado, que es como verse al es- pejo pero sin verse. Tuve la opor-tunidad de recibir comentarios positivos por mis textos no sólode jóvenes lectores, sino de vie- jos lectores de suplementos. Seestaba dando un salto de calidadcon este suplemento, y en eso hayque agradecer a Francisco Valen-

    cia y a su equipo de colaborado-res. Porque debemos ser agrade-cidos. El suplemento Tres Mil fue para muchos el creer que sí se pue-de en un país donde la gente yano lee poesía ni novelas como afinales del siglo XIX. Esto se vol-vía un reto, el saber que uno enseis millones iba a leer un tu poe-ma el que olvidaría a la vuelta dela esquina, pero no importaba por-que los coordinadores te volveríana publicar y así durante años. En-tonces nacía el llamado compro-miso con el lector, que era escri- bir más y mejor cada día. Sumado

    a esto estaba el hecho de recons-truir el país por medio de tus tex-tos (Quijotadas, por supuesto, perode gente esperanzada). Y la cosase volvía apasionante, pues teníasel espacio tan deseado por años yahora que se presentaba había queaprovecharlo dignamente. Y qué bueno porque era un esfuerzo na-cional que nos reunía, unos con poemas intimistas, otros hablan-do de la herida que no se cierradesde el 32, otros haciendo críti-ca, otros promoviendo sus activi-

    Del Oficio y del Su (Com) PlementoESCRIBE: MARIO NOEL RODRÍGUEZ

    Poeta, fundador del grupo Tareya, integrante del grupo Juan Caminos

    dades y los que no eran escritoresaportando con el diseño, y loscanillitas que gritaban el periódi-co y mencionaban el suplemento,que era como una nave ejemplar de democratizar la cultura, térmi-

    no que aunque viejo se ponía demoda.

    Los colegas de “Tareya” me pro- pusieron que solicitara una pági-na del suplemento y chivo puesfue aprobada. De igual forma conla misma puntualidad con las imá-genes de apoyo. Los otros miem- bros de Tareya me dejaron toda latarea y había que responder, puesla posguerra nos exigía mayor res- ponsabilidad para con el ejercicioliterario. Entonces puse todo mi“cacumen”, como decíamos antes, para que la página tuviera un buen

    nivel de contenidos y por allí car-tas locas de surrealistas y amigosen el exilio y la eterna búsqueda por transmitir un lenguaje desen-fadado, por supuesto que muchohay que agradecer a la sicodelia(de Dark side of the moon, entre

    otros) que fortaleció mi manera dever el mundo. Porque era impos-tergable poner lo mejor de noso-tros y así levantar los escombros.Época de mucha creatividad; hubouna vez que publiqué una foto

    donde aparece Farabundo Martí,Sandino y otros; recorté la cara deMartí y en su sitio puse la mía.Escuché por allí comentarios deque a ciertos intelectuales de laizquierda más “cruda” les parecióuna actitud pequeño-burguesa queun poeta “jugara” con un símbolode la revolución. Jamás se me cru-zó por la mente irrespetar al revo-lucionario; en todo caso, piensoque el poeta con su osadía fue másrevolucionario.

    Y me cansé de ser el “entareya-do”. Entonces nos encontramos

    con Rolando Elías y André Cru-chaga y decidimos armar la pági-na “La casa de Juan Caminos”, proyecto que perseguía crear el“Centro Cultural Juan Caminos”.Sin duda una experiencia únicacon estos dos poetas. Bajo el li-

    monero de Rolando armálas páginas ante la mirada sodida de los pájaros. Aunqulando era el mayor de los comunicación fluía como da, y claro, pues en su casa

     ba la armonía. Yo le decía qsiera esa música con manque me hacía suspirar hondcutada por un su tío que conocí. La Paz, la Pacita ( pleada de Rolando) nos vece, encantadora, guapa. Eimaginaba que aquellos tretos del jaguar”, estaban hacuna barricada ilusoria conmales de la vida.

    Si algo debemos agrad

    Gabriel, a Caralvá, a Javier

    comprensión que tuviero

    nosotros, los primeros col

    dores. Ellos respetaron nuideas, por muy voladas qu

    ran. Fuimos testigos del nac

    to de un vehículo, de una

    na, de un sueño que no ha

    do.

    Mario Noel Rodrìguez, el poeta.

    El Suplemento Cultural TresMil cumple dieciocho años. Enel ámbito salvadoreño no existeotro espacio periodístico entera-mente dedicado a lo artístico ylo cultural , ese hecho vuelve másatronadora la celebración.

    Las secciones culturales inaugu-

    radas hace pocos años en los pe-

    riódicos de circulación nacional

     pasaron a ser un manojo de pági-

    nas en el que caben hasta las noti-

    cias sobre los últimos deslices de

    los famosos. Los suplementos do-

    minicales de vez en cuando se

    encargan de un tema o un perso-

    naje cultural , pero nada más.

    Lo interesante del Tres Mil esque no se concentra en reseñar la agenda cultural  salvadoreña,

    es el único medio que auténtica-mente abre sus páginas al deba-te público y a la expresión librede las opiniones de quienes enuno u otro modo estamos vincu-lados a la creación artística.

    Resulta valioso entonces con-tar con un Suplemento CulturalTres Mil, que durante casi dosdécadas ha aportado decidida-mente al desarrollo del periodis-mo cultural en El Salvador. Fe-licitaciones al diario Co-Latino

     por este impulso noble y sosteni-do. Felicitaciones también al poetay periodista Otoniel Guevara,

    quien con acierto y entrega mane- ja las riendas del suplemento, asícomo a todos los que le acompa-

    ñan en el equipo de trabajo pecialmente al poeta VladBaiza.

    Enteramente dedicado al arte y la culturaESCRIBE: PABLO BENITEZ

    Poeta, investigador literario y subcoordinador del Tres Mil de 1998 a 2000

    Una reunión peculiar: Giovanni Guardado, Roberto Quezada y Salvador Juárez. Sentados: Luis Alvarenga,Ricardo Castrorrivas, Carlos Ernesto García y Pablo Benítez, todos relacionados de alguna forma con el Tres M

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    Hace dieciocho años nació elsuplemento Tres Mil, en el otroraDiario Latino, ahora Co-Latino,como una iniciativa de entusias-tas amigos que comprendieron lanecesidad de lanzar un suplemen-

    to cultural alternativo en el país.

    El escenario cultural salvadore-ño vivía uno de los momentos demayor dinamismo, sobre todo, por la proliferación de los talleres li-terarios, asociaciones y emergen-tes instituciones y colectivosculturales. Desde luego, despuésde la ofensiva guerrillera de no-viembre del ochenta y nueve, laguerra se acercaba, ya irremedia- blemente a su fase final. La fuer-za negociadora se imponía cadadía más, y los grupos culturalesanimábamos, sobre todo, desde la

    militancia o simpatía de izquier-da, este proceso. Recuerdo esfuer-zos significativos del momentocomo Concertación Cultural, queagrupaba a la Asociación Salva-doreña de Trabajadores del Arte yla Cultura (ASTAC), grupo Códi-ces, Talleres Literarios Xibalbá,Abrapalabra, Patria Exacta, Revis-ta Bitácora, Segunda Quincena yotros más. Escritores como Matil-de Elena López, José Roberto Cea,Salvador Juárez, Ricardo Lindo,Luis Melgar Brizuela, conforma- ban esa atmósfera de ímpetu por la cultura. Recuerdo que, comoConcertación, fuimos firmantes,

    tanto las asociaciones miembros,como escritores independientes,de encendidos manifiestos de co-yuntura.

    Este es el marco que animó las primeras páginas del suplementoTres Mil, un proyecto, que en muy buena medida tuvo como gesto-res a Gabriel Otero y a César Ra-mírez (Caralvá), y que desde suinicio contó con la colaboraciónde los talleres y grupos anterior-mente mencionados. Así, entre unmovimiento popular creciente afavor del fin de la guerra, atenta-

    dos dinamiteros contra Diario La-tino, temporadas y festivales dearte y cultura, el suplemento co-mienza su vida. Debo reconocer que el aparecimiento de Tres Mil,significó un notable progreso enel sentido de recobrar el sentidodemocrático y popular que debeanimar, como un elemento impor-tante, el periodismo cultural im- preso. Aunque las páginas litera-rias y culturales en los grandesrotativos como el Diario de Hoyy La Prensa Gráfica, existían en

    ese momento, y tenían larga data,sus contenidos habían caído en losuperficial. Desde luego, la épocade los escritores dirigiendo estossuplementos había terminado ya.Posiblemente fue la década de losochenta la última que tuvo unadinámica de relativa participaciónde distintos colaboradores y decuido de calidad en los materia-les. Los ochenta también contaroncon medios relevantes como Dia-rio El Mundo, donde desde lossetenta, se habían publicado pági-nas importantes como La Cebolla

    Púrpura y la Iguana en Flor; y yaen los ochenta, La Salamandra deOro del recordado poeta Luis Ga-lindo (1929-1990) y la página delgrupo literario Cinconegritos. Sinembargo, a inicios de los noven-ta, esto había cesado. Así, TresMil, cumplió su cometido, al to-marle el pulso al inicio de los no-venta, y a los años posteriores.

    En palabras del desaparecidoescritor Waldo Chávez Velasco(1932-2005), el suplemento era«el único suplemento cultural del país». Waldo decía esto con acier-

    to, ya que el resto de publicacio-nes o revistas dominicales de losdemás rotativos no llenaban ni lle-nan, ni siquiera -formalmente- lascaracterísticas de un auténtico su- plemento dedicado a la cultura yal arte. De hecho, desde la «globa-lización» de estos medios, sus«gurús» europeos, excluyeron la parte cultural de los amplios es- pacios, con que gozaron en el pa-sado. En realidad, además de treso cuatro escritores nacionales, las páginas de los grandes medios

    gráficos, están vedadas a los inte-lectuales y artistas de este país,cuyo pensamiento no sea acordecon las líneas generales de la po-lítica editorial de estos periódicos.

    Tres Mil, ha cumplido con esafinalidad: ser un espacio plural,abierto, a las distintas corrientesde pensamiento, sólo objetando elrespeto y la calidad a sus colabo-radores, condiciones indispensa- bles en todo ejercicio periodísticoque se precie de ético y de respon-sable.

    Diversas conducciones indivi-duales, de grupo y de equipo hanenriquecido la existencia del TresMil, con sus aciertos y sus bemo-les naturalmente. Puedo recordar la fundacional de Gabriel Otero yCaralvá; y luego amigos y escri-tores como Walter Raudales,Otoniel Guevara (en su primeraépoca), Luis Alvarenga y un ser-vidor. Asimismo coordinacionesde colectivos y otros que escapana mi memoria. Todos nosotros, es-toy seguro, deseamos en su mo-mento, poder ofrecer un servicio

    cultural amplio al pueblo salvado-reño, centroamericano y universal,quien es en realidad su verdaderodestinatario.

     No puedo olvidar el espacioAula Abierta, un aporte maravillo-so para la educación nacional,como soporte bibliográfico, delectura, pedagógico. Un medioutilísimo para el maestro y lamaestra, y para los alumnos yalumnas. Espacio que fue coordi-nado, con dedicación y cariño en-

    trañable, por el poeta Edgar Alfa-ro Chaverri. De igual manera, có-mo olvidar a todos los colabora-dores nacionales e internacionales,y a todas y todos los trabajadoresde Diario Co-Latino, que ha-

    cen posible su impresión.

    Finalmente, Tres Mil, en su ac-tual condición debe seguir forta-leciéndose, investigando, discu-tiendo, siendo un foro abierto altema de la identidad nacional, losvalores, el arte y la cultura salva-doreña y mundial. Ese es uno desus grandes cometidos, no subor-dinarse nunca a la política parti-daria coyuntural. Hacer -como lohace- desde la cultura y el arte, su propio aporte a través de su dis-curso identitario. Proponer políti-cas culturales, al tema de la agen-

    da cultural nacional, aquella fun-damentada no en las falacias gu- bernamentales de la administra-ción que agoniza, sino aquella quetiene como punto de partida y dellegada el ser humano en equili- brio con su medio ambiente.

    Es nuestro mejor deseo que TresMil tenga, ahora que comienza suadultez, una larga vida, para el bien de todos y de todas. La fechade aniversario, 24 de marzo, no puede ser más signficiativa , laconmemoración de Monseñor Ro-mero, quien se quedó para siem- pre viviendo en este pueblo, y el

    aniversario de la partida física del poeta Roberto Armijo, cuya voznos cantará para siempre la belle-za y crueldad de Cuscatlán.

    ¡Felicidades, queridos amigos yamigas!

    El poeta Edgar Alfaro, unode los más tenaces productores

    de la sección Aulabierta.

    Un Suplemento que todos debemos fortalecerESCRIBE: ALVARO DARÍO LARA

    Poeta, catedático universitario y excoordinador del Tres Mil

    El poeta y académico Alvaro Daío Lara, uno de los siete coordinadores

    que ha tenido el Tres Mil.

    telegramas

    Desde Nicaragua:

    Mi queridísimo 0tonielMil felicidades por el

    versario de Tres Mil. Esuplemento muy, pero  bueno. Me enorgullezcohaber colaborado en él.

    Claribel Alegría poeta salvadoreña

    Desde Puerto Rico:

    ¡Felicidades por ese mvilloso cumpleaños demil 18 años!

    Enhorabuena y saludesde la Isla del Encanto trabajadores que han forla revista. Un gran abrala valiosa literatura cenamericana.

     Etnairis Rivera

     poeta puertorriqueña.

    Desde Dominicana:

    Congratulaciones.Un abrazo.

    José Mármol poeta dominicano

    Desde Argentina:

    Me llena de alegría, ecialmente, al saber lo quenifica la ocupación y el sonimiento de una conqu popular en el tiempo ytantos logros.

    ¡Un abrazo enorme y fetaciones a todos los trabajres del suplemento...!

    ¡Felicidades!

    Ricardo Daniel Piña poeta argentino

    Desde Costa Rica:

    Saludos, Otoniel, y te cito. Eso se llama cohere

    Un abrazo desde Cota R

    Vilma Vargas poeta costarricense

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    Cuando comencé a escribir poe-mas la gente me decía: “llévalosal Latino para que te los publi-quen”. Ese fue mi primer referen-te del Suplemento Cultural TresMil, aunque aún ignoraba su nom-

     bre y la verdadera dimensión quetenía y tiene. Fue hasta que cono-cí al poeta Otoniel Guevara en unrecital en 1998 cuando supe comose llamaba el único periódico don-de se publica literatura en El Sal-vador: Co Latino y que el Tres Miles un suplemento dentro del dia-rio. Desde entonces tenemos unasuscripción en nuestra casa y lee-mos el material que se publica sá- bado a sábado.

     No niego que fue uno de los pri-meros lugares en los que se meabrieron puertas y es algo que

    agradezco. Todavía hoy se apre-cian cuentos de Vallejo Márquezen sus páginas. Y sé que no meequivoco al decir que la gran ma-yoría de escritores hemos publi-

    cado al menos un escrito dentrode éste.

    Recuerdo que me dediqué a bus-car en todas partes el vespertinocuando me dijeron que un sábado

    se publicaban cuatro poemas de suservidor, en el año 2000, cuandoera coordinado por el poeta LuisAlvarenga, quien después nos ce-dió la batuta a Álvaro Darío Lara,la poeta Lya Ayala y a su servidor.

    En el 2001 justo después del te-rremoto del 13 de enero fui re-dactor y diagramador del Tres Mil,algo que me dio muchas satisfac-ciones y me brindó un buen ejer-cicio. Aprendí mucho y conocímúltiples autores que si no hubie-ra estado trabajado allí no hubieraconocido. Permanecía a diario en

    la Biblioteca de la UCA en buscade autores geniales que estuvierananónimos y así publicamos poe-tas de la talla de Pedro Garfías,Jorge Adoum, César Dávila

    Andrade, Rolando Costa e hici-mos rescate de autores que murie-

    ron durante la guerra civil salva-doreña. Trabajábamos en las no-ches y aunque eran jornadas lar-gas haciendo el suplemento lasdisfrutaba muchísimo.

    Luego el Tres Mil pasó a manosde los escritores Roberto Quezada,

    José Roberto Cea, Mauricio Mar-quina, Mario Castrillo y Salvador Juárez, también les colaboré en-viándoles cuentos. Después regre-só la coordinación a Otoniel Gue-

    vara quien junto a escritoresVladimir Baiza aún imprimahora 16 únicas páginas de vador donde convergen la ra, la narrativa, la poesía y e

    El Tres Mil cumple 18 añ pesar de su edad no tiene un petencia que le dure o le hagte. Ningún medio periodístnuestro país ha logrado manse tantos años en la palestrraria y artística como éste pesar de los diques es imprdos los sábados; y muchodiantes de tercer ciclo, bachto, universidad, noveles escrlectores insaciables y públgeneral siguen apreciándaprendiendo mucho al leerneas.

    Y yo, todos los sábados su llegada, sin duda hoy,  pican las manos por tenerlolas mismas y devorarlo.

    El Tres Mil no tiene competenciaESCRIBE: MAURICIO VALLEJO MÁRQUEZ

    Escritor y periodista, ejerció en el equipo de coordinación del Tres Mil de Alvaro Darío Lara, junto a la poeta Lya Ayala

    El escritor Mauricio Vallejo Márquez

    De ésta manera se tituló la pri-mera página que me publicóOtoniel en el Suplemento TresMil allá por el año 93*, consta- ba de una pequeña muestra de poesía, tomada de un cuadernoque ganó el 1er.lugar en el cer-

    tamen «Wang Interdata» en1988, premio que compartí conel poeta Jorge Vargas Méndez,integrante del Taller LiterarioXibalbá.

    Escribía con disciplina desde1984, y los primeros ejempla-res del Tres Mil, que leí con avi-dez, me los regaló la Licencia-da Consuelo Roque, que por esaépoca, viajaba todos los fines desemana para impartirnos un ta-ller de poesía en La Palma.

    Recuerdo que me llamabanmucho la atención los dibujos a

    tinta de Sermeño y Oscar Vás-quez de ASTAC, ellos produ-cían Pajarillo Verde,una páginadonde se publicaban letras deautores de la nueva trova, comoViglieti, Silvio y otros, en eseentonces, la poesía era de de-nuncia social por el contexto dela guerra en el país, y muchos poetas y artistas, fueron perse-

    guidos por el contenido de su obra.

    Era frecuente el trabajo de talle-res literarios como «UnicornioAzul», «Xibalbá», «SegundaQuincena» y otros, fué peculiar «El Roble» un colectivo de poe-

    tas combatientes en Chalatenan-go, coordinado por el poeta Mi-guel Huezo Mixco, que publica-ron sus poemas escritos en la mon-taña.

    A traves de éstas páginas, leíversos de muchos poetas que pos-teriormente conocí, cultivandouna cálida amistad, como el mis-mo Otoniel, Edgar Iván,Javier,Álvaro, Vargas Méndez, Carmen,Joaquín, Salvador, Mario Noel,Bucio, José Antonio, Edgar Alfa-ro, Will Peña, Cruchaga, LuisChávez, René Rodas, Iraheta San-tos, Rafael Herrera y otros que en

    éste momento no recuerdo.

    Luego surgieron otros colectivoscomo «Talega», «Simiente», Ca-tleya» «De Barro somos», «Tec- pan» etc., recuerdo que todos lossábados, luego de las reunionescon los poetas de «Talega», eraobligado comentar el Tres Mil, ya por que había un artículo inte-

    resante, por triunfos, por poe-mas publicados, que en tintafresca, leíamos con emoción.

    En el nuevo siglo, éstas pági-nas fueron apoyo en la clase deLenguaje y Literatura, donde

    muchos jóvenes degustaron elcontenido, para, en clase, ex-ternar análisis y puntos de vis-ta, sobre escritores, poetas y cró-nicas de viaje.

    Luego de éste esfuerzo, conuna profunda huella en la lite-ratura Latinoamericana, quieroagradecer al CoLatino, a Oto-niel, Álvaro, Javier, Caralvá,Gabriel, Mauricio y Lya, JoséRoberto, Luis y a todos los quehan brindado su mejor talento, para tener un suplemento lite-rario que permite un espacio ala lectura, a la publicación de

    nuevas voces, al conocimientode poetas que participan en fes-tivales y sobre todo a humani-zarnos con la luz de la palabra,con vivencias transformadasestéticamente en literatura, tannecesarios en éstos oscuros díasde consumismo y libre merca-do.

    «Inventando el día con palabras»

      Pedro Valle, escritor y poeta salvadoreño* Debo aclarar que esta publicación se llamaba Pinta, y no era parte del Tres Mil. O.G.

    ¡Hoy, llegó la hora de brindar por el Suplemento Cultural T Mil! Y es que muy pocas publicaciones de corte cultural y soc pueden llegar a su mayoría de edad. ¡Dieciocho años y casi números!… Se dice fácil, sin embargo detrás de tanto tiempde tan valioso trabajo, reside el esfuerzo incansable de persocomo Otoniel Guevara, Vladimir Baiza y su entusiasta equipo producción.  El suplemento rebasando fronteras de líneas ima

    narias ha llegado a muchos países, donde en una labor cumisional el propio Otoniel Guevara lo ha dado a conocer encírculos donde su poesía es siempre bienvenida.

    Personalmente agradezco al Suplemento Cultural Tres Mil   Diario Co Latino el que me haya permitido, en varias ocasion poblar sus páginas con mis poemas y mis opiniones. Es un hotener las puertas abiertas del único suplemento cultural semade El Salvador. Celebro también el alto nivel del debate y laclusión de tan diversas perspectivas a las cuales el suplementocabida y me parece importantísimo que ofrezca la sección

     Aulabierta para los estudiantes de secundaria. Ello demuestra a diferencia de la gran mayoría publicaciones de este nivel

     suplemento Tres Mil no ha temido bajar del Olimpo para incvoces frescas sin discriminación de edades o de posición soc

    En la diáspora en que vivimos en este mundo de hoy, es usuerte contar con un suplemento que nos comunica y nos hermna. El suplemento para mí ha sido el espacio de encuentro otros poetas y con la compleja y siempre triunfante vida decultura latinoamericana y mundial. Levantemos pues, la copa na para celebrar este logro milagroso del XVIII aniversario ylicitamos a todo su equipo y al diario Co Latino por esta otitánica.

    Consuelo Hernández poeta colombiana

    ¡Por un logro milagroso!

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    Tenemos Tres mil  porque hay un pueblo en El Salvador que ncesita conocer la verdad y estar cerca de lo que otros medios ngan y cuestionan en el mundo, por eso me he sumado a este pyecto de algún modo, como colaborador. Aquí hay gente buetrabajando para un pueblo que necesita mejorar, para un puebque necesita conocer su cultura y la cultura de América que es trica y plural. Quizás, por eso acepté que Otoniel un día me pidique participara en Tres Mil  y me regaló unos ejemplares del S plemento. Creo que es una labor que no tiene nada que ver con banalidad, la subcultura que uno reconoce en otros medios de prsa en el mundo como si fuéramos indios todavía, como si lo mimportante de la cultura fuera la moda y la foto de la quinceañeaquella que pagó por estar en una página central.

    Y yo creo que esa constante de ver, de leer, poesía es tambiun sueño particular, un signo de la buena suerte del Suplemen por lo que no tengo otra cosa que saludar este Aniversario y cfiar que seguirá allí; que el hermano pueblo de El Salvador seque hay gente también apoyando causas a favor de nuestros pu blos y quizás sea el momento para decirle que no pierdan la feesta América Nueva que hoy vamos teniendo, que necesitamoslos Salvadoreños para seguir cruzando los Andes.

    Luis Manuel Pérez Boitel Poeta cubano

    Por la América NuevaDesde Guatemala:

    Querido Oto, te escribo felici-tando los 18 años del Tresmil ydesde el marco de ciertos despla-zamientos críticos que empujamos para mejorar el periodismo cultu-ral en Guatemala. Siempre he ad-mirado al Tresmil por su capaci-dad de ser consecuente con su te- jido social, sin despreciar los apor-tes foráneos. Han sabido crear unespacio de confluencia para crea-dores de distintos puntos del orbeque pueden ubicar así a El Salva-dor como una referencia. Es una bella lección de humildad y curio-

    sidad la que nos brindan, pero lomás importante es que seguramen-te ese suplemento seguirá siendode muchísima utilidad para laconstrucción de las nuevasespiritualidades que necesitamosen Centroamérica.

    Un abrazo desde estas selvas ycementos radicales,

    Alan Mills poeta guatemalteco

    Desde Chile:

    Mi querido Otoniel:Para mí es verdaderamente emo-

    cionante poder saludarles en unaocasión tan memorable en la cualel heroico Suplemento Cultural«TRES MIL», único suplementocultural con publicación semanalde ese hermoso El Salvador, cum- ple el 24 de marzo, 18 gloriososaños de vida. Muy pocos o tal vezningún suplemento cultural hasido tan constante en la vida espi-ritual de su Pueblo y, por qué nodecirlo, de todos los Pueblos La-tinoamericanos. Por tanto muy

    querido hermano, vayan para tí ycada uno de los que trabajan enél, mi reconocimiento permanen-te por toda aquello que hace queeste mundo, nuestra pequeña car- pa de campaña, sea más acogedo-ra, tolerante, solidaria, igualitariay libre.

    Un gran abrazo fraterno

    Astrid Fugellie Gezan poeta chilena

    Desde Colombia:

    José Gorostiza, el insigne poetamexicano escribía: “El poeta nace,es verdad, pero se hace”. El Su- plemento Cultural tres Mil nació,es verdad, hace 18 años, pero seha hecho, dándole lumbre a la poé-tica (en su pluralismo), para quesus colaboradores no olviden quesus prosas también deberían tener el deleite de la poesía.

    Muy pocos, o mejor: ningún se-manario cultural de un diario enAmérica Latina, conoce tanto asus poetas como Colatino y su se-manario Tres Mil, gracias a la

    mano generosa del poeta OtonielGuevara y sus amigos colabora-dores, de El Salvador y el resto delmundo.

    Y un consejo nietzscheano:“Para que el lazo no se rompa, esnecesario que primero lo muer-das”.

    Gabriel Jaime Caro(Gajaka)

     poeta y crítico colombiano

    18 años de soñar y cumplir

    El Suplemento Cultural Tres Mil ha tenido siete épocas, marcadas cadauna por sus diferentes coordinadores, cuyo orden cronológico inicia

    con Gabriel Otero, le suceden César Ramírez -Caralvá, Walter Raudales,Otoniel Guevara, Luis Alvarenga, Alvaro Darío Lara, José Roberto Cea y

    actualmente y por segunda vez desde 2005, Otoniel Guevara.

    En el equipo de producción han laborado, entre otros: Javier Alas, Carlos Cañas Dinarte, Mauricio Vallejo Márquez, Lya Ayala, SalvadorJuárez, Mario Castrillo, Roberto Quezada, Mauricio Marquina, PabloBenítez, Luis Chávez, Vladimir Baíza, Roberto Deras, David Juárez,

     Tomás Andreu, René Chacón.

    Aula Abierta ha sido conducido por Edgar Alfaro, Luis Alvarenga,Otoniel Guevara y Vladimir Baíza.

    Y por supuesto, con el apoyo de la Cooperativa de Trabajadores delDiario Latino, presidida por Francisco Valencia.

    Una significativa cantidad de escritores e intelectuales salvadoreños han pasado por el Tres Mil.Walter Raudales, Reyes Gilberto Arévalo, José Roberto Cea, Luis Alvarenga y Vladimir Baíza son algunos de ellos.

    Desde Cuba:

    Los escritores Otoniel Guevara (actual Coordinadordel Tres Mil), Pablo Benítez y Alvaro Darío Lara

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    Recientemente se hancumplido cinco años de lainvasión de Estados Uni-dos a Iraq. Sin embargo,esta desgracia es una pági-na triste más que se agregaa la lamentable historiacontemporánea iraquí. No

    obstante nos parezcan fres-cas las heridas, la llaga esmuy antigua.

    El poeta e hispanistaAbdul Hadi Sadoun, en sulibro La maldición de Gil-

     gamesh: Aproximación a

    la reciente poesía iraquí,

    refiere la crisis existencialde su patria a la remota an-tigüedad: La maldición deGilgamesh: “Desde quesembró Gilgamesh su mal-dición en el alma de losmesopotámicos, a raíz desu búsqueda de la planta dela inmortalidad, en la fa-mosa epopeya sumeria quelleva su nombre, ningúniraquí desde el sexto sigloantes de Cristo y hasta elmomento, podría expresar-se sin el mismo motivo dela búsqueda, ni de otra ma-nera más que descifrandolas palabras sobre las tabli-llas de los poemas, o losversos de la sabiduría paracontinuar la vida al ritmodel milagro.”

    La poesía iraquí es bús-

    queda e intento de seguir viviendo. La búsqueda lacomenzaron en su tierra yalgunos la continuaron enel exilio. Y muy a pesar decolonizadores, dictadores einvasores, a pesar del do-lor de la lejanía y el terror de las bombas, la vida bus-ca permanecer, como la palmera, incólume al pasode las estaciones.

    SAADI YOUSEF

    Adónde

    ¿Adónde fue este niñoEn esta extraña tarde?Unabotella de agua y una granadaAdherida a su amplio

    cintoY el arma que nunca le abandona¿Acaso se di-rige al mar?¡Ah! ¡extraño niño!

    Agua

    Un pájaro carpintero bebe,Una estrella bebe,Elocéano bebeY el pájaro,Y la planta en la casa bebe,Ylos niños de Sabra bebenEl humo de las bombasexplosivas.

    Ataque por sorpresa

    La habitación tiembla Con las distantesexplosionesLas cortinas tiemblan.Luego el corazónYtú, ¿dónde estabas en medio de todo este sacudi-miento?

    Traductor Raúl Jaime Gaviria

    ADNAN AL-SAYEGH

    Bajo un silencio extranjero(fragmentos)

    Cuento nuestras guillotinas con las condecoracio-nes que brillan en su pecho como lágrimas de unaviuda

    él arrastró el país a la terraza del palacioy lo dejó descolgado sobre el muro de nuestros

    cuellos (...)Y a dios escribo diez cartas con papel de lágrimasy las envío por correo certificado,pero no contesta a su siervooh, diosa quién enviamos los dolores que sufrimos (...)

    Y te fuiste solo a tu destierrocantando, frustrado al viento como una extrañaflauta

    dios guarde a la patria que no veré.

    Agujero

    Un tiro pasajero atravesó su dormiry se desangró,viciosa- sobre la almohada -la sangre de sus sueñosderrotados.

    Estupidez

    En cada caída de un dictador del trono de lahistoria,que está esculpido con nuestras lágrimas,seme inflaman las manos de tanto aplaudirpero nadamas de volver a casay enciendo la televisión,que seescupe otro dictadorde las bocas de la gente que

    aplauden y silban... Me ríode mi estupidezse me lle-nan los ojos de lágrimas.

    Fin

    Abro la nevera de mi tristezasaco la botellay la bebototalmente.brindo por mis amigos,exiliados, a tra-vés de los túneles,sin patria,sin tabaco, ni pasapor-tes.

    Brindo copa tras copa,o cadáver tras otro.Y cuan-do caigo de la ebriedaden la acera,me llevarán _ ensus tumbas _hasta la casa.

    Traducciones: Abdulhadi Sadoun

    En el triste aniversario de la invasión estadounidense

    POESÍA IRAQUÍ CONTEMPORÁNEASELECCION Y PRESENTACIÓN: NÉSTOR DURÁN

    J. YOUSUF

    ILas muchachas campesinas adolescentes vírgenes y virtuosahacen señales con las puntas de sus avergonzados dedosentre las vacas y los búfalos

    hacia las filas de los soldados,sus caras reflejan la juventud y el deseosus pasos por estrechos caminos alquitranados/ van hacia l

    desconocido.

    IICaídos desde muchos espacios,nosotros nos vamos con la arenahemos soñado con la alegría y con la lanza para cazar el anima¿qué ocurrirá después del resplandor de nuestra muerte?han sido dispersadas de nuestro alrededor las imágenes de la

    tribus y las elegantes estatuascuando hemos gritado a nuestra frontera penetrada por la de

    vastación:devuélvenos nuestro orgullo¿quién devolverá la campana de la naturaleza a la resonanc

    de la creación?

    ABD AL-RAZZAQ ABD AL-WAHIDUna carta al presidente Bush

    Con lodo y piedraserigimos la escalera de la civilizacióndirigiendo el ascenso del hombreAhora ha llegado vuestro turnode convertir este edificioen lodo y piedras

    MUJBIL AL-MALIKI

    La palmera de Iraq

    Aquí está: la palmera de Diosun bosque de rocíoun oasis de amorel pulso del Éufrates y el Tigrisel escudo de IraqEl viento rompió las copas de los arbustos,desarraigó las hierbas de las riberaspero la palmera, plantado su tronco en los desiertos como u

    canal,y los faroles de su pecho continúan brillando sobre el trono d

    todas las estaciones.

    FUENTESPartido Comunista Colombiano. Revista de actualidad y análisis  político. “Dos poetas iraquíes contemporáneos: Saadi Yousef y Adnan El-Sayegh”. «http://www.pacocol.org/es/Taller/12/14.htm»www.pacocol.org/es/Taller/12/14.htmSalih J. Altoma. Iraqi Memories: Selected Poems from Iraq.www.arabswata.info

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    DUNYA MIKHAIL

    La guerra trabaja diligentemente

    ¡Qué diligente es la guerraqué vigorosa y astuta!Comienza temprano en la mañanadespertando las sirenasdespachando ambulancias en todas direccionesmeciendo cadáveres en el aireempujando camillas para los heridosdemandando lágrimas de los ojos de las madres

    escarbando el suelodesentierra muchos objetos de debajo de las ruinasalgunos sin vida y otros pálidos pero aún latiendollena las mentes de los niños de preguntas sin finentreteniendo los dioses con misiles y fuegos artificialessembrando los campos de minasconduciendo familias al exiliopasa por los hombres de religión mientras culpan a Satán(el desdichado que aún sufre en el Infierno)La guerra continúa su trabajo día y nocheinspirando a los tiranos a pronunciar largos discursosy a los poetas a escribir más versosotorga a los generales medallas de honory promueve la producción de prótesisagregando más páginas al libro de la historiaasegurando la igualdad entre asesino y asesinadoenseñando a los amantes a escribir cartasentrenando a las jóvenes para esperar

    atiborrando los periódicos de temas y fotografíastocando trompetas de celebración anualconstruyendo nuevas casas para los huérfanosestimulando la industria de los ataúdesdando palmaditas en la espalda a los sepulturerosdibujando una sonrisa en el rostro del Líder¡la guerra trabaja con una diligencia sin pary aún nadie le dirige al menos una palabra de alabanza!

    ALI AL-SHILAH

    Encantamiento

    Hace dos años cuando elegí la profesión de viajardejé mi foto en un libro verde quesalvé ansiosamenteasiendo a él las facciones de mi rostro

    en los cruces de frontera yo era el único que deseaba rescatarlocontinué manteniendo mi estatus como era antes.El exilio no ha cambiado mi disposiciónconservo la hora de Bagdad en mi relojmidiendo las noches y los díasde acuerdo al horario de Iraquna patria en la que las palmeras permanecen insomnesmientras otras sucumben al sueño.Sólo nosotros podemos comprender este amor patriocuando la locura trata de desfigurarlouna patria cuyos dolores no revelamossólo los codiciamos.Entramos con su voz que nos llamano buscamos permiso¿A quién quieren ellos?Todos nosotros somos esta patrialos paraísos son exiliotodos la anhelamos

    incluso amándola desde dentroladrones, borrachos, prostitutas,quienes declaran su apoyo u oposicióninformantes y sus víctimasy prisioneros.Una patria que no puede ser dividida como los mapases toda nuestratodo iraquí es Iraq.¿Cuántas patrias pueden ellos dividir?es una patriaque tiene el temperamento de sus kurdos enamoradoslos sueños de sus sunitas indignadosla tristeza de sus shiítas afligidos.

    Traducciones del inglés: Néstor Durán

    Tal como vota Vermont, vota el paísESCRIBE: AMY GOODMAN

     Tomado de: Democracy Now!

    Mientras que la guerra de Irak ha desaparecido de la primera plana de los periódicos ysenadores Hillary Clinton y Barack Obama se embarcan en lo que bien podría ser una guesin cuartel entre ellos, echemos un vistazo a dónde está la auténtica guerra sin cuartel: quse beneficia y quién muere. El 4 de marzo, después de haber ganado tres de las cuatro eciones primarias de aquel día, Clinton proclamó en su discurso de la victoria en Ohio: “como vota Ohio, vota el país”. Debería tomar nota, sin embargo, de cómo van las cosasVermont. Este estado podría ser un mejor indicativo de cómo están las cosas, especialmee