Sueños de Un Insomne

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Xisco Ous Bou, es un joven abogado ocupado en defender los deslices legales de gente sin recursos en el turno de oficio.Inesperadamente, y sin saber cómo, se ve envuelto en la defensa de un caso de asesinato. Su cliente, una famosa modelo, es acusada de apuñalar a un guardaespaldas de la delegación siria en el hotel Ritz, días antes de la histórica Conferencia de Paz de Madrid.Tras pesquisas, acontecimientos, y unos curiosos sueños del joven abogado, el caso acaba siendo fundamental para las Conclusiones de la Conferencia de Paz, entre judíos y palestinos.Como nos dice el...

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    SUEOS DE UN INSOMNE

    PEPE MONFORT

    SUEOS DE UN INSOMNE

    NOVELA Cdigo: 1308205615708

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    PERO CMO TE LO DIRIA YO?

    Pero cmo te lo dira yo...? No es fcil, Jazmn. Escribir la historia que

    nos uni, para la misma persona que la vivi...

    Primero, es ridculo: es como si un condenado pretendiera leerle la

    sentencia al juez que la redact. Segundo, es un exceso por tu parte

    pretender revivir eternamente lo que fue la situacin ms horrible que has

    experimentado en tu corta vida, y seguro nunca ms volvers a pasar una

    situacin similar. Tercero, y yo? Qu pasa conmigo? Es que pretendes

    que sea sincero? Eso me pone en una tesitura que solo un santo puede

    garantizar. Y cuarto, el ingenio que pueda aportar en este relato est

    secuestrado. Se pueden aclarar ciertos sucesos acaecidos, subrayar la

    interpretacin de algunos hechos, y por supuesto matizar opiniones,

    decisiones e incluso rectificar si cabe. S que puede aportar luz, pero qu

    ms da... lo pasado, pasado est. Pretendes conocer, y pienso que es como

    intentar explicarle a un borracho que le mordi el perro porque le pis el

    rabo. Estaba borracho, y demasiado sabe l que el mordisco le duele y su ira

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    est aumentada con la rabia venrea del perro; no vale la pena culpar al

    perro.

    Reconozco en esta alegacin previa, que cuando me pediste lo que me

    pediste, no fue para dejar constancia, como la foto que nos hicimos a las

    puertas del juzgado cuando te liber de la crcel. Aqu, en la mesa en la que

    escribo, est la foto, enmarcada, como me la regalaste. La contemplo y, la

    verdad, me sirve para recordar; la aventura que los dos vivimos no necesita

    foto porque nunca podr olvidarla. Tambin s que no quieres el relato para

    su divulgacin, por lo que es evidente que solo deseas conocer lo que no

    viste, lo que nunca te cont o te cont a medias, lo que pens; pero sobre

    todo lo que so.

    Bien, Jazmn, lo har. He tardado, pero ah va tu caprichoso deseo,

    Regalo de Dios.

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    UNA AUTOBIOGRAFA BREVE

    Soy un genio. Por desgracia solo puedo presumir en que mi genialidad

    consiste en la habilidad adquirida en mis tiempos de estudiante para

    rebautizarlo todo. Cuando necesito acordarme de algo, sea un nombre, un

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    concepto, un hecho, lo que sea, hago de divino en sus siete das de la

    Creacin y le pongo nombre a todo; y no hay padre que olvide cmo nombr

    a sus vstagos. (Esta es la versin oficial; hay otra, la descubrirs ms

    adelante). As, por ejemplo, para recordar el nombre del fiscal de nuestro

    caso, primero pienso cmo lo bautic, Bigote en Cada Libre, e

    inmediatamente me viene a la mente Liberto Vizcano. Ah, lo de Regalo de

    Dios, es por qu no s si sabes, que as se traduce de un idioma de Persia

    (hoy sera Irn), Jazmn.

    Ya sabes cmo acab siendo abogado. Pero sobre mi xito

    profesional, reconozco que, y as empiezo tu peticin, cumpliendo la premisa

    que me impusiste de ser totalmente sincero, para tener curro en el oficio

    de defender los deslices legales de la buena gente me apunto a todo

    imputado o acusado que no dispone de dinero para tener letrado. El sistema

    da derecho al cliente a una necesaria asistencia jurdica gratuita; lo que no

    significa que sea altruista. Explicar cmo hago compatible asistir en el turno

    de oficio y ganarme la vida en ello es delicado, y no se me ocurrira hacerlo

    por escrito. Piensa que nacemos libres, libres hasta el momento en que

    dejamos de mamar de la teta de la madre, o como mucho hasta que ya

    ancamos sin estar sujetos por la mano de los padres. A partir de ah, como

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    dijo Napolen: Hay tantas leyes que nadie est seguro de no ser colgado.

    Altruismo seria ser letrado de una causa justa, pero con un mnimo de

    posibilidades; pero demostrar la inocencia de una persona en un mundo en

    el que lo fcil es ser colgado es demasiado para uno a quien le obligaron a

    estudiar derecho y ser un seor abogado. Por lo que algo de truco hay en lo

    de gratis; y de paso, aparentar el xito de mam. S, ella fue la promotora,

    la planificadora de lo que deba ser mi porvenir. Vivo de pena, pero vivo; a

    seiscientos kilmetros de mis orgenes, con la divisin de un ocano en

    medio, y con esa distancia llega la etiqueta pero no la prenda. Entiendes,

    Regalo de Dios?

    Mi soltera tampoco es por altruismo. A la causa de mam (a quien a

    partir de ya nombrar con su seudnimo, Mam-No) tambin la apoyo, pero

    de momento sin xito. Mam-No se toma como algo personal el hecho de

    que su hijo nico, el abogado, el abogado que ejerce en Madrid, el que tiene

    un bufete en la mejor zona de la capital (demasiado sabe ella que el

    despacho est metido en medio de lo que debera ser el saln comedor de

    un pequeo apartamento en una calle perdida del profundo Madrid) Da

    s, y da tambin, me repite: Que ya tienes los treinta y tres, que se te va a

    pasar el arroz....

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    Pero en fin, an pastoso, como y dejo comer; y no dudo que a fuerza

    de insistir lo de compartir mi vida llegar. La duda es si me soportar esa

    mujer: tendr un abogado genial, que lo rebautiza todo, al que no le gusta el

    ftbol, ni la playa, ni la nieve; trasnochar no va con mi naturaleza. En

    vacaciones me da por ir al psiquiatra, ya que el calor directamente me

    deprime y el fro congela mis sentidos, lo que me sita cerca de un vegetal

    en el frigorfico, y acabo resfriado y tambin deprimido, y...

    Y lo ms raro es que no s conducir; ni coches, ni motos, y en bicicleta

    lo intent de pequeo y el intento termin en solo diez metros: un batacazo

    con rotura de clavcula hizo que Xisquito se percatase de que lo de las

    ruedas no era lo suyo.

    Ah! Lo de Mam-No es consecuencia de la intil respuesta a cada

    peticin de Gertrudis (mi mam).

    Cuando, unos prrafos ms arriba, pretend que me conocieras y titul

    el captulo Autobiografa, no era consciente de lo difcil que es hablar de

    uno mismo, y eso que desde que te conoc lo hago asiduamente, y pagando.

    Diez mil pesetas los tres cuartos de hora. Como sabes, Regalo de Dios, no

    gano para don Preguntamelotodo, que es como bautic al psiquiatra.

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    Mejor cierro este captulo, antes de lo previsto, y paso al prximo:

    Cmo te veo yo a ti?

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    RETRATO DE AQUEL BENDITO EN DA QUE ESPERANDO

    CONOCER A LA PRXIMA VCTIMA, TE CONOC

    Recuerdo perfectamente, con pelos y muchas seales, aquel bendito y

    al mismo tiempo vergonzoso da. Como siempre que el Colegio de Abogados

    me asignaba un nuevo caso, me dirig a los juzgados. En la puerta, que por

    cierto se hallaba congestionada de fotgrafos y cmaras de televisin,

    estaba mi colega Hablameperonometoques; a quien en su casa y entre los

    de la profesin se le conoce como lvaro. Y antes de acercarme lo

    convencional para establecer conversacin, voce:

    Qu, isleo! Hoy toca puta, cocainmano, hipoteca de un

    desahuciado o una de mano distrada?

    Y yo, igual que como cuando se habla del tiempo, qu ms da acertar o

    fallar, le contest:

    Me conformo con que no sea un mendigo. A esos poco o nada se les

    puede ayudar. Nunca se sabe si prefieren salir de rositas o pasar el invierno

    entre rejas.

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    Si fuese sincero con Hablameperonometoques, sabra que el peor caso

    en mi negocio es el que acabas dando en vez de sacar del innegable

    derecho a defensa en el turno de oficio.

    Pues que haya suerte; hoy creo que lo mo est difcil con este jaleo

    me contest Hablameperonometoques. Y aadi.Tiene pinta de tratarse

    de alguna folclrica en apuros.

    El procurador, un peripuesto, trajeado siempre con los botones de su

    chaqueta de sastre abrochados hasta el ltimo, se llamaba Casimiro.

    Reconozco que fue una crueldad cambiarle el nombre. Casimiro de por s ya

    tena la suficiente jeta; eso de que a uno le digan Casi-miro... Pero se lo

    tena bien merecido, porque iba de listo y prepotente, y creo que saba lo

    mo, lo del negocio. Pero no le tema, y para que lo entiendas, lo bautic

    como Procurador Casilisto.

    Casilisto, con su mirada de Casi-miro, me entreg el dossier del caso,

    no sin antes pronunciar con doble intencin:

    Hombre, el mallorqun. Qu raro verte otra vez por aqu asistiendo

    de oficio!

    Call. Prefiero que dispare al aire; nadie apunta a la pieza a matar si

    sta no abre las alas y vuela.

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    Lo normal es leer el asunto de defensa, pero es ms divertido

    presentarse ante la vctima, que en mi caso no hace referencia a la persona

    o personas por las que mi cliente est procesado, sino que hace referencia a

    mi vctima, que sin saberlo an el interesado es el propio cliente, acusado o

    imputado.

    Casilisto, siempre tan precavido, dejaba un papelito unido a la carpeta

    del dossier con un imperdible, con la hora escrita en l y la sala de reunin

    con el encausado. Raudo, ya que era la hora, me encamine por pasillos

    como laberintos y entre la multitud. Porque, Regalo de Dios, hay dos sitios

    en Madrid donde siempre hay tumulto: el metro, pero solo en hora punta, y

    los juzgados a todas horas.

    Mi andar... ya sabes, mirando por dnde piso y con las manos en los

    bolsillos. El maletn que Mam-No me regal antes de partir hacia mi

    porvenir, y el dossier, entre ambos codos y mi cuerpo. Sobre esto, qu

    razn, mal me duela, tiene Mam-No: Andas como el abuelo Frases, que

    en paz descanse.

    Al llegar a la puerta que buscaba con tanto ahnco, el de la benemrita

    que la custodiaba me regal una mueca risuea, con mensaje. En aquel

    momento an no saba si era de envidia o de coa por quien me estaba

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    esperando en el interior de la sala, pero pas de entenderlo, y l al ver que

    yo no tena manos me abri la puerta y despus se encarg de cerrarla

    detrs de m.

    Toca darte una explicacin acerca de lo que presenciaste, aunque

    estoy en el punto donde debera exponer todo lo relacionado contigo, pero

    difcilmente entenderas este punto sin que tratramos este otro: aquel

    esperpento de persona humana que an no saba por qu tena la obligacin

    de defenderte de oficio, que ni en sueo imaginable buce la posibilidad de

    enfrentarse a la vctima an sin nombre propio, ni bautismo del abogado, con

    un nombre tan chistoso como Xisco, estaba ante ti. Pudo ser cmica,

    tambin pattica mi presentacin, pero te aseguro por Mam-No que fue el

    ridculo y el momento ms grotesco que en mi vida he pasado, pero no por

    ello debo saltarlo en la historia. Es una prueba ms de que estoy embarcado

    hasta los huesos en tu caprichosa peticin.

    Entr con la vista an rastreando el suelo, y al abrir mi foco de visin

    contempl aquellos impresionantes tacones de aguja. Y perdn, Regalo de

    Dios, me dije: Esta vez vuelve a tocar puta. Bien. Ganancia segura. Pero

    aada dioptras a la intensidad de mi mirada, y pens primero: Son de piel,

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    de diseo, de marca. Bien. Puta cara. Y segundo: Vaya tobillos tan finos y

    lindos. Joven, la puta es joven. Bien, bien, bien. Sub un poco ms la vista.

    Y... Algo se encendi en mi cabeza, que al dar un paso en mi entrada a la

    sala, tropez puntera con taln, y fui a parar de cabeza y sin freno de mano

    bajo la mesa.

    Moribundo, con la mejilla izquierda pegada sobre el suelo de mrmol, el

    sonido de tus tacones de aguja acercndose hizo que abriese los ojos.

    Pens: Hay, seor, qu piernas. Con el rabillo del ojo derecho que miraba

    hacia arriba, desde debajo de la mesa, observ atnito cmo te arrodillaste

    ante m con una elegancia sublime. Rojas, las tiene rojas. De seda.

    Seguro. Y el incendio cerebral ya estaba descontrolado. No vala la pena

    cerrar los ojos y esperar a los bomberos para salvarme. Xisco, la vctima

    eres t, me dije.

    Me ayudaste a incorporarme. No debiste hacerlo. Todava no estaba en

    mis cabales. Aturdido, dolorido, la vista cruzada y la cabeza en llamas; pero

    qu cosa, Regalo de Dios, la sensibilidad tctil hiperactiva. Primero pusiste

    tus manos sobre mis antebrazos para empujarme y sacarme de debajo de la

    mesa, despus, cuando logr sacas las mas de los bolsillos, an de rodillas,

    las cogiste para incorporarme. Esas manitas con tal lisura, blandura, gracia y

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    suavidad provocaron en mi piel un hormigueo que hizo que mi poco vello

    fuera erizndose de manos a cabeza, dejndolas como tmpanos. Las

    consecuencias fueron fatdicas: algo creci en m. Imagnatelo.

    Los dos de pie, frente a frente, a una distancia comprometedora...

    Como siempre, me reprim.

    Perdona este comentario; as sucedi y as te lo tengo que contar.

    Repito, he decidido, ante tu insistencia, no dejarme nada. Por eso sigo con lo

    que sigue.

    Nos quedamos quietos, y t retrocediste unos pasos buscando un poco

    de perspectiva. Estoy de acuerdo en que dos cuerpos que se tocan no se

    conocen. Y supongo que t sin prejuicios, porque se ve en el rostro que eres

    un ser abierto y libre de cargas sociales, y yo con mis juicios, que por eso

    soy letrado, empezamos a examinarnos.

    Nunca me has contado qu viste en m; tampoco me he atrevido a

    preguntrtelo. La vergenza me lo impeda. Ahora te expondr con pelos y

    muchas seales lo que yo vi.

    La luz de la sala era blanca y fra, pero restablecida mi vista, palabra de

    Xisco, o como t me llamas Sisco (o no puedes, o nunca recuerdas que all,

    en la isla, mi nombre se escribe con X y se pronuncia CH) una aurora, una

    luz se pos alrededor de tu cabeza, irradiando un haz amarillento reflejo de

    tus cabellos dorados. Caa sobre tus hombros ligero y suave, liso y libre;

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    pens en el cabello de la reina Cleopatra, pero en rubio, y me ceg. Tuve

    que mover mi cabeza como un nio lo hace con su hucha esperando sacar

    sus humildes pesetas. Despus qued prendado.

    Sabes bien, recuerdo que me lo reprochaste en una ocasin, que me

    cuesta y mucho mirar al prjimo a los ojos, tambin defecto de familia; segn

    Mam-No, igualito que mi abuelo Frases. No puedo evitarlo. El hechizo no

    dur lo que en aquella ocasin me comentaste; cinco minutos son muchos.

    Ponte cinco minutos delante de un reloj y lo comprobars. Yo creo que

    estuve solo tres con los ojos abiertos, inmovilizado por los tuyos. En todo

    caso, no voy a discutir, Regalo de Dios; ni cinco ni tres, dejmoslo en cuatro

    minutos, que ya son. Explicarte el motivo de aquel lapsus no es fcil, pero

    supongo que ests acostumbrada a que los hombres busquen

    descaradamente o disimuladamente la belleza de esos ojos azules con su

    mirada. Yo lo har en verso:

    Tus ojos son la patria del relmpago y de la lgrima,silencio que habla,

    tempestades sin viento, mar sin olas, pjaros presos, doradas fieras

    adormecidas, topacios impos como la verdad,

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    otoo en un claro del bosque en donde la luz canta en el hombro de un

    rbol y son pjaros todas las hojas,playa que la maana encuentra

    constelada de ojos, cesta de frutos de fuego, mentira que alimenta, espejos

    de este mundo, puertas del ms all, pulsacin tranquila del mar a medioda,

    absoluto que parpadea, pramo.

    No te lo esperabas, Regalo de Dios, verdad...?

    Pero como no puedo mentir, no soy poeta. Estos versos son de Octavio

    Paz. Lo siento. Pero no te engao si te confieso que lo que dice cada verso

    lo vi en tus ojos. Y es la causa de muchas cosas que irs descubriendo en

    esta narracin; el motivo del lapsus, de mi encantamiento, de la parlisis de

    cuatro minutos uno arriba, o uno abajo.

    Tus ojos son la patria del relmpago y de la lgrima, como vers el

    poeta, y el azul de tus pupilas oscureci, y estallaste tras el trueno a lgrima

    viva. Ah supe que no eras puta; ellas no lloran, a lo mucho lloriquean. Y

    confieso que soy un canalla; segu insensible a tu sufrimiento como estatua

    contemplando. Con esos dedos delicados, largos, coronados con unas uas

    pintadas de rosa, apartabas de su discurrir la fragancia que brotaba de tus

    ojos. Pens en robarla, meterla en un frasco y guardar su esencia para

    apoderarme de tu alma. Contempl tus mejillas mojadas, esa frente que

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    parte de unas cejas cuidadas, de ancho fino, con forma ondulada, y se

    corona en un flequillo liso, libre, milimtrico en su corte. Sin duda alguna es

    la frente con la que suea el escultor.

    T seguas llorando, yo contemplando ahora el perfil de tu barbilla

    arqueada buscando el vrtice, sin punta, contorneada y rematada por un

    conito enternecedor. Pero lo que despert mi alarma sobre mi estado fue

    cuando entre sollozos intentaste balbucear abriendo la boquita con esos

    labios carnosos, dejando al descubierto los dientes blancos, y detrs de ellos

    no pude evitar ver aparecer, mojada y rosada... Olvida esto ltimo, quiero ser

    sincero y deseo revelrtelo todo, pero un poco de censura en este punto

    hace falta, Regalo de Dios. Suficiente es comentar que lo que creci en m

    ah estaba, sin menguar. Y t llorando. Lo reconozco, soy un canalla. Pero

    debo seguir. Es bueno que sepas hasta qu punto soy un canalla.

    Tu balbuceo no tuvo xito, e intent centrar mi mente y apagar el

    incendio cerebral. Pero mejor deb seguir absorto:

    Seorita, seguramente me habr equivocado. Yo soy abogado y

    busco a mi vctima.

    Y t contestaste, ahora ya ms entendible:

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    La vctima? Y de estar capturando las lgrimas que de tus ojos

    salan como salto de agua en una presa, el frasco de las esencias habra que

    haberlo cambiado por una tinaja. Yo no soy la vctima, estoy acusada de

    asesinato.

    Ahora s que conseguiste menguar lo que creci en m. Asesina?

    Pero, pero... un ngel puede ser acusado de asesinato?. Y con cara de

    gatita pidiendo una miga de pan, dijiste:

    Fue sin querer, abogado, sin querer. En defensa propia, se lo juro.

    No, yo no soy ninguna asesina!

    Qu vocecita, qu dulzura, qu sonidos tan maravillosos salan de

    dentro de esa boquita. Y yo ah, otra vez con el lapsus mental, echando lea

    al fuego cerebral. Perd los papeles; no los del dossier, que t tan amable

    recogas del suelo, as como la cartera de cuero que mi Mam-No, me regal

    antes de mi partida hacia mi porvenir. Mientras, yo contemplaba tu figura, tu

    cintura, que ceida a un cinturn sujetaba la falda que de haber tenido que

    pagarla por longitud de la tela, te hubiesen pagado en vez de cobrar, Regalo

    de Dios. Y comprende, comprende que aunque ests acostumbrada en la

    calle a vestir ligera de ropa, en un juzgado, donde ponen la calefaccin para

    que te sientas como en la selva y por decoro procesal en vez de quitarse

    prendas uno est obligado a ponerse toga y cubrirse con un birrete Pero

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    sigo, sigo con la cintura. Y el cinturn, que poda medir el cinturn que

    llevabas puesto. Pero si el de Barbie mide ms! Ah, y centrado en el

    abdomen (porque desde el cinturn al suter, un palmo, o un palmo y medio

    estaba al desnudo), ese ombligo. Qu maravilla. Y algo volvi a crecer en m.

    No pude evitarlo, Regalo de Dios, no pude. Porque el suter ceido a tu piel

    era otra piel, y no era necesario imaginar tus pechos, grandes,

    perfectamente torneados, y naciste con el don que solo es posible haber

    adquirido heredado de otra diosa. Regalo de Dios, dime, quin es tu

    madre? Afrodita? La diosa del amor, de la lujuria, la belleza, la sexualidad.

    Porque no solo lo pareca, me lo estabas demostrando. Verdad que no

    dejaste de llorar, y yo de mirar lascivamente? Pero empezaste a recoger los

    papeles uno por uno; unos frente a mis pies, dejando ver lo que ya intua, tus

    pechos, y otros bajo la mesa donde vi lo que saba: tus braguitas eran rojas y

    de seda.

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    LA HISTORIA QUE BIEN PODA ACABAR SIENDO UN BEST

    SELLER

    Nos sentamos, y t a lo tuyo, llora que llora, y venga con lo de que no

    te acusara, que no eras una asesina. Y yo, un canalla, callaba.

    Perdname, Regalo de Dios. Ya te he contado que no suelo leer los

    casos antes de conocer a la vctima; as es ms divertido. Las sorpresas me

    gustan, y callado uno aprende ms que hablando o leyendo. Eso me lo

    ense mi abuelo Frases.

    Me contaste sin preguntar lo sucedido: t estabas en el hotel Ritz; nada

    ms y nada menos, en una gala en el Saln Real. Vaya, vaya. Despus de la

    cena, te encontrabas un tanto alegre. Dijiste exactamente alegre. No

    sabes por qu, ni cmo pasaste sin querer al Saln Felipe IV, por detrs de

    unas cortinas. Pens sin querer si la vctima real, a la que asesinaste, no

    terminara siendo de la nobleza para que la historia acabara siendo un best

    seller. Pero no. En este saln de don Felipe haba tres personas y tu jefe

    hablando en crculo; te pareci que discutan. Y el ms alto, el ms fuerte,

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    pareca acusar al que te paga. De pronto, dos de ellos, jvenes, bien

    vestidos, con aspecto de ser extranjeros, crees que rabes (me dijiste) y con

    cara de pocos amigos (concretamente enfadados y violentos) se acercaron a

    ti. T, que an estabas medio escondida detrs de la cortina, pensaste que

    ellos crean que te escondas de ellos. Y yo supuse que ellos pensaron lo

    mismo. Te cogieron uno de cada brazo. Te arrastraron. T forcejeaste e

    intentaste escapar y chillaste. Y uno de ellos sac de su americana un

    revlver y te lo puso en la sien para que dejaras de chillar. Al volverte, tu jefe

    ya no estaba, haba desaparecido del saln por arte de magia. Y esto lo

    repetiste tres veces, no s por qu. Bueno, s lo s, para que no dudara de

    que tu jefe estaba cuando t entraste alegre en el Saln Felipe IV.

    Se acerc el grandote, el que discuta, segn t, con tu jefe. Te habl

    en francs con acento rabe. T, aparte de estar buena, sabes hasta

    francs. Vaya, vaya. Y te amenaz, te acus, te acus de espa. Y pens:

    Esto promete. A que es verdad que acaba siendo un Best Seller?. Con la

    mano te cogi del cuello; segn tu versin, era tan grande que lo rodeaba

    por completo, lo que no es tan difcil: lo tienes largo y fino. Una maravilla.

    Sigo pensando que eres hija de Afrodita, es de lo poco de esta historia que

    de momento puedo creerme. Perdona, Regalo de Dios, pero es lo que en

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    aquel momento pens. No podas respirar. Ellos, si hubieran sido como yo,

    tampoco. Romper un cuello como el tuyo se merece el suicidio por asfixia. Te

    asustaste. Y quin no, Regalo de Dios, quin no.

    Seguan los dos primeros cogidos de tus brazos. Y no sabes cmo,

    pero lograste soltar uno de tus brazos de la garra del que te apuntaba con el

    revlver en la cabeza. Detrs de ti an estaba la cortina, y tu brazo libre se

    meti tras ella. Al parecer haba una mesa. Palpaste un cuchillo y lanzaste el

    brazo con la daga en la mano sobre el ms grande, el que hablaba francs

    con acento rabe, el que te tena cogida del cuello, el que debera suicidarse

    por asfixia. Y qu suerte, ya que con esas muecas de Barbie, la estocada

    sobre su pecho lo derrumb y falleci.

    Despus entraron otras personas del Saln Real y contemplaron solos

    a una belleza con un cuchillo ensangrentado en su mano, de rodillas sobre

    un hombre grande, que an no saban que hablaba francs con acento

    rabe, que tampoco saban que te tena cogida del cuello, y que por

    supuesto les resultaba imposible saber que se mereca suicidarse por asfixia,

    porque me lo acababa de inventar yo. Vaya, vaya. Un Best Seller. Sin

    discusin.

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    CMO EL CANALLA XISCO (SISCO PARA TI) DECIDIO QUE ESE CASO

    ERA SUYO

    Nos sentamos cara a cara. Las cosas claras se ven cara a cara. Antes

    de que conocieras mi acento (segn Mam-No es herencia de mi abuelo

    Frases), pens bien qu decir, igual que un nio ante su padre pensara dos

    veces el motivo por el cual est roto el cristal de la ventana, o el jarrn de la

    mesa, y su baln dentro de la pantalla del televisor. Miente y jura con los

    hombros encogidos que l no ha sido el causante del estropicio. Yo tambin

    tengo un problema, y declararme ser el problema solo har que me peguen

    el guantazo antes de hora.

    Mi problema tambin era de pelota, y muchas; empecemos por

    explicarte que no era el abogado de la vctima, sino el abogado de tu

    defensa. Segundo, debo explicarte tambin que ese abogado que tuviste que

    sacar de debajo de la mesa, el que acababa de quedarse cuatro minutos

    embobado al verte, ese canalla, el mismo al que acababas de contar tu Best

    Seller, haba sido nombrado tu letrado de oficio. Tercero, tengo que

    advertirte de que nunca en mi vida he defendido un caso de asesinato.

    Vamos, para ser sincero, Regalo de Dios, nunca antes haba tenido el placer

  • 25

    de conocer a un asesino. Cuarto, si hubieras sido un poco... no digo lista,

    que eso se ve y hablas francs, pero con lo visto y odo, una persona

    acusada de asesinato un poco cuerda me hubiera echado a la calle sin

    pensrselo. Quinto y ltimo problema: debo el alquiler de tres meses a la

    casera, a cuyo nombre de pila aad viga, o sea, Vigiaconcepcin

    (mantuve lo de Concepcin en memoria de la decepcin que tuvo que sufrir

    la madre que la concibi). Y resulta que los ltimos tres casos que he

    asistido como letrado de oficio han sido un fiasco: uno que agredi a su

    esposa con mucha cara y con una espalda de Cassius Klay; otro un yonqui

    que no era hijo de pap; y mi ltimo caso, un vagabundo que rompi un

    escaparate para pasar calentito el invierno en la crcel. As uno no puede

    vivir.

    Regalo de Dios, todo esto lo tena que meditar antes de hablar, mal me

    pesara, con otro mal. Estaba soportando lo que no dej que descubrieras por

    aquello de la vergenza y el valor varonil; un dolor en el hombro que fue lo

    primero al caer sin freno de mano; y un dolor en el rostro (y no por lo que

    puedas estar pensando de que tengo mucha cara con lo que te estoy

    contando) que fue lo siguiente en tomar tierra. La hinchazn iba in

    crescendo, y el color morado dibujndose en mi pmulo izquierdo.

  • 26

    Resumen: sin piedad. Que lo mejor es hacer como el nio: mentir y

    jurar. Y seguir siendo un canalla.

    Me present. Al parecer te gust el acento. No es de aqu, y tiene un

    deje afable, potente, al tiempo que meldico. A que parece que tenga un

    altavoz dentro de la boca? Herencia de mi abuelo Frases. De joven cantaba,

    cantaba pera. Pero no lleg a nada como tenor.

    Recuerdo que cuando pronunci mi nombre, tu rostro me pidi una

    aclaracin. Posiblemente no lo entendiste, o pensaste lo que piensa la

    mayora aqu en Madrid: no es posible que el abogado se llame Chisco; es

    un nombre perfecto para un perro o un gato Chisco, Chisco trae la pelota.

    Ests disculpada, pero en Mallorca a los Pacos se les llama Xiscos. Y ya he

    probado a presentarme como el abogado Paco y es peor; creme, Regalo de

    Dios, es peor. Nadie confiara en poner su suerte en manos de Paco. Est

    bien para el dueo de una taberna, pero no para un abogado, lo tengo

    comprobado.

    Tampoco debera hacer resea de mis apellidos. Pero cambiarlos no

    puedo. Menuda es Mam-No sobre el particular. En Mallorca ni los

    pronuncio; aqu en Madrid, la mayora no conoce su significado, pero no

    puedo evitar cada vez que lo pronuncio, o doy una tarjeta de visita, un estado

  • 27

    que raya la vergenza propia: y es que mi nombre completo es Xisco Ous

    Bou.

    Qu cmo se traduce al castellano? Xisco Huevos de Toro. En fin...

    Aclarado este punto, pas a disculparme y te dije:

    Seorita y ojeando el dossier, vi la ficha policial donde apareca la

    foto que en la noche de autos te hicieron en comisara; y le tu nombre, que

    no s si pronunci bien, Jazmn Bronson, que me record a un pastel de

    chocolate, soy su abogado, no el de la vctima, y debera tranquilizarse y

    dejar de llorar, porque yo soy la persona que va a sacarla de aqu.

    Esper a conocer tu reaccin. Dejaste de llorar; no s si por mi voz de

    tenor o por la mentira que acababa de contarte. Y segu.

    Su caso no es comn, pero seguro que el juez, en vista preliminar,

    tras la determinacin de la causa, tras mi exposicin de descargos, la

    absolver. No se preocupe. Est en buenas manos. En esta ltima frase

    utilice un tono ligero, como lo hara un buen tenor.

    Pero qu fcil es hacer feliz a la gente. Regalo de Dios, de esa carita

    que te cedi la diosa Afrodita sali una sonrisa, qu sonrisa; las mejillas

    mojadas por tu esencia, con tus labios perfectamente perfilados y carnosos,

  • 28

    que cuando se extienden y agrandan abren el corazn a quien tiene la suerte

    de contemplarla. Soy un canalla, pero con corazn. Lo reconozco. Lo

    fastidioso es que la felicidad no es eterna, ni si quiera mortal; caduca y dura

    normalmente lo que dura la sonrisa. Preguntaste:

    Puedo salir hoy en libertad, abogado?

    Hoy, seorita? Juzgu que no deba dirigirme a ella como seora.

    Un seor no te dejara ir por ah con esas prendas que llevabas Como le

    acabo de decir, tenemos que esperar la resolucin del juez. Recuerdo que

    aqu mi tono fue un tanto lrico.

    Te expliqu el procedimiento, lo que llamamos procedimiento procesal.

    En el caso de los delitos graves, por ejemplo cuando la vctima ya es

    fiambre, perdn rectifiqu con una media sonrisa para sacar la pata del

    tiesto, fallecido por acuchillamiento, el procedimiento es un poco ms

    complejo, y dispone de un camino procesal ms largo que cuando se trata de

    un delito comn. Y me entendiste como haba prejuzgado (digo prejuzgu,

    para ser humilde, porque yo habitualmente juzgo por ser letrado, como te dije

    hace un momento). En este momento procesal, su caso an est en la

    etapa de investigacin policial. Cuando el fiscal acte, pasaremos a la etapa

    judicial, y ser en ese momento cuando yo podr actuar para acelerar el

  • 29

    proceso. Debe saber, seorita Jazmn hablaba y lea el dossier, que el

    juez de Primera Instancia, cmo es lgico a determinado, por costumbre

    procesal. Ser canalla con corazn, pero un canalla; confieso que esto te

    lo dije no por no preocuparte, ms bien quera que tu eterna sonrisa no se

    borrase de tu maravilloso rostro Su arresto preventivo, es solo por

    costumbre procesal.

    Y t preguntaste, volviendo a hacer la carita piadosa de gata pidiendo

    una migaja de pan.

    Y cunto cree usted, seor abogado, que el juez tardar en

    determinar mi salida de la crcel? Yo soy inocente. Usted me cree, verdad?

    No le quepa la menor duda, de no ser as, un abogado como yo no

    estara aqu. Se lo aseguro. Pero la justicia es lenta; la vista preliminar puede

    tardar en celebrarse una semana, quizs dos. Todo depende del tiempo que

    se tarde en hacer la composicin del tribunal de primera instancia.

    S lo que te decepcion el detalle del procedimiento y me alegr de ser un

    canalla con corazn. La realidad era muy diferente. Te acuerdas de ella,

    Regalo de Dios? Alargu la mano y la pos sobre la tuya. Quera transmitirte

    mi canallada con corazn, quera despreocuparte, aliviar tus intrigas, tus

  • 30

    miedos. Fue el nico momento de la entrevista en el que dese ayudarte. Tu

    mano, esa fina y delicada mano me enterneci. Quise confesarte que yo era

    un intil, un abogados; pero no debas confiar en m. Pero, Regalo de Dios,

    en aquel entonces era un canalla, un gran canalla; pero por necesidad. Y te

    ment.

    No debe preocuparse, seorita; con mi experiencia y mis contactos,

    que son muchos, todo el procedimiento se acelerar. Apretando tu dulce

    mano, recalqu: Jazmn, ests en las mejores manos. Me levant,

    recog el dossier y lo met en el maletn de piel que Mam-No me regal

    antes de que partiera hacia mi porvenir. Y resulta que l, el porvenir, ahora

    dependa de ti. Seorita Jazmn. Con voz suave necesitaba hacerte una

    pregunta imprescindible. Me miraste fijamente. Usted confa en m,

    despus de la entrada triunfal que le acabo de brindar?

    Tu sonrisa otra vez lleno tu hermoso rostro. Y me dijiste que s.

    En aquel momento me sent un autntico abogado. Tena caso, tena

    un gran caso. Ante m estaba la persona a la que deba asistir jurdicamente,

    y no se trataba de una vctima; Regalo de Dios, t eras mi primera cliente.

    Para asegurarme, deba establecer las condiciones en las que, en mis

  • 31

    sueos de gran abogado, sola pensar. Me moj los labios, quera que, por

    ser la primera vez, me saliese bien.

    Jazmn, antes de concluir este primer contacto cliente-abogado, hay

    un pequeo detalle. Desconozco si su familia est al corriente de todo.

    S, estn de camino contestaste.

    De camino...

    Viven en Los ngeles.

  • 32

    En Los ngeles de San Rafael quise absurdamente aclarar.

    No, de los Estados Unidos. Ellos viven all. Mi padre es

    norteamericano.

    Entiendo conteste. Esperar. Y picaste.

    Quiero estar informada de cualquier cosa que afecte a mi caso,

    abogado Sisco.

    Bueno, es sobre las minutas. En estos casos es necesario para

    costear la accin de la defensa. Un equipo de mi buffet empezar las

    pesquisas. Es necesario disponer de informacin propia para rebatir los

    cargos que pueda hacer el fiscal. Lo entiende?

    Y, con otra sonrisa, dijiste.

    Por supuesto. Dgame a qu asciende y maana mi banco le

    entregar un taln.

    Me pellizqu. Disimuladamente. En la pierna, con la mano que ya

    tena en el bolsillo. No era un sueo. Faltaba por aclarar cunto deba

    pedirte, ya que en mis sueos normalmente mis clientes eran gordos

    magnates, con puro y todo eso. Un milln de dlares para sacar a un

    mafioso de la trena no era dinero. Pero una chica medio desnuda... Eso

  • 33

    s, con un pap que viva en Los ngeles. En fin, reconozco que me

    acojon, y te ped cien mil pesetas. Ahora s, porque un da me lo

    dijiste, cuando ya haba pasado todo, que lo peor no fue la entrada

    triunfal a la sala para la primera entrevista contigo. sino la despedida.

    Me revelaste que aquel da, si te hubiera pedido un milln de pesetas,

    me lo habras pagado.

    6

    CMO PAS DE LA EUFORIA A LA REALIDAD

    El primer beneficio que t, Regalo de Dios, aportaste a este

    canalla consisti en darme un empujn en la evolucin: me convertiste

    en Homo Erectus (y no pienses mal). Buscaba la salida por el laberinto

    de pasillos del juzgado con la cabeza mirando al techo. Encontr la

    salida sin perderme, y en la calle segua la expectacin de un grupo de

    periodistas. Sobre la pared, a un lado de la puerta, andaba mi

  • 34

    compaero y letrado Hablameperonometoques. Su negocio no s si ms

    original que el mo, pero seguro que ms rentable. Tiene la costumbre

    de dirigirme la palabra tocando con los dedos su barbilla acorazonada.

    S perfectamente por qu lo hace; no se trata de que se rasque porque

    le pique la barba, es para que muera de envidia contemplando su Rolex.

    Yo, ante l, mantengo las manos en el bolsillo, mi Casio de plstico no

    puede competir. Es curioso su negocio, consiste en observar a la gente

    cuando entra a los juzgados. Detecta como un guila la presa, y cuando

    se percata de la presencia de alguien colrico, desesperado, ese

    ciudadano que, como frase Napolen Hay tantas leyes que nadie est

    seguro de no ser colgado, se acerca y, como un vendedor de la ONCE

    dira si desea, caballero, que la fortuna le cambie la vida, cmpreme un

    cupn; Hablameperonometoques le canta: Creo que usted necesita

    ayuda, caballero (o seora); lvaro Botero, abogado, le puedo cambiar

    el futuro. Y, Regalo de Dios, tiene un Rolex de oro, un Mercedes y un

    apartamento en Benidorm.

    Qu, Sisco, hay caso?

    Y muy bueno le contest.

  • 35

    Cuenta, cuenta, puta, avaricioso, un divorciado cornudo y

    pelado?

    Nada de eso, lvaro.

    Cuenta, cuenta repiti.

    Te enterars, seguro que te enterars. Prefiero dejarle en

    ascuas.

    Para estas cosas de hacer amigos, reconozco que tambin soy

    algo canalla. En esta profesin nos respetamos, pero los buenos casos

    son escasos, y no pienses, Regalo de Dios, que cuando mi Mam-No

    me regalo el maletn de cuero antes de partir hacia mi porvenir, yo era

    as. Los abogados canallas abundan, y te pones a la altura o te pones a

    la altura. Entiendes?

    Bajaba por la calle Alcal como en una nube, mis pies me

    llevaban. An no haba decidido los primeros pasos que deba dar, pero

    pareca que me diriga al Ritz. En mi andar resuelto, altanero, propio de

    un abogado con caso, y crea que este era un buen caso, descubr, y no

  • 36

    recordaba que estuviesen all por la maana, que Madrid estaba

    engalanada. En lo alto de cada farola ondeaba una bandera. De Estados

    Unidos, otra de la URSS, ms lejos vi una de Espaa, de la Comunidad

    Europea, tres ms que no saba a qu pases pertenecan, y una que

    pens si sera la de los judos.

    Al llegar a Cibeles pas por delante de un kiosco; sin querer, mis

    ojos buscan siempre darse una alegra contemplando las revistas,

    algunas con chicas ligeras de ropa, y la mayora completamente

    desnudas, que cuelgan del techo del kiosco.

    Segu, nunca paro, me da vergenza que el quiosquero me llame

    la atencin. A los tres pasos, par en seco; en mi retina, una imagen se

    haba quedado clavada. Retroced como lo hara la moviola, y tuve el

    segundo lapsus del da. Regalo de Dios, eras t. Estabas all

    fotografiada en la portada de una revista. Con todo tu esplendor,

    desnuda; exactamente semidesnuda: llevabas un bikini. No, un bikini no,

    ms pequeo que un bikini. Cmo se llama; un tanga? Eso un tanguita

    precioso. Como sigo en mis trece de ser completamente sincero, y en tu

    caprichito, este que te estoy escribiendo, y deseas saber lo que vi y

    tambin lo que pens, te dir que pens que te dedicabas a la

  • 37

    pornografa. Pero no. La revista se llamaba Moda. Regalo de Dios es

    modelo. Iba a defender a una modelo. Lo primero que hara sera llamar

    a Mam-No. Qu contenta se pondr, pens.

    El quiosquero me miraba, y pronto dio el primer aviso con unos

    tosiditos que indicaban que ya estaba bien de mirar gratis, y baj la vista

    para disimular. Ay, Regalo de Dios, en qu lo me acababa de meter.

    Delante del mostrador, prcticamente en el suelo, la hilera de peridicos

    de la maana, y... Regalo de Dios, estabas en la portada de todos los

    rotativos: en el ABC, El Mundo, El Pas, el otro y el otro. Eras la noticia

    del da. Con la segunda serie de tosiditos del quiosquero decid hacer la

    primera inversin en la defensa del caso. Los compr todos. No te

    explicar la cara que puso el quiosquero, pero para sus adentros

    pensara: Qu bueno soy.

    A los pocos metros cog sitio en un banco entre dos jubilados, y

    empec a leer con avidez el titular de cada uno de los peridicos. El

    ABC: La modelo espaola Jazmn Bronson detenida por asesinato. El

    Mundo: Asesinato en el Ritz, y en letras ms pequeas, La famosa

  • 38

    modelo Jazmn Bronson detenida. El Pas: Gran conmocin ante los

    prolegmenos de la Conferencia de Paz de Madrid, y segua con la

    misma tipografa. Asesinado un guardaespaldas de la delegacin siria

    en el Ritz. Y segua el titular: Detenida la modelo Jazmn Bronson.

    El jubilado que, sentado a mi lado, llevaba la vara de mando, haca

    rato miraba como alocado las portadas.

    Qu? Uno que desea estar bien informado, no?

    Y le contest.

    En los tiempos que corren es necesario, caballero.

    Pero si todos dicen lo mismo!

    S, es lo que estaba comprobando.

    Entonces... replic el otro jubilado que me acompaaba.

    Las noticias son las mismas en todos los peridicos, pero hay

    matices que pueden ayudarme en el caso.

    De qu caso habla, joven? pregunt el de la vara.

    Soy abogado y debo ayudar a esta chica con el dedo les

    mostraba la foto de El Pas en la que Jazmn se paseaba por una

  • 39

    pasarela con un vestido de flores, o las flores eran el vestido, donde

    ests de muerte, Regalo de Dios y sacarla de la crcel.

    Y los dos cabeceando:

    Ahhh.

    El jubilado que no llevaba la vara:

    Ya deca yo. Yo a usted le he visto en la tele.

    Estaba predestinado, y deba de llamar a Mam-No, sin falta.

    Es lo primero que normalmente hubiese hecho antes de conocerte.

    Hasta puede que para que fardase ms Mam-No ante sus amigas,

    hubiese retrocedido y me hubiera presentado ante los periodistas en el

    juzgado para salir en el telediario de las tres. Pero tu influencia en m ya

    era evidente, caminaba erectus, y empezaba una nueva etapa como

    abogado. Segu leyendo e indagando.

    De los artculos del interior pude conocer informacin que me sera

    de mucha ayuda. Por ejemplo, El Mundo llevaba una foto de tu jefe, el

    modisto Montti Dimontti; un gordo feo, con nariz aguilea, rodeado de

    bellsimas modelos. Me desped de mis primeros admiradores y decid

    acercarme al Ritz, que es donde me estaban llevando mis pies.

  • 40

    7

    Y MIS PIES ME LLEVARON AL RITZ

    Al evolucionar a hombre erectus y ser capaz de mirar al prjimo a los

    ojos, otro cambio que provocaste en mi vida fue el de la confianza. Lo

    not cuando divis al portero del Ritz. Soy un isleo, y esto condiciona el

  • 41

    carcter. Mam-No, antes de partir a Madrid, me aconsej: Xisco, los

    de la capi son unos presumidos, se creen dueos del cielo; saber, saben

    igual o menos que los de aqu, pero hablan haciendo ctedra, y hasta el

    que sera un don nadie aqu, te hablar como si perteneciera a la

    realeza. Y me dej aconsejar: Cuando tengas que entrar a un sitio, no

    te quedes empantanado esperando a que alguien te d permiso. En

    Madrid todos son dueos de lo suyo, y lo que no es suyo. Solo tienes

    que recordar cmo nos dejan el apartamento de Calvi cada vez que se

    lo alquilamos a un madrileo. Y no hagas como el abuelo Frases, que

    cuando habla un forastero, est de acuerdo o no, siempre dice aquello

    de Usted s que sabe. En Madrid, aunque ests de acuerdo con el que

    habla, responde: Eso ser en su casa, en la ma es como le dir yo

    ahora. Y a por l. Y el tercer consejo, que en realidad fueron tres ms,

    me lo repiti tres veces, y me obligo a que lo repitiera yo otras tres

    veces, literal: Cuando te sientes a comer en un restaurante, no te

    pases, como siempre haces, media hora para decidir qu plato eliges, y

    al final siempre te comes lo que el camarero necesita sacarse de encima

  • 42

    antes de echarlo a la basura. No consultes al tendero qu corbata te

    sienta mejor, qu camisa o qu calcetines. Que eres como el abuelo

    Frases; siempre mirndose al espejo para que te metan lo que no se

    pondra ni el payaso de la tele. Ah, cuando vayas a pagar, no saques la

    billetera antes de saber cunto cuesta. No hagas como cuando te

    compraste ese reloj de plstico, que te sali como si hubiese comprado

    un Rolex. Intent rebatir: Es de marca, mam. Y me contest: Es

    de plstico!.

    El portero impona respeto, con esa casaca que le llega hasta los pies,

    de general de la primera guerra mundial, con botones dorados del

    tamao de una ensaimada, esa gorra de plato con la visera reluciente de

    charol. Y qu crees t que medir? Dos metros? Pero pens en el

    consejo de Mam-No, y al pasar por su lado, ni lo mir.

    Camin sin mirar atrs por debajo del enrejado con ribetes dorados y

    esas eres tambin doradas a lo alto de las puertas, y entr a lo que

    me pareci un patio de armas, que impone nobleza a quien, como lo

    hice yo, lo traspasa con altanera y sin atisbo de complejo.

  • 43

    El hall, reconozco que me impresion. Qu grandiosidad; sin duda el

    dueo o el arquitecto pensaron que all se celebraran corridas de toros.

    Y el exceso, pero, Regalo de Dios, qu te costaba por noche dormir

    all? Solo para pagar las lmparas, los muebles, jarrones, estatuas de

    bronce, alfombras, yo que s; verdaderamente el dueo o el decorador

    se excedi, aquello est un poco cargante, no, Regalo de Dios?

    Hablando de excesos, recuerdo las sonrisas de los tres recepcionistas

    que, sintonizados, hicieron que interrumpiera mi estado contemplativo y

    me acercara al mostrador. El Buenas tardes tambin fue sincronizado;

    y su En qu puedo servirle fue un solo del que estaba ms cerca del

    lugar a donde me dirig. Y sin rodeos.

    Soy el abogado de Jazmn Bronson. Fue suficiente para que los

    tres cogieran el telfono y llamaran al seor director.

    No s si lo llegaste a conocer; es un tipo menudo, juguetea con sus

    manos sobre la cintura, avisando que est para sacar tajada, y demostr

    un inters pomposo por tu situacin. Y es que tena un encargo, yo era

    el motivo. Resulta que la llamada que legalmente hiciste cuando te

    comunicaron tu detencin fue a tu padre, y al parecer l deba buscarte

  • 44

    un buen abogado, y como no conoca en Espaa a ninguno, consult

    con el director del hotel donde te hospedabas y tuvieron lugar los

    hechos. Mi presencia le caus sorpresa, y yo intu lo que pudo suceder

    para que el caso pasase a manos de un canalla dedicado a labores

    jurdicas extraas.

    La polica espaola no es tonta, es lista, pero acta segn manual.

    Posiblemente el comisario te pregunt si ya tenas letrado para asistir al

    interrogatorio, y le dijiste que tus padres te asignaran uno, as se lo

    comunic el comisario a su ayudante, y este, posiblemente ms atento a

    tus tetas que a lo que le decan, entendi que no, que te asignaran uno,

    y este ordeno al funcionario administrativo que comunicara al Colegio de

    Abogados que era necesario que te proporcionaran una defensa de

    oficio. Fuese como fuese, all estaba yo, el encargado de tu padre y el

    director del Ritz, que al parecer ya haba llamado a consultas a medio

    Madrid para elegir entre la creme de la crme. Y me hizo la pregunta

    inevitable:

    Seor...

    Xisco, mi nombre es Xisco; se pronuncia con CH.

    Seor Sisco, a qu bufete de abogados pertenece?

  • 45

    Y yo que ante estos casos siempre utilizo la tctica del nio que ha

    roto media casa con el baln, miento y juro. Pero en este caso pens

    que retardar el guantazo no era lo aconsejable, por lo que ment, jure, y

    al observar que el director, erre que erre, segua frotndose las manitas,

    le prepare un misil a su misin, que al parecer dio efecto:

    Seor director, desconozco si usted ha llamado a mi bufete, por

    cierto, el ms prestigioso y caro de Madrid; pero la seorita Jazmn

    Bronson, en persona, me acaba de asignar el caso y su defensa.

    Entiendo contest. Deber informar a mster Bronson esta

    noche a su llegada al hotel, y necesitar las referencias que me pida, as

    como todos sus datos, ya que me comunic que lo primero que hara al

    llegar a Espaa es reunirse con usted para conocer la situacin.

    Y con mi voz de tenor, que s que gust al director, le mand el misil,

    despus de hacerle entrega de mi tarjeta de visita, soportando la

    vergenza propia de la que ya te habl.

    Seor director, comprendo su situacin referente al cometido que

    los padres de Jazmn Bronson depositaron en sus hbiles manos. Pero

  • 46

    en este momento procesal, la asignacin de abogado est resuelta por

    la propia acusada. Querer matizar, contrastar o simplemente alterar el

    momento procesal supondra alterar el proceso con consecuencias

    nefastas para mi cliente. Su misin, seor director, es: primero, que los

    padres de Jazmn se hospeden en el hotel y descansen. Necesitan

    descanso y tranquilidad. Segundo, e imprescindible para lo primero,

    necesitan seguridad. Seor director, est hablando con la persona que

    va sacar de la crcel a la seorita Jazmn Bronson y a conseguir la

    absolucin de sus cargos. Y tercero. Sobre la informacin a los padres

    de la acusada, le recuerdo, seor director, que hablamos de que la

    acusada lo est bajo el cargo de asesinato; tenemos que ser exquisitos

    en las formas, pero ms si cabe en el fondo.

    Despus de hablar y no decir nada, hay que esperar (mi abuelo

    Frases siempre me deca que lo nico que deba aprender de los

    polticos es a hablar como ellos), as das tiempo a que llegue el misil. Y

    el director ya no se flotaba las manos, pero s la cabeza.

    Entonces, cuando lleguen qu les debo decir?

  • 47

    Recuerde: primero, que descansen y se tranquilicen; seguro que no

    hay nadie como el director del mejor hotel de Madrid para conseguirlo.

    Segundo, repito, no les cree dudas. Usted ha cumplido su misin de

    encontrar el mejor letrado para su hija y el misil ya haba roto las

    barreras, el director volvi a restregar una mano sobre otra; y sobre la

    cuestin sus deseos de informacin, es mejor que estn lo ms lejos de

    ella. Piense que esto es como cuando le comunican a un padre que su

    hijo ha tenido un accidente de trfico; la primera impresin es

    impactante, si el padre no ve a su hijo desangrado y moribundo y va

    directamente al hospital y ve a su hijo despus de los cuidados mdicos

    acostado y con una venda en la cabeza, le has ahorrado parte del

    sufrimiento. Nada de abogados, ni comisarios, ni periodistas, ni

    metomentodo. Su hija est en la crcel, pero no en el hospital, y su

    defensa est trabajando para desmontarle a la fiscala los cargos de la

    acusacin.

    Entendido. Entendido contest el seor director del hotel Ritz de

    Madrid.

    Resuelto el primer problema con el misil, era imprescindible unir

    fuerzas, y el director era un elemento necesario para la causa:

    Seor...

  • 48

    Agapito, Agapito Fernndez.

    Bien, seor Agapito. No hara falta que te dijese, Regalo de Dios,

    que un individuo con ese nombre no poda quedarse hurfano de un

    sobrenombre, y sin reflexin previa, el Seor me anunci el de

    Hagapitoperonosecorra. Necesitar su ayuda.

    Yo y todo el personal del hotel nos ponemos a su disposicin para

    todo lo que necesite.

    De momento deseara conocer el lugar donde se produjeron los

    hechos. Tambin necesito que me facilite una entrevista con el modisto.

    Sabe si ahora se encuentra en el hotel?

    Y solo con levantar la mano y mover su pulgar, el mensaje de

    Hagapitoperonosecorra de Ven que te espero hizo que el botones,

    como un desesperado, se presentase dispuesto ipso facto.

    Ceferino, acompaa al seor abogado al Saln Felipe y mantente a

    su servicio mientras est en el hotel. Por mi parte, hablar con el seor

    Montti Dimontti para que pueda hablar con l. Repito, todo el personal

    queda a su disposicin para lo que desee. Lo importante es aclarar este

    terrible suceso y que quede la seorita Jazmn en libertad. Supongo que

  • 49

    no hace falta que le diga que no tenemos la menor duda de su

    inocencia, y casualmente Ceferino era una de las personas que la noche

    de actos estaba cerca del lugar de los hechos y posiblemente le sea de

    ayuda para encontrar pruebas para su defensa.

    Seguro que la ayuda que me facilite usted y el personal sern de

    mucha utilidad. En mi larga carrera defendiendo la inocencia de mis

    clientes, he podido comprobar que en ocasiones los pequeos detalles

    acaban siendo las pruebas relevantes para resolver los casos. Si

    conocen entre el personal del hotel o entre los clientes a alguien que

    sepa o crea saber algn asunto inherente al caso, necesitara que me lo

    comunicara sentenci con mi voz de bartono, y respondi

    Hagapitoperonosecorra simulando al tenor, y en verso:

    A su servicio y menester, dispone de todo el personal del hotel.

    Segu los pasos de Ceferino hacia el saln, cuyo atuendo coincida

    hasta con el gorrito ladeado al famoso Botones Sacarino de Francisco

    Ibez; y as qued bautizado.

  • 50

    8

    PESQUISAS. EL LUGAR DE LOS HECHOS

    Has podido comprobar, Regalo de Dios, con qu sutileza e

    inmediatez tomo decisiones. Pues debo reconocer que no siempre fue

    as, y es otro cambio que ahora s que provocaste en este canalla. No

    solo soy lento y taciturno para decidir un men o qu corbata elijo;

    reconozco que hasta para decidir si es la hora de comer, aunque est

  • 51

    ladrando el estmago, miro y remiro mi Casio estudiando si debo o no

    sentarme a la mesa mal sea pronto o tarde, conveniente o

    inconveniente, correcto o incorrecto para atender a la costumbre local o

    profesional. Y ahora podrs comprobar cmo utilizo este nuevo don.

    Observ ambos salones con atencin, comprob que, como me

    relataste, estn divididos por una espesa cortina azul marino. El Botones

    Sacarino me indic el punto exacto donde se produjo el apualamiento

    sin querer, aunque era innecesaria la indicacin porque resultaba

    evidente: la sangre sobre la moqueta y el perfil trazado con tiza lo

    revelaban. No dispona de metro, pero la vctima, como me dijiste, era

    un gigante; los dos metros, palmo arriba o abajo, los media. Tambin el

    Botones Sacarino me mostr el arma del crimen. Bueno, una copia. El

    cuchillo era fino en la empuadura, y el perfil cortante propio para cortar

    un entrecot de tres dedos de gordo se notaba que era adecuado y

    factible para ser un arma letal para el fin con el que lo utilizaste. Sobre

    cmo lo alcanzaste en tu reyerta con los dos energmenos que te

    estaban maltratando y merecedores de un suicidio por asfixia, es

    correcto confirmar que lo pudiste alcanzar. La cortina, visualmente, era

    como una pared, pero a tramos, comprob cmo se sobrepona y se

  • 52

    divida con una longitud entre ellas de tres o cuatro metros, y en el punto

    exacto en que se produjeron los hechos coincida con una de las

    aberturas de la cortina, y detrs, efectivamente rozndola, haba una

    mesa bien dispuesta para el servicio, y an faltaba el cuchillo para

    completar la cubertera para uno de los comensales. Afirmo as, para tu

    tranquilidad (ya que deseas que escriba la historia motivada por tu

    curiosidad no por saber todo lo relativo al caso, sino para conocer lo que

    yo pensaba y soaba en cada punto de nuestra aventura), repito, afirmo,

    que Jazmn, mi Regalo de Dios, el da de actos, me relat los hechos, y

    estos pudieron suceder como me dijo.

    Despus de las comprobadas primeras pesquisas, inici las que

    me llevasen a relacionar los testigos que, segn tu versin, estaban

    presentes en el momento del asesinato sin querer, ya que de

    momento el nico presente para la polica estaba en la morgue.

    Tu jefe estaba en el hotel y poda sonsacarle. Los dos

    guardaespaldas tambin. Al Botones Sacarino, que se ve es un joven

    listo y enterado, an no le haba hecho la pregunta, como si supiera en

    qu pensaba, me confirm que se hospedaba el muerto en la habitacin

  • 53

    contigua, y a la izquierda de la del primer ministro sirio, y otros dos, en la

    de la derecha. Y sin pedrselo tampoco:

    Seor abogado, la guardia personal del sirio est compuesta por

    tres armarios; el asesinado y dos ms. Y sigui con el relato, lo que

    me empez a mosquear, porque an yo no haba llegado tan lejos en

    mis anlisis de las pesquisas que deba investigar. El sirio cen con el

    modisto Montti Dimontti, y los guardaespaldas, en una mesa contigua.

    Ah, sobre las doce menos diez salieron del Saln Real donde se celebr

    la cena con todos los hospedados participantes en la Conferencia que

    tendr lugar los prximos das. Ah, y salieron juntos. Ah, y no bebieron.

    El modisto porque est de rgimen, y el embajador y los guardaespaldas

    por ser musulmanes. Ah, en la mesa del sirio y el modisto, tambin

    compartan mantel con otra delegacin libanesa. Ah, todos hablaban

    rabe. Incluido el modisto. Ah,...

    Y le interrump. Todo era muy interesante, pero yo pareca la

    encargada de limpieza. Y deba poner orden y estatus, por mi condicin

    de abogado.

  • 54

    A ver si me aclaro. Primero y ahora s que la preguntita bien

    hubiera hecho de callrmela: qu pasa los prximos das, que sirios,

    libaneses, jefes de estado, modelos y modistos, se van de fiestorra

    juntos?

    Bueno, seor, usted no ha salido a la calle, o no ve la tele?

    Todo el mundo sabe que Madrid es la esperanza para solucionar lo de

    los palestinos y los israelitas. Se celebra una gran conferencia de paz, y

    aqu estn los grandes mandatarios de todo el mundo.

    Todo lo conseguido despus del encantamiento al verte se esfum

    en un segundo: deje de ser erectus, agach la cabeza y me puse las

    manos en los bolsillos, evit mirar a los ojos al Botones Sacarino, perd

    la confianza en m y empec a dudar hasta de seguir tomando

    decisiones y ceder al botones el caso. Pero no, solo fue una debilidad.

    Oye, chico, ms respeto. Abr el maletn que Mam-No me

    regal antes de partir hacia mi porvenir, y saqu todos, todos los

    peridicos. Un abogado como yo, por estar informado es capaz de

    leerse hasta el peridico que editan los estudiantes de la Complutense.

    Me refiero a qu relacin tienen los mandatarios y un modisto y sus

    modelos.

  • 55

    Pues eso tambin lo pone en cualquiera de esos peridicos,

    abogado. Hasta en la tele se habla de la fiestorra, como usted dice, en el

    Palacio Real. El rey de Espaa invitar a todos los presidentes y sus

    esposas a una cena, y para amenizarla se celebrar un desfile y cada

    modelo entregar a las damas de los mandatarios un presente. Ah, y

    ese de ah seal con el dedo El Pas, menuda ha montado en su

    editorial de hoy. Llega a criticar al rey por ello. Dice que una conferencia

    tan transcendente para la paz mundial no se ameniza con seoritas de

    pasarela.

    Tuve un segundo achaque de debilidad. Pero los nuevos dones

    que me regalaste estaban bien metidos dentro de m. Y decid comprar

    el silencio del Botones Sacarino.

    Me gustas, me gustas mucho, muchacho. Te estaba probando y

    has superado la prueba.

    La prueba? Qu prueba? me pregunt Sacarino con la

    boca abierta.

    Escucha. Para conseguir defender a la modelo de la crcel, se

    necesita informacin. Pero esta informacin no est precisamente en la

    prensa o en la tele. La modelo es famosa, est can Sacarino cerr

  • 56

    la boca y alarg los labios dibujando una sonrisa socarrona, y eso es

    bueno para mi defensa; pero resulta que la vctima, sin ser famosa, y ya

    ves t qu pinta de monstruo malcarado tiene y seal con mi dedo la

    portada de El Mundo donde apareca en una pequea foto pertenece

    a la delegacin siria, como sabes, y esos pesan mucho. Y para ponerlo

    ms negro, ya sabes la ley que all en Siria aplican en estos casos: la

    del ojo por ojo. Entiendes?

    S entiendo, seor abogado. Lo que an no entiendo es qu

    tiene eso que ver conmigo.

    Mucho, Sacarino. Perdn... Ceferino. T tienes la posibilidad de

    ayudar a la causa de la modelo. Te contrato como... puse un poco de

    suspense al anuncio que le iba a hacer a Sacarino, para darle ms

    sorna mi ayudante espa, y tu colaboracin se centrar aqu, en el

    hotel Ritz.

    Guauuu

    Al Botones Sacarino lo tena en el bolsillo. Pero era listo, y

    coincidimos los dos en que era un tanto canalla. Precisamente el

  • 57

    bolsillo es lo primero que le interes del trato. Ms concretamente,

    cunto es lo que l se iba a poner en su bolsillo como ayudante espa.

  • 58

    9

    UNAS PALABRITAS CON TU JEFE: MONTTI DIMONTTI

    Hagapitoperonosecorra acudi a nuestro encuentro para confirmarme

    que tu jefe estaba en el hotel y poda subir a su suite para entrevistarme

  • 59

    con l. Sacarino me acompa; salimos del saln que da al hall, al lado

    de la escalera y de los ascensores.

    Una seora que sujetaba en su brazo un pequeo y peludo perrito

    blanco, y que en otros tiempos deba ser una belleza, nos abri la puerta

    de la suite, y, y... Vaya, vaya, vaya, con la suite. Solo su recibidor es

    como mi piso. Abri otra puerta y el recibidor se qued pequeo, pero no

    tuve tiempo de retener en mi mente todo el exceso que divisaba, ya que

    otro exceso me paraliz, y ya era la tercera vez que en un solo da

    reciba el lapsus mental. Qu vi? El paraso.

    Sin duda alguna, aquello era el harn que en mis sueos imagin.

    Una corte de damiselas pululaba por todos los rincones de la inmensa

    habitacin. Unas vestidas, otras a medio vestir, la mayora con cortes de

    finas telas dejadas caer por sus hombros esperando ser cosidas. El

    lapsus dur tres, cuatro, s... quizs cinco minutos; fue la voz de tu jefe

    que sali entre un grupo de bellezas la que logr despertarme de la

    parlisis.

    Seor abogado. Abogado... Pero seor, le sucede algo?

  • 60

    Al ver que no reaccionaba, mand que me llevaran un vaso de agua.

    Y mi subconsciente, que me protege, dio a la clavija que interrumpe mi

    lapsus.

    Perdn, seor Montti Dimontti. Cog el vaso que l sujetaba con el

    brazo extendido, y con un sorbo me lo tragu. Ha ledo mi

    pensamiento le dije.

    Y espero que no fuera as, ya que en aquel mismo momento cavilaba

    cmo aquel inmenso buuelo de carne poda tener la suerte de estar

    rodeado de tanta belleza. Del buuelo sobresalan dos minsculos

    brazos, rematados con unas manos pequeas e hinchadas; con ambos

    ndices levantados aparentaban estar dispuestos, cuando se iniciara la

    jota, a darse un bailecito.

    Me mir de pies a cabeza, y con gesto de qu le vamos a hacer me

    indic con uno de los ndices dnde debamos sentarnos, con dos

    palmaditas:

    Vamos, chicas, dejadme solo. Este es el abogado de nuestra

    Jazmn.

    Y dicho esto... Regalo de Dios, qu momento. Qu momento deb

    pasar de no recaer en el lapsus. Todas, pero todas las damiselas me

  • 61

    rodearon, me tocaron, alguna hasta me bes en las mejillas. Y todas a

    una preguntaron por ti. Que cmo estabas. Que cundo saldras de la

    crcel. Si tena que ser un error... Si eres un ngel, incapaz de hacer

    dao a una mosca.... En fin, tuve que resucitar de mi encantamiento, y

    haciendo uso de mis poderes, que consisten en seducir con mi voz de

    tenor, tranquilizar a la corte de bellezas que habitaba el paraso.

    Sentados uno frente al otro, y el Botones Sacarino de pie asumiendo

    su papel de ayudante, espere callado a que el modisto, que luca una

    chilaba blanca de punto fino, hablara.

    Querido, ahora que no estn las modelos, dgame, dgame que

    Jazmn superar esta situacin tan traumtica. La pobre cmo debe de

    estar sufriendo! Pero cmo pudo hacer una cosa as? Ha estado el

    inspector que est investigando el suceso, y hasta l, que dice haberlo

    visto todo, alucina. Podemos hablar sin que nadie del servicio del hotel

    est presente.

    Claro. Pero usted que hace aqu, botones! Espere fuera!

    Sacarino se march despechado. Y segu en silencio, atendiendo a la

    mxima de mi abuelo Frases.

  • 62

    Este asunto es muy grave. Como puede suponer, abogado....

    Xisco. Mi nombre es Xisco.

    Pues como le deca, abogado Xisco qued perplejo al or mi

    nombre pronunciado como lo hara un balear, el asunto es muy grave.

    Con lo que se est jugando aqu en Madrid, me refiero a lo de la

    Conferencia de Paz, el suceso puede tener consecuencias tremendas

    para el buen fin que tanta gente ansa. Como sabe, mi presencia es solo

    profesional; bueno, era, he pedido que se anule el acto previsto. Que

    una de mis mejores modelos est en el centro del suceso, aunque

    parezca irrelevante para la conferencia, no lo es. La prensa, ya sabe,

    intentar vender la noticia y buscar una relacin con el proceso de paz.

    Esto se lo digo para que entienda, y as lo piensa el comisario, que yo

    debo estar para ayudar si es que cree que en algo puedo ayudar, pero

    me abstendr de dramatizar el suceso. No s si me entiende, seor

    abogado.

    Segu en silencio. Tu jefe estaba asumiendo un papel que no

    entenda, pero no quera hacrselo saber para que se pusiera a la

    defensiva. Asent con la cabeza, y l sigui hablando.

  • 63

    No he pegado ojo en toda la noche. Noelia, mi ayudante, dice que

    en pocas horas he envejecido diez aos. Tanto retoque facial para nada.

    Bueno, querido, lo que quiero que comprenda es que Jazmn anoche

    estaba un poco bebida. Supongo que ya lo sabe. Mi versin, y por lo que

    s de lo que me ha dicho el comisario es la versin ms probable: mi

    Jazmn pudo ser acosada por ese guardaespaldas. No pudo pasar

    mucho. Al parecer ella, sin darse cuenta, se meti por la cortina al saln

    contiguo, y el suceso tuvo lugar momentos despus, segn los

    asistentes a la fiesta uno o dos minutos despus de meterse en ese

    saln. Yo digo lo que me han contado, ya que estaba aqu en mi suite.

    En fin el alcohol, un hombre grande, a solas ante l, y este quin sabe si

    dndole a entender deseos obscenos... Supongo que ella reaccion sin

    medir las consecuencias, y el guardaespaldas sin esperarlas. Usted

    qu piensa?

    Ahora era yo quien deba medir las consecuencias de mi contestacin.

    Quera saber si tu jefe saba que t, Regalo de Dios, habas declarado

    que l estaba presente junto a los dos guardaespaldas. Era de suponer

  • 64

    que el comisario se lo haba dicho, pero quera or de su boca, y sin que

    yo lo acusara, su versin.

    Yo no pienso, seor Montti, yo debo defender a Jazmn, y estoy

    seguro de que usted desea por encima de todo que lo haga bien. Si los

    hechos fuesen como usted me dice, su modelo puede ser acusada de

    homicidio sin intencin, o dicho con mayor propiedad, no intencionado o

    culposo. Le pueden caer, mnimo, cinco aos.

    Cinco aos mnimo? replic tu jefe.

    S, seor Dimontti. Cinco aos. Debo ayudar a esa chica. Todos

    debemos hacerlo.

    Por supuesto, abogado. Pero no contando mentiras?

    Mentiras? Ahora le repliqu yo, y esper...

    Me refiero a que mi querida, mi queridsima Jazmn, pretende que

    yo declare que yo vi lo sucedido. Y eso es mentira, abogado. Quiero

    ayudarla, pero no as; no puedo contar mentiras, verdad?

    Nadie debe contar mentiras, pero si, por un casual, usted sabe algo

    que pueda resultar de ayuda, debera decrmelo.

    Abogado Xisco, no creer la versin de Jazmn? Usted no puede

    pensar...

  • 65

    Le repito: yo no pienso. Soy el abogado defensor de su querida

    Jazmn, y creo que usted la puede ayudar.

    Tu jefe no pudo aguantar ms y se levant a duras penas del silln

    aterciopelado que soportaba al buuelo humano. Pareca estar

    cavilando la manera en que deba proceder, cuando...

    Pero, pero... pero botones, qu hace escuchando detrs del pilar?

    Tu jefe pill al Botones Sacarino, que evidentemente lo de ser mi

    ayudante espa en el hotel se lo estaba tomando al pie de la letra.

    Seor Monti Dimontti, cumplo rdenes contest Sacarino.

    Qu rdenes?

    Las del director del hotel de no apartarme del abogado, y las

    propias de ayudante del seor Chisco.

    Pero, pero... Con los brazos en jarra y los dedos meiques en

    punta, me lanz una mirada que hizo que apartara la vista, no fuese que

    tuvieran metralla.

    El chico ha entendido mal las rdenes, sin duda, seor Montti...

    intent tranquilizar a tu jefe.

  • 66

    En este pas todo son malentendidos! Vyanse! Necesito una

    aspirina, un Valium. Noem! Dnde ests, Noem?

    Tu jefe se perdi en aquella inmensa suite, y el botones y yo salimos

    cabizbajos, creyendo que el modisto era la llave que abrira tu celda.

  • 67

    10

    EL MINISTRO SIRIO Y SU DISMINUIDO EQUIPO DE

    GUARDAESPALDAS

    El Botones Sacarino era una caja de sorpresas. Al salir de la

    habitacin de tu jefe, sugiri que deba entrevistarme con el mismsimo

    ministro de Asuntos Exteriores sirio. Este, la noche de autos, haba

    cenado con Montti, y al fin y al cabo, la vctima de tu asesinato sin

    querer estaba bajo sus rdenes. Subimos por las escaleras un piso

    ms, y Sacarino llam a la puerta. Abri un fornido todoespalda, que

    entend, por la mirada de Sacarino, que era uno de los dos

    guardaespaldas personales del ministro.

    Mi colega Botones Sacarino es avispado, lee mis pensamientos, ha

    empeado mi futuro econmico con sus pretensiones monetarias y

    hasta habla francs. Reconocers que sirvo para seleccionar personal.

    La entradita de la suite era idntica a la de Montti Dimontti, y esperamos

    all unos minutos. Salieron dos seoritas, y ya ves qu mundo ms

    inmenso es este, una era La Martirio.

  • 68

    Pero Chisquito mo, qu casualidad! Ayer, precisamente ayer,

    hablaba de ti. A que te habl de mi abogado, Chus?

    Ayer mismo, Martirio. Me dijiste que el muy sinvergenza te la peg

    sacndote cien mil pesetas del refajo.

    Bueno. Pero no le guardo rencor. No pudo sacarme del trullo, pero

    lo intent, no, Chisquito, mono?

    Me salv del guantazo el guardaespaldas, que en francs o rabe, no

    s, juraba en hebreo. Con un gesto nos abri la puerta de la suite y me

    acomod en un sof. A Sacarino le puso una silla, ya que iba a hacer de

    intrprete.

    Esperamos otro rato, hasta que el ministro sali del dormitorio

    abrochndose la americana y recin duchado. Sus maneras eran

    afables, lleva gafas de concha transparentes perfectamente perfiladas a

    su discreta nariz, su vestir occidental y la sonrisa venan con l desde

    que nos vio.

    Monsieur y Sacarino lo tradujo.

    El seor ministro le saluda, abogado, con Seor.

  • 69

    Mi ayudante espa me fue traduciendo palabra por palabra lo que el

    ministro sirio me deca. O eso supongo. La entrevista dur sobre diez

    minutos, y estaba orgulloso de mi fichaje; el botones era listo, lea mis

    pensamientos; tiene un defectito, le gusta el dinero, pero habla francs.

    Regalo de Dios, puede ser normal que yo, tu abogado, un canalla, un

    canalla con corazn, estuviese sentado delante de un ministro, nada

    ms ni nada menos que un seor ministro, y recibiese la sonrisa

    perpetua, contemplara la dentadura de toda una eminencia, y no critico

    su estado bucal, que supongo que en su pas lo de la ortodoncia an no

    ha llegado; repito puede ser normal que estuviese callado, oyendo al

    ministro hablar, a Sacarino traducir, al ministro contestar, a Sacarino

    preguntar, al Ministro preguntar, Sacarino traducir y contestar, al Ministro

    advertir, Sacarino replicar y traducir; y yo all moviendo la cabeza

    siguiendo al que hablaba como si estuviese viendo un partido de tenis

    sin decir esta boca es ma. Pues as sucedi y as te lo cuento.

    Sobre lo que el Botones Sacarino me tradujo, advert que el sirio

    pasaba de la polica, tena nueva municin para la disputa que en dos

    das mantendra contra los judos en defensa del pueblo palestino. Me

    advirti que posiblemente la bella modelo era solo un instrumento de la

  • 70

    causa sionista; que el Mossad (agencia de inteligencia en el exterior de

    Israel) estaba en el ajo. Sobre el suceso y la posible presencia de sus

    dos guardaespaldas: Pero seores... esta maana he mantenido una

    larga conversacin con mi colega espaol, mi estimado Francisco

    Fernndez Ordez, y respecto de las acusaciones de la modelo le dije

    lo mismo que le digo a usted, abogado: alguien puede creerse que si

    fuese esa la situacin tres hombres preparados para la defensa de

    hombres de estado como yo, dejaran que una mujer que como mucho

    pesa cincuenta kilos acuchillara a un hombre de dos metros y el doble

    de su peso? Pinselo, seor abogado. Se imagina la escena? Es

    posible la declaracin de la acusada? Un juez, un tribunal, un jurado

    qu valor dar a los argumentos de la defensa? El mismo ministro

    Fernndez Ordez, ha reconocido que no, no es posible defender

    dicha hiptesis. El Mossad estaba all, son muy buenos y estaban all.

    Buenas tardes.

    Todo eso y alguna cosa ms que ahora no recuerdo tradujo el

    botones de las declaraciones de ministro sirio. Y conste que toda esa

    parrafada, y las anteriores que no reproduzco, las hizo con una sonrisa

    exagerada.

  • 71

    La verdad, Regalo de Dios; de todo lo que llevaba acaecido desde

    que asum el caso, el golpe de realidad que el sirio acababa lanzarme

    dio en toda la cara como un guantazo de un guante de seda, pero

    dirigido por Cassius Clay, tambin llamado (y viene ms a cuento)

    Muhammad Ali.

    11

  • 72

    MAM-NO NO VIO A SU HIJO EN EL TELEDIARIO DE LAS

    TRES DE LA TARDE, PERO TUVO LA POSIBILIDAD DE HACERLO

    EN EL DE LAS NUEVE

    Sal del hotel Ritz, dando instrucciones claras a mi ayudante espa:

    A todo trabajador o cliente que la pasada noche estuviese en el hotel,

    pregntale dnde estaba a la hora de los hechos. Esto es como en las

    pelculas, los casos se resuelven por el ladrido de un perro a uno que

    nadie supona que poda ser sospechoso. Sospechar solo lleva a

    imputar si al sospechoso se le relaciona con alguna prueba del caso.

    Pero, querido ayudante, sin sospechoso no hay nada que hacer, y las

    pruebas sin imputado no valen para nada, entiendes, ayudante

    espa?.

    Por la cara que puso creo que no lo tena del todo claro. Ahora que

    lo estoy escribiendo, reconozco que yo tampoco lo tengo del todo claro.

    Pero ya ves, Regalo de Dios, cmo son las cosas: Sacarino hizo su

    trabajo, con la lista que le entreg el jefe de personal del hotel interrog

    a todos los que aquella noche estaban trabajando. Asimismo, con el

    listado de clientes que se hospedaban la noche de actos hizo lo propio.

    Y en su momento te revelar una curiosa coincidencia que ayud, y

  • 73

    mucho, a resolver el caso. Te dejo una pista: Rubia de peluquera.

    Cincuenta aos. Se pinta hasta las orejas y en su brazo tiene injertado

    un perro. Y un testigo: el perro. Bueno: el perro lo nico que hizo fue

    pasar por all.

    An no haba cobrado el adelanto requerido para las pesquisas,

    por lo que segua como la mojama, seco. Volv caminando a casa, mi

    liquidez no alcanzaba para un taxi, y solo par a comer porque el men

    me deca cmeme. Concretamente, la pizarra al lado de la taberna

    Los Mendrugos, se lea Men del da de ayer: cocido madrileo

    completo, pan y jarra de vino, 1.000 pesetas. Y con la tiza ms

    apretada y ancha de traza, se aada Men de hoy: cocido madrileo

    de ayer, pan y jarra de vino, 300 pesetas. Pegu un repaso a mis

    cuentas, y la verdad, Regalo de Dios, por 300 pesetas no par a releer,

    y hasta que no pagu no vi la diferencia entre el men de ayer y el de

    hoy, aparte del precio. Y sinceramente, el pan escaso, pero bueno, la

    jarra de vino, aun cabezn, era de litro, y me lo beb, por lo que doy por

    bien gastadas las 300 pesetas. Pero al cocido de ayer, hoy solo le

  • 74

    quedaba el caldo. Y las consecuencias fueron que desde la taberna a mi

    casa estuve dando bandazos y apoyndome en todas las farolas, hasta

    que llegu a la plaza de Santa Ana y emboqu mi calle.

    Puede que desde la entrada a mi calle y mi casa no haya ms de

    cincuenta metros; y puede que el vinito cabezn me estuviese

    atosigando. Lo que no comprendo es cmo no vi la multitud que en la

    acera y en el portal, el de mi casa y la de la acera de enfrente, estaba

    esperando pertrechada de cmaras de fotos, de cine, micrfonos y

    hasta focos de 1.000 vatios esperando mi llegada. De hecho, solo vi a

    Encarna, la hija de Vigiaconcepcin, mi casera; que con el trapo de

    quitar el polvo me saludaba con el brazo levantado y daba alaridos igual

    que cuando su Atltico marca un gol.

    La tropa de periodistas, a codazos, se coloc como hace un

    equipo de ftbol para la foto protocolaria; unos de rodillas y otros

    levantados, y todos apuntando.

    Seor Xisco Ous Bous, unas palabras, por favor.

    Seor abogado, cree que Jazmn Bronson es culpable de

    asesinato?

    Cmo espera defender a la seorita Jazmn, abogado?

  • 75

    Y as siguieron preguntando, y con la luz de los focos, los flashes

    de las cmaras, y la Encarna erre que erre, jaleando, qued paralizado

    por cuarta vez en el mismo da desde que te vi, Regalo de Dios, en otro

    lapsus. En esta ocasin no soy capaz de saber si fueron tres o cinco los

    minutos con el interruptor en off; pero al percatarse de mi situacin, la

    arenga de periodistas, hizo el silencio. Supongo que todos quedaron

    preocupados por mi estado, pero mira por dnde descubr que t

    tambin habas aportado otro bien a mi personalidad: el don de la

    improvisacin. Saqu de mi rostro abstrado una sonrisa socarrona, con

    la que consegu que todas las cmaras al unsono se pusieran a rodar, y

    dije:

    Estimados periodistas, solo har una nica declaracin.

    Comprendan que no pueda atender a sus preguntas; la defensa de la

    famosa modelo Jazmn Bronson obliga a guardar cierta distancia en los

    pronunciamientos con el fin de no contaminar las pruebas que una vez

    que se nombre el tribunal de primera instancia sern pruebas

    irrefutables y supondrn la exculpacin de mi cliente.

  • 76

    Di unos tosiditos para que mi voz de tenor, an un poco enervada

    por el tinto del mesn Los Mendrugos, estuviese a la altura para mi

    gloriosa primera intervencin televisiva.

    El deceso acaecido en el hotel Ritz de Madrid en la noche de

    ayer y la posterior implicacin de la famosa modelo Jazmn Bronson ha

    sido un artificio orquestado por la inteligencia palestina o israel,

    interesada en hacer zozobrar el proceso de paz que en unos das tendr

    lugar aqu en Madrid. Pronto conocer el mundo la verdad y pronto las

    autoridades responsables de que Jazmn Bronson est en la crcel no

    tendrn ms remedio que renegar de sus intereses, que hoy al parecer

    son los de disfrazar la realidad. Gracias.

    Los periodistas me atosigaron a preguntas, pero yo, acompaado,

    o mejor sera decir protegido por la envergadura de Encarna, me

    escabull, y nos metimos en el portal, dejando tras de m las

    declaraciones, que abriran las portadas de todos los peridicos y los

    noticiarios de Espaa y del mundo. Regalo de Dios, la que acababa de

    armar. Recuerdas?

  • 77

    12

    LO QUE S QUE QUIERES QUE TE ACLARE: EL DNDE, EL

    CMO Y EL QUIN... DEL ABOGADO XISCO

    Dnde vivo, dnde ejerzo, pienso, sueo y despierto es el fiel

    retrato de mi penosa situacin.

  • 78

    En una calle estrecha, con casas de paredes anchas, consumidas

    por el tiempo, desvestidas de color y estilo. No persiguen el cielo, se

    posan sin races, con unas fachadas que miran descoloridas a sus

    vecinos entrados en aos o a jvenes emigrantes que esperan que a la

    diosa fortuna un da le d por ascenderlos al cielo: ya sabes de Madrid

    al cielo.

    La casa que me soporta es de cuatro plantas, a ms alta peor; no

    tiene ascensor, y a ms baja peor que peor, ya que la tiene a mano la

    casera, Vigiaconcepcin, portera, entrometida, duea de las cuatro

    viviendas, duea de la mayora de los enseres, de nuestras penas y

    pocas alegras. Y para que entiendas, Regalo de Dios, cul es mi

    fortuna, es duea de mis pasos, ya que entre planta y planta supongo

    que solo hay unos caizos, y se entera de dnde ando por dentro de

    casa, cundo meo, lo otro, si como, duermo e incluso se entera de lo

    que pienso. Es raro el da que me viene la idea de marchar as sin ms y

    no volver, y Vigiaconcepcin al momento se presenta con una excusa u

    otra para controlar mi arrebato desertor.

  • 79

    Desde que decid marchar de Palma a Madrid, esta es mi guarida.

    Cinco aos hace de aquel da en que decid alejarme para liberarme y

    crecer, no a lo alto (lo que Xisco tena que crecer ya era irreparable),

    pero esperando hacerlo a lo profundo. Porque profunda era mi desazn:

    Un licenciado sin porvenir, un hijo de mam, hijo nico y sin pap (que

    nunca conoc), un joven distrado sin dotes para perseguir a la damisela

    que me ayude a separarme del cordn umbilical del que nac. Y lo peor,

    en aquella poca reconoc que si quera pasar por la vida sin estar

    pendiente de las risitas y coas de conocidos o amigos, deba

    marcharme. Como ya te he dicho, llamarse Xisco Ous Bous es nacer

    predestinado a la permanente irona islea.

    Pero no por dejar de darte pena, y porque estoy obligado por el

    principio de contarte siempre la verdad, debera reconocer que la

    costumbre hace huella, y hoy esos pensamientos desertores van

    menguando. Vigiaconcepcin asume el control sin piedad, pero desde

    que decid que su hija Encarna, a la que bautic con el sobrenombre de

    Entraditaencarnes (no hace falta que detalle el motivo) pasara a mi

    elenco de damnificados colaboradores, parece que la tengo a mi lado.

    No es mucho suponer que el motivo de que la casera me ria a fin de

  • 80

    mes por no cumplir con el pago del alquiler haya pasado de o maana

    me pagas o vas buscando un banco en la plaza que te plazca a Sisco,

    Sisco para ser abogado hay que ver lo que te cuesta embaucar a la

    gente. No ganas ni para la msera renta que te cobro.

    No s si lo dice para que me anime en mi negocio, o es que est

    asumiendo el papel de Mam-No. O peor, su boca delata otras

    pretensiones ms sibilinas: la de convertirse en mi futura suegra. S,

    Regalo de Dios, as estn las cosas.

    Todo empez el da que se enter de que Mam-No es una

    mallorquina aburguesada. De hecho, procedo de familia bien, mi padre

    fue notario, y mi abuelo Frases, juez de paz de Palma. La renta que mi

    mam cobra no solo es la de una paga de viuda, ahora se cobra

    maana se gasta, y a fin de mes comemos pan y huevos. No, Mam-No

    se apoya en un piso en Calvi y la renta de tres bajos comerciales del

    centro de Palma. Eso, y que casar a su hija con el vecino de al lado de

    la puerta de la finca, que en una placa dorada luce lo de abogado aun

    con un nombre ridculo, es a simple vista un buen plan.

    Y supongo que ests ansiosa por saber cmo me lo monto con

    Entraditaencarnes. Primero, es eficiente. Desde que asume el papel de

  • 81

    secretaria del abogado Xisco Ous Bou, est que no se encuentra. Al

    telfono es perfecta, ordenada como una bibliotecaria, atenta a orden de

    corneta, a los clientes los cuida y los mima, y a m... Reconozco que soy

    un canalla. Me limpia la casa, cose, me lava la ropa, recose y hasta me

    sube las exquisiteces gastronmicas que preparan en un restaurante de

    cinco tenedores, pero con menos pijadas y ms cantidad. Cuando no me

    espera en la calle, deja el balcn abierto para estar atenta a mi llegada.

    Es mi agenda y mi memoria, mi llavero y mi despertador, la animadora y

    la consoladora, es confesor y confidente. Y tres detallitos ms sin

    importancia, antes de que me olvide: habla lo justo, pregunta lo mnimo

    y lleva un ao en el cargo y la primera paga que cobrar espero

    hacrsela llegar el prximo mes, que este me he prometido pagar el

    alquiler de tres meses de retrasos a su madre.

    Bueno, bien. Vale, que tambin quieres saber lo que pienso sobre

    ella. No es fea, es mona. Tiene una sonrisa fcil. Entraditaencarnes no

    es como su madre, que ha engordado sin mirar adnde, por todos lados.

    Ella tiene hechuras pronunciadas, pero bien torneadas. Cuando va de

    joven, que es algo que no hace habitualmente, y solo tiene veintids

  • 82

    aos, se hace ver. Pero es del Atltico, y a m no me gusta el ftbol;

    sonre siempre, no discute nunca, quiere que la saque a pasear, y a m

    no me gustan los perros. Entiendes, Regalo de Dios?

    Sobre el quin. Hace referencia a quien me soporta. En esta

    cuestin voy a ser breve: de momento me soporto yo. Sigo la mxima de

    mi abuelo Frases Ms vale solo y acompaado por uno mismo, que

    mal acompaado. Propio de isleos.

  • 83

    13

    Y LA JORNADA AN NO HABA TERMINADO. MALDITO

    INVENTO ESE DEL TELFONO

    El primo de Entraditaencarnes es un genio del telfono. Resulta

    que an no he podido hacer la inversin adecuada para convertir el

    comedor, recibidor y sala de estar (tres zonas de una casa que en la ma

    es la misma) en un despacho funcional, y utilizo la nica mesa que hay

    (la mesa del comedor) de mesa de trabajo. Y claro, a la

    Entraditaencarnes la tengo compartiendo mesa y despacho. Y as no se

  • 84

    puede. Un buen da el genio del telfono no tuvo otra idea que robar de

    la Telefnica un contestador e instalarlo, para cuando uno no est; y eso

    est muy bien. Pero al saber que su prima era mi secretaria y no tiene

    d