Subjetividad y Desesperacion en Bergman Jornadas Kierkegaard 2013 Liliana Guzman

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1 Huellas de Kierkegaard en el cine de Bergman L. Guzman IX Jornadas Kierkegaard Biblioteca SK 2013 Subjetividad, desesperación, libertad y finitud: las huellas de Kierkegaard en el cine de Bergman. Lectura de El Séptimo Sello y El Huevo de la Serpiente Dra. Liliana J. Guzmán 1 IX Jornadas Kierkegaard 2013 “Kierkegaard y los postkierkegaardianos: a 200 años de su nacimiento” En este trabajo haré una interpretación de 2 filmes de Ingmar Bergman: El Séptimo Sello (1957) y El Huevo de la Serpiente (1977). Siguiendo las huellas e impronta de la filosofía de Sören Kierkegaard en la producción artística de Ingmar Bergman (Suecia, 1918-2007), sólo me remitiré en este texto al análisis de las dos películas citadas, en consideración al espacio conmemorativo de las Jornadas. De este modo, en El Séptimo Sello veremos un pensamiento estético y existencialista sobre la práctica de la espiritualidad a modo de religiosidad, estando los sujetos de cara a la muerte y enfrentados a la realidad de la nada y la condición humana de la finitud, imposibilitada de ver a Dios y sin embargo, arriesgada al salto de fe con el cual salvar la existencia de la angustia y desesperación propias de la temporalidad que atraviesa al hombre y que en este film Bergman nos da a pensar bajo el peso de la metáfora apocalíptica del séptimo sello. En el otro film citado, El huevo de la serpiente, tenemos una de las muestras existencialistas más logradas quizás en la historia del cine. El relato allí nos sitúa en un tiempo particular previo a los terribles años del nazismo, y 1 Dra. en Pedagogía. Profesor Adjunto en Filosofía y miembro del PROICO CyT 419301 “Tendencias epistemológicas y teorías de la subjetividad”, Departamento de Educación y Formación Docente. Universidad Nacional de San Luis.

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Análisis de films de Ingmar Bergman desde la filosofía de Sören Kierkegaard.

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Huellas de Kierkegaard en el cine de Bergman L. Guzman IX Jornadas Kierkegaard Biblioteca SK

Huellas de Kierkegaard en el cine de Bergman L. Guzman IX Jornadas Kierkegaard Biblioteca SK2013

Subjetividad, desesperacin, libertad y finitud: las huellas de Kierkegaard en el cine de Bergman.

Lectura de El Sptimo Sello y El Huevo de la SerpienteDra. Liliana J. Guzmn

IX Jornadas Kierkegaard 2013

Kierkegaard y los postkierkegaardianos: a 200 aos de su nacimiento

En este trabajo har una interpretacin de 2 filmes de Ingmar Bergman: El Sptimo Sello (1957) y El Huevo de la Serpiente (1977). Siguiendo las huellas e impronta de la filosofa de Sren Kierkegaard en la produccin artstica de Ingmar Bergman (Suecia, 1918-2007), slo me remitir en este texto al anlisis de las dos pelculas citadas, en consideracin al espacio conmemorativo de las Jornadas.

De este modo, en El Sptimo Sello veremos un pensamiento esttico y existencialista sobre la prctica de la espiritualidad a modo de religiosidad, estando los sujetos de cara a la muerte y enfrentados a la realidad de la nada y la condicin humana de la finitud, imposibilitada de ver a Dios y sin embargo, arriesgada al salto de fe con el cual salvar la existencia de la angustia y desesperacin propias de la temporalidad que atraviesa al hombre y que en este film Bergman nos da a pensar bajo el peso de la metfora apocalptica del sptimo sello.

En el otro film citado, El huevo de la serpiente, tenemos una de las muestras existencialistas ms logradas quizs en la historia del cine. El relato all nos sita en un tiempo particular previo a los terribles aos del nazismo, y encontramos los personajes sumidos en la desesperanza y en la mayor desesperacin. Desesperados, cada personaje encontrar un camino de trnsito a su crisis: algunos en el escepticismo, otros en el amor, otros en la bsqueda de verdades concretas que superen las ficciones verdaderas de una ciencia ya para entonces inhumana y cruel. En ese contexto, sin reminiscencias bblicas pero en una circunstancia histrica especfica, la Berln previa al nazismo, Bergman nos interroga histricamente cual subjetividades hijas de un siglo XX asolado en desesperacin y crueldad para con el prjimo, con el otro, con aquella existencia que, como todas, busca elegirse en libertad y buscando cura para esa enfermedad mortal que es la desesperacin. Acerca de Ingmar Bergman

Es indiscutible el sello kierkegaardiano en la filmografa del cineasta sueco Ingmar Bergman (Suecia, 1918-2007). Con una subjetividad intensamente desplegada en sus obras para cine, teatro y televisin, Bergman llev toda su formacin en la tradicin protestante a una forma particular de hacer cine, a una escuela de cine en la que el existencialismo kierkegaardeano asume un primer plano y la angustia de los personajes constituyen el leimotiv de la obra, en cada caso. Autor de un cine maravilloso, Bergman se ha caracterizado por 2 grandes tcnicas: el uso del primer plano para revelar la angustia en la mirada del personaje, y con el uso del kammerspielfilm, o cine de cmara en el que la accin se reduce al mnimo de lo estrictamente ajustado a cada situacin y parlamento, para dar relevancia al drama humano de una existencia obligada a elegir, permanentemente. La filosofa de Kierkegaard est presente en prcticamente todas las pelculas de Bergman, pero a los fines pragmticos de una temporalidad puntual, aqu slo abordar 2 films en los que el salto de fe y la angustia por elegirse a s mismo son la nota central. El Sptimo Sello: entre la paradoja del hroe y el salto de fe

Inspirada en la imagen apocalptica de la visin de Juan Apstol, El Sptimo Sello nos sita en la transicin de la consumacin del final en tanto la peste, las enfermedades, el hambre, la guerra, la muerte han sido los seis primeros sellos descubiertos en el mundo. Luego el Sptimo Sello apocalptico introduce el misterio, el enigma y la incertidumbre de la vida, en el lapso de finitud de los hombres en camino de la muerte, en tanto buscan modos de salvarse y comprender o aceptar, por la fe, que otro estado del hombre le es dado ms all de este mundo, estado que no siempre pueden saber ni creer.

Tras la aparicin de un guila bajando del cielo, los caballeros de Bergman que retornan de Tierra Santa se encuentran en la playa, uno dormido, otro (Antonius Block) angustiado y elevando luego una plegaria de la que despierta renovado, con ojos llenos de esperanza, y dispuesto a aceptar el tiempo de incertidumbre y resignacin que le cabe esperar desde ese comienzo del relato flmico. Y all se encuentra cara a cara con la Muerte, que emerge del mar, y a la que en un ardid de prrroga le invita a jugar una partida de ajedrez: si l gana, se le conceder ms tiempo de vida; si la Muerte gana, se lo llevar consigo en cuanto disponga.

No casualmente el pintor de la pequea aldea donde llegan los caballeros le descifra, a uno de ellos, el fresco que realiza sobre la pared sobre la presencia y accin de la Muerte entre los hombres. En esa instancia del viaje, el caballero de la fe despliega en su parlamento la paradoja kierkegaardeana del hombre ante la muerte y la doble inquietud: por un lado quiere morir, por el otro necesita saber por qu morir y qu hay ms all de la vida en el mundo. Veamos la escena de la confesin del caballero, tal como Bergman la construye en el film: Interior. Capilla. El caballero luego de contemplar el rostro de Cristo crucificado, llega al confesonario donde un obispo en ropas negras le prestar odos, cual confesor.

Caballero.- Quiero confesarme y no s qu decir. Mi corazn est vaco. El vaco es como un espejo delante de mi rostro, me veo a m mismo y al contemplarlo, siento un profundo desprecio de mi ser. Por mi indiferencia hacia los hombres y las cosas, me he alejado de la sociedad en que viv. Ahora habito un mundo de fantasmas. Prisionero de fantasas y ensueos. Muerte.- Y a pesar de todo, no quieres morir.

Caballero.- S que quiero.

Muerte (mirando al Caballero).- Y entonces qu esperas?

Caballero.- Saber qu hay despus.

Muerte.- Buscar garantas.

Caballero.- Llmalo como quieras. (Se arrodilla) Por qu la cruel imposibilidad de alcanzar a Dios con los sentidos? Por qu escondernos en una oscura nebulosa de promesas que no hemos odo y milagros que no hemos visto? Si desconfiamos una y otra vez de nosotros mismos. Cmo vamos a fiarnos de los creyentes? Qu va a ser de los que queremos creer y no podemos? Por qu no logro matar a Dios en m? Por qu sigue habitando mi ser? Por qu me acompaa humilde, a pesar de mis maldiciones, que pretenden eliminarlo de mi corazn? Por qu sigue siendo una realidad, que se burla de m y de la que no me puedo liberar? Me oyes?

Muerte.- Te oigo.

(De un giro repentino del caballero hacia el interior del confesionario, ambos giran y hay un primer plano de ambos rostros enfrentados uno con la Muerte, el otro con la pared).

Caballero.- Yo quiero entender, no creer. No debemos afirmar lo que no se logra demostrar. Quiero que Dios me tienda su mano, vuelva su rostro y me hable.

Muerte.- l no habla.

Caballero.- Clamo a l en las tinieblas y nadie contesta a mis clamores.

Muerte.- Tal vez no haya nadie.

Caballero.- La vida perdera el sentido. Nadie puede vivir mirando a la muerte... y sabiendo que camina hacia la nada.

Muerte.- La mayora de la gente no piensa en la muerte ni en la nada.

Caballero.- un da, llegan al borde de la vida y deben enfrentarse a las tinieblas.

Muerte.- s. Y cuando llegan

Caballero.- Calla. S lo que vas a decir. Que el miedo nos hace crear una imagen salvadora. Y esa imagen es lo que llamamos Dios.

Muerte.- Te ests preocupando.

Caballero.- hoy ha venido a buscarme la Muerte, estamos jugando al ajedrez. Una prrroga que me da la oportunidad de hacer algo importante.

Muerte.- Qu piensas hacer?

Caballero.- He gastado mi vida en diversiones, viajes, charlas sin sentido. Mi vida ha sido un absurdo. Creo que me arrepiento. Fui un necio. En esta hora siento amargura por el tiempo perdido. Aunque s que la vida de los dems corre por los mismos cauces. Por eso quiero emplear esta prrroga en una accin nica, que me de la paz.

Muerte.- Por eso juegas al ajedrez con la Muerte.

Caballero.- Usa una tctica hbil, pero an no he perdido piezas. Supones que podrs engaar a la Muerte con tu juego? Gracias a una combinacin de alfiles y caballos que an no ha descubierto. Una jugada y le quitar la reina.

Muerte.- (dndose vuelta hacia el caballero arrodillado). Lo tendr en cuenta.

Caballero.- Me has traicionado. Tratas de engaarme. Pero cuando nos enfrentemos, yo encontrar una salida.

Muerte.- Nos veremos pronto. Seguiremos jugando. (Se va)Caballero.- S, es mi mano. La puedo mover. Noto el pulso, corre la sangre. El sol sigue en lo alto, iluminndolo todo y yo yo, Antonius Block juego al ajedrez con la Muerte (se sonre).

En la escena de la confesin de Antonius Block es altamente llamativo el juego visual de la cmara que, en plano general del personaje hacia el confesionario, se va acercando lentamente y en un momento su mano parece fundirse a la mano de un santo esculpido al costado del confesionario. Por obra del montaje, la fusin visual indica que la mano del caballero reposa en la mano del santo, hasta que la cmara toma un primer plano del personaje y ya se concentra en su mirada. Es aqu donde el doble juego de miradas hacia la nada, del caballero en una direccin y de la Muerte en direccin a la pared, para no ser descubierta, ambas se funden en el habla desesperada de quien no est an dispuesto a morir hasta no hacer una obra que le redima de su vida esttica.Se advierte aqu el doble movimiento del caballero de la fe destacado por Kierkegaard: por un lado necesita creer, por el otro necesita comprender el sentido de la vida (con la razn, con los sentidos, con la fe). En este punto paradojal se encuentra Antonius Block: ya ha finalizado su travesa mundana en Tierra Santa, ya ha recorrido mundo en honor a la fe y no encuentra forma de hallar una certeza que le permita vivir con esperanza. Su nica esperanza es su agnosticismo: quiere desesperadamente ver qu hay ms all de la vida, antes de ir a la Muerte. Y sin embargo, tiene fe. Tanta fe que necesita hacer un gran bien antes de entregarse a la Muerte, como dice Kierkegaard: ante todo el caballero de la fe debe tener el poder de concentrar toda la substancia de la vida y todo el significado de la realidad en un solo deseo () no siente ningn deseo de convertirse en otro hombre y de ninguna manera ve en esta transformacin la humana grandeza. Antonius Block est decidido a morir, no sin antes ayudar a atravesar el Valle de la Muerte, como dice el Salmista, a los comediantes, salvando as una familia de la peste y asegurndole una morada antes que el muera. Ms aun, Antonius Block se entrega a hacer un gran bien en honor a su fe, y cito a Kierkegaard, la fe es esa paradoja por la cual el Individuo est por encima de lo general y siempre de tal manera que el movimiento se repite y como consecuencia, el Individuo, luego de haber estado en lo general se asla en lo sucesivo como Individuo por encima de lo general.

Otro de los momentos ms kierkegaardeanos del film es el encuentro entre Antonius Block y los artistas de circo (un matrimonio y su hijo pequeo), en esa escena Bergman confronta 2 miradas de la vida correspondientes a 2 estadios de la existencia: el caballero que empieza a ver cmo hacer su noble accin que le redima de los errores y le acompae a morir en paz, y los artistas que desean llegar a un pueblo cercano (Todos los Santos de Elsinore) a encontrar mejor suerte. El tema es el pasaje desde esa aldea a ese otro pueblo, pues es su trnsito colmado de peste, por lo que ambos confrontan sus miradas del mundo. Por un lado, los artistas no comprenden la mirada atormentada del caballero ante la vida, y el caballero no sabe cmo advertirles que est dispuesto a ayudarles a encontrar mejor lugar para su familia sin pasar el riesgo de la muerte por el pueblo apestado. Finalmente ofrece pasar por su castillo, llevndoles por un rodeo del bosque sin peste. Entretanto, los comediantes convidan al caballero a un picnic modesto donde la inquietud existencial es altamente de carcter esttico: reflexionan all sobre la amistad, y sobre la brevedad de la vida, por lo que es preciso atesorar cada momento vivido. En ese parntesis reflexivo sobre la vida, el caballero se pone nostlgico de la joven belleza del amor que tuvo en otro momento, y los comediantes celebran la poesa con msica y canciones improvisadas por ellos. Es contagioso ver cmo Bergman hace contagiar de alegra, por un momento, al caballero, la alegra y el deseo por vivir que desbordan los comediantes que an permanecen en el momento esttico y no comprenden el trance que atormenta a Antonius Block, que de momento se retira del picnic y sigue la partida con la Muerte.Es muy interesante observar cmo, este film de Bergman filmado en 1957 realiza una profunda crtica al mundano modo de vida capitalista, por directa omisin de todos los valores del mercado y de toda alusin a un modelo de vida fundado en la estructura social del industrialismo. Ello ocurre no slo por estar situado el relato hacia el siglo XIV, en que los caballeros regresan de Tierra Santa, sino por narrar una situacin de espiritualidad cuya inquietud son los miedos y esperanzas ante la muerte y la vida, y atravesada de concepciones religiosas especficas: la relacin del hombre con la fe, con la fe en la vida, en la muerte, en el ms all, en su yo responsable de s mismo y en Dios. Escribi Johannes de Silentio, en el prlogo de Temor y Temblor: nadie en nuestros das se detiene en la fe antao no suceda lo mismo. Entonces la fe era una tarea asignada a la vida entera, pues se pensaba, la aptitud para para creer no se adquiere en pocos das o semanas. Cuando despus de haber combatido en lucha leal y guardado la fe, llegaba al ocaso de su vida el anciano experimentado, su corazn conservaba an suficiente juventud para no haber olvidado el temblor y la angustia que haban disciplinado al joven y que el hombre maduro haba dominado, porque nadie se libra de ellos enteramente a menos que haya logrado ir ms all desde muy temprano.

Acerca de El Huevo de la SerpienteRodada en 1977, el Huevo de la Serpiente es el relato de un Berln que en 1923 est preparndose para el nazismo: en el conviven la hiperinflacin, la discriminacin, el antisemitismo, los experimentos genticos, la explotacin humana, la usurpacin del inquilino a costa del dinero y todo ese contexto socio-econmico se da en un plano mayor de desesperacin de la existencia. En efecto, la presentacin esttica del film en los ttulos denotan esta condicin: la cmara sobre los rostros de los caminantes agobiados, desesperados e individualizados lo suficiente como para no pensar y vivir ms que su propia desesperacin, pero Bergman nos expone sus rostros desesperados con los ttulos de los realizadores acompaados dulcemente de un dixieland maravilloso, quizs en perfecto retrato de la poca: de un lado florece el dixie, el jazz, los encantamientos de la msica negra, y del otro se observa el agotamiento de los individuos cautivos de la desesperanza y la tristeza.

Primer parlamento del film: Abel Rosenberg aparece en escena, ebrio, por una calle sucia y oscura y rumbo a la pensin que alquila y dice: La escena toma lugar en Berln, la noche del sbado 23 de noviembre de 1923. Un paquete de cigarrillos cuesta 4 billones de marcos y casi todos han perdido la fe en el futuro y en el presente. A partir de all se desencadena la trama del film, en la permanente contradiccin o paradoja que Bergman ir remarcando en toda la pelcula: a la par de los cnticos de celebracin de grupos o reuniones de individuos unidos por la fe o la poltica o el pasatiempo esttico, en simultneo Bergman presenta individuos desesperados, atormentados de existencia y obligados a elegir ticamente una opcin en sus vidas: as encontramos la primera eleccin ante la muerte, cuando Abel abre la puerta de la habitacin y encuentra a su hermano Max suicidado con un disparo en la boca. Ante esta afliccin y realizada la denuncia, comienza para Abel un perodo de vagabundeo y errancia entre el alcohol, la polica, su ex cuada Manuela, y las calles de Berln. La experiencia de paseante atormentado de Abel Rosenberg se da en un momento oscuro de su historia personal y de la historia social de Alemania: en efecto, ya se est formando el nazismo y con la pobreza social conviven la putrefaccin callejera, los robos, las discriminaciones raciales, y los experimentos genticos con una mirada de la ciencia puesta al servicio de una historia para al gobierno de una raza, la eliminacin (cientfica) de las diferencias y la anulacin de la libertad de eleccin de las personas. Si toda eleccin es, como ensea Kierkegaard, una eleccin tica, Bergman se ocupa de mostrarnos que las elecciones ticas son precisamente las elecciones de vida de El Huevo de la Serpiente, pero que no siempre son elecciones ticamente ntegras para con los dems. Tal es el caso del Dr. Hans Vergerus, que utiliza el laboratorio (oculto) de Gentica para verificar experimentos cientficos donde las personas son vctimas, y que expone las mismas a situaciones de muerte por asfixia o veneno. Tambin es el caso de la aparente despreocupacin de Manuela, que en palabras de la casera de la pensin: Todo lo terrible que est sucediendo no le preocupa. Creo que su cuada se meter en problemas, Herr Rosenberg, lo extrao de Manuela es que no se defiende. Nada debe pasarle, acept ese nuevo trabajo, hay algo extrao en ello... La Sociedad de la Iglesia Demcrata, qu es eso? Ni siquiera aparece en el directorio.

Muy prontamente la itinerancia incipiente de Abel Rosenberg toma el camino que la cuada asume para ambos: y puesto que ambos necesitan empleo, aceptan una casa de alquiler en contraprestacin de un empleo para Manuela en una pastelera y para Abel en un hospital al cuidado de un archivo contiguo a laboratorios secretos. All se descubre el comienzo de una verdad en la que la ciencia, la poltica y el mal tomarn el gobierno sobre los destinos humanos de una sociedad desprovista de esperanzas y de confianza en s misma. En ese contexto se pone de manifiesto la transicin de la existencia esttica hacia la tica, mediada por la desesperacin de los existentes. Dice Kierkegaard toda concepcin esttica de la vida es desesperacin, y todo aqu que vive de manera esttica est desesperado, lo sepa o no lo sepa. Pero cuando lo sabe, la exigencia de una forma superior de existencia es irrecusable.

En algn momento del relato flmico, uno hasta cree que Manuela (como los artistas de circo de El Sptimo Sello) habitan an en los momentos estticos de sus vidas, sin embargo nadie ms tico que Manuela, pues incluso cuando se sabe angustiada, desesperada, excedida de preocupacin por el cada da de una existencia totalmente vulnerable y vulnerada por una sociedad que la convierte, de a poco, en un valor de cambio y en la cual aprende a negociar por mdicos espacios para vivir y sostenerse, pero incluso en esa desesperacin, Manuela construye, elige construir un da a da con esperanza y ternura, elige construir una va pragmtica de salvacin de s misma y de Abel (imposible ante el cual por mucho que implore cario, comprensin y amor, no lo consigue).

Est claramente delimitado en el film esa transicin o momento de eleccin de la existencia que convierte a los sujetos estticos en ticos. Ambos protagonistas principales, y tambin el doctor, eligen ticamente una forma y manera de ser s mismos. En el caso de Abel, est claro que elige elegirse deambulando entre el alcohol, la polica, la calle y las transgresiones necesarias, incluso as Abel Rosenberg se elige ticamente pues atormentado por la curiosidad sobre la verdad de la clnica, quiebra las reglas del trabajo y revela lo oculto de los documentos del Archivo, con lo cual descubre los laboratorios ocultos del Dr. Vergerus y con ello, conoce la verdad sobre la muerte de su hermano Max. Manuela, cuya desolacin nos engaa porque parece permanecer en lo esttico, sin embargo Manuela se elige ticamente: elige asistir a Abel, elige negociar con los poderes del Estado, elige interactuar con Vergerus a sabiendas que es la nica salida posible, elige trabajar sin respiro para forjarse ni tanto como un futuro, sino una pequea capacidad de sobrevivencia cotidiana que le de casa, amparo y el plato de comida diario para seguir viva. La eleccin del Dr. Vergerus es quizs la ms complicada del film, porque si bien Vergerus hace una eleccin tica, por cmo relacionarse consigo mismo y con los dems, as y todo tal eleccin es una eleccin inmoral, inhumana, implacablemente asesina y ferozmente consciente del peligro poltico y social que ha creado la ciencia de una sociedad aparentemente libre y abierta pero efectivamente cerrada y cautiva en la ceguera de un dispositivo totalitario de poder, ese peligroso y perverso constructo que l denomina huevo de serpiente, que no es ms ni menos que el totalitarismo.Dice Kierkegaard: toda concepcin esttica de la vida es desesperacin, y ello por estar basada en algo que tanto puede ser como no ser. No es el caso de la concepcin tica de la vida, pues sta construye la vida sobre aquello cuyo rasgo esencial es ser. Qued dicho que lo esttico es en un hombre aquello por el cual ste es inmediatamente lo que es, y que lo tico es aquello por lo cual un hombre llega a ser lo que llega a ser. Esta eleccin existencial es la que define cada historia de los personajes de este film de Bergman: Manuela en una posicin tica aunque complaciente de lo exterior, para recobrar esperanzas y paz interior el Dr. Vergerus en una posicin tica donde se elige sin humanidad, pero con un feroz deseo de futuro perfecto para la civilizacin humana (segn dice: donde en unos diez aos los nios crearn una sociedad sin igual en la historia mundial la nueva sociedad sociedad se basar en un juicio real de los potenciales y lmites del hombre, que es una deformidad y perversin de la naturaleza, entonces nuestros experimentos toman lugar: lidiamos con la forma bsica y la moldeamos, luego liberamos las fuerzas productivas y controlamos las destructivas, exterminamos lo inferior y aumentamos lo til..). Finalmente Abel Rosenberg se elige a s mismo: enfrenta sus sufrimientos, se responsabiliza de s mismo buscando saber la verdad no slo sobre la muerte de su hermano sino tambin sobre el departamento prestado por Vergerus, y ms an sobre los archivos secretos de la Clnica Santa Ana, y a su modo, revela sobre la existencia del laboratorio oculto a las fuerzas policiales. Incluso apresado, detenido, absuelto con custodia, as y todo Abel Rosenberg elige una forma propia de ser, escapndose entre las sombras de la noche, buscando desesperadamente su libertad y eligiendo una vida que le permita sobrevivir a la noche de un Berln en el que ya se advierten los bombardeos del nazismo en los medios y de los albores de una guerra donde su pueblo ser perseguido en uno de los mayores genocidios de la historia y cuyo espanto sigue vivo en el presente.Conclusiones

No podemos detenernos aqu en mayores desarrollos de ambos films. En El Sptimo Sello queda evidenciado el cuerpo vivo de una existencia que por el salto de fe hace del caballero un individuo redimido de s mismo y entregado a la muerte. Salto que se da entre la desesperacin propia de la finitud y la resignacin a vidas medianamente construidas segn los principios cristianos pero que devienen cautivas del horror ante la muerte. En El Huevo de la Serpiente, los individuos se arrojan a decisiones ticas, para construir su libertad y existencia no de acuerdo a un presente doloroso, atormentado y desesperado de finitud, sino a momentos algo ms gratos de esperanza. tanto que se hace preciso huir de la ciudad en una fuga oscura y silenciosa hacia s mismo. Dejo pendiente a futuros encuentros y otras voces la posibilidad de renovadas lecturas sobre el debate tico-poltico de El Huevo de la Serpiente, y si la finitud lo permite, de otras miradas existencialistas sobre el cine de Bergman.

Dra. en Pedagoga. Profesor Adjunto en Filosofa y miembro del PROICO CyT 419301 Tendencias epistemolgicas y teoras de la subjetividad, Departamento de Educacin y Formacin Docente. Universidad Nacional de San Luis.

Kierkegaard, S. Temor y Temblor, Buenos Aires: Editorial Losada, 1999, pp. 46-47

Idem. P. 61

Kierkegaard, S. Temor y Temblor, Buenos Aires: Editorial Losada, 1999, p. 9

S. Kierkegaard O lo Uno o lo Otro. Un fragmento de vida 2. El equilibrio entre lo esttico y lo tico en la formacin de la personalidad, Madrid: Trotta, 1997, p. 177

Ob. Cit. p. 204