176) Efes 4:7-13 y los "apstoles" de hoy

Efesios 4:7-13 y los "apstoles" de hoy

Sobre la posibilidad o no de tener apstoles hoy, los dos pasajes bblicos ms importantes son Hechos 1:21-22 y 1 Corintios 15:1-9. Curiosamente, los defensores del movimiento neo-apostlico evaden sistemticamente esos dos pasajes, y corren ms bien a su texto favorito, Ephesios 4:11, que de hecho no dice nada sobre el tema. Adems, las evidencias de Hechos 1 y 1 Corintios son exgeticos, basadas en las mismas palabras del texto, pero los argumentos neo-apostlicos de Efesios 4:11 no son exegticos sino son inferencias que ellos sacan del texto, a espaldas de otras evidencias bblicas.

En artculos anteriores hemos sealado que "el paradigma definitivo" del concepto bblico de "apstol" se encuentra en Hechos 1 y 1 Corintios 15. Segn el primer texto, el sucesor de Judas tena que ser uno "de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Seor Jess entraba y sala entre nosotros", desde Juan el Bautista hasta la Ascensin de Jess, para que calificado as "sea hecho testigo, con nosotros, de su resurrecin" (Hch 1:21-22; 4:33). La funcin del apstol es la de ser testigo, con base en su propia experiencia personal e histrica. Por eso, escribe Oscar Cullmann, "el apostolado es, por definicin, una funcin nica que no puede ser prolongado".

Un pasaje paralelo, en Hch 10:37-41, repite en lenguaje muy parecido el requisito de ser testigos presenciales, llamados por el mismo Jess para dar testimonio de la resurreccin. En ese texto Pedro le cuenta a Cornelio que "nosotros somos testigos de todas las cosas que Jess hizo en la tierra de Judea y en Jerusaln... A ste levant Dios al tercer da, e hizo que se manifestase; no a todo el pueblo sino a los testigos que Dios haba ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con l despus que resucit de los muertos, y nos mand que...testificsemos que el es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos".

Ese requisito de haber sido discpulo y testigo ocular de la resurreccin era un problema difcil para Pablo, quien afirmaba ser apstol, llamado por Jess mismo (Rom 1:1; 1Cor 1:1), pero no pareca cumplir esa condicin indispensable (ver 1Cor 9:1-6; 2Cor 10-11; 12:11-12). Ante sus enemigos que negaban que l era apstol, Pablo defiende su apostolado precisamente en los mismos trminos de Hechos 1. Primero Pablo seala que Cristo Resucitado apareci a Pedro, a los doce y "a los dems apstoles" (15:5-7, siempre con el mismo verbo, fth, clara referencia a las apariciones fsicas del Resucitado durante el perodo entre la resurreccin y la Ascensin, Hch 1:3). Despus Pablo se incluye en ese mismo registro de testigos oculares, pero como excepcin y como el ltimo, al escribir "y al ltimo de todos, como a un abortivo, me apareci a m" (15:8, con el mismo verbo). Por eso se describe como "un abortivo", nacido fuera del tiempo normal.

Los datos histricos confirman lo dicho por Pablo, que l era el ltimo en ser llamado al apostolado (aun posterior a Matas). En todo el Nuevo Testamento y todos los documentos histricos de la iglesia antigua no aparece ninguna evidencia de la eleccin de un sucesor a ningn apstol que ha muerto. Pocos aos despus de la eleccin de Matas, Herdes hizo matar al apstol Jacobo, hermano de Juan (de los hijos de Zebedeo), uno de los doce, pero no se escogi ningn sucesor a Jacobo. Tampoco hubo sucesor de Pablo cuando muri. El historiador Eusebio reporta la muerte de diferentes apstoles, pero jams narra el nombramiento de un sucesor. Esto confirma la enseanza de Hechos 1 y 1 Cor 15, que el oficio y el ttulo de "apstol" se limita a los testigos ocualeres de Jess, entre sus contemporneos histricos. Otro requisito para ser apstol era el haber sido nombrado directa y personalmente por Jess mismo, como ocurri durante su ministerio en la tierra (Mr 3:14; 6:30). Ya para la eleccin de Matas Cristo haba ascendido, pero los discpulos recurrieron a procedimientos judos bien conocidos. Fue un proceso de tres pasos: primero, reflexin seria y accin responsable (definir requisitos; estudiar candidatos para escoger a dos, ambos calificados para el puesto, Hch 1:21-23), despus oracin (1:24) y finalmente echar suertes entre los dos candidatos antes aprobados (1:26). Esto era precisamente el mtodo normal para conocer la voluntad de Dios y aun para escoger los oficiantes (Lc 1:8-9) y los sacrificios para el culto del templo (Lv 16:8-10; Neh 10:34), como "echar suerte delante de Jehov nuestro Dios" (Jos 18:6,8,10). El pasaje significa, entonces, que no fueron los apstoles que escogieron a Matas, sino que fue Dios mismo. De igual manera, Pablo insiste en que l no fue nombrado apstol por los doce ni por otras personas humanas sino por Jess mismo (Gal 1:1,11-2:9; 1Tim 2:6-7 NVI).

Todas estas evidencias muy claras, bien fundadas en la exgesis de los textos bblicos que hablan explcitamente del oficio apostlico, sus requisitos y su duracin, indican que ste por su propia naturaleza se limit necesariamente a los testigos oculares contemporneos de Jess. Ahora, si Efesios 4:11 enseara lo contrario, sera una contradiccin flagrante en la enseanza bblica sobre este tema. Pero este texto, que habla mucho del origen de los cuatro oficios que Cristo, en su Ascensin, dio a la iglesia naciente, no dice absolutamente nada sobre la respectiva duracin de cada uno de ellos, o ms precisamente, la forma distinta en que cada uno de ellos haba de ejercer su funcin en el futuro. El argumento neo-apostlico, de que los distintos oficios mencionados tienen que ser todos de la misma naturaleza y duracin, no slo carece totalmente de base exegtica en el texto, sino es una suposicin gratuita con el evidente propsito, no de entender y aclarar el texto, sino de defender una tesis a priori ajena al texto.

El tema de Efesios 4:1-16 puede resumirse como "Unidad y diversidad en el cuerpo de Cristo, para su crecimiento integral". Pablo exhorta a los efesios a "guardar la unidad del Espritu en el vnculo de la paz" (4:3) y seala siete expresiones de esa unidad (4-6). En seguida se refiere a los diferentes dones y oficios en la iglesia (4:7-11) y el propsito y resultado de stos en la edificacin y madurez del cuerpo (4:12-16). En el bloque central aparece tres veces el verbo ddwmi (dar): en el aoristo pasivo (edoth, "fue dada", 4:7) y dos veces edwken (4:8,11, aoristo activo). Todo el nfasis de 7-11 cae en el acto de dar los dones, en el momento especfico de la Ascensin de Jess (4:8-10). Es claro que se trata de una sola accin de Cristo en un tiempo definido del pasado. Del futuro no dice nada, ni positivo ni negativo, de ninguno de los cuatro oficios.

El Salmo 68, que Pablo cita aqu, tiene muchas interpretaciones pero todas ellas parten del concepto de una marcha triunfante de Dios sobre la tierra, para recibir despus el botn de su victoria:Que se levante Dios,

que sean dispersados sus enemigos...

aclamen a quien cabalga por las estepas...Cuando saliste, oh Dios, al frente de tu pueblo,

cuando a travs de los pramos marchaste,

La tierra se estremeci...

Van huyendo los reyes y sus tropas...

Los carros de guerra de Dios se cuentan por millares;

del Sina vino en ellos el Seor para entrar en su santuario.

Cuando t, Dios y Seor, ascendiste a las alturas,

te llevaste contigo a los cautivos;

tomaste tributo de los hombres, aun de los rebeldes (cf. v.29-31),

para establecer tu morada...

Dios aplastar la cabeza de sus enemigos...

Por causa de tu templo en Jerusaln,

los reyes te ofrecern presentes.

(Sal 68:1,4,7,12,17,18,21,29; cf. 34-35 NVI)

En resumen, Dios va en marcha sobre la tierra, entra en batalla, vence a sus enemigos y recibe botn de ellos. En la tradicin juda, la frase "ascendiste a las a las alturas" se interpretaba como la subida de Moiss al Sina, o del arca al Monte Sin, o implcitamente el regreso de Dios al cielo despues de derrotar a los enemigos del pueblo.En Efesios 4 Pablo da una versin cristolgica del mismo salmo, pero con diferencias sorprendentes:

"Cuando ascendi a lo alto,

se llev consigo a los cautivos,

y dio dones a los hombres"(Qu quiere decir eso de que "ascendo",

sino que tambin descendi a las partes bajas,

o sea, a la tierra?

El que descendi es el mismo que ascendi

por encima de todos los cielos,

para llenarlo todo. (Efes. 4:8-9; cf. 1:23 NVI)

En esta atrevida relectura del Salmo 68, Pablo introduce varios cambios: al "subi" de Salmo 68:18 Pablo agrega "tambin descendi"; omite las descripciones de marchas y batallas, pero mantiene el tema del botn, como smbolo de los dones; donde el salmo dice "recibiste dones", Pablo lo cambia a "dio dones". Por qu ser que Pablo haya escogido este texto antiguo, aparentemente tan alejado del tema entre manos, y que le requera hacer cambios tan grandes en el texto hebreo? El texto mismo sugiere que Pablo quiere relacionar la reparticin de dones y oficios con la Ascencin de Jess. "Este mismo" (autos), que descendi y ascendi, "constituy a unos, apstoles; a otros, profetas", etc, como tambin en su Ascension dio carismas y reparti dones" (4:7). LLama la atencin esta conexin de los dones, tanto de 4:8 como de 4:11, con un momento histrico ya pasado y especficamente la Ascencin, a diferencia del Pentecosts (cf. Hch 1:22, apstoles como testigos de la Ascensin).

De esa manera, todo este pasaje confirma nuestra tesis que nuestro texto (4:11) afirma el origen de todos los dones en Jesucristo Resucitado y Ascendido a la derecha del Padre, pero no dice nada, ni explcita y implcitamente, sobre el futuro distinto de cada uno de los cuatro oficios mencionados. Otros textos ensean con toda claridad que el testimonio apostlico tuvo que ser de una vez para siempre, peroque "profetas, evangelistas y pastores-maestros" tenan un futuro distinto. Eso de ninguna manera implica que el apostolado iba a tener ese mismo tipo de futuro.

Significa eso que ahora no necesitamos apstoles? Jams! Siempre necesitamos "los apstoles" pero para nada necesitamos "nuevos apstoles", como si no fueran suficientes y adecuados los que nombr Jess. stos "apstoles" de hoy no pueden ser apstoles autnticos, porque no pueden cumplir con los requisitos definitivos de dicho puesto, como estipula el Nuevo Testamento. Pero a travs de los siglos, cuando fieles cristianos han "perseverado en la doctrina de los apstoles", ha estado presente con toda su fuerza el ministerio de ellos. Ellos son el fundamento sobre el que tenemos que construir en cada generacin, pero no nos toca echar de nuevo una y otra vez ese fundamento histrico echado por ellos (Ef 2:20; Col 1:23). Los apstoles siguen viviendo, siglo tras siglo, en su testimonio al Seor de seores. Ahora el Nuevo Testamento es el lugar por excelencia donde nos encontramos con ese Cristo que vivi, muri, resucit y ascendi hace dos mil aos pero que vive por los siglos de los siglos. En comparacin con la grandeza y poder de ese ministerio, nuestros modernos "apstoles" no pasan de ser una triste parodia.Oscar Cullmann, en un enjundioso artculo titulado "la tradicin", afirma el apostolado nico e irrepetible de los apstoles originales y lo relaciona con la definicin del canon del Nuevo Testamento. Cullmann distingue entre el tiempo de los apstoles, como fundamento, y el tiempo de la iglesia (p.182). Los apstoles pertenecen todava al tiempo de la revelacin directa, el tiempo de la encarnacin (p.183). As es que el testimonio apostlico nos coloca en la misma presencia de Jesucristo (p.188); Cristo habla directamente por ellos (p.192). El paso del tiempo de los apstoles al tiempo de la iglesia posapostlica se marca por la definicin del canon del Nuevo Testamento (pp. 193-203). En la iglesia de mediados del siglo dos surgan muchos escritos apcrifos, enteramente legendarios (p.195) y "la tradicin en la iglesia no ofreca ninguna garanta de verdad" (p.196). Entonces, "con un acto de humildad", la iglesia posapostlica "ha sometido toda tradicin posterior elaborada por ella misma al criterio superior de la tradicin apostlica codificada en las santas Escrituras" (p.196). De ah en adelante, toda tradicin de la iglesia tiene que ser juzgada por la tradicin apostlica. Es por ignorar esto, afirma Cullmann, que la iglesia catlica cae en el error de la sucesin apostlica y la infalibilidad papal. Problemas parecidos surgen con el movimiento neo-apostlico. Disminuir la normatividad de los apstoles lleva, tarde o temprano, a disminuir la normatividad de su testimonio apostlico, el Nuevo Testamento. Los apstoles viven hoy y nos hablan por medio de las sagradas escrituras! Y al hablar ellos, como muestra Cullmann, habla Jesucristo mismo. Podrn haber creyentes que no hayan escuchado la voz del Salvador en las palabras del Nuevo Testamento, y no hayan visto a Cristo en la pgina inspirada? Los apstoles no han muerto ni se han quedado mudos. Ellos siguen viviendo y hablando por medio de su fiel testimonio al Seor.Cuando cualquier texto se lanza a la historia, nadie sabe qu futuro podr tener ese texto, nadie sabe cul podr ser el "delante" de ese texto. El autor muere, pero su texto sigue su marcha por el tiempo. De seguro San Pablo ni imaginaba la "vida futura" que iba a tener esa carta que escribi a los hermanos de Roma. Tres siglos despus, en un jardn de Miln, un profesor de retrica y filosofa escuch la voz de un nio que deca "tolle, lege" (toma, lee), y Agustn de Hipona tom el libro de Romanos, lo ley y su vida fue transformada. Ms de un milenio despus le toc a un joven biblista agustino ensear un curso sobre Romanos, Martn Lutero descubri el secreto de la justificacin por la fe y "se me abrieron las puertas del paraso". Despus, el 24 de mayo de 1738, en una capilla morava en el pueblo de Aldersgate, Inglaterra, un misionero fracasado escuch la lectura del Prefacio a Romanos de Lutero, y "faltando unos quince minutos para las nueve" Dios habl a Juan Wesley, por medio del apstol Pablo, y Wesley "sinti un calor extrao en su corazn y confi en Cristo como su nico Salvador". Y el libro de Romanos sigue su camino, tocando vidas y trasnformndolas, porque en ese libro habla Jesucristo por medio del Espritu Santo.No, mil veces No, los apstoles no se han muerto, ni se han quedado mudos! Ellos siguen dando su testimonio al nico Seor y Salvador, el Crucificado y Resucitado que est sentado a la diestra del Padre.

Gracias a Dios por los santos apstoles y su testimonio! Pero de sus imitadores modernos, que Dios nos libre.

Sobre estos "apstoles" se puede consultar, en juanstam.com, "Es bblico tener apstoles hoy?" (31 agosto 2008; restaurado 14 julio 2009), "Un debate sobre el movimiento apostlico" (3 julio 2009), y "La Biblia y los 'apstoles' de hoy" (18 octubre 2009)

Estudios de teologa bblica (Madrid: Studium, 1973) p.184.

Es importante recordar que en este pasaje Pablo refuta a dos errores a la vez: el de los corintios que negaban la resurreccin y de los que negaban que l era apstol. Ya que el apstol era por definicin "testigo de la resurreccin", Pablo pudo refutar a ambos errores con un solo argumento.

Al mencionar "los dems apstoles" en esta lista, Pablo muestra que ellos tambin eran testigos oculares de la Resurreccin.

Aqu no se trata de visiones espirituales , como la de Esteban (Hch 7:55, a quien Pablo no incluye en la lista de testigos oculares) ni la de Pablo mismo (2 Cor 12:1-13). Se trata de las apariciones fsicas del Resucitado, en las que l hasta coma con ellos (Lc 24:30,41-43).

Pablo fue el nico apstol que se convirti y fue comisionado por Jess despus de los cuarenta das que menciona Lucas; en ese sentido, naci fuera del tiempo, como nica y ltima excepcin a la regla.

La diferencia entre los dos casos fue que por su traicin Judas se descalific para dicho oficio y muri en la infidelidad, mientras Jacob cumpli fielmente su ministerio hasta su muerte.

Algunos preguntan por qu Jess mismo no nombr el sucesor a Judas durante los cuarenta das que enseaba a los discpulos. Podra ser porque aun no haban sido testigos de su ascensin (Hch 1:22); aun no estaba completa su funcin de testigos presenciales histricos. Este hecho reconfirma la restriccin del ttulo "apstol" a los testigos contemporneos de Jess.

Sobre el echar suertes en las prcticas del templo de Salomn, vanse los comentarios de Hechos por Barclay, Wikenhauser, F.F. Bruce y Haenchen.

El Antiguo Testamento habla de echar suertes unas 75 veces, sobre todo para la reparticin de la tierra productiva: con la conquista de Canan (Nm 26:55, 33:54; Jos 13:6 y frecuente); con el retorno de Babilonia (Neh 11:1); y en la Palestina escatolgica de Ezequiel (Ez 48:29; cf. Am 7:17).

Por eso Pablo se identifica casi siempre como "apstol por la voluntad de Dios" o "por mandato de Dios nuestro Salvador y de Cristo Jess nuestra esperanza" (1 Cor 1:1; 2 Cor 1:1; Ef 1:1; Col 1:1; cf. 1Tim 1:1; 2Tim 1:1).

La insistencia neo-apostlica en que sean cinco oficios en 4:11 y no cuatro revela no slo su desorientacin hermenutica sino tambien su terca resistencia a la exgesis gramtica del texto inspirado. Aun sin conocer el griego, queda claro de la traduccin castellana que son cuatro; en RVR, NVI y otras versiones, los punto y coma dividen los oficios en cuatro, marcada cada uno tambin por la palabra "otros", pero eso no aparece entre "pastores" y "maestros". En el griego, cada uno de los tres primeros lleva el artculo definido, pero un solo artculo une a "pastores" con "maestros". Segn la regla de Granville Sharp, cuando eso pasa en una serie de sustantivos que no sean nombres propios, los que llevan un solo artculo se refieren a un mismo objeto. Los dos trminos juntos podran interpretarse como "pastores docentes", dejando abierta la posibilidad de otros maestros que no sean pastores (Stg 3:1; los apstoles tambin enseaban). Los pastores son los principales maestros del pueblo de Dios, y ensear la Palabra (alimentar a las ovejas) es su principal tarea y funcin.

Muchos eruditos creen que Efesios fue escrito no por Pablo sino por un discpulo suyo. Esa hiptesis no cambiara nuestro argumento sobre el apostolado.

La palabra "oficio" no es el trmino ms exacto para los cuatro grupos de personas sealados en el texto pero capta adecuadamente el sentido.

El dio legei de 4:8 y el autos de 4:11 vinculan la cita de Sal 68 tanto con los carismas personales de 4:7 como con los oficios eclesiales de 4:11. Aunque de hecho el Espritu sigue repartiendo dones a los fieles (1 Cor 12:7,11), en Efes 4:7 es Cristo que los reparti al volver a su Padre.

La versin aqu no corresponde ni al texto hebreo ni a la LXX. Es posible que se deriva de un midrash judo.

Este ltimo cambio puede responder a una versin rabnica del salmo, segn la cual Moiss subi al Monte Sina y dio dones (la Ley) al pueblo de Dios.

Ver nota 16. La cita del salmo 68 califica tanto a 4:8 como a 4:11.

Por eso aqui Pablo ve a Jess como fuente de los dones, a diferencia del Espritu Santo. Son diferencias de nfasis.

Oscar Cullmann, Estudios de teooga bblica, Madrid: Studium, 1973, pp. 165-204.