SOY YO.

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Una historia que se remonta en Arabia Saudí. Esta es la historia de Aaminah. Su padre la obliga a casarse con un hombre rico y poderoso, del cual la chica no está interesada. Pasa un tiempo, cuando muere el padre de la joven. Fue asesinado en su propia oficina de trabajo. No hay rastro de su cuerpo, pero hay señales de su encuentro. Aaminah encuentra a un joven herrero en Al Hofuf; una hermosa ciudad de Arabia. Desde ahí, comienza una travesía por todo el país en busca de la libertad de un niño. Sin saber que las vidas se complementan en una sola. El mundo... es un pañuelo.

Transcript of SOY YO.

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    SOY YO

    Me crees?

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    Para eliminar las guerras.

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    LA MECCA

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    Eran las tres de la tarde. El sol iluminaba las hermosas

    y grandes casas de La Meca.

    Tranquila, hermanita. Dijo Hadarah mientras peinaba el hermoso, suave y ondulado cabello de Aaminah. No creo que pap te haga casar con Jihd.

    Pero l me lo dijo. Aaminah casi lloraba. Jihd es un mal hombre. Es 17 aos mayor que yo, Hadarah. Yo

    solo tengo 20 aos y espero estar con alguien de mi edad.

    O que se aproxime un poco.

    Aaminah se levant de su cama. Su hermoso vestido

    color rosa ondeaba en el aire. Dej a su hermana sentada

    en la cama con el hermoso peine en su mano.

    A dnde vas, Aaminah? Pregunt Hadarah un poco preocupada.

    Le dir a nuestro padre que no me casar con Jihd. Aaminah tena la decisin clara en sus hermosos ojos

    color mbar.

    Aaminah, No lo hagas! Hadarah se puso en pie mientras se acomodaba un poco su vestido azul. Pap puede hacerte dao.

    No me importa. Insisti Aaminah. No puedo ni quiero casarme con Jihd.

    Aaminah camin con paso decidido hacia la salida de

    su habitacin.

  • ~ 14 ~

    Espera, Aaminah! Grit su hermana con sus ojos casi color violeta, muy abiertos.

    Qu quieres, Hadarah? Aaminah ya estaba harta de las angustias de su hermana.

    Csate con l. Su tono era seco y estremecedor.

    Qu ests diciendo? Aaminah puso cara de incredulidad.

    Es mejor que te cases con l si nuestro padre te obliga. No hay nada que podamos hacer.

    Aaminah con la ira y la desesperacin en sus ojos, baj

    hasta el hermoso, grande y colorido saln principal.

    Padre. Dijo Aaminah en cuanto lleg al saln. Necesito hablar contigo.

    Qu necesitas, hija? Dijo Ghassn mientras lea el peridico en su hermoso sof de terciopelo verde. Era un

    hombre no muy alto, un poco viejo y gordo. La mayora

    de los das, se colocaba una kufiyya caf, con un agal

    negro. Todos los das se colocaba su tradicional thawb blanco hecho de algodn. Mir a la mujer de arriba abajo. Qu te he dicho de mostrar mucha piel, Aaminah? Tpate, mujer!

    Aaminah mir sus descubiertos brazos. Su falda caa

    sobre los tobillos.

  • ~ 15 ~

    Pero pap. Protest. No estoy afuera. Sabes que siempre que salgo me coloco mi abaya.

    Dime qu es lo que quieres de una vez por todas, Aaminah. Su voz era firme y grave.

    Vine a decirte que Titube un instante. No me quiero casar con Jihd.

    Ghassn abri sus ojos color mbar como platos.

    Qu ests diciendo? Baj el peridico hasta sus piernas.

    Lo siento, padre. Aaminah agach su cabeza y entrecerr los ojos.

    Ir a Al Hofuf maana a nuestra empresa, llegar en cuatro das. Cuando est aqu en casa, quiero que tengan

    los preparativos para tu boda, Aaminah. Se casarn el da

    en el que yo llegue. Jihd es un buen hombre. Su familia trabaja en una de las mejores empresas de La Meca. Y aun

    as, No aprovechas? Ghassn alz su voz. Fuera de mi vista, mujer. No te quiero ver ms por hoy.

    Ghassn era el dueo de una gran empresa en Al Hofuf. Tena mucho dinero en su poder. Era un hombre

    poderoso.

    Aaminah no protest. Una pequea lgrima cay sobre

    su mejilla derecha; sin embargo, no quiso demostrrselo a

  • ~ 16 ~

    su padre y decidi ir a su cuarto con paso firme. Subi las

    escaleras y cruz la habitacin de Hadarah.

    Aaminah! Llam Hadarah en cuanto vio a su hermana cruzando la habitacin.

    Aaminah sigui hasta su cuarto y se recost en su

    hermosa y grande cama color vino tinto.

    Djame sola, Hadarah! Grit con sus ojos inundados de lgrimas.

    La hermana hizo cara de resignacin y entr a su

    cuarto. Se coloc una larga y hermosa abaya negra que

    llegaba a sus tobillos. Despus se puso un nicab del mismo

    color y sali de su habitacin. Baj las escaleras y lleg al

    saln principal.

    Padre. Dijo la mujer ponindose de pie en frente de Ghassn. Detrs de sus ropajes, no se vean sino sus ojos violetas.

    Ghassn baj un poco su peridico y mir a su hija con brusquedad.

    Saldr un momento. Sigui Hadarah. No tardar. Ten cuidado, hija. Ghassn subi nuevamente el

    peridico a la altura de sus ojos.

    Hadarah cruz la puerta principal pisando fuerte y la

    cerr suavemente al salir.

  • ~ 17 ~

    Camin por las calles de La Meca en busca de alguien

    muy importante en su vida. Caminaba sigilosamente para

    no llamar mucho la atencin.

    Cruz una gran calle y entr a un lugar oscuro, donde

    muchos hombres discutan, rean, gritaban y hablaban.

    Hadarah entr al lugar de donde provenan las voces.

    Las llamas eran lo nico que iluminaban all. Unos

    martillaban, otros fundan hierro, otros hacan arreglos y

    otros simplemente verificaban que el trabajo estuviese

    hecho perfectamente.

    Disculpen Titube Hadarah un poco nerviosa. Est Khlid?

    Todos los hombres miraron a Hadarah.

    Hadarah! Exclam un hombre mientras funda un pedazo de hierro. Esos hermosos ojos color violeta no se confunden con nadie. Necesitas a Khlid?

    Gracias por los halagos, Nseh. La mujer se sonroj un poco. S, lo estoy buscando. Sabes dnde est?

    l acaba de salir. Nseh hizo ademn de haberse quemado con las llamas. Creo que llegar en pocos minutos.

    Gracias, Nseh. Dijo Hadarah dirigindose al lugar de la salida.

  • ~ 18 ~

    La hermosa mujer camin con la cabeza un poco

    agachada. Antes de salir del oscuro lugar, se choc con un

    alto hombre. Lo mir a los ojos.

    El hombre la adentr nuevamente a la oscuridad

    halndola de un brazo.

    Hadarah. Susurr el hombre tratando de no ser escuchado por ningn herrero. Las graves voces de los hombres le ayudaban un poco. Qu haces aqu?

    Khlid. La joven sonri. Su nicab no dejaba que esta perfecta y hermosa sonrisa se dejara ver. Hoy comenzars con lo que ya hemos planeado?

    Sin duda alguna. Esprame dos horas y comenzar.

    Hadarah sonri. Sus hermosos ojos color violeta

    brillaban un poco en la oscuridad. Camin de nuevo hacia

    la luz de la calle sin dejar de sonrer.

    Al llegar a su casa, subi rpidamente a su habitacin.

    Sin borrar la hermosa sonrisa que se dibujaba en su rostro,

    dej a un lado el nicab que cubra su cara. Luego se quit

    la abaya y dej relucir su hermoso y largo vestido azul.

    Aaminah an no sala de su habitacin. Segua tumbada en

    la cama.

    Creo que est dormida. Susurr Hadarah para s misma. Sali de su cuarto y baj hasta el saln donde

    estaba su padre.

  • ~ 19 ~

    An no llega mi hermano, padre. Hadarah se sent junto a Ghassn en el gran silln. Crees que le haya sucedido algo?

    Est por llegar. Dijo el hombre sin retirar la vista del peridico. No te preocupes, Hadarah. Eres igual a tu madre que en paz descanse. Sahira siempre se preocupaba

    de que yo tardase en llegar a casa. Tus ojos me recuerdan

    a mi difunta esposa.

    Hadarah record a su madre y del modo en el que

    haba muerto. Muri en un hospital por un oculto cncer.

    La puerta principal reson al abrirse.

    Buenas tardes. Salud Essm entrando rpidamente al saln. Vesta perfectamente igual a su padre. Hola, hermanita. Abraz a Hadarah. Buenas tardes, padre. Hizo una pequea venia a su padre.

    Buenas tardes, hijo. Ghassn no quitaba la vista de su peridico.

    Dnde est Aaminah? Susurr Essm a su hermana en el odo.

    Est en su cuarto. Susurr Hadarah del mismo modo. Est llorando.

    Essm abri sus ojos como platos. El joven no tendra ms de 19 aos de edad. Sus ojos eran color mbar. Su

    cabello castao era corto y hermoso.

  • ~ 20 ~

    El muchacho subi a la habitacin de Aaminah.

    Aaminah? Se detuvo en la entrada mientras contemplaba a su hermana recostada en la cama con su

    hermoso y largo vestido rosa.

    La joven se levant un poco despeinada. Sus ojos

    estaban hinchados de tanto llorar.

    Hermano! Solloz corriendo a abrazarlo. No sabes lo que me va a hacer nuestro padre.

    Te va a casar con Jihd No es as? El joven puso cara de tristeza.

    Cmo lo sabes? Pregunt Aaminah confundida.

    Pap me lo dijo desde el principio. Quise evitarlo e hice lo ms que pude. Aunque no lo logr. Agach la mirada. Lo siento.

    No te preocupes, hermano. Aaminah puso sus manos alrededor de la cara de su hermano.

    Aaminah sali de su cuarto y baj rpidamente las

    escaleras hasta el saln donde se encontraban su padre y

    Hadarah.

    Hoy vendr Jihd? Pregunt Aaminah a su padre.

    No lo creo. Dijo Ghassn. Son las cinco de la tarde. Ya es un poco tarde para que l venga.

  • ~ 21 ~

    El largo y montono timbre de la casa son. Aaminah

    sinti un cosquilleo en su estmago.

    Yo abro! Dijo Hadarah levantndose de golpe del silln y corriendo hacia la puerta principal.

    Aaminah limpi sus lgrimas. Essm pas junto a ella, la abraz y se sent junto a su padre.

    Luego de unos minutos, entr Jihd al saln. Un hombre alto, esbelto y serio. Sus ojos cafs denotaban

    inseguridad. Vesta un bisht caf con empuaduras

    blancas. Tena una kufiyya roja con un agal negro.

    Hadarah se sent junto a su hermano con una amplia

    sonrisa.

    Buenas tardes, Aaminah. Bes la mano de su prometida.

    Aaminah tena miedo. Casi lloraba pero se contuvo.

    Essm miraba a su hermana con compasin. Tena ganas de abrazarla y protegerla; sin embargo, saba que a

    su padre no le gustara para nada que hiciera aquello.

    Maana, Comenz Ghassn. ir a Al Hofuf por asuntos de negocios. Le he dicho a Aaminah que para

    cuando yo llegue, quiero que ustedes dos ya se hayan

    casado.

  • ~ 22 ~

    Tengo que ir a Khafji maana mismo a resolver unos problemas de nuestra empresa, seor Ghassn. Luego ir a Al Hofuf a visitar a un pariente. Finalmente ir a Jizan a

    comprar implementos que nos hacen falta. Regresar a La

    Meca en cinco das. Se lament Jihd.

    Pero te casars con mi hija. Dijo Ghassn.

    Claro, seor. Asinti Jihd.

    Perfecto. As presenciar el matrimonio.

    Aaminah sinti un gran alivio. Tendra unos cuantos

    das para impedirlo.

    Seor. Sigui Jihd. Podra llevar a Aaminah conmigo? Por seguridad.

    Toda tuya. Dijo Ghassn con una sonrisa.

    Aaminah sinti que el alma cay a sus pies.

    Maana te recojo, Aaminah. Dijo Jihd.

    La joven agach la cabeza y contuvo sus lgrimas.

    En la noche, Aaminah no poda dormir. Eran casi las

    11h de la noche. Todos dorman menos ella y su hermano.

    Hermanita. Susurr Essm de pie en la entrada de su cuarto. Ests despierta?

  • ~ 23 ~

    Aaminah se sent de golpe. Su pijama negra y enteriza

    se confunda con la oscuridad de su cuarto.

    Hermano. Susurr la chica con una amplia sonrisa. No estoy dormida.

    Essm se sent en la cama de su hermana. Vesta una camiseta roja con un pantaln negro. A Aaminah le

    encantaba ver el cabello de su hermano. Era del mismo

    color del cabello de ella.

    Toma. Essm le tendi 375 riyales. Vete de aqu.

    Aaminah abri sus ojos como platos.

    A dnde me voy? Aaminah recibi el dinero, un poco nerviosa.

    Escucha. Essm acerc su rostro al de su hermana. Nuestro padre ir a Al Hofuf maana a las 5h de la

    maana Verdad?

    Aaminah asinti confusa.

    Vete a Khafji. Dijo su hermano con un volumen un poco alto. Luego acerc su boca al odo de su hermana. Vete a Al Hofuf a las 3h de la madrugada. Su voz era de un tono demasiado bajo. Aaminah lo entendi con un poco

    de esfuerzo. Aunque se pregunt por qu su hermano le

    haba dicho primero que se fuera a Khafji.

  • ~ 24 ~

    A las 3h? Aaminah estaba muy confusa. Aunque hara lo que fuese por escapar de Jihd.

    Essm se acerc nuevamente a su odo.

    Bajo tu cama, dej un morral. Tmalo y guarda lo que ms puedas. Abraz a su hermana y le dio un beso en la frente. Te quiero, hermanita. Ten cuidado en Al Hofuf.

    Aaminah asinti con una sonrisa. Se librara de Jihd al fin.

    Y si Jihd viene maana a llevarme Aaminah agach la cabeza con tristeza. Qu le dirs?

    Djamelo todo a m, Aaminah. Su hermano la abraz nuevamente. Comienza a organizarte. Se levant y de nuevo con un volumen un poco alto mir a Aaminah. Suerte en Khafji. Sali de su cuarto.

    Aaminah se levant de su cama rpidamente, y con

    una sonrisa sac del ropero todos sus vestidos. Tom un

    vestido color mbar y rpidamente se lo coloc. Se pein

    un poco y se coloc unos hermosos zapatos negros. Sac

    la gran mochila negra y comenz a guardar sus vestidos

    desordenadamente, cinco o seis abayas negras y un nicab

    del mismo color.

    Hadarah! Aaminah escuch que su hermano llamaba a Hadarah.

  • ~ 25 ~

    Aaminah mir el pasillo y vio a Hadarah all. Essm hizo seas a Aaminah para que escondiese todo e hiciese

    como si siguiera durmiendo. Guard nuevamente la maleta

    bajo su cama y se meti bajo las cobijas vino tinto.

    Entrecerr sus ojos, y vio a Hadar entrando a su cuarto.

    La chica de ojos violetas entr al cuarto de su hermana.

    Iba a abrir el ropero; sin embargo, antes de que lo abriese,

    Essm la abraz con fuerza.

    Te estaba llamando, hermana. La llev abrazada hasta su cuarto.

    Qu te pasa, Essm? Hadarah trataba de zafarse de su hermano desesperadamente. Sultame o llamar a nuestro padre.

    Vamos a dormir, hermanita. Essm sonri mientras la llevaba a su cuarto.

    Aaminah se levant desesperadamente. Escondi la

    mochila en el ropero y se recost nuevamente. El dinero lo

    sostuvo en la mano en todo momento. Sinti algo ms en

    su mano. Algo que no era del material de un billete. Era un

    papel. Aaminah agarr la hoja y se dio cuenta que era una

    nota. Trat de leerla, pero la oscuridad se lo impeda.

    Volvi a dejar el papel junto a los billetes y recostada

    sigui mirando el techo y pensando en qu hara a las 3h

    de la madrugada.

    Era el momento. Aaminah mir el reloj de pared, y vio

    que eran las 2:50 de la madrugada. Se levant, y se

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    asegur de que no hubiese nadie que interrumpiera su

    huida. Se coloc una abaya negra y un nicab del mismo

    color. La mujer se camuflaba con la oscuridad. Tom la

    mochila y sali de su cuarto. Baj el primer escaln, y vio

    que al fondo del pasillo se encendi una luz. Su padre

    haba despertado. Aaminah baj las escaleras lo ms

    rpido posible hasta llegar a la puerta principal.

    S que har ruido al abrir la puerta y salir. Susurr a s misma mientras respiraba hondo. Estaba agitada. Uno, dos y tres.

    Rpidamente abri la puerta, sali y la cerr de golpe.

    El ruido fue ensordecedor.

    Automticamente las luces de la casa se encendieron.

    Ghassn baj las escaleras rpidamente.

    Padre! Grit Essm desde la segunda planta.

    Aaminah corri rpidamente y se detuvo al costado de

    su casa, casi adherida a una pared.

    Escuch que la puerta principal se abri rpidamente.

    Alguien caminaba hacia ella.

    Que no sea pap, que no sea pap. Se repeta con los ojos cerrados.

    Hermanita, Susurr Essm acercndose rpidamente a ella. Huye lo ms rpido que puedas.

  • ~ 27 ~

    Aaminah abraz a su hermano y corri rumbo a la

    parada de autobuses.

    Padre. Dijo Essm entrando a la casa, algo agotado. No hay nadie afuera.

    Ghassn con mala cara, subi de nuevo a su cuarto. Faltaban dos horas para su viaje a Al Hofuf.

    Essm sonri y subi las escaleras tambin.

    T puedes, hermanita. Susurr para s mismo.

    Con la poca luz de la calle, Aaminah sentada

    esperando su autobs, ley la nota.

    QU HARS AL LLEGAR? BUSCA A LOS HERREROS

    Herreros? Se pregunt la mujer mientras vea su autobs acercndose.

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  • ~ 29 ~

    AL HOFUF

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  • ~ 31 ~

    Eran las 3h de la tarde.

    Al Hofuf era un lugar grande y hermoso. Sus casas

    reflejaban la arquitectura antigua y moderna a la vez.

    Aaminah camin por las calles bajo el intenso calor del

    sol. Crea que su padre ya haba llegado a la empresa. La

    pobre chica estuvo caminando por casi cuatro horas

    camino a la empresa de Ghassn. La gente caminaba sin prestar mucha atencin a la chica. Finalmente lleg a su

    destino. Era un edificio grande, moderno, elegante y

    hermoso. Sus vidrios transparente reflejaban el hermoso

    cielo azul. Aaminah entr a la empresa. Salud a la

    recepcionista, una mujer de ojos cafs que vesta del

    mismo modo de Aaminah.

    Puedo ayudarla? Pregunt la recepcionista.

    Soy Aaminah. Dijo la chica. Hija de Ghassn.

    Aaminah? Pregunt la joven trabajadora. Sintese en una de las sillas, y espere un momento. El seor

    Ghassn est un poco ocupado.

    Qu se encuentra haciendo mi padre? Quiso saber Aaminah.

    Esa informacin no se la puedo dar, seorita.

    Aaminah se sent en la silla que le haba sealado la

    recepcionista. Se distrajo un poco con una de las revistas

    que haba a un lado de la silla. Al mirar de nuevo a la

    recepcionista, ella ya no se encontraba. El lugar estaba

  • ~ 32 ~

    inhspito. Solo se encontraba Aaminah y el ruido de los

    autos en la calle.

    Aaminah se levant de su silla con la revista en su

    mano derecha. Se dirigi al gran escritorio de vidrio.

    Seorita. Dijo la recepcionista corriendo hacia su escritorio desde las escaleras. El seor Ghassn la espera en su oficina.

    Aaminah se asust un poco. Agradeci y subi a la

    oficina de su padre. Eran cientos de escaleras, pero al fin

    lleg. La oficina era grande, decorada y organizada. Abri

    la puerta lentamente. Al entrar, vio la silla de su padre

    dando la espalda. Aaminah logr ver la kufiyya de

    Ghassn, as que sin lugar a dudas su padre estaba sentado en la gran silla negra.

    Padre. Dijo Aaminah cerrando la puerta al entrar. Soy Aaminah. Vengo a decirte que recapacites y no me

    dejes casar con Jihd. l es un hombre malo, padre. No me dar una vida buena y ser de las peores personas que

    haya conocido. Por favor pap. Djame elegir a mi pareja.

    Ghassn no responda.

    Qu piensas, pap? Aaminah se acerc a la silla de su padre. Padre. Gir la silla, y vio a su padre con los ojos abiertos sin mirar nada. Tena una herida en la frente

    que sangraba constantemente. Padre! Te han disparado! Aaminah comenz a gritar y a llorar. Corri hacia la recepcin. El miedo y la angustia hicieron que la

  • ~ 33 ~

    chica no se hubiese sentido cansada al bajar tantas

    escaleras.

    Al llegar a la recepcin, la joven ya no se encontraba.

    Seorita! Llamaba Aaminah de sollozo en sollozo.

    Al no encontrar respuesta, la mujer subi de nuevo a la

    oficina de su padre. El cuerpo de Ghassn ya no estaba.

    El cuerpo de pap Dnde est? Aaminah se senta muy confundida. No paraba de llorar. Los trabajadores

    tampoco salan de sus lugares. Todo era muy extrao.

    Busc en los cajones de su padre alguna pista del asesino.

    O un por qu de la muerte de Ghassn. Los nicos documentos que logr encontrar, fueron los archivos de

    ventas. En los cajones no haba nada que pudiera dar a

    Aaminah una pista concreta. Sobre el escritorio de su

    padre haba una gran llave de hierro. No haba ninguna

    cerradura en la oficina que pudiese ser abierta con aquella

    llave. La mujer la tom en su mano como un tesoro. Son

    un golpe en la puerta. Aaminah se gir hacia ella, pero no

    haba nadie. Solamente una tarjeta blanca. La mujer

    camin rpidamente hacia la puerta y tom la tarjeta. Era

    pequea y tan solo deca HERREROS DE AL HOFUF.

    Essm est aqu? Se pregunt Aaminah tomando la tarjeta. Es imposible. l est en La Meca. No pudo haber venido tan rpido.

  • ~ 34 ~

    Aaminah sali de la oficina, guard la llave en su

    mochila y baj hasta la recepcin. Camin hacia la salida

    de la empresa.

    Que tenga un buen da, seorita. Dijo la recepcionista.

    Aaminah se gir hacia ella. Esta vez los ojos de la

    joven eran verdes como las esmeraldas.

    Dnde est la otra recepcionista? Pregunt Aaminah en tono desafiante.

    Perdn, seorita, pero aqu solamente he estado yo. La mujer trabajadora se vea muy confundida.

    Aaminah se resign y sali con rabia, inquietud y

    confusin. Camin en busca de la herrera que

    mencionaban en la tarjeta.

    Luego de dos horas de un largo y arduo camino, lleg

    al lugar. Era oscuro, amplio y caluroso. Solamente las

    llamas daban luz.

    Qu hago ahora? Susurr Aaminah a s misma. Qu digo?

    Es ella, Haddd. Dijo un hombre sealando a la chica con un dedo mientras sostena un gran martillo

    rojo. Atindela.

  • ~ 35 ~

    Un joven que funda una herradura, camin hacia la

    chica dejando su trabajo a un lado.

    Buenas tardes. Su voz era aguda y grave a la vez. Era un joven atractivo. Sus ojos eran verdes y hermosos. Su

    cabello corto y castao le daban a su cara una hermosa

    impresin. Vesta un pantaln negro, y una camiseta

    blanca.

    Aaminah sinti la belleza de aquel hombre en su

    estmago al sentir un curioso cosquilleo.

    Buenas tardes. Salud la chica con una sonrisa fingida. La muerte de su padre la tena en un horrible

    shock.

    Traes la llave? Pregunt Haddd con una sonrisa.

    Aaminah record la llave que llevaba en su mochila.

    S. Titube mientras sacaba la llave de su maleta.

    Gracias. Dijo Haddd recibiendo la llave. Podras esperarme en esta silla? El joven seal una pequea silla de madera. Termino con la llave y te atiendo. Se retir.

    Aaminah no entenda nada de lo que estaba sucediendo

    en ese momento; sin embargo tom asiento.

    Luego de media hora, Haddd se acerc a la chica con una amplia sonrisa, y con dos llaves en su mano.

  • ~ 36 ~

    Toma. Dijo Haddd entregando las llaves a Aaminah. La joven las guard nuevamente en su mochila.

    No entiendo. Dijo Aaminah negando con la cabeza. Por qu?

    Aaminah, s que no entiendes nada de lo que est pasando. Y te entiendo. S que tienes muchas preguntas en

    tu cabeza; pero, debes

    Cmo es que sabes mi nombre? Pregunt Aaminah an ms confundida.

    Te explico en mi casa. Dijo el joven colocndose una kufiyya azul.

    A tu casa? Aaminah hizo mala cara. Yo no ir a tu casa.

    Tienes que hacerlo. Dijo Haddd sonriendo y tomando la mochila de la chica.

    Aaminah pens en que si no iba con l, no tendra

    dnde dormir. Del dinero que le haba dado Essm, solo quedaba el recuerdo. As que la chica acept ir con l. Se

    levant de la silla y lo sigui hacia la luz de la calle.

    Quin eres t? Pregunt Aaminah. Por qu me ayudas de este modo?

    Aaminah, djame contrtelo todo en cuanto lleguemos a mi casa, por favor.

  • ~ 37 ~

    Aaminah asinti mirando al suelo.

    La casa de Haddd era un poco cerca. Era pequea, reconfortante, limpia, ordenada y muy hermosa.

    Vives solo aqu? Pregunt Aaminah sentndose en un silln azul.

    S. Haddd se sent junto a la chica mientras se quitaba la kufiyya.

    Cuntame ahora s. Dijo Aaminah.

    Vers Aaminah. El joven suspir. Ayer, casi a las tres de la tarde lleg un hombre a la herrera donde yo

    trabajo. l

    Quin era ese hombre? Interrumpi Aaminah retirando el nicab de su cabeza y la abaya. Qued al

    descubierto su largo y hermoso vestido.

    No te lo puedo decir an, Aaminah. Haddd se deleitaba con la belleza de la joven. El hombre me dijo que vena a Al Hofuf en nombre de mi hermano que

    tambin es herrero. Me dijo que tu vendras hoy; pero no

    me dijo la hora. Tambin me dijo que traeras una llave de

    hierro. Me pidi el favor de duplicar la llave y

    entregrtela. Al no tener donde quedarte, yo deba darte

    posada y maana debes ir a La Meca. Por ltimo me dijo

    que tu nombre era Aaminah. Que te reconocera por tus

    ojos color verde y caf a la vez.

  • ~ 38 ~

    Quin es ese hombre, Haddd?! Exclam Aaminah con mucha angustia.

    Es informacin confidencial. Haddd agach la cabeza.

    No puedo ir a La Meca. Aaminah se tranquiliz.

    Por qu? Pregunt Haddd.

    S que el hombre que vino a verte es mi hermano. S que la persona que me envi a la herrera donde trabajas,

    es mi hermano. S que la persona que mat a mi padre Hubo un silencio de dos segundos. Tambin es mi hermano.

    Haddd no hizo ningn gesto, sino que sigui mirando el suelo.

    Por qu un hombre matara a su padre? Susurr el muchacho.

    La herencia quedara para l. Aaminah sinti las lgrimas cayendo sobre sus mejillas.

    Aaminah, Titube Haddd. No te podrs quedar.

    Qu dices?

    Maana ir a Medina.

    A Medina? Aaminah frunci el ceo. Para qu?

  • ~ 39 ~

    Mi hermano me entregar unas herramientas para mi trabajo.

    Me quedar en Al Hofuf. Aaminah mir el suelo. Dormir en la calle, pedir dinero para poder regresar a La

    Meca.

    Haddd entrecerr sus ojos.

    Vete conmigo a Medina. Haddd sonri de oreja a oreja.

    En serio? Aaminah sonri.

    Los dos jvenes se abrazaron.

    Volveremos y te quedars viviendo aqu. Haddd no paraba de sonrer.

    Aaminah sonri.

    La noche cay. Eran casi las nueve de la noche.

    Aaminah estaba recostada con Haddd en la misma cama.

    Cuntame. Susurr Aaminah. Cmo se llama tu hermano?

    Mi hermano se llama Khlid. Dijo Haddd con una sonrisa. Es herrero en La Meca. Es alto, y sus ojos son cafs. Quiz los ojos ms cafs que hubieses visto.

    Me recuerda a alguien. Susurr Aaminah.

  • ~ 40 ~

    A quin? Pregunt Haddd mirando al techo en medio de la oscuridad.

    A Jihd. Pap quera casarme con l.

    Jihd? Pregunt Haddd con los ojos abiertos como platos.

    S Pasa algo?

    Aaminah, maana nos levantaremos temprano. Sigui Haddd. Ms vale que durmamos ya.

    Aaminah cerr sus ojos.

    Jizan te espera. Susurr Haddd para s mismo.

  • ~ 14 ~

    ANIDEM

  • ~ 42 ~

  • ~ 43 ~

    Aaminah y Haddd llegaron a Medina, casi a las 4h de la tarde. El hermoso y resplandeciente sol, haca que

    Aaminah se sintiera ms libre. La muerte de su padre

    segua revolvindose en lo ms profundo de su corazn.

    Y ahora? Pregunt Aaminah a Haddd mientras caminaban sin rumbo fijo. La mujer iba con su nicab y su

    abaya negra. Debajo llevaba un hermoso vestido verde. La

    mayora de sus vestidos eran del mismo semblante.

    Ahora debemos ir donde mi hermano. Dijo Haddd con una sonrisa. Llevaba un pantaln negro, una camiseta

    blanca y una kufiyya negra sin agal.

    Aaminah asinti mientras caminaba con paso lento.

    Es muy lejos la herrera, Haddd? Aaminah respiraba sonoramente.

    Tcnicamente s, Aaminah. Haddd solamente sonrea y miraba los ojos de la chica. Ests cansada?

    Aaminah asinti encorvndose un poco por el

    agotamiento.

    Ven. Haddd coloc su brazo en la espalda de Aaminah mientras la conduca a otra direccin. Descansemos all.

    A dnde me llevas? Aaminah sonri. Tal vez era su primera sonrisa desde la muerte de Ghassn.

  • ~ 44 ~

    Solo sgueme. Haddd caminaba casi abrazando a Aaminah.

    Llegaron a un mercado. Un hermoso y grande mercado.

    Era amplio, organizado, limpio, adornado, sencillamente

    era espectacular a los ojos de Aaminah.

    Mira. Aaminah seal una gran silla de parque. Podramos sentarnos ah, Haddd.

    Esprame aqu, Aaminah. Dijo Haddd mientras se alejaba corriendo. No te muevas! Grit.

    Aaminah sonri.

    La chica mir todo a su alrededor. La gente compraba

    frutas, siempre con una sonrisa. Los comerciantes sonrean

    cada vez que atendan a sus clientes. La vida en Medina

    era hermosa.

    Nia! Grit un comerciante desde un puesto de frutos rojos dirigindose a Aaminah. Ven!

    Aaminah camin hacia el hombre. Era delgado, un poco

    alto, y sus ojos color miel brillaban como diamantes.

    Vesta un thawb.

    Buenas tardes! Salud Aaminah deleitada y sorprendida por los frutos rojos tan hermosos que venda el hombre.

    Eres nueva aqu Verdad? Dijo el hombre con una sonrisa.

  • ~ 45 ~

    S, seor. Respondi Aaminah agachando la cabeza.

    Necesito que me hagas un favor, pequea. Dijo el hombre.

    S, seor. Espero serle de ayuda. Asinti Aaminah.

    Tengo un hijo de siete aos de edad. Trabajaba conmigo aqu en mi puesto de ventas. Cierto da, me distraje con un

    cliente. Un hombre aprovech mi distraccin, y secuestr

    a mi hijo. Recientemente me llam y me dijo que deba

    darle 11.300 Riyales por el rescate de mi hijo. Tengo el dinero. Seal un portafolio caf que estaba en el suelo junto a sus pies. Necesito a alguien que lo lleve a Sakakah.

    No creo poder ayudarlo, seor. Dijo Aaminah. Llevamos unos minutos hablando. No debe confiarle tanto

    dinero a una desconocida como yo. Y si yo lo robo?

    Tus ojos reflejan una increble benevolencia, nia. S que no eres mala. No haba sentido tanta inocencia hasta que te vi. El hombre hablaba con lentitud. Por favor, pequea. Aydame.

    Aaminah lo dud un instante.

    Debo hablar con mi compaero para ver qu piensa, seor. Depende de lo que l diga. Adems, no creo que

    tengamos el dinero suficiente para ir a Sakakah.

  • ~ 46 ~

    Yo te doy el dinero! La angustia sala del hombre como el humo de una chimenea.

    Aaminah! Grit Haddd corriendo hacia ella con dos paquetes llenos de bumaan, una fruta deliciosa con su piel

    rugosa. Qu pasa? Pregunt al situarse junto a la chica mientras le ofreca uno de los paquetes que traa y miraba

    al comerciante.

    Aaminah agradeci y le cont a Haddd la situacin del pobre comerciante.

    Qu piensas, Haddd? Pregunt Aaminah.

    Haddd miraba al hombre fijamente a los ojos. Su cara era seria.

    Hay que ayudarlo. Dijo el joven finalmente. Debo pagar el transporte y la alimentacin?

    No! Exclam el comerciante con sus ojos llenos de angustia. Yo les doy dinero.

    En ese caso, denos el portafolio y el dinero. En unos das su hijo estar junto a usted.

    Gracias! El hombre no paraba de sonrer. Al llegar a Sakakah, deben buscar el hospital Almal. Cuando lleguen

    all, una mujer les dar la llave para que abran el

    portafolio.

  • ~ 47 ~

    Usted no tiene la llave?! Pregunt Aaminah sorprendida.

    No, seora. Se lament el hombre. Luego, deben caminar hasta el hotel Al Shaheen. All, le entregarn el

    dinero a un hombre de ojos cafs. Los ms cafs que

    hayan visto. Luego, deben caminar hasta la torre Alkaid.

    All, una mujer los conducir hasta el lugar donde tienen a

    mi hijo.

    Aaminah y Haddd asintieron con un poco de miedo. Finalmente se alejaron.

    Haddd tena en su poder el portafolio del hombre, y el dinero para ir a Sakakah. Aaminah llevaba su mochila en

    los hombros.

    Crees que haya sido buena idea? Pregunt Aaminah mientras se alejaban del mercado.

    No lo s. Haddd sonri.

    En cunto tiempo llegaremos a la herrera de tu hermano? Pregunt Aaminah mientras coma bumaan.

    No lo s. Haddd miraba al frente caminando al lento ritmo de Aaminah. Supongo que en dos horas.

    Aaminah abri sus ojos como platos.

    Cunto dinero te dio el hombre? Aaminah mir a Haddd fijamente.

  • ~ 48 ~

    400 Riyales. Haddd estaba completamente serio. Ya no haba rastro de su hermosa sonrisa.

    La mujer asinti y sigui caminando.

    Buenas noches. Salud Haddd entrando a la herrera con Aaminah. Todo estaba oscuro. El chico estaba

    acostumbrado a ello.

    Buenas noches. Salud Aaminah a todos los herreros del lugar, con timidez.

    Hola, Haddd. Salud un hombre regordete, sin camiseta y con bigote. Sus ojos eran oscuros. Hola, joven. Salud a Aaminah con una amplia sonrisa.

    Est Khlid? Pregunt Haddd. Necesito que me entregue las herramientas que necesito en mi herrera.

    No, Haddd. Khlid est en este momento en Jizan. El hombre neg con la cabeza.

    Haddd mir a Aaminah con gesto de derrota.

    Vamos a Sakakah para no perder tiempo? Pregunt a Aaminah.

    No lo s. Medina me gust mucho Quieres dejarlo tan rpido?

  • ~ 49 ~

    Aaminah, tengo trabajo en Al Hofuf. Haddd se lament. Estas no son vacaciones.

    Entonces Vamos a Sakakah.

    Haddd sonri.

    Adis, amigo. Haddd se despidi del herrero con una sonrisa.

    Adis. Sonri Aaminah.

    El hombre del mercado te dijo a qu hora debamos estar en el hospital? Pregunt Aaminah mientras caminaban a la parada de autobuses.

    Haddd la mir a los ojos.

    No. Dijo secamente.

    Vamos y le preguntamos. Dijo Aaminah con una sonrisa.

    Quieres caminar tanto en medio de la noche, Aaminah? Haddd sonri.

    Contigo S. La chica se sonroj, pero su nicab no lo dej ver.

    Haddd sonri con ternura y la abraz con fuerza.

    Te aprecio. Dijo el joven.

  • ~ 50 ~

    Yo tambin a ti, Haddd. Aaminah sinti de nuevo ese cosquilleo en su estmago.

    Llegaron al mercado. Eran las 9h de la noche.

    Dnde estaba el establecimiento del hombre? Pregunt Haddd.

    Te aseguro que estaba ah. Aaminah seal un espacio vaco.

    Qu hacemos? Pregunt Haddd. El hombre ya no est.

    Volvemos a Al Hofuf? Aaminah estaba seria.

    No. Haddd volvi a hablar con una gran seriedad. Tendremos que salvar al nio y traerlo.

    Pero, A dnde lo entregamos? No sabemos dnde est su padre.

    Lo sabremos, Aaminah. Dijo Haddd sin cambiar de expresin. Vamos a la parada de autobuses. Entre menos demoremos en llegar a Sakakah, mejor.

    Aaminah sigui al joven con inquietud. No entenda nada.

    Haddd estaba muy seguro de todo. Era Extrao.

    Tendr que ver Haddd con mi hermano? Pens Aaminah.

  • ~ 51 ~

    SAKAKAH

  • ~ 52 ~

  • ~ 53 ~

    Los jvenes llegaron a Sakakah a las 4h de la madrugada.

    Solamente se escuchaba el sonido del viento. El fro era

    insoportable. Aaminah caminaba tomada del brazo de

    Haddd. Buscaba su calor.

    Es muy lejos el hospital, Haddd? Aaminah temblaba.

    No, Aaminah. Haddd no estaba seguro. Vine a Sakakah hace ms de cinco aos con mi madre. Nuestros

    parientes vivan aqu. Luego de un tiempo, se mudaron.

    Mi padre muri a causa de una rara enfermedad, y mi

    madre se alej de m. Me dej con una familia de herreros.

    Tcnicamente ellos me adoptaron.

    Cmo era tu madre? Pregunt Aaminah agarrada del brazo del hombre.

    Tena el cabello castao, era alta, sus ojos eran casi violetas Era muy hermosa.

    Mi hermana tambin tiene sus ojos de ese color. Aaminah sonri.

    Haddd sonri.

    Aaminah. Susurr el joven mientras caminaban entre la oscuridad, la soledad y el fro de la calle. Tenemos que pedir indicaciones. No s dnde es el hospital que nos dijo

    el comerciante.

    Haddd, aqu no hay nadie a quin pedir indicaciones. Aaminah se estaba comenzando a asustar.

  • ~ 54 ~

    Mira. Haddd seal a un hombre que caminaba lentamente hacia ellos. Preguntmosle a l.

    Y si es un ladrn? Titube Aaminah. Y si nos hace dao?

    No lo har. Haddd sonri. Y si lo hace, tienes a un hombre que te defiende. El joven le dio un beso en la frente sobre el nicab.

    Disculpe. Haddd llam al hombre. Sus ropajes eran negros; se confundan con la oscura y densa madrugada.

    El hombre mir fijamente a Haddd. Sus ojos eran cafs oscuros, casi negros.

    Sabe dnde es el hospital Almal? Pregunt Aaminah.

    El hombre la mir fijamente. Pareca estar admirando el

    color de los ojos de la chica.

    Seor Insisti Haddd.

    Esta vez, el hombre mir la ropa de Haddd de arriba abajo.

    El hospital, Comenz a hablar el hombre. Su voz era grave, y un tanto tenebrosa. Aaminah apretaba tan fuerte

    el brazo de Haddd, que la sangre se estaba atascando all. est cerca. Deben caminar hacia la izquierda, luego entran al primer callejn, despus siguen adelante y

  • ~ 55 ~

    encuentran una gran construccin, por ltimo, siguen

    adelante y encontrarn el hospital.

    Gracias, buen hombre. Agradeci Haddd.

    Es mejor que no tarden. Sonri el hombre. Su dentadura estaba podrida. Los estn esperando.

    Aaminah y Haddd se asustaron con lo ltimo que dijo el hombre. As que siguieron su camino rpidamente.

    Mira. Aaminah seal una construccin gigante. Era un edificio altsimo, de color negro.

    Aaminah! Exclam el joven en un susurro. Suelta mi brazo. Ah hay cuatro hombres mutawa. Se separaron e hicieron como si no se conocieran.

    Los hombres mutawa son como los policas occidentales.

    Ellos velan por que las personas cumplan con los deberes

    y mandamientos del Corn. Son policas islmicos que

    arrestan a cualquier persona que incumpla las normas,

    como que una mujer camine en las calles sin su abaya o

    sin su nicab, o que se haga uso de DVD, o la escucha de

    msica occidental. Una mujer puede ser arrestada si

    camina o interacta con algn hombre que no sea su

    esposo, como en el caso de Aaminah y Haddd.

    Aaminah hizo lo que Haddd peda. De pronto sinti una extraa sensacin de nerviosismo.

  • ~ 56 ~

    Los jvenes caminaban bajo el sol naciente de Sakakah.

    Eran las 6h de la maana.

    Aaminah camin frente a los cuatro hombres, mientras

    que Haddd caminaba lentamente hacia el frente.

    Clmate. Susurr Haddd a Aaminah desde casi 4 metros. Vea cmo la chica temblaba. No pueden hacernos nada. No hemos hecho nada malo, Aaminah.

    Hey! Grit uno de los hombres.

    Aaminah se gir y lo mir a los ojos.

    Necesita algo? Pregunt Haddd.

    Es usted, Aaminah la hija de Ghassn el reciente asesinado? Dijo uno de los hombres ignorando a Haddd.

    Aaminah asinti confusa y muy nerviosa.

    Supimos que usted fue la ltima persona en entrar a la oficina de su padre. Puede ser usted una de las

    sospechosas.

    Qu?! Grit Aaminah. Yo entr a su oficina cuando l ya estaba muerto.

    Necesitamos que vuelva a Al Hofuf. El hombre estaba serio.

  • ~ 57 ~

    Para qu? Pregunt Aaminah. Haddd simplemente oa la conversacin, de espaldas caminando an ms lento.

    Debemos interrogarla. El hombre la mir a los ojos.

    Aaminah asinti y sigui su camino. Por muy extrao que

    pareciera, el hombre mutawa se limit a decirle que la

    esperaba al siguiente da a las 4h de la tarde.

    Volveremos a Al Hofuf? Pregunt el joven en un susurro a Aaminah que se situ a su lado en cuanto se

    perdieron de la vista de los mutawa.

    No, Haddd. Aaminah susurr del mismo modo. Tenemos un nio que necesita ser salvado.

    As se habla. Haddd sonri mientras seguan su camino.

    Al llegar al hospital, una mujer vestida del mismo modo

    de Aaminah, esperaba a las afueras.

    Es esa mujer, Haddd? Pregunt Aaminah en un susurro.

    Supongo que s. Haddd dudaba. La mujer miraba hacia el suelo. Pasemos por su lado, y si nos habla es ella.

    Aaminah sonri y asinti.

  • ~ 58 ~

    Caminaron frente a la mujer mirndola de reojo. La mujer

    los mir fijamente y luego mir el portafolio que llevaba

    Haddd en su mano derecha.

    Hey! Grit la mujer. Los enva Abdel Hadi?

    Aaminah y Haddd se miraron confundidos.

    El comerciante de frutas en Medina. La mujer blanque sus ojos violetas.

    S. Titube Haddd mientras la mujer se acercaba a ellos.

    Necesitan la llave? Pregunt la mujer.

    S. Dijo Aaminah en tono desafiante.

    Busca en tu mochila, linda joven. Dijo la mujer. Utiliza la llave que te dio este herrero.

    Aaminah abri sus ojos como platos.

    Estoy segura de que Essm est detrs de todo esto. Pens Aaminah mientras sacaba la llave de su mochila. Es un asesino y un secuestrador.

    Aaminah insert la llave en la pequea cerradura del

    portafolio. Dio una o dos vueltecillas y se abri. No haba

    nada, salvo una pequea tarjeta que deca: HOTEL AL SHAHEEN ARAR

  • ~ 59 ~

    Aaminah abri sus ojos como platos. La mujer sonrea,

    aprovechando que su nicab no dejaba que se viera su

    sonrisa.

    Ay que ir a Arar. Susurr Aaminah.

    Aaminah, tengo que estar en Al Hofuf. Tengo que trabajar, tienes que ir por Haddd no quera que la mujer supiese algo sobre el padre de Aaminah y su

    muerte.

    Haddd, es la vida de un nio! Aaminah grit.

    No tenemos dinero, Aaminah. Se lament Haddd.

    Ustedes tranquilos. Sonri la mujer de ojos violetas extendiendo su mano con 400 Riyales.

    Haddd blanque sus ojos y recibi el dinero.

    Vamos? Pregunt Aaminah con una sonrisa.

    Vamos. Haddd la abraz con mucha fuerza.

    Esto no puede seguir. Pens Haddd. Aaminah Me parece ms atractiva cada da que pasa.

  • ~ 60 ~

  • ~ 61 ~

    Arar

  • ~ 62 ~

  • ~ 63 ~

    Eran las 11h de la maana. El sol estaba en su punto

    mximo y en el cielo no se avistaba ni una sola nube.

    Haddd, Dijo Aaminah sintiendo el sudor dentro del nicab. No tienes hambre? No hemos comido por mucho tiempo. El clima no nos ayuda mucho.

    Aaminah, tenemos 10 Riyales. Dijo Haddd en tono serio. Crees que alcance para comer algo?

    S, Haddd. Sonri Aaminah mientras caminaban juntos por un hermoso recinto.

    Sabes? Haddd la mir a los ojos. Deseara poder ver tu hermosa sonrisa y grabarla en mi mente como el mejor

    tesoro que haya tenido.

    Aaminah abri sus ojos como platos mientras sonrea.

    Qu te parece si hago esto? Dijo Aaminah mientras se quitaba el nicab en medio de la calle. La gente ni se

    limitaba en mirarla.

    Qu haces!? Exclam Haddd en un susurro y con los ojos muy abiertos.

    Haddd, las reglas son para romperlas. Dijo Aaminah con su rostro al descubierto. Si no te liberas de esta jaula, Quin lo har por ti?

    Vamos a comer. Sonri Haddd mientras acariciaba la mejilla de Aaminah.

  • ~ 64 ~

    Caminaron hacia un pequeo restaurante de all cerca. No

    era muy amplio, un poco oscuro, y muy acogedor.

    Sintate. Dijo Haddd a Aaminah mientras corra un poco la silla facilitndole el asiento a la chica. Finalmente

    se sent frente a ella.

    Debemos comer algo entre los dos. Algo que cueste menos de 10 Riyales. Sugiri Aaminah colocndose nuevamente su nicab.

    Una mujer les entreg dos cartas para que decidiesen qu

    comer. Despus se retir.

    Aaminah ley los platos del restaurante, y casi al final de

    la carta ley: ESTE RESTAURANTE TIENE SALIDA

    TRASERA.

    Qu gracioso no? Dijo Haddd con una sonrisa sin quitar la vista de su men. Especifican que el restaurante tiene salida trasera.

    Aaminah sonri. Mir a Haddd, y en la entrada del restaurante divis a tres hombres mutawa.

    Haddd! Exclam Aaminah en un susurro inclinndose hacia el frente. Hay tres mutawa entrando al restaurante.

    Haddd abri sus ojos como platos. La mesera se acerc a su mesa.

    Ya decidieron qu comern? Su voz era dulce.

  • ~ 65 ~

    Haddd mir fijamente a Aaminah. Su mirada era nerviosa.

    Puedo usar el bao? Pregunt Aaminah a la mujer.

    Claro. Dijo la mujer.

    Aaminah se acerc al odo de Haddd.

    Te espero en la salida trasera. Susurr.

    La chica desapareci de la vista de Haddd.

    Dnde es la salida trasera? Pregunt el chico mirando fijamente los ojos violetas de la mujer.

    Justo al lado del bao. Dijo la mujer sin mostrar ninguna emocin.

    Gracias. El joven se levant de su silla y camin hacia donde la mujer le haba indicado.

    Camin casi cinco metros, cuando la mujer le grit.

    Saludos a Khlid!

    Haddd abri sus ojos como platos. Se gir, y vio que los mutawa se acercaban a l. El chico no tuvo otra alternativa

    que seguir caminando con prisa.

    Dnde est Aaminah? Susurraba para s mismo mientras llegaba al bao.

  • ~ 66 ~

    Efectivamente, junto al bao haba una gran puerta de

    madera.

    Corriendo, abri la puerta y al fin sali. Haddd respir hondo.

    La puerta comenz a estremecerse. Haddd la presionaba con fuerza para no dejar que los mutawa le hicieran dao.

    Haddd! Grit una voz femenina desde el otro lado de la puerta. Abre la puerta! Su voz se escuchaba como si le estuviesen haciendo dao.

    Haddd no lo dud, y rpidamente abri la puerta. Aaminah sali del restaurante con lgrimas en sus ojos.

    Los mutawa la perseguan. Saban que ella era una fugitiva

    y claramente crean que era la asesina de su padre.

    Los dos jvenes comenzaron a correr con toda la

    velocidad que les era posible. El miedo de ser atrapados,

    haba saciado el hambre.

    Un taxi! Grit Aaminah mientras corran a toda prisa hacia un auto gris detenido por obra de un semforo.

    Abrieron rpidamente la puerta trasera y entraron

    agitadamente.

    Por favor. Dijo Aaminah respirando rpida y sonoramente por el cansancio. Llvenos rpidamente al Hotel Al Shaheen.

  • ~ 67 ~

    El semforo dio la orden a los autos y les cedi el paso.

    Aaminah. Dijo Haddd un poco agitado. Nos estn siguiendo.

    Claro que s, Haddd. Dijo Aaminah seriamente. Los mutawa llegaron al restaurante y me perseguan. Es obvio

    que nos estn siguiendo.

    No hablo de los mutawa. El tono de Haddd era sombro. Alguien que conocemos nos est siguiendo. La mujer que nos entreg las cartas, saba que vendran los

    mutawa y escribi en nuestros mens que el restaurante

    tena una salida trasera. Al irme, le envi saludos a Khlid. No te parece extrao? Sus ojos violetas me transmitan

    inseguridad y miedo.

    Violetas, dices? Aaminah trat de pensar en personas que conociera que tuviesen los ojos de este color. Mi hermana. Hadarah. Te lo dije, Essm est detrs de todo esto. Y ahora Hadarah.

    No creo que tu hermana conociera a Khlid. Dijo Haddd.

    Tienes razn. Aaminah estaba seria. Descartemos a Hadarah.

    Solo rescatemos a ese nio, y volvamos a la normalidad de Al Hofuf. Haddd la abraz.

    Son esposos? El taxista sonri.

  • ~ 68 ~

    Haddd y Aaminah se miraron fijamente. Deban decir que eran esposos.

    O los arrestaran.

    S. Titube Aaminah.

    Un beso lo comprueba todo. Sonri el taxista nuevamente. Era una risa pcara.

    Haddd se acerc a la boca de Aaminah para besarla.

    Seor, Dijo Aaminah controlando su pasin y emocin por besar a Haddd. Tengo mi nicab. El Corn me dice que no debera quitrmelo en lugares pblicos.

    El taxista sigui su camino con seriedad, mientras que

    Haddd sonrea.

    Eran las 12h del medioda.

    Llegaron a una hermosa construccin alta, amplia y

    perfectamente decorada con algunas plantas.

    Este hotel es hermoso. Dijo Aaminah mientras el taxi se aproximaba.

    El hotel Al Shaheen es muy acogedor. Dijo el taxista detenindose. Son Mir el taxmetro. 23 Riyales.

  • ~ 69 ~

    Haddd abri sus ojos como platos y mir fijamente a Aaminah.

    Solamente tenemos 10 Riyales. Susurr el joven.

    A la cuenta de tres, salimos rpidamente. Susurr Aaminah aprovechando que el taxista desviaba su vista

    hacia una mujer que caminaba por all cerca.

    Uno Comenz Aaminah. Dos

    Disculpe. Una mujer se acerc al taxista. Vesta igual que Aaminah. Sus ojos eran verdes. Similares a una esmeralda. Estos dos jvenes vienen conmigo. Cunto dinero le deben?

    Ni Aaminah ni Haddd conocan a aquella mujer. Era extrao.

    Haddd iba a gritar al taxista que la mujer menta; sin embargo, Aaminah lo silenci tapando la boca del joven.

    23 Riyales. Dijo el viejo trabajador en tono serio.

    La mujer le entreg 50 Riyales.

    Qudese con el cambio. Dijo con una seriedad estremecedora. Se dirigi a la puerta izquierda del taxi y la abri con un movimiento rpido. Salgan, muchachos.

  • ~ 70 ~

    Aaminah senta que su estmago iba a explotar. Senta un

    fuerte cosquilleo en l, producto del miedo. Haddd la tom de la mano y bajaron juntos.

    El taxi se alej sin ms.

    Sganme. Dijo la mujer caminando en frente de ellos hacia el hotel.

    Cada paso que daban, haca temblar a Aaminah. El miedo

    y la ansiedad le eran muy extraos. Haddd la hal un poco, ya que la chica tena sus piernas congeladas por los

    nervios.

    Calma, nia. Dijo la mujer. Su voz era melodiosa y hermosa al igual que ella. Aqu no hay mutawa. Sonri.

    Aaminah se estremeci. Cmo saba que los mutawa la

    estaban persiguiendo?

    Sintense, por favor. Dijo la mujer al entrar al vestbulo.

    Los jvenes se sentaron en unas cmodas y hermosas

    sillas color azul claro.

    La chica se hospedar en la habitacin 38 y el chico en la habitacin 77. Dijo la mujer sentada en su puesto de trabajo. Era la recepcionista.

    No hay forma de que estemos juntos? Protest Haddd. Somos esposos.

  • ~ 71 ~

    Aaminah sonri, aunque no sala de su temor.

    Son esposos?! Exclam la mujer con una sonrisa. Segn tena entendido, los que hoy venan eran dos amigos. Alz la voz en la ltima palabra.

    Se equivoca, seorita. Dijo Aaminah. Somos esposos.

    Bien. Se resign la mujer. Se hospedarn en la habitacin 107. Debern esperar una noche. Maana a

    primera hora, llegar el hombre al que buscan.

    Los jvenes asintieron.

    Asad, La mujer se dirigi al botones que estaba all. Un joven alto, apuesto y flaco. Sus hermosos ojos color miel, denotaban tristeza. Una tristeza que nunca lo dejaba en paz y lo atormentaba cada da que pasaba. Lleva la mochila de la mujer.

    No. Dijo Aaminah con la mochila en su hombro. Yo podr llevarla.

    Como quieran. Dijo la mujer finalmente. Se pueden retirar a su habitacin.

    Los jvenes subieron rpidamente a donde la mujer les

    deca.

    La habitacin era hermosa y amplia. Tena una hermosa

    cama doble con cobijas rojas. Haba un gran televisor en la

  • ~ 72 ~

    pared frente a la cama. Junto a la ventana, una gran

    alacena.

    Mira, Aaminah! Exclam Haddd en un susurr sealando la alacena mientras cerraba la puerta. Comida!

    Debe estar vaca, Haddd. Dijo la chica caminando hacia la alacena.

    Al abrirla, la comida, los caramelos, galletas y dems,

    caan al suelo. La alacena estaba increblemente llena.

    Los muchachos no tuvieron tiempo de decir palabra

    alguna, y comenzaron a comer.

    Mira. Dijo Aaminah levantndose del suelo. Se haba quitado su nicab y estaba comiendo una galleta de trigo. Un CD sobre la cama.

    Era un CD blanco sin palabra alguna.

    Espera. Se levant Haddd. Tena una galleta de jengibre en su mano. Voy a reproducirlo.

    Tom el CD con la mano que tena libre, y lo coloc en el

    reproductor que haba bajo el televisor.

    Ven. Dijo sentndose en la cama. Recustate junto a m.

  • ~ 73 ~

    Aaminah sonri, y se acost en el pecho de Haddd que no tena camiseta.

    El video comenz con un nio frente a la cmara.

    Soy Issm. Comenz a hablar el nio. No tendra ms de diez aos. Su piel estaba sucia y resquebrajada. Soy hijo de Abdel Hadi. Saben que estoy secuestrado. Las lgrimas comenzaron a caer. No quiero sufrir ms. Maana en la maana, un hombre entrar a su habitacin.

    Les dar 300 Riyales para que vayan a otro lugar. No

    estoy en Arar. Estoy en

    Cllate, pedazo de mierda! Un hombre vestido de negro, empuj al nio y lo lanz al suelo. El golpe lo recibi en su cara, y el nio no se movi ms. Memoricen lo que aparecer a continuacin, imbciles. Se diriga a Aaminah y a Haddd. La pantalla se puso de color negro y apareci: RESTAURANTE AL BUSTAN TABUK 4H DE LA TARDE O LOS MUTAWA LOS ENCONTRARN EL NIO MORIR.

    El video termin.

    Haddd, tengo miedo. Dijo Aaminah.

    El chico la abraz.

    Eran las 9h de la noche.

  • ~ 74 ~

    Tienes sueo? Pregunt Haddd a la chica mientras acariciaba su hermoso cabello. Ella segua sobre su pecho.

    Aaminah se levant. Lo mir a los ojos y lo bes.

    El sol daba sus primeros rayos de luz en la ciudad. Eran

    las 6h de la maana.

    Aaminah abri sus ojos. Estaba desnuda. Haddd tambin. La chica sonri y lo bes tratando de despertarlo.

    Hola, luz de mis ojos. Salud Haddd con una sonrisa.

    Preparado? Sonri Aaminah.

    Haddd asinti.

    Los chicos se levantaron y se arreglaron rpidamente.

    Aaminah se coloc un hermoso vestido azul, y Haddd el mismo atuendo del da anterior.

    Abran la puerta, asquerosos! La puerta se estremeci. La voz era grave y tenebrosa.

    Espera. Susurr Haddd a Aaminah tratando de calmarla. Le dio un beso en sus hermosos labios y abri la

    puerta.

    Toma! Un hombre fornido, alto y grande pareca un gigante a los ojos de Haddd. Le lanz 300 Riyales en la cara y se fue dando zancadas.

  • ~ 75 ~

    Nos vamos ya? Sonri Haddd mientras agarraba a Aaminah de la cintura despus de cerrar la puerta.

    No quieres que se repita lo que pas anoche? Aaminah sonri.

    Quieres? Haddd sonri pcaramente.

    Aaminah asinti.

    Entre besos, los jvenes se acostaron de nuevo en la cama.

  • ~ 76 ~

  • ~ 77 ~

    TABUK

  • ~ 78 ~

  • ~ 79 ~

    Llegaron a Tabuk a las 12h del medioda.

    Antes de salir del hotel Al Shaheen en Arar, comieron

    todo lo que pudieron, adems de guardar comida en la

    mochila de Aaminah. Les alcanzaba para dos das o ms; a

    esta hora no tenan mucha hambre.

    Cunto dinero tienes? Pregunt Aaminah mientras vea las nubes grises en el cielo. Pareca que iba a llover.

    Haddd sac el dinero que tena en el bolsillo.

    150 Riyales. Dijo con una mirada inocente.

    Haddd, dime algo. Dijo Aaminah mirndolo a los ojos. Ya que somos novios, quiero que me respondas algo.

    Dime, mi hermosa nia. Dijo a Aaminah sonriendo.

    Quin te dijo que mi nombre es Aaminah? Quin te dijo que yo ira a tu herrera?

    No te puedo decir an. Dijo Haddd mirando al suelo.

    Haddd! Exclam Aaminah en un susurro. Dime, por favor!

    Haddd estuvo en silencio por unos segundos. Finalmente estall.

    Tu hermano, Essm! Grit el chico.

  • ~ 80 ~

    Aaminah neg con la cabeza.

    Te lo dije, Haddd! Exclam Aaminah. Essm est detrs de todo esto.

    Todo estar bien, Aaminah. Haddd tena la mirada perdida.

    Los jvenes se acercaron a una carretera, y tomaron un

    taxi que por all pasaba.

    Buenas tardes. Salud Aaminah entrando al auto seguida de Haddd quien cerr la puerta al entrar.

    Podra llevarnos al restaurante Al Bustan, por favor? Dijo Haddd amablemente.

    Por supuesto. Dijo el taxista acelerando el auto.

    No puedo creerlo. Susurraba la chica mirando al suelo. Mi hermano asesin a pap.

    Aaminah estall en lgrimas, mientras su novio la tomaba

    en brazos.

    Llegamos. Dijo el taxista detenindose frente a un gran restaurante. Era hermoso, amplio y ola delicioso. Son 30 Riyales.

    Haddd pag el dinero y ambos salieron del auto.

  • ~ 81 ~

    Un hombre estaba vigilando en la entrada al restaurante.

    Al parecer, deban tener una reservacin.

    No tenemos reservacin, Haddd. Susurr Aaminah mientras se acercaban al restaurante con paso lento.

    Haddd ignor a la chica.

    Nombres? Pregunt el hombre que vigilaba.

    Aaminah mir a Haddd a los ojos.

    Haddd y Aaminah. Dijo el chico.

    El vigilante alto, fornido y apuesto abri sus ojos como

    platos. Mir las hojas que llevaba en mano.

    Aaminah y Haddd estaban temerosos. Sus manos sudaban y sus corazones latan con una velocidad

    increble.

    Sigan, por favor. Dijo el hombre finalmente. Su mesa es la nmero 47.

    Los chicos caminaron hacia la mesa indicada. Al verla, sus

    ojos brillaron. Era una mesa para ocho personas.

    Haddd se sent junto a su novia. La mesa estaba decorada con flores, velas y manteles.

  • ~ 82 ~

    Un camarero se acerc con dos platos blancos que

    contenan falafel. Un plato delicioso con albndigas de

    vegetales y garbanzos.

    El camarero se retir.

    Debemos esperar? Pregunt Aaminah inquisitiva.

    Parece. Haddd tena la boca llena. Es una mesa para ocho personas. Tendremos una gran visita. Los chicos sonrieron.

    Creo que son ellos. Dijo Haddd viendo seis hombres entrando al restaurante.

    Slo son seis hombres. Dijo Aaminah. Se supone que deben ser ocho.

    Los seis hombres se acercaron a la mesa de los chicos.

    Eran altos, flacos, y todos vestan un bisht caf y una

    kufiyya del mismo color.

    Podemos? Dijo uno de los hombres mirando a Haddd.

    Claro. Sonri Aaminah. Tena miedo de lo que pudiese suceder en ese momento, pero aun as lo disimul.

    Los seis hombres se sentaron en las sillas vacas de la

    mesa. Sobraban dos sillas. Una junto a Aaminah, y otra

    junto a Haddd.

  • ~ 83 ~

    Los he enviado traer aqu, para que charlemos acerca del mocoso. Dijo el hombre que se sent frente a Haddd. Sus ojos azules reflejaban angustia y temor. Pero qu descorts soy! Abri sus ojos como platos. Los dems hombres sonrieron ante la burla. No les he preguntado cmo estn. Cmo ests, hermosa joven? Bes la mano de Aaminah.

    Muy bien, gracias. Su corazn comenz a latir con fuerza.

    T cmo ests, Haddd? Pregunt el hombre con una sonrisa.

    Aaminah abri sus ojos como platos.

    Se conocen? Pregunt la joven.

    Claro. Dijo el hombre. Haddd negaba con la cabeza. Quera que la tierra lo tragara en ese momento. l habl conmigo antes de la muerte del seor Ghassn. Supimos que el hombre morira. Haddd nos lo haba contado ese mismo da.

    Aaminah senta que el alma se le desmoronaba.

    Nos dijo que iras a su herrera. Fue as como Khlid nos envi para raptarte, bella joven.

    T lo sabas todo, Haddd?! Aaminah senta las lgrimas cayendo sobre sus mejillas.

  • ~ 84 ~

    Haddd es un buen muchacho. Dijo el hombre sin dejar hablar al chico. Mira, te enga para traerte a nuestras manos. l saba que te buscaba Khlid y que te necesitbamos aqu en este preciso momento.

    Aaminah no poda ms con el peso del engao. Confi

    plenamente en Haddd, pero ahora saba que el bello muchacho nunca existi.

    Te odio, Haddd! Grit Aaminah en medio de sollozos.

    Nosotros les facilitamos los viajes con el hospedaje en el hotel, la entrada a este restaurante Deberas darnos las gracias, seorita. Su tono era de burla.

    Aaminah divis en la entrada a un hombre con un nio.

    Era el mismo nio del video.

    Lleg el mocoso. Dijo el hombre mirando hacia el nio.

    Aaminah, perdname. Susurr Haddd. Necesitaba el dinero que ellos me dieron por ti.

    Me vendiste. Solloz la chica.

    Haddd baj el rostro.

    El nio se sent junto a Aaminah. En su cara se vean

    rastros de mocos secos, lgrimas, sudor, golpes, araazos

    y sangre. No quitaba la vista del suelo.

  • ~ 85 ~

    Quin llevar al pedazo de mierda a donde su padre? Pregunt el hombre con una sonrisa. La chica

    Aaminah. Dijo Haddd. Se llama Aaminah.

    Aaminah ir con nosotros. El seor Khlid te necesita. Dijo el hombre mirando a la chica.

    Yo no quiero ir con ustedes! Solloz Aaminah. Quiero volver a La Meca. Las lgrimas no paraban de bajar. Era una cascada en sus ojos.

    Tranquila. Dijo el hombre. Volvers a La Meca. Khlid te espera all.

    Quin mat a pap? Se limit a decir la chica limpiando sus ojos con el antebrazo.

    Nosotros, nia. Dijo el hombre. Khlid nos envi a hacerlo.

    Quin es Khlid? Solloz nuevamente la chica. Por qu me quiere a m?

    Porque desea casarse contigo. Dijo Haddd.

    Qu?! Aaminah tena nauseas. l no me conoce. Ni yo a l.

    Claro que lo conoces. Dijo el hombre. Recuerdas a Jihd?

  • ~ 86 ~

    Khlid y Jihd son la misma persona. Dijo Haddd.

    Aaminah no entenda nada.

    La mujer que envi saludos a Khlid en el restaurante, es Hadarah. Dijo Haddd mirando al suelo.

    Ella y Essm estn detrs de todo esto Verdad? Pregunt Aaminah.

    Haddd asinti con sus ojos cerrados. El sentimiento de culpa carcoma su alma pedazo por pedazo.

    Haddd, Dijo el hombre. Lleva al mocoso a Duba. Issm solamente miraba al suelo mientras jugueteaba con sus dedos. Llevaremos a Aaminah a La Meca.

    S. Musit Haddd mirando al nio.

    Los siete hombres tomaron a Aaminah de los brazos y la

    condujeron a un auto que haba frente al restaurante. La

    gente miraba, pero no intervena.

    Haddd, Dijo el hombre antes de irse. Lleva al imbcil a Duba, y entrgaselo a Essm. l te est esperando en el puerto principal de la ciudad.

    El chico asinti mientras el hombre se retiraba, y por

    consiguiente Aaminah.

    No me hagas dao, por favor. Dijo Issm con miedo.

  • ~ 87 ~

    Haddd sonri, y una lgrima cay de su ojo derecho.

    No lo har. Susurr.

  • ~ 88 ~

  • ~ 89 ~

    DUBA

  • ~ 90 ~

  • ~ 91 ~

    Haddd lleg a Duba con Issm. No le soltaba la mano izquierda al nio.

    Tengo hambre. Dijo Issm. Su voz era de un tono muy agudo, entristecedor y melanclico.

    Ven. Dijo Haddd halndolo de una mano hacia un pequeo puesto de frutas.

    Quieres una manzana? Pregunt Haddd sonriendo. Sus ojos estaban hinchados de tanto llorar.

    Issm asinti con la cabeza sin quitar la vista del suelo.

    Pap tambin venda frutas en la calle. Dijo Issm con sus ojos hmedos.

    El nio vesta una camiseta caf a rayas rojas, con un

    pantaln negro, roto, curtido de tierra y harapiento.

    Haddd lo tom en brazos y se dirigi al puerto.

    Es l? Pregunt Issm sealando a Essm que estaba sentado en una pequea silla mirando hacia el mar.

    S. Asinti Haddd detenindose. Essm les daba la espalda.

    Nunca haba visto el mar. Dijo el nio en brazos de Haddd. Es hermoso.

  • ~ 92 ~

    Haddd asinti mirando el mar. Pareca hipnotizado.

    Antes de que ese hombre que est sentado mirando al mar, me golpee, quiero tocar al menos una gota del ocano. El nio pareca llorar, pero no lo haca. Pap me deca que el mar tiene sal. No lo creo, el agua que he

    bebido no es salada.

    Haddd sinti cmo su corazn se encoga con cada palabra que el nio deca.

    Quieres tener una aventura? Sonri al nio que segua en sus brazos.

    Issm asinti con una sonrisa. Tal vez era la primera sonrisa que vea del nio.

    Haddd camin con el nio en brazos siguiendo la costa del mar. El joven se gir un poco, y vio a Essm persiguindole a toda velocidad.

    Haddd corri con la mxima velocidad que poda, hacia una pequea callejuela.

    Al no ver a Essm, Haddd e Issm se sentaron en el suelo para aliviar su agotamiento.

    Ven. Dijo Haddd levantndose y corriendo hacia una pequea panadera. Se sentaron en una de las sillas.

    Me quieres salvar? Pregunt el nio.

  • ~ 93 ~

    As parece. Dijo Haddd agotado. Quiero que vuelvas con tu padre.

    El nio lo abraz y sonri.

    Eres un buen hombre.

    Haddd neg con la cabeza.

    Soy un hombre malo. Traicion a la mujer que ms me amaba.

    Haddd sinti una pesada mano en su hombro izquierdo. Gir su cabeza y vio a Essm.

    Ese nio me pertenece, amigo. Dijo con una sonrisa mientras tomaba a Issm del brazo.

    Aydame! Grit el nio estirando su brazo hacia Haddd.

    Cllate, imbcil. Essm le propin un puo en la nariz. Issm comenz a llorar y a gritar desconsoladamente mientras su nariz sangraba.

    Haddd le dio un puetazo a Essm en el vientre. Los cinco hombres que estaban en la panadera, intervinieron

    en el altercado. Unos golpeaban a Essm, y otros trataban de liberar al nio.

    Essm qued inconsciente en el acto, y Haddd tom al nio.

  • ~ 94 ~

    Gracias. Grit Haddd a los hombres, con una sonrisa.

    Mientras que el joven agradeca y abrazaba a Issm para tratar de consolarlo, otro hombre tom un gran ladrillo y

    lo lanz sobre la cabeza de Essm. Su crneo se hizo trizas y la sangre emanaba de lo que quedaba de su cabeza.

    Todos se sorprendieron mientras el hombre sala

    corriendo.

    Issm, vayamos lejos. Dijo Haddd alzando al nio en brazos nuevamente. Nos culparn por el asesinato, y nos matarn.

    Corrieron hacia las grandes carreteras de la ciudad en

    busca de algn medio de transporte que los ayudara a huir

    lejos.

    No quiero que me golpeen ms. Solloz el nio.

    No dejar que lo vuelvan a hacer. Dijo Haddd.

    Se acercaron nuevamente al puerto, y divisaron en la costa

    un gran barco donde mucha gente suba. Haddd corri hacia l.

    Cunto cuesta abordar? Pregunt Haddd a un hombre regordete, y vestido elegantemente.

    450 Riyales. Contest mirando la sangre que emanaba de la nariz de Issm. El nio se limitaba a sorberla como si fuera moco.

  • ~ 95 ~

    Haddd pas el dinero al hombre y abord el barco.

    A dnde se dirige? Pregunt Haddd. Con el nio en brazos, la mayora de las personas pensaba que Issm era su hijo.

    A Yanbu. Se limit a decir. Su voz era gruesa y ronca. Su nariz grande y roja lo haca parecer a un cerdo a los

    ojos de Issm.

    Gracias. Haddd se sent en una pequea silla mientras miraba al mar con Issm sentado en sus piernas.

    El mar es muy grande. Sonri el nio dejando ver sus dientes. Le faltaba su colmillo inferior derecho.

    Ests mudando de dientes? Pregunt Haddd con una sonrisa de ternura.

    No. Se entristeci Issm. Me lo arrancaron con un puetazo.

    Haddd abraz al nio con mucha fuerza. Senta que el nio era parte de l.

    Eran las 10h de la noche. El barco segua su rumbo. El

    sonar de las aguas chocando contra el barco, eran una

    meloda para los odos de Haddd. Issm dorma en el pecho del hombre. Respiraba con dificultad.

    Estamos por llegar! Grit el hombre regordete.

  • ~ 96 ~

  • ~ 97 ~

    YANBU

  • ~ 98 ~

  • ~ 99 ~

    Vamos, Issm. Dijo Haddd dando suaves palmadas en la espalda del nio para que despertase.

    Ya llegamos? Pregunt el nio, somnoliento. Tan rpido?

    S. Haddd se puso en pie.

    A dnde vamos ahora? El nio tom a Haddd de la mano.

    No lo s. Se limit a decir. Podramos ir a La Meca, y luego ir a Al Hofuf. Tomara algo de ropa, y te llevara a

    Medina. Donde tu padre.

    El nio asinti.

    Tomaremos un medio de transporte rpidamente, para que puedas dormir un poco.

    S. El nio caminaba con paso lento. Estaba muy cansado.

    Salieron del barco, y caminaron en medio de la noche

    hacia un lugar desconocido. Casi era la medianoche. Los

    establecimientos estaban completamente cerrados. No

    haba gente en las calles, ni autos.

    Dnde tomaremos un auto? Pregunt el nio. No hay nada en estas calles.

  • ~ 100 ~

    Tal vez sera buena idea si durmiramos en un hotel. Dijo Haddd. Maana a primera hora podramos tomar un auto para irnos a La Meca.

    El chico pens en poder encontrar a Aaminah y explicarle

    todo lo sucedido.

    Divisaron a lo lejos, unas pequeas luces de todos los

    colores. Unas se encendan y otras se apagaban. Al

    caminar un poco ms, Haddd pudo ver que las luces alumbraban un pequeo letrero: HOTEL MOLHALUB.

    Era un pequeo hotel donde solamente haban unas 20

    habitaciones.

    Haddd e Issm se dirigieron al hotel. Las paredes eran hermosas, limpias y elegantes.

    Buenas noches. Salud Haddd al recepcionista. Un hombre alto y flaco. Tienen habitaciones disponibles?

    S seor. Dijo. Tenemos disponible la habitacin nmero once.

    Cunto vale la noche? Pregunt Haddd.

    380 Riyales.

    Haddd le dio el dinero, tom a Issm de la mano y se dirigieron a la habitacin indicada.

    La habitacin era clida, reconfortante y pequea.

  • ~ 101 ~

    Podra dormir contigo? Pregunt Issm.

    Claro, amigo. Sonri Haddd mientras cerraba la puerta de su habitacin.

    Hace mucho tiempo, no duermo en una cama. Se lament el nio. Me ponan a dormir en una jaula. Me senta como un animal.

    Haddd cambi de tema.

    Ven. Dijo mientras se recostaba en la cama. Golpe suavemente la cama para que el nio se acostase.

    Issm se recost a su lado. Haddd apag la luz mientras el nio lo abrazaba cerrando sus pequeos ojos.

    Aun no amaneca. Eran las 3h de la madrugada.

    Haddd no dejaba de pensar en Aaminah, y en cmo estara en este momento. Se levant de la cama. Issm dorma plcidamente. Se acerc a la ventana y la abri. La

    soledad, la oscuridad, el fro y el olor del mar eran los

    nicos que se sentan en ese instante. El chico pens en

    dejar a Issm all, e irse lejos donde nadie lo acosara. Pero Dejar al pequeo a la deriva de la vida? A la deriva de

    este mar de ilusiones, oportunidades, tristezas y lgrimas?

    No. Haddd deba estar con l hasta dejarlo donde estuviese sano y salvo.

  • ~ 102 ~

    Eran las 6h de la maana.

    Haddd e Issm buscaban un auto o un autobs que los llevara hasta La Meca.

    Un autobs se acerc.

    Nos podra llevar hasta La Meca? Pregunt Haddd al conductor. Un viejo gordo y feo.

    No. Dijo el hombre. Lo siento. Han cerrado las entradas a La Meca.

    Haddd se asust un poco.

    Hasta dnde nos puede llevar que est all cerca? Pregunt mientras tomaba fuertemente a Issm de la mano.

    A dnde necesitan ir? El hombre se puso tenso.

    A Al Hofuf. Dijo Haddd sin ms.

    Podra llevarlos a Taif. De all, podran tomar para Riyadh. De all pueden ir a Al Hofuf.

    Cunto cuesta? Pregunt el chico.

    500 Riyales.

    El chico e Issm subieron al autobs rumbo a Taif.

  • ~ 103 ~

    Haddd tema que los mutawa lo condenaran por tener una relacin abierta con Aaminah. O peor an, por acostarse

    con ella.

    Se relaj, puso su brazo sobre el hombro de Issm y se dej llevar por el autobs hacia Taif.

  • ~ 104 ~

  • ~ 501 ~

    FIAT

  • ~ 106 ~

  • ~ 107 ~

    El autobs segua su rumbo. Casi se acercaban a Taif,

    cuando se encontraron con un gran nmero de mutawa.

    Estaban deteniendo a todos los autos que por all pasaban

    para entrar a la ciudad.

    Haddd vio que dos hombres mutawa se acercaron al autobs. Su respiracin comenz a entrecortarse. El pulso

    se le aceleraba y el sudor comenzaba a bajar de su frente.

    El chico saba lo que iba a pasar.

    Issm. Dijo mientras mova el hombro del nio que se deleitaba mirando por la gran ventana. Entra bajo la silla. No te dejes ver de nadie. Probablemente los mutawa me

    lleven con ellos. Te voy a

    Por qu me dejars solo? Interrumpi el nio con sus ojos hmedos. No quiero que te vayas. No me dejes solo, por favor. Las lgrimas comenzaban a caer de sus pequeos ojos.

    No te pasar nada. Haddd lo abraz. Sus ojos comenzaron a dejar caer lgrimas. Te voy a dar 900 Riyales. Entreg el dinero al nio. Este autobs te dejar en Taif, te bajas, comes algo y tomas otro autobs

    hacia Riyadh, de ah tomas otro autobs y llegas a Medina.

    Entendido?

    El nio asinti mientras se limpiaba sus ojos con el dorso

    de su antebrazo.

    Rpido. Haddd vea a los mutawa acercndose ms y ms. Entra bajo las sillas.

  • ~ 108 ~

    El nio hizo caso y en posicin fetal, se qued bajo la

    silla. A la vista de Haddd, el nio no se vea en absoluto.

    Los mutawa abordaron el autobs.

    Venimos por Haddd Abukalil Jadad. Comenz a hablar el primer hombre que entr. Si est aqu, pngase en pie.

    Haddd lo dud por un momento, pero si se negaba, sera peor. Mir a Issm; tena lgrimas en sus ojos y una cara de tristeza.

    No lo hagas. Susurr el nio desde el suelo. No me dejes solo.

    Haddd sinti las lgrimas caer de sus ojos lentamente.

    Soy yo. Se levant de la silla. Soy al que buscan.

    Al fin. Rio el mutawa. Aaminah ha atestiguado contra usted. Debe venir con nosotros.

    A dnde? Pregunt Haddd mientras lo tomaban del brazo. Escuchaba los sollozos de Issm.

    A La Meca. Dijo el hombre caminando fuera del autobs tomado del brazo de Haddd.

    Al salir del autobs, Issm se levant del suelo mientras sollozaba. Mir por la ventana a Haddd resistindose a los mutawa. El pequeo, vio que Haddd se haba

  • ~ 109 ~

    liberado de los hombres y corra hacia el autobs, que ya

    se haba puesto en un lento movimiento. De repente, el

    nio oy un disparo.

    Issm mir hacia atrs del bus, y vio a su gran amigo tendido en el suelo mientras la sangre emanaba de su

    cabeza.

    No! Solloz el nio mirando por la ventana mientras el autobs tomaba ms velocidad.

    Su corazn estaba lleno de lodo. Un lodo que tena que

    salir por sus ojos. Issm lloraba desconsoladamente mientras la gente lo miraba. Una mujer se levant de su

    asiento. Era alta, esbelta y sus ojos verdes brillaban.

    Qu te pasa, pequeo? Pregunt la mujer mientras se sentaba junto al nio.

    Issm se puso tenso y solamente miraba al suelo dejando caer sus lgrimas lentamente sobre sus mejillas.

    No te har dao. Sigui la mujer.

    Mi amigo muri. Se limit a decir el nio.

    Ese hombre era tu amigo? La mujer abri sus ojos como platos.

    Issm asinti lentamente mientras la miraba a los ojos.

    l te hizo dao? Pregunt trastornada.

  • ~ 110 ~

    El nio neg con la cabeza.

    A dnde te diriges? Pregunt la mujer.

    A Medina. Dijo sin ms.

    Te puedo acompaar? Pregunt la mujer.

    El nio la mir nuevamente a los ojos.

    Tratar de protegerte como si fueses mi hijo.

    No tiene cosas ms importantes para hacer? Issm estaba serio. No creo que usted hubiese subido a este autobs para acompaarme.

    La mujer rio.

    No, pero har un sacrificio por ti.

    Entonces, s. Issm se limpi nuevamente los ojos, mientras el autobs se diriga hacia la liberacin de su

    padre. No tenan por qu buscar al pequeo Issm, ni tampoco hacerle dao. La mujer lo cuidara como si fuese

    su propio hijo y lo llevara donde su padre en Medina.

    Justo en ese momento, un autobs pas por el mismo lado,

    adelantando al bus donde encontraron a Haddd. Issm logr ver a una mujer que no dejaba ver ninguna parte de

    su cuerpo.

    Ni sus ojos.

  • ~ 111 ~

    El autobs iba a toda velocidad, tratando de llegar a Taif.

    La mujer iba muy angustiada. Se tapaba los ojos con su

    mismo nicab y simulaba estar dormida. Sus manos

    sudaban y su pulso se iba acelerando poco a poco.

    Necesitaba llegar a Riyadh rpidamente. La mujer senta

    los ojos de todos los pasajeros puestos en ella.

    Senta que la perseguan.

    La mujer record cuando fue llevada por la fuerza a La

    Meca. La encerraron en su propia casa con su hermana y

    su prometido. Los mutawa le hacan preguntas.

    Por qu fue a Al Hofuf a buscar a su padre?

    La mujer miraba los ojos violetas de su hermana con

    nervios.

    Para evitar que mi padre me hiciera casar con l. Mir a su prometido, que sonri maliciosamente.

    Dice que el cuerpo de su padre ha desaparecido totalmente? El hombre se cruz de brazos.

    La mujer asinti mirando al suelo.

    El cuerpo de su padre fue encontrado en HERREROS DE AL HOFUF. El hombre puso sus manos atrs.

    La mujer mir a su hermana. Sonrea.

    Le juro que no asesin a mi padre. Suplic la joven.

  • ~ 112 ~

    Quin cree que lo ha hecho? El hombre la miraba fijamente.

    La mujer mir a su prometido. Su familia era la duea de

    la mayora de las herreras del pas. l era el mismo

    Khlid. l pudo haber asesinado a su padre.

    As como Haddd.

    Fueron Haddd y Khlid. La mujer mir a su prometido.

    l? El mutawa seal al prometido.

    S. Susurr la joven.

    Ojal mi hermano estuviese aqu. Hadarah mir a Aaminah a los ojos con ira.

    Su hermano fue asesinado. El mutawa se puso serio. Lo asesin el tal Haddd. Los habitantes de Duba nos lo han dicho.

    Aaminah sinti el alma caerse a sus pies. Hadarah sinti lo

    mismo.

    Capturen a Haddd, por favor. Dijo Aaminah con lgrimas en sus ojos.

    Lo haremos, mujer. Dijo el mutawa. Sabemos que el hombre se dirige a La Meca o a Riyadh.

  • ~ 113 ~

    Aaminah no poda creer que el hombre al que am

    profundamente, fuera un criminal.

    Nos dijeron que l iba con un nio. Dijo el mutawa. Khlid se tens.

    Khlid secuestr al nio. Dijo Aaminah sin ms. Hadarah est detrs de todo esto tambin. La vimos en un

    restaurante, y supimos que nos segua. Fue ella quien nos

    ayud a abrir el portafolio en Sakakah. Ella y Khlid estn detrs de todo esto.

    Hadarah abri sus ojos como platos.

    Pero yo no me he movido de mi casa. Por qu dices que fui yo, Aaminah?

    Tus ojos violetas te delatan.

    No pueden haber ms personas con mi mismo color de ojos?

    Enviaste saludos a Khlid en el restaurante. Aaminah segua mirando al suelo.

    Estpida! Gru Khlid dando una bofetada a Hadarah.

    Ustedes tres estn implicados en el asesinato del seor Ghassn. Dijo el mutawa.

    Aaminah miraba lenta y disimuladamente por las

    ventanas. No haba mutawa fuera de la casa. Saba que

  • ~ 114 ~

    deba llevar a Issm donde su padre. Si los mutawa tomaban al nio, haran muchas cosas con l, de los que

    Aaminah nunca se perdonara.

    Podra salir por la puerta trasera. Tomara sus ahorros de

    su habitacin y rpidamente se ira. Solamente deba

    escapar del mutawa que los estaba interrogando.

    Y saba cmo.

    Tengo pruebas en mi habitacin! Grit Aaminah interrumpiendo lo que el mutawa deca a su hermana y a Khlid. Podra ir a mi cuarto para traerlas?

    Te acompao. Dijo el hombre.

    Su plan haba fallado.

    El hombre camin detrs de Aaminah que haba

    comenzado a subir las escaleras hasta su cuarto. Qu

    prueba le poda dar al mutawa?

    Acepto todos los cargos! Grit Khlid. No necesito que Aaminah entregue pruebas contra m.

    Aaminah no saba qu hacer. El mutawa se devolvi

    lentamente hacia Khlid. Aaminah aprovech para subir rpidamente a su cuarto y tomar 850 Riyales. Al salir de

    su habitacin, baj lentamente las escaleras. El mutawa le

    daba la espalda.

  • ~ 115 ~

    Secuestr al hijo de Abdel Hadi. Obligu al hombre a que entregara el portafolio con aquella nota, y que escogiera a

    Aaminah entre tanta gente para que cumpliese la misin.

    Yo estaba escondido detrs de la mesa del hombre. l

    saba que si deca algo indebido, l y su hijo moriran.

    Cuando Aaminah se fue, sent al hombre junto a m para

    que ella no volviera. Asesin a Ghassn por rdenes de Essm para que l se quedara con la fortuna de su padre y puse la llave sobre su escritorio. Essm envi a Aaminah a Al Hofuf y Haddd la esperaba en la herrera para llevarla a su misin. Llev el cuerpo de Ghassn a la herrera y lo escond para que no tuviesen pruebas de mi delito.

    Aaminah corri hacia la salida trasera con la conmocin

    en sus ojos. No saba si la perseguan. Corra hacia la

    parada de autobuses. Al no haber rastro de ninguna

    persona, Aaminah tom un autobs hacia Riyadh. Deba

    encontrar a Issm y llevarlo a la libertad.

  • ~ 116 ~

  • ~ 117 ~

    RIYADH

  • ~ 118 ~

  • ~ 119 ~

    Aaminah sinti que el autobs ya se haba detenido. Haba

    llegado a Riyadh con el miedo de ser seguida.

    Camin hacia la salida del bus con la mirada baja.

    Algunas personas la miraban y sentan el terror de la

    joven.

    Al salir del autobs, verific que Issm estuviese por all. No haba rastro; as que Aaminah no tuvo otra alternativa

    que preguntar a alguna persona que estuviese esperando

    algn autobs.

    Disculpe. Se acerc a una venerable anciana que llevaba dos bolsas demasiado grandes.

    La mir a los ojos. Los azules ojos de la anciana, le eran

    extraos a Aaminah. Toda una historia en dos pequeas

    esferas.

    Sabe si algn autobs se ha detenido justo antes de que el mo hubiese llegado?

    Te refieres a ese, pequea? La anciana seal el autobs donde vena Issm. Se aproximaba a una velocidad lenta pero constante.

    No lo s. Aaminah no le quitaba la vista al bus. Muchas gracias, seora. Le estrech la mano con una sonrisa.

    Del bus, salieron varias personas. Entre ellas, Issm acompaado de una mujer.

  • ~ 120 ~

    Aaminah corri hacia l con la felicidad en sus ojos. Al

    fin lo haba encontrado!

    Issm! Grit justo antes de abrazarlo con fuerza.

    Quin eres? Issm la miraba con inquietud.

    No le hagas dao! Exclam la acompaante del nio.

    Soy Aaminah. Sonri. Yo estaba junto a Haddd en el restaurante donde te vi por primera vez. Recuerdas?

    El nio la record, luego de unos segundos.

    Te llevar donde tu padre. Aaminah sonri.

    Yo llevar a Issm. Dijo la mujer a regaadientes.

    Disculpe, Sonri la chica. S dnde trabaja el padre del nio.

    Tambin lo s. La mujer entrecerr los ojos. Es Abdel Hadi.

    Cmo lo sabes? Pregunt Issm en un susurro.

    Bueno Titube la mujer. No saba qu decir; saba que haba metido la pata. Arrstenla! Seal a Aaminah mientras gritaba a las personas que se encontraban all. Se ha fugado de los mutawa!

  • ~ 121 ~

    Las personas se conmocionaron. Unas corrieron en busca

    de las autoridades, y otras miraban a la chica con temor.

    Qu? Aaminah no comprenda nada. Quin es usted?

    Te sorprendera si te dijera que Khlid es mi hijo? La mujer sonri.

    Aaminah! Grit Issm tratando de zafarse de las garras de la mujer.

    Aaminah iba a socorrer al nio; sin embargo, unas pesadas

    manos, agarraron a la chica de los brazos. Estaba inmvil.

    Senta que ya todo estaba perdido. Los mutawa la tenan

    en su poder. Sus lgrimas bajaron lentamente mientras

    vea a la mujer huyendo con Issm. Los mutawa no hacan nada por el nio. Su mente estaba puesta en Aaminah.

    Sabes qu es lo que les pasa a los fugitivos? Pregunt el mutawa con la respiracin en la nuca de la chica.

    La llevaron a rastras hasta donde haba ms gente. Las

    personas se arremolinaron y formaron un crculo alrededor

    de Aaminah y los mutawa.

    La chica vea los rostros de las personas. Unos rean, y

    otros gritaban maldiciones hacia ella. Un hombre mutawa

    le quit el nicab y la abaya. La chica tena solamente un

    vestido color mbar. Con lgrimas en sus ojos, vea a otro

    mutawa cavando un hoyo en el suelo. Ella saba lo que le

    esperaba. Vea que las personas recogan piedras del suelo,

  • ~ 122 ~

    y las amontonaban en sus manos. Los nios se peleaban

    por las piedras como si fuesen un tesoro.

    El mutawa introdujo a Aaminah en el hoyo, dejando la

    cabeza por fuera. Luego cerraron el hueco con ms tierra y

    arena.

    Todo pasaba en cmara lenta a los ojos de Aaminah. No

    quera morir de esa manera, pero no haba otra alternativa.

    Ya! Grit el mutawa.

    Las personas comenzaron a apedrearla con una fuerza

    increble. Unas piedras caan en los ojos de la chica, otras

    en la boca y otras fallaban el tiro y daban hacia otras

    personas. Aaminah trat de no gritar. Sollozaba sintiendo

    el dolor en su cabeza, y la sangre emanar de su boca,

    odos, y la cabeza. Lentamente dej de escuchar

    claramente. Su vista se pona borrosa; sin embargo, segua

    consciente de lo que suceda. Los mutawa rean a

    carcajadas desde un punto fuera del crculo.

    Pasaron casi veinte minutos. El sol comenzaba a ponerse.

    La oscuridad reinaba lentamente en la ciudad y en la

    mente de Aaminah. Lentamente se fue sumiendo en un

    oscuro sueo profundo del que jams despertara.

  • ~ 123 ~

    JAZAN

  • ~ 124 ~

  • ~ 125 ~

    En la oscura penumbra en un recndito lugar, estaba

    arrodillado Issm junto a su padre con la cabeza gacha. Detrs, casi diez hombres con sus caras completamente

    tapadas.

    De nada funcion el secuestro. Dijo uno de los hombres.

    Issm mir a su padre. Tena lgrimas en sus mejillas, y sollozaba. El nio sinti odio hacia la vida, tristeza y

    rencor.

    Te amo, pap. Solloz el nio justo antes de que su cabeza y la de su padre volaran por los aires como aves en

    libertad.

  • ~ 126 ~

  • ~ 127 ~

    As es en la vida; secuestran la mente, los sentidos y el

    corazn, para despus decapitarlo sin una muerte segura y

    con el dolor agonizante.

    .

  • ~ 128 ~

  • ~ 921 ~

    NIF

  • ~ 130 ~

  • ~ 131 ~