Fábricas de Creación / Sormen-lantegiak

EEAko kulturgintzaren berrikuntzarako proiektu bat

Un proyecto para la innovación de la actividad cultural de la CAPV

Laburpen exekutiboa

Resumen ejecutivo

Tabla de contenido

ALGUNOS DEFECTOS IMPORTANTES EN EL MODELO PÚBLICO CULTURAL...............................................................................................................2

TAMBIÉN EN LA CULTURA: LA INNOVACIÓN COMO ESTRATEGIA DE FUTURO..........................................................................................................4

NUESTRA PROPUESTA EN EUSKADI: TRES ÁMBITOS DE ACTUACIÓN........................................................................................................................6

a) Las Fábricas de Creación................................................................................................................................................................................. 6

Modos de intervención...................................................................................................................................................................................... 6

b) La Red de Experiencias Creativas.................................................................................................................................................................... 7

Modos de intervención...................................................................................................................................................................................... 7

c) +formación=+innovación................................................................................................................................................................................ 7

DISEÑAR EL FUTURO.................................................................................................................................................................................................. 8

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ALGUNOS DEFECTOS IMPORTANTES EN EL MODELO PÚBLICO CULTURALCon origen en muy diferentes impulsos, desde los más radicalmente artísticos hasta los que acentúan de las industrias creativas su potencialidad como motor económico, progresivamente llevan surgiendo tanto en el ámbito español como en el internacional nuevas iniciativas de centros de rendimiento creativo aplicados a la producción y socialización cultural y artística. Las señas de identidad de estos nuevos centros vendrán caracterizadas por sus diferentes promotores (desde lo público a lo privado), el contexto y las estrategias institucionales, la configuración urbana, la vitalidad creativa pre-existente, los tejidos de empresas y talentos, las redes de afinidad e intercambio… Cada uno nuevo que emerge añade nuevos vocablos que van abriendo más la hoy día imposible definición de estos centros, bien sean centros de cultura contemporánea, bien núcleos de desarrollo empresarial innovador para el sector cultural. A su vez, son ya tan numerosos que resultaría demasiado prolija intentar una relación de todos ellos aunque podríamos citar algunos ciertamente referenciales tales como, en el ámbito europeo, Manchester, Northern Quarter, ACME (Londres, Reino Unido), Argos (Bruselas, Bélgica), Astérides (Marsella, Francia), BBK e.V. (Berlin, Alemania), BEK (Bergen, Noruega), CAMAC (Mornay Sur Seine, Francia), Cité Internationale des Arts (París, Francia), Le Cube (Issy-Les-Molineaux, Francia), Gasworks (Londres, Reino Unido), Huset (Århus, Dinamarca), Künstlerhaus Bethanien (Berlin, Alemania), LKV - Lademoen Kunstnerverksteder (Trondheim, Noruega), Nederlands Instituut vor Mediakunst (Amsterdam, Holanda), NICC (Amberes, Bélgica), Space (Londres, Reino Unido), Stichting Kaus Australis (Rotterdam, Holanda), Triangle France (Marsella, Francia), V2 (Rotterdam, Holanda), Werkleitz Gesellschaft (Halle Saale, Alemania), o los centros públicos franceses de producción de diferentes artes; más cerca, podríamos dirigirnos al programa Fàbriques de Creaciò del Institut de Cultura de Barcelona (Fabra i Coats, La Central del Circ, Hangar, La Seca, La Escocesa e Illa Philips) o al programa Creamedia; o al Matadero, Media-Lab, la Tabacalera de Madrid, o al más reciente La Laboral de Gijón. Todas ellas responden sin duda al objetivo de acoger, acompañar y promover el talento y las habilidades creativas, individuales o colectivas, ofreciendo infraestructuras y servicios que permitan buenas condiciones para la creación de productos culturales.

Mientras tanto, en nuestra comunidad, si bien no podemos olvidar que en nuestro espacio llevan años funcionando centros como Arteleku o BilboArte, gestándose el que será algún día Tabakalera o el próximo Krea, durante los últimos 30 años, las políticas públicas en el ámbito de la producción cultural han puesto el acento en el desarrollo de la oferta, en la confianza de que este empeño cautivaría de por sí a públicos proporcionales para la demanda. Sus mayores esfuerzos administrativos y económicos se han dirigido principalmente a la puesta en marcha de infraestructuras de exhibición o socialización (teatros, museos y salas de exposiciones, centros culturales, bibliotecas,…) y, aunque con mucha menor intensidad económica, a la producción de contenidos, en su mayor parte a cargo de la iniciativa privada de los diferentes sectores, dentro de una condición progresivamente empresarial.

Ciertamente, esta inversión intensiva en la oferta cultural ha posibilitado una cierta estructuración de la geografía sectorial, de consistencia variable según en qué sector nos detengamos y, con ella, la existencia de un substrato interesante de artistas profesionales y empresas, pymes y micro pymes, y el desarrollo de una economía cultural creciente en cuanto a su capacidad de generación de empleo y líneas de negocio en el ámbito de la producción cultural.

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Sin embargo, el descuido de otros ámbitos de intervención lastra pesadamente todo el sistema y se hace especialmente notable en tiempos de cambio e incertidumbres como los actuales.

A su vez, la propia naturaleza de un modelo de producción principalmente basado en la subvención propicia una cierta estandarización y acomodo de dicha producción al criterio normativo que regula la concesión de las ayudas, el cual penaliza en muchos casos el riesgo y la disonancia tan necesarios para la aparición de nuevas formas y que provoca, en mayor o menor medida, consecuencias indeseables para el futuro:

El formateo estético y conceptual de la producción artística, más pendiente de encontrar fórmulas estables que garantizaran los proyectos profesionales dentro los modos actuales de producir y vender que de desarrollar nuevas personalidades.

Una cierta pérdida del papel social crítico, discursivo, ideológico, que toda manifestación artística debe ofrecer, tanto más acusada cuanto más industrial sea.

La falta de diálogo, de interacción entre los creadores, como emisores, y los públicos, como receptores.

La escasa plasticidad para adaptarse, o mejor, para aprovechar los cambios y nuevos momentos que los acelerados cambios tecnológicos traen consigo y, con ellos, los nuevos usos y maneras de entender la práctica cultural por parte de la ciudadanía, en lo ético y en lo estético.

La falta de renovación, de acceso de nuevos talentos a las estructuras profesionales, que son las más cercanas a la zona de protección institucional y, por lo tanto, las que tienen mayor capacidad de generar sector.

Así, aunque con diferentes signos e intensidades según de qué sector artístico se trate, se dan ya en nuestra producción cultural síntomas de pérdida en la transmisión inter-generacional del conocimiento; envejecimiento y falta de renovación de las estructuras creativas actuales; falta de innovación aplicada a ‘producto’, en el sentido de nuevos destinatarios, nuevos espacios, nuevas narrativas, nuevos procesos de gestión… Todo ello está provocando (de nuevo, de manera desigual según sectores) un empobrecimiento de fortaleza creativa, con pérdida de competitividad en y frente al exterior, así como debilidad para el desarrollo de marcas de futuro.No es un error que se deba censurar ni exclusiva ni principalmente a los creadores o a las empresas de producción: es una disfunción en el modelo actual que conjuntamente entre lo público y lo privado hemos desarrollado durante estos últimos años.

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TAMBIÉN EN LA CULTURA: LA INNOVACIÓN COMO ESTRATEGIA DE FUTURO

Es pues, el momento de abrir una nueva línea de acción pública estratégica, que promueva la innovación en las formas, estructuras y los modos de producir contenidos culturales, complementaria del modelo subvencional actualmente existente y que debe descansar sobre dos cimientos, en la fase primaria de la cadena de valor en la producción cultural:

La formación. No solamente la formación reglada – con realidades bien diferentes según el ámbito sectorial de que se trate -, sino también la formación que desarrolle habilidades, actitudes y prácticas que abran caminos concretos de innovación.

La creación entendida como laboratorio, como investigación, que recoja los caracteres más urbanos y renovadores, potenciadora de espacios de riesgo, ensayo y experimentación en diferentes lenguajes artísticos, que, aunque de inicio no esté necesariamente aplicada a diseño concreto de productos, pueda a su debido tiempo desembocar en propuestas innovadoras de más largo recorrido.

Sobre esta nueva línea de acción pública, que debe de tener un carácter permanente, hay un extenso fondo documental y teórico que comenzó a expresarse en la Agenda Europea de la Cultura 2007, que refiere a la cultura como catalizadora de la creatividad y recalca la necesidad de “estimular un entorno favorable para el desarrollo de las industrias culturales y de la creación, incluido el sector audiovisual, maximizando así su potencial, en especial el de las PYME, haciendo concretamente mejor uso de los programas e iniciativas existentes y estimulando las asociaciones creativas entre el sector cultural y otros sectores, incluso en el contexto del desarrollo local y regional”. Como es lógico, una buena parte de este corpus teórico surgió como consecuencia del Año Europeo de la Creatividad y la Innovación 2009 que tuvo entre sus principales objetivos el de “promover la disponibilidad de capacidades en materia de gestión, espíritu empresarial y formación empresarial, adaptadas específicamente a las necesidades de los profesionales de los sectores de la cultura y la creación para:

a) facilitar un entorno favorable a la innovación y a la adaptabilidad en un mundo que cambia con rapidez; deben tenerse en cuenta todas las formas de innovación, incluida la innovación social y empresarial;

…d) aumentar la sensibilización sobre la importancia de la creatividad, la innovación y el espíritu empresarial tanto para el desarrollo personal como para el crecimiento económico y el empleo, y fomentar el espíritu empresarial, especialmente entre los jóvenes, mediante la cooperación con el mundo de la empresa;…”

El programa genéricamente denominado “Fábricas de Creación” pretende abrir este nuevo rumbo de política cultural, ofreciendo espacios, metodologías de trabajo colaborativo con la iniciativa privada, herramientas y recursos para facilitar este nuevo contexto para el desarrollo de la creatividad y que deberá ponerse en marcha con cuatro criterios de partida, cuanto menos:

a. Debe garantizar la coexistencia, precisamente entre las dos energías, la artística y la industrial - entre la crítica y la aplicación a mercado, entre lo divergente y el producto -, sabedor de que esta conexión será potencialmente fértil y prometedora.

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b. Debe articular país, desbordar actuales localismos, promover la simbiosis territorial, reducir distancias entre los diferentes colectivos artísticos de nuestra comunidad, tender puentes sólidos hacia otras… No puede actuar localmente sino desde una visión de conjunto.

c. Debe huir del dirigismo unilateral, del paracaidismo cultural, y adaptarse a la geografía creativa del país, allá donde esté, allá donde haya experiencias activas sobre las que tendrán que descansar estos centros en un diálogo multilateral entre ellas, las instituciones y entidades implicadas y el entorno donde se instalen. Su modelo de actividad deberá ser pues, complementario (o divergente, pero otro al fin) del de los centros culturales o artísticos actualmente existentes.

d. Deberá, por fin, situarse en el contexto económico actual, en el que más que nunca deberá primar la racionalidad y la eficiencia en la gestión, así como la corresponsabilidad y participación de creadores y colectivos beneficiarios en la gerencia y financiación de los nuevos centros.

Este primer acercamiento al nuevo modelo deberá estar abierto durante un seguramente largo proceso de interlocución y experiencia compartida con diferentes interlocutores, y deberá ser siempre cambiante en función de las oportunidades que sin duda irán surgiendo a medida que vaya asentándose en nuestra geografía cultural, entendida de una manera extendida:

La creación multimediaParticularmente aquellos trabajos audiovisuales con un alto contenido tecnológico que priorice la experimentación con las nuevas tecnologías y con otros lenguajes.

Las artes visualesDesarrollo de proyectos en pintura, escultura, obra gráfica, ilustración, el diseño y las artes útiles... tanto a nivel individual como colectivo.

Artes escénicas y artes del movimientoExperimentación y producción, incluyendo la posibilidad de compartir los procesos de trabajo con públicos cautivos en teatro, danza, circo, performance…

La músicaEntendida en toda su diversidad sonora y que guste de la experimentación con nuevos sonidos, formatos, nuevos canales de difusión, etc.

Otras expresiones de cultura urbana contemporáneaEn muchos casos difícilmente clasificables (intervenciones, art-folies…), en otros directamente relacionadas con culturas urbanas (hip-hop en sus diferentes manifestaciones, rapping, breakdance, grafiti, y un largo etcétera de movimientos siempre cambiantes…).

Otras industrias creativas

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Aunque no sean directamente destinatarias iniciales, lógicamente cabe contemplar experiencias en campos tales como la moda, el software de entretenimiento o de aplicación artística, la publicidad, la artesanía…

NUESTRA PROPUESTA EN EUSKADI: TRES ÁMBITOS DE ACTUACIÓN

a) Las Fábricas de Creación. • Centros que, a través de la organización de programas específicos y con dotaciones, infraestructuras y estructuras adecuadas

para ello, propicien, tanto a personas como a colectivos creativos, espacios, recursos y acompañamiento colaborativo para que puedan desarrollar sus procesos de producción, formación o intervención cultural y artística, siempre desde la orientación a la innovación de las diferentes expresiones artísticas, la detección y respaldo al talento y la gestión participativa.

• Que puedan ser también semilleros de nuevas empresas de producción cultural, generalmente microempresas muy pegadas al propio creador, o impregnar en las ya existentes procesos y prácticas innovadoras.

• Que tengan unos modelos de gestión basados en el convenio entre lo público y lo privado, con un amplio margen para la participación y la autogestión, a través de contratos programas entre la/s institución/es y una/s organización/es de creadores, que se adapten flexiblemente tanto a la viabilidad de los equipamientos como a la naturaleza del trabajo experimentador que se persigue.

Modos de intervención

1. Dotaciones para infraestructuras. De carácter puntual y dirigidas a la adecuación y acondicionamiento básico de aquellos centros que así lo requieran. Durante el pasado año 2010, se convinieron ayudas dentro del Plan Extraordinario con las siguientes entidades: Lan Ekintza (Bilbao) para el proyecto Zawp de Zorrotzaurre; Eskena, para el proyecto Harrobia; Ayto de Gernika para el proyecto Astra y Diputación de Araba para el proyecto Centro Zaramaga gestionado por la Asociación Amarika. Dotación total destinada en 2010: XXXXXX. Dotación presupuestaria para 2011: 620.000 €.

2. Ayudas a la actividad. Convocada este año por primera vez, esta intervención será regulada a través de una Orden que atenderá solicitudes en cuatro apartados complementarios:

a. Apoyo directo al mantenimiento de los centros.b. Subvenciones destinadas al diseño de proyectos.c. Subvenciones destinadas a la realización de productos creativos d. Subvenciones destinadas a la movilidad de proyectos y productos.

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Para su ponderación se tendrán en cuenta los criterios de: Interés público, interés artístico y cultural, la responsabilidad social, la dimensión tecnológica, el vínculo local y la capacidad innovadora de los centros y proyectos presentados

La dotación total para este capítulo es de 1.000.000 €. Estimación de resolución: 1ª quincena julio 2011.

b) La Red de Experiencias Creativas. • Lanzamiento de una red que incorpore en una misma marca todas aquellas realidades diversas que ya existen en el campo de la

creación y la producción cultural innovadora.

• Que las permita establecer entre sí convenios de intercambio, influencia y colaboración que las fortalezca mutuamente, con un mejor aprovechamiento de recursos y un mayor entorno de socialización.

• Que pueda generar nuevos tejidos empresariales y/o profesionales como consecuencia de su dinamismo y un mayor volumen de actividad.

Modos de intervención

1. Promoción de una asociación constituida por los propios centros, colectivos y, en general, experiencias creativas que permita:a. La dinamización de proyectos comunes.b. La realización de las Jornadas Anuales de los Centros Creativos Vascos.c. La transmisión de información y conocimiento entre los distintos asociados, incluyendo medios físicos, presenciales y

virtuales, así como una Memoria Anual.d. La propuesta y ejecución de planes de formación.e. La oferta de un Punto de Información exterior, dirigido a artistas y nuevas empresas culturales.

2. La puesta en marcha de una secretaría técnica que gestione la actividad y proyectos de la asociación, con cargo a la Dirección de Promoción de la Cultura.

La dotación total para este capítulo es de 150.000 €. Estimación de resolución: 1ª quincena mayo 2011.

c) +formación=+innovación Establecimiento de un programa orientador que detecte y acerque a los creadores y empresas las mejores experiencias formativas en

su capacidad innovadora.

Que ofrezca técnicas y metodologías para el desarrollo de las capacidades creativas de “alto rendimiento” para la generación y evaluación de ideas, recursos complementarios, entrenamientos para la creatividad…

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Que aborde también la gestión desde la perspectiva de la innovación, incorporando nuevas herramientas y técnicas.

La dotación para este capítulo está incluida este año en la Red de Experiencias Creativas. Estimación de primer programa: 4º trimestre de 2011.

DISEÑAR EL FUTURO

A la hora de abrir este nuevo campo de política cultural, hay tres roles principales que este Dpto. de Cultura debe asumir en esta fase de puesta en marcha:

Uno es el de difundir en el conjunto del tejido cultural la necesidad de romper con los paradigmas del pasado y afrontar procesos de innovación que permita afrontar con mejores garantías un futuro incierto y con perfiles permanentemente desdibujados.

Otro es el de convocar a los distintos agentes a la reflexión y la acción necesaria para imaginar y diseñar escenarios de futuro o, cuanto menos, los itinerarios presentes que puedan acercarnos a aquellos escenarios de oportunidad.

El tercero es el de recoger dichas reflexiones, estructurarlas y convertirlas en recursos, metodologías y acciones concretas para que puedan convertirse en realidad.

Estamos pues, en el comienzo de un camino que deberá tener un recorrido siempre abierto y cambiante, sujeto a múltiples variables y, a veces, impregnado por la teoría del caos, que precisa necesariamente como garantía de éxito del diálogo e interacción de los diferentes agentes y personalidades creativas. Es pues, aún pronto para concretar un modelo ultimado como estación término, pero sí puede preverse que el diagrama de un futuro saludable a medio plazo estaría integrado por tres clases de formas:

Los creadores y colectivos privados, en cualquiera de sus personalidades jurídicas (aunque seguramente Pymes o Autónomos, en su gran mayoría), y actuando en una gran variedad de prácticas en el sector de la economía cultural, con una intervención importante en la sociedad del conocimiento y una alta presencia de tecnología.

Los centros de alto rendimiento. Espacios de especialización básicamente sectorial que aportan valor y servicios fuera del alcance o demasiado gravosos para los anteriores colectivos privados. Entre ellos estarán centros de producción de la tipología de Harrobia Eskena, Bilboarte, AlfaArte, Arteleku, Krea, Musika Etxeak, Dantza Etxeak… En su mayor parte, de naturaleza público-privada con diferentes formas de gestión.

Los centros de intersección. Espacios de trabajo, exhibición y encuentro en base a proyectos determinados entre creadores de diferentes disciplinas y orígenes, con una influencia mutua que permita transferencias de conocimiento e influencias inspiradoras.

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Pueden adoptar diferentes figuras y estructuras, hoy día el modelo que más apunta en esta dirección puede ser el proyecto Zawp de Zorrozaurre.

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Por fin, cualquiera que finalmente sea el diagrama que vaya perfilándose como fruto de esta nueva línea de intervención, hay tres factores / palanca que cooperaran beneficiosamente al éxito futuro:

La conexión aliada de todos ellos con los centros formativos existentes: Musikene, Eszenika, Facultad de Bellas Artes, Audiovisuales UPV-EHU, escuelas de diseño, etc. en lo que se refiere a las disciplinas creativas, así como su interrelación diversificada con otros campos académicos dentro de las ciencias aplicadas, las ciencias sociales, etc.

El reequilibrio y asentamiento de una nueva asignación de recursos destinados a esta política de apoyo a la innovación de la creación cultural. Una vez que podemos dar por suficiente el mapa ya existente de infraestructuras en nuestra comunidad, este recorrido de futuro debe de ser estimulado con recursos adecuados para poder esperar resultados positivos en un plazo medio.

En lo que afecta al ámbito territorial y local, el más cercano a la germinación del talento y a las microeconomías, sería muy beneficioso extender también el concepto de “Ciudades Creativas”, quizás tomando (o no) como referencia el programa de la Unesco que desde 2004 busca “incentivar las colaboraciones entre el sector público, el privado y la sociedad civil para favorecer el desarrollo de las industrias creativas, promoviendo nuevas asociaciones solidarias en el mundo”. Sin duda, es sólo una referencia, lo más importante es introducir igualmente en los equipos de gobierno locales la cultura de la innovación y estímulo de las economías locales como un factor de bienestar y riqueza para la propia comunidad local.

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