SOLEDAD FORZADA

LA VIDA DE UN UNIVERSITARIO

SOLEDAD FORZADA En la vida de los estudiantes

Las personas pasamos una buena parte de nuestras vidas en la escuela, estudiando, eprendiendo, o sim-plemente perdiendo el tiempo. Tmabién una buena parte de la vida del hmbre se la psa en descubirse a si mismo. Uniendo a estos dos factores, podemos enontrar como uno afecta directamente al otro.

La soledad que existe en los estudiantes en momentos de estrés y presión aumenta considerablemente. Cuando eramos chicos teníamos a nuestros papás, hermanos y familiares que nos apoyaran en cualquier momento en que nosotros no pudieramos controlar la situación y necesitaramos ayuda, ellos venían co-rriendo al rescate a solucionar nuestros problemas o simplemente a ayudarnos en los deberes escolares.

Conforme vamos creciendo vamos perdiendo ese apoyo, no porque no quieran darnos ese apoyo más, sino que, nosotros empezamos un nuevo camino en nuestras vidas, empezamos con la independencia y la autonomía. Vamos evolucionando como seres humanos y somos forzaados a mantenernos y valernos por nuestros propios medios.

Lo que quiero representar en estas fotos, es como se siente a veces un estudiante promedio en un am-biente estudiantil estresante. A pesar de que este rodeado por toda una “comunida estudiantil” a fin de cuentas esta solo, tiene que hacer sus tareas de manera autodidacta, autonoma y sin apoyarse tanto en los demás, porque, como enseñan desde chicos. Cuando uno sea grande va atener que hacer las cosas solo porque ultimadamente los beneficios serán para la persona que los esra realizando.

También trato de demostrar como en cierta manera existen grupos que aislan a los jovenes estudiantes, los hacen senitr que nos son parte de la escuela y apesar de que sea una etapa universitaria y todos deben de tener un pensamiento maduro y racional, aun se dejan llevar por las apariencias, estereotipos y por los chismes y los rumores. Por eso mismo decidí demostrar cada uno de los escenarios más comunes donde el universitario promedio suele estar.

Poniendo solo al modelo dentro de estos ambientes, queda muy en claro de la soledad que tiene, en unas fotos lo posiciono simulando las tareas diarias, como tomando clase y escribiendo obviamente en un entorno solitario. Y en otras represento el quiebre del mismo universitario en las tomas donde se ve desolado y sin esperanza.

Dramatizo cada uno de los ambientes con blanco y negro para darle mayor contraste a la idea, haciendo énfasis en lo obscuro y frío que pude ser el entorno Universitario.

Las estudiantes se sienten muchas veces presiona-dos por la escuela, el ámbito escolar puede ser muy demandante. Otro aspecto que se puede considerar es que a veces la soledad le puede servir al estudian-te a crear un ambiente de paz propio.

En la primera imágen vemos como toda la institu-ción escolar es la que da pie a todo este proyecto. Dandonos una imágen sombria, pero a la vez con luz, para demostrarnos de que a pesar de que exis-tan muchos factores sociales que puedan afectar de manera psicologica y emocional al estudiante. La escuela siempre estará para darnos conocimiento y un futuro más brillante.

En la segunda fotografía podemos apreciar al estu-diante, realizando trabajos escolares normales pero en la misma soledad que en la que inicio el día. La pérdida de esperanza ante la compañía alguna de las personas que lo rodean hace que el individuo se aisle y tenga la necesidad de postrarse a lado de un árbol, para no tener que enfrentar con la cruda rea-lidad de que el no encaja.

En varias ocasiones los estudiantes no llegan a comprender lo que se enseña en las clases y por la misma verguezna de no pregunatr o de sentirse re-chazados por no saber algun tipo de conocimien-to general, hace que en el momento de probar los conocimientos verdaderos el estudiante, llegue a volverse realidad ese miedo.

Cuando uno pasa al pizarron con la mente en blanco, en lo único que pude pensar, son las mil y un maneras para salirse de su cuerpo y que ese momento termine.. El aislamiento propio se con-vierte en una necesidad producida por el mismo subconsciente del individuo. Haciendo que enés de tener un aprendizaje y una experinecia grata se sienta deprimido y rechazado por el no saber, obviamente producido por sus propios miedos irracionales.

El ambiente de clases se supone que es uno de los lugares donde los estudiantes pueden convivir, con-cerse y sentir apego y crear lazos con sus compañers de clase, pero en muchas ocasiones la misma timi-dez de las personas no permite que esta interacción sea posible.

La soledad crea un vacio en el inetrior del estudian-te y en esra foto tome cuando el estudiante se siente tan solo que a pesar de que haya mucha gente a su alrededor no lo logra sentir.

Esa falta de conexión con la sociedad causa una fal-sa ilusión de soledad. La falta de integración social crea al estudiante ciertos estigmas cuando empieza su vida laboral.

Esta afectación sucede en general con todas las pr-sonas en el mundo, simepre existe un momento en nuestras vidas, donde no nos sentimos identifiaca-dos con nada ni nadie. Empezamos a car en este va-ció de soledad y sufrimiento.

Mientras encontramos el camino del redescubri-miento personal. Pasan muchas cosas y situaciones en las cuales uno se va dando cuenta de que la relai-dad en la que vivimos es otra.

Existen varios casos donde los estudiantes no tiene apoyo familiar, no tiene amiigos y no se conectan realmente con los profesores ni con nadie de su en-torno. Existe una especie de alienación.

Con estas fotos utilizando el blanco y negro como ya lo mencionava antes, se crea este aire sombrio de reflexión y reminicencia. Donde podemos percibir muy claramente la sensación de desamparo.

Con la dirección de las miradas trate de reflejar como el estudiante mantiene la cebza en alto pero a la vez se siente tiste y sin vida.

Con cada una de las fotografías trato de hacer que se mantenga una correlación entre una y otra contando una historia, desde que el estudiante entra a la escuela, espera a las clases, estudia, come, y sale (basica-mente acciones cotidianas de un estudiante común) todo esto mientras no hay ni una sola interacción, ni tampoco ninguna aparición de otro ser humano en la toma.

La soledad es el resultado de relaciones sociales deficientes, constituye una experiencia subjetiva ya que uno puede estar solo sin sentirse solo o sentirse solo cuando se halla en grupo; y, por último, resulta des-agradable y puede llegar a generar angustia.

La de quien apenas habla más que con su familia, sus compañeros de trabajo y sus vecinos es una soledad muy común en este mundo nuestro.

Nos sentimos incapaces de contactar con un mínimo de confianza con quienes nos rodean, tememos miedo que nos hagan o nos rechacen. Plantamos un muro a nuestro alrededor, nos encerramos en nuestra pequeña célula (en ocasiones, incluso unipersonal) y vivimos el vacío que nosotros mismos creamos y que justificamos con planteamientos como “no me entienden”, “la gente sólo quiere hacerte daño”, “para lo úni-co que les interesas es para sacarte algo”, “cada vez que confías en alguien, te llevas una puñalada”.

Si la soledad es deseada nada hay que objetar, aunque la situación entraña peligro: el ser humano es social por naturaleza y una red de amigos con la que compartir aficiones, preocu-paciones y anhelos es un cimiento difícilmente sustituible para asentar una vida feliz. Es una meta difícil y las estructuras y hábitos sociales de nuestra civilización frenan este em-peño de hacer y mantener amista-des, pero merece la pena empeñar lo mejor de nosotros en el intento.

La soledad es una situación que hemos de aspirar a convertir en transitoria y que conviene percibir como no forzosamente traumática. Podemos mutarla en momento de reflexión, de conocernos a fondo y de encontrarnos sinceramente con nuestra propia identidad.

Hay un tiempo para comunicarnos con los demás y otro (que necesita de la soledad) para establecer con-tacto con lo más profundo de no-sotros mismos. Hemos de “hablar” con nuestros miedos, no podemos ignorarlos ni quedarnos bloquea-dos por ellos. Es conveniente que, en ocasiones, optemos por la soledad.

En suma, equilibremos los momen-tos en que nos expresamos y atende-mos a otros, y los que dedicamos a pensar, en soledad, en nuestras pro-pias cosas.

Todas esas emociones fueron las que tratae de captar y representar en esta serie de fotografías.