Sociedades del conocimiento UNESCO

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a expresión “sociedades del conoci- miento” hizo su aparición a principios del decenio de 1960. Quienes la conci- bieron estimaban que, en el futuro, la riqueza de una nación iba a depender más de su capacidad para producir, intercambiar y transformar conocimientos que de sus rique- zas naturales o su producción manufacturada ¿Será el siglo XXI la era de las sociedades del aprovechamiento compartido? Son diversos los factores que suponen un obstáculo para esto. Por ejemplo, la “brecha digital” que, a menudo, va acompañada por una “fractura cognitiva”. Esta última crea una divisoria entre los países que poseen sistemas eficaces de educación, investigación e innovación, por un lado, y las naciones que se ven azotadas por el flagelo de la fuga de cerebros, por otro lado. En el Informe Mundial de la UNESCO titulado Hacia las sociedades del conocimiento, se presenta un panorama prospectivo de los cambios radicales ocurridos en nues- tros días y se destacan, entre otras, las siguientes ideas clave: • Las sociedades del conoci- miento no son meras socieda- des de la información. En efecto, a diferencia de la info.- mación, el conocimiento no se puede conside- rar una mercancía cualquiera. • La reducción de la “brecha digital” es una tarea importante, pero no es suficiente de por sí, ya que esa brecha va acompañada con mucha frecuencia por una “brecha cognitiva” mucho más honda y antigua. • El conocimiento va a desempeñar un papel cada vez más importante en el desarrollo económico, tanto en los países del hemisferio norte como en los del hemisferio sur. Asimismo, el conocimiento es un factor clave del desarrollo humano sostenible. • El auge de las sociedades del conocimiento ofrece una nueva posibilidad de desarrollo a los países del hemisferio sur, con tal de que no desemboque en la creación de rentas de situación en beneficio de los países del hemisferio norte. • No hay un modelo único de sociedad del conocimiento. Las sociedades del conocimien- to han de ser pluralistas y deben reconocer la diversidad de las culturas cognitivas. A cada sociedad le corresponde valorizar los conoci- mientos locales y autóctonos que posee. • Las sociedades del conoci- miento sólo cumplirán su misión si saben cultivar una ética de la colaboración y si aciertan a convertirse en sociedades donde el saber sea objeto de un aprovecha- miento compartido. La UNESCO se esfuerza por contribuir a la edificación de sociedades del conocimiento susceptibles de generar un desarrollo humano y sosteni- ble para todos. Por eso, es necesario otorgar prioridad a la diversidad lingüística, esti- mulando el bilingüismo desde la enseñanza primaria y, en la medida de lo posible, el trilin- güismo. Asimismo, conviene promover la diversidad lingüís- tica en el ciberespacio, apo- yándose en dispositivos ade- cuados. Es menester avanzar hacia una certificación de los conocimientos en Internet, esto es, hacia el establecimiento de homologaciones de la calidad que permitan identificar los sitios donde la información es especialmente fiable y valiosa. Hay que incrementar la contribución de la mujer a las sociedades del conocimiento. Se debe propiciar el acceso de las mujeres a la enseñanza básica, secundaria y superior, así como a las carreras científicas, recurriendo a una serie de medios adecuados: becas, L Hacia las sociedades del conocimiento La edificación de las “sociedades del conocimiento” representa uno de los desafíos más importantes del nuevo siglo. La UNESCO se esfuerza por conseguir que esas sociedades sean una fuente de desarrollo humano y sostenible para todos. Oficina de Información Pública memobpi El Informe Mundial “Hacia las sociedades del conocimiento” está disponible en español y cinco idiomas más. Hacia las sociedades del conocimiento Este texto de información no es un documento oficial de la UNESCO. Presenta al público el tema ”Hacia las sociedades del conocimiento”, preparado para la 60ª semana (30/10-04/11/2006) del 60º aniversario de la UNESCO.

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a expresión “sociedades del conoci-miento” hizo su aparición a principios del decenio de 1960. Quienes la conci-bieron estimaban que, en el futuro, la

riqueza de una nación iba a depender más de su capacidad para producir, intercambiar y transformar conocimientos que de sus rique-zas naturales o su producción manufacturada ¿Será el siglo XXI la era de las sociedades del aprovechamiento compartido? Son diversos los factores que suponen un obstáculo para esto. Por ejemplo, la “brecha digital” que, a menudo, va acompañada por una “fractura cognitiva”. Esta última crea una divisoria entre los países que poseen sistemas eficaces de educación, investigación e innovación, por un lado, y las naciones que se ven azotadas por el flagelo de la fuga de cerebros, por otro lado. En el Informe Mundial de la UNESCO titulado Hacia las sociedades del conocimiento, se presenta un panorama prospectivo de los cambios radicales ocurridos en nues-tros días y se destacan, entre otras, las siguientes ideas clave: • Las sociedades del conoci-miento no son meras socieda-des de la información. En efecto, a diferencia de la info.-mación, el conocimiento no se puede conside-rar una mercancía cualquiera. • La reducción de la “brecha digital” es una tarea importante, pero no es suficiente de por sí, ya que esa brecha va acompañada con mucha frecuencia por una “brecha cognitiva” mucho más honda y antigua. • El conocimiento va a desempeñar un papel cada vez más importante en el desarrollo económico, tanto en los países del hemisferio norte como en los del hemisferio sur. Asimismo, el conocimiento es un factor clave del desarrollo humano sostenible.

• El auge de las sociedades del conocimiento ofrece una nueva posibilidad de desarrollo a los países del hemisferio sur, con tal de que no desemboque en la creación de rentas de situación en beneficio de los países del hemisferio norte. • No hay un modelo único de sociedad del conocimiento. Las sociedades del conocimien-to han de ser pluralistas y deben reconocer la diversidad de las culturas cognitivas. A cada sociedad le corresponde valorizar los conoci-mientos locales y autóctonos que posee.

• Las sociedades del conoci-miento sólo cumplirán su misión si saben cultivar una ética de la colaboración y si aciertan a convertirse en sociedades donde el saber sea objeto de un aprovecha-miento compartido. La UNESCO se esfuerza por contribuir a la edificación de sociedades del conocimiento susceptibles de generar un desarrollo humano y sosteni-ble para todos. Por eso, es necesario otorgar prioridad a la diversidad lingüística, esti-mulando el bilingüismo desde la enseñanza primaria y, en la

medida de lo posible, el trilin-güismo. Asimismo, conviene promover la diversidad lingüís-tica en el ciberespacio, apo-yándose en dispositivos ade-

cuados. Es menester avanzar hacia una certificación de los conocimientos en Internet, esto es, hacia el establecimiento de homologaciones de la calidad que permitan identificar los sitios donde la información es especialmente fiable y valiosa. Hay que incrementar la contribución de la mujer a las sociedades del conocimiento. Se debe propiciar el acceso de las mujeres a la enseñanza básica, secundaria y superior, así como a las carreras científicas, recurriendo a una serie de medios adecuados: becas,

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Hacia las sociedades del conocimiento La edificación de las “sociedades del conocimiento” representa uno de los desafíos más importantes del nuevo siglo. La UNESCO se esfuerza por conseguir que esas sociedades sean una fuente de desarrollo humano y sostenible para todos.

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El Informe Mundial “Hacia las sociedades del

conocimiento” está disponible en español y

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Este texto de información no es un documento oficial de la UNESCO. Presenta al público el tema ”Hacia las sociedades del conocimiento”, preparado para la 60ª semana (30/10-04/11/2006) del 60º aniversario de la UNESCO.

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horarios adaptados, incremento del número de mujeres dedicadas a la docencia y la investigación, formación permanente y creación de puestos de mediadoras. El conocimiento es un instrumento potente de la lucha contra la pobreza. La economía del conocimiento representa una oportunidad para que los países emergentes incrementen el bienestar de sus poblaciones. Por ejemplo, el Estado de Kerala (India) registra índices de progreso social y nivel de desarrollo humano que se acercan a los de los países industrializados, a pesar de su escasa renta anual per cápita: 432 dólares en 2003. En efecto, la esperanza de vida asciende en ese Estado un promedio de 73 años y la tasa de escolarización alcanza 90%. Gracias a la calidad de sus infraestructuras de investigación, Kerala contribuye en gran medida a hacer que la India sea la octava nación del mundo en lo que respecta al número de publicaciones científicas. Sin embargo, hay que señalar que no todas las sociedades están preparadas para las mutaciones entrañadas por el advenimiento de las sociedades del conocimiento. De ahí que sea necesario velar por que el auge de la economía del conocimiento no agrave las desigualdades entre un centro productor y una periferia incapaz de producir los bienes y servicios en los que se basa hoy en día el desarrollo. En el Informe Mundial de la UNESCO se hace hincapié en que es necesario realizar esfuerzos, sobre todo en los sistemas educativos, para enseñar a los futuros internautas a cribar la información disponible en Internet, jerarquizarla y utilizarla con conocimiento de causa.

Antes de percibir los beneficios de la accesión a las sociedades del conocimiento, es necesario efectuar inversiones. Se ha estimado que, de aquí a 2015, se van a necesitar en el mundo entre 15 y 35 millones de docentes suplementarios, y tan sólo en el África Subsahariana será necesario contar con tres millones más de los que dispone actualmente. Esto significa aumentar considerablemente el gasto presupuestario, lo cual no estará al alcance de muchos países. Para lograr, de aquí a 2015, la universalización de la enseñanza primaria en los países en desarrollo y en transición, se necesitarán unos 9.000 millones de dólares anuales de ayuda externa suplementarios, esto es, cuatro veces más de lo que actualmente asignan los países y organismos donantes. A este respecto, es muy alentadora la reciente iniciativa adoptada en favor de los Países Pobres Muy Endeudados (PPMA), que consiste en condonar una parte de su deuda. Estos países han aprovechado la reducción de la deuda para incrementar su gasto público, asignando al sector de la educación 40% de los recursos recuperados de esta manera y al sector de la salud 25%.

El éxito de las sociedades del conocimiento En 1965, cuando accedió a la independencia, Singapur tenía una economía que presentaba todas las características del subdesarrollo. Por espacio de cuarenta años, los poderes públicos han aplicado políticas voluntaristas encaminadas a perfeccionar las competencias de la población, mejorar la productividad y crear dispositivos susceptibles de atraer a las industrias con gran densidad de capital y alto valor añadido. Así, Singapur se ha convertido en el verdadero centro económico del Asia Sudoriental: su PIB por habitante –que alcanza la cifra de 25.000 dólares – supera hoy en día al de muchos países industrializados. En 1971, varios miles de personas se asentaron en un llano desértico situado a unos 20 km de Lima (Perú), donde fundaron la comunidad de Villa El Salvador. Sin ningún género de ayuda externa, sus habitantes construyeron casas y una red viaria, y crearon también centros docentes y asociaciones. Con el correr de los años, una acción resuelta en pro de un desarrollo participativo y comunitario ha permitido transformar esta barriada miserable en una ciudad bien organizada. Esa empresa se ha sustentado en la labor realizada por las mujeres y las asociaciones femeninas, que desempeñaron un papel fundamental en el éxito logrado. Actualmente, 98% de los niños de Villa El Salvador están escolarizados y la tasa de analfabetismo de la población adulta (4,5%) es la más baja de todo el Perú. La extraordinaria vitalidad de esta democracia asociativa la pone de manifiesto la existencia de un centenar de clubs dedicados a actividades culturales, deportivas, artísticas y de otro tipo, en una comunidad que cuenta hoy en día con más de 400.000 habitantes.

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Si desea información complementaria, diríjase a la Oficina de Información Pública de la UNESCO, 7 Place de Fontenoy, 75352 PARÍS 07 SP – Teléfono: +33 (0)1 45 68 16 81 (16 82) – Correo electrónico: [email protected]

Contacto Jérôme Bindé, director de la publicación del Informe Mundial “Hacia las sociedades del conocimiento” Correo electrónico: [email protected]

Más información Vaya al sitio www.unesco.org/shs y, una vez en él, pulse en “Prospective studies”. Aquí podrá consultar en línea el Informe Mundial “Hacia las sociedades del conocimiento” en su versión en español (formato PDF). También se pueden consultar las versiones en árabe, chino, francés, inglés y ruso.