Sociedad y cultura

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CULTURA Y SOCIEDAD “..Sea que escuchemos con divertida indiferencia el sortilegio fantástico de un médico brujo de ojos enrojecidos del Congo, o que leamos con refinado embeleso las pálidas traducciones de las estrofas del místico Lao Tse, o que tratemos de romper, una y otra vez, la dura cáscara de un argumento de Santo Tomás, o que captemos repentinamente el brillante significado de un extraño cuento de hadas esquimal, encontraremos siempre las misma historia variable y sin embargo maravillosamente constante, junto con una incitante y persistente sugestión de que nos queda por experimentar algo más que lo que podrá ser nunca sabido y contado..” 1 1.1 De la interpretación (conceptos) individuales y su incidencia en lo colectivo. El ser individual es, de por sí, complejo. En cuanto logra, aún en su condición de individuo (a) primario (a), construir su propia visión de la exterioridad. Este proceso está asociado a los sentidos biológicos. La percepción, como ejercicio inicial que permite acceder a insumos externos, ejerce como instrumento para recolectar esos datos y procesarlos. Ya ahí, la diferenciación se establece por la vía del seguimiento y continuidad, originados en la capacidad para retener la información e interpretarla. No es una memoria simbólica ni formal, como la de los otros animales. Esa memoria trasciende a la repetición simple de lo aprendido, a manera de expresión espontánea y/o de respuesta instintiva a motivaciones externas. Por el contrario, es una memoria en constante actividad y que actúa como recurso pleno e intencional, cuando se hace necesario recordar lo visto antes, lo vivido; a partir de experiencias individuales y colectivas. Así y solo así se puede entender la capacidad que adquiere cada sujeto (a), para proponer y desarrollar opciones dirigidas al proceso de transformación de la exterioridad. Pero también, para entender la construcción de una simbología para sí; de tal manera que ejerza como instrumento fundamental, a la hora de definir sus propias perspectivas; en cuanto expectativas originadas en su propia pulsación con respecto a los (as) ) otros (as). Entonces, la esperanza, la ilusión, los afectos, el placer como elaboración suya; constituyen referentes en los cuales se cruzan la individualidad y lo colectivo. No como derogación de lo primero en función de lo segundo; sino como interacción que el (la) sujeto (a) individual acepta, e incluso propone, en el camino hacia la obtención de un determinado fin. Ya, en esta expresión, es pertinente entrever la influencia (...en esa memoria individual, como acumulado constante) de las tradiciones aprehendidas por la vía de la imposición y/o de la experiencia directa, que adquieren determinadas instancias simbólicas; construidas a partir de procesos individuales y colectivos. Así entonces, a manera de ejemplo, cabe analizar en ese espectro; el rol de la religión, de los códigos y paradigmas que ejercen como limitaciones al desarrollo pleno de la individualidad, en cuanto adquieren una significación que trasciende a cada sujeto (a) y lo (a) obliga a un acatamiento; so pena de quedar por fuera de esa figura de concertación colectiva que lo (a) compromete. No reconocer la concertación (a la manera de equilibrio); tuvo siempre (...y tiene ahora) para cada sujeto (a) repercusiones profundas. Inclusive, de su aceptación o no, depende en muchos casos la existencia suya como sujeto (a) individual vivo, como actor válido. En este contexto cabe una expresión relacionada con la incidencia que adquieren las opciones propuestas, por parte de los (a) sujetos (as) individuales; en lo que hace referencia a la interpretación de las pautas, paradigmas y condiciones vigentes en un determinado período histórico. En sí esas pautas y condiciones, no son otra cosa que construcciones colectivas que trasciendan a cada individuo (a). Podría aseverarse inclusive que, en las mismas; cada sujeto se subsume, como quiera que no le esté permitido transgredirlas. Está obligado, en consecuencia, a asumir una interpretación similar a la que realizan los (as) otros (as). Si su decisión es hacer 1 Camphell, Joseph. “El héroe de las mil caras”. Editorial Fondo de Cultura Económica, quinta reimpresión, 1999, página 11.

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CULTURA Y SOCIEDAD

“..Sea que escuchemos con divertida indiferencia el sortilegio fantástico de un médico brujo de ojos enrojecidos del Congo, o que leamos con refinado embeleso las pálidas traducciones de las

estrofas del místico Lao Tse, o que tratemos de romper, una y otra vez, la dura cáscara de un argumento de Santo Tomás, o que captemos repentinamente el brillante significado de un extraño cuento de hadas esquimal, encontraremos siempre las misma historia variable y sin

embargo maravillosamente constante, junto con una incitante y persistente sugestión de que nos queda por experimentar algo más que lo que podrá ser nunca sabido y contado..”1

1.1 De la interpretación (conceptos) individuales y su incidencia en lo colectivo.

El ser individual es, de por sí, complejo. En cuanto logra, aún en su condición de individuo (a) primario (a), construir su propia visión de la exterioridad. Este proceso está asociado a los

sentidos biológicos. La percepción, como ejercicio inicial que permite acceder a insumos externos, ejerce como instrumento para recolectar esos datos y procesarlos. Ya ahí, la diferenciación se establece por la vía del seguimiento y continuidad, originados en la capacidad

para retener la información e interpretarla. No es una memoria simbólica ni formal, como la de los otros animales. Esa memoria trasciende a la repetición simple de lo aprendido, a manera de expresión espontánea y/o de respuesta instintiva a motivaciones externas. Por el contrario, es una memoria en constante actividad y que actúa como recurso pleno e intencional, cuando se hace necesario recordar lo visto antes, lo vivido; a partir de experiencias individuales y colectivas. Así y solo así se puede entender la capacidad que adquiere cada sujeto (a), para proponer y desarrollar opciones dirigidas al proceso de transformación de la exterioridad. Pero también, para entender la construcción de una simbología para sí; de tal manera que ejerza como instrumento fundamental, a la hora de definir sus propias perspectivas; en cuanto expectativas originadas en su propia pulsación con respecto a los (as) ) otros (as). Entonces, la esperanza, la ilusión, los afectos, el placer como elaboración suya; constituyen referentes en los cuales se cruzan la individualidad y lo colectivo. No como derogación de lo primero en función de lo segundo; sino como interacción que el (la) sujeto (a) individual acepta, e incluso propone, en el camino hacia la obtención de un determinado fin. Ya, en esta expresión, es pertinente entrever la influencia (...en esa memoria individual, como acumulado constante) de las tradiciones aprehendidas por la vía de la imposición y/o de la experiencia directa, que adquieren determinadas instancias simbólicas; construidas a partir de procesos individuales y colectivos. Así entonces, a manera de ejemplo, cabe analizar en ese espectro; el rol de la religión, de los códigos y paradigmas que ejercen como limitaciones al desarrollo pleno de la individualidad, en cuanto adquieren una significación que trasciende a cada sujeto (a) y lo (a) obliga a un acatamiento; so pena de quedar por fuera de esa figura de concertación colectiva que lo (a) compromete. No reconocer la concertación (a la manera de equilibrio); tuvo siempre (...y tiene ahora) para cada sujeto (a) repercusiones profundas. Inclusive, de su aceptación o no, depende en muchos casos la existencia suya como sujeto (a) individual vivo, como actor válido. En este contexto cabe una expresión relacionada con la incidencia que adquieren las opciones propuestas, por parte de los (a) sujetos (as) individuales; en lo que hace referencia a la interpretación de las pautas, paradigmas y condiciones vigentes en un determinado período

histórico. En sí esas pautas y condiciones, no son otra cosa que construcciones colectivas que trasciendan a cada individuo (a). Podría aseverarse inclusive que, en las mismas; cada sujeto se

subsume, como quiera que no le esté permitido transgredirlas. Está obligado, en consecuencia, a asumir una interpretación similar a la que realizan los (as) otros (as). Si su decisión es hacer

1 Camphell, Joseph. “El héroe de las mil caras”. Editorial Fondo de Cultura Económica, quinta

reimpresión, 1999, página 11.

trasgresión, bien sea por la vía de proponer una interpretación diferente y/o de asumir la

opción directa de cuestionarlas y trabajar por su destrucción; se entiende que asume las consecuencias a que esto conlleva…Entonces se configura, a partir de esa intervención individual, una confrontación con la simbología e iconografías colectivas. Aquí, en esa confrontación, se enfrenta la construcción individual con la construcción colectiva. Esto es válido, como decíamos arriba, tanto para los paradigmas colectivos asociados a la religión; como para aquellos paradigmas asociados a la noción de ordenamiento y de jerarquización. Queda claro, asimismo, que estas construcciones colectivas, son posteriores a la apropiación primigenia de la exterioridad, a la internalización primera realizada por cada sujeto (a) en su contacto inicial con la naturaleza. Es decir, son elaboraciones, desarrolladas en el tiempo y en el espacio; como acciones concientes o inconcientes (...o mediante una interacción entre los dos estados) en donde se aplica el conocimiento acumulado, a manera de ordenamiento de las percepciones recibidas y almacenadas en la memoria. Pasa a ser, por esta vía, una memoria de todos y todas. Una memoria colectiva que se construye a través de la comunicación y de la instauración de códigos e íconos que dan fe de la concertación. Toda herejía, en principio, es una acción individual. Compromete a quien realiza una interpretación diferente y se decide a proponerla como opción. Bien sea como modificación

parcial de las pautas, paradigmas y condiciones instaurados como referentes colectivos; o como alternativa que conlleva a una modificación total, radical. Algo así como o son esas pautas y paradigmas o son estas pautas y paradigmas alternativos. Ya ahí, en esa acción de proponer

una alternativa, se configura un distanciamiento con respecto al ordenamiento vigente. Adquiere ese hecho un significado asimilado a la ruptura. En el proceso de enfrentar esa opción (...u opciones) con las existentes; el (la) sujeto (a) que ejerce como cuestionador (a),

desemboca en una posición herética. A partir de ahí, se trata de definir las condiciones y el tipo de acciones a realizar, el proceso de difusión de la opción u opciones nuevas. Aquí, condiciones, tienen que ver con los insumos recaudados para sustentar la nueva opción. Tipo de acciones,

tiene que ver con realizar una confrontación individual absoluta. O la adquisición, mediante el proceso de persuasión o imposición, de una aceptación de los (as) otros (as). De tal manera que pueda presentarse y desarrollar como opción u opciones colectivas. Esto no es otra cosa

que el comienzo de una sumatoria de acciones diferenciadas; en procura de lograr la aceptación y acatamiento, bien sea de la modificación parcial o de la erradicación de las

anteriores pautas y paradigmas y, en su reemplazo, erigir las nuevas. De todas maneras, bien sea que se actúe en un u otro sentido, es evidente la necesidad de

cierta subyugación hacia los otros y las otras. Algo así como entender y aceptar el principio básico relacionado con el ordenamiento y el equilibrio por la vía de la imposición de pautas y paradigmas: siempre existan referentes establecidos como condición para el ordenamiento y el equilibrio; habrá unos códigos y obligaciones que ejercen como limitación a la libertad individual. Alcanzar unos nuevos referentes, unos nuevos códigos y nuevas obligaciones; supone la realización de acciones que controvierten lo anterior. 1.2 Del sujeto Colectivo

Ahora se trata de establecer los términos de referencia, a partir de los cuales se configura la presencia y las acciones del colectivo; como sujeto pleno que trasciende a la individualidad pero

no la puede subsumir. Desde una interpretación etimológica, sujeto colectivo se entiende como figura plural. Es decir,

se asume su configuración como sumatoria, simple o compleja, de individualidades con presencia en un determinado escenario, ámbito o territorio. También involucra un concepto

adjunto, que da cuenta de una posición asimilada a la conciencia y a su significado. Algo así como entender al sujeto colectivo en condición vinculante con respecto a una visión (o visiones) y a una interpretación de la exterioridad que lo circunda. El problema radica en la posibilidad

efectiva para precisar el nexo entre esa figura colectiva y la individualidad, sin que implique la disolución. Porque, a partir de una interpretación centrada en el estricto comportamiento mecánico; podría pensarse en una dicotomía elemental, en donde la conciencia colectiva es

una expresión que traduce los acumulados históricos, en cuanto vivencias, como información

procesada que induce a una definición desde la perspectiva cultural. De todas maneras, la interpretación de lo colectivo, supone un imaginario. Este, a su vez, debe

estar asociado al concepto de espacio físico. Algo así como establecer una dinámica en la cual aparece la interrelación entre los (as) sujetos (as) individuales, asociados e integrados con respecto a determinados códigos reconocidos como válidos. Ya decíamos antes, en esta misma

línea de reflexión: los referentes, entendidos como códigos, pueden ejercer como punto de equilibrio; a través del cual se expresan las coincidencias. Ahora bien, la complejidad en la interpretación del significado y alcance de este equilibrio, está dado por el análisis del recorrido previo para acceder al mismo. Tal parece que se presentan dos opciones en la interpretación. Una de ellas tiene que ver la identidad pasiva que realiza cada sujeto individual con los códigos o referentes generales que inducen al equilibrio. La otra tiene que ver con la coacción, con la imposición, por la vía de acciones ejercidas por parte de quien o quienes se erijan como centro y/o como intérpretes únicos de esos códigos. La primera opción supone un tránsito no traumático, mediante el cual cada sujeto asume la identificación con los códigos (conciente o inconciente). Es de suponer que, ya ahí en ese tránsito hacia la identificación o reconocimiento, se configura una ruptura con respecto al yo absoluto. Se traslada parte de la identidad personal, a la identidad colectiva; como condición indispensable para acceder al equilibrio. Se entiende y acepta esa necesidad, en una perspectiva grupal, plural. Ahora bien, los códigos pueden adquirir características religiosas, o de simples premisas para el trabajo asociado; o de compromisos para establecer una figura colectiva relacionada con el ordenamiento global de obligaciones; o una sumatoria compleja de todas estas las anteriores. Lo cierto es que la aceptación se expresa como actitud soportada en la libertad para definir. La segunda opción supone la presencia de posiciones previas; en las cuales es evidente una diferenciación en términos no solo de interpretación y elaboración con respecto a la exterioridad; sino también en términos de apropiación unilateral de los acumulados históricos de las vivencias entendidas como insumos para la construcción de los códigos, referentes..o paradigmas. Aquí, entonces, se configura un recorrido traumático; por cuanto supone la restricción impuesta a las posibilidades individuales. No es ya la aceptación en libertad; es por el contrario la imposición a reconocer, tanto los referentes en sí, como también a quien o quienes los representan y los imponen. 2. De la noción de poder y su ejercicio.

Ahora es pertinente desarrollar algunos conceptos en relación al comportamiento del sujeto colectivo; a partir de su separación con respecto a los (as) sujetos (as) individualmente

considerados. Supone, entonces, la aceptación de su existencia con expresión propia; regida por pautas que, a su vez, pueden ejercer como referentes generales. El problema tiene que ver con precisar las condiciones y/o prerrequisitos necesarios para consolidar la figura de la

instancia abstracta; aquella que se desprende del sujeto colectivo y se rige como referente que debe ser acatado; no solo por los (as) sujetos (as) individuales; sino también por la colectividad que se construye y se hace plena en razón a la interacción constante entre los (as) sujetos (as). Ya, aquí, puede hablarse de una prefiguración territorial y de unos vínculos que hacen posible esa interacción. Supone la aceptación de la identidad individual propia de cada sujeto (a); pero también la existencia de los (as) otros (as) como pares que comparten una misma identidad colectiva. Respecto a lo anterior, considero pertinente remitir a una expresión de Lewis H. Morgan en su texto: La Sociedad Primitiva, veamos:

“..Los hechos indican la formación gradual y el desarrollo subsiguiente de ciertas ideas, pasiones y aspiraciones. Aquellos que ocupan las posiciones más prominentes, caben ser

generalizados como crecimientos de ideas particulares, a las que se encuentran íntimamente

vinculadas… ..ÚLTIMO. La idea de propiedad se formó lentamente en el pensamiento humano,

permaneciendo naciente y endeble durante períodos inmensos de tiempo. Adquiriendo vida en el salvajismo, requirió toda la experiencia de este período y del subsiguiente, de la barbarie, para desarrollar el gérmen y preparar el cerebro humano para la aceptación de su influencia de

contralor. Su imperio como pasión por sobre todas las demás pasiones, señala el comienzo de la civilización...”2

2.1 ¿Qué es el poder?

Hablábamos arriba acerca de las condiciones en las cuales se puede concretar la aceptación, por parte de los (as) sujetos (as) individuales, de unos referentes y/o principios básicos; por

fuera de si. Es decir, externos a cada uno a cada una. Quedó clara, en esta línea de análisis, la interpretación, a partir de dos opciones. Una u otra, definen tránsitos diferentes hacia la consolidación de los principios, referentes o paradigmas que han de centrar y orientar el

quehacer de los (as) sujetos (as) individuales; en un entorno preciso, en el cual se involucra la aceptación de los (as) otros (as) como pares. Pero, al mismo tiempo, adquiere el significado inherente a la separación de esos principios-referentes con respecto a lo colectivo, entendido

como sujeto que simplemente asume como sumatoria de las individualidades. Es decir, empieza a erigirse como figura que trasciende a los (as) sujetos (as); tanto en lo individual como en lo colectivo. También habíamos expresado acerca de la connotación que esto adquiere; en cuanto supone la presencia de quien o quienes asumen como responsables del manejo o supervisión del acatamiento debido en torno a esos principios-referentes. Es algo así como indagar con respecto a las condiciones que debe o deben reunir ese sujeto (a), o esos (as) sujetos (as).

Desde la interpretación propuesta por Marx y Engels; podría aseverarse que el ejercicio de esa responsabilidad supone la asunción de una posición de dominio, como efecto colateral de una apropiación con respecto a los excedentes de los bienes producidos por la vía del trabajo, de la transformación de la naturaleza. A lo anterior podría agregarse, como extensión necesaria, la apropiación de los acumulados del conocimiento adquirido en ese mismo proceso. De ser así, entonces, surge un nuevo elemento alusivo a la cultura; entendida como superestructura construida a partir de la relación establecida con la exterioridad (naturaleza). Aparece, por esa misma vía, la figura de beneficiarios o beneficiario. Esto, de por sí, adquiere el significado propio de unas relaciones, ya no en igualdad de condiciones; sino en las cuales se establece un dominio sobre aquellos (as) que no ejercen como tal. Otra alternativa, para la interpretación, tiene que ver con la posición Kantiana; en la cual aparece la razón como sujeto abstracto que conduce los procesos. Por lo tanto, adquiere una connotación ajena a los (as) sujetos (as), en tanto se entiende como condición preexistente al proceso de transformación de la naturaleza. Por lo mismo, entonces, se entiende como extensión y aplicación modificada de la posición socrática y aristotélica. La variante tiene que ver con el de que, en Kant, la Razón aparece como abstracción que ejerce como referente, inherente a la noción de poder; como instancia que convoca y que debe ser acatada; en cuanto se concreta a través de una figura asimilada al concepto de Estado. Ya, aún antes de Marx, Engels y Kant; Juan Jacobo Rousseau; Tomas Hobbes y Nicolás Maquiavelo, desarrollaron teorías alrededor de ese concepto de poder y de dominio. Opciones

diferenciadas hacia la interpretación de ese hecho. Variantes como el equilibrio entre lo colectivo y lo individual, a través de la aceptación y la concertación (Contrato Social, postulado

2 Morgan, Lewis H. “La sociedad primitiva”. Edición Divulgación Cultural Universidad Nacional de

Colombia, 1972, páginas 22 y 23.

por Rousseau); o como la exaltación y justificación de un ejercicio de dominio, desde una perspectiva centrada en la imposición (Leviatán, de Hobbes); o como figura asociada a la intermediación y trámite conciente de un sujeto individual que impone una determinadas condiciones (El Príncipe, de Nicolás Maquiavelo). El asunto queda planteado y precisa de un desarrollo, si se pretende dilucidar el significado del control ejercido sobre los (as) sujetos (as) individualmente considerados (as)...o sobre estos

(as), entendido como colectivo que no ejercen como beneficiarios (as) de este control. Tal y como lo hemos insinuado, el poder no es otra cosa que el control ejercido por parte de quien o quienes adquieren la capacidad para hacerlo. Acceder a esta capacidad, su aplicación , se explica según sea la interpretación asumida. De todas maneras, en estricto, desde el momento en que se configura una determinada forma de control; este actúa como condicionante que impide el desarrollo, pleno y absoluto, de la libertad individual entendida en los términos ya señalados: como posibilidad que tiene cada individuo (a) para interactuar con la exterioridad; a partir de sus propias vivencias. De su particular nexo con la misma y con el (la) otro (a). Supone, en fin, la pérdida de la autonomía primaria. Esto explica, hasta cierto punto, la tensión latente que acompaña todo proceso mediante el cual se efectúa una imposición. Una tensión ya prefigurada por Freud en “Tótem y Tabú”...y desarrollada por (sin saberlo) Engels en “El origen de la familia, la propiedad privada y el estado”. Con mayor claridad, Marcuse, identifica ese nexo en sus trabajos: “El hombre unidimensional” (en tanto que sitúa una interpretación del control político, como yunta que inhibe al –la- sujeto –a-) y en “Eros y Civilización” (en tanto se retoma todo el espectro, derivado del malestar que acompaña a cada sujeto – a-, desde el momento mismo de su vinculación forzada a la vida colectiva.). Así entendido, entonces, el poder inhibe el desarrollo del (la) sujeto (a). Supone la instauración de unos referentes para interpretar el nexo que cada uno (a) realiza con la exterioridad y de la internalización que este (a) efectúa, como efecto colateral de esa relación primaria. Algo así, entonces, como objetivar los acumulados de procesos anteriores, convirtiéndolos en pautas que deben ser aceptadas. Por esta vía, en consecuencia, podría entenderse esa inhibición, en condiciones similares a la que existe con respecto a los condicionantes primarios anclados en los contenidos propios de la religión. En principio, podría aseverarse que (en estricto) poder y religión causan el mismo efecto en cada sujeto (a)...la inhibición. En torno a este hecho, cabe expresar desde ahora un elemento que será desarrollado posteriormente: Cuando se actúa, de manera individual o colectiva, en contra de esa inhibición; se configura un conflicto que origina un castigo, una sanción; por parte de quienes ejercen como controladores hacia quien o quienes actúan en contravía de los referentes. Es el caso, a manera de ejemplo, de lo sucedido con Prometeo. 2.2. El poder político. A manera de ilustración (...con las reservas obvias), es pertinente presentar la reflexión efectuada por Francisco Segui, en el prólogo a una de las ediciones de La República (Platón); veamos: “...Si la vida ciudadana, la polis como forma comunitaria, se hunde desgarrada por el

escepticismo, el agnosticismo y el relativismo, la polis como organización política sucumbe ante el empuje de la democracia. Y si Sócrates buscaba la solución invitando a revisar los conceptos éticos, a encontrar lo absoluto, Platón idea todo un mecanismo político-social. Su República no

es una descripción de un mundo ideal: es una técnica de formación de una sociedad. Aunque de vez en vez caiga en ciertas disquisiciones sobre conceptos tales el de justicia o felicidad, está orientada al estudio de los aparatos de control social. Su objetivo es el orden, la estabilidad

(rechazará todo cambio que no sea un acercamiento al ideal descrito en la obra). Y para ello parte de la educación. La educación es el principal elemento represivo, el medio más eficaz

para el control, el más apropiado homogenizador social. Educar es, para Platón, construir ciudadanos. En la educación se hará al ciudadano: se condicionará su sensibilidad, su voluntad y su pensamiento, de modo que nada pueda desear sino aquella situación que por naturaleza le

pertenece.

Toda técnica de control social responde a una concepción del hombre y de la vida, sin duda.

Pero es un error pensar que Platón extrae sus ideas políticas de la teoría de las ideas. Al contrario, la Ideas serán una metafísica, una cosmovisión, una especie de creencia favorable para llevar a cabo la política…”3

Desde la interpretación acerca del poder, propuesta y desarrollado en este escrito, es evidente la asimilación al concepto de control. El asunto siguiente tiene que ver con su definición en

términos de control político. Lo anterior, por cuanto la noción de política, adquiere una connotación relacionada con la actuación colectiva. Algo así como entenderla, en el contexto permitido por los agregados adquiridos a través de determinados procesos previos. Es decir: la política no constituye una opción originada en el proceso de internalización que efectúa cada sujeto (a), con respecto a la exterioridad. Es, por el contrario, el desarrollo de elaboraciones acumuladas, a través de procesos que trascienden a cada sujeto (a); comoquiera que se configuran a partir de una forma de apropiación realizada por parte de quien o quienes convierten esas elaboraciones, en opciones que entran a ejercer como referentes. En consecuencia constituyen, por esto mismo, un mandato; una convocatoria que pretende el reconocimiento individual y colectivo. Está expresada en códigos (...o definiciones) que conforman un cuerpo teórico, con repercusiones prácticas en el quehacer cotidiano. Es, en otras palabras, el soporte necesario para ejercer gobierno, autoridad; por parte de quien o quienes se han separado de los (as) otros (as); en su condición de usufructuarios (as) de esos mismos códigos. La diferenciación comienza, desde el momento mismo en que aparecen insumos que la permiten. Si bien es ilustrativa la interpretación (...un poco lineal) propuesta en el recorrido:

sociedad primitiva-esclavismo-feudalismo-capitalismo; como proceso explicativo en cuanto al origen de la dominación. Lo cierto es que el asunto es mucho más complejo. Porque supone, entre otras cosas, retomar el entendido de la apropiación de los referentes y su imposición; a partir de un ejercicio originado en la diferenciación; pero asimismo, en nexo con el proceso de internalización individual. Valga presentarlo de la siguiente manera: si la sociedad primitiva descrita por Lewis H. Morgan, constituyó un estado en el desarrollo de la humanidad; no puede inferirse, necesariamente, la ausencia de determinadas formas de diferenciación...y de control. Con las limitaciones sociológicas y políticas propias de su investigación, el texto que la resume, tiene elementos importantes; en cuanto a la interpretación de los hechos originados en la misma investigación que se relacionan con la actividad humana. Por lo mismo es pertinente resaltar lo siguiente: “..Los hechos indican la formación gradual y el desarrollo subsiguiente de ciertas ideas, pasiones y aspiraciones. Aquellos que ocupan las posiciones más prominentes, caben ser

generalizados como crecimientos de ideas particulares, a las que se encuentran íntimamente vinculadas…

..ÚLTIMO. La idea de propiedad se formó lentamente en el pensamiento humano, permaneciendo naciente y endeble durante períodos inmensos de tiempo. Adquiriendo vida en el salvajismo, requirió toda la experiencia de este período y del subsiguiente, de la barbarie,

para desarrollar el germen y preparar el cerebro humano para la aceptación de su influencia de contralor. Su imperio como pasión por sobre todas las demás pasiones, señala el comienzo de la civilización...”4

Ahora bien, como lo hemos señalado arriba, el poder adquiere significado a partir de la apropiación unilateral de insumos relacionados con el conocimiento acumulado. Esta

apropiación permite la elaboración de unas determinadas condiciones que deben ser acatadas, por parte de quien o quienes no actúan en posición de usufructuarios. Así planteado, entonces,

no implica necesariamente un nexo primario con la posesión de bienes. Otra cosa es que la posesión permita el desarrollo y consolidación posteriores de mecanismos de control y, por esta

3 Segui, Francisco. Prólogo a La República, Tomo I. Ed. Universales, Bogotá

4 Morgan, Lewis H. La Sociedad Primitiva, edición Divulgación Cultural Universidad Nacional de

Colombia, 1972.

vía, de imposición. Lo anterior es lo mismo que entender la dinámica del poder y del control; como una sucesión de eventos en los cuales se van estructurando unas instancias en las que predominan instrumentos conceptuales, como opciones únicas para la interpretación de la naturaleza y de las relaciones necesarias para transformarla…o, simplemente, para convivir con ella. A partir de esta lógica para la interpretación del poder; se entiende que este adquiere una

connotación política, como opción válida en el proceso de consolidación y defensa del mismo, por parte de quien o quienes actúan como detentadores. Lo que, en principio, era un control en términos de pautas y códigos propuestos (...o impuestos) como única alternativa para

establecer un nexo con la externalidad; se convierte un la instauración de instancias que identifican esos pautas y códigos con los usufructuarios. Esto supone el desarrollo de mecanismos constitutivos de reglas orientadas a distanciar, aún más, el poder con respecto a

quienes se controla. Es decir este (el poder) se torna mucho más complejo; comoquiera que se configura la intermediación como requisito indispensable para acceder a sus representantes. El

territorio, en este contexto, deja de ser simple externalidad primaria, natural en la cual se efectúa la interacción y el intercambio por parte de los (as) sujetos (as). Se convierte, por lo mismo que se consolida la figura del poder, en escenario en el cual la relaciones (...Sociales)

adquieren características, cada vez, más complejas. Ya no es, entonces, la simple aceptación de los códigos originarios, casi siempre asociados a la religiosidad. Ahora se trata de una figura ensanchada de este. Una ampliación del espectro; en función de los nuevos elementos que lo

acompañan y sustentan. Vale la pena reiterar acerca del condicionamiento que se le imprime a la actuación individual. El

proceso, por medio del cual se instaura la dominación, supone una inhibición a la libertad. Ya no existe la posibilidad de ejercer la autonomía inicial; para exteriorizar los conceptos elaborados a partir de la relación con la naturaleza, con la externalidad. Lo que prevalece,

ahora, es la asunción de los referentes establecidos como única opción posible. Es una interpretación mediada por los códigos y las instancias desarrolladas por parte de quien o quienes ejercen como detentadores de esos referentes. A esto se agrega el hecho del nexo entre esa acción de control primaria y la evolución del sistema de apropiación de los excedentes derivados del trabajo. Se configuran, entonces, unas relaciones sociales en las que prevalece la imposición de reglas. Algo así como una sumatoria de conceptos básicos que obligan. Actuar en contravía de los mismos sitúa, a quien o quienes lo hacen, por fuera de esas condiciones. Por lo tanto debe ser entendido como desafío, como rebelión. Esto es lo que explica, en términos del concepto de legalidad, la estructuración de figuras que describen y validan el castigo; como procedimiento indispensable para mantener el control. Es ahí en donde, el poder, adquiere su connotación política. Es pertinente, para este caso, citar la posición expresada por J.C. Friedrich, en su texto La filosofía del derecho. “..Puesto que para el derecho siempre tiene importancia fundamental que

la obligación de sus normas se encuentre firmemente anclada en la convicción de la legitimidad de la autoridad que crea la ley, sea Dios, sea la acción popular, la importancia de las normas legales en la vida social estará, en todo momento, hondamente influida por la fe en la

legitimidad del gobierno que las impone y por la cual son creadas. El nomos y el jus de griegos y romanos estuvieron en vigor mientras se mantuvo la fe en la comunidad de la polis, pues la polis estaba regulada por el nomos y el jus, debido a la constante fe del pueblo en la heroica

sabiduría de algún antiguo legislador, ya fuera un Solón, un Licurgo, o las Doce Tablas. Sin embargo, para los judíos del Antiguo Testamento, no fue Moisés, ni siquiera los profetas, sino el Dios único, quien habló a Moisés y le ordenó que comunicara sus leyes a su pueblo (Levítico 19:

1-2). Y fue su pueblo el que quedó convertido en una comunidad sagrada gracias a esa comunicación, por la santidad misma del Dios que había dictado las leyes. Y de esta

santificación, al dar y obedecer la ley, se desarrolló o, quizá fuera mejor decir que se derivó, como corolario la doctrina del pueblo elegido...”5

5 Friedrich, C.J., La Filosofía del derecho, ed. Fondo de Cultura Económica

2.3 El concepto de Estado Ya quedó planteada la interpretación en torno al poder y al control. Se infiere, en consecuencia,

una connotación asociada al concepto de sociedad; entendida como interacción colectiva en un determinado territorio y cohesionada por una reglamentación; impuesta como norma de obligatorio acatamiento.

Cabe ahora extender esa interpretación. Ya no tanto en lo que hace referencia a la implementación coercitiva de los códigos y de las instancias a cuyo cargo está la vigilancia y

desarrollo de los mismos. Se trata de entender la dinámica que adquiere esa implementación; a través de un proceso que va instaurando instancias, como figuras mucho más complejas en lo que hace referencia a los mecanismos de control, de su desarrollo y distanciamiento con

respecto a la interpretación primaria, rígida de la inhibición y subyugación hacia el ( ...o los) sujeto (os).

Lo que antes era un escenario en el cual se exhibían unas relaciones simples de dominación; ahora se va convirtiendo en territorio en donde los códigos y normas conforman un sistema

lógico, abstracto. De tal manera que los (as) sujetos (as) involucrados (as) como dominados (as), pasan a ser un colectivo que es obligado a identificarse con ese sistema complejo de mandatos y requerimientos; intermediado por instancias próximas y lejanas. Es, en otras

palabras, una asociación forzada que tiene como justificación y como centro, la aceptación de ese sistema normativo. Al mismo tiempo, implica el reconocimiento de intermediarios que ejercen como representación válida de esa asociación (...de ese Contrato Social, diría Rousseau). Lo anterior no supone, en estricto, la pérdida de las aspiraciones íntimas de cada sujeto (a),

entendido en los términos propuestos arriba. Por el contrario, a pesar de la imposición del sistema de normas, persiste ese conflicto (...o malestar que llamaría Freud) latente con respecto a esa misma imposición. Veámoslo, un poco, en los siguientes términos:

“..Creo poder decir, en resumen, que la filosofía estoico-ciceroniana del derecho tiene sus raíces

en una ética racional a la que se adjudica una validez universal, como ley de la naturaleza humana. Esta ley, como todas las leyes de la naturaleza, es la razón inherente a la naturaleza toda; es su significado. Por tanto, podemos, y debemos derivar leyes de esta ley (a lege

ducendum est juris exordium), porque esta ley, la ley natural, es la fuerza de la naturaleza (naturae vis) y, por tal motivo, es la norma que define lo que es bueno y lo que es malo. El cumplimiento de esta ley natural es tarea impuesta a los diversos estados (civitates) que

expresan la verdadera ley en las normas del jus pentium, común a todas ellas. Cada comunidad, sin embargo, tiene su propio jus civile, válido sólo para sus ciudadanos, ya que toma en consideración las condiciones especiales, tanto espirituales como materiales, que son

peculiares de tal comunidad. Pero ni el jus Pentium ni el jus civile deberán estar en conflicto con el jus naturae. Si lo están, tales normas no son verdaderas leyes, sino mandatos arbitrarios...”6

Hasta aquí queda claro, en nuestra línea de interpretación, la dicotomía que subyace a la implementación del poder político, como una expresión de la coacción hacia el sujeto. Este

ejercicio de dominación tiene, como colateral, una forma de subyugación; en tanto supone la imposición de limitaciones al desarrollo autónomo individual que permite acceder a la naturaleza y tomar de ella las percepciones e impresiones necesarias para construir el bagaje

conceptual indispensable, como proceso que consolida la independencia de cada sujeto (a). La inhibición, derivada de la imposición de ese tipo de poder, induce a reprimir la autonomía y la

libertad; como cuota necesaria que debe otorgar el (la) sujeto (a) para disfrutar las posibilidades derivadas del poder que, a su vez, se erige como avance colectivo en la escala de

6 Friedrich, C.J., obra citada.

la evolución humana...de la civilización; pero implica asimismo la latencia del conflicto, del deseo de libertad reprimido. Veámoslo, en términos de Marcuse: “El desarrollo del sistema jerárquico de trabajo social no solo racionaliza la dominación, sino

que también contiene la rebelión contra la dominación. En el nivel individual, la rebelión original es contenida dentro del marco del conflicto de Edipo normal. En el nivel social, las recurrentes rebeliones y revoluciones han sido seguidas por contrarrevoluciones y restauraciones. Desde la

rebelión de los esclavos en el mundo antiguo hasta la revolución socialista, la lucha de los oprimidos ha terminado siempre con el establecimiento de un nuevo, y mejor, sistema de dominación; el progreso ha tenido lugar a través de una cadena de control cada vez más

eficaz...*7 Son evidentes las limitaciones en el enfoque Freudiano propuesto por Marcuse. No solo en lo

que respecta al espectro social y su dinámica; sino también en lo que hace referencia al desarrollo y manifestación de los mecanismos de dominación, mucho más complejos que los

esbozados en ese enfoque. Habría que mirar, en perspectiva, análisis desde la interpretación sociológica y política. Pero, de todas maneras, Marcuse permite reconocer e identificar el conflicto entre sujeto y poder, que subyace a la tensión constante que acompaña a cada

individuo inmerso en el sujeto colectivo y en su expresión orgánica; como instancias de control. Así la cosas, entonces, existe un nexo insoslayable entre poder político y Estado. Este último no

es otra cosa que la racionalización y organización del poder político; por la vía de instancias jerárquicas, independientes del sujeto individual y del sujeto colectivo. A través de ellas se expresan unas relaciones de dominio que abarcan territorios definidos. Es, el Estado, un

ordenamiento a partir del poder político. Le imprime a este una connotación abstracta, en razón a que ejerce como referente que convoca a la aceptación; como garantía para la cohesión de quienes comparten el territorio y que, asimismo, tienen un origen y expresiones culturales

comunes. Constituye, en otras palabras, la única posibilidad para acceder a beneficios en condiciones de igualdad. Uno de ellos, a manera de ejemplo, tiene que ver con la opción para dirimir conflictos, entre los súbditos. Lo anterior por la vía de la interpretación lógica y neutral; a cargo de instancias creadas y desarrolladas en el marco permitido por el Estado. 3. De la democracia. De la asociación y la identidad en la confrontación.

La confrontación es un agregado del conflicto. Es su manifestación; como quiera que supone la expresión, mediante acciones precisas y concretas, bien sea de una parte del conflicto o de la

totalidad de este. Si es lo uno o lo otro, se define a partir de los contenidos que adquieren las acciones; pero también de, a partir de su significado con respecto al poder y sus manifestaciones.

Lo anterior se entiende mejor, ubicado en el contexto que ejerce como escenario en el cual se aplica y desarrolla el poder. De las instancias, procedimientos a través de los cuales se ejerce el

control. De las franjas o sectores sociales que aparecen como dominados. Inclusive, en un análisis más preciso, de la diferenciación que adquiere la dominación; según la identidad que pueden alcanzar algunas de esas franjas o sectores, con respecto a los beneficiarios directos del

poder. Algo así como entender una dinámica en la cual aparecen beneficiarios (as) transitorios y parciales; sin que esto implique la asunción del poder en sí.

En nuestra línea de interpretación, se trata de proponer una opción, en la cual se hace visible la presencia de la dominación en diferentes niveles. Ya no tanto en lo que hace referencia a las

instancias y/o los aparatos ideológicos del Estado, como expresiones a partir de las cuales se pueda explicar y generalizar la cobertura y afectación de la dominación. Lo nuestro es más la pretensión de alcanzar una caracterización de la dinámica que adquiere la aplicación del poder

7 Marcuse, Hebert, Eros y Civilización, Ed. Seix Barral Barcelona, 1968, página 92

y la dominación; en cuanto que ejerce una cobertura que permea sectores específicos,

vinculándolos al proceso inherente al control político y económico; como beneficiarios transitorios. O, simplemente, como soportes pasivos a partir de lograr su apoyo en términos de captar su identificación con los propósitos últimos del poder. Cuando, en este marco conceptual

propuesto, se producen fricciones o rupturas; se configuran expresiones de la confrontación que vinculan a esos sectores con acciones que expresan contenidos concretos de un determinado conflicto; sin que esto implique la disolución de nexo con las instancias del poder.

En esta perspectiva, inclusive, cabe validar el concepto que propone un entendido del Estado, como una sumatoria de micropoderes; a la manera de de bloque de sectores o de clases en el poder. Esta opción supone la presencia de una figura asociada al equilibrio, en el cual confluyen intereses, en veces divergentes, unidos alrededor de una (...o unas) determinadas formas de poder que les permite imponer decisiones en nexo con sus intereses estratégicos. Es más, por esta vía, podría entenderse la “delegación del poder formal”, a individuos y sectores que ejercen como expresiones “neutrales”.

Vale la pena, como ejemplo, transcribir el aparte del texto “Los Límites de la Modernización”, escrito por la profesora Consuelo Corredor Martínez. Lo consideramos importante, en razón a que se insinúa una interpretación del poder y la dominación; a partir del análisis de un período

concreto de la historia del desarrollo político y económico en nuestro País. “..Los alcances de esta modernización han sido bastante limitados y sus implicaciones

extremadamente conflictivas, debido a que ella se ha adelantado en un contexto marcadamente liberal en el cual han prevalecido los intereses de las élites dominantes. El modelo liberal de desarrollo ha significado la subordinación del Estado, minimizando su función de interpretar,

gestionar y regular los intereses colectivos, y obstaculizando la configuración de un espacio público en el que se puedan expresar, confrontar y resolver los conflictos sociales. El Estado colombiano es un Estado privatizado, atrapado entre el liberalismo económico y el

conservadurismo político. En esta perspectiva liberalismo y conservadurismo no se oponen sino que, por el contrario, se

articulan y se prestan mutuos servicios. El logro de intereses particulares sin importar los costos sociales encuentra un terreno propicio en el orden jerárquico y tradicional por el cual se vela el

conservadurismo. El costo de esa coexistencia ha sido el rezago de la organización política de las transformaciones socioeconómicas que han trastocado el orden en que estaba cimentada.

Las restricciones derivadas de los sistemas económico y político colombianos han entretejido una gama de relaciones tanto modernas como posmodernas, lo que hace la sociedad más compleja y fragmentada que en el pasado. Ha sido una acumulación histórica de tensiones que

han significado en forma continua períodos de crisis y de relativa estabilidad. Y en esta dinámica, los momentos de crisis son cada vez más severos por la fragmentación de los escenarios y de los actores, la mayor polarización y desigualdad sentidas y una amplia

percepción del carácter excluyente de los sistemas social y político…”8 A partir de esta opción nuestra de interpretación, en consecuencia, se hace necesario presentar

un análisis que permita introducir la diferenciación acerca de los contenidos, alcances y significación, en cuanto a niveles de expresión del conflicto, de la confrontación y las acciones por medio de las cuales este se concreta.

3.1 El concepto de lo popular. La confrontación del poder.

La connotación que adquiere la diferenciación, en el contexto de las relaciones sociales, supone

una determinada caracterización de roles; a partir de análisis soportados en categorías conceptuales y metodológicas. Por lo tanto, ya no se trata de una simple réplica de lo observado, como representación objetiva. Por el contrario, significa profundizar acerca de esas

8 Corredor, Consuelo. Los Límites de la Modernización, segunda edición. Editada por Cinep, página 23

expresiones de superficie; indagando por las condiciones que la subyacen, como soporte. Ya,

en ese procedimiento, pueden y deben aparecer algunos niveles de abstracción, referidos a la interpretación alusiva a los acumulados históricos en nexo con la participación, en esas mismas relaciones sociales, de los (as) sujetos individuales y colectivos (as). De las condiciones en que

esta se ha producido y del grado de inserción con respecto al conocimiento, a las instancias que lo promueven y controlan. Pero también, y con mayor énfasis habida cuenta del horizonte propuesto en nuestro escrito, acerca del significado de esa participación con respecto al poder y

a las instancias que lo soportan, a sus manifestaciones como instrumentos de control, de dominación y de imposición.

Ha habido, en el curso del tiempo, interpretaciones que asocian la caracterización antes aludida, a posiciones antropológicas y culturales. Por esta vía, se ha desembocado en expresiones que delimitan (a manera de diferenciación) la intervención de los (as) sujetos individuales y

colectivos en el desarrollo de las relaciones sociales; a partir de asignarle a determinados sectores una posición periférica, respecto a los beneficios del conocimiento, entendido como

proceso, como aprendizaje que va decantando, segregando. Aquí, en esta opción, se valida, en veces, un instrumento de diferenciación asociado a la pertenencia a una determinada raza y/o etnia. Visto así, entonces, cabe una propuesta de interpretación generalizante; pero también de

especialización; por cuanto se establece unos condicionantes vinculados con normas y pautas, a la manera de posición que reivindica una versión predominantemente aceptada y acatada, de cultura, como sinónimo de civilización; como paradigma, a partir del cual es posible establecer una segregación. Ya no se trata, en el anterior escenario conceptual, de admitir una posición periférica respecto

al poder y a las instancias que lo soportan. Aquí, la noción de lo periférico, está referido a un espectro mucho más amplio; en razón a que los márgenes constitutivos de la delimitación social, están contraídos en términos del grado de apropiación y/o de acceso a los beneficios del

conocimiento, y de la cultura asumidos como referentes de civilización. Esto no es otra cosa que entenderlo, como adecuación, como asimilación de los roles y los paradigmas allí consignados.

En un documento de trabajo (La Educación Superior en América Latina), presentado en el

debate al interior de la Universidad Nacional de Colombia, previo a la realización del Primer Congreso Nacional de Educación Superior, realizado en la ciudad de Barranquilla los días 1,2 y 3 de diciembre de 1999; se expresa un concepto que consideramos válido. Veamos:

“…En estas condiciones, la Escuela, no es otra cosa que una expresión que, en principio, transfiere el dominio estatal. No tanto en la aplicación elemental marxista de aparato ideológico; sino como complejidad que articula instancias del conocimiento, aplicadas y estructuradas en programas y acciones, a partir del ese centro-poder, sin ser el. No es, entonces, una aplicación a partir de la lógica lineal. Es una interacción heterogénea orientada

por unos perfiles definidos a partir de las necesidades inherentes a los intereses que impone ese centro-poder. Es decir, lo suyo no es otra cosa que contextualizar la sociedad en términos de su propio rol, de su significación. Con esto tratamos de establecer lo siguiente: la

globalización siempre ha existido, si asumimos que esta no es otra cosa que la imposición de referentes a partir del dominio ejercido.

Sin pretender un traslado conceptual mecánico, las condiciones impuestas desde el centro-poder económico y político internacional, permiten trazos que imprimen todo el quehacer económico, político y cultural de los dependientes. Ya, de por sí, el solo hecho de reivindicar los

autóctono (como acervo cultural) es constitutivo de herejía con respecto a los modelos considerados prevalecientes. Esto es mucho más evidente, en lo que respecta al desarrollo del

conocimiento por la vía de implementaciones programáticas escolarizadas. La escolarización, en sí, origina rupturas si se compara con las aprehensiones y las tradiciones propias de las culturas nativas. Porque no habría de serlo, entonces, a partir de la concreción del dominio desde el

centro hacia la periferia. En esto, por decirlo de alguna manera, se mantiene incólume el postulado de Samir Amin, cuando en su texto en torno al capitalismo, su desarrollo e

implicaciones, habla de las culturas periféricas, atadas a las condiciones que impone el centro-

poder..9 Arribamos, así, a una opción conceptual que nos permite proponer un entendido en torno a los

sectores sociales periféricos. Es decir, aquellos sectores no solo desvinculados de los beneficios del poder, subyugados y dominados por este; sino también segregados por la dinámica propia del desarrollo cultural predominante. Algo así como insertos en la civilización, pero ajenos a ella, en lo que esta tiene de otorgadora de roles asociados a los paradigmas originados en ese mismo desarrollo cultural, por parte de sus usufructuarios. Ahora bien, no puede inferirse de nuestra expresión, el hecho de que proponemos una asimilación de intereses entre los

beneficiarios del poder y sus instancias de dominación y aquellos sectores que acceden y se identifican con los avances del conocimiento y de la cultura que ejercen como predominantes; como expresión avanzada de la civilización.

Surge entonces, en nuestra opinión, un insumo que soporta una segregación: lo periférico, en

cuanto sector y/o sectores considerados por fuera de la versión oficial de la cultura; entendida esta como originaria de paradigmas, pautas y comportamientos. Para nosotros, esto no es otra cosa que la denominación de lo popular, referido a esos sectores que, de por sí, adquieren una dinámica propia y unas expresiones propias, diferenciadas. Es obvia, sin embargo, la necesidad de apuntalar este concepto, con arreglo al significado que adquiere el contexto social y económico; en el cual se desenvuelven estos (as) sujetos (as). Tanto en sus expresiones

individuales como colectivas. Para este caso, el problema surge al momento de establecer las pautas y/o el horizonte teórico. Porque no puede delimitarse solo a partir de la figura elemental asociada al lugar en el cual se sitúa con respecto a las características del beneficio plusválico,

derivado del modo de producción vigente, o prevaleciente. De ser así no habría lugar a postular la diferenciación que se advierte en la definición anterior.

Por lo tanto, el análisis remite a un territorio de mayor complejidad: uno de los elementos clave para dilucidar ese significado, tiene que ver con el entendido de de contexto social y económico. Ya decíamos antes: es un escenario no determinado por la voluntad o por la noción

primaria acerca de lo ético. Por el contrario, constituye una instancia, como período histórico. Esto, a su vez, remite a la evolución de las relaciones sociales; como proceso soportado en

sucesión de rupturas y equilibrios. Estos últimos, impuestos por quienes adquieren posiciones de dominio. Así, entonces, cada momento (sin importar su duración) en el cual se exhibe o manifiesta ese equilibrio; no es otra cosa que la expresión de unas determinadas condiciones

de dominación económica y política. Ahora bien, como lo hemos postulado antes, en la franja constituida por quienes (bien sea que

se tipifiquen como sectores o como secciones del espectro social) no ejercen como beneficiarios directos del poder, se erige la heterogeneidad. Ya ahí, se introduce otro insumo como soporte para la segregación. A manera de ejemplo: la posición y comportamiento de aquellos sectores

sociales sobre los cuales se ejerce dominación politica y económica; pero que han accededlo a determinados beneficios del acumulado plusválico y cultural (como poseedores y usufructuarios del conocimiento); no puede ser el mismo, comparado con la posición y el comportamiento de

aquellos sectores absolutamente vulnerables y desvinculados de cualquier beneficio plusválico y cultural.

Lo anterior conlleva, en consecuencia, a establecer categorías diferenciadas en el análisis de lo popular, como expresión de determinados sectores sociales; en el contexto de unas determinadas relaciones de dominación político y económico. Puede colegirse de nuestra línea

de interpretación, una conclusión fundamental: no todo sector social dominado es, necesariamente, un sector popular. Por lo tanto, aún a riesgo de silogismo, al momento de

tipificar acciones (inmediatas, mediatas o tendenciales) específicas de confrontación a

9 Pira Claudia y Cano Parmenio. La Educación Superior en América Latina, edición en cuadernillo,

noviembre 1999, Bogotá D.C.

determinadas manifestaciones de la dominación política y económica; es preciso trabajar con

estas categorías. Luego, el espectro de cobertura, está dado por la definición de objetivos vinculados a

conceptos y escenarios heterogéneos; en términos del nexo con los sectores sociales. No es, por esto mismo, una opción en la cual se configure una posición de clase; al menos en la versión ortodoxa marxista. No supone, asimismo, una posición necesariamente revolucionaria y/o de confrontación al origen y vertebración del poder y de las relaciones de producción vigentes. Adquiere connotaciones diversas, en la mayoría de los casos asociadas a reclamaciones puntuales, relacionadas con determinadas condiciones de vida. Sin embargo puede, derivar en expresiones híbridas; en cuanto pueden coincidir diferentes aspectos en los cuales ejerza importancia un cuestionamiento a posiciones y/o programas gubernamentales o políticas de estado. Tal es el caso, a manera de ejemplo, de algunos movimientos populares desarrollados en relación con decisiones que vulneran determinados intereses y derechos de franjas amplias de la población. Siendo así, cabe resaltar tonos grises en la diferenciación teórica y práctica entre movimientos populares, movimientos sociales y movimientos políticos. En veces, puede hablarse de diferenciación en términos del espectro de cobertura. Otras veces, puede plantearse en relación con los contenidos de sus opciones o programas. Con respecto a este asunto del método para construir tipologías; es pertinente presentar una expresión como la siguiente:

“… ¿Se politizan las luchas urbanas por el hecho de enfrentarse en la mayoría de los casos al Estado, como lo afirma Castells? No podemos en este momento desarrollar la discusión sobre el papel fundamental ocupado por el Estado en la urbanización capitalista, caracterización que

parte de una generalización, arbitraria a nuestro juicio, de la relación entre Estado y Sociedad Civil – en el sentido dado por Marx y no en el Gramsciano-, pero si podemos afirmar que no basta que el blanco al cual se dirigen las flechas de un movimiento social sea el Estado, para

determinar su carácter político; es el carácter de sus reivindicaciones, el contenido de clase de sus luchas, su método y sus formas las que lo definen, y no basta encontrar un contenido político, hay que identificar si se trata de una lucha democrático-burguesa (en lo formal o lo

real), o socialista.

Vayamos por partes: A similitud de una huelga obrera en una empresa capitalista de Estado o de los asalariados de

un ministerio burgués que levanta reivindicaciones puramente económicas, sin plantearse modificaciones en las relaciones de poder entre las clases, ni en el carácter del Estado o de sus formas de ejercicio de la dominación burguesa, un movimiento de colonos o inquilinos que

solicita, por ejemplo, la regularización de la propiedad de sus tierras, o un servicio cualquiera y que utiliza para ello el método de la negociación apoyado por llamados a la opinión pública a través de los medios de comunicación, paradas en los organismos oficiales, etc., pero sin

plantearse en ningún momento consignas políticas, no es político. No es el agente social al cual se enfrenta un movimiento el que define el carácter de la lucha, sino el contenido concreto de clase de él, manifestado en su programa reivindicativo y su método para alcanzarlo. ..”10

Puede colegirse, entonces, lo insensato de las generalizaciones; a partir de categorías preestablecidas. De lo que se trata no es de posicionar modelos de caracterización, como paradigmas inamovibles. En nuestro caso, hemos efectuado un recorrido amplio; a través del

cual hemos postulado opciones de interpretación relacionadas con las condiciones que actúan sobre los (as) sujetos (as). Esto nos ha permitido proponer la asunción de conceptos asociados a la conciencia y al nexo entre esta y las acciones inmediatas o tendenciales; por medio de las

cuales estos (as) intervienen en procesos particulares, de confrontación.

10

Pradilla Cobos, Emilio. “Mitos y realidades de los llamados movimientos sociales urbanos”. Artículo

escrito en junio de 1981, en Méjico, D.F. Ponencia presentada al 4º Seminario Internacional cehap-peval

Los pobladores: protagonistas urbanos en América Latina; realizado en la ciudad de Medellín, entre los

días 7 y 11 de abril de 1986.

3.2 El parlamento: origen y evolución

3.2.1 Antecedentes del concepto de intermediación. Ya se ha señalado arriba algunos elementos vinculados a la noción del poder, entendido como

instrumento que concreta la dominación. En términos de identificación y/o del establecimiento de tipologías, es conveniente realizar algunas precisiones. Se trata de enfatizar acerca del contenido conceptual y práctico del rol del Estado y su desarrollo. Asimismo del entendido de

democracia y del ejercicio de la representación. Uno de los elementos centrales tiene que ver con auscultar en torno a la transformación del

poder o, mejor sería definirlo así: el surgimiento e instauración de expresiones del poder que, de alguna manera, ejercen como distanciamiento con respecto a los dominados, por parte de

los dominadores, por la vía de instancias que se sitúan como posibilidad de equilibrio. Algo así como desprender esas instancias de toda connotación vinculada con los intereses inmediatos.

Lo anterior se entiende mejor, a partir de algunas definiciones (...que no son otra cosa diferente a la tipificación). Veamos: En su escrito Ética a Nicómaco, Aristóteles expresa conceptos asociados a la figura del poder, por la vía de señalar algunos aspectos relacionados

con las condiciones inherentes a quienes asumen el poder. Ya ahí, un tanto como se expresó antes, aparece una noción de poder distanciado; comoquiera que se requiere de una diferenciación, al momento de validar una determinada opción. No es, entonces para

Aristóteles, la figura de la oclocracia (gobierno de la multitud o plebe). Por el contrario, es la asunción de una posición en la cual los roles se distribuyen, como condición necesaria al momento de definir la gobernabilidad. Así las cosas, en consecuencia, los conceptos de

monarquía, aristocracia y democracia; adquieren presencia. Inclusive, en la referencia a las Ciudades-Estados (Atenas, Corinto, Esparta), se prefigura la representación como instrumento válido e indispensable.

Esto traduce condicionantes para los sujetos. El significado de la libertad, aparece como

intermediación con respecto al poder. Antes hemos referenciado este aspecto. Basta con recordar el recorrido efectuado, a manera de ejemplo, en las expresiones de Rousseau, Marx, Morgan, Marcuse; así como la referencia a Hobbes, en su versión del poder en Leviatán. Inclusive, es pertinente (...en la perspectiva propia del desarrollo teórico, acerca de la organización política) hacer alusión a Alexis de Tocqueville (La Democracia en América, El Antiguo Régimen y la Revolución Francesa); Raymond Aron (Introducción a la Filosofía de la Historia, Democracia y Totalitarismo) y Max Weber (La Ética Protestante y el Desarrollo del Capitalismo).

Sin embargo, consecuente con nuestra línea de interpretación del poder y del significado de la libertad; conviene resaltar un texto no muy divulgado y, aún menos conocido. Se trata de La Teoría Metafísica del Estado, escrito por L.T. Hobouse. Aclarando, otra vez, la posición crítica

que nos ha acompañado al momento de transcribir algunas citas; vale la pena presentar, en extenso, una parte del texto señalado. Particularmente la referida al concepto de Estado y de libertad. Es lo siguiente:

“…Por otra parte, la familia, tal y como se mantiene en un momento determinado, es simplemente la totalidad coordinada o asociada de sus miembros, tal y como se mantienen en

el mismo momento. Es una expresión de la vida de esos miembros, en tanto que vidas en común o en estrecha relación entre sí. La familia, especialmente, no tiene bienestar, ni

felicidad, ni buena o mala fortuna que no sea el bienestar, felicidad y buena o mala fortuna de alguno de sus miembros o de varios de ellos. En una organización profesional o sindical, en un negocio o una fábrica, p. Ej., hay también un conjunto en el que se pueden totalizar tantos

cientos o miles de individuos como miembros que la compongan. En todos los casos, esos miembros cambian, en mayor o menor grado, debido a la asociación a la que pertenecen. Del sindicato, profesión o negocio podrán decirse cosas que no serían ciertas si se dijesen de sus

miembros cuando estos no pertenecieran a ellos. Pero, repetimos, en la totalidad no hay otra

cosa que la actividad asociada o coordinada de los individuos que la constituyen. Esto sigue siendo verdad aunque la organización pueda ser permanente, pero cambien los individuos. Una universidad puede tener durante siglos un carácter y un sello peculiares y exclusivos. El número

de individuos que pasan por ella y reciben su influencia es innumerable. Semejante totalidad no la constituyen solamente el número de miembros que lo ocupan en un determinado momento; ni podemos enumerar a los que han estado bajo su influencia durante toda su existencia. Sin

embargo, su tradición, su espíritu, que no parece albergar ningún individuo aislado, lo mantienen los individuos, se propaga de generación a generación, se rompe, quizá, a veces por el influjo de un nuevo tipo de carácter que no es capaz de asimilar la tradición que encuentra.

De este modo, al pensar sobre la sociedad, estamos expuestos a dos errores. Por una parte, podemos caer en negar la realidad del grupo social, rehusando concebirlo como una entidad

distinta, insistiendo en disolverlo entre sus componentes individuales, como si esos individuos no fueran afectados por el hecho de la asociación. Por otra parte, como reacción ante este

exagerado individualismo, podemos pensar que la sociedad es una entidad distinta de los individuos, no simplemente en el sentido de que sea un agregado de individuos considerados en una relación especial, sino en el sentido de que se trata de un todo que, de alguna manera,

existe fuera de ellos o en la que ellos se han fusionado en perjuicio de su identidad individual. Además, habiendo alcanzado la concepción de una entidad suprapersonal en la que los individuos están inmersos, tendemos a buscar esta entidad, no en todas las diversas formas de

vida social que se entrecruzan y se cortan entre sí, sino en alguna forma especial de asociación que parece incluir al resto para presentarse como un conjunto al que el individuo debe pertenecer como elemento. Los escritores idealistas han encontrado esta entidad en el Estado.

Hay, pues, dos puntos que hemos de considerar: primero, la noción general de una entidad suprapersonal y, después, la identificación de esa entidad con el Estado...” 11

De nuestra parte, se trata de establecer algunos elementos de reflexión; en torno al significado de la representación. De lo presentado, hasta ahora, se infiere la importancia de los condicionates; al momento de definir y posicionar los contenidos teóricos y prácticos del poder.

Es decir, la evolución de las instancias de control y su justificación teórica, han pasado por identificar y aceptar como válida la pérdida absoluta o parcial de la libertad absoluta, del sujeto

individual y del sujeto colectivo no beneficiarios del poder. Cuando más, en una aplicación amplia de la figura asociada a la intermediación, se ha construido una variante de esa libertad absoluta, por la vía de desarrollar una opción en la cual esos sujetos individuales y colectivos

acceden a una expresión en esas instancias; a través de delegar. O lo que es lo mismo: a través de la cesión de parte de esa libertad; tal vez la fundamental. 3.2.2 La concreción de la intermediación. Caso: El Parlamento. Siendo así, entonces, hacemos tránsito hacia el origen de este concepto en Occidente. En el

siglo XIII, se conoció (para el caso británico), una figura primaria de parlamento anglosajón (Witenagemot). Un tipo de representación absolutamente distanciada de los súbditos dominados, no beneficiarios del poder. Asumió roles en nexo con los intereses inmediatos de

sectores, aunque no vinculados directamente a la Corona, ejercían una fuerte influencia. En principio ejercieron como Consejo Asesor, en lo que respecta a la consecución de recursos y/o a la orientación y aplicación de lo que podría llamarse como el gasto público. Con algunas

variantes, en términos de su connotación política, en el siglo XVI; este tipo de Consejo Asesor, mantuvo un significado asociado a la representación de determinados sectores, en su relación con la Corona. Aunque, en estricto, carecía de la fuerza necesaria para erigirse como alternativa

de gobierno; de todas maneras prefiguró el surgimiento de agrupaciones políticas, entendías como partidos, si aplicamos el método de análisis que se hizo vigente en los siglos XVII y XVIII,

para el caso del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Otra cosa fue, con la

11

Hobouse, L.T., Teoría Metafísica del Estado, Ed. Aguilar, 1981, páginas 26-27. Traducción de

Dalmacio Negro Pavón.

diferenciación propia inherente al significado de la Revolución Francesa, la expresión de los

Jacobinos en la Asamblea Nacional y el desconocimiento de la autoridad del Rey. El concepto de Nación – Estado (siglo XVI; permitió identificar una evolución fundamental, en lo

que respecta a las agrupaciones políticas; en tanto que la influencia de la Reforma Protestante, proveyó insumos importantes, fundamentalmente en lo que hace al Calvinismo. Fue algo así como la culminación de un proceso iniciado tres siglos antes, en contra del poder de la Iglesia

Católica y su rol en los asuntos políticos y económicos. Encontramos allí, en el contexto de ese proceso anterior a la Reforma y en los hechos posteriores a esta, elementos determinantes, para entender expresiones políticas como las de los Whig y los Tory (presbiterianos-liberales y

conservadores, respectivamente). La Guerra Civil Inglesa (1642-1649), constituyó una expresión importante, en lo que respecta al

rol del Parlamento. Recuérdese nuestra anotación anterior, en cuanto al significado inicial adquirido por esta figura colectiva, como representación. En la línea de interpretación

propuesta, no es otra cosa que la evolución de los Consejo Asesores del Rey y, en veces recaudadores de recursos u orientadores para efectos del gasto público.

Es pertinente resaltar, en el contexto de los antecedentes y significado de la Guerra Civil Inglesa, la convocatoria efectuada por Carlos I, al Parlamento en 1640 (denominado transitoriamente como Parlamento Largo); con la intención de promover la consecución de

recursos para su guerra en contra de Escocia. Ya, de por sí, obraba un contenido religioso en la confrontación. Anglicanos y Presbiterianos. La oposición de Tomás Wentworth, a las pretensiones de Carlos I, puede ser entendida como un intento por reivindicar la autonomía

parlamentaria; más allá de las simples exigencias de contraprestación planteada por otros miembros del Parlamento. Posteriormente, Oliver Cromwell, retomaría (a nombre de un híbrido entre autonomía del Parlamento y la expresión del Puritanismo) la confrontación radical al Rey

Carlos I. Este proceso derivó en la disolución, en 1648, por parte de Cromwell del Parlamento, la expulsión de quienes se oponían a sus acciones militares en contra del Rey y a la posterior configuración del denominado Parlamento Rabadilla, con sus adeptos. Terminada la influencia

de Cromwell, en 1660 (febrero) el Parlamento se reúne y decreta su propia disolución, a partir de marzo de 1660.

La denominada Revolución Gloriosa de 1688 en Inglaterra; tuvo como centro el conflicto entre el Parlamento (como evolución del entendido y aplicación práctica de los anteriores Consejo

Asesores del Rey) y Jacobo II. Aquí, el Parlamento, actuó en su condición de coalición de agrupaciones políticas y religiosas. El punto de comienzo, en la ruptura y expulsión de Jacobo II, tuvo que ver con la confrontación entre católicos y protestantes; a raíz de decisiones

asumidas por el Rey (Jacobo II), en contravía y vulneración de derechos de la mayoría protestante. Se promovió entonces, por parte del Parlamento, la asunción de la dupla María II y su esposo Guillermo III. En términos tendenciales, podría decirse que la intervención del

Parlamento durante la Revolución Gloriosa, tuvo como repercusión importante la instauración de una figura de equilibrio político entre la Monarquía y el Parlamento. Cabe recordar que ya, desde el siglo XV. Para profundizar en este aspecto, es posible consultar las acciones realizadas

por la Asamblea de Nobles, como consejeros del Rey en la modalidad de Consejo Privado(….O Privy Council, como se le conoce en Inglés), apareció la figura politica asimilada al Gabinete, como expresión de una relativa independencia. Puede entenderse, incluso, que la incidencia del

Parlamento en la designación de los ministros, constituye un avance, a finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX.

Corolario transitorio: Aunque aparezca limitado al caso de Inglaterra, el ejemplo anterior, define el hilo conductor que ha tenido la intermediación. Hemos visto, en su origen, como el Parlamento constituyó un distanciamiento profundo y radical, con respecto a los súbditos no beneficiarios. El recorrido,

desde los Consejo Asesores y/o Recaudadores, hasta la versión evolucionada en los siglos XVI y XVII; permite inferir un perfil cercano a la suplantación de la libertad absoluta. Es, en la línea de interpretación propuesta, una decantación, un filtro. No es otra cosa diferente a lo ya

analizado, en cuanto al origen, evolución y significado de las instancias de intermediación;

como expresiones del control y del poder. Esta afirmación, sin embargo, no supone desconocer la importancia de la democracia representativa; en el contexto de la evolución de la confrontación al poder absoluto y autoritario. Inclusive, porque la evolución de este tipo de

intermediación, permitió la separación de poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial). En este sentido, la influencia de Charles Louis Montesquieu, (en el siglo XVIII) fue fundamental. 3.2.3 El Parlamento y los Regímenes Parlamentarios. Nos corresponde, ahora, avanzar en cuanto al alcance logrado; en ese proceso de

representación ya analizado arriba. No se trata, ni de eludir, ni de hacer abstracción de los principios básicos que sustentan nuestra opción de interpretación. Simplemente, arribamos a un momento, en cual la descripción tiene que expresarse. No solo en cuanto a su connotación,

como extensión de un determinado modelo de representación; sino también en lo que respecta a su significado como escenario para la expresión de las agrupaciones políticas. Así, entonces,

supone establecer dos referentes básicos. Uno de ellos, asociados al poder ejecutivo. El otro, vinculado al poder legislativo.

En su versión actual, el Parlamento, se consolida en el siglo XIX. A manera de anécdota, es pertinente referir el caso del Althag en Islandia y del Tynwald, en Isla de Mon (adscrito a la Corona Británica); como los Parlamentos más antiguos.

En cuanto a sus características básicas, la descripción es la siguiente: existe un aspecto, a manera de generalidad, en cuanto a la división política y administrativa en dos sectores,

instancias o cámaras. Para el caso, a manera de ejemplo, del Reino Unido, estas divisiones se denominan Cámara de los Lores, que ejerce como instancia de Tribunal Superior y Cámara de los Comunes, que ejerce como instancia que designa al Gabinete, incluido el Primer Ministro.

Para el caso de España, aparece también la modalidad bicameral, en el contexto de la denominación Congreso de los Diputados. Otra instancia importante, para el mismo caso de España, es el Consejo de Ministros. De todas maneras, queda claro el hecho de la designación

del Presidente a cargo del Congreso de Diputados. En el caso de Alemania (Estado Federal), las instancias adquieren la denominación Bundestag (Cámara Baja. Es aquí en donde se hace la

designación del Canciller, quien ejerce como conductor del gobierno) y Bundesrat (Consejo Federal). En el Caso de Italia, las instancias se denominan Senado de la República y Cámara de Diputados. El ejecutivo es ejercido por un presidente designado en sesión conjunta del

Parlamento, adicionado con representaciones de algunos entes territoriales. En lo que respecta a las funciones generales, entendidas como funciones legislativas; la división

política y administrativa (además de la ya señalado, para el caso del ejecutivo, en los ejemplos anteriores); permite una cobertura de orientación y de control. Es, además, un escenario en el cual se dirimen aspectos fundamentales asociados a la expedición de normativas de aplicación

al interior y al exterior .En este caso, comoquiera que el ejecutivo recibe un mandato limitado al programa de gobierno previamente aprobado. Esto permite entender la dinámica de los partidos políticos y su significado. Así, entonces, los electores y las electoras (...los delegatarios

de su libertad, en el entendido que hemos manejado aquí); votan por un partido determinado y su programa de gobierno. Es de anotar la presencia de diferencias precisas, en lo concerniente a la formación del equipo de gobierno, en los diferentes países con Régimen Parlamentario.

Veamos, a manera de ilustración, un ejemplo para el caso de España, en tratándose de una Nación que, a su vez, tiene características asimiladas a conflictos internos de nacionalidades que no hacen primacía (Catalanes y Vascos). Además de ejercer como Monarquía

Constitucional. Los datos siguientes fueron tomados de la Enciclopedia Encarta; en razón a su precisión y exposición didáctica.

4. El ejercicio periodístico y la formación de ciudadanía. Una visión de Género

4.1 Las Mujeres y el periodismo (Caso: Colombia Siglos XVIII y XIX)

4.1.1 De lo conceptual: Abordar una reflexión, en términos de indagar-investigar, acerca de asuntos relacionados con género; supone la asunción de referentes que permitan establecer un

hilo conductor pertinente. Algo así como precisar las condiciones y características que adquiere, en el contexto de un proceso determinado.

Digamos que reconocerse, implica una primera identificación del significado básico como sujeto (a); en lo que este tiene de vigencia como expresión de lo humano que se concreta. Aquí, entonces, lo femenino y lo masculino, supone una interacción originada en el “descubrimiento”

de la diferencia que, a su vez, está asociado al desarrollo de las percepciones primarias que, por esto mismo, permiten agregados hacia la construcción de acciones y realizaciones complejas. En otras palabras, se trata de logros individuales y colectivos denominados (...en

una sumatoria lógica, mas no de lineal) cultura. La desagregación de roles, en escenarios de intervención y presencia de los sujetos (hombres y

mujeres), trascienden a la sola posición adjudicada por la diferenciación biológica, natural. Se entiende como elaboraciones en nexo con ese reconocimiento de sí; como esa expresión que trasciende a lo primario y se convierte en pauta, en códigos instaurados como necesarios, que

requieren ser acatados, sin que necesariamente, implique a la identificación o, inclusive, así supongan una posición en contravìa de la autonomía y la libertad para el desarrollo de la individualidad.

Entonces, cada construcción cultural pasa por la imposición de un determinado modelo, de una

determinada guía o procedimiento para consolidar el reconocimiento que invoca cada individuo (a); en un contexto que reclama y requiere ordenar y pautar la vida; como soporte para articular, para justificar el “equilibrio” entre quienes conviven en un espacio territorial y han

heredado procedimientos, costumbres y visiones de lo natural. Por lo tanto se entienden comunes. Se asume, en consecuencia, que “se ha estado ahí”..., “y se está ahora”; con los condicionantes y las imposiciones que han sido previamente desarrolladas y acumuladas, como

agregados que comprometen. Visto así, la noción de lo social, se erige como colateral de los acumulados y agregados

culturales compartidos (...impuestos) y que ejercen como condicionantes; para hombres y mujeres en escenarios territoriales y geográficos determinados. Inclusive, la misma noción de geografía, territorio y espacio, está relacionada con las identificaciones previamente

establecidas y transmitidas. Ahora bien, en el entendido moderno, se habla de civilización, cuando se quiere referenciar al

desarrollo de los seres humanos, precisamente con esas identificaciones, esos códigos, esas herencias, como modelos y como pautas. Esto explica, entre otras razones, la existencia de

disciplinas y profesiones que investigan y analizan los momentos y periodos que ha precedido al presente y, a partir de ahí, localizan bien sea estereotipos y/o expresiones valoradas como “prueba”, cuando se trata de identificar aspectos específicos o líneas de comportamiento.

Para el caso que nos ocupa, hablar de género, como condicionante; como insumo que permite entender la diferenciación biológica y que, al mismo tiempo, permite efectuar el seguimiento y

análisis de las elaboraciones culturales, las pautas y los códigos construidos, a partir del desarrollo y agregados culturales. No es algo diferente a introducir esa variable subjetiva que nos permitan entender las implicaciones; como quiera que (...ya lo dijimos arriba) las

restricciones a que conlleva cualquier modelo impuesto como válido y necesario para permitir

los “equilibrios” entre la individualidad y un colectivo (...o sociedad); están dadas por la

inherente pérdida de la libertad, de la autonomía absoluta de cada sujeto(a). Podría decirse, entonces, que el género (como variable que se precisa y se hace visible en el

desarrollo cultural), convoca a entender dinámicas y lógicas adicionales, como expresiones diferenciadas que permiten reconocerse e identificarse a los (as) sujetos (a), como portadores (as), bien sea de restricciones adicionales o de derechos conferidos por las normativas y los

códigos culturales asumidos como válidos. Así las cosas, nuestro punto de comienzo, supone la preexistencia de valores (...como

concreciones de lo cultural) que permiten e inhiben. Es lo siguiente: asumimos como vigentes (...sin que implique aceptarlos) referentes que permiten una línea de interpretación primaria, en cuanto a la diferenciación biológica entre hombres y mujeres, en la cual se erige como insumo

condicionante la “necesaria” coacción, la necesaria implementación de códigos que establecen un nexo lógico, explicable, justo; entre esa diferenciación biológica-natural y las restricciones

hacia las mujeres; como una figura que, simplemente, expresa una interpretación de algo preestablecido. Una figura que invoca la división de roles, en donde los (as) sujetos (as) deben reconocerse en relación con la jerarquización de los mismos y, en donde, lo masculino emerge

y se impone en condición de superioridad. Es punto de comienzo supone, asimismo, entender la dinámica histórica; como elaboración que

conlleva a precisar, analizar y validar momentos y períodos; en un contexto en el cual el significante subjetivo puede o no ser cuestionado. Pero, de todas maneras, debe ser interpretado como inherente a ese momento, a ese período determinado. Es como la asunción

de una lectura y una didáctica en donde se puede “explicar” lo cotidiano del pasado, con arreglo a los acumulados culturales...o, lo que es lo mismo, al estado de desarrollo de la civilización en su momento. Inclusive, a manera de ejemplo, pueden aparecer con

posterioridad, expresiones en las cuales se presentan “excusas” a nombre de los beneficiarios de determinados acumulados culturales (...como los religiosos) por el hecho de haber permitido, desde la misma lógica inherente a esos agregados, exterminios de aquellos y

aquellas que ejercieron como contradictores, al margen del grado de ruptura propuesto y desarrollado por estos (as). El caso patético de las Cruzadas Cristianas y de los Tribunales de

Inquisición...y el “arrepentimiento” de la Jerarquía Católica, con el liderazgo de Juan Pablo II; simplemente es una muestra de ello.

En esta línea de interpretación, el análisis del rol de las mujeres en la construcción y desarrollo del periodismo en Colombia, particularmente a finales del Siglo XVIII y en el Siglo XIX, supone precisar un contexto en lo que podríamos llamar “La sociedad del Nuevo Reino de Granada, en

nexo con las imposiciones culturales de España.” Queda claro, en aplicación de la caracterización propuesta arriba, que las condiciones vigentes

en el período que comprende el análisis, estaban cruzadas por los insumos conceptuales y los valores que ejercían como códigos, como yuntas originadas en el ideario de quienes ejercían como invasores y detentadores del poder. A su vez, esos valores y conceptos de los españoles,

tenían un nexo, no circunstancial, con los conceptos y valores predominantes en Europa. Es una interacción de doble vía, en veces con rasgos contradictorios (...e incluso antagónicos, como en caso de la opción derivada de la Revolución Francesa en 1789 y su colateral la Declaración de

Los Derechos Universales del Hombre, con respecto a la opciòn mantenido por la monarquía española, particularmente en cuanto al control autoritario ejercido en el “Nuevo Reino de Granada”.

Para el caso específico del escenario político y social en el periodo objeto de análisis, se

expresaba con todo rigor ese principio básico que reivindicamos como válido: la imposición de valores construidos a partir de los paradigmas tejidos, en un proceso que involucró a todo el quehacer, que fue agregando interpretaciones y decisiones; con unos determinados referentes.

Una sucesión de construcciones, en las cuales predominaban aquellos conceptos y aplicaciones que convocaban a los sujetos (hombres y mujeres) a reconocerse en ellos; a identificarse con esos proyectos y con todo el proceso. Es obvio, en esa perspectiva, que “lo conciente” (...así

como ahora), no era otra que la obligación a asumir como propias las imágenes y las

“instituciones”, fundamentalmente ancladas en la visión del mundo coincidente con la Religión predominante.., entendida e impuesta como la única posible.

Que decir, entonces, de los “habitantes originarios” del nuevo territorio, conquistado, avasallado, esquilmado. Fue una labor (...así lo expresa con lucidez Eduardo Galeano, en su texto “Las Venas Abiertas de América Latina.). Una oscurana absoluta en términos del

conocimiento. Una imposición que reclama la obligación de asumir la “única verdad posible”(...la del Rey, de sus delegatarios.., de la Iglesia Católica). No hay lugar para escisiones, fundamentalmente en lo que hace a la interpretación del mundo físico, como expresión

inmanente, en todo tiempo y lugar, de la divinidad, de su sentir; que no era otra cosa que la reivindicación del poder terreno, como simple extensión de se poder divino.

En lo anterior, la ignorancia, “ese reconocerse” como sujeto perdido, sin libertad, sin elementos para el discernimiento y para la apropiación adecuada del conocimiento; tenía una cobertura

total. Eran vasallos los sujetos hombres y los sujetos mujeres. ..Pero, estas, sufrían (...casi como ahora) el doble rigor, la doble expoliación espiritual. No podía ser de otra manera; porque el Imperio (España), no era otra cosa que el horizonte cultural en el cual se acuñaba

como cierta y necesaria la coincidencia entre la diferenciación biológica y la diferenciación (discriminación) efectiva, práctica, cultural.

4.1.2 De la comunicación. La acción de comunicarse es inherente a la condición humana. Es la palabra, como

transferencia de necesidades, de sentimientos...del conocimiento. El acumulado cultural, los agregados primarios y complejos, han permitido establecer las conexiones indispensables, en el proceso de elaboración mediante los cuales es posible vivir y sentir el contacto con la

naturaleza, de su transformación. La noción de comunidad solo adquiere presencia y dinámica plena, en función de la comunicación de la palabra.

Ahora bien, el sentido de las palabras (al menos en su aprehensión inicial), como transferencia, como instrumento primero para la comunicación; tiene que ver con lo que el (la) sujeto

reconoce e identifica como insumo que no le es extraño para expresarlo al otro o a la otra. Asimismo, en la recepción, los mensajes recibidos adquieren validez, en razón a la posibilidad que otorgan para dilucidar, a partir de ahí, lo desconocido. Es el intercambio de las opciones.

Una figura cercana al trueque de ideas, de conceptos, de imaginarios. Lo que se erige como Civilización (en el sentido planteado arriba), ha desarrollado mecanismos

inherentes a la comunicación. Tanto como reconocer que ha instaurado lógicas permitidas, en el universo cultural construido e impuesto como posible y como dominante. Ha sido un recorrido complejo; en donde los agregados asumidos como cultura, no son otra cosa que la

reivindicación de paradigmas circunscritos a las “ideas” vigentes, válidas, permitidas y aceptadas. Por esta vía se ha arribado a opciones en las cuales lo que se “transfiere” y/o “transmite”, es una forma de replicar y difundir eso que es permitido, validado y aceptado.

Cuando se comunica algo que pueda ejercer como disidencia o cuestionamiento de ese “ordenamiento cultural válido”; se incurre en herejía...y, por lo tanto, debe ser obstaculizado, cuando no castigado. Ya lo decíamos antes, en referencia a la acción inquisidora por parte de

los vigilantes, representantes de las jerarquías y de la dominación, en defensa de las únicas verdades posibles.

En el contexto anterior, cabe citar un aparte del documento EL PERIODOSMO Y LA PRENSA A FINALES DEL SIGLO XVIII Y PRINCIPIOS DEL SIGLO XIX EN COLOMBIA.

Vemos: En América Hispana la civilización de lo escrito – bien fuera tipográfico o manuscrito- fue el principio esencial de la alteración de lo que el historiador Serge Gruzinski ha llamado la “revolución de los modos de comunicación”. Para aclarar este punto es necesario recordar que las relaciones entre lo oral y lo escrito, que los esquemas de la antropología a principios del siglo XIX, ordenaban linealmente, fueron completamente modificadas en sociedades como las

nuestras, en donde la civilización de lo escrito, implantada en medios urbanos minoritarios, se constituyó en general en la forma política y culturalmente dominante de comunicación de toda la sociedad, a pesar de que por fuera del universo de lo escrito permaneciera la mayoría de esa sociedad, y esto por cuanto el universo de lo escrito constituía la forma legitima de comunicación de la sociedad en ámbitos institucionales y en cada uno de los actos en que se reafirmaba cotidianamente el poder. Lo escrito y la escritura - mas lo primero que lo segundo – estuvieron dotados, en la América Hispana, desde el principio, de los poderes, los privilegios y la distinción que siempre los han acompañado desde su aparición.12

La comunicación, entonces, se erige como posible, en función de los referentes permitidos por la autoridad. A esto se agrega el hecho de las limitaciones originadas en el tipo de percepción del entorno y del nexo con los elementos relacionados con el conocimiento. Es apenas obvio

deducir, a partir de la segregación inherente al gobierno colonial, que las condiciones para el acceso a la información no solo eran precarias para el “común” de la población, sino que,

además, estaban fundamentadas en ese tipo de “verdad oficial” que se impone y a través de la cual se ejerce y profundiza la dominación.

Ya, para ese tiempo, el rigor del concepto y la expresión práctica de la élite, traducía que al conocimiento solo accedían sectores privilegiados. Ahora bien, esa expresión de privilegio no necesariamente debe ser entendida como identidad con las posiciones derivadas del poder. Es,

simplemente, entender que se expresaba la heterogeneidad, en un proceso, en veces de conflicto y en el cual confluían las contradicciones y los acercamientos. Algo así como entender una dinámica en la cual los equilibrios, podían ser fracturados, a partir del desarrollo y

aplicación de los insumos obtenidos; particularmente de aquellos relacionados con la Revolución Francesa. Esto explica, en otras palabras, las posiciones y la actividad desplegada por personas como Antonio Nariño y Francisco José de Caldas, así como de algunos precursores de la

expresión escrita periódica. Es pertinente anotar que, aún en ese escenario de élite, el concepto de género, no era diferente a ese entendido primario de la sola diferenciación biológica. Inclusive, no aparecía como insumo importante que pudiera merecer preocupación en términos

de profundización.

4.2 De los Escritos Periódicos, como Medios de Comunicación.

Vale la pena iniciar este título con una cita del texto mencionado arriba. Ante todo porque nos permite acceder a una información precisa, con respecto al tema tratado. Veamos lo siguiente.

“2.3 La Comunicación del Soberano. Sobraría advertir desde luego que cuando hablamos de “noticias”, de información y de “comunicación” en sociedades del Antiguo Régimen no nos estamos refiriendo a lo que podría llamarse la “libre comunicación”, como se dirá en el vocabulario de la Ilustración a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. La comunicación en ese tipo de sociedades, posiblemente màs que en otra cualquiera, es una comunicación formal y materialmente controlada. Ni se publica cualquier tipo de noticia o información, ni parece en principio fácil escapar de las redes de control que pesan sobre la circulación del impreso y limitan y organizan su difusión y la difusión de su réplica manuscrita. Es claro que todos los sucesos sobre los cuales es posible informar no están signados ni por los mismos controles ni por las mismas sanciones ni tocados por la misma gravedad. Ante todo dos dimensiones de la vida social son distinguidas por la Monarquía, como lugares en los cuales la palabra – y en nuestro caso la palabra impresa- están sometidas a los máximos controles y

12

Departamento de Ciencias Sociales, Universidad del Valle, Grupo de investigaciones sobre sociedad e

historia. El periodismo y la prensa a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX en Colombia,

página 8.

vigilancias. En primer lugar las verdades de la fuerza moral, zona sagrada del discurso respecto de la cual la sociedad había constituido las instancias legítimas que con propiedad pueden referirse a ella: la Iglesia y sus sacerdotes, en las diversas gradaciones en que se organiza la burocracia eclesiástica, garante del monopolio de los bienes de la salvación – como tanto tiempo lo hizo notar Max Weber, a propósito de los comportamientos moralmente correctos. En segundo lugar la política y las cuestiones atinentes a la monarquía, incluido el posible examen de la política colonial – tan amenazada en el Nuevo Mundo en el siglo XVIII por la crítica de los libre pensadores franceses como Reynal - , las que representaban uno de los lugares sobre los cuales no es posible enunciar palabra alguna – o imprimir palabra alguna – sino dentro de los estrechos límites de lo que Dios y el Monarca – Nuestro Señor – tienen permitido (y por aquellos a quienes se tiene permitido. Así pues, la existencia de censuras y censores eclesiásticos y civiles pesa sobre todo lo impreso que se publica en el Nuevo Mundo y los controles se ejercen particularmente en los puertos de llegada de barcos, aunque de manera práctica las disposiciones que las prohíban y regulan parecen continuamente burladas en mayor o menor medida.”13 En la intención de profundizar acerca de contenidos y orientación de las publicaciones

periódicas, en Colombia a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX; nos permitimos presentar la cronología y análisis de los siguientes periódicos: “Papel Periódico de Santafé” (1791-1796); “Correo Curioso” (1801); “Semanario del Nuevo Reino de Granada”; “El Redactor

Americano”; El Semanario”; La Bagatela” (1811); “Diario Político”. El seguimiento que proponemos, no supone la sola referencia histórica. Se trata de proponer

una interpretación de las incidencias, en el contexto social y político descrito>. Además, el análisis del comportamiento de quienes ejercieron como precursores, en el marco del desarrollo de conocimiento y de niveles de conflicto importantes. Cabe resaltar, la pretensión de alcanzar

una reflexión en torno a la ausencia de mujeres en la conducción de estos procesos y la explicación a esta ausencia.

Nota necesaria como antecedente: No puede haber una referencia de análisis en torno al significado y alcance del periodismo (...o de los periódicos), para el período señalado en este

estudio, sino se tiene en cuenta, además del contexto social y político, el aspecto relacionado con el desarrollo de la imprenta y el uso de la misma.

En consideración a lo expuesto arriba, es apenas obvio entender las limitaciones vigentes. No solo en lo que respecta a los controles políticos y religiosos en cuanto a lo que se publicaba; sino también en cuanto a las dificultades para acceder a las posibilidades que otorgaba la

imprenta. En la mayoría de los casos, las personas responsables de las publicaciones objeto de análisis, solo podían acceder a una opción en la cual era evidente cierta aplicación mucho màs artesanal que la normal. A esto hay que agregar, además, las limitaciones inherentes a las

dificultades para la obtención del papel. En el estudio que hemos citado antes, aparecen expresiones como la siguiente:

...La respuesta (sic) a la petición de los Jesuitas – petición que parece haber sido presentada dos años antes, en 1739, fue positiva, aunque con las limitaciones que resultaban de las legislaciones particulares existentes al respecto, tal y como estaba consignado en la Recopilación de Leyes de Indias y con la obligación de acudir a la censura oficial antes de hacer entrar en circulación cualquiera de los textos que se imprimiera. Pero lo que parece ignorar los defensores de la “antigüedad de la imprenta”, cuando hablan del funcionamiento de la imprenta de los Jesuita entre 1735 y 1767, es que no se conoce un solo libro no folleto de relativa amplitud salida de tal imprenta. En realidad los padres de la Compañía de Jesús habían introducido desde 1735 algunas “cajas de letras” – como se decía y contaban con un novicio de nombre Francisco de la Peña que conocía el oficio de imprimir – lo que no prueba que

13

Ibíd., página 13.

practicara de manera continua su oficio -. Pero, sobre todo por la escasez y carestía del papel, los Jesuita no fueron en el Nuevo Reino los grandes impresores que algunos pretenden, limitándose su actividad a la producción durante algunos pocos años de pequeñas hojas suelta y algún novenario, por fuera de lo cual no se conoce ningún tipo de producción editorial significativa salida de tal imprenta, hasta la fecha de su expulsión en 1767.14 También es pertinente una consideración, en términos del objetivo propuesto en este estudio.

Un tanto la reflexión, ya insinuada arriba, acerca de la situación de las mujeres en este período. Es lícito, en cuanto referente primario, asumir el horizonte general predominante. Es decir, ese tipo de exclusión con respecto a la intervención pública e importante en las actividades sociales

y políticas. Porque, a decir verdad, el único reconocimiento oficial y cotidiano (…a las mujeres), siempre estaba en relación a roles predeterminados y, estos a su vez, estaban soportados en los conceptos de moralidad, de familia, de religiosidad, de fidelidad, etc.

Así las cosas, si cruzamos esta realidad con la que es inherente a las limitaciones y restricciones

que ejercían como censura oficial a toda comunicación; nos encontramos con un escenario en el cual aparece como imposibilidad casi absoluta, la presencia efectiva e importante de las mujeres (...o de algunas mujeres) en el desarrollo de la actividad relacionada con la

comunicación escrita y, menos aún, por la vía del ejercicio de publicaciones periódicas. Esto para no enfatizar, ahora, acerca de las esas limitaciones comunes (….pero que en las mujeres aparecían mucho màs profundas) a los hombres y las mujeres comunes, que no podía acceder

a la cultura, al conocimiento...a la lectura, a la escritura. Otra anotación importante, en el contexto, tiene que ver con lo que podríamos definir como “el

valor de uso” (...o la utilidad) de la imprenta, como recurso que permitía la difusión de las verdades oficiales (...como ahora); pero también cierta información y orientación relacionada con el comportamiento en cuanto a higiene y salud pública. En este sentido es pertinente citar

lo siguiente: ..De manera amplia y teniendo como su principal objetivo a las clases subalternas de las pequeñas ciudades y del campo, la imprenta continuó teniendo uso en la década de los ochentas, particularmente en lo que tiene que ver con el campo del aseo y de la salud pública e higiene personal, sobre todo durante las epidemias que azotaron al virreinato que en la Nueva Granada se concretaba en la presencia sobre el territorio, de brotes de viruela, que obligaban a extremar las medidas, de confinamiento y de tratamiento en los hospitales... Otro elemento, de descripción y análisis, que ejerce como antecedente; tiene que ver con el significado que adquirió la intervención de don Antonio Nariño. No solo en lo que hace

referencia a su rol en la difusión de algunos conceptos y expresiones relacionados con la Ilustración, como propuesta y desarrollo cultural en Europa Occidental, particularmente de la Revolución Francesa, en lo que respecta a la Declaración de Los Derechos Universales del

Hombre (¡siempre lo masculino como única opción); sino también en cuanto visión comercial de la comunicación escrita. Cabe anotar, asimismo, acerca de las dificultades v de los riesgos asumidos (...aunque no de manera absolutamente conciente, al comienzo); habida cuenta de

los controles y la censura oficial. Su Imprenta Patriótica fue expropiada y vendida, por mandato del virrey.

..Su actividad de impresor no arrancó, como a veces cuenta la leyenda, con la actividad de realizar publicaciones de textos prohibidos y perseguidos, sino con la idea de hacer toda clase de impresiones que le mejoraran su fortuna, y con el proyecto de hacer circular ediciones que pudieran venderse en el naciente mercado conformado por una población universitaria en crecimiento, por los clérigos ilustrados y por los funcionarios de la administración perteneciente al circulo del virrey...15

14

Obra citada, página 14 15

Obra citada, página 23.

Por último (…relacionado con esta acotación), vale la pena resaltar las expresiones alcanzadas (en la investigación histórica al respecto) por parte de la profesora Virginia Gutiérrez y de la historiadora Patricia Londoño; cuando relacionan aspectos relevantes como la noción de

beaterìa y de las beatas, como quiera que las destacan, a la manera de insumos importantes, tratándose de indagar por intervenciones y roles de las mujeres en la época colonial.

4.2.1 La aparición del Papel Periódico de Santafé de Bogotá. Es en ese escenario de restricciones y de censura a la palabra escrita, cuando surge este

impreso periódico. Tenía como objetivo la difusión de diferentes hechos, además de algunos artículos a cargo de personajes (...hombres) ilustrados, ligados a esa élite heterogénea que tenía acceso al conocimiento, no solo en lo que respecta a los eventos sociales y políticos; sino

también en lo relacionado con aspectos específicos del desarrollo científico, particularmente de la ciencias naturales.

Por otra parte, a màs de la vigilancia de la censura, aparecían detractores vinculados, inclusive, a esa misma élite ilustrada y de personas de personas que, en el lenguaje de hoy, podríamos

asimilar a la opinión pública. Tanto es así que, en algunos números de la publicación, sus editores hacían referencia a esos detractores y enemigos, en veces de manera general, sin precisarlos; tal vez por ese mismo temor que recorría a toda la actividad de reflexión inherente

a sus objetivos. La influencia del Papel Periódico de Santafé de Bogotá, por lo mismo, era restringida; si se

entiende como tal la profundidad de los elementos conceptuales difundidos. En este sentido, es pertinente acotar las repercusiones de un articulo publicado por don Francisco Antonio Zea (Naturalista) y titulado Aviso de Hebephilo, en el cual hizo una crítica fuerte de los estudios

escolásticos dominantes en la universidad santafereña; lo cual constituía un ataque directo contra la Orden de los Dominicos y contra los letrados escolásticos que mantenían el dominio de la enseñanza. Le correspondió al Director del Periódico (don Manuel del Socorro Rodríguez)

, disculparse públicamente y suspender transitoriamente su publicación. Es evidente que, aquí en esta actitud, se expresó esa postura de “realismo político” que, aún hoy se mantiene por

parte de quienes ejercen como directores de algunos periódicos. Visto así, en consecuencia, el Papel Periódico de Santafé de Bogotá, asume un rol en donde es

evidente su condición de “medio” a través del cual, se difunde información; con entendido conceptual en el cual predomina la noción de respeto y el reconocimiento hacia la autoridad establecida (…la del virrey), la cual se asume como válida y que debe ser acatada. Esto para no

hablar acerca de su actitud en torno al cuadro de valores predominantes, incluidos los religiosos y morales. Algo así como entender la vigencia de una dinámica en donde el “punto de equilibrio” está soportado en ese reconocimiento; con el agravante (en términos d la libertad de

información y de expresión) de que se exigen reconocimientos públicos de los “errores”, so pena de verse sometidos (…aún màs) a las restricciones que pueden llegar (…como en efecto sucedió en muchos momentos) hasta la proscripción y el cierre. Es evidente, asimismo, la

ausencia de insumos conceptuales y de información, que pudieran asimilarse a una posición de género. Es reconocer que, en fin de cuentas, se asumía como hecho incontrovertible, la vigencia del predominio de la masculinidad, en extensión primaria y natural aceptada, del ese

predominio fundamentado en la diferenciación biológica y en los énfasis religiosos, en cuanto al rol de las mujeres, como quiera que se entiende, aparece como obvia, la sumisión a que es convocada y la cual se impone, no solo en las decisiones fundamentales que acompañan al

poder; sino también en los ambientes cotidianos, colectivos y de familia. Algunas crónicas de la época, recopiladas posteriormente, describen la incidencia femenina, como simple aplicación del

recato y el profundo amor a Dios, hasta la entrega total; un tanto a la manera de Santa Teresa de Jesús. Para mayor precisión, es importante recomendar la lectura del escrito realizado por Pablo Rodríguez Jiménez titulado: Antonia Cabañas una beata doméstica”, en el contexto de la

Mujer en la época colonial. Este texto fue publicado en la Revista Credencial No. 68, en el mes de agosto de 1995, al lado de otros textos relacionados con el tema de la mujer y su participación en el desarrollo de actividades y del pensamiento.

4.2.2 El caso de El Semanario del Nuevo Reino de Granada. La dirección de Don Francisco José de Caldas, le otorgaba una posición centrada en la difusión científica; esto traduce estar expuesto a la incomprensión popular y a las tergiversaciones

intencionales originadas por parte de quienes se esforzaban por detener la difusión de los avances de la ciencia. Porque, casi siempre es así, contradecían muchas “verdades” oficiales.

Vale la pena destacar una anécdota al respecto. “...Pero hay en la historia editorial de El Semanario un episodio que vale la pena reseñar de manera particular, porque muestra de forma nítida la actitud tradicionalista de la sociedad, actitud de la que venían buena parte de las resistencias que debió enfrentar la prensa ilustrada en Nueva Granada, aunque el episodio también puede mostrar la propia actitud tradicionalista de los pensadores ilustrados de Nueva Granada. El asunto tiene que ver con una mención que el Semanario realizó de la edición que en París se hacia de las obras de Humboldt, y donde se mencionaba las condiciones tipográficas de la publicación, indicando que sería realizada “en papel grand-jèsus vegrand-colobier velin, delas màs bellas fábricas de Francia”. La voz corrió por Santafé de Bogotá, en el sentido de que los “humboldistas” – como se llamaba al grupo de jóvenes ilustrados que respondían por la publicación del Semanario – habían blasfemado (por la mención del papel de Jesús) y la blasfemia era en esta sociedad uno de los màs pecados que se podía cometer, y del cual no se podía escapar sin recibir su justo castigo. La ocasión no fue desperdiciada por los enemigos de los “jóvenes físicos” – como era el nombre con el cual el público apodaba a los redactores del Semanario – para arreciar ataques, y Caldas tuvo entonces que preparar de inmediato una aclaración pública en un Suplemento especial...16 Este hecho es similar (…con las diferencias apenas obvias) a la situación que les correspondió

enfrentar a los enciclopedistas, en Francia, liderados por Denis Diderot. Porque la directriz eclesiástica, en defensa de las verdades predeterminadas y vigentes, a nombre de la Religión Católica.

Cabe resaltar, como elemento de análisis importante, lo relacionado con la financiación y el espectro alcanzado por las publicaciones periódicas; entendidas como la posibilidad para

acceder a sectores de la población heterogéneos. No solo en lo que respecta a los niveles de escolaridad. Era reiterado el hecho de las dificultades, incluida la de cobertura. Es una constante que recorre a todos los periódicos. Es claro que se dependía, fundamentalmente, de

dos aspectos: uno de ellos relacionado con la capacidad de los impulsores, de aquellas personas que asumían el riego inicial, a partir de su reflexión en lo que hace referencia a la necesidad de comunicar y de comunicarse. Ya lo decíamos arriba; esa necesidad ha sido

inherente a la condición humana. Lo que sucede aquí, debe ser analizado y entendido como una dinámica hasta cierto punto ilógica, si se entiendo esta como acciones en contravìa de la yunta del poder; una figura cercana a reivindicar la autonomía sin que, necesariamente, esto

implique asumir posiciones de confrontación abierta y “conciente” con respecto a la autoridad y al poder establecido, impuesto. Sin embargo, en una perspectiva de futuro relativamente cercano, es evidente que estas acciones permitieron expresiones posteriores, habida cuenta de

los sucesos acaecidos durante la segunda década del siglo XIX. Ya ante, precisamente los detentadores y beneficiarios del poder habían proscrito la comunicación abierta (en el caso ya

mencionado de don Antonio Nariño), en razón a que intuían, de manera forzada, un nexo entre este tipo de publicaciones y un hecho como la denominada insurrección comunera. Esto, a pesar de la expresa intencionalidad manifestada por parte de quienes ejercían como

16

Obra citada, página 33.

responsable de las publicaciones, en términos de insistir en que lo acompañaba solo el interés

de difundir conocimiento, “luces”, para la interpretación de hechos y realizaciones científicas y culturales. El otro elemento que condicionaba el desarrollo de estas propuestas, tenía que ver con la franja de simpatizantes, a manera de suscriptores, que se decidían a comprometer

algunos recursos de financiación anticipada. En la medida en que esa red no se ampliaba, sino que por el contrario, se reducía; asimismo la asfixia y las restricciones eran mucho mayores.

En ese contexto, es pertinente anotar que, en nuestra interpretación, los proyectos màs sólidos (con las limitaciones conceptuales y con las restricciones originadas en el control político y la asfixia económica), estaban de lado del Semanario y, posteriormente, del Diario Político (1810)

y del Redactor Americano (1807). 4.2.3 Casos: El Correo Curioso y La Bagatela:

Ya se ha registrado, de nuestra parte, algunos conceptos originados en el seguimiento del

proceso inherente al desarrollo de los proyectos periodísticos del Siglo XVIII (finales de...) y del Siglo XIX. Se desprende, en esa línea conceptual definida por nosotros, unos elementos comunes, a la manera de hilo conductor. Es un tanto entender la presencia de niveles primarios

y de mediana profundidad en cuanto conflictos con la autoridad, con el poder (...o poderes) ejercido por el virrey , soportado no solo en su significación política de dominación colonia; sino también en el tejido religioso, en el cuadro de valores éticos y morales, soportados en el ideario

Católico. De otra parte, se ha esbozado (aunque de manera un tanto tangencial) algunos elementos

relacionados con la realidad geográfica, económica, cultural y social, vigente en el Nuevo Reino de Granada. Algo así como entender la presencia de una “partición” efectiva. No solo en lo que corresponde a las distancias y las dificultades originadas en la dispersión y en la topografía del

territorio; también en lo concerniente a las percepciones de la vida, el acceso a determinados medios. Es una fragmentación que no ha sido inventada como insumo para el análisis antropológico o sociológico. Es una realidad efectiva y que, aún ahora, nos sigue recorriendo.

La pluriculturalidad, así como la condición multiétnica (…reconocidas por la Constitución Política de 1991); no son otra cosa que el simple reconocimiento, la lectura plena del significado que

adquiere la diferenciación territorial, con sus colaterales de lo que podríamos definir como las “superestructuras zonales.”

Sin que implique una reiteración innecesaria, es conveniente recabar acerca de las actuaciones desarrolladas por los grupos de religiosos (las Comunidades) en lo que respecta a la alfabetización. La enseñanza de la lectura y de la escritura, no constituía un fin en si mismo,

entendido como la aportación de un insumo para que sus beneficiarios pudiesen acceder libremente a la cultura. Se trataba de una enseñanza primaria diseccionada; de tal manera que pudiere realizarse y desarrollarse la enseñanza del evangelio, de la doctrina. Inclusive, por esta

vía se producía un distanciamiento entre la lectura y la escritura. Hasta cierto punto, bastaba solo la lectura. Es posible inferir, asimismo, que, como consecuencia de la diferenciación y de la discriminación vigente, en cuanto al rol de las mujeres en ese tipo de cuadro de valores; la

enseñanza de la lectura y la escritura, se realizara con ese mismo norte de discriminación. Ya en esto, también, aparece una diferenciación importante con respecto a la posición asumida por una de las fracciones religiosas derivada de las rupturas en el Catolicismo. Luteranos y

Calvinistas; desarrollaron, a manera de ejemplo, una labor de alfabetización (...de evangelización, también) en el Norte de Europa. Para el registro que pretendemos, vale la pena resaltar las realizaciones en Suecia. La enseñanza de la lectura y la escritura estuvo dirigida a

hombres y mujeres. Es obvio que no pretendemos una comparación, en desconocimiento de las condición de subyugación vigentes en los territorios dominados y esquilmados por el

colonialismo español; se trata, simplemente, de proponer una interpretación en cuanto que, de todas maneras, es evidente un nexo entre la enseñanza de la lectura y la escritura y el interés por la difusión de postulados, de valores de visiones e interpretaciones derivados de los

paradigmas y referentes religiosos predominantes. Ya lo decíamos arriba, constituye (..la dominación) la posibilidad de direccionar a los sujetos (hombres y mujeres) en su espiritualidad, en su percepción de la vida, de la naturaleza, de tal manera que pueda orientarse su quehacer,

en una especie de prefiguración de aquellas herramientas de dominación cultural que ,

posteriormente, se desarrollaron a plenitud. Cabría preguntar si, en fin de cuentas, la manipulación de la información y del conocimiento, no siguen siendo los propósitos “invisibles”, “no declarados”, del periodismo que reclama el reconocimiento de los valores establecidos. Es

conveniente, a manera de ilustración tangencial, llamar la atención acerca de lo siguiente: el periódico El Tiempo, en pleno Siglo XXI, incorpora en su edición normal, el semanario El Catolicismo; es una manera (subliminal...?) de inducir al reconocimiento de una opción

religiosa, Ahora bien, retomando el asunto de las dificultades políticas, técnica y de financiación, que

debían enfrentar los responsables de las publicaciones periódicas, para el período analizado; es relevante una alusión explícita a las dificultades técnicas y, por extensión, a sus implicaciones, desde el punto de vista de la ampliación del espectro, no solo de influencia; sino también en lo

que hace referencia al tipo de escritos, y a la calidad de los mismos. Algo así como reconocer y entender que hubo artículos que no pudieron ser publicados en razón a que los recursos

ofrecidos en la “imprenta”, no permitían las adaptaciones necesarias. En ese contexto, queremos transcribir otro a parte del documento de análisis que hemos venido

citando. “..Hay que repetir, desde luego, para evitar el riesgo de convertir a los ilustrados en republicanos a toda costa – y esto antes de 1808- que Pombo y el Consulado reiteraban cada vez que les era necesario su posición de defensa de la Monarquía y que no había en ellos el menor deseo de transgredir un orden social con el cual se sentían perfectamente identificados, màs allá de las divergencias particulares que pudieran mantener con este o aquel funcionario. A principios del siglo XIX el orden y el control social se había vuelto un problema inquietante para las autoridades españolas, pero no como consecuencia de la existencia de movimientos locales de oposición o de la existencia de signos que indicaran que el orden y la dominación tradicional se encontraba amenazado. La situación de desconfianza tenía que ver màs bien con otros elementos: en primer lugar, con un viraje en la política de reformas que tiempo atrás había emprendido la Corona, viraje perfectamente claro con la llegada al trono de Calos IV. En segundo lugar con el llamado “miedo a los acontecimientos de Francia” en relación con los temores suscitados entre las autoridades de Madrid y en lo que ahora empezaba a llamarse “las colonias”, a raíz de la Revolución Francesa. Y en tercer lugar con la interpretación que los funcionarios coloniales le hicieron, y esto a lo largo de toda América, a los movimientos de crítica a la política fiscal española y al despotismo de algunos representantes, como un indicio cierto de una ruptura mayor con los valores de la Monarquía, lo que se concretó de manera particular en ese ambiente de miedo, recelo, desconfianza y freno a cualquier iniciativa de cambio por parte de los “criollos” – sobre todo de los “criollos ilustrados - , que son tan característicos de las dos últimas décadas del siglo XVIII. Este es el cuadro en el que hay que inscribir los rechazos que pesaron sobre la iniciativa de imprenta del Consulado de Cartagena, para evitar la interpretación sin fundamento que ve en tales iniciativas ya prefigurada la revolución de 1810...17 Entonces, las condiciones técnicas en que se desarrollaba el trabajo de los impresores, no permitía la realización de publicaciones que precisaran de tipos complejos, màs allá de los

existentes. Queda claro que la posibilidad de acceder a “nuevas tecnologías”, estuvo vedada por la intervención de las autoridades. Es, otra vez, recabar acerca del conflicto que se origina, cuando el conocimiento empieza a ser difundido, cuando la información es presentada de

manera escueta (como en el caso de los hechos sucedidos en Francia, en 1789), los beneficiarios del poder asumen que existe riesgo inminente de ser cuestionados..o, al menos,

que se puede inducir a la reflexión. Hasta cierto punto, este tipo de restricciones se ha mantenido siempre. Quienes ejercen el poder, siempre han tratado de “asfixiar en su origen” , la información, cuando esta no conviene a los intereses predominantes o, inclusive, cuando, sin

17

Ibíd., página 26.

poner en riesgo el control político y económico, puede incidir en los sujetos individuales y

colectivos, para la asunción de otros valores morales, de otra interpretación de universo, de la naturaleza. Es tan cierto que, aún hoy, en la denominada (…injustamente) “la mejor democracia del mundo” –EEUU-, se ejerció, hasta donde les fue posible, la manipulación de la

información proveniente de Irak..Es obvio que estaba en juego la “verdad” que impusieron para justificar la invasión y.., colateralmente, la reelección del Presidente Bush.

En el caso particular de La Bagatela y del Correo Curioso, se mantiene la constante ya señalada para las otras publicaciones. Es apenas obvio la existencia de diferencias, en cuanto el alcance y profundidad de contenidos en los artículos publicados. Pero, también es cierto, que la

“orientación” fundamental tiene que ver con la difusión del conocimiento, de hechos relacionados con la cultura y la ciencia. Hemos acotado, asimismo, la precariedad en cuanto a cobertura, anclada en los problemas descritos y que van, desde las dificultades propias de la

geografía física, hasta los niveles de analfabetismo presentes en la época. A esto es necesario agregar que, de manera predominante, los lectores (.en muchos casos, suscriptores),

constituían una franja elitista. Las lecturas, casi siempre, se producían en círculos cerrados, a la manera de tertulias realizadas, a partir del interés por determinados temas. Los registros no muestran, con certeza, información acerca de la desagregación en lo que respecta al género.

Enfatizamos, en un ejerció de presunción fundamentada en el conocimiento de hechos mencionados arriba, que las mujeres no tenían acceso a esos centros de lectura colectiva. Esto para no hablar, del hecho en el sentido de que, mucho menos había mujeres en la

responsabilidad de las ediciones y en la orientación de las publicaciones. Pero esto, la ausencia de reconocimiento a las mujeres como sujetos plenos de derecho, o al

menos, de participación efectiva el quehacer cotidiano del Nuevo Reino de Granada, era explicable, en razón a dos factores fundamentales. De un lado las restricciones de las libertades, básicamente de la libertad de pensar, de decir algo en contravìa del poder

establecido y, aún, de algo que pudiera dar lugar a una reflexión diferente al cuadro de valores establecido, a manera de referentes. Esas restricciones eran generales, afectaban a todos los habitantes del territorio, independientemente de su condición de género. De otra parte, la

Ilustración, el desarrollo del conocimiento, la Revolución Francesa; no eran propiamente una exhibición de propuestas libertarias, en lo que respecta a los derechos de las mujeres.

Basta, en esa dirección del análisis, conocer algunos aspectos relacionados con las proclamas revolucionarias de la Asamblea Nacional, o de Danton..o de los jacobinos, a través de

Robespierre. Este, inclusive, desarrolló la màs implacable persecución; ya no tanto en contra de los enemigos de la Revolución Francesa; sino también de aquellos (as) que, de una u otra manera, fueran sospechosos (as) de “traición.” Aunque la historia la presente, siempre con el

énfasis en su condición de sumisión al Rey y en el contexto humillante de simple replicadora de las condiciones de vida y subyugación; de simples receptoras del falo, dadoras de placer; vale la pena resaltar el rol asumido por María Antonieta, durante la crisis previa a la Revolución y de

sus orientaciones en términos de la no claudicación con respecto a los Revolucionarios. Es algo así como entender su rol, así sea negativo, vinculado a una figura parecida a la definición propia de objetivos, obviamente, en relación a los intereses de la Monarquía.

Veamos, así sea un poco con el ánimo de recrear la imaginación tardía, una descripción de ese escenario, en una novel histórica escrita por Francisco Rebolledo, titulada Rasero; así

“-Dígame, ¿usted conoció a la marquesa Pompadour? Rasero respondía con entusiasmo. Danton escuchaba un poco escéptico los encendidos elogios que el español prodigaba a la dama. No le interesó el asunto y, de plano, lo cortó de tajo: -¿Y conoce a la Du Barry? -No. Hace màs de treinta años que no frecuento la Corte.

_Pues dicen que esa mujer era una zorra de cuidado; que fornicaba mejor que la mismísima Afrodita. ¿Sabe?, me gustaría haberme tirado a esa piruja... (Sic).18 “...Un año después de aquel terrible 93, cuando la República había triunfado y el pueblo de París vio como caía la cabeza del último de los Capetos a los pies de la soberbia estatua de la Libertad – que ocupaba ahora el mismo lugar en que estuvo su abuelo Luis XV franqueado por las cuatro virtudes -, el Terror, del brazo de su amante, la espigada guillotina, se habìa asentado en Francia. Llegaron entonces los tiempos de Robespierre. Por supuesto, dejó de visitar al anciano; sus consejos ya no le eran útiles. El pobre viejo despreciaba tanto a la guillotina como a la guerra, cuando este fino instrumento no era otra cosa màs que las enormes tijeras que podarían el jardín de Francia, cortando de tajo la hierba mala que amenazaba con estropear sus frutos. Robespierre, jardinero implacable, en su afán por terminar con la cizaña, terminó por cortar aun las ramas sanas del árbol...19 Con referentes de ese estilo, a nombre de la Ilustración y de la confrontación política a la

Monarquía; no era posible esperar (...aún en el evento de la reivindicación de los postulados de libertad inherente a la Revolución Francesa); una postura y/o unos elementos conceptuales propiciadores de la libertad de las mujeres, de su derechos.-

Lo anterior explica, en nuestro concepto, la ausencia de un ejercicio periodístico en donde pudieran expresarse posiciones en las cuales hicieran presencia las mujeres, con roles precisos.

O, por lo menos, con una intervención tangencial. Porque, el cuadro de valores vigente, conducía a la reproducción de conceptos en lo cuales, simplemente, se asumía como obvio el derecho de los hombres para acceder al conocimiento y a la reflexión. Ninguno de los

periódicos analizados tenía como centro de la confrontación de esos valores. La condición de “avanzada política” estaba dada, como hemos visto, por expresiones en las cuales la radicalidad, cuando se presentaba, estaba centrada en cuestionar al poder, con la visión propia

de aquellos personajes definidos como “ilustrados”, de élite; precisamente por las restricciones impuestas (..ya lo hemos dicho arriba) que impedía el acceso de la población asumida y aceptada como periférica, como iletrada y en esta, las mujeres, estaban situadas en

condiciones de inferioridad, mucho más onerosas. 5. EL SIGLO XIX 5.1 De los antecedentes, como hilo conductor. Ya hemos señalado algunas características de los periódicos surgidos en las dos últimas décadas del siglo XVIII; hemos destacado el nivel y alcance de la confrontación política que

lograron algunos de ellos. Presentamos la dicotomía entre la orientación básica otorgada por sus orientadores, entendidos como fundadores y/o como propietarios y aquellos colaboradores que escribían artículos considerados, en su momento, como heréticos con respecto al poder y a

los valores predominantes. Asimismo, hicimos una reflexión en la cual se contextualiza esa confrontación, con el propósito de allegar algunos elementos que nos permiten precisar los aportes efectivos en lo que hace referencia al desarrollo del concepto de autonomía e

independencia. Esa reflexión nos conduce a una conclusión inicial, en términos de entender la dinámica de esos

periódicos, atada a las restricciones impuestas por la autoridad. Es algo así como una condición refleja, en la cual se hacía centro en un tipo de equilibrio pragmático que demuestra la negación a la ruptura plena, como quiera que el reconocimiento del virrey, se asumía como

principio incontrovertido, insoslayable. Lo entendemos como esa partición espiritual y conceptual, en donde el sujeto pretende reconocerse como portador del conocimiento y, por

esto mismo, con la necesidad de transferirlo, de hacerlo público; pero, al mismo tiempo,

18

REBOLLEDO, Francisco. Rasero, novela histórica, ganadora del premio Pegaso de Literatura para

América Latina - 1994. Edición original Joaquín Mortiz, S.A.Impresión y edición Tercer Mundo Editores,

1995. 19

Ibíd., página 526

aparece condicionado por el entorno político, por aquellos valores, incluidas la noción de verdad

y de libertad permitidas. Desde una interpretación psicológica, aquí el sujeto no es uno indiviso; sino una unidad fraccionada, que se desenvuelve en condiciones internas de contradicción; en donde el sujeto individual trata de transferirse hacia afuera, como partícipe de un colectivo que emerge...y se hace lúcido hasta proponer una fractura del orden establecido, al menos en lo que este tiene de yunta que impide la presencia de la autonomía en un territorio que no le pertenece a quienes lo han usurpado. Pero, esa lucidez, no involucra la posibilidad de fracturar, de superar los paradigmas vigentes en lo que corresponde a los roles asumidos como válidos, en cuanto a género. Esto traduce, la aceptación de esa división elemental que asimila la diferenciación, a discriminación, a inferioridad, a roles preestablecidos, derivados de la diferenciación biológica primaria y de la conceptualización religiosa, en su versión Católica. En esa perspectiva, nuestra interpretación, propone un recorrido bordeando ese equilibrio,

hasta encontrar puntos de quiebre; de tal manera que pueda entenderse la modificación en la dinámica predominante. Visto así, entonces, la incidencia de periódicos como Papel Periódico de

Santafé de Bogotá; Semanario del Nuevo Reino de Granada, del Diario Político de Santafé de Bogotá, la Bagatela y el Correo Curioso tiene que ser analizada en presencia de un horizonte, no solo complejo en términos de autonomía y de libertad, no asumida; sino también en

términos del espectro social alcanzado, como quiera que era evidente la imposibilidad de trascender las limitaciones relacionadas con el escenario político y cultural vigente.

5.2 De la crónica política y la Independencia. Los acontecimientos políticos, a partir de 1808, permiten la expresión de modificaciones

fundamentales, en cuanto reivindican la necesidad de hacer mucho más pleno el entendido de libertad de opinión, como correlato de la libertad de imprenta, expresión que tendrá vigencia constitucional, tanto en América, como en España. Esto es lo que explica la incidencia

alcanzada por El Memorial de Agravios, difundido por Camilo Torres. Constituye, en la línea de interpretación que hemos venido trabajando, una figura cercana a la ruptura conciente, con respecto a la autoridad impuesta, por la vía de otorgar símbolos que reclaman la libertad para

acceder a la información y a la expresión, aún en contravía de los paradigmas difundidos y que ejercían como única verdad posible. Se juntan, en ese proceso, la aspiración a la libertad

individual y colectiva en términos políticos y del conocimiento; con la aspiración a la libertad de empresa, significando el derecho a ejercer la prensa, como posibilidad comercial, como proceso derivado del concepto de sociedad moderna. El desarrollo de la comunicación escrita, a partir de 1808 y como extensión de la incidencia de los periódicos establecidos, estuvo centrada en la difusión de expresiones y propuesta políticas.

Algo así como la difusión de idearios relacionados con los intereses inmediatos, bien sea de sus promotores y fundadores, o de quienes, simplemente utilizaban esos medios de comunicación, para transferir sus arengas y sus programas. Una politización que obnubilaba, que sesgaba y,

hasta cierto punto, desdibujaba, los principios originarios de libertad de opinión. Pero, también es necesario reconocer, que las expresiones vertidas en esos medios, lograron cierta desestabilización de los valores tradicionales, al difundir visiones y opciones soportadas en nuevos conceptos, en una hilvanación lógica con los avances de la Ilustración y los descubrimientos científicos y sociales, que la misma permitió desarrollar. Se mantiene, entonces, la dicotomía, en una nueva versión; aquella que le imprime a la comunicación la necesidad del pragmatismo relacionado con los intereses inmediatos. En este caso y, durante el curso de los acontecimientos desde 1810 hasta 1820, hace presencia la

figura de la imposición política, como corolario de la necesidad del proceso. Es, ni mas ni menos, otra forma de coacción; si se entiende el postulado fundamental de la libertad de expresión. Solo que, ahora, el condicionante adquiere la justificación relacionada con los rigores propios de los objetivos propuestos por parte de quienes ejercían como conductores del proceso o, lo que es lo mismo, de la nueva verdad, del nuevo modelo que confronta al poder tradicional, a su autoridad.

El nexo entre los postulados de libertad de opinión (...y de prensa) y de independencia(...como

expresión de la libertad política colectiva); se concreta, en cuanto puede argüirse que el primero prefiguró al segundo, en razón a que desarrolló conceptos y contradicciones con respecto al poder tradicional, que fueron retomados por los iniciadores de la lucha por la

independencia. Es obvio que este nexo no puede ser entendido en términos absolutos, ni en desconocimiento de los agregados básicos que se acumularon en todo el transcurso de los acontecimientos previos y de la influencia recibida, en desarrollo del significado de la

representación colectiva y de una nueva forma de gobierno, en donde las decisiones comprometieran a las fuerzas sociales y políticas autónomas, sin el rigor de las imposiciones monárquicas. Esa perspectiva fue entendida, también, por Pablo Morillo, delegado por la

Corona para ejercer con “restaurador”, en el interregno 1810-1819. Es importante, en el contexto descrito arriba, analizar (...también) el significado que tuvo la

fragmentación política provincial, en Colombia, a partir de 1810. Porque, como puede demostrarse posteriormente, esa fragmentación se va a concretar en propuestas y realizaciones

relacionadas con el curso de la Independencia, como proceso que no termina el 7 de agosto de 1819; sino que se extiende durante períodos posteriores en donde la confrontación política, aparece como realidad que afecta e incide en la construcción de la opción Republicana. Una

confrontación que se ejerce, fundamentalmente, por la vía de propuestas acerca de las formas de gobierno, del significado y alcance de las opciones de liderazgo político y de la organización territorial. En es escenario, la prensa adquiere un rol importante, diríamos especial. Prueba de

esto, lo constituye la utilización que hizo de la Bagatela, don Antonio Nariño (en el proceso de confrontación a la Junta de Gobierno, después de 1810), en procura de asumir el Poder. Asimismo, la respuesta desde las páginas el periódico Federalista Argos, que permitió

confrontar esas aspiraciones. Consideramos pertinente una trascripción que describe ese significado que adquirió el rol de la

prensa. Ese sesgo que, hasta cierto punto, transgrede el principio de libertad propuesto para la comunicación y la información, al comienzo de la actividad periodística, veamos.

“En las primeras fases de los acontecimientos revolucionarios la prensa pierde un poco su lugar privilegiado como mecanismo de comunicación – luego, en un ámbito de menor incertidumbre, volverá a ocupar ese lugar - , a favor del impreso menor y de un impreso que, como la proclama, constituye ante todo un llamado a la acción. A su manera, F.J. de Caldas pone de presente esta situación cuando nos informa que el Semanario se vio temporalmente suspendido, por las nuevas tareas que se le imponía a la imprenta, ahora por completo al servicio de la “actualidad”, pues debió dedicarse a la publicación de manifiestos, bandos, actas, convocatorias y otras piezas políticas, que exigían hacer a un lado por unos días las memorias sobre la enfermedad del coto, la propuesta sobre las mejoras en los cultivos del tabaco y del trigo, etc.20

Nos vemos, en consecuencia, inmersos una cotejación que convoca a discernir acerca del verdadero rol de la prensa, como medio de información, que imprime a la opinión pública, entendida como sujeto colectivo que actúa en el espacio y en el tiempo. Tanto como entender

una dinámica en la cual, la didáctica y la profundización en torno a conceptos y propuestas, es reemplazada por la información, como proclama, como propaganda que difunde y convoca a entender y aceptar unos determinados objetivos, a partir de los conceptos y propuestas de

quienes actúan en condición de líderes del proceso. Es un rol que se modifica, conforme a las exigencias inmediatas y tendencias de la

confrontación política. Se configuran dos frentes que atienden la información y la “orientación”. De un lado la confrontación a la Monarquía y la difusión de los principios y propuestas de la

Independencia. De otro lado, la confrontación al interior de las fuerzas políticas y sociales que lideran determinados dirigentes, a partir de propuestas originadas en su particular visión de los acontecimientos; en su particular método para construir opciones.

20

Ver El Periodismo y la Prensa a finales del sigloXVIII y comienzos del siglo XIX, página 63

En lo que sigue, efectuaremos un seguimiento a esas expresiones, sin perder el referente inicial propuesto, en cuanto a la indagación de los roles, en consideración al género.

5.3 Del Periodo 1810 - 1819 La liberación, como proceso y como resultado, supone la presencia de rupturas. Podría decirse

que la combinatoria ideal, lo más cercano a la utopía que ha sido objeto de deseo y que ha propiciado búsquedas perennes, por los hombres, por las mujeres, tanto en lo individual como en lo colectivo. Además, ha sido objeto de deseo por parte de aquellos y aquellas que han sido

oprimidos y oprimidas, en constantes vulneraciones; como quiera que han sido minorías, etnias, razas estigmatizadas y sujetos de martirologios. Porque, en esto de liberarse, la convocatoria es a la trasgresión. No se puede entender de otra manera, por cuanto adquiere el significado a

establecer nuevos horizontes y referentes. Nuevos valores que puedan ser entendidos, reconocidos y acatados. Es tanto como escindirse con respecto a lo que ha ejercido, antes y

ahora, como atadura, como yunta….como inhibición. El Contrato Social, propuesto por Juan Jacobo Rousseau, supone algo así como el equilibrio posible; a partir del cual los sujetos pueden reconocerse en su libertad, en sus derechos. “El hombre ha nacido libre, y en todas partes se halla entre cadenas. Créese alguno señor de los demás, sin dejar por esto ser más esclavo que ellos mismos. ¿Cómo ha tenido efecto esta mudanza? Lo ignoro. ¿Qué cosas pueden legitimarla? Me parece que podré resolver esta cuestión. Si no considero más que la fuerza y el efecto que produce, diré: mientras que un pueblo se ve forzado a obedecer, hace bien si obedece; tan pronto como puede sacudir el yugo, si lo sacude, obra mucho mejor; pues recobrando su libertad por el mismo derecho con que se la han quitado, o tiene motivos para recuperarla, o no tenían motivo alguno para privarle de ella los que tal hicieron. Pero el orden social es un derecho sagrado que sirve de base a todos los demás. Este derecho, sin embargo, no viene de la naturaleza; luego se funda en convenciones. Trátase, pues, de saber qué convenciones son estas. Más antes de llegar a este punto, será mejor que funde lo que acabo de enunciar.21 El 20 de julio de 1810, inaugura un proceso, por medio del cual se reivindican, en principio,

aspectos parciales relacionados con la libertad; entendida como la posibilidad de controvertir, así sea de manera restringida, al poder vigente. No supone, por lo mismo que expresa posiciones individuales y colectivas de simple rechazo a ciertas manifestaciones del virrey, una

reivindicación plena de la libertad; como expresión que cuestione y confronte todas las vejaciones, incluida la fundamental; aquella que hace referencia a la restricción absoluta a la posibilidad de acceder a otros referentes y a otros valores diferentes a los que han sido

impuestos, por la vía de la religión, de la segregación y el no reconocimiento de la condición de sujetos autónomos.

No es, el proceso iniciado en 1810, la asunción de nuevos roles; en cuanto al significado que debe adquirir la libertad; cuando se le imprime la intención de ser sujetos que identifican los objetivos y, en consecuencia, deciden por si mismos; reconociéndose como partícipes. Mucho

menos, entonces, abarca asuntos como los relacionados con entender la diferenciación entre hombres y mujeres, trascendiendo esa visión primaria de la diferenciación biológica; adjudicando derechos, en condiciones de igualdad. Es decir, se mantiene vigente y se acepta la

diferenciación, como aquella que adjudica prioridades a los hombres. Inclusive, en lo que corresponde a las etnias y a las negritudes, se mantienen incólumes aquellas figuras de

discriminación racial y cultural. Por lo tanto, no significó la asunción de rupturas en ese escenario básico; no supuso la inserción de una figura cercana a la contracultura. Se trató,

21

ROUSSEAU, Juan Jacobo. El Contrato Social, edición impresa en Colombia por Gráficas Modernas,

Bogotá D.C., página 8

fundamentalmente, del inicio de un proceso de confrontación al poder establecido; en lo que

este tenía de yunta que impedía el desarrollo de fuerzas sociales y políticas emergentes. La respuesta de la monarquía, asumida como restauración del orden, para contrarrestar las acciones por la libertad, derivadas de ese hecho inicial; supone la profundización y aplicación del concepto relacionado con la defensa de los valores, traducidos como poder y como paradigmas que convocan a la obediencia, al acatamiento, al respeto. Una respuesta lógica,

según el cuadro de valores e intereses de la Corona. Algo así como entender que la Colonia se le iba de las manos, se perdía el control..y, por consiguiente, las prebendas que esto originaba. Las concesiones políticas, no podía ser otras que aquellas que no transgredieran al poder vigente. En el transcurso de este período, ya lo dijimos antes, el rol de la prensa, como insumo

necesario para la comunicación; estuvo condicionado por las necesidades del proceso. Ya, en esto, es posible establecer una restricción de otro tipo; entendida como imposición que

pretende centrar los esfuerzos en los objetivos de la lucha revolucionaria. Vale la pena destacar, de paso, que esta constante se ha mantenido. La información, las crónicas, relacionadas con acontecimientos inherentes a la guerra; pueden y deben ser restringidas; en razón a que debe

predominar el interés general, definido a partir de los objetivos propuestos por parte de quienes la promueven y la dirige. Lo anterior se traduce, inclusive, en mandatos constitucionales precisos.

Antes de precisar respecto a los periódicos que aparecieron, a partir de 1820 y de sus objetivos; es pertinente referenciar la intervención asumida por algunas mujeres, en el curso

del proceso. Tal vez, en la intención de presentar su significado; de sus alcances y, por lo mismo, del grado de conciencia libertaria, como sujeto activo; además del nivel adquirido, en cuanto al reconocimiento de su autonomía, de la posibilidad de pensar, de dirigir, de hablar, de

...ser libres. Ya había un antecedente. En las crónicas relacionadas con la guerra y con la intervención de los

hombres en ellas, en nuestro territorio, aparecieron las denominadas rabonas. Eran mujeres que acompañaban a los hombres, a los soldados. Su rol, tenía que ver con servir a los hombres – soldados en la logística relacionada con la alimentación; es decir, ejercer como cocineras. Algunos cuadros muestran, inclusive, a las mujeres acompañando a la tropa, con sus hijos (as) sujetados (as) a la espalda; por cuanto también debía cumplir su función de madres.

En un ejercicio prospectivo, es conveniente recabar acerca de lo siguiente: ninguna de las constituciones políticas regionales o nacionales, expedidas durante el siglo XIX, incluida la

constitución de 1886; asume una posición clara y definida acerca de los derechos de las mujeres...Además, para señalar de paso, tampoco acerca de los derechos de etnias y de razas, diferentes a aquella asumida como predominante en nuestro territorio. Ni siquiera, para el caso

de la expedición la Ley de Manumisión de los Esclavos, en 1851; tuvo una significación efectiva, en lo cotidiano, para el respeto a los derechos...estos (...y las mujeres), seguían siendo considerados inhábiles, al momento de participar en procesos decisorios, incluidos aquellos que

requerían la expresión por la vía de voto…Entre otras cosas, las mujeres, tendrían que esperar hasta 1954, para ser tenidas en cuenta en la actividad electoral. 5.3.1 Policarpa Salavarrieta: Algunas crónicas la describen como una mujer que sabía leer y escribir, algo muy inusual en las mujeres de esa época (había nacido en 1895 y fue fusilada en 1817). Su rol siempre estuvo relacionado con actividades de apoyo logístico, de información; como auxiliadora de los

revolucionarios (...hombres); aquellos que lucharon por la causa independentista. Su vinculación, a la lucha, estuvo cruzada por su lealtad y respaldo a los principios de quien fuera su amante (en la mejor expresión de su significado, como expresión de la vida afectiva). Sin

embargo, no se hizo sujeto autónomo, como mujer, en lo que la autonomía, en cuanto a género, tiene como posibilidad de reivindicar sus derechos, incluido aquel relacionado con ejercer como individualidad plena, sin las ataduras propias que imponían los conceptos

predominantes. Claro está que la ruptura con el esquema y los valores de familia establecidos

es, de por sí, una decisión soportada en la asunción posiciones heréticas. De todas maneras no fue una rabona. 5.3.2 Manuela Sáenz: (1793-1859). La crónica, a manera de biografía y de seguimiento de su rol, permite conocer los

retos asumidos. Desde su ruptura (...considerada una trasgresión a los valores establecidos) con respecto quien era su esposo; hasta la acción valerosa que salvó la vida de Bolívar. A partir de ahí, se le adjudica el “título” de Libertadora del Libertador. Su rol estuvo circunscrito a ser

leal, como amante y como persona que aprendió a compartir los principios de su amado...y , en general, de la causa republicana. Para con ella, la lealtad de los hombres que acompañaban a Bolívar en sus propósitos y la de sus enemigos políticos; estuvo condicionada a la presencia

viva del Libertador. Cuando este no estuvo (…cuando murió en 1830); fue desterrada. Vale la acotación, en el sentido de que murió olvidada, estigmatizada, sin ningún reconocimiento

político. Otra vez, recabamos, la duda acerca de los roles como sujetos con conocimiento pleno, de su identidad, de la reivindicación en su autoría; en su condición de mujer, como género. Otra vez, aquello de participar, simplemente, en acompañamiento, en lealtad. La inexistencia de

referentes conceptuales, de posiciones propias con respecto a la confrontación política vigente en ese período. 6. 1820 – 1830 (Los periódicos, su rol, sus objetivos políticos,¿ la comunicación como acción libertaria?). La proliferación de publicaciones periódicas hizo eje, de manera predominante, en la confrontación política. Pero, también, surgieron publicaciones religiosas.., inclusive masonas. Una vez terminado el proceso, en agosto 7 de 1819, se desata la lucha por el poder, al interior

de las fuerzas políticas y sociales que habían confluido para la derrota de la monarquía, en su versión del virreinato del Nuevo Reino de Granada.. Tanto es así, que se desarrollaron expresiones en nexo con una u otra opción; en términos de dirección, de orientación, de

estrategia, en la perspectiva de consolidar la República. Una lucha, en la cual se concretaron algunos conceptos con respecto a la teoría del Estado, como aglutinador, como soporte para la

intervención y para administrar esa figura relacionada con el equilibrio, a la manera de contrato, de compromiso. Se infiere, en consecuencia, la radicalidad de una confrontación, a partir de las posiciones personales, que se contradicen, que no encuentran lugar para la

convergencia. No sobra decir que esa confrontación y su conocimiento a través de los medios escritos, era estrictamente masculina...de “próceres y libertadores hombres”. Esto para no hablar, asimismo, de la ausencia de consultas democráticas que involucraran a la población.

6.1 El caso de Los Toros de Fucha

(Periódico fundado en 1821, por don Antonio Nariño). Desarrolla una peculiar especialidad para la crónica: La sátira política. Casi siempre, nos parece como una constante, la sátira política, no tiene nada que ver con la didáctica política. Más bien es una manera de efectuar elusión con

respecto a un determinado compromiso. En el caso de don Antonio Nariño, vuelve a aparecer su intervención. Ya lo había hecho antes; desde finales del siglo XVIII y en 1810, a través de La Bagatela, durante la crisis originada en la Junta de Gobierno, pretendiendo hacerse a un poder

político. Es la reiteración del ejercicio periodístico atado a los intereses de una determina opción política.

6.2 El caso de El Granadino (1831).

Este periódico fue fundado por Vicente Azuero, con el propósito de defender la desmembración de Colombia, con respecto a Venezuela y Ecuador. El contexto estuvo relacionado con un proceso en el cual predominaron las guerras civiles y regionales. Cada sector, en contienda,

procuraba medios de expresión para difundir sus posiciones y sus opciones políticas; la prensa aparece, ¡otra vez!, atada a los rigores de la confrontación.

6.3 El Cachaco, Bogotá 1833.

Fundado por José María Lleras. Fue utilizado como medio para atacar las posiciones de la opción denominada como Bolivarísta. Aquí, no importó el hecho de que Simón Bolívar ya hubiera fallecido. Simplemente, se trataba de reivindicar el ejercicio de la confrontación; en

algo así como la aplicación de la posición que habla de que el fin justifica los medios. 6.4 La Estrella Nacional, 1836.

Conocido, según la historia del periodismo en Colombia, como el primer periódico literario. Fue fundado por don Francisco Ortiz. Algo así como un oasis en medio de la aridez de ese escenario

de confrontación política. Un recorrido del espíritu que se reivindica como pleno, a partir de conocer y difundir la cultura, las realizaciones de poetas y escritores. No fue, eso hay que

decirlo, una expresión de libertad para las mujeres, en su condición de vulneradas por los valores predominantes.

La consolidación de las opciones partidistas Liberal y Conservadora, permitió la aparición de nuevos periódicos políticos. Una extensión del método que se había hecho predominante. La prensa al servicio de la confrontación y de la difusión de propuestas; en un contexto en el cual

la República, se construye como proceso traumático, sectario, caudillista. Proceso en el cual la libertad y los derechos, se circunscriben a los ideales son desarrollados, como imposiciones verticales y elitistas; sin que implique la objetividad y la democracia en la difusión. No fueron

convocatorias a ejercer, en plenitud, las acciones autónomas por parte de los sujetos (hombres y mujeres) no beneficiarios (as) del poder. No se constituyeron (..no tenían porque hacerlo) en opciones que reivindicaran los derechos de las etnias, ni de las razas(..como dijimos arriba) no

consideradas importantes. Para el caso de las mujeres, tampoco, significaron avance alguno; en lo que tiene que ver con sus derechos.

Así las cosas, entonces, surgieron los siguientes periódicos: El Progreso, fundado por Torres Caicedo; El Nacional, fundado por Caro y Ospina, el Siglo, fundado por Julio Arboleda, El Conservador, fundado por José Joaquín Ortiz; La Gaceta Mercantil, fundado en 1847-1848, por Manuel Murillo Toro.

6.5 El caso de El Neogranadino, 1848. Fundado por don Manuel Ancízar, quien fue el primer rector de la Universidad Nacional de

Colombia. Considerado uno de los mas sólidos representantes del federalismo. Con una visión de futuro, introdujo nuevos conceptos para el desarrollo y consolidación del periodismo en Colombia. No solo en lo que respecta a nuevas tecnología; sino también en lo que hace

referencia a la integralidad de la profesión, como interacción de impresores, pintores y litógrafos. A pesar de su aporte, para el desarrollo de la imprenta y del periodismo escrito; no significó la presencia de la mujer como sujeto autónomo, activo. Bibliografía recomendada: Ancízar, Manuel (1852), Peregrinación de Alpha, Biblioteca de la Presidencia de la República, Bogotá, 1956. Cacua Prada, Antonio, Historia del periodismo colombiano, Bogotá, 1968. Otero Muñoz, Gustavo, Historia del periodismo en Colombia, Biblioteca Aldeana de Colombia, Bogotá, 1936.

7. Una opción metrológica en educación. El otro referente Fundamental La lógica puede ser entendida como el método que nos permite abordar el análisis de uno o

varios postulados. Siendo así, entonces, es posible hablar de un procedimiento fundamentado en la reflexión. Pero, al mismo tiempo, esta reflexión tiene como punto de partida la identificación de un hilo conductor; de tal manera que permita establecer una secuencia o

momentos en el curso o desarrollo del análisis. Esto es lo que explica, en términos de precisión semántica y metodológica, la existencia de tendencias y/o líneas de interpretación, en razón a los instrumentos conceptuales y prácticos utilizados en el proceso de identificación, desarrollo y

conclusión, respecto a un determinado postulado.

Para ilustrar el contexto propuesto, considero pertinente citar al profesor Francisco Rodríguez Consuegra22 en su escrito: “La vía negativa hacia el concepto de consecuencia lógica”23.

“Los objetivos principales de este artículo son dos. En primer lugar, explorar la vía negativa que lleva de los conceptos de independencia y consistencia al de consecuencia lógica, frente a la vía positiva –la usual- que, partiendo del concepto tarskiano de verdad, reconoce sólo el precedente de Bolzano y, a veces también, el de Aristóteles. En segundo lugar, mostrar el nexo existente entre el punto de vista formal y el concepto de consecuencia lógica, que surge con toda claridad precisamente en relación al desarrollo del concepto de independencia, como se ve cuando se estudia la aparición de los primeros sistemas verdaderamente formales en la escuela de Peano…”24 Visto así, en consecuencia, la lógica, no puede ser asumida como sistema único de preceptos, definiciones y/o valores. Es, insisto, un instrumento metodológico que permite identificar y desarrollar un procedimiento para lograr la interpretación de uno o varios postulados y, a partir

de ahí, construir opciones de demostración. Por lo tanto, la caracterización de métodos, procedimientos y estructura de conceptos para la búsqueda de esas opciones, tiene que ver con

la existencia de escuelas, corrientes y/o sistemas. Para ilustrar con más énfasis esta aseveración, veamos otro aparte del escrito realizado por el

profesor Francisco Rodríguez Consuegra. “1.La definición tarskiana de consecuencia. Comencemos con el texto canónico de Tarski 193625 publicado poco después de su-también universalmente aceptada-definición recursiva del concepto de verdad para lenguajes formalizados. Entre los conceptos semánticos fundamentales tenemos el de satisfacción de una función enunciativa por parte de un objeto o de una serie de objetos. [..] El significado intuitivo de frases como Juan y Pedro satisfacen la condición “X e Y son hermanos”, o la tripla de números 2,3 y satisface la ecuación “x+y=z”, no deja dudas. [..] Uno de los conceptos que pueden definirse en términos del concepto de satisfacción es el concepto de modelo. [..] Sea L una clase cualquiera de enunciados. Reemplazamos todas las constantes extralógicas que

22

Al momento de la publicación de su escrito en el texto “el velo y la trenza” (1997), ejercía como

profesor titular del Departamento de Lógica y Filosofía en la Universidad de Valencia, España. 23

Rodríguez C., F., “El velo y la trenza”, Editorial Universidad Nacional de Colombia, primera edición

1997, páginas 111 -123. 24

Ibíd., página 111 25

Tarski,A. 1936, “On the concepto of logical consequence”, trad.inglesa del alemán, incluida en Tarski

1956; trad.cast.de L. Vega en:Castrillo y Vega 1984:178.192 (nota tomada de la reseña bibliográfica del

autor en obra citada, página 125).

aparecen en los enunciados pertenecientes a L por las variables correspondientes, siendo las mismas constantes reemplazadas por las mismas variables y las constantes distintas por variables distintas. De este modo obtenemos una clase L´ de funciones enunciativas. Cualquier serie de objetos que satisfaga cada función enunciativa de la clase L´ será denominada modelo o realización de la clase L de enunciados (justo en el mismo sentido se habla habitualmente de modelos de un sistema axiomático o de una teoría deductiva). [..] En términos de estos conceptos podemos definir el concepto de consecuencia lógica como sigue: el enunciado X se sigue lógicamente de los enunciados de la clase K sí y sólo sí cada modelo de la clase K es asimismo un modelo del enunciado X. Tarski, en este ensayo menciona sólo a Carnal como predecesor, auque generalmente se considera que también lo fue Bolzano (que Tarski menciona en otros escritos. Ahora veremos que, efectivamente, la definición de Bolzano es muy parecida. El texto es casi un siglo anterior al de Tarski (Bolzano 1837)26…”27 Desde mi interpretación, a partir del análisis de los textos citados y del seguimiento en torno a

los elementos básicos constitutivos de la lógica, esta permite situar un horizonte para el desenvolvimiento de la reflexión en torno a áreas específicas y generales del conocimiento. Inclusive, en extensión del concepto propuesto por mí en este escrito, podría decirse que la

teoría del conocimiento, está anclada en los instrumentos metodológicos que permite la lógica. Lo cual, a su vez, permite inferir su posición como condicionante válida, l momento de construir y desarrollar referentes fundamentales para la investigación en diferentes áreas del

conocimiento. En esta misma perspectiva, entonces, cabe la afirmación según la cual la duda como insumo necesario en el proceso que subyace a al crecimiento cultural de la humanidad; establece de por sí un nexo con la lógica, tratándose de la búsqueda de alternativas que

permitan superarla, a partir de la cotejación y confrontación de las hipótesis vinculadas con el origen concreto de esa duda. A manera de ejemplo: el método desarrollado por Lewis H. Morgan en sus investigaciones en las líneas del progreso humano desde el salvajismo hasta la civilización a través de la barbarie (La sociedad primitiva); nos permite entender la dimensión de los retos que asume un investigador, en desarrollo de un proceso concreto, para resolver

dudas concretas en lo que hace referencia (como en este caso) a al estudio de los orígenes de la sociedad. Veamos apartes del prólogo escrito por Gregorio Weinberg, para la edición del texto “La sociedad primitiva”, realizada en 1972 por la Dirección de Divulgación Cultural de la Universidad Nacional de Colombia. “El libro de Morgan, La Sociedad Primitiva, puede y debe ser ubicado dentro de la serie de los

magistrales estudios sobre la naturaleza y la sociedad. Su obra puede ser parangonada con la de Copérnico, que independiza audazmente la ciencia de la teología y niega el geocentrismo; con la de Galileo, creador del método científico; con la de Kant-Laplace, formuladotes de la

primera hipótesis cosmogónica que prescinde de la divinidad; con la de Lyell, que racionaliza y da sus fundamentos a la geología; con la de Darwin al plantear en forma inconmovible el principio de la evolución y con la de Marx, su contemporáneo en más de un sentido, con su

genial análisis histórico de la sociedad. Es dentro de esta línea, la más progresista y consecuentemente científica, que debe colocársele para entender en toda su significación y trascendencia el aporte de Morgan a las ciencias del hombre…”28

7.1 La lógica, su aplicación como herramienta conceptual y metodológica. 7.1.1 La ciencia y el método de investigación.

26

Bolzano, B. 1837, Wissenschaftslebre trad.inglesa parcial de R.George (Theory of science, Berkeley,

University of California Press, 1972. (Nota: referencia bibliográfica citada por el autor, página 124, obra

citada.) 27

Ibíd., página 112. 28

Weinberg, G. , prólogo a “La sociedad primitiva”. Edición Divulgación Cultural Universidad Nacional

de Colombia, 1972.

Ya, en la introducción realizada en este escrito, he señalado mi entendido en torno a la razón de ser de la lógica, a sus fundamentos y su desarrollo. Uno de los elementos consignados por mí, habla de su significación en términos del análisis y la investigación. Asimismo, he dado

cuenta de su nexo con el método; en cuanto que permite abordar la interpretación en áreas generales y específicas del conocimiento. También he precisado acerca de la existencia de diferentes tendencias o escuelas en el desarrollo de la lógica como instrumento metodológico.

Se trata, ahora, de enfatizar con respecto a su aplicación (aunque ya lo he expresado en la introducción, en el ejemplo presentado para el caso de Lewis H. Morgan, en sus Investigaciones en las líneas del progreso humano desde el salvajismo hasta la civilización, a través de la barbarie).Para avanzar en este propósito, he decidido recurrir al texto de Edmund Husserl (Investigaciones lógicas). En el capítulo 1 (La lógica como disciplina normativa y especialmente como disciplina práctica), Edmund Husserl, nos acerca a la discusión en torno al significado que adquiere la lógica, a sus tendencias y a la perspectiva que adquiere su aplicación. Veamos.

“La imperfección teorética de las ciencias particulares. Enséñanos la experiencia cotidiana que la maestría con que un artista maneja sus materiales y con el juicio decidido, y con frecuencia, seguro, con que aprecia las obras de su arte, sólo por excepción se basan en un conocimiento teorético de las leyes que prescriben al curso de las actividades prácticas su dirección y su orden y determinan a la vez los criterios valorativos, con arreglo a los cuales debe apreciarse la perfección o imperfección de la obra realizada. El artista profesional no es por lo regular el que puede dar justa cuenta de los principios de su arte. El artista no crea según principios, ni valora según principios. Al crear, sigue el movimiento interior de sus facultades armónicamente cultivadas, y al juzgar, sigue su tacto y sentimiento artístico, finamente desarrollado. Pero esto de la creación científica y a la apreciación teorética de sus resultados; esto es, de las fundamentaciones científicas de los hechos, leyes y teorías. Ni siquiera el matemático, el físico o el astrónomo necesita llegar a la intelección de las últimas raíces de su actividad, para llevar a cabo las producciones científicas más importantes; y aunque los resultados obtenidos poseen para él y para los demás la fuerza de una convicción racional, no puede el científico tener la pretensión de haber probado siempre las últimas premisas de sus conclusiones, ni de haber no sucede sólo en las bellas artes, en las que primero se habrá pensado, sino en todas las artes en general, tomada la palabra en su sentido más amplio. Concierne, pues, también a las actividades investigado los principios en que descansa la eficacia de sus métodos…”29 Luego, en sentido conceptual y práctico, la lógica admite su aplicación en áreas diferenciadas y diversas. El problema acerca del grado de profundización y de identificación que se logra, en

desarrollo de una determinada aplicación en nexo con un área específica del conocimiento, supone establecer los límites en los que se desenvuelve el proceso.

En el caso de las matemáticas, a manera de ejemplo, es evidente la presencia de insumos que permiten generalizaciones y abstracciones, a partir de la codificación de una determinada demostración. Pero, asimismo, se ha pretendido establecer que la demostración está,

necesariamente ligada a las matemáticas. Discernir sobre esto, supone precisar el tipo de relación que se pretende establecer entre uno o varios postulados y la identificación de su razón de ser, de su demostración. De todas maneras, está claro que la lógica trasciende a un

determinado ejercicio demostrativo. Lo anterior traduce el hecho de que esta (la lógica) permite acceder a conclusiones y, al mismo tiempo, a la posibilidad de formular nuevas hipótesis. Esto,

si nos atenemos a lo que he señalado en la introducción, en términos de la duda como motivación hacia la búsqueda de nuevos horizontes, nuevos roles, nuevas hipótesis. Para ilustrar un poco lo anterior, me permito la siguiente transcripción.

29

Husserl, E., Investigaciones Lógicas, 1995 ed., Editorial Altaza, página 39

“..2. Quien dice matemáticas, ¿dice demostración? La demostración clásica, entendida como una prueba deductiva lógicamente concluyente que nos hace saber la necesidad (o la imposibilidad) de que algo sea el caso, parece guardar desde los griegos una afinidad singular con el conocimiento matemático –según testifica Bourbaki-. L historia de la idea clásica de demostración también da fe de una especie de suerte compartida en la fortuna y en la adversidad: en líneas generales, las épocas de exaltación de las matemáticas como arquetipo del conocimiento racional han sido épocas de apogeo de la demostración y sus métodos deductivos, mientras que los períodos más críticos o escépticos frente a la demostración se han mostrado así mismo los menos entusiasmados con las matemáticas y los menos dispuestos a conceder un estatuto especial a sus métodos de conocimiento (Ejemplos concretos en el primer sentido podrían ser los diversos programas del more geométrico, desde el primero alentado en círculos helenísticos alejandrinos; ejemplos concretos en el segundo sentido podrían ser varios escepticismos a partir del Adversus matemáticos del Sexto Empírico). Con la imagen moderna de las matemáticas que nos lega el siglo XIX, la afinidad deviene identificación: La matemática, en su sentido más amplio, es el desarrollo de todos los tipos de razonamiento formal, necesario, deductivo (Alfred N. Whiteahead 1898: A treatise on Universal Algebra, with Applications, Cambridge, Cambridge University Press, pvi)…”30 Como puede inferirse, asumo una interpretación según la cual, la lógica, permite la identificación y aplicación de insumos metodológicos en el proceso ligado al desarrollo del conocimiento. Supone, por lo mismo, su contribución al desarrollo de la investigación científica

en todas las áreas del mismo.

8. La ciudad y el medio ambiente (…y los discursos ambiguos)

El tema ha originado diferentes análisis teóricos, en torno a su definición y conservación. A su vez, estos análisis, han derivado en la asunción de posiciones diferenciadas. Inclusive, algunas

de ellas, soportan el contenido de programas asociados a movimientos sociales específicos. En el caso particular de América Latina, la imposición de modelos económicos; a partir de la

dominación ejercida por Estados Unidos, desprende elementos de distorsión colaterales. Es tanto como entender la primacía de intereses comerciales y políticos, al momento de dirimir la contradicción entre la protección de los recursos naturales y las decisiones ancladas en las

condiciones de libre mercado. Esto explica, a manera de ejemplo y para el caso particular de Colombia, imposiciones como la compra de insumos químicos; cuya utilización en la agricultura ejercen una acción devastadora. Asimismo las decisiones relacionadas con los tratados

bilaterales, orientados a la destrucción de plantaciones de coca y amapola; en el contexto de la lucha contra el narcotráfico.

De otra parte, en aplicación de la misma lógica de mercado, las empresas que realizan actividades generadoras de residuos sólidos o líquidos contaminantes; no tienen restricciones efectivas. Aquí, la formalidad reglamentaria es inocua; a más de la connivencia de las instancias

gubernamentales responsables del control. Esto mismo sucede con otros agentes de contaminación. Es el caso de los combustibles fósiles;

fundamentalmente tratándose de gasolina y acpm para vehículos de transporte público y particular. Los índices, en la generación de monóxido de carbono, crecen en proporciones casi

geométricas. En esto, las instituciones gubernamentales, construyen y aplican decisiones paliativas; sin programas de largo aliento. ¡Simplemente se repite una interpretación sesgada,

30

Vega, L.” Matemáticas y demostración: las vicisitudes actuales de una antigua Liaison”, publicado en

“El velo y la trenza”, ed. Universidad Nacional de Colombia, 1997, página 55

acerca del significado e importancia de la protección y defensa del medio ambiente, como

patrimonio de la humanidad! Otro aspecto que prueba la desidia y negligencia, está vinculado y conservación de recursos

naturales específicos. Es el caso del agua, la flora y fauna. En los planes de desarrollo; se exhiben posiciones generales, como enunciados. No se postulan estrategias de mediano y largo plazo. Obviamente, mucho menos, se implementan acciones precisas y efectivas para la

descontaminación. Situaciones, como las relacionadas, con el manejo de los rellenos sanitarios, en donde prevalece la improvisación; permiten avizorar profundas degradaciones en la calidad de vida urbana.

Un caso patético es la contaminación de los ríos. En Bogotá, por ejemplo, el río está muerto. Es el resultado de sumar todos los componentes anteriores; en términos de ineficacia, complicidad,

connivencia, prevalencia de intereses económicos y políticos. La situación de la Laguna del Muña y su impacto sobre los pobladores de Sibaté, es algo así como la “prueba reina”.

La confrontación de ese tipo de posiciones, pasa por reivindicar el derecho fundamental a la vida. No puede ser un ejercicio pasivo; de simple denuncia. Implica asumir decisiones y

acciones que, por su mismo contenido, suponen un enfrentamiento con el poder político y económico. ¡Está de por medio el futuro de la naturaleza...y de nosotros (as) en ella.

9. Participación femenina en la Politica Social del Distrito: Construyendo ciudad Caso: Planes de Desarrollo 1991-2002 Mujeres asociadas en Fundac.

En este apartado se efectúa un recorrido por los diferentes espacios organizativos comunitarios e institucionales en los cuales las mujeres, vinculadas a la Fundación de Apoyo Comunitario (Fundac), han participado. Lo anterior como expresión de un proceso de empoderamiento social

y político; en su condición de educadoras comunitarias, mujeres de base, líderes comunales e interlocutoras entre las comunidades y el Estado

Este recorrido inicia en los jardines, primeros espacios a los que se vinculan estas mujeres. Su vinculación se concreta como educadoras comunitarias. En una interacción entre lo laboral y el

trabajo comunitario. A partir de ahí se genera un tipo de participación importante y compleja; comoquiera que involucra su condición de mujeres que, en el transcurso de las actividades, alcanzan un reconocimiento del significado que adquiere la autonomía y la independencia, en

una perspectiva de género. Es pertinente resaltar que los jardines infantiles comunitarios surgen, en principio, por iniciativa de las comunidades. Su desarrollo posterior se realiza en el marco de convenio con el DABS (Departamento Administrativo de Bienestar Social).

El proceso, para la mayoría de la mujeres vinculadas Fundac, supone una secuencia en la cual se va desarrollando una sucesión de niveles; tanto en lo que corresponde a la participación en

los espacios comunitarios; como también en lo que hace referencia a la vinculación en organizaciones inherentes a la comunidad inmediata. Esto les ha permitido avanzar hacia intervenciones de más amplio espectro, a través de organizaciones comunitarias y en

escenarios institucionales, en los cuales se delibera y decide en torno a algunos aspectos de la política social; particularmente del Distrito Capital.

De otra parte, se configura lo que podría denominarse un segundo escenario de participación. Está dado a partir de la vinculación a la Fundación de Apoyo Comunitario (Fundac); como

organización de segundo grado que agrupa a las mujeres que ejercen como educadoras comunitarias en los jardines infantiles. Este espacio permite la interacción y la organización de los 21 jardines asociados, en torno a actividades especificas de capacitación y como

agremiación de las educadoras comunitarias.

Lo anterior conlleva a la participación de las mujeres educadoras comunitarias, asociadas en

Fundac, con respecto otras organizaciones no gubernamentales de carácter nacional e internacional; en su condición de representantes de la Fundación y de lo jardines infantiles.

Esa sucesión de eventos participativos, les ha permitido construir una relación con las instancias gubernamentales en el Distrito, encargadas de implementar políticas dirigidas a los niños y las niñas en su primera infancia. Desde estos espacios, han reivindicados los derechos

de niños y niñas; así como también los derechos laborales y políticos de las educadoras comunitarias.

9.1 Los jardines infantiles como corporaciones o asociaciones de carácter comunitario. Los jardines en los que trabajan las mujeres vinculadas a Fundac, en su proceso de consolidación, se han constituido en personas jurídicas. Se originaron a partir de

organizaciones, corporaciones y/o asociaciones de carácter comunitario y vecinal, cuya razón de ser ha estado asociada a la implementación de programas para el desarrollo comunitario; dentro de las cuales los jardines constituían una de las acciones dirigida a los niños y a las niñas

de la comunidad. A partir de ahí, las educadoras comunitarias, han ejercido un rol importante en el contexto descrito antes. En la intención de precisar y corroborar esta aseveración, se transcribe apartes de las entrevistas realizadas a algunas educadoras comunitarias vinculadas a

Fundac. “….La Fundación Esperanza de Vivir es, en sí misma, una organización comunitaria; de la cual surge el jardín para la atención de nuestros (as) hijos (as). Para garantizar soporte jurídico, al trabajo que teníamos y para generar posibilidades de trabajo con diferentes instancias públicas y con organizaciones privadas; resolvimos tramitar la personería jurídica Hemos intentado concretar acciones con organizaciones de carácter privado que realizan actividades con población discapacitada; pero ha sido difícil ya que somos la única fundación que trabajamos desde una perspectiva comunitaria. Casi todas las otras organizaciones son burocráticas y/o con ánimo de lucro. La Fundación Esperanza de Vivir y Fundac, realizan varios trabajos. Uno de ellos esta orientado a la nivelación escolar de las mujeres vinculadas a la Fundación Esperanza de Vivir. Para su implementación tenemos convenios con el CADEL En este momento, también pretendemos abrir un comedor escolar. Además estamos trabajando para establecer la sede del consejo eco-ambiental a nivel local, aquí en las instalaciones de la Fundación…...” (Patricia S., educadora comunitaria) “Hace quince años me vinculé. Estuve en el proceso para la elaboración de los estatutos en la corporación; como instrumento necesario para tramitar la personería jurídica. En ese entonces se denominaba Comité de Señoras. Yo ejercí como primera representante legal.” (Luz Marina, educadora comunitaria). 9.2 De la iniciación como educadoras comunitarias Ya habíamos expresado antes: la conformación de los jardines como iniciativas comunitarias en las localidades y la vinculación de las mujeres a los mismos; ha constituido para la

mayoría de estas mujeres, el primer escenario para la actividad social y política. Desde el cual se han proyectado a espacios de participación local, Distrital y nacional. Significando una carrera que se inicia desde el rompimiento de las funciones netamente domesticas que estas

mujeres cumplían con relación a sus familias y frente a las comunidades de los barrios en las estas mujeres habitan.

Ahora bien los jardines, como proceso comunitario, se gestan de manera simultánea en varias localidades de Bogotá; a finales de la década del 70 e inicio de la década del 80. Fueron

respuestas barriales, ante la necesidad un espacio en el cual la población infantil menor de 7 años, pudiera ser atendida mientras sus padres y madres terminaban su jornada laboral. Lo anterior, en razón los riesgos derivados de la soledad y, en muchos casos, del abandono.

Además, por la ausencia de una atención adecuada que garantizara su desarrollo, por grupos

etáreos. Es así como entre años 1977 y 1984 se conforman los jardines comunitarios; como

espacios dirigidos por las mujeres de la comunidad, con el objetivo ya señalado y dirigido a la población de niños y niñas entre dos y seis años de edad. Este proceso coincidió con el trabajo de acompañamiento y de promoción comunitaria, desarrollado por algunas instituciones de

educación superior y/o algunas organizaciones cívicas y religiosas, en las zonas mas deprimidas de la ciudad. Veamos algunas expresiones, en ese sentido:

“Yo inicio la actividad, como educadora comunitaria, a partir de una jornada de capacitación que hubo en el barrio, auspiciada por la Acción Católica. El propósito tenía que ver con la formación para hacer menos onerosos los oficios de hogar. Al grupo inicial lo denominaron “Organización del Hogar. Allí fui conciente de mi sensibilidad social. Siempre me había ocupado de la atención de mi familia. Allí me fui sensibilizando ante la pobreza de otras personas. Aunque soy pobre, ellas necesitaban mas apoyo que yo. Ese aspecto me sensibilizó e intentamos unirnos en torno a la ayuda que requerían. Conformamos una organización denominada Asociación de Egresadas de la Acción Católica del Barrio Class. Esta organización tuvo como objetivo realizar talleres que generaran ingresos para las mujeres: Elaborar artículos que se pudieran vender en el comercio, como muñecas, ropa, tejidos, arreglos navideños y otros productos artesanales. Además, realizar procesos de reflexión sobre la vida cotidiana (como se dice echar lavadero); alrededor de algunos pasajes bíblicos. También implementamos un proceso de capacitación en cooperativismo. Pero las mujeres que asistían a las jornadas de capacitación, dejaron de asistir. Cuando indagamos la causa; nos encontramos con explicaciones relacionadas con la soledad de los niños y las niñas, la cual originó problemas graves para ellos y ellas. Quedó claro, entonces, que si bien ellas requerían ser fortalecidas como mujeres; los niños y las niñas necesitaban atención, mientras ellas asistían. Iniciamos una labor para encontrar alternativas. Indagamos, inclusive, en algunas universidades. Sin embargo no encontramos apoyo. La explicación tuvo que ver, un tanto, con la ubicación del barrio. El mismo, en comienzo, estaba localizado en un sitio con mucho barro y basuras. .Entonces decidimos asumir, nosotras, el cuidado de los niños y las niñas. Esto requirió empezar a capacitarnos como auxiliares en preescolar... Es así como, el 9 de marzo de 1983, iniciamos con el jardín: empezamos con 25 niños...” (Isabel Camacho, educadora comunitaria)

En consecuencia la implementación de los jardines infantiles, como un programa de atención

comunitaria, respondía a la identificación de una prioridad: generar mecanismos de protección y atención a la población infantil. En ese ejercicio confluyeron, tanto las mujeres de las comunidades y las organizaciones comunitarias; como también algunos grupos de trabajo

universitarios que desarrollaban trabajos de promoción comunitaria en diferentes sectores de la ciudad.

.“….A finales de al año 1984 recibí información, a través de una vecina: iban a abrir un jardín en la escuela del Porvenir cerca de mi casa. . Asistí a la reunión convocada. Estuvimos 40 señoras, además asistieron unos psicólogos de la Universidad INNCA; quienes presentaron la justificación para promover la apertura del jardín. Esta hacía referencia al hecho de que las madres no tenían un sitio en el cual pudieran dejar a sus hijos e hijas, mientras cumplían con sus obligaciones laborales. Por lo tanto invitaban a las mujeres interesadas. Se trataba de iniciar un proceso, con el objeto de constituir el jardín infantil. Me sentí motivada por la propuesta. Diligenciamos una encuesta, con algunos datos generales, además de la identificación personal y la dirección del lugar de residencia.

Nos citaron para otra reunión. A la misma asistimos 12 mujeres Empezamos a trabajar. En principio hicimos una labor de promoción en todo el barrio, dirigida a las mujeres. Las invitamos a llevar a sus hijos e hijas al sitio previamente escogido. ….Legaron cuarenta niños y niñas…” (Doris Duzán, educadora comunitaria)

A partir de estas expresiones, se puede inferir: La vinculación de la mayoría de estas mujeres a

los jardines, como educadoras comunitarias, se originó en el proceso de creación y consolidación de los jardines comunitarios; como respuestas barriales ante las condiciones de la población infantil menor de seis años. Estos datos permiten precisar el tiempo de vinculación

de aquellas mujeres que ejercieron como líderes en ese proceso. En términos de justificación y de análisis; se presentaron dos momentos importantes. El

primero de ellos, entre los años de 1978 a 1985, directamente relacionado con la creación y consolidación de los jardines comunitarios; como respuesta de la sociedad civil ante la

ineficiencia de la política social del Estado. Un segundo periodo, entre 1992 y 1997. Vinculación que se establece, en la mayoría de los casos, por motivos económicos; a manera de actividad laboral en los jardines.

Otro elemento relevante, en torno a la vinculación de las mujeres como educadoras comunitarias, tiene que ver con las condiciones y características diferenciadas; de conformidad

con el contexto comunitario en el cual se origina su actividad. Es así como, para algunas de estas mujeres, su vinculación se establece a partir de la

condición de gestoras de los jardines. Su inserción sus procesos de inserción fue el resultado de procesos organizativos que venían liderando desde tiempo atrás. No solamente en relación a la protección de los niños y las niñas; sino también a la satisfacción de otras necesidades

básicas para sus comunidades; como el abastecimiento de centrales de acopio, construcción de infraestructuras urbanas en los barrios, provisión de servicios públicos.

“ .. El proceso se inició hace 17 años. En este lugar funcionaba una organización que se llamaba FINDICON; en la cual trabajaba mi esposo. A partir de esta organización se vio la posibilidad de constituir varias comisiones de trabajo en el barrio: comisión de guardería, de zapatería, de salud, panadería, de servicios públicos, de pavimentación de la carretera (que en ese tiempo era pura trocha). En la comisión de guardería, se presentó el proyecto del jardín infantil. Para su concreción, nosotras, realizamos actividades para recolectar fondos: coca- colas bailables; bazares, reinados,…” (Gertrudis Pérez)

Es pertinente destacar, asimismo, que este proceso de vinculación estuvo mediado, en algunos casos, por dinámicas de acompañamiento promovido desde algunas universidades, grupos

cívicos y religiosos en estos sectores de la ciudad. Este acompañamiento incidió en los procesos de empoderamiento y decisión de las comunidades, para trabajar por resolver sus problemas; particularmente ante necesidades básicas sentidas, entre las cuales se encontraba la

protección y atención a la población infantil menor de seis años. “.. Yo llegué al jardín en un momento en que se estaba dando un proceso interesante: la consolidación de los jardines comunitarios surgidos en la década de los 70. Esto implicaba el intercambio de experiencias entre las educadoras de los jardines que ya existían en Bogotá. En este proceso fue importante la asesoría de los (as) psicólogos (as) y trabajadoras sociales, vinculados (as) a las universidades y que estaban realizando prácticas con los sectores populares en zonas deprimidas. Las mujeres recibimos apoyo para generar actividades organizativas, relacionadas con las tendencias ideológicas del momento: la teología de la liberación y la educación popular. Por ejemplo, en el Barrio Pablo VI de Bosa, se elaboraron diagnósticos que evidenciaron la necesidad era de los jardines infantiles. Porque los niños y las niñas estaban en alto riesgo ante la ausencia de protección temporal. Paralelamente, en el Barrio Holanda se estaba dando un

proceso similar; en San Cristóbal también... y así en varias zonas de la ciudad. Esto induce a pensar que el intercambio de experiencias, en nexo con la coyuntura ideológica y política; permitieron el desarrollo y generalización de estas actividades. (Aydee Rodríguez, educadora comunitaria) A diferencia de las mujeres que fueron las gestoras de los jardines en cada barrio como

respuestas comunitarias; las mujeres que hoy laboran como educadoras comunitarias en los jardines infantiles, establecieron su vinculación y permanencia en los jardines, respondiendo al siguiente patrón:

Aproximaciones directas, originadas en la vinculación de sus hijos e hijas como

beneficiarios (as). En menor grado, a partir de experiencias de otros (as) familiares en los programas desarrollados en los jardines infantiles.

La primera vinculación laboral se produce de manera ocasional; a partir de la solicitud de

colaboración propuesta por las educadoras comunitarias a las madres de familia y/o familiares de los niños y niñas, para la realización de reemplazos de las mujeres formalmente vinculadas a los jardines.

Inician su vinculación laboral en el área de nutrición. Progresivamente van ascendiendo

hacia los diferentes niveles, en el trabajo con los niños y las niñas. Al mismo tiempo van asumiendo, algunas de ellas, funciones en la administración y representación de los

jardines. Aspecto, este último que le ha de permitir interactuar con otras organizaciones e instituciones a nivel local y Distrital.

Veamos algunas expresiones, en este sentido:

“Una amiga, la que generó este proceso, me invitó. Ella estaba en torno a la situación de las mujeres que teníamos hijos e hijas. Algo así como entender la necesidad de promover la motivación en nosotras, en términos de encontrar alternativas y opciones para los niños y las niñas, a partir de nuestra intervención organizada. En mi caso particular, entendí el sentido de esa convocatoria. Fundamentalmente, porque tenía dos hijas que requerían atención. A partir de ahí se concreta mi vinculación al jardín.” (Angélica Rocha, educadora comunitaria) “…Yo me inicié, como educadora comunitaria, porque tenia mis hijos aquí en le jardín infantil de Barrio Brasil. A las madres de los niños y las niñas les pedían el favor de colaborar en el cuidado de ellos y ellas. Una modalidad era hacer reemplazos, cuando las compañeras maestras tenían que asistir a reuniones o, simplemente, cuando alguna de ellas debía realizar diligencias personales…..”(Doris Duzán, educadora comunitaria)

9.3 De las Motivaciones para la participación comunitaria. En estas tres décadas de existencia de los jardines comunitarios, como respuestas barriales lideradas por las mujeres de sectores populares; es posible establecer un hilo conductor que

justifica y sustenta su presencia y participación. Ya no tanto, como se hizo arriba, en lo que respecta a quienes ejercieron como promotoras-iniciadoras del proceso; ni referido a su vinculación laboral. Se trata, ahora, de ese tipo de motivación que trasciende esos hechos

anteriores y las coloca en una perspectiva de participación política. La motivación predominante, tanto en aquellas mujeres que se vincularon como gestoras

de los jardines como en las mujeres que se vincularon para materializar el trabajo de los

mismos; se establece a partir de identificar la necesidad a nivel comunitario, de

garantizar atención y protección a la población infantil, que se encontraba en condiciones de vulnerabilidad.

Esta identificación, en parte, fue inducida por los grupos de trabajo universitario, religiosos y cívicos que estaban liderando algunos procesos, a partir de la indagación y apropiación de insumos relacionados con las comunidades barriales y su posición con respecto a los

problemas; particularmente referidos a la situación de niños y niñas, comoquiera que carecían de un espacio físico y de un proyecto específico que permitiera atenderlos (as) de manera adecuada. Para algunas mujeres, la identificación de la necesidad, estaba asociada

a sus propios (as) hijos (as) y/o de sus vecinos (as). Veamos algunos ejemplos:

“Las que estábamos interesadas en el jardín, nos propusimos hacer un censo de la población infantil del barrio, que incluyó las siguientes variables: cantidad, sexo, las condiciones en que vivían, sí los padres y madres tenían alguna vinculación laboral. Nos encontramos con casos dramáticos, acerca de la vulnerabilidad de niños y niñas: accidentes por encerramiento, ahogamientos en lagos aledaños al barrio, niños (as) pequeños a cargo de otros(as) niños(as) un poco más grandes; etc. Esto nos reafirmó en la alternativa del jardín...y logramos convencer a madres y padres acerca de esa necesidad...” (Doris Duzán, educadora comunitaria)

Pero, también en algunos casos, la vinculación formal a los jardines infantiles, adquiere

significado asociado a un espacio y a una actividad que contribuye a suplir carencias económicas a nivel familiar; al mismo tiempo que las mujeres pudieran continuar con la

función de cuidado permanente de sus hijos e hijas. Una motivación primaria que evolucionó, con el tiempo, hacia otras opciones En este sentido, son muy aleccionadores estos relatos:

“Inicié el trabajo comunitario en el jardín, para suplir una necesidad económica, como mujer cabeza de familia muy joven y madre de 3 hijos pequeños. Quien era mi esposo se había ido. En consecuencia debí asumir toda la responsabilidad.” (Fanny, educadora comunitaria)

“Yo entré a trabajar en el jardín; porque hacía muy poco, en Enero de 1984, había llegado al barrio con cinco hijos y abandonada por quien era mi esposo. Sin embargo prefería dejarlos encerrados mientras iba a trabajar en casas de familia, antes que llevarlos a un jardín Las maestras se enteraron de la situación en que estaban los niños y me visitaron, con el objeto de motivarme para que llevara a los niños al jardín. Yo accedí. Posteriormente me propusieron colaborar con ellas, en las actividades. Me expresaron que, si bien no había dinero, podía estar al lado de mis hijos...” (Margot, educadora comunitaria)

“Vine a trabajar acá porque estaba sin trabajo y recién llegada del Caquetá. Tenía cuatro hijos que alimentar. Una vecina me informó que estaban necesitando profesoras para el jardín comunitario. Como había sido profesora en el Caquetá; decidí acercarme al jardín para averiguar más detalles. Me dí cuenta que el pago no era mucho; pero me gustó el tipo de trabajo que estaban realizando las maestras. Además tenía garantizada la alimentación y la atención para mis hijos. …” (Ana Aya, educadora comunitaria)

La vinculación como educadoras comunitarias representó, para estas mujeres, mejorar su

calidad de vida en la perspectiva de género: el reconocimiento de su potencial como mujeres independientes y con autonomía; el acceso a procesos de capacitación y de formación; el reconocimiento social que merecen en su condición de profesoras y

generación de ingresos alternativos que les garantizaron cierta independencia. Algunas consideraciones al respecto:

“…El trabajo como educadoras comunitarias ha significado, para nosotras, reivindicar un status de autonomía y participación; como mujeres humildes y populares, en lo social, económico y político. Lo anterior pesar del escaso reconocimiento, por parte del Estado, hacia el trabajo comunitario. En otras palabras, es la ruptura con los patrones de comportamiento y actitud asociados al conformismo. Anteriormente trabajaba en restaurantes; en casas de familias, lavando ropa. Sentía que eso no era lo mío. Vi, en este trabajo como educadora comunitaria, la oportunidad para capacitarme; de no dejar pasar más la vida sin asumir retos. Cuando llegué acá no era una mujer joven; pero si muy ingenua. Asumí la opción de aprender; de entender muchas cosas que antes no entendía…Por eso me quedé. Aquí estoy y soy muy feliz…” (Margoth, educadora comunitaria)

. También se presentaron casos, en los cuales la vinculación de algunas mujeres al trabajo, como educadoras comunitarias, estuvo motivada por una figura asociada a la tradición. Algo así como

heredar, por parte de las hijas, la profesión y/o la actividad de sus madres; quienes habían ejercido como educadoras comunitarias o como líderes en el proceso de consolidación de los jardines comunitarios. Veamos algunos testimonios, al respecto:

“... Yo empecé a trabajar hace 11 años. Mi madre trabajaba en el jardín. Ella estuvo vinculada durante 8 años. Me insinuó la posibilidad de asumir como ayudante en

funciones secretariales. Acepté y estuve en ese tipo de actividad durante dos años. Simultáneamente colaboraba con las maestras, en el trabajo de atención a niños y niñas de salacuna. Cuando se produjo el retiro definitivo, por enfermedad, de mi

madre; yo me vinculé definitivamente al jardín…..” (Luz Dary, educadora comunitaria).

9.4 Caminando Hacia lo Público. Las mujeres vinculadas a Fundac, han desarrollado una inserción social y política en ámbitos comunitarios. Ha sido una propuesta integral. Desde la familia hacia el liderazgo vecinal y local;

hasta acceder a los espacios de participación política Distrital. El insumo mediador ha sido la participación de estas mujeres al interior de los respectivos jardines infantiles; así como también su labor en la Fundación. Transcribimos dos expresiones que ilustran lo anterior.

“Había, desde el comienzo, una intención política. No en una connotación electoral, ni partidista .Era una expresión política, en términos del cambio de actitudes y relaciones. Significa que estamos transformando el entendido tradicional de la familia y del nexo con el barrio. Visto así, este espacio, tiene un sentido político. Se proponía y se propone que las relaciones sean horizontales, democráticas, solidarias. Eso es político. Es la manera diferente de ver el poder. Lo entendemos como una dinámica para construir y para unir a la comunidad en torno a objetivos justos y participativos. De por sí, eso tiene sentido político. Todavía nos falta articular y poner los sueños en su verdadera dimensión. Estar aquí sin el regaño del marido, es político”( Paulina Triviño, Asamblea de Fundac, 1997)

“Desde los jardines nos aproximamos a las relaciones con otras instancias comunitarias, con los poderes barriales y locales, como las Juntas de Acción Comunal, la Administración Local, los Comités Ambientales Locales y las Alcaldías Menores. Percibimos los aciertos y los problemas inherentes al proceso de participación comunitaria que se está gestando en la ciudad”. (Informe Fundac, 2001).

9.4.1 Desde la participación en organizaciones Populares

Lo anterior nos permite inferir que, a partir de su vinculación como educadoras en los jardines infantiles, entendidos como organizaciones comunitarias; la mayoría de estas mujeres ascienden a una segunda instancia, en su participación a nivel social y político.

El proceso adquiere una dinámica, en la cual es evidente la presencia de momentos relacionados entre sí. En términos de sistematización, o gradación, podríamos expresarlo así: 1)

La vinculación a organizaciones y/o fundaciones de segundo grado de carácter gremial, a nivel local y/o distrital; las cuales agrupan a los jardines comunitarios por modalidad de atención. Desde estos espacios se realizan servicios de asesoría y acompañamiento a nivel gremial para

las asociadas. 2) Los ejercicios de intercambio y concertación. Estos se concretan entre las organizaciones de segundo grado que agrupan a los jardines; a partir de la representación

adquirida en las Comisiones de Negociación ante el DABS En esta línea de interpretación, entonces, la Comisión Distrital de Casas Vecinales, las

Comisiones Locales de Casas Vecinales y las Comisiones Pedagógicas Locales de Casas Vecinales; se han constituido en los escenarios pertinentes a través de los cuales, las organizaciones y fundaciones que agrupan distrital y/o localmente a los jardines comunitarios;

interactúan y trabajan en procesos de concertación y negociación. Lo anterior en torno a la relación de dichos jardines comunitarios y el DABS.

Es necesario precisar que las Comisiones Distrital y Locales de Casas Vecinales; surgieron en los años 1994--1996, como espacios organizativos y gremiales de carácter comunitario. Su origen estuvo sustentado en la necesidad de hacer frente a las condiciones de contratación, definidas

por el Departamento Administrativo de Bienestar Social- DABS , con respecto a los jardines comunitarios, que ejercían como ejecutores del programa de Casas Vecinales en las distintas localidades de Bogotá31.

Hoy en día, la Comisión Distrital y las Comisiones Locales de Casas Vecinales, han logrado

reconocimiento del DABS. Por lo tanto, constituyen espacios para la discusión y la negociación; en torno a los términos de contratación, bonificación y seguridad social para las educadoras comunitarias que trabajan en los jardines comunitarios, que ejercen como sujetos de contrato

con respecto al DABS. En la intención de entender y contextualizar la dinámica y alcance que adquiere este proceso, es pertinente conocer la expresión de una de las educadoras comunitaria, vinculada al mismo. Veamos:

“.. .He participado en la Comisión Local de Casas Vecinales. Es un espacio que permite conocer y analizar los problemas asociados al funcionamiento y necesidades en cada

Casa Vecinal. A partir de ahí es posible planear la estrategia para la negociación con los Centros Operativos Locales del DABS; con el objeto de encontrar alternativas.

También he participado en las mesas de negociación de la Comisión Distrital de Casas Vecinales. Allí confluyen varias organizaciones que agrupan a Casas Vecinales a nivel local. Nuestra organización es la única que agrupa Casas Vecinales a nivel Distrital. En

Ciudad Bolívar existe COMADCOM. En Bosa existe la Organización Popular de Mujeres conformada en el pasado reciente. Allí están asociadas mujeres vinculadas a la Casa Vecinal y mujeres que trabajan en los HOBIS. En Usme existe otra organización,

denominada ASOMAC. Estas organizaciones (en Bosa y Usme), tienen representación en la mesa de negociación de la Comisión de Distrital. En ocasiones nos hemos

encontrado, durante el desarrollo de las negociaciones. A pesar de que tenemos conocimiento de los problemas en cada una de las localidades, no ha habido la iniciativa para establecer trabajos conjuntos. Hace mucho hubo acercamientos con COMADCOM y

31

Ver en el sub – Capitulo : Ante el Dabs: Conquistando lo público

con PRONIÑEZ; antes de su fusión. Pero, aún en ese entonces, no se pretendía

realizar trabajos unificados de amplio espectro. Como ahora, se hacía énfasis en el proceso de negociación con el DABS...” (Aydee Rodríguez, educadora comunitaria)

De otra parte, las Comisiones Pedagógicas Locales, son espacios igualmente institucionalizados por el DABS. Su función es coordinar, entre las representantes de los Jardines y los Centros

Operativos Locales, la implementación de los currículos educativos para los jardines y los procesos de capacitación para las educadoras que trabajan en los mismos

10. FUNDAC COMO ORGANIZACIÓN DE MUJERES, CON UNA PERSPECTIVA DE PARTICIPACIÓN INTEGRAL. Ha quedado en evidencia que las mujeres vinculadas a Fundac, constituyen el soporte de esta

investigación. Desde lo descriptivo, en cuanto cobertura, Fundac agrupa a veintiún organizaciones de base (jardines comunitarios), adscritas a las Casas Vecinales vinculadas al DABS y con presencia en diez localidades del Distrito Capital.

Se trata, a continuación, de contextualizar el rol de Fundac y de sus asociadas; en términos de su participación, en el proceso inherente a la politica social contenida y aplicada en los planes

de desarrollo de Bogotá D.C., en el período 1991-2003. El recorrido efectuado, hasta ahora, nos ha permitido identificar y precisar los avances

alcanzados por las educadoras comunitarias; a través de un proceso originado en los jardines infantiles comunitarios. La significación que adquiere este proceso, tiene que ver con una figura, conceptual y práctica, que puede ser tipificada como la construcción de un perfil político que les ha permitido, de manera relativa, ejercer la participación, como sujetos concientes; comoquiera que han transformado el quehacer inmediato reflejo. Ahora bien, no se trata de concluir equívocos. Porque, si bien es cierto, ese perfil político alcanzado, constituye un avance

incuestionado; no es menos cierto que ha existido un desenvolvimiento heterogéneo. Por lo tanto, se mantiene la constante que acompaña a casi todas la organizaciones y movimientos

colectivos: la irrupción y consolidación de individualidades que entran a ejercer como líderes; mientras en posiciones intermedias y en la base, actúan quienes asumen el trabajo cotidiano, en veces gris, que respaldan y ratifican los avances alcanzados.

Fundac ha diseñado una estrategia coherente. Esto le ha permitido la concreción de programas y acciones en diferentes áreas y niveles. A manera de ejemplo: capacitación en pedagogía;

administración educativa; procesos organizativos y de formación política con perspectiva de género. La metodología utilizada, supone la realización de talleres, encuentros, seminarios, etc. Dirigidos a las educadoras vinculadas a los jardines asociados a la Fundación, a los jardines

adscritos a las Casas Vecinales y a Bienestar Social. Pero también se ha extendido a las mujeres no vinculadas.

De esta manera, amplía su radio de acción, los vínculos e intercambios de experiencias con otras organizaciones populares en las localidades. La siguiente expresión es relevante, en ese sentido.

“…. Desde el Jardín, con el apoyo de Fundac y en unidad con el GAP; realizamos, hace unos tres o cuatro años, una investigación sobre la violencia intrafamiliar en la Localidad de Bosa. A

partir de las conclusiones, se implementó un programa para la atención a las mujeres afectadas. Incluyó la construcción, por parte del GAP, de la Casa Hogar de Paso., denominada

CEDMUJER. Asimismo en la zona de Bosa-Soacha, se hizo trabajo con un grupo de mujeres; concretamente en el Barrio el Olivo. Tratamos de organizar estas mujeres, entorno a la satisfacción de necesidades básicas. Este grupo funcionó por cinco años. Yo no estuve

directamente vinculada; pero realicé algunos programas de capacitación en el área de pedagogía. En general, mi labor ha estado centrada en la promoción de organizaciones de mujeres y de su vinculación a Fundac…” (Ana Mahecha, dirigente en Fundac)

10.1 Estructura orgánica Es una organización de segundo grado. Agrupa a 21 jardines infantiles de Bogotá. Surge

para responder a las necesidades asociadas a la creación, desarrollo y consolidación de estos jardines. Ya se ha relacionado y analizado, arriba, las características inherentes a este proceso.

La consolidación de la Fundación de Apoyo Comunitario, de alguna manera, estuvo cruzada por el acompañamiento que realizaban algunas universidades en aquellos sectores populares en donde se habían gestado los jardines, liderados por mujeres de la comunidad. A pesar de

haber hecho trascripción, antes, de algunas declaraciones relacionadas con el proceso en el recorrido previo; vale la pena enfatizar con otras expresiones que ilustran esta fase. Veamos:

“… La verdad, cuando muchas empezamos este proceso lo hicimos, mas inducidas por los y las profesionales universitarios (as) que nos acompañaban, que por la conciencia que teníamos

acerca de su importancia. Por ejemplo: cuando yo empecé, no tenía claro el sentido del trabajo asociado. Expresaba mi consentimiento, pero sin asumirlo como relevante. No veía, en perspectiva sus implicaciones. Inclusive para el caso de Fundac.

Cuando, a partir de 1981 se inicia el proceso inherente a los derechos de los niños y las niñas, nosotras simplemente centrábamos nuestro interés en el trabajo de atención, en los jardines

comunitarios. Fueron los y las profesionales universitarios (as) que nos asesoraban, quienes plantearon la posibilidad de inscribir nuestro trabajo en el contexto de la lucha por la defensa y aplicación de esos derechos; analizando esos conceptos, para el caso de las condiciones en que

estaban los niños y niñas en nuestros barrios. Además nos hicieron conocer lo planteado por el ICBF y de su Programa CAIP dirigido a hijos e hijas de empleados (as) al servicio del Estado.

Nos sentimos motivadas para expresar peticiones ante el ICBF. En 1984 logramos adquirir apoyo para algunos (as) niños (as) adscritos (as) a los jardines que atendíamos. El curso del proceso fue decantando las acciones; hasta llegar a la consolidación de Fundac…” (Aydee

Rodríguez, educadora comunitaria)

“En el desarrollo de los jardines, en las distintas zonas de Bogotá, encontramos vacíos en lo

nutricional, en lo administrativo y en lo pedagógico. Por lo tanto solicitamos apoyo en algunas universidades. Logramos colaboración para implementar programas de capacitación. En curso de su aplicación, alcanzamos intercambio de experiencias entre las educadoras vinculadas a los

diferentes jardines; a partir de los conocimientos adquiridos, como mujeres. Lo anterior fue fundamental, en el proceso de fortalecer nuestra condición de actoras sociales; a partir del trabajo realizado. No solo con los niños y las niñas; también con las madres, los padres y la

comunidad en general. Significó la ruptura con esquemas tradicionales. Antes estábamos ancladas en expresiones en

las cuales se minimizaba y/o coartaba nuestra palabra y nuestras posiciones. Ya no era lo mismo. Empezamos a demostrar capacidad para asumir posiciones y defenderlas…” (Paulina Triviño, directiva en Fundac).

10.2 Consolidación de Fundac.

Está asociada a la aplicación y desarrollo del proyecto; de las estrategias y programas implementados para lograrlo. Esto es fundamental, al momento de precisar la dimensión y

alcance de las actividades realizadas. Porque no se puede hablar de consolidación solo en términos de estructura. Todas las organizaciones populares que actúan en un determinado escenario social y político, solo se fortalecen en función de sus objetivos y de la cobertura

efectiva en sus logros.

En el caso particular de Fundac se han cumplido estos requisitos. Las mujeres asociadas han

alcanzado el nivel de compromiso necesario. Esto les ha permitido ejercer como actoras válidas, en el proceso inherente al desarrollo de su proyecto. Con la diferenciación, obvia en todo colectivo, en cuanto a los niveles de aprehensión de conceptos. Es algo así como entender la

heterogeneidad vinculada a las aptitudes y capacidades. Por lo mismo, se entiende la expresión de fortalezas alcanzadas, por parte de aquellas mujeres que ejercen como dirigentes. De todas maneras esto no invalida ni minimiza la intervención de aquellas que actúan como

dinamizadoras, desde su rol como activas; a partir de su ejercicio como educadoras comunitarias en los diferentes espacios; particularmente en los jardines comunitarios.

Visto así, en consecuencia, Fundac ha crecido; en lo que esto tiene de capacidad para orientar e incidir en los diferentes ámbitos relacionados con su proyecto. Ya hemos señalado antes, para el caso de su intervención en el desarrollo de las políticas sociales gubernamentales, la posición

asumida por las mujeres asociadas. No solo han alcanzado una lectura de los planes de desarrollo y sus implicaciones en torno a la educación y bienestar de los niños y las niñas.

También han participado con propuestas y opciones alternativas, derivadas de la identificación de los desfases y limitaciones inmersos en esos planes y programas.

A manera de información, estrictamente vinculada con el proceso orgánico, es pertinente conocer el siguiente relato:

“…Los jardines constituyeron la semilla. Fundac, como asociación de los mismos, surge en 1981.La personería jurídica, pertenecía a una organización de profesionales en la Localidad de

San Cristóbal. En razón a sus compromisos laborales, ellos y ellas, no pudieron continuar vinculados (as) al trabajo relacionado con la comunidad. Por lo tanto, la personería jurídica estuvo adportas de se invalidada.

El intercambio de experiencias alcanzado; nos había permitido conocernos. En consecuencia, decidimos sumir esa personería jurídica. Fue necesario reformar los estatutos, en razón a la

manifiesta contradicción respecto al proceso desarrollado por nosotras. A manera de ejemplo: participábamos con voz, pero sin voto al momento de las decisiones en el nivel central. La

reforma estatutaria permitió la conformación de una junta directiva mixta; con presencia de los (as) asesores (as) externos (as) y las mujeres que trabajábamos en los jardines. Esto se hizo de manera transitoria. Posteriormente logramos asumir en su totalidad las funciones relacionadas

con la administración, el intercambio de experiencias y la capacitación pedagógica…” (Aidee Rodríguez, directiva en Fundac)

10.3. Motivaciones para ingresar a participar a Fundac

Existe una diferencia de fondo entre los conceptos motivación y decisión. El primero tiene que ver con el desarrollo de hechos y de acciones que convocan, a quien o quienes las observan y/o viven, para asumirlos como referentes. Entonces, emerge una figura similar a la cautivación.

Esto se presenta, cuando cada sujeto (hombre o mujer) procesa la información recibida y la replica. Es tanto como una imitación del otro o de la otra, en cuanto este (a) se identifica como proveedor del hecho o de la acción. En el caso objeto de análisis, las educadoras comunitarias,

han tenido motivaciones diferenciadas para acceder al proceso. Siempre hizo presencia una convocatoria de alguien, como punto de partida. Queda claro, en nuestra interpretación, la connotación que adquiere la motivación. En comienzo no significa, en términos del proyecto de

Fundac, lectura, en profundidad, del recorrido efectuada por las maestras asociadas en Fundac, conlleva a identificar aspectos disímiles. Una figura cercana a la dicotomía entre motivación y decisión. No como simple disquisición; más bien como aproximación a la diferencia entre lo reflejo y lo conciente. Siendo lo, primero, un ejercicio de repetición; a partir de la motivación. Inclusive, con un agregado: una acción refleja centrada en la motivación con vínculos precisos

asociados a la necesidad. La decisión, adquiere una connotación similar a lo conciente. .Hace presencia, de manera diferenciada, cuando se accede (como en caso de algunas educadoras comunitarias) a la propuesta de Fundac; a sus estrategias y opciones conceptuales.

Así las cosas, los momentos recorridos, han constituido instancias. Tanto como condicionantes o prerrequisitos, o etapas. No tanto en la interpretación, como lugar común, de lo simple a lo complejo. Más bien como expresiones necesarias, en un escenario social concreto; con unas

actividades concretas; a partir de las cuales las maestras comunitarias, han vertido su intervención ascendente. Los límites, como quedó dicho arriba, han estado situados en términos de la relación motivación-decisión.

Lo cierto es que, ese tránsito, no puede ser entendido de manera lineal. Porque encontramos realizaciones vinculadas con su ejercicio pedagógico. Desde avances en la capacitación

requerida; hasta logros en relación con la interacción entre colegas y la identificación recíproca de experiencias. Es como si, cada momento vivido en este proceso, tuviera un insumo colateral asociado. Un agregado, en veces circunstancial, que se asume como posibilidad para fortalecer

la intervención...y la proyección hacia otros ámbitos y opciones de vida. Tal es el caso, a manera de ejemplo, de las acciones y hechos vinculados a las opciones en perspectiva de

género. Veamos esto en palabras de una dirigente en Fundac:

“….Desde el comienzo, Fundac, ha tenido un objetivo: el empoderamiento de las

mujeres, como activas desde la base, hasta acceder a posiciones de dirección en la Fundación. Soportado esto, siempre, en el hecho de un recorrido ascendente desde los jardines. Un proceso que involucra aspectos como la preparación constante en

pedagogía, en política y en asuntos inherentes a la administración. Además del intercambio conste de experiencias y concepto…” (Paulina Triviño).

10.4 Espacios para la participación al interior de Fundac Las mujeres asociadas, en el contexto de la relación descrita arriba en cuanto a la diferencia entre motivación y decisión, asumen roles inherentes a sus capacidades. Ya habíamos

establecido una posición en torno al significado que adquieren las figuras asociadas a las aptitudes, actitudes y aprehensión conceptual. Son los insumos básicos para definir los niveles

en la capacidad. Decíamos, además, que cada sujeto (a), actúa conforme a sus condiciones; a la manera en que ha internalizado la información originada en el espectro social en el cual interviene. Aquí, el Yo es diferente al (la) otro (a). La homogeneidad no es posible; aún en

circunstancia en las cuales se ha impreso a los (as) sujetos (as) con información similar. Es tanto como entender la no repetición. Cada quien no es la réplica de nadie. Es uno o una en exclusividad. Por lo mismo, al momento de definir acerca de la participación, es fundamental

reivindicar el entendido de la heterogeneidad. En consecuencia, si bien es cierto la existencia de una normativa estatutaria interna que

reglamenta las pautas para ejercer la participación, incluidas las instancias de dirección; no es menos cierto que eses ejercicio lo asume cada una de las mujeres conforme a sus capacidades. A sus aptitudes, actitudes y aprehensión conceptual. Inclusive, en el curso de las expresiones

reseñadas antes, es posible percibir los alcances logrados en la intervención. Volvemos, entonces, a retomar la noción de participación en términos de cada Yo y cada otro (a). La interacción, por ser eso, se concreta a partir de expresiones diferentes; en torno a posiciones,

hechos y acciones. Visto así, al interior de Fundac, se ha manifestado esa dinámica general. Es obvio entender las particularidades; como se entiende que cada momento es diferente. No es cierta la expresión coloquial la misma barca atravesando el mismo río. Porque, cada fracción de

segundo se modifican, tanto la barca como el río.

Es fácil inferir, por lo tanto, expresiones diferenciadas al momento de actuar conforme a la reglamentación interna. La condición de liderazgo, si bien se expresa en denominaciones estatutarias; estas no necesariamente imprimen calidad. Los condicionantes son otros. Ya los

hemos mencionado. Lo que sigue, a continuación, es una simple descripción de la reglamentación vigente. La esencia, el significado y los agregados de calidad son de cada

quien. De aquella mujer que ha transitado todo el proceso y ha posicionado su opción. Como

irrepetible. Como única. La Asamblea General es el escenario básico. Cada una participa, por el solo hecho de ser

educadora vinculada a un jardín asociado. Es el momento de expresar, con la palabra, conceptos en torno a las opciones. Es una vocería individual, a la manera consultiva. Las decisiones suponen, más que la palabr4a, el voto. Este se expresa como colectivo; en función

de la pertenencia a un jardín asociado. Aquí, en la Asamblea General, cabe la postulación individual para integrar la Junta Directiva.

Existe una relación directa entre la condición de asociada y la participación en la Asamblea General. Este es el caso también de los programas de capacitación. Ahora bien, la condición para la afiliación es colectiva; con implicaciones individuales. Así: desde el jardín se envía a la

dirección de Fundac, la comunicación por medio de la cual se expresa la decisión de vincularse como asociado. Debe incluir una descripción del perfil o actividades desarrolladas. Además la

demostración de su existencia como persona jurídica.

Cada mujer asociada tiene, además, la opción de ejercer como tallerista. Implica determinadas condiciones. Una de ellas tiene que ver con su actitud ante el trabajo. Lo que se ha dado en

llamar “participación activa”. Requiere de una demostración y/o certificación por parte de las otras; que en este caso son sus colegas en los jardines. Además, según reglamento, la demostración de aptitudes en la expresión de la palabra y la acreditación de buenas relaciones interpersonales. No solo en el jardín al cual está vinculada; sino también en la comunidad. Al respecto, veamos lo que dice Margoth:

“Hasta Enero de este año fui tallerista de Fundac. Pero siempre he participado en las actividades en las que tenga la oportunidad. Soy tallerista, por mis capacidades. Estas han sido acreditadas por las coordinadoras a nivel local. Creo haber comprendido la

dinámica del proyecto en Fundac. Esto supone una visión, como proceso. Con perspectivas definidas. Particularmente aquellas vinculadas con el empoderamiento

como mujer y con la asunción de opciones de liderazgo; a partir de la intervención en el trabajo comunitario...” (Margoth, educadora comunitaria).

Acceder a la Junta Directiva, puede constituirse en opción y reto para cada una de las mujeres asociadas. Esto es inherente a las condiciones en las que se haya asumido el proceso de participación. Para analizar el sentido de esta interpretación, es pertinente retomar la

diferenciación propuesta antes; entre motivación y decisión. Algunas mujeres, como ha quedado en evidencia al conocer los relatos derivados de las entrevistas, han efectuado su recorrido, con avances importantes en la aprensión de los insumos conceptuales. Además, con

la demostración plena de aptitudes. Por esta vía han construido un universo de posibilidades. En ellas, entonces, se ha configurado la opción expresa de trabajar hasta llegar a una posición de dirección. Sin embargo, en otras mujeres, ese mismo recorrido en su participación, ha sido

un tanto vinculado con la actividad como maestras. Si bien es cierto poseen los requisitos mínimos; en lo que hace alusión a su condición de trabajadoras comunitarias; no es menos cierto que los énfasis y las capacidades para interpretar y aprehender el curso del proceso y sus

perspectivas; no han adquirido el nivel necesario. En otras palabras: su motivación ha traducido compromisos en ámbitos relacionados exclusivamente con el ejercicio pedagógico, con la capacitación para fortalecer esa condición. Pero no ha habido una decisión, en términos de

proyectar su intervención en ámbitos relacionados con todo el espectro social derivado del proyecto básico de Fundac. Para ellas, entonces, el interés por alcanzar posiciones de dirección,

no ha constituido un reto u opción. Por lo demás, en cuanto a la dinámica interna y la reglamentación que la soporta como; la

Junta Directiva de Fundac supone la existencia de denominaciones en lo que hace referencia a los cargos y/o responsabilidades. Se entiende, no desde una posición de simple formalidad. Por el contrario, como en todos los colectivos de trabajo, se presume una relación directa entre la

condición de dirigente y las capacidades; como valor agregado insoslayable. De otra parte, la

Junta Directiva, debe asumir roles definidos en la normativa estatutaria. Tienen que ver, a manera de ejemplo, con la administración de la Fundación; con garantizar el cumplimiento de sus objetivos, en el marco de su proyecto con perspectiva de género, en el escenario social.

Particularmente en torno a su intervención en el proceso vinculado con la implementación y desarrollo de las políticas sociales gubernamentales para el Distrito Capital; con énfasis en las áreas de educación y bienestar para niños y niñas. Esto supone, al mismo tiempo, efectos

colaterales en cuanto a la s mujeres y a la familia. Como información importante, en cuanto al procedimiento para la postulación, es lo siguiente:

Se origina (la postulación) en cada jardín comunitario. Allí las educadoras eligen a una colega para que las represente en la Junta Directiva. Ya hemos hablado de algunos prerrequisitos, como aspectos relevantes y que soportan las este tipo de designaciones. En este caso

particular, se tiene en consideración la constancia y compromiso en el trabajo con niños y niñas; además con la comunidad en general. De todas maneras, la elección de la Junta

Directiva, es una función potestativa de la Asamblea General. Veamos, a manera de ilustración, un itinerario personal:

“….Yo estoy vinculada a Fundac, desde su comienzo como organización. De esto hace 23 años. Mi decisión para intervenir en la Junta Directiva (nivel central); se produce mucho tiempo después. Estuve trabajando con motivación en las actividades

relacionadas con la capacitación. Sin embargo, mantenía una opción centrada en mi labor como maestra en el jardín. En 1991 se produjo un momento asimilado a remezón y/o crisis al interior de la Junta Directiva. Yo estaba en lo que se denominaba grupo de transferencia (reunía a las educadoras no vinculadas directamente con los grupos de Fundac). Me designaron para el cargo de tesorera. Desde ahí inicié un trabajo importante; comoquiera que detecté algunas anomalías relacionadas con el

cumplimiento de tiempos para la información contable. Presenté, ante la Junta, una propuesta para hacerme cargo de la contabilidad. La propuesta fue aceptada y, en consecuencia, asumí ese reto…” (Luz Marina, directiva en Fundac)

En Fundac existe otra opción para la participación individual de las mujeres asociadas. Tiene que ver con la coordinación y asesoría en los programas de capacitación. Este es un nivel que implica, además de lo expresado arriba, en cuanto a la calidad conceptual y decisión para

asumir todos los retos derivados de la implementación del proyecto básico de Fundac; un conocimiento importante y en profundidad en el área pedagógica. Resulta fácil inferir que es en proceso mismo, a través del cual se decanta la información requerida. Cabe, sin duda, la

afirmación en el siguiente sentido: puede darse el caso de una destacada dirigente, con perspectiva política y de género; pero sin que esto implique la posesión de condiciones y conocimientos para acceder como coordinadora y orientadora en los programas de

capacitación. Sin embargo, en veces, puede darse el caso de una mujer con posiciones integrales; que reúna esas dos condiciones. Veamos:

“… Desde 1981, cuando se constituye Fundac, he participado en el proceso de capacitación y formación. Posteriormente integré lo que se denominó Junta Directiva Mixta, como secretaria.

Fue el momento de la transición; es decir cuando las mujeres alcanzamos la conducción plena de la Junta Directiva. Lo mío ha sido un proceso continuo e integral. Cuando no estaba en la Junta Directiva, estaba integrando las comisiones de trabajo pedagógico, comunitario y

político...” (Paulina Triviño, directiva de Fundac.)

10.5 El concepto de perfil. Sus implicaciones en la participación. Retomamos la reflexión ya insinuada arriba; en lo relacionado con los agregados de calidad en la intervención individual. Hemos presentado una opción para la interpretación de los roles individuales. Reiteramos la pertinencia de establecer, de un lado, la separación entre sujeto (a)

colectivo (a) e sujeto (a) individual. De otra parte una diferenciación en torno a los niveles de

aprehensión; de captación y procesamiento de la información recibida; por parte de cada uno (a). A partir de ahí, es posible hablar de diferenciación en las opciones y en las expresiones individuales. Pero también acerca de la no suplantación, por parte del colectivo, con respecto a

la individualidad. Esto explica, por ejemplo, el manejo dado en este trabajo de investigación; a los conceptos motivación y decisión. Implican expresiones diferentes para cada persona. En este caso particular, para cada mujer. Visto así, en consecuencia, cada mujer (como

individualidad) es irrepetible. Es, hasta cierto punto, acercarse a la dinámica propuesta Kant, en lo que hace alusión al nexo entre naturaleza y espíritu; centrado en la definición del concepto de pensamiento, como conocimiento integral. Ya, en ese entonces, Fichte, Schelling y Hegel;

asumieron roles fundamentales en ese proceso de dilucidación. De por medio estuvo el rol efectivo de cada uno y cada una. Una aproximación a la identificación plena del proceso, por medio del cual es posible establecer la integralidad y la unidad; pero también la particularidad.

Por lo tanto, en lo que compete al alcance de esta investigación, la definición del concepto asociado a las calidades individuales (que no es otra cosa que la definición del concepto perfil);

supone entender la dinámica y la lógica propuesta. Es decir: la diferenciación de las individualidades, entendidas como uno, como YO. Al mismo tiempo la interacción de ese uno (Yo) con el (la) otro (a). Se configura, entonces, la noción de irrepetible adjudicada a cada

sujeto (a). Esto, vertido al proceso inherente a la participación individual de las mujeres en la implementación y desarrollo del proyecto de Fundac; traduce la presencia de determinadas calidades o perfiles. Esto es lo que permite entender la diferenciación en la asunción de roles.

Ahora bien, es una dinámica compleja; vista como proceso. Interactúan expresiones individuales; opciones de vida; acumulados vivenciales. Esto demuestra la condición

itinerante de cada quien. Cada individualidad es depositaria de significantes, construidos en escenarios y relaciones sociales que lo (a) han imprimido (a). Otra cosa son los factores que actúan como variables, como condicionates; al momento de

concretar una u otra opción en el proceso vinculado (como en este caso) la realización del proyecto básico de Fundac. Este el caso de lo que se ha dado en llamar trayectoria individual. Así planteada, hace referencia al tránsito efectuado, por cada mujer; en el

contexto definido a partir su intervención en la implementación y desarrollo de ese proyecto. La medición y descripción de las caracterí8sticas individuales asociadas a ese

tránsito; ya han sido expresadas en los diferentes relatos presentados arriba. 11. Ampliación del espectro: La intermediación. El rol de Fundac ha trascendido los ámbitos estrictamente vinculados con el quehacer de las

educadoras comunitarias, en cuanto a la atención de niñas y niñas. El alcance y coherencia de su proyecto supone, en su implementación y desarrollo, una interacción constante con instituciones gubernamentales, entidades y organizaciones de carácter privado, sin ánimo de

lucro y no gubernamentales; inclusive a nivel internacional. Como señalamos antes, es un ejercicio complejo; en lo que este tiene de proceso integral y continuo.

Lo anterior tiene sentido, visto en el contexto de su intervención. Si observamos, por ejemplo, el nexo entre su proyecto y los planes de desarrollo en el Distrito Capital (para el período objeto de esta investigación: 1991-2003); ya el análisis efectuado nos muestra las aristas derivadas de

su inserción en diferentes programas relacionados con la politica social; particularmente en aquellos inherentes a la educación y bienestar de los niños, las niñas y la familia. Ha sido una participación transversal; a través de la cual se ha manifestado la coherencia. Una lógica no

simbólica; sino vinculada al desarrollo de acciones verificables y con incidencia efectiva en su concreción y en las adecuaciones de esos programas. Porque, en términos de la proactividad,

Fundac ha sabido ejercer posiciones de equilibrio entre el cuestionamiento y las alternativas propuestas para superar desfases evidentes en los mismos. Ante todo aquellos relacionados con la perspectiva de género; comoquiera que han sido evidentes los vacíos conceptuales, en este

sentido, en la politica social gubernamental. Por lo tanto, el solo hecho de reivindicar y promover los derechos efectivos de las mujeres y la necesidad de aplicarlos en las acciones concretas cotidianas, ha significado una confrontación. Algo así como cuestionar paradigmas

restrictivos vigentes; como aquellos en los cuales los valores agregados por las mujeres en la s

luchas sociales y políticas; aparecen como simples expresiones formales e inocuas. Algo similar ha sido lo relacionado con los derechos de los niños y las niñas. Fundac, en ese sentido, también ha sabido direccionar su intervención; proponiendo desarrollos consecuentes. Es decir,

en donde los enunciados generales y las acciones un tanto sesgadas y restrictivas; se transformen en decisiones e implementaciones coincidentes con el respeto, la atención, la promoción y la prevención de la violencia intrafamiliar que los (as) afecta. Todo en una visión

integral y como variables indispensables, componentes de los programas dirigidos los niños y las niñas.

Una intervención de este estilo, ha tenido efectos colaterales. Pero también prerrequisitos. Hablamos de las implicaciones a nivel nacional e internacional; de los apoyos y reconocimientos. Un nexo entre las posiciones asumidas, en defensa y promoción de los

derechos de las mujeres y los (as) niños (as), y los alcances de estas, los cuales rebasan las fronteras del entorno territorial y del País. Pero, al mismo tiempo, el significado que ha

adquirido el reconocimiento efectuado por parte de organizaciones no gubernamentales e instancias de cooperación internacional. En términos de las luchas sociales y políticas, define un compromiso constante, no maleable. Algo similar a lo ocurrido con aquellas organizaciones

construidas para la defensa de los derechos humanos en general; pero que hacen efectivo su trabajo, a partir de confrontaciones concretas.

Otro aspecto relevante, ha estado asociado a la capacidad para obtener financiación; sin que esto haya implicado claudicar en su autonomía, ni en los principios básicos que han orientado su proyecto y su intervención. Sin este tipo de apoyos, la implementación práctica del proyecto,

no hubiera sido posible. Ha sido una combinatoria acertada; en donde la elaboración técnica y sustentada de las propuestas, ha permitido demostrar la capacidad de la Dirección y de las asociadas que intervienen. Tanto en los jardines comunitarios, como educadoras; como

también en las diferentes instancias institucionales relacionadas con las estrategias y programas en politica social, constitutivas de los planes de desarrollo del Distrito Capital.

La siguiente expresión corrobora nuestra aseveración. Veamos:

“….Fundac trabaja, a nivel nacional en internacional, con diferentes organizaciones. Una breve descripción: Red de Educación Popular Entre Mujeres (REPEM); Mesa de Mujer y Economía; Confluencia de Redes. Esta última fue creada en los años 1998-1999 y agrupa a organizaciones

e instituciones como: Mujer y Sociedad (adscrita a la Universidad Nacional de Colombia); Red Nacional de Mujeres y Fundac. El objetivo fundamental tiene que ver con incidir en el diseño de políticas públicas, a favor de las mujeres. Esto implica un trabajo constante hacia el Congreso

de la República y hacia otras instituciones; en la intención de promover nuestras propuestas;. Supone, también, un ejercicio permanente de veeduría respecto a los derechos de las mujeres y su cumplimiento efectivo. En este sentido, durante el trámite de la Ley de Cuotas, realizamos

algunas reuniones de promoción y difusión con la Representante a la Cámara Vivian Morales. En general, hemos reivindicado nuestros derechos políticos y sociales. Particularmente aquellos

derivados de acuerdos internacionales, como aquel que insta a los gobiernos a trabajar por la eliminación de todo tipo de discriminación hacia las mujeres.

. La Mesa de Mujer y Economía es un grupo creado para el análisis, en torno a los tratados de libre comercio con otros países. Realizamos un trabajo de información y formación al respecto. Participamos en el Foro Económico Mundial, realizado en la ciudad de Cartagena hace tres

años. Además, promovimos y realizamos la Marcha Nacional de Mujeres, hace dos años. Actualmente estamos preparando el Segundo Foro Mundial. Es decir, en esta instancia,

desarrollamos una dinámica que implica avanzar en el conocimiento del tema y la elaboración de alternativas, en las cuales expresamos nuestros derechos económicos y sociales...” (Paulina Triviño, directiva de Fundac).

Así las cosas, el recorrido efectuado por Fundac, le ha permitido ampliar sus perspectivas; a partir de su proyecto básico. El horizonte se ha extendido; a través de una dinámica proactiva.

Ha sido la reivindicación, permanente, de un método que ha permitido establecer nexos

pertinentes; entre su proyecto básico y el universo de opciones derivadas; como variables políticas y sociales. A la descripción realizada por Paulina Triviño, podemos agregar una relación más amplia; así:

- Participación e intercambio de experiencias con Plataforma de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y Plataforma Norvib. Además, en coordinación con organizaciones no

gubernamentales (nacionales e internacionales), como: Comisión Andina y Comisión Colombiana de Juristas, Organización de Comunidades Negras, Instituto Latinoamericano de Servicios Legales Alternativos, Colectivo de Abogados, Grupo de Apoyo Popular y Fundación

para el Impulso del Desarrollo Ambiental en América Latina ; Fundac participo en la realización de algunos análisis y diagnósticos acerca de la situación de las mujeres que realizan trabajos comunitarios en los Programas de las Casas Vecinales y en los Hogares Infantiles de Bienestar

Familiar, a nivel nacional.

- En coordinación con el Grupo de Apoyo Popular, Red de Educación entre Mujeres, Mujer y Hábitat, Casa de la Mujer, Colectivo de Abogados, Programa de Mujer y Género (adscrito a la Universidad Nacional de Colombia), la Asociación de Educadores (as) del Distrito y la

Organización de Comunidades Negras; Fundac ha desarrollado actividades de capacitación pedagógica y politica, dirigidas a las educadoras comunitarias. Los énfasis han estado relacionados con los derechos de niños (as) y de las mujeres. Además, en torno a la

administración pública. Sin minimizar los logros obtenidos, es relevante señalar algunos aspectos relacionados con los

niveles de intervención. Ante todo vinculando, al análisis, una variable conceptual relacionada con lo ya expresado arriba, cuando hicimos alusión a la diferencia entre motivación y decisión; al momento de valorar los alcances en la intervención de las mujeres asociadas a Fundac. Algo

parecido a lo que ya se había expresado, en otro apartado de esta investigación; cuando se hizo alusión al contenido de la participación, con agregados de calidad, asociados a la claridad conceptual.

Lo presentamos, entre otras razones, como constante en las organizaciones sociales. La

heterogeneidad derivada de los niveles de aprehensión. Esa presencia del YO particular e irrepetible; que permite entender la dinámica de la relación de este con el otro y/o la otra. Un escenario en donde, cada sujeto, actúa en condición de tal. Con sus limitaciones y fortalezas.

Asimismo, entonces, para el caso de Fundac; de su participación en la implementación y desarrollo de su proyecto básico; cabe esa diferenciación. Esto traduce, por lo menos

en este aspecto, expresiones disímiles, diferenciadas; por parte de cada una de sus asociadas. Incluyendo, claro está, la diferenciación entre sus dirigentes y las mujeres que actúan desde la base; como dinamizadoras y promotoras.

11.1 Movimientos sociales (distritales y/o nacionales)

Dentro de las dinámicas de interrelación que la Fundación de Apoyo comunitarios ha establecido en el ámbito nacional, igualmente se encuentra que algunas mujeres que esta vinculadas a Fundac, han sido participes de movimientos políticos a nivel nacional; como es el

caso del Movimiento Político MUJERES 2000. EL movimiento político mujeres 2000, nace como iniciativa política de organizaciones de

mujeres de base en los años de 1995- 1996 Como resultado del trabajo de capacitación liderado por la Asociación Nacional de Pedagogía y la sociedad Colombiana de Pedagogía –

SOCOLPE en coordinación con organizaciones no gubernamentales como Viva La Ciudadanía, con el propósito de empoderar a las mujeres de sectores populares dentro de la plataforma política; proceso que se llamó escuela para la expansión del liderazgo democrático femenino,

partir de la nueva constitución, llamándose -Escuela Mujeres 2000.

EL movimiento político mujeres 2000, es un movimiento de carácter nacional, que tiene como

objetivo empoderar a mujeres dentro de la plataforma política, a partir de impulsar a mujeres de base para que accedan a los cargos de representatividad política en el ámbito regional, distrital y local.

“…El movimiento Mujeres 2000 se instauró a nivel de Boyacá, Tolima y Risaralda y Cundinamarca, Bogotá chocó y Antioquia. En ese proceso se estudia todo lo que es la

constitución, lo de la participación y todo lo que es lo de los derechos de las mujeres, como las estructuras del Estado, y como cada vez que un aprende mas, mas rabia le da de ver las forma en que se vulneran los derechos y la falta de voluntad política y

empieza uno a reflexionar como contribuir a esto, a parte que en ese época, estaba sonando lo de la ley de cuotas, entonces nace la idea de que las mujeres conformemos un movimiento para acceder a estos espacios porque desde afuera no se

puede hacer nada, sino que tiene que ser desde adentro, para gestionar y movilizar voluntades, porque falta mucho en para la materialización de los derechos, entonces,

en a parte final de la Capacitación se dedico ha materializar la creación de Movimiento Mujeres 2000, el cual es un movimiento que busca empoderar a las mujeres en la plataforma política… Hay que hacer una aclaración nuestra participación en el

movimiento político mujeres 2000, no se definió como organización, sino que era la participación individual e independiente de la participación de algunas mujeres en Fundac. Pero si éramos varias las de Fundac que participábamos en le mismo.” (Paulina

Triviño) Por factores propios de los que representan el ejercicio tradicional político en Colombia (la

paga favores electorales, la discriminación a las mujeres, entre otros), este movimiento no ha logrado tener el eco permanente dentro de los espacios de representatividad política, especialmente en Bogotá. Lo que lo ha conducido a un proceso de debilitamiento como tal.

Siendo en la actualidad mas una red nacional de capacitación política.

“…El movimiento dentro de su ejercicio político ha tenido dificultades propias de un

sistema patriarcal en la distribución y en el acceso a los poderes, y esto se ve en que, a nuestro movimiento no se le dio la personería jurídica para realizar las candidaturas de

año 97 como Mujeres 2000. Entonces estuvimos apoyando a otros movimiento de carácter comunitario, y se candidatizaron varias mujeres para cargos de representatividad local y distrital. Porque aun creemos que las mujeres y las

organizaciones comunitarias tenemos cabida en esos espacios. Pero el hecho fue que no pasaron. Pero si se obtuvo una buena votación, y después para elecciones presidenciales decidimos unirnos con el movimiento MINGA y se logró posicionar a

alguien para el Congreso y esta persona no llegó. Entonces ahí perdimos la personería jurídica porque no teníamos representantes en cargos de elección popular. Y ahora pues hacemos proceso de capacitación, y el movimiento está débil. Pero seguimos las

personas que iniciamos el proceso y ahora no hemos vuelto a intentarlo porque cada una esta en sus cosas y en sus dinámicas y no…” (Isabel Camacho)

“…El movimiento Mujeres 2000 aun continua a nivel de Boyacá, Tolima y Risaralda y Bogotá, este movimiento ha tenido representación en otras ciudades, pero en Bogotá a raíz de la desunión de nosotras mismas, tuvimos la marga experiencia cuando lanzamos

a Paulina como Edil de Bosa, en el que supuestamente los jardines la había elegido como representante para la JAL, pero al momento de la votación nos dejaron plantadas porque muchas de nuestras compañeras votaron por el que les daba la tejita,

el plato de lechona, por la cervecita y todas esas cositas, y como uno no les daba nada. Entonces al principio fue muy triste pero a la vez nos fortalecimos porque fue una

gran campaña, la hicimos con las uñas y llegamos a mucha gente, pero nos dimos cuenta que lo político es un intercambio y que si uno no tiene para darle cosas a la gente así sea de momento, las personas no apoyan. Nos dimos cuenta que mueve mas

por los intereses, por tener una teja, que la misma convicción de trabajo político. Nosotras tenemos la experiencia de que varias mujeres que han trabajado en Boyacá han salido electas a cargos de representatividad. La ciudad donde ha faltado

consolidación del movimiento ha sido en Bogotá, en parte por la desunión, pero

también porque las personas que lideran están ocupadas trabajando en otros espacios y no le hemos metido el empeño al movimiento. Cuando hay capacitaciones la gente nos apoya y nos sigue, de alguna manera, por ejemplo cuando estuvimos en las

candidaturas conseguido apoyo por parte del Despacho de Mujer y Juventud de la Presidencia de la República para lo del mujeres 2000.” (Luz Marina)

“….Estuve participando en el Movimiento político Mujeres 2000, pero eso caducó porque no lanzamos a Paulina como concejal de Bogota, y porque las personas que se lanzaron como ediles en las localidades no quedaron, excepto Rumalda de la localidad

de Santa fe. Entonces yo digo que hemos luchado mucho con el movimiento político y a pesar de eso nos quitaron la personería jurídica, por no tener representatividad en el consejo, ni el las JALs- por no tener representación, pero todo esto es por el egoísmo,

la envidia, porque algunas de nosotras alza vuelo y lo que hacemos la mayoría es cortarles las alas, sabiendo que ellas pueden traer beneficios para la organización y

para muestra labor como educadoras... (Gertrudiz Pérez) 11.2 Movimientos sociales de carácter local Como agregado al escenario anteriormente mencionado. En algunas Localidades de la ciudad, se han gestado procesos de interacción entre las

Organizaciones comunitarias de distinta índole a nivel local, teniendo como objetivos promueven acciones directas de respaldo político a miembros de sus organizaciones que han aspirado a cargos de representatividad local como

son las Juntas Administradoras Locales, Alcaldías Locales, etc. A lo que se suma, el ejercer procesos de veeduría ciudadana y política frente a los programas y proyectos de los planes de desarrollo locales. Tal es el caso del Movimiento Social Local “decidamos ya” de la localidad de

Suba. El movimiento social “decidamos YA” es una experiencia política de carácter inter

organizacional, liderada por 7 organizaciones sociales que trabajan en la localidad de Suba, las poblaciones infantiles de 1- 6 años, juvenil y población con discapacidad; y en proyectos

sectoriales de vivienda. “…Hace como un año, surgió una inquietud a raíz de las necesidades de Suba, y

surgieron unas reuniones muy pequeñas, pues con organizaciones, y mirando la necesidad, empezaron varias reuniones hasta que se formo así como el grupo del movimiento “Decidamos Ya,” en este momento esta este jardín, esta la el rubí,

Timaquitos de esta ciudad Hunza, que es un jardín de arriba la loma y que son jardines de Fundac y esta Cultiva que es una organización cultura, y muchas organizaciones unidas para formar el movimiento.

Este, surge como resultado de trabajo de apoyo que se hace ha miembros de nuestro jardines que lanzan su candidatura como ediles de la localidad, y los cuales al no ser elegidos, se sienta las bases para dar continuidad a un trabajo de carácter político que

impida que esta coordinación sea de coyuntura electoral y es así como se articulan siete organizaciones dentro de un trabajo de veeduría ciudadana de las políticas sociales locales y de apoyo a los candidatos de otros organismo que se articulan al

movimiento en sus gestiones como ediles locales de Suba. …Entonces el movimiento “decidamos ya” ha permitido hacer un seguimiento a la política de las poblaciones de primera infancia, jóvenes los discapacitados, y adultos mayores, desde las JAL. Y lo que

el movimiento hace es apoyar a estos ediles dentro de escenario de la JAL que esta duro y tan lleno de interés…” (Yolanda)

11.3 Intermediación Frente a Agencias Internacionales de Financiación

A lo largo de dos décadas, las mujeres vinculadas a Fundac han formulado, negociado y gestionado programas de formación ante organismos de cooperación internacional. Interacción que se ha basado fundamentalmente en relaciones de financiación, para la ejecución de

proyectos entre los que se encuentran “El proyecto de Profesionalización para educadoras

comunitarias de los programas de Casas Vecinales y Hogares de Bienestar social- HOBIS,” para la obtención de bonificaciones complementarias como apoyo transitorio a los grupos de madres comunitarias en condiciones de precariedad económica, mientras se libra la lucha con el

Estado. La mayor contribución económica de este tipo la ha hecho NOVIB. Seguida por el financiamiento del proyecto”Escuela de Formación de Liderezas Comunitarias” por parte de la Embajada de Canadá.

Algunas mujeres de Fundac, como pioneras del “Proyecto de capacitación integral a Educadoras comunitarias para la gestión pública y la participación en

los espacios de decisión local y distrital” como programa institucional de Fundac; se encuentra vinculada desde el año de 1996, a un trabajo Inter Organizacional a nivel nacional, bajo la coordinación de la Agencia

Canadiense para el desarrollo integral –ACDI32. Vinculación que se establece a partir de la incorporación del mismo como uno de los 17 proyectos

precursores en la creación del Fondo para la equidad de genero. Fondo desde el que se persigue como objetivos, a) el fomentar la participación de las mujeres y los hombres en igualdad de condiciones en la toma de

decisiones para forjar el desarrollo sostenible de las sociedades, b) apoyar a la mujer y a la niña en el pleno ejercicio de sus derechos, y, c) reducir las desigualdades de genero en el acceso al control de los recursos y beneficios

del desarrollo; como estrategias desde las que procurar la igualdad entre mujeres y hombres para asegurar el desarrollo sostenible de sociedades.

Dicho fondo, se establece como proyecto piloto para responder en forma rápida, flexible e interactiva a las solicitudes y prioridades locales en materia de equidad e igualdad de género, teniendo como objetivo centra, el facilitar la participación más efectiva y equitativa de las

mujeres en el desarrollo de sus sociedades. Desde el promocionar la participación política y el pleno ejercicio de la ciudadanía por parte de las mujeres (enfatizando especialmente en aquellos grupos de mujeres excluidas, como son las mujeres campesinas, indígenas, negras, y

pobladoras urbanas) en las diferentes instancias de participación y en las corporaciones de elección popular.

Con relación a los servicios prestados desde los jardines comunitarios, durante mas de 12

años, Fundac y los jardines que en ella se asocian, contaron con el patrocinio de agencias internacionales, como la Crhistian children Fundaction CCF y la Terra de Homme, quienes patrocinaron hasta el 2003 muchos de los programas de atención que se prestaban desde los

jardines como organizaciones comunitarias, dichos proyectos que fueron financiados estuvieron dirigidos hacia la población infantil y escolar en lo concerniente a servicios de refuerzo nutricional, desde la implementación de los programas de comedores escolares y/o

comunitarios, jornadas alternas, grupos formados a nivel cultural como herramienta de prevención social de alcoholismo y la drogadicción en infantes y jóvenes.

“..Por mas de 10 años la CCF, nos apoyo para muchos proyectos de aquí l en el jardín como fue los refuerzos escolares y lo de la jornada alterna con los niños de las escuelas..…Frente a la CCF, nuestro trabajo se desarrollaba desde la realización de

diagnósticos de los grupos de población con los que trabajamos, presentábamos proyectos de atención para ser financiados, estos proyectos fuero para lo de los comedores escolares, la jornada alterna con escolares del la zona, y se busco y un

rubro para el proceso de Profesionalización de las educadoras comunitarias. .... y nosotras debíamos presentar informes trimestrales de gestión sobre los avances de los

proyectos financiados y coordinar todo el proceso….” (Doris Duzán)

32

Ver al respecto anexo No… “¿Qué es la ACDI?”

“… En este tiempo he trabajado un poco con algunas agencias de cooperación

extranjera como es la NOVIB, sobre todo en lo de proceso de capacitación y análisis para las educadoras frente a temáticas de carácter social y político, también hemos trabajado con el GAP, con este ultimo hicimos una experiencia de implementación de la

educación popular, hicimos unas cartillas sobre estas y estuvimos trabajando en algunos barrios sobre los proceso organizativos…” (Luz Marina)

12. Construyendo lo Público: relación organizaciones de educadoras comunitarias y el DABS Las relaciones que han definido las mujeres que se encuentran vinculadas a la Fundación de Apoyo comunitario Fundac, desde su calidad de educadoras comunitarias, frente a las instancia gubernamentales, y concretamente el Departamento Administrativo de Bienestar social de

Bogotá- DABS, como ente formulador y ejecutor de las política social distrital. Ha sido relaciones principalmente de carácter contractual, a partir de las cuales las educadoras

comunitarias son las ejecutoras de una serie de contratos que tiene como fin la ejecución de proyectos de atención a grupos de poblacionales inscritos a los programas de Casas Vecinales del DABS, desde la figura de “Educadoras Comunitarias,” en el orden distrital y a través de los

programas de “madres comunitarias” en los Hogares de Bienestar y los jardines infantiles Tradicionales del ICBF de orden nacional, respectivamente.

En el marco de los programas de Hogares de Bienestar Social – HOBIS y casas vecinales del DABS y el ICBF, las mujeres han venido desempeñándose en varios oficios desde los que han definido diversas formas de interacción con las comunidades y frente a otras instancias

gubernamentales.

“Iniciamos nuestro trabajo comunitario con el cuidado de los niños (...) pero en cuanto

somos conscientes de lo que implica cuidar y educar a los niños, nuestras labores no se limita al cuidado de los infantes, sino también a la búsqueda de otros estilos de socialización en el marco de una pedagogía integral, por lo cual incluimos en el proceso

de escolarización inicial de los niños y niñas, a los padres y madres de familia y a nosotras mismas. (…).Trabajamos con niños discapacitados desempañándonos como

agentes psico- educativos (…). Hemos ampliado nuestras tareas y responsabilidades, somos animadoras y “promotoras” de organizaciones juveniles, adicionalmente practicamos los principios de la Gerontología social y sobretodo, a lo largo de la vida de

la ciudad, hemos construido nuestros barrios palmo a palmo, adecuado los espacios vacíos, portado agua potable, instalado y gestionando los servicios públicos y las vías, liderando la organización de las mujeres en los barrios populares en la capital del país,

por tanto además de ser educadoras, hemos sido “Educadoras Comunitarias.”33

“…nuestra relación como Asociación Esperanza de Vivir se define con el DABS, desde la

definición de contratos para manejar centros satélites. Son los recursos que se establece desde los convenios satélites, es lo que sostiene en un 5% el funcionamientos de la fundación. y los otros recursos se estable desde pedir colaboración a otros organismos. Nosotras somos una

fundación independiente y lo seguiremos siendo, porque no estamos dispuestas a coarta nuestro trabajo a las exigencias que hace el distrito, porque esto es un esfuerzo de muchos años que no estamos dispuestas a vender para que se asuma como iniciativa distrital. Que ha

costado muchos sacrificios para nuestras familias y para nosotras mismas ha significado una sobrecarga y un gran esfuerzo que no vamos a negar e invisibilizar…” (Patricia Sierra)34

33

FUNDAC y ENDA A.I. “FUNDAC- Fundación de Apoyo comunitario” En: Imaginando un lugar en

el siglo XXI, “ Los problemas que nos planteamos”, Bogotá , 2001. Pág. 15 34

Patricia Sierra Hernández, Educadora Comunitaria entrevistada en el contexto de esta investigación,

esta educadora se desempeña actualmente como coordinadora del área de salud en la Fundación

Esperanza de Vivir. Fundación que se especializa en la atención a la población discapacidad. Siendo la

única organización de esta modalidad de atención que se encuentra inscrita a la Fundación de Apoyo

Comunitario – Fundac.

En el marco de la Resolución 084 desde el años de 1992, los jardines comunitarios de varias localidades de Bogotá, se han vinculado dentro de los programas de Casas Vecinales, desde el contrato por parte del DABS hacia los mismos. Siendo este el primer reconocimiento social y

económico que se establece para el trabajo de las educadoras por parte de las autoridades publicas del distrito. Sin embargo, este reconocimiento no es consecuente con los requerimientos del accionar comunitario

Sin embargo, le reconocimiento y el posicionamiento que ha merecido las mujeres vinculadas a estos programas por parte de la administración nacional y distrital, en las que se inscriben

dichas relaciones contractuales con el Estado, y concretamente el Departamento Administrativo de Bienestar social de Bogotá- DABS- y el movimiento distrital de madres comunitarias, durante la década de los noventa, se ha caracterizado por muchas tensiones, resultantes de las

disparidades entre las exigencias gremiales demandadas por las educadoras comunitarias y las condiciones y exigencias laborales ofrecidas por el DABS para las mujeres que se desempeñan

dentro de los programas de Hogares de Bienestar social y Casas Vecinales como “madres comunitarias.”

“El reconocimiento social la redistribución económica por parte del Departamento de Bienestar del Distrito y del instituto colombiano de Bienestar Familiar, acerca de trabajo de las educadoras comunitarias es ambivalente y contradictorio. (..) Por cuanto la cultura patriarcal percibe el trabajo comunitario de las mujeres, como prolongación de la acción domestica y función social propia de las mujeres, niega su condición de acción laboral y su prolongación económica en la vida colectiva”35

“Como consecuencias del escaso presupuesto público que la Administración Distrital asigna a los programas de Hogares de Bienestar Social y a las Casa Vecinales, por cada escolar entre los 5 – 14 años y adultos y adultas mayores, no corresponde a los requerimientos administrativos y pedagógico que los jardines necesitan para su funcionamiento, (..) una parte considerable de la carga económica para prestar los servicios a la infancia recae en el trabajo no remunerado de las educadoras comunitarias, quienes estamos asumiendo un sinnúmero de responsabilidades y atendiendo a múltiples personas para obtener menos de un salario mínimo. “(Comité resembrando el camino, Ampliado Fronteras julio 1998)36.

“Pese al proceso y esfuerzos realizados para cualificarnos, los Programas de formación de liderezas y Abriendo caminos no gozan de autoridad legal para dar títulos y certificados profesionales, ni de reconocimiento por parte de la Secretaria Distrital de Educación.”37

Pese a la negación social del trabajo comunitario, como acción con

reconocimiento social y financiero, desde la inexistencia de registros estadísticos oficiales ante el DANE como labor reconocida por la economía política ,, el DABS y el ICBF,……

Tres grandes momentos ha enmarcado las luchas reivindicativas de carácter gremial que han

sustentado las relaciones entre las mujeres vinculadas a Fundac y al movimiento distrital de

35

FUNDAC y ENDA A.I. “FUNDAC- Fundación de Apoyo comunitario” En: Imaginando un lugar en el

siglo XXI, los problemas que nos plateamos, Bogotá, 2001. Pág. 13. 36

Citado En: 36

FUNDAC y ENDA A.I. “FUNDAC- Fundación de Apoyo comunitario” En: Imaginando

un lugar en el siglo XXI, los problemas que nos plateamos, Bogotá, 2001. Pág. 17 37

Ibid, pág. 19.

madres comunitarias con relación a la administración distrital en cargadas de la política social

distrital. En un primer momento, Los 90s fueron años de apertura para las mujeres vinculadas a

FUNDAC, hacia el DABS y hacia los movimientos de mujeres y hacia otras ONGs. Llevando a la Fundación, entre 1991- 1997, a un gran auge participativo dentro del Movimiento Distrital de Casas Vecinales. El cual que surge como respuesta ante las ordenes de descentralización de

los organismos del Estado- cuyo efecto en el caso del DABS- produjo el incremento en la carga laboral de las madres comunitarias, y en la responsabilidad y los aportes propios de las comunidades.

Dicho Movimiento que tubo por objetivo derogar la resolución 084/92, en aras del reivindicar la necesidad de la atención integral de los programas para el desarrollo de los niños y las niñas,

claridad en los procesos de administración y asignación presupuestal por parte del DABS y en la prestación de servicios de las casas vecinales.

Este Periodo, que culminó con la movilización de las madres comunitarias el 17 de Noviembre de 1993, durante la cual se ocupó una de las vías principales de la ciudad. A raíz de esta

protesta se celebraron uno acuerdos con el DABS en torno a los siguientes puntos: Establecer una comisión distrital de casas vecinales, compuesta por tres vertientes: los

grupos de las casas vecinales, la coordinadora distrítal de los jardines infantiles comunitarios ( CODIJIC, creada en 1987) y movimientos de la niñez y otros grupos,

comisión que se vincula a las mesas de negociación con la secretaria de hacienda, las secretarias de gobierno salud, la dirección del DABS y un grupo de concejales, en lo referente a las necesidades sentidas de los jardines y de quienes allí trabajan. Entre los

logros obtenidos por está amerita mencionar: Asignación de rubro presupuestal distrítal 1994, para efectos de dotación de las casas

vecinales y jardines comunitarios.( motivo de concertación entre los movimientos de mujeres y la administración distrítal y logro de la presión que ejercieron en años

anteriores). Bonificación para las madres comunitarias( 30% sobre el salario legal para cada niño, el

10% por cada adulto mayor y joven atendido semestralmente) pago que se hará simultáneamente con las mensualidades

Bonificación y un valor económico para la afiliación de las madres comunitarias al

sistema de seguridad social ISS La Secretaria de Salud garantizará, dos controles anuales para cada niño del programa

DABS. La secretaria de Gobierno concertará con el programa de Madres comunitarias, la cultura,

el deporte la recreación ( fotocopia, 1995) El DABS, reconocerá la estabilidad y autonomía de las organizaciones prestadoras de

servicios sociales. El DABS, aceptará la propuesta de atención integral a la niñez, y la inclusión de

mecanismos de prevención ante la violencia cotidiana, La creación de veeduría local de casas vecinales y distrítal.

La concertación con la comisión distrítal para la expedición de normas técnicas y administrativas referentes a las casas vecinales.

Contratación especial entre el DABS las asociaciones de casas vecinales. Programas de formación para las educadoras comunitarias

El segundo periodo abarca de finales de 1993 hasta 1995, el cual surge a raíz de

incumplimiento posterior de DABS y de la secretaria de Salud, en lo referente a la aplicación de los acuerdos a cerca del reconocimiento de los derechos de las mujeres y de la atención

integral a la infancia. El descontento de las mujeres lleva a una nueva acción coordinada por el movimiento distrítal de casa vecinales: la presentación de una acción de tutela ante el Tribunal

Contencioso Administrativo de Cundinamarca ( Mayo de 1995) “a fin que se proceda a tutelar

los derechos fundamentales de cada una de las madres comunitarias, a la salud, la seguridad social, y la vida y la integridad personal, amenazada a razón de una serie de omisiones en cabeza del DABS…” 38 paralelamente se presenta otras nuevas formas de participación

popular39 y se crea las comisiones de Veedurías locales y distritales. A su vez, los padres de los menores atendidos, acudieron “ a fin que se tutelen los derechos

fundamentales a la salud, recreación, cultura y a la vida e integridad personal de nuestros hijos, que vienes siendo vulnerados en razón de una serie de omisiones por parte de la Secretaria de Salud, Gobierno y Departamento Administrativo de Bienestar Social del Distrito.”40

Acción de tutela frente a la cual la corte constitucional desde la emisión de la sentencia T-007 de Enero de 1995, establece “ el cumplimiento de los acuerdos, un deber de las autoridades

publicas” … “ el incumplimiento de este tipo de obligaciones resta credibilidad y legitimidad de la acción del Estado, frustra las aspiraciones legitimas de la comunidad, alienta soluciones

violentas a sus reclamaciones, y, además es contrario a la filosofía que emana del preámbulo de la carta constitucional,(..) el Estado social de derecho no solo demanda de éste proyección de estrategias para dar soluciones a las necesidades básicas de la comunidad en lo social lo

económico, sino que exige acciones concretas para satisfacerlas, por tanto, la oferta o compromiso estatal para atender en concreto dichas necesidades requiere ser traducido a la realidad, mas aun cuando se trata de proteger o amparar los derechos fundamentales”(

sentencia T-007 de Enero de 1995). No obstante las tutelas y las Veedurías Populares, paradójicamente la sensación de impotencia

de las Mujeres vinculadas al Movimiento Distrítal frente a las políticas estatales toma carácter más impositivo que de respuestas concertadas. Siendo e esta paradoja que se define el tercer momento de la relación entre las mujeres que labora como madres comunitarias y el DABS. En

agosto de 1997, frente al incumplimiento de la administración distrítal en torno a la política social destinada a la niñez, la juventud, la tercera edad y las mujeres en Bogotá, las mujeres de los jardines infantiles vinculados a FUNDAC, participaron en el Cabildo Abierto de 1997 por

Santa fe de Bogotá donde se discute la reestructuración del Departamento Administrativo de Bienestar Social del Distrito- DABS y se hace varios planteamientos sobre el incumplimiento de

los derechos de las madres comunitarias, con la asistencia y convocación de 127 casas vecinales organizadas entorno del movimiento distrítal de casa vecinales, la comisión distrítal, el sindicato de empleados distritales de Bienestar Social y los usuarios de los diferentes

programas. Hasta 1997 se había coordinado la discusión sobre la reestructuración por intermedio de la

comisión distrítal y local de las diferentes localidades, pese a lo cual en los últimos años se desconoce dicha concertación por parte de los funcionarios del DABS, mientras se continúan con los cambios estructurales del DABS y su relación de autoridad respecto a las casas

vecinales. En las ultimas dos administraciones distritales, dentro de la dinámica de modernización de la

política social, se han establecido varias tendencias a saber: a) La transformación de los grupos de jardines infantiles y casas vecinales en empresas sociales con criterios de rentabilidad y eficiencia, para lo cual se requiere una administración racional, uno recurso humanos con calificación formal y de infraestructura, personería Jurídica, elaboración de portafolio de servicios, exigencia que extralimita las condiciones con las que cuentan las casas

38

Fragmento de la tutela impuesta por las organización de casa vecinales, expuesta En: FUNDAC y

ENDA A.I. “ FUNDAC- Fundación de Apoyo comunitario” En: Imaginando un lugar en el siglo XXI,

recorriendo caminos desde 1975 hasta hoy, Bogotá , 2001. Pag. 37 39

tanto la Tutela como las Veedurías populares so formas nuevas creadas a partir de la Constitución de

1991. 40

FUNDAC y ENDA A.I. “ FUNDAC- Fundación de Apoyo comunitario” En: Imaginando un lugar

en el siglo XXI, recorriendo caminos desde 1975 hasta hoy, Bogotá , 2001. Pag. 37

vecinales y jardines actualmente, poniendo en condiciones de desventaja a dichos grupos

dentro del proceso competitivo de mercado en cuanto a la prestación de servicios. b) La figura de los “interventores”, es remplazada por la de “supervisores” directos de DABS, c) los centros operativos locales cambia de status, y el punto nodal, es el antagonismo de las cánones de la

relación DABS – madres comunitarias, por un lado se niega sus derechos laborales, al no devengar salario, sin prestaciones ni capacitación sino “bonificación atada a la cobertura de servicios” , por otro lado se exige a las casas vecinales, que todo contrato hacia fuera se ciña a

la ley, que se preste un servicio de alta calidad, que se someta el manejo de las casa vecinales a control por parte de la personería distrítal, la contraloría y procuraduría.

Las actuales relaciones entre el DASB y las organizaciones de Madres comunitaria, ha conllevado a que estas ultimas establezca su relación con la administración distrítal entorno a la búsqueda del reconocimiento y validación social de su quehacer y de sus derechos como

Educadoras y lideres comunitarias, con relación a los siguientes aspectos:

Asignación de rubro presupuestal distrítal, para efectos de dotación y mejoras de las casas vecinales y jardines comunitarios. Reconociéndose el derecho a la propiedad de las casas y los lotes de los jardines en funcionamiento

Bonificación y un valor económico para la afiliación de las madres comunitarias al sistema de seguridad social ISS (exento de asignado según mediciones de cobertura)

La secretaria de Gobierno concertará con el programa de Madres comunitarias, la cultura, el deporte la recreación ( fotocopia, 1995)

El DABS, reconocerá la estabilidad y autonomía de las organizaciones prestadoras de servicios sociales.

Que el DABS, acepte la propuesta de atención integral a la niñez, y la inclusión de mecanismos de prevención ante la violencia cotidiana, como propuesta de construcción

concertada con las que labora como educadoras comunitarias. La concertación con la comisión distrítal para la expedición de normas técnicas y

administrativas referentes a las casas vecinales. Contratación especial entre el DABS y las asociaciones de casas vecinales. Desde la que se

reconozca y valide la construcción autogestionada y el contexto de informalidad en que se ha desarrollado, por parte de las mujeres, los programas de Jardines infantiles comunitarios en la ciudad.

Programas de formación para las educadoras comunitarias (nivelación del bachillerato, especialización educativa)

12.1 Espacios de participación institucionalizados- DABS Como resultado intrínseco de los procesos de negociación y concertación que se ha establecido, a lo largo de la década de los 90, entre el Departamento Administrativo de Bienestar Social y

las mujeres vinculadas como educadoras comunitarias a los programas Casas Vecinales; Como iniciativas de los cuerpos organizativos de Casas Vecinales a nivel distrítal, se instauraron varios espacios de negociación y concertación frente a DABS en los que a condiciones de

contratación y funcionamiento administrativos y pedagógico de las casas vecinales se refiere. Espacios que hoy perduran y continúan guardando su razón como espacios de negociación

entre las partes mencionadas, pero ya como espacios instaurados desde la institucionalidad del DABS. Estos son: Los Comités Pedagógicos Locales de Casas Vecinales, la Comisión Distrítal de Casa Vecinales, los Comités Locales de Casa Vecinales y la Comisión de Representantes de

Casas Vecinales. La participación que definen las educadoras comunitarias dentro de estos espacios, se establece

desde la función de representatividad legal que las mujeres ejercen a nombre del jardín ante las instancias locales y distritales del DABS.

“Como representante legal del jardín, los espacios en los que participo son todos aquellos vinculados a la relación contractual con el DABS, eso lo hago yo, porque es mi responsabilidad

estar pendiente de los contratos y todo lo referido al funcionamiento de los jardines como

Casas Vecinales, también hago parte de la comisión de representantes de las casas vecinales, donde debatimos todo lo que es el sistema de contrataciones que se definen con el DABS frente a los jardines…” (Carmen Palacios).

12.2 Comisión Distrital de Casas Vecinales

La Comisión Distrítal de Casas Vecinales, es la instancia organizativa de casas vecinales a nivel distrítal; desde la cual se establecen los procesos de negociación y concertación en torno a las condiciones del contratación de los jardines comunitarios como casas vecinales del DABS.

Los procesos de concertación se establecen desde la Comisión Distrital y el DABS, se definen desde dos ejes temáticos: 1) condiciones de contratación para las educadoras comunitarias: la

bonificación laboral, la seguridad social y procesos de capacitación y formación profesional de las educadoras comunitarias; 2) asignación del rubros presupuestal para la ejecución del

programa: minuta alimentaria niños – día, material didáctico y adecuación de infraestructuras físicas de los jardines.

La Comisión Distrítal de Casa Vecinales como ente negociador a nivel Distrital ante el DABS, está constituido por tres representantes de los comités locales de casas vecinales de cada localidad.

Los Comités Locales de Casas Vecinales, son los puntos locales de recepción informativa en términos de la relación de los jardines y el DABS. siendo a su vez el ente de comunicación

entre las comisión distrítal de casas vecinales y los jardines comunitarios. Desde el año 1995, como resultado de la descentralización administrativa del DABS, estos se

han constituido igualmente en espacios de concertación y negociación entre las casas vecinales de las localidades y el Centro Operativo Local –COL, como ente ejecutor local del DABS.

“...Yo pertenecí por dos años, al Comité Local de Casa Vecinales, estuve como representante del jardín, siendo vocera en los temas de contratación que se tratan frente al DABS, estuve

porque mis compañeras me eligieron, porque yo he sido la que más se ha metido en este rollo. Allá lo que se trataba era de mirar como se esta llevando la contratación, por ejemplo si un supervisor se extralimita, uno estaba para frentear la cosa y recordarle las funciones, pero

también si los jardines fallaban, entonces se entraba a mirar que estaba pasando. allá en el Comité local, se hacia un trabajo muy bonito de negociación y de concertación entre las asociaciones de Casas Vecinales y el Centro Operativo de las localidades, sin que estas

temáticas trascendieran a nivel central del DABS…” (Margot) 12.3 Comité pedagógico de casas vecinales- DABS Los Comités pedagógicos locales de Casas Vecinales, son espacios locales de negociación entre el DABS y Educadoras comunitarias en torno a procesos pedagógicos a implementar en los

jardines y sobre los procesos de formación profesional y capacitación de las educadoras comunitarias que trabajan en los mismos.

Los Comités pedagógicos locales de Casas Vecinales, surgen en el año 1990, como iniciativa de las mujeres que se desempeñan como educadoras comunitarias, desde la necesidad de reflexionar y de negociar frente al DABS sobre el quehacer pedagógico de los jardines

comunitarios. Estos espacios locales se han instaurado formalmente como un espacio reconocido por el DABS desde el año 2000. Tiempo desde cual se estableció los Viernes

pedagógicos, como espacios para capacitar a las mujeres que trabajan en las casas vecinales y para construir conjuntamente lo que ha de ser el sistema metodológico y pedagógico de los jardines de la modalidad Casas Vecinales.

La participación que establecen la educadoras comunitarias dentro de este espacio lo hace en calidad de representante legal del jardín, función desde la que es la que estas asisten al

espacio del comité pedagógico como vocera del jardín ante el mismo. y quien a su vez

revertirá y retroalimentará a las educadoras del jardín de los procesos definidos dentro del Comité

Dentro del proceso de consolidación de los Comités pedagógicos en las localidades y en el distrito, la Fundación de apoyo comunitarios desde el trabajo de algunas mujeres, como Paulina Triviño e Isabel Camacho que estuvieron coordinando la instauración de los mismos

en las localidades de Bogotá, a su vez, que se definía trabajos de negociación ante las mesas entre casas vecinales y el Dabs y el cual después era reproducido a nivel de las localidades, en aspectos como en que debemos capacitarnos, como hacerlo, donde, cuando, que problemas

se encuentran a nivel pedagógico en los jardines y así, y eso luego lo revierten en la comisión pedagógica de las localidades.

Desde el año 2003, los comités pedagógicos son descentralizados a lo local, definiéndose los procesos de capacitación a realizar desde la coordinación ínter institucional entre las Casas

vecinales y los Centro Operativos locales- COLs. “El comité pedagógico funciona así, Por ejemplo en Bosa hay 17 Casa Vecinales, nos reunimos

las representantes legales de estas y se elige dos representantes ante la COL, donde ellas estarán en cargadas de hacer las visitas a los respectivos jardines y mirar las problemáticas a nivel pedagógico y coordinan la realización de los talleres en las casa vecinales el trabajo de

esa temáticas….. Yo soy actualmente la representante legal de Jardín y como representante legal tengo la obligación de participar y representar el jardín en instancias como Comité local pedagógico de casas vecinales…Lo que se hace allí es que hay dos delegada a la Zona, quienes

junto con le COL coordinan la realización de los talleres en lo pedagógico. Después desde la puesta en común ante la comisión local pedagógica nosotras lo aplicamos a nivel de los jardines de las localidades…” (Carmen Palacios)

12.4 Veeduría Distrital de Casas Vecinales:

La Veeduría Distrítal de Casas Vecinales como iniciativa comunitaria, surgió a mediados de los años 90 dentro del contexto del Movimiento de Casas Vecinales, como espacio que ha de permitir establecer procesos de seguimiento a los convenios con el DABS, en lo concerniente al

cumplimiento de los términos de contratación de las educadoras comunitarias y del funcionamiento administrativo y pedagógico de los jardines como Casas Vecinales

Posteriormente se es definida la Comisión de Veeduría Local de Casas Vecinales como ente de control y vigilancia para los programas Casas vecinales del DABS, instaurándose estos espacios como institucionales del DABS, por la resolución 0063 de Febrero de 1994.

La Comisión de veeduría distrítal, conformada por 4 miembros nombrado por el DABS: y por 4 representantes de las asociaciones de Casas vecinales designados por el COL, conocerá como

segunda instancia los asuntos no resueltos localmente por la Comisión de Veeduría local y los que lleguen por vía o concepto o de segunda instancia. Las decisiones de la Comisión de veeduría distrítal tiene carácter definitivo.

La Comisión de Veeduría local de Casas vecinales del DABS esta definida por contar con la participación de 3 beneficiarios de los programas, escogidos por la asamblea de delegados de la

localidad, 2 funcionarios del DABS: jefe del COL y responsable de la Casa vecinal a investigar; 2 representantes de las asociaciones de Casas vecinales designados por el COL. Cuya

participación es definida por su vinculación en los estudios ante irregularidades de funcionamiento y organización de las mismas.

La participación que establecen las educadoras comunitarias de las Casa Vecinales, tanto en la Comisión local de veeduría, como la comisión distrítal, se ha definido calidad de representantes locales de los jardines comunitarios y/o en calidad de representantes de las educadoras

comunitarias como agremiación. Es especialmente desde la calidad de representantes gremiales

de educadoras comunitarias, que las mujeres de Fundac han tenido una activa y continua participación en estos espacios anteriormente mencionados.

“…En la Veeduría de Casas Vecinales yo participe por un tiempo de un año. Ese espacio tiene que ver con velar por el cumplimiento de las cláusulas del contrato, entonces cuando se

incumple alguna cláusula del contrato, entonces la Veeduría entra mediar y a investigar las causas del incumplimiento y mirar las medidas se deben de tomar, la posición mía en ese momento era más estar a favor de las Casas Vecinales y de las mujeres, y mirar como cada una

de las fallas de las Casas Vecinales, en vez de acabarlas, se fortalecieran. Esas veedurías solo duran un tiempo de un año o dos años máximo por administración. Pero el espacio de la veeduría ya no es como antes ahora, no se busca fortalecer las Casas Vecinales sino por el

contrario, donde se presentan fallas se opta por acabar con el proyecto.” (Margot) 12.5 Centros Operativos Locales –COL Los Centros operativos locales –COL como “instancias de coordinación administrativa que el

DABS ubica en las localidades de Bogotá, fueron creadas bajo el Decreto 306 de 1998, para planear, gestionar, organizar y supervisar la adecuada y eficiente ejecución de proyectos de prestación de servicios sociales, que desarrollan las unidades operativas adscritas y aquella que

se ejecutan en asocio con operadores privados” (Art. 1). Los Centros operativos locales –COL, lo constituyen administrativamente un comité operativo

integrado por el coordinador de COL quien lo preside, los directores de las unidades operativas adscritas tales como: Centros de Desarrollo Comunitarios, Jardines Infantiles, Casas Vecinales, dos delegadas de las Educadoras Comunitarias, elegidas por el Comité Local de Casas

Vecinales. Quienes tendrán como funciones la coordinar la realización del diagnostico social de la localidad, diseñar el plan de acción del DABS para la localidad correspondiente, establecer los criterios de control frente a la prestación de servicios locales del DABS.

13. Espacios Institucionales de Ámbito Distrital Como agregado a los espacios de participación a los que estas mujeres han accedido desde sus

funciones de representatividad gremial como educadoras comunitarias inscritas a programas Casa Vecinales. Las mujeres que se encuentran vinculadas, desde su función social como ciudadanas y lideres comunales, igualmente han accedido a espacios de participación

ciudadana, social y política, tanto el en ámbito distrital como al nivel de las localidades en particular.

A continuación se hace un recorrido por los espacios mas relevantes dentro del ejercicio ciudadana que ejercen y promocionan las educadoras comunitarias desde sus jardines, sus familiar sus barrios y comunidades

13.1 Consejo Territorial de Planeación Distrital El Consejo Territorial de Planeación Distrital, como organismos de aplicabilidad local del Consejo Nacional de Planeación, es el ente de carácter consultivo, en el que actúa representantes de entidades territoriales del distrito y de sectores económicos, sociales,

ecológicos, comunitarios y culturales, que debe examinar y rendir un concepto frente al ejecutivo respecto al proyecto de Plan de desarrollo distrital.

El Consejo Territorial de Planeación Distrital, tal como lo establece el Acuerdo 12 de 1994, esta constituido por representantes de los sectores económicos, sociales, ecológicos, comunitarios

y culturales y académicos de la ciudad, los cuales serán postulados mediante convocatoria publica a la sociedad civil y a partir de las postulaciones de candidatos que se establezca desde las Juntas Administradoras Locales.

La conformación del Consejo Territorial de Planeación Distrital esta definida por contar con la participación de 4 representantes de los gremios económicos, 4 del sector social, 1 de los Juntas Administradoras Locales, 2 del sector Ecológico y 2 de organizaciones femeninas. Cuya

participación es definida por su vinculación las comisiones permanentes de trabajo en las temáticas de: a) Territorio: ambiental, convivencia y seguridad ciudadana, hábitat, productividad, cultura, social, gobernabilidad, mujeres y; en la comisiones transitorias en la

temáticas de: comunidades étnicas, juventud y sector campesinos. Algunas mujeres vinculadas a la Fundación de apoyo comunitario –Fundac y desde allí como

miembro activa de la Red Popular de Educación para Mujeres- REPEM. Se encuentran vinculadas desde las dos ultimas administraciones distritales, al Consejo Territorial de Planeación distrítal, en calidad de representante de las organizaciones femeninas del distrito.

Participando activamente en el Consejo Territorial de Planeación Distrital, desde la Comisión Permanente de Mujer y Genero.

Su participación en la Comisión Permanente de Mujer y Genero, les ha permitido entrar a evaluar y hacer seguimiento de las condiciones de las mujeres en el distrito, con miras a

incorporar estrategias y propuestas de política que transversalicen las propuestas de Planes de Desarrollo Distritales para cada administración.

“..,A propósito de los retos que uno debe asumir, usted sabe que cada a cuatro años se hace cambio administrativo de las instancias del distrito, entonces una mujer de la Red Popular de Mujeres, me llamo a inicios de la administración anterior, y me dijo que les gustaría que yo

fuera las representantes por las mujeres ante el Consejo Territorial de Planeación Distrital, yo estaba asustada, a parte que no sabia que era eso, lo único que sabia era que era un espacio de participación ciudadana, yo la verdad lo pensaba seriamente y lo consulte con mucha gente,

y desde aquí me dijeron tiene que asumirlo porque su estamos proclamado de la necesidad de que las mujeres nos empoderáramos en espacios de decisión, ese es uno de los espacios en los que hay que hacer presencia. Entonces dije listo, me postularon y salí. ….En el Consejo de

Planeación es la primera vez que participo como cuerpo consultivo dentro del Consejo Territorial de Planeación. Porque en el año de 1997, con la Corporación VIVA LA CIUDADANIA

estuvimos participando de algunos encuentros que se hicieron para analizar el plan de desarrollo “Formar Ciudad” que presentó Antanas Mockus, Pero esta fue una participación mas de análisis critico, que tuvo voz pero no tubo voto dentro de las decisiones del plan de

desarrollo de la época….( Aydee Rodríguez) 14. Espacios de Participación Local Juntas Administradoras Locales

Las Junta Administradora Local – JAL ha sido uno de los espacios de participación política, en

los que los ciudadanos han logrado incidir dentro de los planes de desarrollo locales de la ciudad, desde la figura del Ediles, teniendo injerencia en el manejo de los asuntos públicos de carácter local, referidos a la elaboración de planes y programas locales desarrollo social,

económico y de obras públicas, vigilancia y control en la prestación de servicios locales y de inversiones que se realizan con recursos públicos, la formulación de la inversión presupuestal local y la participación en la construcción de la terna para la elección de alcalde local.

Muchas de las mujeres vinculadas que han decidido iniciar una carrera participativa en los

espacios locales, distritales, han hecho intentos participar en las Juntas Administradoras locales del distrito. Encontrándose que en las dos ultimas administraciones distritales sea vinculado solo una mujer dentro de este espacio. En términos generales la participación que las mujeres

de Fundac han intentado definir en estos espacios se ha encontrado limitada por factores propios de las dinámicas políticas que tienen los mismos. como es la priorización de intereses particulares, el intercambio de censos electorales por favores personales hacia las

comunidades, entre otros factores, etc.

13.3 Talleres Zonales de Planeación

La participación que ha definido las mujeres dentro de los talleres zonales de planeación, como espacio formativo e informativo anterior a los Encuentros Ciudadanos, es minoritaria, y

cuando se establece esta es ejercida desde su calidad de representantes de las corporaciones comunitarias y como educadoras dentro de procesos de capacitación para grupos formados e

informados, frente a las temáticas como participación y priorización de problemáticas a nivel zonal y local.

“En los talleres zonales de planeación, he participado pero solo recibiendo información sobre el plan de desarrollo local y trabajamos por grupos en la priorización de los problemas de los niños y de nosotras como educadoras comunitarias…” (Doris Duzan)

13.4. Encuentros Ciudadanos Los Encuentros Ciudadanos, siendo espacios de concertación y participación en que los habitantes de un barrio o de una localidad, intercambian opiniones, plantean sus inquietudes y soluciones, y se establecer relaciones ínter sectoriales comunidad - entidades de

administración, permitiendo que lo interesados concreten sus propuestas, formulen proyectos, se postulen para su ejecución y ejerzan veeduría sobre el desarrollo de los mismos.

Los Encuentros Ciudadanos, ha sido el escenario donde se ha manifestado mayor participación femenina, tanto de manera individual, como colectiva, desde el pertenecer a organizaciones y

asociaciones comunitarias, en pro sus intereses poblacionales como desde el ejercicio de propender por condiciones de vida para los grupos de poblacionales de adultos mayores, la niñez, la familia, o de carácter sectorial, como son, salud, educación, medio ambiente, vivienda,

cultura, recreación, etc. La participación que ha definido las mujeres que hoy se encuentran vinculadas a fundac, la

han establecido desde su desempeño como educadoras comunitarias las casas vecinales de las localidades o desde su calidad de representantes se organizaciones de mujeres a nivel local, participando en aquellas mesas temáticas referidas a niñez, mujer y educación

respectivamente. Espacios en los que han logrado priorizar recursos de la administración local para el mejoramiento de las infraestructuras físicas de los jardines y concretar recursos para la atención a menores de cinco años y población discapacitada en menor grado esta ultima.

La participación que ha definido las educadoras comunitarias dentro de este eje temático, ha tenido como énfasis el propender por el reconocimiento y la visibilización de la labor

desempeñada por las educadoras comunitarias dentro de los programas casas vecinales ante el DABS, en ara de que se establezcan mejores condiciones laborales para estas mujeres, considerándose que este es un insumos que ha de promover la mejor atención a la población

infantil beneficiaria de los programas allí establecidos.

“…He estado en los encuentros ciudadanos, y allí hemos trabajado en todo lo que tiene que ver con lo de infancia y todo lo que tiene que ver con lo del proceso de Profesionalización de nosotras, que somos 89 educadoras comunitarias las que hemos logrado este proyecto, pero

como en todo hay personajes que no quieren que el proyecto continúe, al no ser interesante que las educadoras comunitarias nos profesionalicemos, les parece mas importante otras cosas. Desde mi participación en los encuentros ciudadanos, tuve también la posibilidad de participar

en los anteriores, en las veedurías locales, para fiscalizar lo de la priorización de los

proyectos…” (Doris Dusan) “…En los encuentros ciudadanos, logramos sacar un presupuesto de 25 millones de pesos, y

nos toco lucharlos con el Fondo de Desarrollo Local, porque como esto no esta legalizado, en la procuraduría del distrito quería desviar este presupuesto, entonces nos armamos de valor, peleamos y logramos que nos arreglaran con esa plata la sala-cuna y el salón de párvulos. En

este año nos sale otro presupuesto, pero lo mismo, porque este edificio no esta legalizado en la procuraduría, y dicen que es peculado invertir donde no esta legalizado, por eso nosotras no hemos podido sacar esa plata…” (Gertrudis Pérez)

“…He participado en los encuentros ciudadanos por lo menos este año, participando en la mesa de trabajo de mujer, y ha sido un espacio bastante complicado por que hay

cosa y estructuras ya montadas y hay vicios de ciertos personajes. Y tratar de desmontar esas cosa es una cosa muy complicada, sobretodo cuando se trata de la perfilación de las prioridades y la posterior formulación de los proyectos desde una

perspectiva de genero…” (Ana Mahecha) “…Desde espacios como los Encuentros Ciudadanos, hemos querido visibilizar como prioridad

local, la necesidad crear espacios en los que se atendía y se estimule las capacidades de las niñas y los niños con discapacidad mental severa. Desde hace tres años que fueron los primeros encuentros, nosotras hemos venido peleando por una política más materializada para

la población discapacitada, en lo que a procesos pedagógicos y atención integral en salud se refiere, y ha sido un trabajo bastante duro y poco tomado en cuenta por la falta de voluntad que manifiestan los organismos del Estado y algunas organizaciones no gubernamentales; Pero

pienso que ahorita con la apertura que se espera tanto de la administración local como la administración distrital, y desde la priorización que se ha hecho. Creo el área de los lo social tomara relevancia y pueda que se logren cosas para la población discapacitada como indicador

independiente de la de ser niño o niña, mujeres, jóvenes o adultos mayores. Ya que estamos hablando de un población que es invisibilizada aun, que no tiene una atención terapéutica

adecuada para los discapacitados de bajos recursos y creo que esta administración se puede dar una mayor visibilización de la misma. …(Patricia Sierra)

13.5 Consejos de Planeación Local La participación que han definido las mujeres vinculadas a Fundac dentro de espacios de

participación política como son los Consejos de Planeación locales y dentro de los consejos locales, Se ha definido netamente desde su desempeño de educadoras comunitarias y en correspondencia a los servicios de atención que se prestan desde los jardines infantiles y desde

las corporaciones a las que se inscribe los jardines comunitarios en lo local.

“..Nosotras no participamos es los consejos locales de juventud ni en los de Cultura, porque si queremos aportar en estos espacios es necesario que participemos en temas en los que tengamos conocimiento, y algo que hemos dicho es que nuestra participación en estos, este

dada por el contexto en el que trabajamos. Entonces participamos en todos los espacios que tengan que ver con la discapacidad solamente…” (Patricia Sierra).

Es asi que la mayor participación que se da desde las educadoras comunitarias dentro de los consejos locales de planeación, esta dada para aquellos consejos en los que trabajan las temáticas de niñez, mujeres, y discapacidad principalmente, y con menor presencia

participación en los comités de cultura, adulto mayor, Juventud…al no corresponder a las área de atención y de reivindicación

“…En los espacios como los Consejos locales discapacidad se trabaja desde el intento de

articular acciones entre las instancias locales que formulan y ejecutan la política social y nosotras como organización comunitaria, pero se evidencia la falta de voluntad política para coordinar acciones, y se visibiliza su falta de voluntad desde su inasistencia…. Aunque se han

logrado algunos reconocimientos tangenciales, como es el día de la discapacidad, y acciones así muy ocasionales,…pero también nosotras hemos aprovechado los espacios para definir convenios de remisión ante las instancias que ejecutan la política de discapacidad a nivel

distrito, y creo que eso nos ha permitió empoderarnos como fundación… lo que hemos querido es que se defina en términos generales un verdadera política que se integral para la población discapacitada tanto física que ya existente, y la cual hay que retocar en algunos aspectos, como

para la discapacidad mental que es un reto en construcción…. (P. S) 13.6 Consejos Locales de Política Social – CLOPS Los Consejos Locales de Política Social, son el escenario local asignado para la construcción de

los diagnósticos sociales, la elaboración de propuestas, la definición de procesos de negociación y concertación ínter institucionales inter sectorial, para generar líneas de política que orienten el desarrollo de los planes, programas y proyectos a favor de cada uno de los grupos de población

y de la población en general. Los consejos locales de política social, desde el aspecto organizativo están compuestos por

sub.- Comités y/o mesas de trabajo temático en las poblaciones de niñez, juventud, mujeres, adultos mayores, discapacitado, y en las áreas de salud, educación, cultura y medio ambiente.

Los sub.-Comités poblacionales y sectoriales ante el consejo de políticas CLOPS 41 , están conformados por representantes de organizaciones y asociaciones existentes en las localidades, las cuales acrediten trabajo permanente y cuenten con una constitución legal (personería

jurídica,). Dentro del CLOPS “se establecerán los representantes de los sub. comités temáticos de juventud, mujer y genero, adulto mayor, personas con limitaciones físicas, sensoriales y mentales, cultura, salud, educación medio ambiente, ante el CLOPS,(…) cuyo papel

fundamental será el estudiar y analizar las condiciones de vida poblacionales, la pertinencia de las políticas respecto dichas condiciones de vida, y coordinara acciones y actores relevantes

dentro de las estrategias de intervención ante los mismos.” Siendo un espacio en el que las mujeres tiene un protagonismo en el accionar local”.

Algunas mujeres vinculadas a Fundac, participan del CLOPS en calidad de representantes de los jardines comunitarios y de organizaciones femeninas. Participación que se ha centrado

especialmente en los sub. comités temáticos poblacionales de mujer y genero, personas con limitaciones físicas, sensoriales y mentales; y en los sub.- Comités sectoriales de educación, cultura respectivamente en orden de importancia.

“… En los CLOPS, hemos encontrado que es un espacio de participación abierto, hemos tenido la posibilidad de trabajar en la concreción de algunas acciones frente a problemáticas como es

los factores de riesgo que tiene la población discapacitada frente al abuso sexual, trabajo que se ha logrado establecer desde la coordinación ínter institucional entre las instancias locales encargadas de este trabajo, en lo que corresponde a factores de riesgo – prevención y un poco

en proceso reparatorio desde lo psico-social para la familia y para la persona discapacitada agredida. Una vez al mese se reúne le CLOPS, se reúne el CADEL, representantes de los hospitales de I y II nivel de atención, la parte de lo de escuela saludable y la red del buen trato,

la Fiscalía, Medicina legal, alcaldía- Personería local, ICBF. Y que son espacios que se han logrado mantener gracias a la constancia de los sectores no gubernamentales y del trabajo de

la Visibilización que hemos hecho de los mismos…” (Patricia Sierra)

41

Decreto 003 de 2003, Secretaria de Gobierno Distrital, Alcaldía local Bosa, Grupo de gestión Jurídica,

por el cual se modifica y corrige el Decreto 005 de 2002 mediante el cual se conformo el consejo de

Política Social Local, Artículos 10-16

13.6.1 Los Consejos Tutelares Los consejos tutelares es un programa impulsado desde la Veeduría Distrital, con el animo de vinculara a las comunidades y los grupos organizados, de las 20 localidades de Bogotá, dentro

de procesos de formación, información y divulgación de acciones entorno a la protección de los derechos de los niños y las niñas de las localidades y del distrito42.

Dentro de los Consejos Tutelares tiene cabida participativa toda persona u organización comunitaria y/o no gubernamental, que habita en la localidad correspondiente y que desee comprometerse en la ejecución de acciones tendientes a la protección de los derechos de los

niños y las niñas. La educadoras comunitarias vinculadas a Fundac, ha manifestado tener una significativa

participación dentro del espacios de los Consejos Tutelares, participación que se ha establecido principalmente desde su función representativa de los jardines en los que trabajan como

organizaciones comunitarias ante el mismo “En los Consejos Tutelares, este proceso lo iniciamos en 2001, desde las charlas que se dan

desde la Veeduría Distrital para la conformación de los mismos. El trabajo que se ha desarrollado en este sentido ha estado encaminado hacia consolidar desde el Consejo Tutelar, planes de acciones nos permitan dejar las reflexiones dadas en le mismo dentro de los planes

de desarrollo locales y distritales y materializado en acciones concretas. Estamos también en ese proceso de promover y de dar a conocer los consejos tutelares como espacios de promoción del buen trato, y de denuncia ante el maltrato, también se piensa sacar un boletín

en el que se visualice la articulación que tiene el consejo tutelar dentro de los espacios como los CLOPS como sub- comité que es este del CLOPS…” (Paulina Triviño)

“…Estoy participando en los consejos tutelares desde el año pasado, aquí hay un amigo que vive en el barrio y él empezó a liderar ese proceso, y yo estoy participando desde el año pasado desde septiembre en ese proceso. Nos reunimos cada mes y allá trabajamos documentos que

nos envían desde la Veeduría a nivel central, nos respaldan a nivel de consejo Tutelar, nos han enviado unas camisetas, y se generan diferentes actividades, y hay personas de diferentes

instituciones… la función es primero que todo velar por los derechos de los niños y las niñas y hay diferentes comités: esta el de políticas de infancia, esta el maltrato infantil, el de los derechos de la infancia y así; y uno se inscribe en el que mas le interesa y a uno lo

capacitan, yo estoy en el de maltrato infantil…” (Angélica Rocha) 13.6.2 Juntas de Acción Comunal Las Juntas de Acción Comunal, siendo espacios de participación de naturaleza cívica, sin animo

de lucro e integradas por personas naturales que residen en un territorios especifico, que tener como fin aunar esfuerzos y recursos para dar respuesta a necesidades sentidas de manera conjunta por la comunidad.

Las juntas de acción comunal, ha sido el primer espacio de participación ciudadana en el que se han vinculada y han participando las educadoras comunitarias dentro de sus procesos de

participación social y política en los ámbitos locales. Participación que han definido principalmente a partir del ejercicio de cargos como ser fiscales, secretarias, tesoreras, vocales y/o desde el trabajo en las comisiones temáticas de mujer, niñez, educación, cultura, servicios

públicos, educación respectivamente.

“…Yo siempre he participado mucho en eso de la Acción Comunal, y estado como vocal y como fiscal y liderando un comité de niñez, yo siempre estado ahí, y resulta que uno va conociendo,

42

Veeduría Distrital, “Consejos Tutelares, para los derechos de las niñas y de los niños en Bogotá”,

(folleto informativo)

porque resulta que en las Acciones Comunales se ve mucho lo de la politiquería entonces uno

aprende cantidades de cosas, que los intereses, que cuando hay un poder activo, no quieren dejarlo y siguen ahí los mismos…” (Angélica Rocha)

13.6.2 UEL – Secretaria de Educación y Salud Los procesos de negociación ante el DABS en torno a los procesos de contratación, bonificación social, seguridad social y profesionalización de la labor de las educadoras que trabajan en los HOBIS y las Casas Vecinales, han sido en contexto dentro del cual las mujeres

de Fundac se han vinculado a estos espacios de planeación local, desde la formulación y presentación de propuestas de proyectos para implementar condiciones reconocimiento social y laboral para el trabajo comunitario desarrollado por estas. “El proyectos de

Profesionalización para educadoras comunitarias de los programas de casas vecinales y hogares de bienestar- HOBIS,” el cual tiene una cobertura de 220 mujeres que se desempeña como

madres comunitarias en la ciudad de Bogotá.

14. Participación de las mujeres en las luchas sociales urbanas y rurales: Otra mirada Para este trabajo se asumen como válidas algunas opciones en lo que hace relación al significado que adquiere la participación colectiva, por parte de sectores de la población en los cuales actúan sujetos (hombres y mujeres) no vinculados con el poder y los beneficios que otorga el control de instancias estatales y gubernamentales. Asimismo, se asume una cotejación conceptual en lo que respecta a tipos de Estado, como aquellas categorías que pueden definir una u otra posición con respecto a la intervención en el espectro social, por la vía de políticas inherentes a la noción del Estado Benefactor o de Estado centrado en la noción de la autonomía dinámica económica para definir e imponer los términos en la intervención. Presento, en consecuencia, algunos elementos teóricos que ya habían sido insinuados en la Justificación del trabajo. 14.1 La noción de Política. Se entiende como la precisión, a la manera de directriz general, de una sumatoria conceptual relacionada con una determinada área en la cual el Estado o un Gobierno deben intervenir. En este nivel de expresión se proponen programas que delinean la intervención, con unos objetivos concretos; de tal manera que delimiten escenarios y el espectro mismo que la origina. Esto presupone la preexistencia de opciones teóricas y prácticas en nexo con esa área específica. En términos de Estado, una política, debe proponerse de tal manera que se entienda como derivación lógica y coherente, con respecto al soporte conceptual que lo acompaña; en cuanto a cohesionador de las fuerzas que actúan como integrantes del País y de la Nación. Tratándose de un gobierno, entendido como expresión circunstancial y transitoria, las políticas ejercen como concreción a través de Planes específicos que orientan la actividad económica, política, social, etc.; de ese Gobierno, por un periodo definido.

Tanto en lo que respecta al Estado, como a los Gobiernos; se entiende que debe existir una concatenación, también lógica y coherente, a partir de la Norma General (Constitución Política) que orienta el quehacer del Estado y otorga a los asociados unidos determinados beneficios e impone unas determinadas obligaciones. Visto así, entonces, se introduce una diferenciación necesaria, derivada del tipo de Estado instaurado para una sociedad específica. Esto traduce que no es lo mismo diseñar una política de asistencia social, a manera de ejemplo, por parte de un Estado soportado en un una opción hacia el bienestar general; que esa misma política por parte de un Estado anclado en la ortodoxia con respecto al desarrollo de los mecanismos del mercado; los cuales pueden establecer (por sí mismos) un equilibrio.

Para el caso que nos ocupa en este trabajo, asumimos la existencia de una definición Constitucional, que reivindica la vigencia de un Estado Social de Derecho, obligado a proponer y desarrollar una políticas públicas de beneficio general, con énfasis en la protección de los sectores mas vulnerables de la población. Tanto es así que, en la Constitución Política, se expresa el hilo conductor para la intervención del Estado. Veamos: Articulo 1. Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democráticas, participativa y pluralista, fundada en el respeto de l dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general. 43 Articulo 2. Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo. Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares.44 En consecuencia, el diseño e implementación de las políticas públicas para el bienestar de los habitantes, deben estar orientados por ese mandato Constitucional. La reglamentación de esas política (..o de una de ellas en particular), debe tener en consideración el escenario y los grupos sociales a los cuales están dirigidas. Lo anterior está definido, de manera taxativa, en la Norma Constitucional, así: Articulo 339: Habrá Plan Nacional de Desarrollo conformado por una parte general y un plan de

inversiones de las entidades públicas del orden nacional. En la parte general se señalarán los propósitos y objetivos nacionales de largo plazo, las metas y prioridades de la acción estatal a mediano plazo y las estrategias y orientaciones generales de la política económica, social y

ambiental que serán adoptadas por el gobierno. El plan de inversiones públicas contendrá los presupuestos plurianuales de los principales programas y proyectos de inversión pública nacional y la especificación de los recursos financieros requeridos para su ejecución.

Las entidades territoriales elaborarán y adoptarán de manera concertada entre ellas y el gobierno nacional, planeas de desarrollo, con el objeto de asegurar el uso eficiente de sus recursos y el desempeño adecuado de las funciones que les hayan sido asignadas por la Constitución y la ley. Los planes de las entidades territoriales estarán conformados por una parte estratégica y un plan de inversiones de mediano y corto plazo.45 Articulo 366: El bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población son finalidades sociales de Estado. Será objetivo fundamental de su actividad la solución de las necesidades insatisfechas de salud, de educación, de saneamiento ambiental y de agua potable.46 En aplicación de esta noción de política, particularmente de política pública, el presente trabajo, desenvuelve el seguimiento con respecto al rol de las mujeres vinculadas a Fundac, en lo que

43

Constitución Política de Colombia 1991, segunda edición ESAP, febrero 1992 44

Ibíd. 45

Ibíd. 46

Ibíd.

concierne a al desarrollo de los programas y proyectos del Gobierno Distrital para la protección y atención a los grupos poblacionales vulnerables. 14.2 La noción de participación. El trabajo se sitúa en un entendido de participación, definido a partir de del significado que adquiere el quehacer de grupos sociales no vinculados con el poder político y económico. Es tanto como recorrer el acumulado de experiencias presentadas en diferentes momentos y en relación con acciones que reivindican derechos, tanto en lo que concierne a la calidad de vida, como también a aquellos que hacen referencia a su relación con el Estado, en lo que esta tiene de manifestaciones por alcanzar beneficios puntuales que ejercen como colaterales indispensables para alcanzarla. Visto lo anterior, entonces, aparece una posición en términos de fundamentar la intervención, soportada en definiciones, tanto teóricas como prácticas, que han orientado los procesos hacia la adquisición de lo conciente , como condición indispensable para trascender la espontaneidad y la visión reduccionista que no permite diseñar estrategias para el mediano y largo plazo. En una publicación del Centro de Estudios del Hábitat Popular – Cehap, adscrito a la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia, se recopilaron documentos presentados en el 4º Seminario Internacional CEHA – PEVAL, realizado en la ciudad de Medellín entre el 7 y el 11 de abril de 1986, en el cual se analizaron las experiencias en América Latina, bajo el título: Los pobladores, protagonistas urbanos en América Latina. En una de las ponencias titulada Aproximación a los Movimientos Sociales Urbanos en América Latina, el investigador Etienne Henry, adscrito al Institut National de Recherche sur les Transports et leur Segurite-INRETS, Francia; dice, en uno de los apartes referido a los

Movimientos Regionales y Nacionales: “..Finalmente los movimientos sociales se despliegan alrededor de los principales polos urbano-industriales. Tienen una connotación màs obrera y, las organizaciones sindicales son aquí las que incentivan la formación de frentes regionales. Pero su evolución depende de su capacidad en aglomerar a las masas urbanas y a sus organizaciones representativas. Los bloques de clases son aquí menos policlasistas y esos movimientos pueden derivar hacia meras huelgas obreras o revueltas de protesta popular. Tales movimientos regionales no se reducen a una oposición al poder central y una afirmación del poder regional. Hay que buscar en la configuración de los segmentos locales de clases, su dominación y su depresión socioeconómica, las razones de la vitalidad de su movilización y las perspectivas de los bloques regionales. No constituyen duraderas alianzas de clases ni son portadoras de proyectos históricos específicos; pero si corresponden a una fuerza social capaz de imponer modificaciones parciales en los esquemas administrativos y redistributivos. En la medida en que las masas pauperizadas concentradas en los núcleos urbanos participan de esos movimientos en forma importante – y a veces mayoritaria – es legítimo ver aquí una expresión de los movimientos urbanos...” (sic)47 De otra parte, el investigador Emilio Pradilla Cobos, presentó un escrito titulado “ Mitos y realidades de los llamados Movimientos Sociales Urbanos “, publicado en diciembre de 1984 por la Editorial de la Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Xochimilco, Méjico D.F., Méjico., como ponencia en ese mismo evento. Destaco un aparte que considero pertinente, veamos: “..Este análisis se inició poco tiempo después de que el movimiento real se hubiera manifestado. De un lado, por parte de los investigadores y técnicos al servicio del Estado y las clases dominantes, en busca de respuestas que permitieran mediatizarlo, controlarlo, articularlo o reprimirlo, a fin de mantener “el orden y la paz social” necesarios al desarrollo del capitalismo

47

Texto citado, página 37

y para evitar la formación de un nuevo componente perturbador en la ya convulsa situación social. De otro lado, los investigadores comprometidos, en una u otra forma, desde una u otra vertiente ideológico-política, con las luchas de los explotados y los militantes de las organizaciones políticas de izquierda, para entender su potencial revolucionario, sus contradicciones internas, sus límites, y encontrar las alternativas correctas para su vinculación con las otras formas de lucha de las clases explotada...”. (sic).48 El punto, en consecuencia, tiene que ver con desarrollar una interpretación asertiva, en lo que hace alusión a la participación. Aquí, lo asertivo, no supone una actitud de simple extensión de esa participación, hacia aplicaciones acríticas, en las cuales, simplemente, se replican

esquemas, al margen de una construcción teórica, derivada del análisis del objeto de esa participación, de los mecanismos para desarrollarla y de las transformaciones que la misma pueda propiciar.

En consideración a la anterior aseveración, es importante conocer la propuesta de Amartya Sen, Premio Nóbel de Economía en 1998., con respecto al sentido que adquiere lo humano en el marco de las políticas de desarrollo del capital. Veamos: En el artículo “Las Teorías del Desarrollo A Principios del Siglo XXI”, Amartya Sen dice, entre otras cosas:”El alcance de este planteamiento no se limita a una fundamentación teórica del desarrollo; sus connotaciones prácticas han de plasmarse en el terreno de la política estatal. Si bien la prosperidad económica y la situación demográfica favorable fomentan el bienestar y la libertad de una sociedad, no es menos cierto que la mayor educación, prevención y atención sanitaria y otros factores similares afectan las auténticas libertades de que disfruta la población. Estos `avances sociales‟ deben considerarse como parte del „desarrollo‟, puesto que proporcionan una existencia màs prolongada, libre y fructífera, además de que estimulan la productividad o el crecimiento económico. La concepción tradicional del concepto de „capital humano‟ tiende a concentrarse en la segunda función de la ampliación de las capacidades del ser humano, es decir, la de generar ingresos. Y aunque este aspecto no deja de ser importante, a los ingresos hemos de añadir los beneficios y ventajas de tipo „director‟ o primario. Esta ampliación es de carácter adicional y acumulativo y no una alternativa a la noción actual de „capital humano‟. El proceso de desarrollo no es independiente de la ampliación de las capacidades del ser humano, dada la importancia intrínseca e instrumental de esta ampliación...” (sic)49

48

Ibídem 49

Publicado en Cuadernos de Economía No. 29, Departamento de Teoría y Política Económica, páginas

89-90.

Esto implica, para el caso de este trabajo de investigación, que asumo una posición que trasciende la mera expectativa generada a partir de la participación comunitaria, como acompañamiento pasivo en el proceso de aplicación de una determinada política gubernamental en lo que hace al bienestar de la población. Supone, en consecuencia, definir un entendido, en la perspectiva de localizar los elementos agregados, como valores que cualifican esa participación, en función de interpretar esas políticas y proponer, a partir de ahí, la posibilidad de una intervención conciente de los y las sujetos que la promueven. 14.3 La política social y el Estado. Ya he señalado arriba acerca del nexo lógico entre concepto, teoría y aplicación de un modelo

determinado de Estado, con respecto a la implementación de políticas gubernamentales siendo este (…el gobierno) una expresión transitoria, fundamentada en estrategias, programas,

políticas y acciones. De todas maneras, es preciso discernir en torno a la incidencia que adquiere la envoltura conceptual y práctica del Estado como guía para cualquier desarrollo estratégico y/o circunstancial de políticas gubernamentales. Algo así como entender la

presencia de una dinámica en la cual se expresan condicionantes propios de ese modelo. En términos de soporte teórico fundamental, no es lo mismo la construcción de una opción de

Estado, a partir (a manera de ejemplo) de la propuesta planteada por Juan Jacobo Rousseau en “El Contrato Social”; a una opción de Estado construida a partir de la propuesta de Tomas Hobbes en “El Leviatán”. Inclusive, situándome en un escenario mucho màs próximo (como

quiera que se asuma como inherente al horizonte teórico que ha acompañado a la definición y aplicación política y económica en Occidente); es relevante proponer un ejercicio de análisis a partir de la confrontación entre la doctrina de Adam Smith y la de John Maynard Keynes.

Porque, entre otras razones, permite precisar aspectos relacionados con la economía política, en el contexto del capitalismo, como sistema económico y como oferente de las condiciones para la construcción de Estado, como ordenador y como aglutinante de las fuerzas que actúan

al interior de las sociedades y de las naciones.

En mi disquisición, aunque no aparece como centro, es conveniente resaltar la propuesta de Estado que se deriva de la doctrina del Marxismo ortodoxo; entendido como el concepto político y económico que cuestiona los principios éticos, económicos y políticos en los cuales se

fundamenta el Capitalismo. En este sentido y con el propósito de insinuar (...a futuro) una profundización con respecto a las opciones para su interpretación; me parece conveniente citar (en extenso) la expresión alcanzada por la profesora Consuelo Corredor en su texto “Los

Límites de la Modernización “. Veamos: “1.1. El doble ideario de la sociedad moderna

Digamos entonces, a manera de hipótesis, que el advenimiento de la sociedad moderna recoge un doble ideario: el de transformar el entorno material, y el de transformar al hombre como

centro del mismo. Mientras el primero alude a la modernización, el segundo a la modernidad. La configuración histórica de la sociedad moderna ha puesto al descubierto que esta

diferenciación no es meramente teórica, sino que se trata de un proceso real que ha tenido lugar, con mayor o menor fuerza y nitidez, es distintas regiones y países. Por lo tanto, partiendo de la posibilidad analítica de diferenciar los dos procesos se ha llegado a constatar y

padecer su disociación real. Durante el proceso, la modernización se ha convertido en el abecé del progreso, colocándose

como un fin en sí mismo y no como un medio, imprescindible por cierto, para dotar a la sociedad de unas mejores condiciones materiales. Lo paradójico es que si bien no sería concebible una sociedad moderna carente de un proceso de modernización, este último no

requiere ineluctablemente de la modernidad y aún menos conduce por sí mismo a ella.

Este es el conflicto no resuelto por muchas sociedades actuales: la tensión entre modernidad y

modernización. Marx lo puso claramente al desnudo a través de la crítica a la sociedad burguesa moderna, que a lo largo de su obra, desde el Manifiesto del Partido Comunista hasta El Capital, está presente como núcleo de reflexión central. Así lo podemos apreciar en el

siguiente pasaje: La época de la burguesía se caracteriza y distingue de todas las demás por el constante y

agitado desplazamiento de la producción, por la conmoción interrumpida de todas las relaciones sociales, por una inquietud y una dinámica incesantes.Todo lo que se creía permanente y perenne se esfuma, lo santo es profanado y, al fin, el hombre se ve constreñido por la fuerza

de las cosas a contemplar con mirada fría su vida y sus relaciones con los demás. (C. Marx y F. Engels –1848. El Manifiesto Comunista, Editorial Ayuso, Madrid, 1974, p. 76.).

La profunda crítica de Marx pone de manifiesto la potencialidad que encierran las fuerzas productivas, pero también, y principalmente, su interdependencia e interacción con las

relaciones sociales entre los hombres. Mutua y compleja interacción que lejos de ser reductible a un problema de causa – efecto, como en forma equivocada se interpretó por algunos, es un proceso profundamente conflictivo de construcción, destrucción y reconstrucción del orden

social”.50 La pertinencia de la cita, obedece a la necesidad de introducir un insumo teórico que permita

concretar elementos de diferenciación, al momento de proponer una interpretación, respecto a la intervención estatal, por vía de planes y programas de política social, en una sociedad como la nuestra. Inclusive, con la posibilidad ubicarla en el contexto de América Latina, habida cuenta

de los elementos comunes que la cruzan; en una transversalidad que se hace evidente, a partir de la cotejaciòn de posiciones e implementaciones.

Visto así, entonces, me atrevo a aseverar lo siguiente: En Colombia, las políticas sociales de sucesivos gobiernos, asumiendo como base el mandato presente en la Constitución Política de 1991, particularmente en su artículo número 366; se suponen ancladas en el principio de

intervención estatal, en términos de asimilados a lo propuesto por Rousseau en El Contrato Social y a los lineamientos Keynesianos acerca de la redistribución social de la renta nacional.

Queda claro que no pretendo establecer una relación de causalidad absoluta, entre los principios ortodoxos del la teoría de John Maynard Keynes y la norma Constitucional en lo que respecta al nexo entre el Estado como garante y dador de bienestar en la noción de política

social que subyace al articulo 366 de la Constitución Política. Se trata, simplemente, de utilizar ese referente teórico (…el de Keynes), como horizonte conceptual para construir un análisis que me permite acceder a una valoración pertinente de la política social implementada en el Plan

Nacional de Desarrollo y en el Plan de Desarrollo Distrital. Otro de los aspectos que convoca mi atención, tiene que ver con el análisis y seguimiento del

rol que ha desempeñado el Estado en América Latina. Se trata de una cotejaciòn, que permita encontrar los elementos de coincidencia en cuanto que representan la incidencia de programas gubernamentales; pero también los insumos conceptuales y prácticos, originados en la

intervención de los movimientos sociales, en cuanto ejercicios de movilización y confrontación que “obligan” a modificaciones puntuales y estratégicas, a los gobiernos que actúan como mandatarios de ese “equilibrio” que se supone pleno en la configuración de las políticas de

Estado. Lo que, desde mi interpretación, conlleva a una construcción compleja en la cual confluyen diferentes énfasis relacionados con teorías y postulados disímiles. Algo así como un entrelazamiento entre posiciones autoritarias y despóticas (...a la manera de Thomas Hobbes,

en el Leviatán), posiciones de “equilibrio” entre intereses diferenciados (...a la manera de Rousseau, en su Contrato Social) y una fuerte intervención estatal (...una figura cercana a la

combinatoria entre Marx y Keynes), que adquiere matices. Desde opciones estrictamente

50

Corredor, Consuelo. Los Límites de la Modernización, Cinep-Facultad de Ciencias Económicas

Universidad Nacional de Colombia – Sede Bogotá, segunda edición, 1997, páginas 37-38.

populistas, hasta aquellas que encontraron su mayor expresión en el programa liderado por

Salvador Allende, en Chile.

En una ponencia presentada ante el Cuarto Seminario Internacional Cehap – Peval “Los Movimientos de los Pobladores en los Barrios Populares de las Ciudades Latinoamérica” (realizado en la ciudad de Medellín-Colombia, entre el 7 y el 11 de abril de 1986); Marta Baleiro

(de los Movimientos de Favelados en Brasil), presentó una ponencia (Caracterización del concepto urbano en Brasil). Destaco el siguiente aparte:

El Estado Brasileño y su Manejo de lo Urbano. “Es innegable que el modelo de Capitalismo Monopolista viene gestándose desde los años 30,

marco histórico de la industrialización en el Brasil. Dicho paradigma posee una característica notable. Habría en él, un cierto papel de Estado que lo hace invisible. Esto quiere decir que el

Estado no aparece ni se manifiesta bajo la forma de inversiones y ese no dejarse ver ocurre exactamente en el lugar focal de la determinación de la tasa de ganancia del conjunto oligopolista.

Esto quiere decir, según plantea el sociólogo Francisco de Oliveira (Oliveira, Francisco de /O Estado e o Urbano no Brasil Estudos do Cebrap, próximo a ser publicado). Que por fenómenos

inherentes a dicho modelo, los cuales se colocan en contraposición al Capitalismo de Libre Competencia, dicho Capitalismo Monopolista (no competitivo y salvaje de cualquier país subdesarrollado) politiza las relaciones económicas al máximo en el sentido inequívoco de que el Estado (a través de los hombres de empresa ) pasa a ser, en cierta medida, el lugar en donde la tasa de ganancia – cuota que cada conjunto oligopolìsrtico tiene en la masa excedente de excedente social producido en el país- se determina por el acceso empresarial a los aparatos del Estado”,.51 Me queda la sensación (...o la reafirmación), en el sentido de que, en nuestra América Latina, el

Estado (...o, quienes actúan y ejercen como sus portavoces y/o beneficiarios directos) Ha actuado, en la intención de incidir en las relaciones sociales, con un estilo y mecanismos de

intervención como híbrido teórico y político, bien sea circunstancial o programático. Ahora bien, desde la pretensión de este trabajo, se trata de reivindicar, también, el asunto

relacionado con la incidencia efectiva de este tipo de participación estatal. Porque, entre otras razones, la caracterización y seguimiento de la misma; permite cierta aproximación a una teoría general de la intervención estatal y sus verdaderas repercusiones, en cuanto políticas de

contenido social que son asumidas por la población, como “evidencia” y como “resultado” del mandato Constitucional. O, en otra opción de interpretación, como expresión obligada por parte de un determinado gobierno; a partir del desarrollo de movimientos sociales, tanto urbanos

como rurales (… en otras palabras: como reivindicación alcanzada, mediante la realización de movimientos populares que “obligan”, por la vía de la fuerza, a modificaciones absolutas o transitorias, de programas gubernamentales originales. Un ejemplo de este tipo de

intervenciones y su efecto colateral, tienen que ver con la agitación y movilización en contra de la propuesta original inmersa en la modificación del régimen de transferencias, adjunto al Plan Nacional de Desarrollo, tanto en el gobierno del Presidente Andrés Pastrana Arango, como

también el gobierno del Presidente Alvaro Uribe Vélez. Esto es significativo, en la medida en que compromete, entre otros aspectos, la participación de las regiones en el diseño y aplicación del gasto público, a partir de las regiones y con énfasis en rubros tan importantes como la salud

y la educación

Para el caso del Distrito Capital, se presenta un efecto de traslación, si entiende como tal el hecho de que las regiones, simplemente extienden la aplicación de los conceptos y postulados

51

Baliero, Marta, “Caracterización del Concepto Urbano en Brasil, Seminario Los pobladores:

protagonistas urbanos en América Latina, Memorias Editorial Lealon, marzo de 1988.

generales inmersos en la doctrina estatal que orienta a la gestión social, a la manera de

políticas que la desarrollan. Cabe, entonces, enfatizar acerca de los contenidos en cuanto a la noción de política social en

un universo de aplicación en el cual está demostrado la vigencia de un modelo de producción capitalista; acompañado (….por simple derivación doctrinaria) de un modelo de Estado que navega entre el intervensionismo, como “árbitro imparcial” por parte del Estado que convoca al

equilibrio institucional necesario para poder desarrollar políticas de beneficio común y el dejar hacer entendido como la libertad ortodoxa derivada de los mecanismos del mercado que actúan como agentes abstractos y prácticos para el equilibrio. De todas maneras, en uno u otro punto

de referencia, se asume como fundamento y como soporte económico el asunto relacionado con el excedente económico global, como sujeto plusvàlico, derivado del desarrollo propio del capitalismo. Entonces, la política social, tiene razón de ser, en términos de su viabilidad

económica, en la figura de la plusvalía presentada por Marx, a través de mecanismos coercitivos implementados desde el Estado, por la vía de imposiciones que permiten captar

recursos (...a manera de impuestos). Es decir, ¡otra vez¡ la figura del equilibrio actúa como soporte para la conversión del beneficio plusvàlico, en beneficio social, como aplicación de una política de redistribución; en la cual el entendido de beneficio social adquiere características

diferenciadas, dependiendo de las estrategias y programas inherentes a los Panes de Desarrollo gubernamentales. 14.4 La Política Social y los derechos Las variables trabajadas ( en lo que concierne a la noción de política social), hasta ahora,

suponen la vigencia de un determinado modelo de Estado, fundamentado en conceptos y/o teorías que implican, tanto a la economía política, como también a las categorías de la filosofía y la ética; como implicación universal; hasta cierto punto abstractas.

En la intención de precisar y concretar la vigencia de opciones, en esa perspectiva, he citado (para nuestro caso, en Colombia); la figura del artículo 366 de la Constitución Política. Se

entiende, por aplicación, la vigencia y la pertinencia de unos derechos consignados; de tal manera que su implementación no es otra cosa que el cumplimiento de un mandato

perentorio; como quiera que la Constitución Política ejerce como norma mayor. Sin embargo, vale la pena resaltar un hecho que, si bien es cierto, pudiera estar relacionado, o

en nexo con ese mandato, adquiere connotación propia y, hasta cierto punto, independiente. Se trata del derechos (...o derechos) que se promueven y ejercen como consecuencia de acciones y movilizaciones que involucran a aquellos sectores no beneficiarios directos del excedente

plusvàlico y/o de la tasa de ganancia derivada del ejercicio económico Capitalista. Es, en otras palabras, la confrontación entre el poder, como posibilidad y como práctica relacionada con el control de los medios de producción (en el lenguaje marxista) y de la superestructura en el

Estado Capitalista; y la franja (…la mayoría) de la sociedad no beneficiaria y/o excluida de los beneficios que se derivan del acumulado plusvàlico.

Así las cosas, entonces, cabe una expresión asumida como hipótesis lógica: las modificaciones y las transformaciones en lo que respecta a la utilización del acumulado plusvàlico(-...o del excedente originado en la porción de la tasa de ganancia absorbida por el Estado, a través de las reglamentaciones impositivas y sus agentes retenedores), en muchas ocasiones, ha estado (...y estarán) condicionadas por la realización de acciones de confrontación, por parte de las organizaciones y/o movimientos de los no beneficiario0s directos; a la manera de acciones y movilizaciones de masas que reclaman el redireccionamiento de estos beneficios, que se concretan por la vía de políticas de beneficio social en ámbitos diferenciados; pero que, en fin de cuentes, remiten a opciones relacionadas con la calidad de vida, màs allá de la simple reproducción de la fuerza de trabajo. Se configura, a partir de esta hipótesis y para el caso que me ocupa, una posición que involucra al concepto de derecho al beneficio social; como quiera que se entiende en nexo con esa porción de la riqueza, construida a partir de la intervención de los sectores sociales que actúan

en el espacio geográfico entendido como país y/o como Nación. Para no hablar de la aplicación,

en este tiempo, de la figura cercana a la internacionalización o interacción global de los factores (humanos y materiales) que ejercen como soportes para el desarrollo. La acumulación, entonces, se asume como inherente a la intervención de esos(as) actores8as) y recursos

materiales; en los términos que ya habìa advertido Rosa Luxemburgo en su obra “La Acumulación del Capital. Es conveniente resaltar esta expresión:

“…La segunda condición previa fundamental, tanto para la adquisición de medios de producción, como para la realización de la plusvalía, es la ampliación de la acción del capitalismo a las sociedades de economía natural. El capital necesita que todas las capas y

sociedades no capitalistas se conviertan en compradores de mercancías y que le vendan sus productos. Parece como si aquí, al menos, comenzase la paz y la igualdad, el do ut des, la reciprocidad de los intereses, la competencia pacífica y los influjos civilizadores.”52

Está, en mi interpretación, involucrada una noción similar al entendido de “calidad de vida”, aún el universo del Capitalismo. Luego, por deducción, se infiere que estoy hablando de políticas sociales con una elaboración que presupone la presencia de índices para ser medidas y

cuantificadas en lo que respecta a la calidad y a la cobertura. Es decir, entendidas como derechos propuestos y asumidos, no como dádivas tangenciales; sino como inmersos en la misma dinámica que propone y desarrolla la propuesta de bienestar social, como aplicación

lógica prevista en la teoría de la “reproducción” de las condiciones necesarias para la ampliación de las fuerzas productivas. Algo así, como condición necesaria para que el capital pueda reproducirse y ampliarse, con la intervención de los agentes necesarios para ello.

Lo anterior traduce, en consecuencia, que el seguimiento propuesto (en lo que compromete a la participación e intervención de las mujeres) relacionado con la política de bienestar social

implementada por el gobierno del Distrito Capital, supone la presencia de una opción para su interpretación; desde una perspectiva que involucra al significado de calidad de vida y, por esto mismo, al concepto de redistribución del acumulado plusvàlico, entendido como aquella porción

“apropiada” por parte del Estado (…incluidos los entes territoriales) de la tasa general de ganancia originada en el ejercicio inherente al modo de producción capitalista.

14.5 El concepto de bienestar y el Neoliberalismo.

Ya había expresado antes un criterio para la interpretación del concepto relacionado con el bienestar, en el contexto de la intervención del Estado, como institución que aglutina ( en los términos del Contrato Social) los intereses de los habitantes del territorio nacional; inclusive

como garante de la concreción que adquiere el concepto de Nación. En esa aseveración presentada, se expresa una interpretación acerca del “equilibrio” de los sectores sociales , incluido lo étnico y lo racial, como variables que reclaman y adquieren una presencia efectiva, a

partir de la cual se originan conflictos no resueltos; precisamente en razón a la orientación y a la lógica que subyacen a esa misma institución estatal.

Retomo, entonces, la cotejaciòn entre la opción del Estado Benefactor anclado en el beneficio social general a partir de su intervención con políticas precisas, en las cuales se incluye el direccionamiento de la redistribución de la porción recaudada de la tasa general de ganancia,

al margen de las leyes del mercado capitalista; y la opción del Estado orientado hacia la aplicación de políticas fundamentadas en el curso general de esas leyes del mercado y las cuales se asume la posibilidad efectiva de que estas, por sí mismas, conducen al equilibrio

social, sin que esté implicada la intervención estatal en su direccionamiento.

En otras palabras, hice precisión respecto a la metodología propuesta por Amartya Senn, en mi entendido, como desarrollo de la opción del Estado interventor, profundizando una línea de interpretación del desarrollo, como agregados en los cuales queda involucrada la teoría del

52

LUXEMBURGO, Rosa, “La Acumulación del Capital”, página 298, editorial Grijalbo, edición 1967

bienestar general de la población; a partir de introducir el concepto de nivel de vida digna, màs

allá de la simple sobrevivencia. Me corresponde ahora, insistir en los aspectos de contradicción entre los postulados

fundamentales de la Constitución Política, expresados en sus artículos 1 y 2 , de un lado y las aplicaciones de sucesivos gobiernos que contrarían esos mismos postulados, incluyendo agendas de reformas a la Constitución, con el objeto de facilitar la implementación de esas

políticas. Es el caso, a manera de ejemplo, de los Actos Legislativos a través de los cuales han modificado aspectos como el Régimen de Transferencias y de los insumos sociales que orientan la elaboración e implementación del Plan Nacional de Desarrollo, conforme a lo que,

originalmente, habìa sido establecido en los artículos 150, 200, 339 y 341. Asumo, en extensión de los criterios que he venido reivindicado como válidos, que el punto de

comienzo para el quiebre de los postulado Constitucionales señalados, tuvo que ver con la política desarrollada por parte del doctor César Gaviria Trujillo, en cuyo mandato presidencial se

configuró la propuesta de “Apertura Económica”; la que a su vez, estuvo soportada en la opción de intervención estatal, anclada en la presunción de que las condiciones de libre mercado y libre competencia derivaban, por sí mismas, en escenarios de equilibrio para el bienestar

general de la población; puesto que (…en su interpretación) el obstáculo para el crecimiento y desarrollo , tiene que ver con el excesivo intervensionismo que se manifestaba, fundamentalmente, en el sobredimensionamiento del paradigma relacionado con esa

intervención, al momento de definir acerca del bienestar social colectivo y de la calidad de vida. A partir de ahí, se explica todo el ejercicio relativo a trabajar por “un bajo perfil” de la presencia del Estado y el consecuente desmonte acelerado de esa incidencia. En este contexto es

representativa la expedición de la Ley 100 de 1993, proyecto que fue liderado (“coincidencialmente”) por el doctor Álvaro Uribe Vélez, actual presidente y que, antes, habìa liderado el proyecto que concluyó con la expedición de la Ley 50 de 1990, en el gobierno del

doctor Virgilio Barco Vargas. Se trata de un hilo conductor que se mantiene y que se ha profundizado.

La expresión Neoliberalismo, en consecuencia, no tiene una connotación peyorativa. Define, simplemente, esa postura política y económica que le atribuye a la intervención estatal hacia el

beneficio social general y hacia las consecuencias calamitosas del libre juego del mercado, consecuencias ajenas y en contravìa del desarrollo económico; le atribuye, algo así como una posición de asfixia y de obsolescencia, respecto al paradigma del crecimiento económico. Cabe

resaltar, entonces, la esencia de su perspectiva estratégica: el énfasis hacia el crecimiento económico y la modernización, no puede ser obstaculizado por la implementación de una intervención estatal en términos del beneficio social, a no ser que retracemos nuestra inserción en la dinámica de los mercados globalizados, competitivos. 14.6. De la participación Como consecuencia de este tipo de orientación política, económica y social, por parte de los teóricos y usufructuarios fundamentales del modelo neoliberal; el Estado adquiere una

connotación que desvirtúa su razón de ser como garante del beneficio social y como propiciador de ese equilibrio dinámico entre los sectores sociales, con énfasis en la implementación y desarrollo de políticas sociales y económicos en las cuales la predistribución de esa franja de la

tasa de ganancia que le corresponde (…por la vía de la política y las normativas tributarias), se asume como recurso efectivo para concretar procesos plenos para el impulso y aplicación de modelos de intervención en áreas fundamentales como la salud, la educación, los servicios

públicos de alcantarillado, acueducto, energía; en una posición que reivindique la calidad de vida.

Asimismo, como colateral indispensable, este modelo (neoliberal) propone un entendido de intervención de los asociados (ciudadanos (as), campesinos (as), grupos étnicos, mujeres, etc.),

en el cual, el ejercicio de derechos (por ejemplo, la participación), se erige como insumo, bien de formalidad y/o como objeto extraño que, hasta cierto punto, es necesario restringir. Esto explica, entre otras razones, el hecho de la implementación de propuestas y acciones

modificatorias en lo que respecta al marco conceptual que soporta a los derechos

fundamentales y básicos. Para el caso de nuestro País, es evidente la insistencia de objeciones al ejercicio de los derechos otorgados por la Constitución Política. Es una dinámica que reivindica la contradicción entre la teoría de “seguridad del Estado” y el ejercicio de esos

derechos. Un elemento trascendental, del último tiempo, ilustra esa perspectiva: El Estatuto de Seguridad Democrática y la propuesta hacia la restricción de la Acción de Tutela prevista en la Constitución Política; con una argumentación de doble vía: de un lado por sus efectos

económicos y, de otra parte, en alusión a la inserción de procedimientos que lesionan la unidad de mando en la aplicación de las normas básicas que sustenta al Estado.

Se configuran, en ese contexto descrito, expresiones dicotómicas, de contradicción latente y efectiva. Porque confrontan, de manera permanente, las visiones y opciones libertarias de participación, con las visiones y las opciones de restricción propias del modelo neoliberal

presente en diferentes gobiernos de América Latina y, particularmente, en nuestro País. Es una confrontación en la cual se exhiben las contradicciones, tanto en lo que respecta a los recursos

económicos y de infraestructura, al momento de proponer y aplicar acciones que involucran reivindicaciones económicas y sociales. Adquiere significado, en ese horizonte, esa interpretación que involucra a los sujetos (hombres y mujeres) en expresiones un tanto

kafkaianas, como quiera que es como un “no reconocimiento”, un “extrañamiento” con respecto al entorno, a la “realidad” a la que invita el modelo, que pretende imprimir y consolidar como “única verdad” y como “única posibilidad” que tienen que ser asumidas, a no

ser que se “pretenda, por parte de los quejosos, desvertebrar al Estado y sumirlo en la impotencia.”

El reto (...o los retos) propuestos (para quienes ejercemos como no beneficiarios (as) fundamentales), a partir de la implementación de ese estilo, de esa concepción, de, esa visión de sociedad, de derechos y de futuro; supone la asunción de insumos para el cuestionamiento

de fondo; lo cual supone (… esto mismo) una cercanía al cuestionamiento político en profundidad. Casi como reconocer que, la “simple” reivindicación de participación libertaria, por derechos fundamentales y básicos en salud, educación, recreación...; ya de por si, es

constitutivo de herejía y de “subversión”; como quiera que “ataca”, los cimientos mismos del modelo y de todos sus efectos colaterales inherentes. Para situarnos en ejemplos recientes,

llamo la atención acerca del sentido que ha adquirido la confrontación a la propuesta del ALCA y de su símil regional el TLC...o, en un terreno mucho mas parroquial, el enfrentamiento a la propuesta del “peajito social”, en el territorio Norte cercano en Antioquia (Copacabana,

Girardota, Barbosa); propuesta que se sustenta en (según el doctor Álvaro Uribe Vélez) “en la necesidad de que los pobladores colaboren, se metan la mano al dril, para ampliar y mejorar la Troncal de Norte..”

15. De las mujeres, su participación.

Una observación de superficie, evidencia la asunción de retos importantes, en un universo de intervención que incluye diferentes aspectos. Es importante resaltar, por ejemplo, el desarrollo de actividades relacionadas con la confrontación a los motivos que sustentan al desplazamiento

forzado y a las desapariciones. Es tanto como si las acciones de movimientos como los de las Madres de la Plaza de Mayo, en Argentina, hubiera permeado a las mujeres, como madres, como esposas, como compañera en unión libre; de tal manera que les ha permitido alcanzar

niveles de confrontación que han trascendido la formalidad de la denuncia. Se han convertido, sus organizaciones y sus acciones, en insumos aleccionadores. Porque, entre otros aspectos, han permitido dilucidar esos elementos ideológicos y políticos de profundidad, que recorren

transversalmente a los contenidos de la política de “contención a la subversión” que está en la base las proclamas gubernamentales. Inclusive, ha permitido localizar el nexo “no visible” entre

la denominada “autoridad pública oficial, militar, de policía y...todos sus afines al servicio de la defensa del Estado”, cono aquellos actores que efectúan esa “contención”, por la vía de castigar con la muerte, la desaparición, las torturas..etc., a quienes suponen (..!Ellos!, claro ésta) que

tienen nexos con la subversión armada y no armada. Porque, en mi opinión, se mantiene el soporte conceptual básico originado en la didáctica de la “guerra de baja intensidad”, auspiciada por los militares Norteamericanos a través de la Escuela de las Américas; según la

cual la “contención” debe efectuarse, actuando sobre los sujetos (hombres y mujeres), que

puedan influencia acciones hacia la desestabilización; aún en escenarios de intervención política legal (como en el caso de la Unión Patriótica). Porque, aquí en esa didáctica ideológica, lo que cuenta es el soporte teórico conciente que pueda originar acciones

generalizadas...”subversivas”. Me parece relevante, presentar un aparte de lo expresado por el profesor Francisco Leal

Buitrago, en su texto “El Oficio de la Guerra”, a propósito de las realizaciones en la política de seguridad, por parte del gobierno del doctor César Gaviria Trujillo, Es conveniente aclarar, eso sí, que la investigación del profesor Leal, se efectúa en un contexto que supone (...según los

objetivos mismos de la investigación), desagregar la información, de tal manera que se pueda acceder, de manera objetiva, a los insumos necesarios para balancear la política general de seguridad nacional. Veamos:

“Por otra parte, y eso es lo negativo, el Gobierno se dejó desbordar por la intransigencia guerrillera, colocándose a su mismo nivel al dar prioridad a los medios militares sobre los políticos e incluso violando los derechos humanos. El ejecutivo disimuló su actitud guerrerista escudándose con el fortalecimiento de la justicia brindado por el uso del estado de excepción constitucional y el manejo “eficientista” por parte de la Fiscalía de la política de sometimiento a la justicia. En tales circunstancias, al debilitarse los recursos políticos oficiales, el Gobierno perdió la capacidad de avanzar en la formulación de la política estatal de seguridad y, màs grave aún, , dio aliento a militares y policías para continuar con la iniciativa del manejo armado del orden público, cuyo subproducto es la constante violación de lo derechos humanos. Los mayores recursos para la seguridad y la ampliación de efectivos de la fuerza pública se convirtieron en la panacea para sustituir la ausencia del Estado en las comarcas y los quehaceres ciudadanos...53 En esa intervención de madres, hijas, esposas, compañeras en unión libre, aparecen momentos y signos que pueden interpretarse, con limitantes apenas obvias, como el acercamiento a

posiciones concientes; en donde la condición de sujeto autónoma, se exhibe, trascendiendo, “superando” la dominación masculina. Porque, supone una mirada, un recorrido y una

interpretación de los hechos, con un método diferente. En el cual se descubren fortalezas, se consolida una visión de lo sensible, como punto de comienzo para entender, en adelante, asuntos de mayor complejidad; como quiera que el derecho a la vida, adquiere presencia y

sentido, a partir de establecer una contradicción entre este derecho inalienable y los postulados básicos de la política de seguridad nacional. En este sentido es aleccionadora la experiencia y el nivel de participación adquirido por organizaciones de mujeres como las que se han originado y

desarrollado en el Magdalena Medio, particularmente, en Barrancabermeja.

Quiero enfatizar, con esto, acerca de la significación particular que adquiere el concepto de participación (...ya lo expresé arriba), en un escenario en el cual la doctrina de seguridad nacional, promovido desde los sucesivos gobiernos que se reclaman como portadores de esa

teoría y prácticas relacionadas con una intervención del Estado como agente que debe garantizar el libre juego del mercado y, colateralmente, achicar su participación en las actividades susceptibles de ser asumidas por la empresa privado.. o, al menos, con una visión

gerencial, en donde la racionalidad y la eficiencia son entendidas como garantía plena para avanzar en un diseño moderno del Estado que propicia la injerencia de la metodología y los horizontes propuestos desde la perspectiva reguladora en beneficio de esa política de expansión

del capital; aún en países como el nuestro (…y todos los dependientes) en donde el desarrollo de las denominadas fuerzas productivas, ha sido atrofiado por el control y la división del trabajo

impuesto por Estados Unidos y Europa. Este énfasis supone colocar un insumo importante para proponer una reflexión en torno a esa participación femenina en diferentes procesos. Porque,

53

LEAL BUITRAGO, Francisco. El Oficio de la Guerra, página 176, TM editores-Iepri, primera edición,

julio 1994.

entre otros efectos colaterales, el modelo impuesto, supone reivindicar prácticas económicas

derivadas de ese estilo de gestión y de nexo con organismos internacionales de financiación, que ejercen (a su vez) como orientadores del rumbo que debe mantener el manejo económico gubernamental. Esto explica, a manera de ejemplo, la intervención del Fondo Monetario

Internacional en el diseño de las políticas fiscales, en la perspectiva de disminuir el componente relacionado con el gasto social, en el diseño y aplicación presupuestal; a màs de la definición de horizontes macroeconómicos que deben ser mantenidos, independientemente de

su incidencia en la pauperización generalizada de la población. Una de las consecuencias derivadas de la política económica desarrollada para mantener los

equilibrios macro necesarios; tiene que ver con el decrecimiento tendencial del gasto público hacia el beneficio social. Esto, a su vez, se concreta en la profundización de las contradicciones entre esa política y los postulados Constitucionales ya referenciados y que establecen la

obligatoriedad del Estado y de los gobiernos concretos, en el sentido de asumir la responsabilidad de estrategias y programas de contenido social y económico que beneficien a la

población vulnerable. Recabar acerca de esa contradicción entre Derechos Constitucionales y el realismo económico y político; permite entender ciertas dinámicas y características que adquieren la participación de las mujeres, al momento de concretarse acciones inherentes a la

defensa de esos derechos, en áreas como la atención a los niños y a las niñas; así como su intervención en actividades comunitarias generales, en las cuales adquiere un perfil alto e introduce elementos de diferenciación con respecto a los hombres; sin que esta afirmación

pueda entenderse como aseveración, en el sentido de la plena conciencia de su rol, en la perspectiva de género, como se proclama desde sectores de mujeres en la academia y/o en espacios en donde predomina la reflexión con el soporte de insumos teóricos que no son

visibles y concretos para muchas mujeres que actúan en la cotidianidad, que las convoca a mantener referentes inmediatos y prácticos sin ese “deslinde” entre simples acciones puntuales y lo conciente, en su condición de mujeres que deben aspirar a ejercicios libertarios màs allá

de estas. Entender esta forma de dicotomía, va a permitir una lectura crítica de los resultados obtenido en la investigación precisa, acerca del significado que adquiere la participación de las mujeres adscritas a Fundac; de su visión e interpretación de las políticas propuestas y

desarrolladas por el Gobierno Distrital, hacia los niños y las niñas y la población adulta vulnerable, en deferentes zonas de la geografía física y política Distrital.

A manera de corolario transitorio:

Esta indagación acerca de la participación de las mujeres, en un escenario en el cual se aplica con todo rigor las diferentes políticas derivadas del modelo neoliberal; me permiten llamar la atención en torno al contenido de esa intervención; entendido este (...el contenido) como lo conciente que ejerce en condición de agregado no circunstancial e inmediato; sino como agregado que trasciende a ese quehacer y lo sitúa en posición de referente, un tanto como paradigma, en todo el proceso. Esto me permite establecer, como posibilidad efectiva, una

perspectiva política en la cual pueda hacer fusión esa disponibilidad práctica, inmediata; con los insumos teóricos propuestos y desarrollados en aquellas actividades en donde la condición de género, es reivindicada en términos de propuesta libertaria; en la cual la diferenciación

trasciende a lo estrictamente biológico y, por lo tanto, insinúa aspectos como la vida afectiva, la equidad, la convivencia, la sexualidad, etc.

16 Las mujeres, su intervención. América Latina; Colombia. De los referentes teóricos. He venido desarrollando una interpretación, en términos del significado que adquiere la

intervención de las mujeres en la realización de movimientos sociales y políticos. Tal vez el aspecto exhibido con mayor énfasis, tiene que ver con la dicotomía entre aquellos roles

asumidos de manera simple y espontánea y aquellos que trascienden esa característica. Lo anterior implica el manejo de expresiones relacionadas con el concepto de referentes

teóricos, en el proceso de participación. Uno de los elementos señalados arriba, tiene que ver con el horizonte propuesto a manera de bitácora. Este es el caso, a manera de ejemplo, de la intervención en escenarios en los cuales, si bien es cierto aparece con claridad el objetivo que

se pretende, este no puede ser entendió como la asunción de posiciones que transgredan la

posición predominante, en lo que esta tiene de yunta que impide la reivindicación libertaria plena; al menos en lo que hace referencia a desinhibir a las mujeres de aquellos agregados culturales que minimizan su expresión como género y como sujeto.

Mi interpretación conlleva a establecer diferencias fundamentales, al momento de analizar e interpretar la participación de las mujeres en el inicio y desarrollo de movimientos sociales y

políticos. Es tanto como entender que esta puede (...y de hecho se ha dado), sin que la misma implique una acción conciente en lo que respecta a la identificación de su rol como sujeto pleno en derechos, que puede y debe reclamar el reconocimiento de su autonomía. Algo así como

entender esa intervención como interacción plural, en cuanto los objetivos ejercen como condicionantes. Esto traduce un tipo de participación condicionada por esos mismos objetivos y en donde no existe lugar para la libertad, entendida como horizonte en si mismo. En otras

palabras, es una figura asimilada ese tipo de acciones en las cuales el punto de comienzo y el resultado aparecen como simple yuxtaposición de opciones diferentes que coinciden, de manera

transitoria, con respecto al objeto que origina la necesidad del movimiento. Este es el caso, a manera de ilustración, de la participación de las mujeres en movimientos

sociales relacionados con la vivienda, la educación, la salud, etc. Inclusive, en procura de una tipificación con respecto a movimientos originados en aspectos relacionados con los conflictos asociados a la guerra; aún en aquellos en los cuales la iniciativa y los objetivos, ha estado en

cabeza de mujeres (como el caso de los movimientos en contra de las desapariciones forzadas y el desplazamiento); su rol no implica el reconocimiento de su condición autónoma, ni libertaria.

Sin embargo, no pretendo desconocer la participación conciente originada en determinadas franjas de las mujeres, que proponen y desarrollan movimientos estrictamente relacionados con

su identidad de género, con repercusiones asociadas a la misma. De lo que se trata, para el caso que me ocupa, es de precisar términos de referencia, en cuanto a significado y alcance; en la aplicación de un método que introduce, insisto en esto, la diferenciación de los movimientos,

introduciendo una tipificación necesaria, al momento de evaluar perspectivas y resultados.

16.1 El caso de América Latina. En algunos de los casos presentados, en desarrollo de este trabajo, he hecho referencia a

algunos movimientos sociales en América Latina. Es el caso de las citas de texto e interpretación efectuadas, a partir de algunos de los trabajos presentados en el Cuarto Seminario Internacional de CEHAP – PEVAL, realizado en la ciudad de Medellín entre el 7 y el 11

de abril de 1986. Como se puede observar, revisando las acotaciones, es notoria la preocupación en cuanto al nexo entre los objetivos de algunos movimientos y el alcance que adquiere la ausencia de lo conciente como insumo necesario, al momento de promover

transformaciones de fondo que trasciendan a la sola expectativa y/o realización reivindicativa. Esto para no hablar de que los sujetos protagónicos aparecen diluidos en esos mismos objetivos. Es relevante señalar, en aplicación estricta del concepto de variación de las

condiciones en el tiempo y en los escenarios, que ha habido modificaciones relativas importantes, en cuanto al alcance, los objetivos y los roles. Sin embargo, queda claro que persisten niveles (...tal vez los fundamentales) de participación en los cuales se reafirman las

condiciones de no-identidad que permiten la permanencia de las condiciones de dominación las que, a su vez, profundizan la segregación. Esta afirmación no es otra cosa que reconocer las limitaciones propias de los movimientos sociales, en cuanto no implican, necesariamente, una

opción de poder hacia la desarticulación y eliminación de las condiciones de dominio prevalecientes.

Con ese mismo horizonte como referente se ha desarrollado la participación de las mujeres. Inclusive, en el caso de Argentina, el movimiento liderado por las mujeres en denuncia de las

desapariciones durante la Dictadura Militar, a partir de 1976 (Madres de la Plaza de Mayo); a pesar de promover y desarrollar expresiones en contra de las acciones represivas de los militares, el hecho se circunscribe al espectro relacionado con las desapariciones forzadas,

particularmente de hijos e hijas. Es claro, eso sí, que el mismo implica la asunción de una

posición política que trasciende la intervención reivindicativa simple; en razón a que deriva en el cuestionamiento del poder y, aún hoy, se convierte en referente para la defensa conciente y consecuente de la democracia, y de los Derechos Humanos. A partir de los postulados

originados en ese movimiento, se han inspirado y desarrollado acciones similares. Es el caso de los movimientos de mujeres en Guatemala, El Salvador (...en el tiempo anterior y posterior al derrocamiento de Anastasio Somoza, por parte de Frente Sandinista de Liberación Nacional) y

Chile. El caso de Guatemala; así como en Méjico, adquiere una connotación adicional, habida cuenta

de las condiciones de profunda segregación hacia la población nativa (indígena). Además de las características dramáticas relacionadas con la discriminación de las mujeres y de su utilización, por parte de sectores gubernamentales y civiles, para proveer el mercado infame de jóvenes

para surtir prostíbulos y mano de obra en oficios emparentados con el esclavismo y el feudalismo. Basta recordar, para el caso de Guatemala, la descripción realizada por Miguel

Ángel Asturias en “El Señor Presidente” y “El Papa Verde”, para efectuar análisis e interpolaciones con respecto a la situación actual. Para el caso de Méjico, es ilustrativa la situación de las mujeres en Tijuana.

16.2 El caso Colombia.

Antes he referenciado algunos ejemplos de participación de las mujeres en movimientos sociales. Me permito recordar, asimismo, el análisis propuesto en términos de los derechos Constitucionales relacionados con la participación ciudadana, particularmente con el énfasis

acerca de la reivindicación de derechos para las mujeres. Me corresponde, ahora, enfatizar en torno a algunos aspectos que pueden ejercer como

referentes, en cuanto a la connotación teórica y política. Pretendo un seguimiento y análisis de los diferentes movimientos organizados y dirigidos por mujeres, para enfrentar algunas de las repercusiones más dramáticas del conflicto armado interno: el desplazamiento y las

desapariciones forzadas. En mi opinión, la cotejación de algunos elementos exhibidos en ese proceso, con las variables relacionadas con la identidad y lo conciente; permiten extraer

conclusiones importantes que contextualizan el objeto de este estudio. La intervención de las mujeres en la promoción y construcción de organizaciones, en algunas de

las zonas más afectadas por el conflicto armado, ha tenido un soporte preciso: denunciar el desplazamiento forzado de que son objeto las comunidades de mujeres (incluidas las niñas), y hombres (incluidos los niños), en los diferentes grupos etéreos; así como reclamar la

intervención gubernamental (nacional, departamental y municipal) en la solución de los problemas derivados a partir de ahí y la restitución de las condiciones que permitan revertir el proceso de desplazamiento. De otra parte, algunas de estas organizaciones, asumen también

la denuncia de las desapariciones forzadas y los asesinatos de mujeres, hombres, niños y niñas, como consecuencia directa de ese mismo conflicto.

Me convoca, sin que esto implique el desconocimiento de otras organizaciones de mujeres, la labor realizada por la organización que agrupa a las mujeres del Magdalena Medio, particularmente en Barrancabermeja. Tal vez por su itinerario, por los hechos que les ha

correspondido enfrentar y, como efecto colateral, por el proceso que han construido. Esto ha permitido trascender la denuncia inmediata, para asumir posiciones de fondo, como quiera que han ejercido como punta de lanza en el cuestionamiento de los beneficiarios directos de la

guerra y del poder. Todo esto, a partir de introducir aspectos de identificación y de análisis en torno a su rol como víctimas directas o indirectas. Podría decirse, entonces, que se asumen

como sujeto individual y colectivo que reivindican su visión y caracterización del conflicto y, como derivación, actúan en contra del mismo, por la vía de reclamar derechos asociados a los Derechos Humanos, el Derecho Internacional Humanitario. Esto supone, a la vez, exigencias en

cuanto a la eliminación de las acciones y las condiciones que originan el desplazamiento y las desapariciones. Asimismo, conlleva a reivindicar (en la lógica misma del sistema económico y

político vigente) la concreción de derechos como vivienda, trabajo, salud...plena y cumplida

justicia. En este caso, a pesar de de avances en torno a la identidad en cuanto a la condición de género,

se inhibe de manera relativa su autonomía en lo que corresponde a su plena identidad, como sujeto, que reclama libertad y equidad. Lo anterior, en razón a que opera en sus acciones, como dirigente de un proceso que involucra diferentes opciones y objetivos; todos relacionados

con los efectos directos y colaterales del conflicto armado. Supone no trascender, en estricto, a esas acciones; ni implicarse como sujeto con identidad de género, que pueda acceder a expresiones que contraríen a la subyugación originada, inclusive, en aspectos diferentes al

conflicto mismo. Llama mi atención, también, organizaciones como la liderada por la señora María Eugenia

Zabala (ganadora del Premio Mujer Cafam 2004). Mi inquietud, sin dejar de lado el necesario reconocimiento a su tenaz labor, está relacionada con el tipo de paradigma que se construye a

partir de su experiencia. Esto, a pesar de que sus acciones y la organización que lidera, se originan en hechos similares a los que originaron las acciones y organización de las mujeres del Magdalena Medio (veamos su relato: “... Mi hijo fue el primero en morir - sic - , porque esos

hombres llegaron pidiendo la cédula y él estaba con otro muchacho. Jorge les dijo que no tenía la cédula y ahí mismo lo quemaron vivo. Al otro muchacho como que se le reflejó la muerte, estaba blanco, cadavérico. El fue la siguiente víctima.54 Sin embargo, en mi interpretación, los

efectos de esas acciones (...las de María Eugenia Zabala), derivan en opciones diferentes, en cuanto que es evidente el manejo de los conceptos y la caracterización del conflicto suponen un entendido en el cual los niveles de cuestionamiento y de identificación del soporte y

componentes del mismo, son diferenciados. De un lado, en el caso del Movimiento de Mujeres del Magdalena Medio, existe la certeza de los factores que originan el conflicto y de los agregados posteriores que lo profundizan. De otro lado, en el caso de la Organización liderada

por María Eugenia Zabala (El Valle Encantado), aparece una vivencia dramática, a partir de la cual surge la necesidad de implementar acciones de reparación que permitan acceder a soluciones en términos de vivienda y manutención.

No se trata, de mi parte, introducir el análisis y diferenciación teórica que remitan a la

minimización y/o desconocimiento de la opción propuesta por María Eugenia Zabala; simplemente pretendo ubicar perspectivas derivadas de esa diferenciación, a partir de entender que postulan y realizan dinámicas disímiles.

Lo cierto, de todas maneras, es la vigencia del método que permite asumir posición con respecto al alcance y profundidad que adquieren los movimientos sociales. Esto, de por sí,

permite identificar y valorar la presencia de lo conciente, como agregado que introduce una u otra perspectiva. Para el caso analizado aquí, cabe la aseveración: no todo movimiento social liderado por mujeres tiene la connotación de género, en términos de su identidad y autonomía.

Ese perfil ( en cuanto a reivindicar la identidad de género, en plena autonomía que permita la interacción, sin perder su referente), se adquiere en razón a un agregado conciente. Acceder al mismo supone, entonces, la presencia de elementos de análisis y reflexión, por medio de los

cuales es posible establecer la separación pertinente. Algo así como entender el proceso que compromete a las mujeres en su condición de género, como resultado de una sumatoria compleja de agregados conceptuales, adquiridos a partir de de una abstracción relativa con

respecto a la experiencia inmediata; de tal manera que permiten una elaboración que trasciende a la motivación originaria y se convierten en soporte para proponer y realizar opciones de mayor profundidad, transformadoras. Esto supone rupturas con esquemas y

paradigmas.

De lo que se trata, en consecuencia, es entender y contextualizar la participación. No toda participación, individual y colectiva, origina insumos para modificar procesos, o escenarios, o realidades transitorias asumidas como válidas. La transformación es una opción que requiere de

54

Entrevista a María Eugenia Zabala. Revista Cafamilia, edición No. 99, abril-mayo 2004, página 4

calidades especiales en el liderazgo y definición de objetivos. Requiere asumirse como sujeto

individual y/o colectivo, a partir de cierto ejercicio de abstracción que permita el análisis y construcción de alternativas; en una lectura clara del entorno, de los objetivos propuestos y de los condicionantes.

17. De la familia y el dominio sobre las mujeres. Reclamación de políticas públicas que surtan efectos concretos en contra de la discriminación de género. 17.1 de la casuística derivada del ejercicio conceptual De lo que hemos dicho, hasta ahora, acerca de las condiciones en las que se presenta la

dominación, queda clara la existencia de la connotación específica que esta adquiere tratándose de la dominación en una perspectiva de género. Esta connotación pasa por entender una

situación de doble dominación; en la medida en que se configura la subyugación. Es decir, las mujeres, son situadas en posición de desventaja, aún en el contexto general del dominio ejercido por los detentadores del poder (a través de diferentes mecanismos de imposición)

sobre quienes no son beneficiarios del mismo. Ahora bien, uno de los instrumentos constitutivos de poder tiene que ver con la familia. En esta

figura se ha centrado, por mucho tiempo, el ejercicio coercitivo. En particular sobre la mujeres. No solo por lo que la familia tiene de organización colectiva que reproduce los mecanismos de control; sino también por el concepto que la soporta; al menos en la forma en que se ha

desarrollado y como ha sido reivindicada culturalmente. Al respecto, consideramos pertinente citar la siguiente reflexión, contenida en el texto: Honor, familia y Sociedad en la estructura patriarcal. El Caso de Santander. Veamos: “Consideramos que la familia con su conjunto de valores y estructuras es suma integrada de influjos y presiones que emanan del todo institucional y de la cultura. El patriarcalismo

santandereano que analizamos, es además resultante de contenidos provenientes de legados pretéritos polimorfos, plasmados dentro de circunstancias ambientales nuestras y cuyo

contenido se va amoldando al devenir histórico. Las estructuras domésticas que se recibieron de la Península y las posibles sumas indias o negras, sufren en la dinámica histórica un proceso de endo y trans-culturación y de adecuación permanente a sucesivos influjos. Por esta razón,

las características actuales de la familia patriarcal santandereana aunque muestran rezagos de sus formas clásicas, incrustados en algunas regiones y estratos sociales, han sufrido a la fecha hondos procesos de cambio.

Así la familia patriarcal es entonces resultante de un ambiente social creado por el total institucional, Economía, Religión, Socialización, Poder Político, Ley, etc., y por un cerco cultural.

Las estructuras institucionales no sólo actúan dentro de sí mismas como entidades, sino que se proyectan unas sobre otras definiendo adaptaciones en las demás, dentro de un flujo retroalimentado permanente. La familia trata de adecuarse a los mencionados influjos

institucionales y como respuesta adaptiva a sus presiones, se transforma, con lo cual promueve en las demás, nuevas adecuaciones que se suceden en forma interactuante permanente y recíproca. Por ejemplo, el paso de los asentamientos demográficos del campo a la ciudad y de

la economía ruro-agraria a la urbana industrial y de servicios, adecuó en parte, la familia corporada o bilateral extensa a estructuras nuclearizadas y tipologías de conformación diferentes a las tradicionales, en los sectores sociales medios y altos. Las demás instituciones

también sintieron esta presión dinámica y se transformaron…”55

Así, entonces, la familia adquiere una connotación en términos de poder; como estructura organizada que, si bien es cierto se ha ido modificando en el contexto de las transformaciones

55

Gutiérrez de P., Virginia. Vila de P., Patricia. “Honor, Familia y Sociedad en la estructura patriarcal. El

caso de Santander. Ed.Universidad Nacional de Colombia, 1ª. Reimpresión, 1992, página 29.

sociales, culturales y políticas; no es menos cierto que ha mantenido su fundamento como

escenario en el cual se reproduce ese sistema básico de control que permite la asignación y reasignación de roles, siempre centrados en una figura asimilada a la noción de poder.

En lo que concierne a las mujeres, como decíamos arriba, la familia ha constituido un instrumento a través del cual se profundizan y consolidan las condiciones de dominación. No solo en lo que tiene que ver con la discriminación en lo que hace referencia a la distribución de

roles; sino también en lo relacionado con el significado que adquiere su imaginario de libertad y de realización como sujeto. Es lo siguiente: para las mujeres, en la estructura familiar, las posibilidades de asumir su autonomía, está condicionado por la jerarquización establecida a su

interior. Siendo así, en consecuencia, no hay lugar para una ruptura del esquema vinculado con el acumulado cultural que soporta a la sociedad en su conjunto. Este acumulado cultural, a su vez, está profundamente influenciado (e inclusive en muchas sociedades regido y orientado)

por las enseñanzas y tradiciones religiosas que sitúan a la mujer como sujeto pasivo, cuando no como sujeto con una carga asimilada a la culpabilidad o al pecado.

Como quiera que el concepto formal y tradicional de familia, adquiera matices en lo que respecta a su entendido y aplicación en los grupos sociales específicos; podemos hablar

entonces de una diversificación en cuanto a lo que se conoce, en la perspectiva de los estudios sociológicos y antropológicos, como tipologías. Sin embargo esto no supone una modificación sustancial en cuanto al significado que la familia tiene para las mujeres. Porque, aún con las

variables inherentes a estas tipologías, se mantiene la opción de discriminación como insumo básico. Veamos, en este sentido, una descripción contenida en una compilación denominada Mujer y familia en Colombia. “..3. Para alcanzar los objetivos de la investigación se hizo primero un estudio histórico-jurídico que recogía un material básico para comprender la evolución y la dinámica de la familia de

hecho en Colombia y en otros países que irradian su influencia sobre el nuestro. En lo antropológico, el trabajo se fundamentó en los estudios de Virginia Gutiérrez de Pineda, que muestran cómo la familia de hecho en Colombia nace del contacto físico y cultural entre

americanos e hispanos y cuáles fueron las características del proceso aculturativo que llevó a la imposición del patrón familiar hispano, el cual no ha exhibido la misma dinámica a nivel

nacional en los diferentes períodos históricos, ni las mismas tendencias a nivel regional-cultural. Estos trabajos muestran también cómo desde la Independencia hasta los comienzos de la década del 50, el país se encontraba etnográficamente dividido en regiones, con asentamientos

demográficos sui-géneris que fueron conformando modos de vida propios, culturas localistas y estructuras institucionales y familiares locales propiciadas por el aislamiento – por carencia o escasez de medios de comunicación- y el tipo de economía característico de cada época.

Surgen entonces los llamados „complejos culturales‟ dentro de los cuales la Dra. Pineda tipifica las modalidades familiares y explica las tendencias que en cada uno acusa la familia de hecho y la familia legal...”56

Ahora bien, desde el punto de vista de la confrontación a los patrones y modelos impuestos, no puede asumirse una visión en la cual predomine su absolutización en lo que respecta a su

acatamiento y a la permanencia sin rupturas. Esto, a pesar de las dificultades y limitaciones originadas en esos mismos patrones y modelos. Ante todo para las mujeres, por las consideraciones expuestas antes. Esto debe ser entendido así: cualquier sujeto, individual o

colectivo, ante la coerción y la dominación, tiende a construir imaginarios en los cuales aparece una determinada opción de ruptura que reivindica una actitud y tránsito hacia el quiebre de esas condiciones de dominación.

En el caso que nos ocupa, las mujeres han ido tejiendo ese tipo de opciones; a pesar de todas

las cargas culturales que las han sometido y ubicado en condiciones de inferioridad. Es algo así como entender la presencia de una dinámica social e individual, en donde se reivindica el

56

Echeverri de F., Ligia. “La familia de hecho en Colombia: una metodología para su estudio”, página

67. Texto contenido en:”Mujer y Familia en Colombia”, compilado por Elssy Bonilla C. Ed. Plaza &

Janes. Primera edición, mayo 1985.

derecho a una vida autónoma. Se configuran, por lo mismo, actitudes que subvierten el soporte de esos modelos culturales y sociales. Al mismo tiempo, ese tipo de actitudes individuales y colectivas, originan rupturas que conducen a la modificación de esos modelos, incluida la noción

misma de familia. Sin embargo, esa tendencia, adquiere un avance relativo global; sin que pueda ser entendida como el logro de condiciones de libertad, respeto y reconocimiento plenos. En esto, también, se presentan diferenciaciones; dependiendo de determinados contextos

sociales específicos. Retomemos, al respecto, el trabajo realizado por la doctora Ligia Echeverry.

“..Analizando los datos de la muestra, encontramos que a nivel nacional, hay mayor proporción de unión libre entre los grupos de personas menores de 37 años, pero mayor proporción de unión cuncubinaria entre los adultos mayores de 37 años. Según modalidades, en el área rural

predomina la unión libre sucesiva sobre la estable, mientras en el área urbana es mayor el concubinato simple que el doble. No obstante, la unión libre muestra ahora una proporción

mayor en las áreas urbanas que en las rurales a diferencia de lo que ocurría en los años 50, cuando el fenómeno era el contrario; pero también es en las grandes ciudades donde el concubinato alcanza mayores cifras.

Otra diferencia importante radica en las características de esta nueva modalidad. Tradicionalmente en Colombia los hombres tenían, además de su esposa legítima, una o varias

concubinas con quienes mantenían relaciones generalmente encubiertas. Hoy, de acuerdo con los datos obtenidos, son las mujeres quienes rechazan esta modalidad y rompen el matrimonio dejando en libertad al hombre para convivir abiertamente con la concubina, pero adoptando

ella también esta conducta familiar...”57 Con todo lo expuesto y, en coincidencia con el objeto de nuestro trabajo, nos corresponde, en

lo que sigue, desarrollar algunos conceptos a manera de precisiones teóricas y prácticas. 17.2 Aspectos básicos del sometimiento de las mujeres en Colombia.

El hecho de haber transitado, como hasta ahora, por algunos conceptos relacionados con la interpretación histórica y teórica acerca de las condiciones discriminación y sometimiento de las mujeres y su nexo con los modelos culturales prevalecientes; así como también con la noción

de familia. Nos obliga, ahora, a realizar seguimiento e interpretación de esas condiciones en el contexto de la realidad presente en nuestro país. Para esto, consideramos pertinente avanzar en algunas precisiones en lo que tiene que ver con los avances normativos en términos de

protección a las mujeres y la cotejación de estos avances con las expresiones concretas de hechos y acciones que condicionan su libertad. Y, lo que es más preocupante, la violencia hacia las mujeres, como una de las manifestaciones específicas de lo que se conoce, en general,

como violencia intrafamiliar. Todo lo anterior, en la perspectiva de concretar los aspectos fundamentales inherentes a este trabajo de investigación y las alternativas que sea posible plantear.

17.2.1 Algunas acotaciones referenciales y el escenario normativo actual.

Ya habíamos señalado, en la justificación y en la descripción del problema, un insumo normativo básico en relación con el soporte normativo que reivindica el reconocimiento, la

libertad y la protección de las mujeres, de los niños y las niñas; así como también en lo que respecta a una interpretación democrática de la noción de familia y su adecuación a las

condiciones actuales.

57

Echeverry de F., Ligia, ibid, pp.77-78Marzo 14/06

El precepto Constitucional está construido con arreglo a un ordenamiento lógico, tanto

jurídico-pragmático; como conceptual. Esto traduce lo siguiente: el artículo 2 de la Constitución Política (Título 1 De los principios fundamentales), define en su inciso segundo: “..Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en

Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias y de más derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares…”58

Asimismo, en su artículo 13 (Título II, De los derechos, las garantías y deberes) define: “..Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna

discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión politica o filosófica.

El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas a favor de grupos discriminados o marginados...”59

Y, como concreción lógica, en el artículo 43 (Título II, Capítulo 2, De los derechos sociales, económicos y culturales), hace referencia a los derechos específicos de las mujeres, así: “...La

mujer y el hombre tienen iguales derechos y oportunidades. La mujer no podrá ser sometida a ninguna clase de discriminación. Durante el embarazo y después del parto gozará de especial asistencia y protección del Estado, y recibirá de éste subsidio alimentario si entones estuviere

desempleada o desamparada. El Estado apoyará de manera especial a la mujer cabeza de familia...”60

Ahora bien, consideramos que estos mandatos Constitucionales han sido desarrollados y reglamentados. No sólo, mediante decretos expedidos por el ejecutivo; sino también mediante

leyes específicas expedidas por el Congreso de la República. En este sentido, destacamos la Ley 599 de 2000, la Ley 581 de 2000 (Ley de Cuotas) y la Ley 882 de 2004. También algunos acuerdos del Consejo en el Distrito Capital, entre ellos el Acuerdo No. De .

Es conveniente, ahora, rastrear los orígenes y desarrollos de la legislación colombiana en torno

a los derechos de las mujeres y los (as) niños (as), en el contexto de la noción de familia. Para hacerlo, es pertinente remitirnos al texto del profesor Eduardo Umaña Luna Estado y Familia.

Para empezar, citaremos algunos apartes en lo que concierne a la relación entre el Código Civil y la instauración de normativas constitucionales. Veamos:

“..i). La Constitución de Rionegro: En 1863 se consagró la libertad de profesar cualquier religión. Algunas leyes reglamentaron el mandato citado. Por ejemplo:

1. Ley 11 de la Convención: Ordenó que el clero prestara juramento de sometimiento a las autoridades civiles; no podían ejercer cargos públicos; extinguió las comunidades existentes y se prohibió su establecimiento a futuro.

2. Ley 34 de 1863: En su artículo 12 agregó a lo antes citado: no será admitido en el país agente de la Curia Romana, sea cual fuere el titulo que se le dé o la misión que traiga a él.

Tampoco serán admitidos en el país, para el efecto de ejercer funciones religiosas, los Arzobispos, Obispos, Vicarios generales que no se naturales de los Estados Unidos de Colombia.

58

Constitución Política de Colombia, publicada por la Escuela Superior de Administración Pública,

tercera edición, 1992, página3. 59

Constitución Política de Colombia, publicación ibídem, página 5 60

Ibíd., página 14

Todo lo anterior y otras muchas cuestiones complementarias dieron lugar a profundas pugnas,

divisiones y odios que, al lado de los acaeceres políticos, coadyuvaron al fanatismo de las guerras civiles…”61

Más adelante, en desarrollo de la anterior exposición, el profesor Eduardo Umaña Luna, presenta:

“1.1.2 El Código Civil (Napoleón – Bello). Tengo a mi examen una pulcra edición del Código Civil. En el estilo literario que hizo que Henri

Beyle Stendhal, el gran escritor francés, estimara que para dominar una prosa concisa, elegante y exacta, debería leerse – como él lo hizo – un artículo diario de la obra maestra de la burguesía en la versión original del Código de Napoleón (1804).

Son 2.684 artículos, con numerosas modificaciones accesorias pero que no desvirtúan el

verdadero origen de tan extensa y variada legislación civil. Esta amplia y discriminada disposición contrasta con la ausencia de toda normatividad

constitucional para la relación Estado – Familia. La Constitución de 1991, en verdad –como se ha anotado- creó la relación Estado-Familia:

Primando el Derecho Público, (Es lógico que, en cuanto no se oponga a los mandatos constitucionales, continuará rigiendo el Código Civil y sus variadas formas). ¿Dónde se encuentra la raíz filosófica y política del Código Civil (traducción del Código de Napoleón, en la interpretación escolástica de Andrés Bello)?.

En la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano- base de la triunfante Revolución Francesa (1789) que, tan permanente y profundamente, ha influido en la estructura político-jurídica de Colombia (desde 1810 y hasta la fecha). Sólo en 1991, con la introducción

constitucional del contenido de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la nación da un cambio profundo, sobre el nuevo régimen de familia, con todas sus consecuencias para buscar la familia integrada…”62 Estamos pues ante una opción, en nuestra opinión válida, de una interpretación del itinerario

que ha seguido la evolución de la legislación colombiana en torno a la noción de familia y, colateralmente, de su incidencia en los derechos de las mujeres, los niños y las niñas.

Es algo así como entender una dinámica a partir de la cual se ha ido tejiendo y construyendo la posibilidad efectiva de la intervención estatal; por la vía de una confrontación profunda entre opciones políticas y religiosas; a partir de la inserción de conceptos jurídicos provenientes de la

legislación de algunos países europeos, particularmente del derecho romano y el francés posterior a la Revolución Francesa. Esto implica, entre otras cosas, la asunción de puntos de quiebre y/o ruptura con la tradición vigente en América Latina (particularmente en

Hispanoamérica) en lo que respecta a la los condicionantes religiosos y políticos impuestos por los españoles.

Al respecto, veamos lo que dice el profesor Umaña Luna en el texto referido y citando, a su vez, al profesor Sandro Schipani:

“..El Profesor Sandro Schipani en referencia al Código Civil, expone:

„A. En el momento histórico es que la codificación del derecho expresó la voluntad de consolidar la independencia, como una forma de expresión del principio romano de suis ligibus uti, el

61

Umaña L., Eduardo. “Estado – Familia”, publicado por la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y

Sociales de la Universidad Nacional de Colombia. Segunda edición, 1997, pp. 58-59 62

Ibid, página 59.

Código Civil de Andrés Bello contribuyó de modo determinante a realizar la definitiva e

irreversible transfusión (Empleó la categoría propuesta para la Argentina por A.D. faz Bialet) del derecho romano (sobretodo en su tradición ibérica, pero con una apertura a la totalidad del derecho común europeo) en América Latina, determinando en ella un nuevo centro de

elaboración autónomo, del derecho romano. Ese código es un código que creo poder calificar como de la transfusión del derecho romano y de la independencia´…”63

Para terminar, en lo que concierne a esta breve reseña histórica, consideramos conveniente acotar lo relacionado con la Constitución Politica de 1886; en lo que tiene que ver con los referentes jurídicos, políticos y religiosos al momento de definir una opción de interpretación y

desarrollo del concepto de familia y el rol del Estado. Siguiendo con el texto del profesor Eduardo Umaña Luna, encontramos:

“..1.1.3 La Constitución de 1886 y los Concordatos de 1887 y de 1973 En la incidencia sobre el régimen de la familia ¿qué dispuso realmente la Constitución de 1886?

Dos aspectos básicos: 1. Preámbulo: ´En nombre de Dios, fuente de toda autoridad…´

2. Título IV ´De las relaciones entre la Iglesia y el Estado. ´

´Sumario: Derechos generales de la Iglesia. Incompatibilidad de funciones eclesiásticas y civiles. Exenciones. Autorizaciones al Gobierno para celebrar convenios con la Santa Sede´ El 21 de octubre de 1888 se promulgó la Ley 35, que aprobó el Concordato de 1887 que, en lo

fundamental, ordenó: Se reconoció a la Iglesia, potestad de independencia de la potestad civil (artículo 2º. ); se reconoció a la Iglesia Personería Jurídica (art. 4º ); se le reconoció a la iglesia el derecho a adquirir bienes, (art. 5º ); se eximió del pago de gravámenes a las iglesias, csas curales y seminarios, (Art. 6º ); se le concedió el derecho de fundar comunidades religiosas sin limitación alguna (Art. 10º ); se le autorizó la inspección de la enseñanza de todos los niveles y la revisión de los textos, (Art. 13º ); se le confirmó la capacidad de vetar a los profesores en los casos que lo considerara pertinente, (Art. 14º ); a la jurisdicción eclesiástica se le atribuyó la competencia exclusiva de los juicios de nulidad de matrimonio y separación de bienes, (Art.19º ); y el Estado se obligó a pagar del presupuesto nacional cuantiosas asignaciones (Arts.22,23,25,26, etc.)..”64 Nota: el profesor Umaña Luna, cita en este aparte de su texto al escrito realizado por Carlos Neissa (Clero y Cultura), publicado en Bogotá en 1996.

En el mismo texto que hemos venido siguiendo, el profesor Eduardo Umaña Luna, hace referencia al hecho siguiente: En el Plebiscito realizado en 1957, se incluyeron los conceptos básicos antes citados. De tal manera que estos quedaron consignados como parte constitutiva

de la aprobación efectuada por los ciudadanos y, con las limitaciones propias en virtud a que había sido de muy reciente aprobación el derecho al voto de las mujeres, las ciudadanas que concurrieron a votar este Plebiscito.

Queda claro, entonces, que sólo mediante la Constitución Política de 1991, se inaugura un verdadero tránsito hacia un nuevo concepto de familia, y hacia los derechos de las mujeres, los

niños y las niñas; así como también a un rol del Estado en el que éste no está (..si se cumple el mandato constitucional) influenciado por la Iglesia Católica, ni orientado por sus conceptos y

valores relacionados con la familial

63

Ibid, página 62 64

Ibid, página 64

2. Planteamiento del problema. La Constitución Política, en su artículo 43, consagra la igualdad de derechos para hombres y mujeres. En términos taxativos expresa:”La mujer y el hombre tienen iguales derechos y oportunidades. La mujer no podrá ser sometida a ninguna clase de discriminación. Durante el embarazo y después del parto gozará de especial asistencia y protección del Estado, y recibirá de éste subsidio alimentario si entonces estuviera desempleada o desamparada. El Estado apoyará de manera especial a la mujer cabeza de familia”

65

Además, el artículo 42, define los derechos de los y las integrantes de la familia; como extensión y aplicación del concepto de equidad e igualdad. Veamos: Articulo 42: “La familia es el núcleo fundamental de la sociedad. Se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla........... Las relaciones familiares se basan en la igualdad de derechos y deberes de la pareja y en el respeto recíproco entre sus integrantes. Cualquier forma de violencia en la familia se considera destructiva de su armonía y unidad, y será sancionada conforme a la ley…”

66

Estos preceptos constitucionales, han sido desarrollados y reglamentados a través de normas de aplicación nacional y regional. Casos como la Ley de Cuotas, la Ley 599 de 2000 y la Ley de 2004; además de algunas reglamentaciones para el caso de Bogotá Distrito Capital; constituyen elementos de referencia al momento de presentar los avances normativos en este sentido. Sin embargo, a pesar de contar con estos referentes normativos, se mantienen actitudes y posiciones que vulneran la libertad de las mujeres. En lo cotidiano, continúan atadas a expresiones que traducen sumisión. Tal parece que pueden más los acumulados éticos, morales y políticos tradicionales. En otras palabras, expresiones culturales en las cuales la noción de familia tradicional, remite a entender a las mujeres como sujetos vinculadas a las decisiones de los hombres. 3. Estructura del problema. En el contexto descrito en el numeral 2, queda claro que se configura una dicotomía entre los avances normativos en lo que respecta a los derechos de las mujeres y las prácticas cotidianas al interior de las familias y en el entorno inmediato exterior. Por lo tanto, cabe la necesidad de formular los siguientes interrogantes. ¿Porqué, entonces, persiste en la práctica una noción de familia anclada en las condiciones de domino que ejerce el hombre sobre la mujer? ¿Porqué las mujeres, se constituyen en uno de los sujetos más vulnerables; en el contexto de la violencia intrafamiliar. ¿Es un asunto relacionado con la herencia cultural, a partir de la opción propuesta por la sociedad tradicional machista; centrada en valores morales, religiosos y de hecho; en donde tiene cabida la sumisión de las mujeres como condición natural?

65

Constitución Politica de Colombia de 1991, ESAP – Centro de Publicaciones, Tercera edición

diciembre 1992, página 14. 66

Ibíd.., página 13

¿La normatividad, por si sola, no es garantía para reivindicar en la práctica los derechos de las mujeres; particularmente los relacionados con la igualdad y la equidad? Para nosotras, entonces, se erige como reto una indagación; en la perspectiva de encontrar elementos que permitan dilucidar estas inquietudes. 4. Definición del problema Planteados algunos interrogantes, es pertinente señalar aquel que nos permite centrar las características de la indagación. Porque se trata, en la perspectiva de nuestro estudio, trascender la sola formulación y/o identificación del problema. Visto así, entonces, nos proponemos trabajar por la dilucidación del soporte conceptual de aquellas prácticas cotidianas que profundizan la sumisión y el dominio ejercido por los hombres y las familias sobre las mujeres, por cuanto se trastoca los objetivos de la norma constitucional y su reglamentación a nivel nacional y regional. Particularmente, si tenemos en cuenta los avances logrados en el diseño de programas en el Distritito Capital, dirigidos a las mujeres. Programas fundamentados en el reconocimiento de sus derechos y en su promoción. Según nuestra visión, en consecuencia, se debe trascender el conocimiento e identificación inmediatos del problema, realizados en las Comisarías de Familia; para proponer un seguimiento en el cual se avance en la precisión del tipo de confrontación requerido; a partir de los instrumentos jurídicos existentes. Es de suponer, entonces, que esto nos debe remitir a proponer una combinación de tipificaciones jurídicas y de acciones prácticas asociadas a la reivindicación y respeto de los derechos de las mujeres, Siendo así, en consecuencia, consideramos válida una opción de interpretación a partir de este interrogante central: ¿Es un asunto relacionado con la herencia cultural, a partir de la opción propuesta por la sociedad tradicional machista; centrada en valores morales, religiosos y de hecho; en donde tiene cabida la sumisión de las mujeres como condición natural? 5. Objetivo general Identificar y evaluar el tipo de valores políticos, religiosos y jurídicos que han incidido en la consolidación de la condiciones de discriminación y sometimiento para las mujeres. 5.1 Objetivos específicos: A. Efectuar un recorrido teórico en términos del significado que ha tenido en Colombia el acumulado de valores culturales, religiosos, éticos y políticos; al momento de consolidar un marco conceptual acerca de la familia y, particularmente, del rol de las mujeres en ella. B. Realizar un seguimiento en donde se haga evidente la contradicción entre esa herencia en valores y la reivindicación de los derechos de las mujeres; con sus implicaciones prácticas vinculadas a la normatividad que los soporta; así como al desarrollo político, jurídico y económico. En términos de su delimitación, lo expresamos así: C. Compilar y analizar las normas reglamentarias de los preceptos constituciones, relacionados con el concepto de familia y con los derechos de las mujeres, a partir de 1991. D. Presentar, de manera sucinta pero precisa, un ejercicio teórico que permita contextualizar la situación relacionada con la violencia intrafamiliar; de tal manera que pueda construirse un referente ajustado a conceptos sociales, filosóficos y políticos. E. Indagar las experiencias en lo que respecta al conocimiento y tratamiento del problema a nivel internacional, por parte de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, particularmente en América Latina.

F. Propiciar algunos elementos de reflexión, más allá de la simple descripción de los hechos. 6. Justificación. Ya, desde el mismo momento de presentar la inquietud, quedó prefigurada. Además de los antecedentes relacionados con estudios anteriores que nos muestran un itinerario tortuoso para las mujeres, en el proceso de su consolidación como personas individuales, autónomas y diferenciadas con respecto a los hombres; tanto nivel universal, como también para el caso de América hispánica y pre-hispánica. En el caso de nuestro País, las repercusiones de ese proceso, se han manifestado a lo largo de nuestra historia. Ha sido una dicotomía continua entre las aspiraciones de libertad por parte de las mujeres y la presencia de valores e instituciones que restringen esas aspiraciones. Para nosotras, insistimos en esto, constituye un reto la indagación que nos permita dilucidar la contradicción que, aún en este tiempo se mantiene. A pesar de los avances normativos en términos de derechos para las mujeres; a pesar de las modificaciones objetivas relacionadas con los desarrollos políticos y económicos; lo cierto es que se mantienen condiciones de vulnerabilidad para las mujeres. Seguimos siendo víctimas de maltrato y de sometimiento. Prueba de lo anterior, a manera de ejemplo, está constituida por lo siguiente: En una muestra constituida por 1.138 mujeres; se infieren datos así: DATOS DE VIOLENCIA CONTRA MUJERES. El 29.4% han sido acusadas de infidelidad por parte de su esposo y/o compañero Al 31.4% se le impide el contacto con amigos (as), por parte de su esposo y/o compañero. Al 22.3% se les limita el contacto con la familia, por parte de su esposo y/o compañero. Al 47% se les controla su paradero, por parte de su esposo y/ compañero. Al 23.9% se les controla el manejo de su dinero, por parte de su esposo y/o compañero. El 28% son ignoradas, por parte de sus esposos y/o compañeros El 18% no son consultadas en la toma de decisiones, por parte de sus esposos y/o compañeros. El 65% perciben el control por parte de sus esposos y/o compañeros. El 37.4% ha sufrido amenazas de abandono., por parte de sus esposos y/o compañeros El 24% ha sufrido amenazas para quitarle los (as) hijos (as), por parte de sus esposos y/o compañeros. El 18% ha sufrido amenazas de quitarle apoyo económico, por parte de sus esposos y/o compañeros. El 39.5% han sido empujadas, zarandeadas y golpeadas con la mano, por parte de sus esposos y/o compañeros. El 14%.9% han sido pisoteadas y arrastradas, por parte de sus esposos y/o compañeros. El 10% han sufrido intentos de estrangulamiento, por parte de sus esposos y/o compañeros. Este soporte estadístico, constituye un insumo de importancia; habida cuenta de nuestras pretensiones en términos del alcance y repercusiones de nuestro estudio. Para nosotras, desde nuestra opción profesional, es evidente la trascendencia que puede adquirir. Fundamentalmente, porque puede permitir la identificación de aquellos valores éticos y políticos y, en general, de aquellos patrones culturales que acompañan y soportan el comportamiento de los hombres y las familias; como vulneradores y de los derechos de las mujeres. Es posible, a partir de ahí, proponer el diseño de modificaciones en determinadas políticas sociales a nivel nacional y/o local.

MI EXPERIENCIA PEDAGÓGICA

Nota: lo que sigue es un escrito como sumatoria de asesorías y actividades realizadas; en el proceso de mi gestión como maestro. Muchas de las recopilaciones aparecen en desorden;

tanto cronológico como temático. E inclusive, algunos conceptos y temas se repiten a lo largo

del documento. Aunque, en principio quise efectuar correcciones en ese sentido; al final decidí dejarlos como estaban ori9ginalmente. Porque, en estricto, ahí en ese desorden, estoy graficado…y me gusta ser así.

A manera de justificación. La decisión de escribir acerca de este tema, proviene desde hace diez años. Pero, a decir verdad, lo maduré lentamente. Como vertiendo a gotas, en mi memoria, hechos y acciones

vinculados con el proceso que me ha acompañado durante casi toda mi vida.. Porque ha sido así. Desde mi posición iconoclasta, respecto a la academia, o a la Escuela en general; fui tejiendo una urdimbre compleja. Al lado de mi decisión de romper con la metodología

empleada, de manera ortodoxa, por maestros y maestras, como aplicación de modelos autoritarios y recortados de visual; fui construyendo de manera empírica mi propia versión de la

pedagogía. Apenas obvio que eran unos trazos simples. Como eso, por ejemplo, de ensayar una opción

primaria de la autodidáctica. Tanto como aplicar una sucesión de conocimientos a la construcción de una propuesta para mí, en principio.

Pero luego se fue decantando. Promoviendo matices un poco más estructurados, en razón a que empecé a realizar lecturas relacionadas con experiencias y/o asimiladas a estas. Por ejemplo, algunos acercamientos a José Martí, a través de El siglo de oro. Pero también con

lecturas de Paulo Freire. La lectura de Gabriela Mistral, me permitió el acceso a un horizonte pleno de expresiones de ternura, para referirse a los niños y a las niñas y por esa vía a una opción magisterial. Coincidía con mi vinculación a algunas organizaciones religiosas laicas.

Destaco, por su importancia en mi transformación conceptual, la JOC (Juventud Obrera Católica). Desde allí incursioné en procesos educativos a nivel barrial. Recuerdo, a manera de ejemplo, mi inserción en programas de alfabetización para niños, niñas y adultos (as) en los

barrios Caribe, Santander, San José la Cima, Castilla –La Unión (Medellin) y París (municipio de Bello, Antioquia). Con un hilo conductor: efectuar un recorrido que permitiera informar acerca

del nexo entre pedagogía, territorio, historia, lucha de clases. En este último enfoque, influyó bastante mi lectura del texto de Aníbal Ponce, “Educación y lucha de clases”. También, en términos de praxis universalista, estuve vinculado a proyectos educativos voluntarios ad-

honorem, en las comisarías de Vaupés y Guainía (hoy Departamentos, a partir de la Constitución Politica de 1991). Estas experiencias me imprimieron de manera especial. Territoios considerados por otros y otras como inhóspitos, fueron para mi escenarios de gratas

vivencias que fortalecieron mi convicción, en el sentido de compromiso en las luchas y el quehacer cotidiano de lo que yo llamo nuestra gente.

Entonces, aparecía un universo conceptual. Un tanto confuso en comienzo; pero que fue derivando en posiciones de mucha más sustentación teórica y de compromiso. A partir de allí, se fueron diluyendo aquellas expresiones contestatarias y, hasta cierto punto, panfletarias.

Queda claro que no asumo ninguna posición de arrepentimiento. Más bien asumo ese pasado como una condición necesaria para dilucidar muchas dudas y, asimismo, reforzar mi compromiso con la lucha por la libertad.

Visto, desde este punto al cual he llegado. Casi como cerrando mi ciclo como sujeto actuante; consideré conveniente intentar una reflexión de fondo, soportada en mis vivencias y en el

conocimiento aprendido y aplicado.

1. A manera de Marco conceptual. 1.1 De los soportes casuísticos

Considero pertinente, en principio, hacer referencia a la propuesta de reflexión, a partir de una

de las expresiones del concepto de Edgar Morin en torno a la educación. Desde mi interpretación, veo la necesidad de contextualizar cualquier propuesta referencial. En el caso concreto de Morin, se trata de convocar su entendido de educación, a partir de toda la

construcción teórica relacionada con su opción teórica denominada “El Pensamiento Complejo”. Desde mi interpretación, Morin, pretende presentar su opción teórica como la interacción de

agregados conceptuales relacionados con diferentes áreas del conocimiento. La aparente complejidad dialéctica que subyace esta propuesta se convierte, conocido el desarrollo de la misma, en una simple sumatoria de conceptos. Es una figura cercana a la opción que ofrece el

concepto de globalización del saber. De por sí esto no tiene nada que ver con los procesos de enseñanza-aprendizaje. Aquí, la noción de pedagogía se infiere como simple instrumento o aplicativo de expresiones ya ensayadas por otros autores.

Por lo tanto, entonces, remitir el enfoque pedagógico inmerso en el modelo educativo vigente

en nuestro país la noción de complejidad sustentada por Morin; no es otra cosa que eludir el problema de fondo: ¿En verdad este modelo educativo, en el tiempo, responde a las necesidades de los y las estudiantes? Porque, los procesos educativos requieren de un análisis

soportado en variables relacionadas no solo con los momentos precisos de esos modelos; sino que requiere además de una bitácora que involucre el seguimiento y la cotejación. Esto es lo mismo que hablar de auto evaluación y la comparación con pares académicos, a nivel nacional

e internacional. Además, para el caso de nuestro País, el análisis no puede ni debe hacer abstracción de la crisis real que nos cruza; tanto en lo que hace referencia al significado que adquiere lo social; como también en relación con la estructura política y económica.

Siempre me he preguntado, no solo como usuario de la educación; sino como ciudadano: ¿La crisis originada en lo que se ha dado en llamar pérdida de valores, puede ser resuelta a partir

de simples exploraciones e interpretaciones en torno determinadas expresiones, cotejadas con referentes pre-instalados y/o heredados de la tradición moral y cultural?

En la intención de encontrar respuesta, he realizado indagaciones y confrontaciones teóricas y prácticas. Fundamentalmente en el ámbito de los procesos pedagógicos y su nexo con los

modelos impuestos desde las instancias de dirección Estatal y Gubernamental. Como corolario, he arriesgado algunos conceptos que he intentado desarrollar en los espacios en que me he desenvuelto.

Uno de ellos tiene que ver con el cuestionamiento de las aplicaciones pedagógicas realizadas, a partir de la expedición de la Ley 115 de 1994 y su cotejación con los avances alcanzados en la

Reforma Constitucional de 1991. Tanto en las instituciones públicas de educación; como en las empresas de educación privadas, se observa una constante: la reivindicación del rol autoritario del (la) maestro (a) y, como punto de comienzo para esto, de la Escuela como organización

institucional jerárquica. Esto explica, a manera de ejemplo, el desfase evidente entre el mandato Constitucional, retomado en cierta medida por la Ley 115 de 1994, que habla de la autonomía y el ejercicio libertario que debe soportar a los procesos educativos y las

aplicaciones efectivas que se concretan en los PEI; para el caso de la educación básica primaria, básica secundaria y media. Si se observa, en detalle, el contenido de los PEI, puede inferirse una opción pedagógica y metodológica que no supera la tradición escolar; en donde la

enseñanza se concibe como transmisión simple de saberes y el aprendizaje, como recepción pasiva de los mismos. Esto para no hablar, al menos en este escrito, de la vulneración constante del contenido y significado de la participación de los (as) estudiantes, los padres y las

madres de familia en el proceso. Así, por ejemplo, el concepto de comunidad educativa ha sido manipulado y distorsionado. Nuestro rol ha sido situado como participación formal para avalar

las directrices gubernamentales y de las autoridades académicas en los colegios públicos y privados.

En cada caso particular, no podemos hablar de excepción a la regla general. Para hablar de períodos concretos, al menos en lo que respecta al tiempo que he ejercido como usuario y como activo maestro de oficio; no he conocido ningún momento en el cual la Dirección de la

Escuela haya aceptado una reflexión plural y participativa en torno al modelo educativo. Ha

predominado, en términos absolutos, la opción unilateral y sutilmente autoritaria liderada por las diferentes instancias de dirección. ..Y no se podría endilgar irresponsabilidad y falta de conocimiento y coherencia, por parte de quienes hemos presentado alternativas y variantes en

relación con el modelo pedagógico y educativo. Quiero ilustrar esto último con algunos ejemplos. Veamos:

-En relación con el contenido del PEI en lo que respecta a áreas como sociales y humanidades; en diferentes momentos (periodos) he propuesto, a partir de una reflexión en torno a esos

contenidos, modificaciones tendientes a posicionar a los y las estudiantes en temas generales y particulares de reflexión y contextualización; a partir de la situación concreta que recorre a nuestro País y, en general, a América Latina. Uno de esos temas tiene relación con la

identificación de las diferentes tipologías utilizadas para analizar designar el entendido de conflicto social y las alternativas para asumirlos. Esto en reemplazo de la opción irrelevante y

desfasada de un entendido asimilado a la fórmula solución de conflictos. Otro tema propuesto, tiene que ver con la educación religiosa, inclusive desde una perspectiva general entendida como ética. Queda claro, en este sentido, que los PEI en los colegios (inclusive antes de la

regresión impuesta por la iniciativa de origen gubernamental en unidad con la Jerarquía Eclesial Católica) ha incluido una opción monoteísta cristiana. La propuesta presentada, suponía una modificación de esta opción, por una más universal y centrada en el conocimiento de

alternativas: Historia de las Religiones; a partir de la cual los y las estudiantes puedan asumir con plena libertad la crítica y, potencialmente, una definición en torno a valores morales y éticos.

Para las áreas de matemáticas y ciencias naturales; en lugar de las opciones estrictamente operativas y/o interpretativas lineales; se presentaron alternativas relacionadas con la

investigación y la lógica matemática. De tal manera que, los (as) maestros (as) desarrollaran una interacción y una didáctica soportada en una visión que en lugar de acumular fórmulas y definiciones; convocaran a los y a las estudiantes al análisis y a la compresión de esos

procesos.

En lo que respecta al ciclo 10 y 11, particularmente en lo relacionado con las líneas de profundización; se propuso una modificación conceptual y práctica. Se trata de convertir la metodología que soporta a las opciones de profundización. En reemplazo de lo propuesto en el

PEI; se implantarían para los grados 10 y 11, seminarios de investigación en las áreas previamente definidas por los y las estudiantes. Estos seminarios serían guiadas por tutores (as) especializados en las áreas del conocimiento escogidas por ellos y ellas. Al terminar el

grado 11, en cada línea de profundización, se valoraría el resultado a partir de trabajos escritos sustentados con el compromiso de cada tutor (a).

Como insumo de conocimiento particular en torno a la equidad de género; se propuso la implementación de un tema (susceptible de ser valorado como cualquier otro relacionado con las áreas del conocimiento tradicionales) denominado: Género y Sociedad. Esta línea, para

quienes ejercen como conductores de procesos educativos, permite incentivar, desde la básica primaria, básica secundaria y media; una real y efectiva opción de aproximación a la noción de género, políticas y desarrollo. Algo así como entender que la inequidad de género, no se elimina

a partir de simples discursos generales en los cuales se supone la homogeneidad como opción única.

Asumo que, en este punto de mi escrito, se ha podido inferir que no comparto la metodología utilizada por las autoridades educativas, para enfrentar las dificultades académicas

diagnosticadas. No se trata, desde mi interpretación, de buscar correctivos de superficie. Los problemas se seguirán presentando, siempre y cuando no se tracen correctivos a partir de una reflexión de fondo en torno al actual modelo educativo desarrollado por los colegios.

1.2 De lo que significa el contexto político, social y económico.

En comienzo asumo un dilema en cuanto a la etimología, significación y alcances de las expresiones “globalización” y “contextualización”. Ello no solo en lo que refiere a las implementaciones vigentes en lo que corresponde a política económico. También (…y este es el

caso) en lo que compromete a la aplicación y desarrollo del conocimiento. Tanto en lo que hace referencia a su organización, estructura y transferencia por la vía escolarizada; como también en lo que se infiere a partir de su utilización y “libre” tránsito. Como reivindicación libertaria, sin

ataduras. O como la expresión sesgada, con la yunta que ocasiona el direccionamiento político y económico.

Tal vez, en lo conceptual, se ha erigido como fundamento predominante, la noción que implica a los esquemas sociológicos y de teoría económica ortodoxa. Esto en lo que tiene que ver con el análisis tendencial y efectivo que compromete al desarrollo; incluido lo cultural como

instrumento que se supone inherente a las hipótesis y variables utilizados. En mi opinión esto explica la asunción de posiciones que conllevan a esquemas teóricos y prácticos que originan

confusión y construyen condiciones de periferia para los países que no han logrado alcanzar ciertos niveles de acumulación. Un tanto retrotraer estadios en la historia, el rol del capital y sus usufructuarios, así como el que les corresponde a quines actúan en marginalidad. Es el caso, a

manera de ejemplo, de las derivaciones que han acompañado a los períodos históricos concretos. Algo así como entender las implicaciones del dominio colonial, neocolonial y las imposiciones propias de las naciones que (…tal vez por esto mismo) han alcanzado niveles

amplios de acumulación y de desarrollo tecnológico y científico. Hablo, entonces, de la segregación motivada por las condiciones descritas; de tal manera que se han profundizado hasta alcanzar, en el actual período histórico, expresiones tan onerosas, como que han

consolidado riquezas y controles en el otrora “Occidente” (Europa y Estados Unidos) con incidencias en algunos países asiáticos (Japón, Corea del Sur e, inclusive, China), al lado de la pobreza generalizada en países de Asia, África y América Latina y el oriente de Europa.

Se configura, así, un cuadro conceptual y práctico complejo; en el cual se exhiben consecuencias que obligan al manejo de insumos como imposición a partir de esas mismas

condiciones de segregación. El Planeta se homogeniza en razón a que se le imprime un hilo conductor centrado en las exigencias y los perfiles originados en el centro-poder. Este mismo,

de por sí, es otorgado por el poder adquirido. Es una figura que pretende el equilibrio a partir de su proyecto de vida y sus perspectivas. Es obvio, de todas maneras, que las contradicciones actúan como instrumento tendencial hacia rupturas, con implicaciones de desestabilización de

ese “ordenamiento cultural, político y económico”. Es ahí en donde emergen posibilidades de confrontar la ortodoxia que se reivindica como referente.

Es, en el escenario antes descrito, en el cual se desenvuelve el modelo que promueve y convoca a “globalizar” (¿….o contextualizar?) todos los territorios físicos, la espiritualidad, el conocimiento, la ciencia. El horizonte posible pretende estar construido solo por el poder y el

control asi definido e impuesto. Es algo parecido a lo que Pavlov describía (en biología), como incidencias y/o colaterales de un organismo que se hace predominante, es decir se replica y/o refleja. En la sociología marxista, es aquello que se describe así:…lo predominante (…como

modo de producción) deriva en el dominio político e ideológico por parte de quienes poseen y controlan los medios de producción.

En lo metodológico asumo que el acervo documental, me sitúa en la posibilidad de inferir algunas propuestas. Pero, al mismo tiempo, efectúo distanciamiento con respecto a premisas y reiteraciones que, en mi opinión, no permiten concreciones precisas hacia el logro de metas y

perspectivas adecuadas. A manera de ejemplo: Cuando el comité de trabajo del Banco Mundial, analiza el rol que le compete a los estados, en el proceso de control, direccionamiento y

financiación de la educación pública; insinúa posibilidades en nexo con la mixtura propia de procesos en los cuales interviene la empresa privada, por la vía de otorgar aportes y/o propiciar interacciones en lo que respecta a la investigación como ejercicio de doble vía. Es decir como

necesidad imperativa para alcanzar estadios de desarrollo y acumulado tecnológico. De otro lado, como generador de recursos financieros; a partir de una figura asimilada a la venta de servicios.

Interpreto la posición exhibida , en los documentos referidos, como una dicotomía que convoca, tendencialmente, a construir un equilibrio en el cual actúan, como variables, tanto el concepto de autonomía, como la intervención estatal; así como el rol del capital. Es evidente, a partir de

ahí, que se propone una lectura en términos de determinismo económico; en cuanto que la variable de la educación superior se cruza con las necesidades y exigencias del desarrollo tecnológico y científico, hacia fortalecer los procesos productivos; en el entendido globalizante

que promueve el modo de producción que predomina; con las todas las derivaciones en lo político y en lo cultural. Es un tanto proponer la interpretación de la Escuela como superestructura (…en el lenguaje de Gramsci y Lukacs), en la cual actúan sujetos

heterogéneos, pero imprimidos por un centro originado en el control estatal. El cual, a su vez, está influenciado, principalmente, por el modo de producción predominante. No es, lo mío, una reivindicación que algunos llaman “la obsolescencia del ideologismo marxista”. Es más, la

intención situar categorías sociológicas y económicas que no pueden abstraerse al momento de analizar los alcances y el sustento de las políticas dirigidas a fortalecer la educación superior (…

y, en general, de toda la Escuela). En la Declaración Final, la Conferencia sobre Educación Superior, realizada en La Habana

(1996), propone un escenario en el cual las limitaciones propias de los países periféricos, convocan a una interpretación en la cual, el conocimiento, no se transfiere por parte de los países-centro; concretando así un monopolio que permite entender la categoría “sociedad y

conocimiento” como una contextualización anclada en el dominio y el control. Así las cosas, entonces, la Conferencia asume un seguimiento asertivo, pero crítico, en la intención de señalar las debilidades principales y las fortalezas alcanzadas por los sistemas de educación superior en

América Latina. Aparecen, en consecuencia, aspectos como: la dispersión en lo que corresponde a los énfasis; el mercantilismo educativo que conduce a ofrecer programas que no alcanzan la pertinencia y la calidad requeridas.; el centrismo estatal que obnubila y distorsiona

la autonomía; los rezagos en infraestructura y recursos; el bajo perfil pedagógico de los maestros y las maestras; la ausencia de políticas de integración regional; la proliferación de instituciones públicas seccionales , al garete y sin posibilidades para ejercer como referentes

de calidad. Sin embargo, a pesar de las limitaciones obvias, se ha alcanzado logros en áreas tecnológicas y de las ciencias básicas. Ante todo en regiones con incidencia en la Amazonía; por

la vía de intercambios que permiten avances en la preservación de los recursos hídricos, de fauna y flora. Lo cierto es que, en términos generales, se observa una posición gubernamental tangencial en lo que respecta al compromiso con la investigación. Es como si la noción de

progreso estuviese cruzada por las simples réplicas de modelos primarios e inmediatos.

En uno de los documentos del Banco Mundial, de otra parte, se trabaja un aspecto que propone reflexión en lo que supone las prioridades en los sistemas educativos. Algo así como lo siguiente: ¿hasta que punto son válidas las estrategias que reivindican los énfasis en la

educación primaria y secundaria y, por lo mismo, que conducen a efectuar transferencias de recursos, sacrificando la inversión en la investigación y, en general, en la educación superior? Esta interrogación supone alcances de mayor trascendencia; en la medida en que conduce a

plantear inquietudes respecto a los planes de desarrollo y las perspectivas macroeconómicas gubernamentales. Es tanto como preguntar por el horizonte trazado y las implementaciones para alcanzarlo. Como la desarrollaré, más adelante, este tipo de comportamientos deben estar

en nexo como la integración regional y la asunción de políticas unificadas; a partir de la identificación de objetivos, y consensos en los sistemas educativos.

Otro de los aspectos que motivan la atención de mi parte, tiene relación con la cobertura y las iniciativas que la concretan. Considero, por ejemplo, que es pertinente profundizar sobre las

hipótesis del documento del Banco Mundial, a partir de ejemplos como los de la Universidad Nacional Autónoma de Méjico y la Universidad de Buenos Aires. Es lo siguiente: ¿hasta qué punto el crecimiento en cobertura, vulnera y limita los agregados de calidad necesarios, en los

sistemas de educación superior?

Como puede inferirse, mi postulado permite un hilo conductor en nexo con el entorno y las

políticas económicas que la subyacen (…ó subyugan); el entendido de sociedad del conocimiento, a partir de lo que se define como globalización; los ejercicios gubernamentales de planeación general y educativa y la noción de calidad y su relación con el progreso

tecnológico y científico. En lo que sigue, intentaré cumplir con el objetivo propuesto.

1.3 del cognoscente y la pedagogía Nota: lo que sigue es un relato acerca de un trabajo concreto en el cual se postuló una metodología para ejercer la condición de maestro o maestra.Y, el estudio está referido a niños y niñas con dificultades en el aprendizaje, se presentan insumos válidos para la educación a nivel general Es una trabajo de grado realizado con la profesora Martha Aydeé Flórez, para optar al título de maestría en educación especial, en la Universidad Pedagógica Nacional., en 2005. Realizada la presentación del proyecto, los (as) profesores (as) tutores (as), hicieron algunas recomendaciones en términos de la necesidad de profundizar y precisar acerca algunos de los

conceptos vinculados al mismo. El énfasis tiene que ver, fundamentalmente, con aquellos aspectos que, de alguna manera, inciden en el direccionamiento del trabajo hacia los objetivos específicos, a partir de insumos básicos como el contexto social, la noción de currículo, los

conceptos de lengua y lengua escrita; como términos de referencia para la precisión del concepto y aplicación de la lecto-escritura como proceso inherente a la enseñanza y al aprendizaje.

Además, los (as) tutores (as), hicieron notar la importancia que tiene el hecho de expresar y desarrollar el entendido de la enseñanza concreta relacionada con la escritura; así como de las

tecnologías utilizadas. Particularmente en lo que hace referencia los instrumentos hipermediales; como es el caso concreto del software que he estado aplicando en el trabajo con

el niño Luis. Por último, insisten los (as) tutores (as), en la necesidad de precisar acerca de los contenidos

específicos adaptados para la enseñanza a niños (as) autistas. Esto supone, asimismo, precisar el grado de dificultad que presenta el niño; definido a partir de la categorización científica originada en el conocimiento de la patología. A continuación, entonces, desarrollo los conceptos

requeridos.

1.4 Acerca del concepto: crítico-social. La noción de crítica social, está relacionada con el perfil que adquiere la actitud de los colectivos

sociales específicos y generales en torno a aquellas personas que enfrentan una determinada discapacidad. Particularmente tratándose de los niños y las niñas. A pesar de algunas manifestaciones formales en términos de aceptación y de interacción; las expresiones concretas

demuestran una tendencia a la asignación de roles, en los cuales los (as) discapacitados (as) son asumidos como una carga social. Esto remite a la asunción de la segregación sutil y abierta.

Además de lo anterior, las políticas públicas referidas a la implementación de acciones orientadas a la incentivación del desarrollo pleno de estos grupos de población; no expresan un

acatamiento asertivo y creativo de los postulados constitucionales y de algunas normas específicas que los desarrollan. A manera de ilustración, me permito citar el artículo 13 de la Constitución Política.

“Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna

discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión

política o filosófica. El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará las

medidas a favor de grupos discriminados o marginados. El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o

mental, se encuentren en circunstancias de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan.” 67

Ahora bien, en el caso específico de la educación, considero pertinente señalar las dificultades efectivas que inciden en el desarrollo de estrategias educativas y el diseño de programas y acciones, en la perspectiva alcanzar la integración de niños y niñas con afectaciones patológicas

que se traducen en limitaciones cognitivas diferencias, según sea la tipificación y características de esas afectaciones. Al respecto, vale la pena transcribir algunos conceptos expresados por las

profesoras Doris Adriana Ramírez Salazar, Luz Estella Giraldo López y el profesor Octavio Henao Álvarez; en su texto: Desarrollo de habilidades comunicativas en niños con síndrome de Down: “Auque en Colombia la ley general de educación (Ley 115 de 1994) y el Decreto 2082 de 1996 hacen imperativa la integración de los niños con necesidades educativas especiales al aula regular, el éxito de este proceso exige ciertos prerrequisitos en el desarrollo social e intelectual

de éstos. Los niños con síndrome de Down representan un grupo numeroso dentro de la población con necesidades educativas especiales. Las habilidades para la comunicación oral y escrita constituyen un área claramente deficitaria en estos niños, lo cual afecta su capacidad de

interactuar con el entorno e influye significativamente en su desarrollo cognitivo. Estas limitaciones comunicativas se convierten en una barrera que dificulta el proceso de integración social y escolar. Al mismo tiempo, existe un cierto vacío de estrategias didácticas que apoyen su

proceso de incorporación al aula regular y su permanencia en la misma. Tal situación hace evidente la necesidad de generar herramientas, entornos de aprendizaje y propuestas pedagógicas que estimulen la adquisición de una mejor competencia comunicativa reflejada en

destrezas para hablar, escuchar, leer y escribir…”68

De otra parte, con el énfasis que esto adquiere en la prácticas, los procesos educativos concretos se aplican en escenarios y contextos sociales en los cuales predomina una figura asociada a la interpretación coloquial que deriva en posiciones según las cuales, la interacción

entre niños (as) sin ninguna afectación patológica que los límite (..es decir, normales) y aquellos (as) niños (as) con patologías que los (as) limitan en su desarrollo cognitivo; puede dar lugar a cierta influencia negativa. Es una interpretación que reivindica la posible

transmisibilidad, a manera de vector psíquico. Por lo mismo, se asume una tendencia a desear (así sea de manera sutil) la separación en grupos diferenciados. De por sí, esto define y expresa la segregación, con diferentes matices y manifestaciones.

Visto así, entonces, mi experiencia se ubica en una perspectiva social en la cual aparece como referente fundamental la contextualización del caso específico (el niño autista); en razón a que

no se puede sustraer al significado que adquiere el trabajo pedagógico con niños y niñas en condiciones de dificultad originadas en una patologías (..o patologías) que los (as) condiciona para acceder a los proyectos educativos y para desarrollar de manera plena sus capacidades.

2. El currículo Ya, en la parte correspondiente del texto que habla del proyecto educativo y de los roles asumidos por los maestros y las maestras; he arriesgado una opción de interpretación. En

resumen, abordo la reflexión por una vía conceptual en la cual se hace énfasis y en algo así

67

Constitución Política de Colombia, publicación de la Escuela Superior de Administración Pública,

tercera edición, diciembre de 1992, página 5. 68

Henao Álvarez, O. y otras: “El desarrollo de habilidades comunicativas en niños con síndrome de

Down, editorial Universidad de Antioquia. Primera edición, marzo 2003, página xi.

como la posición dominante y/o condicionante, con respecto a los (as) receptores (as). Necesariamente, a partir de ahí, se deriva una interpretación asociada. Esta tiene que ver con el rol asignado al currículo. En lo que sigue, profundizo sobre este aspecto.

Desde el punto de vista pedagógico, el currículo ejerce como orientador, como guía y como aplicación de conceptos básicos vinculados con el proceso enseñanza-aprendizaje. Su contenido, para cada área académica, involucra referentes y objetivos construidos a partir de

un determinado modelo educativo. Este, a su vez, refleja la opción conceptual y práctica predominante en uno o varios periodos de tiempo. Es algo así como la institucionalización de unos referentes que definen las condiciones y los contenidos con los cuales los (as) receptores

(as) acceden al conocimiento, con la intermediación de los y las maestros (as). Otra cosa es el método implementado; por cuanto este puede concretar particularidades inherentes a la formación pedagógica con la cual se accede al desarrollo de los currículos. Además, en

aplicación de los currículos, cabe la figura que involucra los proyectos de aula y su nexo con aquellas situaciones en las cuales se asume y desarrolla el concepto de grado y las condiciones

en las cuales participan las diferentes comunidades que actúan como sujetos colectivos e individuales.

Veamos lo anterior, a partir del trabajo realizado por el Programa Red, en relación a las opciones metodológicas y la interacción de maestros y maestras en desarrollo de los proyectos educativos.

“..Los documentos oficiales en lo que se muestran los acuerdos de una comunidad académica en torno a, por ejemplo, aquello que ha de constituir el enfoque conceptual de una

determinada área de estudio (las ciencias naturales, las matemáticas, el lenguaje y la literatura...) son referentes orientadores para la actualización de los docentes, por parte de las entidades formadoras; tales documentos han de constituir el material fundamental para la

discusión y la apropiación de aquellas categorías nucleares y básicas, consideradas como las más pertinentes según sean los grados y los ciclos escolares. El reto de todo programa de formación o actualización de docentes debe ser entonces el de propiciar formas de

acercamiento a la construcción de dichas categorías, que no son más que las unidades conceptuales constitutivas de las gramáticas básicas de cada una de las disciplinas de

estudio...”69 En consecuencia, mientras el currículo, constituye el mapa temático derivado de un

determinado modelo educativo prevaleciente, el ejercicio inherente a su aplicación y desarrollo, constituye una sumatoria de elementos relacionados con la formación y los instrumentos pedagógicos; que conllevan a la concreción de proyectos de aula específicos.

2.1 La lecto-escritura.

Aquí me corresponde, en aplicación del hilo conductor conceptual que he venido desarrollando, retomar algunos de los aspectos expresados en el texto relacionado con el marco conceptual-teórico de este trabajo.

En términos prácticos, el proceso de enseñanza-aprendizaje, involucra diferentes momentos o períodos asociados al entendido de diferenciación de la comunidad escolar por grados; según el

nivel en el cual se interactúa, teniendo como eje y referente la transmisión y recepción del conocimiento.

Los niños y las niñas, en el proceso específico que les permite allegar las habilidades, destrezas e identificación de los roles y códigos para penetrar en el escenario de la cultura; van

definiendo y redefiniendo su inserción. El contacto con el universo de opciones derivadas de la utilización de esos códigos y roles; puede llegar a constituir un desdoblamiento, con respecto a

69

Varios autores, “Culturas y Escolaridad. Lenguaje y Matemáticas. Competencias y Proyectos de Aula.

Publicada por Plaza y Janes Editores, 1999; página 32.

sus autoconstrucciones mentales. Es decir, sus referentes pueden (...y de hecho son)

modificados, en virtud a ese descubrimiento. Por lo tanto, la labor de los maestros y las maestras, requiere de insumos teóricos,

conceptuales y prácticos, como prerrequisitos indispensables. Esto es lo que les permite identificar y entender la dinámica de las construcciones mentales de niños y niñas. Significa, en otras palabras, un proceso en el cual se produce una especie de apropiación de esos roles

específicos de niños y niñas; para poder elaborar proyectos soportados en la persuasión acerca de la necesidad de que ellos y ellas se interesen por la recepción y aplicación de esos códigos. Es tanto como persuadir a los niños y a las niñas de las bondades y la importancia de aprender

a comunicarse, utilizando los elementos que se les ofrece para hacerlo. Francois Lavartrese en su escrito La sombra del lenguaje (Ensayos sobre Wittgenstein), cita a

Wittgenstein, a propósito de la comunicación. Veamos:

“..La frase sólo tiene sentido en cuanto miembro de un sistema de lenguaje, como una expresión dentro de un cálculo. Ahora bien, sentimos la tentación de imaginar ese cálculo, por

así decirlo, como un fondo permanente de cada frase que expresamos, y a pensar que, aunque la frase tal como se pronuncia o se escribe sobre un trozo de papel se encuentra aislada, en el acto mental de pensar el cálculo está allí, formando un todo compacto. El acto mental parece

realizar de modo milagroso lo que no podría realizarse mediante ningún acto de manipulación de símbolos. Ahora bien, cuando se desvanece la tentación de pensar que en algún sentido el cálculo entero tiene que estar presente simultáneamente, ya no tiene objeto postular la

existencia de un tipo peculiar de acto mental que corra paralelo a nuestra expresión. Naturalmente, esto no significa que hayamos puesto de manifiesto que a las expresiones de nuestros pensamientos no les acompañan actos de conciencia peculiares. Lo único que ya no

afirmamos es que tengan que acompañarlos” (Los cuadernos azul y marrón, 72-73).70 La importancia de los códigos y los símbolos, en el proceso de leer y escribir, adquieren pues

una connotación vinculada a la definición de roles generales y específicos. Son estos roles, por lo tanto, los que definen una determinada manera de acceder al universo de seres y de cosas.

En los niños y las niñas, este proceso, requiere de una orientación; por cuanto adquiere la condición de ejercicio inducido que pretende trascender la comunicación primaria espontánea originada en su particular visión del mundo.

En este entendido, considero pertinente terminar con la opción propuesta por Piaget:

“..Existen, en primer lugar, los hechos de subordinación y las relaciones de coacción espiritual ejercida por el adulto sobre el niño. Con el lenguaje el niño descubre, en efecto, las insospechadas riquezas de un mundo de realidades superiores a él: sus padres y los adultos

que le rodean se le presentaban ya como seres grandes y fuertes, fuentes de actividades imprevistas y a menudo misteriosas, pero, ahora, estos mismos seres revelan sus pensamientos y sus voluntades y este nuevo universo empieza por imponerse con un brillo incomparable de

seducción y prestigio. Un yo ideal, tal como ha dicho Baldwin, es propuesto de esta forma al niño y los ejemplos provenientes de lo alto son otros tantos modelos que él intenta copiar o igualar. Particularmente se le dan órdenes y consignas y, tal como ha demostrado Bouvet, es el

respeto del pequeño por el grande lo que hace que las acepte y las crea obligatorias. Pero, incluso al margen de estos núcleos concretos de obediencia, también se desarrolla toda una sumisión inconciente, intelectual o afectiva, debida a la coacción espiritual ejercida por el

adulto...”71

70

Latraverse, Francois, obra citada. Editorial Universidad Nacional de Colombia, 1995, página 24. 71

Piaget, Jean “Seis estudios de psicología”. Editorial Labor S.A., 1994; página 31.

2.2 Lengua y lengua escrita. La comunicación, como necesidad inherente a los humanos, se ha desarrollado a partir de

formas originarias en las cuales predominaba la acción gestual. La oralidad, como capacidad para utilizar los sonidos que permiten la estructura anatómica, desemboca en la palabra como instrumento básico. La interacción colectiva y social, diferenciada en razón a la diversidad racial

y étnica. La transición hacia la escritura, supone la asunción de los signos que permiten expresar esas

palabras. Se concreta una interacción entre la oralidad y la utilización de los símbolos que adquieren significado en razón a su utilidad para transmitir y socializar.

Veámoslo, en términos de Sartre:

“..Se dirá que estas diversas tentativas de expresión suponen el lenguaje. No lo negaremos; diremos más: son el lenguaje, o, si se quiere, uno de sus modos fundamentales. Pues, si bien existen problemas psicológicos e históricos acerca de la existencia, el aprendizaje y la utilización

de tal o cual lengua particular, no hay ningún problema particular acerca de lo que se llama la invención del lenguaje. El lenguaje no es un fenómeno sobreañadido al ser-para-otro: es originariamente el ser-para otro, es decir, el hecho de que una subjetividad se experimente a sí

misma como objeto para el otro. En un universo de puros objetos, el lenguaje no podría ser inventado en ningún caso, ya que supone originariamente una relación con otro sujeto; y en la Inter subjetividad de los para-otro, no sería necesario inventarlo, pues estaría ya dado en el

reconocimiento del prójimo. Por el solo hecho de que, haga yo lo que fuere, mis actos libremente concebidos y ejecutados, mis proyectos hacia mis posibilidades, tienen afuera un sentido que me escapa y experimento, soy lenguaje. En este sentido-y solamente en éste-

Heidegger tiene razón al afirmar que soy lo que digo. Este lenguaje no es, en efecto, un instinto de la criatura humana constituida; tampoco es una invención de nuestra subjetividad; sin embargo, no hay tampoco que reducirlo al puro ser afuera de sí del Dasein. Forma parte de la

condición humana…”72

3 América Latina, Continente periférico.

La educación en América Latina, ahora parece ser un tema importante; ¿será que ha perdido el rumbo?

En América Latina nos cobijan los mismos conflictos políticos, sociales y económicos. En breve y simple, los orígenes de la educación, hace referencia a aspectos como, por ejemplo, ¿cómo hicieron nuestros antepasados, para desarrollar el conocimiento y realizar descubrimientos; que

nos permiten estar en este nivel de la evolución?. Desde mi particular enfoque, el desarrollo de la lengua hablada y la concreción de formas

escriturales; suponen supusieron un logro fundamental. Queda claro que no voy a efectuar un recorrido por todas las fases de la historia de la Humanidad. Pero si pretendo destacar aquellos aspectos que nos permiten situar una determinada perspectiva; de tal manera que pueda

establecer algunos elementos básicos en lo que respecta al significado que ha tenido la Escuela; entendida como sistematización de procesos culturales, hasta convertirlos en instrumentos organizados y secuenciales, por áreas del conocimiento. Esto es lo que defino como

implementación académica.

La sociedad no puede entenderse como un todo organizado. No es una estructura homogénea.. La cultura identifica y caracteriza a cada grupo humano y/o grupo social. Esto, en consecuencia, ejerce como aspecto de diferenciación. Todos los pueblos y los individuos tienen

72

Sartre, Jean Paul. “El ser y la nada”, editorial Altaza, 1993, página 397.

una manera de ver el mundo y de identificarse con él. Pero también, tienen una manera de

transformarlo. Así el punto de partida sean los mismos insumos que otorga la Naturaleza y que introducen lo que podríamos llamar pautas o áreas del conocimiento. Así entendido, entonces, la física y la química y las matemáticas y la filosofía y la antropología y la geología, etc., son

construcciones, categorizaciones que identifican esos insumos o áreas y permiten, por esto mismo, el desarrollo de esas áreas del conocimiento.

La prehistoria americana tuvo periodos culturales (Paleo indio; Arcaico, Formativo, Clásico y posclásico). Aunque no todos los grupos nativos tuvieron las mismas etapas en su desarrollo. Además, algunos se extinguieron y otros quedaron en el primero o segundo periodo cultural.

Ahora bien, la mayoría de nuestros nativos y nativas, tenía una cultura propia del Formativo, cuando llegaron los invasores, muy pocos grupos habían alcanzado el nivel Clásico y solamente

tres habían llegado a la época posclásica. Por lo tanto, dichos períodos, no tuvieron igual duración en todas las poblaciones; variaron según las condiciones geográficas en donde

vivieron. No me extenderé, como dije arriba en el seguimiento de los cinco periodos. Únicamente,

destacaré el período Posclásico; ya que a este estadio llegaron tres grupos sociales que formaron poderosas grupos sociales (…no me atreveré a designarlas como naciones, en razón a la complejidad de elementos que es necesario tener en cuenta para esta tipificación),

organizados, con gobiernos fuertes y, además, se lanzaron a la conquista de territorios vecinos. Las denominaré como tres culturas. Bienes diferentes entre sí. Pero tenían un soporte común,

en lo que respecta a la organización política. Basaban sus códigos o leyes en la religión. Ya fuese que rindieran culto al Sol, o a la Luna o a los animales, o al viento. Se gobernaba con mano dura. Algunas estaban organizadas de tal manera que, conociendo la diferenciación

propuesta por Leo Huberman, se podrían asimilar a lo que se conoce como sociedades feudales. No había escuelas (en términos de organización y desarrollo del conocimiento). El conocimiento se transmitía por la vía oral y en posición de parentela.

La Cultura Maya, desarrolló amplios conocimientos en astronomía, matemáticas y artes

plásticas. Crearon un sistema vigesimal de numeración. Inventaron un signo equivalente al cero. Fue el único pueblo americano que poseyó un verdadero tipo de escritura jeroglífica. Y, como casi todos los pueblos, fueron maestros en arquitectura e ingeniería. Todavía, hoy, no nos

explicamos como desarrollaron tales conocimientos aplicados en sus construcciones. La Cultura Azteca, más que en la anterior, la religión era el énfasis en el dominio. Regía sus

actividades económicas, su militarismo, su conocimiento y sus representaciones artísticas. Un tipo de organización feudal. Sobresalieron en arquitectura, escultura, cerámica, metalurgia y textilería.

La Cultura Inca (fue el único imperio organizado y centralizado en América Latina). Todas las actividades del individuo (hombre y mujer) estaban severamente controladas. El Estado cuidaba

de que todos tuviesen trabajo y se ocupaba del sostenimiento de los viejos e incapacitados. Para el control del imperio, construyeron una red de caminos de más de 4000 kilómetros que

unía el Cuzco con las principales ciudades. Por ellas se desplazaban los Chisques o corredores de relevo, que llevaban mensajes del emperador. La casta sacerdotal era numerosa y se encargaba de la educación de los nobles (…y es que ha sido una tradición. Tal parece que,

desde siempre, la educación ha sido para quienes poseen el poder. El resto…). Aún sin muchos adelantos, la industria textil se consideraba la mejor de la América Indígena.

No más con estas tres culturas, podemos observar algunos elementos que no han cambiado. Cuando aseveramos esto, es apenas obvio que se trata de una postulación referida a los

conceptos de educación y de división de clases, segmentos o sectores de la población. Esto traduce que, en este contexto, no tengo en consideración la modificación cultura, económica y política que se produjo después del ingreso de los invasores a nuestro territorio. Por ejemplo, el

hecho relacionado con la educación. Esta, siempre, ha estado dirigida a las élites y ha

constituido un instrumento de control y de dominación. Algo así como un privilegio y no un derecho. Los gobiernos se abrogan el derecho de decidir como debe ser la educación y a quienes, en últimas, debe beneficiar. Los avances científicos quedan al garete. La investigación

queda a merced de quienes controlan el presupuesto estatal. Si bien es cierto que, nuestros nativos, se transmitían los conocimientos adquiridos; sin mucha

disciplina, y en el entendido de su significación, relacionada con el control del conocimiento y, colateralmente, del poder.

Vale la pena otra precisión: las etapas de la civilización nativa, no fueron iguales a las de Europa, Asia y África. Las clasificaciones del paleolítico, neolítico, edad del bronces y del hierro; no son aplicables al estudio del desarrollo cultural de los (as) primitivos (as) americanos.

Porque, ni los materiales de trabajo empleados, ni las técnicas desarrolladas coincidieron con aquellas. Tampoco hubo coincidencia en el tiempo; ya que nuestras culturas comenzaron a

desarrollarse, cuando los del llamado Antiguo Continente, tenían milenios de preparación. En conjunto, después de muchos siglos de evolución, solamente pocos grupos humanos y

sociales alcanzaron un alto grado de desarrollo cultural. El lento desarrollo cultural de nuestros prehistóricos antepasados, comparado con el de Europa y Asia; se debió en gran parte al aislamiento geográfico de nuestra América.

4. Del derecho a la conservación de la vida. 4.1 Las condiciones de existencia.

Como he venido señalando, los y las sujetos existimos, en determinados contextos sociales, económicos y políticos. Cabe, aquí, asociar el concepto de existencia, a unas determinadas

condiciones heredadas, como expresión de la acumulación de saberes vinculados con el dominio de la naturaleza. La humanidad se ha reproducido, por la vía de ejercer la capacidad para apropiarse de elementos de diferenciación con respecto a otras especies animales. Todo,

en un contexto en el cual el conocimiento y sus aplicaciones específicas, han estado referenciados por posiciones relacionadas con la adopción de roles diferenciados. Es así como, a

manera de ejemplo, el ejercicio de la conservación permite inferir momentos y circunstancias específicas.

Queda, entonces, por precisar el significado de las condiciones en las cuales, la conservación de la vida, permite a cada sujeto, asumirse como beneficiario (a) de los avances científicos relacionados con esa conservación. Algo así como indagar por la noción básica acerca de ese

significado. Esto, en el entendido que ha habido periodos concretos en la historia de la humanidad, en los cuales la asimilación de ese concepto o noción básica, ha estado cruzada por la interpretación de determinadas pautas y normas. A su vez, esas pautas y normas han estado

asociadas a la noción de poder y de dominio. El problema, en consecuencia, es hilvanar una determinada tipología y/o o categorización en

términos del significado que adquiere el concepto de conservación de la vida. ¿Hasta qué punto, en ese proceso, esta (la conservación de la vida) tiene que estar vinculada con los contextos políticos, económicos y sociales?

La respuesta, está atada a los instrumentos conceptuales descritos arriba y que hacen referencia a las expresiones de dominación y de poder. Es tanto como entender que, la

apropiación del conocimiento, no ha sido un hecho colectivo absoluto. Por lo mismo, entonces, el usufructo del mismo ha estado reglamentado. Y esta reglamentación ha estado vinculada con

la evolución de las normas que regulan el quehacer social; a partir de entender una división entre el los y las sujetos colectivos e individuales y las instancias de poder y control, a través de la cesión voluntaria o forzada de sus derechos. Veamos esto último, en términos del concepto de Ley General o Constitución y del derecho a réplica (ver apartado 3.1: concepto de lo popular y confrontación del poder).

“…El derecho como fundamento de la constitución. Locke y Montesquieu.: Como la de Hobbes, la filosofía jurídica de Locke está conformada por la idea de una legislación positiva, resultado de las decisiones de la voluntad. Sin embargo, est legislación encaja en un derecho

constitucional al que se da una interpretación jurídica positiva haciendo que provenga de la voluntad del pueblo. El lugar de la soberanía está ocupado por un poder constituyente, como fuerza legitimadora en la cual se funda el orden constitucional.

John Locke (1632-1704) nos ha dado, en sus dos Treatises on Civil Goverment (1690), una descripción general de sus conceptos filosóficos básicos acerca del derecho. Reconoce la ley

natural, y hace de ella el punto de partida de sus consideraciones. Según él, su propósito principal es explicar los fundamentos y el sostenimiento de un orden jurídico. También prueba que el derecho del pueblo a establecer este orden jurídico es primordial, original e inalienable.

El pasaje decisivo dice así: „Pues todo hombre, o sociedad de hombres, que tenga el poder de entregar la conservación de su vida e intereses a la absoluta voluntad y arbitrario dominio de

otro (o, consecuentemente, los medio de hacerlo así), cuando quiera que alguien trate de sujetarlo a semejante esclavitud, tendrá siempre el derecho de preservar aquello de lo que no puede desprenderse, y de librarse de quienes invadan este derecho fundamental, sagrado e

inalienable de la propia conservación, para lo cual fue constituida la sociedad. Así, a este respecto puede decirse que la comunidad es siempre el supremo poder, pero no considerado como una forma de gobierno, ya que este poder del pueblo nunca podrá ejercerse hasta que el

gobierno sea disuelto…‟ (Capítulo CXLIX). En apoyo de todo orden político y legal, encontramos como genuina autoridad el derecho natural del hombre a conservarse a sí mismo – idea que, en cierto sentido, encontramos también en Hobbes – y a participar en la fundación y conformación

de un orden político que le satisfaga (en esto la oposición con Hobbes es innegable). Por tanto, el derecho a resistir se ha convertido en el derecho a la revolución. Pero es éste un derecho natural, que forma parte de la ley natural, y que sólo se ejerce cuando el orden existente se

está disolviendo. En este sentido, es importante aclarar que Locke considera la transformación tiránica del orden legal existente como el principio de ese proceso de disolución. Desde luego, jamás admitiría un derecho natural a dominar, basada en la conquista…”73

Entonces, en esta perspectiva, es pertinente enfatizar acerca de la noción de conservación de la

vida; como quiera que constituya un elemento fundamental en relación el entendido de derechos individuales y colectivos.

Es válido preguntarse, a manera de ejemplo, ¿le es dado a una sociedad organizada bajo unos referentes jurídicos determinados, definir las condiciones en que debe ejercerse (por parte de quienes actúan como súbditos) el derecho a la conservación de la vida?.

Desde un punto de vista instrumental-jurídico, pudría decirse que este es uno de los aspectos involucrados en la cesión que efectúan los y las sujetos individuales. Cesión que es fundamental

al momento de consolidar y concretar la noción de Estado. Es decir, la adscripción a un ordenamiento jurídico, supone transferir la interpretación y reglamentación de los derechos individuales y colectivos, a las instancias que ejercen el control y el poder político Ya, en esa

pérdida relativa de la autonomía., se configura el hecho de negarse a implementar una reglamentación individual propia; o lo que es lo mismo (en el caso de la conservación de la vida) a ejercer una interpretación de sus características y condiciones a partir de su propia

visión. Por esta vía, es dado entender la construcción de una figura institucional normativa que ejerza como “punto de equilibrio” (…o como media estadística – aritmética) al momento de interpretar, en términos cualitativos y cuantitativos, la noción o el concepto de conservación de

la vida, en determinadas condiciones. Se infiere, por esa misma vía, la necesidad de introducir un agregado fundamental: el concepto de dignidad en alusión a esas condiciones. Este

concepto, de dignidad, asociado a una opción ética. Esto, por cuanto, uno de los agregados culturales vinculado con el desarrollo de la sociedad, tiene que ver con un concepto en el cual

73

Friedrich, C.J., obra citada, páginas 154-156

subyace la noción de justeza asociada a la construcción de ese equilibrio que permite su

existencia. Es algo como entender que, independientemente de las condiciones de dominación e

imposición ejercidas por parte de quienes actúan como beneficiarios directos de las mismas, el proceso de confrontación inherente a la dinámica social, ha permitido validar determinadas reivindicaciones mínimas relacionadas con la conservación y/o subsistencia. Cabe precisar, en

razón al significado que atribuyo a estos términos, que los propongo como insumo conceptual vinculado con la salud; como expresión que trasciende la mera expectativa de estar vivo (a). Y como exigencia compulsiva individual, que define una aspiración fundamental de cada sujeto.

Pero también, de cada grupo social. Algo que se asume como intransferible. Y es, precisamente ahí, en esa connotación en donde se requiere dimensionar su alcance.

Como pulsión individual que acompaña a cada sujeto y que, por lo mismo que es ser social, se replica en quienes comparten con él o ella, un escenario territorial en el cual se realiza su

compromiso forzado a acatar unas determinadas normas que lo (la) sitúan como súbdito de la organización político-administrativa. Ya, en la trascripción textual anterior, ubiqué el elemento conceptual jurídico centrado en la figura constitucional, o norma básica que orienta y

condiciona el quehacer de los grupos sociales organizados en la figura estatal. 4.2 ¿Derecho fundamental vs. Pragmatismo político, social y jurídico?

Siendo así, entonces, es pertinente indagar por el grado de justeza que alcanza la norma, en cuanto tiene de recopilación de derechos y deberes. Es tanto como preguntar por el tipo de

equilibrio alcanzado. Si se trata de una construcción que postula y ejecuta el principio ético de la equidad. O, por el contrario, ejerce como simple expresión que matiza e instrumentaliza los derechos, como simples enunciados formales, más aún, como tendencia que involucra una

dicotomía entre el reconocimiento real efectivo de esos derechos y la incertidumbre asociada a la primacía de determinados intereses anclados en el rol que asumen los beneficiarios fundamentales de la organización político-administrativa.

En el caso particular del derecho a la salud (conservación de la vida en condiciones dignas),

conviene efectuar un recorrido en términos de interpretaciones y realizaciones. Veamos, por ejemplo, una expresión de la profesora Susana Chiarotti Boero (Facultad de Medicina Universidad Nacional de Rosario, Argentina), en su trabajo “El derecho humano a la salud”.

“…En primer lugar, debemos rastrear los intentos de definir que se entiende por salud. Una mirada sobre la legislación sanitaria y los textos académicos de los últimos cincuenta años,

permite identificar más de una veintena de definiciones, desde las más simples, como aquella que dice que salud es la ausencia de enfermedad ; hasta otras más generales y comprensivas como la que recoge el Preámbulo de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud,

que la define como un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de dolencia o enfermedad. …En cuanto a la salud como derecho humano, que suena como fórmula simple, es en realidad un dificultoso logro político.

En primer lugar, la salud, tiene la característica de ser, por un lado, un derecho fundamental en si mismo y, por el otro, ser condición habilitante para el ejercicio de otros derechos. En ningún otro derecho, como en la salud, se observa la interdependencia entre los derechos tan

claramente como en éste , ya que a la vez, la salud depende de otros derechos.

…No siempre la salud fue considerada un derecho. Un síntoma de las dificultades para consagrarlo como tal, lo da el hecho de que cuando hubo que plasmar en tratados obligatorios los derechos consagrados en la Declaración de los Derechos Humanos, se los dividió en dos

pactos: por un lado los derechos civiles y políticos, cuya obligatoriedad era inmediata y, por otro lado, los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (dentro de los cuales se encuentra la

salud) a los que el Estado debe proveer de manera progresiva, en la medida en que cuente con

los recursos necesarios.. …En Estados Unidos, país que ratificó sólo el Pacto de los Derechos Civiles y Políticos, pero no

ratificó el Pacto de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales; la salu8d no es considerada un derecho sino un servicio, al que se accede si se tiene los medios para ello. O sea, su disfrute queda librado a las posibilidades de cada ciudadano (a). En cambio en Latinoamérica, Canadá,

África, la mayoría de los países asiáticos y la Unión Europea, la salud es ahora, como en Argentina, un derecho…”74

La alusión referida nos permite ubicar una perspectiva, en el proceso de dilucidación, del entendido del derecho a la conservación (derecho a la salud). Ante todo, porque nos sitúa ante la noción de derecho fundamental, relativizado por el pragmatismo relacionado con los

intereses políticos y económicos de los beneficiarios fundamentales del Estado como organización político – administrativa, que ejerce como soporte del equilibrio de los grupos

sociales. Un entendido de amplio espectro. No sólo en términos de las condiciones en que se concretan las garantís efectivas; sino, ante todo, en términos de la tipificación de las mismas. Incluida la tendencia a instrumentalizar definiciones de la salud y su colateral el derecho a ella.

Con la precisión, inclusive, de lo traumático que ha sido el camino hacia el enunciado y consolidación del concepto de derecho.

En esa misma línea de análisis, conviene presentar apartes del trabajo escrito (para el caso colombiano y referido al artículo 49 de la Constitución Política) realizado por el profesor Juan Camilo López Medina (Investigador, Universidad de los Andes, Facultad de Derecho, Centro de

Investigaciones Socio jurídicas). “Los jueces de tutela lo definen (el derecho a la salud), en principio, como un derecho de

carácter programático o prestacional. Esto quiere decir que su concreción depende de las decisiones que tomen las autoridades encargadas de coordinar el funcionamiento del servicio público de la salud. En consecuencia, la noción del derecho, como tal, depende esencialmente

de aquello que el gobierno diga hace parte del sistema de atención. Los jueces, por su parte, deben ser respetuosos de la autonomía que tienen otras ramas del poder en la definición de

políticas públicas… … Los pronunciamientos de la Corte, durante los primeros años de su funcionamiento,

muestran con claridad la tensión que existe entre la definición de la salud como derecho programático y su reconocimiento como derecho fundamental (ver Sentencia T-484 de a992…”75

Precisamente, en virtud de la importancia que adquiere este tipo de manejo interpretativo y conceptual, en torno a los derechos de los súbditos; en contextos sociales, económicos,

políticos y territoriales específicos; es relevante transcribir algunos apartes de la Sentencia T - 484 de la Corte Constitucional en Colombia, citada por el profesor López.

“El derecho a la salud conforma, en su naturaleza jurídica, un conjunto de elementos que pueden agruparse en dos grandes bloques: El primero, que lo identifica como un predicado inmediato del derecho a la vida, de manera que atentar contra la salud de las personas equivale

a atentar contra su propia vida. Por estos aspectos, el derecho a la salud resulta un derecho fundamental.

El segundo bloque de elementos, sitúa el derecho a la salud con un carácter asistencial, ubicado en las referencias funcionales del denominado Estado Social de Derecho, en razón de que su

reconocimiento impone acciones concretas. La frontera entre el derecho a la salud como

74

Chiarotti, Susana “El Derecho Humano a la Salud”, 2001. Tomado de página Web

www.caipe.org.pe/rij/bases/doctrina 75

López M., Juan C., “El derecho a la salud”. Tomado de página Web

www.cijus.uniandes.edu.co/doc/derecho.

fundamental y como asistencial, es impreciso y, sobre todo, cambiante. Según las

circunstancias de cada caso. Pero, en principio, puede afirmarse que el derecho a la salud es fundamental cuando está relacionado con la protección a la vida. Los derechos fundamentales, solo conservan esta naturaleza, en su manifestación primaria, y pueden ser sujetos allí del

control de tutela.”76 En esta misma línea de interpretación, la Sentencia T – 571, en lo que hace a la cotejación

entre derechos fundamentales y la acción pragmática atribuible a la “decantación de los mismos”, por la vía de la opción gubernamental. Además de la amplitud conceptual vinculada con la denominación de conexidad; define lo siguiente:

“…Los derechos fundamentales por conexidad son aquellos que, no siendo denominados como tales en el texto constitucional, sin embargo les es comunicada esta calificación en virtud de la

íntima e inescindible relación con otros derechos fundamentales. De forma que, si no fueran protegidos de forma inmediata los primeros, se ocasionaría la vulneración o amenaza de los

segundos. Es el caso de la salud, que no siendo en principio derecho fundamental, adquiere esta categoría cuando la desatención del enfermo amenaza con peligro su derecho a la vida…77

Aparecen, en consecuencia, expresiones que remiten a un distanciamiento con respecto a la perentoriedad en la aplicación del principio constitucional del derecho a la salud (en nuestro caso, el artículo 49 de la Constitución Política). Este distanciamiento conlleva a una especie de

mediación, cuando no elusión, de los deberes que le están dados al Estado y, en precisión, a quienes ejercen su representación en periodos históricos concretos. Es una posición tendencial, en la cual se diluye el concepto básico del derecho. Una especie de concreción dicotómica. O, lo

que es lo mismo, la necesidad de la intervención de un agente (colectivo o individual) que ejerza como mediador, como referente último de interpretación del significado y alcance de ese concepto básico de derecho y su concreción en acciones precisas.

Siendo así, entonces, hablar de condiciones de existencia, remite a proponer una determinada interpretación en términos de derecho a las mismas. Aquí, en mi consideración fundamental, el

concepto asociado a condiciones de existencia conlleva a definir una opción de calidad y de dignidad. Algo así como entender que la dinámica de la conservación humana (en lo que hace

referencia al aspecto individual y colectivo) tiene que ver con un agregado asimilado a lo que, en ética social humana, podría describirse como dignidad. Es decir una interpretación en la cual no cabe la degradación de la vida.

Ya ahí, en esta posición, está inmerso un distanciamiento con respecto a quienes pretenden asimilar el derecho a la salud y a la vida, independientemente de las condiciones en que este se

concrete. Para mí, el derecho a la salud de ser entendido en un contexto que involucra el concepto de calidad. Por lo tanto, cabe asumir una reflexión en términos de la definición genérica y/o asociada a un determinado esquema o proyecto político-económico.

Como se infiere del contenido de las sentencias citadas, se configura una especie de dicotomía entre la concesión del derecho fundamental absoluto y la interpretación relativista del mismo.

Esto es así, a manera de ejemplo, en escenarios como el que exhibe la Ley 100 de 1993, con la instauración de POS Plan Obligatorio de Salud), que ejerce como el derecho tope (máximo) al cual puede aspirar el (la) usuario (a); tanto en el régimen contributivo, como en el régimen

subsidiado. Son protocolos asumidos, a partir de estudios e interpretaciones estadísticas. Una especie de media aritmética construida a partir de la cotejación de datos en torno a perfiles epidemiológicos tendenciales; en los cuales el soporte conceptual está asociado a un entendido de salud cercana a la visión que la asimila con el estado de no enfermedad. Por la vía de proponer una figura en donde los procedimientos con alto grado de complejidad son excluidos. Por esta vía, entonces, le corresponde al (la) sujeto que aspira a una opción integral

76

Corte Constitucional, Colombia. Sentencia T – 484 de 1992. 77

Corte Constitucional, Colombia, Sentencia T – 571 de 1992

especializada, demostrar la interacción entre sus necesidades y el concepto de derecho fundamental a la salud, con todos sus efectos colaterales. Veamos lo anterior, sin pretender forzar una asimilación a mi interpretación, en palabras del

profesor Mario Melgar Adalid (Facultad de Derecho e investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de las UNAM); en su escrito “Los trasplantes, una aproximación jurídica”.

“…Los avances de la medicina moderna dejaron atrás a los abogados conservadores que no reconocen que el mundo ha sufrido un enorme cambio. ¿Qué abogado hubiera pensado que su

noción de la propiedad de la unidad de persona, de las partes como integrantes de un todo, cambiara de repente, en unos cuantos años; para darse cuenta que al cuerpo humano se le pueden incorporar sustancias y elementos, incluyendo órganos de otras personas y hasta

provenientes de cadáveres?

…Por eso (sic), el asunto de los trasplantes es fundamentalmente médico, pero también jurídico. El derecho no puede detener, así se sustente en el prejuicio de la prudencia, el avance científico, sino por el contrario, debe regularlo para impulsarlo.

…la historia refiere muchos intentos de la humanidad por encontrar la restauración de la salud o la belleza; a partir de ablaciones o implantes de partes humanas. Así, en la India hace dos mil

años, el médico Susruta, utilizaba tejidos de algunas partes para restaurar las narices de los pacientes. La historia religiosa, refiere los milagros de los santos Cosme y Damián en el siglo III, que lograron trasplantar la pierna de un negro a un hombre blanco…”78

Se infiere, desde ahí, una figura holística del significado que adquiere el concepto de salud y el derecho a la misma.

4.2.1. En el escenario latinoamericano.

Hasta aquí he realizado un recorrido no lineal. Tratando de articular una visión filosófica y política de quehacer humano, tanto en lo individual como en lo colectivo; con un entendido de

derechos y de imposiciones, por la vida del ejercicio del poder. Esto me ha conducido a asumir expresiones contrarias al eclecticismo conceptual. Por esta vía, necesariamente, se desemboca en posturas que arriesgan opiniones, tanto en lo metodológico como en lo interpretativo.

Ahora bien, tratándose de un ejercicio que exige ampliar el espectro de intervención, considero pertinente replicar el análisis, con un alcance hacia la situación en América Latina. En este

sentido, es relevante transcribir el siguiente aparte del trabajo titulado “Derecho a la Salud, situación en países de América Latina”, del cual son editores Mauricio Torres Tovar y Natalia Paredes Hernández. Lo asumo como coincidente con mi visión e interpretación. Por lo mismo lo

presento como insumo de conclusión. “…Se muestra con la lectura del informe la existencia de múltiples desigualdades e inequidades

que se viven en el continente Latinoamericano, expresadas en profundas violaciones al derecho a la salud, agravadas por la orientación dada a comienzos de la década del 90 por los organismos multilaterales para estructurar los servicios de salud desde una lógica de mercado.

Pero también se evidencian los logros de las experiencias cubana, venezolana y brasilera, que demuestran que sí es posible avanzar en la garantía del derecho a la salud y se narra que la población no está conforme, que la organización y movilización social en el continente se agita

y propone, porque entiende que la historia no ha concluido, que la utopía está viva y que otra salud es posible.

Se propone que este informe sea presentado en diversas instancias multilaterales, regionales, y especialmente, en foros nacionales, donde se muestre tanto la situación de cada país, como de

78

Melgar A., Mario. Obra citada. Tomado de página Web.

la región. Por ello, estará disponible en las páginas Web de las organizaciones convocantes,

para que pueda ser impreso y difundido en los diferentes escenarios que sea posible. Los lanzamientos nacionales permitirán contar con argumentos para sustentar que la garantía del derecho a la salud es un problema global, que se inscribe en las luchas actuales de los pueblos

contra la globalización financiera neoliberal, y que por lo tanto requiere una respuesta de globalización de la solidaridad, de la esperanza, de las propuestas, de la movilización y de que otro mundo es posible.

Es necesario, que con este informe, entre otros, se genere un hecho político articulado a los diferentes escenarios internacionales y preparatorios de los mismos, como el II Foro Social

Mundial de Salud, los Foros Continentales y temáticos para posicionar este tema, las Asambleas de Salud y los diferentes escenarios globales de debate político y resistencia, pues la lucha por el derecho a la salud no puede estar desarticulada de las luchas globales por la transformación

de la sociedad.

La movilización por la salud, una realidad. La movilización por el derecho a la salud en el mundo crece permanentemente, prueba de ello es la realización del I Foro Social Mundial de la Salud y de la II Asamblea Mundial de Salud de los Pueblos, además de la importante y estratégica

organización popular que se da constantemente en los diferentes países, rechazando las medidas neoliberales, de privatización y mercantilización de la vida de las personas. Es así, como se observan marchas, huelgas, paros, proyectos alternativos de salud pública, informes,

análisis, debates y planteamientos orientados por principios que sostienen que la salud es un derecho humano fundamental para todas las personas del mundo.

De allí, que desde diferentes sectores, en particular desde la Asamblea Mundial de Salud de los Pueblos, se proponga la realización de una Campaña mundial por el derecho a la salud, que permita potenciar los esfuerzos que se hacen diariamente para lograr fortalecer un movimiento

mundial que frene las reformas de “compra-venta” de la salud e incida en decisiones políticas que viabilicen la construcción de sistemas públicos y universales de salud, que garanticen efectivamente el derecho humano a la salud para todos y todas.

Primer Foro Social Mundial de Salud. Dentro de los principales elementos definidos por el Foro y

recogidos en su declaración, se destacan entre otros: 9

• La necesidad de comprender la salud en su integralidad, incorporando las diferentes dimensiones humanas y sociales, vinculadas a la calidad de vida y los determinantes sociales de la salud.

• Entender la salud como un derecho humano económico y social directamente vinculado al derecho fundamental a la vida, posible de ser exigido de forma inmediata, cuestionando el

carácter de progresividad en la efectivación del mismo. El Estado tiene la responsabilidad principal de garantizar el derecho humano a la salud.

• La realización del derecho humano a la salud está fuertemente vinculada con el modelo económico y social vigente, y con la construcción de sistemas y políticas públicas nacionales y globales, que garanticen los principios de universalidad, integralidad, equidad y participación

social, entre otros principios esenciales, para la protección de los derechos humanos. • El proceso de avance de las políticas neoliberales es incompatible con el derecho humano a la

salud; los acuerdos comerciales y la actuación de los organismos multilaterales que consideran la salud como un producto comercializable, violan el derecho a la salud y condicionan su acceso

a la capacidad económica de las personas. • Reivindicar el derecho humano a la salud, implica una transformación social, cultural y política

de todas las personas, para que se constituyan en ciudadanas y ciudadanos que exijan la realización de este derecho.

Igualmente, es importante destacar el hecho de que en diferentes países, el 7 de abril día

mundial de la salud, se convirtió en el día de lucha por el derecho a la salud, realizando foros de debate, movilizaciones y propuestas ciudadanas para evitar su vulneración y por el contrario, avanzar en su protección…”79

2 La educación superior en América Latina y su función social

2.1 El escenario cercano Me corresponde, ahora, situar los conceptos planteados arriba, en términos concretos y con

referencia a la educación superior. Se trata, de postular algunos elementos, en la perspectiva de dilucidar los referentes de calidad, pertinencia de los valores agregados por las

universidades y el nexo de estas con la sociedad. Retomando las expresiones formuladas en el Capítulo Primero, particularmente en lo que

respecta a las relaciones sociales, individuales y colectivas. Se infieren, a partir de ahí, dos aspectos fundamentales: una de ellas hace alusión al equilibrio logrado entre los y las sujetos colectivos e individuales y el estado. La segunda, como efecto colateral de la primera, tiene que

ver con los soportes de ese equilibrio; a la manera del contrato social planteado por Juan Jacobo Rousseau y a la manera del ejercicio gubernamental, a la manera de Nicolás Maquiavelo.

Entonces, considero pertinente señalar una premisa: la Escuela, como institución general, propone su nexo con la sociedad, de tal manera que no es posible el autismo académico. Esto

es lo mismo que plantear una función asociada a los requerimientos de las distintas franjas de la sociedad particular y general. Por esta vía accedo a relacionar la función de la educación superior, por ejemplo, con las necesidades, del estado. Se supone, en consecuencia, que

cuando hablo de estado, hago alusión al equilibrio planteado arriba. Es decir, para mí, el estado concentra su poder y define los alcances de las actividades diversas que se vinculan al mismo.

Y, aquí, asumo tanto las actividades públicas como privadas. Par lograr lo anterior, los mecanismos económicos y políticos, se fundamentan con arreglo a las

perspectivas definidas en su misión y su visión. Pero, t, en los casos particulares de los diferentes gobiernos, corresponde actuar conforme a un plan y a unas directrices, configuras en determinados periodos de tiempo.

Siendo así, a las instituciones de educación superior, les corresponde descifrar los instrumentos teóricos, técnicos y científicos, en función de los requerimientos sociales y del estado. Eso es lo

que yo propongo, como concepto primario, para abordar el desarrollo y profundización del concepto de función y responsabilidad social.

2.2 América Latina Sea lo primero, señalar un referente; fundamentado en el rol de América Latina, en el sentido

de sociedades y estados periféricos. Este último término, bordea la caracterización social, económica y política asumida por la teoría marxista. Esto no supone, en concreto, una determinada alineación. Simplemente es retomar algunos elementos teóricos propuestos desde

diferentes instancias relacionadas con el análisis socioeconómico e histórico.

Se trata, en consecuencia, de asumir conceptos asociados al significado que adquieren los (as) sujetos (as) individuales y colectivos (manera de asociaciones y/o instituciones). El problema es

79

Torres T., Mauricio y Paredes H., Natalia, editores. “Derecho a la salud, situación en países de América

Latina”, introducción.

mucho más complejo de lo que imaginamos. Veamos, por ejemplo, lo siguiente: dado que, el

estado, subsume a los individuos y las colectividades, la búsqueda de momentos y opciones de intervención social; se entienden asociadas a una determinada gestión. Y, esa gestión, debe coincidir o no con los propósitos societarios construidos e inmersos en el concepto de estado.

En el evento de no coincidir, entonces, se configura una gestión herética. Veamos esto en términos del documento, citado arriba, “la Educación Superior en América a Latina”

“…Tal vez, en lo conceptual, se ha erigido como fundamento predominante, la noción que replica los esquemas sociológicos y de la teoría económica ortodoxa. Esto en lo que tiene que ver con el análisis tendencial y efectivo que compromete el desarrollo, incluido lo cultural, como

instrumento que se supone inherente a las hipótesis y variantes utilizadas… …Se configura, así, un cuadro conceptual y práctico, complejo; en el cuales exhiben

consecuencias que obligan al manejo de insumos como imposición, a partir de esas mismas condiciones de segregación. El planeta se homogeniza en razón a que se le imprime un hilo

conductor centrado en las exigencias y los perfiles originados en el centro (ver: ¿qué es el poder?, citado arriba)… (Sic) es una figura que pretende el equilibrio a partir de su proyecto de vida y de sus perspectivas.

…Es obvio, de todas maneras, que las contradicciones actúan como instrumento tendencial hacia rupturas, con implicaciones de desestabilización de ese “ordenamiento

Cultural, político y económico”. Es ahí en donde emergen posibilidades de confrontar la ortodoxia que se reivindica como referente…”80

Visto así, entonces, puedo afirmar que la construcción de una opción determinada de universidad, supone establecer con claridad las condiciones sociales, políticas y económicas del entorno inmediato y las condiciones en que se desenvuelven las variables asociadas al

desarrollo del ámbito internacional. Por esto mismo, el registro de la economía de mercado, se asume como yunta que impide la autonomía de los países periféricos.

En su obra “La Fantasía Organizada”, el sociólogo e investigador social, Celso Furtado, efectúa un recorrido histórico en torno a la creación y desarrollo de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). Considero pertinente transcribir un aparte del texto. Con la salvedad de que, si bien es cierto habla del Brasil; de todas maneras se puede asociar con América Latina; dadas las condiciones relativamente similares.

“…En razón de los cambios de dirección que sufría la economía internacional, del enorme atraso en las inversiones infraestructurales y del bajo nivel del ahorro interno, Brasil no reunía las

condiciones mínimas necesarias para poder comenzar una política de desarrollo. La situación era semejante a la de los países de Europa occidental devastados por la guerra, con el agravante de que la capacidad de ahorro de Brasil era menor, en caso de recuperación, y

también menor en su poder de autotransformación, lo que hacía más serio el problema de la balanza de pagos. La inflación se mantenía tan intensa como en el período de la guerra, sin que los asalariados dispusieran de cualquier instrumento de defensa contra ese flagelo. En

consecuencia, crecía la intranquilidad social. El gobierno, inseguro, respondía con la violencia, atribuyendo la culpa de la insatisfacción del pueblo a los “comunistas”. Volvían a la superficie los viejos demonios hace poco conjurados…”81

En un contexto como el planteado por el sociólogo C. Furtado, destaco la fuerza de los hechos relacionados con el desarrollo de América Latina. De una parte, discontinuo. De otra parte,

asociado a la condición de rezago económico. Pero, también en presencia de regímenes antidemocráticos, como una de las variantes del ejercicio político centrado en posición de elites

gobernantes.

80

Pira claudia y Cano P., obra citada, página 3 81

Furtado, Celso. “La fantasía organizada”, Editorial universitaria de Buenos Aires, primera edición en

Colombia, febrero de 1989, página 36.

Desde mi interpretación, es ahí en donde debe adquirir expresión el análisis crítico de la

academia y, como colateral, la fijación de alternativas. Es algo así como entender que no existe función y responsabilidad social, sin unos instrumentos teóricos y prácticos que conlleven a socializar el conocimiento.

Veamos esto, en términos del sociólogo e historiador Carlos M. Rama (Montevideo, 1927, Méjico, 1982. En su ensayo: Las Universidades Latinoamericanas, publicado en la revista

Universidad y Sociedad. Transcribo, inclusive, la cita que el efectúa apartes de un escrito de José Martí:

“Las universidades parecen inútiles…Como quien se quita un manto y se pone otro, es necesario poner de lado la universidad antigua y alzar la nueva…Al nuevo mundo corresponde la universidad nueva. La educación tiene un deber ineludible –no cumplirlo es un crimen-

conformarle a su tiempo sin desvariarse de la grandeza y final tendencia humana.” (José Martí, citado por Carlos M. Rama).

Retomando el texto de Carlos M. Rama:

“Históricamente, las universidades de América Latina han sido algo más que centros de cultura superior académica, pues han desempeñado un papel prominente ente en la vida social, especialmente en los niveles políticos e ideológicos de nuestro continente.

A estos temas nos hemos referido en otra oportunidad (ver La universidad latinoamericana: un ensayo sociológico, Río Piedras, “Puerto”, No. 46, 1968-diciembre 1969, Págs. 74-90.), pero

actualmente comenzamos a tener elementos de juicio significativos sobre una inesperada crisis en la institución, que se pone de relieve, como consecuencia de la reciente y rápida transformación política que lleva a algunos países latinoamericanos a ingresar al socialismo.

Los casos de Cuba y Chile, y en forma incipiente en países como Bolivia, República Dominicana y Uruguay, para poner ejemplos, son muy interesantes y merecen estudiarse incluso

representando un volumen pequeño del total de universidades latinoamericanas, y a pesar que nuestra perspectiva, y por tanto nuestros conocimientos, sobre el tema no pueden ser muy

profundos…”82 2.3 Colombia 2.3.1 Lo normativo y lo histórico. De todas maneras, el inventario de hechos y conceptos, alrededor del tema planteado, supone

un ejercicio sin insumos prefabricados y/o acomodados a un determinado concepto unilateral. Esto supone realizar una indagación, de conformidad con la metodología propia del desarrollo académico y su vínculo con la sociedad, como entorno inmediato, y como escenario global.

En lo que a mí respecta, asumo lo siguiente: la universidad, como ejercicio superior en la Escuela, se debe asumir como proceso sinuoso, sin configuraciones lineales o formales. Es más

bien un norte que recrea las posibilidades ilimitadas del conocimiento. Respondiendo a las exigencias sociales, entendidas estas como comunidad, nación, país y estado. De esa elección resultan necesidades inherentes a su rol. Es decir, la universidad, se erige como sujeto anclado

en una posición no diletante. Es, más bien, asociada a una especie de instrumento que jalona, asume y desarrolla la ciencia. Sólo así entiendo la asunción de una opción integral en donde se

valora y evalúa el concepto teórico y práctico de la función y responsabilidad sociales.

82 Rama, Carlos “Las universidades latinoamericanas en la actual época de transición”, publicado en Revista Argumentos-Universidad y sociedad. Fundación Editorial Argumentos. 1ª edición, octubre 1986, Págs.97-98

La aseveración anterior, puede ser ilustrada, con el siguiente ítem teórico “…Una condición ineludible para seguir llevando a la práctica un proceso de planeación como la que la Sede ha venido implantando, tiene que ver con la adopción de una visión integral entre

lo académico y lo administrativo. Esta visión es posibilitada por el concepto de gestión de lo académico, con el cual se abandona la idea de dos universos separados con diferente estatus, supeditado a uno al otro y sujetos de diferentes racionalidades.

Construir y hacer operativo el concepto de “gestión académica” o de “gestión de lo académico”, constituye uno de los principales retos en la medida en que su adopción se concreta cuando la

deseabilidad de toda empresa académica, esté articulada a la idea de gestión integral de los talentos humanos y de los recursos para materializarla. De hecho, los lineamientos aquí desarrollados, así como los proyectos estratégicos de Sede que ya están en curso, son un claro

ejemplo de tal tipo de gestión…” 83

Si bien es cierto que no se puede pretender realizar conclusiones generalizantes, a partir de insumos particulares en torno a la definición de la responsabilidad social; como en el caso concreto de la Universidad Nacional de Colombia. Si es posible proponer una interacción, en

términos del rol que adquiere el sistema de educación superior. Fundamentalmente, porque el concepto de ciencia y tecnología, asociado al sistema, adquiere sentido; siempre y cuando se postule una opción de desarrollo y progreso en nexo con los aportes que las instituciones

universitarias y tecnológicas realizan por la vía de la investigación y de su intervención en el conjunto de actividades inherentes a la búsqueda de soluciones a la posición deficitaria en lo que corresponde al desarrollo cultural, industrial, social y económico.

En lo que hace a la casuística del día a día, es importante destacar, al menos en lo tiene que ver con los alcances de mi trabajo de grado, se trata de postular una interacción entre las

diferentes instancias comprometidas con el proceso. Es algo así como reiterar en la tipificación de la función y responsabilidad sociales de las instituciones de educación superior, deben trascender el solo hecho formal de impartir educación a través de programas de pregrado y de

posgrado. Supone, entonces, la asunción de roles en un escenario económico, social y político, cada vez más exigente; habida cuenta de procesos de internacionalización en los cuales países

como el nuestro precisan de instrumentos trascendentes. En esa misma perspectiva, ya en el Congreso Nacional de Educación Superior, realizado en la

ciudad de Barranquilla en 1,2 y 3 de diciembre de 1999; este tema fue abordado desde diferentes opciones. Tanto de las instituciones públicas de educación superior, como también de las instituciones privadas.

El profesor Jaime Restrepo Cuartas, quien ejercida como rector de la Universidad de Antioquia, expresó lo siguiente:

“…Las relaciones de la universidad con el Estado.

El Estado, en la consolidación de un proyecto de nación, tiene que tener unas políticas claras para la educación superior y un plan general de desarrollo que supere los sistemas y subsistemas existentes, definidos por la ley.

En ese sentido, el Estado no debe solamente transferir recursos en forma oportuna y suficiente para el logro de las metas trazadas, sino que debe regularlos, controlarlos de acuerdo con

indicativos, buscar que se empleen con eficiencia, entregarlos en forma equitativa y no como hoy ocurre por presiones políticas o de orden social. El Estado, además, tiene que asumir su

función de control y vigilancia, para que puedan corregirse los problemas generados por la falta de regulación del sistema, por la heterogeneidad en las ofertas y la apertura mercantil de ellas,

83

Plan estratégico de desarrollo1999-2003, Universidad Nacional, Sede Bogotá. Publicación oficina de

planeación, página 11

la dispersión, la mala calidad, la falta de movilidad dentro del sistema y la ausencia de

reconocimiento que tienen nuestras instituciones de educación superior en el país o en el extranjero…

“…Las relaciones de la universidad con la sociedad Hemos de admitir el aislamiento tradicional de nuestras instituciones educativas. Reflejamos en

cierto sentido, los parroquianismos y regionalismos propios de nuestras culturas tradicionales. Cuando una sociedad se abre a otras naciones, con un claro sentido de pertenencia por sus propios valores, lo que hace es incorporarlos elementos más valiosos de su cultura a una

cultura universal. Ahí no debe haber temor que desaparezca lo obtuso que nos es propio y nos daña, y que asumamos los elementos progresistas de otros países, que nos mejoren y nos faciliten nuevas oportunidades.

Relacionarse consigo para preservar lo deseable, lo que nos da identidad, y relacionarse con los

demás para aprender lo indispensable, lo que nos sirve para progresar. Al fin de cuentas, de lo que se trata es de preservar esta especie humana con riesgo permanente de desaparecer y buscar el progreso de la humanidad en su conjunto…”84

En mi interpretación, entonces, las instituciones de educación superior, han tenido y tiene, ahora con mayor intensidad, retos que las trascienden como simples otorgadoras de títulos

universitarios y/ técnicos. Es, más bien, la búsqueda de un hilo conductor que conlleve a postular opciones de vida y de sociedad. En el marco de un intercambio humano mucho más complejo de lo que era antes. Es ahí, en donde cobra fuerza y necesidad, una interpretación en

lo que corresponde a la función y responsabilidad sociales, vinculada con el ejercicio de roles prácticos y complejos. Porque, de lo que se trata es de coadyuvar a la construcción de país, de nación. En un contexto en el cual se requiere de realizaciones inherentes a la universalidad. A lo

particular, en equilibrio sistémico con la internacionalización y la globalización. Todo lo actuado y lo dicho alrededor de la función y responsabilidad sociales, de la educación superior, intuye un desarrollo histórico de la misma. De no ser así, estaríamos en un proceso

ensayo-error interminable, a la manera de Sísifo. Por lo tanto, aún asumiendo el riesgo de la reiteración, considero pertinente hacer consideración de otros elementos; de tal manera que se delinee una figura cercana a la complejidad. Por el mismo hecho de que el tema abordado es,

de por sí, complejo. Es, en este sentido, propongo la adquisición de algunos elementos, por la vía de presentar insumos teóricos e históricos, en el proceso de desarrollo y consolidación de la educación superior en Colombia.

En la obra:”La educación superior, Tendencias y Políticas Estatales; Ricardo Lucio y Mariana Serrano. Realizan un recorrido que permite acceder e ilustrar parte de las historia de la

universidad, en Colombia. Veamos: “…B). La universidad liberal del siglo XX (1935-1946).

Ante la desintegración de la universidad estatal en 1886, originada por la Regeneración, los liberales habían fundado ese año una universidad privada, el Externado de Colombia

(inicialmente como facultad de derecho). En 1923 se fundó la Universidad Libre (también inicialmente como facultad de derecho), igualmente de inspiración liberal. Pero una universidad estatal, en el moderno sentido de la palabra, de corte liberal, que se presentara como

alternativa al monopolio religioso de la educación superior, sólo fue posible con la llegada de los liberales al poder a partir de 1930 y, más específicamente, dentro del contexto de las reformas

políticas, sociales y económicas de la llamada Revolución en marcha, del primer4 gobierno de Alfonso López Pumarejo (19334-1938).

84

Restrepo c., Jaime. “Memorias del Congreso Nacional de Educación Superior. Ed. Fabio

Lozano Santos, mayo de 2000, páginas 624,625 y 626.

La propuesta de modernización social de la Revolución en Marcha, parte de una concepción intervencionista del Estado en las esferas económica y social, y se manifiesta en aspectos tales como la definición de la función social de la propiedad, a través de la Ley de tierras, la

separación del Estado y la Iglesia; una reforma tributaria; el impulso estatal a la organización social y la reforma de la educación. Esta última se cristaliza en el decreto 1283 de 1935: educación para todos (al menos en la letra de la ley), nivelación de los sistemas educativos para

el campo y la ciudad, legislación sobre educación técnica y el inicio de liberación de la tutela monopolizante de la Iglesia sobre el quehacer educativo…

…La ley 68 de 1935, sancionada el 7 de diciembre, señala indiscutiblemente la más trascendental conquista cultural de los últimos tiempos; porque no solamente se agrupan facultades, escuelas e institutos de antigua y novísima creación para construir el cuerpo universitario, sino que, de una vez, se resuelven los graves problemas sociales que venían minando a la población universitaria de Colombia (citado por el autor y la autora, del Anuario de la Universidad Nacional de Colombia, año 1939)…”85

2.1.2 El horizonte

Ya he transitado por diferentes expresiones de lo que significa la educación superior y, particularmente, la universidad. Se trata ahora, a manera de corolario transitorio, enfatizar sobre sus perspectivas. Entendidas como opciones de realización. Tanto en términos de

inserción en el desarrollo económico, social y político; como también en lo que hace referencia a la construcción de nación, habida cuenta de la definición constitucional.

No se trata de trasladar definiciones formales. Por el contrario, se trata de verter lo expuesto, en una propuesta que interprete el rol de la universidad. Tanto como sujeto normativo y académico; como también en relación con las vicisitudes propias del modelo económico y social

en este tiempo de globalización de la interacción humana.

Como inherente a mi aseveración anterior, es pertinente hacer alusión a una aproximación lograda en la reforma académica propuesta para la Universidad Nacional de Colombia. Obviamente, con las reservas del caso y sin pretender una tipología sesgada y unilateral.

“…Campos de proyección de la universidad.

Se pueden considerar en primer lugar las posibles contribuciones de la universidad al mundo del trabajo y a la urgente problemática del desarrollo de las formas y de los métodos de producción (subrayado en original). Son importantes y sin embargo veinte o

treinta años de reconocimiento de esa importancia no parecen haber modificado sustancialmente la vida de la universidad – ni siquiera en las facultades que como la de Ingeniería, pueden jugar un papel privilegiado en ese desarrollo -. Es posible pensar la

universidad desde distintos modelos de desarrollo económico pero hay cortocircuitos que es mejor evitar. Las contribuciones de la universidad a la economía parecen depender más de su calidad que de su voluntad. Volveremos sobre esta tesis.

Otro posible campo de proyección es el de las contribuciones al desarrollo del Estado y de la administración en general (subrayado en texto original). Aquí también cabe enunciar el

mismo tipo de reservas.

85

Serrano, Mariana y Lucio, Ricardo “La Educación superior. Tendencias y Políticas Estatales”,

Ed. Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales, Universidad Nacional de Colombia. Páginas 31,32 y 33.

Otro espacio – mucho más complejo – es el desarrollo de la democracia (subrayado en

texto original) en por lo menos tres sus caras. La universidad puede contribuir a ampliar las posibilidades de que los intereses afloren y los

conflictos se asuman con cierto balance de estrategicidad (subrayado en original) por parte de los distintos sectores pero también a que esa capacidad estratégica se encauce dentro de ciertos límites. En otras palabras, la tradición académica puede eventualmente hacer más

eficaz la acción política por parte de los diversos actores (o sea, puede procurar que todos los involucrados desarrollen su capacidad de actuar estratégicamente en el terreno de la confrontación de intereses) pero también puede ayudar a reconocer reglas y límites en cuanto a

los medios que pueden ser empleados legítimamente en esa acción política…86 Tendencialmente, entonces, avizoro un escenario cargado de retos párale sistema de educación

superior. Es algo así como entender una dinámica proactiva. En donde los diferentes actores socales, colectivos e individuales tienen que realizar acciones en concordancia con las

necesidades del País y de la Nación. Es apenas obvio que no se trata de de la acción refleja a la manera de Pavlov. Es, más bien, una intencionalidad que evita los caminos lineales y asume caminos un tanto enrevesados, a veces. Pero que, eso sí, adquieren responsabilidades sociales

y políticas en el contexto de las exigencias en los ámbitos nacional e internacional.

86 Mocus. S., Antanas “Reforma Académica-Documentos 1995, Universidad Nacional de

Colombia páginas 17-18