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Evaluación del concepto “Pequeñas Cantidades” y Demanda de Aves para Silvestrismo en relación a la aplicación de las excepciones contempladas

en la Directiva 79/409/CEE, de Aves.

Expediente: 290910601

Informe final Abril 2010

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Evaluación del concepto “Pequeñas Cantidades” y Demanda de Aves para Silvestrismo en relación a la aplicación de las excepciones

contempladas en la Directiva 79/409/CEE, de Aves.

Expediente: 290910601

Informe final

Abril 2010

Informe redactado por: Juan Carlos Atienza

Ana Bermejo Juan Carlos del Moral

Virginia Escandell David Palomino

Ana Iñigo

DELEGACIONES TERRITORIALES ANDALUCÍA C/ Miguel Bravo Ferrer, 25 41005 Sevilla Tel. y Fax: 95 464 42 94 [email protected]

ARAGÓN C/ Colón, 6-8 50007 Zaragaoza Tel. y Fax: 976 37 33 08 [email protected]

CANARIAS Avda. Trinidad, 55, Edificio Anchieta, pta. 121 38206 La Laguna, Tenerife Tel. y Fax: 922 25 21 29 [email protected]

CANTABRIA C/ Ruamayor, 4 39008 Santander Tel.: 659 289132 fax: 942 21 17 82

CATALUÑA Avda. Mistral 61, 6º, 1ª 08015 Barcelona Tel. y Fax: 93 2892284 [email protected]

VALENCIA (Estació Ornitológica L’Albufera) Avda, de los Pinares, 106 46012 El Saler, Valencia Tel. y Fax: 96 162 73 89 [email protected]

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INDICE 1. INTRODUCCIÓN

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2. INTERPRETACIONES Y JURISPRUDENCIA PARA LA AUTORIZACIÓN DE LA CAPTURA DE AVES SILVESTRES PARA ENJAULAR 5

2.1. Interpretaciones y jurisprudencia del concepto de “soluciones satisfactorias” 7

2.2. Interpretaciones y jurisprudencia del concepto de “pequeñas cantidades” 10 2.3. Interpretaciones y jurisprudencia sobre el control necesario

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3. EXÁMEN DE LAS AUTORIZACIONES DE CAPTURA DE FRINGÍLIDOS EMITIDAS POR LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS

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3.1. Especies y capturas autorizadas 173.2. Número de autorizaciones 183.3. Fechas de capturas 183.4. Métodos autorizados 203.5. Control y seguimiento

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4. ESTIMA DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA 224.1. Metodología 224.2. Área de aplicación del estudio y cartografía ambiental 244.3. Estima de densidades y tamaño de población 254.4. Resultados

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5. DISTRIBUCIÓN REGIONAL 415.1. Metodología 415.2. Resultados

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6. ANÁLISIS DE LA MORTALIDAD DE AVES SILVESTRES

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7. ANÁLISIS DE LA ACTIVIDAD DEL SILVESTRISMO EN ESPAÑA Y LA DEMANDA DE AVES POR PARTE DEL COLECTIVO DE SILVESTRISTA

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8. PROPUESTA DE CANTIDADES DE AVES EXPLOTABLES ANUALMENTE PARA EL CONJUNTO NACIONAL Y PARA LAS DIFERENTES COMUNIDADES AUTÓNOMAS.

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9. BIBLIOGRAFÍA 74

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1. INTRODUCCIÓN

En España históricamente se han mantenido aves en jaula tanto por la belleza de su plumaje, como de su canto. El número de especies autóctonas silvestres utilizadas para jaula han sido muchas, pero sin duda las que más ejemplares han supuesto son los fringílidos. En la actualidad, en España, las comunidades autónomas, de forma general, solo dan autorizaciones para capturar 6 especies: jilguero (Carduelis carduelis), pardillo (Carduelis cannabina), verderón (Carduelis chloris), verdecillo (Serinus serinus), canario (Serinus canarius) y pinzón común (Fringilla coelebs).

Las actividades que se llevan a cabo con estas especies son la obtención de diferentes variedades por mutación (coloración y textura del plumaje y forma de las aves) y concursos de canto. Los aficionados a estas prácticas se suelen agrupar en torno a sociedades pajariles, de canaricultores, silvestristas o en federaciones de caza.

En la actualidad se conceden un promedio de 21.500 autorizaciones anuales en España para la captura de aves fringílidas. El número de ejemplares que se pueden capturar depende de la zona geográfica en la que se expida esta autorización pero en la actualidad se está autorizando la captura de más de 1 millón y medio de aves al año. Según las notificaciones llevadas a cabo por las comunidades autónomas se capturan entre 200.000 y 650.000 aves anualmente. Los informes que se están haciendo llegar a la Comisión Europea

Con la elaboración de este proyecto “ Pequeñas cantidades y demanda de aves para silvestrismo en relación a la aplicación de las excepciones contempladas en la Directiva79/409/CEE codificada debido a las modificaciones sugeridas tras la incorporación de nuevos países a la Unión Europea desde el año 1979 en la Directiva 2009/147/CE” SEO/BirdLife pretende evaluar el concepto de pequeñas cantidades, estableciendo los niveles cuantitativos asumibles en la captura de fringílidos para cría en cautividad y canto y dar cumplimiento al artículo 57 de la Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad y a la Directiva de Aves.

El objetivo general es aportar una primera aproximación científica y de interpretación jurídica que ayude a establecer niveles cuantitativos asumibles en la captura de fringílidos para cría en cautividad y canto y dar cumplimiento al artículo 57 de la Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad y a la Directiva de Aves.

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Este informe final recopila el trabajo realizado, los resultados y las conclusiones obtenidas. Se sintetizan todos los bloques dando respuesta a las cuestiones planteadas, y para conseguirlo se han desarrollado los siguientes objetivos particulares:

a) Revisar las interpretaciones y la jurisprudencia existente en la Unión Europea alrededor del concepto de "pequeñas cantidades" del artículo 9.1.c de la Directiva Aves, haciendo especial hincapié en el caso de la captura de fringílidos.

b) Examinar la situación actual del uso de aves silvestres en el contexto de la práctica del silvestrismo a través de la información de las Comunidades Autónomas y de los informes de excepción remitidos a la Comisión Europea, al menos, en los últimos cinco años. s autorizaciones de captura de fringílidos emitidas por las comunidades autónomas las últimas temporadas como excepción contemplada en el artículo 9.1.c de la Directiva Aves.

c) Estima de la población española de las especies de fringílidos de las que se están concediendo autorizaciones de captura, a partir de los datos existentes a través de los programas de seguimiento de SEO/BirdLife.

d) Estima y distribución regional y, en caso de que los datos lo permitan, provincial de estas especies.

e) Estima de la mortalidad de estas especies mediante el uso de la base de datos de anillamiento y recuperaciones. En su defecto se utilizarán datos extraídos de la bibliografía especializada.

f) Análisis de la actividad de silvestrismo en España para la determinación de la demanda actual por parte de este colectivo.

g) Conclusiones de cómo deberían determinarse las "pequeñas cantidades" en el caso de la captura de fringílidos según en artículo 9.1 de la Directiva de Aves y propuesta de laas cantidades óptimas de aves explotables anualmente para el conjunto nacional para las diferentes Comunidades Autónomas, considerando el conocimiento previo de las poblaciones de las especies afectadas.

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2. INTERPRETACIONES Y JURISPRUDENCIA PARA LA AUTORIZACIÓN DE LA CAPTURA DE AVES SILVESTRES PARA ENJAULAR

A fin de establecer un régimen eficaz de protección, la Directiva 2009/147/CE, relativa a la conservación de las aves silvestres, contiene tres tipos de disposiciones. En primer lugar, la Directiva enuncia las prohibiciones generales de matar, capturar, perturbar, mantener en cautividad y comercializar las especies de aves, así como de destruir, dañar o quitar sus nidos y sus huevos (artículo 5 y apartado 1 del artículo 6). En segundo lugar, se establecen excepciones a las mencionadas prohibiciones generales en relación con las especies de aves enumeradas en los anexos de la Directiva. Así pues, siempre que se establezcan y se respeten determinados requisitos y límites, puede autorizarse el comercio de las especies que figuran en el anexo III y la caza de las especies que figuran en el anexo II de la Directiva (apartados 2 a 4 del artículo 6 y artículo 7). De ello se deduce que las prohibiciones generales siguen siendo aplicables en relación con las especies de aves que no figuran en los mencionados anexos, o cuando no se cumplen los requisitos y límites establecidos en los artículos. Finalmente, en tercer lugar, el artículo 9 de la Directiva autoriza que los Estados miembros establezcan excepciones a las mencionadas prohibiciones generales y a las disposiciones que se refieren especialmente al comercio y a la caza. Sin embargo, esta posibilidad de establecer excepciones está sujeta a tres condiciones (véase el Cuadro 1): primero, el Estado miembro debe limitar las excepciones para aquellos casos en que hubiere otra solución satisfactoria; en segundo lugar, la excepción debe fundarse en al menos uno de los motivos enumerados limitativamente en las letras a, b y c del apartado 1 del artículo 9, y, en tercer lugar, las excepciones deben responder a los precisos criterios de forma enumerados en el apartado 2 del mismo artículo que tienen por objeto limitar las excepciones a lo estrictamente necesario y permitir la supervisión de las mismas por la Comisión. Este artículo, aunque autoriza una gran cantidad de supuestos de excepciones al régimen general de protección, no tiene otro objetivo que una aplicación concreta y puntual que responda a exigencias precisas y a situaciones específicas.

Teniendo en cuenta este artículo 9 la única cabida que tienen la captura y retención de aves canoras se encuentra en el apartado 1.c. que indica que se podrán introducir excepciones a los artículos 5, 6, 7 y 8, si no hubiere otra solución satisfactoria, para “permitir, en condiciones estrictamente controladas y de un modo selectivo, la captura, la retención o cualquier otra explotación prudente de determinadas aves en pequeñas cantidades”. Además, este artículo establece las condiciones que deben cumplir las autorizaciones que se concedan entre las que se incluye el establecimiento de un periodo en el que se autoriza, unos métodos para hacerlo y método de control a la práctica.

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Por lo tanto, de la Directiva 2009/147/CE, hay que extraer tres conceptos especialmente importantes para autorizar la captura y retención de aves canoras:

1) Se puede hacer siempre que no hay soluciones satisfactorias

2) Solo se podrán capturar pequeñas cantidades

3) Deberán establecerse las fechas en las que se pueden hacer, la metodología de la captura y retención y las medidas de control a esta práctica.

Además, el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, el 8 de junio de 2006, en la decisión prejudicial planteada por el Tribunale amministrativo regionale per la Lombardia respecto a excepciones al régimen de protección (Asunto C 60/05) hace especial hincapié en que los estados miembros deben ser muy estrictos en el cumplimiento de estos requisitos:

“34. En efecto, como se desprende de la sentencia de 7 de marzo de 1996, Associazione italiana per il WWF y otros (C 118/94, Rec. p. I 1223, apartados 23, 25 y 26), la normativa nacional aplicable en esta materia debe enunciar los criterios por los que se establecen excepciones de forma clara y precisa, y obligar a las autoridades competentes para su aplicación a tenerlos en cuenta. En relación con un régimen de excepciones, que debe ser interpretado en sentido estricto e imponer la carga de la prueba de que se cumplen los requisitos, respecto a cada excepción, a la autoridad que adopte la correspondiente decisión, los Estados miembros están obligados a garantizar que toda intervención que afecte a las especies protegidas se autorice únicamente sobre la base de decisiones precisa y adecuadamente motivadas, que se refieran a los motivos, requisitos y exigencias previstos en el artículo 9, apartados 1 y 2, de la Directiva.”

Dado las diferentes condiciones que deben cumplirse de forma estricta para poder autorizar la captura excepcional de aves silvestres es necesario analizar la interpretación que la Comisión Europea hace de estas condiciones así como la jurisprudencia europea al respecto.

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2.1. Interpretaciones y jurisprudencia del concepto de “soluciones satisfactorias”

Posición de la Comisión Europea

No se han podido encontrar documentos de posición como tal de la Comisión Europea al respecto de la existencia o no de posibles soluciones satisfactorias a la captura de aves silvestres para mantener la afición de una parte de los europeos por tener estas especies en jaula. Sin embargo, si es posible conocer su posición a través de los asuntos que ha llevado ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas.

En las conclusiones del Abogado General Vilaça, presentadas el 2 de diciembre de 1986, en el proceso del Asunto 247/85 de la Comisión de las Comunidades Europeas contra Reino de Bélgica reproduce la posición que defendió la Comisión sobre la necesidad de capturar aves en plena naturaleza para satisfacer las necesidades de los criadores de la siguiente forma: “Por otra parte, también según la Comisión, son posibles otras soluciones satisfactorias sin necesidad de sacar a las aves de su estado natural, como se comprueba con la experiencia de otros Estados miembros en los cuales desde hace decenas de años no existe derecho alguno a capturar aves”.

Cuadro 1. Directiva 2009/147/CE relativa a la conservación de las aves silvestres Artículo 9 1. Los Estados miembros podrán introducir excepciones a los artículos 5, 6, 7 y 8 si no hubiere otra solución satisfactoria, por los motivos siguientes: a) — en aras de la salud y de la seguridad públicas,

— en aras de la seguridad aérea, — para prevenir perjuicios importantes a los cultivos, el ganado, a los bosques, a la pesca y a las aguas, — para proteger la flora y la fauna,

b) para fines de investigación o de enseñanza, de repoblación, de reintroducción así como para la crianza orientada a dichas acciones, c) para permitir, en condiciones estrictamente controladas y de un modo selectivo, la captura, la retención o cualquier otra explotación prudente de determinadas aves en pequeñas cantidades. 2. Las excepciones deberán hacer mención de:

— las especies que serán objeto de las excepciones, — los medios, instalaciones o métodos de captura o muerte autorizados, — las condiciones de peligro y las circunstancias de tiempo y de lugar en las que podrán hacerse dichas excepciones. — la autoridad facultada para declarar que se reúnen las condiciones requeridas y para decidir qué medios, instalaciones o métodos podrán aplicarse, dentro de qué límites y por parte de qué personas, — los controles que se ejercerán.

3. Los Estados miembros remitirán cada año un informe a la Comisión sobre la aplicación del presente artículo. 4. Habida cuenta de las informaciones de que disponga y en particular, de aquellas que le sean comunicadas en virtud del apartado 3, la Comisión velará constantemente por que las consecuencias de estas excepciones no sean incompatibles con la presente Directiva. En este sentido tomará las iniciativas oportunas.

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Por lo tanto, aunque la no conozcamos en sí cual es la solución satisfactoria considerada por la Comisión, queda claro que no considera imprescindible la captura de ejemplares de aves salvajes europeas para mantener aves en cautividad.

Jurisprudencia del TJCE

Nuevamente es especialmente interesante la Sentencia, de 8 de julio de 1987, en el Asunto 247/85 de la Comisión de las Comunidades Europeas contra Reino de Bélgica. En el punto 41 de esta sentencia indica literalmente: “41. En cuanto a la aplicación de la letra e del apartado 1 del artículo 9, procede, por tanto, observar, en primer lugar, que el apartado 1 del artículo 6 de los Reales Decretos por el que se permite la modificación, según criterio discrecional de la administración competente, de la lista de aves que pueden ser capturadas y mantenidas en cautividad, da lugar a una situación jurídica precaria y ambigua. En efecto, los Reales Decretos, debido a sus normas de carácter general e ilimitadas en el tiempo, no garantizan que el número de aves que pueden ser capturadas se limite a pequeñas cantidades, que la época de captura no coincida con las épocas en las que la Directiva establece una protección especial para las aves (el período nidícola y los distintos estadios de reproducción y de crianza), ni que la captura y el mantenimiento en cautividad se restrinjan a los casos en que no hubiere otra solución satisfactoria, especialmente la posibilidad de reproducción en cautividad de las especies de aves de que se trate. En consecuencia, los criterios y requisitos del artículo 9 de la Directiva no están completamente incorporados a la normativa en cuestión. De lo que se deduce que el Gobierno belga no puede ampararse en la letra c del apartado 1 del artículo 9 de la Directiva”.

El TJCE considera por lo tanto en esta sentencia que la reproducción en cautividad es una solución satisfactoria para mantener esas especies en cautividad que imposibilita su captura acogiéndose al artículo 9 de la Directiva de Aves Silvestres.

El mismo alto Tribunal aclara más su posición en la Sentencia del Tribunal de Justicia (Sala Tercera), de 12 de diciembre de 1996, con motivo de una Petición de decisión prejudicial del Consejo de Estado del Reino de Bélgica (Asunto C-10/96). Se transmitieron dos preguntas al Tribunal:

"1) Los artículos 5, 9 y 18 de la Directiva 79/409/CEE, de 2 de abril de 1979, relativa a la conservación de las aves silvestres, ¿permiten a un Estado miembro tener en cuenta de una forma decreciente y durante un determinado período de tiempo el hecho de que la prohibición de capturar aves con fines recreativos obligaría a numerosos aficionados a modificar sus instalaciones y a romper con determinados hábitos, cuando dicho Estado reconoce que la cría es posible, si bien, por este mismo motivo, aún no es viable a gran escala?

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2) Los artículos 5, 9 y 18 de la Directiva 79/409/CEE ¿permiten a los Estados miembros y, en caso afirmativo, en qué medida, autorizar la captura de aves que viven normalmente en estado salvaje en el territorio europeo con el objeto de prevenir en la cría de aves efectuada con fines recreativos los inconvenientes derivados de la consanguinidad resultante de unos cruces endógenos demasiado numerosos?"

La decisión del TJCE a estas dos cuestiones fue la siguiente:

“Habida cuenta de lo que antecede, procede responder a la primera cuestión, que la Directiva y, en particular, la letra c) del apartado 1 de su artículo 9, debe interpretarse en el sentido de que un Estado miembro no puede autorizar la captura de determinadas especies protegidas, de modo decreciente y limitado en el tiempo, con la finalidad de permitir que los aficionados abastezcan sus pajareras, cuando la cría y reproducción en cautividad de dichas especies son posibles, pero no pueden practicarse aún a gran escala porque muchos aficionados se verían obligados a modificar sus instalaciones y hábitos”.

“Por consiguiente, procede responder a la segunda cuestión que las autoridades nacionales, están autorizadas, con arreglo a la Directiva y, en particular, a la letra c) del apartado 1 del artículo 9, a permitir la captura de especies protegidas con el objeto de prevenir, en la cría de aves efectuada con fines recreativos, los inconvenientes derivados de la consanguinidad resultante de cruces endógenos demasiado numerosos, a condición de que no haya otra solución satisfactoria, quedando entendido que el número de especímenes que pueden capturarse debe ser fijado en la cantidad que resulte objetivamente necesaria para paliar dichos inconvenientes, siempre que se respete el límite máximo de las "pequeñas cantidades" mencionado en dicha disposición”.

Por lo tanto el alto Tribunal es muy claro en la primera de las cuestiones considerando, al igual que había hecho en 1987 en el Asunto 247/85 de la Comisión de las Comunidades Europeas contra Reino de Bélgica, que la reproducción en cautividad es una solución satisfactoria para mantener esas especies en cautividad que imposibilita su captura acogiéndose al artículo 9 de la Directiva de Aves Silvestres. Aunque abre la posibilidad de su autorización para algunas especies “si constara que no pueden tener éxito a menos que se realicen capturas en la naturaleza” la cría y reproducción en cautividad. Aunque indica que para las especies tratadas en Bélgica la cría en cautividad es posible.

Sin embargo, con la segunda de las cuestiones abre la posibilidad que se autoricen capturas para evitar “los inconvenientes derivados de la consanguinidad resultante de cruces endógenos demasiado numerosos” aunque apostilla “a condición de que no haya otra solución satisfactoria”. En la misma sentencia indica que “puede permitirse la captura de

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especies protegidas, incumbe a las autoridades competentes del Estado miembro de que se trata fijar el número de especímenes silvestres que pueden capturarse en la cantidad que resulte objetivamente necesaria para garantizar una diversidad genética suficiente de las especies criadas en cautividad, siempre que se respete el límite máximo de las "pequeñas cantidades" a que se refiere la letra c) del apartado 1 del artículo 9 de la Directiva”.

Por lo tanto para acogerse a este motivo sería necesario demostrar que la diversidad genética de la población ya cautiva es insuficiente para evitar la consanguinidad, que la consanguinidad que se pueda dar puede generar inconvenientes y que no existen soluciones satisfactorias como puede ser el intercambio de ejemplares con otras poblaciones cautivas de esas especies en la Unión Europea.

Conclusiones

1) Tanto la Comisión como el TJCE consideran que no se puede autorizar la captura de aves silvestres para mantener enjauladas, acogiéndose al artículo 9 de la Directiva de Aves Silvestres, siempre que estas especies puedan ser criadas en cautividad, al ser esta una solución satisfactoria.

2) Podría autorizarse la captura de aves silvestres para evitar los inconvenientes de la consanguinidad en la cría en cautividad de aves silvestres siempre que se demuestre que la diversidad genética de la población ya cautiva es insuficiente para evitar la consanguinidad, que la consanguinidad que se pueda dar puede generar inconvenientes y que no existen soluciones satisfactorias.

2.2 Interpretaciones y jurisprudencia del concepto de “pequeñas cantidades”

La segunda de las condiciones hacía referencia a que bajo el artículo 9 solo se pueden hacer excepciones a la norma general si las capturas se llevan a cabo “en pequeñas cantidades”. Por lo tanto es necesario saber cómo se aplica este concepto. Para ello, nuevamente es necesario recurrir a la jurisprudencia europea para aclarar el tema.

En la Sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, de 15 de diciembre de 2005, en el asunto C 344/03 de la Comisión de las Comunidades Europeas contra la República de Finlandia por la caza primaveral de determinadas aves acuáticas el alto Tribunal considero que:

“53. A este respecto, el documento de la Comisión titulado «Segundo informe sobre la aplicación de la Directiva 79/409/CEE relativa a la conservación de las aves silvestres» [COM(93) 572 final, 24 de noviembre de 1993] indica que, según los trabajos del comité ORNIS, es conveniente considerar «pequeña cantidad»

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cualquier nivel de capturas inferior al 1 % de la mortalidad total anual de la población afectada (valor medio), cuando se trate de especies no cazables, y del orden del 1 % en el caso de las especies cazables, entendiendo por «población afectada», cuando se trata de especies migratorias, la población de las regiones que aporten los principales contingentes migratorios que pasen por la región donde se aplique la excepción durante el período de aplicación de la misma.

54. Aunque es cierto que la interpretación de las pequeñas cantidades establecida por el comité ORNIS no es jurídicamente vinculante para los Estados miembros, si se tienen en cuenta la autoridad científica de los dictámenes de dicho comité y el hecho de que no se ha presentado prueba científica alguna en sentido contrario, el Tribunal de Justicia puede utilizar en el caso de autos tal interpretación como base de referencia para apreciar en qué medida la excepción establecida por el Estado miembro demandado, al amparo del artículo 9, apartado 1, letra c), de la Directiva respeta el requisito de que la captura de las aves de que se trate se efectúe en pequeñas cantidades (véase, en particular, la sentencia de 9 de diciembre de 2004, Comisión/España, C 79/03, Rec. p. I 11619, apartado 41).”

Esta misma interpretación es recogida posteriormente por el alto Tribunal, el 8 de junio de 2006, en la decisión prejudicial planteada por el Tribunale amministrativo regionale per la Lombardia respecto a excepciones al régimen de protección (Asunto C 60/05):

“27. Resulta igualmente de las citadas sentencias, Comisión/España, apartado 41, y Comisión/Finlandia, apartado 57, que, si bien es cierto que los mencionados porcentajes no revisten un carácter jurídicamente vinculante, no obstante, debido a la autoridad científica de los trabajos del comité ORNIS y a la no aportación de prueba científica alguna en sentido contrario, pueden constituir una base de referencia para apreciar si una excepción concedida en virtud del artículo 9, apartado 1, letra c), de la Directiva es conforme con esta disposición (véanse, por analogía, en lo que atañe a la pertinencia de datos científicos en el sector ornitológico, las sentencias de 19 de mayo de 1998, Comisión/Países Bajos, C 3/96, Rec. p. I 3031, apartados 69 y 70, y de 7 de diciembre de 2000, Comisión/Francia, C 374/98, Rec. p. I 10799, apartado 25).”

Por lo tanto, parece claro que sin ser vinculante, a falta de pruebas científicas contrarias, se puede interpretar como pequeñas cantidades para las aves canoras no cinegéticas un nivel de capturas inferior al 1 % de la mortalidad total anual de la población afectada (valor medio). Además, habrá que entender que este nivel deberá ser sensiblemente menor que el 1% ya que este es el nivel máximo aceptado para las especies cinegéticas según la misma Sentencia.

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El TJCE en esta misma decisión prejudicial también hace otra serie de precisiones que son relevantes en este caso:

“Sobre la segunda cuestión

30. Mediante esta cuestión, el órgano jurisdiccional nacional se plantea un interrogante esencialmente sobre el grado de precisión que debe caracterizar a las disposiciones nacionales de adaptación del Derecho interno a la Directiva en lo que atañe a los parámetros técnicos sobre cuya base puede fijarse un contingente correspondiente a «pequeñas cantidades» de aves, con arreglo al artículo 9, apartado 1, letra c), de la Directiva.

31. Debe señalarse que el undécimo considerando de la Directiva indica que el requisito relativo a las «pequeñas cantidades» a las que deben limitarse las capturas autorizadas con carácter excepcional no puede determinarse en atención a un criterio absoluto, sino que debe ponerse en relación con el nivel de la población de la especie afectada, sus tasas de reproducción y de mortalidad anuales.

32. A este respecto, el Tribunal de Justicia ha puntualizado que las excepciones en virtud del artículo 9 de la Directiva sólo pueden concederse si existe la garantía de que se mantiene la población de las especies afectadas en un nivel satisfactorio. De no cumplirse este requisito, en ningún caso las capturas de aves pueden considerarse prudentes ni, por lo tanto, una explotación admisible, en el sentido del undécimo considerando de la Directiva (véase, en este sentido, la sentencia de 16 de octubre de 2003, Ligue pour la protection des oiseaux y otros, C 182/02, Rec. p. I 12105, apartado 17).

33. En estas circunstancias, para que las autoridades competentes sólo puedan hacer uso de las excepciones previstas en el artículo 9 de la Directiva de una manera acorde con el Derecho comunitario, el marco legal y reglamentario nacional debe diseñarse de forma que la aplicación de las excepciones que se mencionan en dicho artículo se ajuste al principio de seguridad jurídica.

34. En efecto, como se desprende de la sentencia de 7 de marzo de 1996, Associazione italiana per il WWF y otros (C 118/94, Rec. p. I 1223, apartados 23, 25 y 26), la normativa nacional aplicable en esta materia debe enunciar los criterios por los que se establecen excepciones de forma clara y precisa, y obligar a las autoridades competentes para su aplicación a tenerlos en cuenta. En relación con un régimen de excepciones, que debe ser interpretado en sentido estricto e imponer la carga de la prueba de que se cumplen los requisitos, respecto a cada excepción, a la autoridad que adopte la correspondiente decisión, los Estados miembros están obligados a garantizar que toda intervención que afecte a las especies protegidas se autorice únicamente sobre la base de decisiones precisa y

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adecuadamente motivadas, que se refieran a los motivos, requisitos y exigencias previstos en el artículo 9, apartados 1 y 2, de la Directiva.

35. Además, de la resolución de remisión se deduce que se dan variaciones cuantitativas de considerable entidad entre las distintas poblaciones de aves de tal manera que toda decisión que establezca excepciones al régimen de protección exigido por la Directiva debe tener en cuenta la situación de la especie de que se trate.

36. Por consiguiente, procede responder a la segunda cuestión que las disposiciones nacionales de adaptación del Derecho interno relativas al concepto de «pequeñas cantidades» contenido en el artículo 9, apartado 1, letra c), de la Directiva deben permitir que las autoridades competentes para autorizar capturas excepcionales de aves de una especie determinada se basen en criterios revestidos de suficiente precisión en cuanto a los niveles cuantitativos máximos que deben observarse.”

Por lo tanto, solo se podrán dar autorizaciones si la situación de conservación de la especie en cuestión lo permite, si se cumplen estrictamente todos los requisitos de la Directiva y siempre de forma motivada y con la suficiente seguridad jurídica. La decisión del TJCE también establece que los niveles máximos de captura deberán revisarse periódicamente para asegurar que se cumplen todas estas condiciones.

Otra cuestión es en qué nivel geográfico debe establecerse estas “pequeñas cantidades”, sobre todo en países con una distribución competencial compleja como es España. En este caso el alto Tribunal también se ha pronunciado el 8 de junio de 2006, en la decisión prejudicial planteada por el Tribunale amministrativo regionale per la Lombardia respecto a excepciones al régimen de protección (Asunto C 60/05):

“29. Por consiguiente, procede responder a la primera cuestión que el artículo 9, apartado 1, letra c), de la Directiva obliga a los Estados miembros, cualquiera que sea el reparto interno de competencias establecido por el ordenamiento jurídico nacional, al adoptar medidas de adaptación del Derecho nacional a dicha disposición, a garantizar que, en todos los casos de aplicación de la excepción en ella prevista y respecto a todas las especies protegidas, las capturas cinegéticas autorizadas no superen un nivel máximo acorde con la limitación de tales capturas a pequeñas cantidades impuesta por la referida disposición, debiéndose determinar dicho nivel sobre la base de datos científicos rigurosos.

[…]

37. Mediante esta cuestión, el órgano jurisdiccional nacional desea recabar una interpretación del artículo 9, apartado 1, letra c), de la Directiva en relación con el

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modo en que las autoridades competentes de los Estados miembros deben garantizar que, al aplicar dicha disposición, no se supere el número máximo de aves de una especie determinada que puedan ser capturadas en todo el territorio nacional. En particular, el órgano jurisdiccional remitente pretende que se dilucide si dicha disposición debe interpretarse en el sentido de que de ella se deriva la obligación de establecer una concertación entre las entidades de ámbito territorial inferior al del Estado competentes para conceder las autorizaciones de captura excepcional a fin de que pueda fijarse de forma vinculante un reparto de las cantidades de aves que puedan ser capturadas en el conjunto de las referidas entidades.

38. Al respecto, debe recordarse que el Tribunal de Justicia ha declarado que, en el ámbito de la conservación de las aves silvestres, los criterios según los cuales los Estados miembros pueden introducir excepciones a las prohibiciones establecidas en la Directiva deben recogerse en disposiciones nacionales precisas (véase, en particular, la sentencia de 15 de marzo de 1990, Comisión/Países Bajos, C 339/87, Rec. p. I 851, apartado 28).

39. Además, de la sentencia de 17 de enero de 1991, Comisión/Italia (C 157/89, Rec. p. I 57, apartados 16 y 17) se desprende que una situación en la que las disposiciones nacionales de adaptación de la Directiva no garantizan que las autoridades con competencia en un ámbito territorial inferior al del Estado para la ejecución de ésta estén obligadas a tener en cuenta dichos criterios es contraria al principio de seguridad jurídica.

40. Por consiguiente, cuando la ejecución del artículo 9, apartado 1, letra c), de la Directiva se delega a entidades de ámbito territorial inferior al del Estado, el marco legislativo y reglamentario aplicable debe garantizar que el total de las capturas de aves que puedan autorizar dichas entidades se mantenga, para el conjunto del territorio nacional, dentro del límite de las «pequeñas cantidades» establecido en dicha disposición.

41. Teniendo en cuenta las consideraciones que anteceden, procede responder a la tercera cuestión que, al adaptar el ordenamiento jurídico interno al artículo 9, apartado 1, letra c), de la Directiva, los Estados miembros están obligados a garantizar que, independientemente del número y de la identidad de las autoridades que en ellos son competentes para ejecutar dicha disposición, el total de las capturas cinegéticas que autorice cada una de dichas autoridades, respecto a cada especie protegida, no exceda del nivel máximo acorde con la limitación de tales capturas a «pequeñas cantidades» fijado respecto a esa misma especie, para el conjunto del territorio nacional.”

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De esta forma el TJCE obliga a los estados miembros, cualquiera sea el reparto interno de competencias, a determinar sobre la base de datos científicos rigurosos el número máximo de capturas para el conjunto del territorio nacional.

Conclusiones

1) A falta de pruebas científicas contrarias, se puede interpretar como pequeñas cantidades para las aves canoras no cinegéticas un nivel de capturas sensiblemente inferior al 1 % de la mortalidad total anual de la población afectada (valor medio).

2) Los niveles máximos de capturas deben ponerse en relación con el nivel de la población de la especie afectada, sus tasas de reproducción y de mortalidad anuales.

3) Debe tenerse la garantía de que se mantiene la población, de la especie para la que se autoriza la captura, en un nivel satisfactorio.

4) La aplicación de las excepciones se debe ajustar al principio de seguridad jurídica.

5) La normativa nacional debe enunciar de forma clara y precisa los criterios por los que se establecen estas excepciones y obligar a las autoridades competentes para su aplicación (en nuestro caso a las comunidades autónomas) a tenerlos en cuenta.

6) Debe garantizarse el cumplimiento estricto de los requisitos para poder autorizar la excepción.

7) Los Estados miembros están obligados a garantizar que toda intervención que afecte a las especies protegidas se autorice únicamente sobre la base de decisiones precisa y adecuadamente motivadas, que se refieran a los motivos, requisitos y exigencias previstos en el artículo 9, apartados 1 y 2, de la Directiva.

8) A la hora de conceder una autorización la administración debe tener en cuenta la situación concreta de conservación de la especie de que se trate.

9) Los Estados miembros están obligados a garantizar que, independientemente del número y de la identidad de las autoridades que en ellos son competentes para ejecutar dicha disposición, el total de las capturas cinegéticas que autorice cada una de dichas autoridades, respecto a cada especie protegida, no exceda del nivel máximo acorde con la limitación de tales capturas a «pequeñas cantidades» fijado respecto a esa misma especie, para el conjunto del territorio nacional.

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2.3. Interpretaciones y jurisprudencia sobre el control necesario

Otra cuestión que puede analizarse es el grado de control que deben hacer las administraciones sobre la ejecución de las autorizaciones que se conceden. Pues bien, nuevamente vuelve a ser revelador la decisión prejudicial planteada por el Tribunale amministrativo regionale per la Lombardia respecto a excepciones al régimen de protección (Asunto C 60/05):

“29. Por consiguiente, procede responder a la primera cuestión que el artículo 9, apartado 1, letra c), de la Directiva obliga a los Estados miembros, cualquiera que sea el reparto interno de competencias establecido por el ordenamiento jurídico nacional, al adoptar medidas de adaptación del Derecho nacional a dicha disposición, a garantizar que, en todos los casos de aplicación de la excepción en ella prevista y respecto a todas las especies protegidas, las capturas cinegéticas autorizadas no superen un nivel máximo acorde con la limitación de tales capturas a pequeñas cantidades impuesta por la referida disposición, debiéndose determinar dicho nivel sobre la base de datos científicos rigurosos.”

Es decir, las administraciones competentes deben garantizar que no se superen las capturas autorizadas, dando por hecho que se han establecido los cupos de forma adecuada. De hecho la propia Directiva de conformidad con el artículo 9, apartado 2, indica que las excepciones deben hacer mención, entre otras cuestiones, a los controles que se ejercerán para su cumplimiento.

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3. EXÁMEN DE LAS AUTORIZACIONES DE CAPTURA DE FRINGÍLIDOS EMITIDAS POR LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS A través de la información enviada por las comunidades autónomas para la elaboración de los informes anuales de excepción remitidos a las Comisión Europea (Informes sobre las excepciones adoptadas en España en virtud del artículo 9 de la Directiva 79/409/CEE) se ha examinado la situación actual del uso de aves silvestres en el contexto de la práctica del silvestrismo, las capturas autorizadas así como la motivación y las medidas de control establecidas. Para este análisis se consultaron los informes desde el año 2003 hasta el 2007. De estos informes se ha obtenido una información tal vez no muy detallada pero que permite hacer varios análisis en relación al número de aves mínimas autorizadas, al número de autorizaciones concedidas, a las fechas de capturas permitidas, a los métodos autorizados y al seguimiento y control ejercido. 3.1. Especies y capturas autorizadas

A partir de los informes de excepciones no es posible obtener el número exacto del número de capturas de aves autorizadas ni del número de capturas realizadas ya que algunas comunidades autónomas aportan como información tan solo el dato de las aves autorizadas, y otras, el dato de las aves informadas como capturadas en los informes requeridos a los titulares de la autorización. Por ello, para este informe se han tenido en cuenta todos los datos en su conjunto, considerándolo como capturas mínimas de aves autorizadas, ya que algunas comunidades habrán autorizado capturas que no se hayan realizado finalmente.

De forma general, las especies autorizadas son el jilguero (Carduelis carduelis), el pardillo (Carduelis cannabina), el verderón (Carduelis chloris), el verdecillo (Serinus serinus), el canario (Serinus canaria) y el pinzón común (Fringilla coelebs), sin embargo, algunos años y en algunas comunidades autónomas se han autorizado otras especies como el camachuelo común (Pyrrhula pyrrhula) o el camachuelo trompetero (Bucanetes githagineus). Entre los años 2003 y 2007 se han notificado las autorizaciones de captura de un mínimo de 211.981 y un máximo 641.042 aves pertenecientes a estas especies (véase la tabla 1). En promedio se han autorizado anualmente un mínimo 61.279 jilgueros, 25.639 verderones, 19.706 verderones, 3.354 verdecillos, 389 canarios y 783 pinzones comunes.

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Año 2003 Año 2004 Año 2005 Año 2006 Año 2007 Carduelis carduelis 78.907 115.521 46.606 27.132 38.228 Carduelis cannabina 35.330 43.492 31.084 12.924 5.363 Carduelis chloris 45.920 39.822 7.238 2.227 3.325 Serinus serinus 968 1.601 9.466 1.408 3.325 Serinus canaria 131 1.652 152 6 4 Fringilla coelebs 0 3.120 10 0 Total aves 211.981 464.318 641.042 322.841 220.731

Tabla 1. Capturas mínimas autorizadas por especie y año según las notificaciones llevadas a cabo por las comunidades autónomas a la Comisión Europea.

Aunque no se ha podido comprobar comunidad autónoma por comunidad autónoma parece que salvo excepciones (por ejemplo Andalucía o Cantabria) las capturas máximas para cada especie no se han establecido mediante estudios científicos.

3.2. Número de autorizaciones

El número de autorizaciones varió entre los años estudiados entre 16.439 y 33.718 con un número promedio de autorizaciones de 21.585 (Tabla 2)

Nº de

autorizaciones Año 2003 18.242 Año 2004 21.100 Año 2005 33.718 Año 2006 16.439 Año 2007 18.424 Promedio 21.585

Tabla 2. Número mínimo de autorizaciones notificadas por las comunidades autónomas a la Comisión Europea.

3.3. Fechas de capturas

En cuanto a las fechas de captura varían sensiblemente entre comunidades autónomas y años, observándose una tendencia a autorizar cada vez más las capturas a partir de julio y hasta diciembre en los últimos años.

Aún así durante el periodo considerado se han autorizado en varias comunidades autónomas la captura de estas especies durante la época de cría de estas especies.

Pues bien, en relación a este aspecto el TJCE ya se ha pronunciado al respecto concluyendo que no se puede autorizar en época de cría si la especie se encuentra presente

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en ese territorio fuera de la época de cría. Situación que ocurre con estas especies en todas las comunidades autónomas.

“30. En el presente asunto, las especies consideradas, que se mencionan en el apartado 5 de esta sentencia, están incluidas en el ámbito de aplicación de las dos disposiciones a que se refiere el apartado anterior. Consta que los períodos de caza primaveral vigentes en Finlandia coinciden con los períodos de nidificación de dichas especies. Por consiguiente, conforme al artículo 7, apartado 4, de la Directiva, éstas no pueden ser cazadas durante dichos períodos.

31. No obstante, el artículo 9, apartado 1, letra c), de la Directiva admite la posibilidad de autorizar excepcionalmente, en las condiciones mencionadas en dicha disposición, la caza de las especies que figuran en el anexo II de dicha Directiva, durante los períodos indicados en su artículo 7, apartado 4, y, por tanto, durante los distintos estados de reproducción y de crianza (véanse, en este sentido, las sentencias de 16 de octubre de 2003, Ligue pour la protection des oiseaux y otros, C-182/02, Rec. p. I-12105, apartados 9 a 11, y de 9 de junio de 2005, Comisión/España, C-135/04, Rec. p. I-0000, apartado 17).

32. Entre los requisitos que deben cumplirse para que pueda autorizarse tal caza, en virtud del artículo 9, apartado 1, letra c), de la Directiva, se encuentra el de que no haya otra solución satisfactoria (véanse las sentencias Ligue pour la protection des oiseaux y otros, apartado 15, y Comisión/España, apartado 18, antes citadas).

33. Pues bien, este requisito no puede considerarse cumplido si el período de caza abierto con carácter excepcional coincide innecesariamente con los períodos en los que la Directiva pretende establecer una protección particular. Tal necesidad no existe, en especial, si la medida que autoriza la caza con carácter excepcional está destinada únicamente a prorrogar los períodos de caza de determinadas especies de aves en territorios ya frecuentados por éstas durante los períodos de caza fijados con arreglo al artículo 7 de la Directiva (véanse las sentencias Ligue pour la protection des oiseaux y otros, apartado 16, y Comisión /España, apartado 19, antes citadas).”

Sentencia del TJCE, de 15 de diciembre de 2005, sobre la caza primaveral de determinadas aves acuáticas en Finlandia (Asunto C-344/03)

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3.4. Métodos autorizados

Entre los métodos que aparecen en las notificaciones a la Comisión Europea como autorizados se encuentran los siguientes:

1) red y arbolillo 2) captura en vivo con red abatible. 3) "artes tradicionales, fundamentalmente red en bebedero" 4) "redes abatibles o de libro con cimbel vivo" 5) red 6) red abatible (red de tiro) 7) captura mediante redes de suelo 8) cimbeles, en ningún caso mutilado o cegado. No más de 4 reclamos actuando al

mismo tiempo. 9) redes en seco o al paso 10) liga en ramo 11) "red horizontal o de suelo, precintada, con el auxilio de reclamo vivo" 12) red horizontal o de suelo, precintada.

Básicamente de trata de métodos cuya especificidad depende del cazador: redes abatibles y liga utilizadas ambas con o sin cimbeles vivos y en algunos casos se autoriza en bebederos.

3.5. Control y seguimiento La justificación del control y seguimiento en las notificaciones a la Comisión Europea en 2007 fueron las siguientes:

1) Individualización de ejemplares retenidos. Declaración de captura y retención. Informes de actividad.

2) Es una actividad perfectamente controlada en la que, además, se realizan estimaciones anuales del impacto de la actividad sobre las poblaciones de jilgueros. Utilizando las estimas mínimas de la especie en Cantabria (Gobierno de Cantabria 2004).

3) "Partes de captura remitidos por los interesados y control por Agentes Medioambientales y Guardia Civil. Informe de resultados necesario una vez realizada la actividad."

4) "Guardería forestal y técnicos de la Consejería de Medio Ambiente; SEPRONA de la Guardia Civil, con informe intermedio (al término del primer subperiodo) y final (al término del segundo subperiodo) de la actividad realizada."

5) Técnicos de la Dirección General de Medio Natural de la Junta de Extremadura y Agentes del Medio Natural.

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6) Técnicos y agentes forestales. 7) "Control efectuado por la Guardería de los Departamentos de Medio Ambiente y de

Agricultura de la Diputación Foral de Álava y guardería particular de asociaciones de cotos de caza. Las personas autorizadas deben llevar un registro de jornadas, incidencias y capturas, que entregarán al finalizar la campaña. "

8) "Control efectuado por la Guardería del Departamento de Desarrollo del Medio Rural de la Diputación Foral de Guipuzkoa. Las personas autorizadas deben llevar un registro de jornadas, incidencias y capturas, que se entregará al finalizar la campaña."

9) "Control por parte la Guardería del Departamento de Agricultura de la Diputación Foral de Bizkaia. Las personas autorizadas deben llevar un registro de jornadas, incidencias y capturas, que se entregará al finalizar la campaña."

10) "Control por la Guardería Forestal. Obligación de las Sociedades de notificar los resultados de la captura."

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4. ESTIMA DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA 4.1. Metodología Los datos de campo utilizados para realizar este trabajo proceden íntegramente del programa de Seguimiento de Aves Comunes Reproductoras en España de SEO/BirdLife (en adelante citado mediante su acrónimo: SACRE). Este trabajo ha sido posible gracias a un enorme esfuerzo colectivo, conducido mediante un sencillo protocolo de muestreo con el que cientos de ornitólogos de todo el país han estado proporcionando de manera ininterrumpida (¡trece años hasta la fecha actual!) datos precisos de la cantidad de aves de cada especie detectadas en unidades muéstrales estandarizadas. Gracias a este trabajo se ha podido proceder a la cuantificación del tamaño de población de las especies de aves comunes presentes en España a escala nacional y regional. Resumidamente, el protocolo de muestreo del SACRE consiste en la repetición año tras año de un mínimo de 20 estaciones puntuales de muestreo de 5 minutos de duración cada una, establecidas a lo largo de un recorrido dentro del perímetro correspondiente a una cuadrícula UTM de 10x10 km. En la medida de lo posible las estaciones se distribuyen entre todos los hábitats presentes en esos 100 km2 de manera proporcional a su superficie, y espaciadas entre sí al menos un kilómetro. Cada estación se visita dos veces cada primavera: los muestreos realizados durante la primera visita (entre el 15 de abril y el 15 de mayo) sirven para obtener datos de las especies sedentarias y presaharianas, mientras que con los muestreos de la segunda visita (entre el 15 de mayo y el 15 de junio) se datan las especies transaharianas, en general más tardías en asentarse en sus hábitats de cría. A efectos analíticos, la unidad muestral es la UTM de 10x10 km. Esto significa que todas las aves de una misma especie contactadas en las 20 estaciones puntuales de cada UTM se suman, proporcionando una medida de abundancia relativa suficientemente estable, cuyas variaciones no azarosas sean potencialmente detectables y comparables entre años. Al considerar conjuntamente las comparaciones interanuales de todas las UTM disponibles, se obtiene a escala espacial amplia un índice relativo de la variación temporal de cada especie (i.e., tasa porcentual media del incremento o disminución observados), y sin sesgos importantes relacionados con el tipo de hábitat o con el esfuerzo de muestreo (ya que en todas las UTM siempre se trata de los mismos puntos y del mismo tiempo de censo). A partir de estos aspectos metodológicos básicos, se han introducido las siguientes consideraciones para realizar la cuantificación de los fringílidos aquí incluida:

• Dada la aún escasa participación alcanzada por el SACRE tanto en Baleares como en Canarias, este informe sólo ofrece las estimas del tamaño poblacional de los fringílidos en la España peninsular (tampoco se consideran Ceuta o Melilla). Por

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tanto, hay que asumir que estas estimas nacionales serán tanto más incompletas como grandes sean los efectivos de cada especie en los archipiélagos. No obstante hay que señalar que, en casi todos los casos, o la especie no se reproduce en las islas, o allí su población representa con toda probabilidad una fracción muy pequeña del total nacional, teniendo en cuenta tanto la extensión de los archipiélagos, como las densidades que en ellos alcanzan las especies y sus efectivos poblacionales locales (Martín y Lorenzo, 2001; Martí y Del Moral, 2003; Carrascal y Palomino, 2005; Lorenzo, 2007; Carrascal et al., 2008).

• Las particularidades de la metodología SACRE dificultan el muestreo de las áreas de alta montaña. Como consecuencia de ello, el tamaño muestral disponible por encima de 1.500 m de altitud es insuficiente. Por tanto, debe tenerse en cuenta que los tamaños poblacionales para las especies consideradas en esta memoria no incluyen la fracción de individuos que pueda habitar por encima de esos 1.500 m.

• En este caso se ha estimado el número de individuos como una medida directa del tamaño de población. Esto se debe al casi absoluto desconocimiento para todas las especies de qué fracción de su población total realmente nidifica cada año, y a que su estima cuantitativa es muy prolija y depende de la existencia de unos datos no disponibles para las especies analizadas. Por otra parte, téngase en cuenta que la estima del tamaño de población medido como número total de individuos adultos es muy relevante ecológicamente, ya que incluye tanto a las parejas reproductoras, como a aquella fracción de la población que no se reproduce en el año de censo y que sí lo hará en años sucesivos tras madurar reproductivamente (en especies de ciclo vital largo), u ocupar sitios vacantes por mortandad de otras parejas.

• Para maximizar el tamaño muestral, se han considerado los datos del SACRE disponibles durante los tres años consecutivos de 2004, 2005 y 2006. Por tanto, los resultados ofrecidos constituyen una ‘instantánea’ del tamaño poblacional promedio para cada especie en esa ventana temporal. Se da la circunstancia de que los años seleccionados constituyeron un máximo de participación en la historia del SACRE.

• Para cada estación de censo da cada unidad muestral ha sido necesario identificar: 1) el tipo de ambiente a que corresponde; 2) la comunidad autónoma en donde se localiza; y 3) su altitud sobre el nivel del mar. Puesto que muchas de las estaciones puntuales fueron muestreadas durante dos o tres años (véase el párrafo anterior), el número de aves por estación fue promediado previamente al análisis de los datos.

• A partir de las dos visitas que los participantes realizan en cada primavera, se ha considerado el número de aves detectado en aquella visita más apropiada para cada especie según su fenología, en este caso la primera visita al tratarse siempre de especies sedentarias.

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4.2. Área de aplicación del estudio y cartografía ambiental Los datos disponibles para realizar este trabajo fueron los correspondientes a 12.030 estaciones puntuales, razonablemente bien dispersas por toda la Península (figura 1). En total se han considerado 594 cuadrículas UTM de 10x10 km. Cada una de ellas ha sido muestreada una media de 1,74 años durante 2004, 2005 y 2006.

Figura 1. Cuadrículas UTM de 10x10 km consideradas y realizadas durante 2004, 2005 y 2006 (n=594). Dentro de cada una de ellas se distribuyen unas 20 estaciones puntuales, que en total sumaron 12.030 unidades de muestreo.

A partir de las coordenadas geográficas de cada una de las estaciones puntuales, y mediante cartografía digital, se calculó su altitud (en metros, mediante un modelo de elevación del terreno de 200 m de resolución), y su localización provincial. Se ha obtenido un promedio de 802 estaciones por comunidad autónoma (mín. = 243 en Murcia; máx. = 2.708 en Castilla y León).

El tipo de formación ambiental muestreada en cada estación puntual también se obtuvo a partir de sistemas de información geográfica, de acuerdo con un listado de hábitats

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ornitológicos de España que SEO/BirdLife ha sintetizado a partir del ‘Inventario Forestal Nacional’ del Ministerio de Medio Ambiente (escala 1:50.000), del proyecto ‘Corine Land Cover’ de la Agencia Europea del Medio Ambiente, y los modelos digitales del terreno de las comunidades autónomas (escala 1:250.0000).

Se distinguieron 23 grandes formaciones ambientales, que resumen la variabilidad de hábitats peninsulares en términos de su importancia para las aves: enebrales y sabinares (Juniperus spp.), Pinares (Pinus spp.) y abetales (Abies spp.), bosques deciduos, incluyendo robledales (principalmente Quercus pyrenaica, Q. faginea, Q. robur y Q. humilis), hayedos (Fagus sylvatica), fresnedas (Fraxinus spp.) y castañares (Castanea sativa), encinares (Quercus ilex) y alcornocales (Quercus suber), bosques mixtos, (e.g. hayedo-abetales, pinar-encinares), Eucaliptales (Eucalyptus spp.), palmerales (Phoenix dactylifera), matorrales (retamares Retama spp. y Genista spp., jarales Cistus spp., carrascales Quercus ilex, brezales Erica spp., piornales Cytisus spp., etc.), humedales, riberas arboladas, riberas desarboladas, cultivos herbáceos extensivos de secano, cultivos extensivos de regadío, arrozales, olivares, vViñedos, frutales, mosaicos agropecuarios, roquedos y canchacles, arenales, dunas interiores y playas litorales, pueblos y ciudades y áreas periurbanas.

Para cada una de las comunidades autónomas peninsulares se calculó la superficie por debajo de los 1.500 m de altitud de cada uno de estos 23 ambientes (en kilómetros cuadrados). Estas superficies, constituyen la base para corregir los desajustes entre la cantidad de muestreos realizados en cada hábitat y su disponibilidad real en España, un paso fundamental en el cálculo de los tamaños poblacionales de las especies.

4.3. Estima de densidades y tamaño de población Debido a las imprecisiones en el cumplimiento de las condiciones asociadas con un muestreo aleatorio/estratificado, a la propia variabilidad natural en los patrones de distribución-abundancia y detectabilidad de cualquier especie, y a la enorme escala espacial del análisis de este trabajo, se ha de aceptar prudentemente que existe un margen de error asociado a las estimas de población calculadas. Por tanto, es imprescindible cuantificar la magnitud de estas fuentes de variación, para así poder proporcionar una medida objetiva de la certidumbre del número total de ejemplares estimado. A continuación se expone detalladamente la aproximación metodológica seguida en este estudio para cada uno de los tres aspectos básicos para el cálculo de tamaños poblacionales a partir de muestreos:

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Cálculo de la detectabilidad Al realizar las estaciones puntuales se puede calcular fácilmente la proporción de aves detectadas a una distancia menor o igual que la distancia umbral d:

p(d) = A/(A+C) Independientemente de cuál sea la función matemática que mejor describe la disminución de la detectabilidad con la distancia al observador (e.g., ‘seminormal’, ‘tasa de riesgo’, ‘exponencial negativa’, con o sin ajustes cosenos o polinomiales, etc.; Thomas et al., 2002), se puede demostrar mediante cálculo integral que la distancia o radio eficaz de censo (DEC) es:

DEC = d/ p(d) + t

siendo d la distancia umbral que define el radio de censo (25 m en el caso de esta monografía). El término t depende de los parámetros matemáticos de la función que describe la pérdida de la detectabilidad con la distancia. Los valores de radio eficaz de censo (DEC) y de proporción de aves detectadas a una distancia menor o igual que la distancia umbral (p(d)) están relacionados entre sí por una mera cuestión geométrica. Cuando la proporción p(d) es muy grande, es decir, cuando la mayoría de las aves detectadas se hallan muy cerca del observador, el radio eficaz de censo (DEC) es pequeño (relación muy sesgada hacia la superficie negra que representan los individuos detectados a una distancia menor o igual que la distancia umbral d, respecto a la superficie gris que cuantifica el número de aves observadas más allá de esa distancia d; especie poco detectable). Por el contrario, cuando la proporción p(d) es pequeña (mucha superficie gris en relación con la superficie negra), el radio eficaz de censo DEC es muy grande (especie muy detectable).

Utilizando distintas distribuciones de detectabilidad (‘seminormal’, ‘tasa de riesgo’ o ‘exponencial negativa’), y postulando diferentes distancias máximas de detección que han oscilado entre 35 y 500 m, se han simulado 223 especies teóricas utilizando ‘Microsoft Excel’. Para cada una de ellas se han generando 10.000 valores de distancias de detección con los que construir 223 curvas diferentes. Dicho de otro modo, se generaron distribuciones de detectabilidad de parámetros conocidos al ser ‘creadas’ por los investigadores a partir de valores concretos establecidos a priori. A partir de los histogramas de las distancias de observación simuladas se calcularon las superficies, la probabilidad de detección de la especie (p), la proporción (p(d)) de aves detectadas por debajo de la distancia umbral d, y la distancia eficaz de censo (DEC).

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Utilizando las simulaciones de las 223 especies se obtiene que, trabajando con estaciones puntuales de censo y distancias umbral d = 25 m de radio, la distancia eficaz de censo estimada (DEC’) se puede calcular mediante la siguiente expresión:

DEC’ = [25/ p(25) ] + 1/(0,789 – 0,151 · [25/ p(25) ]0,536)

(la segunda parte de la igualdad que se suma a [25/ p(25) ] es el término t).

Con dicha ecuación, las distancias eficaces de censo reales (DEC) y estimadas (DEC’) son virtualmente idénticas (véase la figura 6): r = 0,99998; p << 0,001

DEC = 0,05 + 0,9995 · DEC’ (la ecuación indicativa de absoluta igualdad entre DEC y DEC’ sería DEC = 0 + 1 · DEC’). Téngase en cuenta que la adición del complejo término t sólo contribuye muy marginalmente a perfeccionar la predicción de la distancia eficaz de censo real, incrementando la r2 apenas un 0,0001.

El intervalo de confianza de DEC en la ecuación anterior se calcula del siguiente modo a partir del intervalo de confianza de p(25) para una probabilidad α dada:

Tα · [p(25) · (1– p(25))]0,5 · N0,5

donde Tα es el valor de la T de Student para N–1 grados de libertad (siendo N el número de contactos con individuos distintos). Repitiendo el mismo proceso anterior, es posible definir ecuaciones sencillas que predicen los radios eficaces de censo trabajando con otras distancias umbral d. Así, si tales distancias se fijan en 50 m, la ecuación que predice el radio eficaz de censo (DEC’) es la siguiente:

DEC’ = [50 / p(50) ] + 1 / (0,197 – 0,014 · [50 / p(50) ]0,747)

donde p(50) es la proporción de todas las aves detectadas que fueron registradas dentro de un radio de 50 m alrededor del ornitólogo. La relación entre las distancias eficaces de censo reales (DEC) y las estimadas (DEC’) es muy alta (r2 = 0,9993; p << 0,001), especialmente si el valor de p(50) es menor de 0,75 (i.e., 75% de aves detectadas a 50 m o menos de distancia del centro de la estación puntual): r2 = 0,9998; p << 0,001; DEC = –0,03 + 0,999 · DEC’. Recomendamos esta ecuación que utiliza p(50) en vez de p(25) para aquellas especies que tienen elevadas distancias de detección máxima y altos valores de radio eficaz de censo (e.g., cuco, rapaces).

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Cálculo de la superficie prospectada y la densidad

Teniendo en cuenta el radio eficaz de censo (DEC) y el número de estaciones puntuales, se puede estimar la cantidad de superficie muestreada eficazmente en toda la España peninsular para cada una de las especies consideradas. Dicha superficie se calcula multiplicando el número total de estaciones puntuales de censo realizadas (12.030) por la superficie que se cubriría eficazmente para cada especie en cada estación. Tal valor, estimado en kilómetros cuadrados, se calcula del siguiente modo:

Superficie eficaz censada (km2) = (DEC2 · π) · 12.030 / 1.000.000

donde la división entre 1.000.000 se hace para pasar la superficie de metros cuadrados a kilómetros cuadrados (pues el radio eficaz DEC se mide en metros). Dividiendo las superficies obtenidas para cada especie, por la superficie total nacional en la península Ibérica por debajo de 1.500 m de altitud (470.459 km2), se obtiene el porcentaje de superficie prospectada eficazmente mediante el muestreo del SACRE en los tres años de estudio seleccionados (2004-2006). Las densidades absolutas para cada especie se han calculado teniendo en cuenta la siguiente expresión:

D = N / (nEP · DEC2 · π / 1.000.000)

donde D es la densidad en aves/km2 y N es el número de individuos detectados en las nEP estaciones puntuales de muestreo realizadas (teniendo en cuenta el radio eficaz de censo de cada especie: DEC, en metros). La división de (nEP · DEC2 · π ) entre 1.000.000 se hace para pasar la superficie de metros cuadrados a kilómetros cuadrados. La fórmula anterior se ha utilizado tanto para el cálculo de la densidad en distintos hábitats y pisos bioclimáticos, como para la estima en comunidades autónomas, y en el total nacional. Estima del tamaño de población Para la estima del tamaño de población en cada comunidad autónoma se ha seguido un procedimiento de cálculo, en esencia, muy sencillo: multiplicar la densidad de cada especie en cada una de las formaciones ambientales distinguidas, por la superficie que éstas ocupan en cada comunidad. Este sencillo cálculo se complica más a la hora de corregir los sesgos derivados de no haber prospectado los diferentes ambientes exactamente en proporción a su superficie, y al estimar los intervalos de confianza. Para obtener una estima del tamaño de población de cualquier especie en un lugar más ajustada a la realidad es necesario tener en cuenta el balance entre el esfuerzo de muestreo y la disponibilidad de ambientes atendiendo a su superficie en la región.

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Para ello hay que calcular una media del número de individuos por estación de censo en cada formación ambiental, ponderado por la superficie que dicha formación ambiental tiene en la región. Matemáticamente esta ponderación se expresa del siguiente modo:

Media regional de aves por estación puntual = ∑=

n

i 1(mediai · pi)

donde mediai es el número medio de aves por estación de censo en la formación ambiental i, y pi es la proporción de la superficie regional que ocupa dicho ambiente, existiendo n

ambientes distintos (∑=

n

i 1pi = 1).

Una vez conocidos los valores del número de individuos por especie y comunidad autónoma, las estimas del total nacional se obtienen sumando los valores de tamaño poblacional calculados para ellas. Variabilidad de la estima: precisión e intervalo de confianza Los cálculos de tamaño de población medio se han llevado a cabo trabajando con toda la muestra, de 12.030 estaciones puntuales de muestreo, y la estima media de radio eficaz de censo para cada especie. Este modo de cálculo, aunque correcto, no informa de la precisión de la estima, teniendo en cuenta varias fuentes de variación, como son: 1) la variabilidad del radio eficaz de censo considerando el número de contactos utilizados y las diferentes formaciones ambientales utilizadas para su cálculo; 2) la variabilidad del número de individuos por estación de censo, tanto dentro de cada formación ambiental, como entre diferentes formaciones ambientales, o entre distintas comunidades autónomas; y 3) el diferente número de estaciones de censo utilizadas para el cálculo de las medias (tanto para formaciones ambientales como para comunidades autónomas). El tamaño medio de población de cada especie a escala nacional y por comunidades autónomas, y sus intervalos de confianza al 90%, se calcularon mediante un procedimiento de remuestreo con reemplazo (bootstrapping; Efron, 1981; Crowley, 1992; Davison y Hinkley, 2006). Para ello, se generó al azar una distribución del número de individuos observados por estación de censo utilizando la distribución original de las estaciones puntuales obtenidas en cada formación ambiental y cada comunidad autónoma. Con esta muestra se calcularon los valores medios del número de individuos por estación de censo en cada comunidad autónoma, ponderando por la superficie ocupada por cada formación ambiental. Debido a que el radio eficaz de censo de cada especie varía alrededor de la media, se generaron al azar valores de distancia eficaz dentro de su intervalo de confianza al 90%. Con estos valores se calculó el número de individuos para cada comunidad autónoma y para el total nacional según el procedimiento indicado en el apartado anterior

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(Estima del tamaño de población). Este proceso se repitió 1.000 veces, para después extraer el valor medio de las 1.000 estimas, y los percentiles 5% y 95% de la distribución de los 1.000 valores obtenidos de tamaño poblacional, y generar el correspondiente intervalo de confianza del 90% (i.e., p = 0,1). De este modo se obtiene un valor medio mucho más estable que aquél derivado de una sola estima con el total de la muestra, y es posible tener una medida de la precisión de la estima (i.e., más precisa cuanto menor sea el intervalo de confianza alrededor de la media). Este proceso se desarrolló utilizando una herramienta informática sencilla y de uso ampliamente generalizado: funciones de ‘Pop Tools 3.0’ (http://www.cse.csiro.au/poptools/) y macros de MS-Excel para la selección aleatoria de muestras y los cálculos subsiguientes (véanse Carrascal et al., 2006, 2007, para una aproximación similar). Por último, debe tenerse en cuenta que los intervalos de confianza proporcionados son muy conservadores, al haberse calculado según dos fuentes de variabilidad: variación del número de aves por estación de censo en ambiente-comunidad autónoma, y variación del radio eficaz de censo DEC dentro de su intervalo de confianza al 90%. Si el intervalo de confianza del tamaño de población se hubiese calculado utilizando un único valor medio de radio eficaz de censo, entonces hubiese sido más estrecho en torno a la media. Se recomienda que los intervalos de confianza proporcionados sean vistos como una aproximación conservadora válida, pero no estrictamente exacta, a los niveles de probabilidad propuestos (el 90% proporcionado podría ser en realidad un 99% de haber operado con un procedimiento menos exigente, el intervalo superior podría estar ligeramente más sesgado que el inferior, etc.).

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4.4. Resultados Se presentan en distintas tablas para cada una de las especies objetivo: pinzón común (Fringilla coelebs), verdecillo (Serinus serinus), verderón (Carduelis chloris), jilguero (Carduelis carduelis) y pardillo (Carduelis cannabina), la información referente a su tamaño poblacional promedio por comunidades autónomas, calculado tal y como se explica a lo largo del capítulo, su tendencia y el promedio de aves por km2 en distintos pisos biogeográficos. Pinzón vulgar Fringilla coelebs TAMAÑO DE POBLACIÓN (2004-2006) PROMEDIO Inf. 90% Sup. 90% % NAC

NACIONAL 19.267.316 17.421.897 21.345.865 Andalucía 5.655.775 4.959.411 6.419.641 29,4Aragón 1.304.016 1.082.657 1.530.512 6,8Asturias 192.540 127.459 264.811 1,0Cantabria 230.971 174.512 295.695 1,2Castilla y León 3.800.424 3.383.870 4.271.595 19,7Castilla-La Mancha 2.127.038 1.835.119 2.459.075 11,0Cataluña 584.170 468.337 709.624 3,0Comunidad Valenciana 594.455 484.646 709.371 3,1Extremadura 2.071.199 1.776.788 2.401.258 10,7Galicia 870.827 586.623 1.164.159 4,5La Rioja 200.804 160.399 243.848 1,0Madrid 124.142 101.138 148.718 0,6Murcia 437.930 333.916 541.784 2,3Navarra 537.615 452.724 630.085 2,8País Vasco 585.297 501.141 673.063 3,0 TENDENCIA POBLACIONAL (1998-2006): 4,2% (2,9%, 5,5%) CRECIENTE

Región-Piso biogeográfico Hábitat aves / km2 Termomediterráneo Encinares/alcornocales 118,7 Mesomediterráneo Olivares 101,1 Supramediterráneo Pinares (>1.250 m) 99,3 Supramediterráneo Encinares 95,9 Supramediterráneo Pinares 92,0 Cantábrico Hayedos 92,0 Cantábrico Pastos arbolados (>750 m) 87,0 Supramediterráneo Robledales 83,2 Mesomediterráneo Encinares/alcornocales 76,7 Mesomediterráneo Frutales 74,0

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Se estima una población media de unos 19.270.000 pinzones (excluidas sus poblaciones insulares), con un muy estrecho margen de variación para este promedio (20%). Así, los valores mínimos y máximo de esta estima media, al 90% de confianza, son 17.420.000 y 21.350.000 individuos. Su tendencia poblacional a largo plazo ha sido positiva. El 71% de toda su población nacional se reparte entre cuatro comunidades autónomas: Andalucía (29%; 5.660.000 pinzones), Castilla y León (20%; 3.800.000), Castilla-La Mancha (11%; 2.130.000) y Extremadura (11%; 2.070.000). Alcanza elevadas densidades en una gran variedad de hábitats arbolados y pisos biogeográficos: encinares/alcornocales (media 97,1 pinzones/km2), olivares (101 pinzones/km2), pinares (media 95,7 pinzones/km2), hayedos (92 pinzones/km2), pastos arbolados (87 pinzones/km2), robledales (83 pinzones/km2) y cultivos arbóreos de frutales (74 pinzones/km2).

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Verdecillo Serinus serinus

TAMAÑO DE POBLACIÓN (2004-2006)

PROMEDIO Inf. 90% Sup. 90% % NAC

NACIONAL 35.725.460 32.783.056 38.879.589 Andalucía 9.796.870 8.723.639 10.880.051 27,4Aragón 2.475.640 2.049.706 2.932.575 6,9Asturias 213.657 133.950 282.365 0,6Cantabria 53.024 20.057 86.454 0,1Castilla y León 3.852.460 3.417.814 4.298.669 10,8Castilla-La Mancha 2.419.116 1.991.709 2.854.875 6,8Cataluña 2.690.597 2.308.221 3.098.930 7,5Comunidad Valenciana 5.432.272 4.812.203 6.045.579 15,2Extremadura 1.312.463 1.022.270 1.624.937 3,7Galicia 2.191.207 1.751.015 2.703.689 6,1La Rioja 537.623 434.334 653.378 1,5Madrid 220.246 183.188 256.689 0,6Murcia 3.493.929 2.930.395 4.138.651 9,8Navarra 439.034 351.494 528.472 1,2País Vasco 692.442 555.392 843.264 1,9 TENDENCIA POBLACIONAL (1998-2006): -3,5% (-2,4%, -4,6%) DECRECIENTE

Región-Piso biogeográfico Hábitat aves / km2 Termomediterráneo Frutales 363,7

Termomediterráneo Pinares 294,4

Mesomediterráneo (NE) Viñedos 264,4

Mesomediterráneo Frutales 260,5

Termomediterráneo Mosaicos agropecuarios 227,9

Mesomediterráneo Olivares 195,2

Mesomediterráneo (NE) Frutales 185,6

Termomediterráneo Matorrales 183,5

Termomediterráneo Áreas periurbanas 173,2

Mesomediterráneo Pinares 164,8

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Estima nacional con un margen de variación muy estrecho (17%). El tamaño poblacional medio (excluidas sus poblaciones insulares) es de unos 35.730.000 verdecillos, que con una seguridad del 90% se encuentra entre 32.780.000 y 38.880.000 individuos. Su tendencia poblacional a largo plazo ha sido negativa. El grueso de la población española (84%) se concentra en las comunidades autónomas de Andalucía (27%; 9.800.000 verdecillos), Comunidad Valenciana (15%; 5.430.000), Castilla y León (11%; 3.850.000) y Murcia (10%; 3.490.000). Los ambientes donde la especie alcanza las mayores densidades se localizan en los pisos meso- y termomediterráneo, tanto en cultivos arbolados (frutales, olivares y en mosaico; 186-364 verdecillos/km2), pinares (165-294 verdecillos/km2), viñedos (264 verdecillos/km2), matorrales (184 verdecillos/km2) y en las inmediaciones de áreas urbanas (173 verdecillos/km2).

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Verderón común Carduelis chloris



NACIONAL 16.928.440 15.555.012 18.310.174 Andalucía 5.797.737 5.092.980 6.527.657 34,2Aragón 534.695 400.215 666.366 3,2Asturias 75.350 43.441 113.702 0,4Cantabria 42.574 16.302 71.782 0,3Castilla y León 2.463.230 2.099.964 2.840.079 14,6Castilla-La Mancha 1.325.418 1.084.025 1.568.940 7,8Cataluña 813.256 657.931 972.688 4,8Comunidad Valenciana 1.505.181 1.244.405 1.797.282 8,9Extremadura 467.530 312.360 625.077 2,8Galicia 1.334.276 1.025.380 1.647.018 7,9La Rioja 218.717 162.088 283.049 1,3Madrid 137.821 109.671 166.724 0,8Murcia 1.624.817 1.285.144 1.951.515 9,6Navarra 298.518 235.095 363.851 1,8País Vasco 327.560 219.212 445.994 1,9 TENDENCIA POBLACIONAL (1998-2006): 3,5% (2,1%, 4,9%) CRECIENTE

Región-Piso biogeográfico Hábitat aves / km2 Termomediterráneo Frutales 176,2 Cantábrico Pueblos y ciudades 121,4 Mesomediterráneo Olivares 113,0 Termomediterráneo Olivares 110,0 Termomediterráneo Mosaicos agropecuarios 103,8 Mesomediterráneo Áreas periurbanas 102,9 Cantábrico Cereales de secano 83,5 Termomediterráneo Pueblos y ciudades 82,6 Mesomediterráneo (NE) Viñedos 82,4 Supramediterráneo Pueblos y ciudades 82,4

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Se calcula un tamaño poblacional medio de 16.930.000 verderones (excluidas sus poblaciones insulares), que con un muy estrecho margen de variación (19%) implica el siguiente intervalo de confianza al 90%: 15.560.000-18.310.000 aves. La tendencia poblacional a largo plazo ha sido positiva. Andalucía acoge la mayor fracción de toda la población nacional (34%; 5.780.000 verderones). Las siguientes comunidades autónomas en importancia son Castilla y León (15%; 2.460.000), Murcia (10%; 1.620.000) y Comunidad Valenciana (9%; 1.510.000). Alcanza elevadas densidades en diversos pisos biogeográficos, sobre todo en hábitats agrícolas netamente arbolados (frutales: 176 verderones/km2; olivares: 110-113 verderones/km2), aunque también en otros tipos (mosaicos agropecuarios: 104 verderones/km2; cereales de secano: 84 verderones/km2; viñedos: 82 verderones/km2). Los medios urbanizados también le son muy favorables (82-121 verderones/km2).

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Jilguero Carduelis carduelis



NACIONAL 34.383.702 31.031.720 38.023.581 Andalucía 13.183.635 11.626.876 14.826.618 38,3Aragón 2.175.907 1.764.133 2.648.749 6,3Asturias 617.653 440.229 808.997 1,8Cantabria 242.671 162.872 333.516 0,7Castilla y León 3.995.708 3.400.985 4.617.476 11,6Castilla-La Mancha 2.737.455 2.252.265 3.253.844 8,0Cataluña 1.498.108 1.215.280 1.814.396 4,4Comunidad Valenciana 3.241.810 2.776.677 3.770.218 9,4Extremadura 3.543.887 2.625.397 4.570.127 10,3Galicia <0,5La Rioja 477.768 369.910 603.808 1,4Madrid 211.736 160.600 265.807 0,6Murcia 804.123 591.125 1.039.894 2,3Navarra 1.066.637 882.441 1.271.214 3,1País Vasco 590.389 445.757 742.594 1,7 TENDENCIA POBLACIONAL (1998-2006): -1,7% (-0,3%, -3,1%) DECRECIENTE

Región-Piso biogeográfico Hábitat aves / km2 Termomediterráneo Pinares 205,6 Termomediterráneo Herbazales 196,3 Mesomediterráneo (NE) Viñedos 191,1 Termomediterráneo Olivares 186,1 Termomediterráneo Frutales 183,0 Termomediterráneo Mosaicos agropecuarios 165,0 Mesomediterráneo Olivares 162,4 Mesomediterráneo (NE) Regadíos 161,2 Termomediterráneo Cereales de secano 151,3 Termomediterráneo Áreas periurbanas 142,7

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Estima nacional con un margen de variación muy estrecho (20%). El tamaño poblacional medio es de unos 34.380.000 jilgueros (excluidas sus poblaciones insulares), cuyo valor exacto con una seguridad del 90% se encuentra entre 31.030.000 y 38.020.000 individuos. La tendencia poblacional a largo plazo ha sido negativa. En Andalucía reside el 38% de toda la población nacional (13.180.000 jilgueros), seguida en importancia por Castilla y León (12%; 4.000.000), Extremadura (10%; 3.540.000) y Comunidad Valenciana (9%; 3.240.000). Sus mayores densidades se registran en los pisos termo- y mesomediterráneo. Aunque su máxima abundancia se ha registrado en los pinares abiertos del sur peninsular (206 jilgueros/km2), como norma general sus hábitats más adecuados son menos arbolados y/o muy sometidos al manejo humano: herbazales (196 jilgueros/km2), ambientes agrícolas muy diversos (151-191 jilgueros/km2) y áreas periurbanas (143 jilgueros/km2).

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Pardillo común Carduelis cannabina



NACIONAL 21.386.970 19.544.254 23.328.346 Andalucía 3.294.635 2.777.932 3.844.735 15,4Aragón 2.665.875 2.142.395 3.227.170 12,5Asturias 538.105 392.820 690.961 2,5Cantabria 1,4Castilla y León 7.044.590 6.203.105 7.945.416 32,9Castilla-La Mancha 2.981.442 2.557.507 3.411.006 13,9Cataluña 209.650 111.946 307.286 1,0Comunidad Valenciana 747.033 567.601 937.798 3,5Extremadura 681.187 414.587 960.460 3,2Galicia 1.185.011 881.241 1.522.484 5,5La Rioja 608.820 472.931 772.729 2,8Madrid 80.654 60.295 103.657 0,4Murcia 202.420 86.351 349.615 0,9Navarra 520.760 388.027 650.985 2,4País Vasco 377.328 254.678 508.567 1,8 TENDENCIA POBLACIONAL (1998-2006): -1,3% (-2,8%, 0,2%) ESTABLE

Región-Piso biogeográfico Hábitat aves / km2 Mesomediterráneo (NE) Viñedos 326,7 Supramediterráneo Matorrales 204,9 Cantábrico Matorrales (>500 m) 163,0 Supramediterráneo Áreas periurbanas 152,0 Supramediterráneo Cereales de secano 100,8 Cantábrico Matorrales 100,3 Mesomediterráneo Matorrales (>1.000 m) 98,5 Mesomediterráneo (NE) Matorrales 97,6 Supramediterráneo (NE) Matorrales 96,2

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Estima nacional (excluidas sus poblaciones insulares, y las peninsulares por encima de 1.500 m) con un rango de variación muy estrecho (18%). El tamaño poblacional medio es de unos 21.390.000 pardillos, que con una seguridad del 90% se encuentra entre 19.540.000 y 23.330.000 aves. La tendencia poblacional a largo plazo ha sido estable. Castilla y León es la comunidad autónoma con la fracción mayor de la población nacional total (33%; 7.040.000 pardillos), seguida en importancia por Andalucía (15%; 3.290.000), Castilla-La Mancha (14%; 2.980.000) y Aragón (13%; 2.670.000). Los hábitats arbustivos del tercio meridional acogen las mayores densidades de la especie, con un amplio margen de variación (96-205 pardillos/km2). No obstante, localmente se han detectado abundancias muy elevadas en viñedos mesomediterráneos (327 pardillos/km2), inmediaciones de pueblos (152 pardillos/km2) o cultivos de cereal de secano (101 pardillos/km2).

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5. DISTRIBUCIÓN REGIONAL 5.1. Metodología La información básica para la distribución de las especies que aquí se muestra ha sido obtenida con el trabajo de campo específicamente realizado en las temporadas de 1998 a 2001 (con algunos datos de la temporada de cría de 2002). También se incorporaron datos de atlas previamente disponibles cuyo trabajo de campo fue posterior a 1985 y que, por orden cronológico de publicación, son los siguientes: Comunidad Valenciana (Urios et al., 1991), Cádiz (Ceballos y Guimerá, 1992), Madrid (Díaz et al., 1994), Burgos (Román et al., 1996), norte de Murcia (Martínez et al., 1996), Formentera (Wilk y Jaume, 1997), Mallorca, aunque sólo parte del trabajo de campo es posterior a 1985 (Avellà y Muñoz, 1997), Menoría (Escandell, 1997), Palencia (Jubete, 1997), Aragón (Sampietro et al., 1998) y Alto Vinalopó, Alicante (Campos et al., 2001). Otros trabajos no publicados, realizados anteriormente a este proyecto, y cuya información fue también incorporada, son los atlas ornitológicos de: Ávila (San Segundo, 1990), Almería (Manrique, 1997), Valladolid (Balmori et al., 1999), Jaén (Rey y Gutiérrez, 2000) y León (García et al., 2001). Sin embargo, y para reducir al máximo el efecto distorsionador de la información más antigua, se revisó y actualizó con trabajo de campo en las temporadas 1998-2002, para homogeneizar la información aportada en conjunto. La unidad de representación que se utiliza es la cuadrícula de 10x10 km. Para la correcta prospección de una cuadrícula, se recomendó a los colaboradores recorrer todos los hábitats existentes en la misma. Para ello, al menos en los casos en que no se tenía conocimiento previo de la cuadrícula, se recomendó un análisis detallado de la misma, mediante el estudio de los mapas correspondientes, con el objetivo de planificar la visita a los distintos ambientes de la cuadrícula, pues cada uno de ellos (encinar, roquedo, cultivo, zonas húmedas…) alberga especies características. Se dedicó especial atención a las zonas de contacto entre ambientes distintos, pues es aquí donde la diversidad de especies suele ser mayor. Como principal objetivo del trabajo de campo, se debía contactar, visual o auditivamente, con el mayor número posible de especies en cada hábitat, de manera que se llegaran a identificar todas (o el mayor número posible) de las que crían en cada cuadrícula. Para facilitar la toma de datos, se resumieron en diez las evidencias de cría a la hora de asignar las distintas categorías de reproducción, según las consideradas por el EBCC (Comité Europeo de Censos de Aves, de sus siglas en inglés European Bird Census Council; véase por ejemplo Hagemeijer y Blair, 1997), que fueron incorporadas en las

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fichas para la recogida de datos diseñadas al efecto. Estas diez categorías se resumen en tres en las figuras distribución aquí incluidas: Reproducción posible.- punto pequeño V Especie vista en época adecuada y hábitat de cría apropiado Reproducción probable.- punto mediado MC acho con cantos territoriales

T Ave o pareja con territorio establecido (peleas entre machos, persecuciones, acosos a otras especies...) C Cortejo, parada nupcial, comportamiento de disuasión ante depredadores... CN Construcción de nido, aporte de material, entradas en agujeros…

Reproducción segura.- punto grande

CD Comportamiento de distracción o fingimiento de heridas por parte de los adultos UN Nido usado en el año, o cáscaras de huevo que puedan asignarse a una especie J Jóvenes recién salidos del nido (colicortos, con boqueras, con plumón…) AC Adultos con cebo o saco fecal en pico N Nido ocupado, con ave incubando, huevos o pollos

La elección de las fechas más adecuadas para las visitas a las cuadrículas, se hizo en función de la fenología de reproducción de las distintas especies, aunque todas las especies fringílidas aquí incluidas son sedentarias. Para ello se tuvo en cuenta, además de sus ciclos biológicos, la diferencia latitudinal entre el norte y el sur de España (Galicia o Asturias respecto a Andalucía o Melilla; Canarias es, en este sentido, un caso muy especial). Aunque el número total de visitas a cada cuadrícula en una temporada de cría, dependió de las posibilidades, motivación, interés, etc., de cada observador, para cubrirla adecuadamente se recomendó realizar, al menos, tres visitas completas con un intervalo de, aproximadamente, un mes. Una visita temprana (en general, en marzo), sirvió para asignar categorías de reproducción probable para muchas especies que durante la posterior incubación pasan desapercibidas fácilmente, o que vuelven muy pronto a sus cuarteles de invernada (Cuco Común o Críalo Europeo), pero que en ese momento son muy conspicuas por su canto territorial; otra visita a partir de abril, cuando ya han empezado a criar muchas especies sedentarias y los migrantes presaharianos, permitió obtener muchas otras evidencias de cría; y una tercera, y última, a final de temporada (mayo y junio), aportó muchas evidencias de cría segura (adultos con cebo, jóvenes volanderos, grupos familiares, etc.), para la mayoría de las especies. Las rapaces nocturnas o algunas acuáticas requirieron visitas más tempranas para ser detectadas adecuadamente.

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Para la representación por cuadrícula 10x10 de la abundancia de cada especie se optó por una metodología que, aun poco precisa, pudiera ser aplicada por la inmensa mayoría de los colaboradores, quienes recibieron para ello una información básica en las “Instrucciones” preparadas por el equipo de coordinación. Se decidió utilizar una escala logarítmica de cinco categorías de abundancia por cuadrícula y especie, que debía establecer el observador en función de su conocimiento de la cuadrícula y mediante una aproximación basada en el registro de los contactos con cada especie, la superficie de cuadrícula prospectada y la superficie de hábitat disponible en la cuadrícula para esa especie. 5.2 Resultados Atendiendo a la metodología utilizada se presentan los resultados por especies en el siguiente orden; pinzón vulgar, verdecillo, verderón, jilguero y pardillo común. La información que se presenta es la siguiente:

- Estimas cuantitativas de poblaciones probables y seguras en cada una de las provincias muestreadas (Número de cuadrículas con presencia probable y segura, % en cada cuadrícula, número de cuadrículas sin cuantificar, número de cuadrículas con información anterior a 1998 y número de cuadrículas con información posterior a 1997)

- Mapa cualitativo - Mapa cuantitativo, siendo las categorías de abundancia que se consideraron:

I 1-9 parejas II 10-99 parejas III 100-999 parejas IV 1.000-9.999 parejas V >9.999 parejas

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Fringilla coelebs / Pinzón Vulgar Categoría cualitativa Categoría cuantitativa Nº % de C. con Nº C. Nº C. Nº C. Nº C. sin Nº C con inf. Nº C con inf. Provincia Cuadrículas Presencia Posibles % Posibles Probables % Probables Seguras % Seguras Estival Migratoria 1 2 3 4 5 cuantificar ant. a 1998 post. a 1997 ALMERÍA 38 37,62 0 0,00 6 15,79 32 84,21 0 0 3 16 19 0 0 0 25 13 CÁDIZ 50 56,18 2 4,00 6 12,00 42 84,00 0 0 2 3 5 16 0 24 0 50 CÓRDOBA 105 80,15 27 25,71 20 19,05 58 55,24 0 0 1 39 63 2 0 0 0 105 GRANADA 121 94,53 19 15,70 55 45,45 47 38,84 0 0 4 54 50 13 0 0 0 121 HUELVA 111 95,69 11 9,91 20 18,02 80 72,07 0 0 21 69 4 9 1 7 0 111 JAÉN 131 100,00 0 0,00 9 6,87 122 93,13 0 0 0 4 6 5 0 116 0 131 MÁLAGA 83 97,65 1 1,20 8 9,64 74 89,16 0 0 0 5 17 9 0 52 0 83 SEVILLA 77 50,00 5 6,49 20 25,97 52 67,53 0 0 1 29 38 7 0 2 1 76 ANDALUCÍA 716 76,58 65 9,08 144 20,11 507 70,81 0 0 32 219 202 61 1 201 26 690 HUESCA 137 75,69 1 0,73 112 81,75 24 17,52 0 0 3 6 9 1 0 118 114 23 TERUEL 132 88,00 2 1,52 34 25,76 96 72,73 0 0 0 3 1 1 0 127 114 18 ZARAGOZA 124 73,37 11 8,87 88 70,97 25 20,16 0 0 0 2 4 2 0 116 116 8 ARAGÓN 393 78,60 14 3,56 234 59,54 145 36,90 0 0 3 11 14 4 0 361 344 49 C. DE MADRID 73 90,12 7 9,59 23 31,51 43 58,90 0 0 4 21 30 17 0 1 6 67 C. F. NAVARRA 110 98,21 7 6,36 34 30,91 69 62,73 0 0 6 28 48 23 1 4 4 106 ALICANTE 16 22,54 2 12,50 7 43,75 7 43,75 0 0 2 1 0 0 0 13 6 10 CASTELLÓN 63 73,26 2 3,17 6 9,52 55 87,30 0 0 8 22 8 5 0 20 18 45 VALENCIA 96 70,59 9 9,38 35 36,46 52 54,17 0 0 1 13 77 5 0 0 55 41 C. VALENCIANA 175 59,73 13 7,43 48 27,43 114 65,14 0 0 11 36 85 10 0 33 79 96 ÁVILA 77 100,00 36 46,75 17 22,08 24 31,17 0 0 1 11 10 9 0 46 41 36 BURGOS 127 96,21 3 2,36 59 46,46 65 51,18 0 0 10 89 28 0 0 0 110 17 LEÓN 156 96,30 2 1,28 95 60,90 59 37,82 0 0 0 15 137 3 0 1 136 20 PALENCIA 68 85,00 1 1,47 44 64,71 23 33,82 0 0 0 32 34 0 0 2 56 12 SALAMANCA 146 100,00 3 2,05 57 39,04 86 58,90 0 0 6 43 59 38 0 0 0 146 SEGOVIA 64 100,00 0 0,00 18 28,13 46 71,88 0 0 0 7 40 17 0 0 0 64 SORIA 115 100,00 0 0,00 73 63,48 42 36,52 0 0 0 39 65 11 0 0 6 109 VALLADOLID 71 86,59 1 1,41 42 59,15 28 39,44 0 0 2 32 24 12 0 1 66 5 ZAMORA 110 89,43 7 6,36 63 57,27 40 36,36 0 0 3 35 58 12 1 1 3 107 C. Y LEÓN 934 95,21 53 5,67 468 50,11 413 44,22 0 0 22 303 455 102 1 51 418 516 ALBACETE 121 84,62 6 4,96 70 57,85 45 37,19 0 0 5 31 54 10 0 21 1 120 CIUDAD REAL 180 88,67 26 14,44 93 51,67 61 33,89 0 0 53 94 32 0 0 1 1 179 CUENCA 138 90,79 8 5,80 74 53,62 56 40,58 0 0 6 57 59 16 0 0 0 138 GUADALAJARA 116 99,15 8 6,90 76 65,52 32 27,59 0 0 2 26 74 10 0 4 3 113 TOLEDO 97 65,99 10 10,31 55 56,70 32 32,99 0 0 16 43 31 4 0 3 1 96 C.-LA MANCHA 652 85,56 58 8,90 368 56,44 226 34,66 0 0 82 251 250 40 0 29 6 646

45

Nº % de C. con Nº C. Nº C. Nº C. Nº C. sin Nº C con inf. Nº C con inf. Provincia Cuadrículas Presencia Posibles % Posibles Probables % Probables Seguras % Seguras Estival Migratoria 1 2 3 4 5 cuantificar ant. a 1998 post. a 1997 GRAN 8 9,76 4 50,00 0 0,00 4 50,00 0 0 0 0 0 0 0 8 0 8 STA. CRUZ DE 36 48,00 7 19,44 11 30,56 18 50,00 0 0 0 0 0 0 0 36 0 36 CANARIAS 44 28,03 11 25,00 11 25,00 22 50,00 0 0 0 0 0 0 0 44 0 44 CANTABRIA 58 98,31 0 0,00 29 50,00 29 50,00 0 0 3 24 31 0 0 0 0 58 BARCELONA 78 90,70 3 3,85 54 69,23 21 26,92 0 0 12 33 22 4 0 7 0 78 GIRONA 62 82,67 1 1,61 46 74,19 15 24,19 0 0 8 14 28 10 0 2 0 62 LLEIDA 100 78,74 0 0,00 69 69,00 31 31,00 0 0 1 28 43 17 0 11 0 100 TARRAGONA 48 66,67 4 8,33 37 77,08 7 14,58 0 0 15 15 11 0 0 7 0 48 CATALUÑA 288 80,00 8 2,78 206 71,53 74 25,69 0 0 36 90 104 31 0 27 0 288 CEUTA 2 100,00 0 0,00 0 0,00 2 100,00 0 0 0 1 0 1 0 0 0 2 BADAJOZ 186 70,99 0 0,00 154 82,80 32 17,20 0 0 20 129 33 4 0 0 0 186 CÁCERES 215 96,41 1 0,47 129 60,00 85 39,53 0 0 0 43 113 59 0 0 0 215 EXTREMADURA 401 82,68 1 0,25 283 70,57 117 29,18 0 0 20 172 146 63 0 0 0 401 A CORUÑA 97 96,04 10 10,31 57 58,76 30 30,93 0 0 2 45 35 8 0 7 0 97 LUGO 98 98,00 12 12,24 71 72,45 15 15,31 0 0 0 9 57 23 0 9 0 98 OURENSE 80 93,02 7 8,75 57 71,25 16 20,00 0 0 0 27 22 25 0 6 0 80 PONTEVEDRA 62 95,38 3 4,84 31 50,00 28 45,16 0 0 4 8 26 13 2 9 0 62 GALICIA 337 95,74 32 9,50 216 64,09 89 26,41 0 0 6 89 140 69 2 31 0 337 ILLES BALEARS 63 63,64 1 1,59 18 28,57 44 69,84 0 0 0 23 17 0 0 23 11 52 LA RIOJA 54 96,43 0 0,00 14 25,93 40 74,07 0 0 2 15 25 11 1 0 0 54 MELILLA 2 50,00 0 0,00 0 0,00 2 100,00 0 0 1 1 0 0 0 0 0 2 P. DE ASTURIAS 118 95,16 8 6,78 84 71,19 26 22,03 0 0 1 29 66 13 2 7 0 118 ÁLAVA 44 100,00 0 0,00 12 27,27 32 72,73 0 0 0 2 10 32 0 0 0 44 GUIPÚZCOA 24 96,00 0 0,00 4 16,67 20 83,33 0 0 0 4 16 4 0 0 0 24 VIZCAYA 27 96,43 1 3,70 2 7,41 24 88,89 0 0 0 3 5 18 0 1 0 27 PAÍS VASCO 95 97,94 1 1,05 18 18,95 76 80,00 0 0 0 9 31 54 0 1 0 95 R. DE MURCIA 77 54,61 20 25,97 45 58,44 12 15,58 0 0 3 24 22 8 0 20 1 76

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Fringilla coelebs / Pinzón Vulgar Mapa cualitativo

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47

Fringilla coelebs / Pinzón Vulgar Mapa cuantitativo

48

Serinus serinus / Verdecillo Categoría cualitativa Categoría cuantitativa Nº % de C. con Nº C. Nº C. Nº C. Nº C. sin Nº C con inf. Nº C con inf. Provincia Cuadrículas Presencia Posibles % Posibles Probables % Probables Seguras % Seguras Estival Migratoria 1 2 3 4 5 cuantificar ant. a 1998 post. a 1997 ALMERÍA 97 96,04 0 0,00 4 4,12 93 95,88 0 0 1 26 63 7 0 0 52 45 CÁDIZ 73 82,02 2 2,74 22 30,14 49 67,12 0 0 2 6 8 19 0 38 0 73 CÓRDOBA 116 88,55 9 7,76 21 18,10 86 74,14 0 0 1 23 88 4 0 0 0 116 GRANADA 125 97,66 11 8,80 57 45,60 57 45,60 0 0 6 29 65 24 1 0 0 125 HUELVA 110 94,83 10 9,09 22 20,00 78 70,91 0 0 13 75 5 11 0 6 0 110 JAÉN 131 100,00 0 0,00 13 9,92 118 90,08 0 0 0 1 5 10 0 115 0 131 MÁLAGA 84 98,82 1 1,19 5 5,95 78 92,86 0 0 0 2 14 16 0 52 0 84 SEVILLA 151 98,05 2 1,32 26 17,22 123 81,46 0 0 1 50 76 23 0 1 0 151 ANDALUCÍA 887 94,87 35 3,95 170 19,17 682 76,89 0 0 24 212 324 114 1 212 52 835 HUESCA 161 88,95 1 0,62 115 71,43 45 27,95 0 0 3 13 5 0 0 140 135 26 TERUEL 143 95,33 2 1,40 13 9,09 128 89,51 0 0 0 4 0 1 0 138 128 15 ZARAGOZA 162 95,86 4 2,47 93 57,41 65 40,12 0 0 0 3 5 4 3 147 151 11 ARAGÓN 466 93,20 7 1,50 221 47,42 238 51,07 0 0 3 20 10 5 3 425 414 52 C. DE MADRID 81 100,00 0 0,00 10 12,35 71 87,65 0 0 0 17 45 19 0 0 0 81 C. F. NAVARRA 111 99,11 3 2,70 38 34,23 70 63,06 0 0 4 24 61 16 1 5 5 106 ALICANTE 59 83,10 1 1,69 2 3,39 56 94,92 0 0 0 3 3 0 0 53 39 20 CASTELLÓN 83 96,51 0 0,00 0 0,00 83 100,00 0 0 2 24 21 8 4 24 21 62 VALENCIA 134 98,53 0 0,00 12 8,96 122 91,04 0 0 0 6 112 16 0 0 77 57 C. VALENCIANA 276 94,20 1 0,36 14 5,07 261 94,57 0 0 2 33 136 24 4 77 137 139 ÁVILA 77 100,00 33 42,86 17 22,08 27 35,06 0 0 0 13 13 6 0 45 40 37 BURGOS 131 99,24 0 0,00 34 25,95 97 74,05 0 0 2 95 34 0 0 0 121 10 LEÓN 157 96,91 1 0,64 59 37,58 97 61,78 0 0 0 4 136 15 0 2 134 23 PALENCIA 75 93,75 0 0,00 43 57,33 32 42,67 0 0 0 11 63 0 0 1 64 11 SALAMANCA 145 99,32 5 3,45 70 48,28 70 48,28 0 0 4 58 53 30 0 0 0 145 SEGOVIA 64 100,00 1 1,56 20 31,25 43 67,19 0 0 1 17 43 3 0 0 0 64 SORIA 115 100,00 0 0,00 83 72,17 32 27,83 0 0 0 71 44 0 0 0 5 110 VALLADOLID 80 97,56 1 1,25 27 33,75 52 65,00 0 0 0 32 33 12 1 2 70 10 ZAMORA 115 93,50 2 1,74 40 34,78 73 63,48 0 0 4 28 57 23 2 1 2 113 C. Y LEÓN 959 97,76 43 4,48 393 40,98 523 54,54 0 0 11 329 476 89 3 51 436 523 ALBACETE 130 90,91 6 4,62 65 50,00 59 45,38 0 0 2 34 54 22 0 18 1 129 CIUDAD REAL 187 92,12 44 23,53 96 51,34 47 25,13 0 0 61 95 31 0 0 0 0 187 CUENCA 145 95,39 9 6,21 70 48,28 66 45,52 0 0 8 71 61 5 0 0 0 145 GUADALAJARA 117 100,00 5 4,27 69 58,97 43 36,75 0 0 1 49 60 6 0 1 3 114 TOLEDO 141 95,92 5 3,55 69 48,94 67 47,52 0 0 6 68 46 10 0 11 0 141 C.-LA MANCHA 720 94,49 69 9,58 369 51,25 282 39,17 0 0 78 317 252 43 0 30 4 716

49


50

Serinus serinus / Verdecillo Mapa cualitativo ��

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Serinus serinus / Verdecillo Mapa cuantitativo

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Carduelis chloris / Verderón Común Categoría cualitativa Categoría cuantitativa Nº % de C. con Nº C. Nº C. Nº C. Nº C. sin Nº C con inf. Nº C con inf. Provincia Cuadrículas Presencia Posibles % Posibles Probables % Probables Seguras % Seguras Estival Migratoria 1 2 3 4 5 cuantificar ant. a 1998 post. a 1997 ALMERÍA 94 93,07 0 0,00 17 18,09 77 81,91 0 0 1 57 31 4 0 1 48 46 CÁDIZ 73 82,02 1 1,37 23 31,51 49 67,12 0 0 1 5 8 20 0 39 0 73 CÓRDOBA 122 93,13 28 22,95 18 14,75 76 62,30 0 0 4 34 83 1 0 0 0 122 GRANADA 120 93,75 12 10,00 55 45,83 53 44,17 0 0 3 52 47 18 0 0 0 120 HUELVA 104 89,66 24 23,08 23 22,12 57 54,81 0 0 48 41 7 4 0 4 0 104 JAÉN 131 100,00 0 0,00 19 14,50 112 85,50 0 0 0 2 9 5 0 115 0 131 MÁLAGA 81 95,29 0 0,00 6 7,41 75 92,59 0 0 0 9 11 13 0 48 0 81 SEVILLA 149 96,75 1 0,67 27 18,12 121 81,21 0 0 9 60 66 14 0 0 0 149 ANDALUCÍA 874 93,48 66 7,55 188 21,51 620 70,94 0 0 66 260 262 79 0 207 48 826 HUESCA 131 72,38 7 5,34 94 71,76 30 22,90 0 0 0 7 5 0 0 119 111 20 TERUEL 138 92,00 9 6,52 43 31,16 86 62,32 0 0 0 4 1 0 0 133 125 13 ZARAGOZA 146 86,39 10 6,85 111 76,03 25 17,12 0 0 0 3 8 3 0 132 136 10 ARAGÓN 415 83,00 26 6,27 248 59,76 141 33,98 0 0 0 14 14 3 0 384 372 43 C. DE MADRID 81 100,00 2 2,47 18 22,22 61 75,31 0 0 0 22 52 6 0 1 0 81 C. F. NAVARRA 104 92,86 4 3,85 33 31,73 67 64,42 0 0 4 32 52 11 0 5 6 98 ALICANTE 59 83,10 4 6,78 13 22,03 42 71,19 0 0 0 3 3 0 0 53 43 16 CASTELLÓN 83 96,51 1 1,20 4 4,82 78 93,98 0 0 15 28 12 4 0 24 22 61 VALENCIA 131 96,32 1 0,76 48 36,64 82 62,60 0 0 2 13 115 1 0 0 82 49 C. VALENCIANA 273 93,17 6 2,20 65 23,81 202 73,99 0 0 17 44 130 5 0 77 147 126 ÁVILA 47 61,04 17 36,17 11 23,40 19 40,43 0 0 1 22 4 0 0 20 17 30 BURGOS 129 97,73 1 0,78 54 41,86 74 57,36 0 0 0 97 32 0 0 0 120 9 LEÓN 140 86,42 0 0,00 88 62,86 52 37,14 0 0 1 9 127 3 0 0 126 14 PALENCIA 73 91,25 3 4,11 53 72,60 17 23,29 0 0 0 64 6 0 0 3 63 10 SALAMANCA 140 95,89 9 6,43 76 54,29 55 39,29 0 0 11 69 53 7 0 0 1 139 SEGOVIA 64 100,00 2 3,13 22 34,38 40 62,50 0 0 0 25 38 1 0 0 0 64 SORIA 114 99,13 2 1,75 86 75,44 26 22,81 0 0 3 103 8 0 0 0 5 109 VALLADOLID 74 90,24 1 1,35 39 52,70 34 45,95 0 0 3 38 26 6 0 1 65 9 ZAMORA 110 89,43 1 0,91 60 54,55 49 44,55 0 0 3 55 41 11 0 0 1 109 C. Y LEÓN 891 90,83 36 4,04 489 54,88 366 41,08 0 0 22 482 335 28 0 24 398 493 ALBACETE 114 79,72 11 9,65 74 64,91 29 25,44 0 0 1 44 38 9 0 22 1 113 CIUDAD REAL 191 94,09 21 10,99 81 42,41 89 46,60 0 0 42 107 42 0 0 0 0 191 CUENCA 119 78,29 14 11,76 76 63,87 29 24,37 0 0 18 79 22 0 0 0 1 118 GUADALAJARA 103 88,03 8 7,77 61 59,22 34 33,01 0 0 9 57 33 1 0 3 3 100 TOLEDO 132 89,80 9 6,82 63 47,73 60 45,45 0 0 10 82 38 0 0 2 1 131 C.-LA MANCHA 659 86,48 63 9,56 355 53,87 241 36,57 0 0 80 369 173 10 0 27 6 653

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Carduelis chloris / Verderón Común Mapa cualitativo

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Carduelis chloris / Verderón Común Mapa cuantitativo

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Carduelis carduelis / Jilguero Categoría cualitativa Categoría cuantitativa Nº % de C. con Nº C. Nº C. Nº C. Nº C. sin Nº C con inf. Nº C con inf. Provincia Cuadrículas Presencia Posibles % Posibles Probables % Probables Seguras % Seguras Estival Migratoria 1 2 3 4 5 cuantificar ant. a 1998 post. a 1997 ALMERÍA 97 96,04 0 0,00 10 10,31 87 89,69 0 0 5 45 43 4 0 0 51 46 CÁDIZ 82 92,13 0 0,00 28 34,15 54 65,85 0 0 1 1 13 23 0 44 0 82 CÓRDOBA 129 98,47 22 17,05 22 17,05 85 65,89 0 0 0 39 87 3 0 0 0 129 GRANADA 127 99,22 10 7,87 40 31,50 77 60,63 0 0 4 34 59 30 0 0 0 127 HUELVA 110 94,83 4 3,64 18 16,36 88 80,00 0 0 11 78 6 7 0 8 0 110 JAÉN 131 100,00 0 0,00 12 9,16 119 90,84 0 0 0 2 9 3 0 117 0 131 MÁLAGA 85 100,00 0 0,00 4 4,71 81 95,29 0 0 0 3 11 18 0 53 0 85 SEVILLA 153 99,35 2 1,31 3 1,96 148 96,73 0 0 3 27 92 31 0 0 0 153 ANDALUCÍA 914 97,75 38 4,16 137 14,99 739 80,85 0 0 24 229 320 119 0 222 51 863 HUESCA 154 85,08 4 2,60 98 63,64 52 33,77 0 0 2 6 7 0 0 139 131 23 TERUEL 143 95,33 2 1,40 21 14,69 120 83,92 0 0 0 5 0 1 0 137 131 12 ZARAGOZA 160 94,67 7 4,38 105 65,63 48 30,00 0 0 0 4 4 8 0 144 148 12 ARAGÓN 457 91,40 13 2,84 224 49,02 220 48,14 0 0 2 15 11 9 0 420 410 47 C. DE MADRID 81 100,00 4 4,94 22 27,16 55 67,90 0 0 9 41 28 0 0 3 1 80 C. F. NAVARRA 110 98,21 3 2,73 31 28,18 76 69,09 0 0 1 23 63 19 0 4 6 104 ALICANTE 58 81,69 3 5,17 8 13,79 47 81,03 0 0 1 2 3 0 0 52 39 19 CASTELLÓN 83 96,51 1 1,20 0 0,00 82 98,80 0 0 3 24 24 9 0 23 22 61 VALENCIA 134 98,53 1 0,75 19 14,18 114 85,07 0 0 0 6 119 9 0 0 78 56 C. VALENCIANA 275 93,86 5 1,82 27 9,82 243 88,36 0 0 4 32 146 18 0 75 139 136 ÁVILA 66 85,71 23 34,85 19 28,79 24 36,36 0 0 2 9 20 0 0 35 31 35 BURGOS 131 99,24 3 2,29 68 51,91 60 45,80 0 0 2 98 31 0 0 0 123 8 LEÓN 149 91,98 1 0,67 67 44,97 81 54,36 0 0 0 10 100 39 0 0 132 17 PALENCIA 80 100,00 3 3,75 44 55,00 33 41,25 0 0 0 69 11 0 0 0 69 11 SALAMANCA 146 100,00 9 6,16 57 39,04 80 54,79 0 0 3 55 67 21 0 0 0 146 SEGOVIA 64 100,00 2 3,13 18 28,13 44 68,75 0 0 0 16 48 0 0 0 0 64 SORIA 115 100,00 1 0,87 70 60,87 44 38,26 0 0 1 88 21 5 0 0 5 110 VALLADOLID 79 96,34 0 0,00 46 58,23 33 41,77 0 0 2 36 33 8 0 0 71 8 ZAMORA 116 94,31 2 1,72 30 25,86 84 72,41 0 0 2 31 61 22 0 0 0 116 C. Y LEÓN 946 96,43 44 4,65 419 44,29 483 51,06 0 0 12 412 392 95 0 35 431 515 ALBACETE 137 95,80 10 7,30 41 29,93 86 62,77 0 0 1 23 66 28 0 19 0 137 CIUDAD REAL 203 100,00 11 5,42 65 32,02 127 62,56 0 0 28 92 80 3 0 0 0 203 CUENCA 151 99,34 10 6,62 63 41,72 78 51,66 0 0 0 76 74 1 0 0 0 151 GUADALAJARA 112 95,73 20 17,86 60 53,57 32 28,57 0 0 3 52 44 8 0 5 3 109 TOLEDO 147 100,00 13 8,84 56 38,10 78 53,06 0 0 0 63 73 9 0 2 0 147 C.-LA MANCHA 750 98,43 64 8,53 285 38,00 401 53,47 0 0 32 306 337 49 0 26 3 747

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Carduelis carduelis / Jilguero Mapa cualitativo

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Carduelis carduelis / Jilguero Mapa cuantitativo

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Carduelis cannabina / Pardillo Común Categoría cualitativa Categoría cuantitativa Nº % de C. con Nº C. Nº C. Nº C. Nº C. sin Nº C con inf. Nº C con inf. Provincia Cuadrículas Presencia Posibles % Posibles Probables % Probables Seguras % Seguras Estival Migratoria 1 2 3 4 5 cuantificar ant. a 1998 post. a 1997 ALMERÍA 95 94,06 3 3,16 52 54,74 40 42,11 0 0 3 37 52 3 0 0 53 42 CÁDIZ 74 83,15 1 1,35 26 35,14 47 63,51 0 0 2 5 8 20 0 39 0 74 CÓRDOBA 113 86,26 25 22,12 31 27,43 57 50,44 0 0 4 54 55 0 0 0 0 113 GRANADA 119 92,97 15 12,61 54 45,38 50 42,02 0 0 7 41 62 8 0 1 0 119 HUELVA 108 93,10 20 18,52 19 17,59 69 63,89 0 0 26 67 3 4 0 8 0 108 JAÉN 127 96,95 5 3,94 25 19,69 97 76,38 0 0 0 9 2 0 0 116 0 127 MÁLAGA 80 94,12 4 5,00 12 15,00 64 80,00 0 0 1 12 10 8 0 49 0 80 SEVILLA 142 92,21 16 11,27 27 19,01 99 69,72 0 0 5 91 44 2 0 0 0 142 ANDALUCÍA 858 91,76 89 10,37 246 28,67 523 60,96 0 0 48 316 236 45 0 213 53 805 HUESCA 165 91,16 7 4,24 117 70,91 41 24,85 0 0 3 10 6 0 0 146 141 24 TERUEL 143 95,33 4 2,80 27 18,88 112 78,32 0 0 0 4 0 1 0 138 126 17 ZARAGOZA 164 97,04 17 10,37 96 58,54 51 31,10 0 0 0 2 4 9 0 149 153 11 ARAGÓN 472 94,40 28 5,93 240 50,85 204 43,22 0 0 3 16 10 10 0 433 420 52 C. DE MADRID 81 100,00 9 11,11 24 29,63 48 59,26 0 0 4 35 36 2 0 4 7 74 C. F. NAVARRA 108 96,43 11 10,19 22 20,37 75 69,44 0 0 0 23 61 20 0 4 5 103 ALICANTE 28 39,44 3 10,71 14 50,00 11 39,29 0 0 1 3 1 0 0 23 15 13 CASTELLÓN 53 61,63 5 9,43 6 11,32 42 79,25 0 0 6 20 8 2 0 17 19 34 VALENCIA 100 73,53 9 9,00 35 35,00 56 56,00 0 0 1 22 74 3 0 0 63 37 C. VALENCIANA 181 61,77 17 9,39 55 30,39 109 60,22 0 0 8 45 83 5 0 40 97 84 ÁVILA 71 92,21 26 36,62 20 28,17 25 35,21 0 0 3 14 11 2 0 41 33 38 BURGOS 130 98,48 1 0,77 24 18,46 105 80,77 0 0 0 80 50 0 0 0 123 7 LEÓN 156 96,30 1 0,64 51 32,69 104 66,67 0 0 0 5 147 4 0 0 139 17 PALENCIA 80 100,00 1 1,25 44 55,00 35 43,75 0 0 0 69 11 0 0 0 68 12 SALAMANCA 140 95,89 14 10,00 51 36,43 75 53,57 0 0 2 67 55 16 0 0 0 140 SEGOVIA 64 100,00 1 1,56 25 39,06 38 59,38 0 0 1 27 33 1 0 2 0 64 SORIA 115 100,00 0 0,00 80 69,57 35 30,43 0 0 1 45 54 15 0 0 5 110 VALLADOLID 82 100,00 3 3,66 48 58,54 31 37,80 0 0 1 28 40 13 0 0 76 6 ZAMORA 116 94,31 1 0,86 32 27,59 83 71,55 0 0 2 22 63 28 0 1 1 115 C. Y LEÓN 954 97,25 48 5,03 375 39,31 531 55,66 0 0 10 357 464 79 0 44 445 509 ALBACETE 131 91,61 25 19,08 55 41,98 51 38,93 0 0 1 29 49 32 0 20 2 129 CIUDAD REAL 170 83,74 37 21,76 85 50,00 48 28,24 0 0 37 77 56 0 0 0 0 170 CUENCA 146 96,05 15 10,27 60 41,10 71 48,63 0 0 1 87 56 2 0 0 0 146 GUADALAJARA 116 99,15 23 19,83 55 47,41 38 32,76 0 0 0 46 57 10 0 3 3 113 TOLEDO 136 92,52 22 16,18 57 41,91 57 41,91 0 0 2 79 49 6 0 0 3 133 C.-LA MANCHA 699 91,73 122 17,45 312 44,64 265 37,91 0 0 41 318 267 50 0 23 8 691

Categoría cualitativa Categoría cuantitativa

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Carduelis cannabina / Pardillo Común Mapa cualitativo

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Carduelis cannabina / Pardillo Común Mapa cuantitativo

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6. ANÁLISIS DE LA MORTALIDAD DE AVES SILVESTRES A partir de los datos derivados del anillamiento se ha intentado estimar la mortalidad de las aves silvestres con el fin de valorar el impacto del silvestrismo en las poblaciones de aves afectadas. En España los anillamientos de la base de datos de anillamientos y recuperaciones no están aún disponibles en su totalidad en formato digital, dado que no se han mecanizado rutinariamente desde los inicios del anillamiento en España. Todavía hoy no ha sido posible emplear estos datos para calcular tasas de mortalidad o supervivencia de las aves españolas a gran escala geográfica mediante los modelos de captura y recaptura. Además El análisis de la tasa de mortalidad a partir de datos de captura y recaptura presenta otro inconveniente cuando se trata de poblaciones de aves, ya que este tipo de análisis debe realizarse en poblaciones cerradas, sin movimiento, sin embargo esto no es posible en el grupo de las aves silvestres donde intervienen sus movimientos naturales y el hecho de no recapturarlas no implica que hayan muerto si no que se pueden haber desplazado. Por ello el parámetro utilizado para el estudio de las aves es la tasa de supervivencia, a partir de la cual se suele calcular (de forma general) la tasa de mortalidad como: uno menos la tasa de supervivencia. Tasas de supervivencia de los fringílidos en España La tasa de supervivencia es un parámetro demográfico importante a la hora de estudiar las poblaciones de aves y su tendencia. Este parámetro se obtiene a partir de los modelos de captura y recaptura que es posible calcular a partir del marcado o anillamiento de las aves y su posterior observación o recaptura (Baillie y McCulloch 1993). No obstante, dado que aquí nos interesan las aves presentes en España durante la época de invernada y que las poblaciones del norte de Europa vienen a invernar en su mayoría a la zona del Mediterráneo (Asensio 1984a, 1984b), podemos tener en cuenta las tasas de supervivencia obtenidas en otros países del Paleártico occidental (p. ej. Siriwardena et al. 1998). Por otro lado, hay que considerar que la tasa de supervivencia varía con la edad y el sexo: en general en los paseriformes las aves adultas tienen una mayor supervivencia que las jóvenes, y los machos normalmente mayor que las hembras (Siriwardena et al. 1998; Conroy et al. 2002). Igualmente, también puede variar con el tiempo, de manera que a lo largo de los años las tasas de supervivencia pueden aumentar o disminuir (Siriwardena et

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al. 1998, 1999), y pueden ser empleadas como indicadores del estado de conservación de las especies. Así, considerando las tasas de supervivencia obtenidas por Siriwardena et al. (1998), para poblaciones reproductoras en Gran Bretaña, la supervivencia de los fringílidos se refleja en la tabla 3. Se han considerado por separado aves adultas de aves de primer año, dado que hay diferencias entre sendos grupos de edad. Con respecto al sexo, no se consideran puesto que aunque parece haber cierta tendencia las diferencias entre machos y hembras no son significativas. Las tasas de supervivencia se ofrecen como rangos, con un mínimo y máximo para cada edad, obtenidos a partir de las medias con sus errores estándar ofrecidas por Siriwardena et al. (1998). Para el verdecillo, especie que no se incluye en Siriwardena et al. (1998), se consideran las tasas de supervivencia recogidas por Conroy et al. (2002), obtenidos tanto en reproducción verano como en invernada en una población del noreste de España a lo largo de 15 años.

Especie Adultos Aves de primer año Pinzón vulgar 0,502-0,608 0,479-0,571 Verdecillo* 0,500-0,800 0,010-0,200 Verderón común 0,404-0,483 0,380-0,468 Jilguero 0,329-0,477 0,302-0,418 Pardillo común 0,338-0,406 0,292-0,401

Tabla 3. Tasas de supervivencia de fringílidos. Fuente: Siriwardena et al. (1998), salvo para el verdecillo (*) de Conroy et al. (2002).

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7. ANÁLISIS DE LA ACTIVIDAD DEL SILVESTRISMO EN ESPAÑA Y LA DEMANDA DE AVES POR PARTE DEL COLECTIVO DE SILVESTRISTA Con el fin de conocer la actividad del silvestrismo en España y la demanda de aves por parte del colectivo de silvestristas se han llevado a cabo varias acciones que nos han permitido extraer la información necesaria y elaborar una serie de conclusiones. a) En primer lugar se ha consultado a la Real Federación Española de Caza y por consiguiente al resto de Federaciones Autonómicas, sobre el número de silvestristas federados y las diferentes sociedades pajariles federadas. En relación a esto se ha consultado el calendario de concursos y cuál es la participación que cada uno de ellos soporta. b) En segundo lugar se ha elaborado una encuesta circulada entre los silvestristas federados. c) Por último se ha analizado la legislación referente a la regulación de esta actividad es las distintas comunidades autónomas. No hay que olvidar que es una actividad regulada por las comunidades autónomas y esto presenta diferencias entre los periodos de captura y los cupos autorizados, siendo por tanto algo diferentes las opiniones de los colectivos de silvestritas. Además algunas Comunidades Autónomas establecen las autorizaciones en base a regiones y los federados autorizados no pueden salirse de estas áreas concretas de su provincia, a veces reducido a autorizaciones por municipios, sin embargo en otras comunidades autónomas las autorizaciones se establecen por provincias o para toda la Comunidad Autónoma, lo que permite poder capturar en una zona más amplia. Número de silvestristas federados Atendiendo a las respuestas obtenidas desde las distintas federaciones autonómicas de caza, aquellas que nos han dado respuesta, el número de silvestristas federados asciende a 1.500 en la Comunidad de Madrid, 13.818 en Andalucía, 883 en Ciudad Real (ante la tan distinta regulación por provincias donde de toda Castilla La Macha sólo está autorizado el silvestrismo en esta provincia). En Madrid, y muy probablemente en todas las CCAA donde esté autorizado el silvestrismo, todas las personas que quieran desarrollar esta prácticas deben estar federados. Además hay otras dos obligaciones para poder capturar aves; 1. estar federado con dos años de antigüedad y 2. participar en los concursos sociales de canto. Estas condiciones se repiten en otras comunidades autónomas. En Andalucía, con los casi catorce mil federados para la práctica del silvestrismo, de nuevo es obligatorio para poder

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capturar pertenecer a una sociedad federada de silvestristas que en este caso está dentro de la Federación Andaluza de Caza y concursar en los concursos sociales de canto. Encuesta al colectivo de silvestristas Con el fin de conocer las diferentes necesidades y opiniones sobre la regulación de la actividad por el colectivo de silvestristas se elaboró la siguiente encuesta que se circuló entre todos los federados que voluntariamente accedieron a participar en nuestro proyecto. Además se formó parte del foro de silvestrismo de la Real Federación Española de caza (http://www.fecaza.com/phpBB2/viewforum.php?f=5) donde se divulgó la posibilidad de participar en esta encuesta. ENCUESTA SOBRE LAS NECESIDADES DEL COLECTIVO DE SILVESTRISTAS

1. Nombre y número de federado (opcional):

2. ¿Tiene ejemplares de aves en cautividad (jaula)?

3. ¿Qué especies tiene usted en jaula?

4. ¿En qué número tiene cada una de estas especies?

5. ¿Practica usted la cría en cautividad?

6. ¿Considera que tener varias especies es algo positivo, negativo o no tiene un aspecto ni negativo

ni positivo

7. ¿Por qué considera necesario tener más de una especie?

8. ¿Cuál es el mínimo número de ejemplares de cada especie que usted considera que deben tenerse?

9. ¿Cómo justifica ésta opinión (pregunta 8)?

10. ¿Cuándo, en qué fechas, captura usted ejemplares silvestres? Y, ¿por qué?

11. ¿Cuántos ejemplares cree que son necesarios capturar para cumplir las necesidades?

12. ¿Cuál es la tasa de reposición?

13. ¿Cree que la época de veda es la adecuada o la ampliaría/reduciría. Qué fechas propondría?

14. ¿Cree usted que los cupos son los adecuados?

15. En su opinión, ¿considera que hay silvestristas que no cumplen estos cupos?

16. ¿Piensa que podrían conseguirse las necesidades de aves solo con cría en cautividad?

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17. En su opinión, ¿cree que hay gente que captura de forma ilegal, sin autorización y sin estar federados, no para competir quizá si no para simple tenencia o comercialización?

18. COMENTARIOS:

Tabla 4. Encuesta circulada entre el colectivo de silvestristas. Analizando y resumiendo las respuestas obtenidas se concluye que; la mayoría de los silvestristas mantienen en jaulas cuatro especies de fringílidos; jilgueros (Carduelis carduelis), pardillos (Carduelis cannabina), verderón (Carduelis chloris) y Canario (Serinus canaria). Pero además con estas espacies se generan mixtos o híbridos, que a priori son mejores para cumplir con los objetivos de éste colectivo. De media cada silvestrista mantiene unos 10 ejemplares en cautividad. Repartidos en jaulas individuales o a veces en jaulas colectivas. La mayoría de ellos no cría en cautividad sino que se limita a extraer los ejemplares del medio natural. Consideran que es positivo mantener más de una especie en cautividad si participas o tienes la posibilidad de participar en distintos concursos. Sin embargo para ello hace falta disponer de espacio suficiente, ya que el mantener distintas especies cercanas unas a otras puede llevar a una copia y por tanto un deterioro del canto de éstas. Lo más adecuado es tener una sola especie y entrenarla bien para el canto. Un beneficio que aporta el tener más de una especie es poseer más reclamos a la hora de capturar las aves. La mayor parte de los encuestados reconoce que con tener dos ejemplares de cada especie es suficiente para poder entrenarles y participar en concursos. Pero cada criador considera el número de ejemplares que debe tener y al no existir una regularización de dicha tenencia en cautividad (sólo de las capturas) no existen límites legales, si no tan solo los establecidos por el propio usuario por cuestiones personales de espacio y tiempo de dedicación al cuidado de sus ejemplares (pero predomina el primer condicionante, el espacio, es decir, que en aquellas situaciones en las que el espacio sea adecuado hablamos de la posibilidad de tener un número ilimitado de ejemplares). Aún así los silvestristas consideran que los cupos son demasiados cortos y que no se cumplen las necesidades. Consideran que se trata de especies muy delicadas y que pueden morir con facilidad, siendo victimas de distintas enfermedades (no especifican cuáles). También los días hábiles de capturas se consideran escasos. Con el fin de juzgar esta afirmación y después de que SEO/BirdLife haya analizado diferente normativa de regulación al respecto, por ejemplo en Andalucía, donde hay 13.818 federados autorizados

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anualmente (Real Federación Andaluza de Caza), cada uno de ellos puede capturar 5 ejemplares por día, con el siguiente calendario: durante el periodo de verano del 10 de julio al 21 de agosto (ambos inclusive) sólo los jueves, viernes, sábados, domingos y festivos, lo que hacen un total de 25 días (analizando por ejemplo el calendario de 2010) y durante el periodo otoñal del 12 de octubre al 21 de noviembre todos los días del mes, que son 40 días. En total 65 días de captura, que sin embargo la normativa regula a un máximo de 20 salidas por silvestrista (quedando registradas éstas en las distintas sociedades pajariles). Capturando 5 aves por día son 100 ejemplares que un silvestrista puede capturar al año (asumiendo que salga todos los días y capture el cupo máximo) que multiplicado por el número de licencias son 1.381.800 capturas, es decir casi 1 millón y medio de ejemplares. Siguiendo los comentarios y opiniones recibidos en las encuestas; los silvestristas consideran que es imprescindible capturar ejemplares silvestres para cubrir sus necesidades y que en ningún caso pueden verse satisfechas exclusivamente con la cría en cautividad. Todos coinciden en la necesidad de ampliar los periodos de captura y los cambios que sugieren son retrasar el periodo estival extendiendo todo julio y agosto y el periodo otoñal que se alargue hasta diciembre. Tampoco están de acuerdo con los cupos. Ellos piensan que el cupo debe depender de tus necesidades y el espacio que dispongas para el mantenimiento en cautividad, pero no en función de la situación o estado de conservación de las especies objetivo. Consideran que cuando un pájaro no vale para “pisar” se suelta, las hembras, por ejemplo, se suelen soltar. Por tanto no están de acuerdo con los cupos establecidos en las distintas regulaciones. Pero por regla general el silvestrista se considera una persona cumplidora de la normativa y rechaza a aquellos que no cumplen las órdenes de veda. En la opinión de los silvestristas la tasa de reposición no es necesario que sea anual. Pero por regla general los silvestristas quieren renovar y cambiar sus ejemplares, esto además les dota de nuevas aves para optar a los concursos de pluma y no sólo de canto. Además se da un intercambio de ejemplares entre los practicantes de la actividad para cruzar ejemplares de distintas regiones, que los mejore genéticamente y así les proporcione una mejora en las cualidades del canto. El que esté acotado en las diferentes comunidades autónomas a trampear sólo en las regiones donde tienes autorización, algunas excesivamente pequeñas como para poder capturar ejemplares de poblaciones distintas les supone a los silvestristas un gran inconveniente cuya principal crítica es imposibilidad de aumentar el stock genético que poseen, por lo que recurren a intercambios de ejemplares entre ellos.

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Han reconocido que no se llega a cumplir los cupos, es decir, los silvestristas no capturan el máximo de ejemplares que pueden capturar, exclusivamente debido a la escasez de aves en la actualidad. Es decir, el propio colectivo de silvestristas reconoce que la abundancia de ejemplares de cada una de estas especies ha disminuido en el tiempo y en la actualidad es escasa. Incluso llegan a reconocer que nos encontramos en una época de escasez, dudando ellos mismos sobre futuras autorizaciones, que puedan reducir aún más el cupo de capturas o los periodos. Análisis de la normativa por comunidades autónomas que regula la práctica del silvestrismo Para poder valorar como se regula la actividad se ha analizado la heterogénea normativa que existe en cada Comunidad Autónoma, con el fin de demostrar las diferencias entre ellas y la necesidad de una normativa común que regule de forma uniforme esta actividad en todo el territorio español, quedando de forma indudable a una práctica de excepción tal y como refleja la Directiva Aves. Comunidad Autónoma

Normativa publicada

Tipo de autorizaciones

Fechas

Cupos

Madrid

Orden 2658/1998, del 31 de julio. Se modifica mediante las Órdenes 1812/2004, 2432/2005 y 3271/2006, del 3 de octubre.

Autoriza, con carácter excepcional, la captura en vivo de ejemplares de aves fringílidas silvestres, con la finalidad exclusiva de la cría en cautividad y su educación en el canto. Especies autorizadas para su captura en vivo y solo en ejemplares machos: verderón común, jilguero y pardillo. Sólo autorizaciones nominales a miembros asociados a Asociaciones Pajariles.

Para la educación en el canto, todos los domingos del mes de agosto, de cada año. Captura de aves para cría en cautividad: domingos incluidos entre el tercer domingo de octubre hasta el tercer domingo de diciembre.

Máximo de cinco aves por especie, cazador y día, debiendo librarse en el mismo acto de la captura, todas las aves de especie distinta a las autorizadas y las hembras.

Castilla y León

Orden MAM/1503/2005, de 4 de noviembre, por la que se modifica Orden MAM/1011/2005, de 22 de julio, por la que se regula captura para la tenencia y/o cría en cautividad de especies de fringílidos en la Comunidad de Castilla y León.

Se autorizada la captura para la tenencia y/o cría en cautividad de las siguientes especies de fringílidos: verderón común, verdecillo, jilguero, pardillo común. No se permite la captura en Espacios Naturales Protegidos y ZEPA. Prohibida la captura de ejemplares adultos Las autorizaciones de captura, la tenencia y/o cría en cautividad se concederán exclusivamente y de forma nominal a aquellos miembros de una Asociación Ornitológica. Regula los tipos de trampas.

Durante los dos últimos domingos del mes de julio y los dos primeros domingos del mes de agosto.

Anualmente se fija la distribución de especies que se permitirán capturar y un cupo máximo capturas. El número máximo de autorizaciones será de 700, con reparto entre las Asociaciones Ornitológicas participantes.

Resolución 315/2009, de 2 de junio

Regular con carácter excepcional la captura en vivo, tenencia y cría en cautividad, en condiciones estrictamente controladas y de un modo

Época post-rep: algunos días de agosto. Paso otoñal: los sábados, domingos y festivos

Un máximo de 10 ejemplares por persona autorizada y día, que podrá incluir

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Comunidad Autónoma

Normativa publicada

Tipo de autorizaciones

Fechas

Cupos

La Rioja

selectivo, de ejemplares de aves fringílidas silvestres en pequeñas cantidades. Finalidad: perfeccionamiento de su canto y/o plumaje. No especifica especies.

entre 2ª mitad de octubre y 15 de noviembre.

hasta dos hembras. En época post-reproductora sólo podrán capturarse ejemplares jóvenes.

Extremadura

Ley 8/1998 de 26 de Junio de Conservación de la Naturaleza y de Espacios Naturales de Extremadura, la Ley 8/1990, de 21 de Diciembre de Caza de Extremadura.

Solo se puede capturar con red de suelo, y solo machos de las especies jilguero, verderón común, pardillo y verdecillo. Está prohibido capturar en zonas de protección de aves; ZEPA y ZEC.

Periodo estival del 1 de agosto al 31 de agosto y periodo otoñal del 1 de noviembre al 30 de noviembre.

Cupo máximo de capturas totales para la temporada: de 10 ejemplares por especie distinta.

Cataluña

Resolución MAH/2205/2004, 2 de agosto.

Autoriza la captura de: pinzón común, jilguero, verderón y pardillo. Para todas las especies prohíbe la captura de adultos. Sólo autoriza machos. Regula los métodos de captura. La autorización será nominal, y la federación catalana de caza llevará el registro, pero no exige estar federado o pertenecer a una asociación pajaril.

Agosto, y jueves, sábados, domingos y festivos desde el mitad de septiembre hasta principios de diciembre. Con algunas excepciones y fechas concretas.

Máximo 5 ejemplares por especie y día. En caso de capturar una sola especie, número máximo: 10/día. El resto de especies y hembras serán liberadas.

Valencia

No existe una orden específica. Orden de 1988 que regula la actividad cinegética. La ley de Caza Valenciana (13/2004) y las órdenes anual de la temporada de caza.

Se otorgan autorizaciones especiales para la captura en vivo para el canto de verderones, verdecillos, jilgueros, pardillos y pinzones. Se debe acreditar pertenencia a Sociedad ornitológica.

Existen dos opciones: entre julio y agosto de unos 20 días y en octubre.

Un máximo de 60 capturas por temporada (20 por especie y diez por día).

Castilla La Mancha

La Ley de caza prohíbe la práctica del silvestrismo pero posteriormente las órdenes de veda abren la posibilidad de la práctica en los lugares donde se considera una actividad tradicional: Ciudad Real y Guadalajara.

Se dan autorizaciones acreditando que se pertenece a Sociedad Pajaril mediante Tarjeta Federativa. Para pardillos, jilgueros, verdecillos y lúgano. Sólo captura en vivo y con red horizontal para concursos de silvestrismo.

Meses de junio, octubre y noviembre los sábados y festivos.

Entre 6 y 8 ejemplares por especie y día.

Andalucía

La captura de fringílidos, que aunque no figura en la Orden General de Vedas, se regula sin publicidad oficial en una Instrucción y una Circular Interna, incumple la Directiva. Regula los métodos de captura.

Especies autorizadas: verderón, jilguero y pardillo. Se pueden capturar ejemplares de ambos sexos, sin limitación de edad. Los silvestristas con permiso de captura no necesitan autorización expresa de ningún organismo para la captura de fringílidos dentro de los terrenos de dominio público.

Periodo estival: del 10 de julio al 21 de Agosto inclusive, jueves, viernes, sábados, domingos y festivos. Periodo otoñal: del 12 de Octubre al 21 de Noviembre. Todos los días. En total 20 salidas.

5 aves por día en total, sin distinción de pluma, debiéndose soltar las que se capturen de más o los ejemplares no autorizados. Se podrán retener en la jaula máximo de 10 ejemplares.

Tabla 5. Normativa que regula la práctica del silvestrismo en algunas comunidades autónomas.

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No todas las comunidades autónomas publican una Orden concreta que especifique las condiciones para la práctica del silvestrismo. En las que sí lo hacen se incluye la condición de excepcionalidad, la necesidad de poseer un autorización por parte de la administración pertinente, el estar federado o asociado a alguna Sociedad Ornitológica “pajaril”, los tipos de trampas que pueden utilizarse, las especies autorizadas, las fechas de captura y los cupos máximos. No son coincidentes las fechas en las que se autoriza la práctica del silvestrismo, algo justificable en función de la latitud en la que nos encontremos, pero nos preocupa la no coincidencia en cuanto a los cupos, lo que podría deberse al diferente tamaño poblacional y consecuente estado de conservación de las especies en cada región, sin embargo ningún informe justifica el establecimiento de los cupos en cada Comunidad Autónoma. 8. PROPUESTA DE CANTIDADES DE AVES EXPLOTABLES ANUALMENTE PARA EL CONJUNTO NACIONAL Y PARA LAS DIFERENTES COMUNIDADES AUTÓNOMAS. A lo largo de este proyecto se ha analizado la captura de aves fringílidas o silvestrismo y su compatibilidad con la conservación de las ave objetivo: jilguero (Carduelis carduelis), pardillo (Carduelis cannabina), verderón (Carduelis chloris), verdecillo (Serinus serinus), canario (Serinus canarius) y pinzón común (Fringilla coelebs). El silvestrismo es una actividad que se autoriza en base a una serie de excepciones que establece en su artículo 9 la Directiva 2009/147/CE relativa a la conservación de las Aves Silvestres. Teniendo en cuenta este artículo 9 la única cabida que tiene la captura y retención de aves canoras se encuentra en el apartado 1.c. que indica que se podrán introducir excepciones a los artículos 5, 6, 7 y 8, si no existe otra solución satisfactoria, para “permitir, en condiciones estrictamente controladas y de un modo selectivo, la captura, la retención o cualquier otra explotación prudente de determinadas aves en pequeñas cantidades”. Además, este artículo establece las condiciones que deben cumplir las autorizaciones que se concedan, entre las que se incluye el establecimiento de un periodo en el que se autorizan, unos métodos para hacerlo y el método de control a la práctica.

Cómo ya se ha indicado, a falta de pruebas científicas contrarias, se puede interpretar como pequeñas cantidades para las aves canoras no cinegéticas, un nivel de capturas sensiblemente inferior al 1 % de la mortalidad total anual de la población afectada (valor medio). A partir de esta información se podría obtener para cada una de las especies un número máximo de aves que podrían ser capturadas.

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A partir de las notificaciones que las comunidades autónomas elaboran para los informes que el Estado español remite a la Comisión Europea sobre las excepciones adoptadas hemos podido analizar que en España se capturan entre 200.000 y 650.000 aves anualmente. Estas autorizaciones se conceden para el mantenimiento del stock en cautividad por lo que a pesar de que no se conoce el volumen de aves en cautividad, ni su variabilidad genética, hay que entender que con una tasa media de captura superior a los 300.000 ejemplares anuales que se han autorizado en España no debiera haber problemas causados por una baja variabilidad genética. Es más, habría que tener en cuenta toda la población cautiva europea en estos cálculos.

Analizando la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, se puede afirmar que ésta entiende que no se puede autorizar la captura de estas especies al existir una clara alternativa a la captura de aves silvestres: su cría en cautividad. Por ello, las administraciones españolas no deberían autorizar más capturas de estas especies en el futuro.

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