Sobre el proceso de construcción del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

download Sobre el proceso de construcción del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

of 99

Transcript of Sobre el proceso de construcción del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    1/99

    1

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    2/99

    2

    SOBRE EL PROCESO DE CONSTRUCCIN

    DEL PARTIDO COMUNISTA DE URUGUAY

    Carlos Yaffe

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    3/99

    3

    Sobre el proceso de construccin delPartido Comunista de Uruguay

    Carlos Yaffe

    Abril de 2010Segunda edicin: Febrero de 2013

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    4/99

    4

    Tomo 2

    Introduccin al Tomo 2

    Captulo 1 Hacer memoria, valorar lo conquistado, proyectar el futuro Situacin poltico-orgnica en el perodo 1984-1992

    - Aproximaciones generales a un anlisis del perodo- Sobre el desarrollo de nuestra concepcin terica- La relacin del Partido con sus afiliados- Acontecimientos que conmovieron al movimiento popular- Se desencadena la crisis en el PCU

    Perodo II Congreso Extraordinario (1992) - XXV Congreso (1998)- La lucha contina en otras condiciones- Sobre el estado de nuestra concepcin- Avances y retrocesos en la reconstruccin del Partido

    Perodo XXV Congreso (1998) - III Congreso Extraordinario (2003)

    - 1999-2001- XXVI Congreso III Congreso Extraordinario Perodo III Congreso Extraordinario (2003) V Congreso Extraordinario

    (2007)- Aumento de la incidencia poltica y debilitamiento de la vida orgnica.

    Perodo V Congreso Extraordinario (2007) Diciembre de 2009- El V Congreso Extraordinario y el plan poltico 2008-2010- Situaciones polticas que se superan y contradicciones que permanecen- Sobre diferencias ideolgicas Cuestionamiento a la concepcin de Partido- Defender la alegra: el Frente Amplio conquista nuevamente el gobierno

    nacional

    Captulo 2 - Unidad de teora, poltica y organizacin Sobre los principios Lucha de masas y construccin de Partido Organizacin y estructura orgnica

    - Agrupaciones funcionales y territoriales- Sobre el estado de la organizacin

    Sobre la participacin organizada- Sobre la participacin- Sobre los cuadros- Acerca de la Direccin, los dirigentes y los lderes

    Crecimiento necesario

    Captulo 3 Sobre la poltica de comunicacin del Partido Una ancdota, una realidad Carcter integral y estratgico de la comunicacin Identidad, accin, imagen y prestigio Medios masivos de comunicacin Situacin de la comunicacin interna Hacia una poltica de comunicacin del Partido

    Consideraciones finales

    Cronologa

    Bibliografa de referencia

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    5/99

    5

    PREFACIO A LA SEGUNDA EDICIN

    Este libro, dirigido fundamentalmente a los comunistas, fue escrito con elobjetivo de contribuir a la comprensin de la concepcin leninista de Partido, y a lasistematizacin de la experiencia acumulada por el PCU en su construccin.

    Parece ser que en cierta medida, la primera edicin ha cumplido con esosobjetivos. Tambin les ha interesado a otros compaeros del Frente Amplio, y haservido de referencia para trabajos de investigacin acadmica sobre el PCU. En esesentido, espero que ayude a que otras personas conozcan mejor cmo pensamos,discutimos y nos organizamos los comunistas, y por qu lo hacemos.

    En esta edicin mantenemos el contenido original y la estructura general dellibro; en algunos casos le realizamos pequeas correcciones y agregados con elobjetivo de precisar conceptos; al final incluimos algunos acontecimientos importantesa la cronologa.

    Febrero de 2013

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    6/99

    6

    SOBRE EL PROCESO DE CONSTRUCCIN

    DEL PARTIDO COMUNISTA DE URUGUAY

    (1984 2009)

    TOMO 2

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    7/99

    7

    INTRODUCCIN AL TOMO 2

    El 31 de octubre de 2004, la conquista por primera vez del gobierno nacionalpor parte del Frente Amplio y sus aliados, confirm una vez ms la justeza de la lneaestratgica trazada por el PCU en su XVI Congreso, y gener una situacin polticacualitativamente superior en el proceso democrtico uruguayo. A su vez, nos colocfrente a nuevas y mayores exigencias y desafos. El 29 de noviembre de 2009, elFrente Amplio conquist nuevamente la confianza del pueblo para continuar lastransformaciones iniciadas el 1 de marzo de 2005.

    La conquista del gobierno es un cambio sustancial en las condiciones de luchadel pueblo por el poder poltico; nos permite acercar el futuro. Ya no luchamos slo porun proyecto a mediano y largo plazo. Mientras luchamos por una sociedad sinexplotados ni explotadores, construimos una sociedad ms justa y solidaria, con logros

    palpables para el pueblo en el presente. Este es un elemento muy importante en elmarco de la lucha ideolgica contra las clases dominantes, que a nuestro pesar,lograron imponer cambios materiales, polticos, sociales y culturales en nuestrasociedad. No es el asalto al cielo en general, es construir el cielo a la uruguaya, con lamisma estrategia que nos trajo hasta aqu, sobre la base de lo acumulado, paso apaso, entre todos los sectores interesados y convencidos de que es posible,persuadiendo y persuadindonos colectivamente sobre la experiencia realizada,fortaleciendo las ideas y las herramientas que nos permiten hacerlo.

    La clase obrera y su partido, los trabajadores organizados de la ciudad y elcampo, el movimiento estudiantil, cooperativo y de jubilados, las organizaciones ymilitantes sociales, la intelectualidad en general y su expresin avanzada en laUniversidad y la Cultura, el Frente Amplio y su marco de alianzas, conforman la fuerza

    social de las transformaciones en curso, son los forjadores de la conquista delgobierno, y la principal garanta de su defensa, consolidacin y avance. A travs de suinsercin en estas organizaciones y sectores de la sociedad, el Partido ha jugado yjuega un papel central en la forja de su conciencia, unidad y organizacin, as como enla conduccin del proceso de lucha que protagonizan. Este rol se fundamenta en suteora de la revolucin uruguaya, uno de cuyos elementos estratgicos en esta etapade acumulacin de fuerzas, es la forja de un gran Partido Comunista de cuadros y demasas. Conocer y comprender la concepcin del Partido y analizar cmo la estamosllevando a la prctica, forman parte de su proceso de construccin, y son esencialespara poder conducirlo.

    En el proceso de construccin y reconstruccin partidaria iniciado luego delestallido de la crisis de 1992, desarrollado en complejas y contradictorias condicionesnacionales e internacionales, con fuertes luchas internas por el rumbo y la Direccindel Partido, el intelectual colectivo fue encontrando el camino hacia su identidadideolgica y poltica. Pero en ese proceso fueron quedando por el camino mtodos deaccin poltica y de organizacin, y hbitos de trabajo acumulados en sus cuadrosdurante decenas de aos, la mayora de los cuales se fueron del PCU en ese perodo.

    Las crisis son una medida importante de una organizacin, fundamentalmentedel temple y las caractersticas de sus cuadros. Por ejemplo, si existi un XVICongreso, donde se definieron las bases y los lineamientos estratgicos quedeterminan su identidad terica y poltica hasta nuestros das, es porque el Partidohaba generado condiciones y acumulado un patrimonio terico, poltico y tico que lepermiti dar ese salto cualitativo. A pesar de los graves errores detectados en la

    actividad previa a 1955, cunta afirmacin de nuestra identidad de clase, cuntosaciertos, militancia y sacrificios hay en esas pginas de nuestra historia! No

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    8/99

    8

    renunciamos a ellas, y aprendimos de lo bueno y de lo malo que realizaron nuestroscamaradas en esos treinta y cinco aos.

    Otro ejemplo es el perodo 1988-1992, en el que se produjeron acontecimientosen la situacin internacional y nacional, que ocasionaron una conmocin muyimportante en la vida poltica del movimiento popular: derrota de la experienciasocialista en la URSS y en Europa del Este, derrota del voto verde, escisin delFrente Amplio, derrota electoral del FSLN, 9 Congreso de la UJC, XXII Congreso delPCU. Estos hechos significaron un duro golpe en todos los planos de la actividad delPartido y la Juventud Comunista, e incidieron fuertemente en el proceso deacumulacin y formacin de cuadros. En un PCU que vena de sufrir un tremendoimpacto poltico, social, organizativo, ideolgico y humano durante la dictadura.

    Qu qued en nosotros de todo ese perodo conmocionante y complejo,desarrollado en un contexto general tan cambiante y multifactico? De lo que qued,qu es vlido y debemos recuperar, y qu elementos no sirven en esta fase dedesarrollo del Partido? Hemos avanzado en el anlisis de algunos de estos factores, yen otros debemos profundizar para encontrar aproximaciones ms cercanas a laverdad, dejando por el camino elementos extraos a nuestra concepcin.

    En ese perodo, la relacin entre la fuerza disponible y las tareas exigidas porla lucha poltica fueron variando (aunque stas siempre estuvieron adelante), y elPartido fue eligiendo cmo avanzar y qu problemas abordar prioritariamente, deacuerdo a la situacin que tena en cada momento. En general prioriz lo principal: larecomposicin de la unidad ideolgica del Partido y la lucha poltica de masas. Estapoltica dio sus frutos y fue generando cada vez mejores condiciones para trabajar porel fortalecimiento de la organizacin, pero los resultados no siempre fueron losesperados.

    Debemos reconocer que no estudiamos las tendencias del desarrollo delPartido y la Juventud con la continuidad y rigurosidad necesaria, a pesar delprolongado retraso que tiene la organizacin respecto a la incidencia poltica queconquistamos. En ese sentido, el V Congreso Extraordinario tuvo la virtudentre otras

    expresadas en el plan poltico 2008-2010-, de poner sobre la mesa la necesidadimperiosa de elevar el debate y la elaboracin terica sobre los temas de organizacin,con el fin de orientar mejor y desarrollar ms vigorosamente el proceso deautoconstruccin.

    En el 2007 termin de escribir el libro Sobre el proceso de construccin delPartido Comunista de Uruguay, con el objetivo de aportar a la comprensin de suconcepcin y a los esfuerzos de sistematizacin de las experiencias realizadas en suconstruccin. Al final, sealamos algunos elementos en los que, en nuestra opinin,debemos prestar especial atencin en la forja del Partido. En el presente trabajocontinuamos reflexionando sobre estos temas. Partimos de una premisa: que laparticipacin de los comunistas en la vida del Partido es un factor decisivo para ellogro de sus objetivos estratgicos, por lo que buena parte de lo considerado en este

    trabajo indaga en ese sentido.En el primer captulo analizamos el perodo que va desde la reconquista de la

    democracia hasta nuestros das. Al hacerlo, nos basamos en los informes yresoluciones de los Congresos y del Comit Central, fundamentalmente por dosmotivos: en primer lugar, porque forman parte del proceso de elaboracin del PCU,que muchas veces desconocemos u olvidamos, y luego, porque son los que recogenms fielmente su proceso de discusin y voluntad colectiva. Nos pareci importantetranscribir ms extensamente aquellos tramos que desarrollan aspectos centrales denuestra concepcin, que reflejan momentos significativos en el proceso poltico y deconstruccin del Partido, que consideran temas ms complejos, o que lo hacen demanera ms completa. Consideramos que puede ser til para miles de nuevosafiliados que se incorporaron al PCU en los ltimos aos, y escuchan frecuentementecomentarios sobre estos hechos, sin haber pasado por esas experiencias.

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    9/99

    9

    En el captulo 2 comenzamos abordando factores centrales de nuestraconcepcin como la unidad dialctica lucha de masas-construccin de Partido, elcentralismo democrtico, la participacin de los afiliados en la vida poltico-orgnica, laorganizacin y estructura orgnica y el crecimiento. La sistematizacin de algunasideas sobre el primer tema, dio origen a este libro.

    El tercer captulo es una reflexin sobre la comunicacin partidaria con lasociedad y dentro del Partido. La comunicacin es un problema de carcter estratgicoque atraviesa a todo el movimiento popular, y que en general, nosotros no resolvemosbien. En estos apuntes exponemos algunas ideas que intentan presentar laimportancia que tiene para el desarrollo del Partido, elaborar e instrumentar unaestrategia de comunicacin integral adecuada.

    Estoy convencido de que para que el Partido se desarrolle a la altura de lasnecesidades histricas, su construccin debe guiarse por la orientacin surgida de ladiscusin orgnica de los miles de comunistas que militan en todo el pas. Adems,soy consciente que lo expresado en este trabajo est condicionado por el grado de miconocimiento sobre los temas considerados, que siempre ser inferior al generado en

    el trabajo comn con otros camaradas. Por lo tanto, estos apuntes dirigidos a losafiliados al Partido y la Juventud Comunista, no pueden ni pretenden ser ms queaportes a la reflexin colectiva. Espero que contribuyan en ese sentido.

    Diciembre de 2009

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    10/99

    10

    CAPTULO 1HACER MEMORIA, VALORAR LO CONQUISTADO, PROYECTAR EL FUTURO

    () la construccin de un Partido terica e ideolgicamente experimentado,pertrechado cabalmente por la teora del marxismo leninismo, estructurado segn los

    principios del centralismo democrtico, fundido y al frente a la vez de las masasobreras y populares, es un proceso que requiere tiempo, que exige que las masas y el

    propio Partido hagan su experiencia, promuevan sus cuadros, conformen sudireccin.

    Este proceso es, en sntesis, la lucha por el leninismo en nuestro pas.XVII Congreso del PCU

    Situacin poltico-orgnica en el perodo 1984-1992

    Aproximaciones generales a un anlisis del perodo

    Para enmarcar las consideraciones expuestas en este captulo, nos pareceapropiado traer un fragmento de las Bases de discusin del XXVI Congreso (diciembrede 2001).

    Al Partido lo salv una sublevacin que arranc desde lo ms profundo de susestructuras, de su casco militante, de las convicciones arraigadas en su masade afiliados y del amplsimo entorno de amigos que lo rodeaba. Pero, nada deesto hubiera alcanzado. De hecho, intervino directamente en el salvataje lantima conviccin de lo ms avanzado de la sociedad uruguaya, de sus

    organizaciones sindicales y populares, del Frente Amplio, de que este Partidoes parte inalienable de su paisaje variopinto de ideas y accin. Nada seentendera en este pas sin su Partido Comunista.En 1992, la direccin y una parte considerable de los cuadros partidariosabandonaron el Partido.La cada del socialismo europeo atraves devastadoramente el tejido ntimo de

    prcticamente todos los partidos comunistas. Esta hecatombe barri de laescena del mundo el inmenso movimiento comunista internacional construido alo largo del siglo XX ()Nuestro Partido, en sus cuidadosos primeros avances en los Congresos posExtraordinario, en particular el XXIII, sostuvo que la crisis que condujo a laruptura del 92 comenz antes de que cayera el socialismo ()

    Cmo juzgar estos acontecimientos? Cmo decidir acerca de la naturalezade los factores presentes en la crisis? Ante la duda, es conveniente buscar elgrado de generalidad en el que lo que se quiere demostrar ofrece menosdudas. Y en ese sentido puede decirse que si nadie niega que nuestro partidono permaneci indiferente a la cada del socialismo y es indudable que nomediando este acontecimiento, ms de un dirigente, sino la mayora que sealej hubiera muerto comunista-, si es imposible negar que no hay partido en elmundo que la haya atravesado sin mella, si desapareci el movimientocomunista internacional, si se debilit hasta grados extremos la oposicinactiva del tercer mundo, si se debilit la Federacin Sindical Mundial, clasista,si sus perniciosos efectos caen sobre el propio pensamiento y la accintransformadora de la izquierda, si el mundo entero padece las consecuenciasde la transformacin de aquel mundo bipolar en unipolar, si el imperialismocampea por sus fueros en todas partes, agrediendo, bombardeando e

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    11/99

    11

    imponiendo nuevos y ms terribles sufrimientos para la inmensa mayora de lapoblacin del planeta, entonces, no deberamos dejar de considerar este marcopara el anlisis de la crisis de nuestro Partido ()Hoy es conviccin generalizada en el Partido, que el interior del mismo yaarrastraba consigo fuerzas inspiradas en una plataforma diferente a la que enlo esencial nos sirvi de gua desde el XVI Congreso. Sin embargo, sus rasgosesenciales no se evidenciaban con claridad. Quizs, un camino deaproximacin a los factores internos que incidieron en la crisis del Partido, seael de considerar que se desarrollaban en su seno ideas y prcticas inspiradasen el eurocomunismo. El fundamento objetivo de esta influencia residaposiblemente en la bsqueda de atajos para llegar al gobierno, sacrificandoprincipios del Partido y aspectos sustanciales de su teora de la revolucin. Seabra paso el cuestionamiento al papel del Partido y de la clase obrera. En esetiempo comenzamos a apelar a la gente. Presente esta influencia, lageneracin del 55 no pudo manejar ordenadamente el trnsito generacional,entendido en el sentido de generaciones polticas, porque hubo una dictadurasangrienta que impuso una ruptura en la continuidad de la vida del Partido.

    Esta ruptura afect esencialmente la formacin y la poltica de cuadros. Lareconversin, fue el instrumento poltico y orgnico puesto en prctica paraalcanzar, en el tiempo ms breve posible, la articulacin armnica de lasdiversas situaciones que vivieron miles de comunistas, como consecuencia dela persecucin tenaz a que la dictadura nos someti. Se ensay un camino dereconstruccin del Partido destinado a devolverle la confianza y las condicionesinternas de fraternidad imprescindibles. Pero no pudo solucionar los inmensosproblemas de todo orden que el Partido enfrentaba a la salida de la dictadura,dejando instaladas las bases internas de la crisis. Los cambios operados en lacomposicin social del Partido as como el ingreso tumultuoso de nuevosafiliados, introdujeron rasgos de debilidad orgnica y poltica en el Partidoposiblemente ya en 1985, y se reflejarn, dgase de paso, directamente en el

    proceso que sigui a la resolucin de la crisis del 92. En el perodo que vadesde 1985 hasta el XXI Congreso, coexistan en la vida prctica del Partido,aunque no expresadas en el plano de las formulaciones tericas y polticas,formas de sectarismo y de oportunismo.Pero esta situacin tan fluida y contradictoria coagula en la imposicin de lalnea liquidacionista, primero expresada de un modo original en el Documentode los 24, firmado por dirigentes de distintos partidos integrantes del FA comointento de corte horizontal, luego en el discurso conocido como El ocaso y laesperanza, y finalmente en las resoluciones del XXII Congreso. Esta corrientequiso poner a su favor la derrota de la experiencia socialista, a la que pas aconsiderar como fracaso y con l, la demostracin de que era necesario revisarverdades fundamentales del marxismo y del leninismo. Mientras la 1001 se

    constitua en primera fuerza electoral del FA, el socialismo se derrumbaba. Lamayora abrumadora del Comit Centralms all del grado de conciencia quecada miembro de ese CC tuviera en relacin a lo que estaba sucediendo-mont un operativo que conduca irresistiblemente a la liquidacin del Partido.Pero se encontraron con un Partido que no estaba dispuesto a seguir esecamino. Podra explicarse esta resistencia acudiendo a razones afectivas, yestas tambin estuvieron presente. Sin embargo, muy probablemente, como yase dijo, el arraigo del Partido en la clase obrera y en el tejido de organizacionessociales sea una razn objetiva ms profunda para explicar el fenmeno.Cumple reconocer, adems, el papel desempeado por diversos miembros deaquella direccin. Entre los que ya no estn con nosotros debemos recordar alos camaradas Alberto Altesor y Eduardo Viera, destacados dirigentes de todaslas horas.

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    12/99

    12

    La operacin muri en el histrico Congreso Extraordinario de 1992, aunque lesigui un camino tortuoso, con desgajamientos muchas veces dolorosos ydivergencias de distinta naturaleza, resueltas total o parcialmente.Le sigui, adems, una situacin de extrema debilidad poltica y orgnica.Destruido el patrimonio acumulado a lo largo de tantos aos, sin posibilidadesde contar con compaeros en nmero suficiente que pudieran dedicar todassus horas al Partido, sin legisladores hasta 1994, el Partido vivi horasdramticas.A pesar de todo, desde el XXIII Congreso fueron delinendose los contornosde la lnea del Partido que deba ser a la vez, continuidad y superacindialctica de la que venamos sosteniendo histricamente. El llamadoPrograma Breve aprobado en el Congreso pretendi reflejar, aunque fueraprovisoriamente, los cambios que se estaban procesando ante nuestros ojos.Se ahond en la visualizacin del difcil camino de profundizar la democraciacamino a una democracia avanzada, en condiciones de extraordinariacomplejidad. El Partido consigui, no sin costos en cuadros y enenfrentamientos, disear su lnea poltica y los instrumentos para hacerla

    realidad, apoyado en el sano principio dialctico de someter al fuego de lapoltica la formulacin de la estrategia yel abordaje cotidiano de la realidad

    Como vemos, el camino no ha sido fcil pero siempre hubo camaradasdispuestos a transitarlo, fieles a los principios, convencidos de que es posible construiruna sociedad sin explotados ni explotadores en Uruguay.

    Sobre el desarrollo de nuestra concepcin terica

    Para el anlisis del proceso de construccin del Partido, evaluaremos elcamino recorrido desde la reconquista de la democracia, en el entendido de que lo queocurri durante ese perodo est integrado en la realidad actual. Comenzaremos

    analizando aspectos fundamentales del estado de nuestra concepcin estratgica enesos aos. Es importante recordar qu cosas se discutan y cul era la orientacingeneral impulsada por el Comit Central.

    Al realizarse el XXIV Congreso (junio de 1996), se haban salvado escollosimportantes de las consecuencias del embate ideolgico, poltico, cultural yorganizativo con que se pretendi liquidar al PCU como fuerza revolucionaria, paraponerlo al servicio de otra estrategia. El tiempo que haba pasado desde el II CongresoExtraordinario (mayo de 1992), permiti analizar con ms claridad el proceso quehaba llevado a la crisis partidaria, lo que se expres desde las Bases de discusindel congreso.

    Lnea estratgica vigente: defensa, avance y profundizacin de la

    demo cracia hacia una democracia avanzada.Nuestra concepcin de defensa, avance y profundizacin de la democracianunca adquiri plenamente, en nuestro accionar poltico concreto, el profundocontenido revolucionario que conlleva. Esto fue as, entre otros factores, porhaber sido planteada en el momento de euforia generado con la derrota a ladictadura, teida por los avatares sufridos en la concertacin escamoteada, lasimprecisas discusiones con respecto a los caminos a adoptar ante la impunidady los embates ideolgicos de la socialdemocracia, dbilmente enfrentados sloen el discurso.

    Avanzar en democracia.Deca la Con ferencia Nacio nal, en 1985:"La democracia avanzada es unproceso de combate programtico, reivindicativo, que comienza ya, pero quedebe seguir maana; de desarrollo de la lucha de clases en determinadas

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    13/99

    13

    condiciones; de vigencia de las reivindicaciones; de conquistas mediante elempuje popular. Desde luego, tambin ser un gobierno si es el gobierno quesurge por el triunfo del Frente Amplio, pero incluso en tal caso, sera unproceso () Son necesarios cambios cualitativos profundos. Para ello esindispensable una modificacin ms radical de la correlacin de las fuerzassociales y polticas del pas, con el fortalecimiento del papel de la clase obreray de sus organizaciones, de la unidad y alianza slida con las capas medias yla intelectualidad, y con una gravitacin cada vez mayor del FA y de nuestroPartido ()Si analizamos los avatares sufridos por esta concepcin estratgicaconstatamos su deterioro terico y prctico, ya a fines de los 80.En eI inform e del CC al XXI Congresoen diciembre de 1988 se afirmaba:Defender y profundizar la democracia es promover por todas las vas suprofundizacin, el ejercicio pleno de todos los derechos y las libertades cvicas,es promover los factores jurdicos, institucionales, educativos (...) losmecanismos institucionales que afiancen las libertades pblicas (...)promoviendo una ms amplia expresin ciudadana en todos los terrenos de la

    vida nacional: en la Constitucin de la Repblica, a travs del ordenamientoelectoral, en las libertades sindicales, polticas, en el derecho a la informacinlibre y pluralista (...)"El rebajamiento en forma y contenido de las definiciones tericas no se agoten el marco de la teora, se dio un debilitamiento de las concepciones polticasy del accionar del Partido como parte de una crisis que se estaba procesando.Ese rebajamiento esencial se sintetiza en el desdibujamiento del papel de laclase obrera al sealar que solamente "es uno de los principales animadoresdel proceso" y la reduccin del planteo a los aspectos institucionales.Avanzar en democracia: XXII Congreso 1990.En los documentos de este Congreso, la rica concepcin desaparece,reaparecen algunos trazos producto del debate ideolgico ya instalado. Fuimos

    incapaces de comprender entonces la globalidad de la temtica, puesto quean no percibamos que la lucha ideolgica interna abarcaba la totaIidad denuestra concepcin de partido y de la teora de la revolucin uruguaya, lo queimpidi que se batallara por reincorporar ms elementos.

    Ms all de los vaivenes del proceso poltico-ideolgico, a esa altura (1996), sehaban recuperado aspectos sustanciales de nuestra concepcin, fundamentada en laparticipacin organizada de miles de militantes populares.

    La relacin del Partido con sus afiliados

    Cuando analizamos el funcionamiento actual del Partido, tendemos acompararlo con el de fines de los 80, perodo en el que alcanz a tener un peso muyimportante en la vida poltica, sindical, social y cultural del pas. Para dimensionarmejor ambas situaciones, traemos dos documentos de ese perodo, uno de antes yotro posterior al triunfo del Frente Amplio en Montevideo (noviembre de 1989).

    En el proyecto de tesis del Comit Central que presidi el proceso de discusinhacia el XXI Congreso (diciembre de 1988), se plantea con el subttulo Avanzar en eldesarrollo orgnico del Partido:

    En este perodo no hemos sido capaces de resolver armnicamente elconjunto de la vida de nuestras agrupaciones y su accionar, no como merostrasmisores, sino como creadores de la labor poltica y su participacin en el

    conjunto de las tareas prcticas de los diferentes frentes.Nuestras insuficiencias en la elaboracin y definicin de estos temas, en unPartido fundamentalmente nuevo, producen un debilitamiento de los vnculos

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    14/99

    14

    de los afiliados con la organizacin, un empobrecimiento de la vida poltica yms en general son una debilidad de toda nuestra estructura organizativa quedebemos resolver en un futuro inmediato. En la cantidad de nuevasagrupaciones y en la calidad de la formacin y atencin de sus secretarios,poniendo especial nfasis en los primeros secretarios, en sus discusiones, ensus mtodos de participacin y en la vitalidad de su vida poltica.La agrupacin es la base insustituible de todas las grandes tareas de losfrentes del Partido, la afiliacin, el cobro de la cotizacin, la promocin demilitantes a las distintas instancias de educacin, la venta de nuestra prensa yde Estudios. Sus debilidades en el funcionamiento repercuten negativamenteen todos estos aspectos de la labor del Partido.

    Un ao y medio despus, en el Activo Nacional de Organizacin realizado enjunio de 1990, previo al XXII Congreso (Octubre de 1990), se analizan los enormesdesafos que el Partido tuvo que afrontar, y las consecuencias que produjo la dictaduraen la organizacin y en su vnculo con las masas partidarias.

    () estaba seriamente retrasada con respecto a la elaboracin terico polticaque el Partido haba desarrollado en los ltimos aos antes de la dictadura,cuando su proceso de crecimiento caudaloso lo haba convertido ya en unPartido de masas. Pero adems (...) en qu medida la dictadura nos habasorprendido en ese proceso de elaboracin de una concepcin de un nuevoPartido de masas () La dictadura nos oblig a nuevas formas organizativas,muy dolorosas, desconocidas prcticamente para todos nosotros (...) Pero enlos aos posteriores a la dictadura, el Partido convertido en una fuerza polticade gran arraigo en las masas, recoge todo lo que la lucha le da, se afilian pordecenas de miles (...) Y cuando aparecemos a la lucha legal en el 84, cuandoimponamos, un proyecto en cuanto a organizacin, no seramos ms que 5 o6, 7 mil militantes. Hoy en lo sustancial, somos un Partido de estos ltimos

    cinco aos y que no solamente es nuevo, sino tambin de masas (...) encondiciones totalmente nuevas para nosotros (...) por la perspectiva concretade poder obtener un gobierno popular. (Habamos conquistado el gobiernodepartamental en Montevideo).

    Ms adelante se detallaban algunos elementos concretos de la situacin de laparticipacin en ese momento:

    Esta suerte de dificultades tan grandes que vivimos en el seno de nuestraorganizacin partidaria de hoy, esta desmovilizacin de la militancia partidariatan grande (que se expresa incluso en la reunin de hoy o en la reunin deayer de finanzas o de propaganda), este poder de convocatoria tan reducido

    que tienen las estructuras partidarias organizadas, tienen que servirnos dealerta para ver en qu medida nuestros errores, o ms an nuestrasconcepciones u otros problemas desde el punto de vista poltico ideolgico,tienen que ver con todo esto (...)Para la reorganizacin del Partido de masas, se necesita pasar por laorganizacin del trabajo que cada comunista realiza, aunque los nexos de laorganizacin y estructura fueran dbiles, que es una realidad que hay que teneren cuenta.Cuando la masa partidaria no tiene un enlace orgnico estable, reiterado, quefacilite esa profundidad de conciencia, el Partido tiene zonas dbiles, que es loque tenemos que reconocer hoy, el Partido tiene vastas zonas debilitadas. Perotambin lo tiene la izquierda y todo el movimiento social y popular, inclusive elmovimiento sindical.

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    15/99

    15

    Hoy yo dira que el momento del Partido es un proceso con rasgos negativos.Nuestra estructura no ha sido capaz, y de seguir siendo la misma, ser muydifcil que pueda serlo, de poder captar toda la organizacin del Partido. Quequede claro que estructura y organizacin son dos cosas diferentes, que laagrupacin, el seccional, el comit dirigente, el regional, el departamental, lascomisiones, los frentes no podrn nunca abarcar todas las fuerzas del Partido,cuando es un Partido de masas y cuando los lazos de ese Partido de masasson cambiantes y son con el gobierno, con el movimiento sindical y con todo elmovimiento social y organizado en el campo y en la ciudad, con las mujeres. ElPartido nunca como antes tiene relacin con toda la sociedad.

    Estos documentos, uno anterior y uno posterior al triunfo del Frente Amplio enMontevideo y de la mayor votacin histrica de la 1001, demuestran que en suesencia, las dificultades que queremos superar, son problemas que ya existan en eseperodo. En lo que resta del captulo, analizaremos ms en detalle la participacinorganizada de los comunistas en las agrupaciones, dado el papel determinante quetiene en el funcionamiento poltico y orgnico del Partido. Lo haremos parndonos en

    abril de 1990, al inicio de la primera experiencia de gobierno de la izquierda enUruguay.En ese momento, la militancia estaba notoriamente disminuida, continuaba

    siendo atacada por nuestros enemigos, y cuestionada por sectores de izquierda. Milesde compaeros no militaban; no slo aquellos que nunca lo hacan o que lo hacan enforma espordica, sino aquellos que llevaban aos militando, incluso en laclandestinidad y el exilio. Esa situacin repercuta negativamente en el funcionamientode los organismos, aumentando la brecha entre la mayor cantidad y calidad de lasresponsabilidades a asumir, y la menor cantidad de militantes para atenderlas. Juntocon esto, el funcionamiento de las agrupaciones se haba debilitado a tal punto, que unimportante nmero de ellas tena apenas un nivel de sobrevivencia.

    Era evidente la necesidad de analizar el proceso de deterioro de nuestro

    trabajo, a pesar del enorme esfuerzo y la entrega realizada por miles de camaradasque participaban en la lucha diariamente. Los que visitbamos mostraban una clararesistencia a reintegrarse. Se perciban problemas polticos, ideolgicos, emocionalesy personales, y tambin se trasluca falta de confianza en la herramienta, en laagrupacin, una mezcla de desgaste y miedo a perder el tiempo.

    Trataremos de analizar lo ms objetivamente posible esta situacin, teniendoen cuenta hechos que incidieron y an inciden en nuestro pensamiento y en nuestroaccionar.

    Acontecimientos que conmovieron al movimiento popular

    Al reconquistar la democracia, el PCU sale con la lnea estratgica y la tarea

    fundamental de luchar por su consolidacin, avance y profundizacin. El movimientopopular surgi con una gran fuerza, la participacin fue masiva y sus distintasexpresiones cubrieron con su influencia a toda la sociedad. El elevado nivel departicipacin, movilizacin y lucha de los primeros aos de ese perodo, fueencabezado por los trabajadores organizados en sus sindicatos, con un importantedesarrollo en sus organizaciones de base.

    A nivel poltico partidario se desarroll un proceso similar, enraizado en loscomits de base, las agrupaciones y los crculos. Las organizaciones popularessalieron prestigiadas y continuaron la lucha con un gran respaldo, con nuevas fuerzas,con decenas de miles de uruguayos predispuestos a ser organizados y movilizados, ya ser a su vez organizadores, con entusiasmo, con necesidad de expresarse y utilizarla libertad reconquistada, con ganas de ser protagonistas.

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    16/99

    16

    La derrota electoral del Frente Amplio en 1984 fue un duro golpe para elmovimiento popular, quien tena una enorme expectativa de ganar la eleccin, por lomenos en Montevideo. Este golpe se sinti y marc la etapa inmediata posterior.

    Las clases dominantes tambin actuaban, aunque en ese momento encondiciones menos favorables que durante los doce aos anteriores, donde impusouna dictadura fascista para aplicar en Uruguay la estrategia global del Imperialismo:ideolgica, poltica, econmica, social, cultural, militar. Esta estrategia dej profundashuellas en la sociedad, y se continu profundizando a travs de la aplicacin delneoliberalismo por los gobiernos del Partido Colorado y el Partido Nacional.

    El gobierno del Partido Colorado aplic una poltica que apunt por todos losmedios al desgaste y la resignacin del pueblo, especialmente de los trabajadoresorganizados, que comandaron claramente la lucha popular en esos cinco aos. Seutilizaron todos los medios legales, lcitos o no, para hacer sentir la fuerza, infundirmiedo y cuando no, extender confusin, pretendiendo cambiar la escala de valores delas personas, llevando al sistema democrtico a lmites extremadamente negativospara su desarrollo, como fue la promocin y aprobacin de la ley de Caducidad de laPretensin Punitiva del Estado, la Ley de impunidad. La poltica de desgaste y

    resignacin (el a m no me ganaron ninguna se recuerda hasta hoy), tuvo sus logrosen sectores de izquierda y tambin en el PCU, y muchos compaeros comenzaron apensar que no vala la pena luchar.

    En ese perodo hubo dos grandes acontecimientos que incidieron muynegativamente en el estado de nimo militante: la situacin interna del Frente Amplio yel Referndum por el voto verde, promovido para anular la ley mencionada, aunqueste tuvo muchos aspectos polticos positivos. Ambos terminaron en un revs para lasfuerzas progresistas: un sector importante de aliados se retir del Frente Amplio, yluego del tremendo esfuerzo poltico, organizativo y militante de la izquierda durantetres aos, perdimos el Plebiscito para anular la ley de impunidad, el 16 de abril de1989.

    Fueron golpes terribles para el movimiento popular, que desmotivaron

    fuertemente la participacin. Se luch y se perdi. En el caso del proceso delReferndum, se luch juntando las fuerzas de todos lados; echando el resto como sedice comnmente. Otras hubieran sido las perspectivas para el pueblo y la militancia,luego de un triunfo surgido visiblemente del esfuerzo, de una experiencia departicipacin popular organizada masiva, tan rica como la que el pueblo tuvo con elproceso de recoleccin de 620.000 firmas, su defensa, su ratificacin y el Plebiscito.Hubiera sido la comprobacin concreta de que se pueden revertir situaciones tandifciles como esa, de la fuerza que tiene el pueblo organizado detrs de objetivosclaros y sentidos.

    De todas maneras debemos sealar que el trabajo en profundidad realizadopor las organizaciones populares, llegando a todos los uruguayos casa por casa,varias veces cada una, dej un enorme rdito poltico que est en la base del triunfo

    del Frente Amplio en Montevideo, y de la gran votacin de la 1001 (casi la mitad de losvotos al FA). En ese sentido, debemos resaltar el papel protagnico y positivo del PCUen todo el movimiento popular, desde la salida de la dictadura hasta las elecciones de1989.

    La situacin interna del Partido la analizaremos ms adelante, sin embargo esnecesario mencionar aqu, un proceso interno relevante y simultneo a lo que estamosconsiderando, la reconversin, desarrollado en el marco del natural proceso derecomposicin de las organizaciones populares en las nuevas condicionesdemocrticas conquistadas. Este proceso intent armonizar la incorporacin en unmismo cauce, junto a los comunistas que en Uruguay haban organizado y participadoen los grandes acontecimientos que contribuyeron decisivamente a la derrota de ladictadura, a miles de comunistas que haban pasado por el exilio, la crcel y laclandestinidad, muchos de ellos con ms de una de esas experiencias.

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    17/99

    17

    En esta ya compleja situacin, debemos considerar que la crcel no fue lomismo para todos, como tampoco todos los exilios fueron iguales, ni la clandestinidadse vivi de la misma manera, ni las expectativas y subjetividades de cada unocoincidan. Jugaban muchsimos factores que no son motivo de este trabajo analizar,pero que sin dudas incidieron en la actitud y accionar posterior de muchos camaradas.Tampoco fue lo mismo para cada uno su reinsercin a la vida normal, en su familia,en su trabajo, en su pas, con sus amigos, en el Partido. En cada caso fue diferente,porque su experiencia la vivi l o ella, y cada cosa, entre ellas el pas y el Partido,eran diferentes.

    Esa imprescindible sntesis no se produjo, y cientos de camaradas, de todaslas vertientes, no se sintieron contemplados adecuadamente, no pocos se sintierondesplazados, otros no encontraron su lugar en esa nueva situacin, la mayoracontinu militando, muchos de ellos presintiendo (o sabiendo) que algo no andababien. Se generaron situaciones negativas que no se lograron superar, y que afectaronpor aos la calidad del relacionamiento dentro del Partido y hacia otrasorganizaciones, donde ese proceso de reincorporacin tambin se produjo, y en el quelos comunistas participamos como parte de ellas.

    Por lo tanto simplificar todo a que la reconversin no se realiz y bueno, malasuerte, sigamos, como si sus consecuencias hubieran desaparecido, sera tan errneocomo haber decretado que haba culminado como hicimos en su momento. Es unerror, porque los conflictos y contradicciones no se resuelven as en la vida real, yfundamentalmente porque estamos hablando de nuestros camaradas, de personasque entregaron mucho de s mismos por nuestras ideas. Dentro de las posibilidadesque tenemos, debemos atender adecuadamente esta situacin. No s si se podrhacer luego de tantos aos, pero tengo la conviccin de que es una de esas materiaspendientes que el PCU debe asumir e intentar superar.

    Retomemos el razonamiento anterior; perdimos el plebiscito y susconsecuencias negativas, junto con las del proceso de divisin del Frente Amplio (de

    ms de dos aos), se notaron en la campaa electoral de 1989. La militancia no llegmeses antes como esperbamos, los compaeros se acercaron a colaborar en lasltimas semanas, ya no como militantes permanentes (incluidos los comunistas). Frutode no pocas situaciones mal o no resueltas, muchos compaeros accedieron a militarhasta las elecciones. El clima electoral no se cre sino hasta fines de octubre. Hubouna cantidad menor de militantes que en las anteriores, se apel menos ainstrumentos clsicos, como los actos en la calle, y se crearon otros de relacin msestrecha con el pueblo, como las reuniones en casas de familia, que dieron buenosresultados polticos.

    El conjunto de estos factores y otros, determinaron una campaa electoraldistinta a las de 1971 y 1984. Uno de ellos, que no se puede obviar en el anlisis delperodo como vimos al inicio del captulo, es que ya anidaba en el seno del Partido

    otra concepcin terica y poltica, que golpeaba directamente a los militantes. Una desus expresiones se seala as en las Bases de discusin del XXVI Congreso:

    El Partido habitable, consigna esgrimida en medio del debate ideolgico, queno se expresaba de manera franca ni era patrimonio del conjunto de losmilitantes comunistas, poda comprenderse y justificarse por el legtimocompromiso revolucionario y humanista de nuestras ideas, de nuestra lucha dedcadas. Poda consustanciarse con la idea de realizacin de un ser humanoen el Partido, dndole sentido a su vida, a sus sueos, a su dedicacin a lacausa del pueblo. Sin embargo, enmascar una poltica consciente dedesestructuracin orgnica, poltica, ideolgica y tica; condujo alcuestionamiento irresponsable y desnaturalizante de la militancia; almenosprecio por la tarea gris, la tarea de todos los das y todas las horas delos militantes, que da carne y sustancia la presencia de los comunistas en el

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    18/99

    18

    combate; a la subestimacin del sacrificio y la abnegacin, al menosprecio porel compromiso y la responsabilidad, en suma, se convirti en un ataquesistemtico a los pilares de la organizacin del Partido, a su razn de ser, a sucapacidad de incidencia, a su unidad de accin.

    Lo cierto es que llegamos a las elecciones de 1989 con dificultades demilitancia, suplida por una influencia poltica mayor, por un mejor nivel deorganizacin, y por una efectiva campaa propagandstica difundida por los mediosmasivos de comunicacin. Esto marc la situacin con la que salimos de laselecciones: seguimos con pocos militantes permanentes ms all de los resultados,que fueron buenos, promisorios, que abran importantes perspectivas de avance ennuestra estrategia.

    Luego, llegaron las licencias de enero y febrero, tan esperadas y necesarias,donde hubo muy poca actividad. Marzo y abril nos encontr casi parados con muypoca militancia organizada, con grandes dificultades para reunir a las agrupaciones,con un estado de nimo general relativamente bajo, con compaeros golpeados por lasituacin internacional y su relacin con lo nacional y con el PCU, muchos confundidos

    (aunque todos con expectativas), con poca capacidad de movilizacin, rasgo comnen todo el movimiento popular en esos meses.

    Veamos algunos elementos de este ltimo perodo que analizamos (campaaelectoral de 1989, primeros meses de 1990), que se precipitaron a nivel internacional yque, junto con los ya sealados, impactaron fuertemente en el activo militante (cuyoestado de nimo ya se haba ido mellando en el proceso que llev a esos hechos). Esnecesario diferenciar el estado de nimo de los militantes y el de la masa de afiliados,que al no participar tan activamente en todo este proceso, fue menos influenciada porlos acontecimientos.

    La derrota de la experiencia socialista en la Unin Sovitica y los pases de

    Europa Oriental.Este hecho, tremendamente negativo para todo el movimiento, se sinti con msfuerza en la izquierda, y fue un golpe terrible para el PCU, que tuvo consecuencias entodos los planos. Nos cost asumir que nuestra militancia estuvo demasiado atada anuestros deseos, a una confianza incondicional en los PP.CC. que conducan elcampo socialista. Diariamente veamos que la poblacin de esos pases negaba alSocialismo Quin no se conmovi cuando vimos por televisin que tiraban estatuasde Lenin y quemaban carns del Partido?Esta situacin internacional golpe nuestras bases ideolgicas, polticas yemocionales. Pasamos de la prueba del socialismo real, a la prueba real de que loque se construy en ms de setenta aos, el mismo pueblo lo rechazaba, de quemucho de lo que decan los crticos de ese modelo de Socialismo (de derecha y de

    izquierda), era cierto. Pero resulta que hasta ese momento nosotros lo defendimos,contra la derecha y contra la izquierda. Por un lado, lo defendimos porque la Direccinnos dio elementos para hacerlo, pero por otro, nosotros lo defendimos con nuestrospropios argumentos, convencidos, basados en factores de indudable validez histrica,y en otros que resultaron falsos. Estbamos comprometidos con esa defensa. Degolpe nos encontramos con que eso no era el Socialismo que creamos, y que nuestralucha estaba relacionada con esas deformaciones que salan a la luz.En ese contexto, dos cosas golpearon especialmente a la militancia: 1) la falta deposicin clara del PCU. Por lo general se tena respuesta y antes que los dems, alos principales temas de la actualidad poltica y social, nacional e internacional, y enese momento no tuvo un anlisis de la situacin sobre el que basarnos. Esto nosexpuso a cualquier ataque, e incidi en nuestra relacin interna y hacia loscompaeros de izquierda, ambas estrechamente ligadas y sensibles a este tema.ramos los protagonistas de la historia y no tenamos respuesta. Esta la daba la TV (y

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    19/99

    19

    todos la vemos); y 2) se extendi la sensacin de que el Partido nos haba mentido,que la Direccin nos haba ocultado cosas e incidido para construir una imagen quecada vez se distanciaba ms de lo que all se construa. Surgi un elemento nuevo enel PCU (por lo menos en el perodo 1984-1990): la desconfianza en la Direccin.Esto fue un sentimiento contradictorio que nos paraliz, que incidi directamente en lamilitancia y en el funcionamiento de los organismos. No se resolva fcilmente,requera tiempo, y sobre todo requera ms que nunca de la unidad del Partido paracomprender, para encontrar respuestas que no aparecan en la superficie, requeravalenta poltica para afrontar una situacin en la que tenamos buena parte deresponsabilidad, y que por lo tanto debamos asumir y no esquivar, como si por arte demagia ya no tuviramos nada que ver.La mayora del Partido esperaba y reclamaba una orientacin clara de la Direccinsobre el tema, con el sentido analtico, responsable y positivo que mencionamos; nopara destruir y castigar sino para comprender y continuar trabajando con mayorclaridad. No se tom ese camino sino el que conocemos y que nos llev a la peorcrisis del PCU, que puso en juego su propia existencia.

    La derrota electoral del Frente Sandinista de Liberacin Nacional (FSLN) enNicaragua, el 25 de febrero de 1990.Este acontecimiento tir a muchos compaeros; para algunos fue ms duro que loocurrido en Europa del Este. Fue la comprobacin cercana, palpable, dolorosa, delpodero del Imperialismo desangrando ante nuestros ojos a un pueblo heroico duranteonce aos; y vencindolo, aunque sea temporalmente. Era inevitable relacionar lasuerte de Nicaragua con el proceso internacional, latinoamericano, con Cuba y connosotros. Esto desmoraliz a muchos compaeros. Debemos tener en cuenta lasituacin general en la que estbamos, de gran confusin e inseguridad poltica eideolgica.

    Junto con estos hechos internacionales, jugaron otros inherentes al accionar

    poltico del PCU:- Indefiniciones y errores al inicio del gobierno de Montevideo.

    Esta situacin hizo que aumentara el descontento en el Partido. La eleccin de loscompaeros a los Centros Comunales Zonales, la poca o ninguna claridad sobre el rolde los militantes frenteamplistas en el gobierno, etc. Se desaprovech ese momentode buenas condiciones para promover la movilizacin de y hacia las masas, y resolvermejor nuestros problemas internos. Aunque parte de la responsabilidad es compartidacon el Frente Amplio, lo cierto es que falt claridad del PCU en ese sentido: de laDireccin que no cumpli su papel, y del resto de la estructura que esperdemasiado y no tuvo iniciativa propia. Lo cierto es que no jugamos el papel quedebimos.

    - Falta de respuesta a tiempo a la situacin generada por el nuevo gobierno

    del Partido Nacional, que comenz a profundizar desde el primer da laestrategia neoliberal, como fiel representante de la oligarqua y elimperialismo.

    El PCU no logr promover una poltica que pusiera al movimiento popular a laofensiva. Estuvimos parados varios meses. Obviamente, esto no es responsabilidadexclusiva del Partido, pero por su peso poltico en ese momento, su aporte eradecisivo.

    - El contenido y las caractersticas de la discusin hacia y luego del XXIICongreso.

    Este proceso gener confusin y se convirti en una dificultad para militar. Inclusoprovoc que muchos compaeros se fueran para la casa. Los militantes no estbamosacostumbrados al nivel de discrepancias alcanzado, sobre trminos y conceptos quehasta el momento aparecan sin discusin en el PCU, sumado al mtodo de polmicautilizado, fuera de los organismos, por diferentes vas, incluyendo a los medios

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    20/99

    20

    masivos de comunicacin. Otra concepcin haba ganado a la mayora de la Direcciny estaban desarrollndola.

    En ese marco, se acumularon factores que dificultaron la militancia.Sealaremos algunos importantes:- La contradiccin entre el crecimiento poltico y orgnico del Frente Amplio y

    del Partido y la disminucin de la cantidad de militantes.Esta situacin (ya mencionada), produjo un desgaste progresivo en los compaerosque militaban en forma sostenida, mientras, la mayora de los afiliados al PCU,adherentes del Frente Amplio y afiliados a los sindicatos, mantenan una actitudrelativamente pasiva. Esta contradiccin fue creciendo hasta comprometer seriamentenuestra poltica.

    - Retrasos importantes en el desarrollo poltico del activo militante de base,fruto del crecimiento en decenas de miles de compaeros en slo cincoaos.

    Esta situacin era disimulada en parte, porque los grandes lineamientos estratgicoshaban demostrado su justeza en la vida poltica del pas.

    - Los problemas personales acumulados sin resolver.Esto era provocado, por un lado, por la situacin econmica difcil de muchoscompaeros, que ante una realidad poltica a la que no le vean salida inmediata, quesuperaba su comprensin, se excusaban en los problemas econmicos tratando deresolverlos individualmente, apartndose de la militancia. Por otro lado, la intensidad yla forma en que militbamos, en particular si lo hacan todos los miembros de la familiao de la pareja, como era comn en ese momento, ayudaba a que se presentaranproblemas y dificultaba las soluciones.

    - El desgaste producido por los aos de lucha en el perodo que analizamos.Incluso en algunos de los momentos ms duros, cuando se hizo ms difcil avanzar, elmayor peso de la militancia del movimiento recay sobre el Partido. Otros compaerosde la izquierda no sufrieron este desgaste. No seramos justos con nosotros si no

    tomramos en cuenta esta realidad.

    El conjunto de problemas analizados desgast el funcionamiento poltico, ehizo retroceder la vitalidad y el entusiasmo militante con que salimos de la dictadura.

    Se desencadena la crisis en el PCU

    Como hemos visto, durante el perodo analizado, sucedieron hechostrascendentales en la vida del pueblo, del Partido y de los comunistas, tanto a nivelnacional como internacional. Muchos de ellos, sin resolver y an agravados luego delXXII Congreso (octubre de 1990), formaron parte de las condiciones objetivas en lasque se militaba y de las causas que produjeron la crisis ideolgica y poltica que tuvo

    su desenlace en el II Congreso Extraordinario (mayo de 1992).Esta crisis general, en 1991, a la par de la desintegracin de la URSS en el

    marco de la derrota de la experiencia socialista en Europa oriental, tuvo entre susexpresiones ms importantes en el PCU, el cuestionamiento desde la Direccin msestrecha del Partido, de conceptos fundamentales del marxismo leninismo; el cambiosustancial en la forma del debate, promovido por la Direccin, que quebr el principiodel centralismo democrtico, concebido para que todos tengamos la posibilidad dediscutir los principales temas en la orgnica partidaria en igualdad de condiciones, y noa travs de los medios de comunicacin; el impulso desde la Secretara General, deun plebiscito interno sobre la formacin de un partido del socialismo democrtico ; lacampaa de recoleccin de firmas impulsada por un grupo de militantes intermedios yde base, con el fin de debatir las diferencias de fondo, no por esos medios, sino en unCongreso Extraordinario.

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    21/99

    21

    Este proceso, produjo desprestigio para el PCU y una aceleradadesacumulacin: en las alianzas polticas en torno a Democracia Avanzada, eldebilitamiento de la confianza entre los camaradas, materializada en la prdida decientos de militantes cotidianos, con sus repercusiones en la organizacin,expresiones financieras, materiales y polticas como la prdida de varios localespartidarios, de la radio, el diario, y la ocupacin por parte de sus trabajadores del tallerdonde se imprima la prensa del PCU, elemento que golpe fuertemente a todo elPartido.

    Previo al Congreso Extraordinario, la crisis tuvo en la ConferenciaDepartamental de Montevideo (noviembre de 1991), el mayor punto de confrontacinentre las dos grandes concepciones en pugna: la de contenido liquidacionista,presentada con la forma de renovacin, y la de los defensores del PCU marxistaleninista, tratados por aquellos como ortodoxos.

    Desde el inicio de la discusin qued claro que la renovacin que se lepropona al PCU, era la expresada en El ocaso y la esperanza el 1 de septiembre de1991, e impulsada por el Comit Central el 25 de septiembre: su liquidacin, siguiendomansamente el camino emprendido por el PCUS. Claramente, esta situacin form

    parte de la profunda crisis del Movimiento Comunista Internacional, que en el marcode la lucha a muerte contra el Imperialismo a escala mundial, provoc la derrota de laexperiencia socialista en la Unin Sovitica y Europa del Este.

    Al no lograr imponer sus posiciones en la Conferencia, los pretendidosrenovadores renunciaron al Comit Departamental electo en su primera sesin. Ante laevidente contradiccin entre la voluntad de la Direccin nacional y lo expresado por lamayora de los afiliados en las Conferencias de varios departamentales,fundamentalmente en Montevideo, donde estaban la mayora de los afiliados al PCU,el CC suspendi el plebiscito y convoc al Congreso Extraordinario, solicitado porcinco mil camaradas (10% de los afiliados al PCU en ese momento).

    Es preciso sealar que en la UJC tambin se proces esta crisis, aunque novamos a desarrollar el tema en este trabajo.

    En 1992 la crisis adquiri su plenitud, con un proceso de renuncias al ComitCentral (incluido su Secretario General, Jaime Prez), al Comit Ejecutivo y al Partido.Hubo que formar una comisin para preparar el Congreso Extraordinario y el informepoltico que se traslad a la plenaria.

    El Comit Ejecutivo Departamental de Montevideo, previo al congreso difundiun informe a travs de Carta de Montevideo, con el objetivo de centrar la discusinen los temas fundamentales que deba abordar el PCU si quiere seguir siendo fuerzapoltica real.Al final del informe denominado Aproximacin a un anlisis, seala:

    La crisis del PartidoExiste un cmulo de causas:-El corte brutal de la dictadura con todas sus repercusiones en la vida del

    mismo, pero y fundamentalmente, en la vida de cada uno de sus miembros.-La imposibilidad de ensamblar experiencias vitales traumticas y dismiles,ms all de los propsitos de la llamada reconversin del Partido.-Metodologas de trabajo preponderantes en el perodo postdictadura que ennombre del centralismo democrtico lo violaban sistemticamente.-Carencias en la elaboracin terica producto del desconocimiento colectivo delas transformaciones sufridas por la sociedad uruguaya.-Falta de discusin poltica en los organismos y el consecuente resecamientode su funcionamiento, y la incapacidad posterior de asumir colectivamente lalucha ideolgica desde un ngulo constructivo.-La derrota de los pases del Este europeo, con sus repercusiones tericas,polticas y anmicas.-Anestesiamiento del pensamiento dialctico, sustituido por superficialidad en elanlisis, iniciativas puramente tcticas o recursos propagandsticos.

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    22/99

    22

    -El no ser ajenos a una tendencia mundial de retroceso de las fuerzasprogresistas y revolucionarias.Sin embargo, existan y existen an, una serie de condicionantes que podanhaber evitado el grado alcanzado por esta crisis y que posibilitan la salida de lamisma:-Las caractersticas esenciales de un Partido metido profundamente en lahistoria, el sentimiento y las luchas de los uruguayos.-La comprobacin en la prctica de la justeza de su lnea, a partir del anlisisde sus aportes al movimiento sindical, a la unidad de la izquierda y a la luchaantifascista.-Una certera determinacin de sus lneas estratgicas concebidas comodefender, avanzar y profundizar la democracia.-Los xitos alcanzados por el pueblo uruguayo junto al Frente Amplio en laconquista del gobierno de la capital y la posibilidad de acceder al gobiernonacional en el 94.-La capacidad de nuestra teora y nuestro mtodo de desarrollarse de maneracreadora y permanente.

    -Las profundas reservas ticas, afectivas y polticas de los comunistasuruguayos capaces de transitar por las pruebas ms duras.-La demostrada tenacidad y adhesin de los comunistas a la causa del puebloy su liberacin.Nuestro Partido ser capaz de contrarrestar la tendencia mundial a lacontraccin o desaparicin slo si, apoyados en todas las caractersticas antesmencionadas, abordamos las necesarias respuestas tericas, nos plantamosen la lucha y la labor cotidiana con flexibilidad y firmeza y reagrupamosnuestras fuerzas.

    Ante esta situacin lmite, miles de comunistas educados en el mismo Partidoque la Direccin que planteaba su disolucin, dieron la batalla de diferentes formas

    para defender esta herramienta, construida por la clase obrera y el pueblo durantedcadas.Ahora bien, si el PCU es el partido de la clase obrera, qu papel jug la

    composicin obrera del Partido en la preservacin de su herramienta de clase? En miopinin fue determinante. Durante los aos en que se desarroll el proceso de crisisideolgica y poltica, el PCU era un partido de decenas de miles de afiliados, con unacomposicin esencialmente de obreros y trabajadores asalariados, con una fuerteinsercin organizada en los principales centros de trabajo, y con una gran incidenciapoltica e ideolgica en las organizaciones populares y en el conjunto de la sociedad.

    La estrategia neoliberal an no haba logrado debilitar tanto el aparatoproductivo y el papel de la industria en la produccin nacional -como lo hizo pocosaos despus-, con la consecuente reduccin y cambios en la base material de la

    organizacin de los trabajadores. Este proceso se profundiz en el gobierno delpresidente Luis Alberto Lacalle, funcional al imperialismo, que en el nuevo contextointernacional, con la derrota y desaparicin del campo socialista y la expansin delsistema capitalista a escala mundial, ingresaba en una nueva fase de su desarrollo.Con el objetivo central de aumentar su tasa de ganancia, el imperialismo,vanguardizado por los EEUU en el nuevo escenario unipolar, en el marco de lallamada globalizacin impulsada por una verdadera revolucin tecnolgica en elcampo de las comunicaciones, promova una poltica econmica basada en tres ejes(especialmente para los pases dependientes y los nuevos mercados de Europa delEste): la apertura comercial indiscriminada, la desregulacin y flexibilizacin laboral, yla privatizacin de las empresas pblicas. Lacalle sigui al pie de la letra estaorientacin imperialista, mundialmente hegemnica, y logra avanzar en ella a pesar dela resistencia del campo popular, que entre otras cosas importantes, logr frenar la olaprivatizadora que recorra Amrica Latina, interponiendo y ganando el plebiscito de

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    23/99

    23

    1992. Durante el gobierno de Sanguinetti, la clase obrera estuvo al frente de la luchapopular, con el PCU a la cabeza, quien continu ejerciendo ese papel los aossiguientes hasta el estallido de la crisis en 1992. Por eso, estoy convencido de que laraz ideolgica, profunda y extendida en todo el Partido, anclada en su composicin declase, y en su estrecha interrelacin con las organizaciones de masas (con fuerteincidencia ideolgica y poltica de la clase obrera y el PCU en ese perodo), fue elfactor determinante que le permiti enfrentar esa situacin, y ser capaz de encontrarcaminos (los que pudo en esas circunstancias concretas), para salvar lo esencial, ycontinuar sin aquellos cuadros en los que haba confiado pero que ya no respondan asus intereses de clase. En consecuencia, sta tampoco los sinti como sus dirigentesy no los sigui en su confusin y viraje ideolgico.

    La mayora de los principales dirigentes nacionales se haban ido separandodel conjunto del PCU Cunto incidieron en esto las condiciones impuestas por ladictadura? Sin dudas que fue mucho. An no hemos valorado en sus verdaderasdimensiones el dao que nos provoc la dictadura, en todos los planos. Lo cierto esque las masas partidarias no siguieron a sus dirigentes, que las orientaban hacia suliquidacin, y supieron identificar a quienes los representaban en esa situacin; fueron

    capaces de distinguir lo esencial, an en medio de la confusin y de una complejsimarealidad nacional e internacional. Por supuesto que las redes ideolgicas, polticas yafectivas construidas en decenas de aos, en diversas, complejas y duras condicionesde lucha, fueron decisivas en la dispersin poltica y organizativa que se produjo. Perolo esencial fue que ante la situacin creada en torno al Congreso Extraordinario, milesde comunistas, surgidos del seno de la clase obrera y de las masas asalariadas,forjados en la lucha desde su organizacin poltica de clase, identificados con ella,plantaron la bandera, convencidos que la realidad reclamaba al Partido Comunista, ycontinuaron trabajando para demostrarlo, en las condiciones que impusieron elenemigo de clase y los ex camaradas, que siendo cuadros de direccin abandonaronla lucha en el PCU, y en algunos casos trabajaron en su contra.

    Perodo II Congreso Extraordinario (1992) XXV Congreso (1998)

    La lucha contina en otras condiciones

    El primer Comit Central luego del II Congreso Extraordinario (23/5/1992),difundi a travs de una conferencia de prensa una declaracin, de la cual extraemosalgunos tramos:

    El Congreso Extraordinario del PCU marca un punto de inflexin en la vida delmismo, cerrando un momento dentro de un complejo perodo.Fue representativo de la vida de las Agrupaciones, Seccionales yDepartamentales, que por su propia determinacin y en uso de un derecho

    estatutario convocaron a la mxima instancia de definicin partidaria.Fue representativo de la voluntad de miles de comunistas que, fieles a susprincipios, consecuentes con su historia, comprometidos con el futuro del pas,vocacionalmente frenteamplistas, decidieron reafirmar y desarrollar laexistencia del Partido, como base para su autntica transformacin ()El I Congreso Extraordinario del PCU (*), abre perspectivas de impulso apotencialidades de trabajo, cuya materializacin depende ahora de la msamplia participacin y esfuerzo del conjunto de los comunistas, de quienesestuvieron en el Congreso y sus labores, de quienes no participaron porque nocreyeron en el mismo o fueron convencidos de no concurrir, de quienes seretiraron o alejaron del partido en diferentes etapas, con diversas motivacionesy mltiples grados de responsabilidad partidaria (...)El I Congreso Extraordinario del PCU eligi una nueva Direccin: nueva por suorigen, por su composicin, por el momento en el que va a trabajar, por lo

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    24/99

    24

    indito del momento. La misma deber instalarse en la vida del Partido y delpas, aprender a trabajar colectivamente, desterrar todo rasgo de autoritarismoo soberbia que pueda surgir, establecer mecanismos de autntico control por elconjunto del Partido, ser capaz de iniciativas polticas en el camino estratgicode defender, avanzar y profundizar la democracia.Deber aportar a crear las condiciones para la vida y accionar de un PCU paratodos los comunistas, en una poltica de brazos abiertos, en un Partido queser noticia por sus acciones, por su trabajo y su lucha, por su elaboracinterica y poltica, por su peso y perfil en la sociedad uruguaya.Convocamos a todos nuestros compaeros a participar de esta tarea (...)

    (*) Ms adelante se corregira esta numeracin, ya que ste no era el Isino el II Congreso Extraordinario. El I Congreso Extraordinario serealiz entre el 16 y 19 de abril de 1921, donde se ratificaron las 21condiciones para ingresar a la Internacional Comunista.

    En el informe poltico al XXV Congreso del PCU (noviembre de 1998), seplantea lo siguiente:

    Los Congresos de 1955 y 1992, tienen en comn la trascendencia estratgicay poltica; el haber sido momentos de crisis, entendiendo sta como lo previo auna situacin remedial. Por lo tanto, fueron instancias de definicin de laexistencia misma del Partido. Ambas se caracterizan por haber sido capacesde resolver en la prctica el desarrollo de nuestro Partido y su incidencia realen la vida real. Tienen tambin en comn el componente afectivo de dolor,alegra y esperanza imposible de obviar en un anlisis riguroso. Son a la vez,momentos histricos distintos, con una situacin internacional y nacionaldistinta, por lo tanto nicos y singulares ()

    La realidad nos dice que no nos equivocamos en lo fundamental: en dar la

    pelea para salvar al Partido e inmediatamente, con enormes problemas de todo tipo,sumergirnos en el plebiscito en defensa de las empresas pblicas y en medio de lapelea, del puerta a puerta, de cara a los problemas del pueblo, trabajar para agruparal Partido a como de lugar, en vez de lamernos las heridas al margen de la vida.

    Este proceso de profunda crisis ideolgica, poltica y orgnica del PCU, produjoconsecuencias en todos los planos, que an no hemos podido superar totalmente.

    En el Comit Central que analiz el resultado del 2 Congreso Extraordinariodel Frente Amplio (julio de 1994), se plantea al final del informe:

    Nosotros dijimos y discutimos y nunca nos pusimos de acuerdo, si el CongresoExtraordinario haba salvado o haba abierto la posibilidad; bueno, transemosen que si no hubiera habido Congreso Extraordinario no hubiera habido

    Partido, pero que en todo caso lo que abra es una posibilidad de desarrollo yde afianzamiento de Partido. Esta instancia abri la posibilidad de crecer ydesarrollarse en la influencia, en el nmero, en el grado de organizacin y deelaboracin, de trabajo de Partido; veamos si somos capaces ahora de que esosea realmente as y que eso se concrete realmente. En medio de vendavales,estamos en medio de vendavales; de todas partes vienen, no sangre y coraje,vienen los vientos y vendavales, van a recrudecer y ya tenemos que saberlo ytenemos por delante que se cumplan los acuerdos, que se cumpla elPrograma, que se cumpla lo resuelto, que se potencie y se afirme el FA y paraeso Partido. Como me deca en medio de los misiles un compaero en laComisin 5 (del Congreso del FA), me deca: te das cuenta, ac el problema esel mismo de siempre, es cmo crece y se afirma el Partido.

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    25/99

    25

    El hecho que se fueran del PCU cuadros fundamentales del sistema dedireccin en todo el pas, y que en su lugar, en un proceso muy dificultoso, asumierancamaradas con menos formacin y experiencia, fue sin dudas el golpe ms duro quehubo que superar, pero se asumi la responsabilidad, y eso fue lo esencial en esemomento. Se form una Direccin, integrada fundamentalmente por cuadrosintermedios, sin estar totalmente preparados para la tarea, sin el prestigio de los viejosdirigentes, algunos sin militar regularmente desde haca aos, catalogados degolpistas, de dinosaurios ortodoxos, que estaban ah por ambiciones personales.

    Se asumi en medio de una situacin de semidestruccin orgnica y poltica.En Montevideo slo quedaban dos seccionales y doce agrupaciones con Direccin, ydejaron de funcionar casi todos los departamentales del Interior. Por otro lado,quedaba un camarada en la Mesa Representativa del PIT-CNT, en treinta y cincomiembros, de los cuales la mayora eran ex comunistas. En el marco de un partidodesangrado por miles de compaeros que se fueron atrs de sus ex dirigentes, o queno quisieron participar en la batalla.

    En medio de una brutal crisis financiera se asumieron deudas de cientos demiles de dlares, sin medios para pagar, con peligro de perder La 20 y con

    discusiones sobre si entregarla o no, con una enorme desconfianza (la campaa porLa 20 produjo menos de tres mil dlares), situacin que gener una calesita decheques que puso en riesgo la salud y algo ms de compaeros de la Direccin. Lasituacin financiera impeda ir al interior, pagar a los funcionarios, y otrasconsecuencias que condicionaban o impedan llevar adelante las medidas definidaspara salir de la situacin. La UJC tambin estaba en una situacin muy compleja, conproblemas internos que se trasladaban al Partido, entre otras cosas porque varios desus protagonistas eran hijos de miembros de su Comit Central.

    Hubo que pelear por la lista 1001 con ex camaradas agrupados enConfluencia Frenteamplista (CONFA), que la reclamaban para este nuevo grupo.Salimos a recolectar firmas para afirmar nuestros derechos histricos sobre la lista, yesa accin poltica unida a la decisin del Frente Izquierda de Liberacin (FIDEL) de

    seguir junto a nosotros, nos permiti conservar la 1001.Se luchaba en medio y contra el impacto de los acontecimientos en EuropaOriental, la desesperanza y la campaa anticomunista, amplificada por los medios decomunicacin masiva. A nivel general, se tomaron las primeras medidas: en el planoms amplio, participar de lleno en el plebiscito por las empresas publicas; a nivelsindical, orientar a los comunistas en los diferentes gremios, en el accionar general yen las elecciones sindicales que se presentaban; en el Frente Amplio, designar ladelegacin al Plenario Nacional, y simultneamente detectar y vincular a loscamaradas de las Coordinadoras que continuaban en el PCU; a nivel Internacional secomenzaron a establecer vnculos con los partidos comunistas (PP.CC.), que enmuchos casos vivan situaciones similares a las nuestras; en la construccin delPartido se comenz a recomponer el sistema de direccin, se cre la Comisin de

    Patrimonio y se decidi emitir un nuevo carn, con el fin de saber quines y cuntosramos, de manera que fueran los comunistas quienes reafirmaran su condicin detales.

    En ese proceso, al poco tiempo se evidenci que no todos los que pelearonpara salvar al Partido y asumieron responsabilidades, peleaban por lo mismo. Amedida que se avanzaba se fueron manifestando desviaciones oportunistas dederecha y de izquierda, que como la historia comprueba una y otra vez, es comn queterminen confluyendo en las mismas personas.

    En ese marco, el XXIII Congreso jug un papel decisivo en la reafirmacin de laconcepcin revolucionaria del Partido, de su estrategia, de su lnea poltica, de sucompromiso con el presente y el futuro del pueblo. El documento del Comit Central(agosto de 1993), de convocatoria al congreso deca entre otras cosas:

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    26/99

    26

    El Congreso Extraordinario abri la posibilidad de mantener y recrear elcarcter de nuestro Partido, de reconstruir y construir la organizacinrevolucionaria de la clase obrera, sobre los fundamentos de nuestraconcepcin del mundo iniciada por Marx, Engels y Lenin, y enriquecida por lateora y la praxis de este siglo, an la temporalmente derrotada.Eso fue posible porque la historia de nuestro Partido, su insercin en lasociedad uruguaya, su protagonismo en todos los combates de nuestro pueblo,la materializacin y recreacin de nuestros principios a la luz de la realidaduruguaya, su decisiva brega en la forja de la unidad del movimiento sindical yde la izquierda, fueron y son premisas para la ratificacin de su vigencia ycontinuo crecimiento y desarrollo. Ello nos permiti mantener orgullosamenteen alto nuestras banderas en medio de los vendavales, confusiones yclaudicaciones, reagruparnos en medio de la lucha y el trabajo constructor,pese al reflujo revolucionario a escala mundial, y su mayor expresin: la derrotasufrida en los pases del Este europeo.Estas derrotas no justificaron para nosotros, la renuncia al ineludiblecompromiso con la causa del pueblo uruguayo ()

    Conscientes de nuestras actuales limitaciones, plantendonos objetivosdifciles pero posibles a partir de nuestro esfuerzo denodado, convencidos de lajusticia de nuestros objetivos, reafirmando nuestra identidad comunista,OPTAMOS POR LA VIDA, POR LA ESPERANZA.

    En esos aos se fue dando un doble proceso simultneo: por un lado se fueronacotando y haciendo retroceder las consecuencias ms graves de la crisis ideolgicade 1992, en la medida que se iba reconstruyendo el Partido, ponindolo en combate,ganando posiciones en el Frente Amplio, en el PIT CNT, en el movimiento social ycomunal, y por otro lado, se mantenan expresiones de esa crisis fuera del PCU, quelograron ciertos niveles de organizacin y algn carcter pblico, junto conmanifestaciones que aparecieron en varios de sus organismos.

    Esto gener, junto con aspectos de debilidad orgnica, continuos avances yretrocesos en algunos frentes claves de la actividad del Partido. Por ejemplo: antes delXXIV Congreso (junio de 1996), llegamos a tener la mayora circunstancial de la MesaRepresentativa del PIT CNT, y la mayora permanente en su Secretariado, pero ya noera as para el 6 Congreso de la Central (noviembre de 1996 y noviembre de 1997).Esto se daba en una situacin que permita que dirigentes sindicales muchas veceshacan y deshacan por s y ante s, por la no existencia de Partido organizado en sulugar de trabajo, y en otros casos lo hacan pese a l.

    En este marco es que una serie de integrantes de la Direccin, por diversascausas van dejando responsabilidades en sta: algunos se van del PCU, otros sonsancionados, otros se retiran aduciendo causas personales.

    As se analizaba autocrticamente en las Bases de discusin del XXIV

    Congreso, algunas deformaciones e insuficiencias en el desarrollo de aspectosesenciales en la vida del Partido durante esos aos.

    El XXIII Congreso consider imprescindible generar respuestas, entre otros, alos siguientes temas prioritarios:La necesidad de dotarnos de mayor capacidad de direccin a todos los nivelesorgnicos, desde el CC a los secretarios de agrupaciones (...)La certidumbre de que el eje principal de nuestra estrategia en la etapa es laconquista y puesta en marcha de un gobierno popular, con el significado yrasgos antes sealados obliga a concentrar el trabajo de desarrollo del Partidoen los dos centros sin los cuales el papel que queremos asumir en ese procesoes inviable: direccin nacional y agrupaciones de Partido (...)

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    27/99

    27

    Autocrticamente se debe manifestar que no hemos conformado una direccincolectiva. Las legtimas explicaciones vlidas luego del CongresoExtraordinario respecto a la inexperiencia total, ya no resultan admisibles.Es verdad que el CC surgido del XXIII Congreso esboz y aprob orientacionesde lnea poltica en general acertadas, e integrantes del mismo estuvieronmuchas veces a la cabeza del Partido, en momentos muy complejos y a vecesde real tensin en la confrontacin de clases. Sin embargo, en la integracin,funcionamiento y capacidad de resolucin real del CC existen carencias ylimitaciones que exceden los meros retrasos, y que no se explican nicamentepor la irresponsabilidad de individuos, y en cambio se constituyen en expresinde problemas ms profundos.Algunos de los problemas principales son: tras el ltimo Congreso, por elretraso en la formacin de cuadros comunistas de primer nivel en elmovimiento obrero, naca un CC inarmnico en su composicin; a la vez, hoyes una direccin disminuida en el nmero de sus miembros electos,heterognea en el nivel terico y poltico, con insuficiencias en su elaboracin,con dificultades para transformar sus definiciones en prctica cotidiana, por la

    pasividad en la aplicacin de aquello que se resuelve. Un CC nosuficientemente disciplinado, con retrasos en los niveles de conocimiento de larealidad sobre la que debe operar; relativa desorganizacin de la labor dedireccin, con el consiguiente desaprovechamiento de cuadros y medios de pors ya escasos; inarmonas y a veces reales carencias en la llegada e insercinen el conjunto del pueblo, entre los comunistas y la orgnica del Partido, enocasiones con rasgos de burocratismo en el abordaje de los problemas (...)El reencuentro del Partido con las normas leninistas de vida y funcionamiento,con la labor planificada y controlada, con el imprescindible espritu de iniciativapara superar con energa las dificultades, debe ser en primer trmino,responsabilidad de todo el sistema de direcciones, comenzando por el CC (...)Parte de la crisis partidaria se expresa en reiteradas violaciones al centralismo

    democrtico, a la disciplina y al principio de la unidad de accin de loscomunistas. Se acta con autonomismo a veces en algunos frentes uorganismos intermedios ()Actuamos con cierto burocratismo en la temtica de los planes; el hacerlos nossalva la conciencia y despus se diluyen las responsabilidades por falta decumplimiento y/o deformaciones; todo ello agravado generalmente por laausencia de seguimientos y controles eficaces (...)No existe una poltica de cuadros planificada, controlada y ordenada en elconjunto de los organismos del Partido, comenzando por su Comit Central (...)La cotizacin al Partido, fue una batalla perdida en la confrontacin ideolgicaen torno a las modificaciones estatutarias del XXII Congreso, del ao 1990.Sigue siendo, hasta ahora, una derrota de nuestras concepciones, ya que

    fuimos incapaces de revertir, en la cabeza de los comunistas, y en el trabajoorgnico, el vnculo y la reafirmacin que significa la puesta al da de laestampilla.

    Vemos como muchos comunistas seguan cuestionando en la prctica, variosprincipios de la concepcin por la que se haban batido, supuestamente parapreservarla y desarrollarla. La complejidad de la construccin del Partido seguiramanifestndose de mltiples formas.

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    28/99

    28

    Sobre el estado de nuestra concepcin

    En la medida que se avanza, se van recuperando aspectos esenciales de laelaboracin terica, la orientacin y la prctica poltica. En las Bases de discusindel XXIV Congreso del PCU, se seala:

    Avanzar en democracia: XXIII Cong reso 1993

    El XXIII Congreso, a Ia vez que recupera los rasgos esenciales del conceptoproveniente de la Conferencia Nacional reanaliza el mismo en el nuevo marcointernacional ()El desarrollo del planteo sobre avanzar en democracia, que siempre se vincula un trabajo antiimperialista en el continente, adquiere una dimensin mayor enese aspecto. Siempre vimos necesario desplegar una accin continental haciala unidad de los pueblos y gobiernos para enfrentar al imperialismo. En elpresente es necesario atender en primer trmino al carcter de la mayora deIos gobiernos del continente, en el marco de una economa cada vez ms

    transnacionalizada y a la vez analizar la unidad de los pueblos como condicinsin la cual el avance democrtico puede resultar impracticable.La viabilidad del avance democrtico est condicionada nacional yregionalmente. Debemos, a la vez que profundizamos la poltica de alianzas delos trabajadores con el conjunto del pueblo en cada pas, atender al desarrolloy profundizacin de coordinaciones, alianzas y trabajo en comn, entre lospueblos de la regin a travs de sus organizaciones sociales y polticas deizquierda ()

    Defensa de la democ racia hoy.Debemos continuar recuperando y desarrollando, a la luz del momentohistrico concreto, el concepto en toda su magnitud. Se trata de recobrar lo

    mejor de la elaboracin comunista y seguir construyendo sobre esas bases.La aplicacin en el Uruguay de la estrategia neoliberal, agrede a ladem oc rac ia, hacind ola cada vez ms rec or tada y d epen dien te. Defen derla democ racia slo es posib le trabajando p ara profu ndizarla en ofensiva,hacindola avanzar a travs de la movilizacin de masas, en la lucha por cadanecesidad y reivindicacin popular, y contra cualquier violacin de los derechosde los trabajadores y el pueblo, en el marco de un programa detransformaciones.La defensa de la democracia entendida como espacio y ejercicio de laparticipacin popular organizada, debe darse en todos los planos y slo seras si se promueve profundizando permanentemente el valor del concepto, quedebe presidir todo nuestro accionar y reelaboracin permanente de la teora

    revolucionaria.Es necesario comprender y aplicar en cada situacin concreta, en cadamomento poltico y en cada mbito de trabajo, nuestro concepto estratgico deavanzar en democracia. Lo contrario ocasiona graves problemas, inarmonas ydistorsiones de la lnea del Partido y por ende del desarrollo y consolidacin delmismo.

    El XXV Congreso del PCU, reafirm esta lnea estratgica al definir el objetivode la etapa:

    El objetivo de ganar la eleccin y poder gobernar con las grandes mayorasnacionales organizadas a favor de la inmensa mayora, es el objetivo de laetapa, responsabilidad insoslayable del PCU. Se inscribe en la lnea estratgicavigente de avance, consolidacin, profundizacin y defensa de la democracia

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    29/99

    29

    hacia una Democracia Avanzada, va de aproximacin y resultante de la laborhistrica del Partido y a partir del anlisis concreto de la realidad concreta.

    Al referirse al papel del Partido en el proceso revolucionario seala:

    Partimos de la afirmacin de la necesidad del Partido Comunista, por su

    historia, por sus responsabilidades contradas ante el pueblo uruguayo, antesus hermanos del Frente Amplio, ante las organizaciones sociales en las queacta y ante los propios comunistas. Pero fundamentalmente por ser resultantede una necesidad objetiva, material, del desarrollo histrico, independiente ydependiente a la vez de la voluntad de quienes lo integran. Independiente entanto el papel objetivo de la clase obrera en la historia tiende a organizarse enlo poltico ideolgico como forma de expresin y de lucha.Dependiente en tanto la historia tiene protagonistas reales y concretos, cuyaconducta juega un papel determinante en los tiempos y ritmos del procesotendencialmente esperables.

    La poltica puesta en prctica fue dando sus resultados. A nivel Internacionalse regularizan vnculos con varios PP.CC., se intercambia informacin y se llevaadelante una tctica conjunta en el Foro de San Pablo, en el cual jugamos unimportante papel. Con avances y retrocesos, el Partido fue adquiriendo mayor peso enel movimiento social: en las organizaciones de jubilados, Concejos Vecinales, algunasIntersociales (particularmente del Interior), en el Frente Amplio jug un papelfundamental en todo este perodo: en dos Congresos claves, como fueron el de 1994donde nace el Encuentro Progresista y en el Alfredo Zitarrosa de 1998, en lacampaa electoral de 1994, con un buen resultado de la 1001, para las condiciones enque dimos la batalla, la discusin sobre Estrategia planteada por nosotros, el Estatuto,la Minireforma, el Filtro (igual que en el movimiento sindical, fue una batalla dondejugamos un papel relevante contra los dos reformismos), el rol jugado en la crisis post

    renuncia de Seregni a la Presidencia del Frente Amplio, la lucha contra la ReformaConstitucional (en su orientacin, organizacin, participacin y conduccin), el debatey las posiciones sostenidas en el seno de la bancada parlamentaria, el buen resultadoen las elecciones internas del Frente Amplio en 1997, la actividad permanente en suestructura de base, nuestro aporte terico y prctico al gobierno del EP-FA de la IMM,particularmente en la Descentralizacin, el trabajo y el resultado en las elecciones delas Juntas Locales de Montevideo en 1995.

    Llegamos al XXV Congreso (1998), con doscientos treinta y cuatro organismos,de los cuales ciento diecisiete agrupaciones y veintitres seccionales eran deMontevideo, seis departamentales prcticamente no existan, aunque varios de ellostenan agrupaciones con vida regular, con Carta Popular saliendo quincenalmente, concerca de mil seiscientos nuevos afiliados (sin contar las reafiliaciones). Signific un

    avance importante respecto a la salida del II Congreso Extraordinario, donde tenamosdos seccionales con Direccin y otros pocos trabajando al maln, con doceagrupaciones en Montevideo, y cuatro o cinco departamentales en el Interior, casi sinagrupaciones.

    Se realizaron siete actos aniversario del PCU y seis actos de La 20, con milesde asistentes. Se lleg con plan poltico global y una Direccin orientandocorrectamente (aunque no siempre dirigiendo), y con un sistema de direcciones condificultades pero extendido casi a nivel nacional, con una audicin de radio, con lainformacin de la Mesa Poltica del Frente Amplio llegando a los departamentalessemanalmente, con una labor parlamentaria y comunal destacada, con doscientoscincuenta y seis camaradas que pasaron por los cursos partidarios.

    Se lleg con elaboracin respecto a problemas polticos de fondo, como en laReforma Constitucional y los Congresos. En ese sentido, el XXIII avanz en temasesenciales como la Democracia Avanzada y el Neoliberalismo, el XXIV Congreso lo

  • 7/28/2019 Sobre el proceso de construccin del Partido Comunista de Uruguay - 2 volumen

    30/99

    30

    hizo sobre el futuro gobierno y el papel de la participacin popular organizada hacia yen el gobierno, el Encuentro Nacional de Organizacin y Autoconstruccin AlbertoAltesor (1997) abord temas de la concepcin del Partido.

    Son avances formidables, teniendo en cuenta la situacin de la que partimosen 1992. Por otro lado persistieron carencias y rasgos negativos en la vida del Partido,fundamentalmente los de base ideolgica, sobre los que es conveniente reflexionar.

    Transcribimos algunos pasajes del informe del Comit Central de julio de 1995,que entre otros tramos, se refieren a aspectos importante