Sistemas electorales

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Representación y gobierno representativo Tema 8. Sistemas electorales TEMA 7. SISTEMAS ELECTORALES 1. CONCEPTO Y FUNCIONES DE SISTEMA ELECTORAL Sistemas electorales y gobierno representativo. Josep M. Vallès y Agustí Bosch EL SISTEMA ELECTORAL: CONCEPTO Y ELEMENTOS Podemos definir el sistema electoral como el conjunto de elementos normativos y so el proceso de designación de titulares del poder, basado en preferencias epresada una comunidad política. Para su análisis es necesaria una doble perspectiva Jurídica! o de las disposiciones legales "u aplican al proceso electoral y# Politol$gica! o de los elementos "ue resultan de las e%periencia actores "ue participan en el proceso &estructura de partidos! cultura política...'. (ay "ue tene cuenta "ue normas legales id)nticas no desempe*an las mismas +unciones! ni surten los mismos e+ectos! cuando se combinan con situaciones sociopolíticas di+erentes. !e ese modo, el sistema electoral puede ser considerado como una variable dependie en general" #Por qu$ se configuran determinadas reglas y no otras% #Por qu$ se est diferente en cada conteto político% #&u$ factores del conteto influyen en su g$n parte, el sistema electoral puede ser anali'ado como variable independiente de la del sistema político" #!e qu$ modo influye la delimitación de distritos en la dist incidencia tiene la aplicación de una determinada fórmula electoral% ,lementos normativos de un sistema electoral Referidos a la expresión Referidos a la conversión de de las preferencias individuales preferencias en desinación de !i!ulares de poder )apacidad electoral activa y pasiva *agnitud del distrito Regulación del censo electoral !elimitación del distrito +rdenación del proceso electoral Prorrateo electoral utoridad reguladora del proceso -órmula electoral Regulación de campa(as y financiación arrera electoral )alendario y modalidad de voto *agnitud del órgano a elegir FUNCIONES DE LAS ELECCIONES /l objetivo epreso de unas elecciones es la designación por los ciudadanos de quienes van a ejercer el poder político de una counidad! !e esa forma, las elecciones cumplen las siguientes funci " Producir represen!ación ceptando el origen popular de la soberanía y descartada la democracia directa, se designar un cuerpo representativo que se ocupe de los asuntos p0blicos. /n el siglo 1233, los ingleses siguen proclamando una representación de intereses. quienes pueden defender las reclamaciones de los terratenientes, las prer 1

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Sistemas electorales

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Representacin Poltica--5 Polticas--Tema 8

Representacin y gobierno representativo

Tema 8. Sistemas electorales

TEMA 7. SISTEMAS ELECTORALES

1. CONCEPTO Y FUNCIONES DE SISTEMA ELECTORAL

Sistemas electorales y gobierno representativo. Josep M. Valls y Agust Bosch EL SISTEMA ELECTORAL: CONCEPTO Y ELEMENTOS

Podemos definir el sistema electoral como el conjunto de elementos normativos y sociopolticos que configura el proceso de designacin de titulares del poder, basado en preferencias expresadas por los ciudadanos de una comunidad poltica.

Para su anlisis es necesaria una doble perspectiva: Jurdica, o de las disposiciones legales que se aplican al proceso electoral y; Politolgica, o de los elementos que resultan de las experiencias de los actores que participan en el proceso (estructura de partidos, cultura poltica...). Hay que tener en cuenta que normas legales idnticas no desempean las mismas funciones, ni surten los mismos efectos, cuando se combinan con situaciones sociopolticas diferentes.

De ese modo, el sistema electoral puede ser considerado como una variable dependiente del sistema poltico en general: Por qu se configuran determinadas reglas y no otras? Por qu se estructuran de modo diferente en cada contexto poltico? Qu factores del contexto influyen en su gnesis y evolucin?. Por otra parte, el sistema electoral puede ser analizado como variable independiente de la que se derivan otros rasgos del sistema poltico: De qu modo influye la delimitacin de distritos en la distribucin de escaos? Qu incidencia tiene la aplicacin de una determinada frmula electoral?

Elementos normativos de un sistema electoral

Referidos a la expresin

Referidos a la conversin de

de las preferencias individuales

preferencias en designacin de titulares de poder

Capacidad electoral activa y pasiva

Magnitud del distrito

Regulacin del censo electoral

Delimitacin del distrito

Ordenacin del proceso electoral

Prorrateo electoral

Autoridad reguladora del proceso

Frmula electoral

Regulacin de campaas y financiacin

Barrera electoral

Calendario y modalidad de voto

Magnitud del rgano a elegir

FUNCIONES DE LAS ELECCIONES

El objetivo expreso de unas elecciones es la designacin por los ciudadanos de quienes van a ejercer el poder poltico de una comunidad. De esa forma, las elecciones cumplen las siguientes funciones: 1 Producir representacin

Aceptando el origen popular de la soberana y descartada la democracia directa, se impone la necesidad de designar un cuerpo representativo que se ocupe de los asuntos pblicos.

En el siglo XVII, los ingleses siguen proclamando una representacin de intereses. Integran en su seno a quienes pueden defender las reclamaciones de los terratenientes, las prerrogativas de la Corona, los privilegios de la nobleza, etc. La ampliacin del derecho de sufragio y una nueva distribucin de distritos electorales atenuar dicho desequilibrio.

Los revolucionarios americanos y franceses introducirn nuevos elementos a la teora de la representacin: el individuo tiene derecho a intervenir, por medio de representantes, en la conduccin de los asuntos pblicos. La soberana reside en la nacin y es encarnada por la Asamblea Nacional que define y expresa la voluntad general. La representacin emana asi de individuos libres e iguales, cuya decisin racional selecciona a los encargados de perseguir el inters general.

As las cosas, la eleccin se convierte en un hecho masivo en el que interviene un electorado heterogneo, que no busca las cualidades personales del candidato, sino asegurar su compromiso de defender los intereses de grupo frente a los representantes de grupos con otros intereses. El compromiso del candidato se manifiesta en su adscripcin a un programa y a una organizacin (partido).

En resumen, la evolucin histrica trazada pone hoy en primer plano la posicin que en la democracia representativa han adquirido los partidos, en cuanto pretenden ser sntesis de aspiraciones, intereses y opiniones de diversos sectores de la sociedad. Las crticas que esta representacin por los partidos ha generado, en unos casos se dirigen al propio sistema liberal democrtico, en otros a la insatisfaccin producida por la escasa capacidad de los partidos para canalizar nuevas demandas sociales y por su tendencia a crear un cuasimonopolio excluyente con su funcin de representacin.2 Producir gobierno

En un doble sentido: la formacin de un Ejecutivo y la adecuacin estable de sus decisiones a las preferencias mayoritarias de la sociedad. Cabe recordar que esta funcin de las elecciones no es originaria de las mismas, que en un primer momento tenan como objetivos controlar la accin financiera de las Monarquas.

Esta funcin tiene carcter indirecto o mediatizado. Los ciudadanos intervienen en la designacin de sus gobernantes y en la seleccin de las polticas que deben llevar a cabo, pero esta intervencin est sujeta a la mediacin de los partidos como agentes principales de la vida poltica. De esa forma, tanto el momento de origen como el final de un Gobierno queda generalmente asociado a una votacin parlamentaria que expresa la confianza o rechazo de los representantes populares respecto del Ejecutivo.

Las elecciones no manifiestan tanto la preferencia por un determinado equipo de Gobierno, sino el rechazo a todos los dems. Como consecuencia, cuando se difuminan las diferencias programticas entre partidos, el nfasis de la eleccin se sita en la percepcin sobre la capacidad de los lderes polticos, tal como lo transmiten los instrumentos de informacin y persuasin, que son el vnculo de conexin entre electores y candidatos.

En suma: las elecciones instrumentan en principio la reivindicacin democrtica de que sus gobiernos tienen un origen popular, pero los lmites de esta afirmacin son los partidos, que canalizan las preferencias expresadas por los electores. La consistencia de los partidos en su capacidad para articular demandas, generar propuestas y reclutar ejecutores, determina en buena parte el resultado del proceso.

3 Producir legitimidad

Se trata de conseguir qu quienes ejercen la accin de gobierno sean percibidos como justos titulares de tal posicin. Esta virtualidad legitimadora de las elecciones se expresa en su naturaleza ritual de competicin abierta a todos los ciudadanos.

Las elecciones constituyen la ocasin que poseen los ciudadanos para expresar su identificacin con una colectividad poltica. Para una gran parte de ellos, el voto es el nico acto de intervencin poltica directa. Dejar que las urnas hablen supone el abandono de medios violentos por el enfrentamiento de intereses y, con ello, las elecciones se sitan en una instancia poltica unificadora de resolucin de conflictos. En el momento del voto nadie es discriminado. Adems, la voluntad de participar prepara a todos a la aceptacin de los resultados por alejados que estn de sus expectativas.

Las elecciones producen condiciones singulares de comunicacin, tanto entre gobernantes y gobernados, como entre partidos y sus seguidores. Candidatos, partidos y medios de comunicacin intensifican el intercambio de mensajes. Es la existencia de dilogo la que legitima la distribucin de la titularidad del poder en la organizacin poltica democrtica.

En suma: la repeticin de consultas electorales refuerza la legitimidad del sistema, al proteger la posicin de los titulares del poder y la de quienes pueden alimentar la expectativa de sucederles.

2.LOS ELEMENTOS DEL SISTEMA ELECTORAL (CIRCUNSCRIPCIN, FRMULA ELECTORAL, BARRERA MNIMA, VOTO)

1. El distrito o circunscripcin electoral

1.1 Nocin

Es el conjunto de electores, agrupados generalmente sobre base territorial, a partir de cuyos votos se procede a la distribucin de los escaos entre los candidatos.

El art. 68 de la CE fija que la circunscripcin electoral en Espaa es la provincia. sta fue una solucin fcil para hacer un mapa electoral, cuando ni siquiera se haba definido un mapa autonmico. Con ello no se otorga igual valor de cada sufragio en las distintas circunscripciones.

Se debe evitar la identificacin entre distrito y territorio. Puede existir un distrito sin base territorial, cuando se delimita un conjunto de electores sin que su vnculo comn sea el de residencia en una misma rea territorial, p.e. algunas minoras tnicas de algunos pases de Europa constituyen circunscripcin electoral.

El distrito nico se da en los pases donde se considera todo el territorio del Estado como circunscripcin nica (Israel o Espaa en las europeas). En el resto de casos existe pluralidad de distritos.

1.2 La delimitacin de distritos

La mayor parte de los sistemas electorales optan por establecer una pluralidad de distritos, lo que comporta la necesidad de una delimitacin territorial, que puede basarse en: demarcaciones previas, ya establecidas para otras funciones poltico-administrativas (provincias, municipios, etc.) y/o creacin de demarcaciones electorales especficas, diferentes de las existentes para actividades administrativas. Esta delimitacin especfica suele hacerse con arreglo a criterios que combinan razones histricas y administrativas con datos demogrficos y sociales, adems de motivaciones de carcter poltico.

1.3 El prorrateo electoral

La decisin sobre delimitacin territorial de los distritos conlleva una decisin sobre el n de escaos que se asigna a cada uno de ellos y sobre el modo de hacerlo. Esta decisin se basar generalmente en criterios de poblacin, fijando una relacin entre el n de electores y cada escao a elegir. Esta relacin es el prorrateo electoral. En algunos sistemas no todos los escaos se atribuyen con arreglo a criterios de poblacin, como cuando se adjudica un n fijo de partida a todos los distritos sin atencin a su poblacin (en Espaa 2 diputados fijos por provincia).

La ley determina que antes de cada eleccin debe procederse a asignar un n de escaos por distrito (Espaa). Otros sistemas no prevn dicha rectificacin, lo que posibilita la progresiva desviacin de la proporcionalidad entre habitantes y escaos.

Est comprobado que es ms proporcional un colegio nacional nico o circunscripciones ms grandes (+ 10 escaos). En Espaa hay 18 distritos medios (6 - 10 escaos) y 28 pequeos ( 2 - 5 escaos).

1.4 La magnitud del distrito

El distrito nico es excepcional, ya que predominan los sistemas con pluralidad de distritos. Un elemento definitorio de cada distrito es su magnitud. La magnitud es el n de escaos que deben ser designados por sus electores m. Los hay de magnitud mnima (m=1) en las que slo se elige un diputado (distritos uninominales). El distrito plurinominal (m>1) enva al Parlamento ms de un representante. Entre 2 y 6 son de baja magnitud, entre 7 y 14 media, y elevada si supera los 15 diputados. En un mismo sistema electoral suelen coexistir distritos plurinominales de diversas magnitudes.

Es usual la asociacin de distritos uninominales con frmulas mayoritarias (sistema britnico), aunque tambin se da la asociacin de distritos plurinominales con frmulas mayoritarias (Senado espaol). Las frmulas distributivas requieren siempre distritos plurinominales.

En las circunscripciones pequeas los partidos menores siempre pierden sus votos; los grandes implantados en todo el territorio se ven sobrerrepresentados. Los partidos regionales, al concentrar votos, alcanzan con muchos menos votos, tantos o ms escaos que algunos nacionales. Se tendra que haber constitucionalizado la circunscripcin regional. Para el sistema actual habra sido ms correcta la frmula del resto mayor.Es el establecimiento de una representacin fija por provincia la que est daando la igualdad de sufragio (valor igual de cada voto). De los 350 diputados 2 son fijos por provincia: se divide el n de electores por 248, y son los escaos que resulten en ns enteros por provincia al dividir sus electores por la cuota de reparto. Los sobrantes se adjudican a las fracciones decimales ms altas de los cocientes anteriores.

Si se hubiera utilizado el mximo de diputados (400) que permite la CE y el mnimo de representantes provinciales (1 diputado), la desigualdad sera slo (!) de 1 a 2, en lugar de 1 a 4.

1.5 La dimensin de los rganos colegiados

Habitualmente la dimensin del rgano a elegir (Parlamento, Corporacin municipal, ...) se regula en normas legales no especficamente electorales (Constitucin o ley). La magnitud de un rgano viene dada por la cantidad de puestos que contiene. (para el Congreso, la CE establece mnimo 300 - 400 mx). La pluralidad de escaos que contiene un Parlamento est vinculada a la existencia de una pluralidad de distritos. El n de escaos total puede influir en la distribucin de escaos entre partidos, repercutiendo en la proporcionalidad de la representacin (a ms escaos mayor proporcionalidad!).

2. La frmula electoral

2.1 Nocin

Es el procedimiento de clculo aplicado a los votos expresados por los electores de un distrito para obtener una distribucin de escaos entre los diversos candidatos del mismo. Corresponde a la frmula electoral procesar los votos y convertirlos en una decisin colectiva que adjudica los escaos en disputa a los candidatos.

2.2 Las familias de frmulas

Las mayoritarias, ms antiguas, resuelven de forma aparentemente sencilla la traduccin de votos en escaos: el candidato que consigue mayor n de votos se hace con la victoria y con el escao o escaos a proveer. Esta frmula aspira a distinguir entre ganadores y perdedores. Tiende a reforzar la presencia parlamentaria del grupo ms votado.

Las distributivas o proporcionales pretenden distribuir los escaos en funcin del n de votos obtenido por cada candidatura. La frmula distributiva consiste en que si para conseguir un escao se requiere una cantidad q de votos, cada partido obtendr tantos diputados como veces consiga q. Ello permite establecer una relacin de proporcionalidad entre votos obtenidos y escaos atribuidos. Pero el resultado efectivo de esta frmula est condicionada por otros elementos.

Para las frmulas mayoritarias, la decisin de atribucin de escaos corresponde a la mayora de electores y basta un voto para ganar o perder. Para las distributivas, todas las preferencias electorales tienen capacidad de influencia sobre la asignacin final de escaos, aunque con salvedades.

Las mayoritarias ponen el acento en la lgica de la representacin-mandato, delegacin otorgada a un grupo para desarrollar una poltica determinada. Las distributivas atienden ms al objetivo de conseguir la representatividad de los elegidos respecto de determinadas caractersticas del electorado. Cuando se ampla el sufragio se pone fin al monopolio electoral de los grupos dominantes y emerge la exigencia de representatividad que las frmulas distributivas pueden ofrecer como proteccin de las minoras.

Entre los partidarios de las frmulas mayoritarias se insiste en la importancia de delimitar una mayora parlamentaria a la que se confa un mandato claro para desarrollar una determinada poltica gubernamental. Los partidarios de la proporcionalidad creen que lo esencial es constituir una cmara que refleje aproximadamente las tendencias existente en el cuerpo electoral.

2.3 Las frmulas mayoritarias

Se rigen por el principio de otorgar los escaos en juego a los candidatos que obtienen el mayor n de votos.

Mayora simple o relativa (Senado espaol)

Es la ms usual. Gana el candidato que rene ms votos, independientemente de los sufragios conseguidos por los dems. No importa el margen de votos que separa al vencedor del perdedor, aunque sea de un slo voto. Es el procedimiento ordinario en el mundo anglosajn (first past the post).

La frmula de mayora simple o relativa puede aplicarse a distritos uninominales o plurinominales. En los primeros, cada elector dispone de un solo voto para expresar su preferencia por uno de los candidatos. En los segundos se adoptan sistemas especficos que luego comentaremos.

Mayora absolutaSe exige una mayora absoluta de sufragios emitidos (la mitad + 1) para hacerse con los escaos en disputa. Esta frmula reduce respecto de la anterior el n de votos no utilizados. Con el fin de favorecer la consecucin de una mayora absoluta, se acude a dos modalidades de voto que la posibilitan.

La doble votacin (o las dos vueltas).- Si, una vez celebrada la eleccin, ningn candidato ha obtenido la mayora absoluta se repite la votacin a una segunda vuelta. Por lo general, la participacin en la segunda vuelta queda restringida a los candidatos que hubieran superado cierta cuota de sufragios (Francia). Esta seleccin obliga a la retirada voluntaria de algunos candidatos, con el objetivo de que sus votos refuercen en la segunda vuelta las posibilidades de otros candidatos mejor clasificados.

El voto alternativo o preferencial.- Con este se rene en una sola vuelta las dos operaciones del procedimiento anterior. El votante indica en primer lugar el nombre de su candidato preferido, y a continuacin seala un orden de prioridad entre los dems candidatos. En el supuesto de que ningn candidato consiga la mayora absoluta, se elimina al candidato con menor n de votos y se traspasan a sus respectivos destinatarios las segundas preferencias manifestadas. Se repite el procedimiento hasta que uno de los candidatos consigue reunir un n de preferencias equivalentes a la mayora absoluta requerida (Cmara baja australiana).

2.4 Las frmulas distributivas o proporcionales

Es necesario establecer el n de votos que dan derecho a un escao y calcular el n de puestos que corresponder a cada partido (siempre se aplica a distritos plurinominales)

q = n de votos necesarios para conseguir un escao (cuota electoral)

v = total de votos vlidos emitidos en la circunscripcin

m = n de escaos de la circunscripcin

La cuota electoral (q = v/m) es la cantidad que resulta de la divisin entre votos vlidos y escaos de un distrito. La adjudicacin de los escaos se basa en la divisin de los votos obtenidos por cada candidatura = va/q, consiguindose el n de escaos que le corresponde ea. Esta divisin raramente tendr como resultado un n entero, por lo que quedar pendiente la aplicacin de las fracciones. Para resolver este problema existen dos variantes: la frmula del resto mayor y la frmula de la media mayor. (pag. 96-99)

1. La frmula del resto mayorLas frmulas distributivas de resto mayor son en principio las ms favorables a una distribucin de escaos que refleje ms fielmente la distribucin de votos entre candidaturas. Pero la aplicacin de este tipo de frmulas suele acompaarse de disposiciones que atenan su efecto de proporcionalidad, por ejemplo el umbral electoral que impide la participacin en el reparto a partidos que no superen un determinado volumen de sufragios.Pertenecen a este grupo: la variante Hare-Niemeyer y la variante Hare-Andrae (o "voto nico transferible").

2. La frmula de la media mayorSe trata de conseguir que el coste medio en votos necesarios para conseguir un escao sea el mismo para cada partido. La versin ms simple de esta frmula es la siguiente: se establece el cociente electoral, y se procede a una primera atribucin de escaos, otorgando a cada partido tantos escaos cuantas veces se contiene la cuota en su total de sufragios.

Si tras esta primera fase permanecen escaos sin provisin y los partidos conservan votos sobrantes se procede a una segunda distribucin. Los votos de cada partido se dividen por el n de puestos que ya han conseguido en la primera fase +1, para averiguar cual sera su media de votos. La lista que presenta una media mayor se hace con el escao. Si todava hay algn escao no provisto, se hallan de nuevo las medias de cada candidatura y as sucesivamente hasta distribuir todos los puestos.

La frmula de la media mayor suele favorecer a los partidos con mayor n de votos y perjudica a los minoritarios, ya que son aquellos los que suelen presentar mejores medias.

La variante d'Hondt.- Rene en una sola operacin las etapas descritas. Se divide sucesivamente el n de sufragios de cada candidatura por 1, 2, 3, 4, etc. hasta el n total de escaos a cubrir. Los cocientes resultantes se ordenan de mayor a menor en una serie que ha de comprender tantos cocientes como escaos en disputa. A partir de aqu se abren dos caminos, el ms sencillo (ley espaola) atribuye los escaos a los partidos que presentan los mayores cocientes de la lista.

Otras frmulas son: la variante Sainte-Lagu (divisin entre 1,3,5,7...), la variante Imperiali (entre 2,3,4,5..., al quitar el 1 aumenta el peso de los mayores partidos), la variante Hagenbach-Bischoff.

2.5 La combinacin de frmulas

El debate sobre ventajas e inconvenientes de las frmulas ha dado lugar a sistemas electorales que combinan el uso de ms de una frmula y de distritos de distinto nivel. El impacto final de esta combinacin depender de la magnitud de las circunscripciones y de las frmulas que se aplican.

La variedad de situaciones es notable:

Nivel nico de distrito y frmula nica caracterizan tanto a sistemas mayoritarios (Gran Bretaa, EE.UU.) como distributivos (Espaa: plurinominales y frmula distributiva para Congreso).

Menos frecuente son los sistemas que aplican ms de una frmula a un nico nivel de distrito (Francia).

La combinacin de varios niveles de distrito y una sola frmula se da en Noruega y Suecia.

Ms heterognea es la situacin de los sistemas que combinan variedad de nivel de distritos y variedad de frmulas.

2.6 La aplicacin alternativa de frmulas

Algunos sistemas electorales prevn que la frmula electoral pueda ser sustituida en el caso de que los resultados electorales presenten determinadas caractersticas en cuanto a la distribucin de votos entre candidaturas.

Lo que aqu se determina, por ejemplo, es que la aplicacin ordinaria de una frmula distributiva ser sustituida por la aplicacin de una frmula mayoritaria si se da un determinado supuesto. O que si ningn partido obtiene la mayora de votos los escaos se distribuirn con arreglo a frmulas distributivas o proporcionales. El sentido poltico de esta disposicin es conceder una ventaja a lo(s) partido(s) mejor clasificados y facilitar con ello la constitucin de mayoras de Gobierno.

ndice de desproporcionalidad: Mayoritaria simple 13,56%; Distributiva media mayor (DHondt) 5,22%; Distributiva de resto mayor (Cuota Hare) 1,88%.

4. La barrera mnima

La barrera mnima umbral electoral es el porcentaje mnimo de votos que debe reunir un candidato para participar en la distribucin de escaos. Su objetivo es evitar un excesivo fraccionamiento en la composicin del Parlamento o del rgano colegiado que se somete a eleccin. Este requisito es ms frecuente en los sistemas que aplican una frmula distributiva.

En algunos casos, el requisito de apoyo electoral mnimo se establece a escala estatal: los partidos que no alcancen un mnimo de sufragios en todo el Estado no participarn en la distribucin de escaos. Se puede fijar tambin la barrera mnima a nivel de distrito, por ejemplo el Congreso de los Diputados en Espaa establece una barrera del 3% de los votos vlidos emitidos en el distrito (5% CCAA de la regin).

Una barrera mnima a escala estatal perjudica a partidos que puedan tener una presencia concentrada en unos pocos distritos (partidos regionalistas); una barrera mnima en cada distrito perjudica a partidos menores que tienen un apoyo disperso.

Que un partido supere la barrera legal no significa que pueda hacerse con un escao, p.e. en el sistema espaol no basta para conseguir 1 escao si el distrito dispone slo de 3. Puede afirmarse que la magnitud del distrito equivale de hecho a una barrera efectiva. Cuanto ms baja es la magnitud ms alta es la barrera efectiva, mientras que cuanto ms aumenta el n de escaos a repartir (mayor es la magnitud del distrito), menos rigurosa ser la barrera efectiva. Adems de la magnitud del distrito, tambin influye en la barrera efectiva la frmula electoral, el n de candidaturas que compiten y la distribucin de votos entre ellas.

La barrera efectiva se sita entre el umbral de representacin que garantiza el escao y el umbral de exclusin, que asegura fatalmente que no ser alcanzado.

5. La modalidad de voto

Es la forma que adopta el voto emitido por el elector al seleccionar el candidato de su preferencia.

Lo calificamos como voto personalizado el voto de los sistemas en que el sufragio se manifiesta como un acto de adhesin a un candidato individual, con exclusin de apoyo para cualquier otro, por ejemplo en los sistemas mayoritarios con distritos uninominales (modelo britnico) o con distritos plurinominales. Aunque se habla de voto personalizado, no puede ignorarse que la posicin adquirida por los partidos ha desnaturalizado en muchos casos este carcter. El elector suele inclinarse por los candidatos en funcin de su pertenencia a un partido y no en funcin de sus condiciones personales, y puede ser voto en bloque (vota tantos candidatos como escaos en juego), limitado (menos votos) o voto nico intransferible.

Calificamos como voto de lista a la modalidad de voto que expresa apoyo a un grupo o lista de candidatos. La mayora de los sistemas con frmula distributiva requieren el voto de lista. Una vez determinado el n de escaos que corresponde al grupo, ser otro mecanismo de decisin el que decida qu miembros de la lista obtienen los escaos.

El voto como expresin de apoyo puede estructurarse como una afirmacin exclusiva a favor de un slo candidato o de un slo grupo de candidatos (voto categrico) o puede manifestarse como un apoyo que se distribuye ordenadamente, sealando preferencias entre diferentes candidatos (voto preferencial).

Ser voto categrico cuando se trata de proveer un slo escao por mayora simple (modelo britnico), y tambin el voto de lista cerrada y bloqueada de algunos sistemas con frmula distributiva (Espaa). En cambio, estaremos ante un voto ordinal o preferencial cuando el elector divide su apoyo electoral entre varios candidatos de diversos partidos o de un mismo partido.

El voto de lista admite variantes diversas, segn le corresponda al elector adoptar una decisin categrica o una preferencial:

Voto de lista cerrada y bloqueada: el votante expresa su apoyo a una lista de candidatos sin alterar su composicin ni manifestar preferencias (Diputados).

Voto de lista cerrada y no bloqueada: el votante puede sealar algn orden de preferencia entre los nombres contenidos en la lista (Blgica, Suecia).

Voto de lista abierta: adems de sealar un orden de preferencias, el votante puede eliminar a un nombre de la lista, aunque no introducir nuevos (Austria).

Panachage: el votante puede eliminar nombres y sustituirlos por otros de otra lista o por candidatos independientes. Equivale a elaborar una lista propia (Suiza)

Ante la posibilidad de voto preferencial, si no expresan preferencias, se presume la aceptacin del orden de candidatos establecido.

3.EFECTOS Y CONSECUENCIAS DE LOS SISTEMAS ELECTORALES

Maurice Duverger. Influencia de los sistemas electorales en la vida poltica.La influencia de los sistemas electorales en la vida poltica es evidente (slo basta tener en cuenta como afectaron a la estructura del estado la adopcin del sufragio universal o los mecanismos de democracia directa). Sin embargo esa evidencia entraa ciertas dificultades en su anlisis cientfico dado que todos los factores que condicionan la vida poltica dependen ntimamente unos de otros. No se puede decir pues que el sistema electoral determine a priori una forma de vida poltica x sino que la estimula ya que refuerza o debilita otros factores que actan en el mismo sentido.

I.Sistema electoral y partidos polticos

Por medio de los partidos electorales los sistemas electorales influyen en la vida poltica de dos modos:

directamente: un sistema electoral x determina un sistema de partidos y.

Indirectamente: la organizacin de los partidos polticos estimulada por el sistema electoral genera una determinada vida poltica.

Esquematizando se pueden tomar como punto de partida las tres frmulas siguientes que no hay que tener ms que como toscas aproximaciones:

1- La representacin proporcional tiende a un sistema de partidos mltiples, rgidos e independientes.

2- El sistema mayoritario a 2 vueltas tiende un sistema de partidos mltiples, flexibles e interdependientes.

3- El sistema mayoritario a 1 vuelta tiende al bipartidismo.

1.Influencia sobre el nmero de partidos:

El sistema mayoritario a 1 vuelta

A primera vista la tendencia es hacia el two-party system que tiene sus paradigmas en EUA y Gran Bretaa. El sistema electoral en su impulso hacia el dualismo acta de dos formas:

En primer lugar como factor mecnico con la subrepresentacin del tercer partido (como demuestra el ejemplo britnico con el partido liberal). El nuevo partido es demasiado dbil y el sistema va en su contra levantando una barrera que se opone a su aparicin. Si este tercer partido consigue superar al segundo la situacin se invierte.

En segundo lugar un factor psicolgico. Con tres partidos el elector tiene la sensacin de que su voto ser en vano si lo da al ms dbil y tienden a votar al menos malo de sus adversarios para evitar que gane el que, a su entender, es el peor. Esta polarizacin, que va en contra del nuevo partido, suele combinarse con la subrepresentacin. Sin embargo no se dan ambos fenmenos en paralelo si no que lo habitual es que primero aparezca la subrepresentacin y luego la polarizacin. Este proceso supone perodos largos de incertidumbre donde la duda del elector se combina con las inversiones de la subrepresentacin para cambiar la relacin de fuerzas existentes.

La tendencia al dualismo slo aparece a largo plazo. Sin embargo durante la poca de transicin son los propios partidos los que buscan el bipartidismo con la fusin del partido principal con alguno de sus rivales (algo que normalmente viene acompaado de una divisin interna). Son ejemplos de este fenmeno: Australia los liberales y los conservadores se fusionaron en 1909 por el empuje del laborismo.

No obstante se pueden sealar excepciones en la tendencia hacia el dualismo tan notables como Canad o Dinamarca.

El caso de Canad permite poner lmites a la tendencia dualista. En 1950 haba 4 partidos (unionistas, liberales, laboristas y partido agrario) sin embargo en cada circunscripcin solo se enfrentaban dos de ellos dado que el partido laboral y el agrario eran muy locales.

En Dinamarca antes de la reforma proporcional haba tambin 4 partidos pero al igual que en el caso anterior normalmente slo se enfrentaban dos candidatos. El sistema tenda a establecer lazos agrupando a los partidos en dos sectores: liberales y derecha y radicales y socialistas. En realidad se daba tambin la tendencia al dualismo que era frenada por la voluntad de los propios partidos y la inexperiencia de los electores.

Representacin proporcional

La tendencia es la multiplicacin del nmero de partidos. Esta opinin ha sido objeto de algunas crticas como las formuladas por Tingsten sealando que en Francia por ejemplo no hay prcticamente diferencia entre el nmero antes de 1939 con un sistema mayoritaria a una vuelta y tras 1945 cuando el sistema era proporcional, mientras que en Blgica se mantiene la tendencia al bipartidismo.

Si bien la tendencia multiplicadora es menos clara que la del dualismo no por ello es menos real. Habr que tener en cuenta diferentes aspectos.

El primer efecto de la proporcionalidad es mantener una multiplicidad ya existente. Blgica e Inglaterra tenan en el XIX un sistema mayoritario que las connotaba como sistemas bipartidistas. La aparicin de los socialistas quiebra con el two-parties system, sin embargo 50 aos ms tarde Inglaterra conserva su tradicional bipartidismo mientras que en Blgica aparece el tripartidismo. En este pas el sufragio universal abri camino a los socialistas y supuso el declive de los liberales sin embargo la adopcin del sistema proporcional el 1900 fren lo que hubiera sido su muerte segura recuperando a buena parte de sus antiguos electores. Tambin ocurri lo mismo en Dinamarca con la derecha.

Se debe tener en cuenta que en las primeras elecciones el aumento se debe a un factor mecnico pasando a ser psicolgico a partir de ese momento.

El segundo efecto es favorecer divisin de partidos existente. No significa que las quiebras y cismas no se den en sistemas mayoritarios, pero en ese caso siempre tienen un efecto ms limitado (uniones o reintegro en el partido rival) sin embargo en el proporcional las quiebras son ms duraderas dado que las facciones divergentes no son aplastadas por efecto del escrutinio. Se entiende as el porqu coincide habitualmente la adopcin de la proporcionalidad con el cisma de los partidos antiguos, sean estos reconocidos (escisin en dos mitades que continan evocando el nombre) o ocultos (un partido que se anuncia como nuevo se constituye con dirigentes y cuadros del antiguo partido que an continua en liza). Este fenmeno, mucho ms limitado que el primer efecto de la proporcionalidad, se ha observado en Suiza (nacimiento del partido campesinos y burgueses), Noruega y Suecia.

Normalmente la proporcionalidad mantiene intacta la estructura de partidos sin llegar a tener el efecto atomizador con la que es calificada. En realidad la tendencia multiplicadora se manifiesta ms en la aparicin de partidos exnovo, especialmente pequeos partidos, mientras que los principales sectores de la opinin son interpretados por los partidos tradicionales.

Es cierto que la mayora de sistemas proporcionales integran precauciones contra la atomizacin como la ley dHondt o de la media ms alta o por ejemplo el sistema holands. La verdadera representacin proporcional no existe, no tanto por las dificultades tcnica que entraa, si no por sus consecuencias polticas (tendencia a multiplicar grupos pequeos e inestables). Pese a todo ello la tendencia acaba por triunfar en muchos casos como en Noruega y Holanda.

Mayoritario a 2 vueltasEs el de ms difcil determinacin. En teora debera favorecer la multiplicacin de partidos y el fraccionamiento de tendencias prximas que no alcanzan una representacin global pero que pueden reagruparse en el ballotage. En la primera vuelta los partidos conservan sus oportunidades y slo actan la subrepresentacin y la polarizacin en la segunda. Este fenmeno se confirma en Francia, Alemania y Suiza, en los primeros con una clara tendencia a la dispersin.

Se dan sin embargo algunos casos anormales. Por ejemplo el caso de Blgica (antes 1894 tena 2 vueltas) donde la existencia de la segunda vuelta poda haber provocado la ruptura de los partidos tradicionales pero debido a la estructura de sus partidos (cohesin y disciplina) resisten la tendencia disociadora de la segunda vuelta.

2.influencia sobre la estructura interna de los partidos

El caso belga pone de manifiesto la relacin entre la estructura interna de los partidos y el sistema electoral as como el dans denota la existencia de relacin entre el sistema electoral y la posibilidad de alianzas y de lazos de dependencia entre partidos.

La estructura interna de los partidos

El nombre genrico de partidos designa realidades bien distintas, diferencias que se explican por razones histricas, polticas, econmicas, quizs de todos ellos el factor menos estudiado sea el electoral pero tiene tambin su importancia. La diferencia esencial no es tanto entre sistema proporcional y sistema mayoritario sino segn el escrutinio por lista cerrada o uninominal. La existencia de segunda vuelta juega un importante papel.

A) el escrutinio con lista cerrada refuerza la estructura interna del partido mientras que l uninominal implica su debilitamiento pero cabe realizar numerosas excepciones a la tendencia general.

Lista cerrada: de entrada su carcter colectivo desdibuja el papel de las personalidades en beneficio del partido. Si bien los cabezas de lista introducen un elemento de prestigio individual al tiempo se introduce la disciplina sobre la lista. Cuanto ms extensa sea la circunscripcin el candidato ser ms desconocido y se dar ms importancia a la etiqueta poltica. Si se trata de listas cerradas y bloqueadas el dominio del partido es total. El xito de la lista depende de los sistemas de propaganda del partido ms que de consideraciones locales. Los partidos son ms centralistas, rgidos y monolticos.

Lista unimoninal: la persona del candidato es vital conviertindose la circunscripcin en un feudo personal. La reeleccin no depende del partido. Cada candidato tiene su comit electoral y no aceptar la direccin y el control del partido. El grupo parlamentario surgido carecer de disciplina. Se trata de grupos sin cohesin y con organizaciones electorales descentralizadas y lo partidos acaban representando tan solo tendencias de opinin, disponen de un aparato administrativo dbil y de lazos sociales relajados.

B) Ausencia o presencia de segunda vuelta

En un sistema mayoritario puro y simple un candidato disidente puede ser peligroso ya que puede hacerle el juego a los adversarios y por esa misma razn son casos aislados.

En un sistema proporcional tiende a reforzar las estructuras de los partidos (listas cerradas a una sola vuelta).

Se dan excepciones como en Inglaterra donde a pesar de tener un escrutinio uninominal a una sola vuelta la disciplina es alta, en parte por la ausencia de la segunda vuelta.

Cabe sealar que dentro de un pas las estructuras tambin varan en funcin de los partidos polticos siendo los de izquierda ms rgidos y pudindose destacar como paradigma la identidad de los partidos comunistas en todos los pases.

Estos ejemplos demuestran los lmites de la influencia de los sistemas electorales siendo ste ms significativo para el nmero de partidos que no para su estructura interna.

La dependencia recproca de los partidos

Existen pocos estudios en este sentido sin embargo en el caso de los regmenes multipartidistas este es un dato fundamental ya que solo las alianzas permiten obtener la mayora gubernamental. Ante todo hay que distinguir entre mayoras gubernamentales y las electorales (estas tienden a perpetuarse en las gubernamentales). En los sistemas proporcionales se dan alianzas gubernamentales puras sin alianzas electorales previas siendo stas mucho ms dbiles.

La influencia del sistema electoral en este mbito es muy importante. En lneas generales tenemos para las alianzas electorales que:

Sistema mayoritario a 2 vueltas: alianzas estrechas

Sistema proporcional: independencia completa

Bipartidismo: independencia

Sistema mayoritario a 1 vuelta: segn el nmero de partidos

Multipartidismo: fuertes alianzas

En cuanto a las alianzas gubernamentales puras parecen estar ligadas al multipartidismo y por tanto solo se dan en sistemas proporcionales. Sin embargo estas tendencias generales tienen muchas excepciones.

Sistema mayoritario a 2 vueltas: no hay dudas sobre la tendencia a alianzas fuertes por efecto del propio mecanismo. En la segunda vuelta los partidos menos favorecidos se repliegan en cada familia espiritual en provecho del ms favorecido. Se da un continuum que va desde la retirada simple y pura hasta el disentimiento, donde el candidato que se retira pide el voto para otro candidato en la segunda vuelta. Lo habitual es que los candidatos ms prximos se pongan de acuerdo antes del escrutinio para prever sus disentimientos y retiradas en la segunda vuelta. La tendencia se confirma con multitud de ejemplos histricos: Alemania de Bismarck en 1894, Francia en 1902 con el bloque de izquierdas o en el 32 con el Frente Nacional.

Ms difcil resulta determinar la influencia concreta de las modalidades. La limitacin de la segunda vuelta a los dos candidatos ms votados (Alemania y Holanda) no parece tener gran papel en comparacin con la segunda vuelta integra. Parecera que en principio haga intiles las alianzas previas pero acaba por reforzarlas ya que a los partidos pequeos no les queda ms remedio que acordar un candidato nico para tener alguna posibilidad.

Tampoco queda clara la influencia del escrutinio con lista o uninominal: dado que las listas refuerzan la disciplina sera lgico que tambin hiciera ms fuertes las alianzas.

Normalmente la alianza electoral tiende a proyectarse en el plano parlamentario sea como alianza de gobierno o de oposicin.

Se puede llegar de este modo a un sistema poltico estable que recuerda el bipartidismo donde se enfrentan dos federaciones de partidos cuya fuerza depende del grado de disciplina y de organizacin de sus partes. Si no es as se disuelven rpidamente aunque pueden renacer como alianzas electorales.

Sistema mayoritario a una sola vuelta: su influencia depende de si es un rgimen bipartidista (es impensable la alianza: si se unen los dos partidos solo habra un candidato y la eleccin se convertira en plebiscitaria) o uno multipartidista.

En el caso de multipartidismo se dan alianzas slidas y ms estrechas que las de la segunda vuelta dado que hay que repartirse las circunscripciones antes de la eleccin para permitir a los electores reunir sus votos en el candidato nico de la coalicin. Se trata de una alianza difcil de concretar (las direcciones deben hacerlo ellas mismas) sin embargo cuando se adopta conduce a una colaboracin ms profunda.

Habitualmente estas alianzas acaban en fusin en detrimento del ms dbil de los coligados. Es tpico el caso ingls entre el partido liberal y el conservador.

Las coaliciones que se generan son desiguales y ms que aliados crean satlites. A los terceros partidos solo les queda dos opciones: o ser eliminados en el escrutinio o ser absorbidos por las coaliciones.

Sistema proporcional: no plantea problemas en materia de alianzas electorales tendiendo a suprimirlas quitndoles razn de ser. Sin embargo dado que el sistema rara vez otorga mayora absoluta se hacen imprescindibles las alianzas gubernamentales que tienen por lo general a un inestable e incierto destino.

Sin embargo la proporcionalidad no se aplica en su virtualidad y tiende a favorecer a los grandes partidos y perjudicar a los pequeos pudiendo ser fructferas las coaliciones para formar listas comunes. Las alianzas en los regmenes proporcionales nacen de sus alteraciones y en la medida en que se aplica integralmente la representacin proporcional tiende a la independencia completa de los partidos.

2.Sistema electorales y representacinLa teora democrtica considera al elegido representante del elector siendo la eleccin un mandato de ste a aqul para actuar y hablar en su nombre en la direccin de los asuntos pblicos. Al hablar de representacin el sistema electoral es vital y por ello se considera, por encima de cualquier otro efecto, los que genera sobre el reparto de escaos. Las mayoras gubernamentales intentan adoptar las combinaciones ms beneficiosas para ellos desde el gerrymandering hasta una extensa gama de procedimientos.

A.La exactitud de la representacin: La representacin de los partidos polticos

Parece muy fcil a priori adoptar un mtodo para medir la exactitud del a representacin mediante la comparacin del porcentaje de votos y escaos obtenidos por un partido. Si es mayor el partido est sobrerepresentado y si es menor subrepresentado. Aunque no podamos despreciar este anlisis hay que tenerlo como incompleto.

a) La representacin proporcional es la ms exacta (fue concebido para ese fin) sin embargo las alteraciones prcticas en su funcionamiento atenan esa exactitud. Para que fuera perfecta se necesitara una sola circunscripcin y que todos los votos residuales se repartieran a nivel nacional. Habitualmente se utilizan frmulas menos puras con lo que aparecen diferencias entre porcentaje de voto y escaos dependiendo del sistema de reparto del voto residual, marco electoral, etc. En funcin de ello algunos partidos son beneficiados y otros perjudicados (por ejemplo Francia 1946: perjuicio de radicales e izquierda).

b) Mayoritario a 1 sola vuelta: es el de mayor inexactitud. En caso de bipartidismo el partido ganador est sobrerepresentado y si se trata de multipartidismo la representacin es en extremo fantasiosa. Partidos con ms votos que su rival ms prximo suelen estar normalmente sobrerepresentados en relacin a ste. Cuando la diferencia de votos es muy dbil la representacin queda falseada y el partido con menos votos puede tener ms escaos y al revs (Inglaterra 1910 liberales 275 (43.1%) y conservadores 273 (47%)). En estos multipartidismos la sobrerepresentacin y subrepresentacin sern el motor principal del retorno al dualismo.

c) Mayoritario a 2 vueltas: dado el cambio de opinin entre la primera y la segunda vuelta es difcil determinar las consecuencias de la segunda sobre la representacin. Normalmente los electores desplazan su voto al ms favorecido. Se afirma que este sistema atena los efectos del sistema mayoritario a 1 vuelta. Numricamente no es as, sin embargo si que se evitan las anomalas excepcionales del simple. Las desproporciones quedan dentro de la media. Puede incluso considerarlas ms graves a causa de la orientacin. En un mayoritario a 2 vueltas con bipartidismo que uno quede sobrerepresentado no altera el esquema general de diferencias de opiniones. Algo que si falsea la segunda vuelta ya que lo que determina el sentido de la diferencia no es en el nmero de sufragios sino en sus posiciones polticas y alianzas. Generalmente la segunda vuelta favorece al centro y desfavorece a los extremos. Si la comparacin es en nmero de votos y escaos la diferencia se atena. Est es la razn de ser del sistema. Se puede pretender que mejora la exactitud en relacin con el mayoritario a una vuelta, sin embargo se cae en un grave error ya que no se tiene en cuanta que la primera vuelta el cuadro de representacin es comparable al del mayoritario a 1 vuelta o el proporcional. La segunda vuelta permite un reagrupamiento de los votos que no permite distinguir su verdadero color poltico. El la segunda vuelta el agrupamiento es por tendencias no por partidos polticos y se abandona la nocin de representacin partidaria para adoptar la que podramos llamar la representacin de la opinin.

La representacin de la opinin

El reparto de votos es solo un modo para la expresin de la opinin pblica, no es la opinin en s misma. El sistema se limita a traducir en el parlamento el reparto de sufragios entre los partidos polticos pero es ese reparto el reflejo fiel de la opinin pblica?. La representacin poltica supone dos actos sucesivos. En primer lugar la expresin de la opinin pblica en la distribucin de votos entre los candidatos (la representacin de la opinin en sentido estricto) y en segundo lugar la traduccin de la distribucin de votos en la distribucin de escaos (representacin de partidos polticos). La representacin de la opinin no ha sido muy analizada, no por tener menor importancia, si no por la mayor dificultad que entraa siendo necesario usar mtodos de sondeo (Gallup) no para predecir resultados sino para comparar la posiciones polticas de los electores y de sus votos para medir la deformacin que stos aportan a la expresin de aqullas.

Localizacin geogrfica de la opinin: por ejemplo en el sistema mayoritario a una vuelta se da la existencia de partidos locales (bipartidismo: se enfrentan de dos en dos). Los partidos pequeos a escala nacional subsisten por que son grandes a escala local o por que son futuros partidos grandes que empiezan a desarrollarse en determinadas reas (partidos socialistas en ciudades obreras). En realidad las minoras solo alcanzan a serlo a escala nacional por que tienen apoyos a escala local y por tanto este sistema acenta la localizacin geogrfica de las opiniones. Tiende a convertir una opinin nacional (repartida en el conjunto del pas) en una opinin regional por que solo podr estar representada en el territorio donde sea ms poderosa.

La representacin proporcional acta en sentido opuesto, las opiniones arraigadas localmente se extienden a nivel nacional por la posibilidad de estar representados a un regiones donde sean minoritarias. Esta tendencia ser mayor cuanto ms perfecta sea la proporcionalidad.

Es difcil discernir cual de estas tendencias interpreta mejor la opinin pblica, ambas la deforman pero en sentidos contrarios: la proporcional atenuando las caractersticas locales de una opinin y la mayoritaria reforzndolas. Sin embargo el fenmeno tiene importancia poltica, en el caso del proporcional refuerza la unidad nacional (uniformizndola) y el mayoritario agrava las divergencias locales. Las consecuencias dependern de la situacin particular de cada partido poltico.

El problema de la localizacin geogrfica tiene otro aspecto. En la orientacin poltica del ciudadano intervienen 2 factores: los particulares y los generales y hay que discernir como influyen en ellos los sistemas electorales dado que ciertas modalidades de escrutinio desarrollan los aspectos locales en detrimento de los generales y viceversa.

El escrutinio uninominal se da habitualmente en circunscripciones pequeas donde predominan consideraciones localistas. El escrutinio por listas permite que los puntos de vista locales se limiten los unos con otros permitiendo adquirir importancia a las consideraciones generales. Adems en el sistema uninominal es propicio para las promesas personalizadas mientras que el escrutinio por listas hace desaparecer la influencia personal y obliga a votar por un partido.

En Francia el escrutinio con listas en el marco departamental contribuye a ampliar los horizontes polticos de los parlamentarios y los gobernantes. En Estados Unidos el carcter local de las preocupaciones en el Congreso deriva de la pequeez de los distritos electorales y del sistema uninominal. Sin embargo en Inglaterra el grado de centralizacin de los partidos polticos y nmero atenan esos efectos.

Influencia del sistema electoral sobre las divisiones de la opinin pblica: aunque intervienen muchos otros factores (ideolgicos, religiosos, etc.) el factor electoral no es desdeable ya que acenta o atena la accin de los primeros.

El sistema mayoritario a 1 vuelta con su tendencia al bipartidismo suprime las divisiones secundarias de la opinin y las rene en dos grandes tendencias rivales. La representacin proporcional genera una tendencia multiplicadora de las tendencias de opinin ya que cada una puede formar un partido por separado.

Se afirma que el sistema proporcional es el reflejo ms fiel de la opinin sin embargo no es tan simple. No est realmente tan claro que la opinin no tenga una tendencia a dividirse en 2 grandes facciones rivales cuyos limites externos son claros aunque en su seno existan diferentes matices. Los socilogos proponen distinguir 2 tipos fundamentales de temperamento poltico el radical y el conservador. El sistema mayoritario desdibuja las diferencias secundarias dentro de cada familia y traduce correctamente su antagonismo mientras que el sistema proporcional elimina las divergencias fundamentales y acenta las oposiciones de detalle siendo por tanto la representacin de la opinin ms inexacta.

En este caso el sistema mayoritario a dos vueltas tendra cierta ventaja ya que traduce el dualismo de base al tiempo que las opiniones que existen dentro de cada familia. Lo mismo ocurrira en un sistema bipartidista mientras los partidos conservaran una estructura flexible y permitieran el nacimiento y la cohabitacin de facciones.

Amplitud de las discrepancias de opinin: se afirma habitualmente que la representacin proporcional reduce esa amplitud disolviendo los antagonismo mientras el sistema mayoritario supone la oposicin mxima. Sin embargo el anlisis de la realidad manifestar unos efectos no acordes con esa opinin.

Pongamos el ejemplo de Inglaterra. Quin decide entre laboristas y conservadores no son sus fanticos que en cualquier caso les votaran sino los ingleses moderados. Para conseguir sus votos tendrn que atenuar su conservadurismo y su socialismo. Debern hacer poltica de centro y por ello similares. Se produce la paradoja de la influencia real del centro en un pas donde su sistema electoral impide la formacin de un partido de centro. El resultado es la disminucin de la amplitud de las opiniones polticas.

En cambio el sistema proporcional no permite crecer a un partido a no ser a costa de sus vecinos inmediatos (por ejemplo socialistas y comunistas) y por tanto se esfuerzan en marcar las diferencias de detalle y no mostrar sus semejanzas. Como resultado se profundizan las divisiones polticas y aumentan las oposiciones.

Coincidencias entre opinin pblica y mayora gubernamentalEn primer lugar se debe diferenciar entre mayora impuesta y la libre. En la mayora impuesta la distribucin de escaos es tal que no subsiste ningn equvoco acerca de la mayora y esta escapa de la voluntad de los diputados y de las intrigas parlamentarias. En una mayora libre varios partidos tiene votos ms o menos equivalentes y ninguna puede gobernar por sus propias fuerzas. La formacin de la mayora depender de la voluntad de los diputados y de las direcciones partidarias.

La primera se corresponde con la idea tradicional de democracia, la segunda es mezcla de democracia y oligarqua. El papel del sistema electoral supone que en el caso del sistema mayoritario se de la mayora impuesta, en el caso del sistema proporcional se de la mayora libre y con segunda vuelta genere una mayora semilibre (la determinacin de la mayora es menos libre a causa de la dependencia recproca de los partidos y las alianzas electorales que estn obligados a contraer).

B.Sensibilidad a las variaciones de opinin

Un sistema electoral tiende a acentuar las variaciones de la opinin pblica o atenuarlas? En el primer caso estaremos ante un sistema sensible (inestable), en el segundo en un sistema insensible (estable). Existen diversas categoras de variaciones de opinin y el grado de sensibilidad de los sistemas electorales varan segn cada caso. Se debe distinguir bsicamente entre las variaciones dentro de las opiniones tradicionales y las expresiones de nuevas corrientes. La influencia de los sistemas electorales en este sentido se puede resumir como sigue (estas tendencias tienen numerosas excepciones):

a) Representacin proporcional es insensible a las variaciones de opinin tradicional y muy sensible a la aparicin de nuevas corrientes, aunque sean provisionales y dbiles.

b) El sistema mayoritario a una vuelta es muy sensible a las variaciones de las opiniones tradicionales e insensible a las nuevas corrientes a menos que sean poderosas y duraderas.

c) El sistema mayoritario a dos vueltas es relativamente poco sensible tanto a las variaciones de la opinin tradicional como a las manifestaciones de nuevas corrientes.

Variaciones de las opiniones tradicionales

Son los cambios respecto de los sufragios en cada eleccin entre partidos habituales. Un sistema es insensible si atena los cambios y es sensible si las acenta.

a) La proporcionalidad tiene carcter estabilizador. En principio debera expresar exactamente las diferencias de votos y el reparto de escaos entre dos elecciones. Sin embargo la imperfeccin con que se aplican atenan esas diferencias. Adems aunque se diera una aplicacin integral seguira dndose insensibilidad ya que adems del efecto mecnico con la imposibilidad de traducir en escaos pequeas diferencias de votos, se da un factor sociolgico. En un rgimen poltico bien establecido donde se practique la democracia de antiguo, la opinin tradicional vara poco y por tanto el reparto de sufragios de los partidos habituales permanece constante producindose la cristalizacin de las posiciones polticas.

b) En la mayora a una vuelta las curvas de variaciones de escaos obtenidos por los partidos adquieren aspecto dentado. Si se le aaden las curvas de las diferencias de porcentajes de votos se comprueba la amplitud de las diferencias. El mecanismo general de la amplificacin es simple combinndose dos tendencias: la sobrerepresentacin del partido mayoritario y subrepresentacin de las minoras. Si funciona normalmente (y genera el bipartidismo) es un sismgrafo poltico que registra las variaciones de opinin que de otro modo pasaran desapercibidas. En cierto modo se da un deformacin de la representacin, sin embargo al tiempo se impide el inmovilismo de la opinin pblica sin falsear el sentido general de sus variaciones. El mrito del sistema sera reintroducir las nociones cualitativas en una democracia que rpidamente tiende a ser dominado por lo cuantitativo. En caso de coincidir con multipartidismo el sismgrafo est falseado y deforma las variaciones de opinin (se produce un movimiento que se produce en detrimento del tercer partido y por tanto tiende a la reconstruccin del dualismo).

c) No es fcil determinar la sensibilidad de la segunda vuelta ante las variaciones de opinin. En principio parece tener una tendencia estabilizadora. En Francia esto es claro y siempre la segunda vuelta atena las diferencias de opinin de la primera. El mecanismo estabilizador parece descansar sobre la accin preponderante de los partidos centrales dentro de cada tendencia. El sistema provoca la polarizacin de sufragios hacia los partidos menos extremos en la segunda vuelta. Existen tambin partidos centrales a caballo entre las dos tendencias. Esta tctica de estabilizacin mediante el partido de centro tambin se manifiesta en otros pases, pero en la mayora de los casos ha sido menos desarrollada que en Francia con alianzas electorales ms estrictas. En esos casos la tendencia estabilizadora se pierde en mucho: en la medida en que los mltiples partidos que genera cristaliza en 2 grandes coaliciones cuya disciplina es fuerte y la separacin tajante se aproximan al bipartidismo y la atenuacin de las diferencias se manifiesta slo dentro de cada tendencia. En resumen, las consecuencias de la segunda vuelta son ambivalentes.

Sensibilidad a las nuevas corrientes de opinin

En ocasiones es difcil distinguir entre las nuevas corrientes de opinin y la transformacin de las tradicionales (no ocurre en caso de corrientes transitorias y rpidas como el boulangismo y el rexismo) pero si en el caso de movimientos profundos y constantes (por ejemplo socialismo escandinavo que al principio era una nueva corriente y al final una variacin de la corriente tradicional). Entre otras cosas no se da coincidencia entre la nocin de nuevo movimiento de opinin y la de partido nuevo.

a) Sistema mayoritario a dos vueltas: estabilizador. Cualquier nuevo partido se enfrenta al siguiente dilema: luchar solo y ser aplastado o participar en una coalicin y perder su autonoma, novedad, no ser favorecido en el reparto de escaos y no tener posibilidad de participar en la segunda vuelta. Si adems esa segunda vuelta coincide con escrutinio uninominal la insensibilidad alcanza su punto culminante siendo la nica baza del nuevo partido presentarse con un candidato veterano perdiendo con ello buena parte de su novedad. Queda claro el carcter conservador de la segunda vuelta eliminando las corrientes de opinin cuando son superficiales y transitorias y frenando su expansin parlamentaria alinendolas con la opinin tradicional cuando son profundas y duraderas.

b) Sistema mayoritario a una vuelta: por un lado aparece como un sistema conservador (ms que la segunda vuelta) que opone una barrera infranqueable a las nuevas corrientes reforzndose as el poder de los dos bloques. Por ejemplo en EUA donde se ha demostrado la imposibilidad de que nazca un tercer partido se favoreci el desarrollo de los partidos socialistas a principio del siglo XX y que en los primeros pases donde pudieron ejercer el poder fue en pases con sistema mayoritario a una sola vuelta como en Australia y Nueva Zelanda. Cmo se explica? Por circunstancias locales no relacionadas con el rgimen electoral que escapan a definiciones generales. Por otro lado tambin se explica por la naturaleza y fuerza de los nuevos movimientos de opinin que son dbiles y poco seguros, los electores evitan votarlos ya que los votos dispersos podran permitir el triunfo de sus peores adversarios. Sin embargo si un partido adquiere cierta fuerza en una circunscripcin. En ese caso el elector moderado de los liberales se concentrara en los conservadores por ejemplo para evitar el ascenso del socialismo mientras los radicales se concentraran en torno al laborismo. Se inicia un proceso de doble polarizacin que acabar con el partido liberal. El sistema a una vuelta es menos conservador de lo que se suele decir y por el contrario puede acelerar el desarrollo de un nuevo partido desde el momento en que alcanza cierta solidez pasando a ser segundo partido. Sin embargo desde ese momento las consecuencias se asemejan a las del sistema a dos vueltas acelerando el envejecimiento del nuevo partido.

c) Representacin proporcional: tiene una sensibilidad extrema a los nuevos movimientos en contraste con la insensibilidad que demuestra ante las variaciones de la opinin tradicional y la cristalizacin de antiguos partidos que resulta de ella. Blgica es un buen ejemplo de la sensibilidad a los entusiasmos pasajeros. La explicacin puede hallarse en el carcter pasivo de la representacin proporcional que registra los cambios del cuerpo electoral sin acentuarlos ni reducirlos. Por ello su insensibilidad a las diferencias en los cambios entre los partidos tradicionales al tiempo que gran sensibilidad hacia los nuevos. Se le opone el carcter activo del mayoritario que ampla las primeras y atena las segundas.

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