SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes...

42
1 _ _

Transcript of SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes...

Page 1: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

1 _ _

Page 2: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

2 _ _

INDICE

Aclaración .................................................................................3Invitación ...................................................................................5La Tierra ....................................................................................6La Fuerza Creadora ..................................................................7La Naturaleza de Dios ..............................................................8Inmortalidad ............................................................................10Las Religiones ........................................................................12Las Huellas de los Maestros ..................................................15Mitos y Leyendas ....................................................................17Semidioses .............................................................................19Plagios ....................................................................................22El Culto a los Muertos.............................................................25Resurrección ...........................................................................28El Cuerpo Espiritual ................................................................33Evolución ................................................................................35

Page 3: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

3 _ _

Aclaración

Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta y escasa que ésta sea.

Escribir, en mi caso, es verter al papel, anhelos, sentimientos, conoci-mientos y criterios. Estos y aquellos han ido cobrando fuerza, con el paso delos años, afianzándose con el estudio y comprobación de la doctrina Espírita.Sin embargo, soy consciente que puedo estar equivocada en más de unconcepto, ya que, como humana, tengo mis particulares enfoques sobreunas determinadas anomalías que nos rodean. Deseo que quede muy claro,que los posibles equívocos de cuánto expongo pertenecen, exclusivamente,a mi autoría, y en ningún caso, nunca han de atribuirse al Espiritismo.

No puedo evitar detenerme a auscultar los acelerados latidos de estemundo en el cual transitamos. Es obvio que le invaden gravísimas enferme-dades como la ignorancia, el egoísmo, el orgullo y la intolerancia, que a suvez generan toda clase de horrorosas hostilidades. El evidente gemir de lahumanidad oprime mi ser, e intento aportar una minúscula ayuda, para paliartan dolorosa situación.

El hecho de que no se pueda garantizar a todo recién nacido, el pan,el aire y la debida cultura, indica cuán lejos estamos de desterrar el egoísmoy la insolidaridad. Los elevados presupuestos destinados a destruir, debe-rían emplearse para construir. Los valores altruistas no se encuentran, preci-samente, entre los grandes poderes de la tierra, a quienes se puede atribuirla más patente incapacidad de desarrollar el ingenio, para erradicar el ham-bre de los países más pobres. Es cierto que combaten tan caótica situación,varias instituciones, que a su vez recaban la ayuda de personas sencillas ygenerosas, pero ello no es suficiente. Urgen medios económicos más impor-tantes.

He llegado a la conclusión de que, para obtener los necesarios recur-sos a favor de los más desprotegidos, hace falta alcanzar unos niveles deconciencia superiores. No podemos eludir, por más tiempo, mejorar y sensi-bilizar actitudes, asumiendo de lleno, cuantas responsabilidades nos incum-ben. Lo contrario comporta aumentar el sufrimiento de millones de seres.

Un factor importante que mantiene la conciencia dormida a un respe-table número de personas, es el desconocimiento de la Inmortalidad y decómo actúa la ley de Reencarnación o Causa y Efecto. Personalmente hepodido constatar, la fuerza transformadora que imprime a nuestro ser, el es-tudio y comprobación de cómo es verdaderamente la vida espiritual. Eseevidente cambio se observa en todas las personas que dedican el debidotiempo en analizar las propias formas de pensar y obrar. Ello las lleva a co-

Page 4: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

4 _ _

rregir defectos, con esmero, porque han entendido que las imperfeccionesson siempre notas discordantes en la armonía universal.

El alimento para el cuerpo y la paz de los pueblos, son necesidadesprioritarias. Pero considero que no es menos importante nutrir de verdadesirrefutables al espíritu, si queremos acelerar el progreso del género humano.

Es por esta razón que en tanto se encuentren incrédulos o indiferen-tes sumergidos en el más puro y desolador materialismo, y mientras existaninstituciones y corrientes de pensamiento que ignoren deliberadamente, ocul-ten, ridiculicen o deformen la ley de Reencarnación, yo hablaré de ella. Measiste, por entero, el derecho de divulgar este conocimiento, y más cuandolo he convertido en un deber personal que no pienso quebrantar.

M. Dolors Figueras.

Page 5: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

5 _ _

Invitación

El propósito de este modesto trabajo no es otro que el de hurgar,brevemente, en el largo recorrido de los siglos para buscar, con afán, lashuellas indelebles del pensamiento humano, con sus atisbos de Luzemergiendo de las sombras de su ignorancia o escasa evolución.

En esta tarea invitamos a todos, y en particular a los hombres y muje-res de hoy, que ya no caminan, porque una abrumadora prisa les empuja alanzarse en vertiginosa carrera, en pos de una dicha que casi nunca alcan-zan. Al final, cuando sus exiguas energías les obligan a detenerse, se perca-tan que la felicidad o el tan deseado bienestar, han desaparecido en un reco-do del camino. Se los llevó consigo, un revés de fortuna, una enfermedad, lamuerte de un hijo... A estas personas sin esperanza, pues la mayoría creedesaparecer tras la muerte, va dirigido este mensaje. Quisiéramos arrancardel no creyente, esa sensación de amarga derrota que experimenta frente alos postreros días e infundirle la serena paz que confiere la absoluta certezaen la inmortalidad.

Nadie, sin embargo, no puede aceptar sin reserva alguna lo que nocomprende, porque tarde o temprano la oscura laguna del dogma impuestoo el misterio indescifrable se convertirá en duda, peligrosa duda que, de nopoderla esclarecer, le arrastrará hacia la incredulidad. La fe para ser auténti-ca ha de ser razonada, la fe nunca debió ser ciega.

Intentaremos aquí dar una respuesta coherente al sufrimiento huma-no, y veremos que no basta saber que existen unas Leyes naturales que nopodemos violar bajo pena de atenernos a las consecuencias que toda in-fracción acarrea. Es preciso que amemos la Ley, que experimentemos lanecesidad, no ya de cumplirla, sino vivirla. Cuando nos sepamos y sintamosLey, nuestras obras se convertirán en fraternal abrazo hacia los demás, por-que únicamente si el Bien fluye y se desborda de nosotros, podremos dartestimonio vivo de la realidad de nuestras creencias.

Page 6: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

6 _ _

LA TIERRA

Nuestro planeta Tierra es un libro escrito por un buen Autor que puedeleerse en todos los idiomas y al que tienen acceso todas las razas, hombres,mujeres y niños. Confunde y admira por su contorno y contenido. Las eleva-das cumbres, majestuosas, quietas y casi inaccesibles, permanecen ahí através de milenios. Los imponentes mares de profundidades por largo tiem-po insospechadas. Las incontables arenas de los desiertos. Las exuberan-tes selvas exhalando aliento de vida. La infinita variedad de plantas con suspeculiares usos y la belleza y perfume de las flores... y ese reino animal conmiles de especies y tamaños diferentes, dotados algunos, además del natu-ral instinto, de una rudimentaria inteligencia, capaz de darnos muestras deafecto y fidelidad... y el Sol derramando calor y vida sobre la Tierra. El llama-do Astro Rey está rodeado de millones de estrellas que las enormes distan-cias que nos separan las convierten, a nuestros ojos, en fulgurantes puntosde luz. Hoy sabemos que las gigantescas galaxias se desplazan por el Uni-verso infinito, siguiendo su curso en armonía, en perfecto orden, hallandosiempre el suficiente espacio en su inalterable carrera. Es hora de que, hu-mildemente, reconozcamos nuestra pequeñez.

Frente a las desatadas fuerzas de la naturaleza, probablemente, losprimeros moradores de la Tierra, perplejos y sobrecogidos, intuyeron quehabía “algo” superior a ellos y creyendo que les amenazaba, intentaron cal-mar sus iras. Crearon dioses, les pusieron nombres y procuraron agradarlescon ritos y ofrendas. El hombre de las cavernas sólo comía, bebía y satisfa-cía sus apetitos. Su ley era el instinto y le bastaba la fuerza física para gober-nar al débil.

Debía transcurrir muchísimo tiempo antes de que los oprimidos cla-maran justicia, pero la esclavitud engendró ansias de libertad; de la crueldadnació la compasión y tras el horror de la muerte, el ser humano buscó lavida. Había dado un corto paso hacia la evolución. Se desató de las primiti-vas cadenas, pero otras le mantenían sujeto a confusas y contradictoriascreencias que, aún hoy, pululan en derredor nuestro.

Page 7: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

7 _ _

LA FUERZA CREADORA

Alguien preguntó un día al gran naturalista francés Henri Fabre, si creíaen Dios.

No –respondió -. No tengo necesidad de creer en El; lo veo en todaspartes.

Sensata y hermosa respuesta. Fabre, como centenares de seres hu-manos, veía en la grandiosidad de la Creación la mano del Supremo Artífice.No hay efecto sin causa y Dios es, por tanto, Causa Absoluta del infinitoUniverso.

Kepler, astrónomo alemán, compuso lleno de admiración y gratitud lasiguiente oración: “Dios mío, gracias te sean dadas por guiarnos hacia la luzde tu gloria con la luz de la Naturaleza. Llevé a cabo la tarea que me señalas-te y me regocijo en tu Creación, cuyas maravillas me has concedido quedescubra a los hombres”.

Es fácil adivinar las dotes de un pintor o un músico por la calidad desus obras, asimismo no se nos ocurriría pensar que un cuadro o una sonatase hayan producido por sí solos, sin necesidad de la existencia y la voluntadde un genio creador. No existe la palabra precisa, al menos en el lenguajehumano, para designar la magnitud, la armonía y la belleza de la Creación, yello nos revela la existencia de un Ser infinitamente Inteligente, al cual nues-tra razón admite sin reserva alguna, porque comprende que la Creación nopuede haber salido del caos, la nada o la casualidad. Por otra parte, nadiepodrá cogernos de la mano y conducirnos al lugar donde “debería estarDios y no está”, nadie puede mostrarnos un espacio “vacío” de Dios; encambio a nosotros nos basta levantar los ojos al firmamento para saber quetenemos un Padre. Lo han sabido hombres como Camilo Flammarión, VíctorHugo, Voltaire, León Tolstoi, Isaac Newton, Unamuno, etc.,... un pequeñonúmero de genios de la interminable lista que podríamos citar.

Allan Kardec, eminente filósofo codificador de la doctrina Espírita, ele-vó este bello canto al Creador: “Creemos en vos, Señor, porque todo revelavuestro poder y vuestra bondad. La armonía del Universo, testigo de unasabiduría, de una prudencia y de una previsión, que superan todas las facul-tades humanas; el nombre de un Ser soberanamente grande y sabio, estáinscrito en todas las obras de la Creación, desde la hebra de la más pequeñaplanta y desde el más pequeño insecto, hasta los astros que se mueven enel espacio, en todas partes vemos la prueba de una solicitud paternal; poreso es ciego el que no os reconoce en vuestras obras, orgulloso el que noos glorifica e ingrato el que no os da gracias”.

Page 8: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

8 _ _

LA NATURALEZA DE DIOS

Vestigios de remotas civilizaciones nos dicen que los hombres siem-pre han adorado a Dios, y al referirnos al culto que aquellos seres rendían ala divinidad, empleamos las palabras de “ritos paganos” en honor de “falsosdioses”. Tales expresiones son incorrectas, por la sencilla razón de que ja-más ha existido un falso Dios, lo que si ha habido y todavía conserva lahumanidad, son “falsas ideas de Dios”.

Analizando la historia de las religiones podemos observar el curiosofenómeno de que los hombres, desde las más primitivas épocas, han imagi-nado a Dios según el grado de su desarrollo mental o bien de su adelantomoral. Así no es de extrañar que tribus que desconocían la comprensión, lajusticia y la tolerancia, adoraran a un dios vengativo, déspota y cruel, porqueeran incapaces de concebir un ser superior, en amor, a sus bárbaras cos-tumbres, y por ello en la mayoría de los casos se limitaban a atribuir a “sudios” una crueldad más refinada de las que ellos eran capaces.

A medida que la humanidad, con esfuerzo y tesón, ha conseguidoestablecer nuevas leyes sociales, menos rígidas, más humanas, la idea deDios parece resquebrajarse para salir del estrecho y reducido molde a que lahabía confinado nuestra ignorancia. No olvidemos, sin embargo, que nopodemos hablar de lo que desconocemos sin exponernos a incurrir en gra-ves equívocos y seguir engalanando a Dios con nuestros mejores, peromezquinos atributos. No poseemos más que un medio, la Razón, para com-prender, aunque sea una ínfima parte, la auténtica naturaleza de Dios. Sinduda Voltaire anhelaba conocer la esencia Divina, y ello le hizo exclamar enlos postreros días de su existencia:

“¡Oh, Dios inconocido, a quien todas Tus obras proclaman. Oh Dios,escucha estas mis últimas palabras:

Si alguna vez he errado, ha sido buscando Tu ley. Mi corazón puedeextraviarse, pero está lleno de Ti!”.

Buscar la ley de Dios, es buscar Amor; dar amor al prójimo, lo queequivale a encontrar la propia paz. “Honra a tu padre y a tu madre. No ma-tes. No hurtes. No digas falso testimonio. No cometas adulterio”.

“Desde hace miles de años, se lamentaba Flammarión, hemos apren-dido muchas cosas, excepto la que más nos interesa”. Nada es tan definiti-vamente importante como conocer la existencia del Supremo Hacedor y susLeyes. No ignoramos la conducta que debemos observar con respecto anuestros semejantes, el camino está trazado y nada más fácil que seguirlo;pero sentimos, además, la imperiosa necesidad de indagar acerca de la mi-sericordia que usará Dios para con nosotros.

Page 9: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

9 _ _

“Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que osmaldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajany os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos,que hace que su sol salga sobre malos y buenos, y llueva sobre justos einjustos”. (Mateo 5:44)

Cristo nos habla de un Padre perfecto, y la razón nos grita que es así,que sólo puede ser así. Perfecto en su Amor, perfecto en su Sabiduría...

Por tanto, como leemos en el “Libro de los Espíritus”, “Dios es la su-prema y soberana inteligencia. Es único, eterno, inmutable, inmaterial, omni-potente, soberanamente justo y bueno, e infinito en todas sus perfecciones”.

Dejemos de mutilar tales atributos. Si la justicia de Dios fuera parcial,no sería infinita, si el amor, la paciencia y la bondad de Dios tambalearan enun instante de inconcebible cólera, si viéramos anteponer la venganza a lamisericordia, Dios dejaría de ser infinito en sus perfecciones; y no ser infinitoen todo significa poder ser superado. De modo que toda religión o creenciacuyo punto de partida no sea predicar la existencia de un Dios único e infini-to en Todo, se apoya en el error.

Page 10: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

10 _ _

INMORTALIDAD

“Pienso, luego existo”, decía Descartes. Es preciso ahondar en estastres palabras, porque ellas nos dicen que somos una “realidad”. El ser hu-mano piensa, medita, obra, por tanto es “algo”, es vida. Una vida palpable,auténtica, una vida capaz de amar u odiar, de alcanzar elevadas cumbres ocaer en hondos abismos, pero, por encima de todo, nadie puede negar queexistimos, que vivimos, que sentimos. Y de ahí arranca la incógnita: ¿Qué esla vida? ¿Existe el alma? ¿Viviremos después de la muerte?.

Resulta indispensable analizar ahora si nuestra vida es puramente or-gánica o bien existe una parte inmaterial, no destructible. Tal vez la pruebaresida en nosotros mismos. El ser humano experimenta el deseo de vivir, esun anhelo innato, vehemente, y acaso más que esto, una intuición revelado-ra de su verdadera naturaleza. La idea de la muerte con el silencio, su inmo-vilidad, nos deprime, nos repugna, llega a desesperarnos y nuestro yo sealza en protesta... No queremos morir, caer en la nada para desaparecerdefinitivamente. ¡No!, queremos vivir, movernos, existir. Los incrédulos dicenque de ese deseo han nacido centenares de religiones, cosa muy probableporque el ser humano jamás se ha resignado a morir.

Los humanos debemos llevar a cabo la ingrata tarea de enterrar a losmuertos, y al contemplar a nuestros seres queridos espantosamente fríos,mudos e inmóviles, tratamos de dulcificar esta visión diciendo que duermenel último sueño. Dormir, nos parece más esperanzador que morir, porque enel sueño cabe la posibilidad de un despertar. Si en alguna ocasión hemospodido presenciar el espectáculo, por cierto nada grato, de exhumar losrestos de una persona conocida, nos parece increíble que aquella descarna-da calavera sea lo único que queda de aquel ser lleno de energía y vitalidadque en otra época estuviera a nuestro lado. ¿Dónde han ido a parar la inteli-gencia y los sentimientos que un día animara lo que ahora no son más quemíseros despojos? ¿Se han corrompido también al compás del cuerpo iner-te?. No, de ningún modo. Inteligencia y sentimientos son la parte inmortaldel ser humano, llamadle alma, espíritu, o ego, lo mismo da. Esto es inmor-tal, tiene, en efecto, un principio, pero no un final, nuestra vida espiritual eseterna. Hoy en día resulta ya muy aventurado situar los sentimientos en elcorazón, cuando se ha demostrado, con los reiterados trasplantes de ésteúltimo, que es un simple órgano encargado de cumplir una función biológi-ca, y no tiene absolutamente nada que ver con los diversos sentimientos queagitan a una persona.

Así como nadie puede persuadirnos, con pruebas convincentes y pal-pables de la inexistencia del Creador, tampoco nadie puede sostener queestamos en un error los que afirmamos que la muerte no existe, porque a

Page 11: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

11 _ _

nuestro lado tenemos a la Ciencia. Ella nos dice que los cuerpos sometidosa la ley del gran laboratorio del Universo, se corrompen, se transforman yhacen que la tierra que los cubre, cobre nuevos bríos y de ella broten plan-tas, flores, frutos, pero la Ciencia no nos habla de cómo la inteligencia, elamor, las virtudes o defectos caigan un día inertes y se reduzcan a cenizaspara prestar, después, una savia fugaz al verde césped que crece en torno auna tumba. Por el contrario, la Ciencia Espírita, siempre prudente, apoyadaen hechos veraces, a todas luces admisibles por estar aceptados y rubrica-dos por largos años de estudio y comprobación, nos señala que el almahumana no sólo sobrevive a la muerte del cuerpo, sino que puede ponerseen contacto mediúmnicamente, con aquellos seres, aún sin ser deudos oamigos, que viven en la tierra, y a quienes dan pruebas irrefutables de suinmortalidad. Por otra parte, la razón nos dicta que si hemos sido creadospor amor, ese amor que además de Paternal es Divino, ha de salvarnos de lamuerte, porque Dios jamás hace nada destinado a destruirse. Su Previsión,muy por encima de la comprensión humana, es también Infinita, y sería in-conciliable con su Bondad y su Justicia que el ser humano naciera, sufriera,tratara de dominar sus debilidades y se esforzara en adquirir virtudes, paraperderse finalmente en la nada. La vida sin un previo objeto no se concibe.

Negando la inmortalidad del alma, resultarían un absurdo mayúsculo,la entereza y serenidad de Sócrates frente al vaso de cicuta, la bondad y eltesón infatigable de Buda durante cuarenta y cinco años de generosa predi-cación, y el amor inmenso de Cristo, ejemplo vivo de caridad y perfección,que conocía y profetizaba, sin arredrarse, hasta que punto se ensañaría laignorancia contra su persona, que sólo repartía amor fraterno, paz y libertadde espíritu. Un ser perfecto, todo luz, sin mancha alguna de flaqueza huma-na, descendió hasta nosotros para zarandearnos con su palabra, y obligar-nos a despertar del profundo letargo a que estamos sumidos; por eso nosdice que no somos de este mundo, y por eso también, su último suspiro esuna enseñanza llena de una esperanza cierta que él no ignoraba, y con laque estaba plenamente identificado: “Padre, en tus manos encomiendo miespíritu”.(Lucas 23: 46).

Page 12: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

12 _ _

LAS RELIGIONES

La palabra religión, viene del vocablo latín “religare”, enlazar, unir. Porlo tanto la religión debería cumplir el cometido de unir a todos los pueblosfraternalmente, y enseñarles que proceden de un mismo Padre. Lejos deello, las religiones, a través de su inconcebible proceder, con el extraordina-rio celo de mantenerse en la cúspide del poder terreno, se han proclamadoen las únicas poseedoras de las verdades divinas, engendrando numerosasguerras fratricidas, sembrando terror, muerte e ignorancia por doquier, convir-tiendo en mártires a quienes tenían la osadía de pensar por sí mismos ohacían preguntas indiscretas. Es muy desagradable y sonroja tener que de-jar al descubierto tales equívocos, pero de una forma u otra la historia másreciente los confirma y nos damos cuenta que siempre que hablamos deDios o inmortalidad a una persona atea o escéptica, un visible recelo la poneen guardia, porque sin duda cruza por su mente la pobre imagen de loscitados hechos, que ineludiblemente asocia con la religión.

En el seno de las religiones, que duda cabe, han existido grandespersonalidades que han sido ejemplo vivo de altruismo, desarrollando unameritoria labor. Las Iglesias han ensalzado y convertido a estos seres enobjeto de propaganda, escudándose tras ellos para ocultar sus graves defi-ciencias. El diálogo sigue siendo un lujo que los religiosos no pueden permi-tirse. El dogma o el misterio cierran toda posibilidad. Está vedado traspasaresa frontera, y por ello continúan sumergidos en un círculo de confusión ydesorden.

¿Quién no ha tenido la oportunidad de hablar, largamente, con perso-nas que de forma correcta y con la mejor voluntad, llaman puerta tras puerta,Biblia en mano, para traernos la “Palabra de Dios”, un mensaje de Paz yAmor, la salvación, en suma, para todo ser humano?. Lo curioso del caso esque después de haber entablado cordial diálogo con algunos miembros dediversas confesiones, cuando llega el momento de decirles abiertamenteque no estamos de acuerdo con algunos de sus dogmas, se produce unainexplicable contradicción, porque en este instante, y en nombre del mismoCristo que poco antes nos “hubiera salvado”, esos señores no vacilan encondenarnos a una muerte o infierno eternos, según sea su punto de vista.

Decir que fuera de tal o cual Iglesia no existe salvación posible, equi-vale a discriminar a nuestros hermanos, a levantar una barrera de intoleran-cia, y ver en nuestro vecino, no ya al prójimo, sinó un enemigo por el merohecho de que sus creencias discrepan de las nuestras. Leemos en el Evan-gelio, que Jesús atendió a la mujer cananea, escuchó la súplica del centurión,posó en casa de un publicano, departió con el fariseo Nicodemo y ofreció elagua de vida eterna a una samaritana, haciendo condición expresa de su

Page 13: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

13 _ _

predicación, la caridad y el amor al prójimo, que es a fin de cuentas lo quedebe unir a los humanos.

Será bueno recordar aquí, que los diversos manantiales que han apa-gado la sed de las humanidades se han nutrido del mismo torrente: el Amor.

Las religiones, en cambio, en vez de ser portadoras de Paz han en-frentado y dividido a los pueblos con harta frecuencia. Pertenecer a unadeterminada confesión religiosa no significa cumplir con las leyes divinas. Amenudo se siguen, por inercia, unas tradiciones y ritos impuestos desde elabsurdo y la ignorancia, que en modo alguno mejoran el comportamiento delos adeptos, y buen número de ellos, relegan en último lugar lo que debieraser prioritario: el amor al prójimo.

Por ello, creemos que debemos ser muy prudentes y explícitos a lahora de designar al Espiritismo como una religión, o la Religión cual dicenalgunos, so pena de correr el riesgo de caer en un peligroso protagonismoque podría ser mal interpretado. Quizá tampoco sería saludable para el Espi-ritismo que lo confundieran con una religión, dado el lógico descrédito a quese han hecho acreedoras tales instituciones.

El Espiritismo tiene identidad propia y no precisa de otros calificativosque los que ya ostenta. El Espiritismo es Ciencia, Filosofía y Moral. Es Cien-cia porque estudia y comprueba los llamados “fenómenos sobrenaturales”colocándolos en el lugar que les corresponde al darlos a conocer comohechos naturales. Es Filosofía porque indaga, racionalmente, sobre la exis-tencia de Dios, el origen de la vida, y la utilidad de la estancia de los seres enla Tierra. De esa Ciencia y Filosofía, inevitablemente, nace la Moral Espírita,que una vez analizada nos confirma de dónde procede porque su sello esinconfundible. Es la voz de los Espíritus de Verdad.

Estos Mensajeros de Paz se manifiestan en todo el Planeta. Siempreque hallan la buena disposición de un médium, independientemente del lu-gar en que habite, el color de su piel o las enseñanzas que la cultura de supaís le haya transmitido, vienen a decirnos que derribemos los muros depretendidos privilegios. Sin orgullo, quieren ellos, que escuchemos las vo-ces de todos los grandes Profetas, y apartemos cuánto la pequeñez humanales ha añadido. Las religiones, tras siglos de esplendor, todas acaban pordesaparecer, hundiéndose bajo el peso de sus propios errores, toda vez quesus adeptos, desilusionados, se apartan de sus filas, camino de la indiferen-cia los unos, y a la búsqueda de más poderosas razones para creer, losotros.

Jesús no fundó ninguna religión, más bien nos previno contra los fari-seos e intérpretes de la Ley de todas las épocas. El nos mostró el senderopara llegar al Padre, no imponiendo más requisito que la práctica del Bien.

Page 14: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

14 _ _

La parábola del buen samaritano es un claro ejemplo de sus enseñan-zas. Un sacerdote y un levita después, encuentran a un hombre herido en uncamino, y ambos dan un rodeo a fin de no atenderle. En cambio un samari-tano, tenido por extranjero y hereje, vendó sus heridas y le llevó a una posa-da para que cuidaran de él. El Maestro preguntó: “¿Quién de estos tres teparece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?”. Él dijo:“El que practicó la misericordia con él”. Díjole Jesús: “Vete y haz tú lo mis-mo”. (Lc. 10:36).

Page 15: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

15 _ _

LAS HUELLAS DE LOS MAESTROS

No hay duda de que hemos sido creados para alcanzar la dicha eter-na y es innegable que existe la senda que ha de conducirnos a ella. Diversosdestellos de luz han brotado en todos los tiempos para iluminar el lento ca-minar de las humanidades hacia su evolución espiritual.

Nunca nos han dejado solos en el transcurrir de los milenios. Así loatestiguan las siguientes sabias advertencias:

“Por las buenas acciones en si mismas, y no por la cantidad, es por loque seréis juzgados”, predicaba Krisna, sin duda porque los hombres quemoraban la tierra hace cinco mil años, habían olvidado la enseñanza védica:

“Las obras que tienen por principio el amor de su semejante, debenser ambicionadas por el justo, porque serán las que pesen más en la balanzaceleste”.

Hace 2500 años, Confucio sentenciaba:“No hagas a los demás lo que no deseas que los demás te hagan a ti”.“Adondequiera que vayas, ve de todo corazón”.“El camino de la verdad es ancho y fácil de hallar. El único inconve-

niente estriba en que los hombres no lo buscan”.“La mayor falta es tener faltas y no tratar de enmendarlas”.“No te creas tan grande que te parezcan los demás pequeños”.Y casi al mismo tiempo, Buda predicaba:“Inocencia, numerosas buenas acciones, compasión para el prójimo,

caridad, sinceridad, pureza”. Y añadía: “Bienaventurados los pacíficos, quearrojan fuera la mala voluntad, el orgullo y la jactancia, y en su lugar sitúan elamor, la comprensión y la piedad”.

Una máxima taoísta advierte: “La felicidad depende de la virtud comola desdicha procede del vicio”.

“El deseo del Bien es el Amor Supremo”, nos dijo Platón.Un fariseo preguntó a Jesús cual era el más grande mandamiento en

la ley. Y el Maestro le dijo: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, contoda tu alma y con toda tu mente. Este es el primer y gran mandamiento. Y elsegundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estosdos mandamientos depende toda la ley y los profetas”. (Mt 22, 37).

¿Qué más precisamos?. Decía un joven pensador hace cien años,que la humanidad, olvidadiza por costumbre, ingrata por hábito, rebelde porcondición, ignorante por pereza, necesita si posible fuera un redentor porcada siglo.

Page 16: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

16 _ _

¿Despertaríamos así de nuestro letargo y comprenderíamos con ma-yor rapidez que fuera del Amor jamás alcanzaremos la tan deseada Paz?.

Somos muy imprudentes al continuar rechazando lo que con tantagenerosidad se nos ha ofrecido. Hora es de vencer la inércia que nos domi-na y nos dispongamos a encontrar un camino de Luz, que ponga punto finala nuestra triste deambular.

Page 17: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

17 _ _

MITOS Y LEYENDAS

Alentamos a cuantas personas nos lean, a retroceder en la noche delos tiempos, a través de milenios, hasta donde podamos encontrar vestigiosde perdidas civilizaciones. Adentrándonos en ellas descubriremos la extraor-dinaria mágia de la Mitología. Sus raíces invencibles todavía hoy alimentancreencias y comportamientos. No cabe la menor duda que los pueblos sehan transmitido cultos entre sí, y creado nuevos dioses, a fin de llenar hue-cos vacíos, siempre que las circunstancias lo demandaran.

Incontables son los dioses que las humanidades han adorado, dán-doles las más diversas formas, grotescas algunas veces, y atribuyéndolestoda suerte de poderes.

Los creyentes para atraer hacia ellos el beneficio y la protección delos dioses, les ofrecían sacrificios y ofrendas. Porque en todo tiempo ha exis-tido la casta sacerdotal, estos personajes que han pretendido y conseguidoesclavizar a los pueblos, valiéndose de cuantos artilugios disponían. Hanatemorizado con amenazas de las iras del Averno, sobrecargando a los fie-les con obligaciones monetarias, largos ayunos y preceptos difíciles de cum-plir. Los sacerdotes, haciendo gala de su poder, han vestido atuendos espe-ciales adornados con distintivos de oro y pedrerías, usando anillos, mitras ytiaras... Han buscado el apoyo de reyes y ejércitos cuando la ocasión y lostiempos han sido propicios, para llamarse a si mismos descendientes direc-tos de los dioses, o sus más legítimos representantes, proclamándose enimprescindibles intermediarios entre los hombres y la divinidad.

La historia más antigua de los griegos nos conduce constantemente aAsia, de donde ellos tomaron la mayor parte de sus dioses. La cultura deGrecia procede de los lidios, de los hititas, de Fenicia, Creta, Babilonia yEgipto. Detrás de estos pueblos están los sumerios de quienes nos separancinco milenios.

Es digno de detenernos aquí, en las distintas concepciones que en-contramos de Dios, la creación del mundo y de los hombres.

El “Poema de la Creación” refiere que Marduk, dios babilónico, vencea Tiamat o el Caos, y así nace el mundo. Marduk con la ayuda de Ea, alfare-ro divino, formó al hombre de barro, en el que cayó una gota de sangre deldios rebelde Kingu.

Para los egipcios el origen de la Creación fue obra de la Voz. Asimis-mo también pretendían que en el comienzo del tiempo, no existía más que elcaos, representado por el agua primordial, oscura, fría y quieta, llamada Nun.Atum, el Sol, se creó a sí mismo; después hizo aparecer de su propia materiaa la primera pareja de dioses, Shu y Tefnut.

Page 18: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

18 _ _

Un mito chino reconoce a la diosa Nue-Kua como creadora de loshumanos: los moldeó con tierra amarilla.

Parece ser, según los griegos, que Zeus, jefe supremo del Universo,habitaba en el Olimpo junto a otros dioses y encargó al Titán Prometeo lamisión de crear al hombre. Así que éste bajó del cielo, tomó arcilla, la mezclócon agua, amasó este barro y lo moldeó a semejanza de los dioses. Sereconoce a Pandora, la primera mujer, como la causante de que haya malesen el mundo, por haber abierto el arca que los contenía.

Una leyenda india nos cuenta que Brahma dio la isla de Ceilán, unparaíso terrestre, a Adima y Heva, la primera pareja, que vivieron allí felicespor largo tiempo, hasta que el príncipe de los Bakchassas, el espíritu delmal, les inspiró deseos desconocidos...

Encontramos diversas versiones del origen de la muerte, en variospoemas, incluida la Biblia, que narran que los hombres vivían una edad deoro, en la que no conocían ni la muerte, ni el trabajo, ni el dolor físico nimoral. Los dioses quisieron concederles la inmortalidad pero los humanos laperdieron por ceder a una tentación que les aseguraba que podían convertir-se en dioses. Es la tan traída y llevada historia de la caída del hombre, elpecado original, sobre el cual se apoya la Iglesia para explicar la venidadel Cristo como Salvador de la humanidad y la necesidad del bautismopara borrar un primer pecado de desobediencia, tan grave como paraque un inocente encontrara cerrada la puerta del Cielo y tuviera que perma-necer en el limbo.

Parece ser que los dioses se enfadaron, (Jehová también) a causa dela maldad de los hombres y “abrieron” las nubes. Del aguacero que mandóZeus, sólo Prometeo y su esposa Pirra, por sus virtudes, se salvaron guare-ciéndose en una barca. Después repoblaron la tierra.

El diluvio sumerio es una forma primitiva del relato Bíblico. Se ha en-contrado en la epopeya del semidiós Gilgamesh, quien emprendió un largoviaje en busca del único hombre inmortal, Utnapishtim, el héroe del diluviouniversal, el Noé babilónico.

Los egipcios creían que después del cataclismo, se manifestaron enla tierra los esposos Isis y Osiris, cuya misión especial fue la de civilizar algenero humano.

He ahí una pequeña muestra de la ancestral herencia que hemos reci-bido.

Page 19: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

19 _ _

SEMIDIOSES

La definición de la palabra semidiós que encontramos en el dicciona-rio es, “hijo de un dios o diosa y de una persona humana”.

Un nutrido número de tales personajes pululan en los mitos y leyen-das de todos los pueblos. Resulta sumamente fácil encontrarlos.

Hércules, héroe griego era hijo del dios Zeus y de Alcmenna, esposadel rey Anfitrión de Tebas.

El oráculo de Delfos había profetizado al rey Acrisio que moriría a manosde un nieto. El rey sólo tenía una hija, Danae, virgen, y lleno de angustiaquiso escapar de su destino sepultando a la joven en una casa subterráneapara que ningún hombre pudiera verla. Pero una parte del techo de la casaestaba abierto, y un día mientras la bella Danae contemplaba tristemente elpasar de las nubes, Zeus pudo verla y transformándose en lluvia de oroentró en la casa. A Danae le nació así un hijo, Perseo.

Este es otro gran mito, el de las madres vírgenes. Citaremos los másimportantes por orden cronológico.

La leyenda del Génesis indio dice que Brahma había anunciado a Heva,la primera mujer, la venida de un salvador que nacería en la pequeña ciudadde Madura, y recibiría el nombre de Krisna (en sánscrito, sagrado). Su naci-miento tuvo lugar cerca de tres mil años antes de nuestra era.

Ese niño, Visnú, la segunda persona de la trinidad india, el hijo deDios encarnado en el seno de la virgen Devanaguy, fue formado por Diospara borrar la falta original y llevar a la humanidad al camino del bien.

Devanaguy permaneció virgen aunque madre, porque había concebi-do sin conocer hombre, envuelta por los rayos de Visnú, y dio a luz un niñodivino en una torre, donde la había hecho encerrar su tío Rausa, tirano deMadura, quien había visto en sueños que el niño que naciera de aquelladebía destronarle.

La noche del parto, al primer gemido de Krisna, un fuerte viento derri-bó las puertas de la prisión, mató los centinelas, y Devanaguy fue conducidacon su hijo recién nacido a la casa del pastor Mauda, donde le festejaron lospastores de la comarca, avisados por un enviado de Visnú.

Al conocer la libertad de Devanaguy y su huida maravillosa, el tiranoRausa, ciego de furor, y para que no se le escapase Krisna, ordenó la dego-llación, en todos sus estados, de los niños de sexo masculino, nacidos en lamisma noche que aquel que quería matar.

Las enseñanzas de Krisna se encuentran en el “Bhagavad Gita”, lla-mado también el “Canto del Señor” o el “Mensaje del Maestro”.

Page 20: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

20 _ _

Buda nació el año 622 antes de nuestra era en la India, cerca delNepal. Su madre Maya, esposa virgen del rajá Sudhonana, una noche tuvoun extraño sueño. La reina soñó que sobre una estrella de seis rayos veníaun elefante blanco con seis colmillos y que penetraba en su seno por elcostado derecho.

Este sueño fue interpretado por los viejos augures de grises cabellos,como la inminente venida del Buda. Los antiguos libros indican: “Bueno esel sueño. Cáncer está en conjunción con el Sol. La reina tendrá un hijo, unniño divino, dotado de maravillosa ciencia, útil a todos los seres, que liberta-rá de la ignorancia a los hombres y, si se digna, gobernará el mundo”.

La leyenda nos narra como los demonios enemigos de la Sabiduría yde la luz intentaron que Buda cayera en la tentación para alejarle de la ver-dad.

Tras 45 años de generosa predicación, Buda sintió que su viaje toca-ba a su fin. A su muerte, el Sol y la Luna se nublaron y pese a que erainvierno, los arbustos y árboles se llenaron de flores...

Existe disconformidad en el año que nació Zarathustra o Zoroastro.Hizo su aparición en Teherán, aproximadamente en el año 638 a. C., rodea-do de la clásica aureola de haber nacido de madre virgen, por ser la encar-nación del dios Visnú.

Zoroastro difundió un particular concepto sobre la divinidad, que se lepuede llamar monoteísmo puro, centrado alrededor de un ser supremo lla-mado Ahuramazda. Entre las cosas más importantes creadas por la supre-ma deidad, había dos fuerzas opuestas. Una, que representaba la Verdad,se denominaba Spenta Mainyu, el Espíritu Santo. La otra, Angra Mainyu, elEspíritu Destructivo, representaba la Mentira. El gran Ahuramazda juzgabaa los hombres después de la muerte, según su comportamiento: si estoshabían escogido el bien, recibirían una vida eterna llena de prosperidades;mientras que si habían elegido el mal, recibirían un tormento eterno.

Hay quien dice que las ideas judeo-cristianas, están en deuda conZoroastro, por la noción de un dios supremo que creó, no sólo el universo,sino también el cielo y el infierno y estableció un inapelable juicio final.

Ateniéndonos a las presentes recopilaciones, podemos deducir queCristo no fue ni el primero ni el único que “nació” de madre virgen y la divini-dad. Simplemente ha sido el último a quien los hombres han concedido eltítulo de “hijo de Dios”. Sus contemporáneos no lo tenían nada claro cuandole llamaban “hijo de David”. Era José, su padre, quien descendía de la casade David, título que no hubiera podido ostentar legalmente Jesús, si su as-cendiente directo era Dios.

Page 21: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

21 _ _

Todas las grandes figuras, con el tiempo, han sido distinguidas conlos más altos atributos, y ser engendrado directamente por Dios, es lo másque la pobre mentalidad humana, les ha podido ofrecer.

En el año 431 el Concilio de Efeso, reconoció la maternidad divina deMaría.

Jesucristo, sin embargo, nos dice repetidamente que él no es el únicohijo de Dios. Lo hace de forma natural y sencilla, sin misterios ni confusiones:“Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos...” (Lc. 11, 2).

Page 22: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

22 _ _

PLAGIOS

Los sumerios adoraban la tríada, An señor del Cielo; Enlil, el de latierra; y Enki, el del abismo o las aguas.

La trinidad persa constaba de Ahuramazda, Anahíta y Mitra.La trimurti india la componen Brahma (el “Gran Padre”, “Señor de las

criaturas”, “El que existe por sí mismo”). Visnú y Siva, son aspectos perso-nales de Dios, último principio y único Yo. Los hindúes aceptan deidadesmenores, a los grandes dioses Visnú y Siva.

Una tríada egipcia la componen Osiris, Isis y Orus, pero anterior-mente a ellos existía una primitiva tríada que dio origen a la Creación. Y otrabien conocida, Atum, Ra y Kropi.

La trinidad griega la componían Zeus, Hera y Atenea. Zeus era llama-do “Dios Puro” “Dios Padre”, autor de toda vida.

Los romanos estaban siempre dispuestos a recibir extraños dioses aquienes rendir culto, y demostraron esa afición al extremo de que, olvidandosus propios dioses, importaron la antes mencionada trinidad griega a la queadoraron bajo los nombres de Júpiter, Juno y Minerva, no relegando porello a las divinidades menores, del mismo modo que el mundo católico ve-nera los santos.

Con los míseros despojos de una religión, el hombre siempre preten-de levantar y alimentar nuevas ideas o formas de adoración al más alto delos poderes. En efecto, cuando el catolicismo se enseñoreó de Roma, sobrecimientos de viejas religiones y ruinas de antiguos templos edificó sus cate-drales, e incluso la propia doctrina, aún hoy, ostenta resabios del pasado.

El monacato católico tuvo su cuna en Egipto. A las sacerdotisas deVesta, se les exigía voto de virginidad, se les cortaban los cabellos y se lasvestía de blanco.

Las estatuas de los dioses hacían milagros. La estatua de Hércules,en Eritrea, había devuelto la vista a un ciego. Las imágenes se cubrían desudor, agitaban los brazos, movían los ojos...

Los sacerdotes no podían tener defecto físico alguno, prohibición queluego heredó la iglesia católica.

Encontramos en la mitología grecorromana, que la diosa Atenea erapatrona de la vida y artes ciudadanas; Ceres, presidía la agricultura y la fe-cundidad; Diana la caza y los alumbramientos; Apolo era el dios de las cura-ciones, la medicina y las profecías, etc. A cambio, los católicos veneran asan Cristóbal, patrón de los automovilistas; se reza a san Ramón Nonatopara un parto feliz; se suplica a santa Lucía la conservación de la vista, etc...

Page 23: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

23 _ _

Las fastuosas procesiones paseando imágenes de los dioses, con elfin de que les dispensaran favores, como la lluvia, la fertilidad, o en unapretendida muestra de devoción, siguen vigentes aún a finales de este milenio.

Los asiriobabilónicos practicaban la confesión. Pero la descomunalsorpresa se la llevaron los sacerdotes católicos tras el descubrimiento delNuevo Mundo.

Los aztecas en Méjico y los incas en el Perú, presentaban una sor-prendente analogía con el mundo Egipcio.

Los incas adoraban al “Gran Espíritu, inmaterial, creador del universo,que no debía ser ofendido con el intento de encerrarle entre los muros de untemplo”.

La divinidad el Sol, común a la mayoría de pueblos antiguos, ocupabaun lugar especial. Dedicaron templos al trueno y al rayo, que suponían ma-los ministros del Sol, y había que mantenerlos satisfechos.

Las vírgenes del Sol, las “elegidas” vivían desarrollando unas activida-des parecidas a las vestales romanas, en conventos, igual que las monjascatólicas.

Los incas creían en el fenómeno del diluvio universal, que compartíancon la casi totalidad de las naciones del globo. Admitían la supervivencia delalma y la relacionaban con una creencia en la resurrección del cuerpo. Estafe les llevó a conservar el cuerpo por un procedimiento simple; consistía enexponerlo a la acción de la atmósfera fría, seca en extremo y muy enrarecidade las montañas. Tras la muerte, los buenos gozarían de una existencia detranquilidad y ocio. Los malos debían expiar sus crímenes durante siglos deespantosos trabajos.

Los peruanos, en sus ritos, practicaban ceremonias tales como la dis-tribución del pan y del vino, la confesión y la penitencia.

Los historiadores dicen que en el pueblo azteca se encontraba unacontradictoria mezcla de inteligencia y tradiciones salvajes. Ellos reconocíanla existencia de un creador supremo, señor del universo, a quien en susoraciones llamaban “el Dios que da vida, omnipresente, conocedor de todoslos pensamientos y dispensador de todos los bienes; sin Él el hombre no esnada; Dios invisible, incorpóreo, único Dios de una perfecta perfección eigual pureza; bajo cuyas alas el hombre halla reposo y protección”.

Los aztecas se refugiaban, además, en una pluralidad de dioses en-cargados de dirigir los elementos y regir los destinos humanos. Digamosque el ser supremo, disponía de gran número de subalternos, que le ayuda-ban en sus quehaceres. Algo parecido a las huestes angélicas del cielo cató-lico.

Page 24: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

24 _ _

Los aztecas, marcados también por un pecado original, practicabanun ceremonial casi idéntico al del bautismo cristiano.

La casta sacerdotal ejercía una influencia sin límites. Sorprende en-contrar aquí también, la confesión y la absolución de pecados. El secretoconfesional era inviolable y las penitencias que se imponían al pecador, muysemejantes a las que prescribe el catolicismo romano.

En razón de las extrañas contradicciones de este pueblo, hijo de cul-turas dispares, practicaban horribles ritos de sacrificios humanos que la reli-gión disponía rigurosamente. Los sacerdotes-verdugos creían estar obran-do por indicación de un espíritu santo, tan firmemente como podían creer losinquisidores, que era necesario torturar y matar, para mantener limpia deherejías, la doctrina de la Iglesia.

Los sacerdotes españoles creyeron que el diablo había inventado laparodia sacrílega de los ritos del cristianismo, y de todos es bien conocida lahistoria de cómo la ignorancia clerical, destruyó las culturas del Nuevo Mun-do. Hubiera sido bueno conservar una máxima azteca que dice: “Vive en pazcon todos, sufre las injurias con humildad, porque Dios que lo ve todo tevengará”, o preguntarse cómo había llegado a ellos esta sentencia de rai-gambre evangélica: “Quien mira a una mujer con demasiada curiosidad,comete adulterio con sus ojos”.

Creemos innecesario recopilar más datos del abundantísimo materialexistente. Sabemos además que las personas que nos leen son del todocapaces de llevar a cabo las debidas conexiones entre los mitos, las leyen-das y las religiones del pasado, con lo que en este momento están ofrecien-do las múltiples sectas del cristianismo, incluido el catolicismo.

Page 25: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

25 _ _

EL CULTO A LOS MUERTOS

La esperanza en la protección de los espíritus o de los dioses, ha sidoen todas partes el origen del culto a los muertos.

A una confusa idea de supervivencia, que parece ser imposible sin elcuerpo, se debe tal vez la práctica de la momificación. La encontramos tam-bién, aunque no de forma tan desarrollada como la de los egipcios, en losincas, los maoríes y los jíbaros.

Puede decirse que, sintetizando, la religión egipcia descansó, princi-palmente, en el culto solar y el de Osiris, el dios de los muertos.

Durante el Imperio Antiguo, a partir del 2778 a. C., se construyeron laspirámides de Giseh, Keops, Kefrén... imponentes monumentos que atesti-guan sobradamente, junto al lenguaje jeroglífico, y el descubrimiento ade-más, de numerosas sepulturas más modestas, que los egipcios creían, deforma inalterable en el transcurso de los siglos, en la supervivencia del hom-bre tras la muerte y la salvación futura, por lo que eran indispensables lossacrificios, algo parecido a los funerales católicos, por su Ka o el doble etérico.

En la VI dinastía (2300) la religión de los muertos se democratizó ytodas las clases sociales rindieron culto a Osiris; este movimiento se consa-gró definitivamente bajo la XI dinastía (2050).

Los egipcios colocaban sobre la momia de sus seres queridos “ElLibro de los muertos”, a fin de que aquel pudiera responder a las preguntasdel dios Osiris, encargado de pesar (psicostasia) y juzgar a las almas.

La confesión negativa empezaba por esta salutación: “¡Oh tú Señordel Orden Universal y que te manifiestas en la Sala de la Verdad-Justicia!”.

“Yo jamás he faltado el respeto a los dioses, ni los he maldecido. Nohe cometido acciones perversas. Jamás he injuriado a nadie. No he maltra-tado a los míos. Yo no he matado a mis semejantes. No he robado. No hementido. Yo no he calumniado ni difamado. Jamás he cesado, en la soledad,de ser casto. Jamás he cometido adulterio”.

Se enumeraban también una lista de buenas acciones. “Yo he dadovestidos al desnudo, de comer al hambriento, agua al que tenía sed y alnáufrago una barca”.

Asombrosa es la similitud de esta confesión, con el decálogo que reci-bió Moisés en el Sinaí, siglos más tarde que se escribiera “El Libro de losMuertos”. Podemos llegar a dos conclusiones, la primera, que no en baldelos israelitas permanecieron cautivos en Egipto, por espacio de 400 años, yque Moisés se casó con la hija de Jetró, un sacerdote. La segunda y másimportante, que en ninguna edad, los moradores de la tierra hemos sido

Page 26: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

26 _ _

desheredados del patrimonio divino, recibiendo la ayuda y las enseñanzasprecisas conforme a nuestras necesidades y grados de comprensión. Nadiese puede jactar de poseer, en exclusiva, toda la verdad.

Antes de nuestra era, los romanos creían que el ser humano, separa-do de sus despojos mortales, dejaba la tierra para subir a las esferas celes-tes o descender a los infiernos.

Honraban a los Penates y los Lares, representados por figurillas detierra moldeada y cocida en el horno. Los Penates o dioses inferiores, eranlos espíritus de la casa, los que aseguraban la abundancia. Los Lares eranlos espíritus de los antepasados, por lo que cada casa, incluso la más pobre,tenía sus dioses domésticos, humildes y modestos, algunos invisibles, comolos genios y los Manes. Los Manes, “los seres puros”, eran los muertos puri-ficados por las ceremonias fúnebres y se convertían en protectores de quie-nes habían quedado en el mundo. Invisibles, pero siempre presentes, per-manecían junto a los que habían amado, inspirándoles prudentes pensa-mientos.

En este escenario hizo su aparición el Cristianismo, faro capaz de alum-brar a todas las humanidades porque su enseñanza se basa, única y exclu-sivamente, en el Amor que debemos a Dios y a todo ser de la Creación.

El Cristianismo, como toda idea nueva, tuvo que soportar críticas, bur-las y cruentas persecuciones. Pero de todos es sabido, y una vez más ha-bremos de hacer uso del conocido tópico, que la Iglesia, afianzando su po-der junto al emperador Constantino, de perseguida se convirtió en persegui-dora. Indefectiblemente se repetía la historia, por mencionar una, como cuan-do Moisés, el legislador hebreo, estableció la pena de muerte para hacercumplir el “no matarás”, “no harás imágenes...” etc. Por cierto, de manerainjusta y discriminatoria, mandaba lapidar a las mujeres adúlteras (a los hom-bres no), para controlar los excesos sexuales.

La Iglesia Católica no pudo arrebatar a los romanos, las figurillas delos Lares, ni derribar las estatuas de los dioses y las sustituyó primero con lacruz y después con imágenes a la advocación que les resultara más oportu-na. Con el tiempo quedaron olvidadas las procesiones al dios Baco, perosólo hubo que cambiar el nombre del homenajeado por otro y seguimostodavía con ellas.

Un estudio minucioso de los pilares que sostienen la Iglesia, nos de-muestra que su vanagloriada universalidad, la convierte en una instituciónfalta de humildad y tolerancia, engreída hasta el extremo de pretender salvara sus fieles mediante la confesión. Una salvación que depende, no ya de lagravedad de la falta cometida, si no de la posibilidad de acceder a esa abso-lución, que por ende siempre estará bajo el criterio, más o menos cerrado de

Page 27: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

27 _ _

un simple mortal, el sacerdote. Por lógica deducimos que si para el perdónde los pecados, es preciso que el pecador experimente un sincero arrepen-timiento, no vemos la necesidad de la confesión. Dios sabe de nuestras inte-rioridades, sin que las tengamos que confiar a uno de sus mal llamados“ministros”.

No se concibe como Jesús, profundo conocedor de la imperfecta na-turaleza humana, pudo autorizar a sus discípulos, por los siglos de los si-glos, a “atar y desatar en la tierra”, lo que con toda posibilidad no deberíaestar “atado o desatado en el cielo”.

Entendemos que la Justicia divina, no puede ser arbitraria, ni aplicadasegún el capricho de un ser humano. Por encima de estas pobres concep-ciones, prima para el bien común, el Amor de nuestro Padre y sus InfinitasLeyes. Esto es lo que encontramos tras la muerte del cuerpo. Ello merece uncapítulo aparte.

Page 28: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

28 _ _

RESURRECCIÓN

Si algo tenemos las personas de real, tangible y próximo, es nuestropropio cuerpo. Un corazón que late, unos ojos que ven, unas manos quelaboran, unos pies que nos sostienen... No siempre resulta fácil concebir lavida sin el cuerpo, sin embargo, existe una forma de vida más depurada, lavida espiritual.

Hemos visto como la mayoría de los pueblos han intuido y creído enuna vida trascendente, pero estas ideas han ido acompañadas de confusosconceptos que, por tanto, únicamente nos han legado un amasijo de incerti-dumbres.

Veamos lo que nos dijo Homero en “La Ilíada” con respecto a la muer-te de Patroclo. “Su alma abandonó sus miembros y descendió a la moradade Hades llorando, porque dejaba un cuerpo vigoroso y joven”.

En la muerte del semidiós Hércules, se distingue también la dualidad,cuerpo y alma.

“Las llamas envolvían al héroe, pero Zeus disipó los temores de losdioses”. “Hércules, vencedor de todo y de todos, vencerá también al fuego –les dijo -. Sólo lo que hay en él de humano, lo que heredó de su madreAlcmena, será consumido. Lo que recibió de mí permanecerá, en cambio,inmortal”.

“Los dioses aplaudieron. Pero ya todo aquello que el fuego podía des-truir estaba destruido, y sólo se distinguía la figura del héroe mostrando todasu semejanza al padre. Todos los que habían asistido al acto vieron comouna nube descendía del cielo; en el centro estaba Zeus, en su carro. Exten-dió la mano, tomó al héroe y se lo llevó consigo entre los astros”.

Se argumentará que eso no son más que pasajes mitológicos, peropuntos muy fiables sobre ello los encontramos en el Nuevo Testamento.

Juan, escribió: “El espíritu es el que da vida, la carne nada aprove-cha”. Y Santiago compara: “Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto,así también la fe sin obras es muerta”.

Y Lucas nos cuenta que en el monte del Calvario, tres hombres sehallaban en trance de muerte, Cristo y dos condenados más. Uno de ellossuplicó un recuerdo para él y Jesús empeñó su palabra asegurando: “Decierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”.

Para vivir, la sentencia está muy clara, no precisarían del cuerpo queagonizaba, pero los seguidores de Jesús no hubieran creído en la inmortali-dad, de no encontrar el sepulcro vacío y “verle” después de su muerte física.Los hechos debieron de ocurrir así; confundieron las apariciones, de ordentangible, con una falsa resurrección corporal.

Page 29: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

29 _ _

El Maestro, sin embargo, nos dejó claros indicios de tal suceso, paraque pudieran ser analizados en el tiempo oportuno.

Los cuatro evangelistas están de acuerdo en que, tras la crucifixión,los soldados que montaban guardia al pie del Calvario, “se repartieron lasvestiduras de Jesús y echaron suertes sobre su túnica”, para que se cum-pliera la Escritura, tal como anuncia el Salmo, 22, 18.

Mateo, Marcos y Lucas señalan que José de Arimatea envolvió conuna sábana el cuerpo del Maestro. Juan puntualiza y discrepa, relatandoque Nicodemo trajo “una mezcla de mirra y áloe de unas cien libras. Toma-ron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en vendas con los aromas”.

No se menciona un solo testigo ocular del instante que tuvo lugar laresurrección. La versión de Mateo difiere de las otras narrando esta especta-cular escena. Nos dice que fueron María Magdalena y la otra María a ver elsepulcro. “Hubo un gran terremoto porque un ángel del Señor descendiendodel cielo y llegando, removió la piedra y se sentó sobre ella, y de miedo losguardas temblaron y se quedaron como muertos”.

Lástima, los soldados hubieran sido unos asustados, pero estupen-dos testigos.

El ángel tranquilizó a las mujeres diciéndoles que Jesús no estabaallí, porque había resucitado y las invitó a ver el lugar donde lo habían depo-sitado. Notemos que este es el único evangelista que asegura que el ángelremovió la piedra en presencia de las mujeres... ¡pero Jesús ya no estabaallí!.

Los otros autores cuentan que las mujeres encontraron, al primer díade la semana, la piedra que cerraba el sepulcro de Jesús, removida o quita-da. Este hecho manifiesta que la entrada del sepulcro estaba abierta porquealguien había sacado el cuerpo, probablemente de noche.

Huelga decir que el elevadísimo espíritu de Jesús no debió permane-cer, ni por un momento, junto a su envoltura terrena después de producirseel óbito. Pero aún aceptando tan improbable circunstancia, su espíritu notenía necesidad alguna de remover la piedra para salir, de la misma maneraque estando las puertas cerradas, entraba en la casa donde se hallabanreunidos sus discípulos.

Según Lucas, las mujeres “vieron dos hombres resplandecientes”, yno uno. Pedro corrió al sepulcro pero sólo vio las “vendas”.

Juan, más explícito, detalla refiriéndose a Simón Pedro: “entra en elsepulcro y ve las vendas en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, nojunto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte”.

De haberse producido realmente la resurrección corporal, ¿tenemos

Page 30: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

30 _ _

derecho a preguntarnos, con qué se cubrió el Maestro, al “salir” de la tumba,si dejó allí el sudario, y sus vestiduras se las habían repartido los soldados?.

Después de la muerte física de Jesús, la palabra más empleada, ytambién la más correcta, es de que apareció. Los propios evangelios hacenresaltar así, los pasajes más relevantes.

Marcos refiere que “Jesús resucitó en la madrugada, el primer día de lasemana, y se apareció primero a María Magdalena... Después de esto, seapareció, bajo otra figura, a dos de ellos cuando iban de camino a unaaldea... Por último, estando a la mesa los once discípulos, se les apareció...”.

Lucas relata, en el capítulo 24: “Entonces se les abrieron los ojos y lereconocieron, pero él desapareció de su lado”. “Estaban hablando de estascosas, cuando él se presentó en medio de ellos...”.

Y dice Juan: “Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerra-das...”.

En todos estos relatos nos dicen que el espíritu de Jesús era el queaparecía y desaparecía, estando las puertas cerradas. No se menciona, enningún caso, que llamara para que le abrieran. Prueba convincente de queno disponía de un cuerpo sólido, y que podía manejar su envoltura espiri-tual, como le conviniera, adoptando “otra figura”, al extremo que en el cami-no de Emaús, dos discípulos suyos, no le reconocieron.

Estos fenómenos están largamente estudiados y comprobados por elEspiritismo y la moderna Parapsicología.

Científicamente, la resurrección no es posible. Un cuerpo muerto, den-tro del proceso de descomposición, no puede volver a la vida, es algo con-trario a las leyes naturales. Los evangelios destacan tres casos de resurrec-ción, que ya otros autores, los han hallado dignos de comentario.

Jairo, un jefe de la sinagoga, suplicó a Jesús que salvara a su hija“que estaba a punto de morir”. “El Maestro entra en la casa y les dice: ¿Porqué alborotáis y lloráis?. La niña no ha muerto; está dormida”. (Mc, 5, 39).Es el propio certificado de Jesús.

Los judíos enterraban a los muertos, en el momento de morir, sin ve-larlos. La muerte de Ananías y su mujer Safira, es suficientemente descripti-va sobre esa costumbre. Podemos consultarlo en “Hechos de los apóstoles, 5”,veremos que en el espacio de tres horas, falleció el matrimonio y lo enterra-ron.

Copiamos de una enciclopedia médica, lo que sigue: “La catalepsiahistérica, especialmente la que se produce después de un shock nervioso,puede durar algunos días... Se verifican algunos casos que son similares alestado de rigidez cadavérica, determinando erróneamente el diagnóstico de

Page 31: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

31 _ _

muerte”. Recomienda realizar las pruebas de un electrocardiograma o unencefalograma para saber si el individuo está vivo.

Por descontado que los contemporáneos de Jesús carecían de cono-cimientos y medios para determinar si se trataba de una muerte o bien erauna apariencia de la misma. Lo más probable es que se hallara en trancecataléptico, el hijo de la viuda de Naín. “Joven a ti te digo, levántate”. (Lc 7,14).

Juan es el único que relata la resurrección de Lázaro. Conviene leer,detenidamente, el capítulo 11 dado las contradicciones que se hallan en él.

Las hermanas de Lázaro enviaron aviso a Jesús de que aquel estabaenfermo. Al oírlo Jesús, dijo: “Esta enfermedad no es de muerte, es para lagloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella”. Dos díasmás tarde dijo a sus discípulos: “Nuestro amigo Lázaro duerme; pero voy adespertarle. Estas palabras se prestan a confusión y “entonces Jesús lesdijo abiertamente, Lázaro ha muerto, y me alegro por vosotros de no haberestado allí, para que creáis”.

Más adelante Jesús le dice a Marta: “Yo soy la resurrección y la vida. Elque cree en mí, aunque esté muerto, vivirá; y todo aquel que vive y cree enmí, no morirá eternamente”.

Es evidente que Jesús hablaba del ser espiritual. Recordemos quecuando un discípulo, antes de seguirle le pidió permiso para enterrar a supadre, repuso el Maestro: “Sígueme, deja que los muertos entierren a susmuertos”. (Mt, 8, 22). Llamó muertos a seres vivos, porque aún no estabaninteresados por las verdades eternas.

Siguiendo el relato de Juan, leemos: “Y lloró Jesús”. No comprende-mos esas lágrimas. Los judíos entendieron que era por el amor que sentíapor su amigo. Pero nosotros nos preguntamos ¿a qué esa emoción si élsabía que Lázaro estaba vivo física y espiritualmente?.

“Dice Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muer-to, le dice: Señor, hiede ya, que es de cuatro días”. ¿Cómo sabía Marta, quesu hermano despedía mal olor?. Debemos pensar que lo aseveró por simplededucción.

“Jesús, clamó a gran voz: Lázaro, ven fuera”.La salida de Lázaro del sepulcro, debió producirse por un fenómeno

de “transporte” puesto que tenía “atadas las manos y los pies con vendas,y su rostro estaba envuelto en un sudario. Jesús ordenó: Desatadle y dejadleir”.

En ningún momento se cita, en los evangelios, que Jesús recubrierade carne un esqueleto y echara a andar. Esto y más es lo que espera la

Page 32: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

32 _ _

cristiandad. A este hecho si que lo podríamos llamar “milagro”, porque, in-sistimos, sería totalmente contrario a las leyes naturales.

Punto y aparte son las extraordinarias fuerzas curativas que poseía elMaestro, capaces de renovar tejidos enfermos, córneas lesionadas, o devol-ver movilidad a miembros paralizados. El siguiente pasaje corrobora lo queafirmamos.

Una hemorroísa se acercó, en medio del gentío, y tocó la orla delmanto del Maestro, con ánimo de curar de su enfermedad, cosa que secumplió. Jesús, dijo: “¿Quién me ha tocado?”. Como todos negasen, dijoPedro: “Maestro, las gentes te aprietan y te oprimen”. Pero Jesús dijo: “Alguienme ha tocado, porque he sentido que una fuerza ha salido de mí”. (Lc. 8, 43).

Page 33: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

33 _ _

EL CUERPO ESPIRITUAL

El periespíritu, dice la doctrina Espírita, es la envoltura fluídica del espí-ritu de la cual no se separa ni antes ni después de la muerte. Es el vehículoindispensable en el proceso reencarnatorio, ya que en él están impresastodas las acciones vividas por el espíritu. Archivo fidedigno, moldea, desdeel instante mismo de la concepción, el nuevo cuerpo, vertiendo en él todocuanto ha de ser útil para el progreso del espíritu. Las enfermedades congé-nitas, por ejemplo, no son un “accidente biológico”, sino la consecuencia deuna causa. El periespíritu, por tanto, sirve de lazo de unión entre el cuerpo yel espíritu.

Por sus características, propiedades y funciones, establecemos queel periespíritu es fluídico, de materia sutil, invisible e inapreciable a nuestrossentidos corporales, aunque en determinadas ocasiones puede tornarse vi-sible y tangible. A través de milenios, se ha conocido al periespíritu por dis-tintos nombres, es el “Ka” de los egipcios, “carro sutil del alma” segúnPitágoras, el “cuerpo espiritual” de Pablo de Tarso, el “cuerpo astral o dobleetérico” de muchas escuelas esotéricas, o el “cuerpo bioplásmico” de inves-tigadores modernos.

Abundantes son las fuentes de información al respecto, y toda perso-na ávida de un razonado estudio, puede acceder a las mismas sin dificultad.La existencia del cuerpo espiritual, es lo que nos confirma que la inmortali-dad es una realidad. Esa “materia sutil y en ocasiones visible y tangible” nosrevela la debatida incógnita de la supervivencia.

La literatura está llena de historias de aparecidos, algunas productode la imaginación de sus autores, pero quizá el mayor número, son el reflejode hechos reales. El contacto con el mundo espiritual a través de la videncia,es un hecho que ocurre con relativa frecuencia, pero una gran mayoría depersonas que podrían constatarlo, lo callan por temor a que las etiqueten devisionarias o enfermas mentales. Parece como si las apariciones sólo hayanpodido tener lugar en unas determinadas circunstancias. Y lo que en ocasio-nes se tacha de imaginación calenturienta, en otras se convierte en dogmade fe. Nos cuentan que los “ángeles” bíblicos se aparecían para anunciarnacimientos, los de Juan y Jesús, por ejemplo. Estos seres “celestiales”, nose menciona que hubieran tenido jamás un cuerpo físico, mortal, resucita-do posteriormente, y en cambio las personas de la tierra los podían ver.

La existencia de unos seres puros desde su creación, sería la nega-ción de la Equidad divina, ya que “privilegio” es igual a injusticia. Sin embar-go, estos seres “alados”, tuvieron un principio como el nuestro, y a través dela ley de evolución, hoy disfrutan de un cierto grado de perfección y en oca-siones hacen las veces de mensajeros, previniendo sobre un determinadoacontecimiento. Pueden hacerse visibles con la forma que estimen más

Page 34: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

34 _ _

oportuna. Pero no poseen, ni mucho menos, la exclusiva de este fenómeno.Conscientemente, todos los espíritus pueden modificar su envoltura espiri-tual o periespíritu, para darse a conocer a sus familiares, amigos o enemigosy aún a desconocidos. Ello depende de las intenciones o necesidades delespíritu manifestante. A veces es el ferviente deseo de reafirmar su inmorta-lidad a un ser querido, la idea de asustar a alguien por motivos de venganza,o por la necesidad de una ayuda a su difícil estado en el mundo espiritual.Puntualicemos que siempre les resulta más fácil hacerse visibles frente auna persona que posea unas facultades de videncia bien desarrolladas.

El periespíritu es en suma, el microscópio que nos revela la realidaddel mundo espiritual. Es esa materia etérica, que en ocasiones, los sereshumanos podemos captar con extraordinaria nitidez. Hay videntes que handescrito, con toda suerte de detalles, las facciones de un espíritu, el color desus ojos y cabellos, y su peculiar modo de vestir.

Pero lo auténticamente importante de estas manifestaciones, es lacerteza que podemos deducir, a través de ellas, de nuestra inmortalidad. Laley de supervivencia es para todos los seres, en ella no caben excepciones,por cuanto todos procedemos de un mismo Padre.

“Amados, no os fiéis de cualquier espíritu, sino examinad si los espíri-tus vienen de Dios”. (1 Jn, 4).

Esta cita afirma, sin lugar a dudas, la existencia de los espíritus, loscuales pueden manifestarse, pero debemos examinar cuánto nos dicen,para conocer de dónde proceden. Ellos vienen de distintas esferas evoluti-vas. Son, simplemente, las almas de las personas que han habitado la tierray, como ellas, carecen de una total sabiduría, porque al estar en vías deprogreso, aún no han accedido a todos los conocimientos y se hallan limita-das por sus propios criterios, que a su vez están alimentados por la naturalignorancia y defectos que todavía no han sido desterrados.

Con ayuda de la Razón, no es difícil saber quienes han sido y son losauténticos mensajeros de la Luz.

Son los que nos exhortan a buscar la paz interior, a no usar la violen-cia ni para con nosotros mismos. Facilitamos que la violencia nos arrebate ynos hiera, cuando dejamos la puerta abierta y consentimos que nos gobier-nen sentimientos negativos como la intolerancia, la envidia o el odio.

El mensaje de los seres superiores, es nítido, pacificador... Nos dicenamad el Bien, porque el Bien es el bálsamo de las almas. Sed humildes ycreceréis sin que la maleza del orgullo os ahogue. Sin orgullo podréis reco-lectar los frutos que distintos profetas os ofrecen. Saboreadlos y sabréis quetodos os pueden nutrir, basta que con mansedumbre y estudio sepáis lim-piarlos de la inútil hojarasca, con que las humanidades niñas, los han encu-bierto.

Page 35: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

35 _ _

EVOLUCIÓN

“Sed, pues vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en loscielos es perfecto”. (Mt. 5, 48).

Alta cima es esa para alcanzarla. No es posible ser perfecto a medias,un poco o casi, porque esa parcela, de mayor o menor dimensión, vacía deperfección, estaría repleta de defectos o carencia de virtudes. Quienes escu-chaban las aseveraciones de Cristo, se asustaban preguntándose quienpodría “salvarse”. La respuesta fue esa: “Lo que es imposible para los hom-bres, es posible para Dios”.(Lc. 18, 27), y les recordó: “¿No está escrito envuestra ley: Yo dije, dioses sois?”. (Jn. 10, 34).

No se puede esperar que un niño tenga la fuerza y la sabiduría de supadre. Ello requiere el normal proceso de crecimiento y maduración. Parallegar a ser un adulto con capacidad de tomar decisiones justas, es precisovivir un cúmulo de circunstancias que nos obliguen a tener conciencia de lospropios errores y estar dispuestos a enmendarlos. Es bien evidente que loshumanos somos seres en desarrollo espiritual.

Jesús sabía que toda obra necesita un determinado tiempo de esfuer-zo y dedicación y de ningún modo nos podía pedir “sed perfectos”, sin co-nocer que existían los medios para conseguirlo. La sentencia, “Yo dije, dio-ses sois”, es el equivalente de declarar que poseemos el germen, en poten-cia, para poder adquirir un considerable grado de progreso moral.

El mundo cristiano denomina a Cristo como el “salvador” de la huma-nidad, apoyándose en la frase: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadieva al Padre sino por mí”. (Jn. 14, 6). Esta afirmación tiene que ser real, de locontrario no pasaría de ser unas palabras jactanciosas y falsas, algo incon-cebible viniendo del más grande de los Humildes que han pisado la Tierra.Ello sin embargo, nos obliga a preguntarnos, ¿a cuántas almas ha salvadoJesucristo?. A un reducidísimo número, porque millares de seres no hanconocido su mensaje, y lo que es peor, la mayoría han sido incapaces decomprenderlo. Podríamos, incluso, protestar por el hecho de que el Envia-do, vino a señalarnos una andadura mucho más difícil para entrar en el “rei-no de los cielos”. Antes de su venida, era lícito aquello de “ojo por ojo ydiente por diente”. El pueblo israelita no fue capaz de asociar estas palabrascon la ley de acción y reacción, y las sagradas escrituras consentían la ven-ganza. “Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo”. En cambio, tajante yamoroso, el Maestro ordena: “No resistáis al mal, antes a cualquiera que tehiriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra”. (Mt. 5, 39).

Es evidente que hay una enorme distancia entre contestar al ultrajecon una venganza o perdonar, generosamente, toda ofensa. Indudablemen-

Page 36: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

36 _ _

te lo primero es mucho más fácil para nuestros imperfectos sentimientos. Elmensaje evangélico marca nuevas pautas, habla de la necesidad de modifi-car comportamientos. Urge una transformación, ese proceso se llama Evo-lución. La Evolución se lleva a cabo a través de una ley natural: la Reencar-nación.

Desechando, por inconsistente, la creencia de que vivimos una solaexistencia, podremos conciliar las enseñanzas de Cristo con la innegablerealidad humana, con sus considerables y bien definidas diversidades deinteligencia, salud, contorno familiar y social y duración de la vida corporal.No será menester ya, hacernos las clásicas preguntas que toda religión quepredique una sola “vida”, no puede responder.

Existe en la Biblia abundante documentación que constata la ley deReencarnación o Causa y Efecto. La primera y más importante, es que Jesúsenseña que Dios es Padre. Un padre da las oportunidades que hagan faltapara que sus hijos vuelvan al hogar paterno. Recordemos la hermosa pará-bola del hijo pródigo.

También encontramos un claro indicio de amor paternal en los siguien-tes versículos: “Salvaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras dedelante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; bus-cad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a laviuda. Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecadosfueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos...”. (Isaías, 1,16).

Advertencia y promesa que corroboran la necesidad de pasar una yotra vez por el tamiz de la vida corporal. Las existencias son solidarias lasunas de las otras, dispondremos de cien ocasiones para caer, pero nos ten-derán mil veces la mano, para levantarnos. “Por lo que el hombre cae, por lomismo se levanta”, dice Kulinarva Tantra.

El concepto de Causa y Efecto fluctúa en el mensaje evangélico. Pun-tualiza: “De cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, es siervo depecado”. (Jn. 8, 34). Debemos, por tanto, liberarnos de esta esclavitud, y laúnica forma existente es venciendo nuestras debilidades.

“Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, aespada perecerán”. (Mt. 26, 52). “Porque con la misma medida que medís,os volverán a medir”. (Lc. 6, 38). Notemos que dice “con la misma medida”;no con otra mayor, lo cual no guardaría proporción con respecto a la faltacometida. Es el eco fidedigno de : “Y tuya, oh Señor es la misericordia, por-que tu pagas a cada uno conforme a su obra”. (Sal. 62, 12).

Una aplastante negación a la sinrazón de la condenación eterna, por-que misericordia infinita, es Amor sin límite.

Page 37: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

37 _ _

“A su alma hace bien el hombre misericordioso, más el cruel se ator-menta a sí mismo” (Pr. 11, 17).

La siembra de la buena o mala semilla es libre, voluntaria; la cosechadel buen fruto, grata, la de los espinos además de dolorosa, obligatoria.

“He aquí has sido sanado; no peques más, porque no te venga algunacosa peor”. (Jn. 5, 14). Jesús aquí estableció una relación entre la parálisisdel hombre y una causa anterior.

Examinemos, ahora, desde un principio, las claras afirmaciones dereencarnación que se hallan de Juan el Bautista. Antes de su nacimiento, unángel anunció a su padre: “E irá delante del Señor con el espíritu y el poderde Elías”. (Lc. 1, 17). Algunos contemporáneos de Jesús debían conocer laley de Reencarnación, y es obvio que el propio Maestro les hablara de ella.Tres años de predicación es mucho tiempo para impartir enseñanzas y éstashan quedado reducidas a unas breves y repetitivas páginas, que constituyenlos Evangelios.

En cierta ocasión Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Quién dicen loshombres que soy yo?" Ellos le dijeron: "Unos, que Juan el Bautista; otros, queElías; otros, que uno de los profetas". (Mc 8, 28).

Si la creencia de que podíamos volver a la carne hubiera sido un error,éste era el momento de desvanecerlo, por el contrario el Enviado mantuvoesta realidad, al decir:

“Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. Y si queréisrecibirlo, él es aquel Elías que había de venir. El que tiene oídos para oír,oiga” (Mt. 11, 13). Y de nuevo lo ratificó: “Más os digo que Elías ya vino y nole conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también elHijo del Hombre padecerá de ellos. Entonces los discípulos comprendieronque les había hablado de Juan el Bautista” (Mt. 17, 22).

Tan reiterada afirmación es más que concluyente para no dudar queun mismo Espíritu había animado los cuerpos de Elías y Juan.

El diálogo de Jesús y Nicodemo es, también, muy significativo: “Decierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios”.(Jn. 3,3).

Las confesiones cristianas aseguran que el rito bautismal es “nacer denuevo”. El bautismo puede significar un importante cambio para una perso-na adulta, que decida por sí misma abrazar una determinada confesión yorientar su vida según las enseñanzas de ésta. La experiencia nos demues-tra, que ese sacramento no opera de igual modo en los neófitos, toda vezque en demasiadas ocasiones no les convierte, precisamente, en personasde bien, algo que la sociedad, de continuo, tiene que lamentar. Si la prácticadel bautismo fuera un requisito indispensable para poder entrar en “el reino

Page 38: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

38 _ _

de los cielos”, se convertiría en una medida injusta por discriminatoria, yaque no pueden tener acceso a ella todos los habitantes de nuestro globo.Cabe preguntar además, si los millones de personas que vivieron antes de lavenida de Cristo, han disfrutado de unos atenuantes frente a un compromisoque, por no estar en vigencia, no pudieron cumplir.

Hacemos nuestra esta frase de Allan Kardec: “Sólo es inquebrantableaquella fe que pueda mirar frente a frente a la razón en todas las edades de laHumanidad”.

Nacer otra vez es reencarnar. La Reencarnación resuelve toda incóg-nita frente al sufrimiento humano. La Humanidad es autora de su llanto y hade saber que con su esfuerzo individual y colectivo, puede trocar en respeto,tolerancia y buena convivencia, los lamentables desórdenes que gobiernantantos pueblos. Reencarnar es la ley justa y equitativa que nos permite, pormérito propio, adquirir el necesario equilibrio para entrar en sintonía con laarmonía reinante en la Creación. Aprendemos de los errores y de la mano deesta sabia maestra, la experiencia, existencia tras existencia, vamos desarro-llando y puliendo sentimientos, y ampliando conocimientos hasta conseguirdominar todas las asignaturas pendientes que, por indolencia, quedaronsuspendidas en el camino de nuestra trayectoria evolutiva. Todos, absoluta-mente todos, partimos de cero, pero nos aguarda el infinito.

El Maestro insiste: “De cierto os digo: el que oye mi palabra, y cree alque me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasadode muerte a vida”. (Jn. 5, 24).

Y para que no nos cupiera duda alguna respecto a la escala evolutivade los seres, atestigua: “Porque os digo que entre los nacidos de mujer, nohay mayor profeta que Juan el Bautista; sin embargo el más pequeño en elreino de los cielos es mayor que él”. (Lc. 7, 28).

“Y conoceréis la verdad, y la verdad os libertará”. (Jn. 8, 32). Tenemos,empero, una labor, un compromiso para llevar a cabo. “Porque nada hayencubierto, que no haya de ser manifestado, ni oculto, que no haya de saber-se. Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído,proclamadlo desde las azoteas” (Mt. 10, 26).

Grave responsabilidad significa poseer un tesoro y esconderlo. Esnegar el pan al hambriento o dejar a oscuras a quien tiene necesidad de verla luz. ¿Qué es lo que tenemos que proclamar desde las azoteas?. Ideasclaras y concisas, resistentes a todo análisis, porque pésimo trabajo hare-mos, si ciegos de toda lógica, nos empeñamos en ser guías de ciegos. Ine-vitablemente caeremos, unos y otros, en el hoyo de la confusión y el desor-den.

El Maestro clamó: “¡Ay de vosotros, interpretes de la ley! porque ha-

Page 39: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

39 _ _

béis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis y a los queentraban se lo impedisteis” (Lc. 11, 52).

Ofrezcamos cuantos medios de que disponemos, a quienes sientanverdaderos deseos de indagar, qué sucede después de la muerte física, dedónde y porqué venimos y hacia dónde vamos.

Esperemos pacientemente, la rúbrica de nuestra gran aliada: la Cien-cia. Ella un día demostrará, con todo rigor analítico y de comprobación, loque ahora señalamos. Será quizá con otro lenguaje, pero sin amagos, sinincertidumbres, medido y pesado. Rescatará de entre la ignorancia, de fal-sos criterios nacidos de la limitada dimensión humana y del letargo que pesasobre las religiones; recuperará, decimos, poniéndola de manifiesto, la ver-dad indiscutible de la Ley de Reencarnación, Ley que demuestra la JusticiaInfinita del Creador.

Igualada, 19 de julio de 1998.

Page 40: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

40 _ _

REFLEXIONES PARA ORIENTAR A LOS ESPÍRITUS

Rogamos al Padre y al Maestro Jesús que nos envíen Guías de Luzy Amor para protegernos y servirnos de barrera a fin de que ningunapreocupación terrena pueda impedir que nuestro pensamiento lleve acabo el trabajo de Amor espiritual hacia los espíritus desencarnadosnecesitados de orientación para que puedan reconocer su verdaderoestado.

Hermanos y hermanas que a nuestro lado estáis, escuchad nuestrallamada y meditad estas palabras que a vosotros van dirigidas. Hermanostodos, ya no vivís en la tierra, vuestro cuerpo sin vida quedó en ella, perocontinuáis viviendo porque la auténtica vida pertenece al espíritu que esla parte inmortal, de la persona. Tocaos, palpaos y os daréis cuenta de quesois fluídicos, vuestros sufrimientos físicos terminaron con la vida delcuerpo, pero han continuado impresos en vuestro periespíritu por la leyde Causa y Efecto. Queremos decir con ello que existe la Ley deReencarnación por la cual vivimos en la tierra tantas existencias como nossean precisas para conseguir el progreso necesario que nos proporcionarála dicha Entera.

Atended la voz de vuestros Guías, están frente a vosotros, os llamanpara conduciros a regiones de Paz donde vosotros podréis adquirir lasenergías necesarias para continuar vuestro proceso evolutivo en pos de laobtención del conocimiento del Amor y Sabiduría Cósmica. Nada temáisporque el Amor y la Justicia de nuestro Creador son infinitos y ningúncastigo eterno os espera por vuestros equívocos. No recogeréis más de loque habéis sembrado. Dejad libre vuestra mente de ideas y prejuicios. Idhacia la luz y que ella os acompañe para siempre.

Pedimos al Padre que su Amor infunda a todos los hombres deeste planeta bondad y certeza en sus acciones, para que se convierta enuna morada de Paz y Armonía. También lo pedimos al hermano Jesús, a

los espíritus Elevados y a nuestros Guías para que el peregrinar por estemundo nos sea mas llevadero y nuestro trabajo de el fruto apetecido.

Page 41: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

41 _ _

REFLEXIONS PER ORIENTAR ALS ESPERITS

Preguem al Pare i al Mestre Jesús que ens enviïn Guies de Llum iAmor per protegir-nos i servir-nos de barrera a fi que cap preocupacióterrenal pugui impedir que el nostre pensament dugui a terme el treballd’Amor espiritual cap als esperits desencarnats necessitats d’orientació,perquè puguin reconèixer el seu vertader estat.

Germans i germanes que en el nostre costat sou, escolteu la nostracrida i mediteu aquestes paraules que a vosaltres van dirigides. Germanstots, ja no viviu a la terra, el vostre cos sense vida va quedar a ella, peròcontinueu vivint, perquè l’autèntica vida pertany a l’esperit que és la partimmortal de la persona.

Toqueu-vos, palpeu-vos i us adonareu que sou fluídics, els vostressofriments físics van acabar amb la vida del cos, però han continuatimpresos en el vostre periesperit per la llei de Causa i Efecte. Volem diramb això que existeix la Llei de Reencarnació per la qual vivim a la Terratantes existències com ens siguin precises per aconseguir el progrésnecessari que ens proporcionarà la felicitat eterna.

Ateneu la veu dels vostres Guies, estan davant vostre, us cridenper conduir-vos a regions de Pau on vosaltres podreu adquirir les energiesnecessàries per continuar el vostre procés evolutiu, darrere l’obtenciódel coneixement de l’Amor i Saviesa Còsmica. Gens no temeu, perquèl’Amor i la Justícia del nostre Creador són infinits i cap càstig etern usespera pels vostres equívocs. No en recollireu més del que heu sembrat.Deixeu lliure la vostra ment d’idees i prejudicis. Aneu cap a la llum i queella us acompanyi per sempre.

Demanem al Pare que el seu Amor infongui a tots els homesd’aquest planeta bondat i certesa a les seves accions, perquè es converteixien una casa de Pau i Harmonia. També ho demanem al germà Jesús, alsesperits Elevats i als nostres Guies, per que el peregrinar per aquest mónens sigui mes suportable i el nostre treball doni el fruit desitjat.

Page 42: SINTITUL-1amoripau.espiritas.net/files/reencarnacion2.pdf · 3 _ _ Aclaración Estimo que quienes escribimos hemos de responsabilizarnos total-mente, de nuestra obra, por modesta

42 _ _

Ejemplar de distribución gratuita

Centre de Divulgació EspíritaAMOR I PAU

C/ Mariano Cuiner, 5 - 08700 IGUALADA