Síntesis analítica ¿cómo Leer el cuerpo? V-2

12
Sarabia AdolfoNoé Sarabia Placios Profesora: Dra. Gloria Prado Galán Seminario de Investigación I El cuerpo configurado por la letra, narrado, imaginado. Cuerpo, erotismo y género. Agosto 2015 Síntesis analítica: “Los Archivos del Cuerpo” Coordinador Rodrigo Parrini Roses El subtítulo de la antología manifestado como: ¿Cómo estudiar el cuerpo? presenta de forma contundente uno de los fenómenos más complejos e imposibles –desde mi personal perspectiva- del estudio de lo humano. Resultado de un seminario de la UNAM del 2008 evocado a estudios de género y cuyo resultado es el replanteamiento de preguntas, haciendo incapié en la imposiblidad unidimensional de abordar el tema. El espacio a abordar es el contenido de la introducción y el primer ensayo al parecer. Pero la introducción plantea de forma categórica diferentes posibles ángulos y desde distintas ópticas teóricas. Ser parte de los debates sobre el cuerpo entrelazado a los discursos públicos y políticos contemporáneos. Si bien la manifestación de la necesidad de estos estudios radica en las revoluciones culturales de los años sesenta, en gran medida porpiciados por la carnicería de cuerpos en las supuestas guerras de baja intensidad de la guerra fría, vietnam, corea, etc. Y de los cuales surgen movimientos discidentes que dan cuenta del fracaso moderno. 1

description

Análisis del texto original

Transcript of Síntesis analítica ¿cómo Leer el cuerpo? V-2

Sarabia

AdolfoNoé Sarabia Placios

Profesora: Dra. Gloria Prado Galán

Seminario de Investigación I El cuerpo configurado por la letra, narrado, imaginado. Cuerpo,

erotismo y género.

Agosto 2015

Síntesis analítica: “Los Archivos del Cuerpo” Coordinador Rodrigo Parrini Roses

El subtítulo de la antología manifestado como: ¿Cómo estudiar el cuerpo? presenta de forma contundente uno de los fenómenos más complejos e imposibles –desde mi personal perspectiva- del estudio de lo humano.

Resultado de un seminario de la UNAM del 2008 evocado a estudios de género y cuyo resultado es el replanteamiento de preguntas, haciendo incapié en la imposiblidad unidimensional de abordar el tema. El espacio a abordar es el contenido de la introducción y el primer ensayo al parecer. Pero la introducción plantea de forma categórica diferentes posibles ángulos y desde distintas ópticas teóricas.

Ser parte de los debates sobre el cuerpo entrelazado a los discursos públicos y políticos contemporáneos.

Si bien la manifestación de la necesidad de estos estudios radica en las revoluciones culturales de los años sesenta, en gran medida porpiciados por la carnicería de cuerpos en las supuestas guerras de baja intensidad de la guerra fría, vietnam, corea, etc. Y de los cuales surgen movimientos discidentes que dan cuenta del fracaso moderno.

Dese la óptica psicoanálitica hasta la antropología y cierta sociología de la cultura las discusiones han puesto al cuerpo en centro de los debates. La imposibilidad como real del cuerpo, lo subjetivo en el estátus de lo humano, abarcan discusiones hubicadas en contexto y época que conforman parte de las observaciones y preguntas contemporáneas. Aclarando que no es posible abarcar los matices completos se sugiere en este escrito los matices pertinentes a la pregunta abordada: La de la lectura del cuerpo.

Leer el cuerpo como un archivo que almacena relaciones polisémicas a veces imposibles, remite a un aproximación de tres ejes o “virtudes mencionadas”:

1. La evocación2. La teorización y 3. La empíria

1

Sarabia

I. Archivo

Pensar en el cuerpo como un archivo que remite a un pasado desde el presente parece evocar un sentido semiológico que transcurre en los ejes entre lo diacrónico y lo sincrónico, pensandose en un archivo fenómeno de su contexto en tiempo y espacio.Pero el archivo es en si un registro que conserva textos e imágenes, en un sentido estricto: el archivo como cuerpo visto como un campo informático.

Desde el punto de vista de Giorgio Agamben citado en Parrini: “…es la masa de lo no semántico inscrito en cada discurso significante como función de su enunciación, el margen oscuro que delimita cada toma concreta de la palabra” (Parrini, 14) o desde la mirada lacaniana: es la letra la que se inscribe en cuerpo como real en tanto imposible, dando lugar a la hiancia pero tambien al tesoro significante. Lo simbólico y lo imaginario se establecen como posible articulación del texto en dicho archivo.

El cuerpo como límite del lenguaje, se cita a Nancy, en el cual todo se significa, y del cual toda cosmogonía parte. La antigua tradición racional y escolástica estableció una nulificación del cuerpo que termino en un olvido, el rescate de ese aparente olvido pero que se le aproxima como archivo parcial, que en palabras de Foucault citado en el texto: “comporta una región privilegiada: a la vez próxima a nosotros, pero diferente de nuestra actualidad…es lo que, fuera de nostros nos delimita”(Parrini, 14) pues su lugar es el de las propias prácticas discursivas. Un lugar que estando fuera de nosotros nos delimita.

La relación entre cuerpo y archivo requiere de una suerte de inscripción, lo que constituye esta inscripción es el punto de partida para el enigma establecido. La problemática radica entonces en observar y analizar el plano en que el cuerpo está sometido, estructuras sistémicas de regularidades que constituyen, delimitan y adiestran; regularidades críticas podríamos llamar. En síntesis un archivo del cuerpo se puede pensar como un registro específico de las formas en que se producey se regula el cuerpo en una sociedad o cultura determinada en cierto momento histórico, pensando al archivo como una máquina de deslindes y de selecciones.

Distintos puntos de vista puede ser convergentes en el cuestionamiento del cuerpo como objeto privilegiado, de las ciencias, las artes, la vida cotidiana y en diversas formaciones discursivas y sociales; cuerpos cerrados y cuerpos ambiguos. Cuerpos determinados, institucionalizados, otros conc ierta autonomía o cuerpos rebeledes y revelados.

Un archivo del cuerpo es una aproximación que nos permite pensarlo de los difusos registros, de forma directa o indirecta, presente o ausente.

II. Cartografías.

Pensar el cuerpo como cartografía implica la analogía de la representación de un espacio, imaginario o real1 que entrega algúans coordenadas para conocerlo y orientarse en el. La

1 Real como verdadero pero también como imposible.

2

Sarabia

cartografía implcia un cierta descripción del cuerpo, entanto un fragmento o límite enmarcado por lo imaginario, o bien por cierta aproximación teórica.

Se piensa en ello como cotextos teóricos que conducen a leer el cuerpo desde una sociología de las sociedades tardías-modernas en dónde el cuerpo se configura como el último reducto de intimidad y soberanía para los individuos, sin dejar de lado al cuerpo como mercancía y mercado, transformable, artificialbe, manipulable genéticamente con subscripción por lo real del capitalismo en las ideas de Negri explicadas en el texto, pero que puede ser pensado desde el ángulo del discurso lacaniano del capitalismo muy explcito en “radiofonía y televisión”:

$/S1 ->S2/a como discurso del capital en oposición al sujeto al discurso de la histéria $/a -> S1/S2

En este discurso el lugar de la verdad a sido totalmente distorsionado, mediante el rechazo de la verdad del discurso, se ha invertido el sentido del vector que conecta el lugar de la verdad con el lugar del semblante. Ubica al sujeto en el lugar del agente, creando una apariencia de falso Amo. Hay un rechazo de la verdad del discurso y en vez de estar determinado por ella la dirige, esto es central para la comprensión de este aparato de tramitar goce. Es decir el supuesto objeto de deseo se ha desplazado para ser determinado por el discurso del amo, lo cual constituye el Yo ideal, y a partir de este ideal narcisista se configura lo imaginado como deseo. Lacan se planteaba un discurso límite del lazo social. Límite que distorsiona el discurso de goce del sujeto encidido, la castración no es suficiente para tal ficción ocurriendo una forma no definida entre lo perverso y lo psicótico, un discurso del semblante. Forma muy correspondiente a lo plantado en el texto pensando en un cuerpo que: “Será consecutivo a la mercantilización general del mundo, de la vida y de las personas”(Parrini)

Al hablarse de microrelatos que compensan la disolución de metarelatos, se puede equiparar a la traslación del discurso del amo -Del Otro- como significante amo: S1, en lugar de el objeto a, determinando al mismo por S1. Esto implica que aún el deseo está determinado por un discurso ideológico que ha alienado tanto al sujeto instruyéndole cómo desear. La tensión a la que hace referencia el autor, es realmente la paradoja del sujeto deseante cuyo deseo adopta el un falso discurso que lo encubre y lo imposibilita.

Se habla entonces de un cuerpo con una realidad fragmentada y fragmentable vinculada con la intervención de la ciencia, y añado también de su discurso y mito y la intervención de la técnica para su transformación idoneizada. ¿Dónde termina la evolución y comienza el diseño? Se requiere pensar en una fenomenología corporal específica.

III. Topografías.

Con ciertas similitudes a la cartografía, en cuanto a la descripción de lugares, esta pretende un logos, es decir esta tendrá que delimitar un campo posible sobre un campo de lo real permitiendo añadir ese logos a determinadas formaciones culturales, sociales o simbólicas, no es el mapa completo sino la delimitación de un espacio dónde edificar, en este caso un edificio de ideas.

3

Sarabia

Trascendiendo la idea de sus funciones, las curvaturas y delimitaciones imposibles son su campo, se requiere de la materialidad de materiales escasos, tal es el caso de Freud en la articulación de su primera y segunda tópica, que culmina en las topologías del psicoanálisis francés. Desde esta premisa el inconsciente no existe sin la incidencia del cuerpo, sin embargo el cuerpo, cuerpo de lo inconsciente, no puede ser mirado desde esa estructura alógica que determina la lógica aparente del mundo consciente. El cuerpo articulado desde el cuerpo que es lenguaje. Para Lacan el primer cuerpo es lo que denomina el cuerpo simbólico, el lenguaje como sistema de relaciones internas. El lenguaje no es una superestructura, el lenguaje es cuerpo, y cuerpo que da cuerpo.

De esta forma los cuerpos sometidos a la propiedad de los totalitarimos o de los eventos criminales como el citado caso de juarez metaforizado en vertientes fálicas, o bien los relatos de escritores que connotan su relación discursiva con algun objeto de sexuación y sensualidad corporeas. La cercanía de esta postura con el análisis de autores y su literatura, expone incluso las utopías de diversas elecciones de objeto.

La visión diacrónica citada por el autor sobre el trabajo de Anoine Rodríguez el cual expolora dos archivos corporales y textuales: Dos autobriografías de homosexuales literatos, Salvador Novo y Elías Nandino y que dan cuenta de su posición y somblolización ubicada en el lugar de su momento histórico, y por supuesto la mirada determinada desde su entorno infantil como discurso simbólico determinante.

IV. Anomalías

El texto no establece muy claro el por qué se decidió dar este nombre “ anomalías”. ¿Qué es lo anómalo y desde qué perspectiva?. Según el texto son cuerpo producidos por las instituciones, sus prácticas y sus discursos, lugar que ma dá a pensar que todo cuerpo es anómalo desde que está regido por un significante amo, es decir determinado por lo simbólico desde cualquier perspectiva que se apodere de lo humano.

El texto dirige a una mirada diacrónica de lo que ha sido considerado lo anomalo, las causas médicas y biologicas de las diferentes sexualidades, como si el cuerpo supiera de la moral impuesta, se entenderá a los anómos como “sin ley”.

Marta Lamas articula la “migración corporal planificada y técnica que desahabita el cuerpo de un género para morar el cuerpo de otro” y enmarca un trayecto binario, se es lo que no se és. Eva Alcantara por otro lado estudia la interexualidad, como una banda de mohebius donde se difuminan las fronteras y que en más que una consecuencia corporea, sino también simbólica el adentro se confunde con el afuera.

En el texto está presente la crítica a la obsesión siquiatrica, neurológica y genética que denota un discurso binarista que poco quiere saber de causas simbólicas como resultante del mismo discurso impuesto.

Mirar al cuerpo como un objeto epistémico es el enfoque de Fabrizzio Guerrero que interroga a la racionalidad hegemónica en las sociedades modernas y a los discursos e instituciones científicas como grandes productores de verdad. Dicha situación se sitúa en una

4

Sarabia

onotlogía compleja, en una forma convencional el cuerpo es un objeto de la mecánica que termina siendo reduccionista frente al complejo ontológico. Se entiende a partir de Butler, Foucault y Davidson al cuerpo sexuado como una cita y una inscripción de corporalidades diversas vinculadas a la corporalidad y a la subjetividad.

V. Escenografías:

Equiparar al cuepro como Imago , en la teatralidad social el cuerpo es imagen y representación habitada en un escenario como simbólico que delimita froneteras que se extienden al momento de traspasarlas. La corporalidad y el cuerpo a partir de la vinculación del duscurso fotográfico nos permite reflexionar de ciertas estéticas.

De la imagen espontánea a la imagen impuesta como imperativo categórico. De las artes libres al ballet cuyo discurso está centrado en lo imperial, y excluyente, para adiestrar y modelar a tono de un discurso formalizado. El archivo plantea un mirada del cuerpo expuesto de forma radical e intersubjetiva.

La fotografía del cuerpo traspasa las relaciones entre la realidad y la representación, la imagen y el referente, la ficción y la verdad. El cuerpo para ser vaciado y llenado de otras ficcionalidades, la fragmentación del cuerpo , como noción fragmentaria del cuerpo y una totalidad no fragmentable (Amanda de la Garza). El cuerpo como objeto de poder que puede ser transofmable hasta lograr la aspiración de clonación, la uniformidad o la aterradora idea de la disolución de las diferencias, para alcanzar el rol que se imagina y se exterioriza en imagen, como la fotografía que en los análisis Barthianas exhime de lo que no puede repetirse existencialmente. La fractura entre lo icónico codificado y lo icónico no codificado como aspiración imposible, como dictado determinado del objeto de deseo de cual no se sabe.

El cuerpo como objeto, objeto de poder y también objeto estetizante, disciplinario, sometido a formas de control y de incitación para producir capacidades funcionales o extraordinarias fundamentadas en la mirada del otro y por e discurso del Otro. El conductor como ideología imperativa que sutilmente se apropia de los cuerpos para esclavisarlos con la oximorón del discurso de libertad. Cuerpo en series y series de movimientos, que escapan de la disciplina artística y se asoman en la cotidianeidad mediática.

Cuerpos propiedad de los discursos imperativos en en voluntad incoporan objetos que van desde lo estético hasta lo bélico.

VI. Resistencias.

Esta útlima descripción a diferencia del concepto freudiano, se manifiesta como una adaptación de una infiltración, como la guerra desde el interior del enemigo. Pero no en una referencia radical, sino sutil, no frente a los poderes totales sino ante los sutiles que suelen ser de mayor permanencia.

Las resistencias que se adhieren a los bordes del poder, casos como las manifestaciones de indígenas desnudas en la ciudad de México, exposición de personas trans, las reacciones que

5

Sarabia

emanana concecuencias de la discriminación, el despercio, el abandono y en consecuencia el despojo. El cuerpo como expresión políitica y como demanda “en la medida que las normas de género funcionan bajo la égida de los contreñimientos sociales, la reinterpretación de esas normas mediante la proliferación y variación de estílos corporales se convierte en una forma muy concreta y accesible de politizar la vida personal” (Butler)

Cuerpos traspasados que traspasan deseperadamente los limites, cuerpos que discursan resistencias “anomalas” sobre el discurso organizado pero que acentuan ser el síntoma de los malestares de lo que implica la alienación ideológica. Los “cambios de piel” forzada mediante procesos extremos y radicales que la proliferción de estílos corporales y reinterpretaciones normativas de Butler, por cuerpos orillados a la transformación por lo inclemente de las condiciones ideologizadas que lo excluyen y arrojan, cuerpos que más que estilizarse se politizan como objeto de demanda. Ante ello se proponen otros enfoques, entre las inscripciones institucionales y las apropiaciones cotidianas, entre el discurso y la vida cotidiana, entre las instituciones y las relaciones amorosas.

Fenómenos que van desde la corporalidad trans hasta el aborto, cuerpos disputados por la moralidad y a legalidad y las discusiones de pertenencia, cuerpo de mujeres prenda de distitntas subordinaciones, de lo natural a lo artifical ¿Tres cuerpos o tres sujetos?

Un sujeto escincido, un cuerpo escindido que escinde los deseos a partir del discurso que lo determina, que lo pone en escena y lo hace actuar.

VII. Síntesis Analítica del Archivo 1 – Cartografías Personalizar el cuerpo- David Le Breton

Continuando con el referente del anterior análisis en las descripción de la cartografía, esta temática aborda el aspecto de la personalización del cuerpo, un cuerpo personalizado que dese un discurso planteado a partir de las estructuras subjetivas, es un discurso insatisfecho, lleno de celo o temor a ser reemplazado, en aparente individuación que aspira sutilmente a lo genérico. Un problema de la individualización en lo social como discurso, discurso que es homogéneo en su forma significante. Una hipérbole del concepto del cuidado de sí mediante un desarraigo de los antiguos sentidos, la experimentación en el cuerpo con habitus o semiósfera, mediante el discurso de ideal como imposible que es.

El sujeto parece transfigurarse en un actor cuyo cuerpo es la materia prima de la afirmación propia, según el entorno y el momento. El descontrol de la existencia se fija en la apariencia de control del cuerpo como objeto, en dónde se puede ejercer una cierta soberanía pero que discurre como parte de la mercantilización del mundo en el imperativo de lo “custom”. Parece que ante la disgregación social, el individuo se vuelve libre no sólo de las ataduras a los demás, sino también a las identitarias. El cuerpo es un accesorio transformable que obedece a las demandas de lo exógeno, del discurso del Otro que se simula en el dejo de diferencia como control.

6

Sarabia

El cuerpo que deja de tiene una estructura ontológica e intangible para ser un des-cuerpo. No es el vestuario o el aditamento el objeto del diseño, es el cuerpo mismo que obedece a cánones “modificables a voluntad” como fórmula manipulable y transitoria.

Una escenario pantalla dónde se proyecto lo que Zizek articula como un imperativo de nuestros tiempos, “puedes gozar y por que puedes debes… goza tu síntoma” Lo reprimido retorna incesantemente en el síntoma. ¿Qué son los síntomas como ‘retornos de lo reprimido’ si no esos lapsus linguae  por medio de los cuales el gran Otro devuelve al sujeto su propio mensaje en su verdadera forma? (Zizek, 28)

Si el cuerpo entonces se encuentra mediante la transformación por medio de una manipulación simbólica del sentimiento de sí, se traduce en juego sutil entre las esferas de lo público y lo privado, pero se muestra un superficie provisional, incompleta, tratando inefablemente de resolver una interioridad a partir de lo exógeno.

Volverse nómada es pensar en un cuerpo inacabado, la ilusión de incompletud y el cuerpo como depositario de la hiancia que formula los deseos, un cuerpo en continua transformación, mutable, en “morphing” pero siempre insatisfecho, histerizado. Un cuerpo que des-ubica y que da referencia a un antes y un después sin retorno, que establece en categorías dislocadas. El género ya es un campo de la experimentación que conjura la separación y el hacer del sexo en nuevas alegorías reinventadas por un destino dado. De la simpleza del piercing a la compleja trasformación trans, en los que los ejemplos y narrativas se centra gran parte del texto dando cuenta de cuerpos e identidades que van y vienen, nómadas de cuerpos , de identidades y de sexualidades que día a día aspiran a nuevos lugares.

Pensar entonces en sexualidades multiformes que busquen experiencias insólitas, no sólo en el plano de lo corpóreo sin también en los simbólico.

Diferente es el caso de Fetichizar estereotipos, pensando en el fetiche como ese objeto que condensa lo que se desea pero espanta, lo ominosos que no se puede ver pues el deseo consume o destruiría en tanto plus de goce, ser más mujer que lo establecido, traspasar lo objetado, ser más hombre que la determinación del deber ser en la acentuación hiperbólica de sus signos, ser más en la confrontación con lo ausente. El consumo como norma pareciera que se extiende la petición del adolescente de forma dicotómica : ¡Padre! ¿Podría ponerme piercings, tatuajes y mahawk?- -¿Y eso para que hijo?-“Para ser diferente como todos mis amigos”

En la apariencia del individualismo el sentimiento de incompletud parece que puede ser saciado a través de la transformación fetichizada e inoculada a través de la industria del modelado y del embellecimiento como ideal. No importa el interior sino su muestra externa en un mercado de cuerpos tan llenos de sustancias e intervenciones que se homogenizan en pos de alcanzar el ideal de imago otorgado, un narcisismo secundario que aparenta fortalecerse, pero que transforma en objeto de la reproducción tecnológica al cuerpo y al sujeto que lo porta, perdiendo de esta forma su aura. El imperativo de cambiar al cuerpo como ilusión de porvenir que se cierne oscuro ante no poder soportarse como diferente.

7

Sarabia

VIII. Referencias

Parrini Roses, Rodrigo(Coordinador). Los archivos del cuerpo. ¿Cómo estudiar el cuerpo? México: UNAM 2012

Butler, Judith, Cuerpos que importan. Sobre los límites materiales y discursivos del “sexo”. Argentina: Paidos, 2006

Lacan, Jaques, Radiofonía y Televisión, México: Anagrama 1996

Zizek, Slavoj, Goza tu síntoma: Jaques Lacan dentro y fuera de Hollywood, Argentina: Nueva Visión, 2006

8