Sintergética, alimentación y sistemas détox N · digestivo y del respiratorio, ... tos y grasas...

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Sintergética, alimentación y sistemas détox N uestro organismo está equipado con un siste- ma integrado de dre- naje de toxinas que involucra a la piel, los pulmones, el intes- no grueso, el riñón y el hígado. Funciona de un modo coopera- vo para ayudarnos a eliminar los desechos tóxicos endóge- nos o exógenos. Este sistema está regido por equilibrios energécos reconocidos por la medicina tradicional china y la medicina ayurvédica, que en sintergéca abordamos en conjunción con los conocimien- tos de la medicina natural y la ciencia médica convencional. 54 VIVO SANO PERSONA SANA

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Sintergética, alimentación y sistemas détox

N uestro organismo está equipado con un siste-ma integrado de dre-

naje de toxinas que involucra a la piel, los pulmones, el intesti-no grueso, el riñón y el hígado.

Funciona de un modo coopera-tivo para ayudarnos a eliminar los desechos tóxicos endóge-nos o exógenos. Este sistema está regido por equilibrios energéticos reconocidos por

la medicina tradicional china y la medicina ayurvédica, que en sintergética abordamos en conjunción con los conocimien-tos de la medicina natural y la ciencia médica convencional.

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PERSONA SANA

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INTESTINO GRUESO, PIEL Y PULMÓN:

UN SISTEMA INTEGRADO El color, la vitalidad y la textura de la piel son unos indicadores de la salud de nuestro sistema digestivo y del respiratorio, que en la medicina tradicional china conforman una unidad funcional y energética correspondiente al elemento metal. Una diarrea puede ser el esfuerzo inicial de eliminación de desechos tóxi-cos por parte del organismo. Si éstos no se eliminan, y tenemos lo contrario, el estreñimiento, estaremos sometidos al riesgo de acumular toxinas que irritan los delicados tejidos epiteliales del colon y el pulmón. El orga-nismo compensa esta situación desencadenando la respuesta inflamatoria y el aumento en la secreción de moco. Estos procesos favorecen a su vez la multiplicación de bacterias pa-tógenas que desencadenan las infecciones agudas o crónicas en los sistemas digestivo y res-piratorio, incluidas las colitis, las bronquitis, las sinusitis y las neumonías. Cuando no te-nemos en cuenta este terreno y tratamos sólo la expresión final con antidiarreicos, antibióticos y antiinflamatorios, estamos condenando al organismo a buscar vías de drenaje alternas. Si a esto sumamos el hecho reconocido por la ciencia hoy de que el empleo indiscrimina-do de medicamentos para los cuadros febriles e inflamatorios crea severos desequilibrios en la flora bacteriana normal, es-tamos obstaculizando los me-canismos de drenaje natural y condenando al organismo a acumular desechos tóxicos,

con el subsecuente desarrollo de enfermedades crónicas y procesos degenerativos. Con más frecuencia de lo que po-dríamos creer, estos últimos son producto de nuestros esti-los inadecuados de vida, en los que la alimentación errónea jue-ga un rol esencial. La piel, a través de las glán-dulas sebáceas, las glándulas sudoríparas y el proceso de transpiración normal, es una ex-tensa superficie de absorción y eliminación, que puede reflejar la sobrecarga de los órganos internos de drenaje de toxinas. Es así como algunos tipos de afecciones dérmicas, como urticarias y eccemas, pueden constituir un signo de alarma de la acumulación de toxinas, intolerancias y alergias alimen-tarias. Las lesiones dérmicas, incluyendo inflamaciones cróni-cas y úlceras, pueden constituir la puerta de salida de toxinas que no encuentran su cauce na-tural. Suprimirlas es pasar de la fase de drenaje a una de acu-

mulación o depósito de toxinas que se van acumulando en los espacios intercelulares y en las mismas células, lo que también constituye un terreno abonado para la aparición de enfermeda-des degenerativas. Los eventos tóxicos no son sólo moleculares, pueden también ser energéticos y emocionales, y lo cierto es que en la clínica van generalmente asociados. El frío físico y el afectivo pueden ser desencadenantes de asma o de colitis. Así mismo, reco-nocemos que algunos tipos de dermatitis, como la neuroder-matitis, tienen un componente emocional importante. Hoy sa-bemos bien que los estados anímicos alterados generan alteraciones moleculares que afectan a la unidad energética del movimiento metal consti-tuido por la piel, el pulmón y el intestino grueso. En la medici-na tradicional china este movi-miento se relaciona con la tris-teza, que puede afectar tanto al pulmón como a la piel.

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LA IRA RETENIDA, EL RESENTIMIENTO, LA CÓLERA Y LA AMARGURA SON TOXINAS QUE AFECTAN AL PLEXO SOLAR Y AL FUNCIONAMIENTO HEPÁTICO

LA UNIDAD FUNCIONAL HÍGADO-VESÍCULA BILIAR

La alteración de la unidad fun-cional de hígado y vesícula bi-liar, que representan el elemen-to madera en la medicina tradi-cional china, es una verdadera pandemia. Este precioso siste-ma de producción de enzimas anti-radicales libres y drenaje de toxinas a través de la bilis, está hoy agobiado por todos la-dos debido a la avalancha de alimentos procesados indus-trialmente, producidos en se-rie, modificados genéticamen-te y repletos de conservantes y aditivos tóxicos. Embotados, sin el anabolismo que permite el procesamiento de nutrientes y la síntesis de proteínas, sin la desactivación de subproduc-

tos tóxicos del metabolismo, quedamos inmersos en un medioambiente interior tóxico, que baja la energía y disminuye el potencial inmunológico. Disminuir el consumo de pro-teínas de origen animal que acidifican el metabolismo y sobrecargan los ya exhaustos sistemas enzimáticos, reducir al mínimo el consumo de lác-teos que sólo son bien meta-bolizados en el período de la lactancia, incrementar el con-sumo de productos ecológicos no sometidos al bombardeo tóxico de la agroquímica, evitar el alcohol y los alimentos con conservantes, edulcorantes ar-tificiales, sulfitos y glutamatos, y consumir frutas y verduras ecológicas y frescas son algu-

nas sencillas propuestas para evitar la sobrecarga de este sistema. Fuego lento, cocinar las verdu-ras al vapor, evitar el exceso de decocción y el microondas, y abstenerse al máximo de fri-tos y grasas de origen animal son otra forma de cuidar esta unidad hepatobiliar. La ira re-tenida, el resentimiento, la có-lera, la amargura son también toxinas que afectan al plexo solar y al funcionamiento hepá-tico. Aceptar, perdonar, perdo-narse, afirmarse, no consentir todo o buscar el equilibrio de lo que es justo son otras tan-tas formas de fortalecer el sis-tema detox natural. Medicamentos bien conocidos, y utilizados de una forma masi-

va e indiscriminada, como los antiácidos y las estatinas, tie-nen un metabolismo hepático y pueden generar alteraciones importantes en sus sistemas enzimáticos. A día de hoy dis-ponemos de algunos excelen-tes productos que ayudan en la limpieza hepatobiliar y favo-recen el drenaje. En sintergé-tica se emplean procedimien-tos que activan los sistemas de desintoxicación propios del sistema hepatobiliar.

LA UNIDAD FUNCIONAL RIÑÓN-VEJIGA Y EL DRENAJE

DE TOXINASEste sistema representa el ele-mento agua, clave de la ener-gía de reserva o energía ances-tral en la medicina tradicional china. Enfermedades como la insuficiencia renal, la cistitis, el cáncer de vejiga, la retención

LA ALEGRÍA REFRESCA, MUEVE ORDENADAMENTE EL FUEGO

DEL CORAZÓN Y FACILITA EL DRENAJE DE LAS TOXINAS

PSÍQUICAS REPRESENTADAS EN LAS EMOCIONES NEGATIVAS

de líquidos y algunas alteracio-nes cardiovasculares pueden estar ocasionadas por algunos medicamentos, como los anti-inflamatorios y algunos antibió-ticos. El estímulo energético de las funciones renal y vesi-cal es otro de los mecanismos involucrados en la propuesta détox integrada de la sintergé-tica. Esto se realiza a través de sistemas de detección y trata-miento, que incluyen la terapia

con las propias oscilaciones, los filtros de los órganos im-plicados y señales electromag-néticas apropiadas. No debe-ríamos olvidar que el agua no sólo es el sustrato esencial de la vida, sino su principal agente para la dilución y la eliminación de toxinas. La deshidratación crónica y el consumo de agua de mala calidad facilitan los procesos de depósitos de toxi-nas en el organismo.

LA INTEGRIDAD DE LA MUCOSA O EPITELIO INTESTINAL

Alergias, intolerancias y produc-tos tóxicos pueden provocar la discontinuidad del delicado te-jido intestinal, lo que favorece la inflamación y la absorción de moléculas no procesadas que, al no ser reconocidas por el or-ganismo, inducen la activación patológica del sistema inmune. Esto conduce al círculo vicio-so de una mayor inflamación, mala absorción, autoinmuni-dad, reflujo biliar, reflujo gástri-co, enfermedad acidopéptica, úlceras, etc., lo cual obviamen-te no se puede corregir con me-dicamentos sintomáticos para el ardor, la inflamación y la pro-ducción de ácido. Es necesario corregir el pro-blema desde la fuente, rela-

cionada con nuestros hábitos de vida y la calidad de nues-tra alimentación. El exceso de carbohidratos refinados, el azúcar refinado, considerado hoy por muchos nutriólogos como el peor de los tóxicos alimentarios, y el exceso de grasas y proteínas de origen animal constituyen una cau-sa de alteraciones gástricas, pancreáticas y duodenales. Y estos órganos determinan en buena parte la calidad de la absorción de los nutrientes.

EL FUEGO Y LA NUTRICIÓN Intestino delgado y corazón constituyen el sistema integra-do que la medicina tradicional china relaciona con el elemen-to fuego. Este es el movimiento transmutador por excelencia.

Todo puede comenzar con una inflamación del duodeno, por un exceso de fuego, lo cual puede ser visto tanto física como psíquicamente. El incen-dio metabólico situado en el plexo solar puede afectar el plexo cardíaco. El estrés afec-ta tanto al sistema digestivo como al sistema vascular. Los problemas del metabolismo de los carbohidratos, las proteínas y los lípidos terminan afectan-do al sistema vascular, y todo esto es agravado por el des-contento con la vida y la falta de alegría. La alegría refresca, mueve ordenadamente el fuego del corazón y facilita el drenaje de las toxinas psíquicas repre-sentadas en las emociones ne-gativas, que son sólo emocio-nes negadas o retenidas.

LA VISIÓN INTEGRAL DE LOS SISTEMAS DÉTOX

Debido al influjo energético del riñón sobre el hígado (el agua del riñón nutre la madera) y del hígado sobre el corazón (la madera nutre el fuego del corazón) podemos reconocer cómo la carga de toxinas a ni-vel renal termina afectando al hígado y al corazón. Si a esto agregamos que el pulmón y el intestino grueso nutren ener-géticamente el riñón, tenemos los elementos para generar un abordaje integral de los proble-mas asociados a las toxinas alimentarias, ambientales y emocionales. El test de aler-gias e intolerancias alimenta-rias, la desensibilización a me-dicamentos y alimentos que generan efectos secundarios y el conocimiento de la fisiología de los procesos de drenaje y

desintoxicación natural, nos ha permitido en las tres últimas décadas generar sistemas de biorregulación que tonifican la acción armónica de todos los sistemas naturales détox pro-pios del organismo humano. Esto implica considerar la indi-sociable unidad mente-cuerpo, que nos explica cómo las emo-ciones reprimidas pueden ser tan tóxicas como los contami-nantes agroquímicos que han deteriorado la calidad de nues-tros alimentos. Somos lo que somos por lo que comemos. Comemos lo que comemos por lo que somos. ¿Y cómo

somos? ¿Cómo nos vemos? La nutrición emocional es un capítulo que no podemos ya nunca desligar de la nutrición química. Y entre las dos, el agua, la luz y el aire también son nutrientes frecuentemente contaminados, que se han de tener en cuenta si queremos practicar una nutrición integral al alcance de todos. Este es el espíritu de la sintergética.

EL PRINCIPAL FACTOR PROTECTOR

En la aventura de la evolución nos precedieron y acompaña-ron siempre las bacterias. Vivi-

mos en un caldo de cultivo en el que todas nuestras células son apenas la décima parte. El resto son bacterias. Nos in-culcaron una mentalidad asép-tica pero la inmensa mayoría de las bacterias son benéficas y de su equilibrio depende en buena parte la salud. Nutrimos también nuestra flo-ra, la microbiota, un órgano de aproximadamente un kilo-gramo de peso y miles de es-pecies bacterianas que han acompañado la evolución de la vida y de cuyo equilibrio depen-de en buena parte la salud. La composición de esta llamada microbiota influye en la calidad del metabolismo, en el siste-ma inmune y hasta en los es-tados anímicos. Hemos lucha-do a muerte contra los bichos sin apenas saber que en ellos

LA MICROBIOTA INFLUYE EN LA CALIDAD DEL METABOLISMO, EN EL SISTEMA INMUNE Y HASTA EN

LOS ESTADOS ANÍMICOS

estamos contenidos. Muchos medicamentos y dietas acidifi-cantes matan la flora normal y seleccionan la flora patógena. La bacterias son el continente en el que vivimos.Las mal llamadas comunida-des primitivas se distinguen de nosotros, los civilizados, por la composición de esta microbio-ta. Tienen una diversidad de especies intestinales mucho mayor que la nuestra. En una comunidad de la amazonia ve-nezolana esta diversidad dupli-ca a la de los ciudadanos de occidente. No tienen refrigera-dor, ni antibióticos, ni alimen-tos industrializados. Su dieta es natural. Su flora, la natural, aporta a la calidad de la vida la incomparable riqueza de la biodiversidad.Mejor que suplementar con bacterias vivas o probióticos habría que nutrirlas con pre-bióticos como los espárragos, la alcachofa o la cebolla. Podríamos regresar al sentido común, a la naturaleza, con menos procesamiento y más aromas naturales. Con menos saborizantes y más sabores salvajes. Con menos decoc-ción y menos microondas que desnaturalizan los alimentos y más fuego lento que libera lo mejor de sus esencias. En la correcta nutrición se encierra el secreto de una antigua sa-biduría que nos permitiría otra vez degustar la vida. Así un día tendríamos menos enlatados y más frescura. Menos edulco-rantes, y mucha más dulzura.

Dr. JORGE CARVAJAL POSADA