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simplemente ocasión de pecado, presupuesto el desorden introduci- do en el afecto humano por el pecado original. Tampoco la mera posesión de tiquezas implica en si alguna culpabilidad7*. Hemos visto,. por el contrario, que ésta puede ser motivo de mérito72. Lo culpable y pecaminoso es el desordenado afecto a.las mismas. Por ello, por ejemplo, Dios puede dar permiso a los israelitas de robar a los egipcios, ya que El es el verdadero dueño de todas las rique- zas; pero de ninguna manera pudo ordenar que esto hicieran movi- dos por afecto desordenadon. De la misma manera Dios puede ha- cer que el rico alcance el cielo aun permaneciendo rico: pero no puede hacerlo permaneciendo éste apegado a sus riquezasT4. Se puede ser rico, incluso, sin po,seer riquezas, por el &lo deseo de tenerlaP. Sin embargo lak riquezas y la posesi6n de las mismas, si bien en

si mismas buenas, .dada la condición humana son ocasión de cier- tos males, son "seductoras"", porque "rara vez o nunca pueden poseerse sin amor"77. Por lo cual en la economía evangélica se aconsejará no sólo renunciar al afecto de las cosas -lo cual es obli- gatorio- sino también dejarlas efectivamente. Las riquezas lo más

71 ". .. non quk mala sit pecunia. ve1 quia wnsus fonnaiiter sive causaliter sit in culpa, ve1 quia pecunia possiden et contmctari non possit abque peccato; sed quia inter cetera, quís possidentur, pecunia maxime est ilkwbroca et de facili est ilkctiva et dia tractiva non soium imperfectomm, sed etiam perfectorum, et quia Spiritu Sancto dictan- te percepit, quod sanctitatis est non tantum peccata cavere, verum etiarn occasiones peccatonun refugere ..." Apol Paup c 11 n 15; "... cupiditatis vitium et inordinatio radi- catur in affectu mentis, occasio ven> et fomentum sumitiir a rebus extra possessis; ideo necesse est, quod perfecta radicis huius avulsio utrumque respiciat ..." Apol Paup c 7 n 2.

72 " ... afíiuentia divitiarum, quia distrahit hominem, ne cultui Dei intendat, non debet esse in appetitu. licet possit licite et meritorie possideri ..." III S d 39 a 2 q 1 ad 4m.

73 "Ad Uud quod obicitur de auctoritate Exodi (12, 361, quod przecepit f f i s Israel furtum, d imdum quod Uud eimiliter prscepit, in quantum fuit malwn in se, sci- iicet accipen nm alienam; et hoc potuit facere, quia, cum sit Dominus omniurn, domi- nium potuit transferre.. Sed nunquarn proecepit. quod ex Libidine hoc facennt; illud enim est malum sxundum se" 1 S d 47 a u q 4 ad 2m. - Respecto a las categorías "malum secundum se" - "malum in se" cf. MAURITS DE WACHTER, S.J.. Le péché

selon Saint Bonaventure, Paiis 1967, pp. 98-1 11. 74 "... non est inteliigendum, quod Dominus cupidum manentem cupidum intro-

ducat per potentiam in caelum, sed quod per gratize donum convertit ipsum de vitio ad virtutc m..." Comm Luc c 18 v 27 n 41 (VLI 465).

'* ... non hoc dixissent Apostoii, nisi in.aumero divitum inteilexissent cunctos, q ~ i dMtias adipisci vohuit ..." Comm Luc c 18 v 45 (VI1 465a).

76 " ... inter cetera, quse possidentur, pecunia maxime est illecebrosa et de facüi est illectiva et distractiva non soium imperfectorum sed etiarn perfectorum ..." Apol Paup c 1 1 n 15; "... substantiac temnae Uecebrosa possessio ..." Apol Paup c 7 n 2.

77 "... aut vix aut nunquam sine m o r e valeant potdderi" A@ Piup c 7 n 2 i-ocus hrnardi: Declamat., U, n 2 (P.L. 184.438).

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AVARICIA, PROPIEDAD PRIVADA Y BIENES SUPERFLUOS 69

Porque siendo el alma capaz de la Trinidad, sólo Dios puede Ilenar- la. Las cosas temporales, no sólo porque finitas en sí, sino porque no entran en el corazón más que por medio de las semejanzas de la imaginación, no pueden poseerse realmeqte; porque son de dlstin-

' ta naturaleza de lo mejor del hombre; porque siendo el alma men- surable no en tamafio sino en virtud, no se llena con la cantidad ma- terial sino con la Virtud, como la graciaqP. Es as1 que la avaricia, al revés del amor de Dios que en El descansa y se deleita, al amar el dinero y las cosas temporales y al no poseerlos en tanta cantidad como quisiera, engendra tristeza e insatisfa~ción~2~. Por ello se compara la avaricia a la hidropesía, que hace que el enfermo cuanto más toma agua más aún desea1=.

Siendo la avaricia una de las maneras desordenadas con las c u a les el hombre se ama a si mismo, es evidente que estará en su mi* ma dinámica, muy vinculada con todas las desordenadas tendencias del hombre. Por eso la avaricia nunca será un vicio aislado: el de- sorden del afecto humano respecto a las cosas del mundo exterior estará profundamente ligado, derivará y a su vez influirá en otros desórdenes. En diversos lugares Buenaventura enumera algunos de los defectos que más evidentemente se siguen de la avaricia.

Uno de ellos es la ceguera espiritual. Nada ciega tanto al hombre como la codicialS. La avarjcia cerró los ojos de los judíos para que no conocieran a Cristo. Produce como un humo que ciega los ojos de los codiciososln. Por ello es contraria a la fe, que nos lleva a-lo invisible: la codicia nos lleva a lo visible1". Y porque pone a

123 "lmpletum erat horreum, sed cor erat vacuum, tum quia animam Trinitatis ca- paccm solu Deus potest implere; tum quia temporalia non intrant cor nisi secundum phan- tasticam similitudinem; tum quia concupiscentiam augent; t~ quia animam non faciunt mdiorem; tum etiam. quia sunt oinnino aiterius naturae, sicut angelus et corporalis Iw tus, sic anima et corporalis thesaums; turn etiam, quia anima, cum sit quante non mole, sed virtute, non impletur quantitate materiali. sed virtuail, sicut est gratie Spiritus Sanati" CommLucc 12v 18n28(VII 317).

lZ4 "... Dico ergo, quod qui diliglt Deum habet, ... et ideo qui Deum düigt in eo delectatur. Sed pecunia ve1 res temporalia, cum diligitur et non habetur ad votum, parit tr@titlam. Ideo potest esse fniitio h m m rerum, id est dilectio summa, et .temen delecta- tio modica et tristitia magna ..." Comm Eccl c 6 q 2 ad lm (VI S 2a).

l 26 Comm. Luc c 14 n 11 (VI1 361a); Serm Dom 16 post Pent 1 (IX 417a).

l is "... nihil adeo exaiecat hominem sicut cupiditas ..." Praec c 7 n 13.

127 "' ... Clausit avaritia oculos ludsorum, quod non mgnovenint Christum ... Cu- piditls generat fumum, qui exwcat oculos cupidorum ..." Serm Dom 3 Adv 2 (IX 62b).

128 "... ideo dicitur 1 Tim 1: "Radix omnium mabmm cupiditas, quam quidam appetentes, erravenint a fide , quia fides dirigit ad invidbilia ... Cupiditas et avaritia diri- git ad ista visibilia ..." Serm super Reg n 5.

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