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    Estilos Polticos y Orientacin Tecnocrtica bajolos Gobiernos de Lagos y Bachelet

    PATRICIO SILVA

    Universidad de Leiden

    Resumen

    Este artculo explora de qu manera Ricardo Lagos y Michelle Bachelet han abordadoel tema de la tecnocracia durante sus respectivos gobiernos. Para ello se presta especialatencin a los estilos polticos utilizados por ambos presidentes y como stos facilitan o

    obstaculizan el accionar tecncratico al interior de sus administraciones. Se argumentaque la posicin que ambos lderes adoptan ante los estamentos tecnocrticos al interiorde sus gobiernos se encuentra fuertemente condicionada por el tipo de relacin que es-tos presidentes establecen con las dirigencias de los partidos polticos que participan enla coalicin gubernamental. Adems, se subraya la existencia de una lucha srdida entrepolticos tradicionales y tecncratas por el poder poltico y la influencia sobre la figura delpresidente al interior de ambas administraciones. El Presidente Lagos siempre desconfide la tecnocracia y slo hizo uso estratgico de sta para atender a problemas de legiti-midad ante las clases empresariales y la comunidad financiera internacional respecto a laconduccin econmica del pas. Por su parte, Michelle Bachelet se ver obligada a aceptarel apoyo de la tecnocracia de Expansiva en vista de la siempre problemtica relacin entre

    ella y las cpulas polticas concertacionistas.Palabras claves:Estilos Polticos Tecnocracia - Relacin Presidente-Partidos Polticos.

    Abstract

    This article explores the ways in which Presidents Lagos and Bachelet have dealt with thetechnocratic phenomenon within their respective governments. For this purpose, specialattention is given to the political styles characterizing both presidents and the manner inwhich these styles have facilitated or obstructed the functioning of technocratic groupswithin governmental circles. As it is argued, the attitude adopted by both leaders vis--visthe presence of technocratic groups within their governments is largely conditioned by

    the type of relation established between the presidents and the supporting political parties.In addition to this, a sordid clash between politicians and technocrats for power and in-fluence can be observed. President Lagos always distrusted the technocracy. He only madestrategic use of it in order to legitimate his conduction of the countrys economy towardsentrepreneurial groups and the international financial community. On the other hand,President Bachelet will be forced to seek support from the Expansiva technocrats due toher problematic relation vis--vis the leaders of the Concertacins political parties.

    Key Words: Political Styles Technocracy Relationship President-Political Parties.

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    Introduccin

    Desde el inicio de la era de los gobiernos concertacionistas en 1990 Chile haexperimentado profundas transformaciones en el terreno socio-econmico, po-ltico, institucional y cultural. Sin embargo, podemos constatar la persistencia deestilos polticos de carcter tecnocrtico que muestran cierta similitud al utilizadoanteriormente por la tecnocracia neoliberal al servicio del gobierno del GeneralPinochet. Y efectivamente los gobiernos de Patricio Aylwin (1990-1994), Eduar-do Frei (1994-2000), Ricardo Lagos (2000-2006) y de Michelle Bachelet (2006-)tambin han privilegiado la constitucin de poderosos equipos tecnocrticos quehan quedado a cargo de la conduccin econmica del pas. Estos gobiernos tam-bin han adoptado, si bien en diferentes grados, un discurso tecnocrtico basado

    en la modernizacin de la economa y del sector pblico, en la bsqueda de laeficiencia y en la constitucin de un gobierno de los mejores.

    Este artculo tiene como objeto analizar la manera en que los dos go-bernantes socialistas de la Concertacin, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, hanarticulado sus equipos polticos y econmicos, enumerando una serie de factoresque han influido en la balanza del poder entre polticos y tecncratas durante susgobiernos. Para esto se prestar especial atencin a los estilos polticos que carac-teriza a ambos gobernantes que, a mi juicio, constituyen un factor importante paraexplicar el por qu de sus decisiones de debilitar o fortalecer la presencia y el poderrelativo de los grupos tecnocrticos al interior de sus respectivos gobiernos.

    La posicin de los tecncratas en ambos gobiernos tambin se ver condiciona-da por la manera en que Lagos y Bachelet se ha relacionado con los partidos pol-ticos que conforman la Concertacin. Ademas, la existencia de conflictos abiertoso encubiertos entre lderes polticos y tecncratas en torno a sus cuotas de podere influencia en el proceso de toma de decisiones, constituir un fenmeno recu-rrente en ambas administraciones.

    Lagos y sus Asesores del Segundo Piso

    Las elecciones presidenciales de 1999-2000 fueron una de las ms reidas desde

    que se restaur el orden democrtico en 1990. Ricardo Lagos y Joaqun Lavndebieron luchar literalmente por cada voto ya que ambos candidatos tenan lasmismas probabilidades de resultar ganador en esta contienda electoral. Tambinpor primera vez desde 1990 se requiri de una segunda vuelta electoral para de-cidir quien sera el futuro presidente de Chile.1Mientras que en la primera vueltaLagos y Lavn terminaron prcticamente igualados, en la vuelta definitiva Lagossolo logr superar con una diferencia mnima a su r ival de derecha.2

    1 Estas elecciones tuvieron lugar el 12 de diciembre de 1999 y el 16 de enero de 2000, respectivamente.2 En la primera vuelta Lagos obtuvo el 47,95 por ciento de los votos (contra el 47,51 por ciento quelogr Lavin). En la vuelta final Lagos logr el 51,31por ciento de los votos (y Lavn el 48,69 por ciento).

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    Por mucho tiempo se pens que las elecciones de diciembre de 1999 daranuna victoria holgada al candidato de la Concertacin, independientemente de la

    persona de que esta coalicin de partidos llevase como candidato. Este pronsticose basaba en los excelentes resultados electorales obtenidos por la coalicin de go-bierno durante las elecciones presidenciales del 1989 y del 1993 cuando PatricioAylwin y Eduardo Frei Ruz-Tagle ganaron fcilmente las elecciones en primeraronda con respectivamene el 55,2 y el 57,9 de los votos. A lo anterior se agregabael hecho de que desde 1990 la oposicin de derecha se haba mantenido extrema-damente dividida, no logrando as convertirse en una seria amenaza electoral paralas fuerzas de la Concertacin. De esta manera, cuando Ricardo Lagos gan lasprimarias de la Concertacin el 30 de mayo de 1999 frente a su contrincante An-drs Zaldvar, su victoria en los comicios presidenciales de diciembre del 1999 se

    consideraba garantizada. Sin embargo, la necesidad de realizar estas primar ias a slo7 meses de las elecciones presidenciales afect negativamente el grado de unidad ycohesin de la coalicin de gobierno. A saber, la lucha entre Lagos y Zaldvar por lacandidatura a la presidencia produjo una serie de confrontaciones inevitables entresocialistas y democratacristianos, las cuales no desaparecieron automticamente trasel triunfo de Lagos en mayo de 1999.

    Entre la victoria de Lagos en las primarias de mayo y el da de la eleccinen diciembre la popularidad de Joaqun Lavn aument fuertemente, al punto deque al final tena una chance real de ganar los comicios. A pesar de que Lavn nologr ganar las elecciones, las elecciones de 1999-2000 dejaron en claro de que porprimera vez desde la restauracin democrtica en 1990 la derecha chilena se habaconvertido en una opcin real de gobierno en Chile (vase Silva, 1991; Angell,2005).

    Pienso que las grandes dificultades que tuvo que vencer Lagos para ganar lapresidencia y el escaso margen de diferencia que logr ante su r ival, ayud a condi-cionar en gran medida la actitud que l posteriormente adoptara con respecto a lapresencia de grupos tecnocrticos en su gobierno. En primer lugar, Lagos saba quesu nombre y persona creaba grandes temores en el seno de la derecha poltica y delas lites econmicas y financieras del pas, como se hara evidente en los ltimos

    meses de la campaa. En caso de ganar, Lagos sera el primer presidente de origensocialista desde la dramtica experiencia de Salvador Allende a comienzos de losaos 1970s. Su candidatura era incluso problemtica ante importantes sectores dela Democracia Cristiana que no slo compartan los temores de sacar elegido a unpresidente socialista, sino que adems una parte no despreciable de ellos se sentaatrado y representado por el discurso modernizante, tecnocrtico y aparentemen-te apoltico levantado por Joaqun Lavn (cf. Silva, 2004). Y efectivamente tras laselecciones se pudo confirmar que mucha gente que en el pasado haba votado porAylwin y Frei haba traspasado su apoyo al candidato de la derecha.

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    De all que Lagos estaba obligado a dar un mensaje de tranquilidad al electo-rado, para que tuviera la certeza de que l no transformara el modelo econmico

    y que tendra muchos elementos de continuidad con los dos gobiernos concerta-cionistas anteriores. De esta manera, Lagos tena que demostrar que posea los co-nocimientos necesarios para dar una buena conduccin a la economa. Como sealaValdivieso Lagos debi acentuar sus dones tecnocrtico-empresariales, abandonan-do parte importante del discurso ms tradicional, republicano, en el ltimo perodopre-electoral y durante el perodo que corre desde primera a segunda vuelta de laselecciones (2002: 6). As, tal como Lavn haca alarde de que posea una maestra eneconoma de la Universidad de Chicago, los encargados de la propaganda concer-tacionista tendran que sacar a relucir la amplia experiencia acadmica e intelectualde Lagos: y papeles no le faltaban. Lagos haba trabajado en la Facultad de Economa

    de la Universidad de Chile, llegando a ser secretario general de esta casa de Estudios,para luego pasar a trabajar como investigador y consultor de diversos organismos deprestigio internacional, tales como FLACSO, CEPAL, PNUD y la UNESCO. Du-rante su exilio trabaj como profesor invitado en la Universidad de Duke, en dondesac un doctorado en economa. Adems, es importante recalcar que en la segundavuelta Lagos qued muy comprometido con Soledad Alvear, la popular Ministra de

    Justicia de Frei quin renunci a su puesto para poner toda su popularidad al serviciode la candidatura de Lagos, como su jefa de campaa. Todo esto indicaba que Lagosestara obligado a ser condescendiente con la Democracia Cristiana en la formacinde su gabinete pero tambin que no podra darle un seo demasiado izquierdizante

    a su gobierno.En los hechos Lagos era esencialmente un poltico con una fuerte orientacin

    acadmica e intelectual pero que quera darle a su gobierno la imagen de hacedor,que desarroll durante el gobierno de Frei como Ministro de Obras Pblicas. Elestilo de Lagos ser una combinacin de hombre pragmtico de accin (poniendoplazos a sus ministros para lograr objetivos determinados),3pero a la vez hombre deorientacin de estadista, de pensar Chile en el futuro y fascinado con la idea del bi-centenario a celebrarse en 2010.

    Adems, es importante tener en cuenta que se trataba de un economista ms

    bien ligado a las viejas corrientes estructuralistas-cepalianas de los 1950s y 1960s.Es decir, posea poca afinidad intelectual con las versiones ms tecnocratizadas ymanageriales de los ltimos tiempos que se ensean en las universidades chilenas

    y norteamericanas, que s haban formado e influenciado a muchos jvenes econo-mistas que participaban en los gobiernos de la Concertacin. Esto se reflejaba en elslogan que utiliz para la primera vuelta, crecimiento con igualdad, una frase muycepaliana que se apartaba del acento explcito puesto por Frei en la modernizacin

    3 Siendo el caso ms emblemtico el nombramiento de Michelle Bachelet como Ministra de Salud, dndolepblicamente la tarea de eliminar las colas en los consultor ios mdicos en tres meses. El buen desempeo de la ministrale dara gran notoriedad pblica y popularidad, lo cual constituy el comienzo de su camino hacia la presidencia.

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    y que inquiet mucho a los sectores empresariales, ya que lo de igualdad podasignificar transformar radicalmente la distribucin del ingreso en el pas a travs de

    aumentos de las cargas impositivas.

    Lagos siempre mantendra hasta el trmino de su gobierno una posicin ambi-gua ante la tecnocracia.4Como Ministro de Obras Pblicas convivi directamentecon ellos, ya que dicho ministerio es un nido de ingenieros y Lagos hizo uso de laidea de ser hombre que hace cosas, emprendedor (inaugurando puentes y carreteras,etc.), lo cual le sirvi mucho para su campaa posterior. Lagos fue adems bastantecuidadoso en no tomar abiertamente partido en el debate entre autocomplacien-tes y autoflagelantes que se gener a partir de 1998 ya que saba que esto podraser fatal para sus pretensiones presidenciales, ya que necesitara del apoyo de ambos

    sectores.5

    En la conformacin de su gabinete, Lagos mostr elementos de continuidady de cambio respecto al gobierno anterior. De continuidad ya que hered algunasfiguras que tambin haban sido ministros en el gobierno de Frei pero tambin decambio ya que nombr como ministras a seis mujeres. Como seala Navia (2004:258-9), una revisin de los ministros de su primer gabinete muestra que Lagosno favoreci la meritocracia sino que ms bien expresa un tradicional cuoteopoltico. Asimismo la integracin de caras nuevas obedeceran a necesidades yacomodos entre los partidos polticos. Este es el caso, por ejemplo, del nombra-miento de Mariana Aylwin (Ministra de Educacin e hija del ex-mandatario) y

    de Alejandra Krauss ( Ministra de Planificacin del Gobierno de Lagoshijadel lder democratacristiano Enrique Krauss) que profesionalmente hablando noeran las personas ms idneas para ocupar dichas carteras. Sin embargo, este cuoteoera ms bien para apaciguar los nimos entre los partidos de la Concertacin y noconstitua una seal de que Lagos gobernara junto a los partidos. Si bien Lagos eramilitante del PPD, nunca se proyect como un hombre de partido y cuando orga-niz su campaa presidencial no lo hizo desde los partidos sino desde el think-tankFundacin siglo 21 que cre especialmente para este propsito.6

    Tambin llama la atencin la amplia presencia de ministros con un entrena-

    4

    Slo tras su mandato expresara abiertamente su desaprobacin de la tecnocracia. As, en su discurso deapertura de la Escuela de Gobierno y Gestin Pblica de la Universidad Alberto Hurtado en julio de 2006, Lagoscritic duramente al tecnocratismo en la toma de decisiones. All insistira que se deben dejar atrs temas como eltecnocratismo y creer que la toma de decisiones es tarea de los tecncratas y no de representantes de un pas.(..) Eltcnico es esencial para introducir realismo pero en ltimo trmino la definicin la toma el poltico. (..) En la medidade que exista una visin integrada de cmo crear e implementar las polticas pblicas, los encargados de gobernartendrn un camino claro para enfrentar a la demagogia, porque sea usted tecncrata o sea usted demagogo, ambos sonigualmente peligrosos, La Tercera, 25 de julio de 2006.5 Sin embargo, es muy decidor que varios de sus ms cercanos colaboradores durante su gobierno habansuscrito en 1998 el documento autoflagelante La gente tambin tiene la razn, como es el caso de Guillermo Camp-ero, Eugenio Lahera y Francisco Vidal.6 Llama la atencin que en dicha fundacin Lagos atrajo principalmente a socilogos y cientistas polticosde perfil humanista y crtico, y slo unos escasos economistas de perfil no tecnocrtico.

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    miento profesional en derecho (ver cuadro 7.3), lo que estara indicando que Lagosprivilegi desde un primer momento un gabinete ms poltico que tcnico. Esto

    quedaba reflejado en el nombramiento de Jos Miguel Insulza como Ministro delInterior, que adquira en los medios de comunicacin el nombre de Panzer porsu gran fortaleza poltica y su reconocida habilidad negociadora. A pesar de esto,Lagos continu la tradicin ya asentada en los dos gobiernos anteriores de dejar elcomando de la economa en manos de economistas de prestigio. El nuevo presi-dente saba que en vista de las muchas aprensiones existentes sobre sus verdaderasintensiones en el terreno econmico, deba dar una fuerte seal a la comunidadeconmica y financiera local e internacional de que el comando de la economaestara en buenas manos. De esta manera, nombrara a Nicols Eyzaguirre comoMinistro de Hacienda. Comenz en la CEPAL en los 1980s y luego pas al Banco

    Central para posteriormente pasar a cursar estudios de postgrado en la Universidadde Harvard. Al momento de su nombramiento era uno de los directores ejecuti-vos del Fondo Monetario Internacional. Eyzaguirre es un tecncrata atpico, yaque posee un pasado de izquierda, habiendo militado en algn momento de suvida en el Partido Comunista. Adems, se caracterizaba por poseer un buen olfatopoltico y por ser muy dado a la vida bohemia y a la msica folklrica. Todo esto,

    junto a su manera sencilla y familiar de hablar y su excelente sentido del humor lefacilit enormemente su llegada a la gente durante el gobierno de Lagos.7Lagosnombrara como Ministro de Economa, Energa y Minera al joven economista

    Jos de Gregorio. Este tecncrata pura sangre haba sido coordinador de polticas

    macroeconmicas del Ministerio de Hacienda bajo Frei y estaba en posesin de undoctorado en economa en el MIT. Al momento de su nombramiento, se desem-peaba como profesor visitante de economa en la Universidad de California.8

    Junto a Eyzaguirre y De Gregorio, Lagos incluira entre sus colaboradores conperfil tecnocrtico a lvaro Garca (de la presidencia), Mario Marcel (Presupuesto)

    y Claudio Orrego (Vivienda).

    Sin embargo, Lagos desde un primer momento no conceder grandes liber-tades y autonoma a sus ministros. Al contrario de Frei quien dio mucho espacio asus colaboradores, Lagos se caracterizar por poseer un estilo poltico ms autorita-

    rio y controlador. Segn muchos analistas esto estara relacionado al fuerte carcterdel presidente y a su empeo de hacer un gobierno que pasara definitivamente a lahistoria como uno de los mejores de la Concertacin. Otros van incluso ms lejose indican que el marcado egocentrismo y soberbia que caracterizara la persona-7 Al finalizar el gobierno de Lagos, Eyzaguirre se encontraba entre los ministros ms populares y en unmomento su nombre fue considerado como presidenciable para los comicios del 2009.8 La prensa comenzara a especular si su perfil extremadamente tcnico y su falta de experiencia poltica ypartidaria no se convertira en una gran desventaja en su funcionamiento. As en una columna poltica se comentaba:El nuevo puesto que lo espera como triministro no ser nada de fcil (..). Se le reconoce gran capacidad para sacaradelante los desafos de la cartera, pero su calidad de tecncrata y de poca vida partidaria tambin le pueden jugaren contra, El perfil del nuevo superministro, La Tercera, 1 de febrero de 2000.

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    lidad de Lagos le habra impedido haber jugado el rol de director de orquesta enlugar de haber querido tocar cada uno de los instrumentos (vase Navia, 2004).

    De hecho Lagos se proyectar por sobre los partidos polticos que confor-maban la Concertacin y tratar de levantar una imagen de estadista de prestigiointernacional en medio de sus pares sudamericanos y a nivel mundial. Al cabo deunos aos en el gobierno, varios analistas polticos lo empezarn a comparar conel estilo casi monrquico que caracterizara al antiguo primer ministro francs,Franois Mitterand.9

    Cuadro 1:

    Miembros del primer gabinete de Lagos: Credenciales profesionales

    Jos Miguel Insulza Ministro del Interior AbogadoSoledad Alvear Ministra de Relaciones Exteriores AbogadaMario Fernndez Ministro de Defensa AbogadoNicols Eyzaguirre Ministro de Hacienda EconomistaAlvaro Garca Secretario General de la Presidencia EconomistaClaudio Huepe Secretario General de Gobierno AbogadoJos de Gregorio Ministro de Economa & Energa EconomistaAlejandra Krauss Ministerio de Planificacin AbogadoMariana Aylwin Ministra de Educacin ProfesoraJos Antonio Gmez Ministro de Justicia AbogadoRicardo Solari Ministro del Trabajo Economista

    Carlos Cruz Ministro de Obras Pblicas, Economista Transporte y TelecomunicacionesMichelle Bachelet Ministra de Salud MdicoClaudio Orrego Ministro de Vivienda AbogadoJaime Campos Ministro de Agricultura AbogadoAlfonso Dualto Ministro de Minera IngenieroAdriana Delpiano Servicio Nacional de la Mujer Asistente social

    Jos Weinstein Ministro de Cultura Socilogo

    Su perfil ms bien intelectual que tcnico, le haca desconfiar de los sectores tecno-crticos. Posiblemente Lagos tambin sac lecciones de su experiencia como mi-

    nistro en el gabinete de Frei Ruiz-Tagle. Una de las mayores crticas que tuvo suadministracin es que el presidente no daba conduccin central lo que generabadesorden y que no par a tiempo la lucha entre tecncratas y polticos al interior desu gobierno. Adems, durante el gobierno de Frei no hubo seguimiento sistemticode por quin, como y cuando se realizaban las tareas de los ministros.

    Lagos opt por establecer una estructura ms parecida a la norteamericana endonde un grupo de consejeros cercanos o staff presidencial, los miembros del llama-9 Vase Monsieur Prsident o el modelo no confesado de Lagos,La Tercera , 27 de agosto de 2005.

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    do kitchen cabinet, lo aconsejaran desde cerca y monitorizaran lo que hacan losministros para ordenar la accin del gobierno.10As nacera el mtico segundo piso

    del Palacio de la Moneda, en donde se encontraban las oficinas de sus principalesasesores. All residan sus consejeros, entre los que se encontraban Ernesto Otto-ne, Agustn Squella, Guillermo Campero, Carlos Vergara y Javier Martnez;11amigosprobos del presidente que se caracterizan por poseer un perfil poltico-intelectual.La mayora profesaba la sociologa y fueron profesionales que durante al dictaduraoperaron desde diversos institutos de investigacin privados, o desde FLACSO o laCEPAL, analizando la realidad social y poltica del pas y que ayudaron a articularlas polticas de reemplazo ante un eventual fin de la dictadura (vase Puryear, 1994).Este es el caso de Guillermo Campero, reconocido socilogo experto en relacioneslaborales y profundo conocedor de las organizaciones empresariales quin durante

    la dictadura hizo estudios de postgrado en la EHHS de Pars y de regreso en Chiletrabaj en el Instituto Latinoamericano de Estudios Transnacionales (ILET). Otro delos miembros del Comit de Asesores sera el destacado socilogo Javier Martnezque trabaj en la Corporacin de Estudios Sociales y de Educacin (SUR) y quinha escrito ampliamente sobre los cambios en las relaciones sociales en Chile comoproducto de las transformaciones econmicas y culturales producidas por el sistemaneoliberal.

    Tambin entre sus ms cercanos asesores se encontraba Eugenio Laheraquin ya desde comienzos de los 1980s haba trabajado junto a Ricardo Lagos endiversas consultoras. Adems ha sido editor de la Revista de la CEPAL y colabormuy de cerca junto a Lagos durante las dos vueltas de la campaa presidencial y enla Fundacin Chile 21 de la cual fue su director. Era el nico abogado del comitde asesores cercanos, con un doctorado en Asuntos Pblicos de la Universidad dePrinceton.

    El jefe del grupo de asesores de Lagos era el socilogo Ernesto Ottone queposee un doctorado en ciencias polticas por la Universidad de Pars. En su juventudfue dirigente del Partido Comunista y mantiene una vieja amistad personal con La-gos y un pasado comn en la CEPAL, de la cual Ottone fue su secretario general.12

    El Comit de Asesores de Lagos opt por tomar desde un comienzo una actitudde bajo perfil que inclua evitar la publicidad y la entrega de entrevistas o declaracio-nes pblicas. Si bien poco o nada oira la opinin pblica de estos asesores, al interiordel gabinete su presencia se hara sentir desde un primer momento y con fuerza.

    10 Lagos ya haba lanzado la idea de conformar este comit de asesores entre sus principales colaboradoresdurante la campaa presidencial. Vase Traje a la medida de Lagos, Que Pasa, 24 de enero de 2000.11 Adems de su background sociolgico y generacional, y que algunos de ellos estudiaron en Pars, los unael curioso hecho de que todos los socilogos nombrados eran oriundos de la ciudad de Valparaso y fanticos del clubWanderers. Ver Que significa ser wanderino?: verde que te quiero verde, El Mercurio de Valparaso, 29 de abril de2001.12 Ver Ernesto Ottone: el ocaso del consejero, Qu Pasa, 27 de agosto de 2005.

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    Como seala Huneeus, durante la administracin Lagos la relacin de los miembrosdel comit de asesores con los ministros no fue fcil. A menudo el presidente se haca

    acompaar con algunos de sus asesores en conversaciones con algn ministro quientomaba notas de lo acordado.13De hecho, una de las principales funciones que leotorg Lagos a su Comit de Asesores sera oficiar de rgano fiscalizador de las tareasasignadas a cada ministerio. Adems, ellos entregaban informacin y anlisis estrat-gicos al presidente Lagos y deban ser siempre consultados por los dems ministros yfuncionarios del gobierno en temas importantes.

    Si bien Lagos tendr bien controlada a la tecnocracia en el plano interno, durantesu gobierno se dio un fuerte auge tecnocrtico en el plano de la poltica comercial in-ternacional. El Ministerio de Relaciones Exteriores experimentar un fuerte proceso

    de modernizacin y profesionalizacin, que se hacia necesario para poder formular ynegociar una serie de acuerdos de libre comercio con pases de Norteamrica, Euro-pa y Asia que se concretizaron durante el gobierno de Lagos. Esto se concreta en elfortalecimiento de la Direccin de Asuntos Econmicos Internacionales dentro de lacancillera en donde un batalln de jvenes economistas se encargara de formular lasestrategias comerciales de Chile y de representar al pas en comisiones especializadasde diversos organismos internacionales, tales como la APEC.14

    Bachelet: Tecnocracia con Participacin Ciudadana?

    En la fase final del gobierno de Lagos se comenz a generar al interior de la Con-

    certacin un clima de incertidumbre y vacilacin respecto al futuro del conglome-rado gobernante. As muchos comenzaban a hacerse la idea que no habra un cuartogobierno de la Concertacin. Este escenario quedara plasmado en el documentoLa ceremonia del Adis que escribiera el socilogo socialista Antonio Corts Terzi

    y que fuera difundido en forma reservada al interior de crculos concertacionistas. Aesto se unan las crticas encubiertas a Lagos por haberse preocupado en demasa porfortalecer su popularidad personal, pero haber hecho poco o nada en transmitir esapopularidad a la coalicin de gobierno que lo haba llevado al poder.

    Simultneamente, comenz a crecer el convencimiento en la oposicin de dere-cha de que, esta vez, su candidato Joaqun Lavn derrotara a la coalicin de gobierno

    en las elecciones de diciembre de 2005. La tesis de Lavn, de que cualquier candidatode la Concertacin slo representara ms de lo mismo y que l, al contrario, era la

    13 Carlos Huneeus, Los asesores presidenciales, La Tercera, 2 de julio de 2006.14 Por ejemplo, me parece muy decidor la entrevista de Ricardo Lagos Weber (al hablar de como su experienciacomo negociador en el extranjero podra servir en sus planes de entrar en la poltica nacional) ( La Tercera, 26 september2004) All afirma: Se ha hecho un gran trabajo para insertar a Chile en el mundo, pero la pega que viene por delante escasi ms grande que los acuerdos firmados. Ah est mi vnculo con la poltica. Necesitamos polticas pblicas que ori-enten el desarrollo futuro de Chile. Y considero que hay que profesionalizar an ms el Parlamento. Aportar miradas degente que venga ms de la tecnocracia y pueda transferir su experiencia al mundo poltico. Humildemente, creo que unopuede hacer una contribucin, darle un nfasis distinto, un frescor a la poltica.

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    encarnacin del cambio, comenzaba a calar firme en la opinin pblica. Sin embargo,el surgimiento a fines del 2004 de dos mujeres como pre-candidatas presidenciales

    del bloque gobernante, comenzara a revertir la suerte de Lavn. El surgimiento deSoledad Alvear y de Michele Bachelet como posible futuras lderes del pas repre-sentaba efectivamente un cambio realmente revolucionario en la poltica chilena,generando gran inters en los medios de comunicacin locales e internacionales ycreando grandes expectativas entre la poblacin.

    El duelo entre Alvear y Bachelet para asumir la representacin de la Concerta-cin en las elecciones presidenciales, hara revivir los mismos roces y desgastes entredemocratacristianos y socialistas que se observaron durante las primarias entre An-drs Zaldvar y Ricardo Lagos en 1989. Esta vez, sin embargo, la eventualidad de

    un triunfo de la abanderada socialista creaba mucho ms asperezas al interior de laDemocracia Cristiana que la vez anterior. Por un lado, el eventual triunfo de Bacheletsignificaba que un candidato socialista representara por segunda vez consecutiva ala coalicin de gobierno, lo cual a los democratacristianos les era extremadamentedifcil de aceptar. Adems, Bachelet representaba a la llamada nueva izquierda, el alams dura dentro del partido socialista, lo cual generaba aprensiones en las cpulas DCrespecto a la naturaleza poltico-ideolgica de un eventual cuarto gobierno concer-tacionista bajo su conduccin.

    Lo que es importante sealar aqu es el hecho que la candidatura de Bacheletno fue una decisin ni de Lagos ni de las dirigencias socialistas, sino que ms bien

    se impuso por la popularidad de la candidata ante la opinin pblica. Ella tuvo unexcelente desempeo como Ministra de Salud y de Defensa bajo el gobierno deLagos y conquist a la ciudadana por su gran simpata, por su actitud alegre, por suaporte a la reconciliacin entre los chilenos y por llegar a la gente con un lenguajesimple y popular. As, fueron los medios de comunicacin los que la fueron iden-tificando como una potencial candidata presidencial, mientras que la cpula de supartido, los llamados barones socialistas, dudaron por mucho tiempo en apoyar unacandidatura que no se haba gestado al interior del partido.15De esta manera, la cam-paa de Bachelet no slo encontrar retractores en la Democracia Cristiana sino queadems dentro de su propio partido que vean en Bachelet un peligro por el poco o

    nulo grado de influencia que podran tener las dirigencias partidistas en su eventualgobierno. El retiro de Soledad Alvear de la carrera a la presidencia en mayo de 2005dej el camino libre a Bachelet para representar la Concertacin en las elecciones dediciembre de 2005.

    Bachelet levant al comienzo de su campaa un discurso anti-tecnocrtico que, desalir elegida en las elecciones de diciembre, hacan presagiar momentosdifciles para la15 Como dijera Andrs Velasco sin tapujos en una entrevista en octubre de 2005: Michelle Bachelet no esuna candidata que est ah gracias al establishment, sino que est ah a pesar del establishment de la Concertacin. Silas estructuras partidarias hubiesen tenido poder de veto al momento de nominar un candidato presidencial, Bacheletno sera la candidata, La Nacin, 9 de octubre de 2005.

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    tecnoburocracia estatal.16En parte, la acentuacin de su discurso anti-tecnocrticoestaba dirigido en contra de su rival de derecha, Joaqun Lavin, quien era la perso-

    nificacin del tecncrata neoliberal de la escuela de Chicago. A lo anterior se agregael hecho que en mayo de 2005 surga inesperadamente desde la derecha otra candi-datura presidencial. Se trataba del economista Sebastin Piera quin tambin tenaantecedentes tecnocrticos, contra los cuales tambin tena que marcar pblicamentedistancia.

    La campaa de Bachelet como pre-candidata para representar a la concertacintena el muy decidor lema de no a los tecncratas, s a la gente. Tanto la vocera de su co-mando, la diputada socialista Carolina Toha, como el dirigente socialista Ricardo So-lari, uno de sus ms cercanos asesores, ejercan fuerte influencia en Bachelet respecto

    a los aspectos nocivos de la tecnocracia, con el objetivo de fortalecer la participacinciudadana en las polticas pblicas.17

    Es interesante hacer notar que, tal como el informe sobre desarrollo humanodel PNUD del 1998 tuvo un impacto importante en la controversia entre autoflage-lantes y autocomplacientes en 1998, el informe del PNUD sobre el poder en Chile,aparecido en enero del 2005, ejercera una fuerte influencia al interior del comandode Bachelet.18En dicho informe se criticaba el carcter tecnocrtico de la elite estatal

    y se hace un urgente llamado a fortalecer los mecanismos de participacin ciudadanaen Chile.

    Mientras unos se orientan hacia la construccin de un proyecto colectivoque integre a la sociedad a travs de una democracia ms abierta, otrosadhieren a una visin orientada hacia los proyectos individuales y a unaconduccin ms tecnocrtica. (..) El reto parece estar en el trnsito desdeun modelo de democracia representativa a uno participativo, en el cual losactores sociales ajenos al Estado y la sociedad poltica puedan hacer pol-tica desde la sociedad civil, participando y colaborando en la gestin de lopblico (PNUD, 2005: 208, 242).

    A partir de mediados de 2005 Bachelet y su comando comenzar a fortalecer sudiscurso en pro de la participacin ciudadana, lo cual significaba un cambio notable

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    En un debate improvisado Bachelet afirmaba: apuesto a una poltica distinta, a una democracia ms participa-tiva, que en las polticas pblicas haya ms capacidad, evolucin y una participacin mucho ms all que un grupo detecncratas, La Nacin, 3 de agosto de 2005.17 As, en el ensayo escrito en 1996 sobre la administracin del Estado, ambos concluan que: Satisfacer las nuevasexigencias de las instituciones pblicas en el mbito de la gestin con la pura especializacin tcnica es una simplifi-cacin ilusoria. (..) Las limitaciones de la tecnocracia en el mbito de la gerencia pblica son evidentes (..) sta no darespuesta a problemas que requieren cumplimiento de compromisos democrticos y consideracin de factores de tipopoltico. Adems, el buen desenvolvimiento de los especialistas en el Estado resulta insuficiente si no est acompaadopor la toma de contacto con la realidad social, con las preocupaciones y percepciones de los ciudadanos (Toha y Solar i,1996: 15).18 La intelligentsia del comando estudia y cita como una Biblia de Jerusaln el informe El poder: para qu

    y para quin? del programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, El Mostrador, 25 de julio de 2005. Ver adems, Elbaile de los que mandan, La Nacin, 16 de enero de 2005.

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    de lo que haba sido hasta ese momento la posicin de la Concertacin respecto a laparticipacin. Hasta entonces, se haba privilegiado la consolidacin de las estructuras

    e instituciones democrticas y el principio de la democracia representativa pero no elde la democracia participativa.19Lo interesante de este discurso es que introduce confuerza en la escena poltica la figura de la ciudadana, la cual pasara a ser privilegiadaa nivel discursivo no slo en detrimento de los estamentos tecnocrticos, sino quetambin de los partidos polticos. Bachelet pareca prescindir cada vez ms del apoyode los partidos polticos de la Concertacin, mientras que el presidente Lagos y susministros se mantuvieron prcticamente inactivos durante toda la campaa hasta laeleccin de diciembre de 2005. La adopcin de esta estrategia suprapartidista porparte de Bachelet le traera cada vez ms roces con los miembros de la dirigenciade los partidos polticos que formaban la Concertacin quienes vean con estupor

    que no podan ejercer mucha influencia en los pasos que adoptaba la candidata y sucomando. Esto quedara en evidencia cuando Bachelet, tras visitar al primer minis-tro espaol Rodrguez Zapatero en julio de 2005, declaraba sbitamente que ellatambin aplicara una estricta paridad de gnero en la eleccin de sus ministros yotros altos funcionarios. Esta medida, significaba que la dirigencia concertacionista,que prcticamente en su totalidad era masculina, perda de un plumazo el acceso ala mitad de los puestos claves en un futuro gobierno de esta coalicin de gobierno.A eso se sumara el anuncio de Bachelet al final de la campaa que en su gobiernonadie se repetir el plato, aludiendo a que no habra continuismo en el personal degobierno ya que no llamara a ministros y altos funcionarios que haban colaborado

    con el gobierno anterior, a formar parte de su gabinete. Con ambas medidas, Bache-let quera hacer realidad su promesa de abrir el paso a caras nuevas para hacer posibleun aggiornamentogeneracional dentro de la Concertacin.

    Pero Bachelet tendra que solucionar un par de difciles problemas antes depoder conformar un futuro gobierno, en caso de salir victoriosa en las eleccionespresidenciales. Cmo lograr la confianza y el apoyo de un amplio sector de la ciu-dadana y del empresariado en general que vea con cierto recelo sus credencialesdemasiado izquierdistas? Y dnde reclutar a sus colaboradores ms cercanos para sufuturo gobierno si se haba optado concientemente por seguir una estrategia supra-partidaria? Bachelet encontr la solucin de estos problemas en su decisin de esta-

    blecer una alianza estratgica tcita con el think tank Expansiva, un centro de ideasque reuna a un amplio grupo de jvenes pensadores, intelectuales y tecncratas deinspiracin liberal pero de orientacin probadamente concertacionista. Al igual queLagos, Bachelet dejara en claro que a pesar de su orientacin socialista, la polticaeconmica en su eventual gobierno quedara en manos de prestigiosos economistasde corte liberal que seguiran desarrollando el modelo econmico sustentado hasta

    19 La crtica y la demanda de una democracia ms participativa y directa haba sido hasta entonces una ban-dera de lucha que se limitaba principalmente a la izquierda extraparlamentaria y a algunos sectores de los autoflagel-antes de la Concertacin, sobretodo procedentes del Partido Socialista.

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    entonces. De all que comenzara a asistir a diversos foros econmicos, acompaadapor economistas de Expansiva.

    Los orgenes de Expansiva se encuentran en las aulas de la Universidad de Har-vard, en donde en enero de 2002 se realiz, por iniciativa del economista chileno An-drs Velasco, una reunin de alrededor cuarenta jvenes acadmicos y profesionaleschilenos, entre ellos economistas, politlogos y socilogos que trabajaban en variasuniversidades norteamericanas para pensar sobre El Chile que viene. Esta reunin serepetira un ao ms tarde, esta vez a las alturas del Cerro Nevado, frente de Santiago,la cual suscitara gran atencin meditica.20All se consolid la idea de crear Expan-siva, un think tank de jvenes profesionales que queran aportar con ideas para hacerposible la formulacin de mejores polticas pblicas para el pas. Es una organizacin

    moderna, sin sede fsica y poseyendo como herramienta principal un sitio web endonde los miembros publican sus papers sobre los ms variados temas y reas de larealidad nacional. Su lder, Andrs Velasco posee un abultado currculo. Poseedor deun doctorado en economa en la Universidad de Harvard, Velasco haba sido directordel Departamento de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Columbia

    y partir de 1996 se le nombrara profesor vitalicio en la ctedra de economa de laUniversidad de Harvard. Sus inicios profesionales como economista los hizo en losaos 1980s en CIEPLAN en donde trabaj muy de cerca con Alejandro Foxley, sudirector. Tras la restauracin democrtica en 1990, sigui a Foxley hacia el Ministeriode Hacienda, en donde se desempe como coordinador de finanzas internaciona-les. Durante la formacin del gabinete del Presidente Lagos el nombre de AndrsVelasco circul como su posible Ministro de Hacienda pero al final la eleccin deLagos recaera en Nicols Eyzaguirre. A partir de entonces, se dedicara de lleno ala actividad acadmica en Estados Unidos. Velasco posea un perfil completamentetecnocrtico, se autodefina como independiente y defenda abiertamente el libremercado y la bsqueda de excelencia tcnica en la formulacin y aplicacin de laspolticas pblicas.21

    Expansiva tendr en la figura de Jorge Marshall a otro monje de CIEPLANentre sus miembros ms importantes (vase Silva, 1991). Este doctor en economapor la Universidad de Harvard, presidente de Expansiva desde marzo de 2006, se

    desempe bajo el gobierno de Aylwin como subsecretario de economa y luegocomo Ministro de economa y es actualmente Director del BancoEstado. Tambinse uniran a Expansiva los miembros ms destacados del grupo de tecncratas deno-

    20 Vase por ejemplo, New Kids en el Poder, La Nacin, 2 de febrero de 2003 y Shiny Happy People, LaNacin, 23 de febrero de 2003. Como sugieren ambos ttulos, se subraya la formacin norteamericana de la mayora deestos jvenes profesionales.21 En un artculo de julio de 1997, Velasco haca una abierta defensa de la tecnocracia. La democraciamoderna opera sobre dos principios: delegacin y competencia. Delegamos a una lite ciertas decisiones, porque sontcnicamente complejas, y es eficiente que los expertos dictaminen. Con ellos a cargo del tema, el resto de la ciudada-na puede irse tranquilamente de vacaciones (..). La democracia chilena es elitista, cerrada, tecnocrtica, estticamenteimpresentable, pero funciona., La Tercera, 19 de julio de 1997.

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    minados Top Ten que haba colaborado con el gobierno de Frei Ruiz-Tagle (JorgeRosenblut, Pablo Halpern y Eduardo Bitrn). Jorge Rosenblut, que tras su salida del

    gobierno de Frei se haba transformado en un exitoso empresario tanto en Chilecomo en Estados Unidos, se convertira en un intermediario privilegiado entreBachelet y el empresariado chileno, encargndose adems de conseguir fondospara su campaa presidencial.22Por su parte, Halpern regresara a la escena nacional,al convertirse en el principal asesor meditico de la candidata.23Finalmente, EduardoBitrn jugara ms adelante un rol destacado en el gobierno de Bachelet.

    La emergencia de Expansiva como un referente de importancia para Bacheletsignificaba de hecho el retorno de los monjes de Cieplan y de los Top Ten al centrode gravitacin poltico del pas tras un perodo de enfriamiento durante el sexenio

    de Lagos que los haba distanciado de la esfera pblica. Con esta eleccin, Bacheletadems reinstauraba el principio de transversabilidad que haba surgido durante elgobierno de Aylwin y que haba sido prcticamente abandonado por la administra-cin de Frei Ruiz-Tagle.

    El acercamiento de Bachelet a los dirigentes liberales de Expansiva desde co-mienzos de 2005 fue seguido con mucho recelo por los dirigentes de la Concer-tacin y en particular, por los miembros del think tank socialista Fundacin Chile21, dirigida por el economista, ex ministro de economa y posterior senador por elPS, Carlos Ominani.24Esta fundacin asociada al mundo PPD-PS haba jugado unrol clave en la campaa presidencial de Ricardo Lagos en 1999 y haba apostado a

    que Bachelet se apoyara en ellos para elaborar su programa de gobierno, para luegofungir como nicho privilegiado de reclutamiento de expertos para su gobierno. Sinembargo, Bachelet pareca decidida a distanciarse lo mximo posible de las huesteslaguistas y de las estructuras partidistas. En todo caso, la pugna entre los think tanksExpansiva y Chile 21 reproducira de una u otra manera la pugna entre los sectoresautocomplacientes y autoflagelantes de la Concertacin que se vena arrastrandodesde 1998.

    Pero como conjugar su eleccin por los tecncratas de Expansiva para articularsu programa econmico y de gobierno en general con su discurso anti-tecnocrticoinicial? Pienso que la clave de esta contrariedad se encuentra en el hecho que Bache-let tom conciencia de que quera lograr mucho en un perodo presidencial relativa-

    22 Fue justamente Rosenblut quien organiz el encuentro que sostuvo Bachelet en Nueva York en enero de2005 con altos ejecutivos del mundo financiero de grupos como J.P. Morgan y Citigroup para darles seales de tran-quilidad y confianza respecto a su eventual conduccin econmica. Este era el primer viaje de Bachelet al extranjeroen su condicin de candidata presidencial. Vase El hombre de Bachelet en Miami,Qu Pasa, 26 de marzo de 2005 yEl hombre de las platas de Bachelet, Que Pasa, 31 de diciembre de 2005.23 Vase, Pablo Halpern: El regreso a las grandes ligas, Qu Pasa, 27 de agosto de 2005.24 Vase Vnculos Bachelet-Expansiva generan anticuerpos en el PS, La Tercera, 27 de marzo de 2005. Lapugna por el corazn y la mente de Bachelet, La Tercera, 3 de abril de 2005 y Pugna entre asesores de la candidata, LaTercera, 14 de mayo de 2005.

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    mente corto.25Para eso se haca imprescindible el poseer un programa de gobiernobien delineado, con una clara estrategia econmica y social y con la identificacin de

    cuales seran las reformas ms emblemticas de su presidencia; todo esto, antes de asu-mir al poder en marzo de 2006. Al parecer, tambin se dio cuenta de que era posiblereconciliar la presencia de una tecnocracia en su gobierno con su objetivo de fortale-cer la participacin ciudadana. Esto se hizo evidente en la manera como Bachelet, ensu condicin de pre-candidata, estructur la confeccin de su programa de gobiernodesde comienzos de enero de 2005. Para ello se constituyeron diversas comisionesde trabajo, en donde participaron acadmicos y expertos en cada materia, pero a lascuales tambin se invit a figuras representativas de ciertos sectores y organizacionesde la sociedad civil.26Ese sera el mismo estilo de trabajo que ella seguira a partir demayo de 2005, cuando definitivamente se convirti en la candidata presidencial de

    la Concertacin para los comicios de diciembre de ese ao. Nuevamente opt porla creacin de comisiones de trabajo a cargo de expertos, con cierta participacin desectores sociales.

    Por otro lado, como producto de su experiencia en su exilio europeo, por suformacin profesional como mdico cirujano pero sobre todo por sus estudios depostgrado en asuntos militares en Washington en el perodo 1997-98, Bachelet esta-ba, en los hechos, mucho menos distante del universo tecnocrtico de lo que se su-pona. Adems, su actitud aplicada, sacando siempre las mejores notas e intentando serla mejor, y su reconocido pragmatismo y aterrizaje para abordar tareas y problemas,la puso desde un primer momento en buena sintona con tecncratas como AndrsVelasco y Jorge Marshall que poseen estilos de trabajo y modos de accin bastanteafines.27

    As tras las primera vuelta de las elecciones presidenciales el 11 de diciembrede 2005, en la que pasara al balotaje junto a Sebastin Piera, Bachelet presentabapblicamente a fines de ese mes su Plan 100 das: 36 compromisos. En el mejorestilo tecnocrtico, la candidata se comprometa a cumplir objetivos especficos enun perodo de tiempo preestablecido. Adems, se hizo acompaar por un destaca-do elenco de economistas, entre los que se encontraban Andrs Velasco y AlejandroFoxley, quienes dieron un detallado recuento tcnico-financiero sobre cuanto costar

    la aplicacin del plan y cmo se financiaran las 36 medidas que se adoptaran en losprimeros cien das de gobierno. En dicha ocasin, y refirindose con orgullo a la altacalidad profesional de los miembros del equipo tcnico que formul el plan de las 36medidas, Bachelet conclua que la Concertacin, como ningn otro sector poltico,25 Al contrario de Frei Ruiz-Tagle y de Lagos el congreso haba acordado que el per iodo presidencial a partirde ahora slo durara cuatro aos (en lugar de seis).26 Vase Los nuevos nombres y estilo de Bachelet, La Nacin, 8 de enero de 2005.27 Vase, Como Andrs Velasco conquist a Bachelet, Que Pasa, 4 de febrero de 2006. De esta manera, comosugiere Patricio Navia, porque Bachelet privilegia el pragmatismo, prefiere las relaciones horizontales y quiere pro-mover la inclusin, la diversidad y la participacin, su estilo se acomoda fcilmente al que caracteriza a los tecncratasformados en Estados Unidos, Los yankees de Bachelet, Qu Pasa, 11 de febrero de 2006.

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    puede convocar a un grupo de tan altsima calificacin.28

    Pero la mayor sorpresa de Bachelet tan slo vendra tras su triunfo en el balotajedel 15 de enero de 2006. Si bien la holgada diferencia que logr ante su contrincanteSebastin Piera (53,5% contra 46,5%) ayud a fortalecer su relativa autonoma antelos partidos de la Concertacin, tambin es cierto que fue el aparataje partidista yel propio gobierno de Lagos el que se moviliz activamente entre la primera y lasegunda vuelta para lograr el triunfo de la abanderada concertacionista.29De all queen crculos oficiales exista casi la seguridad de que Bachelet, al momento de definirlos miembros del gabinete, no renegara sus vnculos con los partidos de la coalicinen general y con el socialismo concertacionista en particular.30

    Bachelet mostrara total hermetismo en la configuracin de su gabinete, man-

    teniendo hasta el ltimo minuto el suspenso respecto a quienes seran parte de suequipo de ministros. Su autonoma de los partidos polticos en la configuracin desu gabinete fue de tal magnitud, que slo minutos antes del anuncio oficial de sugabinete el 20 de enero de 2006, inform a los secretarios generales de dichas colec-tividades respecto a la lista de Ministros que enunciara al pas. Si bien estos ltimos lehaban hecho propuestas a la presidenta electa, ella prcticamente hizo caso omiso adichas peticiones y presiones, presentando al final una nmina de ministros que dejatnito a toda la elite poltica de la Concertacin y al pas en general.31

    Cuadro 2 Miembros de Expansiva en el gobierno de Bachelet

    Nombre Cargo y credenciales acadmicas

    Andrs Velasco* Ministro de Hacienda (PhD in Economics,Columbia University)

    Eduardo Bitran** Ministro de Obras Pblicas (PhD in Economics,University of Boston)

    Vivianne Blanlot Ministra de Defensa (M.A. in Economics,American University)

    Karen Poniachik Ministro de Minera y Energa (M.A. International

    Relations, Columbia University)28 La Nacin, 28 de diciembre de 2005.29 As por ejemplo, Lagos liber a su experimentado Ministro de Educacin, Sergio Bitar, para que tras laprimera vuelta renunciara a su puesto y se pusiera a la cabeza de la campaa de Bachelet para la recta final.30 En medio de la expectacin sobre quin elegira Bachelet, la mayora de los analistas polticos, incluyendoa prestigiosos politlogos como Ricardo Israel y Carlos Huneeus, se inclinaban por que Bachelet finalmente no sedesligara de los partidos polticos, debido al activo y decisivo rol que jugaron en la campaa del balotaje. Vase In-novar tanto con su estilo?, El Mercurio de Valparaso,17 de enero de 2006.31 As, uno de los principales peridicos titulaba la noticia del anuncio de la nmina ministerial con El estilode la Presidenta electa: Bachelet se desmarca de presin partidista,El Mercurio,31 de enero de 2006. Segn el socilogoEugenio Tironi, tras el anuncio de las designaciones ministeriales, los partidos polticos haban entrado en un estadode shock. Vase entrevista en La Tercera, 2 de abril de 2006, Bachelet ha creado su propia transversalidad.

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    Mara Olivia Recart Subsecretara de Hacienda (M.A. in Economics,Universidad Humberto Hurtado)

    Pilar Romaguera Subsecretario de Educacin (PhD in Economics, Boston University)Pablo Bello Subsecretario de Comunicaciones (Economa,

    Universidad de Chile)Carlos lvarez Vicepresidente ejecutivo de CODELCO. (M.A. in Public

    Administration, Harvard University)).Jean Jacques Duhart Gerente de innovacin CODELCO (M.A. en

    Administracin pblica, ENA- France)Jorge Marshall* Vicepresidente de BancoEstado (PhD in Economics,

    University of Harvard)

    Pilar Armanet Embassador to France (M.A. in Public Studies,Universidad de Chile)

    Luis Felipe Cspedes Coordinador de polticas financieras, Ministerio deHacienda (PhD in Economics, New York University).

    Marcelo Tokman Coordinador general de los conejeros de Ministro,Ministerio de Hacienda (PhD. in Economics, University ofCalifornia at Berkeley).

    Heidi Berner Coordinadora de la Direccin de Presupuesto (DIPRES)(M.A. in Public Administration, Harvard University).

    Jorge Rodrguez Director del departamento de estudios de la Direccin de

    Presupuesto (DIPRES) (M.A. in Economics, Harvard Uni-versity).Pablo Halpern** Principal consejero estratgico de la campaa presidencial de

    Bachelet (MBA in Kellogg School of Management, Nor-thwestern University).

    Jorge Rosenblut** Contacto con la comunidad empresarial y consejero de pre-supuesto durante la campaa presidencial de Bachelet (M.A.in Public Administration, Harvard University).

    Jos Miguel Benavente Miembro del Consejo Nacional para la Innovacin (ingenie-ro industrial, Universidad de Valparaso).

    Cristbal Aninat Miembro de la Comisin Presidencial Boeninger (sistemaelectoral binominal) (M.A. in Political Science, New YorkUniversity).

    Axel Christensen Miembro de la Comisin Presidencial Marcel, (sistema depensiones) (M.A. in Business Administration, Stanford Uni-versity).

    Andrea Repetto* Miembra de la Comisin Presidencial Marcel (sistema depensiones) (PhD in Economics, MIT).

    Alfredo Joignant Miembro de la Comisin Presidencial Garca (reforma edu-

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    cacional) (PhD en ciencia poltica, Universit de Paris I Pan-theon-Sorbonne).

    Carolina Toha Miembra de la Comisin Presidencial Garca (PhD en cien-cia poltica, Universit di Milano).

    Alejandra Mizala Miembra de las comisiones presidenciales Marcel y Garca(PhD in Economics, University of California at Berkeley).

    Daniel Fernndez Director ejecutivo de Televisn nacional de Chile (TVN)(Ingeniero civil, Universidad de Chile)

    Bernardita Escobar Consejera del Ministro de Economa (MPhil inEconomics, Cambridge University)

    Luis Eduardo Bresciani Jefe de la Divisin de Desarrollo Urbanstico del Ministeriode Viviendav(M.A. in Urban Design, Harvard University).

    * Ex monjes de Cieplan. ** Ex Top Ten.Fuentes: Diversos peridicos y portales electrnicos institucionales.

    La primera gran sorpresa fue que cumpli al pie de la letra su promesa de nombrar ala mitad de su gabinete con mujeres y de no nombrar personajes polticos demasiadofogueados.32La gran mayora de los miembros de su gabinete era efectivamente rela-tivamente joven y posea un marcado perfil tcnico-profesional, muchos de ellos conestudios de postgrado en los Estados Unidos.33Sin embargo, el factor ms saliente desu gabinete, y el que cre una serie de debates al interior de los partidos de la Con-certacin y en los medios de comunicacin, sera la fuerte presencia de miembros delthink tank Expansiva en el gabinete y en el resto del aparato de gobierno.34

    La lista de los ministros de Expansiva era encabezada por Andrs Velasco, Mi-nistro de Hacienda, que se converta as en el nuevo hombre fuerte de la economachilena.35Bachelet tambin puso a miembros de Expansiva en dos ministerios defuerte peso en Chile como lo son el Ministerio de Defensa, con Vivianne Blanlot yel Ministerio de Obras Pblicas, dejndolo a cargo del ex Top Ten Eduardo Bitrn.Expansiva tambin se apoderara de varias subsecretaras y estar bien representado enuna serie de comisiones especiales creadas por la Presidenta Bachelet (ver cuadro 2).Uno de los pocos puntos de unin entre el gobierno de Lagos y el de Bachelet sera

    32 Tras la sorpresa de muchos, nombres de destacados lderes de la Concertacin, como Sergio Bitar, Jos

    Antonio Viera-Gallo o Jorge Schaulsohn, que todos daban casi por contado como futuros ministros, no apareceranfinalmente en la lista de la Presidenta electa.33 El alto nivel tcnico del gabinete de Bachelet llamara la atencin a nivel internacional. As, en la prensaargentina, en un artculo titulado, El gabinete ms globalizado de Amrica Latina, se subrayaba con entusiasmo queun 70% de los ministros nombrados por Bachelet habla ingls y la mayora de ellos tienen doctorados de las universi-dades ms importantes de Estados Unidos y Europa. El artculo concluye que estas personas no pasaron sus aos deexilio en Estados Unidos y Europa llorando sobre sus dramas personales, sino preparndose para el futuro en algunasde las mejores universidades del mundo, La Nacin de Buenos Aires, 11 de marzo de 2006.34 Vase Nuevo grupo de pensamiento irrumpe en el poder: Qu es Expansiva?, La Nacin, 12 de febrerode 2006.35 Esta designacin caus mucho malestar en los crculos socialistas, quienes haban apoyado a la figura deMario Marcel, otro talentoso jven tecncrata, poseedor de un PhD en economa en la Universidad de Cambridge yque haba estado muy cercano a Bachelet durante la campaa.

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    representado por la figura del hijo del ex Presidente, Ricardo Lagos Weber, quiensera nombrado Ministro Secretario General de Gobierno, siendo el vocero oficial de

    su gobierno hasta diciembre de 2007.

    Bachelet exhibi su moderno estilo de gestin como jefe de gobierno ya al mo-mento del juramento de los nuevos ministros a quienes, ante la sorpresa de los pre-sentes, les pas una carpeta personal en el cual ya se les indicaba a cada uno de elloslos objetivos que deba lograr en su cartera y los plazos en que deban ser realizadosdurante los cuatro aos de gobierno. Al mismo tiempo, Bachelet decidi establecer unaserie de Comisiones de Estudios para que presentaran dentro de un plazo determinadouna propuesta a la presidenta de la Repblica. As se constituyeron una Comisin sobreel sistema binominal a cargo de Edgardo Boeninger y una comisin sobre el sistema

    provisional, a cargo de Mario Marcel. Estas comisiones, que estaban constituidas ma-yoritariamente por expertos en la materia,36tambin incluan a representantes de lasociedad civil. A travs de este ltimo elemento, Bachelet trataba de darle forma a supromesa de convertirse en un gobierno ciudadano. Sin embargo, a medida que ellacomenzaba a acentuar en su discurso la participacin ciudadana, comenzaba en Chilea gestarse una discusin a nivel acadmico de qu se podra entender especficamentepor participacin de la ciudadana en las polticas pblicas y sus posibles impactos tan-to en la efectividad de las polticas como en la estabilidad poltica en el pas. 37

    La gran prueba de fuego sobre la participacin ciudadana se producira abrupta-mente a fines de mayo de 2006 cuando las organizaciones de estudiantes secundarios

    de Santiago hicieran un llamado a tomarse los establecimientos educacionales y a unahuelga indefinida en pro de una mejora en la calidad de la educacin. Esto generuna serie de violentos enfrentamientos callejeros entre escolares y fuerzas policiales.La accin de los estudiantes secundarios desencadenara adems la fuerte activacinde variados movimientos sociales y de sectores radicales de la izquierda extraparla-mentaria quienes solidarizaran con su lucha y tambin se tomaban las calles de lacapital. Las imgenes de violencia callejera y de un alto grado de radicalizacin y deintransigencia por parte de los dirigentes estudiantiles, reavivaban el miedo de no po-cos chilenos que el nuevo escenario terminara por acabar el clima de relativa tranqui-lidad y estabilidad poltica que el pas haba gozado desde la restauracin democrtica

    en 1990 e incluso que se pudiese recrear el clima de violencia poltica y social comoel vivido a comienzos de los aos 70.36 La comisin de reforma provisional sera justamente cuestionada por algunos sectores por su marcadocarcter tecnocrtico. En un artculo de El Mostradorse deca: El equipo de la Presidenta Bachelet ha perdido unamagnfica oportunidad de poner en prctica su proyecto de gobierno ciudadano cercano a las mayoras. Su com-posicin es eminentemente tecncrata, es decir, su mayora son expertos y cuyas opiniones no sern vertidas comotales, sino que tendrn la pretensin de situarse en el campo de las pericias tcnicas y de los saberes neutros (know how),no contaminados por los intereses econmicos y polticos en juego, Comisin de Reforma Provisional y la tecnoc-racia, El Mostrador, 10 de agosto de 2006.37 As, a partir de marzo de 2006 se han realizado una serie de encuentros y simposios sobre esta temtica. Estees el caso de Participacin ciudadana en la gestin pblica en Chile, organizado conjuntamente por FLACSO-Chile

    y la Universidad de Leiden en Santiago a inicios de mayo de 2006.

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    Los estudiantes exigan la conformacin de una comisin, al igual a la existentesobre el sistema provisional, para estudiar los problemas de la educacin y formular

    propuestas de cambios, en donde ellos tuvieran una representacin mayoritaria. Losllamados al gobierno de sectores de derecha a mostrar autoridad y de sectores de laConcertacin de mostrar habilidad poltica para desactivar la crisis, llevaron a Bache-let a imponer su voz en la conformacin de la comisin, en la cual si bien hay unaamplia representacin de los estudiantes, qued en manos de expertos.38

    La crisis de los secundarios redujo adems considerablemente los altos grados deautonoma con respecto a los partidos polticos que haba logrado establecer Bacheletdesde iniciada su candidatura presidencial hasta la crisis estudiantil. A saber, fueron lospartidos polticos de la Concertacin, y no el gobierno, que a travs de sus estructuras

    internas y va sus nexos partidarios con las organizaciones estudiantiles y los demsmovimientos sociales involucrados, lograron finalmente tranquilizar los nimos delos huelguistas y parar la crisis. Esto qued simbolizado en la reunin que mantuvoBachelet tras el fin de la crisis con todos los jefes de la Concertacin, en que se veala imagen de la hija prdiga que finalmente regresaba a su cuna original.

    La crisis de los estudiantes secundarios, que de hecho represent una suerte desobredosis de participacin ciudadana directa, dej seriamente lesionado al recinestablecido gobierno de Bachelet y sin duda debilit al interior del gobierno a lospartidarios del discurso ciudadano.39La crisis haba daado especialmente la posi-cin del Ministro del Interior, Andrs Zaldvar y del Ministro de Educacin, Martin

    Zilic, quienes seran acusados desde distintos sectores de no haber sabido conducirla crisis de una manera adecuada. Finalmente, Bachelet se vera obligada a hacer unajuste de gabinete a slo 4 meses de haber iniciado su gobierno, en donde saldranlos dos cuestionados ministros. Adems, Bachelet vera caer rpidamente el grado deaprobacin de su gobierno por parte de la poblacin.40

    La crisis de los secundarios, tambin produjo en ciertos crculos de opininpblica una abierta defensa de la democracia representativa y un cuestionamiento delos posibles beneficios que pudiera traer la democracia participativa. Bastante impactotendra el artculo del influyente opinlogo Patricio Navia de julio de 2006 en donde38 Al presentar su propuesta de reformas educacionales, Bachelet dejara en claro que era ella y no los estu-

    diantes quien decida finalmente sobre el asunto, afirmando a comienzo de su discurso que este es un Gobierno quedialoga y despus de escuchar y dialogar decide. He resuelto tomar nuevas medidas para garantizar que nuestros jvenesestudian tranquilos y en buenas condiciones, La Segunda, 1 de junio de 2006.39 As, incluso Camilo Escalona, Presidente del Partido Socialista y leal colaborador de la presidenta, afirmaraque Bachelet constituy su gabinete y organiz su gobierno invitando a participar, pero esa participacin ha sido malasumida. Las demandas son tan numerosas y en algunos casos desproporcionadas que en lugar de dilogo tenemos desor-den. , La Segunda, 12 de agosto de 2006.40 En abril de 2006, un mes tras asumir la presidencia, Bachelet gozaba de un 62,1 por ciento de aprobacin.En mayo el nivel de aprobacin haba bajado a un 54,2 por ciento y en junio de 2006 el ndice de aprobacin habacado al 44,2 por ciento; el ms bajo ndice que haya gozado un presidente de la Concertacin desde 1990. Esta cadaen la aprobacin del gobierno, empero, no signific una mayor aprobacin de los partidos de la oposicin por partede la poblacin. Ello sera un reflejo de la psima imagen que tienen los ciudadanos respecto a los par tidos polticos engeneral.

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    exiga a Bachelet aclarar que entenda ella exactamente por democracia participativay en donde adverta sobre los peligros que traa consigo para la estabilidad poltica la

    democracia de las calles.

    La tensin entre democracia representativa y democracia participativa esthoy en el centro de nuestro sistema poltico. (.) Bachelet ha expresado supreferencia por los gobiernos ciudadanos. Pero aunque la democracia par-ticipativa parece una va razonable y atractiva (..) los que gritan ms fuerteo tiran ms piedras llevan las de ganar en la democracia participativa. (..)Nuestro pas ya sufri una vez con el irresponsable menosprecio de la de-mocracia representativa. No podemos volver a cometer ese error. Sin dudaque hay que mejorar la democracia representativa e introducir mecanismosque faciliten y fortalezcan el control ciudadano. Pero idealizar el pueblo en

    la calle y manifestar una nostlgica preferencia por el poder popular porsobre la democracia representativa constituye el peor error que puede co-meter la izquierda en Chile hoy.41

    Pareciera ser, en todo caso, que tras la crisis de los secundarios, se ha asentado elmodus operandide Bachelet para encarar los diversos temas y problemas nacionales,combinando el juicio de expertos en cada materia con la opinin de algunos sec-tores consultados de la sociedad civil. En otras palabras, se est dando cierta formade articulacin efectiva entre gestin tecnocrtica y formas de consulta ciudadana.Esto podra estar llevando a una situacin a la que Peter Evans (1995) ha llamado deembedded autonomy en la cual la tecnocracia gubernamental abre canales reales de

    comunicacin y consulta con representantes de los sectores sociales involucrados encada tipo de decisiones, pero que al final del da son los cuadros tcnicos y los res-ponsables de las polticas pblicas quienes, manteniendo su relativa autonoma de losgrupos de presin en la sociedad, toman la decisiones finales.42

    Por otro lado pareciera ser que aumento del protagonismo de los partidos pol-ticos fue solo coyuntural tras la crisis de los secundarios. Si bien Bachelet despus dela embestida estudiantil redujo visiblemente su grado de autonoma, an ha sabidomantener altos grados de independencia, como se refleja en la manera como hallevado junto a su ministro de relaciones exteriores, Alejandro Foxley, las relacionesinternacionales, y en particular, las delicadas relaciones con los pases vecinos. An noha mandado grandes propuestas de reformas al parlamento, por lo cual no est claroque tan cooperativos sern los parlamentarios concertacionistas con la nueva Presi-41 Patricio Navia, Poder popular, La Tercera, 1 de julio de 2006.42 Las crticas por la constitucin de estas comisiones de sello tecnocrtico no se haran esperar. CarlosHuneeus, por ejemplo, ha argumentado que la protesta estudiantil fue un golpe mayor no slo al gobierno, sino tam-bin al sistema poltico. (..) Los jvenes han devuelto la poltica al frente de la democracia, postergada por el tecnocra-tismo y el sesgo conservador de este. La protesta estudiantil tensiona a la Concertacin pues se confrontan dos manerasde entender la accin del gobierno: una mirada tcnica, con un recetario de policies, posible de ser compartida porexpertos de distintas ideologas, o una mirada poltica. (..) La mirada tcnica desconoce los conflictos de intereses quehay en la sociedad, mientras que la mirada poltica los reconoce y los busca regular por consenso o por una norma dela mayora, Qu Pasa, 10 de junio de 2006.

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    denta. Pero no es impensable que, en ese momento, los partidos polticos decidanponer nuevamente a la Presidenta Bachelet bajo presin para aumentar as su grado

    de influencia ante su gobierno.

    Lo que si ha quedado en claro tras el anuncio del gabinete ministerial de Bache-let en enero de 2006 es que el efecto Expansiva ha producido una fuerte erosin enla funcin tradicional de los partidos polticos como principal ente de reclutamientode la clase gobernante.43 As, a partir de esa fecha se han establecido una serie denuevos think tanks que tienen como objeto dar el respaldo tcnico y poltico ne-cesario a futuros presidenciables, creando ideas y formulando proyectos de futuraspolticas pblicas.44En vista del carcter tcnico-profesional que caracteriza a estoscentros privados, obviamente este auge de los think tanks va en directo beneficio de

    individuos con expertise en terrenos y temas especficos y de perfil tecnocrtico, endesmedro de los polticos tradicionales y de sus organizaciones polticas.45

    Comentarios finales

    La batalla entre tecncratas y polticos al interior de la Concertacin an no ha sidodefinitivamente ganada por los primeros. En los prximos aos, seguramente el go-bierno de Bachelet deber enfrentar una constante presin de parte de los sectoresms de izquierda de la Concertacin para que baje su perfil tecnocrtico y fortalezcalos mecanismos en pro de la participacin ciudadana. Al mismo tiempo, su gobiernose ver constantemente asediado por la clase dirigente del Partido Demcrata Cris-

    tiano y del eje PS-PPD, quienes continuarn presionando para intentar recuperarlas cuotas de poder que han tenido que ceder a los sectores tecnocrticos. La abiertaenvestida lanzada por el senador democratacristiano Adolfo Zaldvar a fines de 2007

    43 Hay analistas que ven en Expansiva una suerte de proto-partido o de partido poltico sui generis, ya quesin tener estructuras partidistas ni representacin parlamentaria, ha sido capaz de apoderarse de una buena cuota depoder dentro del gobierno de Bachelet. Otros advierten que Expansiva podra convertirse en el tiempo en una suertede partido bacheletista.44 Este es el caso de la Fundacin ProyectAmerica, a cargo del ex senador Jos Antonio Viera-Gallo y querene a diversas figuras de la Concertacin que no fueron incluidas en el gobierno de Bachelet. El ex presidente Lagos hacreado Democracia y Desarrollo que oficialmente tiene como objetivo de cuidar el legado de su obra y su proyeccininternacional, pero que es visto como una posible plataforma electoral para las elecciones presidenciales de 2009. Por suparte Joaqun Lavn cre el centro de investigacin Vanguardia, mientras el dirigente de la UDI, Pablo Longueira, quien hahecho manifiesto su inters de convertirse en el abanderado de la derecha para el 2009, ha creado la Fundacin Chile Justo.

    Por otro parte, el centro CIEPLAN, que prcticamente qued paralizado desde 1990 cuando Foxley y los suyos pasaron aformar parte del gobierno de Aylwin, ha sido renovada y apuntalada con la designacin de Ignacio Walter, ex ministro derelaciones de Lagos y prestigioso politlogo, como su nuevo director. Vase, Para qu sirven los think tanks?,La Tercera, 2de abril de 2006; El efecto Expansiva en la derecha, La Nacin, 23 de abril de 2006; Todo el poder a los think tank?, LaNacin, 27 de abril de 2006.45 Ya habamos advertido al comienzo del gobierno de Aylwin sobre el gran futuro que tendran los thinktanks en la realidad poltica chilena. En aquel entonces afirmamos que the key role played by the technocrats ofCIEPLAN in the new government also shows the increasing importance that research institutes have attained withinChilean politics, to the detriment of political parties, as reservoirs of an alternative techno-political class. The Chicagoboys have also received the message, establishing a CIEPLAN-like think tank in order to monitor the performance ofthe Aylwin government and to wait for political change in the future for the deployment of their policies. The strugglefor political power between competing technocratic groups entrenched in their respective think tanks has become anew feature of Chilean politics (Silva, 1991: 409-410).

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    en contra de la trasversalidad que se ha logrado en el seno del estamento tecnocr-tico al interior del gobierno que va en detrimento del poder y la influencia de los

    dirigentes polticos tradicionales es un vivo ejemplo de esta lucha entre polticos ytecncratas.

    El evidente fracaso del nuevo sistema de trasportes (Transantiago) ha sido un durogolpe para la tecnocracia gubernamental. Tanto la oposicin de derecha, como lasvoces disidentes de izquierda al interior de la Concertacin (los llamados dscolos),como los medios de comunicacin y la ciudadana en general han culpado abierta-mente a los tecncratas de gobierno como los principales responsables de este deba-cle. Sin embargo, la presidenta Bachelet an no da seales de estar dispuesta a alejarsede sus principales colaboradores de seo tecnocrtico. De hecho, nombr a Ren

    Cortzar, ex ministro y destacado ex-economista de CIEPLAN que posee clarascredenciales tecnocrticas, como encargado de solucionar los problemas producidospor la aplicacin del Transantiago. En mi opinin, el estamento tecnocrtico se haconvertido en un componente estructural del bacheletismo y la posibilidad de queel presente gobierno los reemplace por los partidos polticos como su principal basede apoyo en el proceso de toma de decisiones se hace muy improbable en los aosque le restan de gobierno.

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