SilasSilas

Compañero de

san Pedro y san Pablo

Silas era uno de los primeros cristianos de la Iglesia de Jerusalén, que había nacido nada menos que el día de Pentecostés. Fue uno de los testigos de todo lo que cuentan los Hechos de los Apóstoles de aquellos primeros años.

Era considerado un fundamento de la primera Iglesia por lo que acompañó a San Pablo en su primer viaje a Antioquía, a cuya Iglesia llevaron una carta de los Apóstoles, y que llenó de alegría a aquella comunidad cristiana.

Desde ese primer encuentro con San Pablo aparecerá siempre al lado del Apóstol de las gentes y, juntos, recorrerán Siria y Cilicia, una parte de la actual Turquía. Juntos, también, llegaron por primera vez a Europa.

La primera ciudad europea pisada por un misionero cristiano fue Filipos, en la actual Grecia, donde sufrieron persecución por curar a una esclava posesa, que hacía adivinaciones y ganaba mucho dinero para sus amos.

Los funcionarios de la ciudad de Filipos apresaron a Pablo y a Silas y los mandaron azotar, encerrándolos luego en prisión. Estando encadenados un tremendo terremoto abrió las puertas y soltó sus cadenas.

Si un prisionero se escapaba el carcelero era condenado a muerte, por lo que éste intentó clavarse su espada. Le gritaron que no lo hiciera y, tras hablar con él y anunciarle la Palabra del Señor, se hizo cristiano con toda su familia.

Después de haber viajado con Pablo y haber sido coautor de algunas de las cartas que éste escribió y se encuentran en el Nuevo Testamento, Silas aparece al lado de san Pedro en Roma donde, según la tradición, le sirvió como secretario.

Silas fue un cristiano convencido, testigo y protagonista de la hermosa aventura de llevar el nombre de Jesús a todo el mundo. Y sus compañeros en esta labor fueron nada más y nada menos que san Pedro y san Pablo.

Texto e imágenes

Revista Gesto, Nº 154

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