¡SÍGUEME! Jesús

El Plan del Maestro para Edificar Carácter

Por David E. Schroeder y John H. Alsdorf

Traducción: Eric Ericsson

¡Seguid al Maestro! No importa sufrir Aunque haya enemigos y obstáculos mil. Si estrecha es la senda, no retroceder, Siguiendo al Maestro, podremos vencer.

Proseguid siempre adelante, con las armas del Señor

A las órdenes del Jefe que nos guía con su santa voz.

Seguid al Maestro por todo lugar, En días de lucha, o en días de paz, Si oscura es la senda, seguid sin temor, Su rostro glorioso infunde valor. ¡Seguid al Maestro, sin titubear, Sus ordenes todas, cumplid sin tardar Estemos alertas, cual hijos de luz, Y grande victoria, darnos Jesús. HyDdelE.# 431

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El Copyright de estos estudios lo tiene Jesús en el cielo, saque las copias que necesite.El Copyright de estos estudios lo tiene Jesús en el cielo, saque las copias que necesite.El Copyright de estos estudios lo tiene Jesús en el cielo, saque las copias que necesite.El Copyright de estos estudios lo tiene Jesús en el cielo, saque las copias que necesite.

NOTA: Para los que entienden inglés, MasterWorks ha publicado, además del libro guía del mismo nombre, “Follow Me”, por David Schroeder, otro libro para estudio bíblico de grupos pequeños. “The Broken God, Power Under Control”, sobreponiendo las 8 bienaventuranzas sobre los 8 episodios de la pasión del Señor, demostrando como Jesús respondió perfectamente al estrés mas grande que nadie jamás haya experimentado. Cada capítulo concluye con preguntas para discutir y una aplicación. Escrito por David Schroeder, The Broken God se consigue en las librerías cristianas. También puede ser solicitado directamente de MasterWorks.

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Introducción al manual “¡Sígueme!” 4

Dispuesto a aprender 9

Flexibilidad 12

Humildad 15

Compasión 17

Integridad 20

Sin egoísmo 24

Contenido

Intensidad 28

Coraje 31

Dependencia 34

Transparencia 37

Contentamiento 40

Digno de confianza 43

Sujeción mutua 47

Alerta 50

Siervo 53

Evaluación de progreso individual 59

Guía del líder 60

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Introducción al Manual “¡Sígueme!...” Discípulos: Vamos en camino. Si usted quisiera comenzar un movimiento que afectará profundamente todas las áreas del mundo y que seguiría creciendo 2000 años después que se haya ido, ¿cómo lo haría? ¿Qué clase de personas elegiría como ayudantes? Jesús eligió 12 hombres bastante parecidos a usted. Hombres comunes, por fuera, pero con corazones deseosos de conocer y obedecer a Dios, no personas religiosas al estilo que nosotros conocemos, sino hombres dispuestos a pagar el precio de caminar con Dios. Y en su ida, estos hombres “trastornaron el mundo”. Jesucristo sigue buscando aún hoy hombres como estos. Algunos prefieren un camino fácil, pero si todos hubieran seguido el camino fácil, no habría iglesia cristiana hoy. El discipulado es el camino áspero hacia el reino de Dios. Es un camino lleno de obstáculos, peligros y accidentes, no un paseo divertido designado para llenar nuestro tiempo libre con lujos. Es la huella difícil del pionero. El Maestro no dijo: “Síganme cuando no llueva, nieva o el camino sea cuesta arriba”. No vino a hacernos la vida fácil, sino a hacer que la gente sea fuerte espiritualmente; vino a hacer discípulos.

Pero nos preguntamos ¿Qué es un discípulo? ¿Cómo saber si soy uno o me estoy transformando en uno? En una palabra, discípulos de Cristo son aquellos cuya única motivación es de ser como su Maestro. Un discípulo bien entrenado, será como su maestro. (Lc. 6:40) Debemos ser realistas. Jesús bien sabía que el odio, el crimen violento, las luchas callejeras, la injusticia y el paganismo rampante en nuestro mundo y en el corazón humano, no iban a ser confrontados con un cristianismo superficial, a medias, cobarde. Debemos experimentar la misma verdad hoy. El mundo necesita ver discípulos iniciadores, comprometidos, no cristianos tibios y pasivos.

“¿Ser como Jesús? Una meta alta y digna”, dirá usted, “¡pero imposible!”. Verdad, ¿pero por eso dejaremos de tratar de hacerlo? ¿Qué golfista hizo el hoyo en uno si solo estaba tratando de no perder la pelota en el bosque? ¿Qué piloto encontró su destino, Puebla, si solo estaba tratando de llegar a la ciudad de México? Llegar a ser como Jesús es una meta que lleva toda una vida. Pero no se desespere. Usted no se hace discípulo mientras sigue intensamente por el camino. En camino a ganar sabiduría CELESTIAL, esto es… Ver la vida desde el punto de vista de Dios. En camino a aceptar su ESTILO DE VIDA, esto es… Vivir para expresar la gloria de Dios en cada parte de su vida. En camino a desarrollar su CARÁCTER, esto es… Responder a todos y a cada situación sin egoísmos. En camino a aceptar sus PRIORIDADES, esto es… Buscar primero el reino de Dios y su justicia. Encaminarse como discípulo: Un proyecto en desarrollo. Cuando un constructor comienza un proyecto, tiene que tener en mente el cuadro de cómo será el edificio terminado. Sea un rascacielos, una casa de estilo colonial, o una casita para los pajaritos, debe tener una imagen

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mental, un dibujo, o un plano detallado del resultado final. Lo mismo sucede con nuestra vida si queremos lograr metas espirituales. ¿Cómo debe ser un discípulo, el producto final? ¿Cuál es el modelo? El producto final del discipulado es de ser como el Maestro, de ser como Jesús. Por un lado nos gustaría saber más de él, por el otro ya sabemos más de lo que vamos a poder usar. El mejor amigo de Jesús aquí en la tierra, Juan el apóstol, nos dice que al conocerle, también conocemos al Padre. A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer. (Juan 1:18) De esta manera, al ser más como Jesús, seremos más como Dios. ¿Qué es esto, el ser más como Dios? En nuestra experiencia con gran cantidad de hombres en grupos de discipulado, hemos visto algo tristemente común: muchos buenos cristianos sufren innecesariamente de complejos de inferioridad espiritual. Se castigan, derrotados, no por estar en pecado, sino por no alcanzar lo que se les ha dicho que es la piedad, o la verdadera espiritualidad. Pareciera que hay un nexo común para todos estos complejos de inferioridad. La mayoría de estos hombres han aceptado un modelo de espiritualidad que pudiéramos describir como devocionalismo, una vida quieta, reposada, estudiosa, contemplativa, espiritual. ¿De dónde sacaron la idea que ésta es la cumbre del discipulado? ¡No de la Biblia! Probablemente de los púlpitos. Los predicadores necesariamente deben pasar largas horas de estudio y reflexión, por consiguiente ese es el modelo que recomiendan. Usted encuentra a Dios detrás de la puerta cerrada o en la hora quieta - recomiendan - como si Dios no pudiera tolerar el polvo o el ruido del mundo alrededor. Este tipo de espiritualidad es hermoso, admiramos a los que usan este modelo para el crecimiento espiritual. Pero es evidente que el cristianismo no fue puesto en el mapa por los devocionalistas. Al menos, como definimos “devocional” en estos días. Los primeros cristianos eran devotos, es verdad, pero no del estudio y la hora quieta. Eran devotos a una persona, Jesucristo, su Señor. Y él era un activista. Midiendo la devoción a Dios. ¿Cómo sabemos que muchos de los primeros cristianos no estudiaron o practicaron “la hora quieta” como sabemos que se practica hoy? Dos hechos. Muchos, si no todos los creyentes, eran iletrados. Los esclavos formaban gran parte de la iglesia primitiva. Para los pocos que podían leer, existía solo el Antiguo Testamento, escrito en hebreo. Se dirigía principalmente a la minoría judía de la iglesia, no a la mayoría gentil. Alrededor del siglo segundo a.C., algunos habrán tenido acceso a la versión de los sesenta, la Biblia hebrea traducida al griego. Segundo, aún los que sabían leer no tenían un acceso fácil a las Escrituras. Esto siguió sucediendo por siglos después de la venida de Cristo. No habían Biblias de familia, Nuevos Testamentos de bolsillo, o Biblias de estudio personal. Por esta razón, los primeros creyentes seguro que tenían un concepto diferente de lo que significaba ser piadoso. Por cierto que las enseñanzas de Jesús transmitidas oralmente y luego por escrito con los evangelios, fueron la guía mas importante para esta vida piadosa. Indudablemente las enseñanzas del Antiguo Testamento también fueron parte de la fórmula. David, una persona bastante introspectiva, hace una descripción del hombre piadoso muy social y de este mundo:

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Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón. El que no calumnia con su lengua, Ni hace mal a su prójimo,

Ni admite reproche alguno contra su vecino.

Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, Pero honra a los que temen a Jehová.

El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia;

Quien su dinero no dio a usura, Ni contra el inocente admitió cohecho.

El que hace estas cosas, no resbalará jamás.

Salmo 15 Hay muchos hombres creyentes que son ejemplos vivientes del Salmo 15, pero porque no son del tipo devocional, ellos mismos menosprecian su espiritualidad. De la misma manera, nos preocupa que haya tantos que no saben lo que es la justicia verdadera - hablar la verdad de corazón - etc. Pero que se sienten muy cómodos porque tienen su fórmula “devocional”. ¿Pudiera ser que el modelo de devocionalismo como medida de la piedad es una expresión de farisaísmo del siglo XX? Al recorrer los pasajes del discipulado en el evangelio de Lucas, logramos un entendimiento mayor de lo que Francis Schaeffer llama “espiritualidad verdadera”. Los pensamientos que acabamos de expresar no tienen la intención de denigrar un estilo de vida devocional. Es más, vemos a Jesús mismo retirándose de las multitudes para dedicarse a la oración. Pero si Jesús y los discípulos hubieran sido solo devocionales, hubieran muerto pacíficamente como buenos judíos. No habría iglesia cristiana. Fue al llevar su espiritualidad al mundo que la verdadera justicia confrontó la religión corrupta y la situación pagana de su día. En la confrontación, Dios podía hablar y actuar. ¡Auxilio! No hay una formula fácil y rápida de llegar a ser un discípulo de Cristo. Quizás eso sea obviamente doloroso para usted. Por consiguiente no intente esto solo. Usted va a necesitar ayuda. Va a necesitar la ayuda del Espíritu Santo, de Dios dándote conocimiento profundo y poder. Usted va a necesitar la ayuda de la Palabra santa de Dios dándole fe y dirección, Y usted va a necesitar la ayuda de la comunidad santa de Dios dándole aliento y manteniéndole en una relación de dependencia voluntaria (sujeción mutua). La gente con quienes se está reuniendo están en el mismo camino. Es cierto que no están en sus zapatos ni ellos en los suyos, pero todos ustedes se dirigen hacia el mismo camino. Por lo tanto ayúdense unos a otros. Ayúdense unos a otros cuidando el uno por el otro. Descubra acerca del trasfondo de los otros como su niñez, los puntos decisivos mayores en sus vidas, sus sueños profesionales, sus dones espirituales; sus sentidos de fracaso, y sus necesidades por la ayuda suya.

Ayúdense unos a otros desafiándose unos a otros. Vengan a ser un equipo donde nadie en particular gana; al menos que todos ganen. Desafíense los unos a los otros a crecer en devoción a Dios. Para hacer esto ustedes necesitarán desarrollar una relación de confianza. Solamente entonces pueden ustedes deshacerse de la

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máscara de macho que nos detiene de llegar a ser hombres y mujeres verdaderos y maduros. El discipulado se aprende mejor en un grupo establecido. Por ejemplo, el incidente en el cual Santiago y Juan estaban compitiendo por un sitio preferencial en el reino levantó la ira de los demás discípulos. Eso dio a Jesús la oportunidad de amonestarlos acerca del enfoque siervo-liderazgo. (vea Marcos 10:35-45) Nosotros le animamos que use este manual con un grupo de otros aspirantes a discípulos, aun cuando usted tenga que comenzar el grupo. Si podría usar este manual con un grupo de otros cristianos, ¿por qué no usan el nombre HERMANDAD o GUAD----“Grupo Unido Aprende Discipulado.” Nosotros recomendamos que su grupo sea preferiblemente de varones. La experiencia nos ha mostrado que la mayoría de varones no llegan a ser espiritualmente íntimos (abiertos, transparentes, vulnerables) en un grupo mixto. Ni tampoco debería haber intimidad, excepto en la relación de esposos. A la vez, los hombres están desafiados espiritualmente en muchas áreas donde ellos necesitan las ideas de otros hombres, por lo cual estos temas no podrían fácilmente ser tocados en un grupo mixto. Grupos en crecimiento Este libro debe ser usado conjuntamente con el otro, “¡Sígueme! El Plan del Maestro para los Hombres”, del autor David Schroeder, y publicado en inglés por Baker Book House. No obstante, este manual se ha escrito de tal manera que también puede usarse sin el otro. Si van a usar los dos, recomendamos leer el capítulo pertinente del libro primero, en forma individual, y luego usen el manual en el contexto del grupo. Idealmente debe haber de 5 a 8 hombres en su grupo, lo suficientemente pequeño para crear intimidad espiritual, y lo suficientemente grande para sacar beneficio de una variedad de dones y experiencias. Nuestra meta al preparar este manual ha sido escribir en forma conversacional, como si estuviéramos frente a frente. (Nota del traductor: Me he tomado la libertad de tutear al lector en las partes más directas). Hemos tratado de hacer una introducción a cada sección de discusión, con unas pocas líneas que nos ayudan a meditar sobre un pasaje en particular de los que presenta Lucas sobre el discipulado. Recomendamos que usted lea estos pasajes en voz alta. Esto asegura que todos comiencen en el mismo punto; también sirve de enfoque para el grupo y evita que salgan del tema. Junto con estas frases, hay grupos de preguntas designadas para meditar en el tema y aplicarlas a su vida, sus relaciones y responsabilidades. Las preguntas no llevan la intensión de ser complicadas o intimidatorios; están designadas para ayudarle a ver hasta qué grado cada una de estas cualidades de discípulo forma (o puede formar) parte de su vida. La meta no es completar la lección, sino completar hombres. Recuérdense unos a otros de enfocarse en la madurez de los hombres, no en el material del libro. Jesús mismo pasó al menos tres años con sus 12 discípulos, y estaba con ellos día y noche durante ese tiempo. Espere crecimiento, pero no lo demande de la noche a la mañana. Una reunión típica de discipulado No existe una manera ideal de celebrar estas reuniones. Pero sabemos que pocos se sienten listos para planear por sí mismos una reunión de grupos pequeños. Quizás usted sea uno de ellos. Por ello hemos incluido en el apéndice 2, algunos consejos para la formación de una HERMANDAD o grupo. Nuestra experiencia nos lleva a confiar en que si usted logra la clase de gente que necesita y que compartan la meta de crecer como discípulos, se cumplirá el versículo que dice: “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt. 18:20)

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Cómo medir el progreso a través de las 15 cualidades de discípulo. Usted va a estar usando algunos pasajes del evangelio de Lucas en los cuales Jesús se dirigió directamente a los 12, y a veces a otros que le seguían de cerca. En estos pasajes hemos identificado 15 cualidades de carácter que Jesús quería desarrollar en los que le seguirían. En el apéndice 1, encontrará estas 15 cualidades del carácter identificadas en una hoja de trabajo. Esto ha sido una herramienta útil para los que han usado este material antes que usted. Cada cualidad aparece con una escala de medir. Quisiéramos que tome esta hoja, haga algunas copias y las reparta entre sus amigos, familiares, compañeros de tareas, cualquier persona que le conozca bien. Pídale que marque en cada escala el punto que mejor le describe a usted. Quizás deba repetir el proceso varias veces durante el transcurso de los meses mientras estudie este material. Como dijimos antes, no espere cambios instantáneos hacia “el ideal” de la escala. Pero escuche atentamente a las evaluaciones de los que le aman.

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Por otra parte, hemos experimentado lo frustrante de tratar con un “sabelotodo”. Esta persona describe las cosas tal como las ve, sin aceptar la remota posibilidad de otra opinión. Muchos piensan que es un distintivo de poderío el destacarse como la figura de autoridad, ser ‘la persona que sabe’. Especialmente en el trabajo o en nuestra profesión, se espera la palabra del ‘experto’. En la Escritura que tenemos por delante, encontramos a Pedro en sus faenas. Probablemente “tuvo un día pesado en la oficina”. Y aquí viene un misionero itinerante que pide prestado su barca por unas horas para predicar, interrumpiendo el trabajo de limpieza y de remendar las redes. Lucas 6:20-48, o como el Sermón del Monte registrado en Mateo 5-7. En cualquier caso, este Jesús tiene la audacia de decirle a Pedro que vuelva a sus labores, después de todo un día de trabajo! • Si Pedro hubiera querido, podría haber dicho cualquier excusa para no obedecer. Ponte en sus sandalias de

pescador por un momento. ¿Qué excusas podría haber hallado para no obedecer las instrucciones de este carpintero?

• Piensa de una actividad en la que te sientes experto. ¿Cómo responderías a las sugerencias de otros a

quienes consideras ‘indoctos’ en esa área? (Los subordinados, los niños, o los que no tienen mucha experiencia)

• ¿Bajo cuáles circunstancias estás dispuesto a seguir las instrucciones de otros? ¿Podrías incluir algo que

piensas que es irrazonable, o aún un poco ‘tonto’?

• ¿Cuáles son algunas de las razones que Jesús tenía para buscar hombres dispuestos a aprender, aún en este

sentido ‘un poco tonto’? ____________________________________________________________________________________________ Fíjate que Jesús se relacionó con los cuatro pescadores (mira los pasajes paralelos en Mr.1:16-22 y Mt.4: 18-22 para el relato del llamado de los cuatro). Él no los llamó a Nazaret para impresionarlos con sus dotes de carpintero. No, él fue a ellos, a su profesión, y la usó para entablar la amistad. Usando sus poderes sobrenaturales les demostró que la vida a veces puede ser más que saber cuánto puedo pescar esta noche. La abundancia de la pesca les convenció también de su habilidad para proveerles si le seguían. Al abandonarlo todo por seguirlo a él, se estaban exponiendo junto con sus familias, a sufrir privaciones materiales. • ¿Hizo alguna diferencia que Jesús primero ayudara a Pedro y sus amigos a tener éxito en su labor cuando las

cosas no les iba bien, antes de pedirles que abandonaran la pescadería?

• Nota que Pedro no le pidió a Jesús que fuera en su “ ’viaje de negocios’ en vez de ir él a los negocios de Jesús. ¿Tratamos a veces de convencer a Jesús de ‘hacer lo nuestro’?

Cualidad del discípulo: Dispuesto a aprender Texto: Lucas 5:1-11 Nosotros generalmente consideramos de gran valor cualidades tales como una voluntad férrea, la tenacidad o la perseverancia. “¡Aquí hay un hombre que sabe quién es!” , decimos con admiración. Es bueno trabajar cada día con intensidad. En verdad, realizar las metas, cueste lo que cueste, es una buena cualidad de un futuro discípulo de Cristo.

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Aprendemos de los profetas del Antiguo Testamento que a Dios no le agrada la gente arrogante y orgullosa, la que insiste en hacer las cosas a su manera. Lo que él busca es la disposición para aprender, para escuchar, para aceptarlo y para obedecer. En Proverbios leemos mucho acerca de la sabiduría. Aquí hay dos versos que nos enseñan mucho acerca de la estrecha relación que existe entre la sabiduría y el estar dispuesto a aprender: No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; Corrige al sabio, y te amará. Da al sabio, y será más sabio. Enseña al justo, y aumentará su saber (Prov. 9:8-9) El estar dispuesto a aprender no es solo para los de mucha educación ni para los que pueden captar hasta el más mínimo detalle. No se trata del cociente de inteligencia o CI (IQ). Conocemos gente inteligente que no tiene esta disposición para aprender. A veces, irónicamente, el mismo hecho de tener mucha enseñanza puede ser un gran obstáculo para el aprendizaje. El orgullo es probablemente el obstáculo más grande. El orgullo me impide acercarme lo suficientemente a otra persona para que me diga algo que pueda cambiar legítimamente mi manera ya establecida de hacer las cosas. El orgullo es lo que me mantiene muy sonriente, seguro de mí mismo, sin querer prestar atención con respeto a otro punto de vista. En Mateo 13:1-23 Jesús cuenta la parábola del sembrador. Para nuestra lección, la llamaremos la parábola de ‘los terrenos’ o de la tierra. Se evidencian tres clases de dificultades para el aprendizaje en las tres clases de terrenos improductivos:

terreno endurecido = prejuicios

pedregales = preferencias

entre espinas = preocupaciones

• ¿Cuál de estos es la amenaza más grande a tu disposición para aprender? Describe algunas de tus actitudes

que impiden que la semilla de la Palabra germine en tu vida.

• ¿Bajo qué circunstancias se torna más fértil tu corazón? ¿Qué puedes hacer para cultivar la semilla de la

Palabra que fue plantada en el terreno de tu corazón?

• Enfócate en las palabras de Jesús a Pedro, el pescador frustrado en Lucas 5: “Boga mar adentro, y echad

vuestras redes para pescar”. Si Jesús te estuviera haciendo este pedido en este mismo momento, ¿qué te estaría pidiendo que hagas? ¿Incluiría un paso de fe?

• Te recomendamos que en tu grupo comiencen a tomar seriamente sus cometidos, chequeándose unos a otros y respondiendo con obediencia en las áreas ya mencionadas donde tengan mayor necesidad. Ora por y con tus compañeros a través de esta semana.

____________________________________________________________________________________________ Al final de nuestro pasaje en Lucas 5, Simón Pedro y sus compañeros han tomado un paso muy grande, ‘trajeron a tierra las barcas (y) dejándolo todo, le siguieron’. (v.11). ¿Qué hizo que tomaran ese riesgo? ¿Sabían ellos en qué se estaban metiendo? ¿Comprendían lo que significaba “pescar hombres”?

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Indudablemente ellos sabían y comprendían muy poco. Lo que los convenció fue el poderoso magnetismo espiritual de Jesús: su justicia personal, su penetrante comprensión de los caminos de Dios, la percepción que él tenía del carácter de ellos, su poder sobre la naturaleza, y lo que es más, la presencia de Dios en su vida. Esto impulsó a estos hombres a cumplir un destino en el cual llegarían a ser pilares de la iglesia. Sea lo que fuere lo que vieron y esperaron de él, nuestro pasaje en cuestión de Lucas 5:1-11 revela al menos una cualidad que Jesús encontró en Pedro. Esta es la cualidad de estar dispuesto a aprender. Esto era muy importante para él en ese tiempo y sigue siendo importante hoy. Al llamarnos a la obediencia, Jesús a menudo demanda que le hagamos caso, que atendamos atentamente a su Palabra, y que renunciemos a nuestras inclinaciones naturales.

• Compara tus inclinaciones naturales con los principios de Dios en cada una de las siguientes áreas:

• Ahora que has hecho un contraste entre tus inclinaciones naturales y los principios de Dios, identifica una

a dos áreas en las que te beneficiaría estar más dispuesto a aprender. • Oren el uno por el otro para crecer en esta cualidad: estar dispuesto a aprender.

Tópicos Tus inclinaciones naturales Principios de Dios (Ref.)

Ganancias en las finanzas Lc. 12: 32-34 Popularidad Lc. 6:26-28 Venganza Ro. 12:17,21 Éxito Mt. 16:25 Liderazgo Mt. 20:26,27 Respeto Lc. 14:1-14 Placer Sal. 37:4 Independencia Ro. 13:1,2 Gozo Stg. 1:2-3

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Cualidad del discípulo: Flexibilidad Texto: Lucas 5:27-39 Si el llamado de simples pescadores a seguirle era tolerable, aunque un poco extraño, Jesús acabó de convencer a los fariseos que él estaba completamente fuera de su judaísmo ortodoxo cuando eligió a un publicano. Les escandalizó el encontrarlo comiendo con publicanos y otros notorios pecadores en la recepción que le hizo Leví - fue algo riesgoso, pero bien consistente con su misión. Las tres pequeñas parábolas de los versículos 34-37 fueron la comidilla del día en las sobremesas. La principal cualidad aquí es la flexibilidad, y queda resaltada en la palabra “nuevo” que ocurre 8 veces en los cuatro versos. La incongruencia entre el parche nuevo en vestido viejo y el vino nuevo en odres viejos demuestra cómo veía Jesús la relación entre su reino y el farisaísmo judaico. Los dos no se podían mezclar; ciertamente el reino no era un remiendo al judaísmo y no podía ser contenido por él. ¡Se necesitaba nueva ropa para el vestido y nuevos odres para la fermentación de un nuevo reino! La flexibilidad es una cualidad que Jesús parece haber esperado de la gente. Se parece un poco a la de estar dispuesto a aprender, la primera cualidad del discípulo que consideramos. Pero también hay algunas diferencias importantes. • Obsérvate atentamente a ti mismo . Piensa en lo que otros pueden haber dicho acerca de tu actitud hacia el

cambio. Después de observarte bien, haz una marca en las escalas debajo a ver dónde estás situado. Piensa en cómo y dónde actuarías diferentemente, dependiendo de la situación.

Generalmente, insisto Estoy dispuesto a escuchar Yo inicio el cambio en hacer las cosas en a los que proponen un la manera establecida. cambio. Frecuentemente yo experimento con nuevas Permito el cambio A veces hasta estoy de formas de hacer las cosas. Solo como último acuerdo. recurso.

En el trabajo con otros En casa con Mi familia En la comunidad, Amigos En la iglesia con mis hermanos.

Otros:_________ • Habiendo examinado estas áreas, nombra ahora un área de tu vida donde has sido inflexible y rígido

últimamente. ¿Fue contra: una persona? un nuevo método o idea? un nuevo plan? los escrúpulos de algunas de las razones subyacentes por las que fuiste rígido?

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• ¿Cuáles fueron algunas de las razones subyacentes por las que fuiste rígido? • Ora por tus compañeros y también ora con ellos, para que tanto tú como ellos sean más abiertos a adaptarse

a las cosas nuevas y al cambio. ____________________________________________________________________________________________ Al principio los fariseos reclamaban a los discípulos que él comiera y bebiera con publicanos y pecadores. Jesús los silenció compartiendo el enunciado de su misión (vs. 31). Después de esto, solo lo criticaban en el comer y lo que bebía. Si no lo podían desarmar en el asunto de sus amistades, quizás podrían hacerlo con su piedad. Para ser justos con ellos, debemos recordar que las leyes de limpieza ritual trataban este tema de evitar el contacto contaminante. Comer y beber con los pecadores en esa cultura, era un signo de aceptación completa. Ellos trataban de mantenerse puros de acuerdo a sus reglas y tradiciones. No muy diferente de nosotros, ellos tenían algunas maneras “correctas” bien establecidas de hacer las cosas. Se sentían más seguros al adherirse a esas reglas. • En las ultimas preguntas, ¿reconociste algunas áreas de tu vida en las que resistes más el cambio? Otra vez,

trata de mirarte a ti mismo con claridad y establecer las reglas que te has impuesto a ti mismo. .

• Junto a los otros miembros de tu pequeño grupo, ayúdense mutuamente a ver cuáles de las reglas pueden ser

“odres viejos”.

• Dado que describimos siempre a Dios como EL QUE NO CAMBIA, ¿cuáles son las razones por las que esta

característica de FLEXIBILIDAD puede ser importante para los que quieren ser sus discípulos? Al señalar la FLEXIBILIDAD como una cualidad primaria de un discípulo, no estamos implicando que debemos dar la bienvenida o tolerar cada cambio que se nos presenta. A veces los cambios no son buenos, otras veces es malo el no querer cambiar. De todas maneras, el principio de la FLEXIBILIDAD nos recuerda que debemos estar dispuestos a considerar el cambio, y que debemos aceptar las cosas nuevas cuando es lo mejor para la obra de Dios. • Las palabras que expresan la idea de flexibilidad en la Biblia son “soportar” y “paciencia”… ¿Qué dicen los

siguientes versículos acerca de estos conceptos? ∗ Ro. 2: 4

∗ Ef. 4: 2

∗ Col. 3: 13 ______________________________________________________________________________ Un pastor respondió a una pregunta difícil durante una entrevista para elegir candidatos, cuyo tema era distinguir entre absolutos, convicciones, opiniones y prejuicios. Usando las tres clases de respuestas, ¿hasta dónde crees que debemos estar dispuestos a considerar cambios en estas áreas? Lo aceptamos Lo toleramos Lo resistimos

Absolutos □ □ □

Convicciones □ □ □

Opiniones □ □ □

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La flexibilidad y el estar dispuestos a aprender, o ser la primera cualidad que estudiamos, tienen algunas cosas en común, frecuentemente van juntas. Por otro lado, si analizamos las barreras u obstáculos de cada cualidad, descubrimos que son bien diferentes. En la misma base, el primer obstáculo al aprendizaje es el orgullo, o sea la resistencia a someterse a la dirección de otro, la insistencia de ser “mi propio patrón”. Jesús buscó hombres fuertes, pero moldeables, dispuestos a obedecer aunque fuera en contra de las costumbres convencionales. El principal obstáculo a la flexibilidad es el temor; la profunda ansiedad o terror de salirnos de los límites de lo que sabemos y de lo que nos hace sentir cómodos (nuestra zona de seguridad). • Identifica algún aspecto de tu vida o de tus responsabilidades en las que te beneficiaría crecer en el área de

estar dispuesto a aprender o de ser flexible.

• Identifica los obstáculos internos específicos que te han impedido o inhibido crecer hasta ahora. • En el grupo propónganse pedir cuentas mutuamente para este crecimiento personal, y apóyense el uno al otro

en oración y en otras áreas que sean de ayuda.

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Cualidad del discípulo: Humildad Texto: Lucas 6:20-26 Ahora tocaremos una enseñanza que va en contra de nuestra manera de pensar, no es “normal” gozarnos en la adversidad. Las dos cualidades que preceden, obediencia, o sea disposición para aprender, y flexibilidad para aprender cosas nuevas- son enseñanzas y cualidades que el mundo reconoce en principio, aunque no siempre en la práctica. Aquí, en el Sermón del Monte, Jesús escoge algunas de las metas más codiciadas por el hombre, enriquecimiento, comer bien, hallar la felicidad, gozar de buena reputación- y pronuncia un “¡AY!” sobre los que lo logran, ¡mientras que aquellos que no aspiran a estas metas son llamados “bienaventurados” o “felices”! La cualidad de carácter que se enfatiza aquí es la humildad. No es fácil obtenerla, pero es muy importante. Comencemos con un buen vistazo a nosotros mismos, un examen honesto y profundo. • ¿Cuáles son las circunstancias o características que te hicieron sentir importante, satisfecho u orgulloso de ti

mismo?

• ¿Hasta qué punto se aplican los “ayes” de Jesús a las cosas que acabas de mencionar?

• Describe brevemente las épocas de tu vida cuando experimentaste pobreza, hambre, lágrimas o rechazo.

• ¿Hasta qué punto puedes ver las palabras de Jesús “bienaventurado” o “felices los que…” aplicándose a ti en

esas circunstancias?

Este pasaje necesita un cuidadoso estudio e interpretación. Nota lo que dijo Jesús “Felices los que”… Él no estaba recomendando que todos participaran de ese estilo de vida, pero sí quería que los que estaban en pobreza, hambre, etc. supieran que esas realidades negativas podrían llegar a ser un motivo de bendición. De la misma manera advirtió a los ricos, bien alimentados, felices y populares, que esas realidades en sí no implican o imparten bendición. La fuerza de la enseñanza es que nuestra situación en la vida, ya que sea o no sea placentera, no indica necesariamente la bendición de Dios. Por lo contrario, dado que la salud, el dinero y el bienestar producen una actitud de independencia y autosuficiencia, la gente menos afortunada, por su dependencia en Dios tiene mayores posibilidades de ser bendecida. En pocas palabras: “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes” (Stg. 4:6) • ¿Es la humildad una acción o una actitud? ¿Hacer o ser?

• ¿Deben ser respetados los humildes? Si la respuesta es no, ¿por qué no?

• Si tuvieras que sacrificar algo, ¿qué sacrificarías primero: respeto o humildad? ¿Por qué?

• Pablo en Filipenses 4:11-12 escribe: “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme,

cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia…” ¿Qué experiencia crees que le ayudó a contentarse en toda situación como lo describe allí?

• ¿Qué clase de progreso has hecho para aprender esta clase de contentamiento? Para el seguidor de Jesucristo, para poder regocijarse durante la humillación de la pobreza, el hambre, el llanto y el rechazo, debe marchar por un camino diferente que llama la atención al resto del mundo. El apóstol Pablo conocía

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Este camino diferente, pues conocía al que dijo, “Yo soy el camino…” El Filipenses 2:5-8 Pablo exhorta a sus compañeros que deben tener la misma actitud que tuvo el Señor Jesús: Aunque existía con el mismo ser de Dios, no se aferró a su igualdad con él, sino que renunció a lo que era suyo y tomó naturaleza de siervo. Haciéndose como todos los hombres y presentándose como un hombre cualquiera, se humilló a si mismo haciéndose obediente hasta la muerte, hasta la muerte en la cruz. (V.P.) Pablo sabía que Jesucristo no solo había pagado el precio de la cruz para la salvación de la humanidad, sino que también le había dado el perfecto modelo de vida. Jesús siempre fue pobre, frecuentemente tuvo hambre, y experimentó la tristeza y el rechazo. Pero por su intimidad con Dios, fue bendecido. Y Pablo desea sobre todas las cosas, copiar la vida de Jesús, aún en el sufrimiento, (vea Fil.3:10). Este modelo de vida aún está vigente hoy, para todos los seguidores de Jesús: obediencia humilde como siervos de Dios. Al principio de esta serie ¡SÍGUEME!, vimos la disposición de aprender como una cualidad importante del carácter. El querer aprender se definió como obediencia, una obediencia dispuesta a abandonar las inclinaciones naturales, que desea obedecer aún cuando la obediencia pueda parecer ‘cosa de locos’. Observa la conexión entre humildad y obediencia en Fil. 2:8. Mientras que ser humilde puede preceder los actos de obediencia, puede también suceder que haciendo actos de servicio, podemos aprender a ser humildes. • Ahora que has visto el ejemplo de Cristo, ¿qué significa para ti la humillación?

• ¿Qué áreas de obediencia están bloqueadas en tu vida por la falta de humillación? (no saber o no querer) • ¿Qué significa ahora para ti ser “obediente hasta la muerte”, siguiendo el ejemplo de Cristo? Andrés Murria terminó su libro titulado Humildad, con este párrafo: Que Dios nos enseñe a creer que ser humildes, el ser nada en su presencia, es el logro más grande y la bendición más perfecta de la vida cristiana. Él nos dice: (Isa. 57:15) “Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu”… ¡que esto sea nuestro destino! • Por contraste, una camiseta llevaba este rótulo: “Oh Dios, es tan difícil ser humilde cuando uno es

de___________” (ponga aquí su lugar de origen). Comparta su dificultad al menos con un miembro de tu grupo, compartan mutuamente el área de sus vidas donde tienen más dificultad en ser humildes bíblicamente. Haz un compromiso de alcanzar perspectivas bíblicas. Pide a tu confidente o tus compañeros que te observen y controlen para medir el progreso.

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Cualidad del discípulo: Compasión Texto: Lucas 6:27-38 El dolor es una de las realidades de la vida en este mundo. Se nos presenta como la consecuencia física de una herida, un accidente o una enfermedad. Ciertamente el dolor más común es el que sentimos muy adentro, en el corazón, la palabra o acción que hiere nuestro espíritu, nuestra sensibilidad, que nos destruye por dentro. Las palabras hieren más que las acciones. • ¿Puedes identificar a un enemigo personal? ¿Alguien que te odia, te insulta o te maltrata?

• ¿Cuál ha sido tu comportamiento con tales personas? • Suponiendo que alguien te desprecia por tu testimonio cristiano, describe al grupo tu último encuentro con esa

persona, especialmente cómo reaccionaste a su abuso o rechazamiento. Pregunta al grupo si lo hiciste correctamente.

• Ahora la parte difícil: revela al grupo honestamente lo que sientes hacia esa persona. ¿Cómo podrá Dios usar

sentimientos negativos entre ustedes en forma redentora? ¿Estarás dispuesto a sufrir quietamente sus burlas, desprecios o abuso, y amarle y orar por él hasta su transformación? ¿Estás dispuesto a ser parte de la respuesta de Dios a tu oración?

La versión de Lucas de las bienaventuranzas está justo antes de la porción que estamos considerando. El modo de vivir que propone Jesús va en contra de nuestra naturaleza caída. Jesús espera que tengamos enemigos, que seamos odiados, insultados y maltratados. Sabiendo que iban a ser rechazados por ser justos, Jesús quería advertirles de cómo responder en esas circunstancias. La respuesta natural es la venganza o retirarse. Ninguna de las dos es una respuesta digna del reino. • Cuando usaste una de estas dos estrategias en respuesta al rechazo, ¿cuáles fueron tus motivos más

profundos? ◊ Retirada: ◊ Venganza:

Si tú analizas lo que Jesús dice en este pasaje, la lista luce impresionante. Él manda: • amar a tus enemigos • hacer bien a los que te odian • bendecir a los que te maldicen • orar por los que te tratan mal • permitir que alguien te ataque sin defenderte • dar a los que te piden, y a los que te quitan • prestar al enemigo sin esperar recompensa • ser misericordioso • no juzgar ni condenar • perdonar Estos son mandamientos, no recomendaciones. Jesús dijo en otra ocasión: “Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando” (Juan 15:14) y “si vosotros permaneciereis en mis palabras, seréis verdaderamente mis discípulos”. Para ser un amigo y un discípulo de Jesús, debemos obedecerle, lo cual incluye responder al rechazamiento y el abuso con compasión y bondad.

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• A la mitad del texto hay una frase que se conoce como la regla de oro: “Hagan a los demás lo que quieren

que otros hagan con ustedes”. ¿Qué puedes hacer para que este mandamiento se transforme en su regla de conducta en forma instintiva en los pequeños rechazos que experimentas en el trabajo y en la familia?

Las reglas que Jesús impone a sus seguidores en este pasaje son increíblemente difíciles, hasta el punto de parecer ilógicas. ¿Está él tratando de hacer las cosas difíciles para nosotros para espantar a los débiles? De ninguna manera. No puede poner otra regla si vamos a ser “hijos del Altísimo”. Nuestro Padre es bondadoso con los ingratos y malvados, también es misericordioso (vs.35 y 36). Si lo fuera solo con los que son como él o que tienen un alto grado de justicia, todos estaríamos descalificados. Pero como él responde con amor a los injustos, debemos hacer lo mismo si vamos a ser sus hijos. • ¿Qué ejemplos puedes citar en las Escrituras de bondad y misericordia excepcional e inmerecida? (vs.35 y

36) Frecuentemente oímos hablar de la diferencia entre objetividad y subjetividad. La segunda- subjetividad- llega típicamente como una reacción emocional, dando la impresión que el ser objetivo es algo frío e irracional. Debemos comprender que objetividad es ver las cosas desde el punto de vista de Dios. Esta comprensión de la objetividad implica un sentido definido de la realidad- ver las cosas tal como son. También incluye la compasión de un Dios amante que ha creado a ambos, a ti y a tu enemigo, y murió para redimirlos a ambos. • ¿Te ayuda la objetividad ya descrita a responder correctamente al rechazo? ¿Cómo?

• Piensa de una situación real - quizás en el trabajo - y busca el apoyo de tus compañeros en el discipulado

para sobreponerte a tus emociones negativas y enojo, reemplazándolas con objetividad y compasión. ____________________________________________________________________________________________ Enfocando este concepto en la iglesia; aún allí podemos tener problemas con nuestras relaciones. Es algo inevitable, como dice la canción: “Haces sufrir al que amas, al que menos quieres herir”. Y lo más estrecha que sea la relación, más llegarán las oportunidades para lastimar. Jesús seguramente conocía esto. En el evangelio de Juan vemos a Jesús advirtiendo a sus discípulos que la evidencia de su discipulado sería el amor que comparten el uno con el otro. (Juan 13:35). Nota que no dice: “Todos conocerán que son mis discípulos por la falta de problemas entre ellos”. Él era realista. Sabía que los problemas continuarían. Pero les dio algunas herramientas para resolver sus problemas - sus inevitables problemas - de una forma diferente que la del mundo. Piensa en un hermano ( o hermana) en Cristo, con quien tienes (ahora o en un pasado reciente), fuertes diferencias, o donde ha habido heridas en uno o los dos lados de la relación.

• Mira en Mateo 5:21-24 y 18:15-17. ¿Cuáles son los primeros pasos hacia la reconciliación? ¿Quién tiene la

responsabilidad de tomar esos pasos?

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• Cada una de las siguientes escrituras trata el tema del perdón. Lee cada pasaje cuidadosamente, pidiendo a

Dios que aplique el mensaje a tu corazón. Escribe tus pensamientos en los espacios correspondientes.

•

En muchas iglesias, antes de la cena del Señor, se lee 1 Co. 11:17-29 a la congregación. Busca el pasaje y léelo en voz alta. Pablo advierte aquí que no debemos de tomar parte livianamente en la reunión del recordatorio de su sacrificio por nosotros. Sería hermoso que nos disciplináramos más a tomar estas palabras seriamente y nos abstuviéramos de tomar los símbolos hasta que hubiéramos buscado y logrado la reconciliación. Hacer esto requiere coraje, valentía. También se necesita humildad. Ser compasivos en un mundo duro y frío no es para cobardes. • Examina tu corazón. Revisa tus relaciones dentro de la iglesia. ¿Hay alguna que necesita reconciliación?

• Si fueras a tomar de los símbolos ahora mismo, ¿habría alguien con quien necesitas reconciliarte ahora

mismo? Si es así, ¿darás los pasos necesarios para arreglar esa relación ahora? Recomendamos a los miembros del grupo o HERMANDAD que se propongan un chequeo mutuo para responder bíblicamente (Lucas 6:27-28) a los que consideren sus “enemigos”, dentro o fuera de la iglesia. Oren el uno por el otro cada semana.

Mateo18:21-22

Marcos 11:24-26

2 Co. 2:7-10

Efesios 4:32

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Cualidad del discípulo: Integridad Texto: Lucas 6:37-49 Existen tres énfasis distintos en el sermón del Monte, tal como aparece aquí en Lucas 6. En los versículos del 17 al 26 Jesús se refiere a las actitudes internas del discípulo que hemos resumido con la palabra humildad. En los versículos 27 al 36 Jesús aconseja cómo responder a los enemigos; y hemos usado la palabra compasión para comunicar esta enseñanza. En el versículo 37 comienza otra enseñanza. El foco aquí está en un compañero, un condiscípulo. La enseñanza es que debemos ser muy pacientes el uno con el otro. Debemos tener gracia, ser generosos, aceptar de corazón a los hermanos y hermanas en la fe. Esta clase de respuesta nos cae bien porque sabemos que muchas veces necesitamos ser perdonados (v.37), somos ciegos, (v.39) y tenemos una viga en el ojo (v.41). Nosotros captamos esta cualidad de carácter con la palabra integridad porque, entre otras cosas, significa ser honesto con uno mismo para que nuestra expectación de los demás no sea más alta que la que esperamos de nosotros mismos. Al examinarnos a nosotros mismos primero, no seremos súper-críticos de otros. (v. 42). Lucas 6:37-49 contiene uno de los textos más favoritos de los predicadores: (v.38): “Dad y se os dará; medida buena, apretada remecida y rebosando darán en vuestro regazo”. Jesús no hablaba de dinero, sino de perdonar. Usando términos modernos, debemos dar el beneficio de la duda. Dios no nos ha llamado a ser el árbitro, llamando la atención sobre cada falta de los demás. En cambio, al reconocer nuestra necesidad de ser perdonados, seremos generosos con los demás. Al reconocer nuestra necesidad de ser perdonados, seremos generosos con los demás. El resto del verso 38 lo aclara: “Porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”. La figura es la de echar grano en nuestro regazo, pero la referencia es al perdón. Tu medida de dureza o de pasar por alto las faltas de otros, será la medida que otros (o Dios) usarán contigo. • Si ya leíste el cap.5, recordará el principio de Pigmalión, (un escultor de la mitología griega). La idea es que si

una persona realmente cree en otra persona, esto puede tener un impacto tremendo al producir fuerza, confianza y habilidades mayores de las que creímos posibles. ¿Alguien en tu vida te influenció de esta manera? ¿Cómo te afectó?

• ¿Conoces a alguien a quien consideras un “diamante en bruto”, una persona que necesita ser animada en vez de juzgada? ¿Crees que puedes ayudar a esa persona?

• ¿Cómo se enfatiza el concepto del Pigmalión en estos dos versos escritos especialmente para padres.?

Padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. (Ef.6:4) Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten. (Col. 3:21)

• Hablen acerca de la gente que ustedes “miden”, juzgan o evalúan, los métodos o modelos que usan.

Propónganse entre ustedes de usar esas oportunidades para edificar y ayudar a estas personas. La palabra “integridad” se usa frecuentemente en lugar de “honestidad” y viceversa. Los constructores o ingenieros usan la palabra integridad en un sentido diferente. Dirán, “Aquí está un edificio con una verdadera integridad estructural”. Esta noción de integridad es la que queremos usar al desarrollar nuestro entendimiento de lo que Jesús está señalando con su enseñanza en este pasaje de la Escritura.

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La integridad estructural sugiere que, ya sea un edifico o un puente, o un mueble con estantes deslizantes, una cómoda, etc., la estructura como un todo, es compactada firmemente. Nada estará fuera de lugar. Nada es superfluo o sin propósito. Tan pronto como cada una de las partes está en su lugar, toda la estructura tiene firmeza y estabilidad. No fue por accidente que Jesús, carpintero experimentado que era, hizo un contraste entre una casa construida en la arena con una que tenía un fundamento firme. El fundamento no se ve. Quizás por eso el constructor tonto o insensato pensó que podía salirse con la suya y rebajar la calidad - “total, nadie se va a dar cuenta”- pensó. Jesús también estaba pensando en la integridad estructural como ilustración de la integridad de carácter. Una persona religiosa en la superficie que dice “Señor, Señor”- pero actúa en forma inconsistente, no obedeciendo las órdenes del que llama Señor, tal persona carece de “integridad”. Cuando esta persona usa unos pasos para hacer algo más fácil, traicionando la verdad - pronto aparecen rajaduras. No hay un fundamento sólido. No hay fuerza de carácter. Cuando viene una inundación o una tormenta, la falta de fundamento es evidente. Sin un fundamento, la persona puede ser arrastrada por la corriente de las dificultades. Integridad, real integridad - el “hombre que oye mis palabras y las practica”- a lo mejor no se ve tan elegante. La fachada de respetabilidad es menos importante. La integridad es claramente un asunto del corazón. • ¿Cómo estas tú? Si Jesús fuera a enviar un inspector de edificios a revisar tus fundamentos, ¿qué diría el

informe final? ¿Cuán firmes serían tus raíces en la verdad de Dios?

• Si el inspector fuera a hacer una predicción de cómo ese fundamento aguantará los golpes de la tormenta, ¿Cómo saldría esa predicción?

• ¿Qué acciones habría que tomar para remediar la situación en tu reportaje imaginario? • Al pensar así de ti mismo, ¿cómo afecta esto tu pensar sobre los demás? ¿Te has encontrado actuando como

inspector de edificios (sin invitación), señalando dónde están sus fallas? Cuando te veas asumir ese rol en el futuro, ¿qué harás para que el resultado sea diferente?

Es frecuente escuchar a alguien citando estos pasajes como excusa para no confrontar a alguien. Decimos, “Después de todo, ¿Quién soy yo para juzgar?” Sin embargo, está claro en otros pasajes que el Señor nos llama como sus seguidores a tomar responsabilidad el uno por el otro. Y lo enfatiza varias veces. Lo importante es cómo lo hacemos, no condenar, no ponernos en el lugar de Dios. En otras palabras, no debemos actuar como si nosotros estuviéramos cumpliendo todos los requisitos de la ley. Pero se espera que haya una confrontación.

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Pasando revista

Con este estudio sobre la integridad, hemos llegado al final de la primera sesión de estos materiales titulados ¡SIGUEME!, habiendo estudiado las cinco primeras cualidades de carácter que Jesús procuró formar en sus discípulos. En el texto de este estudio, hemos agrupado estas cinco cualidades bajo el título: MODELANDO EL CARÁCTER CRISTIANO. Estas cinco cualidades son el fundamento para la enseñanza que sigue. Hacemos bien en considerar esto aquí en el contexto de este estudio, dado que hemos estado hablando de los fundamentos. No podemos enfatizar demasiado la importancia que el Señor le dio a estas cualidades fundamentales. Considera la prominencia de las cualidades tales como “dispuesto a aprender, flexibilidad y humildad”, al principio del estudio. Están en nítido contraste con las palabras candentes de los profetas acerca de los de “cuello duro”, los que son demasiado orgullosos para reconocer su necesidad de Dios. Además, estas cualidades están atadas a un deseo de escuchar, hacer caso y obedecer. El deseo de obedecer es fundamental. De acuerdo con Juan 8:31-32 esta es la base para conocer la verdad. También es fundamental para permanecer en el amor de Dios y conservar la unidad con Dios y con su pueblo.

• Tómate un tiempo para examinarte a ti mismo en la cartilla abajo. Estas dimensiones reflejan, como

verás, las cinco cualidades de carácter que hemos estado estudiando en este discipulado cristiano. Al reflexionar en tu comportamiento típico, ¿dónde estás colocado en cada una de estas escalas? Considera los ejemplos en el espacio debajo de cada línea. Si debes hacer cambios en situaciones distintas (como el actuar diferente en el trabajo y en el hogar, por ejemplo), haz dos marcas distintas y anota las razones.

____________________________________________________________________________________________ Sabe todo, autoritario, Dispuesto a Aprender (Lucas 5:1-11) dispuesto a prestar atención a dominante, arrogante las ideas y direcciones de otros; escuchador correcto, ortodoxo, preciso Flexibilidad (Lucas 5:27-39) dispuesto a tomar riesgos, y meticuloso, rígido dejar maneras establecidas; para nuevas ideas preocupado por el titulo, la Humildad (Lucas 6:20-26) no piensa en sí mismo, Imagen, busca el centro de imagen personal se identifica atención con los de baja condición se venga de la gente que lo ha Compasión (Lucas 6:27-38) reconciliador; muestra herido e insultado; bondad, misericordia, amor busca venganza aun a los enemigos ciego en sí mismo Integridad (Lucas 6:37-49) consistente; se adhiere a los inconsistente motivos mixtos mismos valores en todo ____________________________________________________________________________________________

• Cuando hayas concluido con tu chequeo individual, compartan en su grupo por turnos, las perspectivas personales; luego, con mucho cuidado y atención, compartan las impresiones el uno con el otro. (Se puede hacer con miembros de la familia u otra gente importante para ti. Tienes permiso para hacer copias de estas dimensiones para ese propósito).

⇒ Cuando respondes, sé específico, describiendo comportamientos que has observado, palabras que haz escuchado. Evita imputar un motivo, presumiendo de decirle a la otra persona lo que piensas que él (o ella) estaba diciendo o sintiendo. Solo describe lo que tú viste o oíste. Permite a la otra persona explicar las razones internas, los motivos, si es apropiado.

⇒ Cuando te toque a ti recibir consejo por retroalimentación, pon toda tu atención para escuchar las observaciones específicas. Haz preguntas para clarificar, pero resiste la tentación de defenderte, explicar o justificarte.

⇒ Cuando sea apropiado, trabajen juntos para identificar los pasos específicos que una persona debe tomar para resolver un problema, para mejorar una relación, etc.

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• Basado en esa actividad, ¿qué haz aprendido acerca de dar consejos con integridad?

• ¿Qué haz aprendido acerca de tu propia receptividad a tener tu propio comportamiento “juzgado” o medido por

un amigo?

• Discute la posibilidad y desafío de ser responsables el uno al otro como discípulos, sin ser jueces. Aplica la

integridad a esta dinámica. ¿Es esta la clave?

• Oren juntos acerca de su crecimiento como discípulos de Señor. Donde sea necesario, hagan compromisos de ser responsables el uno al otro y de chequearse mutuamente.

Dependiendo en cuántas semanas han estado juntos y el programa que han seguido, quizás deban

tomarse una pequeña vacación. Hemos llegado a una interrupción lógica y natural en esta serie de 15

cualidades del carácter. Algunos grupos en el pasado han visto con provecho el beneficio de un mes o

dos de descanso antes de estudiar el próximo capítulo.

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Cualidad del discípulo: Sin egoísmo Texto: Lucas 9:18-27 Muchos eruditos del Nuevo Testamento consideran el incidente en Cesárea de Filipos un punto clave en el ministerio de Jesús. La declaración de Pedro, tan audaz y directa al testificar de su fe en Jesús como el Mesías, cambió el enfoque del ministerio de Jesús. Hasta este punto, su enseñanza acerca del reino de Dios había sido apoyada por su poder espiritual. Parecía un poco excéntrico pero inofensivo.

Una vez que Jesús supo que sus 12 discípulos creían en su llamado mesiánico, comenzó una campaña más vigorosa, denunciando la corrupción del judaísmo. También pasó más tiempo enseñando a los doce las implicaciones más profundas de ser un discípulo del reino de Dios. El relato de Mateo (16:21) pone en relieve este cambio de táctica aún con más fuerza.

Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos y de los principales sacerdotes y de los escriba (el énfasis fue agregado).

Todo esto sugiere que la estrategia de Jesús desde el principio era entrenar y motivar a un pequeño número de hombres a quienes iba a encargar el futuro de su iglesia. Así, la declaración de Pedro era un momento estratégico en la vida de la iglesia.

La verdad de la identidad de Jesús es uno de los pocos “absolutos” de la fe cristiana. Cualquier creencia que se quede corta en creer que él es el Mesías, el Hijo del Dios Viviente, (Mt. 16:16), no es cristiana. Millones de personas y miles de grupos están listos para presentar sus respetos y honrar a Jesús como lo hicieron los que lo consideraban un profeta. Pero si se confrontan a esta gente con su deidad mesiánica tan especial, ellos no querrán tener nada que ver con eso. Para el discípulo de Jesús, no puede haber ninguna duda, ningún titubeo ni vacilación ni componendas acerca de la unicidad de Jesús. Él es único! Él es el unigénito Hijo de Dios enviado al mundo como el ungido Mesías de Israel y salvador de todos los que ponen su confianza en él. Fuera de esto, uno no puede ser un discípulo; ni un cristiano.

• ¿Por qué está tan dividida la gente en las respuesta a esta pregunta sobre la identidad de Jesús?

• Jesús primero les preguntó a los discípulos: “ ¿Quién dicen los hombres que soy yo?” Su respuesta catalogaba algunos de sus opiniones de moda. Hoy si haríamos una encuesta preguntando a las masas: “¿Qué opina usted de Jesús?”, si fuéramos a hacer eso, ¿cuáles serían las respuestas más comunes?

• Si Jesús te preguntara: “¿y quién dicen ustedes que yo soy?”, con toda honestidad, ¿cuál sería tu respuesta?

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El llamado al discipulado puede venir aún antes de la confesión de fe, pero las implicaciones no serán bienvenidas ni toleradas sin esta fe. Juan 6:60-69 demuestra esto claramente. Muchos que se consideraban discípulos abandonaron a Jesús cuando él comenzó a darles unas “palabras duras”. Pedro respondió en nombre de los doce cuando Jesús les preguntó si ellos también querían abandonarle.

“Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y

conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. (Juan 6:68, 69)

No es solo la identidad de Jesús que está en cuestión. Tu identidad, tu alma, tu misma vida está en cuestión. Jesús está mostrando la paradoja- que pierdes tu vida (o alma; la palabra griega es psyche) si tratas de guardarla para ti. Tu la salvas - solo a condición de estar dispuesto a perderla por Jesús. Aparte de Jesús no tenemos una identidad duradera. Al investigar nuestra pasión, energía y recursos; al tratar de ser alguien y asegurar nuestra propia inmortalidad, logramos lo opuesto. Esta lucha del alma es la expresión más elemental del pecado. Es lo humano compitiendo con Dios en lugar de cooperar con él. Es la insistencia en la fragmentación por el orgullo personal en vez de la incorporación por causa del reino de Dios.

¿Se acuerdan del comercial de jugos vegetales hace algunos años? Mostraba a alguien que se da cuenta que ha cometido un error. Al beber otro jugo inferior, se golpea la cabeza y exclama: “¡Uy! ¡Podría estar tomando un V-8!”. ¿Te ha pasado así a ti, que te das cuenta que hiciste una decisión equivocada después del hecho? ¿Te haz querido golpear la cabeza por una decisión tonta?

Por supuesto que sí. Todos lo hemos hecho, en una u otra ocasión. Las decisiones tontas suceden de dos formas: Primero, inhibidos por el temor, pasamos una oportunidad porque en el momento, el riesgo parecía demasiado grande o el precio es más de lo que estamos dispuestos a pagar. Y segundo, cuando ya la oportunidad ha pasado, nos damos cuenta que perdimos una buena oportunidad.

La humanidad también cae en un segunda clase de tontería. Considera el relato de Esaú en la Biblia. Sin pensarlo dos veces, renuncia a su herencia de primogénito por satisfacer un apetito pasajero. (Gn. 25:24-34). Es fácil descuidarse con cosas tan intangibles como la herencia, especialmente cuando tenemos hambre. Pero después... ah, pero entonces puede ser demasiado tarde. Esta es la clase de tontería que cometemos cuando rendimos algo que realmente vale la pena por agarrar algo pasajero, algo momentáneo.

• Comparte alguna ocasión cuando comprometiste tu integridad (poco o mucho), por alguna ganancia

personal, quizás prestigio, calificaciones más altos en una prueba, o dinero o poder.

• Lo que conseguiste ¿valía la pena comparado con el precio que pagaste en comprometer tu integridad?

• ¿Recuerdas algún momento cuando pagaste el precio por hacer lo correcto? ¿Valía la pena hacerlo?

• Todos hemos negado a Jesús en algún momento. ¿En qué clase de situación es más difícil para ti el no

avergonzarte de Jesús?

• ¿Cómo mostramos a veces que nos avergonzamos de él y sus palabras?

• ¿Qué piensas de tu sabiduría o falta de ella al mirar a estas situaciones ahora

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Jesús advierte, en nuestro pasaje en cuestión, de la posibilidad de ganar al mundo entero y perder nuestra alma. La persona que quiere tomar violentamente una compañía, comienza comprando acciones en pequeñas cantidades. De esta manera no da vuelta a la balanza demasiado rápido. De la misma manera, estamos dispuestos a vender nuestra alma pedacito por pedacito, un pequeño incidente aquí, una racionalización por allá…” es lo que se necesita para hacer negocios en estos días…”

Un poco a la vez, podemos vender nuestra integridad (algo que es de un valor infinito y eterno), a cambio de ganancias temporales. Una vez comenzado esto, la práctica se torna un hábito hasta que un día despiertas y te das cuenta que has sacrificado todo, y solo has recogido cenizas.

La importancia del mensaje en el verso 24 se pone en relieve por el uso que le da Jesús al repetirlo vez tras vez. Lo mencionó al instruir a los doce, (Mt. 10:39), en la primera predicción de su muerte y resurrección, (Mt. 16:25; Mr.8:35; Lc.9:24), en la enseñanza acerca de la venida del reino (Lc.7:33),y en la respuesta a los griegos que querían verle (Jn. 12:25). La lógica de este dicho se expresa en el verso 25 al poner de manifiesto las consecuencias extremas de las dos posibilidades. El uno gana todo el mundo como premio máximo al vivir sin considerar a Cristo, una oferta que Jesús rechazó durante su tentación (Lc. 4:5-8). El precio es la propia vida de uno que entrega su vida por la causa de Cristo. No ganará mucho de este mundo, pero no perderá su alma. Al pensar en la idea del negarte a ti mismo, ¿cuál de estos te dará más trabajo?

___tu reputación ___tu uso de esperanzas y sueños ___tu estatus económico ___tus heridas ___el futuro de tu familia ___tu uso del tiempo libre

___tu lengua ‘suelta’ ________________________

Lucas 9:23-24 ---Y decía a todos: “Si alguno quiere venir

en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame,

Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el

que pierda su vida por causa de mí, este la salvará”.

• El mundo quiere que creas que es natural o instintivo el preservar la posición o las posesiones que tienes,

aún a precio de sacrificar un poco de tu alma. ¿Qué necesitas hacer que te dé el coraje para tomar tu cruz

y morir a ese falso sentido de preservación propia?

_________________________________________________________________________________________ Podrías pensar que Jesús estaba dando una lección en cómo invertir el dinero sabiamente: pérdida a corto plazo. Este no es el caso porque entonces se trataría de un caso más intenso de ambición egoísta. El verso 23 muestra que Jesús no está hablando de una inversión, ni aún de sacrificio, sino de liquidación, ‘se vende todo por cierre’. La palabra negarse es algo fuerte y significa “olvidarse que uno existe” o “dejar de considerar nuestro propio interés”. Y el significado de tomar la cruz es penosamente claro. Una cruz no es una carga, es una máquina de matar. Uno lleva la cruz solo para ser muerto en ella. El castigo no está en llevarla sino en morir, la crucifixión. La demanda de Jesús es una crucifixión diaria del interés egoísta. Aunque ganar el alma de uno eternamente es el resultado de seguir a Cristo de esta manera, eso no debe ser el motivo. El motivo no es ganancia, sino ser más como él. Obedecemos no por el provecho personal, sino porque él es Dios, y nosotros sus criaturas. Nuestra sumisión es totalmente apropiada y la rebelión es completamente digna de condenación.

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Estas son las alternativas que Jesús presentó a sus discípulos en este pasaje. Él nos confronta con las mismas alternativas. Pasemos algunos momentos pensando y comentando acerca de algunas alternativas en nuestra vida. Vivimos en un mundo perdido. Tenemos una tendencia fuerte hacia el pecado, a lo oscuro.. Cuando Jesús habla de tomar la cruz diariamente, está hablando acerca de pagar el precio si es necesario en las oportunidades cada ida de brillar para él, por la verdad, por lo que es bueno.

• ¿Qué oportunidades tienes para reafirmar tu integridad, para resistir las presiones a no decir la verdad?

• ¿Cuál será el costo?

• Busquen juntos la forma de animarse mutuamente a estar firmes en el Señor, en los principios del reino y

en la verdad, en vez de ceder.

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Cualidad del discípulo: Intensidad Lucas 9:57-62 Jesús y sus discípulos iban caminando por el camino cuando tuvo lugar esta conversación. ¿Hacia donde iban? ¿Cuál era su destino? ¿Tenían una meta? Lucas nos dice (vs. 51) que iban hacia Jerusalén. Pero iban a detenerse varias veces en el camino.

Para Jesús, la cuestión del “dónde” era siempre menos importante que el “por qué”. ¿Por qué iba Jesús allí? El capítulo siguiente de Lucas indica que iba a reclutar más discípulos a los que él enviaría para preparar su ministerio al otro lado del Jordán. En un sentido, era irrelevante el camino que tomaran, más importante era el encontrar personas que se volvieran en discípulos preparados. ¿Nos damos cuenta? Jesús vivía con intención, propósito, dirección. Y la intención es la madre de la intensidad verdadera. Intensidad sin intención es meramente correr de aquí para allá, “mucho ruido y pocas nueces”.

Intensidad con intención, (o si prefieres “pasión con propósito”) al principio no parece ser una cualidad espiritual. ¿No es la misma característica esencial para el éxito en los negocios o en cualquier profesión? Por supuesto que sí. ¿Y por eso vamos a descalificarla de ser esencial en los negocios del reino? Algunos piensan que el único negocio espiritual es solamente orar y esperar en Dios.

Un profesor del seminario, hablando a su mesa directiva, compartió la siguiente idea: Dijo que como joven él deseaba experimentar el poder de Dios en su vida y ministerio. En la iglesia se le había enseñado que el poder de Dios viene después de mucha oración y esperar en Dios. Él se puso a orar. Oró y oró, y esperó. El poder no vino. Después de un tiempo, decidió ver por sí mismo lo que dicen las Escrituras acerca del poder de Dios. Al analizar la historia de los poderosos hechos de Dios, descubrió para su sorpresa que Dios desata su poder cuando la persona se arriesga, no cuando está segura sobre sus rodillas. De rodillas descubrimos lo que debemos hacer, pero el poder no viene hasta que comenzamos a hacerlo. El viejo himno lo dice claro: “Obedecer y confiar en Jesús”. Confianza sin obediencia es como respirar hondo sin exhalar el aire. No pasa nada.

En la lección pasada consideramos la cualidad llamada generosidad. Hablamos de reconocer la verdad y elegir las prioridades que honran al Señor. Aquí, bajo el título de intensidad estamos considerando la cualidad asociada de poner esas prioridades en acción - o sea hacer lo que realmente vale la pena hacer.

• ¿Cuál de las cuatro posibilidades que siguen describen mejor tus prioridades y tu uso del tiempo?

Mis prioridades son egoístas Mis prioridades honran a Dios El tiempo es usado con actividades con propósito □ □ El tiempo pasa sin mucho significado □ □

• Consulta con los otros miembros de tu grupo acerca del por qué de tu posición en la reciente evaluación.

Describe lo que experimentas al ser empujado en varias direcciones.

• La pereza es considerada uno de los siete pecados mortales. Pensamos de la pereza como inactividad,

asociado con el animal del mismo nombre, allí colgado de la rama, sin hacer nada.

• Sería bueno recordar que la haraganería humana toma muchas formas, incluyendo estar frenéticamente

activo en cosas que no sirven para nada. ¿Cuáles son algunos de los consumidores de tiempo que te

impiden que seas verdaderamente productivo en las áreas que sí debes serlo?

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• ¿Eliges tus prioridades o las prioridades te eligen a ti?

• Entre las muchas cosas que se pueden hacer en un día determinado, ¿pasas algún tiempo examinándolas y

eligiendo las que realmente necesitan ser hechas? Si puedes hacerlo, explica el criterio que usas al elegir las verdaderamente importantes. Si no puedes pensar del criterio que usas, intercambia algunas ideas con los demás y comienza a desarrollar una lista breve de criterios, objetivos para vivir. Escribe tus pensamientos y

úsalos para determinar algunas prioridades.

El arriesgarse, el actuar con fe, es la parte del discipulado que llamamos intensidad. Está claro que los tres hombres de nuestro pasaje no tenían eso. Su propio confort, la conveniencia y la aprobación de los demás significaban mucho para ellos. Al evaluar estas historias, quizás te sientas incómodo. Tu propio nivel de intensidad será desafiado, pero no te desanimes, mantén tu mano al arado, no hay cosecha sin arar primero.

• ¿Dónde piensas que estos tres hombres suponían que iba Jesús? ¿Qué piensas que esperaban obtener al

considerar si le seguirían?

• Antes de ser discípulo, ¿estabas tú bien informado de dónde iba Jesús y lo que significaba seguirle?

¿Contaste el costo? ¿Qué clase de sorpresas encontraste en el camino?

• ¿Qué hubiera dicho Jesús si tú hubieras dicho “Te seguiré dondequiera que fueres” con la misma intensidad que lo hizo el primer hombre de la historia? ¿Qué estaría Jesús viendo en ti que podría ser un impedimento a

tu afirmación?

• Basada en su conversación con Jesús, ¿elegirías a alguno de ellos como candidatos al discipulado?

• Jesús desafió a cada uno de una forma distinta. ¿Cuál de los tres es el desafío más grande a tu discipulado?

¿Por qué?

* las zorras tienen cuevas… * deja que los muertos entierren a sus muertos… * ninguno que pone su mano al arado…

• ¿Cuál es el verdadero motivo en cada caso? ¿Cómo se aplica a tu situación?

Puede que no sea sorpresa para ti que la gente es más intensa con lo que cree más y con lo que hace mejor. Esto es verdad en toda las áreas de la vida, incluyendo nuestro discipulado. Por lo tanto, el conocer nuestro don espiritual y el mensaje que da nuestra vida es vitalmente importante. Al comprender como Dios nos ha motivado y qué mensaje o método nos ha dado, seremos más intensos en nuestro servicio para él.

Al hablar de los dones espirituales, sabemos que son controversiales en el cuerpo de Cristo, y esto podría complicarse y llevarnos más allá del propósito de esta lección. Entonces vamos a considerar la lista más básica de los dones, la que se encuentra en Ro.12:6-8. Allí encontramos siete dones. Al estudiar las palabras y examinar su uso en otros pasajes, podemos darnos una ideal cabal de ellos. Pedro los clasifica como dones del habla o de servicio:(1 Pe.4:10-11). La lista de Romanos 12 sigue esta clasificación. (El ‘hacer misericordia’ puede ser tanto del habla como de servicio). Hay otros dones y manifestaciones del Espíritu que están a disposición del creyente, pero estos son básicos y cada creyente tiene al menos uno de ellos.

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Al seguir esta lista, podrás determinar o confirmar tu don. Al hacerlo, podrás servir a Cristo más intensamente usando ese don.

•

•

• Después de reducir la lista a uno o dos posibles dones, todos los miembros del grupo deben compartir sus resultados y buscar el confirmar o desafiar esas ideas.

Si ahora conoces tu don, podrás elegir los ministerios que correspondan a tu motivación, y ser más intenso en tu servicio para Cristo. Como grupo, discutan los ministerios que tiene cada uno, y analicen si esos ministerios son el mejor empleo de sus dones. Parte de una buena administración es usar tus dones en forma responsable, como sean necesarios en el cuerpo de Cristo. No uses tus energías buscando dones u oficios que no tienes. Recuerda el consejo sabio de Pablo en 1 Co. 12: Cada uno de nosotros tiene su papel único en el cuerpo, pero compartimos un propósito en común, la edificación el uno del otro. No te rebajes ni te exaltes. Sirve, usando tu don, con intensidad.

Descripción Don espiritual �

Estoy motivado a proclamar la verdad; el mensaje que quieropredicar: "debes ser justo" ProfecíaMi impulso es clarificar la verdad; el mensaje que quieroanunciar: 'sé correcto' EnseñanzaMi impulso es estimular a otros a crecer, a asumir otrasresponsabilidades; 'madurez!' ExhortaciónQuiero confortar a otros, proclamar el mensaje: 'que te pongasbien..y pronto!' Misericordia

Dones de servicioDescripción Don espiritual �

Estoy motivado a ayudar a otros y lo hago sacrificándome yo y Servirmis recursos.Quiero compartir con otros los recursos, en especial,finanzas; busco oportunidades de invertir en otros, dándoles Daroportunidad de ensanchar su ministerioEstoy altamente motivado a organizar los esfuerzos ajenos, adelegar tareas para ayudarles a cumplir nuestros ministerios Presidirmutuos.Mi impulso es confortar a los demás y lo hago haciéndoles Misericordiasaber que me identifico con sus necesidades.

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Cualidad del discípulo: Coraje Texto: Lucas 10:1-24 Ya hemos estudiado recientemente dos cualidades del discípulo que están íntimamente relacionadas con esta. Sin egoísmo es la cualidad que se aplica al elegir valores y prioridades que honran al Señor. Intensidad es la manera de llevarlo a cabo con devoción inequívoca, actividades que sirvan los propósitos del reino de Dios. El mundo casi siempre está en contra de los propósitos de Dios, los valores de su reino. Es razonable, entonces que una persona de intensidad, no egoísta, se va a encontrar en ocasiones, yendo contra la corriente. Se va a necesitar coraje, y es esta la cualidad que vamos a estudiar ahora. La misión de los setenta muestra que Jesús estaba determinado a predicar el reino de Dios en Palestina. La misión anterior de los doce, (Lc. 9:1-6), se realizó en Galilea. Las instrucciones allí fueron similares, pero no se describen los resultados. Esta fue una campaña a la Transjordania, al este del Jordán, en un ambiente cultural mixto. Allí la manera de comer y beber fue lo que ponían por más importante. (Nota del autor: ¡Para nosotros los americanos, probar comidas extranjeras puede ser todo un desafío!). Noten que Jesús les mandó a “cada aldea y pueblo donde él pensaba ir”. Eran hombres que fueron adelante, preparando a la gente para la venida de Jesús. Varias referencias en el pasaje indican lo poco que sabemos acerca del ministerio de Jesús. Aquí hay unos treinta pueblos donde Jesús ministró, camino a Jerusalén, y de los cuales no sabemos nada.. La referencia a Corazín en el 10:13 es otro ejemplo de nuestra ignorancia. Corazín, a18 km al norte de Capernaum, es condenada porque no creyó las señales milagrosas que se realizaron en ella. No encontramos ninguna descripción del ministerio especial de Jesús en Corazín. ¿Quines eran estos Habitantes del Jordán para los que Jesús planeó una campaña especial? Muchos en esa área eran gentiles, pero no sabemos si los discípulos fueron a ellos. Aún los judíos que vivían en esa área no eran parte del establecimiento judío. Esto tiene sus raíces en la antigüedad, en Números 32, cuando Canaán fue dividido, y las tribus de Rubén, Gad y la mitad de Manasés decidieron quedarse al este del Jordán. Desde entonces, estos judíos fueron considerados como fuera del tronco principal. Si consideras al Jordán como las vías del ferrocarril, en lugar de un río, esta gente vivía “del otro lado de las vías”. Desde el punto de vista de Dios, no obstante, ellos eran candidatos para su reino.

• ¿Cuáles son los “del otro lado” en tu comunidad o círculo de amistades?

• ¿Qué diferencias u obstáculos existen que te pueden limitar o inhibir, haciendo que no vayas a ellos?

• ¿Qué esfuerzos se han hecho para llegar a ellos con el evangelio del reino?

_________________________________________________________________________________________ El temor de lo desconocido nos detiene de ministrar a la gente ‘del otro lado’. El temor a lo desconocido puede frenarnos de vivir una vida plena. Al leer los evangelios, vemos a Jesús repitiendo a sus discípulos las mismas palabras: ¡No temáis!. Aquí el mandato es más directo; ¡Id! Yo os envío como a ovejas en medio de lobos. Quizás nosotros nos advertimos unos a otros: “Es un mundo de perros, amigos, prepárense para actuar como ellos”. ¡Pero él no! En vez de advertirles, parece estar diciendo: Lo peor que puede pasarles es que les maten, que es lo que los lobos hacen con las ovejas. “Por eso, vayan,, no teman, vayan a proclamar el evangelio, va-yan a servir”.

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La seriedad de la tarea dada a los discípulos y la amenaza que representaba se expresa en dos metáforas - serían muy pocos como obreros en la cosecha, y serían como ovejas en medio de lobos. Barklay resume las instrucciones que Jesús dio a los 70 en tres puntos: Ellos: 1)No debían llenarse de posesiones materiales”, debían viajar livianos”; 2)debían concentrarse en su tarea, y 3)no debían trabajar por la paga o las utilidades. La misión no era complicada: demostrar y anunciar el reino de Dios. Su autoridad estaba directamente relacionada con Jesús. Los que recibían su ministerio le recibían a él; los que rechazaban su ministerio, le rechazaban a él. No es de sorprender que las dos divisiones de su misión se relacionan directamente con las dos categorías de dones espirituales que revisamos bajo el título de intensidad. Demostrar el evangelio pertenece al orden de dones de servicio; anunciar el evangelio se cumple bajo el orden de dones del hablar. Al reconocer que todos tendremos que dar cuenta unida por el uso responsable de nuestros dones - la administración de nuestros talentos - ¿qué oportunidades para demostrar el evangelio o anunciar el reino has dejado pasar por temor?

• ¿Cuáles son tus peores temores acerca de salir al mundo? ¿Cómo recibes ahora su mandamiento “Id por

todo el mundo?”

• ¿Qué van a hacer ustedes como grupo para animarse a salir y anunciar o demostrar el evangelio?

• ¿Cómo pueden ser usados los grupos pequeños en misiones especiales que demuestren y proclamen el

evangelio?

• ¿Qué proyectos pueden lanzar estos pequeños grupos misioneros para impactar tu área con un testimonio para Cristo?

Si tu HERMANDAD se transforma en un grupo misionero, hagan de esa misión el enfoque de sus oraciones y tracen planes cada semana al avanzar con este Plan del Maestro. Como grupo quizás les gustaría trabajar en un ministerio continuo. Aquí encontrarán algunas maneras de demostrar y proclamar el evangelio: • Aceptar la responsabilidad de dirigir los servicios en un asilo de ancianos, asegurando que pasen algún tiempo con ellos en forma individual. • Comenzar y operar un club de muchachos en tu iglesia, haciendo un esfuerzo por invitar a los que no van a la iglesia. • Comprar, renovar y operar a bajo costo, un edificio de departamentos para los desvalidos. • Dirigir los servicios en una misión de rescate y hacerse amigo con algunos de los hombres que se están rehabilitando.

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• Si tu iglesia se presta para ello, comenzar un servicio de conmutación permitiendo que los que toman un bus o el tren, puedan estacionar gratis en el lote de la iglesia. Invítalos a esperar dentro del recinto de la iglesia, proveyendo café, té, chocolate o bebidas frescas a un precio accesible. Provee una mesa con libros de fácil lectura, variados, con buenos temas, el periódico, y literatura cristiana gratis. • Como grupo, únanse a una agencia de servicio, como los bomberos voluntarios, Club de Leones, Rotarios, ambulancias. Establezcan amistades para el evangelismo de amistad. • Compren ‘spots’ de radio en la radio local, y presenten mensajes cortos dirigidos a los hombres acerca de su rol como padres y esposos, y cómo la iglesia puede ayudarles. • Para el día de acción de gracias u otro día, lleven sus familias y algo de comida a algún centro para los desvalidos donde puedan compartir juntos una buena comida. • Estén alertas a las necesidades en sus vecindarios y ofrezcan ayuda práctica, (limpieza del jardín o cortar el pasto a algún anciano, traer comida a algún enfermo, conversar con los solitarios).

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Cualidad del discípulo: Dependencia Texto: Lucas 11: 1-13

¿No te parece extraño que los discípulos de Jesús hayan tenido que pedirle que les enseñara a orar? ¿Habiéndose criado en hogares judíos, no estaban ya acostumbrados a hacerlo? Aún más extraño: ¿por qué no tomó la iniciativa Jesús? En los métodos más modernos del discipulado, una de las primeras lecciones es el acostumbrarse a celebrar ‘la hora quieta’ o devocional. Aquí vemos a los discípulos de Jesús, al observar a los discípulos de Juan, cómo oraban, habiendo sido enseñados por su líder, viniendo y pidiendo a Jesús que hiciera lo mismo con ellos. Los seguidores de Jesús también le habían visto orar en varias ocasiones, o al menos le habían visto salir para orar (Lc. 6:12; 11:1). Un poco antes, los discípulos habían fallado en echar fuera un demonio de un muchacho, Jesús les dijo: “Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno” (Marcos 9:29). Entonces, no nos debe sorprender que los discípulos querían aprender a orar. Pero ¿por qué no hizo Jesús una prioridad de esto más antes? Solo podemos especular, quizás la razón era precisamente que el orar es algo tan vital e importante y tan difícil de mantener, que Jesús esperó hasta que los discípulos estuvieron motivados interiormente. Ninguna presión externa tendrá éxito en hacer que la gente viva en oración. La cantidad de disciplina necesaria es grande, y la cantidad de fe requerida para persistir, es aún más grande. Ahora que los discípulos tenían ganas de aprender como orar, Jesús gustosamente les enseña, pero noten cómo lo hace. No desarrolló una teología de la oración; no les enseñó los principios de oración. Solo les dio un simple modelo de oración que incluye los elementos básicos: adoración, petición y confesión. La versión de Lucas es más corta que la más familiar de Mareo 6, pero contiene todos los mismos elementos. La única sorpresa en esta oración es que se dirige en forma directa a Dios llamándole Abba, “papá”. Esto implicaba un nivel de intimidad con el Todopoderoso Dios que los judíos no presumían tener. Por un lado se asume intimidad, pero eso no le quita reverencia a la oración. Se afirma el carácter sagrado de Dios y su majestad, preparando así el camino para su apreciación y adoración así como para las peticiones y la confesión. La trascendencia y soberanía de Dios lo califican para ser adorado. Lo más que entendemos la grandeza de estos atributos, más grande será nuestra adoración. Una vida anémica de adoración revela un entendimiento de Dios inadecuado. En la parte de la oración dedicada a la apreciación de Dios, tocamos la eternidad.

• ¿En qué forma nos da ‘el Padre nuestro’ un vistazo al corazón de Jesús y su relación con el Padre?

• ¿Crees que Jesús nos dio el ‘Padre nuestro’ para ser repetido diariamente?

• Si es así, ¿qué valor tiene la disciplina de la oración diaria y la liturgia?

• Si no es así, ¿cuál fue su intención al decir ‘cotidiano’, diariamente?

________________________________________________________________________________________

El crecimiento ocurre más al practicarlo que al discutirlo; esto sucede más con este tema de la oración que con cualquier otro que hayamos estudiado en esta serie. Parte de lo que Jesús nos está diciendo es que no debemos ver la oración como un acto mágico revelado a unos pocos iniciados y que se requieren instrucciones especiales. Es una conversación - respetuosa y reverente - con nuestro Padre celestial. Jesús dice: “Hablen con él, vamos, simplemente, conversen con él”. • Pasen un tiempo orando juntos. Disciplínense. Oren “en forma conversacional”, hablando naturalmente

con Dios, no más de un minuto cada vez que le toca el turno a alguien. Concéntrense en las siguientes actitudes: adorando su majestad, afirmando su soberanía, pidiendo su provisión, confesando sus pecados y

buscando el perdón, y buscando su guía.

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La petición de esta oración se concentra en dos necesidades básicas: la primera en el presente, la segunda en el futuro. Suplicamos a Dios que supla nuestras necesidades diarias y pedimos su guía: “danos hoy” y “no nos dejes.” La dependencia en Dios por el pan de cada día es una admisión de su soberanía sobre toda la creación y su benevolencia a todas sus criaturas. Es también una negación de la suficiencia propia y de la ingratitud. Al pedir el pan cotidiano “hoy”, somos llevados a esta clase de actitud en forma repetida, y Jesús implica que la oración debe ser una práctica diaria. La oración para el liderazgo reconoce la realidad del otro reino, el dominio del malo que se deleita en poner a los hijos del Padre celestial en posiciones de tentación o prueba. Esta petición puede ser un pedido de protección, guía, o liberación. Para nuestra sorpresa, la oración de confesión no viene primero, como lo enseñan muchos predicadores. Como la entera oración procede de un corazón humilde y contrito, quizás el orden no es muy importante. Mientras la adoración apunta hacia la eternidad, y la petición se concentra en el presente y el futuro, la confesión mira al pasado. El penitente puede pedir audazmente la remisión de sus pecados, porque ya ha extendido su perdón a otros. El reconocimiento de los pecados es un total arrepentimiento con el deseo expreso de no transgredir otra vez. El tenor general de la oración es dependencia. La persona que ora está dependiendo de Dios para: la relación básica Padre-hijo que reine su reino que el pan de cada día sea provisto que el perdón sea extendido que la protección sea asegurada

• ¿Qué obstáculos encuentras que te impiden vivir dependientemente en una cultura ‘rica’?

• ¿Cómo puedes aprender a vivir en dependencia de Dios como cristiano?

• ¿Cuáles son las evidencias de que un creyente ha aprendido a vivir en dependencia de Dios?

________________________________________________________________________________________ Establecer una vida de dependencia en oración no es algo que se aprende en un día. Continúen esta disciplina como grupo y en forma individual. Una forma efectiva y práctica de usar el ‘Padre nuestro’ es permitir que cada frase nos guíe en cada elemento de la oración. Cuando digas “Padre nuestro…” reafirma tu relación con Dios, dando gracias por tu adopción en su familia y el precio que él pagó por ti. La frase “santificado” te guiará a adorar. Piensa en la grandeza de Dios, su majestad, lo sublime que es, etc. reverencia y adora a Dios. Quizás aquí un Salmo te podría ayudar. Algunos Salmos excelentes para este propósito son el 8, 23, 29, 33, 93, 103, 111, 139 y 145.

Ora que venga el reino de Dios, intercediendo por el mundo y sus problemas. Las misiones, las injusticias políticas, los malos sociales y criminales, el triunfo final de la iglesia, pueden ser algunos de los temas apropiados. También expresa tu anhelo por el regreso de Cristo.

Al orar por el pan cotidiano, no pidas por las necesidades personales. Pídale a Dios que provea tus necesidades para la vida y el ministerio. La comida, el vestido, la casa y la salud, son necesidades básicas. La habilidad para cubrir otras necesidades financieras y contribuir a la obra de Dios también corresponden a esta sección. Esta parte de la oración incluye las necesidades de tu familia y de cualquier otra persona que depende de ti para su sostén.

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La confesión es el próximo punto en la oración del Señor. Pasa un buen tiempo examinando tu vida y tus actitudes. La “confesión general” del libro de Oraciones nos explica las formas comunes en que pecamos: Dios Todopoderoso y Padre misericordioso: Hemos errado y nos desviamos de tus caminos, como la oveja perdida. Hemos seguido demasiado los designios de nuestro propio corazón. Hemos ofendido tus leyes santas. Hemos dejado de hacer lo que debíamos hacer; Hemos hecho lo que no debíamos hacer, y no hay salud en nosotros.

No te conformes con estas generalidades. Cuando Dios trae a tu memoria algunos pecados específicos, confiésalos. Pon especial atención a tus actitudes, los pecados internos que solo tú conoces, pero que están impidiendo tu caminar con el Señor y fruto en el ministerio.

Después de confesar, pide perdón. La segunda parte de las “confesiones generales” explica el espíritu con que debemos buscar el perdón:

Pero Tu, Señor, ten misericordia de nosotros, miserable ofensores. Perdona a los que confiesan sus faltas, oh Dios. Restaura a los que se arrepienten, de acuerdo a tus promesas en Cristo Jesús nuestro Señor. Y concédenos, Padre de misericordia, en los méritos de Cristo, que de ahora en adelante vivamos una vida sobria, santa y justa, para la gloria de tu nombre. Amén.

Recuerda que Dios espera que extiendas la misma gracia del perdón a otros. ¿Han pecado contra ti? ¿Estás dispuesto a perdonar? ¿Les has perdonado? Habla con Dios sobre este asunto en la sección “así como perdonamos a nuestros deudores”.

Y por último, ora por guía y protección. Reconoce tu tendencia d caer en el pecado. Habla con Dios acerca de los problemas y tentaciones que estás pasando. Pídele que te libre de las pruebas innecesarias para el desarrollo de tu carácter. Al venir las pruebas, confía en que Dios las ha permitido para tu crecimiento y pídele fuerzas en medio de la prueba. Más precisamente, que Dios te guíe a tener un ministerio productivo en ese día.

Ora de esta forma por una semana. Al terminar, haz una evaluación para ver si ha crecido tu dependencia de Dios. Comparte tus experiencias con tu grupo. Continúa esta práctica siguiendo la guía de Dios.

¿Has sentido que estas cualidades de dependencia - por la oración - siguen naturalmente a las otras ya estudiadas? ¿Te das cuenta cómo se van superponiendo? Considera lo siguiente:

El no ser egoísta Elige las prioridades y valores que honran al Señor. Intensidad Haz lo que tiene valor; actúa con propósito, de acuerdo a los valores del reino. Coraje Elige y cumple lo que Dios manda, en medio de la oposición “como oveja en medio de lobos”. Dependencia Pon todo en manos del Padre celestial, confiando en que él proveerá lo necesario.

La oración en este contexto claramente no es un asunto de pedir la ayuda de Dios para cumplir nuestras metas, nuestros pobres planes. En cambio, la oración, como corresponde, reconoce la soberanía y majestad de Dios, y nuestra total dependencia en él para todo lo realmente necesario - no nuestros deseos – para el diario sustento. Paso a paso, al ir avanzando en la vida, necesitamos reconocerle como Dios, nuestro Padre celestial.

• ¿Cómo ha influido tu concepto de Dios el caminar a través del “Padre nuestro” ?

• ¿Cómo ha afectado este estudio tu comprensión de la oración ?

• Una vez más, oren juntos en forma conversacional, siguiendo la disciplina de reducir tu participación, cada vez

que te toque, a menos de un minuto, orando naturalmente como en conversación con Dios.

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Cualidad del discípulo: Transparencia Texto: Lucas 12:1-12

Como creyentes frecuentemente oímos la expresión “Vive lo que hablas”, una recomendación a vivir de acuerdo a lo que predicamos, (lo que decimos que creemos). Esta es una buena meta, pero está suponiendo que nuestro hablar es santo. La mayoría de nosotros sabe que esto no es así; sería mejor que nuestras palabras no determinaran nuestro caminar en esta vida. El apóstol Santiago estaba convencido de que la lengua es el origen de muchos pecados, y de que si uno podía controlar su lengua, sería una persona perfecta. (Stg. 3:2).

¿Por qué es tan importante nuestro hablar? ¿No sería porque la verdad y el amor son las virtudes supremas, y nuestro hablar es la forma básica de comunicar a ambos, verdad y amor? Los evangelios presentan a Jesús como una persona muy tolerante, alguien que ve más allá del exterior de las personas, y responde, no en base a los pecados externos de esa persona, sino al potencial de su verdadera personalidad, el hombre interior. A veces, sin embargo, cuando Jesús miraba al interior, lo veía sucio y feo. En esos casos, no vacilaba en confrontar el problema. El texto para este capítulo sobre la transparencia comienza con una advertencia a los discípulos: que no vivan con un exterior muy respetable y un interior sucio. Jesús usó a los fariseos como ejemplo de lo que no debían ser. En el capítulo anterior, Lucas 11, vemos el porqué de esta advertencia. En once versos (42-52), Jesús pronuncia seis “ayes” sobre los fariseos. Quizás sea una ayuda para nosotros ver en este pasaje lo que Jesús estaba condenando. Jesús atacó su: • Énfasis en reglas sin importancia – hipocresía (v.42) • Deseo de ser reconocido como alguien importante – orgullo (v.43) • Corrupción interior, cubierta con un exterior suave (v.44) • Imposición sobre otros, expectaciones que ellos mismos no cumplían (46) • Una mentalidad asesina (v.47) • Una falsa enseñanza (v.52) • ¿Cuáles de estas hipocresías te tientan más? • ¿Por qué es un problema grande la hipocresía entre la gente religiosa? • ¿Qué pasos puedes tomar - en tu familia, en la iglesia, en el trabajo - para cambiar esta rutina, para dejar de hacerlo? El motivo de Jesús en la advertencia que dio en Lucas 12:1-12 no era principalmente de denunciar a los fariseos; en cambio, Jesús trataba hacer que sus seguidores no se sintieran intimidados por los así llamados líderes religiosos. Jesús sabía que este fundamentalismo fanático de los fariseos que sus seguidores habían aceptado mucho tiempo atrás, este credo que llevaba a un legalismo extremo mas allá de la enseñanza del Antiguo Testamento, iba a ser el obstáculo más grande a la fidelidad de sus discípulos. En el judaísmo del primer siglo, los fariseos eran los fundamentalistas extremos; los saduceos eran más liberales y no representaban una amenaza grande para Jesús. Los fariseos incitaron odio hacia Jesús y – por sus mentiras, su engaño, y una sucia política - instigaron el juicio y la crucifixión de Jesús. Al ser presionados por una política religiosa conservadora, nos sentimos tentados a renunciar nuestras convicciones y seguir la corriente. La mayoría de los creyentes se defienden mejor de la oposición liberal que del fundamentalismo extremo. Jesús quería que sus seguidores supieran que iban a ser tentados por la extrema

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derecha, y al soportar la tentación no debían ser disuadidos de la verdad por el temor. No debían pagar el precio de falta de honestidad para ser aceptados por la comunidad religiosa. • ¿Qué significa ser transparente? • ¿Cuál es el término bíblico más cercano a este concepto? • ¿Cuándo es más difícil la transparencia? • ¿Puedes compartir un evento en tu vida cuando fuiste tentado a no ser transparente y fallaste o tuviste éxito?

_________________________________________________________________________________________

En este mundo, a la gente le gusta creer que aún los más malos tienen una chispa de bondad en ellos. Por más que tratemos de mejorar el cuadro, el mensaje bíblico afirma que no importa cuán bueno parezcamos ser, todos hemos nacido en pecado. En lo profundo de nuestro ser, todos estamos en rebelión contra Dios. Algunos afirman que una de las marcas del mal en nosotros es el deseo de aparentar que no tenemos culpa. Se malgastan muchos esfuerzos en mantener un aspecto de respetabilidad. Trágicamente, los miembros de las comunidades religiosas comparten esta misma preocupación con las apariencias más que con lo menos interesante, pero verdadero, la realidad. La Biblia también afirma que Satanás se viste de ángel de luz - como un ser aparentemente bueno, pero que por debajo es la misma personificación del mal. De nuestra experiencia, cada uno de nosotros probablemente podrá recordar haber participado en algo así. Hemos presentado un frente falso. El temor o el orgullo, juntos o separados, son la raíz de todo ello. La preocupación de que otros me rechacen (miedo), o el deseo de agrandarme, (orgullo), me pueden conducir a preferir que la gente me vea como “bueno”. Esta preferencia puede hacer que yo trate de mantener esa impresión aunque sepa que es falsa – y allí está la hipocresía. • ¿Puedes pensar en una situación cuando permitiste a sabiendas una situación que exageraba la verdad?

Mirando a tu propio corazón, detectaste temor u orgullo? ¿O ambos?

• ¿Qué puedes hacer para corregir esa situación ahora, o impedir que se repita en el futuro? ¿Te pueden ayudar los otros miembros de tu hermandad?

• ¿Has sido traicionado por alguien que reveló algo confidencial? Explica cómo te afectó, (sin traicionar a la otra persona).

• Discutan todos juntos la importancia de respetar la confidencialidad de las cosas discutidas en tu grupo. • Discutan el nivel de transparencia que tienen ustedes dentro del grupo. ¿Hay suficiente apertura como

para llegar a ser “el guarda de tu hermano”? • ¿Qué se necesita para que haya más transparencia?

• Pasen un buen tiempo en oración. Busquen el coraje y la humildad para ser transparentes y proponerse a

actuar en esa forma.

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Es fácil caer en la trampa de pensar: “Tengo que mejorar antes de venir al Señor”. Nuestro comportamiento es importante, pero no viene primero. La moralidad no es requisito para la espiritualidad. Es al revés. Si yo vengo al Señor, confesando, arrepentido, buscando el perdón, deseando una relación más intima, la moralidad vendrá en forma natural. Pero no de la noche a la mañana. No en forma perfecta, (vea Ro. 7:14-25). Diariamente, la confesión - transparencia delante de Dios - es parte fundamental de la espiritualidad verdadera, y ésta, a su vez, lleva a una moralidad auténtica - un comportamiento moral, que honra a Dios, que respeta y ama al vecino. Nota estos versos. Jesús respondió, “¡Ay de ustedes… maestros de la ley!, que cargan sobre los demás cargas que nadie puede soportar, y ustedes ni siquiera con un dedo quieren tocarlas”.. ¡ay de ustedes, maestros de la ley, que se han apoderado de la llave del conocimiento; pero ni ustedes mismos entran ni dejan entrar a los que quieren hacerlo”. Lc. 11: 46, 52 (VDHH) • Caemos en una trampa cuando nos preocupamos más por el comportamiento de otros que por su situación

espiritual. ¿No habrá alguien – quizás un hijo, hija, vecino, compañero de trabajo – que está deseando una relación mas estrecha contigo, una relación que tú has resistido, esperando que “primero mejore su

comportamiento”?

Ahora lee estos versículos que nos advierten acerca de otra forma de hipocresía: Lucas 11:39-44. • Caemos en una trampa farisaica cuando gastamos energía en mantener un exterior respetable, santo, y

escondemos caídas y pecados secretos. Hay alguien, quizás tu esposa, colega, un contacto en la iglesia – con quien desearías tener una relación más estrecha, pero has resistido por temor a tener que revelar algún

aspecto de tu pasado o presente?

Considera la cita que transcribimos. Medita en ella. Deja que te examine.

En el asunto de la verdad, lo primero y lo último es que la totalidad del hombre sea expuesta, su maldad desnuda a la vista de Dios. Pero los hombres pecadores no quieren esta clase de verdad y la

resisten con todas sus fuerzas. Por ello la persiguen y la crucifican. Pero al seguir a Jesús podemos ser auténticos, verdaderos, porque entonces él nos revela nuestro pecado clavado sobre la cruz. La cruz es la verdad de Dios sobre nosotros, y el único poder que nos puede hacer verdaderos. Cuando conocemos la cruz no tememos más la verdad. No necesitamos más juramentos para confirmar la verdad de nuestras afirmaciones, porque vivimos en la perfecta verdad de Dios. No hay verdad hacia Jesús sin verdad hacia el hombre. Lo que no es verdad destruye la comunión, pero la verdad corta la falsa comunión en pedazos y establece la genuina hermandad. No podemos seguir a Cristo a menos que vivamos en la verdad revelada delante de Dios y de los hombres. Tomado de El costo del discipulado por Dietrich Bonhoeffer. • Hablen y oren juntos pidiendo a Dios valor y humildad para ser más transparentes.

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Cualidad del discípulo: Contentamiento Texto: Lucas 12:22-34 ¿De qué depende tu sentido de bienestar? En las próximas sesiones miraremos esta pregunta desde varias perspectivas diferentes. La mayoría de nosotros tiene varios fundamentos en los que apoyamos nuestro sentido de bienestar. Tristemente, casi todos esos fundamentos son inadecuados. ¿De qué depende tu sentir de bienestar? Una manera de tratar de responder, sería preguntarte qué te preocupa. En la lectura bíblica Jesús identifica la comida, la ropa, las posesiones, como lo que normalmente nos preocupa. Las palabras de Jesús en Lucas 12 tocan el punto clave de este aspecto de la manera de pensar del mundo. Seriamente hablando, su enseñanza descubre la verdad inquietante de que “lo que realmente vale” para el mundo, no vale para nada. La idea de que tengo mi dinero para gastar y administrar (plan, control), para las metas que me he propuesto, está basada en la ilusión de que mi vida también es mía! Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedir tu alma, y lo que has aparejado, ¿de quién será? Lc. 12:20

En nuestra sociedad, sin embargo, le damos demasiada importancia a la habilidad de una persona de ahorrar para el futuro. Cuando una persona muere, oímos decir, ¿Cuánto tenía?, como si el valor total de la persona estuviera en la fortuna que haya amasado. También oímos: ¿Cuánto dejó? Por supuesto que la respuesta correcta es: TODO!. Las palabras de Jesús en Lucas 12:33, 34 sugieren un diferente tipo de legado: Vended lo que poseéis y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, haceos tesoros en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega ni polilla destruye. Porque donde está vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón.

• El concepto del jubileo (vea Lev. 25) nos enseña que en realidad no poseemos nada; somos custodios por un

tiempo de algo que se nos confía. ¿Qué pasos podrías tomar para usar mejor lo que posees para la gloria de

Dios?

• Como administrador del Maestro, ¿le consultas frecuentemente para descubrir cómo quiere distribuir su dinero?

• ¿Qué debe suceder para reducir o eliminar tu dependencia en las riquezas materiales?

___________________________________________________________________________________________

Para descubrir cuales son tus bases para la seguridad, piensa en cuáles cosas te comparas con otros. ¿Tu apariencia? ¿Educación? ¿Estrato social? El apóstol Pablo rechazaba la tendencia de compararnos con otros. Lo mencionó varias veces en sus cartas, (Fil. 2:2 y 3; 2 Co. 5:16; Ro. 12:3) lo cual nos da a entender que ésta era una práctica común. Podemos confirmarlo en nuestra experiencia personal. Otra manera de descubrir la verdad acerca del origen de tu ‘sentirte bien’ es preguntarte de qué te glorías. Aunque el fanfarronear no es una práctica aceptable, todos sabemos lo que es echar algunos comentarios sutiles en la conversación, de algo que nos hace sentir orgullosos. Todos fanfarroneamos, aunque solo sea en lo profundo de nuestro interior. Todos tenemos pensamientos de orgullo. La vida de ‘jubileo’ nos desafía a eliminar todas las fundaciones, todas las preocupaciones sin sentido, todas las

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pretensiones a la grandeza o mérito personal. Las disciplinas requeridas para el día de descanso, el año sabático, y sobre todo, el año del jubileo fueron creadas para restaurar el correcto orden económico y social en el mundo. Lo más importante era que estas disciplinas buscaban restaurar tanto a hombres como a mujeres a su correcta relación con Dios, relaciones que encuentran su seguridad en el.

• ¿En qué aspectos de la vida has sido bendecido en forma particular? ¿Te enorgulleces en menospreciar a otros que parecen ser inferiores a ti en esas áreas?

• ¿Cuáles son los grupos o personas a los que tratas de evitar? • ¿Cuáles son algunos de los símbolos externos del éxito (abundancia de comida y modas) que te separa de

ellos? • Vivir el jubileo nos prohíbe retener a otros bajo nuestro control. ¿En qué áreas pueden percibir los grupos o

personas mencionados arriba que les estamos “reteniendo”? • ¿Qué necesitas hacer para soltarlos? ¿Lo harás? • ¿Qué necesitas hacer para brindar a los demás la misma gracia que Dios te ha brindado a ti? • ¿Qué diferencia va a hacer esto en tu manera de ser? • Oren el uno por el otro, no solo pidiendo perdón por cualquier sentido de superioridad sino también pidiendo

fuerzas para actuar de una manera que demuestre que estamos nivelados, viviendo nuestra posición compartida delante de Dios.

Pasando Revista

Estamos llegando al final del segundo grupo de cualidades del carácter identificados en el libro ¡Sígueme!, del cual ésta es la guía del maestro. Las primeras cinco cualidades fueron el fundamento, tratando las cualidades básicas de compasión e integridad juntamente con las tres que describen un corazón deseoso de escuchar y obedecer al Señor: dispuesto a aprender, flexibilidad y humildad. En el texto del libro, agrupamos las seis cualidades de este segundo grupo en una categoría llamada “Motivando la madurez cristiana”. El fundamento del carácter cristiano, ya establecido, es un deseo de obedecer a Dios y su Palabra. Estas seis cualidades - sin egoísmo, intensidad, coraje, dependencia, transparencia y contentamiento - se pueden considerar como la obediencia llevada a la práctica, o sea la estructura que se edifica sobre ese fundamento. Como lo hicimos al final de la primera sección, quisiéramos pedirles que se detengan a reflexionar sistemáticamente en su progreso en estas seis cualidades. Cuando lo hicimos antes, les pedimos que imaginaran un inspector de edificios enviado por el Señor para chequear el fundamento y enviar un informe. El inspector buscaba integridad, la capacidad del fundamento para aguantar toda clase de pruebas y calamidades. Ahora, imaginen al mismo inspector, enviado para observar el enmaderado y la estructura que han levantado sobre el fundamento. • ¿Notará este informe algunos cambios en el fundamento? En tu disposición para escuchar, atender y

obedecer la Palabra del Señor?

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• Mirando ahora a la estructura del carácter sobre el fundamento sólido, ¿qué dirá el informe sobre tu rutina diaria y tus hábitos? ¿Tienes un carácter sólido conectado a la fundación sólida? ¿Qué revelan tus rutinas diarias en conexión con las seis cualidades que hemos estado estudiando recientemente, acerca de donde está realmente tu tesoro?

• Haz un chequeo personal en la tabla debajo. Estas dimensiones revelan las seis cualidades de carácter que hemos estado considerando recientemente. Reflexionando en tu manera de ser normal, ¿dónde te ves en la escala? Escribe algunos ejemplos debajo de cada escala. Si debes diferenciar más de una situación, (como- en casa y en el trabajo) coloca dos o más marcas, y anota las razones.

• Cuando cada uno haya terminado con su evaluación personal, compartan en el grupo, por turnos las perspectivas personales de cada uno. Después, con mucho cuidado y delicadeza, comparen notas y ayúdense mutuamente. Si quieren descubrir como son percibidos por otros en su familia, amigos, etc., usa la hoja completa que aparece al principio en el apéndice #1.

♦ Al evaluarse mutuamente, sean específicos, describiendo comportamientos observados, afirmaciones hechas. Eviten imputar un motivo, presumiendo que sabemos lo que la otra persona estaba pensando o sintiendo. Describe lo que viste y oíste, y deja que la otra persona diga los motivos, las razones internas si es apropiado.

♦ Cuando te toque recibir impresiones de tus compañeros, escucha atentamente las observaciones específicas. Haz preguntas para aclarar dudas, pero resiste la tentación de defenderte, explicarte o justificarte.

♦ Cuando sea apropiado, trabajen juntos para identificar los pasos específicos que se deben tomar para resolver un problema, para mejorar una relación determinada, etc.

♦ Oren juntos por la determinación de continuar creciendo como discípulos de nuestro Señor. Donde sea necesario, hagan citas individuales para ayudarse y evaluarse mutuamente.

____________________________________________________________________________________________Dependiendo en cuánto tiempo han estado juntos y el programa que han seguido, decidan si sería conveniente tomar un respiro. Hemos llegado a otro punto de pausa en la serie de 15 cualidades del carácter. Algunos grupos en el pasado han visto la conveniencia de tomar un mes o dos de descanso antes de seguir con la última sección. ____________________________________________________________________________________________

Sin egoísmo (Lucas 9:18-27)busca ser el 'numero uno' no le preocupa su propio

confort o placerSe distrae con lo no Intensidad (Lucas 9:57-62) mantiene su compromiso de

importante de estar envuelto, servir a Dios y a sus vecinos,el tiempo primero en todo tiempo

"va con la corriente', se Coraje (Lucas 10:1-24)aparta de estar envuelto, ayuda a los que sufren,

sigue a la mayoría enfrenta la opinión popularDependencia (Lucas 11:1-13)

'yo me hice solo', no necesita pone toda su confianza ena Dios ni a los demás Dios, depende de El para todo

pone una fachada positiva de Transparencia (Lucas 12:1-12)las cosas, prefiere aparecer revela la verdad aunque le

mejor de lo que es en realidad cuesteContentamiento (Lucas 12:22-34)

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Cualidad del discípulo: Digno de Confianza Texto: Lucas 16:1-13

Tanto creyentes como los no creyentes por siglos han admirado la habilidad que Jesús tenía para enseñar. Tanto su mensaje como su metodología fueron productos de un verdadero genio. Como maestro, Jesús empleó una variedad de técnicas para imprimir su mensaje en la mente de sus oyentes. Cuando le preguntamos a alguien acerca de sus enseñanzas, lo primero que viene a la mente son las parábolas. Él usó libremente los ejemplos más comunes de la vida para comunicar las enseñanzas más importantes que cualquier maestro haya enseñado.

La mayoría de las parábolas se aplican por analogía, o sea que se aclara el punto de enseñar al comprender una idea más familiar al oyente. Por ejemplo, un comerciante gasta toda su fortuna para poseer una perla de gran precio, esto expresa claramente el valor del reino de Dios, que vale el sacrificio de todo lo demás.(Mt.13:45-46)

Pero no todas las parábolas se aplican de esta manera. Lucas menciona tres parábolas que se entienden solo si uno busca el contraste, no el paralelo. La parábola que usó Jesús para enseñar sobre el tema que nos ocupa, el ‘ser digno de confianza’, es una de ellas. En este caso, la deshonestidad del carácter principal enfatiza el punto, que a pesar de todo, es sabio en establecer relaciones duraderas con otras personas.

Para entender esta parábola, es muy importante ver su contexto en Lucas y en el ministerio de Jesús. Es la cuarta parábola de un conjunto de cinco. Jesús enseñó las otras cuatro para el beneficio del público en general y de los fariseos en particular que se quejaban de la asociación de Jesús con publicanos y “pecadores” (Lucas 15:1). Esta es diferente. Él dirige esta parábola directamente a los discípulos.

La parábola del “pícaro inteligente”, como lo llama T.W. Manson, fue una lección para los discípulos acerca del valor de las relaciones. La astucia del mayordomo infiel fue usada, no para recomendar prácticas dudosas en los negocios, sino para mostrar que aún la gente del mundo es creativa cuando se trata de preservar relaciones. Aquí no se trata del método, sino de la importancia que se le da a este hecho de cultivar buenas relaciones, aunque la ganancia sea temporal. Jesús estaba recomendando la picardía (de la buena).

La lección es esta: como la gente del mundo usa la picardía para cultivar buenas relaciones para su ventaja personal, así deben los discípulos del reino tener la habilidad y astucia para cultivar relaciones que les ayuden para beneficio del mundo venidero, la eternidad.

• Piensa en algún líder que conoces que es buen mayordomo de sus relaciones. ¿Qué hace esta persona

que te lleva a esta conclusión?

• Describe algún creyente que conoces que tiene la habilidad de hacer que los no cristianos se sientan a gusto con él. ¿Qué lo hace diferente de otros cristianos?

• ¿Cuáles son algunas de las razones por las que Jesús consideraba importante cultivar las relaciones? _________________________________________________________________________________________

Al final de su programa mentor con los doce, Jesús puede decir con confianza acerca de ellos: “No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo” (Juan 17:14). Algunos párrafos más adelante describe la gran comisión de esta manera: “Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado”. (Juan 17:18).

Basado en estos pocos versos, hay una frase popular que describe a los creyentes: “en el mundo, pero no del mundo”. Tú la ha escuchado muchas veces, estoy seguro. Tanto que se ha transformado en un ‘cliché’, una expresión idiomática. Pero estas frases tienden a perder su significado. En este caso, la usamos en forma muy casual, como si describiera dónde estamos en vez de prescribir dónde y cómo debemos vivir. Para comprenderlo mejor, consideremos más de cerca lo que Jesús estaba diciendo. Primero, recuerda que Jesús dijo esto de sus discípulos después de varios intensos años de trabajar con ellos. Aclaramos que esta descripción de ellos, ‘en el mundo pero no del mundo’, no les hubiera cuadrado al principio.

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El Señor dice que les envía al mundo “así como tú me enviaste”. Considerando que sus discípulos habían sido miembros activos y productivos de la sociedad antes de encontrarlos, uno se podría preguntar por qué tenía que enviarlos “al mundo”. ¿No estaban ya en el mundo? No estamos en el mundo automáticamente, según esto, simplemente por nacer y vivir en la sociedad, aunque lo hagamos en forma productiva. “Estar allí”, no era lo que Jesús quería de ellos. Él claramente se proponía algo más. La clave está probablemente en referencia a su propia misión. “Como tú me enviaste… así yo los envío”. Entonces, siguiendo el ejemplo de Jesús, podemos ver que estar en el mundo significa involucrarse en forma significante y retentiva en las vidas rotas y heridas de los demás. Esta es la razón por la cual Lucas 15 comienza con Jesús rodeado de publicanos y pecadores. Esta manera de “estar en el mundo” es la lección que Jesús estaba entregando a los fariseos y a sus discípulos en los capítulos 15 y 16 de Lucas. El moderno materialismo y la movilidad, acoplado con un virulento despliegue de entretenimiento, ha conspirado para crear una cultura en la que las relaciones profundas y duraderas son raras. Agregado a esos factores culturales, el temor es el gran inhibidor, impidiéndonos de relacionarnos de forma profunda y duradera con otras personas. Tarde o temprano, cualquier relación genuina con otra persona producirá dolor. Esas heridas pueden ser variadas:

• El dolor de exponer nuestra intimidad • El dolor de amar/perdonar/aceptar las faltas, fallas y pecados de otros • La pena de una pérdida • El dolor de compartir los problemas de la vida.

Al observar a Jesús, los discípulos originales aprendieron lo que significaba asumir las cargas, - las penas - de los demás. Cuando Jesús habló de enviar sus discípulos al mundo, ellos sabían que se trataba de involucrarse en llevar las cargas mutuamente, y que iban a recibir heridas en el proceso. • Basándose en la definición de “estar en el mundo”, pon una marca en la línea de abajo que representa donde

estás

No en el En el mundo mundo

• Ahora comparte el por qué pusiste la marca en ese lugar, y las presiones que te impulsan en uno u otro

sentido, a involucrarte más a menos en el mundo.

• ¿Hasta qué punto has experimentado la satisfacción de conocer la vida más profundamente a través de la experiencia de compartir el dolor en la vida de otra persona? (Ten cuidado de no revelar secretos ajenos al

contestar esta pregunta).

___________________________________________________________________________________________ Además de enviar a sus discípulos al mundo, el Señor habla con mucha seguridad diciendo que “no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo”. La palabra “del” es muy pequeña pero abre la posibilidad a muchos significados. Uno que él tenía en mente lo menciona en una conversación anterior con sus discípulos. (Juan 15:19 - énfasis agregado) “Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.”

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• Esto parece complicarse demasiado para mí. Soy “del mundo” o “del reino”. ¿Dónde está mi lealtad?

Nuestro propio corazón nos puede engañar, como lo afirma la Escritura, (Jer. 17:9). De todas maneras, una

introspección sincera, o una terapia intensiva de otros te puede ayudar.

• Reflexiona en particular en cómo manejas lo siguiente: ♦ Poder

♦ Posesiones

♦ Popularidad

♦ Posición

• Una pregunta clave, en conexión con la lista: ¿son tus valores altos los que alimentan tu orgullo?

El sistema del mundo – en la medida que pertenezcamos a él – logra su dominio en gran parte apelando a nuestro orgullo. Piensa en las tentaciones que Jesús soportó en el desierto. ¿Quién es tu dueño? ¿Dónde está tu lealtad? ¿Cuál es la base o fundamento de tu sistema de valores? ¿Qué es lo que te controla? ¿Qué o quién tus decisiones? Es muy atractivo vernos como perteneciendo a Dios y sirviendo a su reino, pero la mayoría de nosotros tendrá que admitir que todo no está tan claro.

• Pensando en este significado de la frase “del mundo”, coloque su marca en la línea debajo. ¿Cuáles son las fuerzas que empujan en una dirección o en la otra?

del no del

mundo mundo Es importante recordar que aún nuestra vida religiosa puede ser “del mundo”, si se trata meramente de un medio para ejercer poder sobre otra persona, u otra meta personal basada en el orgullo. O si lo vemos como un entretenimiento santificado que nos hace ‘sentir bien’. Pablo describe este síntoma en Romanos 12:2 “no permitan que el mundo los moldee a su imagen favorita” (parafraseado). Su primera carta a los Corintios les advirtió acerca de varias cosas, incluyendo la tendencia a vanagloriarse de su bautismo y sus dones. Evidentemente, uno puede aún seguir a Dios y practicar la religión a la manera “del mundo”.

• ¿De qué manera es “mundana” tu práctica de la fe en ocasiones?

• Oren por sabiduría para saber discernir en este punto, y por la fuerza de carácter para romper con los viejos

hábitos.

En esta última sección de nuestro estudio de las lecciones del Señor a sus discípulos, vamos a concentrarnos, como lo hizo él, en las cualidades del carácter que se necesitan para establecer relaciones duraderas de calidad. Pablo nos lo explica en Efesios 4:

Y él mismo concedió a unos, ser apóstoles, y a otros profetas, a otros anunciar el evangelio, y a otros ser pastores y maestros. Así preparó a los del pueblo santo para un trabajo de servicio, para la edificación del

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cuerpo de Cristo hasta que todos lleguemos a estar unidos por la fe y el conocimiento del Hijo de Dios, y alcancemos la edad adulta, que corresponde a la plena madurez de Cristo. Ya no seremos como niños, que cambian fácilmente de parecer y que son arrastrados por el viento de cualquier nueva enseñanza hasta dejarse engañar por gente astuta que anda por caminos equivocados. Más bien, profesando la verdad en el amor, debemos crecer en todo hacia Cristo, que es la cabeza del cuerpo. Y por Cristo el cuerpo entero se ajusta y se liga bien mediante la unión entre sí de todas sus partes; y cuando cada parte funciona bien, todo va creciendo y edificándose en amor. Efesios 4:11-16 VDHH.

Al ser echados de aquí para allá en las olas de las enseñanzas del mundo, podemos zozobrar o encallar si no somos guardados por amigos fieles. Y ellos también necesitan nuestro recordatorio, nuestro consejo y nuestro ánimo. Al recordar las tendencias de nuestro engañoso corazón, hacemos bien en reconocer nuestra permanente necesidad de dar cuentas a alguien. Ningún discípulo serio debería estar sin una relación de este tipo con otro creyente. Esta relación de sujeción mutua es la próxima cualidad del carácter que estudiaremos en el próximo capítulo. Reconociendo cómo nuestra atención se puede desviar tan fácilmente, el punto de enfoque del discípulo es captado por la cualidad siguiente que será el de estar alerta. Finalmente, resumiendo todo en una palabra que describe lo que Jesús espera de sus discípulos: servicio.

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Cualidad de discípulo: Sujeción mutua Texto: Lucas 17:1-10 Ahora llegamos a una cualidad de carácter que se ha vuelto, con buena razón, en una frase muy popular en los círculos de discipulado: rendirse cuentas mutuamente. El último tercio de este siglo ha sido tan convulsivo en los anales de nuestra historia (Americana), que en casi todas las esferas de la vida la gente ha estado buscando la estabilidad. Esto se puntualiza más en la iglesia. El escándalo entre los líderes nos ha hecho más sensibles a la importancia de esta cualidad de sujeción mutua para todos. Los ministerios de grupos pequeños proveen una situación ideal para este tipo de relación. El Dr. Howard Hendricks, un reconocido profesor de seminario, ha dicho: “Un hombre que no está en un grupo con otros hombres, es un accidente esperando suceder”. Para este tiempo, los miembros de tu grupo ya han desarrollado suficiente confianza y una relación más estrecha que permite que florezca esta expresión de sujeción mutua. Quizás no sea toda la rueda del discipulado, pero probablemente es el eje. En verdad Jesús mantuvo esta clase de relación con sus discípulos. Todos necesitamos la disciplina suave pero firme que nos ayude a mantenernos atados a nuestras convicciones y compromisos. El liderazgo espiritual, ejercido propiamente, será como dice el dicho proverbial “la mano de hierro en un guante de terciopelo”. El Antiguo Testamento resumió este concepto con la palabra “pacto”. Dios quería que a través del pacto, su pueblo viviera de la manera que él les había instruido. Aunque hoy en día raramente usamos esta palabra pacto, debiéramos tener esta relación dinámica tanto en la familia como en la iglesia. Dios espera que su pueblo sea fiel a sus enseñanzas. Debemos chequearnos mutuamente. Por eso él estableció líderes; por eso nos amonesta a mantenernos en comunión unos con otros. Dos cosas importantes debemos agregar acerca de este concepto bíblico: primero, es entre hermanos, o sea, entre creyentes. La relación debe ser arreglada para que la familia quede intacta. También, la reprensión se hace para confrontar el pecado. No se nos autoriza a reprender o reargüir a otros por sus hábitos molestos, por sus fallas accidentales, o por causarnos algún inconveniente. Aquí el asunto es el pecado. Y cuando se trata de pecado, los discípulos deben tratarlo mucho más seriamente, tanto porque se trata de la familia de Dios como por el pecador que necesita ser restaurado. Gá. 6:1 nos da una ayuda eficaz para esta confrontación espiritual:

Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.

• ¿Qué significa confrontar a alguien?

• Sin violar el secreto de nadie, comparte la experiencia de confrontar a alguien, o aun mejor, de ser

reprendido tú mismo. A la luz de Gá. 6:1, ¿fue hecho bíblicamente?.

• ¿Ha ocurrido en tu grupo que alguien fuera confrontado de esta manera? Si esto no ha sucedido, ¿está el grupo practicando este chequeo mutuo?

_________________________________________________________________________________________

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En la porción que estamos considerando, Lucas 17:1-10, Jesús dio dos mandamientos que implican una relación de mutualidad. Les dijo que se confrontaran y perdonaran mutuamente. Ambas acciones son difíciles de practicar. A nadie le gustan los conflictos, y la mayoría rehúsa la confrontación directa. Preferimos que la relación se deteriore antes de discutir. Seguimos el adagio: “El tiempo sana todas las heridas”. Esto podrá ser cierto acerca de las heridas, pero las relaciones rotas no son heridas; son más como el cáncer, y el tiempo no sana el cáncer. También se nos hace difícil el perdonar a otros. Las palabras pueden venir fácilmente, pero el perdonar sin resentimientos o un sentido de superioridad - esto es bien difícil. Confrontar y perdonar son como dos aspectos de la cirugía. Confrontar es como usar el escalpelo o bisturí para hacer una incisión. Perdonar es como coser la incisión para que sane. Imagina a un doctor que deja a todos sus pacientes con incisiones abiertas; esto es como un creyente que solo confronta y nunca trata de restaurar la relación. Imagina que un doctor solo cose, sin efectuar la operación porque no le gusta hacer incisiones.. Cose sin ir más allá de la superficie de la piel al problema real. Muchos creyentes se gozan hablando del pecado pero no lo confrontan. Ambas cosas, la confrontación y el perdón, son esenciales en la cirugía espiritual. La actividad entre la incisión y la sutura – la razón verdadera para la cirugía – se llama arrepentimiento. La confrontación no quita el pecado, y el perdonar tampoco lo hace, así como ni la incisión ni la sutura hacen una operación exitosa.. Lo importante es el trabajo entre medio. El reargüir a una persona solo nos aproxima al problema. El perdonar solo permite que la herida sane después de que el problema ha sido tratado. La parte más importante es el arrepentimiento. Nota cómo el arrepentimiento está por medio. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele, y si se arrepintiere, perdónale. (Lc. 17:3)

• ¿Qué significa arrepentirse?

• ¿Dice el v. 3 que no debemos perdonar a menos que el que ha pecado se arrepienta? ¿Qué enseñan las

otras Escrituras acerca de esto?

• ¿Qué significa perdonar?

• ¿Qué enseña el “Padre-nuestro” acerca del perdón?

• ¿Recuerdas alguna persona a quien no hayas perdonado? ¿Quién?

• ¿Por qué los discípulos piden más fe?

• ¿Qué no enseña la respuesta de Jesús acerca de la fe?

___________________________________________________________________________________________ Esta cualidad de rendir cuentas, especialmente la reprensión y el perdón, demanda una relación bien profunda. El nivel de confianza entre hermanos debe ser muy seguro antes que ocurra una verdadera rendición de cuentas.

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Sin duda alguna, el aspecto más difícil del rendir cuentas es la vergüenza que nos da el revelar nuestras áreas de debilidad. La tendencia será de evitar mencionar los pecados cometidos y revelar los no cometidos (de omisión). “Necesito más disciplina en mi vida devocional” o “necesito pasar más tiempo con los niños” o “necesito perder algunos kilos y hacer más ejercicio” - puede que esto sea verdad pero probablemente no sean los verdaderos problemas que tengas. Son más bien la cortina de humo para evitar de confesar los problemas reales en tu vida. No nos engañemos. Como hombres, conocemos los problemas reales. Juan los declara en forma bien elocuente: la concupiscencia de la carne, de los ojos, y la soberbia de la vida. (1Jn. 2:16). El dinero, el sexo y el poder son la trilogía diabólica que recordamos con la frase “la dama, la fama y la lana” – (aunque no en ese orden). Juan nos ayuda a ser honestos al decir que nosotros, como creyentes, todos pecamos. (1 Juan 1:8-10). Buscar y leer.

• Puede que este ejercicio sea difícil para ti, pero es parte esencial del discipulado. Tan honestamente como

puedas, termina las frases inconclusas:

• Mi problema más grande con el dinero es

• Mi problema más grande con el sexo es

• Mi problema más grande con el poder o la fama es

• De los tres, el que me preocupa más es

• El momento cuando me tienta más es

• Habiendo pasado ya la parte más dolorosa de este ejercicio, trata de personalizarlo ahora. ¿Qué pecados

están frenando tu crecimiento espiritual?

• ¿Estás dispuesto a dar cuentas de este pecado y confesarlo a alguien?

• ¿Con quién en el grupo quisieras hacerlo?

Ahora asegúrense que cada uno tenga su “compañero de confesión” o mentor, con quien pueda compartir sus luchas y sus victorias. No tomen esto livianamente. Cada uno necesita una relación así. Alguien con responsabilidades de liderazgo o el pastor lo necesita tanto como el nuevo creyente, y quizás aún más.

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Cualidad del discípulo: Alerta Texto: Lucas 21:5-36

Logramos más manteniéndonos alertas. Esto es verdad, ya sea en el mercado, la escuela o el campo de deportes. “Mantén tus ojos abiertos”, le decimos a algún amigo, al encargarle un artículo que necesitamos. “¡Despierta!”, le grita un jugador a otro en el campo de juego. El éxito de muchas empresas depende del grado de atención que despliegan los que están involucrados. Antes de echar un vistazo al pasaje del evangelio de Lucas que tenemos delante, medita por unos instantes en lo que significa estar alerta en tu propia experiencia. No trates de espiritualizar. Piensa en toda clase de experiencias.

• ¿Bajo qué circunstancias estás bien alerta, bien consciente de lo que te rodea? Piensa en varias

situaciones y describe cada una de ellas brevemente.

• Ahora, al referirse a esas situaciones, describe lo que significa ser una persona alerta. Por ejemplo:

¿Cómo le afecta mental, emocional y físicamente?

• Revisando esas situaciones descritas, ¿dirías que eliges estar alerta en esas circunstancias, o que te ves

forzado a estar alerta por la naturaleza de la situación? Si hay variaciones, ¿a qué se debe?

El pasaje de Lucas 21:5-36 tiene enseñanzas paralelas en otros dos evangelios. Las encontrarás en Mateo 24 y Marcos 13. Estas selecciones se conocen comúnmente como el discurso apocalíptico del Señor.. La palabra “apocalíptico” viene del griego y significa revelación.

El nombre griego del último libro de la Biblia es Apocalipsis. En contraste con este libro, el apocalipsis de Jesús era mucho más corto y preciso. Jesús dio la enseñanza en respuesta a las preguntas de los discípulos después de su predicción de la destrucción del templo. Convencidos de que Jesús era el Mesías, los discípulos anticipaban - pronto - el día del Señor, como lo anticiparon varios profetas. Escuchándole decir que el templo sería destruido, ellos naturalmente asumieron que esto señalaba el fin.

El propósito de Jesús al dar la enseñanza no era satisfacer su curiosidad, sino advertirles. No obstante, su curiosidad continuaba siendo intensa. Después de la resurrección del Señor, los discípulos le fueron a preguntar si pensaba destruir pronto el imperio romano y restaurar el reino de Israel. (Hechos 1:6). La respuesta de Jesús debiera ser un reproche a los entusiastas de la profecía moderna, especialmente a los que piensan que al estudiar profecía van a “profundizar” en la vianda firme de la Palabra. Jesús les dijo a sus seguidores en pocas palabras que a ellos no les debería importar el tiempo del fin. Su misión debíería ser el evangelizar y ser sus testigos hasta lo último de la tierra.

• ¿Qué les dicen los versos 34-36 de nuestro pasaje a los discípulos acerca de estar alertas?

Aunque el pensar acerca de los últimos tiempos es estimulante, no es el tema de este estudio. Nuestro enfoque está en la cualidad del carácter que denominamos “estar despierto y alerta”. No queremos hacerles pensar que debemos estar mirando la bola de cristal, tratando de determinar el tiempo del regreso del Señor Jesús, sino la clase de atención que nos impulsa a estar ocupados y listos. Al advertirles Jesús que deberían velar, no les dijo que lo hicieran pasivamente; al contrario, les dijo que le esperaran en cualquier momento y que no bajaran la guardia; y la mejor manera de velar es sirviendo a otros.

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• ¿Qué clase de cosas distraen nuestra atención de estar alertas? En forma más específica, ¿qué es lo que

amenaza tú situación de estar alerta?

• Mira los versos paralelos en Marcos 13:33-37. ¿Qué agregan estos versos a la advertencia?

• Al leer Lucas 21:34-36 y Marcos 13:33-37, que disciernes tú acerca de la naturaleza del estar alerta? ¿Qué

sugieren las palabras “mirad” y “velad”?

____________________________________________________________________________________________ Ya han pasado cerca de dos mil años desde esta discusión, y los creyentes todavía esperan el regreso del Señor. Obviamente, la destrucción del templo en el año 70 d.C. tuvo poco que ver con el tiempo del fin. Y mucho del discurso apocalíptico del Señor, se refería a sucesos del primer siglo, no de los últimos tiempos. Afortunadamente, los primeros cristianos recordaron esta profecía y huyeron de Jerusalén cuando llegó la invasión romana. Muchos de los judíos no huyeron, y miles fueron martirizados. Sin duda, los cristianos que huían pensaban que estaban viendo el principio del fin. El tiempo del fin (“eschatón” en el griego), técnicamente se refiere a todo el período de tiempo desde que Jesús vino a la tierra. Su tardanza ha convencido a muchos que deben dejar de esperarle. Han surgido teorías muy imaginativas para explicar que Jesús no debió haber significado que volvería a la tierra. Tal escepticismo no es nuevo. Ya en los días del apóstol Pedro, algunos preguntaban con desconfianza dónde estaba Jesús. Pedro les recordó a sus lectores que Dios no opera dentro de nuestro marco de referencia. Sus planes para la historia probablemente no concuerdan con nuestros deseos. (2 P. 3:3-9). Jesús mismo dijo que ni aún él sabía el tiempo preciso de su regreso, de acuerdo a Mateo 24:36. Su gran preocupación es que la gente esté lista cuando él regrese. (Lucas 18:8).

• ¿Qué sucesos de nuestros días podría tomar la gente como señal del fin?

• Nota cómo responde Jesús a la pregunta que le hacen los discípulos en el verso 7. ¿Esto te parece la manera

en que debemos tratar nuestros estudios de los últimos tiempos?

• ¿Piensas que es peligroso o está mal preocuparnos tanto con los tiempos del fin? ¿Por qué? ¿O por qué no?

____________________________________________________________________________________________ Como los discípulos antes de nosotros, muchas veces nos sentimos tentados a estar atentos a cosas equivocadas. Como el pueblo de Israel, queremos librarnos de cualquier problema que nos presenta la vida. Jesús quiere que estemos alertas, pero de una manera especial. Miremos con profundidad la manera que Mateo escribió su enseñanza en conexión con el discurso apocalíptico del Señor.

• Lee Mateo 24:45-51 y haz un sumario breve de su contenido.

• ¿Qué relación hay entre el estar alerta y la mayordomía?

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• Ahora lee Mateo 25:1-13, comúnmente llamada la parábola de las diez vírgenes. Ambos grupos esperaban al

maestro; ambas se durmieron durante la espera, pero un grupo es considerado sabio. ¿Qué hicieron que era

distinto? ¿De qué manera eres como las fatuas? ¿De qué manera eres como las prudentes?

• Mira la parábola de los talentos en Mateo 25:14-30. Si el estar alerta o velando significa atender tus responsabilidades, responder a las oportunidades que se te presentan, ¿qué excusas debes eliminar de tu

vida? Si el temor a veces te controla e inhibe, ¿qué te está diciendo esta parábola?

• Finalmente, lee la parábola de las ovejas y los cabritos en Mateo 25:31-46. Reflexiona sobre esto. Podríamos

suponer que los dos grupos aquí estaban alertas. A diferencia de las 10 vírgenes, no se durmieron, todas estaban alertas. Ambas demostraron sorpresa al ser elegidas por el Señor. “ ¿Cuándo hicimos eso?”, pregunta un grupo, sorprendidas de que habían cuidado al Señor. “ ¿Cuándo no lo hicimos?”, pregunta, incrédulo el otro grupo. “ ¿Cómo que no te cuidamos? ¡Estábamos esperándote todo el tiempo! ¿Cómo puedes decir eso?”

• ¿En qué se diferencia el estar alerta de las ovejas del de los cabritos?

• Pasen algún tiempo orando por la clase de atención que necesitan para ser siervos sabios y fieles. Y luego

apóyense mutuamente y anímense unos a otros para usar sus talentos en servir donde sean requeridos.

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Cualidad del discípulo: Siervo Texto: Lucas 22:24-30

En el último estudio aprendimos que un discípulo debe ser alerta como el siervo fiel. Es una buena transición para nuestra lección final. En el último pasaje que leímos en Lucas, donde Jesús instruye específicamente a sus discípulos sobre las cualidades del carácter, le encontramos definiendo en qué consiste la verdadera grandeza. La verdadera grandeza, nos dice, está en servir.

Si le vamos a hacer justicia a esta cualidad de servir, tal como Jesús la enseñó y demostró, debemos considerar un tema que causará sorpresa en este contexto: el poder. Permítanme explicar.

Comencemos con una simple premisa; cada uno de nosotros ejerce algún tipo de poder. En cada una de las relaciones con otros, cada uno tiene poder, ¡aún el bebé en la cuna!.

Podemos ejercer diferentes grados de poder. Puede estar basado en la posición, la personalidad, la integridad, o alguna otra cosa. Quizás no lo usemos eficazmente. Quizás preferimos abdicar. Pero la realidad fundamental persiste: cada uno de nosotros tiene poder.

Algunas preguntas claves que nos debemos hacer: ⇒ ¿Sobre qué fundamento baso mi poder? ⇒ ¿En nombre de quién ejerzo mi poder? ⇒ ¿Uso mi poder para promoverme a mí mismo, o para ayudar a los intereses de otros? ⇒ ¿Uso mi poder para elevar a otros, o para derribarlos? ⇒ Cuando ejerzo el poder, ¿tengo el efecto de restringir o constreñir a otros, o los libero de las restricciones? ⇒ Cuando uso mi poder para corregir a otros, ¿lo hago en forma respetuosa para reparar, o es más bien

una imposición de mi propia voluntad?

En resumen, ¿uso mi poder de una forma responsable?

Suena un poco raro comenzar un estudio del servicio con estas preguntas, ¿no te parece? Quizás suene raro, porque nos hemos acostumbrado a asociar el ser siervos con la idea de serlo “sin poder”. La connotación es de servilismo, pasividad, sometimiento a la voluntad de otra persona, la que tiene el poder.

Miremos al pasaje en Lucas 22. Nota que comienza con una disputa entre los discípulos. Los que pronto iban a ser los héroes de la iglesia primitiva, parecen gente egoísta, insensitiva, normal. ¿No estás agradecido de que los escritores del evangelio fueran tan honestos? Este era el momento cumbre de la historia, el momento más celestial; la fiesta de la pascua, la ceremonia más significativa para el pueblo de Israel iba a ser completada y aclarada. Al mismo tiempo, vemos un anticipo del gran banquete mesiánico futuro. Aquí, en medio del gran momento histórico, los participantes más importantes estaban completamente absorbidos en sí mismos. Si no eran capaces de acompañar a Jesús en su momento de intimidad, al menos hubieran puesto ‘cara de santos’ como lo hacían otros judíos supuestamente ‘piadosos’ en la pascua.

Pero aquí están otra vez, discutiendo su posición en el nuevo movimiento. ¿Quién va a ser el mayor? ¿Quién tiene más influencia? ¿Quién tiene más poder?

• Ponte en la posición de los discípulos en esa fiesta. ¿Qué fue lo que les impulsó a entrar a discutir é iba a

ser el mayor?

A pesar de su falta de reverencia por la fiesta y la falta de tacto que mostraron los discípulos a su comentario acerca de ser traicionado, Jesús no usó la ocasión para castigarlos. En cambio, aprovechó para enseñarles acerca de la grandeza en el reino. Ya llegaría su tiempo para sentarse a la mesa, ser servidos, y aún juzgar a las 12 tribus de Israel (Lucas 22:30). Hasta entonces, se esperaba de ellos que siguieran el camino humilde del servicio que él les había señalado con el ejemplo.

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Lo que está en la balanza aquí es el valor de la persona. El mundo enseña que nuestro valor va en proporción a nuestro poder; por ejemplo, cuántas personas o recursos podemos controlar. La grandeza parece tener muy poco que ver con el carácter y mucho con el poder. Derrotar a otros con nuestra autoridad, ya sea por posición o personalidad, se ve como una marca de logros positivos. Un entrenador de fútbol dijo: “¡Ganar no lo es todo, es lo único que vale!” Puede que esta manera de pensar esté bien en el juego (a veces no lo está), pero ciertamente no es un concepto cristiano. Los discípulos tuvieron problemas en este pasaje porque querían ganar a toda costa. El verso 24 dice que comenzaron una disputa; la palabra griega para disputa es philoneikia, o sea amar la victoria. La gente muchas veces usa sus relaciones para enaltecer su autoestima y ven cada encuentro como un partido de boxeo: o ganas o pierdes. Muchos libros se han escrito para entrenar a ser ganadores, con la idea que la victoria es más importante que la relación con el prójimo. Y que el ganar significa que otros te van a servir.

• ¿En qué áreas de tu vida tienes problemas con el querer siempre ganar?

• ¿Cómo puedes cambiar esta tendencia en algo positivo en tus relaciones?

Nota como responde Jesús a sus discípulos aquí. Observa en Lucas 9:46-48, que se había levantado el mismo tipo de disputa. Jesús parece estar diciendo: “Reversen su punto de vista”, porque los que se apoyan en su posición de jerarquía como marca de grandeza, como muestra de poder, están sobre un fundamento equivocado”.

• ¿Te ves retratado aquí? Generalmente vemos esto mejor en otros que en nosotros mismos. Medita: ¿Me

esfuerzo por sobresalir? ¿Trato de ser siempre la luminaria? El reconocimiento es algo espinoso. ¿Qué te

dice aquí el Señor en su Palabra?

____________________________________________________________________________________________ Aquí en Lucas 22, Jesús no les dice a sus discípulos: “Ustedes no son nada; acéptenlo!” Por el contrario, les asegura que son valiosos, que van a reinar. Les dice “Que no se les suba a la cabeza, no vayan por allí envanecidos, haciéndose propaganda”. Este mensaje es más que le buen uso de la modestia. Es más que una técnica sutil de cómo manejar situaciones complicadas. Es mucho más que eso. El Señor revoluciona completamente la noción de poder que tiene el mundo, y la transforma en una actitud de servicio que va más allá de nuestras mejores expectativas. Lee en Juan el relato de la misma cena. Observa que Jesús sabía que tenía poder. En la versión Internacional conecta el conocimiento de su poder con su acción, “así que se levantó de la mesa”, y en la escena siguiente estaba lavando los pies de sus discípulos. Sabía que tenía todo poder, entonces, por consiguiente, se levantó y lavó los pies de los discípulos. En su demostración de poder y servicio, Jesús muestra una serie de cosas. Una que se destaca aquí es la iniciativa que tomó. Generalmente pensamos del poder como si fuera un control activo; el servicio, en cambio, es visto como algo pasivo. Pensamos que los poderosos son los que logran que otros les sirvan, los que realizan sus metas al dirigir a otro. El poder es usado en un encuentro de ganar o perder, o sea que uno gana a expensas de otro. Jesús claramente emplea sus recursos para satisfacer las necesidades de otros. Su vida entera (y su muerte) ilustran esto.

Sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y á Dios iba, se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se ciñó.

Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó á lavar los pies de los discípulos, y á limpiarlos con la toalla con que estaba ceñido. Juan 13:3-5

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Es duro tomar la iniciativa como un siervo responsable y activo. Hay tan pocos ejemplos de esto, que probablemente no sabremos cómo empezar. Algunos creyentes lo evitan por entender el poder como algo siempre negativo. Que no nos sorprenda entonces, que Jesús sea el ejemplo perfecto de cómo usar el poder para edificar, para liberar, para restaurar.

El ayudar a otros haciendo que tengan más poder es mejor que pasar por encima de ellos. El estar a su lado para ayudarles es mejor que competir con ellos para ayudarse uno mismo a ganar. La grandeza en el reino es más importante que la grandeza en el salón de negocios. La autoridad no se debe usar para tener señorío sobre otros. Usa tu poder para levantar a otros en lugar de rebajarlos; usa tu poder para crear, no para destruir. Ser como Cristo es más como servir a las mesas que como sentarse a la mesa.

• De los muchos lugares donde te relacionas con otros — el hogar, el trabajo, la iglesia, el vecindario - identifica

uno o dos donde tú podrías demostrar mas fielmente el uso del poder que tienes. Nombra la persona o personas con las que puedas ejercer un poder como el de Cristo. Finalmente, describe la meta, describiendo

la situación específica en la cual tú puede liberar, restaurar o animar y edificar a esa persona.

• Habla con otros miembros de tu grupo de cómo podrían usar su influencia mejor para edificar en lugar de

dañar o destruir.

Santiago en su epístola escribe sobre el poder de la lengua (cap. 3). Piensa en cómo usas tu lengua. Nuestras lenguas pronuncian criticismo. Otras veces, dan ánimo. El hablar la verdad en amor no excluye la confrontación, por ningún motivo. Es importante recordar que Jesús en Mateo 18:15-17, habla claramente de confrontar con la restauración como meta. Gá. 6:1 muestra a Pablo indicando que la restauración de la comunión es la meta de la corrección hecha en amor.

• La lengua es probablemente el instrumento más importante que usamos, con poder para construir o destruir.

¿La usamos en forma responsable?

• ¿Es tu lengua un instrumento de destrucción o de vida fresca? ¿Haces bromas frecuentemente? El humor

puede ser una buena manera de liberar la tensión de una situación. También puede ser un instrumento insidioso, destruyendo a sus víctimas con una sonrisa. Si usas del humor, ¿lo usas responsablemente?

__________________________________________________________________________________________ Las lecciones sobre el uso responsable del poder son duros de aprender. No son duros de entender, sino duro de ponerlas en práctica. Es duro el cambio de hábito, y los ejemplos a seguir son pocos. La naturaleza humana y la sociedad y sus costumbres nos impulsan a ejercer el poder por motivos egoístas y lo justificamos llamándolo liderazgo, o la búsqueda del numero uno, o algo así. La imagen del siervo es un tema recurrente en toda la Biblia; la palabra siervo aparece unas 400 veces en el Antiguo Testamento y unas 100 veces en el Nuevo. Casi no la hemos usado en nuestro estudio. De todas maneras, te sugiero que mires las 14 cualidades de carácter que acabas de estudiar y veas cómo cada cualidad cabe en el plan general de un siervo, y más precisamente, de un siervo como Cristo, lleno de su poder.

Situación/Lugar Persona (s) Meta

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• Vuelve a revisar la lista de las 15 cualidades del carácter. Piensa en una o dos que sería un beneficio si las

compartieran juntos con tu confidente/mentor. Márcalas. Hagan planes de continuar haciéndolo, aún después de terminar esta serie de estudios.

__________________________________________________________________________________________ Al revisar el próximo grupo de preguntas, sean honestos con sus motivos. La mayoría en la iglesia sirve de alguna manera, pero si entendemos bien a Jesús, entendemos que la verdadera grandeza está en servir humildemente, sin darnos importancia. Lo importante es ser útiles en su obra.

Algunos han aprendido el arte sutil de la agresión, por la cual manipulan a otros con una fingida sumisión. Sirven, pero con su propia agenda egoísta. Debemos cuidarnos de no juzgar los motivos de otros, pero debemos considerar esta posibilidad. En ambientes religiosos en forma especial, esto es un problema. Los creyentes respetan un espíritu servicial hasta tal punto que reciben a veces a una persona en el liderazgo simplemente porque parece que vive para servir a los demás, cuando en realidad su única preocupación es usarlos para su propia elevación.

¿Cómo discernir la integridad de uno que parece tener un corazón de siervo? La marca de la verdadera grandeza es el contentamiento, sin recibir crédito por el trabajo realizado. Los que sirven bien solo cuando son vistos y aplaudidos por los hombres, no califican para la definición de grandeza que dio el Señor.

Nota las palabras de Jesús a Pedro en Lucas 22:31, 32, momentos después de entregar la lección de grandeza a todo el grupo: “Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearlos como a trigo, pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.”

• ¿Cómo se aplican estas palabras a Pedro con relación al liderazgo y a la grandeza?

Cualidad de Carácter Permite / Informa / promueve el servicio por…

Dispuesto a aprender

Flexibilidad

Humildad

Compasión

Integridad

Sin egoísmo

Intensidad

Coraje

Dependencia

Transparencia

Contentamiento

Digno de confianza

Sujeción mutua

Alerta

Siervo

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• Seguramente Pedro era el líder entre los apóstoles, y sin embargo parecía que se equivocaba más que

todos. ¿Qué te sugiere eso con respecto al liderazgo?

• ¿En que áreas de tu vida se espera que seas líder?

• ¿Cómo medirías tu efectividad como servidor en cada una de esas áreas, y qué estilo has usado?

• ¿Qué cambios debes realizar para llegar a ser un líder más eficaz?

• ¿Cómo podemos descubrir a líderes potenciales y ayudarlos a lograr su potencial?

• En qué área(s) de tu vida gustarías destacarte? ¿Cómo podrías hacer para conquistar esa área con la

mente de Cristo como guía? ¿Cómo podrías mejorar tu propia actuación en la vida para lograr la grandeza

de siervo?

En Mateo 28:18-20 Jesús deja a sus discípulos con la gran comisión: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Algunos tratan su responsabilidad de ser padres, patrones, ancianos o discipuladores como si su meta fuera hacer una copia de si mismos. “Déjame hacerte a mi imagen”. La meta del siervo líder debe ser distinta. Mi meta es ayudarte a ser todo lo que Dios ha planeado para ti, que uses todos los talentos que el Señor te ha dado. Dios no obliga a nadie entrar en su reino, como la Escritura lo declara. Él no quiere que ninguno se pierda sino que todos vengan al arrepentimiento. (2 P. 3:9). Pero él no obliga a nadie a hacerlo. La diferencia es importante. Hasta donde yo sigo el modelo del siervo líder, no voy a obligar a nadie a adaptarse a mi molde - o a mi percepción del molde de Dios - no importa cuán buenos me parezcan mis motivos. En cambio, voy a ayudar a la otra persona a crecer más allá de los limites o visión que yo haya impuesto, para realizar o llegar a ser todo lo que el Señor permita.

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Al llegar al final de esta serie, ¿estás listo para hacer discípulos?

• Nuestra oración y esperanza al preparar estos materiales es que hayas sido desafiado, que hayas

experimentado crecimiento como discípulo a través de los meses que has estado compartiendo y estudiando. Es más, te animo a considerar seriamente la posibilidad de animar a otros discípulos en potencia para Cristo.

¿Te ayudará este principio del siervo líder a realizar lo que piensas que no puedes hacer?

• Si estás listo para discipular a otros, haz una lista de reclutas y pon una fecha de reclutamiento, ¡y a trabajar!

• Como grupo, o HERMANDAD, oren que el Señor les guíe en los pasos que van a dar al responder al Maestro

que les dice “¡Síganme!”.

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correcto, ortodoxo, preciso, meticuloso, rígido

Flexibilidad (Lucas 5:27-39) dispuesto a tomar riesgos, y dejar maneras establecidas para nuevas ideas

preocupado por el titulo, la imagen busca el centro de la

atención

Humildad (Lucas 6:20-26) no piensa en si mismo, imagen personal se identifica con los de baja condición

se venga de la gente que lo ha herido y insultado; busca venganza

Compasión (Lucas 6:20-26) Reconciliador, muestra bondad, misericordia, amor aun a los enemigos

ciego en si mismo inconsistente, motivos mixtos

Integridad (Lucas 6:37-49) Consistente, se adhiere a los mismos valores en todas las situaciones

habla y vive mentiras busca ser el ‘numero uno’

Sin egoísmo (Lucas 9:18-27) no le preocupa su propio confort o placer

se distrae con lo no importante y malgasta el tiempo

Intensidad (Lucas 9:57-62) mantiene su compromiso de servir a Dios y a sus vecinos, primero en todo tiempo

‘va con la corriente’, se aparta de estar envuelto, sigue a la

mayoría

Coraje (Lucas 10:1-24) ayuda a los que sufren, enfrenta la opinión popular

‘yo me hice solo’, no necesita a Dios ni a los demás

Dependencia (Lucas 11:1-13) pone toda su confianza en Dios, depende de él para todo

pone una fachada positiva de las cosas, prefiere aparecer

mejor de lo que es en realidad

Transparencia (Lucas 12:1-12) revela la verdad aunque le cueste

se desespera por cosas, ropa, inversiones

Contentamiento (Lucas 12:22-34) es libre de lo material; no se embrolla con las posesiones

descuidado, corto de vista en cuanto a relaciones y recursos

Digno de confianza (Lucas 16:1-13) ejercita decisiones sabias en el uso de los recursos y relaciones

no responde a nadie, muy orgulloso y temeroso de

reveler secretos

Sujeción mutua (Lucas 17:1-10) reconoce sus obligaciones, su necesidad de confesar pecados, busca apoyo

busca oportunidades para ganancias personales,

satisfacción, alivio

Alerta (Lucas 21:5-36) busca oportunidades para servir

usa el poder y la influencia para dominar, controlar

Siervo (Lucas 22:24-30) usa el poder y la influencia para animar, edifica a otros

sabe todo, autoritario, dominante, arrogante

Dispuesto a aprender (Lucas 5:1-11) dispuesto a prestar atención a las ideas y direcciones de otros; escuchador

Evaluación de progreso individual

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Guía para el líder, del MANUAL “¡SÍGUEME!” Seguramente planeas dirigir un grupo de discipulado en un futuro próximo. Por eso te has interesado en leer este material titulado “Sígueme”, el plan del Maestro para los hombres. La estrategia de este plan es el uso de pequeños grupos para entrenar discípulos. Podríamos ponerle un nombre especial como “Hermandad” o “Grupo unido aprende discipulado”= GUAD. Puede que seas pastor o laico. Puedes o no, tener experiencia en liderar a los hombres. Puedes considerarte a ti mismo un buen mentor, entrenador, maestro o simplemente un discípulo más. Lo que es importante es que creas apasionadamente que los hombres necesitan ser como Jesucristo en carácter, y quieres ser parte de ese proceso en las vidas de otros. Nuestra principal razón por escribir, y la tuya en leer esto, es la de equiparte con algunos consejos, algunos puntos prácticos para que te sientas cómodo en tu rol o papel de líder. En las páginas que siguen, contestaremos algunas preguntas como estas: • ¿Qué significa el discipulado? • ¿Qué se espera de un discipulador? • ¿Cómo empiezo este proceso? • ¿Cómo debe ser una sesión típica de discipulado? • ¿Cuales son los problemas que se me van a presentar y cómo tratarlos? • ¿Cuando termino el curso, ¿qué viene luego? DISCIPULADO Uno que aprende, ese es el primer significado de la palabra “discípulo”. La usamos para uno que pasa tiempo con un maestro o artista. En cualquier disciplina, se espera que el alumno pase algún tiempo con su entrenador o maestro. Los doctores lo hacen, no consiguen su título hasta pasar un riguroso entrenamiento con un veterano. Al hablar de discípulo entendemos lo siguiente: • la persona que enseña tiene algunas cualidades especiales que vale la pena aprender. • éstas cualidades no son muy fáciles de apropiarse. Al aprender a pensar, responder, • sentir y actuar como el maestro en toda clase de situaciones, toma mucho tiempo la observación y la

práctica.

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Un trabajo de discipulado bien hecho lleva por resultado que el discípulo adapta su identidad, sus peculiaridades, sus intereses, y sus planes imitando al maestro en esas áreas. Si vamos a ser discípulos de Jesús, el Señor, debemos pasar tiempo en una relación íntima con él y con otros discípulos. Las características que deseamos adquirir son las mencionadas en el texto de nuestro estudio “¡Sígueme!”. Hemos identificado 15 características de un verdadero discípulo, usando como referencia básica los relatos en el evangelio de Lucas del tiempo que pasó Jesús con sus primeros discípulos. AUDAZ Y QUEBRANTADO Aquí nuestro propósito es sugerir un tema unificador para estas 15 cualidades. Al estudiar las cualidades de nuestro Señor y sus discípulos en nuestro estudio, dos características se han destacado: quebrantamiento y audacia. ¿Te parecen contradictorias éstas ideas? Si es así, ¿cual de las dos te parece que no es cristiana? Permíteme decirte que tenemos aquí una de las grandes paradojas de la fe cristiana. Ambas cualidades son virtudes importantes para un discípulo maduro. Los verdaderos discípulos de Jesús están quebrantados en el sentido de que han rendido cualquier pretensión a su propia justicia y han reconocido su total dependencia en Dios. Habiendo hecho esto, y al continuar reconociendo esta dependencia, los verdaderos discípulos son audaces, no en sus propias fuerzas sino por que le están sirviendo a ÉL! Estas dos palabras a veces se usan mal en el mundo. Confundimos quebranto con inutilidad, o sea que cuando algo está roto o quebrado, es tiempo de botarlo o tirarlo a la basura. El mundo reconoce como quebrantado al que renuncia a la vida, o que ha sido derrotado por la misma vida. Estos significados están muy lejos de lo que queremos significar aquí. Un quebrantamiento cristiano es lo que el Señor busca en los que David recomienda en el Salmo 51:17: Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillando no despreciarás tú, oh Dios. También en Isaías vemos el quebranto de Dios: Is. 64:6a. Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia. El quebrantamiento es evidente en la historia de Jesús en Lucas 18:8-14; hiriendo su pecho, el publicano decía: “Dios, sé propicio a mí, un pecador”. El Señor lo coloca en contraste con un

...au

daz

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Humildad

Dispuesto a aprender

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religioso, muy pagado de sí mismo, quien después de hacer todas las cosas ‘correctas’, se detiene para vanagloriarse delante de Dios y de los hombres. El quebrantamiento no se da aires, no pone una fachada, o se eleva a sí mismo; en cambio se coloca humildemente delante de Dios, pidiendo misericordia. Observa y busca este quebrantamiento en tí mismo y en tus discípulos al avanzar en este curso. La otra cualidad fundamental es la audacia. Tú te preguntarás cómo pueden estar las dos en la misma persona. ¿No son cualidades opuestas? Si queremos definir audacia como auto-confianza, tienes razón, es lo opuesto. Pero aquí se trata de una audacia sin confianza propia, como la que Pablo describe en 2 Corintios 5:16-20 donde llama a los discípulos ‘embajadores’. Una persona normalmente tímida y vergonzosa, al representar a una nación poderosa, puede transformarse en una personalidad audaz. De la misma manera debemos tener audacia porque representamos al Dios verdadero, quien nos ha elegido por su gracia y nos ha dado su mensaje para anunciar a todo el mundo. Ninguna de estas dos cualidades es suficiente en si misma. Por sí mismas, estas cualidades serían inútiles para Dios. La audacia en sí misma, tiende a transformarse en arrogancia y auto-justificación. Una persona decidida puede hacer que sucedan las cosas, pero en el proceso, alienamos a muchos. El quebranto por sí mismo, tiende a la inactividad y al aislamiento. Una persona quebrantada puede proveer calor y comprensión a los que lo necesitan, pero el empuje y el ministerio será mínimo. Las cualidades del reino no son gemas individuales para lucir en un brazalete; en cambio son facetas separadas de una joya única de gran hermosura y valor. Cada una de las 15 cualidades es una mezcla de audacia y quebrantamiento, que al traducirse en servicio, están en perfecto balance. Las otras cualidades requieren una mayor medida de audacia o quebrantamiento. El gráfico ilustra esto. Al observar las cualidades del carácter de esta manera, nos desafía a crecer en cada dimensión, transformándonos en discípulos bien desarrollados. Que se espera de ti como discipulador de una ’HERMANDAD’ No te sorprendas si la gente espera ver en ti las cualidades de carácter descritas en este curso. Cómo te tratas de ’ser como Cristo’, puede pensarse que estamos buscando hombres que puedan caminar sobre el agua. Permíteme asegurarte que esto no es el caso. Todos nosotros los que producimos este material, incluyendo a David Schroeder el autor del manual, hemos dicho y repetido: “Todavía no lo estoy viviendo, todavía no soy el hombre que Dios necesita”. Nos anima el recordar que el “¡Sígueme!” es un movimiento en la dirección correcta, no significa que ya lo hayamos alcanzado. El Señor Jesucristo nos llama a metas muy elevadas. También nos llama a la confesión, al arrepentimiento. Al leer la sección que precede en el discipulado sacamos en conclusión que el discípulo de Cristo es audaz y quebrantado al mismo tiempo delante de Dios y de los hombres. Buscamos personas que modelen quebrantamiento. Al liderar una HERMANDAD, esta cualidad te permitirá a lo siguiente:

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• Escuchar más que hablar • Preguntar tanto como contestar • Saber cuándo y cómo confesar pecados y fallas y pedir perdón • Aprender de otros, y cambiar tu propia manera de pensar Buscamos lideres que modelen audacia, que sean capaces de: • Hablar con un voz suave y apacible que a veces trae oposición, con firmeza y cariño • Confrontar a otros a veces, firme y cariñosamente, no solo buscando corregir el error, sino también

lograr la reconciliación • Ser el primero en abrir el corazón, admitir pecados, dudas y debilidades (en lugar de una falsa

fachada de seguridad y fuerza). Al modelar estas cualidades, cuando la gente empiece a conocer discípulos de este calibre, será más fácil hacer otros discípulos. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.