Sigue el camino de baldosas amarillas....pdf

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Sigue el Camino de Baldosas Amarillas… La posición del hombre en el mundo, en la realidad, o mejor dicho, en el cosmos es la gran problemática que el Ser Humano tiene que solucionar, o más bien encontrar, para llegar a constituirse como un “sí mismo”, en un yo integrado e integrador del universo. Al contrario que los animales el Ser Humano no se conforma solo con cumplir sus funciones biológicas, naturales, básicas, que le son propias a todo ser viviente. Al poseer una razón, una autoconciencia superior del resto de los animales del planeta, le desvincula con la mecanicidad de la naturaleza llegándole a preguntarse el significado de su existencia, su lugar en él y su propósito. Es decir, el hombre necesita significarse a sí mismo, para poder lograr realizarse, conocerse a sí mismo y cumplir su propósito por el cual ha nacido. Para ello el hombre se marca unos objetivos, unos fines que salen de su propio ser, una motivación que le da la ambición necesaria para lograr las metas que se propone, metas por los cuales le hará comprenderse a sí mismo, desvanecer las oscuridades que envuelven su espíritu donde se oculta su verdadero ser, su autentico “yo”. Esta carrera en pos de conseguir aquellos objetivos o metas por la cual cree que conseguirá encontrarse a sí mismo no está exenta de errores, es más, gracias a ellos encontrará sus límites. Estos errores son producto de una mala evaluación de sus capacidades, de un excesos de ambición, una fuerza arrogante producto de la euforia de la victoria, que le han llevado a marcarse objetivos y metas para las no está capacitado, al menos para el modo de actuar por el cual ha conseguido sus fines anteriormente. Porque no vivimos en el “Mundo de la Teoría”, donde todo “en teoría” sale bien, no somos maquinas y nuestro desarrollo no es progresivamente exacto. Desde la posición caótica, de la que partimos una vez que descubrimos que nuestros modos de proceder fallan antes los nuevos acontecimientos, la reflexión nos enseña a ser flexibles, aprendemos y pasamos de ser un recio roble a un maleable bambú. Es a partir de aquí cuando empezamos a transformar esa situación de caos en un cosmos particular, empezamos a seguir “nuestro propio camino de baldosas amarillas que nos llevaran a la Ciudad Esmeralda”, como Dorothy Gale en la popular obra infantil El maravilloso mago de Oz de L. Frank Baum, donde encontraremos aquello que andamos buscando. A ese camino se le ha solido llamar por varios autores la Vía de la Felicidad, el modo por el cual el ser humano consigue su fin último que es la felicidad. En conclusión, “el camino de baldosas amarillas” es diferente para cada hombre, con diferentes dificultades, tiempos de acción y desarrollo, pero siempre nos lleva a todos al mismo destino: el lograr significarse, conocerse a sí mismo y a los demás, lo cual le ayuda a estar en paz consigo mismo, alcanzar la Felicidad, es decir, encontrar su posición en el cosmos. Francisco Miguel Alarcón Parra

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Sigue el Camino de Baldosas Amarillas…La posición del hombre en el mundo, en la realidad, o mejor dicho, en el cosmos es la gran

problemática que el Ser Humano tiene que solucionar, o más bien encontrar, para llegar a

constituirse como un “sí mismo”, en un yo integrado e integrador del universo. Al contrario que los

animales el Ser Humano no se conforma solo con cumplir sus funciones biológicas, naturales,

básicas, que le son propias a todo ser viviente. Al poseer una razón, una autoconciencia superior del

resto de los animales del planeta, le desvincula con la mecanicidad de la naturaleza llegándole a

preguntarse el significado de su existencia, su lugar en él y su propósito. Es decir, el hombre

necesita significarse a sí mismo, para poder lograr realizarse, conocerse a sí mismo y cumplir su

propósito por el cual ha nacido.

Para ello el hombre se marca unos objetivos, unos fines que salen de su propio ser, una

motivación que le da la ambición necesaria para lograr las metas que se propone, metas por los

cuales le hará comprenderse a sí mismo, desvanecer las oscuridades que envuelven su espíritu

donde se oculta su verdadero ser, su autentico “yo”.

Esta carrera en pos de conseguir aquellos objetivos o metas por la cual cree que conseguirá

encontrarse a sí mismo no está exenta de errores, es más, gracias a ellos encontrará sus límites.

Estos errores son producto de una mala evaluación de sus capacidades, de un excesos de ambición,

una fuerza arrogante producto de la euforia de la victoria, que le han llevado a marcarse objetivos y

metas para las no está capacitado, al menos para el modo de actuar por el cual ha conseguido sus

fines anteriormente. Porque no vivimos en el “Mundo de la Teoría”, donde todo “en teoría” sale

bien, no somos maquinas y nuestro desarrollo no es progresivamente exacto.

Desde la posición caótica, de la que partimos una vez que descubrimos que nuestros modos

de proceder fallan antes los nuevos acontecimientos, la reflexión nos enseña a ser flexibles,

aprendemos y pasamos de ser un recio roble a un maleable bambú. Es a partir de aquí cuando

empezamos a transformar esa situación de caos en un cosmos particular, empezamos a seguir

“nuestro propio camino de baldosas amarillas que nos llevaran a la Ciudad Esmeralda”, como

Dorothy Gale en la popular obra infantil El maravilloso mago de Oz de L. Frank Baum, donde

encontraremos aquello que andamos buscando.

A ese camino se le ha solido llamar por varios autores la Vía de la Felicidad, el modo por el

cual el ser humano consigue su fin último que es la felicidad.

En conclusión, “el camino de baldosas amarillas” es diferente para cada hombre, con

diferentes dificultades, tiempos de acción y desarrollo, pero siempre nos lleva a todos al mismo

destino: el lograr significarse, conocerse a sí mismo y a los demás, lo cual le ayuda a estar en paz

consigo mismo, alcanzar la Felicidad, es decir, encontrar su posición en el cosmos.

Francisco Miguel Alarcón Parra

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La Posición del Hombre en el Cosmos

Titulo:

Sigue el Camino de Baldosas Amarillas...

Profesor: Juan José Padial Benticuaga

Alumno: Francisco Miguel Alarcón Parra

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Esquema de Exposición

Objetivos, Principio

Nos marcamos unas metas, la foto es el mirador, la vista llegar es la motivación para emprender mi

acción.

Tiempo, alcanzamos nuestro objetivos, ambición nos lleva a marcarnos nuevos objetivos. Empiezan

las dificultades.

Limites

Descubrimos nuestros limitaciones, no somos maquinas, mediante la reflexión y los errores nos

volvemos flexibles. Capacidad de otros modos de proceder, encontrar objetivos análogos.

Posición Caótica

Perdidos antes la incapacidad, tratamos de cosmolizar nuestra vida, diferenciando lo trivial de lo

verdaderamente importante.

Vía de la Felicidad

Forjamos nuestro camino hacia el conocimiento de nosotros mismo y nuestro lugar en el cosmos,

que nos llevara a la felicidad.