Sierras Subbeticas

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    Gua Oficial del Parque Natural

    Lagarto ocelado C a s t i l l o s

    SierrasSubbticas

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    Gua Oficial del Parque Natural

    Sierras Subbticas

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    b l i l

    Parque Natural Sierras Subbticas

    Ruta 1

    Ruta 2

    Ruta 3

    Ruta 4

    Carretera

    Pista

    Sendero sealizado

    Camino

    Camino privado

    Red hidrogrfica

    Lmite parque natural

    Lmite trmino municipal

    Leyenda General

    Actividadesacuticas Fuente

    Gasolinera

    H t l / h t l

    Hito Ruta2

    Alimentos artesanos

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    Coleccin CornicabraGuas oficiales de los parques naturales de Andaluca

    Proyecto editorial: Direccin General de Espacios Naturales y Participacin Ciudadana. Consejera deMedio Ambiente. Junta de Andaluca Direccin del proyecto: Ramn Pardo de Donlebn Quijano Idea de la coleccin: Juan Luis Gonzlez Prez, Marcelo Martn Gugliemino, Raquel Daz

    Bernal y Joaqun Hernndez de la ObraDiseo grfico:Carmen Snchez Leal

    Gua Oficial del Parque Natural Sierras Subbticas

    Textos:

    Juan Relao Moyano y Gloria Pareja Cano(Zumaya Ambiente Creativo)

    Revisin de contenidos:Baldomero Moreno Arroyo, Francisco de Borja Humada Gmez, Roco Montvez Moreno y Alicia SernaBarquero (Parque Natural Sierras Subbticas)

    Coordinacin de la gua:Joaqun Hernndez de la Obra

    Maquetacin:Eva Troya Ortega(Zumaya Ambiente Creativo)

    Cartografa:Stela Alcntara Guerrero

    (Zumaya Ambiente Creativo)Base cartogrfica: Agencia de Medio Ambiente y Agua

    Ilustraciones:Carmen Lpez Muoz: Intro (8, 25, 31 y 33); R4 (32 y 43); Elisa Zafra de la Haza: Intro (11 y 30); Jos Antonio Sencianes:

    Intro (18); R1(3 y 16); R2 (31)

    Fotografas:Aceite Vizcntar: Info (21); Albergue Tajos del Bailn: Info (18); Alicia Serna: Intro (9, 27); R1 (4, 17, 22); R3 (5); Info (55);

    Ala Turismo Activo: Info (47); Antonio Manuel Jimnez Conejo: R2( 46, 47 y 48); Arteamano: Info (19, 23 y 26); Arvil,

    vidrieras artsticas: Info (19); Asador Los Palancos: Info (15); Aurora Ruiz Lpez: Info (24); Ayuntamiento de Carcabuey: Info

    (28 y 38); Ayuntamiento de Doa Menca: Info (44); Ayuntamiento de Iznjar: Info (35); Ayuntamiento de Luque: Info (26,

    32); Ayuntamiento de Priego de Crdoba: Info (20, 27, 31, 33, 36, 37, 39, 42, 43, 51 y 52); Ayuntamiento de Rute: Info (40);

    Baldomero Moreno Arroyo: Intro (15); R4 (2, 8); Casa Baos de la Villa: Info (4); Casa Lirio Azul: Info (5); Casa rural El Olivo:

    Info (9); Casa rural La Higuera: Info (8); Casa rural Las Navas: Info (10); Consejera de Medio Ambiente: R3 (15 y 21); R4 (44);

    Crdoba viva: Info (46); Cortijo el Llano: Info (6); Gloria Daz Villagraz: Intro (3 y 6); R2 (10); Info (24, 25 y 56); Granja EscuelaSubbtica: Info (45); Hctor Garrido/EBD-CSIC: R2(32); Hotel Zuhayra: Info (12); Jos Andrs Castillo: Info (41); Jos Antonio

    Molina: Info (29); Juan Antonio Llamas: info (30); Juan Luis Aranda Ronchel, Cermica Artstica de la Subbtica: Info (21);

    Juan Manuel Buzn Cabrera: Intro (1, 5 y 35); R1 (7); R3 (1 y 10); R4 (3, 5, 16 y 22); Juan Manuel Delgado Marzo: Intro (29);

    R1(29); R2 (24, 25, 27 y 44); R4 (14, 19, 27 y 35); Mesn Atalaya: Info (11); Cedida por el Museo Arqueolgico de Priego:

    R2 (14); Museo del Ans de Rute: Info (23); Paseos Priego: Info (49 y 50); Posada del Adul: Info (3); Quesera Sujaira: Info

    (22); Restaurante La Fuente: Info (13); Restaurante Los Balanchares: Info (14); Roco Snchez: Info (34); Sociedad de Plateros

    Mara Auxiliadora: Info (16 y 17); Subbtica Natural: Info (48); Villa Turstica de Priego de Crdoba: Info (7); Zumaya Ambiente

    Creativo : Intro (2, 4, 7, 10, 12, 13, 14, 16, 17, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 26, 28, 32, 34, 36, 37 y 38); R1 (1, 2, 5, 6, 8, 9, 10,

    11, 12, 13, 14, 15, 18, 19, 20, 21, 23, 24, 25, 26, 27, 28 y 30); R2 (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 10, 11, 12, 14, 15, 16, 17, 18, 19,

    20, 21, 22, 25, 27, 28, 29, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38, 39, 40, 41, 42 y 44); R3 (2, 3, 4, 6, 7, 8, 9, 11, 12, 13, 14, 16, 17, 18,

    19, 20 y 22); R4 (1, 2, 4, 6, 7, 9, 10, 11, 12, 13, 15, 17, 18, 20, 21, 23, 24, 25, 26, 28, 29, 30, 31, 33, 34, 36, 37, 38, 39,

    40, 41, 42, 45, 46, 47 y 48); Info (1, 2, 53 y 54).

    Editorial Almuzara:

    Director editorial: Antonio E. Cuesta Lpezwww.editorialalmuzara.com - [email protected]: Pendiente

    I.S.B.N.: PendienteDepsito legal: PendienteHecho e impreso en Espaa Made and printed in Spain Agencia de Medio Ambiente y Agua. 2011 Editorial Almuzara, S.L., 2011

    Primera edicin: noviembre de 2011

    Reservados todos los derechos. No est permitida la reproduccin total o parcial de este libro, ni su tratamiento

    informtico, ni la transmisin de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea mecnico, electrnico, por fotocopia, por

    registro u otros mtodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright

    Le damos la bienvenida al Parque Natural Sierras Subbticas.

    Este libro, cmplice de su curiosidad hacia los ms bellos e interesantespaisajes de Andaluca, es parte de una apuesta editorial muy singular: se

    trata de la nica coleccin de guas de espacios naturales andaluces quecombina el aval de la administracin pblica, lo que le otorga el calificativode oficial, los requerimientos de una editorial privada caracterizada por sucompromiso con los temas andaluces y que ha venido demostrando altascotas de exigencia de calidad y, naturalmente, los autores, seleccionadosentre aquellos que sienten el parque como su hogar y mantienen con elespacio y sus gentes una relacin tan personal que se dira familiar.

    Y es que, efectivamente, sta es una gua que nace del parque naturaly en ella encontrar las mejores propuestas para conocer este entornodesde distintos enfoques: los paisajes naturales ms bellos, una geologasorprendente, vestigios de la historia, las costumbres populares, lagastronoma... As, son numerosas las razones que nos llevan a quererdescubrirle este territorio que, an hoy, es compartido por especies como

    el halcn pregrino, el buitre leonado, el guila perdicera y otras especiesasiduas de ambientes rocosos. Cuatro rutas son las propuestas en esta guapara que recorra de nuestra mano este espacio natural protegido, palpandoy conociendo los principales motivos que hacen de l un rincn tan especial.

    Acompenos y disfrute del parque natural!

    1

    Polj de la Nava y Navazuelo

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    Introduccin.Donde el agua esculpe la

    roca

    Ruta 1.Atalayas y castillos

    Ruta 2.Las fuentes

    Ruta 3.El paisaje y la roca viva

    Ruta 4.El escenario del agua y la piedra

    Informacin prctica

    Ms cerca que nunca

    El placer de comer

    Direcciones y telfonos de inters

    Senderos, recorridos, visitas,equipamientos

    ndice temtico

    Dnde alojarse

    Informacin para la aventura

    Productos del parque

    Acontecimientos

    130

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    ndice

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    Lecturas recomendadas

    Pen de Abuchite

    Cartografa176

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    Una visita seguray responsableLas cuatro rutas que componen la propuesta de visita al Parque Natural SierrasSubbticas plantean usos combinados en automvil, en bicicleta y a pie, conpreponderancia del primero.

    Cada captulo contiene un plano detallado y especfico de la ruta y, al final dela gua, una amplia cartografa de la totalidad del territorio. Incluimos aqu unndice de dichas rutas:

    RUTA 1.Atalayas y castillos (pgina 35)RUTA 2.Las fuentes (pgina 59)RUTA 3. El paisaje y la roca viva (pgina 87)RUTA 4.El escenario del agua y la piedra (pgina 105)

    Complicidad en la conservacin

    De una correcta relacin con el medio surge una satisfaccin ntima de conservacin.

    En ocasiones conviene olvidarse del coche y caminar o circular en bicicleta como alternati-vas.

    El fuego es uno de los enemigos del entorno natural. Existen zonas habilitadas para en-cender un fuego a la hora de calentarnos, cocinar o reflexionar. Sin embargo hay que res-petar los periodos en los que no se puede encender fuego bajo ninguna circunstancia.

    Utilicemos nuestra visita para alejarnos del cigarrillo, nos ayudar en lo personal y con-tribuiremos a eliminar riesgos innecesarios.

    La experiencia personal va asociada, an sin quererlo, a la generacin de residuos. Exis-ten lugares adecuados para depositarlos correctamente a lo largo de nuestro viaje.

    Existen normas escritas y no escritas para una mejor y mutua convivencia con la natura-leza, la cultura y quienes habitan el parque. En lugar de caer en la tentacin de recolectarplantas, animales o rocas hay que optar por el gratificante recuerdo de los pobladores del

    parque, gentes generosas que se convierten en verdaderos puntos de informacin y com-prensin de lo que ocurre a nuestro alrededor.

    Por ltimo tenemos que llevar a nuestros animales de compaa muy cerca y controla-dos. Es conveniente no alejarse y respetar el trazado de los senderos ya que si no lo hace-mos podemos ocasionar molestias e incluso poner en compromiso nuestra propia seguri-dad.

    NDICEDERUTAS

    !!

    !!

    !!

    !!

    !!

    !!

    !!

    !!

    !!

    !!

    A-339

    N-331

    A-331

    A-333

    A-333

    A-344

    N-432

    A-342

    A-318

    A-3128

    Laguna

    delConde

    Zuheros

    Rute

    Priego deCrdoba

    Luque

    Lucena

    Iznjar

    EncinasReales

    DoaMenca

    Carcabuey

    Cabra

    Senderistas por el Can del Ro Bailn

    3

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    INTRODUCCIN4

    Donde el agua esculpe la roca

    11

    Y el f on do del m ar se hizo mo nt aa y la m on taa atal ayay el agu a..., el agua siempr e presente

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    Para entender la estructura de todo estemacizo calcreo en su conjunto es necesarioque conozcamos a grandes rasgos su origen.De este modo la interpretacin del espaciose convierte en un grato viaje no slo por loatractivo de estas sierras en las que el aguaha modelado a su antojo la roca, sino por losentresijos de los materiales que las forman enlos que el pasado ha dejado caprichosamentesu huella en superficie. Toda una invitacin aconocer la peculiar historia geolgica de estastierras esperando que en s misma os resulteun apasionante recorrido.

    Nuestra aventura exige trasladarnos en la his-toria de la tierra hace 250 millones de aos, alinicio del periodo Trisico, el periodo cuandosurgen los dinosaurios. Al sur de Sierra Mo-rena exista una vasta llanura, baada por lasaguas marinas, donde se depositaron grancantidad de arcillas, yesos y sales. Tras este pe-

    riodo, ya en el Jursico, gran parte de Anda-luca se encontraba sumergida en un ampliomar que se extenda hacia el sur. La emergidaMeseta Ibrica se va erosionando y los sedi-mentos son transportados por los ros hastala cuenca sedimentaria marina. En el lechomarino se iban depositando tambin unosfangos carbonatados, cuyo origen procedaen su mayora de los restos de caparazones yconchas de la abundante fauna del momento.Prestemos atencin a un grupo de estos ani-males bastante peculiar que tuvo y tiene anprotagonismo: los ammonites.

    Los ammonites pertenecen a un grupo de mo-luscos marinos ya extinguidos. Son parientescercanos a los actuales cefalpodos entre losque se encuentran el pulpo o el calamar. Estosorganismos posean un caparazn calcreoenrollado parecido a la concha de un caracol.Los ammonites fueron muy abundantes en estemar primitivo y con una amplia distribucin. Elinterior de sus caparazones, donde se introdujoel lodo, ha quedado grabado en piedra, demanera que, es frecuente encontrar en la su-perficie de la roca caliza tanto moldes positivoscomo negativos, que corresponden al interior y

    El Parque Natural Sierras Subbticas se localizaal sureste de la provincia de Crdoba y cuentacon una superficie de 32.056 ha. Se puedeconsiderar como un tramo de las CordillerasBticas que ocupan el sur peninsular desdeGibraltar hasta Valencia, extendindose hastalevante.

    Las Sierras Subbticas limitan al este con ladepresin de Priego-Alcaudete que las sepa-ran de Jan, al sur y suroeste se extiendencon los llanos de Antequera y la sierra deLoja. Hacia el oeste y el noroeste forman unaatalaya visual sobre la campia de Crdoba yal norte, los Llanos Altos de Luque, limtrofescon la provincia de Jan, por lo que este ma-cizo subbtico cordobs casi limita con Jan,Granada y Mlaga, localizndose en plenocentro geogrfico de Andaluca en un mbitoque aglutina parte de los municipios de Ca-bra, Carcabuey, Doa Menca, Iznjar, Luque,

    Priego de Crdoba, Rute y Zuheros.

    Para hacernos una idea general del parque,podramos interpretar las Sierras Subbticascordobesas como un gran macizo de natu-raleza calcrea a modo de isla, con alturasmedias que oscilan entre los 900 y algo msde 1500 metros de altitud. Un paraje de gran

    belleza paisajstica y zonas de elevado valorecolgico y geolgico rodeado a su vez porterrenos ms suaves y valles de menor altituden los que predomina el cultivo del olivar ydonde se localizan los principales ncleosurbanos.

    Al mismo tiempo, el macizo subbti-co lo podemos diferenciar endos grandes conjuntosgeolgicos quevan a condicionarla visin externade quien visita esteespacio y lo que va aencontrarse a lo largode su recorrido.

    Al norte se encuentra el macizo de Cabra,coincidiendo con el lmite septentrional delparque, donde a pesar de la altitud de lasierra podemos encontrar relieves suaves ocon poca pendiente en alternancia con pica-chos y caones. Estos relieves van a propiciarque se den formas tpicas de disolucin calizaen superficie. Adems, las navas y pramosque aparecen entre las montaas suelen tenermargas arcillosas bastante impermeables en

    las que, como se comentar ms adelante, sedan fenmenos bastante curiosos relaciona-dos con el agua.

    El macizo del sur, formado por apretadospliegues, se diferencia del anterior por su re-lieve ms abrupto. La Sierra de la Horconerade Rute, o la Gallinera cercana a Carcabuey,ofrecen unas pendientes ms acusadas, y enocasiones cadas verticales, crestas y aristas. Setrata de lugares en los que el guila real o elhalcn peregrino encuentran el territorio dondenidificar al amparo de paredescalizas verticales.

    Introduccin: Donde el agua esculpe la roca

    Ammonites 8

    12 13

    Ammonites en el centro de visitantes Santa Rita

    7

    Zuheros6

    5Orqudea, Ophrys lutea

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    Introduccin: Donde el agua esculpe la roca

    al exterior de la concha. A lo largo de todo esteespacio natural protegido son bastante abun-dantes estos restos de animales petrificados.

    Pero volvamos a esa cuenca sedimentariamarina iniciada en el Trisico donde los restosorgnicos carbonatados formaran calizas decaractersticas muy diversas. En el Jursicopartes importantes de esta roca fueron trans-formadas en doloma por la transformacinde la caliza debido al paso de f luidos ricosen magnesio. Aunque volveremos a hablarde ellas, conviene recordar que van a formarjunto a los depsitos trisicos la base de lasrocas del macizo subbtico.

    La sedimentacin marina continuaba. Losrestos calcreos orgnicos (conchas, capara-zones, corales..) se iban acumulando durantemillones y millones de aos. Dependiendo defactores como la profundidad o los organis-

    mos que vivan en este mar aparecan uno u

    otro tipo de calizas. Las segundas en edadseran las calizas oolticas, llamadas as porlos oolitos, pequeas bolitas blancas forma-das por el crecimiento de carbonato clcicoalrededor de minsculas partculas que sonredondeados por la accin de las olas, enmares tropicales. Estos sedimentos se van

    depositando durante el Jursico Medio. Las ca-lizas oolticas son muy blancas pero adquierenuna tonalidad gris blanquecina en superficie.

    Al final del Jursico, se forman las calizas no-dulosas, de menor espesor, aunque muy fre-cuentes. Son importantes al contar con grannmero de fsiles. Su tonalidad es anaranjadao rosada. Por ltimo y durante el periodoCretcico se depositarn sobre todo margasy margocalizas, esto dar lugar a unas rocascarbonatadas con un contenido variable enarcillas que les confiere un comportamientobastante impermeable.

    Pues bien, se obtiene as una una serie sedi-mentaria formada por diferentes materialesy que yace horizontal en el mar. En la parteinferior aparecen yesos, sales y carniolas delTrisico sobre las que se superponen calizasblancas dolomitizadas, en la zona intermedialas calizas oolticas y en la parte superior lascalizas nodulosas anaranjadas seguidas de untecho de margas y margocalizas cretcicas.De esta manera los sedimentos calcreosestn listos para ser modelados. Contina suaventura.

    Un hecho geolgico importante tiene lugar

    hace 25 millones de aos. Se inicia el plega-miento alpino. Las fuerzas del interior de latierra que dan lugar al movimiento de las pla-cas tectnicas van a presionar estos sedimen-tos marinos provocando que sean arrastrados,deformados, rotos, y que finalmente emerjanimponentemente en superficie formando lasSierras Subbticas, las Zonas Externas de

    la Cordillera Btica. Los sedimentos van a sercomprimidos, deformados, fracturados y api-lados (este proceso contina hasta la actuali-dad). No hay que olvidar que en un periodorelativamente reciente (Mioceno), tambin sevan a depositar sedimentos margosos distin-tos a las calizas sobre todo por su naturalezaimpermeable que, junto con las arcillas delTrisico y las margas del Cretcico, van a traerunas consecuencias importantes.

    Es necesario indagar algo ms en estos pro-cesos de compresin: imaginemos de nuevoesa columna sedimentaria caliza (yesos ysales, calizas blancas y dolomas, calizas conoolitos, calizas nodulosas y margocalizas). Losmateriales se van a ir frunciendo, soportando

    presiones y temperaturas muy altas de maneraque van a aparecer numerosos pliegues hastallegar un momento en el que se rebasa eseumbral de plasticidad, los materiales serompen y fracturan, dando lugar a fallas.Si estas fuerzas continan, un bloque va amontarse sobre otro apareciendo as uncabalgamiento, esto hace que materiales conuna posicin ms profunda como las calizasblancas van a aparecer en superficie, superpo-nindose en ocasiones sobre materiales ms

    modernos correspondientes a otros blandosformados por las margas cretcicas. Estasmargas arcillosas pueden ocupar las depre-siones y coberteras de toda la sierra y piede-monte.

    Evolucin de cabalgamiento

    provocado por una fractura11

    Dolina

    14 15

    Las fuerzas tangenciales actan sobre los

    sedimentos que comenzarn a plegarse

    Se inician una serie de fracturas que van a

    originar una superposicin de materiales

    El proceso contina hasta la

    actualidad

    Columna estratigrfica 9

    Fsiles presentes en las construcciones10

    12

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    el hundimiento de una sala subterrnea. Enocasiones estas dolinas de derrumbamiento yde bordes abruptos dan lugar a las conocidascomo torcas.

    Existen dentro del parque claros ejemplos deestas formaciones en el entorno del Cortijo dela Majada (ruta 4) o las famosas dolinas de los

    Hoyones.

    Otras veces estas depresiones alcanzangrandes dimensiones y pueden unirse variasdolinas formando autnticas cubetas dondese acumulan sedimentos de naturaleza im-

    permeable (arcillas de descalcificacin). Esentonces cuando se forman las navas que ensu ms amplia extensin dan lugar a un polj.Los poljes son extensas depresiones cerradasentre las montaas, con fondo plano. En elorigen de estas vastas depresiones tiene granimportancia la estructura geolgica, por ejem-plo la accin de fallas normales que pueden

    crear una fosa en las montaas, a donde vana parar los sedimentos insolubles.

    En estas ocasiones al agua solo le queda viajar

    en superficie serpenteando sobre los materialesimpermeables, formando cauces como el

    Introduccin: TITULO TITULO

    Los frentes de cabalgamiento, las fallas y lospliegues, se van a caracterizar en muchoscasos por pendientes acusadas y crestas.

    Crestas calizas que aparecen imponentes encadas verticales sobre los campos margososlocalizados a sus pies y salpicados de olivares.Una estampa que quien recorre estas tierras

    guardar en su retina.

    En definitiva tenemos un macizo calcreoemergido con superposicin de materiales dediferente dureza pero la mayora de ellos (aexcepcin de las arcillas del Trisico y las mar-gas del Cretcico y del Mioceno) con un de-nominador comn, permeables y fcilmentemodelables por la accin erosiva del AGUA.

    Viaje subbtico del agua

    Para entender el proceso de modelado de lasSierras Subbticas y muchos otros factoresnuestra osada nos lleva a viajar junto a unagota de agua de lluvia. Pero primero hemosde comprender el proceso qumico queocurre. El agua mezclada con el dixido decarbono del aire o del suelo, da lugar al cidocarbnico, que tiene mayor poder para disol-ver la caliza. La caliza en contacto con el cidocarbnico se disuelve , dando lugar a bicarbo-nato clcico. El resultado a groso modo es

    que el agua va a modelar la roca a su antojo,eso s dependiendo de otros factores que secomentan a continuacin. A este proceso sele denomina karstificacin y es el responsablede las principales formas de relieve que sepueden observar en estas sierras. Su nombrese debe a una de las regiones donde estefenmeno es ms amplio y llamativo a nivelmundial, la zona del Karst en Eslovenia.

    El aire procedente de los llanos de Antequeray de la campia cordobesa al encontrarse conla mole rocosa y condensarse en altura va a

    dar lugar a un aumento de las precipitaciones.El agua cae sobre el macizo calcreo subb-tico y se encuentra un suelo relativamentedesnudo, el relieve de la roca es de escasapendiente y muy agrietado, por donde seinfiltra. La primera huella que detectamosson pequeos huecos a veces del tamaode una moneda que forman hendiduras quese van disolviendo hasta horadar la piedra.Estos huecos pueden alcanzar gran tamaoen superficie originando las dolinas, conforma de cubeta o de embudo, creados porla lenta disolucin de la caliza. En el parquenatural estas oquedades alcanzan tamaosgigantescos. Algunas de ellas tienen un ori-gen muy particular, habindose creado por

    Lapiaz

    Polj de La Nava

    13

    Matagallo

    14

    15

    16 17

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    Introduccin: Donde el agua esculpe la roca

    macizo calcreo. Ocurreahora un parntesis en suviaje en el que pierde de vista la luzy se interna en las entraas mismasde la montaa. A travs de f isuras elagua provoca una disolucin que se traduceen la formacin de galeras y simas de cientosde metros de profundidad como el caso de la

    sima de Cabra o las de la sierra de la Gallineraa las que Juan Bernier hace alusin:

    Bocas tiene la Gallinera por donde en losfros das invernales, el vaho de la tierra espesasus vapores en chorros de misteriosas nieblas;agujeros por donde bueyes y cabras handesaparecido sin ms rastro, tragados por elmundo de la tiniebla; cuevas cuyas galeras notienen fin y cuyos pozos y abismos han puestopavor en los pocos que se atrevieron a violarsus recintos.

    En el interior de la tierra el agua contina suaccin erosiva en profundidad, disolviendo elmacizo de caliza. Ahora prosigue ya en senti-do horizontal para volver a caer, convirtiendolas entraas de la montaa en un laberintode galeras y huecos a veces de gran exten-sin y formando cavidades, cuevas, grutas ycavernas. En ocasiones la estructura de estascavidades acaba cediendo y sus paredes caenpor gravedad dejando expuesta a la vista laimpresionante fuerza disolutiva del agua quecontina su camino imparable entre caonesy tajos.

    Ejemplos de estas cuevas y cavidadesse localizan repartidos por todo el parque,aunque la ms emblemtica por diversosmotivos sea la cueva de los Murcilagos deZuheros declarada monumento natural en el2001 por su singular arquitectura geolgica.La visita a esta instalacin nos lo aclarar. Cer-cano a la cueva aparece el can del ro Bai-ln en cuyas paredes podemos observar restos

    del desprendimiento de una antigua caverna ypequeas cuevas como la del Fraile (ruta 4).

    Debemos considerar esta masa calcrea comouna gran estructura horadada por el aguaaunque en apariencia se nos presente comouna mole rocosa invulnerable. Sin embargo elagua forma parte de su interior y circula porella, al igual que la sangre por el interior delcuerpo, transportando elementos. Llega elmomento en que el agua debe continuar suviaje y abandonar la roca por la que juega asu antojo. Las calizas cabalgan o se asientansobre ese otro tipo de materiales margosos

    Estalagtitas en la Cueva de los Murcilagos

    tramo alto del ro Bailn (ruta 4) e inclusopermanecer encharcada durante los periodosde lluvias.

    Excelentes muestras de estas navas o poljslos encontramos en el polj de la Nava, elNavazuelo o los llanos de la Nava de Luque(ruta 2). Autnticos pramos localizados enaltura donde el agua disponible en superficie,el suelo frtil impermeable y profundo y lasuavidad del relieve convirtieron a estos en-claves en escenarios aptos para la agriculturaen el pasado. Las navas eran lugares donde sesembraban cereales como el trigo, el centenoo la escaa y leguminosas como el garbanzoy las lentejas. De ah que reconociendo esteterritorio encontremos restos de eras donde se

    aventaba el cereal. En la actualidad se trata dezonas eminentemente ganaderas en las queel rico sustrato herbceo propicia este tipo deexplotacin.

    Nuestra gota de agua sigue viajando por unasuperficie que ayudada por la pendiente ad-quiere velocidad de escorrenta en las laderasdesnudas. Contina el proceso de disolucin,esta vez formando pequeos surcos y crestas

    irregulares en zonas donde la escasa vegeta-cin apenas se atreve a anclarse y donde elpaseo se convierte en un autntico rompe-piernas por las irregularidades del terreno.

    Decididamente son las cabras y las ovejas lasque campean por este suelo imposible comopor su casa. A este tipo de formaciones se lesconoce como lapiaces, pequeas cordillerasacanaladas en miniatura por las que el aguade escorrenta acta en superficie labrandoformas caprichosas. El escaso sustrato sloes colonizado por matorral adaptado a estascondiciones de suelo extremas como el mata-gallos amarillo conocido como oreja de liebre(Phlomislychnitis) o el almuraduz (Thymusmastichina) y una pobre cobertura arbrea.Un buen ejemplo de lapiaz se localiza en el

    entorno de la Cueva de los Murcilagos, en lasierra de la Lastra (ruta 2). Aunque el mximoexponente lo constituye el lapiaz de losLanchares (rutas 2 y 4) de inters geolgicopor la importancia de esta formacin a escalamundial.

    Ha llegado el momento en el que nuestraprotagonista unida a muchas otras gotas deagua se interna en el corazn mismo de este

    Polj

    Sima

    Cueva

    Can

    Dolina

    Ro Bailn

    Esquema de las principales formaciones krsticas18

    16

    17

    18 1918 19

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    Introduccin: Donde el agua esculpe la roca

    2121

    de naturaleza distinta: unas margas arcillosasimpermeables a travs de las cuales el aguano puede circular. Es precisamente en estaslneas de contacto calizas-margas donde ellquido elemento va a ser liberado volviendoa la superficie y a la luz. De la misma maneraque un papel poroso empapado en aguasobre una mesa escurre su contenido, la sierra

    caliza se despide y desangra sobre el contactomargoso.

    Las margas marcarn la impronta de este me-

    dio, desde el desarrollo de los acuferos hasta

    soportar y sustentar los cultivos de olivar.

    Precisamente en estos enclaves se van alocalizar surgencias, fuentes, manantiales a

    veces de gran caudal de los que nacen ros

    y arroyos que rodean todo el permetro y el

    interior de las Sierras Subbticas. Vincula-

    dos a ellos se encuentran la mayora de los

    ncleos de poblacin. Cuanto mayor es lacuenca de captacin del macizo montaosomayor el caudal. Ejemplos de estos procesos

    los encontramos en la Fuente del Ro en Cabra

    que drena el conjunto del mismo nombre o

    la monumental Fuente del Rey en Priego de

    Crdoba (ruta 2), colector natural de todo el

    macizo de la Tiosa y elemento patrimonial

    que ha servido de atraccin a multitud devisitantes con la intencin de comprobar si

    realmente cuenta con todos los caos que le

    otorga la tradicin oral (hay que comprobarlo

    en una visita al municipio prieguense). Estar

    delante de cualquiera de estas dos fuentes

    nos facilita apreciar el crucial significado del

    recurso agua en este territorio.

    Mediante este breve viaje del lquido elemento

    hemos conocido dos de los protagonistas del

    Parque Natural Sierras Subbticas. Pero hay

    otros muchos actores responsables del conjun-

    to que poco a poco van a ir apareciendoenescena.

    El ser humano en las Subbticas

    Los primeros pobladores de los que se tieneconstancia en las Subbticas se remontan alPaleoltico. Multitud de yacimientos se han

    descubierto en los pueblos subbticos, perosin duda, el yacimiento que mejor representala prehistoria de la Subbtica cordobesa es laCueva de los Murcilagos en Zuheros. En ellase ha documentado una dilatada ocupacin alo largo de este periodo, abarcando desde elPaleoltico Medio hasta la Edad del Bronce.

    Durante el Paleoltico Medio, caracterizadopor la economa de subsistencia en la queprima la caza y la recoleccin, los Neanderta-les se alimentaron de especies como la cabramonts, el ciervo, el conejo e incluso osos.Todas estas especies nos trasladan a un am-biente boscoso muy distinto al entorno actual.

    Pero es en el Neoltico con la aparicin de laagricultura y la ganadera cuando la f isonomade este territorio va a cambiar por completo.La cubierta vegetal se empieza a deforestary en las navas aparecen los primeros cultivosde cereales (hasta cuatro especies distintas detrigo y una de cebada).

    No hay que olvidar que en la prehistoria, losabrigos rocosos calizos de estas sierras son

    escenarios del arte rupestre de estilo esque-mtico plasmados sobre rojo y ocre. Estasrepresentaciones aparecen en las paredesverticales del ro Bailn y en la Sierra Alcaide.

    Ya en el periodo Calcoltico aparecen manifes-taciones funerarias, siendo representativo eldolmen de la Lastra en la Sierra Alcaide.

    Poco a poco se van colonizando los puntosms elevados de la sierra, aprovechando laspropiedades estratgicas y defensivas queestos lugares brindaban, adems de controlardesde ellos las vas naturales de comunicacin.

    Castillo de Zuheros19

    La Red Europea de Geoparques EGN es una asocia-cin que comparte una metodologa para conservary promover el Patrimonio Geolgico y promocionarel desarrollo local sostenible a travs del geoturismode aquellos territorios con recursos geolgicos deespecial inters.

    As, en el ao 2000 se firma en la isla griega deLesbos, la Carta Europea de Geoparques con laque se define la figura de Geoparque y se recogenlos requisitos que deben presentar los espacios asdeclarados.

    El Parque Natural de las Sierras Subbticas pertenecea esta Red Europea de Geoparques desde 2006, yaque cuenta con un importante patrimonio geolgi-co representado por un cierto nmero de lugaresgeolgicos de especial importancia en trminosde su calidad cientfica, rareza, esttica o su valor

    educativo.

    A nivel estatal existen otros seis espacios con lamisma categora: Parque Natural de Cabo de Gata-Njar (Almera), Parque Cultural del Maestrazgo(Aragn), el Geoparque Sobrarbe (Aragn), la CostaVasca (Pas Vasco), Villuercas, Ibores, Jara (Extrema-dura) y Sierra Norte de Sevilla. Actualmente, a niveleuropeo existen 49 espacios as declarados, lo quesuponeuna importante red de trabajo compartidopara la puesta en valor de los recursos geolgicos yel desarrollo a largo plazo de los entornos en los quese encuentran.

    No cabe duda de que este valor aadido debe con-vertirse en otro de los bastiones de este entorno y asempiezan ya a interpretarlo quienes en su economay explotaciones hacen uso de los valores territoriales,desde la hostelera al deporte multiaventura. Con-viene que esta valoracin tambin sea asumida yenaltecida por quienes pueblan y disfrutan de estastierras y, como no, por quienes nos acercamos a ellascon curiosidad y respeto.

    Geoparque

    Introduccin: Donde el agua esculpe la roca

    Herramientas del paleoltico halladas en la cueva de losMurcilagos

    20

    20 21

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    Introduccin: Donde el agua esculpe la roca

    Durante el periodo romano los ncleos depoblacin subbticos adquieren importanciaapareciendo ciudades de primer orden conforos, templos y esculturas. Ejemplo de estasciudades los tenemos en Cabra, Carcabuey oLuque.

    En el periodo visigodo destacan las necrpolis

    que jalonan todo el territorio, prueba de elloson las necrpolis visigodas de la Fuenfra(Zuheros) (ruta 4) o la de la Torre de la Plataen Doa Menca (ruta 1).

    Pero es en la Edad Media cuando toda laSubbtica cobra gran importancia al constituirla frontera cristiana con el reino nazar de Gra-

    nada. Durante los siglos XIV y XV se ubican enesta zona los seoros de Baena, Luque, Zuhe-ros, Priego, Carcabuey, Cabra y Lucena.

    Debido al carcter fronterizo y a la posicinestratgica de estas sierras, van a apareceruna serie de torres, torreones o fortificacionesrealizadas con el fin de constituir una o ms

    lneas de muralla que defiendan el territoriode los ejrcitos invasores. Algunas de ellas sonla torre de Las Atalayas en Cabra, la torre dela Plata en Doa Menca (ruta 1), las torres deUcls entre los trminos de Carcabuey y Prie-go, la torre del Esparragal en Priego y la torreAlhama en el lmite de los trminos de Luquey Priego.

    El ganado caprino est muy presente en la zona

    Es en la poca altomedieval, cuando losactuales pueblos que hoy se encuentrandentro del parque natural fueron fundados oconsolidados como ncleos urbanos, como esel caso de Madinat Baguh(Priego de Crdoba)oSujaira(Zuheros).

    En el interior de la sierra la historia tambinsegua su curso, pequeos asentamientos,alqueras y cortijadas que poblaban las navas.El entorno se iba modificando, los lugaresdonde el suelo posea buenas condicionespara su cultivo se roturaban y la ganaderacobraba importancia.

    Tambin la roca fue un recurso explotadodurante siglos. Canteras dispersas, hoy en daen proceso de abandono, de las que se extraael famoso mrmol rojo de Cabra, utilizado enedificios seoriales y religiosos de la comarcae incluso de Crdoba capital o las blancas

    calizas de oolitos de Los Lanchares.

    Los cultivos se localizaron sobre todo enaquellos suelos algo ms apropiados parala agricultura, en navas e interfluvios de rosy arroyos. Prcticamente todas las vegas yzonas de las faldas de la sierra donde se lo-calizan margas arcillosas, se encuentran enla actualidad cultivadas, sobre todo de olivar.Las navas, en los pramos de la sierra fueron

    explotadas, como se ha dicho, sobre todopara la obtencin de cereales y legumbres.Prueba de ello es que repartidas por toda lasierra hay cientos de eras de diversa tipologapara aventar y trillar el grano. En las zonas demontaa con algo de suelo se opt por el al-mendro, especie resistente a estas condicionesms extremas y con menores requerimientos.Apenas se cultiva ya cereal en las navas peroan quedan restos de bancales en piedra ypequeos aterrazamientos. En el caso de laNava de la Lastra en Luque an permanecencultivos dispersos de almendros (ruta 2).

    Actualmente el olivar es el cultivo ms ex-tendido en las zonas de las vegas y las faldasmargo-arcillosas de la sierra. Sobre l hay quemencionar la importancia de la explotacinecolgica reconocida por numerosos premiosque ha recibido su aceite a nivel nacional einternacional.

    El ganado es otro de los factores que hanmodelado la fisonoma del parque y respon-sable de gran parte de la impronta visual. Laganadera, caprina sobre todo, adaptada a lasduras condiciones de la sierra ha dado lugar aun escenario en el que hasta las copas de losrboles responden a la poda natural condi-cionada por la altura del ganado. Muchas delas sendas y caminos en el interior del parque

    Toriles de la Viuela

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    2322

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    familiares de los canteros. En ocasiones estossistemas de abrevaderos son mixtos, con unaforma de L caracterstica: un pilar destinadoa abrevadero y el otro a lavadero. La perma-

    nencia de este tipo de elementos nos acercaa la gran influencia social de estos enclaves,coincidiendo ganaderos y arrieros con susfamilias, y los animales junto a la colada co-munitaria en estas rampas acanaladas. En lafuente del Espino y la de Morellana encontra-mos este tipo de complejos mixtos (ruta 2).

    Volvamos nuestra mirada a las crestas en altu-ra, a esos lugares casi inaccesibles que alber-gan una nutrida diversidad botnica exquisitapor la presencia de varios endemismos. En lostajos y paredes rocosas se localizanespeciespoco frecuentes y difciles de localizar en otros

    enclaves. Estos endemismos bticos, son enalgunos casos conocidos hasta ahora slo enesta zona (Festuca cordubensis o Hypochaerisrutea) y otros se restringen a reas muy redu-cidas (Melica bocqueti, Merendera androcym-bioides o Narcissus bugei).

    En las zonas ms elevadas de montaa sedan unas condiciones extremas y particulares.La Sierra de Rute y la Horconera representanlas alturas mayores no slo de este macizo

    subbtico sino tambin de toda la provincia,concretamente en La Tiosa con 1.570 m.A ms de 1.200 metros de altitud, tan slonos encontramos algunas comunidades dematorral espinoso almohadillado en las quepredominan los piornos finos (Echinospartumbosssieri) o el piorno azul, conocido sarcsti-camente con el nombre de cojn de monja oasiento de pastor. Contemplando estos espi-nares de la solana de la Horconera, sentiremosreminiscencias no solo vegetales sino tambinpaisajsticas que nos trasladan a otros ambien-tes del norte de frica en el Riff marroqu.

    Numerosos endemismos bticos se anclan enlas grietas de estas cumbres, destacando unapequea y bella orqudea difcil de localizar enotros lugares (Orchis ustulata) o una liliceano menos escasa (Allium reconditum) de laque su mera denominacin especfica ya nosda una idea de su difcil localizacin.

    responden a itinerarios pastoriles. Puertos demontaa como puerto Cerezo, puerto Mahnao portillo Moreno ponen de manifiesto estospasos naturales para atravesar las cumbres

    ms elevadas de la provincia y acceder a pas-tos palatables de montaa.Cerca de estos puertos encontramos refugiosganaderos al abrigo de las rocas o en pe-queas cuevas cuyas paredes an contienenrestos de las fogatas que debieron calmarlos crudos rigores invernales. Ejemplos deestos refugios trogloditas utilizados desde laprehistoria se pueden encontrar en la dehesade Vichiras (umbra de la Horconera) y en lacueva de la Cholona (Sierra de Luque).

    Estas repisas rocosas tuvieron que ser tambinuna fuente de nieve y hielo que quedaba

    atrapado en las umbras. Algunos pequeosneveros y ventisqueros se localizan

    por este entorno serrano, don-de pastores y arrieros

    compactaban estas nieves efmeras con elpropsito de venderlas despus en los pueblospara la conservacin de alimentos y bebidas(ruta 4).

    El pastoreo itinerante local tambin ha dejadosu huella en el territorio. Los corrales y rediles,unas veces temporales otras al amparo de loscortijos y cabrerizas, se construan con piedraviva caliza. Miles de estos apriscos se encuen-tran repartidos por todas las Sierras Subbticas.A veces son meras majadas de forma cua-drada o circular con parideras, contaderosy chozos de pastor anexos que no superanalgunos metros cuadrados de superficie. Peroen ocasiones nos encontramos autnticoscomplejos con formas poligonales, alcanzan-do estos apriscos unas dimensiones visibles

    incluso con una imagen de satlite.

    Complejos en piedra viva dignos de todaadmiracin, no solo por la dificultad en lacolocacin de la roca viva y mampuesto sinopor sus dimensiones, son los apriscos de

    Lanuste y el Cerro de las Melladas en Zuheroso los toriles de la Viuela. Estos ltimossorprendern a quien recree su curiosidaddesde el Picacho de Cabra hacia poniente y asus pies vislumbre las formas poligonales avista de pjaro.

    La ganadera en montaa tambin hasido la responsable de un nutrido legadoetnolgico vinculado a las fuentes y

    manantiales. Pilas trapezoides esca-lonadas en las que el agua circula

    a distintos niveles por rebajesde pretil. Pilares alargados

    labrados en piedra calizaque conservan en mu-chos casos las marcas

    Vista de un chozo en otoo y en primavera

    Bho real25

    23

    Fuente del Lobo26

    24

    24 25

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    Introduccin: Donde el agua esculpe la roca

    Cortados calizos que se precipitan en crestasy caones configuran un ambiente para nopocas aves, sobre todo aquellas denominadasrupcolas, aves que gustan de estas cadas ver-ticales para establecer su morada. Es el reinodel buitre leonado, el guila real y perdicera oel halcn peregrino, incluso se tiene constan-

    cia hasta los aos cincuenta de la presenciadel mtico quebrantahuesos.

    Sierra de la Horconera de Rute, vertientesescarpadas en Sierra Alcaide, Jarcas, tajos delBailn de la Hoz. Hendiduras rocosas dondeel bho real establece su feudo. Aves demontaa como la collalba negra y el roquerosolitario. Pero hay un ave presente en estosacantilados y precipicios que no olvidaremos:la chova piquirroja. Es un crvido que vive enestos ambientes de alta montaa y que nopasa desapercibido por sus costumbres grega-rias; forman ruidosas bandadas que nos delei-

    tarn con sus vuelos acrobticos en las cajasde resonancia de los tajos. Este espectculo sepuede disfrutar al caer la tarde, cuando esteave vuelve al cantil para pasar la noche comoocurre en el tajo del Bailn, en los miradoresdispuestos en la carretera muy cerca delpueblo de Zuheros (rutas 1 y 4).

    Las laderas de sierra ofrecen en sussolanas un paisaje desolado, enel que el ganado caprino es elprotagonista coincidiendoen ocasiones con su

    pariente silvestre lacabra monts. Lavegetacin arb-rea adoptaun

    porte achaparrado modelado por el pastoreoque mantiene a raya cualquier intento de quelas plantas se eleven.

    Existen, no obstante, zonas que fueron fo-restadas con pinos a mediados del siglo XX.La mayora de la Sierra de Rute y parte de la

    Horconera conservan parte de estos pinaresque aunque no representan los bosquesautctonos originales, s que albergan unanutrida avifauna representativa de bosquesde montaa en los que se dan cita el trepadorazul, el piquituerto, el pinzn real o el gaviln.Sin olvidar el estremecedor reclamo nocturnodel crabo en la espesura de estos pinares.

    En uno de estos pinares cercanos a Rute po-demos visitar la reserva que ha creado la Aso-ciacin para la Defensa del Borrico (Adebo)para la preservacin de estos animales en vasde desaparicin por la mecanizacin del agro.

    El espritu de conservacin para el burroandaluz ha hecho que ste compartaportada con otras estrellas delpapel

    Majuelo florecido en el polj

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    29

    Trepador azul

    26 27

    Narcissus bujei

    Hemos nombrado un narciso (Narcissus bujei) Florde San Jos- cuyo descubrimiento produjo gran con-mocin hace pocos aos en el interior del parque. Secrea una especie endmica de las Sierras Subbticaspero poco a poco se han ido conociendo nuevaspoblaciones en Sierra de las Nieves (Mlaga) y otrossectores subbticos de Jan.

    Es una especie que como la mayora de los narcisos,vive cerca de los cursos de agua permanentes. Deah proviene su nombre ya que segn la mitologaNarciso fue castigado a enamorarse de su propia

    imagen reflejada en el agua, en su contemplacinabsorta cay y acab ahogndose. En ese lugarcreci una bella flor siempre presente en cursos deaguas limpios que crece inclinada hacia abajo.

    Una poblacin de este raro narciso la encontramos

    en el polj de la Nava (ruta 4). Un espectculo digno

    de contemplar al borde del sendero a comienzosde la primavera, cuando miles de narcisos amarillostapizan las orillas del ro Bailn bajo los majuelosque empiezan a florecer.

    Narciso bujei

    El Alquimista cogi un libro que alguien de la caravana haba trado.

    El volumen estaba sin las tapas, pero logr identificar a su autor:

    Oscar Wilde. Mientras lo ojeaba, encontr una historia sobre Narciso.

    El Alquimista conoca la leyenda de Narciso, un hermoso muchacho que

    todos los das iba a contemplar su propia belleza en el lago. Estaba

    tan fascinado por si mismo, que un da cay dentro del lago y muri

    ahogado. En el lugar donde cay naci una flor a la que llamaron

    narciso.Pero no era as como Oscar Wilde pona fin a la historia.

    l deca que cuando Narciso muri, vinieron las Oriadas -diosas del

    bosque- y vieron el lago transformado, de un lago de agua dulce, en un

    cntaro de lgrimas saladas.

    Por qu lloris? -preguntaron las Oriadas.

    -Lloro por Narciso, -respondi el lago.Oh, no nos extraa que lloris por Narciso

    -prosiguieron diciendo ellas-. Al fin y al cabo, a pesar de que todas

    nosotras le perseguamos siempre a travs del bosque, vos erais el

    nico que tena la oportunidad de contemplar de cerca su belleza.

    -Entonces, era bello Narciso? -pregunt el lago.

    -Quin sino vos podra saberlo? -respondieron, sorprendidas, las

    Oriadas-. Despus de todo, era sobre vuestra orilla donde l se

    inclinaba todos los das.El lago quedse inmvil unos instantes. Finalmente

    dijo:

    -Lloro por Narciso, pero nunca me haba dado cuenta de

    que Narciso fuese bello.

    -Lloro por Narciso porque cada vez que l se recostaba sobre mi orilla

    yo poda ver, en el fondo de sus ojos, mi propia belleza reflejada.

    Qu historia tan hermosa, -,dijo el Alquimista.

    El Alquimista. Paulo Coelho

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    Introduccin: Donde el agua esculpe la roca

    La Trufa, un espacio para los sentidos

    Entre tantos recursos naturales que hacen especialeste espacio, hay unos que no son muy conocidospor la poblacin local y fornea, los hongos. Todolo que quisimos saber sobre ellos y nunca nosatrevimos a preguntar tiene respuesta en el jardn

    micolgico La Trufa, en la prieguense aldea deZagrilla, muy cerca de l a Villa Turstica. Gracias alPlan CUSSTA (Plan de Conservacin y Uso Sostenible

    de las Setas y Trufas de Andaluca) de la Consejerade Medio Ambiente, disponemos de un equipa-miento cuyas funciones principales giran en torno ala conservacin y valorizacin de estos recursos, entodos los eslabones de la cadena, desde la identifi-cacin de las especies comestibles ms exquisitas alas ms txicas, al conocimiento de los beneficios deestas especies en el medio y para otras as como larecoleccin respetuosa de las comestibles.

    La micologa encuentra en La Trufa una herramientapara dejar de ser una desconocida, en sus salas des-cubrimos la diversidad del reino Fungi con la inten-cin descarada de utilizar todas las interpretacionesposibles: textura, color, olor, forma, tamao, sabor,accesibilidad y rareza de diferentes especies el

    juego nos permite adentrarnos en esta biodiversidadgracias tambin al sentido ms preciado: el sentidocomn que llega al jardn micolgico mediante pro-puestas de sensibilizacin y educacin ambiental.

    La produccin de setas en La Trufa favorece el cono-cimiento de muchas especies que podemos encon-trar en este espacio natural protegido. La dificultad

    y los mtodos empleados para localizar algunos hon-gos muy preciados como el que da nombre a estasinstalaciones, que requieren de detectores especiali-zados como el perro de agua espaol y el cerdo, nosdesvela la magnitud que la diversidad adquiere en

    esta subbtica cordobesa que, por otra parte, conso-lida poco a poco a una estrategia de turismo rural yde naturaleza de calidad.

    Otro valor del jardn es su capacidad para mostrar-

    nos setas de ambientes muy distintos, de maneraque se ven representados los principales ecosistemasde nuestra comunidad autnoma: pinar, quejigal,alcornocal, encinar, castaar, pinsapar, bosque deribera (lamos, chopos, fresnos, etc.), jaral y prados.A buen seguro que al salir de estas salas buscaremosentre los establecimientos de restauracin algnplato con el que poder degustar las setas del lugar.

    Bajo las lomas de piedemonte y coincidiendo con lasmargas y arcillas que se acumulan en ladera apare-cen los cultivos de olivar sobre suelos relativamenteprofundos y poco permeables. Estas laderas y valles

    recorren el interior del parque formando una serie depasillos por lo que discurren arroyos de poca entidadpero con una exuberante vegetacin representadapor olmos, fresnos y lamos. Las poblaciones deolmos de estos cauces ribereos se han catalogadocomo de las ms resistentes ante la grafiosis, enfer-medad que ha diezmado la mayora de olmedas denuestro pas.

    Ejemplos de estos interfluvios los encontramosen el ro Tijeras, el Algar o los Villares (ruta 1). Lasbuenas condiciones del suelo para la agricultura y lacantidad de agua disponible, son propicias para queaparezcan cortijadas diseminadas y extensas huertas

    con frutales donde predominan los membrillos.Habitantes singulares de los cauces de agua en lasSierras Subbticas y que merecen especial atencinpor su escasez son el cangrejo de ro y el musgaode cabrera.

    Jardn micolgico La Trufa 32

    couch, debido al apadrinamiento que perso-najes clebres hacen de estos ejemplares de lafauna autctona.

    Prestemos tambin atencin a las laderasde umbra donde aparecen verdaderas islasy bosquetes en buen estado de conserva-cin que rompen con la monotona caliza.La umbra de la Sierra de Jarcas (dehesa deVargas), Arroyo de Puerto Cerezo, Cerro delBramadero (ruta 4) o la parte ms oriental,umbra del polj de la Nava y algunas laderasde Navazuelo son algunos de los ejemplos de

    estos bosques umbrfilos en los que las fron-dosas como la encina y el quejigo aparecencon grandes coberturas y abundante cohortede arbustos y trepadoras.

    La humedad de estos ambientes muestra loque tuvo que ser ese bosque mediterrneoclimtico en estas latitudes. Aqu aparecenespecies cuya distribucin en la provinciaes testimonial, caso del arce de Montpellier(Acer monspessulanum) que tie de tonali-dades rojizas en otoo las laderas de la Nava(ruta 4) compitiendo con majuelos y cornica-bras. Este sotobosque de umbra se encuen-

    tra bien representado por otras rarezas comola ballestera (Helleborus foetidus) llamadaas porque en el pasado se envenenaban laspuntas de las flechas con su jugo txico. Enestos ambientes hmedos la roca caliza setapiza de musgo y lquenes y es el reductopara centenares de especies de hongos. Un

    reino bastante interesante y estudiado den-tro del parque.

    Una mirada al futuro

    Las Sierras Subbticas que hoy conocemos atravs de nuestras incursiones en el parquenos muestra parte de una comarca naturalque se ha visto en numerosas ocasionesgalardonada y reconocida por la calidad desus aceites, pues a pesar de las elevadas pen-dientes en las que seenclavan estos cultivos,el zumo verde de susfrutos adems decontar en algunos

    casos con la marcaParque Naturalhace gala de unascaractersticasorganolpticasexquisitas.

    Burros de Adebo

    Helboro o ballestera

    30

    31

    2928 29

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    Introduccin: Donde el agua esculpe la roca

    Al antiguo joyo con aceite bien vale la penasumar los quesos de cabra, fabricados antaoartesanalmente en las propias viviendas delcabrero y que hoy son el origen de diferentesempresas y actividades cooperativas. El ca-lado histrico de muchos de estos pueblos ysu capacidad para resolver una estrategia deturismo rural que se vi impulsada hace unasdcadas por los fondos procedentes de la UE

    deriv en un acierto en la planificacin, demanera que hoy son muchas las iniciativasde desarrollo rural que se argumentan en laexplotacin e interpretacin de los recursosdel parque. Recursos de todo tipo: productosartesanales, alojamientos rurales, empresasde dinamizacin e interpretacin cultural, de

    actividades de aventura en la naturaleza Eneste sentido hay que citar la Carta Europeade Turismo Sostenible (CETS), a la cual seadhiri el parque en 2008, herramienta deplanificacin que permite aplicar principiosde turismo sostenible en el parque natural yetiqueta de calidad que confiere valor a lasmedidas adoptadas por los agentes implica-

    dos en la misma.

    Tenemos una variada gama de posibilidadespara conocer este parque y su realidad, desdecasos como Priego y Cabra, ciudades quedestacan por el barroco albergado en algunosde sus templos como pueblos estrechamentevinculados al espacio natural, caso de Zuhe-ros, adivinado al finalizar la ruta que nos con-duce del Picacho de la Virgen de la Sierra enCabra a este pequeo casco urbano de blancotapizado de teja. Los almendros que lo circun-dan y los estrechos caminos que desde l se

    adentran en la sierra nos hacen sentir el usoque la poblacin ha hecho y sigue haciendode este espacio. La misma sensacin se respiraasomndonos al mirador natural en que seconvierte la carretera que bordea Carcabueyy que enmarca una exquisita estampa de esteespacio natural protegido.

    Del sonido de la chova piquirrojaen las cercanas del pueblozuhereo a los anisadoshistricos de Rute, pasandopor las vistas desde lasruinas del castillo de Luqueo disfrutando de la relajantelmina del embalse de Iznjar. A

    todo ello pone broche esta cita: ...a menudo me entran los ms vivos deseos deecharlo todo a rodar, de abandonarlo todo yde meterme en Doa Menca....(Juan Valera.Prrafo de la carta a su hermano Jos Freuller,Madrid 28 de diciembre de 1863).

    En nuestro recorrido por el parqueencontramos un salpicado de pequeasproducciones de frutales y hortcolas que seentremezclan con el blanco de la caliza alsonido del discurrir del agua. Membrillares,nogales, las camuesas de antao que se van

    recuperando por las manos artesanas dela agricultura de toda la vida y tantas otrasvariedades que se exponen anualmenteen la villa de Priego, como muestra de lacolaboracin y el empeo de naturalistasy hortelanos por un territorio cargado deidentidad.

    Introduccin: Donde el agua esculpe la rocaIntroduccin: Donde el agua esculpe la

    Musgao de Cabrera 28

    Musgao de Cabrera

    Picacho de Cabra y polj 36

    Narciso

    El musgao de Cabrera (Neomys anomalus)es un pequeo mamfero muy parecido a lasmusaraas con las que est emparentado.Habita zonas montaosas donde los caucesfluviales presentan una calidad ecolgica, demanera que lo podemos considerar como un

    indicador biolgico de buena salud fluvial. Enlas Sierras Subbticas es el nico enclave dondepodemos encontrar en la provincia de Crdobaa esta extraa musaraa dependiente del medioacutico para buscar larvas, pequeos crustceos,lombrices y caracoles, llegando incluso a atraparalguna rana, aunque su manjar favorito son laspuestas de los peces.

    Para poder detectar su alimento debajo de agua,ha desarrollado una alta capacidad sensitivaproporcionada por sus largos bigotes y su hocicotambin alargado. No solo son estas las nicas

    adaptaciones al lquido elemento, su cuerpoposee una forma hidrodinmica potenciada pororejas pequeas y un pelaje denso. Curiosamenteen sus patas posteriores existen unas cerdasnatatorias a modo de membranas interdigitalesque le ayudan para desplazarse y sumergirsedurante periodos prolongados.

    En sus correras acuticas remueve el lecho delos arroyos buscando con avidez alimento, puessu alto metabolismo le obliga a alimentarse casiconstantemente. Para hacernos una idea de susnecesidades alimentarias, diremos que requiereconsumir una cantidad tal de presas equivalentea su propio peso.

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    Membrillo

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    Introduccin: Donde el agua esculpe la roca

    Sima de CabraPlaca conmemorativa de 1905 por el 3ercenterario del Quijote

    Situada a pocos kilmetros de Cabra, dentro del Par-que Natural Sierras Subbticas. El gegrafo oriental

    Yaqut ya describa as la Sierra de Cabra: Shibaesun nombre extrao a la lengua rabe. Se trata delnombre de una montaa en la cora de Cabra. Es

    un monte prominente desde el que se divisan otrosmontes y donde se dan toda clase de frutos. En estamontaa abundan los narcisos de floracin mstarda de Al-Andalus a causa de la frescura del aireserrano. Esta denominacin deShiba, junto conYabal ShibaoShaybaes la deformacin del vocabloYabal Simao Monte de la Sima, que adquiri estenombre por albergar una sima de fondo inalcanza-ble de la que sala una fuerte corriente de aire, por loque en poca musulmana se crea que era una de laspuertas de los vientos, conocida como pozo de losvientos, segn cuenta al-Qazwini.

    Con el paso de los siglos esta galera vertical man-tuvo su carcter misterioso, y origin no pocasleyendas de los lugareos sobre su profundidad ynaturaleza. Unos crean que era un volcn apaga-do, otros las puertas del mismo infierno que por lanoche despeda llamas y vapores infectos. Por fin enel ao 1685, con el objetivo de esclarecer un crimenpasional, se descendi al fondo de esta profundidad.Fernando Muoz Romero, oficial de cantera, bajhasta el fondo para rescatar el cadver. De esta ma-

    nera se explor por primera vez el agujero (comole llaman por la zona).

    Hoy se sabe que la Sima de Cabra es una de lasmuchas manifestaciones krsticas de disolucin

    vertical que se localizan por todas las Sierras Sub-bticas. Consta de un pozo vertical de 116 metrosde profundidad aproximadamente en su cavidadprincipal y 85 metros en un conducto secundarioadosado a sta.

    El contexto geolgico en el que se sita es el de unazona constituida por dolomas y calizas del periodoJursico. Sin embargo no es la sima ms profundade la provincia de Crdoba, aunque el modo en elque se abre al exterior por medio de un nico y acce-sible pozo, as como su situacin, le ha dado fama.Presenta una inscripcin conmemorativa, fechada en

    1905, alusiva al tercer centenario de la publicacindel Quijote, en el que fue nombrada.[] Otra vezme mand que me precipitase y sumiese en la sima

    de Cabra, peligro inaudito y temeroso, y que le

    trajese particular relacin de lo que en aquella oscura

    profundidad se encierra. [] despeeme en la sima

    y saqu a luz lo escondido de su abismo []. Conestas palabras, que aparecen en el captulo XIV delQuijote, Cervantes da fe de la impresin que provo-caba esta formacin krstica de desarrollo vertical.

    Manantial en la plaza de Zagrilla Alta 38

    37

    3332

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    RUTA1Atalayas y castillos

    35

    1

    Y la roca se hizo ot eadero ylos intr incados valles fueron vigi lados

    por los ojos de las almenas

    !!1

    Ro

    Gu ad almo

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    l

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    N-432

    A-3128 LuqueDoaM

    Ruta del

    Cerro deCotillas

    Cerro delAlgarrobo

    La LobaCastillejoErmita de

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    Introduccin: Donde el agua esculpe la rocaRUTA

    Histricamente, las sierras Subbticas hansupuesto ms que una barrera natural unaatalaya privilegiada desde donde avistar ycontrolar los intrincados caminos que lasbordean. Primero los beros y posteriormenteotras culturas dejaron sus huellas en aquellosmiradores naturales desde los que podanobservar y a la vez sentirse seguros.

    En la Edad Media se cubrieron las partesms altas y sobresalientes de la sierra confortalezas, castillos y torres vigas. Durantelos siglos XIV y XV, la Subbtica constituyla frontera cristiana respecto al reinonazar de Granada. A lo largo de las vasde comunicacin se edificaron una serie detorres, torreones o fortificaciones realizadascon el fin de constituir una o ms lneas demuralla para defender el territorio de losejrcitos invasores.

    Estos elementos aunaban la funcinde vigilancia y la defensiva, por lo quegarantizaban la seguridad en el territoriopermitiendo a su vez el asentamientoestable de la poblacin en cortijos,aldeas y diseminados. Lamayora de estos ncleos, enla actualidad, permanecenhabitados e incluso handado lugar a muchos de

    los municipios de lacomarca.

    1. Entre Luque y Zuheros: Ruta delCalifato

    Luque marca el comienzo del itinerariopropuesto desde la Plaza de Espaa y laestrechez de la calle Alta que asciendebuscando la carretera local CO-6207 y saledel ncleo urbano. Esta carretera discurre

    por la parte norte de la sierra de Luque, unpaso natural entre el cerro de los Canjilonesy las lomas del Algarrobo. Las laderas calizasapenas son capaces de mantener algunoscultivos de olivar y almendros.

    Inmersos en la Ruta del Califato, esta antiguava de comunicacin una dos de las ciudadesms importantes en poca rabe en Espaa:Crdoba y Granada. Nos serviremos de ellapara dirigirnos hacia Zuheros, visible desde lalejana e incrustado como una geoda entreparedes y riscos calcreos.

    La ascendencia ganadera deestos lugares que han dado

    fama internacional a susquesos, queda patente

    en los numerososrebaos de cabrasque desafan aestos escarpesrocosos dejando suhuella no solo en

    las veredas queCastillo de Zuheros

    2

    Motivos:Castillo de Luque, castillo ymiradores de Zuheros, Va Verde del Aceite,fuente de las Pilas, Torre de la Plata, serie decalizas nodulosas en Gaena-Casas Gallegas,pasillo de Burbunera, olmedas del arroyoTijeras, ruinas de Rute el Viejo, torre viga deEl Canuto, refugio del borrico ADEBO, vistas

    panormicas del rea Recreativa del Lanchar,complejo del cortijo de Vichira, aldea de LosVillares, torre viga de El Algar, Castillo deCarcabuey.

    Tipo de recorrido:Coche y pequeos paseosa pie.

    Longitud: 56,6 km.

    Tiempo: 9 horas.

    Dificultad: Baja.

    Consejos: La subida a la torre viga delCanuto, es recomendable realizarla a pie,porque aunque la pista es asfaltada la

    pendiente es muy alta.

    El ascenso a la torre del Algar tambin debehacerse a pie por unos de los laterales quecoincide con un olivar.

    Tanto Luque como Zuheros, Cabra, Rute yCarcabuey muestran un casco histrico dignode visitar.

    FICHA TCNICA

    RUTA 1: Atalayas y castillos

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    Arroyode

    Granadilla

    ArroyodelAlamedal

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    ArroyodelaBrea

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    A-339

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    A-342

    A-318

    Embalse de Iznjar

    Zambra

    Rute

    Palomares

    Lorite

    Llanos deDon Juan

    LaLa

    Gaena-CasasGallegas

    El Nacimiento

    El Hig

    Menca

    Carcabuey

    Cabra

    Burbunera

    Alcaidia

    Mirador dela Cabrera

    rearecreativa

    Fuente Alta

    El Algary Carcabuey

    Vichira yLos Villares

    Rute elViejo yel Canuto

    Pasillo de Gaena

    y Burbunera

    Va Verdedel Aceite

    Califato

    Cerro deCamarena

    Cerro deJarcas

    Cerro deLas Lomas

    Cerro dela Atalaya

    Cerro de losMurcilagos

    Cerrodel Moro

    Cuesta delDuende

    El Canuto

    El Conventode la Hoz

    El Gallumbar

    El Ladern

    El Lanchar

    El Pozuelo

    El Robledo

    El TejarViejo

    Fuente

    La Reina

    Fuente de

    las Pilas

    Fuente del

    Francs

    Fuente

    del Ro

    Gngora

    Jaula

    La Camorra

    La Capellana

    La Ciruela

    La Cuesta

    La Hoz

    La Majada

    La Salve yla Viuela

    Fuente de

    Jarcas

    La Sima

    La Torca

    Lanuste

    LasPiedras

    LasVboras

    Polj dela Nava

    Torre de

    la Plata

    Sierrade la

    Horconera

    Sierrade Rute

    Sierra dePollos o

    de Jaula

    La Serona

    SierraAlta

    Rute elViejo

    PuertoEscao

    Alcaira

    CabezaLebrera

    CerroChapines

    CerroPorras

    SantaLuca

    Molino delNacimiento

    Molino deFuentedura

    LasDelicias

    La Prensa

    Ermita yCortijo delos Villares

    Ermita deSan Jorge

    La Solana

    Cortijo

    del Pen

    Cortijo delChaparral

    Cortijode lasMelladas

    Cortijo deVichira

    Cortijo deVichira

    Cortijode Veleto

    Cortijo deLinares

    Cortijode Jaula

    Cortijo deCamarena

    CasillaPomar

    Casera delas Ubadas

    CaseraPlantoAlto

    Casa delPilar

    Casa dela Huerta

    Llano delFresno

    Loma delas Chozas

    LosCharcones

    LosHoyones

    LosPelaos

    LosVillares

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    MorrnGrande

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    ErmitaCalvario

    0

    3

    6

    9

    Km

    Cueva de losMurcilagos

    Zuheros

    ADEBO

    SantaRita

    36 37

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    21/91

    Introduccin: Donde el agua esculpe la rocaRUTA

    se dibujan a nuestro paso sino tambin en elporte del matorral y las encinas que muestranun aspecto almohadillado. El suelo altamentenitrogenado en estos ambientes se cubre deretamas y gamones.

    En la andadura por el cinturn ms norteode la sierra nos aguarda la bella atalaya de lalocalidad zuherea. La encrucijada de caminosinvita a visitar el ecomuseo y Cueva de losMurcilagos, en la parte ms alta y tras recor-rer unos kilmetros.

    Cuando los musulmanes, all por el siglo IXfundaron la enriscada villa deSuhayra, dimin-

    utivo desairque significapea, lo hicieron abuen seguro eligiendo un enclave privilegiado.

    En la actualidad, esta pequea localidadsubbtica es una de las ms visitadas de la

    provincia por muchos motivos. Al pasear porsus calles se disfrutar de un claro ejemplo dearquitectura popular con clara influencia me-dieval. Un pueblo blanco con rejas y balcones

    engalanados de macetas y arriates junto a laspuertas, un enclave donde se mima al mximola esttica de las fachadas.

    El paseo a pie por el casco urbano, a buenseguro resultar gratificante y tonificante por

    lo empinado de sus cuestas, cualquier esprituobservador disfrutar del encanto de uno delos pueblos ms bellos de la provincia deCrdoba.

    Conviene perderse por la estrechez de estascallejas donde ya habitaron mudjares en el ao1300, acceder a sus miradores como Las Esco-minillas (palabra derivada de colmenillas), unade las tribunas que desde el borde suroccidentalde la muralla da vistas al can del ro Bailn.

    Desde este balcn se puede descender a laparte ms baja mediante unas escalinatas.El paseo se adentra hacia el centro de la lo-

    calidad en direccin a la plaza y el castillo, nosin antes visitar otro privilegiado mirador alque tambin se accede por una calleja repletade olores de jazmn, rosas y romero, nume-rosas veces premiada por el embellecimiento

    de sus fachadas. El mirador de la Villa, se abreen una amplia balconada localizada en lo quefue el extremo ms occidental de la muralla.Desde l, se observan las ruinas del palaciorenacentista del seor de la Villa de Zuheros(1780). La cuenca visual obtenida desde esteemplazamiento es excelente, la espectacularpanormica permite contemplar el tajo del roBailn y el viaducto de la Va verde del Aceite,mientras al frente en la ladera opuesta se

    Acuarela de Zuheros 3

    RUTA 1: Atalayas y castillos

    38 39

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    Introduccin: Donde el agua esculpe la rocaRUTA

    tecido de agua al vecindario de la localidad.Su nombre le viene dado por una serie depilas minuciosamente labradas en piedra cali-za a distinto nivel. El agua mana a un ampliopilar de planta rectangular que a su vez viertea tres piletas de la misma fbrica, escalonadasy comunicadas entre s por rebajes de pretil.

    Desde Fuente de las Pilas y el cercano asenta-miento del Ladern existe una magnfica pa-normica del pueblo con el cerro de la Mulaa sus espaldas. Una visin que ha inspirado a

    poetas y viajeros que desde estos lugares sehan sentido sobrecogidos por este escenario.

    La Torre de la Plata, obelisco sin firmamentoque se hunde en las sombras del espacio y eltiempo, all en las entraas de la sierra, entrela caada y el recinto, entre la cornicabra y elolivo,...

    Alfonso Snchez,Museo arqueolgico de Doa Menca

    La torre de la Plata es otra de las atalayas deeste borde septentrional serrano. Esta torreviga guardaba y vigilaba el viejo camino queune Baena con Cabra, por la ladera norte dela Subbtica. Su situacin es, al igual que elcastillo de Zuheros, estratgica por avistarsedesde ella gran parte de la campia. Aunquesu estado es ruinoso, existen indicios de quehubo un pequeo recinto amurallado entorno a ella.

    La atalaya, de forma prismtica, se alza ma-

    jestuosa a ms de 7 metros. En su origen

    se acceda a ella por una pequea puerta oventana abierta al Este de la planta superiormediante una escalera desmontable, comoera comn en estas torres. En la actualidad,apenas presenta los muros y algunos restosde la bveda y sus arranques con pechinas desustentacin, que cubran la planta inferior.

    En el ao 2008 se realizaron numerosos tra-bajos arqueolgicos para estudiar el origen deesta torre que fue datada sobre el siglo XIV. Setrata pues de una atalaya que ms que defen-siva, cumpla en el pasado una funcin de re-fugio para el campesinado en los numerososmomentos de inestabilidad provocada por las

    continuas incursiones de los ejrcitos nazares.

    Sobre la base rocosa de una antigua fortalezaromana se levanta imponente el castillo de LuqueHisn Lukk, declarado como bien de inters cultural.Se cree que tiene su origen en las postrimeras delemirato Omeya all por el siglo IX aunque fueron losrebeldes mulades Omar Ben Hafsun e Ibn Mastanalos que lo convirtieron tras su conquista en fortalezay centro de operaciones aprovechando su ubicacinestratgica.

    Ya en el siglo XIII, durante la Reconquista, fuetomado por Fernando III el Santo en 1240 comobaluarte fronterizo con el Reino de Granada. Losrestos que hoy en da se conservan en su mayora

    pertenecen a esta poca. La silueta del castillo deLuque se ha convertido en smbolo de la localidadsobre la que se alza. Sus paredes de mampuesto ysillarejo se extienden a lo largo de las murallas y dedos destacables torreones. Adems, la fortaleza yel recinto amurallado, en su exterior se localizan losrestos de una antigua alcazaba donde posiblementeresidan aquellas familias relacionadas con la defensade esta fortaleza. A ello se unen aljibes que captabany almacenaban el agua de veneros y simas cercanas.

    Todo este complejo hace del castillo de Luque unode los recintos amurallados ms completos que seconservan en Andaluca.

    Califato

    Castillo de Luque

    observa un pen donde exista una pequeaalquera en el siglo XIII.

    Despus de la visita obligada a los miradores,el protagonismo lo marca la plaza central delpueblo (Plaza de la Paz), un punto de intersexcepcional. Junto a ella se localiza el MuseoArqueolgico y la iglesia de Nuestra Seora delos Remedios cuya base pertenece al alminar deuna antigua mezquita. Pero el elemento ms

    llamativo lo constituye el castillo. Muy cerca del un alojamiento juvenil dedicado a la educa-cin ambiental hace referencia obligada a suubicacin, el albergue Los Tajos del Bailn.

    2. Junto a la Va verde del Aceite

    En el discurrir por el borde norteo del parquenos encaminamos hacia la siguiente localidad:

    Doa Menca. La va verde del Aceite se pre-senta como compaera de viaje en este tramosirviendo de lmite septentrional del espacioprotegido. A su vez tambin representa elcontacto del borde calizo y agreste de la sierracon tierras de campia en las que domina elolivar, un contraste que quedar patente a lolargo de esta parte del recorrido.

    La siguiente parada propuesta se produce

    al llegar a la antigua estacin frrea de DoaMenca. En la actualidad, la cantina continaabierta ofreciendo al viajero su servicio derestauracin. En este punto deberemos dejarel vehculo para hacer un breve recorrido a pieque nos conducir a Fuente de las Pilas y LaTorre de la Plata, dos elementos singulares vin-culados estrechamente a la historia menciana.Por un lado, el manantial de las Pilas ha abas-

    Vista general de Zuheros

    Torre de la Plata5

    4

    6

    40 41

    I t d i D d l l l

    RUTA 1 At l till

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    Introduccin: Donde el agua esculpe la rocaRUTA 1: Atalayas y castillos

    Con el tiempo, estas refriegas tan frecuentesdisminuyen sobre todo por el pacto entre elConde de Cabra y los nazares y la posteriordesaparicin del Reino de Granada. La torrede la Plata perdi su carcter defensivo y sufuncin pas a ser de almacn o silo y refugioganadero que la llev al estado de abandonoque encontramos en la actualidad.

    Pero no acaba aqu el protagonismo de esteenclave, ya que sorprendentemente hace po-cos aos una excavacin ha sacado a la luz laexistencia anterior de una necrpolis visigodafechada en el siglo VII, sobre la que curiosa-mente se asienta la torre sin ningn tipo derelacin con la misma. En este antiguo ce-menterio se han excavado un total de oncesepulturas, algunas de ellas con inhumacio-nes mltiples y con piezas de ajuar funerariotestigo del ritual de inhumacin, como son losjarritos cermicos propios de las sepulturas deesta cronologa.

    A modo de curiosidad se puede citar la men-cin que de esta torre hace el escritor JuanValera en su obra Las ilusiones del doctorFaustino (1975), cuyo protagonista paseabapor el cerro de la Atalaya, donde se conser-vaban an los restos ruinosos de un torrendesde el cual se oteaban los campos y se des-cubra mucho horizonte.

    Nos despedimos de la localidad de DoaMenca no sin antes pasear por su cas-

    co histrico y visitar el interesante

    museo arqueolgico. Sus acei-tes y vinos tampoco dejarn

    indiferente al visitante.Rumbo a Cabra,

    por el anti-

    guo camino, nos sor-prende el reade descanso delHenazar, lugaren el que se si-ta una fuentecaminera en laque el agua vierte

    desde una atarjeahacia dos grandespilares rectangularesunidos por el caractersticorebaje de pretil.

    De aqu en adelante el itinerario contina porla CO-6211 hasta el municipio egabrense. Un

    trazado con escaso trfico bordea la parte no-roeste de la sierra y discurre casi paralelo a lava verde del Aceite cruzndola en varias oca-siones mediante viaductos y pasos a nivel.

    El Cerro Camarena se levanta imponente conese aspecto calizo de alta montaa, desolado,superando los 1.100 m de altitud, una moleque en la vertiente opuesta sirve de escolloal Polj de la Nava. Esto obliga a que tanto eltrayecto como la va verde discurran parale-los en su afn de bordear esta vertiente de lasierra.

    Los antiguos pasos a nivel que mantienen enpie la casilla de guardabarrera siempre a lasombra de grandes rboles ofrecen la oportu-nidad de detenerse y pasear por sus alrededo-res. Cercano al paso de el Planto se localiza

    el tnel del mismo nombre, uno de los atracti-vos de la va verde.

    En otros casos, la interseccin con el antiguotrazado del ferrocarril del aceite se realiza me-

    La va verde del Aceite sigue el trazado de un

    antiguo ferrocarril construido entre los aos 1882

    y 1893 entre Linares-Puente Genil. Esta lnea se

    dedicaba al transporte de metales de las minas

    linarenses y al aceite de oliva, de ah que se le

    conozca como la Va Verde del Aceite. El destinode estas mercancas era el puerto de Mlaga y

    los mercados del sur de Andaluca. El ferrocarril

    qued abandonado definitivamente en el ao 1985

    y quince aos ms tarde se desmantel siendo

    acondicionada esta abandonada va frrea como va

    verde para uso y disfrute de quienes quieren pasear

    por ella o recorrerla en bicicleta.

    El trazado de esta va verde en la provincia de

    Crdoba se inicia sobre el viaducto que salva el

    cauce del ro Guadajoz que marca el lmite con la

    provincia de Jan. Poco despus se arriba a uno

    de los puntos de inters ambiental: la laguna delConde o del Salobral, declarada como reserva

    natural. El trazado utiliza una elevacin natural del

    terreno para ofrecer una serie de miradores sobre

    esta zona hmeda plagada de aves acuticas entre

    las que destaca el flamenco, que encuentra en este

    ambiente salobre un lugar idneo para alimentarse y

    descansar. Es curioso tambin fijarse en la vegetacin

    adaptada a estas condiciones salobres.

    Ms adelante se llega a la antigua estacin de

    Luque, hoy en da acondicionada como restaurante

    donde an se mantienen algunos de los elementos

    de estos edificios ligados al ferrocarril. El apeadero

    de Zuheros, continuando el itinerario, tambin ha

    sido habilitado como oficina de turismo donde

    recabar informacin acerca de toda la comarca. El

    paso por el viaducto que salva el tajo del ro Bailn

    sobrecoge por sus dimensiones y su estructura

    metlica, cuestiones que han hecho que se incluyaen numerosos catlogos de puentes con valor

    monumental.

    La siguiente estacin que encontramos en nuestro

    trayecto por la va verde subbtica es la de Doa

    Menca, que al igual que la de Luque ha sido

    transformada en restaurante cantina. La austeridad

    del tnel del Planto (140 m) y la espectacularidad

    del viaducto de la sima de Cabra (132 m.) nos llevar

    a la localidad egabrense mientras continuamos

    bordeando el macizo subbtico.

    La antigua estacin de Cabra es un punto obligadode visita. Este edificio tambin fue restaurado para

    albergar el centro de interpretacin del Tren del

    Aceite donde se describen todos los pormenores de

    este antiguo trazado ferroviario en el pasado.

    La va verde del Aceite abandona el Parque Natural

    Sierras Subbticas al que ha servido de lmite y se

    adentra en tierras de campia en direccin a Lucena

    y la pedana

    de Navas

    del

    Selpillar.

    Va verde de la Subbtica

    Una segunda oportunidad para un trazado frreo

    Halimium halimifolium

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    Puente sobre el ro Bailn8

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    RUTARUTA

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    RUTARUTA

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    En un risco calizo que domina la poblacin deZuheros se ancla el castillo del mismo nombre.Aunque su origen se remonta a poca musulmana,

    ha sufrido numerosas transformaciones y reformasarquitectnicas, la ms importante fue suadecuacin como estancia palaciega por parte de losseores de Zuheros durante el siglo XVI.

    Su ubicacin estratgica sobre la roca prominentey su orientacin al Sur dominando gran parte de lacampia, hizo del castillo un elemento defensivode primer orden durante el asedio de Fernando IIIel Santo, adems era de vital importancia para la

    vigilancia y el control del camino que una Crdobacon Granada.

    La torre cuadrada y con almenas que domina elconjunto se une al resto de los baluartes que seanclan a los salientes rocosos. Desde esta atalaya alborde de la sierra se divisan gran parte de las tierrasde olivar que se extienden por la campia.

    La fortaleza y el entorno de murallas que seextienden a lo largo de gran parte de la poblacin,constituyen hoy en da un excelente ejemplo andaluzde fortificacin bajomedieval en los siglos XIII y XIV.

    Castillo de ZuherosCastillo de Zuheros

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    diante viaductos, caso del conocido comode la Sima que se presenta ante nuestra vistasalvando espectacularmente la vaguada delarroyo del Fresno. Las aguas de este cauce ho-radan el lecho e irrumpen en este tramo por

    zonas de olivar que se ven interrumpidas pormanchas de vegetacin autctona.

    La siguiente parada se localiza en la monu-mental ciudad de Cabra para continuar msadelante en direccin a Rute por una de sustravesas. El casco histrico y las huertas cir-cundantes han hecho de este municipio unode los referentes tursticos de la comarca.Tambin cerca de la localidad los ms peque-os pueden sensibilizarse y aprender sobre lanaturaleza, pues inmerso en un olivar se en-cuentra el Cortijo de Fras que combina aloja-miento rural y educacin ambiental.

    La parte final en compaa de la Va Verde delAceite se realiza en esta ocasin por el bordeoccidental de las Sierras Subbticas, atrs que-da la localidad egabrense. El ltimopaso a nivel invita a detener el vehculo al am-paro de una higuera situada junto a la casilla

    de guardabarrera. El objetivo no es otro queapreciar dos bellos pozos artesanales en ellado opuesto. El ms inferior posee un brocalabierto bien encalado y en su lado una pila la-vadero, el otro en un nivel superior y bajo un

    nogal es un claro ejemplo de pozo con cpulaabierto en su vertiente sur.

    3. El Pasillo de Gaena y Burbunera

    Al ganar altura se adivinan ya unas panormi-cas excepcionales. La ascensin al puerto quebordea el cerro de la Camorra permite aden-trarse en el borde calcreo y observar en suparte ms alta un fenmeno singular. Junto alborde izquierdo de la carretera, van a apare-cer unos sugerentes estratos de calizas nodu-losas de color rosado ligeramente inclinadosque llamarn la atencin. Estos sedimentos

    pertenecen a los depsitos que se acumularonen el mar al final del periodo Jursico, desdeeste punto elevado cuesta creer precisamenteque esos materiales se encontraron hace mu-cho tiempo en lo ms profundo del mar.

    El descenso nos va a conducir hacia la peque-a aldea de Gaena-Casas Gallegas, un dise-minado que extiende sus casas y huertas a lolargo del arroyo de la Ciruela. Dicho arro-yo acompaa el trazado en direccin a Rutemientras su cauce va ganando categora, to-mando poco a poco entidad de ro y cambian-

    do su nombre por el de Anzur.

    Este valle es conocido entre otras cosas por suriqueza en manantiales, siendo el ms renom-brado el de agua mineral de Zambra. Peropara conocer mejor los entresijos que formanestos arroyos y valles hay que adentrarse en laaldea de El Nacimiento, dejando la compaadel Anzur camino a Burbunera.

    Estratos de calizas nodulosas

    Pozo artesanal

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    Introduccin: Donde el agua esculpe la roca

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    Introduccin: Donde el agua esculpe la rocaRUTA

    Al ganar altura, pronto irn apareciendo lasmoles rocosas de la vertiente sur de la sierraAlta de Rute y de la Horconera que se levan-tan a lo lejos sobre las tierras de olivar, unaperspectiva totalmente distinta. Es en la partems baja donde espera otro pequeo teso-ro de estos interfluvios, mientras la presenciacada vez ms frecuente de pequeas casas yhuertas muestra la importancia de estos oasislineales.

    El arroyo de la Tijeras confluye con el arroyode las Labores, dos de los principales afluen-tes de ro Anzur. Ambos cauces drenan unaextensa cuenca que se extiende desde la ver-

    tiente norte de la sierra de la Horconera y am-bas de la Gallinera, de manera que sus caucesraramente van a aparecer secos, mantenien-do un bosque lineal de lamos negros, fresnosy sobre todo olmos. Se puede comprobar elbuen estado de salud de estos rodales que semuestran resistentes a la grafiosis. Esta en-fermedad patente en la mayora de los olmosde todo el pas es prcticamente inexistenteen las continuas olmedas que acompaan alos arroyos mencionados.

    La grafiosis es una grave enfermedad que

    viene afectando desde hace aos a todas laspoblaciones de olmos de Espaa implican-do a grandes poblaciones. El responsable esun hongo que tapona los vasos conductorespor donde circula la savia, provocando que elrbol se marchite. Pero para que el hongo pe-netre en la planta cuenta con la inestimablecolaboracin de un tipo de escarabajo que sealimenta de hojas y madera y que lleva adhe-ridas en su cuerpo las esporas. De esta forma

    el insecto acta de vector y diseminador delhongo. Otra va de infeccin es a travs de lasraces de olmos prximos por donde viajan lasesporas hasta alcanzar los vasos conductores.Cuando el rbol enferma se va marchitando yamarilleando hasta que todas las hojas se se-can y en tan solo unos meses muere. El paseoparalelo a estos bosques lineales es agradabley muestra un mayor policromismo en pocaotoal cuando el follaje se torna ocre-amari-llento. Para disfrutar de este entorno propo-

    Fuente de La Higuera

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    Aldea de Burbunera

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    nemos una parada poco antes de la aldea deBurbunera, en un ensanche junto a la carre-tera del que parte un camino que desciendehasta el arroyo. En la orilla opuesta existe unafuente conocida como de La Higuera, dondeel agua mana fresca desde un mampuesto depiedra encalada y tapizada de helechos, comoel culantro de pozo o cabello de Venus.

    En la aldea de Burbunera an se mantienenmuchas casas con esa arquitectura popular defachadas blanqueadas, gruesos muros y ven-tanas pequeas a la sombra de los emparra-dos. La travesa resulta acogedora avistndoseal frente la vertiente noroeste de la sierra deHorconera. Un pasillo claramente delimitado

    y paralelo al cauce que ha quedado atrapa-do entre dos cerros, el de la derecha conocidocomo Morrn Chico y el de la izquierda, msespectacular, llamado Morrn Grande. Esteltimo muestra gruesos estratos calizos ligera-mente plegados en una de sus caras donde laroca aflora en la parte superior, que segura-mente no pasarn desapercibidos.

    4. Rute el Viejo y El Canuto:Atalayas de Sierra Alta

    El itinerario propuesto nos conduce en direc-cin a la localidad rutea. Este nuevo tramorecorre toda la cara noroccidental de la sierraAlta de Rute que supera los 1.300 metros y

    Aldea de Palomares con la Sierra Horconera al fondo

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    Introduccin: Donde el agua esculpe la roca

    RUTARUTA 1: Atalayas y castillos

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    g p

    el rea recreativa donde se disponen bancos ymesas de descanso y un panel interpretativodel paisaje justo en un punto estratgico que

    ofrece unas bellas panormicas al sur, hacia elembalse de Iznjar. Si el da es claro se pue-den observar las estribaciones norteas de losmontes de Mlaga.

    En el lugar de entrada al rea Recreativa deEl Lanchar, y en su lado opuesto de la ca-rretera, asciende un camino hacia la partems alta de la sierra de Rute. Dicho caminoserpenteante entre pinares nos conducir ala torre-atalaya El Canuto. El esfuerzo se verrecompensado por las estupendas vistas quetendremos desde este enclave.

    La torre-atalaya El Canuto se encuentra en laparte elevada de la sierra rutea, en el cerrodel Hacho, a 1.041 m de altitud. Su nombre

    se debe a la forma cilndrica decreciente en al-tura. Desde la parte ms alta o terraza se rea-lizaban las seales de aviso ya que su origense remonta al periodo de inestabilidad de lafrontera entre el reino granadino y el cristia-no, al ser construida por los musulmanes paradefenderse de las incursiones cristianas queintentaban conquistar el territorio entre 1326y 1341, periodo en el que Rute el Viejo vuelvea formar parte del Reino de Granada. Desdeesta atalaya existen unas panormicas excep-cionales a la vertiente sureste de las Subbti-cas, destacando el embalse de Iznjar.

    5. Vichira y Los Villares. Entre laHorconera y la Gallinera

    Para cont