SI LA LLAMAMOS COPITO A DIANA DE LOS ÁNGELES A los poemas de Dios nadie puede describirlos, porque...

6
SI LA LLAMAMOS COPITO A DIANA DE LOS ÁNGELES

Transcript of SI LA LLAMAMOS COPITO A DIANA DE LOS ÁNGELES A los poemas de Dios nadie puede describirlos, porque...

Page 1: SI LA LLAMAMOS COPITO A DIANA DE LOS ÁNGELES A los poemas de Dios nadie puede describirlos, porque ellos son como ríos de transparente fulgor...y esto.

SI LA LLAMAMOS COPITO

A DIANA DE LOS ÁNGELES

Page 2: SI LA LLAMAMOS COPITO A DIANA DE LOS ÁNGELES A los poemas de Dios nadie puede describirlos, porque ellos son como ríos de transparente fulgor...y esto.

A los poemas de Dios nadie puede describirlos,

porque ellos son como ríos

de transparente fulgor...y esto es lo que

esta perrita es en terminos concretos:

Un manantial de sonetos brotados del corazón

Page 3: SI LA LLAMAMOS COPITO A DIANA DE LOS ÁNGELES A los poemas de Dios nadie puede describirlos, porque ellos son como ríos de transparente fulgor...y esto.

Si la llamamos “Copito”...podría también llamarse agua,

por eso de la pureza que aflora en esta palabra

del hontanar infinito.

No tuvo que ir a Harvard para graduarse de can,

ni fue en algún “taller” de poesía...

Page 4: SI LA LLAMAMOS COPITO A DIANA DE LOS ÁNGELES A los poemas de Dios nadie puede describirlos, porque ellos son como ríos de transparente fulgor...y esto.

Donde aprendió que la filantropía,consiste en ser sincero, bondadoso y leal.

Ella es todo blancura y al serlo es ella misma,

que no es ningún otoño trasuntado en llovizna...

si no es un Himalaya...convertido en ternura.

Page 5: SI LA LLAMAMOS COPITO A DIANA DE LOS ÁNGELES A los poemas de Dios nadie puede describirlos, porque ellos son como ríos de transparente fulgor...y esto.

Y aunque en ninguna academia

se haya graduado de nada,

todos los doctores juntos no la podrían igualar,

en eso de madrugar... a traer la madrugada

Page 6: SI LA LLAMAMOS COPITO A DIANA DE LOS ÁNGELES A los poemas de Dios nadie puede describirlos, porque ellos son como ríos de transparente fulgor...y esto.

José Trino Campos