¿Y si hubiera una niña en Scepter 4? Por Azano Kouhei

Anna: “…No entiendo…”

Munakata respondió ante el comentario de Anna con un “Bien”, mostrando su sonrisa habitual.

Munakata: “¿Qué es lo que no entiendes?”

Anna: “… ¿Por qué un rompecabezas? “

Munakata: “Porque es uno de mis pocos pasatiempos, ¿No te gusta?”

Anna: “…es todo blanco “

Munakata: “Tienen un orden especial. La forma de cada pieza es diferente, ¿vez? “

Actualmente, los dos se encontraban en Scepter 4, en la oficina de Munakata. Estaban

sentados en medio del tatami que cubría la sala, y un rompecabezas estaba frente a ellos.

Desde que Anna regreso de la escuela decidieron tomar lo que se suponía iba a ser un breve

receso. Para empezar, Anna estaba por ir a su habitación diciendo que quería jugar un juego, y

fue ahí cuando Munakata la detuvo, por alguna razón, comenzó a hacer un rompecabezas.

Muy razonable, Anna señaló que esto no cuenta como juego, Munakata reacciono con un “¿En

serio?”, pero por otro lado no mostro signos de prestar atención a sus palabras. Al final, sin

más remedio, Anna también tuvo que realizar el rompecabezas blanco en un concurso de

miradas.

A pesar del alto nivel de dificultad del rompecabezas, Anna empezó uniendo las piezas que

eran iguales, haciendo uso de su capacidad de la percepción. Munakata estaba observando la

escena con satisfacción.

Anna: “Siempre he pensado que los reyes tienen demasiado tiempo libre en sus manos”

Munakata: “Fufu, eso demuestra que tienen subordinados capaces. Pero aparte de eso, ¿Cómo

estuvo la escuela hoy?”

Anna: “… ¿Así que me detuvo por que quería saber eso?”

Munakata: “Puede ser solo un papel, pero soy tu tutor legal, ¿sabes?”

Anna: “…Nada nuevo”

Munakata: “¿Hiciste nuevos amigos?”

Anna: “… Como ya dije, nada nuevo. No hay manera de que encontrara a alguien que se llevara

conmigo”, Anna respondió fríamente mirando el rompecabezas con la mirada hacia abajo. A

pesar de la frialdad de su frase que ocultaba sus emociones perfectamente, su voz sonaba más

pequeña y apretada que de costumbre.

Munakata: “Me temo que no se puede evitar”, comento Munakata, con su voz calmada.

Sin pensarlo, Anna levanto la cabeza.

Munakata: “No puede haber muchos niños tan peculiares como tú en una escuela normal…

aaah, y no me refiero a las habilidades sobrenaturales. Estoy hablando de tu mentalidad”

Anna: “… ¿Así que no puedo hacer amigos porque soy extraña?”

Munakata: “¿Quieres hacer amigos?”

A la pregunta de su tutor, Anna solo apretó sus labios con fuerza sin levantar la cabeza. La

verdadera respuesta estaba mostrada en su rostro, pero ella parecía dudar en expresarla.

Munakata: “Haciendo amigos a través de la adulación y pretensión no tiene valor. El mundo es

grande e innumerables personas viven en ella. Entre ellos, hay alguien que naturalmente se

llevaría bien contigo. Tan simple como buscar a esa persona sin prisas… Ah, pero si alguien

trata de intimidarte, por favor infórmame, ¿de acuerdo? Voy a tratar con ellos de la manera

más adecuada”

Anna: “… Estas siendo aterrador”

Munakata: “Oh, si no me arreglo puntualmente, hay posibilidad de que otros, como

Doumyouji-kun o Hidaka-kun, que se dedican a hacer frente a los delincuentes, y su forma de

tratar el asunto puede ser más drástico que la mía. Awashima-kun no se quedara con los

brazos cruzados, estoy seguro, así como algunos otros, ya que todo el mundo te ama mucho”

Anna: “… Eso es molesto”

Munakata: “Así es como son las relaciones humanas. Y a lo que llamamos amistad está más

allá de este camino”

Anna suspiro. Ese suspiro, sin embargo, fue un poco más elevado que antes.

Anna: “…Por cierto Reisi, ¿tienes amigos?”

La mano de Munakata se detuvo en pleno movimiento de colocar una pieza del rompecabezas

en el lugar apropiado. El parpadeo una vez y dejo escapar una leve risa.

Munakata: “Los Reyes están solos”