Sevilla Misterios y Leyendas - Historia - Smyl.2012

7/29/2019 Sevilla Misterios y Leyendas - Historia - Smyl.2012

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El Libro

Tienes curiosidad por conocer a fondo Sevilla. Nunca te cont alguien alguna leyenda omisterio de la ciudad?, algn familiar, cualquier vecino o conocido.Las Leyendas y Misterios, sin olvidar la propia Historia, de esta maravillosa ciudad, que ostentalos ttulos de Muy Noble, Muy Leal, Muy Heroica, Invicta y Mariana Ciudad de Sevilla.Este libro pretende ser una recopilacin de toda esa informacin, y es simplemente una versindigital del blog Sevilla Misterios y Leyendas, disfruta de ella.


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CopyRight

--------------------------------------ISBN #: 978-1-291-04065-4

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safecreative: 1208202144181

--------------------------------------SEVILLA MISTERIOS Y LEYENDASHISTORIA

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Antoniocamel2012

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2012smyl


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Prologo y Dedicatoria

Conocer la Historia de tu tierra, de su gente, de sus tradiciones y cultura es de las ms apasionantese ilustrativas actividades intelectuales que uno pueda realizar. Sevilla, la Hspalis romana e Isbyliarabe, la ciudad esplendorosa del Renacimiento y Barroco, la romntica Sevilla, es todo un

compendio de arte y cultura. Profundizar en sus esencias es sumergirse en un fascinante mundo deensueo, de msica y poesa.

Prologo de Romualdo de Gelohttp://www.degelo.com

Dedicado a l@s sevillan@s en general, ya sean de la capital o de la provincia, porque tod@scontribuimos a que esta ciudad sea lo que es.

antoniocamel.-

Quien no ha visto Sevilla, no ha visto maravilla


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Agradecimientos

Mi agradecimiento a todas las personas que han hecho posible la realizacin de este proyecto,gracias a sus artculos publicados en la red, as como a la informacin encontrada en la misma hanservido para confeccionar esta recopilacin.

Fuentes consultadas:

http://archicofradiasacramentaldepasion.blogspot.com

http://arkeologia.blogspot.com

http://blueboyspain.wordpress.com

http://celtibero-popeye.blogspot.com

http://edlo.en.eresmas.com/

http://es.wikipedia.org

http://esasevilla.blogspot.com

http://guadalquivir.zoomblog.com/

http://hemeroteca.abc.eshttp://iescamposytorozos.centros.educa.jcyl.es/sitio/

http://lacomunidad.elpais.com

http://lapeseta.iespana.es/historia.htm

http://leyendasytradiciones.blogspot.com/

http://livingviajes.com

http://personal.us.es

http://retratosdemisevilla.blogspot.com/

http://rinconcino.blogspot.com.es

http://sevillaciudaddeembrujo.blogspot.com

http://sevilladailyphoto.blogspot.comhttp://sevillapedia.wikanda.es

http://urbanismoyterritorio.redsa.info/

http://wikanda.sevillapedia.es

http://www.abcdesevilla.es

http://www.artesacro.org/

http://www.degelo.com/

http://www.erroreshistoricos.com

http://www.forosperu.net/

http://www.galeon.com

http://www.leyanda.org/

http://www.mundocofrade.com

http://www.muyinteresante.es/

http://www.panoramio.com

http://www.paseandoporsevilla.com/

http://www.sevillaen360.es/

http://www.sevillaferiaabril.com

http://www.sevillaguia.com/

http://www.sevillainformacion.org/

http://www.sevillanisimo.es/

http://www.taringa.net


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ndice

El libro

Prologo y Dedicatoria

Agradecimientos

Historia de la ciudadBajos fondos en la Sevilla del siglo XVII

Barrio de Triana

Calle de la Sierpe

Calle de las Cruzez

Convento de San Francisco (hoy plaza nueva)

Corpus Christi

Cruz de la Inquisicin

Cruz de las Culebras

Cruz de los PolainerosCruz del Campo

Cruz del juramento

El Capitn Cepeda

El Costurero de la Reina

El capirote del nazareno

Exposicin Iberoamericana

Hospital de Las Bubas

Iglesia de Santa Catalina de Alejandra

La Feria de Abril

La judera

La Roldana

La Semana Santa

La Torre de Don Fadrique

La vuelta al mundo

Los Duros Sevillanos

Los Seises

Monte Gurug

NO8DO (nomadejado)

Navidad en SevillaPuertas y Murallas

Reales Alczares

Santa Justa y Rufina

Tribunal de la Inquisicin Santo Oficio

Una de Vikingos

Wuadi al Kebir

Prximas publicaciones


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Historia de la ciudad

Sevilla goza de una impresionante historia, vive fuera de la realidad que la atrapa. Esa realidad no secorresponde con los siglos pasados.Cuentos y leyendas prerromanas, romanas, gticas, mudjares, barrocas, neoclsicas, eso es Sevilla.La historia de Sevilla est ntimamente ligada a la del ro Guadalquivir, pues desde sus orgenesdesempe el papel de puerto fluvial y puente entre el Ocano Atlntico y el interior de la reginandaluza. Tampoco podemos olvidar el protagonismo de Sevilla como encrucijada de caminosterrestres entre el Norte, el Este y el Oeste de la Pennsula Ibrica. Ya en los albores del primermilenio a.C., el suelo sevillano estaba predestinado a convertirse en la sede del gran emporio delGuadalquivir.

La Sevilla primitiva naci all donde el cauce del ro dejaba de ser navegable para las grandesembarcaciones. Las excavaciones arqueolgicas emprendidas en la Cuesta del Rosario permitenafirmar que el asentamiento humano se hizo estable hacia el siglo IX a.C.

poca Tartesica:

No es seguro que existiera una ciudad llamada Tartessos, dado que an no se ha encontrado suubicacin. Aunque estn perfectamente documentados otros poblados a lo largo del valle delGuadalquivir, territorio de expansin de la Civilizacin de Tartessos, la ubicacin de la capital,estara situada en el cauce del rio Tartessos (Guadalquivir), en algn punto entre la actual Coria delRo y la zona frontera al Aljarafe sevillano.

poca Romana:La ciudad romana de Hspalis, ubicada junto al Guadalquivir, en la actual Sevilla, logr ser uncentro comercial de los ms importantes de la Hispania romana. La ciudad residencial era Itlica,enclavada en Santiponce.Hay que subrayar que la primera referencia romana es del ao 206 antes de Cristo, cuando seregistr la batalla de llipa y se fund Itlica. A partir del ao 45 antes de Cristo, con la segundallegada de Csar a Sevilla. Coincide con la batalla de Munda y la concesin a la ciudad del ttulo de

Colonia Julia Romula Hspalis.
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poca Visigoda:Tras la cada del Imperio Romano, diversos pueblos brbaros llegaron en incontenibles oleadas, eHspalis, fue ocupada sucesivamente por Vndalos, Suevos y Visigodos. Estos ltimos, la hicieroncapital de su reino, su nombre era Spalis. Durante aquel periodo de esplendor, que se prolonghasta bien entrado el siglo siguiente, brillaran con luz propia figuras Hispalenses tan notables comoSan Isidoro y San Leandro.

poca musulmana:

La conquista de la Pennsula Ibrica fue en realidad una fase ms de la expansin musulmana por lacuenca del Mediterrneo desde mediados del siglo VII.Durante los cinco siglos de dominacin islmica, Sevilla desempe un papel poltico y cultural deprimer orden. El nombre romano de Hspalis se troc por el de Isbylia, desde que la ciudad fueconquistada en el ao 712. En el transcurso de los siglos VIII y IX, numerosos contingentes rabesfueron asentndose en Sevilla.

poca cristiana:En el ao 1248, despus de dos aos de asedio el rey Fernando III consigui la rendicin de losmusulmanes de la ciudad de Sevilla. En poco tiempo se expulsa a la poblacin musulmana y el solares repartido entre los conquistadores. Se le da una nueva demarcacin urbana en diferentesdistritos, siempre alrededor de sus respectivas parroquias (muchas de ellas mezquitas reconvertidas).La mezquita mayor sera derribada para construir la catedral.
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poca Mediaval:Tras la reconquista cristiana, Sevilla se convirti en la capital de un extenso reino, de perdurablevigencia civil y eclesistica. Fernando III permaneci en la ciudad hasta su muerte en 1252; en lacatedralicia Capilla Real, a los pies de la Virgen de los Reyes que tanto venerara en vida, reposa sucuerpo incorrupto, en la esplndida urna de plata que labrara el orfebre barroco Juan Laureano dePina con motivo de su canonizacin en 1671.Tan pronto como Fernando III tom posesin de la ciudad no escatim tiempo en arbitrar sureparto y organizacin con arreglo a las leyes, fueros y usos castellanos.Considerada la ciudad perteneciente a la Corona por derecho de conquista, el monarca procedi alreparto de la ciudad y de su trmino entre los miembros de su familia, los infantes, los ricoshombres, los prelados, los caballeros, las rdenes militares, las rdenes religiosas, todos los que leayudaron en la magna empresa de la conquista.

poca Renacentista:Con el Descubrimiento de Amrica en 1492 se inicia la Edad Moderna y Sevilla se erige, durantems de dos siglos, en puerto y puerta del Nuevo Mundo. Encuentro de culturas en un continuoflujo y reflujo, cual si de vasos comunicantes se tratara, la imagen de Sevilla quedara grabada demanera indeleble en las retinas de cuantos se disponan a emprender la Carrera de Indias. La riquezaeconmica generada por el nuevo mercado americano transform a Sevilla en la meca del comerciooccidental, atrayendo tanto a comediantes como a banqueros extranjeros, artistas y navegantes denombrada, misioneros deseosos de convertir almas y aventureros sin escrpulos. La urbe de losSiglos de Oro, que lleg a ser llamada Roma triunfante en nimo y nobleza se convirti durante elQuinientos en la principal ciudad de Espaa y en una de las diez ciudades mayores de Europa.

poca Barroca:A pesar de la opulencia vivida durante la centuria anterior, la Sevilla del siglo XVII no pudosustraerse a la grave crisis econmica que por entonces afectaba a Europa en general, y a Espaa enparticular. Esta decadencia, agravada en nuestra urbe por frecuentes calamidades pblicas, caso delas nefastas riadas y epidemias de peste, por fortuna no se correspondi con el florecimiento queexperimentaron las Artes en todas sus manifestaciones.
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Nos encontramos a una Sevilla menos tumultuosa, menos ebullante. Ahora la ciudad se va acaracterizar por la miseria, mendigos y hospitales. El estamento eclesistico, ms que mantener supoder y riquezas lo aumenta. Llegarn a existir un total de 6 monasterios, 36 conventos de frailes yclrigos regulares y 28 de monjas adems de las 29 parroquias. El siglo XVII es la centuria de lasprocesiones, de las rogativas, de las hermandades de penitencia. La febril religiosidad marc sinduda alguna las realizaciones artsticas de estos aos. Clara manifestacin de ello es el gran

desarrollo de la imaginera, o el que grandes maestros de la pintura fueran absorbidos por losencargos eclesisticos, caso de Murillo, Zurbarn o Valds Leal.

poca contempornea:La primera pgina del siglo XIX se abri en circunstancias aciagas para la ciudad de la Giralda. En1800, una espantosa epidemia de fiebre amarilla se extendi por toda Sevilla, cercenando un terciode su poblacin en solo cuatro meses. Pocos aos despus, una nueva amenaza, la de la InvasinFrancesa, se cerna sobre los sevillanos. Estos se destacaron por sus sentimientos anti napolenicos,multiplicndose por doquier las conspiraciones y levantamientos populares, aunque tampocofaltaron actitudes colaboracionistas.
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Bajos fondos en la Sevilla del siglo XVII

En la Espaa del siglo XVII, muchas personas vivan al margen de la ley, dedicadas al crimen, elfraude o la prostitucin. Poda encontrrselos en todas las partes y ciudades, pero fue en Sevilladonde alcanzaron ms notoriedad. Para los hombres de la poca, la capital andaluza, que hastaentrado el siglo XVII fue el boyante centro del comercio con las Indias, apareca como un foco deatraccin y refugio de maleantes.

Se la llamaba Nnive, Babilonia, El Cairo, Guzmn de Alfarache, protagonista de la novela delmismo ttulo escrita por Mateo Alemn, que la describi como la mejor tierra del mundo estbien acomodada para cualquier granjera, porque hay mercantes para todo. Es patria comn, dehesafranca, udo ciego, globo sin fin, madre de hurfanos y capa de pecadores, donde todo es necesidady ninguno la tiene. No es raro que fuera escenario de las novelas picarescas de la poca, como

Rinconete y Cortadillo, o Guzmn de Alfarache.

La gente de mala vida constitua casi una raza en medio de la poblacin, una comunidad aparte consus propias normas y costumbres. A sus miembros se les daba el nombre de Hampa, en el sentidode la vida maleante, vida holgazana, escoria, o bien de germana, trmino derivado de hermandad.

Un rasgo caracterstico de las comunidades de maleantes de la poca era la posesin de un lenguajeespecfico o jerigonza, la lengua de Germana. Su habla es uno de los patrimonios ms

importantes del Siglo de Oro, expresin de un submundo singular y muy bien organizado.
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Las asociaciones delictivas de la Sevilla del Siglo de Oro, se dedicaban a mltiples actividades, desdela prostitucin hasta el robo o los asesinatos a sueldo. La prostitucin, en particular, era uno de susnegocios preferidos. Los burdeles, tambin llamados casas llanas, boticas o mancebas, estaban acargo de los llamados padres y madres, o bien jaques. Su poder provena del que les concedan las

autoridades, quienes determinaban donde deban establecerse las casas, o los arrendadores deburdeles, en muchas ocasiones rdenes religiosas.

Padres y madres ejercan all la mxima autoridad. Para mantener bajo su control a las prostitutas,les prestaban dinero, algo prohibido por las ordenanzas municipales, pero que sin embargo, eraprctica frecuente. El padre prestaba con constancia escrita y entregaba a las mujeres a quin lepareca conveniente. Tambin les proporcionaba proteccin y viviendas o las alojaba n en lasboticas. Por otra parte, en los burdeles se guardaban pcimas o venenos, pues brujeras y curacionesno eran ajenas al mundo de la germana.

Las prostitutas reciban muchos nombres: conas, cotarreras (las que andan de cotarro en cotarro yfrecuentan los lupanares). No faltaban tampoco los rufianes o chulos, que las protegan y lasexplotaban. Otras figuras eran los traineles, criados del rufin o de la mujer de la manceba,llamados as porque llevaban o traan recados o nuevas.

Los pegoles eran aprendices de rufianes, que guardaban la mujer para que le pagara.El robo era otra especialidad de la germana. Cervantes, en Rinconete y Cortadillo, describe elfuncionamiento de uno de estos grupos, formados por ladrones, espadachines, avispones(individuos que se dedicaban durante el da a detectar en qu casas se poda robar de noche), ypostas, los encargados de vigilar a las autoridades para evitar sorpresas a las prostitutas y susrufianes.
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A los ladrones se los llamaba tambin birlos o birladores, y tambin murcios, derivado demurcilago, porque ste, al igual que el ladrn, sala de noche.

Los jaques controlaban tambin los garitos, las casas de juego. En Sevilla haba ms de trescientas,dirigidas por los gariteros o coimeros. All se jugaba a las cartas, se hacan trampas con naipeshechos, ya preparados para la fullera, y como es habitual, eran lugares de reunin de criminales yrufianes.

La Germana poda considerarse como una carrera, no slo un oficio. Haba jerarquas y niveles porlo que se poda ascender desde el puesto ms bajo hasta el ms elevado. Cada nivel o grado tenasus tareas determinadas, sus deberes y sus derechos, y para pasar de un escaln a otro, era precisocumplir ciertas condiciones.

En Sevilla los jvenes pcaros se iniciaban en las cercanas del puerto, donde trabajaban como

porteadores de las mercancas llegadas de las Indias. Al principio eran mandiles, simples recaderosde las prostitutas. Cuando se ganaban la confianza del rufin, se convertan en jorgolinos, tambinllamados chulos o chulillos. Ms tarde se llegaba a mandil, criado de rufin o de mujer pblica, hastaalcanzar la condicin de joven rufin, el mandil de media talla, tambin llamado rufezno, rufiancillo.Era el cachorro del rufin, su aprendiz y su criado.

El uso de las armas confera una categora ms elevada. Era ste el grupo de los valentones, tambinllamados bravos, encargados del trabajo sucio dentro de la germana. Entre ellos destacaban losespadachines, trmino que en un diccionario de la poca se define como el valentn que anda consu espada levantada, la punta en alto y el brazo izquierdo puesto sobre ella, que es amigo de

chilladas y pendencias, y cuyo trato es propio de rufin o de matasiete.
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En un estadio superior en la pirmide de la germana estaban los jaques. Y todava por encima seencontraban los jayanes, rufianes a los que se respetaba por ser superiores a todos los dems. Solanser rufianes ya retirados que se ocupaban en velar por el cumplimiento de las normas que reganesta particular sociedad, y otorgaban ayudas y favores a los necesitados o a los que estaban enapuros. Por su gran autoridad podan permitirse el lujo de tener a su servicio a una iza, prostituta ala que protegan y explotaban.

Los jayanes forman el consejo de notables con los padres de la manceba, las personas msimportantes de su profesin.Los ladrones tenan una organizacin autnoma. Contaban con un jefe mximo, prior, bajo el quese encontraban personajes de menor categora, los cnsules, rufianes o valentones de cierto nivel.Llegaron a ser dueos de ciertas mancebas y socios de algunas personas de la nobleza. Todo lorobado se guardaba en un arca de tres llaves, que constitua el fondo comn con el que sobornabana alguaciles y escribanos, y lo necesario para el gasto diario de los cofrades.
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Barrio de Triana

El Barrio de Triana de Sevilla es peculiar en su historia y en la particular filosofa trianera que con elpaso de los siglos ha ido creando un barrio mtico donde el sincretismo, la convivencia, la belleza delo popular y el orgullo de su gente, han ido creando un lugar especial y nico de Sevilla.

Segn la mitologa, la diosa Astarthuyendo de la persecucin amorosa de Hrcules, fundador mitolgico de la ciudad de Sevilla, vinoa refugiarse en la orilla occidental del Guadalquivir fundando Triana. Tambin ha suscitado interspara los investigadores el origen de su nombre. Tradicionalmente, se vincul a su pasado comocolonia romana fundada por Trajano, el emperador nacido en Itlica, (Trajana-Triana). Segnalgunos autores, el nombre, provendra de una frmula de compromiso entre los celtberos y losromanos, Tri, (tres del romano) y Ana, (ro), de origen celtbero, ya que por esa zona el ro sedivida en tres. Otros deducen su nombre de Trans amnem, expresin con que los latinossignificaban lo que est ms all del ro y an los rabes por esta misma circunstancia llamaban a

Triana Ma wara an-nahr, que vale tanto como allende el ro: la transfluvial, aunque mscomnmente le decan Atrayana o Athriana

El Barrio de Triana es tan milenario como Sevilla misma. Su ubicacin junto al ro Guadalquivir lohizo ideal para el asentamiento de los primeros pobladores fenicios, al parecer unos 9 siglos antesde Jesucristo, asentamiento que posteriormente se le ha ido uniendo la historia de cartagineses,romanos, musulmanes, y finalmente castellanos, hasta llegar a nuestros das. La historia del Barriode Triana es la historia del ro Guadalquivir, que desde sus orgenes ha sido puerto pluvial yconexin desde el atlntico hacia el interior de Andaluca.La orilla trianera, a extramuros de la ciudad, ha sido siempre muy importante en la historia deSevilla, ya que Triana era la defensa y la guarda de la ciudad antes de llegar a sus murallas. Trianaestuvo durante ms de 15 meses dando auxilio a la poblacin de Sevilla en el asedio de FernandoIII el Santo, hasta que logr destruir el castillo de Triana y su puente de barcas que le dio laconquista y el acceso a la ciudad en el ao 1.248.
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Triana fue un barrio de marineros y alfareros donde siempre ha existido una historia marcada por laseparacin, por ese estar a extramuros de la ciudad de Sevilla. En Triana fue donde encontraronrefugio de importantes moreras desde la reconquista, as como posteriormente una importantepoblacin gitana hasta la segunda mitad del siglo XX. La convivencia entre moriscos y gitanos, y la

permanente inmigracin-emigracin de los marineros, acab por dar una personalidad propia a unbarrio en una poca donde el nico vinculo fsico con la amurallada Sevilla ser un simple puente debarcas creado en 1.171 por los almohades, hasta que en 1.852 se inaugur el actual puente de IsabelII, tambin conocido como el puente de Triana.

El barrio de Triana es un barrio turstico, pero no es un barrio monumental. En el se juntan laherencia popular y religiosa, donde los mitos del cante flamenco y los toros conviven con famosashermandades de la Semana Santa Sevillana. Monumentalmente lo ms significativo del Barrio es laIglesia de Santa Ana que fue construida en el ao 1.280. Un lugar emblemtico de Triana es la calleBetis, situada en el mismo margen del ro Guadalquivir, donde se puede disfrutar de unas vistasfantsticas a Sevilla, la Giralda o la famosa Torre del Oro.

El ro Guadalquivir, siempre visto como frontera entre Triana y Sevilla, es definitivamente el nexode unin ms fuerte que pueda tener esta maravillosa ciudad. Pasear por la calle Betis y mirar haciaSevilla es un lujo y un placer que los trianeros tienen desde hace miles de aos. Slo por eso merecela pena conocer el Barrio de Triana.
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Calle de la Sierpe

Siendo conocida por todos los sevillanos, se sita en el centro de la ciudad, comenzando en la plazade la Campana y terminando en la plaza de San Francisco, donde a su vez se halla elAyuntamiento. La calle, peatonal, est llena de comercios, reconocidas confiteras, cafeteras, ytabernas, por lo que siempre hay sevillanos, forasteros y extranjeros transitndola, de compras oaprovechando su tiempo de ocio. Tambin pueden encontrarse estatuas humanas, mimos, msicos,pintores e incluso mantas de improvisados vendedores ambulantes.

En un principio y antes de convertirse en calle, la situacin geogrfica de Sierpes corresponda a unantiguo brazo del Guadalquivir, en cuyos mrgenes se levantaron varios conventos durante lossiglos XVII y XVIII, uno de ellos, el conocido como Convento de San Acacio (actualmente la sededel Crculo Labradores) sirvi como residencia ala Hermandad de Jess del Gran Poder.Sera ms correcto el nombre de Calle de la Sierpe, pero en sus origenes desde la reconquista porel rey San Fernando, se llam calle de Espaderos, por existir en ella un hospital y hermandad queconstruan espadas. Como calle de la Sierpe lleg a ser universalmente famosa a partir del siglo XV

al constar en los relatos de obras de escritores de renombre como Cervantes (Comedia El rufindichoso) y otros.

Exactamente no sabemos cuando se cambi el nombre. El ilustre Luis Montoto atribuye el nombre

a que en esta calle resida Don lvaro Gil de la Sierpe. Tambin aseguraban que haba una barbera-botica siendo la sierpe un smbolo usado de desangradores. Otra posibilidad, la existencia delMesn de la Sierpe, etc. En todo caso era como hoy lo es, una de las calles mas concurrida por suscomercios y tratantes, as como calle de paso en pleno centro de la ciudad.Existen diversas hiptesis e incluso leyendas que tratan de explicar su nombre; desde que es debidoa su serpenteante forma, hasta narraciones complejas que se antojan cuentos infantiles.
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Lo cierto es que algunos historiadores consideran que proviene de la Cruz de la Cerrajera (ubicadahoy da en la Plaza de Santa Cruz, e instalada hasta 1840 en la confluencia de Sierpes con la calleRioja), ya que en otro tiempo y segn la obra El Cicerone de Sevilla de Alejandro Guichot, pudoser conocida como la Cruz de las Sierpes, o serpientes. Adems, el nombre podra simplemente

provenir de alguna leyenda, como la que rondaba en aquellos aos en la que se explica cmo unaserpiente enorme que habitaba sus alcantarillas era la devoradora de muchos nios que comenzarona desaparecer, y que aunque en un principio las culpas se dirigan a los judos y sus prcticassacrlegas.Lo mismo desaparecan durante la noche en sus casas, que no volva de sus juegos por la calle, loque promova todo tipo de supuestos e interpretaciones. Hasta que un da alguien alert a donAlfonso de Crdenas, Comendador de Len, quien regentaba la ciudad por entonces.

No quiso dar su nombre hasta estar seguro de una recompensa recibida por escrito, la de sulibertad, don Alfonso de Crdenas asinti y mand al escribano a hacer su trabajo. Fue entonescuando dio su nombre y procedencia. Era Melchor de Quintana y Argeso, bachiller en letras por

estudios de Osuna (tercera universidad de Espaa tras Salamanca y Sevilla), reo fugitivo condenadopor participar en una rebelda contra el rey obedeciendo a su seor el duque de Arcos quien le dejen la estacada, fue detenido y trasladado de Marchena a la crcel de Sevilla situada entonces en lamisma calle Espaderos hoy Sierpes. Una vez huido de la crcel mediante excavacin aprovech lasgaleras subterrneas con las que top por casualidad. Estas galeras o cloacas recorren el subsuelode la ciudad y datan de poca romana y musulmana, y Melchor buscando la salida de la ciudad seencontr con el ladrn de nios.
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Una vez firmado el documento de libertad, solo quedaba canjearlo por el autor de lasdesapariciones. Melchor asegur que le mat dos das atrs en su huida de la crcel y condujo a donAlfonso con su grupo de hombres armados, y una vez bajo la calle Espaderos encontraron muertoal ladrn de nios con una daga clavada hasta el puo. En efecto, era el causante de las

desapariciones, restos de huesos desperdigados lo confirmaban. El monstruo era una serpiente delgrosor de un hombre, cuyo cadver fue expuesto en la misma calle Espaderos. De todos los barriosvenan a verla, y en los relatos tanto se mentaba la calle de la sierpe que termin por borrar ennombre anterior.

Curiosidades:-La Crcel Real de Sevilla, donde lleg a ocupar una celda (como preso) Miguel de Cervantes por elao 1594, estaba ubicada al final de esta calle.-La calle Sierpes es nombrada en diversas obras literarias, como por ejemplo en la comedia deCervantes titulada El rufin dichoso.-En ella se cultiv por vez primera el tomate en Europa, en el jardn adyacente que posea el mdico

Nicols Monardes.-Durante la Semana Santa es paso obligado de todas las cofradas sevillanas, al formar parte de laCarrera Oficial que comienza en su inicio (la plaza de la Campana) y acaba en la Catedral.-Desde el 31 de agosto de 1991 la calle Sierpes est hermanada con una calle de Dsseldorf(Alemania), llamada Schadowstrae.-La calle Sierpes ha llegado a ser motivo de inspiracin para pintores, como es el caso del artistaucraniano Ili Repin, que retrat la calle en un cuadro datado en 1883.
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Calle de las Cruzez

La calle Cruces est situada en el Distrito Casco Antiguo de Sevilla. Se inicia en la calle Ximnez deEnciso y termina en la calle Doncellas.Al inicio de la calle se encuentran tres cruces empotradas en una pared, de madera pintadas deverde, dos al principio de la calle y otra casi a la mitad, y que se remontan al siglo XV. Estas crucesle dieron su nombre antiguo de calle de las Cruces Verdes, y tambin calle de las Tres Cruces.

El final de la calle se ensancha tanto que parece una verdadera plaza (que muchos llamanequivocadamente plaza de las Cruces), y el fondo de la plaza pertenece a la calle Doncellas. Dehecho, antiguamente se llam el lugar plazoleta de los Cuatro Vientos.Este ensanche est presidido por un calvario, esto es, tres columnas de piedra coronadas por

cruces de hierro forjado. Todo se asienta sobre un pedestal de ladrillos y est cerrado por una rejacon faroles en las esquinas.

A estas alturas de historia, alguno de vosotros se habr preguntado el por qu de estas cruces en lapared, verdad?, Quiz porque la pared perteneca a un lugar santo?, Un convento, una iglesia, un

lugar de peregrinacin, quiz?, Era una estacin de algn Va Crucis cercano?
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La respuesta a todas estas preguntas es negativa. La verdadera razn estoy seguro que les va asorprender: por razones higinicas y sanitarias.

El barrio de Santa Cruz, por su idiosincracia y configuracin urbanstica, era lugar de concurrenciade bebedores, tunantes, amigos de las tabernas, noctmbulos pendencieros y tunos pandereterosdedicados al buen vivir. Estos especmenes de la baja estopa social, despus de beber en lastabernas, desaguaban la vejiga urinaria en cualquier esquina o callejuela estrecha donde no hubieraun candil cercano.

Este lquido dejaba un olor nauseabundo en la calle y, en muchas ocasiones, ayudaba a que los bajosde las paredes mal encaladas se deterioraran. En el caso de la Calle de las Cruzes, alguien tuvo laidea de otorgar a la misma cierto cariz religioso apelando al altsimo para que los bebedores fueran apecar a otra esquina lejos de all.

Simplemente queran que, (apoyados lgicamente por una sociedad marcadamente religiosa) el lugartomara cierto hbito de santidad para que nadie osara hacer sus necesidades delante de la cruz de

Cristo. En un principio, 1490, las cruces fueron de madera sin barnizar, pero, con el tiempo, sepintaron de verde, lo que dio lugar a que la calle tornara su nombre aadindole el adjetivo delcolor al nombre original.
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Convento de San Francisco

Desde su fundacin, sobre el ao de 1268, hasta su derribo en 1840 durante la regencia de MaraCristina y siendo gobernador el General Espartero, casi seis siglos, ha sido uno de los principalescentros religiosos y artsticos de la ciudad.Estaba situado en la actual Plaza Nueva, pero con unas dimensiones bastantes ms grandes, pues supermetro era, comenzando por la fachada de la plaza de San Francisco, Albareda, Carlos Caal,Zaragoza y Joaqun Guichot.

En este permetro se encontraban todas las dependencias de los franciscanos, como la Iglesia, degrandes dimensiones, claustro grande, claustro chico, claustrillos y patios, con sus fuentes y jardinescorrespondientes, sala de profundis y sala capitular, biblioteca, noviciado, cocinas, cuadras, pajares,2 enfermeras, huerta, patio de boticas, donde se cultivaban las plantas para elaborar medicinas,cementerio, hospedera de indias, hospital de San Jos de la Venerable Orden Tercera y adems unaserie de capillas de hermandades y asociaciones que estaban situadas alrededor de los claustros y enla portera.

La planta de la Iglesia era de cruz latina con los brazos muy poco prolongados. El cuerpo de staera de una sola nave, con dos de capillas que se abran a la nave central. Tena 16 capillas laterales ycinco puertas.La Capilla Mayor se compona de un gran prebisterio, donde se situaba el gran retablo realizado enmrmol policromado y dorado, realizado por los genoveses hermanos Aprile en 1.532. A partir delincendio de 1.716 se situ en el mismo la Inmaculada Concepcin La Sevillana.A los lados deeste gran retablo, uno a cada lado se situaban los sepulcros de los Marqueses de Ayamonte,patronos de esta Capilla Mayor.
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En las capillas laterales de la iglesia, as como las que estaban alrtededor de los claustros y portera

se situaban grandes obras de arte, y en casi todas se asentaban antguas hermandades y asociacionesreligiosas, que durante los casi 6 siglos de la existencia del convento pasaron en nmero a ms de40, la mayora de ellas hoy extinguidas.

Independiente de las riadas y de los graves incendios que sufri el convento en 1.527, 1.658 y 1.716,de los que se pudo sobreponer perfectamente, las mayores desgracias las padeci en la primeramitad del siglo XIX, pues en 1810, cuando entraron las tropas francesas en Sevilla, se apoderaronde l y lo incendiaron nuevamente, luego en 1835 con la desamortizacin de Mendizbal,suprimieron las rdenes religiosas, fueron expulsados los franciscanos y por ltimo su demolicinen 1.840, sus bienes fueron dispersados, perdindose la gran parte.

Las obras del Metrocentro han sacado a la luz restos del antiguo convento de San Francisco, Los

hallazgos corresponden a la capilla principal y a una cripta. stos se unen a una fuente (de los siglosXVI o XVII), restos humanos, que podran ser almohades (sin cofirmar) y uno de los murosconventuales. Segn estas obras, el altar mayor coincidira con el suelo del Ayuntamiento actual.En la puerta misma del Ayuntamiento, descansan desde hace siglos las tumbas de decenas depersonas que fueron enterradas en el antiguo Convento de San Francisco. En una ciudad comoSevilla, de larga historia, no es el primer caso en el que se han hallado enterramientos en lugareshasta ahora insospechado.
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Ms all de la ancdota, los restos seos que ahora han atrado la atencin de numerosos sevillanos,constantemente asomados para ver el trabajo de los arquelogos, se encuentran asociados a losmuros de la iglesia del antiguo convento y se corresponden con enterramientos que se fueronhaciendo y superponiendo desde el momento de la fundacin del templo, en el siglo XII, hasta sudemolicin en el XIX.Los restos fueron seccionados por la construccin de infraestructuras de servicios, comoalcantarillas, tuberas de agua o servicios elctricos, en la siguiente centuria, de forma que losarquelogos slo han podido hallar de l, en estas catas, las cimentaciones de sus muros.

La construccin del tranva ya haba proporcionado antes, sin embargo, ms hallazgos de esteconvento: una antigua fuente del claustro, fechada en el siglo XVI y que ser expuesta en el Museode Bellas Artes de la ciudad, su capilla principal y una cripta.

De l, actualmente slo se mantienen en pie, y ambos muy modificados, el arquillo delAyuntamiento, lugar donde se situara hasta el siglo XIX el acceso al atrio del Convento, y la capillade San Onofre, prcticamente oculta entre los edificios del siglo XX que conforman la Plaza Nueva.No obstante, del convento tambin se han conservado otras valiosas obras de arte, que hoy reposanen otros lugares: una de las ms famosas es el Retablo de los Vizcanos, que preside la capilla delSagrario de la Catedral hispalense. Tambin destacan dos grgolas que se encuentran expuestas en elMuseo Arqueolgico y un retablo del siglo XVI, de mrmol de Carrara, que ha llegado hasta el Pazode San Lorenzo de Trasouto, en Galicia, despus de que los condes de Altamira se lo llevaran hastaall.
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De la importancia que tuvo, adems, dan una idea dos datos: fue sede de gobierno de la CustodiaHispalense de los franciscanos y la decoracin de su Claustro chico, con un conjunto de trecelienzos, fue el primer gran encargo que obtuvo, en 1645 y con apenas 28 aos, uno de los pintoresms universales de la Historia de Sevilla, Bartolom Esteban Murillo.

Esta es la breve resea de tan grandioso Monasterio, que despus de casi seis siglos de existencia, esmuy desconocido para la mayora de los sevillanos.
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Corpus Christi

La fiesta de Corpus Christi en Sevilla est muy arraigada con la ciudad. Se celebra el jueves despusdel domingo de celebracin de la Santsima Trinidad. En este da se celebra la Fiesta de la Eucaristay para ello se adornan las calles, casas y escaparates con diversos altares, mantones y ramas deromero, que junto con el incienso de la procesin, impregnan con sus olores las calles de Sevilla.

El Corpus Christi comienza con una misa celebrada en la Catedral donde estan presentes, aparte delas autoridades religiosas, la corporacin municipal, autoridades civiles y militares y otrasrepresentaciones. Durante esta misa los Seises realizan tres danzas, la primera dirigida al Santsimo,otra al Arzobispo y la tercera a la Corporacin Municipal. Al finalizar esta ltima el alcalde les haceentrega del tradicional dobln de oro como regalo. La procesin inicia su salida por la puerta de SanMiguel de la Catedral.

La festividad y celebracin del Corpus en Sevilla, es de gran arraigo y devocin, habiendo superado,al igual que la festividad de la Inmaculada, las barreras polticas que en su da pretendieroneliminarlas como fiestas hispalenses. Por unas horas, Dios realza su presencia en Sevilla, la cual seengalana para recibir La Custodia de Arfe. Esta procesin es el gran acto Sacramental de Sevilla,consiguiendo al menos por un da, que las hermandades con esta advocacin estn en el lugar que lecorresponde, tanto por la antigedad de las mismas, como por la devocin y caridad que de ellas se

desprende.
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Esta tradicin que arranca en la Baja Edad Media, es la fiesta que se dedica al Cuerpo y la Sangre deJess, en su representacin por medio del pan y el vino, celebrada en todo su esplendor 60 dasdespus del Domingo de Resurreccin, coincidiendo siempre en jueves. Sus orgenes parten en1246, en Blgica, donde Juliana de Mont Cornilln tuvo una visin de la Luna Llena con unamancha negra, la cual comunic al obispo de Lieja, Roberto de Thorete, que a su vez inform a un

grupo de telogos, llegando a la conclusin que la mancha negra era la falta de una fiesta dedicadaal Sacramento Eucarstico, establecindose la misma.

Entre esos telogos se encontraba Jacques Pantalen, que de archidicono de Lieja pas a ser elpapa Urbano IV, en 1261. Urbano IV public la bula Transiturus de hoc mundum, en la cual seinstitucionalizaba la festividad del Corpus, eligindose el jueves posterior al domingo de laSantsima Trinidad para su celebracin.
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Posteriormente, en 1311, Clemente V lo ratific, al igual que hiciera posteriormente Juan XII,quedando definitivamente consolidada esta celebracin, sobre todo en el norte de Europa.Centrndonos en Sevilla, tenemos que remontarnos a principios del siglo XV, siendo los primerosdatos que se tienen de 1426, y en 1532 es cuando se acuerda el recorrido de la procesin, el mismoque an hoy se realiza.

En el siglo XVI ya se organizaban festejos y se cubran las calles con romero, coincidiendo sumximo esplendor con la consolidacin de Sevilla como una de las principales ciudades de Europa,al ser su puerto la entrada y salida hacia Las Indias. En el siglo XVII es cuando surge en la ciudad el

apogeo de las Hermandades Sacramentales, algunas de las cuales, caso de la del Sagrario, yaorganizaban su propia procesin.En siglo XVIII supuso un revs para esta festividad, al suprimirse los actos populares de carcterfestivo como eran los bailes y los gigantes y cabezudos, considerados profanos, no recuperndosesu popularidad hasta el siglo XIX. El siglo XX ha impulsado la ampliacin del cortejo del Corpus,cuyas representaciones de hermandades y estamentos de la Ciudad lo convierten en el msnumeroso. Igualmente este siglo tambin supuso la reduccin en cuanto a pasos e imgenes deGloria.Ya metidos de lleno en el siglo XXI, la festividad del Corpus sigue ganando en importancia yadeptos, participando en la procesin todas las hermandades de la ciudad, adems de autoridadesmilitares, civiles y religiosas, junto a los 8 pasos que la componen.
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Cruz de la Inquisicin

Esta Cruz se encuentra en la Plaza de San Francisco (Plaza Almacen Municipal) en este rinconformado por el arquillo y la puerta de entrada a la Sala Capitular. La Cruz con mas de cien aos,vino a sustituir por razones esteticas, una anterior que se encontraba en dicho lugar desde 1703, yque tiene mas de trescientos aos. Por lo visto el diseo de la Cruz dieciochesca, no encajaba con elestilo plateresco de nuestro Ayuntamiento (primer edificio de este estilo arquitectonico deEspaa)

Esta Cruz conmemora, la celebracion del ltimo acto de fe celebrado por la Inquisicion sevillana enel monasterio de San Francisco, monasterio sito en el mismo lugar de la Plaza que lleva el mismonombre. Finalmente fue retirada de su ubicacin y vendida a Andrs Parlad, conde de Aguiar yresida en la Casa Palacio de Guardiola.

En el patio que hay tras la cancela podemos contemplar la original Cruz de la Inquisicin, que allfue colocada y se ha conservado en perfecto estado hasta nuestros das. En 1903 se labr unarplica no exacta de esta cruz, que es la que hoy conocemos.
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Cruz de las Culebras

En la Plaza del Salvador, esquina con la calle Villegas , antes llamada Culebras, podemos ver unacruz, que se encuentra en la fachada que da a la plaza del Salvador, esquina a la Cuesta delRosario,llamada La Cruz de las Culebras, debajo tiene una inscripcin en un azulejo de la poca.

En lo que a la lpida se refiere fechada en 1714 hacia referencia a la ley 11 del rey Juan I por la cualse castigaba a todo aquel que no se arrodillase al paso de Jesus Sacramentado, como es costumbreen esta ciudad aunque fuera en el lodo sera penado con la perdida del caballo o multa de 600maravedies en caso de ser cristiano, y pena de prisin si era moro. Basta ver la procesion delCorpus o las procesiones parroquiales del mismo para observar como la gran mayoria de lossevillanos en pleno siglo XXI mantienen dicha tradicin.

Respecto a la Cruz (conocida conocida como de la Culebras por el antiguo nombre de la calle)pertenecia al cementerio parroquial del Salvador y estuvo situada en medio de la plaza del mismonombre, siendo ordenada retirar a mediados del siglo XVIII por el asistente Olavide, como tantascruces que estorbaban, segn las autoridades el paso de peatones, carruajes y caballerias, en Sevillaque pasaron a empotrarse en las fachadas de calles e iglesias donde se encuentran en la actualidad.
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Cruz de los Polaineros

La Cruz de los Polaineros, as llamada por ser su primer emplazamiento la plaza del mismo nombre,situada al principio de la hoy lvarez Quintero, tiene su leyenda o historia.

Los vecinos del barrio sustituyeron la existente en el lugar sealado por una de mrmol, dicha cruz

desapareci y se hizo otra de jaspe trasladndola al lugar que hoy conocemos en 1840.

Existe otra versin; segn dicen hubo un altercado callejero durante una procesin con resultado de

la muerte de un parroquiano, se quiso purificar la calle donde se sucedieron los hechos y colocaronla Cruz en cuestin, y que es la que hoy figura en el patio de los naranjos de la Colegial del Salvador.
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Cruz del Campo

Sin duda alguna, la cruz ms famosa de sevilla es la conocida como La Cruz del Campo, peroexisten otras tantas y vamos a darlas a conocer.

Don Fadrique Enrquez de Ribera, primer marqus de Tarifa y Adelantado mayor de Andaluca,gran devoto a todo lo que rodea la santidad, instaura la celebracin del Santo Va Crucis, en laCuaresma del ao 1521, dando inicio en la Capilla de las flagelaciones, dentro de su palacio deSevilla, ubicado en la Casa de Pilatos, hoy propiedad de los duques de Medinaceli, y haciendo quefinalizara en un pilar ubicado en la antiguamente conocida como Huerta de los ngeles, a pocasmanzanas del posterior lugar de finalizacin (desde el ao 1630), el humilladero de la Cruz delCampo que fue construido en 1380 por una cofrada de negros. De esta manera se recorren lossupuestamente 997 metros o lo que es lo mismo los 1321 pasos que se supone separaba el pretoriode Pilatos, del Monte Calvario (de ah surge una de las leyendas del nombre de la casa del noble). Secelebr hasta el ao 1873 que dej de hacerlo.

El 8 de marzo del ao 1957 los descendientes del Marqus de Tarifa restablecen el Va Crucis al quecatorce cofradas penitenciales de Sevilla costean las representaciones con sus imgenes de las 14estaciones existentes que son bendecidas por el Cardenal Bueno Monreal (como indica un mrmolconmemorativo del momento), pero a los pocos aos vuelve a dejar de oficiarse.

El 8 de marzo del ao 1975 el Consejo de Hermandades y Cofradas de Sevilla trat de establecercomo novedad el Va Crucis de las Hermandades.
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El original iniciado por el Marqus de Tarifa comenzaba en el interior de la Casa de Pilatos, en laCapilla de las flagelaciones y terminaba y constaba de 12 estaciones que terminaban en un pilarcercano al Templete donde se indica su finalizacin.

Desde el ao 1630 se cambi tanto el inicio como el final del recorrido inicindose desde el retablode mrmol existente en la fachada de la Casa de Pilatos y terminando en el Templete.

En el ao 1720 se ampli el nmero de estaciones pasando de 12 a 14.

Se trata de un recorrido donde se realizan 14 estaciones a lo largo de varias calles cntricas de laciudad y en una distancia de aproximadamente 2 km. Cada estacin est representada por unaescena (al mismo tiempo copiada de las distintas cofradas que procesionan cada ao por la ciudad)que muestra distintos momentos que se sucedieron durante el camino al Monte Calvario, realizadaen azulejos (algunos datan de 1957 y la mayora de finales del siglo XX, cambiados por el deterioroque haban sufrido) y con una leyenda indicativa del momento, en sus primeros aos y siglos deprocesin las estaciones estaban sealadas con cruces y peanas que fueron sustituidas por estosazulejos.
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La primera de las estaciones est situada en la misma Casa de Pilatos estando situada la ltimaestacin que da fin al mismo en el Templete o Humilladero de la Cruz del Campo.

Su fecha de construccin es dudosa siendo datado por unos el ao 1380, cuando lo edificaron los

hermanos de la cofrada o hermandad de negros llamada Nuestra Seora de los ngeles (existentedesde el siglo XIV y fundada por el arzobispo Gonzalo de Mena) situando en su interior unamodesta cruz de madera y otros indican que fue en 1482 siendo responsable de tal hecho elcorregidor de Sevilla Don Diego de Merlo (segn indica en la cpula del Templete, pero tambin seelucubra que el corregidor realiz una reforma) que cambi la cruz de madera por una de piedra y lacubri con el templete mudjar, la actual cruz de mrmol se atribuye a Juan Bautista Vzquez elviejo, tallada con las imgenes de Cristo y Mara en el ao 1571. La fecha de restauracin definitivaparece que fue el ao 1521. Desde el ao 1630 se convirti en punto de finalizacin del Va Crucis.

Tras innumerables aos de promesas de restauracin, debido al psimo estado en que se encontrabael Templete, en el ao 2007 comienzan las obras, finalizadas el 29 de febrero de 2008 con labendicin del Cardenal Carlos Amigo Vallejo de Sevilla.

Fue en el ao 1536 cuando el Marqus de Tarifa compr el Humilladero (antes los propietarios eranlos frailes del monasterio de San Benito Abad), lo desplaz de lugar y lo hizo coincidir con ladistancia recorrida por Jess durante su Pasin. Este hecho fue el primer paso para constituir lo queposteriormente fuera conocida como Semana Santa ya que varias hermandades de Sevilla hacan laEstacin de Penitencia al Humilladero de la Cruz del Campo. Pocos aos despus, en 1604, elCardenal Nio de Guevara decide que la Estacin de Penitencia se haga a la Catedral de Sevilla y lassituadas en Triana en la iglesia de Santa Ana.
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Cruz del juramento

Esta cruz se encuentra en un lateral del Archivo General de Indias, prxima a la Catedral, fueconstruida en 1612 y serva de escenario para los tratos entre mercaderes de la antigua Casa de laLonja. Su nombre viene de los juramentos que en estos actos se hacan para ganarse la confianza delos otros mercaderes.

Se encuentra situada en la fachada de dichoedificio que da a la calle Fray Ceferino Gonzalez, aunque ese no fue su enclave original; antes seencontraba como se puede apreciar en grabados antiguos en la fachada principal de la casa de laLonja (actual archivo de indias).

Esta magnifica cruz de jaspe, sobre una peana de piedra labrada (que en la actualidad no se puedever). La finalidad de esta cruz no era otra que prestaran juramento ante ella de sus negocios loscorredores y tratantes de la Casa de la Lonja sevillana. Da como miedo pensar cuantos perjurios serealizaron ante ella.
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En aquellos tiempos un papel firmado tena menos valor que un apretn de manos. Como lareligin lo alcanzaba todo, este apretn de manos entre comerciantes, si se haca delante de la cruz,tena el valor de un juramento o de un deber casi supraterrenal.Los comerciantes, tras alcanzar los acuerdos econmicos correspondientes, caminaban unos metrosy, rodeando el templo catedralicio, se daban la mano ante esta insigne y magnnima cruz de slexrosa.

Ante ella la calle Sierpes, cuando el tiempo no lo impenda se celebraban todo tipo de tratos ymercaderas, procedentes de los campos o de los navos procedentes de las Indias occidentales, en

una Sevilla donde se mova muchas piezas de oro y de reales de a cuarto, llenas de rinconetes ycortadillos, dispuesto a ejercer la picaresca a primer mercader incauto que se le pusiera a tiro.
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El Capitan Cepeda

Por el ao 1624, la Hermandad del Cristo de la Expiracin haba sufrido la prdida de la imagenque veneraba, destruida en un incendio. El cabildo general de los cofrades autoriz a su Junta deGobierno para que encargase una nueva escultura, la cual habra de ser, desde luego, labrada por

manos de algn famoso artista.

Un ao entero transcurri sin que se llegase a decidir cul escultor sera designado para realizar laobra, pues aun existiendo en Sevilla muchos y muy gloriosos artfices, la Junta de Gobierno dudabaen pronunciarse en favor de uno u otro, bien por aquilatar la mayor maestra del que se eligiese,bien porque procuraba conseguir que su Cristo no se pareciese a ninguno de los que ya haba enSevilla, y exista el temor de que siendo obra de uno de los artistas conocidos, se pareciese la nuevaimagen a las otras realizadas por el mismo escultor.

As las cosas lleg a Sevilla noticia de la fama que alcanzaba por aquel entonces en la ciudad deRoma un escultor espaol, quien habiendo sido capitn de los Tercios, bajo cuyas banderas recorride Italia en gloriosas campaas contra los franceses, haba aprendido a alternar la espada con lagubia, y siguiendo las huellas de los clebres escultores del Renacimiento italiano se habaconvertido e1 mismo en un insigne imaginero. Se llamaba capitn don Marcos de Cepeda, auncuando algunos lo nombran tambin don Marcos Cabrera, quiz por estar emparentado con ellinaje de los Cabrera, de rancio abolengo en la ciudad de Crdoba, de donde era natural.

El capitn Cepeda, durante el ocio de sus estadas en las guarniciones de Italia, o en las licencias quepoda alcanzar en su Tercio, haba estudiado a fondo las obras de Miguel ngel Buonaroti y deDonato de Betto, llamado Donatello, de quien en dulces versos escribi en lengua toscana:

Ninguno el bronce viva trabajara


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con ms delicadeza, verdad tanta.

Parece que hablan mrmoles con vida.

El capitn Cepeda, que haba empezado su labor para simple recreo propio y distracci6n de suscompaeros de armas, acab por ser tan conocido que el propio Papa le encarg algunas imgenespara el palacio del Vaticano. ste era el capitn Cepeda, quien en 1625 regresaba a Crdoba con elpropsito de pasar solamente un tiempo descansando antes de regresar a Italia, donde tenaestablecido su taller.

Rega por entonces la dicesis de Crdoba el obispo cardenal don Pedro de Salazar, el cualentretuvo al capitn Cepeda varios meses con trabajos de su arte, lo que dio lugar a que en Sevilla laJunta de Gobierno de la Hermandad del Cristo de la Expiracin (hdad del Museo), sabiendo que elartista se encontraba tan cerca, envi comisionados para invitarle a veir a nuestra ciudad con el finde concertar con l la hechura de imagen nueva de Cristo de la Expiracin que sustituyera laantigua destruida en el incendio.

El capitn Cepeda vino a Sevilla, y tras algunas deliberaciones con el Cabildo de la Cofrada, expusosu pensamiento de hacer una imagen muy distinta a cuantas hubiera en Sevilla, tal como buscaba La

Hermandad. En lugar de hacerla de madera, la hara en pasta reproduciendo por molde unmodelado barro que se comprometa a realizar con tal propiedad en la anatoma a como nunca sehubiera visto. El acuerdo entre el escultor y la Hermandad se firm el 6 de diciembre de 1625,festividad de san Nicols de Bari, y con a particular clusula de que el artista, quiz por demostrarbizarramente su maestra, o quiz porque verdaderamente necesitaba marcharse de Sevilla antes deNavidad, se comprometa a entregar la imagen terminada dieciocho das despus de la fecha delcontrato, es decir, el da 24 de diciembre.

Si pareciesen pocos dieciocho das para construir tan maravillosa efigie, an le sobraron tres alcapitn Cepeda, pues pasados quince das de la firma del contrato, asombr al Cabildo de laHermandad, presentndoles la imagen, tan original como verdaderamente no se haba visto otra en

Sevilla. La tcnica seguida de reproducir el modelado en barro mediante pasta fundida a molde,


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daba a la imagen una suavidad de lneas y una morbidez de formas que la hacan aparecer muchoms humana que si se hubiera tallado directamente con la gubia.

La Junta de Gobierno al recibir la imagen, demand sin embargo que Cepeda entregase el molde,para que no pudiera reproducir el Cristo nuevamente. Psolo a cuestin el escultor, pero con elcontrato firmado de su mano se encontraba cogido en una trampa que el mismo se habapreparado. Cepeda sabia que aquella imagen era la mejor quo e1 haba labrado en toda su vida. Nisiquiera acertaba a creer que de los toscos materiales, que son el barro y el molde en escayola,pudiera haber salido aquel prodigio de carne que pareca vivir. En mala hora haba firmado aquellaescritura. En realidad desprenderse de la imagen era ya corno vender a un hijo para que fueraesclavo a las prisiones del Turco. Pero si al menos pudiera salvar el molde.

Sin embargo toda su resistencia, sus razonamientos, sus suplicas, hasta sus amenazas fueronintiles. La Justicia se encarg de que se cumpliera lo concertado, y un golilla, acompaado de doscorchetes, llevando consigo un escribano, transport los moldes hasta el puente de Triana el da24 de diciembre, fecha en que el contrato expiraba. La Junta de Gobierno y gran nmero decofrades, acudieron tambin a aquel lugar. El alguacil con un martillo rompi los moldes enmenudos trozos y los fue arrojando al ro para que fuera imposible recuperarlos. El escribanolevantaba de todo ello acta, con su parsimoniosa letra procesal, mojando la pluma en un tintero deasta. Desde cierta distancia el capitn Cepeda, envuelto en su capa roja contempl Ia escenamirando como rompan los moldes de su imagen. Quienes lo vieron aseguran que por las durasmejillas de aquel hombre que haba luchado en veinte aos de guerras contra los franceses y losturcos, corrieron dos hilos de amargas lgrimas.

El capitn Cepeda lloraba en silencio sin sollozar. Cuando terminaron la destrucci6n de los moldes,el alguacil se sacudi el polvo de escayola que le haba cado en La negra ropilla. El escribano cerrel tintero de asta y los cofrades se marcharon, porque ya el relente de La tarde les haca temblar de

fro en aquel lugar hmedo del puente sobre el Guadalquivir. Cuando se marcharon los ltimos anestaba all inmvil con la mirada fija en las aguas del ro el capit6n don Marcos de Cepeda. El viento


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helado de diciembre hacia tremolar los vuelos de su capa roja militar y sacuda las plumas blancas desu sombrero. No se sabe cunto tiempo permaneci6 as, porque nadie volvi a verle en Sevilla.

Se volvi a la guerra para hacerse matar, porque ya no quera seguir siendo escultor despus de

haber logrado su obra maestra?Se march a Crdoba donde el cardenal Salazar preparaba la fundacin del Hospital de JessNazareno del pueblo de Montoro, y all profes como fraile enfermero y muri cuidando a losapestados?

Aquella noche del 24 de Diciembre, el capitn de Marcos Cepeda, envuelto en su capa roja se echal fondo del ro desde el puente de Triana para ver si poda rescatar los pedazos del molde de laimagen?

Dicen que fue llevado a presencia del alto tribunal que juzga a los pecadores: -Pero si no me hesuicidado, si slo he querido recoger la imagen del Seor, cuyos moldes aquellos hombres habanroto!

Y entonces desde su trono, Dios Padre, con voz infinitamente dulce, sentenci:

-Si no buscaste la muerte, si lo que buscabas era a mi Hijo, ya lo has encontrado. Sintate al lado delos elegidos.

Y as gan el cielo por el ms extrao de los caminos, el capitn don Marcos de Cepeda, veteranoen cien batallas y el ms famoso escultor de su tiempo.

Biografia:

Fue un importante escultor que trabaj en la ciudad de Sevilla durante el ltimo tercio del sigloXVI.


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Fue coetneo de otros grandes artistas de la poca como Jernimo Hernndez ( 1586) o JuanBautista Vzquez El Viejo ( 1589), insignes creadores de las bases de la imaginera sevillanaEntre sus obras documentadas destaca el conocido popularmente como el Cristo del Museo, unainslita e interesantsima imagen procesional que no est tallada en madera, como es habitual, sinoen pasta de madera, como caso nico en su gnero. Fue concertada en 1575 para la Hermandad deEl Museo, antigua Hermandad de los Plateros. El tratamiento de su dibujo y su atrevido movimiento en

escorzo lo hacen ser una de las mejores esculturas del Manierismo sevillano.Otra de las obras documentadas de este artista es la de Nuestro Padre Jess Nazareno de la iglesiade San Bartolom de Utrera; una obra realizada en el ao 1597, de serena expresin, que contrastacon el patetismo del Cristo del Museo. Este nazareno, tallado en madera de cedro policromada paravestir, solo tiene acabadas las partes visibles: cabeza, manos y pies, y en principio mostraba a Jessabrazando la cruz, una iconografa muy propia del renacimiento, siendo modificada posteriormentesu postura en el Barroco tomando su posicin actual.En el ao 1599 realiza el busto del rey don Pedro I el Cruel (oEl Justiciero) que se conserva en unahornacina de la antigua calle del Candilejo (actual calle Cabeza del Rey don Pedro de Sevilla), y quesustituye a una anterior cabeza de barro cocido que se crea mandada colocar all por el propio rey,que as se acusaba como autor de un terrible crimen nocturno, tras la declaracin de una ancianaque lo reconoci.

Suyas son tambin los ocho pequeos relieves rectangulares realizados en piedra de la Sala Capitularde la Catedral de Sevilla que representan escenas bblicas y de los evangelios, comoEl Bautismo, LaOracin en el Huerto oEl profeta Daniel alimentado por Habacuc, con obras donde segn el profesorHernndez Daz se aprecian influencias de Miguel ngel y de artistas coetneos como el propioVzquez el Viejo, Diego de Pesquera o Diego de Velasco.Entre las obras que se le atribuyen est el Santsimo Cristo de las Tres Cadas de la Hermandad dela Esperanza de Triana, obra realizada hacia el ao 1595, y atribuida a Cabrera por Bermejo en1882.

Estudios anatmicos afirman que el Cristo de la Expiracin de esta hermandad adquiere la posturams realista de todos los Crucificados en Sevilla, ya que verdaderamente, el estado de crucifixin ycaractersticas consecuentes (dolor, asfixia, deshidratacin) propician el gesto retorcido queadquiere este Cristo.

J. FLIX MACHUCA, narra en suarticuloEl Cristo del Museo, una obra escultrica prueba del mestizajeartstico en ABC, los origenes del metodo utilizado por el artista en esta obra:

Casi todo lo que sabemos de l no lo confirma la investigacin ni el dato de archivo. Eso s. Lo avala el grandecorazn de la leyenda, ese velo que es capaz de envolver con su seda las historias ms hermosas de los hombres.


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Marcos Cabrera es pura leyenda. Lo es desde el momento en que ni sabemos su fecha de nacimiento ni la de sumuerte.

A Cabrera se le vincula con la carrera de Indias, como capitn de barco. Hay algo de esto? Sabemos con certezadocumental que la mano ms firme y rotunda del manierismo expresionista espaol era un asiduo de la carrera de

Indias? Palomero Pramo no lo sabe con certeza. Pero s aporta con toda la seguridad documental que el calificativode capitn aparece publicado por primera vez en 1598, cuando Cabrera se ofrece al Cabildo para participar enaquella gran expo fnebre que la ciudad organiza para honrar la muerte de Felipe II. Recuerdan los versos deCervantes al tmulo en la Catedral cantando la grandeza con la que Sevilla despide al rey de un imperio donde no sepona el sol? En ese documento se recoge una oferta del capitn Marcos Cabrera para hacer las figuras que realizarMartnez Montas por cien ducados menos.

Todo un reto artstico y presupuestario que no fue tenido en cuenta.

Y es fundamental en la nebulosa biografa de Cabrera saber con una mnima certeza la vinculacin del tallista con

Amrica. Palomero Pramo asegura que es probable la existencia de ese vnculo. Y para Marina Gonzlez deCala, autora del Diccionario de Oficios y artesanos en la colonia y la repblica, la vinculacin es absoluta. As sepuede leer en la pgina web de la biblioteca Lus ngel Arango donde la citada autora sostiene que en su taller deSanta Fe (Colombia) Marcos Cabrera ense en 1587 el oficio de entallador durante cuatro aos a un menormantenindolo y vistindolo a su costa y dispensndole esmerado tratamiento. El entrecomillado es de MarinaGonzlez. Pero no dice en el citado diccionario dnde se documenta. Para los autores Pedro Garca Gutirrez y JosLanda Bravo la presencia de Cabrera en Sevilla y Amrica est comprobada entre los aos 1575 y 1601, conestancias en uno y otro continente. Ambos autores firman el libro La escultura. Del Renacimiento a la actualidad,de donde se extrae el dato.

As pues, Marcos Cabrera debi de ser un tipo que responde, en sus conocimientos y formacin, al espritu totalrenacentista de su poca. Piloto -soldado tambin?- y escultor. Una slida formacin y un conocimiento del mundo

nuevo que no estaba al alcance de muchos en su poca. Manejaba el astrolabio y las cartas de navegacin con lamisma destreza que la gubia y las proporciones exactas para elaborar la pasta de una talla. Y en este aspecto pudo


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ser fundamental su casi probada vinculacin con el mundo americano. Se sostiene, quizs seducido por la leyenda, queMarcos Cabrera realiza en 1575 el Cristo del Museo siguiendo pautas y tcnicas precolombinas. Para el pintor yescultor sevillano Ricardo Surez esta tcnica consiste en la mezcla de lienzos, cola animal y sulfato de cal que permitehacer la epidermis de la imagen que se refuerza en su interior con una estructura de machos de mazorcas de maz yestopa, para hacerla ligera y liviana. Lo que coloquialmente se conoce en los crculos artsticos como tcnica de

papeln. Y que mucho antes que Marcos Cabrera utilizaban en Mesoamrica los artistas indgenas para realizarsus figuras e dolos. Aprendi Cabrera all semejante tcnica?

La ejecucin del Cristo del Museo responde a esta tcnica? En 1991 Raimundo Cruz Sols realiza la ltimarestauracin del Cristo. Nadie mejor que l para despejarnos esta duda: es el del Museo un Cristo sevillano conentraas azteca? Para Raimundo Cruz no hay dudas sobre la ejecucin del Cristo mediante la tcnica del papelnreforzado, posteriormente, con sulfato de calcio y cola animal. Pero aos antes de que restaurara el Cristo, Pelezintervino engominando el interior de la obra de Cabrera con poliester. No sabemos nada de los machos de mazorcaque pudieron darle consistencia azteca a la talla. Tcnica que Marcos Cabrera debi aprender en el nuevo mundo,adonde lo llev con insistencia el deseo de saber, de conocer y de prosperar. Gracias a un espritu que se nos antoja

superior al peso de la leyenda, hoy podemos ver en ese Cristo animado por el canon de Miguel ngel una prueba delmestizaje artstico de una poca de encuentros y fusiones. La de un Cristo sevillano con entraas mesoamericanas.


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El Costurero de la Reina

Si vens desde los Remedios, hacia el Parque de Mara Luisa, por el llamado Puente delGeneralsimo, encontraris, en la Glorieta de los Marineros Voluntarios, en la esquina que formanel Paseo de las Delicias y la Avenida de Mara Luisa, un pequeo edificio, cuyos cuerpos sonredondeados como cubos de muralla, coronado de minsculas y graciosas almenas, y pintado arayas horizontales color ladrillo y color amarillento. Es un curioso, original y anacrnicopabelloncito, donde hoy est montada la oficina municipal de Informacin del Turismo, pero quetiene ms de un siglo de antigedad, y est enriquecido por una bella, romntica y nostlgicaleyenda.

En los aos de 1850 haban llegado a Sevilla para instalarse a vivir en nuestra ciudad, los Duques-Infantes de Montpensier, don Antonio de Orlans, y doa Mara Luisa de Borbn. Adquirieronpara su residencia un gran casern, que haba sido Escuela de Nutica de San Telmo, en la poca enque Espaa tena un imperio colosal, el mayor imperio que jams haya existido en el mundo, y quellegaba desde el Mississippi hasta la Patagonia, abarcando todo el Continente de Amrica, ms lasIslas Filipinas, las Marianas, las Calorinas, las Palaos, una buena parte de Indochina, llamada laCochinchina, que despus se ha llamado el Vietnam, y todo el Norte de frica, desde Orn hasta

Tnger. Haban sido tiempos en que Espaa mantena sobre los mares una numerossima flota, ypara ella hacan falta miles de marinos, por lo que se haba creado en Sevilla la Real Escuela deMareantes y Pilotos de la Carrera de Indias, que es como se llam la Escuela de Nutica de SanTelmo. Pero al perderse en 1825 nuestro imperio del Nuevo Mundo, ya no era necesario tal nmerode marinos, y la Escuela se cerr, quedando abandonado el Palacio de San Telmo, hermossimaobra arquitectnica del estilo churrigueresco, que no haba llegado a terminarse.

Compraron pues, ese edificio los duques de Montpensier, quienes lo embellecieron y enriquecieron,

aadindole en su fachada que da hacia la Fbrica de Tabacos (hoy Universidad), una hilera deestatuas, colocadas sobre la balaustrada de su terraza, que fueron hechas por el artista escultor
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Antonio Susillo, quien despus cerr el romanticismo suicidndose de un pistoletazo, tal comoantes lo haba abierto, tambin de un pistoletazo, Mariano Jos de Larra, por amores de unasevillana.El Palacio de San Telmo, fue completado por los duques de Montpensier, con el hermossimojardn, de casi un kilmetro de largo, que es lo que hoy llamamos Parque de Mara Luisa. Pero esejardn no era, como hoy una serie de arriates con flores, a la manera francesa, sino ms bien un

parque de grandes rboles, y avenidas flanqueadas por arbustos, semi incultos, adoptando ms bienun aspecto nrdico, que tal era la moda del romanticismo. Debi ser muy parecido, a lo que enAlemania hemos visto, en el llamado Parque del Teresianstein, o el parque del Sloschtein en laciudad de Konigsberg hoy llamada Kaliningrado.

El bosque o parque del palacio de San Telmo, estaba rodeado de un muro o tapia, casi una muralla,y una de sus esquinas, era precisamente en el lugar de la glorieta actual de Marineros Voluntarios,mirando hacia Tablada, porque en aquel entonces, el ro no iba por donde ahora, sino que doblaba,desde el Paseo de las Delicias, hacia San Juan de Aznalfarache, cruzando lo que ahora son LosRemedios.

En la esquina, pues, el muro del Parque de San Telmo, mirando hacia Tablada, haba una puerta omejor portn, por donde entraban los carros que traan de Tablada las frutas y hortalizas para ladespensa de los duques de Montpensier. Por ese portn, saln asimismo el duque y susacompaantes, a caballo, para sus caceras en las dehesas de Tablada y Tabladilla, y en fin era lasalida para el embarcadero del Guadalquivir, en el muelle que haba en lo que entonces se llamabaPaseo de la Bella Flor.

Por ser tan importante esa puerta, se construy junto a ella un pabelln que serva como Cuerpo deGuardia, cuando haba guardia militar, en pocas en que tena a Sevilla la reina doa Isabel II, primade los Montpensier, o su madre la anciana doa Mara Cristina, quien aos atrs haba sido reinaregente. Cuando no haba guardia militar, el pabelloncito serva para estancia de los guardabosques.Los duques de Montpersier tuvieron un hijo que se llam Felipe, el cual muri de corta edad, y unahija, Merceditas, que a los quince aos se criaba bella y dulce como una flor, en los jardines de SanTelmo.

Merceditas era muy dbil, y muy plida, como una figurita de porcelana. El mdico de Palacio, queera doctor Azopardo, con solemne chistera, bigotes y perilla, meneaba la cabeza con preocupacin
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cada vez que la nia coga un catarro. Luego, en la Facultad, comentaba con sus compaeros, losdoctores Serrano, Ribera, Marsella y Gmez.

- Me parece que la infanta no se va a lograr.

Para darle colores a su carita blanca, el doctor Azopardo recetaba potingues de psimo sabor, quehacan que Merceditas protestase, y cuando se quedaba sola con su aya, en venganza, le llamaba eldoctor Gato Pardo. Tambin mandaba el doctor Azopardo que la nia tomase mucho el solmientras daba puntadas en sus labores de aguja.El duque de Montepensier, adoraba a su hija, y soaba para ella con una corona de reina. As quecuando la agitacin poltica de los aos 65 comenz a hacer tambalearse el trono a Isabel II, hizo loimposible por hacerse dueo de la situacin, y ser nombrado rey, al destronamiento de su prima.Sin embargo, sus sueos se desvanecieron en humo. Don Antonio de Orlans, duque deMontsepier, el ms aparente candidato al trono de Espaa, malogr sus aspiraciones a causa de undesafo que tuvo con su primo. Un desafo a pistola, en el que en realidad se ventilaba un puntillode honor caballeresco. Al estilo de la poca romntica. Ninguno de los dos primos tena intencin

de herir al otro, sino de darse por satisfechos con el simulacro de duelo, disparando hacia lo alto.Pero por un azar desgraciado don Antonio de Orlens tropez en el momento de apuntarcaminando hacia su primo, y la bala sali ms baja de lo que l quera, dando a su primo en lafrente.

Este fatal suceso incapacitaba a don Antonio de Orlens para ser rey de Espaa, porque al habermatado en duelo a su primo, haba quedado excomulgado, y el Papa no poda reconocer como reycatlico, a un excomulgado. As que los generales del triunvirato militar que gobernabaprovisionalmente el pas, tras el destronamiento de Isabel II, los ilustres Prim, Serrano y Topete, nopudieron ofrecer la corona al duque de Montpensier, y tuvieron que buscar un nuevo rey paraEspaa, fuera de nuestras fronteras, en la persona de Amadeo de Saboya.El duque de Montpensier, no se dej abrumar por el desaliento, sino que en su saln del Palacio deSan Telmo, dijo estas palabras con acento proftico.

- Yo no ser rey, pero de todas formas, mi hija si ser reina.
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Y desde ese mismo da, don Antonio empez a conspirar para conseguir echar del trono a donAmadeo I de Saboya, el cual hubo de abdicar al ao justo de su reinado. Entonces don Antonioalent al general Martnez Campos para que restaurase la dinasta de Borbn, poniendo en el tronoal joven don Alfonso XII. Y despus de ese paso, doa Mara Luisa se encargara de que el joven

rey tomase por esposa a Merceditas de Montsepier.Todo sali tal como los duques lo haban preparado. Alfonso XII fue rey, vino a Sevilla enprimavera, y el perfume de los claveles, el rumor del ro, las alegres maanas de excursin, lasemotivas procesiones de la Semana Santa, con olor a incienso y a azucenas, todo se conjur bajo elclarsimo cielo de Sevilla, para que el joven Alfonso XII se enamorase de su prima, y decidieracasarse con ella.

Alfonso XII, viva en el Alczar. Por la maana, los das que no estaba previsto ir a San Telmo, sequedaba en su despacho del Alczar recibiendo comisiones oficiales, o estudiando negocios delEstado con sus ministros. Pero invariablemente a las doce menos cuarto interrumpa su trabajo,porque era la hora de su ejercicio de equitacin.

Montaba un caballo, y se sala por el postigo del Alczar, que daba a la Huerta del Retiro, y delPrado de San Sebastin. Pero en vez de pasear por el terreno que su profesor de equitacin le habasealado, el joven rey meta espuelas, y dando la vuelta por las tapias de San Telmo, iba a acercarseal pabelln de guardabosques, donde Merceditas estaba cosiendo. Alfonso echaba pie a tierra ypasaba cuatro o cinco minutos nada ms al lado de su prima, sentados en la salita de costura, bajo lamirada siempre desconfiada y autoritaria de la vieja aya, que tosa impertinentemente, si el rey seatreva a propasarse cogiendo una de las blancas manos de su prima.
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Inmediatamente Alfonso tena que montar otra vez a caballo y regresar al Alczar porque el cuartode hora de equitacin haba terminado y a las doce ya tena citada audiencia oficial en el saln deembajadores.Merceditas, ilusionadsima y enamorada, en ese pabelloncito de guardabosques se cosi gran partede su propio ajuar como cualquier mocita casadera de su poca.Y por fin se casaron. Pero dur poco la felicidad de la luna de miel, porque Merceditas, a pocotiempo de llegar a Madrid empez a toser y toser. Los mdicos se alarmaron, y para quitarla del frodel vetusto Palacio de Oriente, la mandaron a reponerse a Sevilla. Aqu estuvo una temporada,

intentando que el sol de Andaluca templase el fro de la muerte que poco a poco se la iba metiendoen los huesos.

Merceditas sala del Palacio en las maanitas de sol, apoyada en el brazo de su aya, y se iba alpabelloncito, al costurero, y all intentaba distraerse cosiendo. Pero en vano, porque su coraznestaba lleno de tristeza, pensando en que pronto iba a dejar solo a su amado Alfonso. Cuando l,desesperado Alfonso XII, ve que su esposa no mejora en Sevilla, la lleva a Sanlcar de Barrameda,pero lo que no haba logrado el sol sevillano tampoco lo consigue la brisa del mar.Merceditas, ms plida que nunca, arrebujada en una manta de piel, tiritando, regresa a Madrid,donde tiene ya fijada su cita con la muerte.

El ltimo lugar de Sevilla que quiso ver, al paso hacia Madrid, fue su casita del guardabosque, elrincn donde desde nia se haba sentido ms duea de su intimidad, donde haba soado, y dondehaba amado. Ese pabelloncito de los jardines, donde termina San Telmo y empieza el Parque de

Mara Luisa, que desde entonces se llama.
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El capirote del nazareno

El origen del capirote o capuchn esta en los comienzos de la Inquisicin, cuando a las personasque estaban castigadas por motivos religiosos se les impona la obligacin de usar una prenda detela que les cubriera el pecho y la espalda y un cucurucho de cartn en seal de penitencia.

Durante los actos y procesos del tribunal de la inquisicin, amuchos de los penitenciados se les impona el uso de una prenda de tela que cubra el pecho y laespalda, llamada sambenito(una cartela,donde se escriban los pecados que haba cometido el que lo

llevaba, as todos saban por qu lo ejecutaban, y de ah viene tambin la expresin de colgarle aalguien el san Benito de haber hecho algo), adems de un capirote o cucurucho de tela, cartnu otro material, que deban llevar colocado encima de la cabeza, en seal de la penitencia que leshaba sido impuesta.

Con estas prendas penitenciales vemos gran cantidad de procesiones y actos de inquisicin en obraspictricas desde finales del siglo XV (cuando se instituyo la Inquisicin) hasta finales del siglo XIX.Por lgica transposicin del sentido penitencial, fue adoptado por algunas cofradas de SemanaSanta y aun por instituciones y cofradas que desarrollan sus actos en otros momentos del ciclolitrgico.
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Exposicin Iberoamericana

Inaugurada el 9 de mayo de 1929 y clausurada el 21 de junio de 1930, ha sido uno de los hechosms importantes de principios del siglo XX para la ciudad de Sevilla.

Desde que en 1909, Luis Rodrguez Casohiciera pblica su idea de celebrar en Sevilla una Exposicin Internacional Hispano-Ultramarina,

una Exposicin Internacional Espaa en Sevilla o una Exposicin Internacional Hispano-Americana, hasta la fecha de su materializacin transcurrieron veinte aos, tiempo ms quesuficiente para perfilar sus contenidos temticos (agricultura, industria, comercio y cultura),constituir los rganos directivos que gestionaron la exposicin y determinar qu pases o regionesparticiparan en el evento

La idea de realizar un Exposicin internacional en Sevilla, naci en 1909, propuesta por el

comandante de artillera Luis Rodrguez Caso. La idea de Caso tuvo una gran acogida y el eventodeba servir como puerta para abrirse a nuevas corrientes externas y animar al Estado para unamodernizacin que era necesaria de cara al futuro, entre sus objetivos estaban los de reformaurbanstica, fomentar el turismo, resucitar la fama de la ciudad, creacin de puestos de trabajo ymejora econmica as como entablar y mejorar la relaciones con pases americanos.
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Lo ms destacable de aquella manifestacin hay que buscarlo en el urbanismo, Sevilla en aquellosmomentos se encontraba muy atrasada en comparacin con el resto de ciudades y pases queparticiparan en la exposicin, los problemas ms acuciantes eran los relativos al ensanche de laciudad, el alcantarillado, la pavimentacin, agua, luz, viviendas y hoteles.

En principio la exposicin estaba prevista para el 1 de abril de 1911, despus se retras hasta 1914,coincidiendo con la Corta de Tablada, pero problemas de carcter internacional como la irrupcinde la Primera Guerra Mundial o los problemas en el Marruecos espaol, unidos a problemasinternos en cuanto a la gestin del evento lo fueron retrasando hasta 1929 en las postrimeras de laDictadura de Primo de Rivera.

La exposicin fue plataforma para personajes que sin su aportacin no hubiera podido celebrarse elacontecimiento: Luis Rodrguez Caso, Anbal Gonzlez (arquitecto regionalista) o Torcuato Luca de
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Sevilla Misterios y Leyendas - Historia - Smyl.2012

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