Sermón contra las supersticiones rurales MARTÍN DE BRAGA (ca. s.IV)

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M A R T I N DE BRACiA

SERMON CONTRA LAS SUPERSTICIONES RURALES

TEXTO REVISADO Y TRADUCCION DE ROSARIO JOVE CLOLS

Ediciones El. ALBIR, S.A. - Barcelona 1981

TEXTOS MEDIEVALES SERIE MINORN 1

ISBN

84-7370-053-8 B. 29.819-1981

Depsito legal: Barcelona-17 Ediciones E L

Copisteria PueHes - A n g l , 55 ALBIR

Calle de los Angeles, 8 BARCELONA-1

INTRODUCCIN

VIDA DE MARTIN DE BRAGA Del conjunto de textos que ilustran la biografa de Martn resalta por su sencillez el epitafio que el Dumiense compuso para s mismo resumiendo y condensando los hechos ms importantes que jalonaron su vida:Pannoniis genitus, trascendens aequora vasta, Galliciae in gremium divinis nutibus actus, Confesor Martine, tua hac dicatus in aula, Antistes cultum institu ritumque sacrorum, Teque, Patrone, sequens famulus Martinus eodem Nomine, non mrito, hic in Christi pace quiesco. Nacido en la Panonia, atravesando inmensos mares, fui llevado por voluntad divina al seno de Galicia. Obispo consagrado en esta tu sede, confesor Martn, institu el culto y el ritual sagrado. Siguiendo tus pasos, oh Patrn, yo, Martn, siervo tuyo, que llevo sin merecerlo tu mismo nombre, descanso aqu en la paz de Cristo.

Entre otras fuentes biogrficas antiguas destacan las dos largas epstolas, en prosa y en verso, que le dirige Venancio Fortunato, las respectivas menciones, tanto de Gregorio de Tours como de Isidoro de Sevilla que incluyen sendas biografas de Martn y un antiguo breviario en uso en la catedral de Braga, escrito en la primera mitad del siglo XIV, interesante por las fechas que aporta. Estas y otras fuentes de menor importancia fueron recopiladas por C. W. Barlow en los apndices de su edicin de las obras de Martn de Braga (BARLOW, p. 288304). Partiendo de los datos que proporcionan ha sido posible trazar un breve esquema biogrfico y fijar la cronologa y el significado de la actividad de Martn.7

La fecha de su nacimiento ha de situarse en algn punto entre los aos 518 y 525. Parece que su patria fue la Panonia aunque Ribeiro Soares introduce una nueva hiptesis basada en circunstancias histricas y de lengua y, sobre todo en el anlisis de los testimonios al respecto de Gregorio de Tours (Hist. Franc., V. 37) Pannoniae ortus fuit, de Venancio Fortunato (Carm. libr., 5,2) Pannoniae, ut perhibent, veniens a parte Quiritis, y del de Martn en su propio epitafio Pannoniis geni tus. Segn su teora, Martn sera slo descendiente de panonios y de origen tal vez romano. Peregrin a Tierra Santa de donde regres decidido a emprender un nuevo viaje. Su meta, esta vez, eran las costas de Galicia cuyos puertos alcanz alrededor del ao 550. La llegada de nuestro Martn, llamado tempranamente Dumiense por el monasterio de Dumio fundado por l cerca de Braga, coincidi con la de las reliquias de Martn de Tours y con la curacin, a l atribuida, del hijo del rey suevo Chararico, enfermo de lepra. Este hecho, al que se aade que ambos tenan en comn el nombre y la patria, es para Gregorio de Tours un dato importante que ayudara a explicar su pronta consagracin como obispo que tuvo lugar el 5 de abril del ao 556 y que, en calidad de tal, bautizara al rey y a los miembros de la corte que as pasaban del arrianismo a la religin catlica. El recuerdo que hemos visto que Martn dedica a su Patrn en su epitfio podra abundar tambin en esta teora. Ahora bien, la llegada a un lejano y apartado rincn del mundo que se comunicaba casi exclusivamente por mar con los dems territorios europeos, de un hombre de la talla de Martn de Braga, de elevada cultura, autor de 8

una obra de indudable importancia y dotado de prodigiosa actividad puede ser por si sola razn que explique su rpido ascenso. Efectivamente, por las actas de los concilios sabemos que Martn, abad de Dumio.y obispo, desde el ao 556, asisti en calidad de tal al 1 concilio de Braga que se reuni en el ao 561, tercero del reinado de Ariamiro, presidido por el metropolitano Lucrecio. Al poco tiempo y en fecha que no conocemos con exactitud fue promovido al arzobispado seguramente sin perder su posicin en Dumio pasando as automticamente a presidir el II concilio de Braga que tuvo lugar en el 572 convocado por orden del nuevo rey, Miro. A partir de este momento se designa con frecuencia a Martn con el apelativo de Bracarense. Martn haba llegado a Galicia ya adulto siendo monje y presbtero con un bagaje cultural de excepcin. Tanto es as que Gregorio de Tours deca de l que no tena par en su tiempo. Es elogiado tambin por Venancio Eortunato e Isidoro de Sevilla. Por ello son muchos los obispos que solicitan la ayuda de su reconocido magisterio, Nitigisio, Witimer de Orense y Polemio de Astorga, e incluso el rey fue aconsejado sobre cuestiones morales. Posea una amplia cultura literaria, destacando su conocimiento en Patrstica, Agustn, Jernimo, Cesreo, Casiano e Hilario, y en la filosofa de los estoicos. Se aplicaba a traducir del griego, lengua que conoca bien y que ense a algunos monjes y entre ellos Pascasio. Estaba familiarizado con la legislacin cannica de oriente y occidente y la esctica monacal. Sus inquietudes culturales no se circunscriban en el marco de su territorio pastoral y as no slo se preocupaba por los problemas que planteaban las herejas en Ga9

licia sin que conoca doctrinas herticas de otros lugares, intervena en polmicas de tema eclesistico a nivel internacional y tena contactos con intelectuales de Galicia. Su obra se compone de dos traducciones del griego: Sententiae Patrum Aegyptiorum y Cnones Martini; ocho escritos que tratan de materias morales o eclesisticas: Pro repellenda iactantia, De superbia, Exhortatio humilitatis, De ira, Formula vitae honestae. De Pascha, De correetione rusticorum y De trina mersione; tres poemas y las actas de los concilios I y II de Braga. La indiscutible dependencia de algunas de las obras de Martn de las d Sneca ha perjudicado la estima de nuestro autor" de tal forma que en ocasiones se le ha estudiado slo en funcin del texto del filsofo cordobs sobre todo en los casos del De ira y de Formula vitae honestae. Con su muerte ocurrida el ao 580 segn Gregorio de Tours o en el 575 fundndonos en los datos del breviario de Braga, desapareca una figura que, como ecritor y como eclesistico, corresponda todava a fines de la Edad Antigua, con sus caractersticas de carencia de patria y su vocacin universal. Su personalidad cierra una era que termina para la Pennsula en las postrimeras del siglo VI puesto que a los cinco aos de morir Martn el reino de los suevos era conquistado por los visigodos y desapareca como entidad poltica. DE CORRECTIONE RUSTICORUM. Haba determinado el segundo concilio de Braga, de 572, presidido por el metropolitano bracarense, que los 10

obispos en su visita pastoral, instruyeran y exhortaran al pueblo para preservarlo de supersticiones idoltricas y supervivencias paganas. Uno de los all congregados, Polemio de Satorga, rog al metropolitano que l mismo le compusiera un modelo que ayudara a los obispos a la realizacin de aquel precepto. Este, segn Madoz, (1951 pag. 230), fue el origen de la obra, instruccin pastoral en la forma, sermn popular en la realidad, que se propona la enmienda de la gente del campo: De correctione rusticorum. Martn no conoce un medio mejor para lograrlo que demostrar el carcter demoniaco de la idolatra, y as recompone, tal como se lo imagina, el desarrollo del error pagano. Cado del cielo por culpa de su orgullo, el diablo reside cerca de nosotros junto con gran nmero de demonios a los que arrastr con l. Celosos de los hombres que van a ocupar su sitio, si obran bien, los rs|>iiilu>i impuros se esfuerzan en arrastrarlos al mal y Imcei que se olviden de su creador. Primero les persuaden a que adoren las fuerzas de la naturaleza, luego se les aparecen y les piden santuarios, sacrificios, etc. dndose nombres de hombres clebres por sus actos y por sus vicios (aqu hay que sealar la contaminacin de las teoras demonolgica y evemerstica). A los cristianos que, incluso despus del bautismo, se han dejado arrastar por los demonios, Martn les recuerda las promesas que hicieron el da de su iniciacin y les exhorta a renovarlas y a hacer penitencia. Parece lgico justificar la variedad de ttulos que se conocen de la obra por el hecho de que su autor no le hubiera puesto ninguno, ya que en un principio se trataba de 111 < arla. Los manuscritos B y P le llaman Epsto111 la ad l'olcmium; el cardenal Mai, uno de los editores de 11

la obra, extrajo el ttulo De origine idolontm de la descripcin del primer captulo, y E. Flrez, autor de otra edicin, us las palabras De correctione rusticorum, las mismas que describan esta obra en el antiguo breviario de Braga. Barlow prefiere De castigatione rusticorum, tal como aparece en el manuscrito ms antiguo, el K, y, como se ha comprobado despus de una nueva investigacin, en el breviario citado ms arriba. A estos hay que aadir otros tres ttulos, Epstola praedicationis, Dicta Martini y Tractatus Martini (v. MORICCA, Storia delta lett. lat. cris, citado por Altaner). Nosotros, coincidiendo con Barlow mantenemos el ttulo con el que es conocido tradicionalmente el tratado. Parece casi seguro que el Dumiense conoci la obra de Agustn y que model el De correctione rusticorum siguiendo los consejos dados por l por ejemplo acerca de la necesidad de una exposicin de los hechos desde el comienzo del mundo hasta nuestros das (v. AGUSTIN, De catech. rud., 3, 1-3 y MARTIN, Corr., 1, 5-6); acerca de los temas que hay que tratar (AGUSTIN, op. cit.,7 y MARTIN, op. cit., 13 y 14) y acerca de la apropiacin de la forma en que hay que hacerlo, al tipo de pblico al que va dirigido (AGUSTIN, op. cit., 15 y MARTIN, op. cit.,1, 8-9). Incluso llegan a encontrarse paralelismos verbales bastante claros entre ambas obras. Tambin es patente la influencia de Cesreo de Arles. De sus sermones, al parecer, extrajo Martn una parte relativamente importante de los temas que trata en el De correctione, por ejemplo lo que hace referencia a los sacrificios paganos (Sermones, XIV), a las supersticiones de las mujeres (LII, 2), al origen de los dioses griegos (CXCIII. 4) etc. (v. BARLOW, pag. 164). Adems de Agustn y de Cesreo de Arles, y slo para temas parcia12

les, se han visto otras fuentes de la obra que nos ocupa. Por ejemplo Madoz, (1961, pag. 230) sin entrar en detalles afirma que la obra est penetrada de reminiscencias de Nicetas de Remesiana, y M. Meslin (pag. 108) ha credo ver en la obra De ratione Paschae et mensis de Milarianus la fuente ms cercana para el tema que trata Martn en el captulo X. Por lo que se refiere a la lengua y al estilo del tratado, como observa Claude Barlow (pag. 160), hoy se acepta en general la interpretacin que dieron Caspari y luego H. F. Palmer de la expresin rusticus sermo usada por el mismo Martn al principio de la obra. Segn estos autores con las palabras rusticus sermo, el Dumiense no se refiere a una forma de hablar gramaticalmente incorrecta, pues no es este el caso, sino a la lengua simple y popular de una persona cultivada, distinta de la diccin refinada, artstica y, en cierta manera, florida que estaba de moda en aquel tiempo y que incluso el mismo Martn us en otros de sus escritos. Pero contra el parecer de Caspari (pag. XC1I y XCIII), Palmer (v. Barlow, pag. 180) y Madoz (1945 pag. 337), Barlow (pag. 161-163) piensa que los escritos de Martn no son siempre gramaticalmente correctos. Segn l un hecho que se puede probar es que este escritor us vulgarismos para poner sus enseanzas ms al alcance de sus oyentes, y que estas formas pueden rastrearse en los manuscritos a pesar de las correcciones que estos han sufrido. Seala adems que los sermones de Ariano, la homila de Pirmino, las inscripciones contemporneas a Martn y la versin Itala de la Biblia, coinciden en estos trazos llamados rsticos. En unos casos se trata de obras de autores ignorantes y en otros, como en el del que nos ocupa, de escritos redactados especialmente para gente inculta. 13

Algunos rasgos de este tipo seran por ejemplo: verbos usados en tiempos que no les corresponden (1, 1-6 y 18, 27-30); comparativos formados por medio de perfrasis, rasgo tpicamente medieval (1, 3); repetida confusin entre lugar en donde y lugar hacia donde (2, 6; 13, 8-9; 4, 3; 4, 7 etc.); complementos de verbos en casos no usuales (5, 4; 6, 4); vacilaciones en el gnero de pactum (15, 3; 15, 25); giros formados con el verbo habeo ms el participio de perfecto passivo (8, 19; 19, 4); formas activas de verbos generalmente deponentes (14, 30; 18, 6); palabras nuevas como cereolos (16, 5), auicellos (16, 22), y esternutos (16, 23); construcciones propias del latn coloquial ( 1 0 , 7 ; 12,6); repetida confusin entre Ule, ipse e iste; uso intransitivo de verbos transitivos, etc. Barlow no cree acertado intentar borrar todo lo que se aparta del latn clsico sin tener en cuenta la poca en que se escribi la obra, el pblico a quien iba dirigida y sobre todo la voluntad del propio Martn de escribir rustico sermone. Otra posicin a tomar frente al estilo del De correctione rusticorum es la que sugiere A. Fontn en su obra Humanismo romano. Cree este autor que cuando Martn dice: necesse me fuit... cibum rusticis rustico sermone condire, est usando un tpico literario, el de la necesidad de adaptar el estilo al tipo de auditorio al que va dirigido (Agustn, De catechizandis rudibus, 15). El opsculo, recomendado por su celo y su sentido prctico, tuvo una difusin acogedora en la posteridad. Ya en el S. VII se le utiliza en la predicacin de Eloy, obispo de Noyon (588-659), que ha llegado hasta nosotros a travs de su bigrafo Audoenus de Rouen. En este sermn llamado De supremo iudicio, encontramos la mayor parte de los captulos 15 y 18 del De correctio14

ne. Adems la obra de Martn enriqueci con amplios estractos el contenido de otra obra espaola: el Scarapsus o Dicta abbatis Pirminii de singulis libris canonicis scarapsus del abad Pirmino, muerto en el 753, que a su vez fue la fuente que us Aelfrico para su sermn De J'alsis diis, escrito alrededor del ao 1000. Sabemos tambin que otras veces fue slo una parte del sermn la que se tom para ser usada localmente a lin de ilustrar a los oyentes acerca de un punto en concreto como puede ser el sacramento del Bautismo.

SUPERSTICIONES Y COSTUMBRES POPULARES. Realmente amplio e importante, el cuadro de costumbres que presenta la obra constituye una de las facetas que ms han contribuido a popularizarla y a llamar la atencin sobre ella de estudiosos procedentes de muy diversos campos. Segn Leite de Vasconcellos (pag. 573) no hemos de ceirnos de modo absoluto a la letra de este texto por varias razones. El obispo de Braga, como otros Padres de la Iglesia, por ejemplo Agustn, atribuan al paganismo greco-romano todo lo que no era cristiano ya fuera de origen germano, ibrico u otro(v. CASPARI,pag. XC-XCV). Efectivamente tenemos que no hace distincin por ejemplo entre las supersticiones derivadas de la creencia en el sentido augural de las calendas de enero, teora cuyo origen se encuentra en el paganismo romano sin duda, el culto a las piedras y a los rboles de ascendencia tal vez sueva (v. nota 15), y los augurios propios de todos los pueblos y de todos los tiempos. Segn Vascomcellos, algunas veces Martn supona 15

que los campesinos de su provincia eclesistica tenan unas ideas que, o bin ya no estaban vigentes, o bin eran ms o menos universales. Acerca del primer punto hemos de decir que del estudio realizado se desprende que algunas supersticiones de las que nos habla en su obra, como el enramar las casas con laurel, el hechizar las hierbas etc. son citadas y condenadas tambin en los cnones de los concilios contemporneos lo que nos lleva a deducir que no estaban obsoletas cuando Martn escribi su obra. Y tampoco es lgico dudar en aquellos casos en que las costumbres estn vigentes todava o lo estuvieron hasta mediados de nuestro siglo. Casi un 60 % de las supersticiones citadas en la obra han llegado hasta nosotros de una forma lo suficientemente clara como para poder reconocerlas. Frente a la segunda afirmacin que dice que Martn habla de costumbres universalmente practicadas pero que tal vez no lo fueran concretamente en la Galaecia hay que puntualizar que hemos encontrado que, aproximadamente para un 80 % de las supersticiones tenemos otras fuentes, bien sean arqueolgicas, literarias o de cualquier otro tipo que, en lo que hace referencia a su mbito geogrfico, corroboran el testimonio de Martn, un 13 % lo forman casos ms dudosos y slo para un 4 % el de Martn es testimonio nico.

MANUSCRITOS En cada uno de los doce manuscritos que han llegado hasta nosotros del De correctione msticoriim, con fechas que oscilan entre los siglos VIII y XVI, encontramos el sermn o carta acompaado siempre de una serie ms o 16

menos larga de obras o fragmentos de otros autores. La mayora de los manuscritos cuentan con un nmero bastante importante de folios y en numerosas ocasiones en los de una misma serie puede ser identificado el trabajo de varios escribas. Presentamos a continuacin el conspectus siglorum: Kassel, Teol. Q. 10 Bern. 289 St. Gall, 558 St. Gall, 579 Paris, Lat., 5600 Paris, n. a. 1. 235 Barcelona, Sant Cugat, 22 Montpellier, 76 Roma, Reg. Lat., 460 Leiden, Periz., Q. 17 () Escorial, b. 111. 14 T l'oletanus ex notis Elorezii K B S G A P C M V L S. VIII IX IX IX med. X XI XI X/XI XII XIII XVI

T es la copia de un manuscrito de Toledo,posiblemente el O, realizada por Burriel quien la envi a E. Flrez. Barlow ha sido el primero en intentar un stemma codicum para la obra, considerado por l mismo como una tentativa. Segn sta se deduce que G es una copia de S del que toma todas las correcciones que presenta y que son llamadas por Barlow S 2 ; K S A y M tienen una fuente comn; O T y C forman tambin otro grupo con la particularidad de ser todos ellos espaoles; se considera comn la fuente de B y V y a P se le atribuye una tracicin independiente.

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EDICIONES La primera mencin de la obra la tenemos en el breviario de Braga, de 1340 aproximadamente, pero la publicacin ms antigua se debe a E. Flrez quien, como sealamos ms arriba, la copi de un manuscrito de Toledo que le envi Burriel. Contiene slo tres cuartas partes de la obra y omite el prefacio a Polemio. Este texto incompleto fue copiado por Caetano Brandao en su Vida e opusculos de S. Martinho Bracarense (Lisbon 1803). No usa manuscritos pero s incluye algunas buenas lecturas de Pirmino. La segunda edicin fue la del cardenal Mai que tom como fuente el manuscrito V. Es menos completo que el de Flrez puesto que V termina en el captulo 12. La tercera edicin contiene ya todo el texto. Fue realizada por Caspari que us el manuscrito B completo, dos copias casi completas, el S y el G y dos sermones modelados sobre el De correetione rusticorum: M y L. Barlow fue quien edit la obra por cuarta vez. Al material utilizado en anteriores ediciones aadi los textos completos de K P y C, el ltimo de los cuales fue impreso por Madoz.* * *

El texto latino que ahora presentamos est basado especialmente en los materiales que proporcionan las ediciones ms modernas. En el somero aparato crtico hemos consignado solamente las variantes que parecen tener alguna probabilidad de ser la versin correcta, las que afectan al sentido, o bin las que han sido admitidas por alguno de los principales editores. En las notas que 18

acompaan a la traduccin, que pretende ceirse al mximo al pensamiento y estilo de Martn, hemos subrayado el inters que ofrece el conjunto para el estudio etnolgico.

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MARTINI BRACARENSIS DE CORRECTIONE RUSTICORUM

Domino beatissimo ac mihi desiderantissimo in Christo fratri Polemio episcopo Martinus episcopus. 1. Epistolam tuae sanctae caritatis accepi, in qua scribis ad me ut pro castigatione rusticorum, qui adhuc prstina paganorum superstitione degentes cultum venerationis plus daemoniis quam deo persolvunt, aliqua de origine idolorum et sceleribus ipsorum vel pauca de multis ad te scripta dirigerem. Sed quia oportet ad initio mundi vel modicam illis rationis notitiam quasi pro gustu porrigere, necesse me fuit ingentem praeteritorum temporum gestorumque silvam breviato tenuis compendii sermone contingere et cibum rusticis rustico sermone condire. Ita ergo, opitulante tibi deo, erit tuae praedicationis exordium:

2. Desideramus, filii karissimi, adnuntiare vobis in nomine domini quae aut minime audistis aut audita fortasse oblivioni dedistis. Petimus ergo caritatem vestram ut, quae pro salute vestra dicuntur, adtentius audiatis. Longus quidem per divinas scripturas ordo digeritur, sed ut vel aliquantulum in memoriam teneatis, pauca vobis de pluribus commendamus.

3. Cum fecisset deus in principio caelum et terram, in illa caelesti habitatione fecit spiritales creaturas, id est angelos, qui in conspectu ipsiusadstanteslaudarent ilium. Ex quibus unus, qui primus omnium archangelus fuerat factus, videns se in tanta gloria praefulgentem, non dedit honorem deo creatori suo, sed similem se illi dixit; et pro 22

I I obispo Martn al obispo Polemio, santsimo seor y mi muy aorado hermano en Cristo. I He recibido una carta de tu santa caridad en la que me escribes que, para enmienda de los campesinos, que continuando todava en la antigua supersticin del paganismotributanculto de veneracin a los demonios(l)ms que a Dios, te dirija algunos escritos sobre el origen de los dolos (2) y sobre sus felonas aunque slo sean unos pocos entre muchos. Pero como conviene presentarles una nocin de este asunto, aunque breve, desde el principio del mundo para seguirles la corriente, me vi precisado a tratar la enorme serie de tiempos y acontecimientos pasados en el apretado estilo de un breve resumen y a aliar la comida de los rsticos con un estilo rstico. (3) As pus, con la ayuda de Dios, el principio de tu predicacin ser: 2. Carsimos hijos, deseamos anunciaros en nombre del Seor cosas que no habis odo, o que odas, tal vez habis dado al olvido. Por eso solicitamos vuestra caridad para que escuches con especial atencin lo que para vuestra salvacin se os dice. A lo largo de la Sagrada Escritura se dispone una trama realmente amplia, pero para que retengis algo, por poco que sea, en la memoria, de entre muchas cosas os recordaremos unas pocas. 3. Habiendo creado Dios al principio el cielo y la tierra, en aquella morada celestial form criaturas espirituales, es decir ngeles, para que permaneciendo en su presencia le alabaran. Uno de ellos, el que haba sido nominado el urcangel ms importante de todos, al verse brill.ii en medio de tan gran gloria no honr a Dios su creador, sino que dijo que era semejante a El; y por este acto 23

hac superbia cum aliis plurimis angelis qui illi consenserunt de illa caelesti sede in aere isto qui est sub caelo deiectus est; et ille, qui erat primus archangelus, perdita luce gloriae suae, factus est tenebrosus et horribilis diabolus. Similiter et illi alii angeli qui consentientes illi fuerant cum ipso de caelo proiecti sunt et, perdito splendore suo, facti sunt daemones. Reliqui autem angeli qui subditi fuerunt deo in suae claritatis gloria in conspectu domini perseverant; et ipsi dicuntur angeli sancti. Nam illi qui cum principe suo Satan pro superbia sua iactati sunt angeli refugae et daemonia appellantur.

4. Post istam ruinam angelicam placuit deo de limo terrae hominem plasmare, quem posuit in paradiso; et dixit ei ut, si praeceptum domini servasset, in loco illo caelesti sine morte succederet, unde angeli illi refugae ceciderunt, si autem praeterisset dei praeceptum, morte moreretur. Videns ergo diabolus quia propterea factus fuerat homo, ut in loco ipsius, unde ipse cecidit, in regno dei succederet, invidia ductus suasit homini ut mandata dei transcenderet. Pro qua offensa iactatus est homo de paradiso in exilio mundi istius, ubi multos labores et dolores pateretur.

5. Fuit autem primus homo dictus Adam, et mulier eius quam de ipsius came deus creavit dicta est Eva. Ex istis duobus hominibus omne genus hominum propagatum est. Qui, obliti creatorem suum deum multa scelera facientes, inritaverunt deum ad iracundiam. Pro qua re 24

de soberbia fue arrojado de aquella morada celestial a la regin area (4) que est bajo el cielo junto con otros muchos ngeles que hicieron causa comn con l; y aquel que era el arcangel principal, perdida la luz de su gloria, se convirti en un tenebroso y horrible diablo. Y de igual modo aquellos otros ngeles que haban hecho causa comn con l, junto con l fueron arrojados del cielo y, perdido su esplendor, se convirtieron en demonios. Mientras que los dems ngeles que se sometieron a Dios, permanecen en la gloria de su claridad en presencia del Seor y se llaman santos ngeles. Pues aquellos que fueron echados por su soberbia junto con su prncipe Satn, se llaman ngeles apstatas y demonios. 4. Despus de esta cada de los ngeles, plugo a Dios formar del limo de la tierra al hombre, al que puso en el paraso y le dijo que si guardaba el precepto del Seor, subira sin morir a aquel lugar celestial de donde cayeron los ngeles apstatas, y que si, por el contrario, no haca caso del precepto de Dios, sera destruido por la muerte. Al ver pus el diablo que el hombre haba sido creado precisamente para sustituirle en el reino de Dios, en el sitio de donde l haba cado, llevado por la envidia persuadi al hombre a que quebrantara los mandamientos de Dios. Por esta ofensa el hombre fue arrojado del paraso al destierro de este mundo, donde sufrira muchas desgracias y dolores. 5. El primer hombre se llam Adn y su mujer, que Dios cre de su propia carne, se llam Eva. A partir de rMus dos personas ha derivado toda la especie de los hombres Pero stos, habindose olvidado de Dios su creador, provocaron la ira de Dios al cometer muchas 25

misit deus diluvium et perdidit omnes, excepto uno iusto, nomine Noe, quem cum suis filiis pro reparando humano genere reservavit. A primo ergo homine Adam usque ad diluvium transierunt anni duo milia ducenti quadraginta duo.

6. Post diluvium iterum recuperatum est genus humanuni per tres filios Noe, reservatos cum uxoribus suis. Et cum coepisset multitudo subcrescens mundum implere, obliviscentes iterum homines creatorem mundi deum, coeperunt, dimisso creatore, colere creaturas. Alii adorabant solem, alii lunam vel stellas, alii ignem, alii aquam profundam vel fontes aquarum, credentes haec homnia non a deo esse facta ad usum hominum, sed ipsa ex se orta deos esse.

7. Tunc diabolus vel ministri ipsius, daemones, qui de caelo deiecti sunt, videntes ignaros homines dimisso creatore suo, per creaturas errare, coeperunt se illis in diversas formas ostendere et loqui cum eis et expetere ab eis, ut in excelsibus montibus et in silvis frondosis sacrificia sibi offerrent et ipsos colerent pro deo, imponentes sibi vocabula sceleratorum hominum, qui in omnibus criminibus et esceleribus suam egerant vitam, ut alius Iovem se esse diceret, qui fuerat magus et in tantis adulteriis incestus ut sororem suam haberet uxorem, quae dicta est Iuno, Minervam et Venerem filias suas corruperit, neptes quoque et omnem parentelam suam turpiter in-

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maldades. Por esto envi Dios el diluvio y los aniquil a todos excepto a uno solo, que era justo, de nombre Noe, al que salv junto con sus hijos para rehacer el gnero humano. Desde Adn el primer hombre hasta el diluvio transcurrieron pus dos mil doscientos cuarenta y dos aos. 6. El gnero humano se recuper de nuevo despus del diluvio por medio de los tres hijos de Noe salvados junto con sus mujeres. Y habiendo empezado a llenar el mundo la multitud cada vez mayor, los hombres empezaron a adorar a las criaturas olvidando de nuevo a Dios creador del mundo y abandonndole. Unos adoraban al sol, otros a la luna o a las estrellas, otros al fuego, otros al agua subterrnea o a los manantiales de las aguas, creyendo que todas estas cosas no haban sido creadas por Dios para uso de los hombres sino que, nacidas de s mismas, eran dioses. 7. Entonces el diablo y sus ministros, los demonios, que fueron arrojados del cielo, al ver que los hombres ignorantes, abandonando a su creador, andaban errantes por entre las criaturas, empezaron a mostrrseles bajo diversas formas, a hablar con ellos y a exigirles que les ofrecieran sacrificios en los elevados montes y en las selvas frondosas, que les adoraran a ellos en lugar de hacerlo a Dios, imponindose nombres de hombres perversos que haban pasado su vida entre toda clase de delitos y de crmenes, de modo que uno deca que era Jpiter, el cual haba sido brujo y disoluto en tan graves deshonestidades que tena por esposa a una hermana que se llam Juno, corrompi a sus hijas Minerva y Venus, e incluso mancill vergonzosamente con un incesto a sus 27

cestaverit. Alius autem daemon Martem se nominavit, qui fuit litigiorum et discordiae commisor. Alius deinde daemon Mercurium se appellare voluit, qui fuit omnis furti et fraudis dolosus inventor, qui homines cupidi quasi deo lucri, in quadriviis transentes, iactatis lapidibus acervos petrarum pro sacrificio reddunt. Alius quoque daemon Saturni sibi nomen adscripsit, qui in omni crudelitate vivens, etiam nascentes suos filios devorabat. Alius etiam daemon Venerem se esse confinxit, quae fuit mulier meretrix. Non solum cum innumerabilibus viris, sed etiam cum patre suo love et cum fratre suo Marte meretricata est.

8. Ecce quales fuerunt illo tempore isti perditi homines, quos ignorantes rustici per adinventiones suas pessimas honorabant, quorum vocabula ideo sibi daemones adposuerunt, ut ipsos quasi deos colerent et sacrificia Ulis offerrent et ipsorum facta imitarentur, quorum nomina invocabant. Suaserunt etiam illis daemones ut templa illis facerent et imagines vel estatuas sceleratorum hominum ibi ponerent et aras illis constiturent, in quibus non solum animalium sed etiam hominum sanguinem illis funderent. Praeter haec autem multi daemones ex illis qui de celo expulsi sunt aut in mare aut in fluminibus aut in fontibus aut in silvis praesident, quos similiter homines ignorantes deum quasi deos colunt et sacrificant illis. Et in mare quidem Neptunum appellant, in fluminibus Lamias, in fontibus Nymphas, in silvis Dianas, quae omnia maligni daemones et spiritus nequam sunt, qui homines infideles, qui signculo crucis

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nietas y a toda su familia. Otro demonio se llam Marte, el cual fue culpable de litigios y discordias. Otro demonio