Sepsis Neonatal
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1. Introducción
La sepsis neonatal es un síndrome clínico caracterizado por la presencia de los
signos sistémicos de infección acompañados de bacteriemia durante el primer mes de
vida. Durante el período neonatal la infección permanece como una causa importante de
morbilidad y mortalidad, a pesar de los grandes adelantos en el cuidado intensivo
neonatal y el uso de antibióticos de amplio espectro.
La sepsis neonatal ha disminuido su incidencia general en los últimos 10 años, pero
no así la mortalidad y morbilidad en lactantes prematuros asociado al muy bajo peso al
nacer donde sigue siendo elevada, sumado a la necesidad de técnicas invasivas para la
supervivencia de estos, y a pesar del uso de potentes agentes antimicrobianos
La incidencia de sepsis neonatal en el mundo desarrollado se encuentra entre 0,6% y
el 1,2% de todos los nacidos vivos, pero en el mundo en desarrollo puede alcanzar entre
el 20 y el 40% de todos los nacidos vivos. Esta incidencia varía de una sala de
neonatología a otra, dependiendo de la presencia de trastornos que predisponen a los
recién nacidos a la infección.
Esta patología representa un desafío para los servicios de neonatología de todo el
mundo; es imprescindible un diagnostico precoz, específico, y un tratamiento
antimicrobiano adecuado que nos permita reducir los índices de morbimortalidad.
Como el conocimiento es fundamental en el combate de una enfermedad, en este
presente trabajo se pretende dar a conocer todo respecto a esta enfermedad,
involucrando todos sus aspectos. Esta es una forma simple de contribuir con el combate a
esta enfermedad.
4
2. Generalidades
2.1. Definiciones
La sepsis neonatal es la infección aguda con manifestaciones toxico-
sistémicas, ocasionadas por la invasión y proliferación de bacterias dentro del
torrente sanguíneo y en diversos órganos que ocurre dentro de las primero cuatro
semanas de vida y es demostrada por hemocultivo positivo.
Estos recién nacidos (RN) tienen historia de uno o más factores de riesgo
obstétrico, que los predisponen al desarrollo de esta enfermedad. Uno de los
gérmenes responsables de esta infección es el estreptococo beta-hemolítico el
cual ocasiona morbilidad grave, y, con frecuencia, secuelas neurológicas de por
vida.
Los microorganismos patógenos pueden contaminar al RN a nivel de la piel
y/o mucosas respiratoria o digestiva y posteriormente, según sus características,
dividirse y ser capaces de atravesar la barrera cutáneo-mucosa y alcanzar el
torrente circulatorio. Una vez en la sangre, las bacterias u hongos pueden ser
destruidas por las defensas del RN o por el contrario continuar dividiéndose de
forma logarítmica y dar lugar a sepsis neonatal.
Para se tratar de este tema es fundamental que se defina algunos términos
que tiene constante aparición en el trabajo:
- Infección: Fenómeno caracterizado por una respuesta inflamatoria debida a la
presencia de microorganismos, o por la invasión por ellos de tejidos normalmente
estériles
- Septicemia: Es una infección general del organismo causada por gérmenes que a
partir de un foco primario se extiende por vía sanguínea a diferentes órganos,
determinando daño en ellos, transformándolos en focos sépticos secundarios.
5
- Síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SRIS): presencia de 2 o más
criterios: temperatura rectal > 38ºC o < 36ºC; frecuencia cardiaca > al percentil 3
para la edad <12 meses, >160/min;>12 meses, >150/min); taquipnea definida
como frecuencia respiratoria por encima del percentil 3 para la edad (<12 meses,
>60/min;>12 meses, 50/min o hiperventilación PCO2 <32 mmHg); leucocitosis
>40.000/ml o leucopenia<5.000/ml, o más del 10% de células inmaduras.
- Sepsis: Algunos autores y textos usan el termino sepsis como sinónimo de
septicemia, pero otros incluyen bajo esta denominación a cualquier infección
grave.
- Shock séptico: presencia de hipotensión (2 registros de presión sanguínea
inferior al percentil 3 para la edad), luego de administrar 20 ml/kg/dosis o mas de
cristaloides o coloides, o requerimiento de inotrópicos o vasopresores, mas alguno
de los criterios de sepsis severa.
2.2. Clasificación
La sepsis se puede clasificar según el momento en que ocurre, como:
A) Infección transplacentaria a partir de la madre (infección con- natal o prenatal)
B) Infección a partir del líquido amniótico y del canal del parto (infección
ascendente).
C) Infección adquirida después del parto (postnatal). Dentro de estas, las que se
adquieren en el hospital se llaman nosocomiales.
La sepsis también se puede dividir cuanto al periodo que se produce de la
vida del RN en dos tipos:
A) Sepsis precoz: Se define como la que se inicia en la primera semana de vida
(especialmente en las primeras 72 horas), su origen es una infección ascendente.
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Los gérmenes responsables son los del canal del parto, e incluye estreptococo B
(Streptococcus agalactiae), E. coli, enterococo y Listeria monocytogenes. Los virus
que con mayor frecuencia afectan al RN son los herpes y los enterovirus.
2) Sepsis tardía. Se presenta a partir de la primera semana. A diferencia de la
sepsis precoz, el germen primero coloniza al niño y luego, le invade. Los sitios más
importantes de colonización son: aparato respiratorio, ombligo y piel. Los
gérmenes más frecuentes son: cepas virulentas de estreptococo B serotipo III y E.
coli, serotipo K1, estos 2 serotipos son los que se encuentran con más frecuencia
en las formas que cursan con meningitis.
2.3. Etiología
La etiología de la sepsis neonatal es fundamentalmente bacteriana, aunque
desde principio de los años 90 va teniendo importancia creciente el aislamiento de
hongos en las sepsis nosocomiales. En las sepsis verticales, al igual que ocurre en
todos los países desarrollados, las bacterias más frecuentemente aisladas son
Estreptococos del grupo B entre los gram-positivos y E. coli entre los gram-
negativos.
La Listeria monocytogenes, citada en la literatura como la tercera bacteria
responsable de sepsis vertical, se aísla con escasa frecuencia en nuestro medio.
En la sepsis nosocomial, el microorganismo más frecuentemente aislado es el S.
epidermidis entre los grampositivos y E. coli y Klebsiella entre los gramnegativos.
Llama la atención la frecuencia creciente del aislamiento de Candida spp., que, al
igual que ocurre con S. epidermidis, se relaciona con el aumento de la presión
antibiótica en las unidades de Neonatología. Muchos microorganismos, que
raramente causan problemas a otras edades, son causa frecuente de sepsis
neonatal. En cuanto a la frecuencia con la que se presentan los distintos agentes,
ésta varía de un servicio a otro (Tabla 1).
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País Frecuencia de los microorganismos
Haití 60,5% Salmonella no tiphy
11,4% Stafilococos aureus
9,7% E.coli
6,2% Salmonella tiphy
4,1% klebsiella
2% Streptococos pneumoniae
5,9% otros Gram(-)
Buenos Aires 21% Estafilococos epidermidis
17,5% grupo KES (klebsiella, enterobacter y serratia)
17% cándida
14% Estafilococos aureus
9,5% E.coli
9% Estreptococo del grupo B(EGB)
9% Pseudomonas
El Estreptococo beta hemolítico grupo B (Figura 1)es el germen más
frecuente, aislándose en 50-60% de las
sepsis. En su presentación temprana es
un germen muy agresivo, siendo el agente
causal de entre 30 y 50% de los casos
fatales. La infección se manifiesta
generalmente durante el primer día de
vida (90%). Clínicamente se presenta
como una sepsis con o sin síndrome de dificultad respiratoria y en 5 a 10 % de los
casos hay una meningitis. En la presentación tardía la mortalidad es menor al
10% y el 50% desarrolla una meningitis. Se calcula que entre 15-25% de las
mujeres embarazadas están colonizadas (genital y anal) por este germen.
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Tabla 1 – Variabilidad de la etiología según las distintas localizaciones geográficas.
Figura 1 – Estreptococos en microscopio óptico con tinción de Gram
La E. Coli (Figura 2)se asocia a meningitis neonatal; se adquiere en el
canal del parto o en menor proporción por infección nosocomial. La Listeria
monocytogenes (Figura 3) se presenta en forma precoz o tardía. Frecuentemente
subdiagnosticada por la posibilidad de confusión con Streptococo en el laboratorio.
El S. Aureus (Figura 4) en general es de presentación tardía, puede
adquirirse tanto como infección
nosocomial, como por contactos
familiares. Es el principal agente
causal de osteoartritis en el recién
nacidos. Este es frecuentemente,
adquirido en Unidad de Cuidados
Intensivos Neonatal. El aumento
de las infecciones por
S.epidermidis está en clara asociación con la mayor sobrevida de los recién
nacidos de muy bajo peso con estadía prolongada en Unidad de Cuidados
Intensivos Neonatal sometidos a procedimientos invasivos.
2.4. Transmisión
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Figura 3 – L. monocytogenes en microscopio óptico con tinción de Gram
Figura 2 – E. coli en microscopio óptico con tinción de Gram
Figura 4 – S. aureus en microscopio óptico con tinción de Gram
Según el mecanismo de transmisión se diferencian dos tipos de infección:
“sepsis de transmisión vertical” y “sepsis de transmisión nosocomial”.
Las “sepsis de trasmisión vertical” son causadas por microorganismos
localizados en el canal vaginal materno, produciéndose el contagio por vía
ascendente al final de la gestación, o por contacto en el momento del parto (Figura
5). La clínica suele iniciarse en las primeras 72 horas de vida, con frecuencia en
forma de enfermedad sobreaguda y habitualmente es posible constatar la
existencia de complicaciones obstétricas que se consideran factores riesgo de
infección bacteriana fetal. Los gérmenes más habitualmente responsables son el
estreptococo beta-hemolítico del grupo B (EGB) y el Escherichia coli (E. coli), que
son los que con mayor frecuencia son aislados en el recto y vagina materna al final
de la gestación. La tasa de mortalidad oscila entre el 10-30%. Clásicamente estas
infecciones se conocen como “sepsis de comienzo precoz” entendiendo por tales
las infecciones que comienzan antes de los 2, 3 ó 7 días de vida según diferentes
autores. Esta denominación está sujeta a errores, ya que quedarían excluidas
sepsis verticales de comienzo tardío y se incluyen sepsis nosocomiales de
comienzo precoz, que tienen una etiopatogenia y tratamiento diferente.
Las “sepsis de transmisión nosocomial” son producidas por
microorganismos procedentes del entorno hospitalario, sobre todo en las unidades
de cuidados intensivos neonatales (UCIN), que colonizan al neonato por contacto
10
Figura 5 – Representación de formas de transmisión vertical
del personal sanitario (manos contaminadas) o a partir de material contaminado.
Cuando en el Servicio o UCI neonatal existe de forma persistente una flora
patógena como consecuencia de la utilización de antibióticos que permitan la
permanencia y difusión de las bacterias patógenas resistentes en detrimento de
las bacterias sensibles y/o por un ratio inadecuado de personal sanitario/RN
ingresados, que haga muy dificultoso guardar la asepsia y limpieza necesaria.
Aunque existan muchas bacterias patógenas en el ambiente, éstas tienen
que ser transportadas al RN y así producir contaminación de la piel y/o mucosa
respiratoria y/o digestiva. El lavado y desinfección insuficiente de las manos antes
de manejar al RN es la principal causa de contaminación, pero también tiene
mucha importancia la utilización de material de diagnóstico y/o terapéutico
(termómetros, fonendoscopios, sondas, incubadoras, etc.) insuficientemente
desinfectado. En la contaminación de la mucosa respiratoria.
Una vez que el RN se contamina con bacterias patógenas, éstas pueden
dividirse de forma logarítmica y atravesar la barrera cutáneo-mucosa e invadir el
torrente circulatorio. En este sentido, las punciones venosas y arteriales y sobre
todo la utilización de catéteres invasivos para prefundir alimentación intravenosa y
grasas.
La clínica de la sepsis nasocomial se inicia después de las 72 horas de
vida, aunque puede comenzar antes, y siempre se constata algún factor riesgo
relacionado con el empleo de procedimientos invasivos de diagnóstico y
tratamiento. El espectro de los patógenos responsables de sepsis nosocomial es
distinto al de la sepsis vertical, predominando entre los gram-positivos el
Staphilococcus epidermidis (S. epidermidis) y entre los gram-negativos E. coli,
Klebsiella pneumoniae, Pseu- domonas aeruginosa y otras enterobacterias. En los
momentos actuales tiene importancia creciente Candida spp. La tasa de
mortalidad es del 10-15%, siendo mayor en las sepsis por gramnegativos y
candida. Esta infección se conoce como
11
2.5. Patogenia
La sepsis neonatal se da cuando el RN se contamina con bacterias
patógenas, y éstas pueden dividirse de forma logarítmica y atravesar la barrera
cutáneo-mucosa e invadir el torrente circulatorio. Hay varios microorganismos que
pueden causar la sepsis neonatal, como se realta abajo.
El estreptococo del Grupo B (EGB) o Streptococcus agalactiae (Figura 6)
es el microorganismo grampositivo más
común productor de septicemia y
meningitis durante el primer mes de vida
de recién nacidos mayores de 37 semanas
de gestación. Se trata de microorganismos
esféricos u ovoides, se disponen en
cadenas. Son típicamente β-hemolνtico y
producen sólo un poco más grandes que
las colonias (1 a 2 mm de diámetro).
Hidrolizan el hipurato de sodio y dan
positivo a la prueba de CAMP.
Se incluyen 9 serotipos, de los cuales es el III el que predomina en las
infecciones neonatales. Una de las vías de infección es la transmisión vertical de
una madre al hijo. En algunas salas de neonatología se ha implicado la adquisición
hospitalaria.
La Listeria monocytogenes (Figura 3) es un bacilo grampositivo pequeño,
aeróbico, móvil, catalasa positiva, oxidasa negativa, las reacciones de Voges-
Proskauer y rojo de metilo son positivas. Hidroliza la esculina en pocas horas, pero
no la urea ni la gelatina; no produce indol ni SH2. Produce ácido de la D-glucosa y
de otros azúcares. El contenido de guanina-citosina de su ADN es bajo, entre el
36% y el 38%, crece lentamente en el laboratorio y produce una zona pequeña de
hemólisis en agar sangre. Es un parásito intracelular facultativo que se encuentra
ampliamente en el ambiente, y la infección en humanos se observa a veces por el
contacto con animales domésticos o alimentos contaminados.
La Escherichia coli (Figura 2) es un bacilo gramnegativo perteneciente a la
familia de las Enterobacteriáceas, móvil por flagelos peritricos, anaerobios
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Figura 6 – S. agalactiae en microscopio óptico con tinción de Gram
facultativos, son indol positivas, descarboxilan la lisina, fermentan el manitol, y
producen gas a partir de glucosa. E. coli es la bacteria gramnegativa más
comúnmente productora de septicemia durante el período neonatal. Alrededor del
40% del as cepas de E. Coli que causan septicemia poseen el antígeno capsular
K1 y es normal identificar cepas idénticas a las sanguíneas en los cultivos de
nasofaringe o recto del paciente.
Los gérmenes invaden la sangre a partir de varios sitios, siendo los más
frecuentes en el neonato, las infecciones del aparato respiratorio digestivo y la piel.
Loa agentes más frecuentes son los gram negativos. En orden de frecuencia:
Klebsiella, E. Coli, Pseudomonas, Salmonela y Proteus.
De los Gram positivos el más frecuente es el Estafilococo Aureus. En los
últimos 30 años, el estreptococo beta-hemolítico del grupo B (EGB), o
Streptococcus agalactiae, se ha convertido en un agente patógeno perinatal. En
los Estados Unidos (EEUU) es la bacteria más comúnmente asociada con
meningitis y sepsis neonatal, y los autores coinciden en afirmar que el aumento
notable de su incidencia comenzó en la década del 70.
La patogenia de la sepsis neonata se da principalmente por la acción de los
productos bacterianos en el organismo (Figura 7), como la endotoxina de las
bacterias gramnegativas y el complejo del ácido lipoteicoico-peptidoglicanos de las
bacterias grampositivas. Cuando los componentes de la pared bacteriana se
liberan y pasan a la corriente sanguínea, las citocinas se activan, lo que a su vez
produce deterioros fisiológicos.
Los mediadores endógenos de la sepsis
actualmente abarcan el factor de necrosis tumoral α, las interleucinas 1, 2, 4, 6 y 8,
el factor activador de las plaquetas (PAF), el interferon, los eicosanoides, el factor
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Figura 7 – Dibujo representativo de un neonato donde se puede ver la diseminación de gérmenes patógenos en el torrente sanguíneo y hacia los órganos.
estimulador de la colonia de granulocitos y macrófagos, el factor de relajación
derivado del endotelio, la endotelina 1, los fragmentos del complemento C3ay C5a,
los radicales de oxigeno tóxicos y las enzimas proteolíticas de los neutrofilos
polimorfonucleares, las moléculas de adhesión, las plaquetas, el factor β
transformador de crecimiento, el factor de permeabilidad vascular, las citocinas
procoagulantes e inflamatorias de los macrófagos, la bradicinina, la trombina, los
factores de la coagulación, la fibrina, lo inhibidores del activador del plasminógeno,
la sustancia depresora miocárdica, las β endorfinas y las proteínas del shock
térmico.
Juntos o por separado, los productos bacterianos y las citocinas
proinflamatorias desencadenan reacciones fisiológicas dirigidas a detener los
invasores microbianos. Estas reacciones son: 1) activación del sistema
complemento; 2) activación del factor de Hageman (factor XII), que pone en
marcha la cascada de la coagulación; 3) liberación de hormona adrenocorticotropa
y de β endorfinas; 4) estimulación de los neutrofilos polimorfonucleares, y 5)
estimulación del sistema calicreina-cininas.
El factor de necrosis tumoral y otros mediadores de la inflamación
aumentan la permeabilidad vascular, produciendo fugas capilares difusas,
disminución del tono vascular y un desequilibrio entre el riego sanguíneo y las
mayores demandas metabólicas de los tejidos. La actividad de los mediadores de
la inflamación o su reactividad excesiva contribuyen a la patogenia de la sepsis.
Las hipótesis actuales indican que las moléculas proinflamatorias también
disparan la liberación de moléculas antiinflamatorias con el fin de limitar la
respuesta inflamatoria. La respuesta antiinflamatoria se denomina sindroma de la
respuesta inflamatoria compensadora.
Si no si diagnostica y se trata precozmente, la sepsis puede evolucionar
(Figura 8) a una sepsis grave, shock séptico (sepsis con hipotensión), síndrome de
disfunción multiorgánica y muerte.
14
15
En las primeras etapas de la sepsis existe una disminución de las
resistencias vasculares sistémicas y un descenso de la precarga, lo cual conduce
a taquicardia, aumento del gasto cardíaco y una mayor amplitud de presión del
pulso debido a la caída de la presión diastólica. La lesión del endotelio inducida
por las citocinas conduce a una fuga de líquidos circulantes hacia los tejidos e
intensifica la hipovolemia relativa.
En las etapas siguientes del shock séptico las extremidades aparecen frías,
con pulsos periféricos débiles y aparece una disminución de la presión arterial que
refleja la depresión miocárdica y la disminución del gasto cardíaco. A medida que
el consumo de oxígeno tisular supera el aporte de oxígeno, la hipoxia tisular
resultante producirá una acidosis láctica.
Con frecuencia la función pulmonar está gravemente deteriorada y el
desarrollo del “pulmón de shock” o del síndrome de dificultad respiratoria se asocia
con un pronóstico desfavorable. La insuficiencia renal aguda, la insuficiencia
hepática, las alteraciones funcionales del sistema nervioso central y la coagulación
intravascular diseminada pueden aparecer por separado o combinado
tardíamente.
2.6. Patología o Cuadro Clínico
Los signos y síntomas pueden ser sutiles e inespecíficos el diagnóstico
temprano, depende de un alto índice de sospecha. Los datos más frecuentes son:
- Respiratorios: Respiración irregular, taquipnea, apnea, cianosis, incremento
súbito en los requerimientos de O2, datos de neumonía.
16
Figura 8 – Fisiopatología hipotética del proceso séptico. ACTH=hormona corticotropa, TNF= factor de necrosis tumoral, Il-1=Interleucina 1, PAF=Factor activador de plaquetas, PMN=leucocitos polimorfonucleares, IFN=interferon, y, SDMO: síndrome de disfunción multiorgánica.
- Gastrointestinales: Alimentación pobre, residuo gástrico mayor del 50%, de
leche ofrecida, vómito, diarrea, distensión abdominal, ictericia,
hepatoesplenomegalia.
- Distermia: Hipotermia principalmente en el pretérmino. Puede haber fiebre.
- Urológicos: Hipoactividad, hiporreactividad, hiporreflexía, letargia, irritabilidad,
temblores convulsiones, fontanela abombada.
- Piel: Palidez, piel marmórea, petequias, púrpura, escleredema principalmente en
el pretérmino.
- Acidosis Metabólica: Persistente, Choque súbito.
- Atrosfocos Infecciosos: Onfalitis, Conjuntivitis, Impétigo, etc.
Los síntomas y signos también pueden varias según el tipo de la sepsis, si
tiene inicio precoz o tardío (Tabla 2). La sepsis precoz suele ser de aparición
fulminante, puede ir desde una bacteriemia asintomática hasta un cuadro
pulmonar indistinguible o del shock séptico. En la sepsis por estreptococo B, el 30-
40% presenta sepsis sin localización, el 30% tiene meningitis (sobre todo, si es por
el serotipo III), y 30-40% tienen neumonía. Los síntomas aparecen durante la
primera semana de vida y se caracteriza por distrés respiratorio,
En la sepsis tardía la clínica es más solapada con hipo o hipertermia,
decaimiento, rechazo del alimento, con mayor frecuencia de aparición de
infecciones focales, como meningitis (en la sepsis por estreptococo B aparece en
el 75% de los casos), osteomielitis (estreptococo B y S. aureus), artritis (S. aureus,
gonococo, Candida, bacterias gramnegativas) e infecciones urinarias (bacterias
gramnegativas). En la sepsis tardía los síntomas aparecen entre la 3º y 4º semana
de vida, pudiendo presentarse hasta los 3 meses de edad como una bacteriemia
oculta o una meningitis.
17
La clínica de la sepsis también puede variar según el agente etiológico,
teniendo aspectos característicos relacionados a cada microorganismo. Las
manifestaciones clínicas más comunes de las infecciones por Streptococcus del
Grupo B son septicemia, neumonía y meningitis. En la mujer embarazada puede
ser causa de infección urinaria, relacionada con un alto nivel de colonización
genital, siendo también importante como germen causante de corioamnionitis y
endometritis. En algunos trabajos se lo ha relacionado con bajo peso al nacer, con
parto prematuro, rotura de membranas y muerte fetal. En el neonato puede
aparecer como infección localizada o sistémica desde el nacimiento hasta el 3º
mes de vida. Puede presentarse bajo dos formas clínica y epidiológicamente
diferentes: sepsis precoz y sepsis tardía.
Características Comienzo precoz Comienzo tardío
Comienzo Nacimiento, menos de 7 días 8 a 28 días, en ocasiones
hasta 60 días.
Riesgos obstétricos Colonización, amnionitis Poco frecuentes,
prematurez.
Presentación Dificultad respiratoria, neumonía
y shock
Fiebre, signos nerviosos
cerebrales o focales
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Tabla 2 – Características de la sepsis neonatal
Meningitis 20% 75%
Otros sistemas Raro Pielonefritis, osteomielitis,
artritis séptica, celulitis.
Microorganismos
patógenos
Estreptococo del grupo B,
E.coli, Klebsiella, Listeria
monocytogenes, H. influenzae,
S. pneumoniae.
Estreptococo del grupo B,
E. coli, L. monocytogenes,
Herpes simple
Tratamiento Ampicilina y Gentamicina, o
Cefotaxima.
Ampicilina y Gentamicina, o
Cefotaxima.
Mortalidad 15-70% 10-20%
2.7. Factores de Riesgo
Son varios los factores que predisponen al desarrollo de la sepsis neonatal
(Tabla 3) y estos varían según se una sepsis precoz o tardía.
Entre los factores que predisponen a una sepsis precoz se incluye:
- Prematuridad: es considerado el factor único más importante y la frecuencia de
infección es inversamente proporcional a la edad gestacional. En los menores de
28 semanas el riesgo de sepsis temprana es del doble que los prematuros
mayores de 28 semanas. La incidencia de sepsis neonatal en los RN pretermino
es de 3 a 10 veces superior a los RN a término.
19
- Bajo peso al nacer: Es uno de los factores más importantes. La frecuencia de
infección es inversamente proporcional al peso de nacimiento; por ejemplo en
prematuros de menos de 1.500 g la tasa de infección nosocomial alcanza valores
de entre el 15% y el 25% y en menores de 1.000 g suelen no ser inferiores a 40%.
- Rotura prematura de membranas (> 18 horas): La incidencia de sepsis en los
bebes de madres con rotura prematura de membranas es de 1%. Si a la rotura
prematura de membranas se agrega signos de amnionititis la incidencia sube 3-
5%.
- Colonización materna por SGB o datos de corioamnionitis (fiebre intraparto,
leucocitosis materna y sensibilidad uterina aumentada). El estreptococo B coloniza
al 4-40% de las gestantes, el 40-70% de los hijos de mujeres colonizadas nacerán
colonizados, el 1% de los niños colonizados desarrollan un cuadro invasor.
Mujeres coloniza das en el 2º trimestre pueden ser negativas al término de la
gestación y al revés. Sin embargo los cultivos tomados más allá de la semana 35
poseen un valor predictivo negativo del 97%. 2)
- Infección urinaria
- Preeclampsia
- Asfixia perinatal: La asfixia perinatal definida como APGAR menor a 6 a los 5
minutos en presencia de rotura prematura de membranas se considera un
importante predictor de sepsis.
Los factores de riesgo que llevan a una sepsis neonatal tardía varían según se
trate de un recién nacido que se ha ido de alta, donde su fuente infectante serán los
familiares, o se trate de un recién nacido hospitalizado en una Unidad de Cuidados
Intensivos Neonatal, donde estará expuesto a los riesgos de infección nosocomial de
acuerdo a los procedimientos invasivos a los que esté sometido. Se puede citar como
ejemplos: Internación prolongada, empleo de vías intravenosas, alimentación parenteral,
reanimación del recién nacido, cateterismo, lavado de manos defectuosos, asepsia
inadecuada en el medio, uso de ventiladores y humedificadores y, alteraciones de los
mecanismos de defensa de la piel y mucosa por el uso de catéteres sondas, etc.
Inmadurez del sistema inmune Paso transplacentario reducido de IgG
materna (RNpretérmino) y inmadurez
20
Tabla 3 – Factores predisponentes de la sepsis neonatal
relativa de todos los mecanismos inmunes.
Exposición a microorganismos del
tracto genital materno
Infección amniótica por vías ascendente,
contacto con microorganismo durante el
parto y, parto prematuro desencadenado
por infección.
Factores periparto Traumatismos de piel o vasos durante el
parto y, scalp de cuero cubelludo por
electrodos u otros procedimientos.
Procedimientos invasivos en UCI Intubación endotraqueal prolongada,
colocación de catéteres intravasculares,
alimentación intravenosa, drenajes
pleurales y shunts de liquido
cefalorraquídeo.
Incremento de la exposición postnatal Presencia de otros neonatos colonizados,
hospitalización prolongada y, escasez de
personal sanitario.
Pobres defensas de superficie Piel fina y fácilmente erosionable
(pretérmino)
Presión antibiótica Aparición de microorganismo resistentes e
infección fúngica.
2.8. Diagnóstico
El repertorio que tienen los recién nacidos para expresar enfermedad es muy
limitado, lo que hace difícil basar un diagnóstico sólo en elementos clínicos, pero sí
ayuda a aumentar o disminuir una evaluación previa de riesgo. Los signos y
síntomas de infección en el recién nacido suelen ser útiles. Entre ellas destacan la
inestabilidad térmica, el letargo y la dificultad en la alimentación, distensión
abdominal y residuo gástrico bilioso, palidez terrosa de la piel, síndrome de dificultad
respiratoria, signos de shock, síndrome convulsivo, hepatoesplenomegalía, signos de
coagulación intravascular diseminada y signos localizados de infección de piel,
cordón umbilical o articulaciones.
21
Es importante señalar que existen criterios objetivos que permiten sospechar
una sepsis (fiebre o hipotermia, taquicardia, taquipnea, alteración de conciencia,
oliguria, mala perfusión periférica e inestabilidad hemodinámica). Además hay una
gran cantidad de exámenes de laboratorio que apoyan el diagnostico de la sepsis
bacteriana. Son ellos:
- Hemograma: Un hemograma normal no descarta infección. Se considera
anormal si hay leucopenia (<5.000/mm), neutropenia (<1500/mm), desviación
izquierda o índice de neutrófilos inmaduros/neutrófilos totales >0,16.
- LCR: Se considera patológico si hay pleocitosis (>30 cel/mm, con PMN >60%),
hiperproteinorraquia (>150 mg/100 ml) e hipogluco rraquia (glucosa <30 mg/dl).
- Aglutinación con partículas de látex en orina para estreptococo B (su detección
no significa infección, sin sospecha clínica).
- Rx tórax
- En los pacientes con sepsis tardía se debe, además, explorar cuidadosamente
huesos y articulaciones.
- Cultivos: El aislamiento bacteriano desde un fluido corporal normalmente estéril
es el método más específico para establecer el diagnóstico de sepsis neonatal.
Se puede hacer variados cultivos, como: hemocultivo, cultivo de liquido
cefalorraquídeo, urocultivo y aspirado bronquial.
El hemocultivo se presentara el 98% de positivos se identifican a las 72
horas de incubación por métodos tradicionales. Las técnicas de cultivo
automatizadas o semiautomatizadas que se basan en la detección de CO2
producido por el metabolismo bacteriano, permiten informar positividad de
hemocultivos en menos de 24 horas. Con todo, la positividad de los hemocultivos
en sepsis neonatal no supera el 80 - 85% en los mejores centros, por lo que un
resultado negativo en presencia de factores de riesgo y clínica compatible no
descarta la infección.
22
Se hace el cultivo del liquido cefalorraquídeo en el grupo de recién nacidos
asintomáticos que se evalúan por la presencia de factores de riesgo materno, el
rendimiento de la punción lumbar es muy bajo, por lo que puede ser diferida en
espera de resultados de otros exámenes de apoyo diagnóstico. En los recién
nacidos sintomáticos debe ser parte de los exámenes de evaluación inicial. Signos
de meningitis son la pleocitosis, proteinorraquia e hipoglucorraquia, pero debe
recordarse que los valores normales en líquido cefalorraquídeo difieren de los del
lactante y niño mayor.
El urocultivo es de poco valor en las primeras 72 horas de vida. Si se toma
en el mayor de 7 días debe ser por punción vesical, por la alta probabilidad de
contaminación que tienen los cultivos tomados por recolector.
El aspirado bronquial es útil en las primeras 12 horas de vida, con una
sensibilidad cercana al 50% en los niños que cursan con bronconeumonía.
- Proteína C reactiva cuantitativa: Los valores normales de la primeras 48
horas son de 16 mg/l o menor. En el primer mes son de 10 mg/l o menor.
Debe considerarse que no sólo se altera en presencia de infección y que
también se eleva en asfixia neonatal, aspiración meconial, trabajo de parto
prolongado, SHIE, hemorragia intracraneana.
- Interleukina 6: Se han demostrado concentraciones muy elevadas en pacientes
sépticos y en líquido amniótico de embarazadas con carioamnionitis. En un
estudio de casos y controles que evalúa la utilidad de IL-6 en el diagnóstico de
sepsis en recién nacidos mayores y menores de 48 horas, se muestra que en
sepsis tardía los valores se elevan 200 veces sobre lo normal y en sepsis
precoz sólo 6 a 7 veces. En las primeras 24 horas de vida la elevación no
permite diferenciar un recién nacido infectado de otro recién nacido críticamente
enfermo de causa no infecciosa. Al igual que la proteína C reactiva sería de
utilidad en la monitorización de la respuesta a tratamiento.
- Micro VHS: Test de bajo costo y fácil de realizar. Es útil durante los primeros
días de vida. Mucho menos sensible que proteína C reactiva con especificidad
83- 97%. Tiene mejor rendimiento durante las primeras 72 horas de vida y en
recién nacidos de término.
23
El diagnóstico también puede ser realizado de manera más específica de
acuerdo al agente etiológico. Para el diagnostico de Estreptococos del grupo B es
recomendable estudiar la colonización de vagina y recto como screening entre las
semanas 35 y 37 de gestación, y siempre que exista sospecha de corioamnionitis.
Las muestras se toman con hisopo estéril, una del introito vaginal (sin utilizar
espéculo) y otra de la zona perianal, colocando los hisopos cada uno en tubo seco.
En cuanto al diagnóstico en el neonato el patrón oro es el aislamiento del
microorganismo de la sangre. Para ello, ante la sospecha de sepsis, es
imprescindible la toma de por lo menos un hemocultivo de sangre periférica. Dada la
frecuente participación meníngea en la sepsis perinatal en todas sus fases, se
recomienda hacer una punción lumbar. El urocultivo no está indicado en la sepsis
precoz.
La Listeria monocytogenes se puede aislar fácilmente de muestras orgánicas
habitualmente estériles como sangre, líquidos cefalorraquídeo y amniótico, placenta,
meconio y tejido fetal. Estas muestras deben ser remitidas al laboratorio y
procesadas tan pronto como sea posible o en su defecto conservarse a 4ºC durante
un máximo de 48 horas. Las muestras clínicas normalmente estériles pueden ser
inoculadas directamente en medios habituales como el agar sangre. Las muestras
de sangre pueden inocularse en cualquier sistema convencional de hemocultivos.
Las muestras de lugares no estériles deben conservarse a 4 ºC, 24-48 horas como
máximo, y deben ser enriquecidas con un medio selectivo para Listeria spp. antes
de sembrarse en placas.
Para identificar el género se hacen las siguientes pruebas: catalasa
(positivos), producción de ácido de la D-glucosa (+), hidrólisis de la esculina (+),
Voges-Proskauer (+), rojo metilo (+) y movilidad. La serología es de escaso valor
dado que la listeria comparte antígenos con otras bacterias. Puede también
realizarse anatomía patológica de placenta (microabscesos y hallazgo de bacilos en
los granulomas placentarios).
Al igual que en las infecciones causadas por otros microorganismos, el
patrón de oro en el diagnóstico de sepsis por E. Coli está dado por el aislamiento del
24
germen de la sangre o LCR. Asimismo, el diagnóstico de infección bacteriana
sistémica debe comenzar con una evaluación cuidadosa de los signos y síntomas
del recién nacido, un examen físico, información de indicadores de laboratorio, y una
historia que incluya antecedentes maternos y relevantes recientes de la sala de
neonatología. La muestra de sangre debe ser de un mínimo de 0,5 ml. Con
frecuencia antes de iniciar el tratamiento antimicrobiano es útil obtener cultivos de
otros sitios, como por ejemplo de orina, LCR.
Ningún elemento de diagnóstico clínico, factores de riesgo o laboratorio
puede por sí solo asegurar el diagnóstico de sepsis neonatal, estos antecedentes
deben ser valorados en conjunto.
Ante un recién nacido febril, el criterio que prima entre los médicos es
hacer una evaluación con exámenes, hospitalizar y dejar tratamiento
antimicrobiano en espera de resultados de cultivo.Esta aproximación pretende no
dejar fuera ningún niño infectado, pero tiene un alto costo y acarrea al recién
nacido todos los riesgos de una hospitalización innecesaria.
2.9. Tratamiento
El tratamiento de la sepsis debe iniciarse ante la más mínima sospecha
porque la infección puede ser fulminante. Los pilares fundamentales para la cura
de la enfermedad son: el diagnóstico oportuno, el tratamiento antimicrobiano, la
monitorización y la posibilidad de entregar apoyo multisistémico.
El esquema antimicrobiano a utilizar depende de los posibles gérmenes
involucrados y de la epidemiología local. Si se trata de una sepsis neonatal el
esquema debe cubrir gérmenes Gram positivos y negativos, y también Lysteria,
utilizándose por lo general ampicilina y aminoglicósidos.
Confirmada una infección por estreptococo betahemolítico grupo B puede
utilizarse monoterapia con penicilina sódica. Frente a infecciones intrahospitalarias
se considera el uso de cloxacilina y aminoglicósidos. El uso de cefalosporinas de
25
tercera generación se plantea frente al fracaso de tratamiento o frente a
resistencia.Si hay infección intrahospitalaria por S. epidermidis la droga de
elección es la vancomicina.
La duración del tratamiento es variable: si el recién nacido se encuentra
asintomático y sus cultivos son negativos a las 72 horas, debe considerarse la
suspensión de la terapia. En presencia de hemocultivos positivos o clínica muy
sugerentes de infección con exámenes de laboratorio alterados, el tratamiento se
realiza por un período de 7 a 10 días; casos especiales lo constituyen focos
meníngeos y articular donde la duración del tratamiento será de 14 y 21 días
respectivamente.
La monitorización debe incluir vigilancia hemodinámica (presión arterial;
diuresis, pulsos) y evaluación de función respiratoria (oximetría de pulso, gases
arteriales), renal (balance hídrico, electrolitos plasmáticos, test de función renal),
metabólico y del sistema de coagulación.
La terapia de apoyo multisistémico incluye la conexión aportuna a
ventilación mecánica, el uso de expandidores plasmáticos, la asociación de drogas
vasoactivas (dopamina-dobutamina). Debe manejarse la insuficiencia renal aguda
si se presenta y una posible coagulación intravascular diseminada. Deberá
intentarse mantener un estado metabólico normal, pH, calcemia y glicemia.Una
vez estabilizado el paciente considerar apoyo nutricional intensivo para frenar
catabolismo desencadenado por una infección severa.
Además del tratamiento convencional se han propuesto diversas terapias
coadyuvantes que se basan en el reconocimiento de que el recién nacido se
comporta como un inmunodeprimido (celular y humoral) frente a la infección.
Inmunoglobulinas intravenosas. Su uso rutinario no se recomienda. Pudiera ser de
utilidad como profilaxis en el recién nacido de muy bajo peso en niveles bajos del
IgG y con infecciones recurrentes.
2.10. Epidemiologia y Distribución
26
El Estreptococo del grupo B es flora normal del aparato gastrointestinal y
genitourinario, colonizando menos frecuentemente la faringe. En el momento del
parto se encuentra en la vagina o anorrecto en un 5 a 35% de las mujeres
embarazadas. La tasa de transmisión vertical es del 50% y de estos recién nacidos
el 1-2% desarrollan enfermedad clínica (3 por 1000 de nacido vivos).
El factor de mayor importancia es la exposición del recién nacido al
microorganismo en el aparato genital de la madre, pero otros factores pueden
modificar de manera adversa la evolución del bebé, como ser el parto pretérmino,
corioamnionitis materna, rotura de membranas más de 18 horas antes del parto y
la exposición a un alto inóculo por una cepa virulenta de EGB. Otro factor a tener
en cuenta es la concentración materna de anticuerpos séricos contra el
polisacárido capsular del estreptococo.
Según estimaciones de la OMS, del total de los recién nacidos vivos en los
países en vías de desarrollo, aproximadamente el 20 % evoluciona con una
infección y 1% fallecen debido a un sepsis neonatal.
La incidencia en países desarrollados oscila entre 1/500 a 1/1600 recién
nacidos vivos; en hospitales especializados es cerca de 1/1000 R.N. at. y 1/230 en
recién nacidos de bajo peso, para prematuros entre 1000 a 1500 gramos ha sido
reportado 164/1.000 nacidos vivos.
De los pacientes en los que se obtuvo cultivo positivo, hubo predominio del
género masculino (61%), 15% fueron prematuros y 16% de bajo peso al nacer, la
mortalidad fue de 2.4%. los casos de sepsis temprana fueron 65.4% del total,
correspondiendo el resto a sepsis tardía.
2.11. Prevención y Control
Las estrategias de prevención actuales se basan en la detección de las
madres portadoras de EGB, antibioterapia intraparto a las madres colonizadas y
seguimiento del RN. A las embarazadas con factores de riesgo se les deberá
27
administrar profilaxis antibiótica para prevenir la infección neonatal precoz por
EGB. Dentro de los siguientes factores de riesgo se debe practicar la profilaxis:
- Embarazadas con colonización positiva.
- Detección durante la gestación de bacteriuria, sintomática a asintomática, por
EGB.
- Existencia de antecedente de hijo previo con sepsis por EGB,
independientemente del estado de colonización.
- Parto prematuro con edad gestacional menor de 37 semanas si no se conoce el
estado de portadora de EGB.
- Presencia de algunos de los siguientes factores: fiebre intraparto (mayor a 38ºC)
y/o rotura de membranas ovulares superior a 18 horas.
La profilaxis antibiótica constaría de la administración al comienzo del trabajo
de parto de Penicilina G intravenosa (5 millones de UI y repetir 2,5 millones de UI
cada 4 horas hasta su finalización) o Ampicilina intravenosa (sólo si no se dispone
de penicilina, 2 grs. y repetir 1 gr. cada 4 horas hasta su finalización). Ante casos de
alergia a betalactámicos usar Clindamicina 900 mg intravenosa cada 8 horas, o
Vancomicina 1 gr. cada 12 horas intravenosa.
La quimioprofilaxis intraparto selectiva (QIS) ha demostrado disminuir la
incidencia de sepsis por SGB precoz, pero no la tardía. Los RN deben ser
sometidos a vigilancia clínica con o sin toma de cultivos e inicio de antibióticos
según manifiesten o no clínica.
28
3. Conclusiones o Recomendaciones
Hoy en día es materia de preocupación la aparición de infección en neonatos
prematuros, sobre todo después de rotura de membranas, causadas por enterobacterias
resistentes, hecho favorecido por el uso abusivo de antibióticos en la madre.
La mortalidad por sepsis neonatal es elevada, mayor en la sepsis precoz y en
pretérminos. La mortalidad del recién nacido se basa principalmente en la diseminación
imparable de microorganismos y en la falta de atención oportuna.La morbilidad es mayor
en la de presentación tardía, por la aparición de secuelas como hidrocefalia, sordera,
retraso mental, parálisis cerebral.
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El riesgo de desarrollar sepsis se debe en parte a la mayor vulnerabilidad de las
barreras naturales y en parte al compromiso del sistema inmune. La incidencia de la
sepsis no ha disminuido lo esperado debido a la mayor prevalencia de neonatos
prematuros y la necesidad de empleo de técnicas invasivas.
La medidas preventivas sigue siendo lo más importante a tener en cuenta en el
manejo de los neonatos en general y aun mas en los prematuros para evitar la sepsis. El
tratamiento correcto de los neonatos con diagnóstico de sepsis sigue siendo el uso de
antibióticos de amplio espectro empleada en forma empírica y precoz, junto con las
medidas de sostén del paciente en una Unidad de Cuidados Intensivos. Se están
practicando nuevos tratamientos coadyuvantes que aun no demuestran su real eficacia.
También es importante el establecimiento de un plan de cuidados simples, pero que
pueden actuar en la prevención de la sepsis neonatal, como: lavado de manos antes y
después de manipular al niño, evaluar por signos de sepsis, administrar antibióticos
prescritos y realizar un examen físico en caso de que el niño presente lesiones en la piel.
La medidas preventivas sigue siendo lo más importante a tener en cuenta en el
manejo de los neonatos en general y aun más en los prematuros para evitar la sepsis,
debido a que la alta morbimortalidad que produce una vez instalada la sepsis.
4. Bibliografía
Behrman RE, Kliegman RM, Jenson HB. Nelson: Tratado de pediatría. 16ª edición.
España: McGRAW-hill interamericana.
Muñoz VHG, Muñoz JG, Barrientos VR. Factores de riesgo en sepsis neonatal en un
hospital de tercer nivel en la ciudad del México. Revista de especialidades médico-
quirúrgicas, mayo-agosto, año/vol. 10, número 002.
30
Pérez C, Guerrero C, Bustamante H. Sepsis Neonatal. Bol pediatría 2006; 46 (SUPL 1):
125-134.
Cotallo GDC, Fernandez AI. Protocolo diagnóstico terapéutico de la sepsis neonatal.
Revista de enfermedades infecciosas en pediatría vol. XXIII, numero 90.
5. Anexos
5.1. Escala de Apgar
La puntuación de Apgar es el primer examen que se realiza a los recién
nacidos, y se lleva a cabo en la habitación donde se llevó a cabo el parto. Esta
prueba fue desarrollada en 1952 por la anestesióloga Virginia Apgar. Este exámen
médico fue creado para evaluar rápidamente la condición física de los recién
nacidos después del parto y para determinar la necesidad inmediata de cualquier
tratamiento adicional o emergencia médica.
Generalmente, la puntuación de apgar se realiza dos veces: la primera vez
al transcurrir un minuto después del nacimiento y la segunda vez, cinco minutos
después del nacimiento. En ocasiones fuera de lo común, si existen problemas
31
graves relacionados con la condición del bebé y los primeros dos resultados de la
prueba tienen una puntuación baja, la prueba puede realizarse una tercera vez a
los 10 minutos después del nacimiento del bebé.
Cinco factores son utilizados para evaluar la condición del bebé. Cada
factor se evalúa utilizando una escala del 0 al 2:
- actividad y tono muscular
- frecuencia cardíaca
- irritabilidad refleja
- coloración
- esfuerzo respiratorio
Se utilizan estos cinco factores para calcular la puntuación de Apgar. La
puntuación que puede obtenerse incluye las cifras entre el 0 al 10. La puntuación
más alta posible es 10.
Puntuación de Apgar
Factor de Apgar 2 1 0
Frecuencia
cardíaca
Normal
(superior a 100
latidos por
minuto)
Inferior a 100
latidos por
minuto
Ausente (sin pulso)
Esfuerzo
Respiratorio
Normal Respiración
lenta e irregular
Ausente (sin
respiración)
Irritabilidad
(Respuesta
refleja)
Lo evita,
estornuda o
tose tras la
estimulación
Gesto o mueca
facial tras la
estimulación
Ausente (sin respuesta
a la estimulación)
Actividad(Tono
muscular)
Activo,
movimientos
expontáneos
Brazos y
piernas
flexionados con
poco
Sin movimiento,
tonicidad "blanda"
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movimiento
Apariencia
(Coloración de la
piel)
Color normal en
todo el cuerpo
(las manos y los
pies rosados)
Color normal
(pero las manos
y los pies tiene
un tono
azulado)
Coloración azul-
grisácea o palidez en
todo el cuerpo
Un bebé con una puntuación de siete o superior en la prueba tras haber
transcurrido un minuto después del nacimiento es generalmente considerado un
bebé con buena salud. Sin embargo, una puntuación inferior no significa que su
bebé tenga mala salud o sea atípico. Por ejemplo, una puntuación entre cuatro y
seis tras realizar la prueba después de transcurrir un minuto indica que su bebé
necesita atención especial inmediata, succión de los conductos respiratorios u
oxígeno para ayudarlo a respirar.
Un recién nacido con una puntuación de Apgar inferior a cuatro puede
requerir atención médica avanzada y medidas de emergencia como la
administración de oxígeno, fluídos, medicamentos, y observación en la Unidad de
Cuidados Intensivos (NICU).
Al transcurrir cinco minutos después del nacimiento, la puntuación de Apgar
se vuelve a calcular, y si la puntuación de su bebé no ha mejorado hasta el
número siete o superior, pueden continuar cualquier medida médica necesaria
controlando cuidadosamente al bebé. Algunos bebés nacen con condiciones
cardíacas o pulmonares que requieren atención médica especial mientras que a
otros bebés les toma un poco más de tiempo ajustarse a la vida fuera del vientre
materno. La mayoría de los recién nacidos con puntuaciones iniciales inferiores a
siete en la prueba de Apgar eventualmente estarán bien.
Es importante que las parejas que son padres por primera vez mantengan
la puntuación de Apgar de su bebé en perspectiva. La prueba fue diseñada para
ayudar a los profesionales a cargo del cuidado de la salud a confirmar la condición
33
física general de los recién nacidos para determinar con rapidez la necesidad de
atención médica inmediata. La puntuación de Apgar no fue diseñada para
pronosticar la salud del bebé a largo plazo, ni su comportamiento, estatus
intelectual o productividad. Pocos bebés obtienen una puntuación de 10, y los
bebés perfectamente saludables a veces obtienen una puntuación más baja de lo
común, especialmente a los pocos minutos del nacimiento.
34