«Señor Uno y Trino, comunidad preciosa de amor … · MI CASA El espíritu de ... recibido del...

E R M A N I TA S D E L O S P O B R E S

PAPA FRANCISCO, (Laudato Si nº 246)

«Señor Uno y Trino, comunidad preciosa de amor infinito, enséñanos a contemplarte en la belleza del universo, donde todo nos habla de ti.»

Mayo - Agosto 2018 Mayo - Agosto 2018 Núm. 225

Núm. 225Mayo-Agosto 2018

Hacia la VidaBOLETÍN CUATRIMESTRAL DE LASHERMANITAS DE LOS POBRESwww.hermanitasdelospobres.es

ColaboracionesCtra. Virgen del Espino, 1 - T. 91 855 16 8028460 Los Molinos (Madrid)[email protected] provincialesZurbarán, 4. 28010 MadridPlaza Tetuán, 45-49. 08010 Barcelona

Dep. legal: M-22154-2016Producción: Impresión Offset Derra. Joan d’Àustria, 66. 08005 Barcelona

CRÉDITOS DE IMÁGENES: p. 3, 4 y contraportada: Cathopic.com; p. 20:Wikimedia.com_cc.

EDITORIALMemoria agradecida ................................................1IGLESIAMaría, Madre de la Iglesia ................................2Alegraos y regocijaos ..............................................4MI CASAEl espíritu de familia ...............................................8POEMAElogio de la vida sencilla ................................ 16

ENCUENTROSVisita a la Provincia de África ................... 18¿Qué haría Cristo en mi lugar? .................30

NOTICIAS DE MI CASAPamplona ...........................................................................31

SUMARIO

«Amen mucho a la Santísima Virgen, Ella será su Madre.»

SANTA JUANA JUGAN

HACIA LA VIDA Mayo-Agosto 2018 1

Este nuevo número de la re-vista Hacia la Vida, ve la luz en el mes de mayo, pero

ya algo avanzado...Después de una fuerte sequía,

nuestros campos, agradecidos de las abundantes lluvias de marzo y abril, se visten de un verdor espléndido. Al levantar nuestra mirada y verlos repletos de flore-cillas de todos los colores, nues-tra alma alaba al Creador por su bondad, por sus misericordias, por su Alianza.

La belleza de este arco iris de una tarde de primavera nos ani-ma una vez más a esta alabanza. Ya en las primeras páginas de la Biblia, (cf. Gn 9,12-27) vemos que Dios renueva su Alianza, su Amor con su pueblo. Él no se can-sa de la humanidad, Él nunca nos da por perdidos.

El Papa, a través de su exhorta-ción apostólica sobre la santidad, ha tocado el centro de nuestra vida, nuestra configuración con Cristo. Cada uno, con su histo-ria sagrada, está llamado a vivir y hacer crecer esta santidad con gestos sencillos, en lo ordinario.

Nuestra historia es importan-te, con una memoria agradeci-da, «que traigamos a la memoria todos los beneficios que hemos recibido del Señor. Mira tu his-toria cuando ores y en ella en-contrarás tanta misericordia. Al mismo tiempo esto alimentará tu consciencia de que el Señor te tiene en su memoria y nunca te olvida. Por consiguiente, tiene sentido pedirle que ilumine aun los pequeños detalles de tu exis-tencia, que a él no se le escapan.» (EG 153)

Memoria agradecida

2 Mayo-Agosto 2018 HACIA LA VIDA

María, Madre de la IglesiaPor decisión del Papa Fran-

cisco, según dio a conocer la Congregación para el

Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos el pasado 24 de marzo, el lunes después de Pentecostés de cada año, la Igle-sia celebrará, ya a partir de este año, la memoria obligatoria de la «Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia».

El Cardenal Robert Sarah, como prefecto, firmó el Decreto publicado para la ocasión, don-de ordena la celebración y la ins-cripción de esta nueva memoria en el Calendario Romano Gene-ral.

En dicho documento el Car-denal guineano comienza afir-mando: «La gozosa veneración otorgada a la Madre de Dios por la Iglesia en los tiempos actuales, a la luz de la reflexión sobre el misterio de Cristo y su naturale-za propia, no podía olvidar la fi-gura de aquella Mujer, la Virgen María, que es Madre de Cristo y, a la vez, Madre de la Iglesia.»

En el comentario que el Cardenal Sarah hace para la ocasión, afirma su deseo de que «esta celebración, extendida a toda la Iglesia, recuerde a todos los discípulos que, si que-remos crecer y llenarnos del amor de Dios, es necesario fundamentar nuestra vida en tres realidades: la Cruz, la Hostia y la Virgen. Estos son los tres misterios que Dios ha dado al mundo para ordenar, fe-cundar, y santificar nuestra vida interior y para conducirnos hacia Jesucristo. Son tres misterios para contemplar en silencio».

Junto al Decreto la Congregación sacaba una Notificatio cuya finali-dad es aclarar cómo actuar cuando este día coincida con otras celebra-ciones.

El lunes de Pentecostés, que este año coincide con el 21 de mayo, es un gran día de fiesta para los al-monteños que celebran su Patrona, la bienaventurada Virgen María bajo la advocación del «Rocío», jus-to en el 25º aniversario de la visita del Papa San Juan Pablo II a la al-dea del Rocío.


I G L E S I A

I G L E S I A


Alegraos y regocijaosOfrecemos a continuación unas reflexiones de D. José Román Flecha, sacerdote, sobre la nueva Exhortación Apostólica del Papa Francisco, publicada recientemente sobre la llamada a la santidad.

«“El Señor lo pide todo, y lo que ofrece es la verdadera vida, la fe-

licidad para la cual fuimos creados. Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada”. Así sue-na el comienzo del documento Gau-dete et Exultate sobre la llamada a la santidad en el mundo actual.

Así se titula esta exhortación apos-tólica del papa Francisco firmada el día 19 de marzo, solemnidad de san José y publicada el lunes 9 de abril de este año 2018. Algunos han comenta-do que, “con lo que está cayendo”, el Papa se descuelga con una carta para invitarnos a todos a aspirar a la san-tidad.

Siempre es así. Si la Iglesia habla de Dios, la acusan de ignorar los dolo-res de la humanidad: la enfermedad, el hambre, la esclavitud o la guerra. Pero si la Iglesia alza su voz para promover la justicia, los que quieren


I G L E S I A

controlar la plaza pública la invi-tan a que se limite a hablar sólo de Dios. Como si a Dios le fuese indiferente la losa que aplasta a sus hijos.

Pues bien, en esta exhortación se nos recuerda que hemos sido llamados a ser santos. Los santos no son sólo los canonizados. Son también los vecinos de “la puerta de al lado. El Papa quiere retratar a la clase media de la santidad”. Esa santidad que se alcanza y se manifiesta en los pequeños ges-tos de cada día.

EL CAMINO DE LA SANTIDAD

Es importante espantar un pre-juicio habitual: “No tengas mie-do de la santidad. No te quitará fuerzas, vida o alegría. Todo lo contrario, porque llegarás a ser lo que el Padre pensó cuando te creó y serás fiel a tu propio ser” (n.32). Es importante esa llamada a la coherencia, a ser fieles a la honda verdad de lo que somos, cuando

no llevamos puesta la máscara. Francisco nos avisa sobre los

dos enemigos de la santidad: el gnosticismo y el pelagianismo. El primero aparece en quienes aspiran a una espiritualidad sin Dios, a un Dios sin Iglesia, a una Iglesia sin pueblo. Y el segundo a quienes buscan la perfección apoyándose en sus solas fuerzas y se suben al podio de su perfec-cionismo.

Para llegar a la santidad, no hay otro camino que el de las bien-aventuranzas: “En ellas se dibuja el rostro del Maestro, que esta-mos llamados a transparentar en lo cotidiano de nuestras vidas” (n.63). Las bienaventuranzas pro-clamadas por Jesús son como el carnet de identidad del cristiano. Además, la profecía de Jesús so-bre el juicio final, es el gran proto-colo por el que seremos juzgados. Así que las obras de misericordia que allí se mencionan marcan el camino de la santidad.


LA SOLEDAD Y EL SERVICIO

Estamos llamados a construir el reino de Dios, un reino de amor, de justicia y de paz para todos. Esa tarea requiere un esfuerzo personal. De hecho, afirma el Papa: “No te santificarás sin en-tregarte en cuerpo y alma para dar lo mejor de ti en ese empeño” (n.25).

Pero a continuación, el docu-mento papal incluye unas pa-labras provocadoras: “No es sano amar el silencio y rehuir el encuentro con el otro, desear el descanso y rechazar la actividad, buscar la oración y menospreciar el servicio” (n.26).

No se trata de separar, sino de integrarlo todo en nuestra misión. “¿Acaso el Espíritu Santo puede lanzarnos a cumplir una misión y

al mismo tiempo pe-dirnos que escapemos de ella, o que evite-mos entregarnos to-talmente para preser-var la paz interior?” (n.27).

A veces olvidamos entregarnos a los de-más. Buscamos la paz interior y vemos la acción como una distracción. Y otras

veces nuestra acción pastoral está “movida por la ansiedad, el or-gullo, la necesidad de aparecer y de dominar”. Las dos tentaciones nos alejan de la santidad.

El Papa nos exhorta a no des-preciar los momentos de quietud, soledad y silencio ante Dios. Por eso nos llama la atención sobre los recursos tecnológicos, los via-jes, las ofertas para el consumo, que a veces no dejan espacios donde resuene la voz de Dios.

Cuando los ruidos nos aturden, no reina la alegría sino la insa-tisfacción de quien no sabe para qué vive. “¿Necesitamos detener esa carrera frenética para recupe-rar un espacio personal, a veces doloroso pero siempre fecundo, donde se entabla el diálogo since-ro con Dios?” (n.29).


La conclusión es clara: “Nos hace falta un espíritu de santidad que impregne tanto la soledad como el servicio, tanto la intimi-dad como la tarea evangelizado-ra, de manera que cada instante sea expresión de amor entregado bajo la mirada del Señor. De este modo, todos los momentos serán escalones en nuestro camino de santificación” (n.31).

SIETE ACTITUDES

La llamada a la santidad se nos dirige en este mundo con-creto. El Papa no deja de seña-lar siete actitudes imprescindi-bles para este tiempo, como el aguante, la paciencia, la man-sedumbre, la alegría, el senti-do del humor, la audacia y el fervor. La oración y la ayuda de la comunidad pueden facilitar su ejercicio.

Y como el ambiente lo requiere, habrá que ensayarse para practi-car esa vigilancia que nos ha de mantener despiertos y confiados, a la vez. Que el Señor nos conce-da el don precioso del discerni-miento para no desviarnos jamás del camino de la santidad.»

«El santo es capaz de vivir con alegría y sentido del humor.

Sin perder el realismo, ilumina a los demás con un espíritu

positivo y esperanzado.»


El espíritu de familia

La Sagrada Familia de Nazaret, fue desde el primer momento el modelo que Santa Juana Jugan escogió para sus casas. Ahí debía reinar el orden, el amor, la sencillez, la austeridad, y tantas otras

virtudes domésticas que el Santo Padre nos pone de relieve en su nueva exhortación apostólica Gaudete et Exsultate.

La llamada a la santidad es universal. Los santos ya canonizados nos alientan, pero debemos tener en cuenta, que «entre ellos puede estar nuestra propia madre, una abuela u otras personas cercanas. Quizá su vida no fue siempre perfecta, pero aun en medio de imperfecciones y caídas siguieron adelante y agradaron al Señor.» Como el Santo Padre nos recuerda, «para ser santos no es necesario ser obispos, sacerdotes, religiosas o religiosos.» Sino que «todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra.»

En nuestras casas los Ancianos nos enseñan diariamente esta «san-tidad de andar por casa». Son muchos sus talentos y el modo cómo se ayudan y prestan servicios los unos a los otros. Estas páginas quieren exponer con mucha sencillez todo el bien que son capaces de realizar en su vida ordinaria, sin ruido, pero que sin duda alguna, son pequeños gestos que nos indican reflejos de santidad, reflejos del rostro de Dios.

«Vean cómo Jesús, María y José se amaban los tres,

qué buen semblante tenían, con qué bondad,

con qué dulzura se hablaban. En nuestra pequeña familia

tiene que ser así.»

SANTA JUANA JUGAN


M I C A S A

Nieves, a sus 87 años, además de otras ocupaciones, realiza infinidad de pequeñas labores en favor de las misiones.

Carmen realiza, junto con otras compañeras, diferentes ropas de bebé. Son felices de saber que su labor servirá para ayudar a otros que también lo necesitan.

Martina está feliz de poder realizar bufandas para colaborar con las misiones. Es admirable que a sus casi 90 años, no necesita gafas.

Labores para las misiones

Barcelona-Gracia

Los Molinos (Madrid)

Segovia

M I C A S A


Antonio Sampaio (86 años), realiza «registos», cuadros religiosos típicos de Portugal, verdaderas obras de artesanía.

En Segovia, un buen grupo de Residentes,

acompañados por una animadora, realizan con papel reciclado,

numerosos objetos de utilidad: mariposas

para colgar en la pared, flores, cestas para la ropa,

jarrones, etc.

Pamplona

Porto

Segovia

A mis 95 años soy feliz de poder ayudar a las misiones

haciendo algo que me gusta, mantelerías a punto de cruz.

MARGARITA MARTÍNEZ


M I C A S A

No podía faltar el típico ganchillo. María Bartra (91 años) nos enseña algunos de los trabajos que se realizan en la casa de Barcelona: tapetes, mantelerías, servilletas, colchas, agarradores, etc.

En Jaén, Cristobalina ayuda en la venta de los regalitos que los compañeros realizan en el taller de manualidades. Con su salero y desparpajo no deja que nadie que entre en la casa se vaya sin colaborar. Lo recaudado va para la construcción de una Casa para ancianos en Porto-Novo, Benín (África).«Su puestecito», como ella lo llama, le da la vida y ayuda enormemente a otros mayores del mundo. ¡Vaya lección de amor nos da Cristobalina!

En Talavera, Ángel (91 años), realiza con madera numerosos trabajos, como este trillo que nos enseña en la foto, o el portalápices realizado con pinzas para tender la ropa ¡todo un artista!

Barcelona S. José

Jaén

Talavera

M I C A S A


Me estremezco cada vez que me acerco a un lienzo, a una lámina o a una imagen para restaurarla

y así modelarla a través de mis pensamientos, de mi visión, de mis manos. Una parte de mí se engrandece al ver terminado el

trabajo, crece en mí ese sentimiento de agradecimiento constante, por vivir en «Mi Casa». Aquí he encontrado un lugar donde seguir creciendo y

enriquecerme como persona.

Soy compañera de mesa de Manuela, que hace poco ha llegado a nuestra casa, y yo me he

hecho cargo de ella para que se sintiera acompañada y no se perdiera por los

caminos, ya que la casa es grande. Vamos por la mañana de paseo, pasamos por la biblioteca y hojeamos el periódico.

Hacemos manualidades, también trabajamos en la escritura y Manuela me corrige las faltas. Estoy muy contenta de

ayudar y sentirme ayudada.

Antonio, en Pamplona, presta su ayuda haciendo recados de un lado para otro en la ciudad; además es feliz pintando artículos de madera.

JUAN ÁLVAREZ

MARÍA VIVENCIA

Granada

Pamplona

Acompañar, custodiar


M I C A S A

En esta casa he encontrado una segunda familia, y estoy

muy contento de poder ayudar prestando diferentes servicios.Subo cada día el desayuno a la

enfermería y doy de comer a los que no pueden solos. También

hago las veces de monaguillo. Con mi coche, mayor como yo, hago

pequeñas gestiones acompañando a algunos compañeros a donde

haga falta. Doy gracias a Dios por vivir en «Mi Casa».

Estuve cuatro años en un hospital y ya recuperado, no tenía a dónde ir. Me sentía como un pájaro sin alas. El venir a «Mi Casa» fue un milagro, una obra del Señor. Estaba equivocado sobre lo que pensaba de las Hermanitas de los Pobres, nunca imaginé que siendo evangelista, me iba a encontrar tan a gusto. Ellas son felices cuando nos ven felices a nosotros. Tanto amor me ha hecho pensar que he pasado literalmente de la muerte a la vida. Todo lo que yo pueda ofrecer a la Casa, todo lo que hago y en todo lo que puedo ayudar es siempre poco. Mi deseo es ser todo lo útil que pueda para la Congregación. Mientras participo en la recogida de los materiales de terapia, llevo a un lado y a otro a aquellos ancianos que están impedidos; mientras ayudo en cocina o hago servicio de portería, pienso en Cristo y desde ahora y para siempre en Santa Juana Jugan a quien tengo muy presente en todas mis oraciones. PACO CAMACHO

ELÍAS PEÑA

Cartagena

Salamanca

M I C A S A


Los 100 años de María Elisa, no le impiden hablar y cuidar todas las

tardes del canario. Tampoco olvida leer con toda atención el periódico.

Pamplona

Cáceres

Barcelona San José

Cada día salgo a pasear por las mañanas, recojo los periódicos para traer a «Mi Casa» las noticias de actualidad.

«A nadie le amarga un dulce», nos recuerda el refranero español.

Por eso un equipo de Residentes de la

casa de Barcelona San José, al acercarse la fiesta de Todos los

Santos, elaboran ricos panellets para todos.

MODESTO DÍAZ

Endulzar la vida

«La comunidad que preserva los pequeños detalles del amor, donde los miembros se cuidan unos a otros y constituyen un espacio abierto y evangelizador, es lugar de la presencia del

Resucitado que la va santificando según el proyecto del Padre.»FRANCISCO, GE nº 145


M I C A S A

Salamanca

Aportar en «Mi Casa» una colaboración, por pequeña que sea, nos hace sentirnos más en nuestro hogar, siempre dependiendo de las habilidades y facultades de cada uno. Yo ayudo con mucho gusto en el comedor para quitar las mesas, ordenando los libros de los cantos de la Capilla, y participo en el taller de teatro, que es algo que me encanta y me da la vida.

Esta colaboración no nos impide tener libertad para salir, ver a nuestros familiares y amigos; pero al regresar siento la alegría de estar en casa. Mientras nuestra salud nos lo permite realizamos diferentes actividades, terapia ocupacional, lectura; también tenemos un pequeño gimnasio con un fisio que nos ayuda mucho. Un salón de actos, donde tenemos nuestra propia escuela de teatro, peluquería y cafetería.

El jardín es muy amplio y bonito, podemos dar grandes paseos sin tener que salir, contiene una pérgola donde celebramos acontecimientos con música y bailamos, también meriendas. Si a todo le añadimos los momentos de oración y las horas de descanso, que son necesarias, nos falta tiempo.

Me siento llena de vida, espero el nuevo día con ilusión, sabiendo que siempre nos trae algo bueno si lo sabemos mirar con buenos ojos. Los últimos años de la vida son de suma importancia para el alma.

Felisa Sastre, a sus 106 años, físicamente no puede realizar muchas actividades, pero agarrada a su rosario, ora con mucho fervor por tantas intenciones que le son confiadas, por cuantos sufren en este mundo, por la Iglesia, por un aumento de vocaciones.

CARI

Fiestas, teatros...

Oración, intercesión

NOTA: Si Dios quiere, en el próximo número continuaremos este artículo.

Vida inquieta, frenesí de la ambición desmedida... ¡Qué mal comprende la vida el que la comprende así!

La vida es soplo de hielo que va marchitando flores; no la riegues con sudores ni la labres con desvelo;

la vida no lo merece: que esa ambición desmedida es planta que no florece en los huertos de la vida.

Necio es quien lucha y se afana de su porvenir en pos: gana hoy pan y deja a Dios el cuidado de mañana.

Vida serena y sencilla, yo quiero abrazarme a ti, que eres la sola semilla que nos da flores aquí.

Conciencia tranquila y sana es el tesoro que quiero; nada pido y nada espero para el día de mañana.

Y así, si me da ese día algo, aunque poco quizás, siempre me parece más de lo que yo le pedía.

Ni voy de la gloria en pos, ni torpe ambición me afana, y al nacer cada mañana tan sólo le pido a Dios

casa limpia en que albergar, pan tierno para comer, un libro para leer y un Cristo para rezar;

que el que se esfuerza y se agita nada encuentra que le llene, y el que menos necesita tiene más que el que más tiene.

Quiero gozar cuanto pueda, y, con acierto y medida, gastar moneda a moneda el tesoro de mi vida;

mas no quiero ser jamás como el que amontona el oro y no goza del tesoro por acrecentarlo más.

Quiero gozar sin pasión, esperar sin ansiedad, sufrir con resignación, morir con tranquilidad;

que, al llegar mi postrer día, quiero pensar y decir: «Viví como viviría si ahora volviera a vivir.

Viví como un peregrino, que, olvidando los dolores, pasó cogiendo las flores de los lados del camino;

cantando he dejado atrás la vida que recorrí; pedí poco y tuve más de lo poco que pedí;

Elogio De La Vida Sencilla

casa limpia en que albergar, pan tierno para comer, un libro para leer y un Cristo para rezar;

que el que se esfuerza y se agita nada encuentra que le llene, y el que menos necesita tiene más que el que más tiene.

Quiero gozar cuanto pueda, y, con acierto y medida, gastar moneda a moneda el tesoro de mi vida;

mas no quiero ser jamás como el que amontona el oro y no goza del tesoro por acrecentarlo más.

Quiero gozar sin pasión, esperar sin ansiedad, sufrir con resignación, morir con tranquilidad;

que, al llegar mi postrer día, quiero pensar y decir: «Viví como viviría si ahora volviera a vivir.

Viví como un peregrino, que, olvidando los dolores, pasó cogiendo las flores de los lados del camino;

cantando he dejado atrás la vida que recorrí; pedí poco y tuve más de lo poco que pedí;

que si nadie me envidió en el mundo necio y loco, en ese mundo tampoco he envidiado a nadie yo».

Tras los honores no voy; la vida es una tirana, que llena de honores hoy al que deshonra mañana.

No quiero honores de nombres; vivo sin ambicionar, que ese es honor que los hombres no me lo pueden quitar.

He resuelto despreciar toda ambición desmedida y no pedirle a la vida lo que no me puede dar.

He resuelto no correr tras un bien que no me calma; llevo un tesoro en el alma que no lo quiero perder,

y lo guardo porque espero que he de morir confiado en que se lo llevo entero al Señor, que me lo ha dado.

JOSÉ Mª PEMÁN, (Cádiz, 1898-1981)


Del 18 de enero al 8 de fe-brero, nuestra Madre Ge-neral María del Monte

Auxiliadora, junto con la Madre Asistenta Benoîte de Ste. Berna-dette, realizaron una visita a cua-tro casas de una de las Provincias

de la Congregación, la Provincia de África.

Acompañando sus pasos po-dremos apreciar con alegría, que el carisma de Santa Juana Jugan está vivo en el mundo, en las di-ferentes culturas.

Una de las misiones confiadas a una Madre General es, sin duda alguna, la de fortalecer los corazones; al mismo tiempo es llamada a custodiar la unidad de la Congregación dentro de la diversidad y la complementariedad. Seguir sus visitas, nos abre a conocer a las Hermanitas de los Pobres no sólo en nuestro entorno más cercano, sino por tierras lejanas. Seguimos sus pasos por algunas de las zonas bañadas por el Mediterráneo.

Hamrum (Malta)

Visita a la Provincia de África

VISITE DE MÈRE DANS LA PROVINCE D’AFRIQUE 2018

Mercredi 17 janvier

Départ de la gare de Rennes à 15h35 Arrivée en gare de Paris Montparnasse à 17h04

Jeudi 18 janvier

Départ de Paris CDG à 10h20 Arrivée à HAMRUN (Malte) à 13h05

Lundi 29 janvier

Départ d’Istanbul à 12h55 Arrivée à ORAN à 15h10

Mardi 23 janvier

Départ de Malte à 9h30 Arrivée à ISTANBUL à 13h45

Samedi 3 février

Départ d’Oran à 14h40 Arrivée à ANNABA à 16h40

Jeudi 8 février

Départ d’Annaba à 13h50 Arrivée à l’aéroport de Paris Charles de Gaulle à 16h10

Départ de la gare de Paris Montparnasse à 18h56 Arrivée en gare de Rennes à 20h24

1

2

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4

1

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4

1

Etapas:

Estambul (Turquía)

Orán (Argelia)

Annaba (Argelia)

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3

4


E N C U E N T R O S

Como previsto, las viaje-ras llegaron a Hamrum el 18 de enero. Ya en el aeropuer-to, las esperaba una peque-ña comitiva para darles una calurosa bienvenida. Los gestos de acogida continua-ron a la entrada de la casa. Ahí miembros del perso-nal, junto con algunos Re-sidentes, también agitaban banderas cantando.

MaltaCorría el año 1878, hace exacta-

mente 140 años, cuando la obra hos-pitalaria llegó por primera vez a la isla de Malta.

Las autoridades recibieron con agrado esta nueva institución. La misma duquesa de Edimburgo hon-ró con su visita y su donativo al na-ciente asilo. También las personas más sencillas ayudaron con sus do-nativos. Los descargadores del puer-to descontaban un tanto por semana de su salario y reunían entre todos de 8 a 9 francos de suscripción semanal.

Un antiguo palacio de los caballe-ros de Malta, que estaba deshabilita-do hacía ya un cuarto de siglo, fue el lugar escogido para instalarse. Esta casa, fue reconstruida en 2006 inte-grando en la nueva casa una parte de la antigua.

El jardín, debido al excelente clima de la isla, es la delicia de todos los que ahí viven.

BREVE CRÓNICA DE LA FUNDACIÓN

E N C U E N T R O S


La tarde del día siguiente, tuvo lugar en el salón de actos, un con-curso que tenía como título: Malta tiene talento. Se sucedieron once grupos cantando y bailando. Dife-rentes regiones se dieron encuen-tro en esta tarde recreativa: Malta, Filipinas, Eritrea, España, etc.

Ocho Residentes, acompañados por dos miembros del personal, cantaron Que viva España, tocan-do panderetas y maracas. Como broche las Hermanitas cantaron el Himno de la Caridad de San Pablo en Kiswahili.

Fue muy difícil escoger los ga-nadores. Todos recibieron una medalla de Santa Juana Jugan, junto con algunos regalos.

Algunos Ancianos también ofre-cieron con alegría, trabajos de ar-tesanía realizados por ellos mis-mos, verdaderas obras de arte.

Como era de esperar, hicieron también una peregrinación a los lugares donde San Pablo vivió tres meses, después de su nau-fragio. La cueva donde vivía en Rabat. Seguidamente fueron a pie hasta Medina, ciudad fortifi-cada donde San Pablo curó al pa-dre de Publius, gobernador de la isla, que se convirtió en el primer obispo de Malta.Catacumbas de San Pablo, Rabat


E N C U E N T R O S

El 23 llegaron a la casa de Estambul, don-de fueron muy bien recibidas por una pareja de Residentes vestidos con trajes tradicionales. Nues-tras viajeras fueron conducidas a un salón donde tres empleadas, ataviadas con el traje tradicional, bailaban al mismo tiempo que les servían un café con delicias turcas.

La diversidad de orígenes y lenguas entre los Residentes, Hermanitas, Colaboradores, Amigos, es la nota caracterís-tica de esta casa. Es maravillo-so ver esta mezcla de personas de culturas tan diferentes, y al mismo tiempo, formando la pequeña familia deseada por Santa Juana Jugan.

Nuestra Madre general sem-bró alegría a su paso. Al salu-darla la mayoría le expresaban su respeto a la manera turca, besando su mano y llevándola después hasta su frente.

Turquía

Las Hermanitas desembarcaron en Estambul el 1 de noviembre de 1892, después de una larga trave-sía. Un banquero ortodoxo fue su principal bienhechor. Después de regalar su casa y todos sus bienes, se presentó como un mendigo para entrar en el asilo (como se decía antaño) que él mismo había contribuido a fundar. En la Navi-dad de 1896 eran ya 65 Ancianos, todos ellos de un origen muy va-riado y por lo tanto de muy di-ferentes lenguas: turco, armenio, griego, italiano, francés.

BREVE CRÓNICA DE LA FUNDACIÓN

E N C U E N T R O S


La tarde del 24 transcu-rrió en un ambiente festi-vo. Los Residentes dieron prueba de sus dotes artísti-cos representando con mu-cho talento la llegada de las Hermanitas a Estambul. Para finalizar no podían faltar las danzas turcas con sus trajes típicos de colo-res tornasolados brillantes. ¡Qué agilidad!

Para marcar el 125º aniversario de la llegada de las Hermanitas a Turquía, D. Rinaldo Marmara escribió un libro so-bre la trayectoria de esta obra a lo lar-go de los años en Estambul. Varias per-sonalidades estuvieron presentes en la presentación de dicho libro la tarde del 25, entre ellas el cónsul de Francia y un archimandrita del Patriarcado de Cons-tantinopla que Bartolomé I había dele-gado.

Representación de la llegada en barco de las Hermanitas a Estambul, en 1892.


E N C U E N T R O S

El 27 el Patriarca Bartolomé I recibió a nuestra Madre General, acompañada de otras Hermanitas, en su des-pacho. Él conoce bien la Congregación, su pre-sencia y acción en Tur-quía. Las bendijo afir-mando: «Hermanitas, su trabajo es sagrado». Encuentro que terminó con la oración de Víspe-ras en una preciosa Ca-pilla repleta de iconos.

Una visita guiada a la Basílica Sta. Sofía (es un museo desde 1934) les permitió admirar los célebres mosaicos bizantinos de Cristo y de la Virgen María.

E N C U E N T R O S


«Hacer felices

a los Ancianos,

¡todo está ahí!»

Nuestras dos viajeras avan-zan en su andadura. Llegó el momento de visitar Orán y Annaba, las dos casas existen-tes actualmente en el país.

Desde el primer momento, pudieron constatar cómo el es-píritu de Santa Juana Jugan está presente en el día a día de las Hermanitas, al servicio de los Ancianos en este país desde 1881. En Orán, como señal de acogida, los Residentes, a su lle-gada, les ofrecieron flores, una placa y un vaso de leche con dátiles. Una empleada presentó un corderito, muy bien atavia-do, cubierto con una bandera española.

Las Hermanitas de la casa de Argel, necesitaban el permiso del Obispo de Orán para poder hacer ahí la colecta. El prela-do, cuando recibió la petición respondió simplemente: «Pero ¿por qué no os establecéis en Orán?» Otras muchas personas se hacían la misma pregunta… La respuesta no se hizo esperar mucho tiempo, porque el pri-mero de abril del año siguiente (1885), se abrió la casa.

BREVE CRÓNICA

DE LA FUNDACIÓN DE ORÁN

Argelia

Santa Juana Jugan


E N C U E N T R O S

Al día siguiente, los Residentes las acogieron en los diversos comedores, como es costumbre, al son de You-You (gritos largos agudos y modulados). Estuvieron bien contentos de recibir bonitos regalos de las manos de la Madre General y su acompañante.

El Señor Obispo de Orán, Mons. Jean-Paul Vesco, Do-minico, es un gran amigo de la casa. Se hizo presente para celebrar la Eucaristía y acom-pañar a todos durante la tar-de de actuaciones en el salón de actos. Cantos, música fol-clórica, bailes, etc. Los Resi-dentes realizaron una obra de teatro, con Juana Jugan repre-sentando varias escenas de la vida diaria de la casa. Una orquesta de diez músicos que interpretaron algunas piezas de música clásica árabe-anda-luza, cerró con broche de oro. Laúdes, violines, y demás ins-trumentos que fueron la deli-cia de todos los que se dieron cita en esa tarde de fiesta.

E N C U E N T R O S


El día 3 de febrero, comenzaba la 4ª y úl-tima etapa de esta visita, la casa de Annaba.

La acogida fue, como siempre, muy ca-lurosa. El patio de la casa estaba espléndi-do para la ocasión. Ahí, al son de la mú-sica, tuvo lugar el rito de bienvenida, con los You-You, danzas y bajo una lluvia de caramelos. Según la costumbre, sirvieron a las viajeras dátiles y leche, en vasos pre-ciosamente decorados.


E N C U E N T R O S

El Domingo la Misa fue ani-mada por algunos estudiantes de varios países africanos que frecuentan la casa. Los cantos fueron en varias lenguas, entre ellas el árabe y el francés. Todo el clero de Annaba estaba pre-sente: seis sacerdotes.

Seguidamente fue el momen-to de saludar a cada uno de los Residentes en el comedor y la entrega de regalos.

La visita llegaba a su fin, pero no podía faltar la peregrinación tras los pasos de San Agustín: ba-sílica, ruinas de la basílica antigua y baptisterio. Nos cuentan que «era impre-sionante pensar que allí tuvieron lugar tres conci-lios y varios sínodos».

E N C U E N T R O S


Esta preciosa casa, situada lite-ralmente a la sombra de la Basí-lica de San Agustín, data del año 1885. Hoy en día, los Residentes son en su totalidad musulmanes. Su conciencia religiosa es respeta-da en todo momento, existiendo diálogo y respeto entre las dos re-ligiones. Las Hermanitas que ahí se encuentran, viven el precepto de la caridad, siempre intentando dar lo mejor de ellas mismas. Vi-

viendo para los Ancianos sa-ben que viven para Dios.

Ellas son testigos diariamen-te de los admirables gestos de generosidad de los musul-manes. Al mismo tiempo ad-miran en ellos la sencillez de vida, la valentía ante los sufri-

mientos, la confianza absoluta en la voluntad de Dios, el sentido del compartir y del perdón.

La divina Providencia se ma-nifiesta ordinariamente a través de numerosas personas de buena voluntad que ven a las Hermani-tas como enviadas de Dios. Ellas constatan cada día y en primera persona que el lenguaje del Amor es universal.

La colina de Hipona permanecía desierta hacía ya siglos y estaba cubierta de ruinas. El Cardenal Lavigerie tuvo la feliz idea de restaurar en ella el culto a San Agustín. Levantó una basílica e hizo alrededor algunos edificios. Uno de estos debía representar la caridad, y permitiéndolo así la proximidad de la población de Bona, se confió a las Hermanitas de los Pobres, que tienen la regla del Santo patriarca como funda-

mento de sus Constituciones. Llegaron en 1881; después de

estar algún tiempo en Bona en una casa alquilada, se establecie-ron en Hipona en una parcela de terreno que habían comprado en el cerro antes de la erección del santuario, y contribuyeron, más de lo que es posible imaginarse, al restablecimiento del culto del águila de los doctores en aquel si-tio, de donde su gloria había ilu-minado todo el Occidente.

BREVE CRÓNICA DE LA FUNDACIÓN DE ANNABA


E N C U E N T R O S

Mártires de ArgeliaEl Papa Francisco aprobó, el 26 de ene-

ro de 2018, el decreto que reconoce el martirio de Mons. Pierre Claverie, Obis-po de Orán, Argelia, asesinado el 1 de agosto de 1996, y de otros 18 religiosos y religiosas de Argelia, asesinados por terroristas islámicos, entre los que están los 7 monjes trapenses del monasterio de Tibhirine inmortalizados en la pe-lícula De dioses y hombres. El Arzobispo de Argel, Mons. Paul Desfarges, afirmó tras conocerse la noticia: «Deseamos que esta beatificación sea un signo de perdón y de paz para todos, porque se trata de hombres y mujeres de paz y perdón que han dado su vida por todos».

Pierre Claverie, dominico, Obispo de Orán, fue asesinado el 1 de agosto de 1996 cuando entraba al obispado en compañía de un amigo, un joven musulmán, Mohamed Bouchikni, que había ido a buscarlo al aeropuerto. Desde hacía meses, y en particular durante el verano de 1996, Pierre sabía que estaba amenazado de muerte, y el joven Mohamed, que también lo sabía, casi nunca lo dejaba solo. Mohamed y Pierre mezclaron su sangre, una misma deflagración acabó con los dos.

Entre los 18 compañeros, religiosos y religiosas, asesinados por el odio a la fe en Argelia entre 1994 y 1996, se encuentran los siete monjes cistercienses franceses que fueron decapitados en 1996 en Tibhirine.

E N C U E N T R O S


¿Qué haría Cristo en mi lugar?

La visita que el Papa Francisco realizó a Chile y Perú el pasado mes de enero, fue causa de mucha alegría para Ancianos, Hermanitas, Amigos y Colaboradores. Con bastante antelación las Hermanitas de Santiago su-pieron que el Papa pasaría justo delante de la puerta de la casa. El 15 de enero todos estaban ahí, a la puerta, para poder saludar, aunque fuera sólo con la mirada, al Papa Francisco.

Al día siguiente, ya en el Santuario de Maipú, en Santiago, algunas Her-manitas acompañadas por unos 20 jóvenes que frecuentan las casas de Chile y Argentina, estaban entre los 50.000 jóvenes que no querían per-derse los consejos del Papa en directo. Él supo conectar bien con los jó-venes, les hizo reír usando algunas expresiones chilenas, e ilustrando su discurso con una imagen que les habla: el teléfono móvil. Les exhortó a estar conectad@s con Jesús, a recargar la batería del corazón para mantener el fuego encendido. Dio como contraseña, para estar conectado, reflexio-nar sobre esta frase de San Alberto Hurtado: «¿Qué haría Cristo en mi lugar?» Los jóvenes escuchaban con respeto y silencio.

Una joven comentaba: «Todo se fue dando y no comenzó aquí, sino en el Hogar, trabajando con las Hermanitas y colaborando en la hospitalidad con los Ancianos.»

N O T I C I A S D E M I C A S A

El 8 de julio de 2013 el Papa Francisco visitó la isla italia-

na de Lampedusa. Días antes ha-bía naufragado un barco, donde murieron 349 personas. Prove-nían de Eritrea y Somalia, salie-ron buscando un futuro mejor. Se calcula que en los últimos veinte años han muerto unas veinte mil personas entre Libia e Italia. El mar Mediterráneo se ha convertido en el mayor cemen-terio del mundo.

En Lampedusa el Papa Francis-co dijo: «¿Dónde está el respon-sable de tanta sangre? ¡Ninguno! Todos responden igual: no he sido yo, yo no tengo nada que ver… hemos caído en la globalización de la indiferencia.»

El 9 de abril de 2016, la Funda-ción italiana Casa

del Espíritu y de las artes, presen-tó al Papa Francisco una cruz hecha con tablas de barcos nau-fragados frente a Lampedusa. El Papa la bendijo y dijo: «Llevadla por todas partes.» Desde enton-ces ha recorrido muchas diócesis de Italia; estuvo en el Vaticano en el jubileo de los inmigrantes, ha visitado Lourdes y diversas diócesis españolas.

El 26 de enero llegó a la casa de las Hermanitas de los Pobres en Pamplona. Ante esta cruz guar-daron silencio, reflexionaron, rezaron el Rosario y las Vísperas por todos los fallecidos, enco-

mendando las angustias de toda la humanidad, pidien-

do con insistencia que este mundo no sea cómplice de la globalización de la indiferencia.

Pamplona

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Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1785

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