Sendero Islam

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Debemos primero advertir que existe una doble versión d una muy popular y conocida, que podríamos llamar la ver "mitológica, que no lo concibe en su real dimensión, cr así lo enaltece, y atribuyéndole cosas que no le corres segundo, una versión real de lo que fue Jesús, según su evangelios y demás documentos más antiguos. Trataremos luz sobre este tema teniendo como elementos a evaluar e la lengua original de Jesús (P) y conocer a traves de d historia de medio oriente. Prologo La función de los Profetas en la historia, en cuanto ma humanidad, ha sido la de descubrir la realidad. Consist los cuentos y los mitos, y enseñar al hombre la verdad siendo ella el único medio de llegar a la plenitud del conoce es apto para admitir mitos y cuentos. Llegar a l realidad de las cosas, y aceptarlas como son, rechazand y el cuento, es un desafío muy grande para el alma huma El "Jesús" de la mitología es un "Jesús" neutro, inofen sedante que se le ha dado a la gente para que no piense forjado para otros nes diferentes al conocimiento verd

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Debemos primero advertir que existe una doble versin de Jess, una muy popular y conocida, que podramos llamar la versin "mitolgica, que no lo concibe en su real dimensin, creyendo que as lo enaltece, y atribuyndole cosas que no le corresponden; y, segundo, una versin real de lo que fue Jess, segn surge de los evangelios y dems documentos ms antiguos. Trataremos de llevar luz sobre este tema teniendo como elementos a evaluar el dominio de la lengua original de Jess (P) y conocer a traves de distintas vias la historia de medio oriente.

PrologoLa funcin de los Profetas en la historia, en cuanto maestros de la humanidad, ha sido la de descubrir la realidad. Consisti en eliminar los cuentos y los mitos, y ensear al hombre la verdad tal cual es, siendo ella el nico medio de llegar a la plenitud del ser. El que no conoce es apto para admitir mitos y cuentos. Llegar a la verdad, a la realidad de las cosas, y aceptarlas como son, rechazando la mitologa y el cuento, es un desafo muy grande para el alma humana.El "Jess" de la mitologa es un "Jess" neutro, inofensivo, como un sedante que se le ha dado a la gente para que no piense. Un "Jess" forjado para otros fines diferentes al conocimiento verdadero, a la bsqueda de s mismo, de la verdad por s mismo, al esfuerzo por la propia plenitud y liberacin. Esta falsificacin se realiz por dos vas, por un lado alterando los textos originales, y por otro, cubriendo tales textos (pues en ltima instancia no pudieron ser totalmente amaados) a travs de una doctrina que se llam "la tradicin", a la que se le ha otorgado una categora ms importante que la que tienen los evangelios. Dicha "tradicin" no es ms que una interpretacin histrica del cristianismo, adaptada a la mentalidad de una poca, interpretacin que sirvi de trampoln para la expansin del cristianismo en el imperio romano, y en general en occidente, por entonces degradado para el conocimiento espiritual y metafsico puro tal como el que traan los Profetas. As se da una forma indebida al mensaje de Jess, forma que en realidad lo oculta y lo distorsiona.Con este opsculo deseamos contribuir al esclarecimiento necesario de aquel mensaje. Nuestro propsito no es polmico sino educativo, pedaggico. Deseamos mostrar los velos que cubren algunos secretos sobre el significado metafsico de Jess, slo los velos, para que en ellos se vea la luz de la verdad resplandecer. Lo hacemos, adems, como acto de desagravio al Mesas, al que ama nuestro corazn, el que ha sido injuriado a travs de los siglos por los ignorantes y los malvados: "Y entonces vendrn a m y dirn: "Muchos me dirn aquel Da: "Seor, Seor, no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?" Y entonces les declarar: "Jams os conoc; apartaos de m, agentes de iniquidad!" (Mateo 7:22-23)

IntroduccinLa interpretacin que se le da a la gente en general de los hechos acerca de Jess el Mesas suena ms bien, como ya dijimos en el prlogo, a mitologa. La gente en su ignorancia acepta pasivamente todo lo que le presentan, que normalmente va dirigido a su sentimentalismo. Aunque hoy ya nadie cree en mitologas abiertamente como en el pasado, lamentablemente tampoco conocen la verdad, por lo cual hasta lo verdadero cae bajo la picota de la duda y es rechazado como falso.Ms an y peor, en la actualidad tampoco se hace el esfuerzo de superar la mitologa, ms bien se la profundiza, se la multiplica y perfecciona, y se la exalta a travs de muchos medios que llegan al pblica masivo sin tamiz alguno, y es consumido como el alimento ms preciado. La televisin, el cinematgrafo, la fantasiosa literatura que se inmiscuye en asuntos antes exclusivos de la investigacin ms rigurosa, debido a su gravedad, pero que alega que ha investigado y concluye dando una opinin caprichosa y sin fundamento, etc., son hoy los mentores de la verdad, y as lo acepta el pblico en general.La degradacin intelectual del presente no tiene parangn en la historia de la humanidad. La humillacin que sufren los verdaderos pensadores es coincidente y directamente proporcional con la degradacin social que sufre la poblacin. Podemos decir sin equivocarnos que el caos en que se vive y la inseguridad que nos aflige son hijos de la degradacin que los verdaderos referentes de la humanidad adolecen.Esto se produce tambin en las ciencias en las que las humansticas, como la filosofa, la psicologa, la historia, la sociologa y otras quedaron en manos de personas incapaces de plantearlas en su verdadera esencia, y que las ponen al servicio de la publicidad, de la produccin dividendos, de una ideologa poltica, y en definitiva del poder dominante, no de una reflexin seria y objetiva. Esta es la parodia de la ciencia.La cultura se ha degradado, la curacin por el espritu, como se llamaba a cultivar el conocimiento, se ha mercantilizado. Los falsarios de cada sector simulan conocimientos y slo responden a sus apetencias. Los dolos dominan, no ya solamente a las masas que en su ignorancia los compran con parte de sus vidas, sino tambin a los pretendidos mentores de cada dominio. En definitiva, la idolatra de hoy es superior en degradacin a la antigua.Nosotros realizaremos aqu acerca de Jess una especie de investigacin detectivesca, o como la que realiza un juez en un caso delictivo, donde existe un crimen o un hecho sospechoso. Debemos estudiar no ya las palabras, lo que dice la gente, sino los acontecimientos, para formarnos un argumento, una idea de lo que realmente pudo haber pasado. Y por suerte tenemos datos suficientes sobre los hechos, datos que los "correctores" de las Escrituras no entendieron, porque de lo contrario los hubiesen borrado. En realidad no saban que all se encontraban las claves. Lo fundamental es que an cuando existan agregados y distorsiones en los textos, lo que surge de los hechos es lo ms importante.Es cierto que debemos contar con que los textos han sido alterados a travs del tiempo por parte de los escribas, a veces sin mala intencin. Se afirma, por ejemplo, que la "Vulgata", es decir la Biblia que estableci San Jernimo en el siglo V, por orden del Papa de esa poca, ya en el 1.500, cuando se edit por primera vez en imprenta, estaba tan corrupta que al cotejar varias no haba dos prrafos iguales. Aunque repetimos, lo que surge de los hechos es lo ms importante.Quedarn no obstante muchos asuntos sin dilucidar, porque nuestro intento no es agotar este tema con un opsculo como el presente, sino solamente abrir una puerta hacia los secretos de los hechos alrededor de Jess el Mesas.

PRIMERA PARTEQuin es Jess?

Comencemos, pues, con nuestro tema al que podemos llamar "el secreto de Jess". Trataremos sobre su significacin, la funcin metafsica que l ha tenido en este mundo y que tendr en el futuro, y por ltimo su jerarqua entre los maestros de la humanidad. Deseo advertir, tambin, que no nos basaremos en otra cosa que los Evangelios, trataremos de descubrir el sentido de dichos textos en su pureza y espontaneidad.Debemos partir de la idea de Jess, como el Mesas esperado. As fue mencionado reiteradamente por el Antiguo Testamento. Jess mismo dice en el Evangelio de Juan: "Si yo diera testimonio de m mismo, mi testimonio no sera vlido. [...] Y el Padre, que me ha enviado, es el que ha dado testimonio de m. Vosotros no habis odo nunca su voz, ni habis visto nunca su rostro [...] Vosotros investigis las escrituras, ya que creis tener en ellas vida eterna; ellas son las que dan testimonio de m [...] No pensis que os voy a acusar yo delante del Padre. Vuestro acusador es Moiss, en quin habis puesto vuestra esperanza. Porque, si creyerais a Moiss, me creerais a m, porque l escribi de m. Pero si no creis en sus escritos, cmo vais a creer en mis palabras? (5:31,37, 39 y 45-47). Por su parte, en los rollos del Mar Muerto los esenios denominaron al Mesas "maestro de virtud". Jess constituy, entonces, la culminacin de los Profetas de Israel, y era esperado como el signo de los "ltimos tiempos", o del "fin de los das", previos a la instauracin entre todos los hombres del Reino de Dios. Esto mismo es lo que se interpretaba entonces.Otra de las ideas imperantes era que el Mesas sera un descendiente de David, es decir de la tribu de Jud, y que antes de su venida deba reaparecer el Profeta Elas, de quin pensaban que sera un sumo sacerdote de la tribu de Lev. El Mesas vendra para todos los pueblos, no slo para Israel.Cul fue el sentido de su apelativo "hijo de dios"?En el Antiguo Testamento se designa al Mesas esperado como "siervo de Dios" y "Mesas"; su designacin como "hijo de Dios", que tanto se ha vulgarizado entre cristianos, no es frecuente en las profecas, ni mucho menos era entendida en el sentido que actualmente se la entiende en las teologas de las iglesias.La expresin "hijo de Dios" aparece muchas veces en el Antiguo Testamento, referida a muchos Profetas, pero nunca antes de las teologas mencionadas se le habra ocurrido a nadie interpretarla como luego stas lo hacen. Para los Profetas del Antiguo Testamento "hijo de Dios" no indica una "relacin substancial" entre quien es de tal modo designado y Dios mismo, no se trataba de un ser especial "engendrado por Dios desde la eternidad", como se sostiene en las iglesias, ni una de las "personas divinas". Era solamente de un ttulo de dignidad elevadsima, que otorgaba a quien lo posea la categora del mejor de los siervos de Dios entre los hombres, el amigo de Dios por excelencia. Era una expresin de dignificacin, con un sentido metafrico aunque tambin muy concreto, pues no constitua un mero homenaje, sino una categora espiritual efectiva. Pero nunca se la concibi, antes de que lo hiciera la teologa eclesistica, como una relacin "esencial", o "substancial", o "real" entre la "Esencia de Dios" y una criatura cualquiera.Citar algunos lugares de la Biblia con la expresin "hijo de Dios": Es aplicada a Adn, como en el evangelio de Lucas (3:38), y en el Gnesis esa expresin, respecto de Adn, se deduce del contexto, aunque no figura literalmente (Gn. 1:26-27); a los descendientes de Set tambin le es aplicado ese apelativo (Gen. 6:1-2); y en Lucas figura as de los ngeles (20:36), lo mismo que en el libro de Job sobre los ngeles (1:6, 2:1, 38:7). De Salomn se dice textualmente en Crnicas: "...le he escogido a l por hijo mo, y yo ser para l padre" (libro 1, 28:6), tal cual se dice en el bautismo de Jess en el Jordn: "A ste he escogido por hijo muy amado" (Mt. 3:17). Y entonces una voz que sala de los cielos clam: Este es mi Hijo amado, en quien me complazco A David los Salmos lo llaman "hijo de Dios" reiteradamente (2:7); en Daniel (3:25-26 y 28) figura el mismo apelativo referido a un "cuarto" (como as se lo menciona). "Siervo justo" o "hijo de dios" para los pueblos de esa poca significaban lo mismo.Por otra parte, el mismo Jess llam "hijos de Dios" a sus seguidores, y en general a todos los creyentes, cuando dice: "Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos sern llamados hijos de Dios" (Mt. 5:9). Tambin est el famoso: "Padre nuestro que ests en los cielos" (Mt. 6:9), por lo que se deduce la filialidad divina de todos los hombres (o al menos los que aceptan a Jess) Hablando a los apstoles l les dice: "Mas cuando os entreguen, no os preocupis de cmo o qu vais a hablar. Lo que tengis que hablar se os comunicar en aquel momento. Porque no seris vosotros los que hablaris, sino el Espritu de vuestro Padre el que hablar en vosotros" (Mt. 10:19 y 20). Esto era lo que le pasaba al mismo Jess, cuando l deca que era "su Padre" el que hablaba por l, como explica a sus seguidores. En consecuencia, tanto los trminos "hijo" como "padre" en las escrituras sagradas, incluidos los evangelios, son muy diferentes a lo que afirma la teologa.Podemos, pues, extraer una conclusin de lo que hemos expuesto. La expresin "hijo de Dios" utilizada por el Antiguo Testamento respecto de Adn, por ejemplo, alude a un vnculo especial y directo entre Dios y el ser del cual se dice eso. Dios cre a Adn e insufl en l de Su Espritu, es decir le transmiti algunos de los Atributos divinos, como el conocimiento, la voluntad libre, el discernimiento del bien y del mal, la misericordia, el amor, etc. Cuando un ser es enviado por Dios con la categora de Profeta o Mensajero Suyo, el Antiguo Testamento puede llegar a designarlo como "hijo de Dios", en el sentido de "el mejor siervo" como ttulo dignificante, pues dicho ser es el delegado de Dios ante los hombres y el intercesor de los hombres ante Dios.Por otra parte, Jess asent claramente su categora de Profeta y de Mensajero de Dios, tal como los Profetas anteriores a l, diciendo: "Quien a vosotros recibe, a m me recibe, y quien me recibe a m, recibe a Aquel que me ha enviado. Quien reciba a un profeta por ser profeta, recompensa de profeta recibir, y quien reciba a un justo por ser justo, recompensa de justo recibir" (Mt. 10:40-41) En una ocasin le preguntaron los seguidores de Juan el Bautista: "Eres t el que ha de venir, o debemos esperar a otro?" (Mt. 11:3), quedando implcito en la pregunta que Jess era un Profeta esperado anunciado por el Antiguo Testamento, y en especial esperado por los discpulos de Juan el Bautista.Su condicin de "siervo de Dios" tampoco es negada por l. Dijo Jess respondiendo al demonio: "Tambin est escrito: 'No tentars al Seor tu Dios'" (Mt. 4:7), considerndose a s mismo como siervo obediente de Dios y de la Ley revelada, y reiterando as lo que dice el Deuteronomio (6:16). Se define como "siervo" cuando expresa respecto de s mismo: "Al Seor tu Dios adorars, y slo a l dars culto" (Mt. 4:10), aludiendo otra vez al Deuteronomio (6:13-14). Igualmente lo hace cuando dice: "Aquel que me ha enviado" y "Padre nuestro", donde se iguala al resto de la gente, y cuando dice: "por el Espritu de Dios expulso yo los demonios" (Mt., 12:28), reconociendo en todos los casos su dependencia de Dios y del Espritu Santo para realizar milagros. La misma consagracin de Jess para su misin mediante el bautismo del Jordn manifiesta su vnculo ntimo con el Espritu Santo, gracias a lo cual l tiene la misin de transmitir la Revelacin que el Espritu le comunica, igual que todos los Profetas.Dice en Mateo: "Bautizado Jess, sali luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio [Juan el Bautista] al Espritu de Dios que bajaba en forma de paloma y vena sobre l [Jess]" (3:16), lo cual indica que Jess no posea la categora de Profeta antes de ese momento, y que le fue dada por Dios como a otros Profetas, siervos Suyos elegidos. La expresin: "...Pondr mi Espritu sobre l" se refiere tambin a su consagracin como Profeta. Y si ni Profeta era antes de ser consagrado, cmo podemos pretender que era "Dios en persona"?El significado de "Mesas", la virginidad de Mara y los milagrosConsideremos primero una expresin muy interesante por su etimologa, el significado de la palabra "Mesas", y qu tiene que ver con la virginidad de Mara. "Mesas" significa "ungido" o "purificado". Los semitas solan utilizar ungentos y aceites, esencias aromticas y perfumes para purificar sus cuerpos, y ofrecer al visitante o a la persona santa y venerable. Los reyes eran ungidos al acceder al trono, y tambin solan ungir los cadveres como purificacin final. Esto significa que la palabra "Mesas" o "ungido", aplicada a Jess, como ltimo Profeta de Israel y el ms destacado, se entenda como "el purificado, el que no tiene imperfeccin". En los Salmos de Salomn el Mesas es considerado puro, y es por ello que deba nacer de una virgen, es decir de alguien de su misma categora, pura como l.Los musulmanes, sin embargo, no creemos que los pecados se transmitan de padres a hijos, y menos an que el acto procreador entre un hombre y una mujer sea pecaminoso, y que debido a ello Dios determin omitirlo en el caso de Jess. Creemos, por el contrario, que el nacimiento del Mesas en el seno de una virgen es solamente un signo, una prueba ms de las tantas que habra l de dar en su vida para demostrar que de verdad era el Mesas esperado. En el futuro se habran de presentar en Palestina tantos falsos "mesas" y "profetas", por lo que Dios quiso evidenciar un signo extraordinario en el nacimiento de Jess, para distinguirlo de los falsarios. Ya antes en el tiempo en Israel haban aparecido muchos falsos "mesas" y "profetas".El nacimiento virginal, entonces, no significa que Jess fuera un dios o un semidis, sino que, por el contrario, tuvo por fin convencer a sus contemporneos sobre la veracidad de su misin. Para nosotros ese nacimiento no tiene una categora superior al resto de los milagros que hicieron no slo Jess, sino tambin muchos de los Profetas que han existido.Adems, debemos saber que el nacimiento virginal de Jess no fue el nico milagro de ese tipo, sino que los nacimientos de Mara y de Juan el Bautista fueron tambin hechos milagrosos, dado que en ambos casos nacieron de una madre anciana que ya no poda procrear, y como respuesta a un ruego de sus padres. Sin duda que esos nacimientos tuvieron por fin convencer a los contemporneos de Mara y Juan el Bautista sobre la superioridad de estos seres, a fin de que aquellos se beneficiaran espiritualmente, tal como en el caso de Jess. El nacimiento milagroso de Mara constituy indudablemente la preparacin del nacimiento de Jess, quien por ser Mesas, es decir inmaculado, deba tener una madre igual.En conclusin, los milagros slo sirven para aceptar la verdad, no para otorgar la categora espiritual a los Profetas y Mensajeros, la cual la otorga Dios directamente, por su libre Voluntad, sin necesidad de pruebas o de milagros, ni de justificaciones, aceptaciones o rechazos por parte de los hombres. El milagro es una Misericordia del Seor a favor de Sus siervos.Es lgico que un pueblo como el judo, acostumbrado a cuestionarlo todo, a rechazar a sus Profetas, y an a asesinarlos, reciba una prueba de tal tamao como la del nacimiento virginal, y an ms, la resurreccin de muertos por parte de Jess, la curacin de sordos y ciegos de nacimiento, de leprosos y endemoniados, etc. Otros Profetas, como Moiss, Elas, Ezequiel, Daniel, etc., haban hecho muchos milagros, pero Jess traer milagros de la salud, de la vida, y no slo vinculados a la naturaleza, como en el caso de Moiss. Estos hechos relativos a la vida y a la muerte son an ms impactantes para los pueblos, y por ello fueron reservados para el Mesas, en una poca en que el pueblo judo estaba en una extrema desintegracin, y cuando su escepticismo haba llegado al mximo.SEGUNDA PARTECul fue la misin de Jess?Su misin se puede sintetizar en la prdica del evangelio (que significa "la buena nueva" o "bienaventuranza"), constituida por la venida del Reino de Dios o Reino de los Cielos. Su misin principal fue el anuncio del Reino, ya que el mismo Jess dice en Lucas: "Tambin a otras ciudades tengo que anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios, porque a esto he sido enviado" (4:43), y en Mateo: "Recorra Jess toda Galilea, enseando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino" (4:23).

Haban por entonces en Palestina grupos que no eran judos, pero que seguan el Antiguo Testamento, como los samaritanos, quienes rechazaban ser llamados "judos"; los quenitas y los recabitas, que eran tribus rabes del desierto que cumplan la ley de Moiss, y que tambin objetaban ser considerados "judos"; los esenios, que se separaron del pueblo judo debido a su decadencia y corrupcin, y que seguan un modo de vida ms puro y estricto; los nazoreos, que abundaban en Galilea, y a los cuales quizs perteneciera Jess. En conclusin, haba entonces grupos numerosos an entre los mismos judos (como los zelotes), tanto grupos opuestos a los judos, como antagnicos entre s. Los judos residan sobre todo en el sur de Palestina, alrededor de Jerusaln, y se consideraban a s mismos los sucesores del reino de Jud, por lo cual se llamaron justamente "judos". Todos estos grupos esperaban, segn el Antiguo Testamento, que se constituyera el Reino de Dios, y que el Mesas los liberara.Dice en Mateo: "Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darn por aadidura" (6:33) Y entonces Jess cuenta numerosas parbolas acerca del Reino. Dice en una de ellas: "El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra" (Mr. 4:26), y dice: "El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tom un hombre y lo sembr en su campo" (Mt. 13:31) Otra parbola propuso a sus oyentes: "El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo" (Mt. 13:44); "tambin es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra" (Mt. 13:45-46); "tambin es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases" (Mt. 13:47)Debido a la brevedad que pretendemos en este escrito no podemos explicar todo lo que implica cada una de estas frases, pues ello nos distraera de nuestro tema principal. Pero debemos saber que en ellas est anunciando todo lo por venir, el Islam, el Sagrado Corn, al Profeta Muhmmad, y que se tratan en realidad de profecas.En qu consiste el Reino de Dios?El Reino tiene tres interpretaciones diferentes, primero es un estado del corazn; segundo es el gobierno concreto instaurado por Dios entre los hombres a travs de Sus Profetas y Mensajeros; tercero, es el anuncio de un Da Final, en el cual todo el Poder solamente pertenecer a Dios. Los tres sentidos los encontramos en los evangelios.Dice en Lucas: "Habindole preguntado los fariseos cundo llegara el Reino de Dios, les respondi: El Reino de Dios viene sin dejarse sentir. Y no dirn: 'Vedlo aqu o all', porque el Reino de Dios ya est entre vosotros" (17:20-21) Es decir, se trata de un estado del corazn, que se produce en este mundo, no algo que slo suceder en el ms all.En cuanto al segundo sentido del Reino, como gobierno concreto de Dios sobre los hombres, a travs de Sus Profetas, Mensajeros y delegados, sabemos que era el sentido que predominaba desde antiguo, y que fue confirmado por Jess en algunos pasajes de los evangelios, por ejemplo en Mateo: "Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompaado de todos sus ngeles, entonces se sentar en su trono de gloria. Sern congregadas delante de l todas las naciones [] Entonces dir el Rey a los de su derecha: 'Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creacin del mundo'" (25:31-32 y 34) Segn nuestra interpretacin, el trmino "hijo del hombre" no se refiere solamente a Jess, sino que tiene dos interpretaciones posibles, una la que se aplica a Jess, identificable muy claramente, y otra la que se aplica al Profeta Muhmmad que estaba por venir en la gloria de Dios, con el Poder divino en la tierra.Dice tambin Jess: "Y os digo que vendrn muchos de oriente y occidente y se pondrn a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos, mientras que los hijos del Reino [los judos] sern echados a las tinieblas de fuera; all ser el llanto y el rechinar de dientes" (Mt. 8:11-12). Habla de "oriente" y de "occidente", es decir de este mundo, donde hay oriente y occidente, porque en el ms all no existen tales localizaciones. Y habla de "la mesa de Abraham, de Isaac y de Jacob", es decir de la tradicin en este mundo, en el ms all no hay "mesa de Abraham, Isaac y Jacob", no ser necesaria entonces una tradicin que se deba ensear a los seres, pues stos vivirn de la experiencia propia, de la luz de Dios, una luz nica, y conocern sin necesidad de que ninguna tradicin se transmita.Y dice en otra parte: "Pero si por el Espritu de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios" (Mt. 12:28), que es como si dijera "principia conmigo".El Reino de Dios en todos estos pasajes evidencia su cercana temporal, lo cual para nosotros indica al Islam, por lo que no se lo debe confundir con el otro sentido de "Reino", el que se aplica al ms all, del cual dice Jess: "Mas de aquel da y hora, nadie sabe nada, ni los ngeles de los cielos, ni el Hijo, sino slo el Padre" (Mt. 24:36) Entonces, no sera posible mencionar ninguna "cercana" del Reino de Dios, como vimos que afirman varios pasajes ya citados, si no se conociera su momento..Omito, para ser ms breve, todo lo que trata sobre el Reino de Dios en el ms all, porque constituyen expresiones muy claras en el Nuevo Testamento. Siempre que Jess habla sobre dicho asunto anuncia los signos csmicos que le preceden, como grandes turbulencias en los cielos y en la tierra, etc.El poder de JessVeamos ahora el asunto del poder que ejerca Jess sobre la naturaleza y sobre las personas, poder que era evidentsimo en l. Lo haremos en forma sinttica, pasando una breve revista al tema.Entre sus poderes estaba que cuando alguien se acercaba a l, con intencin agresiva y de ejercer la violencia, l lo repela sin necesidad de tocarlo. Entonces emanaba de su ser una energa que expulsaba a sus agresores. En muchos lugares del Nuevo Testamento se habla sobre este poder suyo, por ejemplo cuando dice: "Sali de entre ellos sin que lo pudieran tomar", o "le queran arrojar piedras, pero no lo alcanzaron", y "lo queran precipitar de una cornisa y no pudieron"En la regin donde naci Jess los fariseos intentaron matarlo arrojndolo desde lo alto de un precipicio, y menciona el texto que l se zaf de ellos y se fue sin que lo pudieran retener. Esto debemos tenerlo muy en cuenta, porque es un dato bsico de nuestro argumento, del que estamos anticipando solamente un esquema. Para ahondar ms, veamos el prrafo de Lucas en el que cuenta que Jess afirm: "Y muchos leprosos haba en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamn, el sirio. Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira; y, levantndose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despearle. Pero l, pasando por medio de ellos, se march" (4:27 en adelante) "Pasando por medio de ellos, se march". Esto es sorprendente!, pues se supone que eran muchos los que lo sujetaban. Pero l tena un poder extraordinario que lo auto protega y que utilizaba cuando quera. En el caso que mencionamos, l no us su poder hasta llegar a la cima, y esto simplemente para dar un ejemplo de la existencia de ese poder. Si hubiese querido se hubiera zafado antes de sus captores, pero quiso demostrarles que haban intentado matarlo y no pudieron. Esto tendr una gran repercusin en nuestra argumentacin posterior.Su otro poder era el de la transfiguracin. Que lo posea est asentado en el Nuevo Testamento donde dice lo siguiente: "Seis das despus, toma Jess a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, sube con ellos a un monte alto a solas. Y se transfigur delante de ellos. Su rostro resplandeca como el sol y sus vestidos se pusieron blancos como la luz. Y se le aparecieron Moiss y Elas hablando con l, los cuales aparecieron resplandecientes y hablaron de su muerte que habra de tener lugar en Jerusaln. Entonces Pedro dijo a Jess: 'Qu bien estamos aqu!, si quieres har aqu tres tiendas, una para ti, otra para Moiss y otra para Elas'. An estaba l hablando cuando lo cubri [a Jess] una nube resplandeciente, y sali de la nube una voz que deca: 'Este es mi siervo amado, en quien tengo mi complacencia, escuchadlo!' Al or esto los discpulos cayeron sobre sus rostros presa de un gran temor, y Jess se acerc a ellos y tocndoles dijo: 'Levantos, no tengis miedo!', y cuando alzaron los ojos no vieron a nadie sino a Jess" (Mt. 17:1-8) Huelgan las palabras.TERCERA PARTEJerusalnLa culminacin de la misin de Jess es en Jerusaln. Si bien su prdica consista en anunciar el Reino por toda Palestina, la cspide de su tarea se verifica en Jerusaln, lo que surge de los Evangelios con toda evidencia. Hay all un acto muy simblico, el de la ltima cena, que deseamos explicar. Posteriormente se produce el apresamiento en el huerto, y el trato humillante ulterior que recibi Jess. Vayamos, pues, por partes.Jess entra en Jerusaln y predica all tanto como quiere antes de las Pascuas. Se haba establecido en Betania, a unos 15 km. de Jerusaln, donde iba y vena de casa de unos discpulos suyos, Lzaro, Marta y Mara, que vivan all. Predicaba durante el da en el templo, y durante la noche se refugiaba en Betania para que no lo apresaran, ya que los sacerdotes de Israel no se arriesgaran a prenderlo a plena luz del da, por temor a que el pueblo se sublevara. En esos das de Pascua haba en Jerusaln muchos galileos y de otras facciones (recordemos que no todos eran judos), que apoyaban a Jess, y entonces los rabinos preferan apresarlo de noche, como sucedi despus, para no sublevar al pueblo. En el lapso durante el cual no hubo problemas Jess predic todo cuanto quiso, entraba al templo y sala con ese poder de autoproteccin que tena, y nunca lo podan tocar. Pero l se reservaba para el momento final.En la noche de Pascua, cuando tuvo lugar la ltima cena, se reuni con sus discpulos, y entonces sucede algo bastante enigmtico, que constituye la clave de todo lo que pasara luego. Segn el evangelio de Juan, en un momento dado Jess dijo: "En verdad os digo que uno de vosotros me entregar" (Jn. 13:21). Deducimos, entonces, en primer lugar, que l conoca el hecho. Segundo, si l lo conoca, y eso sucedera sin oposicin de su parte, era porque se trataba de un designio divino, de una orden o decreto superior a su propia voluntad, lo que podemos vincular con el dilogo a que antes nos referimos que tuvo en el monte con Moiss y Elas. Debido a que las misiones de los Profetas se encuentran dominadas absolutamente por la Voluntad de Dios, que ellos no determinan los pasos a dar sino que lo hace el Seor, debemos creer que el hecho de ser entregado Jess a sus asesinos, algo que de antemano l mismo conoca, constitua sin duda un designio divino inapelable.Pero Jess no solamente se conforma con decir que haba alguien que lo entregara, cargando as un peso extraordinario sobre el que lo hiciera, sino que tambin lo designa directamente. A la pregunta de Juan sobre quin sera ese que lo entregara, Jess responde: "Aquel a quien le diere el bocado que voy a mojar" (Jn. 13:26). De esto se deduce que l ya saba quin era ese. Si l lo saba, y se trataba de uno de sus seguidores, entregar a Jess no era entonces algo de la voluntad exclusiva del que lo hiciera, ni era debido a la antipata que podra tenerle Jess a esa persona para cargarlo con tamaa misin, ya que l no odiaba a nadie, sino todo lo contrario. l amaba a todos sus seguidores, que eran sus hijos espirituales.Descartada la voluntad arbitraria del discpulo, o el odio de Jess, slo nos queda el designio de Dios para que alguien hiciera semejante tarea. Y Jess lo designa diciendo: "Es aquel a quien d el bocado que voy a mojar Y, mojando el bocado, le toma y se lo da a Judas, hijo de Simn Iscariote" (Jn. 13:26), y le orden que haga su tarea. "Entonces pregunt Judas, el que iba a entregarle: Soy yo acaso, Rabb? Dcele: S, t lo has dicho" (Mt. 26:25). Es como si no hubiese querido lastimarlo ordenndoselo directamente, y se lo hubiese mostrado por gestos, indirectamente, para que el elegido lo confirmase de palabra, "soy yo acaso?" Y agrega Jess: "Lo que vas a hacer, hazlo pronto" (Jn. 13:27), le manda, le ordena. Ve y haz tu tarea!Ahora bien, pongamos por caso que un maestro espiritual, no ya un Profeta ni un Mensajero de la categora de Jess, tenga un discpulo a quien le ordena cometer una maldad, porque de eso se trataba: Es lgico admitir esto, que un maestro espiritual ordene a un discpulo cometer algo malo?, no es absurdo? Entonces, la nica conclusin posible es que no se trataba de una maldad, de un delito. Y si no se trataba de eso, sino por el contrario era un designio divino, un decreto de Dios, entonces el que deba cometer eso no era en realidad culpable, pero sin embargo cargaba con la apariencia de una maldad cometida. Lo notable es que Jess no slo lo designa, sino que le ordena realizar lo que debe hacer.Otro hecho notable es que se diga que en la conjura participaba Satans: "Y entonces, tras el bocado, entr en l Satans" (Jn. 13:27) En qu sentido se debe interpretar esto?, en el sentido de que Jess obr en favor de Satans, y le facilit las cosas designando a Judas y ordenndole proceder? O en el sentido de que entreg a unos de sus seguidores a manos de Satans, para que ste hiciera de l lo que quisiera? Ambas alternativas nos resultan repugnantes, pues ni Jess podra facilitar de ningn modo los planes de Satans, ni podra entregar a un ser humano que lo segua en manos del maldito, y an ms, hacer que Satans entrara en un discpulo suyo a travs de su misma mano, lo cual es inaceptable si no se tratara de una metfora.Entonces, slo nos queda pensar que los hechos estaban absolutamente predestinados por la Voluntad divina, bajo cuyo imperio est el mismo Satans, y que la expresin "entr en l Satans" es ms bien metafrica, desde que el mismo Judas no tuvo oportunidad de elegir. Menos an Jess tuvo alternativas, pues era el ms obligado a obrar tal como lo hizo: "El Hijo del hombre se va, como est escrito de l" (Mt. 26:24).Nos podramos preguntar que si por un designio divino Jess obr tal cmo obr, y Judas procedi cmo procedi, en caso contrario Judas habra entregado a Jess?... Si esto sucedi tal como sucedi, debemos concluir que Judas no es culpable de nada, sino en cierto modo un sacrificado, pues qu culpa podramos atribuirle cuando fue la Voluntad divina la que determin todo lo que pas?Otro de los hechos notables en el relato de la "ltima cena" es que el resto de los seguidores, aparte de Judas, nada saban sobre lo que estaba pasando. Y esto nos da otra clave sobre el secreto del asunto, y sobre que se trataba de algo por encima de la comprensin racional y comn, pues de lo contrario los discpulos hubiesen comprendido, e incluso necesitado comprender para su propio beneficio. Dice en Juan: "Pero ninguno de los comensales entendi por qu se lo deca" (13:28)El apresamientoPasemos a los acontecimientos que tuvieron lugar en el huerto de Getseman. Esto tiene tambin sus claves, porque cuando Jess y sus seguidores, despus de la ltima cena, van al huerto, y l decide no retirarse a Betania como era habitual. Es como si estuviese propiciando que sus captores lo vinieran a apresar. Si l hubiera querido retirarse a Betania, o hubiese querido fugarse, podra haberlo hecho, pero esa noche se fue al huerto de Getseman..Se cuenta que all Jess tiene un momento de gran angustia, y mandaba a velar junto a l a sus compaeros, pero stos se quedaban dormidos. Cada tanto l los iba a ver, para saber si velaban con l, pero he aqu que los encontraba dormidos. Esto demuestra que ellos estaban bastante ajenos a todo lo que iba a suceder, e ignoraban la importancia de ese gran momento. Jess mismo refuerza el hecho de que sus compaeros no saban lo que estaba pasando, al decir: "No se turbe vuestro corazn: creis en Dios, pues creed tambin en m" (Jn. 14:1) Se distingue de Dios, la Realidad superior, y l como Mensajero y un medio de Dios para los hombres. Y contina: "En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habra dicho; porque voy a prepararos un lugar. Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volver y os tomar conmigo, para que donde est yo estis tambin vosotros. Y adonde yo voy sabis el camino" (Jn. 14:2-4). Es decir, puede muy bien interpretarse como un camino de este mundo, un lugar de la tierra, como creemos que podra haber sido el camino a que se refera, o bien el camino de la fe. "No os dejar hurfanos: volver a vosotros" (Jn. 14:18), repite, confirmando que se queda en el mundo. "Ya no hablar muchas cosas con vosotros, porque llega el Prncipe de este mundo. En m no tiene ningn poder; pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro segn el Padre me ha ordenado" (Jn. 14:30-31). Es decir le orden todos los acontecimientos que sucedan, desde su entrega por parte de Judas, hasta su actual desaparicin momentnea que l anuncia. Y "el Prncipe de este mundo" debe ser interpretado como el poder opresor romano y sus aliados judos en Palestina, porque dice de ello "en m no tiene ningn poder", lo que significa que Satans, otro nombre del ese Prncipe, no tiene poder alguno sobre los Mensajero de Dios, ni menos el de crucificarlo, como ya veremos.Su discurso de despedida siguiente es muy enigmtico, y contiene contradicciones aparentes que deben ser solucionadas con un conocimiento ms profundo, con un esfuerzo de interpretacin: "Dentro de poco ya no me veris, y dentro de otro poco me volveris a ver Entonces algunos de sus discpulos comentaron entre s: Qu es eso que nos dice: 'Dentro de poco ya no me veris y dentro de otro poco me volveris a ver' y 'Me voy al Padre'? Y decan: Qu es ese 'poco'? No sabemos lo que quiere decir" (Jn. 16:16-18)... Y agrega Jess: "En verdad, en verdad os digo que lloraris y os lamentaris, y el mundo se alegrar. Estaris tristes, pero vuestra tristeza se convertir en gozo... pero volver a veros y se alegrar vuestro corazn y vuestra alegra nadie os la podr quitar... Os he dicho todo esto en parbolas. Se acerca la hora en que ya no os hablar en parbolas, sino que con toda claridad os hablar acerca del Padre... Ahora dejo otra vez el mundo y voy al Padre" (Jn. 16:20, 22 y 25)Es evidente que este discurso no se refiere al sacrificio de la cruz porque de haberlo hecho hubiese utilizado otras palabras, menos enigmticas, como lo hace en aquellas que figuran en Mateo: "Ya sabis que dentro de dos das es la Pascua; y el Hijo del hombre va a ser entregado para ser crucificado" (26:2) Qu necesidad tena de ocultar bajo palabras enigmticas, parbolas como l mismo dice, que sus propios compaeros no entendan, un asunto que poco antes l mismo haba anunciado tan claramente?En consecuencia, debemos meditar mejor sobre dichas expresiones "dentro de poco ya no me veris, y dentro de otro poco me volveris a ver", porque: 1) No se refieren directamente a la crucifixin; 2) el tiempo es mencionado como muy corto, "poco", no como meses o semanas; 3) se trata de algo que sus compaeros van a ver o dejar de ver, por lo cual se refiere a la visin directa de Jess, a su aspecto o apariencia fsica, a la visin concreta de su persona, vista por ellos como siempre lo vieron ("dentro de otro poco me volveris a ver") Tampoco se refiere a los acontecimientos que van a suceder en la crucifixin, pues de lo contrario, como ya dijimos, lo hubiese expresado directamente.Luego ya describe sucesos, diciendo: "Y me dejaris solo. Pero no estoy solo, porque el Padre est conmigo... Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu hijo", "glorificar" significa "elevar", "para que tu hijo te glorifique a ti", es decir, te ensalce, te eleve, te exalte. "Y que segn el poder que le has dado sobre toda carne", el poder de hacer milagros de salud y el poder de transfigurarse, "d tambin vida eterna a todos los que t le has dado. Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el nico Dios verdadero, y al que t has enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar" (Jn. 16:32 y 17:1-4).Qu impresin nos causan estos prrafos? Es como si alguien se despidiese, pero como estando ya en otro lado. Nos est hablando como por un altavoz, mientras el vehculo en el que se aleja de nosotros se encuentra lejsimo, aunque una apariencia suya est delante de nosotros como en una pantalla, como sucede con la televisin.Cmo se enlazan los acontecimientos que despus sobrevienen con estas palabras de Jess? En primer lugar debemos observar que en ningn momento habla de su crucifixin, pues el trmino "glorificar" significa diametralmente lo contrario que "mortificar" y "crucificar". En segundo trmino, habla de su misin, "la obra que me encomendaste realizar", diciendo que ya est cumplida, es decir que nada falta por hacer. Esto ltimo, tambin, excluye que todava reste la crucifixin, en cuanto se entiendan rectamente dichas expresiones. Y siendo la crucifixin el acto capital que segn la teologa eclesistica vino a cumplir Jess, dichas palabras desautorizan una interpretacin como la eclesistica, es decir que haya sido crucificado l para la salvacin del hombre.Sintticamente, lo apresan en el huerto, y dice en Juan: "Jess, que saba todo lo que le iba a suceder, se adelanta y les pregunta: A quin buscis? Le contestaron: A Jess el Nazareno Dceles: Yo soy Judas, el que le entregaba, estaba tambin con ellos. Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron y cayeron en tierra. Les pregunt de nuevo: A quin buscis? Le contestaron: A Jess el Nazareno Respondi Jess: Ya os he dicho que yo soy; as que si me buscis a m, dejad marchar a stos" (Jn. 18:4-8) Esta es otra parte esencial de la interpretacin que debemos hacer de los hechos. Vamos a ver en lo que sigue todas las interpretaciones realmente extraordinarias que se extraen de este dilogo entre Jess y sus captores, todo lo cual confirma la doctrina del Sagrado Corn: "Empero no le mataron ni le crucificaron, sino que se les simul [hacerlo]" (4:157), l apareci para ellos en uno de sus seguidores que asumi su figura.CUARTA PARTELa interpretacin de las clavesHasta ahora estamos en medio de los enigmas, de las conjeturas. Cmo vamos a salir de ellas? Muy fcilmente, hemos visto como primer asunto que Jess tena un poder personal de autoproteccin, que provena del Espritu Santo. l era el purificado, el Mesas, a quien nadie poda alcanzar con la mala intencin de daarlo. Nunca pudieron apresarlo, no pudieron arrojarlo desde un precipicio, no podan capturarlo hasta que l lo quiso, al entregarse en el huerto, y all se qued esa noche porque saba que deban apresarlo.Adems del poder de autoproteccin, Jess ejerca otro poder que ya mencionamos, el de la transfiguracin, como est suficientemente asentado en los evangelios. Adems poda hasta ausentarse del lugar en donde se encontraba, como cuando se aparece a los del camino a Emas, y despus de acompaar un buen rato a los dos viajeros que lo conocan de antes porque eran parientes suyos, ellos entonces no lo reconocieron, y luego se les evapor delante de sus ojos.Entonces, combinaremos estos dos elementos, el de la autoproteccin y el de la transfiguracin, con el hecho extrasimo, que nadie explica, de que cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron y cayeron en tierra, lo que incluira a la tropa de diez o doce policas, por lo menos, que lo fue a apresar. Nos parece que sus seguidores tambin cayeran inconscientes, por lo que iba a suceder y que ellos no entendan, y as algunas versiones indican que todos cayeron a tierra. Cmo entonces interpretar este desmayo colectivo, no slo de sus enemigos, sino tambin de sus seguidores?Lo podemos interpretar como que en ese momento, cuando quieren capturar a Jess, todava est presente en l la fuerza protectora que rechaza la agresin y repele a sus enemigos. Pero nos preguntamos adems, por qu los que no lo agredan deban tambin quedar inconscientes?, qu fin tena esto? Nosotros respondemos que eso sucedi para que sus seguidores no presenciaran la transfiguracin que se produjo en ese momento: Judas es, con seguridad, el nico que queda en pie, junto a Jess, y Judas mismo adopta la fisonoma de Jess. En ese mismo momento este ltimo adopta una figura distinta y se aparta del grupo. Lo vemos apartarse del lugar en el evangelio de Marcos (14:51-52), como enseguida vamos a explicar.Recapitulando, en el momento que lo van a apresar, los que tenan una intencin maligna a su respecto son repelidos por la fuerza que ya conocemos, que protegi a Jess durante toda su misin, y esa gente queda totalmente inconsciente, cae de espaldas. Y sabemos que estaban inconscientes porque hay una reiteracin de la misma escena, "Jess" vuelve a preguntarles lo mismo, dado que haban perdido la conciencia de lo anterior: "A quin buscis?"... y l agrega "yo soy", por segunda vez. Pero qu sentido tiene que se desmayen sus compaeros? Ellos tambin caen inconscientes por un hecho todava ms profundo, y es que se va a producir algo que ellos desconocan, y que no deban todava conocer. Como ya dijimos, ellos desconocan todo lo que iba a suceder, y cuando Jess les hablaba al respecto se preguntaban: "Qu est diciendo?" Cuando estuvieron en el huerto no velaron con l, porque no saban lo que estaba pasando realmente. Y l les dijo, segn el Evangelio de Juan: "Porque voy al Padre y no me veris ms... Mucho tengo todava que deciros, pero ahora no podis con ello" (16:10 y 12).Cuando Judas adopta la figura de Jess, ste se aparta. En qu lugar de los evangelios comprobamos esto? All donde afirma que todos sus seguidores lo abandonaron y huyeron, pero un joven "cubierto slo de un lienzo" segua a Jess y a sus captores: "Y abandonndole huyeron todos. Un joven le segua cubierto slo de un lienzo; y le detienen. Pero l, dejando el lienzo, se escap desnudo" (Mr. 14:50-52). Es muy extrao que un joven aparezca en la narracin sin que antes se le hubiese mencionado, pues no era del grupo de discpulos, ni vena con los policas, ya que de lo contrario stos ltimos no tendran por qu haberlo perseguido. A este joven, dice en Marcos, intentaron prenderlo, y sucedi lo mismo que suceda con Jess: "... Pero l, dejando el lienzo, se escap desnudo" Segn nuestra interpretacin sigue habiendo as "un Jess" que tiene el mismo poder de repeler a sus agresores, pero esta vez bajo la apariencia de "un joven envuelto en un lienzo" (vestimenta por dems rara, pues no se dice que fuera una "tnica", por ejemplo)En cuanto al suicidio de Judas, es una versin que no se puede aceptar segn nuestra interpretacin de los hechos. Sospechamos que esa versin se habra creado para justificar su desaparicin, porque Judas se evapora, y nadie sabe dnde est. Como no se sabe qu le sucedi, se cuenta de l que tir los cuarenta dineros con los que lo haban sobornado los rabinos y se ahorc de un rbol.Hemos pasado por alto algo que podramos preguntarnos: Si admitimos que Judas adopta la figura de Jess, cul es la prueba a este respecto? La prueba est en que el joven que se aleja del grupo tiene el poder de autoproteccin que tena Jess, y el "Jess" que ahora queda como tal, es decir Judas, no tiene ninguna fuerza: Lo apresan, le pegan, lo insultan, lo laceran, se burlan de l, le escupen... Son "dos Jess" heterogneos, uno el verdadero, a quien nadie poda tocar, que enseaba a la gente y no dejaba una sola pregunta sin contestar. Nunca rehusaba responder a nadie, y an cuando algunos le preguntasen algo rebuscado, daba vuelta el argumento malintencionado y los humillaba. Comprenlo con el Jess que queda, que no tiene poder de ningn tipo, ni el poder de la palabra que tena el Jess verdadero, un poder que enmudeca a sus enemigos y que enseaba a los sacerdotes del Templo, an siendo l pequeo!Dice: "Por qu me preguntas? Pregunta a los que me han odo lo que les he hablado; ellos saben lo que he dicho" (Jn. 18:21); y "No respondes nada? Qu es lo que stos atestiguan contra ti? Pero l segua callado y no responda nada" (Mr. 14:60-61) Su deplorable actuacin se muestra de muchas maneras, como cuando dice: "T lo has dicho", sin asumir una afirmacin directa y coherente. A la pregunta sobre si era en verdad el Mesas responde: "T lo has dicho..." (Mt. 26:64), una expresin enigmtica pues l no lo dice."Los hombres que le tenan preso se burlaban de l y le golpeaban" (Lc. 22:63); "algunos se pusieron a escupirle" (Mr. 14:65); "y cubrindole con un velo le preguntaban: Adivina! Quin es el que te ha pegado? Y le insultaban dicindole otras muchas cosas" (Lc. 22:64-65). Judas era en figura quien personificaba a Jess, y en cuanto a la realidad no era l. Pero la denigracin insultante y humillante que recibe el transfigurado no desmerece la tarea humillante, dolorosa y sacrificada de Judas, sino por el contrario la enaltece, porque si no fuera por el amor y la fidelidad hacia su maestro nunca hubiese nadie asumido esa tarea.Es recomendable leer lo que dice el "otro Jess" en los evangelios, como por ejemplo sus deplorables actuaciones ante el Sanedrn y ante Pilatos y Herodes. Ante el Sanedrn se produce este dilogo: "Si t eres el Mesas, dnoslo l les respondi: Si os lo digo no me creeris... Entonces eres t el hijo de Dios? El les dijo: Vosotros lo decs, yo soy" (!), una respuesta ilgica pues la primera parte contradice a la segunda. La primera significa, como ya hemos visto, que l no se hace cargo de las afirmaciones de los otros, sino que ms bien las rechaza, o al menos las deja en la duda, y en la segunda parte de la respuesta, por el contrario, l acepta esas afirmaciones y las confirma. Ante Pilato sucede lo mismo, Pilatos llama a Jess y le pregunta: Eres t el Rey de los judos? Respondi Jess: Dices eso por tu cuenta, o es que otros te lo han dicho de m? (Jn. 18:33-34) ... Luego t eres Rey?". Respondi Jess: T lo dices, soy Rey" (Jn. 18:37).Los evangelios agregan a veces, despus de las respuestas del aparente "Jess", algo con lo que tratan de explicarlas con pretensiones teolgicas, pero que con toda evidencia no pertenece al dilogo original, ni explica nada en definitiva. Pero en realidad, cuando el transfigurado responde ante el Sanedrn "yo soy", y ante Pilato "soy Rey", es como si dijese "yo acepto todo lo que ustedes dicen, porque este es el papel que debo representar"All estn tambin sus increbles silencios, contrapuestos a su manera de actuar durante toda la misin, y contrapuestos tambin al significado de su propia misin. A menos que tengamos una interpretacin tan sin fundamento como la que nos dan oficialmente, sus silencios son de la misma naturaleza que sus respuestas ya mencionadas: "t lo dices" o "vosotros lo decs". Pilato le pregunta a un Profeta, a un Enviado de Dios, algo esencial que ese Enviado debera estar obligado a responder a cualquier mortal, en cualquier circunstancia: "Le dice Pilato: Qu es la verdad?" (Jn. 18:38). Esta es una invitacin a ensearle, a extraerlo de su escepticismo y de su error, y an en el caso de que fuera un dicho hipcrita o sarcstico, un Mensajero de Dios debera aprovechar la ocasin para enmendar a su interlocutor... Pero el "otro Jess" nada responde, como dicen los evangelios. Ante los sacerdotes y los ancianos que lo acusaban "no respondi nada" (Mt. 27:12), a pesar de ser l mismo quien haba dado latigazos a los mercaderes del Templo, dependientes de esos falsos sacerdotes.Pilatos se sorprende y le pregunta: "No oyes de cuntas cosas te acusan [los sacerdotes]?" (Mt. 27:13), como se recrimina a un nio o a un inconsciente, cuando ste debera ser el mismo Jess que explicaba en el Templo, ante las narices de los sacerdotes, que l sera sacrificado en Pascua por los sacerdotes del pueblo: "Ya sabis que dentro de dos das es la Pascua; y el Hijo del hombre va a ser entregado para ser crucificado" (Mt. 26:2) No se merecan estos sacerdotes una explicacin y una advertencia, o bien una fuerte recriminacin y amenaza antes de cometer su crimen?...El colmo de esa horrible actuacin, quizs lo ms lamentable de ella, sucedi ante Herodes: "Cuando Herodes vio a Jess se alegr mucho, pues haca largo tiempo que deseaba verle, por las cosas que oa de l, y esperaba presenciar alguna seal que l hiciera. Le pregunt con mucha palabrera, pero l no respondi nada. Estaban all los sumos sacerdotes y los escribas acusndole con insistencia. Pero Herodes, con su guardia, despus de despreciarle y burlarse de l, le puso un esplndido vestido y le remiti a Pilato" (Lc. 23:8-9 y 11). Huelgan las palabras.Por ltimo, he aqu su enigmtica respuesta a Pilato, cuando ste le pregunt quin era y no quiso responder a ello, pero le dijo: "No tendras contra m ningn poder, si no se te hubiera dado de arriba", se interpreta que de parte de Dios, y prosigue, "por eso, el que me ha entregado a ti", a quin se refiere?, "tiene mayor pecado" (Jn. 19:11) Si reconoce que los sucesos que se estn produciendo fueron ordenados "de arriba" por Dios, o al menos son tolerados por l, a quin se refiere con "el que me ha entregado a ti"? A Dios, a Herodes, a los sacerdotes, a Judas, o al verdadero Jess? Si el entregador cometi un pecado al hacerlo, queda descartado que sea Dios, y tambin queda descartado Jess, que era impecable. Entonces, se tratara de alguno de los otros tres. Pero, adems, si de acuerdo a nuestra interpretacin de los hechos debemos descartar a Judas, pues ste no tena ningn poder, y le fue ordenado hacer lo que hizo, se refiere sin duda a los sacerdotes y a Herodes, en conjunto, como representantes del pueblo judo.Lgicamente, como ya hemos repetido, es el mismo transfigurado el que ms sufre la situacin de verse enfrentado a los enemigos de su maestro y deber callar o responder con la misma pregunta, sin tener que decir quin era l y qu haca suplantando all a su amado maestro. Esto es el sumo de la fidelidad y la entrega, y por eso este pobre ser, merecedor de toda consideracin y respeto, estar con Jess en su misma categora en el ms all. Por eso, no deseamos denigrar a Judas en su actuacin, que por otra parte no dependa de su voluntad directamente, porque si todo ello suceda porque el Seor as lo dispuso, todo ello deba suceder as, sin importar en ltima instancia la calificacin que a nosotros nos produzca. Y los trminos que usamos, como "deplorable", "denigrante", "lamentable", u otros por el estilo, no tienen por intencin calificar negativamente la persona del transfigurado sino solamente remarcar que los hechos son en s mismos indignos de un Mensajero de Dios, no que Judas fuera en algo culpable o causante de esos hechos. Por el contrario, los culpables de ello fueron los inicuos que se amparaban en sus falsarias dignidades de sacerdotes y autoridades polticas, cuando slo respondan a sus bajos instintos.Pero vayamos a los muy importantes argumentos finales con los que intentaremos dilucidar algunos enigmas. Quedarn no obstante muchos asuntos sin dilucidar, porque nuestro intento no es agotar este tema con un opsculo como el presente sino solamente abrir una puerta hacia los secretos de los hechos alrededor de Jess el Mesas.El sacrificio y su reaparicinSi Jess se transfigur y adopt otra fisonoma despus de la crucifixin, Hay testimonio de esto en los evangelios? Si, como por ejemplo cuando van las mujeres a ver la tumba al da siguiente de la crucifixin y la encuentran vaca. Luego, Mara Magdalena vuelve sola all nuevamente y se pone a llorar, pero cuando se da vuelta encuentra a un hombre que no conoce, y que confunde con el hortelano, el que cultivaba la huerta all situada, lindante con la caverna donde fue sepultado Jess. El desconocido pregunt a Mara Magdalena: "Mujer, por qu lloras? A quin buscas?" Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dijo: "Seor, si t lo has llevado, dime dnde lo has puesto, y yo me lo llevar" Jess le dijo entonces: "Mara" Ella se vuelve y le dice en hebreo: "Rabbun", es decir "Maestro" (Jn. 20:5-16), como si ella despertara de un sueo y descubriera a Jess directamente.Cuando Jess exclama: "Mara!", es como si quisiera que la Magdalena recapacitara y viera que era l. Entonces le ordena: "Deja de tocarme", o "no me toques", y esto constituye una clave. El no quera que lo tocasen, pues tena un cuerpo especial con el que deba ascender a un plano superior, como tambin dice all. Otra interpretacin es que sera peligroso que lo tocasen debido a su poder. l advierte a Mara Magdalena que no lo toque porque "todava no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios" (Jn. 20: 17). El siervo reconoce aqu tambin su condicin de tal.Anteriormente a este episodio se haban producido otros, muy significativos de lo que estaba pasando. Por ejemplo, alguien aparece y remueve la piedra del sepulcro, y segn uno de los evangelios fue un ngel que "baj del cielo" (Mt. 28:2-3); adems, siguiendo a Lucas, "dos hombres con vestidos resplandecientes" aparecen dentro del sepulcro ante las mujeres que haban ido all, el domingo muy temprano, entre ellas Mara Magdalena (24:4)En una segunda oportunidad Jess se presenta ante dos de sus seguidores en el camino de Emas, al tercer da de la crucifixin. Uno de ellos quizs fuera to de Jess, y lo conoca desde pequeo, y el otro un primo suyo. Iban a una aldea llamada Emas, y "Jess se acerc y sigui con ellos", segn dice en Lucas, para agregar "pero sus ojos [los de ellos] estaban retenidos para que no le conocieran" (24:15-16) En sntesis, era l, lo vean y no lo reconocan. Tenemos algo ms, les pregunt Jess: "De qu discuts entre vosotros mientras vais andando? Ellos se pararon con aire entristecido. Uno de ellos llamado Cleofs le respondi: Eres t el nico residente en Jerusaln que no sabe las cosas que estos das han pasado en ella? l les dijo: Qu cosas? Ellos le dijeron: Lo de Jess el Nazoreo, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y de todo el pueblo", y entonces le narra todo lo que haba pasado. l les responde: Oh insensatos y tardos de corazn para creer todo lo que dijeron los profetas! No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara as en su gloria?" "Gloria" y "glorificacin", como ya dijimos, significan "elevacin". Y contina el pasaje de Lucas: "Y, empezando por Moiss y continuando por todos los profetas, les explic lo que haba sobre l en todas las Escrituras". Ellos le forzaron a quedarse, diciendo: Qudate con nosotros, porque atardece y el da ya ha declinado." Esto significa que estuvieron varias horas con l y no lo reconocieron. Y contina: "Y entr a quedarse con ellos. Y sucedi que, cuando se puso a la mesa con ellos, tom el pan, pronunci la bendicin, lo parti y se lo iba dando. Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron". Recin entonces, al bendecir y ver cmo parta el pan y les daba de comer, y porque as solamente lo haca Jess, tuvieron la inspiracin de quin era l, slo cuando quiso que lo supieran. Para concluir afirmando algo extraordinario: "pero l desapareci de su lado" (Lc. 24:17-31) Estaba sentado a la mesa junto a ellos, y cuando se dieron cuenta quin era, de golpe se les esfum, no es esto extraordinario?Otro episodio: Estaban todos sus discpulos reunidos, y dice en Lucas "l se present en medio de ellos y les dijo: La paz con vosotros Sobresaltados y asustados, crean ver un espritu. Pero l les dijo: Por qu os turbis, y por qu se suscitan dudas en vuestro corazn? Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espritu no tiene carne y huesos como vis que yo tengo" (24:36-39) Nosotros interpretamos que l les debi mostrar que no tena los signos de la crucifixin ni en los pies ni en las manos, no porque l, como se cree errneamente, los hubiera tenido en algn momento, sino porque en realidad nunca los tuvo. Los discpulos tenan miedo al verlo y pensaron que era una aparicin fantasmagrica, ya que lo crean muerto en la cruz. Pero l les asegur el corazn que no posea los estigmas de un crucificado. Para qu les pedira que comprobaran sus heridas si estuvieran a la vista? Slo se los pudo pedir porque en realidad nunca tuvo esas heridas."Toms, uno de los doce, llamado el Mellizo , no estaba con ellos cuando vino Jess. Los otros discpulos le decan: Hemos visto al Seor Pero l les contest: Si no veo en sus manos la seal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creer Ocho das despus, estaban otra vez sus discpulos dentro y Toms con ellos. Se present Jess en medio estando las puertas cerradas [l no necesit abrir ninguna puerta], y dijo: La paz con vosotros Luego dice a Toms: Acerca aqu tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y mtela en mi costado, y no seas incrdulo sino creyente" (Jn. 20:24-27) Esto significa que sus laceraciones no existan, que su cuerpo estaba completamente entero. El cuerpo lacerado y ajado por el sufrimiento no era ese que l exhiba, lo cual para nosotros significa que nunca recibi ninguna herida.En Juan tambin se narra la aparicin de Jess en el Tiberades: "Estaban juntos Simn Pedro, Toms, llamado el Mellizo, Natanael, el de Can de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discpulos. Simn Pedro les dice: Voy a pescar Le contestan ellos: Tambin nosotros vamos contigo Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada. Cuando ya amaneci, estaba Jess en la orilla; pero los discpulos no saban que era Jess" (21:2-4) Ellos, que lo conocan de aos, algunos eran sus primos y se criaron juntos, lo vieron en la orilla del lago y no lo reconocieron.Y lo que sigue es ms claro an. Veamos: "Dceles Jess: Muchachos, no tenis pescado? Le contestaron: No l les dijo: Echad la red a la derecha de la barca y encontraris La echaron, pues, y ya no podan arrastrarla por la abundancia de peces. El discpulo a quien Jess amaba dice entonces a Pedro: Es el Seor, [Pedro] se puso el vestido -pues estaba desnudo- y se lanz al mar. Los dems discpulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho de tierra, sino unos doscientos codos. Nada ms saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan" Es decir, Jess haba preparado esto como otras veces haba multiplicado la comida. Contina la narracin: "Dceles Jess: Traed algunos de los peces que acabis de pescar Subi Simn Pedro y sac la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompi la red. Jess les dice: Venid y comed Ninguno de los discpulos se atreva a preguntarle: Quin eres t? Sabiendo que era el Seor" No osaban preguntarle, lo cual significa que no lo reconocan manifiestamente, porque estaba transfigurado, pero cmo saban que era Jess?, de corazn, no por la fisonoma. Ellos queran confirmarlo, pero teman preguntarle, aunque Pedro saba que solamente Jess poda hacer ese regalo de llenarle la red de peces, y preparar de la nada una comida, pero nada pregunt. An ms, no se atrevan a tocar la comida, hasta que el mismo Jess "toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez", segn dice el texto (Jn. 21:5-13) Esta fue la tercera vez que Jess se apareci a sus discpulos, y las tres veces no lo reconocieron.QUINTA PARTEHechos extraos y enigmticosAlgo muy extrao que sucede en el transcurso del juicio, antes de la crucifixin, son las tres negaciones de Pedro. Como sabemos, ste es el sucesor de Jess en la sabidura y en la conduccin de su comunidad, porque todo Profeta de alta categora deja un sucesor con esas caractersticas. "Jess le dijo: Yo te aseguro: esta misma noche, antes que el gallo cante, me habrs negado tres veces" (Mt. 26:34; dem con una pequea variante en Mr. 14:30) Unnimemente se interpreta esto como que Pedro, por miedo, iba a mentir y a traicionar a Jess. Pero una negacin no equivale necesariamente a una mentira, como todos sabemos, puede ser tambin sobre algo verdadero, o bien una equivocacin. Fuera de estas tres posibilidades para las negaciones normales de la gente (verdad, mentira, equivocacin) no existen otras. A cul de las tres se refera Jess al decir aquello a Pedro?La clave est en la expresin "antes de que cante el gallo", que no tendra sentido en la frase si es que no tuviera un significado ms profundo. Podra haber dicho, en lugar de que cante el gallo, "antes de la crucifixin", que era lo ms lgico, o "antes de que amanezca", o "antes de que ladren los perros". Por qu dijo, entonces, "antes de que cante el gallo"?Quizs pocos sepan que en la tradicin sagrada el canto del gallo equivale a la glorificacin de Dios. Esto es muy importante, porque sobre la base de ello sabemos que Jess no dira algo como esto: "T mentirs tres veces, y despus el gallo glorificar a Dios", porque la mentira no armoniza con la glorificacin a Dios. Esta es una idea repulsiva para la comprensin de lo sagrado. Pero he aqu que dice en los evangelios: "Una criada, al verle sentado junto a la lumbre [que los guardias haban encendido en el atrio del Templo para calentarse], se le qued mirando y dijo: Este tambin estaba con l [con Jess] Pero l lo neg: Mujer, no le conozco! Poco despus, otro, vindole, dijo: T tambin eres uno de ellos Pedro dijo: Hombre, no lo soy! Pasada como una hora, otro aseguraba: Cierto que ste tambin estaba con l, pues adems es galileo Le dijo Pedro: Hombre, no s de qu hablas! Y en aquel momento, estando aun hablando, cant un gallo" (Lc. 22: 56-60) La significacin simblica del canto del gallo despus de las tres negativas de Pedro significa que el secreto qued sellado, la puerta qued cerrada, hasta que el Sagrado Corn la volviera a abrir, y as se conociera la verdad de aquellos sucesos tan enigmticos.Pero qu podemos decir de un Pedro mostrado como mentiroso y cobarde que se pasa horas en el Templo junto a un Jess que es denigrado, humillado, insultado, golpeado, y l, Pedro, no reacciona, nada dice? Es el mismo Pedro que haba sacado la espada en el monte para defender a Jess? Es evidente que Pedro saba algo ms sobre lo que estaba pasando, y que sus negaciones no eran mentiras, sino verdad. Aquel que era juzgado y crucificado no era Jess realmente, y por eso l niega al crucificado.Secretos de la crucifixinEl sacrificio que asume Judas se justifica porque era el ms dbil de los discpulos, y por ese acto llega a un elevadsimo nivel, como ostentaban el resto de los discpulos. Pero cul fue la necesidad de que alguien fuera crucificado? El sentido de esto es que los judos decidieron matar al Mesas, el ms grande de sus Profetas despus de Moiss, y el ms ansiosamente esperado, y as condenarse a s mismos. Sin embargo, el Mesas no poda ser muerto por la maldad del pueblo, estaba preservado por un poder divino (lo cual ya hemos explicado), como nunca lo estuvieron los Profetas de Israel. Entonces Dios entrega a alguien para que los judos concreten su intencin, pues l no impide la intencin criminal de los que se quieren condenar a s mismos. Los judos rompieron as definitivamente su pacto o alianza con el Seor, que haban gozado a travs de todo el Antiguo Testamento, alianza que culminaba con la aceptacin del Mesas. Pero cuando ste llega lo rechazan, lo combaten, e intentan matarlo. Dice en Juan: "Si yo no hubiera venido y no les hubiera hablado, no tendran pecado; pero ahora no tienen excusa de su pecado Si no hubiera hecho entre ellos obras que no ha hecho ningn otro, no tendran pecado; pero ahora las han visto, y nos odian a m y a mi Padre" (Jn. 15:22 y 24)Quines lo combaten?: No el pueblo directamente, sino la alta clereca, que regularmente defiende sus propios intereses egostas. La alta clereca estaba ligada muy concretamente a las riquezas de este mundo; cuando l les demuestra que estaba en contra de esos intereses, dando latigazos a los mercaderes del Templo, ellos comienzan a prepararle la celada. A ellos no les preocupaba tanto que Jess dijera esto o aquello, que era o no Mesas, pues "administraban" las creencias y podan desmentir y tergiversar lo que afirmaba Jess, como hicieron con el resto de los Profetas. Pero lo que les molestaba sobremanera era que l destruyera sus tiendas, pues las tiendas del Templo eran de propiedad de los grandes sacerdotes. Jess desparram sus monedas (vaya uno a saber si las pudieron recuperar!), espant las palomas del sacrificio que ellos exhiban para la venta, etc. Los grandes sacerdotes, por interpsita persona, mercaban con el culto, y el Templo era su gran negocio. Si ellos no otorgaban un permiso, nadie poda comerciar all.Adems, Jess vena a comprometer la alianza de la alta clereca con el ocupante romano. Por eso cuando exigen que l sea crucificado se apoyan en que quiso proclamarse "rey de Israel", lo cual constitua una rebelin contra el poder imperial romano. Dice en Juan que los judos, respondiendo a los grandes sacerdotes, gritaban a Pilato: "Si sueltas a se, no eres amigo del Csar; todo el que se hace rey se enfrenta al Csar Al or Pilato estas palabras, hizo salir a Jess y se sent en el tribunal Dice Pilato a los judos: Aqu tenis a vuestro Rey Ellos gritaron: Fuera, fuera! Crucifcale! Les dice Pilato: A vuestro Rey voy a crucificar? Replicaron los sumos sacerdotes: No tenemos ms rey que el Csar" (Jn. 19:12-15)Jess nunca se haba proclamado "rey de Israel", y haba dejado su autoridad claramente expresada al decir: "Si Dios no me testimonia yo no puedo dar testimonio de m mismo", que era como decir a los pontfices y al pueblo: "Yo soy el Mesas anunciado por la Escritura, y para prueba y testimonio he aqu los milagros que Dios me permite realizar con Su Poder" Y al respecto, cierta vez les plante esto: "Las cosas que haca Juan el Bautista, la autoridad de bautizar que tena, vena de Dios o de los hombres?". Y ellos respondieron que no lo saban, negndose a decir que era de Dios. Porque Juan el Bautista haba anunciado claramente al Mesas, y sus seguidores, despus de su desaparicin, seguan a Jess. De modo que reconocer que Juan el Bautista tena autoridad divina, equivala a confirmar que Jess era el anunciado Mesas. Pero tambin si declaraban que Juan no bautizaba por autoridad de Dios, este Profeta habra quedado desmentido como un farsante, lo cual era muy peligroso para los mismos intereses de los sacerdotes. Juan el Bautista era entonces grande en el corazn del pueblo, haba sido asesinado como mrtir, y algunos sacerdotes lo haban aceptado ya. Desmentirlo era oponerse al pueblo, a la religin, y contradecirse a s mismos.La seal del profeta JonsDurante la crucifixin sucedieron algunas cosas muy extraas que tambin contienen secretos, como que el da se hizo noche, que saliera agua del cuerpo del crucificado, que se desatara una tormenta. Cmo se explica todo esto? Hay cosas que quizs no deben ser ciertas, pero otras es posible que hayan sucedido realmente. Lo ms importante es que se presentan ciertos hechos contradictorios, como que Jess anunciara que no va a dar otro signo o prueba que el que dio Jons, quien estuvo tres das en el vientre de la ballena. Esto se interpret errneamente como que iba a morir en la cruz y desaparecera por el mismo lapso que Jons, lo cual no sucedi precisamente con Jess, pues l no desapareci tres das. De aqu nacen otras confusiones y agregados a los hechos originales.Jess mismo haba dicho: "Generacin malvada y adltera! Una seal pide, y no se le dar otra seal que la seal del profeta Jons. Porque de la misma manera que Jons estuvo en el vientre del cetceo tres das y tres noches, as tambin el Hijo del hombre estar en el seno de la tierra tres das y tres noches" (Mt. 12:39-40; Lc. 11:29-32) Pero, antes que nada, Jess no estuvo en el "seno de la tierra", porque no lo sepultaron, como podemos comprobar en Jn. 19:42; Lc. 23:55; Mr. 15: 47; Lc. 24: 3: "y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Seor Jess"; Mr. 16:6: "Ved el lugar donde le pusieron" La misma palabra usada para el sepelio del crucificado es "sepulcro" y no "sepultura", o "Inhumacin", lo cual indica el edificio donde se pone a un muerto, no el hecho de enterrarlo.Tambin existe al respecto una cuestin cronolgica muy importante. Si suponemos que el crucificado expir el viernes a la noche, siendo llevado enseguida al sepulcro, y que el domingo a la maana haba desaparecido de la tumba, no habran pasado todava tres das y tres noches. Pero si nosotros tomamos el tiempo desde el momento en que l se transfigura y desaparece, hasta la primera vez que el domingo a la maana lo ve Mara Magdalena, a lo que ya nos referimos, estamos ms cerca de los "tres das y tres noches"Esta es slo uno de los asuntos que deben meditarse mejor, pues es cierto que l dijo que desaparecera, y que dara el signo de Jons, de los tres das y tres noches. Pero si resulta que desapareci un da y medio, su promesa no se habra cumplido, lo cual es imposible. Se trata de cosas muy importantes, sagradas, que deben ser correctas y exactas. Las palabras de Jess no eran vanas ni inexactas. Debemos, pues, interpretar las cosas con mayor profundidad, ya que la interpretacin que se le da a la gente en general suena ms bien a mitologa. La gente en su ignorancia acepta pasivamente todo lo que le presentan, que normalmente va dirigido a su sentimentalismo. Aunque hoy ya nadie cree en mitologas, pero lamentablemente tampoco conocen la verdad, por lo cual hasta lo verdadero cae bajo la picota de la duda y es rechazado como falso.Veamos cmo podemos solucionar el enigma. Los judos no podan mantener crucificados el sbado, descolgaban a todos los ajusticiados el viernes a la cada del sol, y cuando no estaban muertos los mataban rompindoles las piernas, y al quedar colgados sin apoyo se asfixiaban por su propio peso. El sbado les estaba prohibido aplicar penas o tener crucificados, y el sbado judo se cuenta a partir del viernes a la cada del sol. Al crucificado lo sacaron de la cruz el viernes por la noche, y a la maana del domingo se comprueba que haba desaparecido. En realidad, estaba desaparecido desde bastante antes. Calculemos el tiempo en que estuvo en juicio, ida y venida a Herodes, y podemos llegar ms cerca de los tres das y tres noches de este modo: Jueves (da), viernes (noche, a partir de la cada del sol del jueves), viernes (da), sbado (noche), sbado (da), domingo (noche), y el domingo "muy temprano", como se dice, se produjo su reaparicin.De la cripta donde haban puesto el cuerpo nadie lo ve salir, solamente Mara Magdalena lo encuentra parado a la puerta, no lo ve levantarse de all nadie. Pues si ese cuerpo en la cripta no era el de Jess, como sostenemos nosotros, al aparecer el verdadero Jess el otro cuerpo deba desaparecer. Era, digamos as, un cuerpo dedicado solamente a un uso especfico, el de la crucifixin. Una vez terminado eso, desaparece de este mundo.Otro punto sumamente oscuro es la conducta en la cruz del mismo crucificado. Cmo podemos creer que diga?: "Elo, Elo, lema sabactan?, - que quiere decir Dios mo, Dios mo! Por qu me has abandonado?" (Mr. 15:34) Es contradictorio con aquello que l mismo haba dicho: "Mirad que llega la hora (y ha llegado ya) en que os dispersaris cada uno por vuestro lado y me dejaris solo. Pero no estoy solo, porque el Padre est conmigo" (Jn. 16:32). Adems, es contradictorio con el sufrimiento que los Profetas precedentes supieron soportar. Pero an ms, los mrtires del cristianismo sufrieron martirios ms atroces en algunos casos que el que soport el crucificado, y sin embargo, nunca dijeron que Dios "los haba abandonado". Y aquellos dos delincuentes que lo flanqueaban, acaso no estaban en su misma situacin? A pesar de esto uno de ellos dijo al otro: "Es que no temes a Dios, t que sufres la misma condena [que Jess, Profeta de Dios]? Y nosotros con razn, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio, ste nada malo ha hecho Y deca: Jess, acurdate de m cuando vengas con tu Reino." (Lc. 23:40-42). Pareciera que junto al "por qu me has abandonado?" del crucificado, este delincuente tuviera mayor fe, y soportara mejor el suplicio, con mayor paciencia y perseverancia.ApndiceLa interpretacin del Sagrado Corn sobre el secreto de JessDice el Sagrado Corn en la sura (captulo) cuarta:153.La gente de la Escritura [judos] te piden [Profeta] que hagas descender una Escritura del cielo para ellos [de una sola vez y ya escrita, como las Tablas de la Ley], aunque ellos ya haban pedido a Moiss algo mayor a esto, diciendo: "Haznos ver a Allah de manera visible!", entonces los arrebat el rayo fulminante debido a su iniquidad. Luego adoptaron el becerro [como divinidad], despus de haberles llegado las evidencias [de la Realidad divina], pero Nosotros disculpamos esto. Y dimos a Moiss un poder manifiesto [al punto de obedecerle si les mandaba matarse].

154.Y elevamos el Monte por encima de ellos debido a su pacto [para que teman quebrarlo], y les ordenamos: "Penetrad humildemente por la puerta [de Jeric]!", y les ordenamos: "No violis el sbado [pescando]!", y les tomamos una alianza gravsima.155.Y por haber violado su pacto, y su rechazo de los Signos de Allah [las evidencias de los Profetas], y haber asesinado a los Profetas sin justicia alguna, y decir: "Nuestros corazones estn encubiertos [para la Verdad]", aunque Allah [negndoles su Benevolencia] es Quien se los sell debido a la impiedad de ellos, pues no creen ms que escasamente,156.y por rechazar [a Jess], y su afirmacin de un gran embuste acerca de Mara [de que procre a Jess en el pecado],157.y su afirmacin [jactndose contra Allah y Sus Profetas]: "Nosotros sin duda asesinamos al Mesas, Jess hijo de Mara, Mensajero de Allah!", empero no le mataron, ni le crucificaron, sino que se les simul [hacerlo] Y as los que discrepan a su respecto [judos y cristianos] estn realmente en la incertidumbre acerca de l [sosteniendo mltiples conjeturas]: No tienen a su respecto ningn conocimiento, siguiendo en cambio la opinin [caprichosa de sus tendencias] Empero no le han matado ciertamente,158.sino que Allah lo elev hacia S [a uno de Sus cielos], siendo Allah Poderossimo [sin constreir en contra de la razn], Sapientsimo [de lo que determina].159.Y de la gente de Escritura [cristianos y judos] nadie se exceptuar de creer necesariamente en l [Jess, cuando reaparezca], antes de su muerte [la del escriturario, o bien la de Jess cuando resurja], y el Da de la Resurreccin ser testigo en contra de ellos [de todo lo que se mencion antes sobre sus maldades].160. As pues, debido a la iniquidad de quienes son judos, les prohibimos algunos beneficios que se les haban permitido, y por su desvo extremo [de otros y de ellos mismos] del Sendero de Allah,161.y por su aceptacin de la usura, cuando les haba sido prohibida, y por engullir la riqueza de la gente fraudulentamente: Hemos, pues, dispuesto para los impos de ellos un castigo penossimo.162.En cambio, a los enjundiosos en el conocimiento de entre ellos [obedientes de los mandatos divinos y reverentes de los Profetas], y a los creyentes [los que siguieron al Profeta entre los judos de Medina], que creen en lo que te fue revelado [el Sagrado Corn], y lo que fue revelado antes que a ti, y los que elevan la oracin, y los que ofrecen la contribucin [de bienes], y los que creen en Allah y el Da Final [la recompensa y el castigo]: A tales ya les otorgaremos una recompensa extraordinaria [por su fe y sus obras, no por su religin o raza].La interpretacin de los versculos: La Gente del Libro segn el Islam"Los del Libro", o "la gente del Libro", o "de la Escritura", son tanto judos como cristianos, en cuanto ambos aceptan la "Biblia" como fundamento de su fe, palabra esta que significa "Libro". La discrepancia entre ellos es respecto a la interpretacin de esa fuente fundamental, y en admitir algunos textos y rechazar otros, y los cristianos, en especial, en admitir los Evangelios como parte de la "Biblia".En general los libros que componen la Biblia no son impecables, por lo que la aceptacin de unos y el rechazo de otros tambin resulta algo caprichoso. Sin embargo esto no impide a judos y cristianos, sobre todo a los protestantes, sostener que ellos tienen los mejores y ms autnticos testimonios, que fundan la fe ms cierta, y suponen que los nicos testimonios de la verdad revelada los poseen ellos, a pesar de las evidencias en contra.Dice el Sagrado Corn:Di [Profeta]: "Gente de la Escritura!, convengamos entre nosotros y vosotros en una misma expresin: Que no adoraremos ms que a Allah, ni asociaremos a El nada, ni nos tomaremos unos a otros como seores en lugar de Allah". Pero si ellos se rehusaran, declarad [vosotros musulmanes]: "Testimoniad que nosotros somos en verdad musulmanes [sometidos a Allah sin intermediaciones ni desigualdades]!"(3:64) Tal es la distincin entre nosotros y ellos: Que no adoraremos ms que Allah y no al dinero, no al pueblo, que no unos a otros como esclavos.Los errores de la gente del LibroPor haber violado su pacto, y su rechazo de los Signos de Allah [las evidencias de los Profetas], y haber asesinado a los Profetas sin justicia alguna, y decir: "Nuestros corazones estn encubiertos para la Verdad", aunque Allah [negndoles su Benevolencia] es Quien se los sell debido a la impiedad de ellos, pues no creen ms que escasamente. As define el Sagrado Corn la ceguera del corazn en que cayeron la llamada "gente del Libro", una ceguera que no les permite comprender la Verdad. La palabra encubiertos tiene en el versculo dos sentidos, la incapacidad de comprender la Verdad, pues le decan al Profeta (BPDyC): "Nosotros no te entendemos, no sabemos de qu ests hablando", como el sentido contrario, pretender una falsa capacidad, superior an a la del Profeta (BPDyC), para entender la Revelacin. Y dicen las mismas palabras que los idlatras de ese momento: Nuestros corazones estn tapados respecto a lo que t nos convocas (41:5). Pero Allah es Quien sell sus corazones para la Verdad, lo cual significa que les impidi alcanzar la fe, porque sta es la apertura del corazn hacia la Realidad, por haberse ellos obstinado en la maldad.Los judos rechazaron a Jess, y afirmaron un gran embuste acerca de Mara, con ambos sean la Bendicin y la Paz. Esto se refiere a que dijeron de ella que tuvo a Jess en el pecado, con un soldado romano. Por ese dicho de los judos Jess (P) habl apenas nacido, diciendo: Por cierto que soy el siervo de Allah, a quien El dio la Escritura y me hizo Profeta (19:30) Y dice el Sagrado Corn que cuando vieron a Mara (P) llegar con l en brazos le dijeron: Mara!, realmente has venido con algo abominable! Hermana de Aarn!, no fue tu padre un corrupto ni tu madre una libertina! (19:27-28) pensando que ella traa consigo el fruto de su pecado.En cuanto a la crucifixin, expresa: Empero no le mataron ni le crucificaron, distinguiendo as el asesinato de la crucifixin, quizs porque se refiere tanto a la historia de la crucifixin que conocemos sobre Jess, con l sean la Bendicin y la Paz, como a otras que narran que lo mataron de otro modo. Existen narraciones antiguas que relatan que lo tiraron por una cornisa, etc. Por otra parte el Sagrado Corn se puede referir al hecho de que no necesariamente el que es crucificado muere por esa causa, sino que lo deben matar en la cruz para que muera, ya que por la sola crucifixin tardara mucho en expirar, y entonces le rompen las piernas, de tal manera que al quedar colgado sobre sus brazos y al estrecharse la caja torxica, muere asfixiado.Pero no le han matado ciertamente (157), significa "concretamente", pues en los hechos no lo mataron a l, sino que Allah lo elev hacia S (158) Y sino que se les simul [hacerlo] (157), significa que les pareci que estaban matando a Jess (P) Esto puede interpretarse de varias maneras: Primero que alguien adquiri su fisonoma, como es muy aceptado por la tradicin islmica, es decir, tom su figura y fue crucificado en su lugar. Se dice que uno de sus seguidores se ofreci tres veces para estar en su lugar, y a la tercera Jess, con l sean la Bendicin y la Paz, acept eso, que para l resultaba muy penoso, ya que detestaba el sufrimiento de sus discpulos. Pero se trataba de una orden divina.En segundo lugar, no le han matado ciertamente puede interpretarse que hayan capturado a otro parecido a l, cualquiera de sus discpulos, y que lo mataron en su lugar, porque no conocan exactamente su fisonoma. En tercer lugar, que alguno de sus discpulos o seguidores se ofreci voluntariamente a morir en su lugar, sea que adquiri su fisonoma como hemos dicho, o que no la adquiri sino que se hizo pasar por l sin cambiar de fisonoma.En cualquier caso el hecho de que hayan matado a alguien con la intencin de asesinar a Jess (P), es como si lo hubiesen matado a l (P), y por eso el Sagrado Corn le da tanta importancia al asunto. El hecho en s mismo es grave porque estaban intentando matar al Mesas, a quien haban esperado durante siglos, y quien les present las evidencias de su misin, pero lo rechazaron.Hubo, tambin, a travs de la historia, varios casos de personas que pretendieron ser "mesas", antes y despus de la existencia de Jess (P) y quizs algunos fueron igualmente asesinados. Pero el Sagrado Corn confirma la venida del verdadero Mesas, Jess hijo de Mara, sin detallar, sin embargo, cundo ni dnde apareci. El Sagrado Corn dice que Jess es el signo del comienzo del fin de los tiempos (cfr. 43:61), y afirma tambin que l precede inmediatamente a Muhmmad (BPDyC), al decir:Y he aqu que Jess hijo de Mara expres: "Hijos de Israel!: Yo soy por cierto el Mensajero de Allah para vosotros, confirmante de lo que me precedi de la Tor [sus mandamientos y anuncios], y anunciador de un Mensajero que vendr despus de m, cuyo nombre es hmad [Muhammad]"(61:6)Sino que Allah lo elev hacia S [a uno de sus cielos], siendo Allah Poderossimo [para ello], Sapientsimo [de lo que determina], completando as la doctrina islmica sobre la desaparicin de Jess (P), que fue elevado en cuerpo y espritu, sin fallecer en este mundo, ni separarse su cuerpo de su espritu, porque el versculo no cita la muerte como condicin de la elevacin, sea la muerte natural o el asesinato. Del mismo modo fue elevado Elas (P) En otro versculo dice tambin:He aqu que Allah dijo: "Jess!, Yo te he de tomar y elevarte hacia M, y te eximir de los impos(3:55) Entonces, Jess (P) est vivo, tal cual era, y ser vuelto al mundo tal cual es, o bien bajo la fisonoma que Allah Exaltado quiera hacerlo volver. Sobre ello existen numerosas tradiciones en el Islam.La causa de su desaparicin, segn la tradicin islmica, se remite a protegerlo de los impos, como vimos que dice el versculo anterior. Pero tambin creemos que se debe a su segunda venida, es decir que Jess (P) no cumpli su misin completamente, que sta tiene an una segunda etapa, y que l va a volver al mundo como cierre de la poca de prueba del Fin de los tiempos. El seala el principio del Fin de los Tiempos, y el cierre del mismo, como la venida del Profeta Muhmmad (BPDyC) y la revelacin del Sagrado Corn constituyen la culminacin o cspide de nuestra poca. Jess (P) sera como la ladera inicial de la montaa, Muhmmad (BPDyC) como su cumbre, y Jess vendra junto con Al-Mahd (P) a poner fin a este perodo, y a hacer prevalecer la fe sobre el resto de las tradiciones, an cuando esto deteste a los impos, como dice el Sagrado Corn.No es necesario que Allah lo haya elevado slo para protegerlo, habindolo protegido anteriormente, al separarlo de su pueblo durante seis o siete aos, cuando quisieron matarlo. Dice el Sagrado Corn que Jess y su madre fueron instalados en un promontorio, provisto de sosiego, de aguas manantes (23:50), en este mundo, antes de ser elevado, y as lo protegi de la persecucin de los judos. Luego de ese perodo fue elevado, y cuando el versculo que ya hemos citado dice:Yo te he de tomar y elevarte hacia M, y te eximir de los impos(3:55), "elevar" y "eximir" no son uno causa del otro.Dice tambin el Sagrado Corn:Y de la gente de la Escritura [cristianos y judos] nadie se exceptuar de creer necesariamente en l [Jess] antes de su muerte [la del escriturario o bien la de Jess cuando resurja] y el Da de la Resurreccin ser testigo en contra de ellos.Este versculo abarca en general a toda la Gente del Libro. Que el Da de la Resurreccin ser testigo en contra de ellos, significa que lo ser contra ambos grupos, no solamente contra los que dicen seguirlo, pero no se elimina, sin embargo, la distincin entre los dos grupos, cristianos y judos.El Sagrado Corn expresa: Y he aqu que Allah dijo: "Jess!, Yo, por cierto, te he tomar y elevarte hacia M, y te he de purificar de los que son impos [los que te rechazan], y he de poner a los que te sigan por encima de los que son impos a ti [los judos], hasta el Da de la Resurreccin" (3:55) Los que son impos a l son los judos, y los que lo siguen son los cristianos, siendo l (P) testigo contra ambos grupos, aunque ms severo con los judos. Pero si se interpreta que los que lo siguen de verdad son los musulmanes, y que los que son impos a l son tanto cristianos como judos, entonces l ser testigo contra ambos grupos por igual.El hecho de que Jess sea testigo, como dice el versculo, tiene dos sentidos: Cada uno de los Profetas, con ellos sea la Paz, es testigo de su comunidad en este mundo, y testigo de ella en el otro, as como Muhmmad (BPDyC) lo es de todos los Profetas, con ellos sea la Paz, y de todas las comunidades a travs de ellos. Pero no quiere decir que Allah deja de ser Testigo cuando existe un Profeta. Afirma el Sagrado Corn que Jess (P) dir: Y yo fui testigo de ellos mientras permanec entre ellos, pero cuando T me tomaste, T fuiste su Vigilante, siendo T Testigo de todas las cosas (3:117) Allah es Testigo permanentemente, de aqu que el versculo diga que es Vigilante (al-Raqb) y Testigo (al-Shahd), lo primero respecto de las creencias o doctrinas transmitida por los Profetas (P), y lo ltimo respecto de los actos.Las tradiciones islmicas sobre JessEn cuanto a las tradiciones, el versculo que dice: Y por rechazar [a Jess], y su afirmacin de un gran embuste acerca de Mara [de que procre a Jess en el pecado] (156), se transmite del Imam Y`far Al-Sdiq (P) lo siguiente: "Es que no endilgan a Mara Bint Imrn, de haber quedado encinta de un nio de un hombre carpintero llamado Jos?" (T, V, p. 143) Una de la versiones posibles que la tradicin oral juda transmite, registrada quizs en el Talmud, dice que Jos el carpintero fue el padre de Jess (BP), y no hace mucho una pelcula hecha en Israel tambin daba la misma versin.En otra tradicin respecto del versculo que dice: Y de la gente de la Escritura [cristianos y judos] nadie se exceptuar de creer necesariamente en l antes de su muerte (159) narra un seguidor de los Imames, con ellos sea la Paz, que Al-Hayyay, un gobernante enemigo de aqullos, le dijo cierta vez: "Existe un versculo en el Libro de Allah que me desconcierta". Le pregunt, cuenta el otro: "Emir!, qu versculo es?" Respondi: "El dicho divino: Y de la gente de la Escritura nadie se exceptuar de creer necesariamente en l antes de su muerte", y continu diciendo el Emir: "Por Allah! yo realmente ordeno ejecutar al judo o al cristiano, y lo ajustician, y luego observo bien, pero no veo que mueva sus labios hasta que se extingue", o sea no ve que reconoce de palabra a Jess. Respond: "Allah te perfeccione Emir!, esto no es como t lo interpretas". Pregunt: "Cmo es?" Respond: "Jess descender al mundo antes del Da de la Resurreccin, y no quedar nadie de la doctrina juda u otro que no crea en l antes de su muerte [la de Jess], y l rezar detrs de Al-Mahd (P)". Respondi el Emir: "Ea!, de dnde sacas