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Contenido del seminario
1. Qu es el trastorno por dcit de
atencin con/sin hiperactividad (TDAH)?
Definicin, manifestaciones clnicas, etio-
patogenia.
2. Criterios diagnsticos. Son necesa-
rias las evaluaciones neuropsicolgicas y
psicopedaggicas, y las exploraciones
complementarias? Instrumentos de cri-
bado y escalas especficas recomendables
para el diagnstico. Herramientas de
evaluacin recomendables.
3. Cul es el curso natural del TDAH?
4. El papel del pediatra en la atencin
al nio y adolescente con TDAH y sustrastornos comrbidos, con especial n-
fasis en la prevencin de lesiones (acci-
dentes) y dicultades de aprendizaje.
5. Tratamiento: psicolgico, pedaggi-
co, farmacolgico. Criterios de eleccin
de tratamiento. Valoracin de eficacia.
Mitos. Efectos secundarios.
6. Recursos en la consulta y estrategias
de intervencin coordinada con familias,
centros escolares y Unidades de Salud
Mental. Aspectos ticos y legales.
Conocimientos y habilidades
a alcanzar por el alumno
El alumno participante activo, a la fina-
lizacin del seminario, podr alcanzar los
conocimientos tericos y prcticos sobre
el TDAH referidos en el apartado Con-tenido del seminario.
Conocer varios escenarios clnicos en
los que participar en la toma de decisio-
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Rev Pediatr Aten Primaria Supl. 2011;(20):115-26
Abordaje del trastorno por dficit de atencin
con/sin hiperactividad desde la visindel pediatra de cabecera
A. Lora Espinosaa, MJ. Daz AguilarbaPediatra. Unidad de Investigacin y Efciencia Clnica. CS Puerta Blanca. Mlaga. Espaa.
bDoctora en Psicologa. Asesora de Formacin, mbito Educacin Especial.Centro del Profesorado de Mlaga. Mlaga. Espaa.
Alfonsa Lora Espinosa, [email protected] autoras declaran no presentar conflictos de intereses en relacin con la preparacin y publicacin de este artculo.
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nes: realizar un diagnstico de TDAH,
clasificar el subtipo, eleccin y discusin
razonada segn las evidencias cientficas
disponibles de la mejor opcin de trata-miento y seguimiento a realizar.
Por ltimo, analizar las medidas a im-
plementar en su medio para realizar una
atencin ptima al nio y adolescente
con TDAH.
IntroduccinEl TDAH es el trastorno del neurodesa-
rrollo ms frecuente en la infancia. La
magnitud, determinada por su prevalen-
cia, su trascendencia negativa en el desa-
rrollo del nio y, sobre todo, su vulnera-
bilidad al tratamiento, hacen necesaria
una evaluacin y un abordaje adecuado
y temprano en los niveles primarios deatencin en salud y educacin1.
Con frecuencia, las familias refieren un
retraso en el diagnstico tras un largo pe-
regrinar por instituciones sanitarias y
educativas, pblicas y privadas, buscan-
do al especialista en TDAH.
En una encuesta realizada a 119 pedia-tras en las Jornadas de Pediatra de Aten-
cin Primaria de Andaluca en marzo de
2006, se pone de maniesto que los pe-
diatras conocen los sntomas (95%) y los
criterios diagnsticos (87%) de TDAH,
pero tienen dicultades (50%) en la
prctica clnica, especialmente para la
coordinacin entre los profesionales im-
plicados de las reas salud y educacin/
equipos de orientacin escolar, datos que
concuerdan con los publicados por Stein2y Power3.
Esto nos indica la necesidad de mejorar
los conocimientos y la organizacin-pla-
nificacin de la asistencia, empezando
por elementos facilitadores que desde el
mbito personal avancen hacia el mbito
del equipo profesional y posteriormentea las relaciones interniveles o interdiscipli-
narias. Si esperamos soluciones ideales
de coordinacin desde mbitos adminis-
trativos, probablemente la atencin a los
nios y familias con TDAH se mantenga
en niveles de calidad subptimos por
tiempo indefinido.
El TDAH es un trastorno de origenneurobiolgico, resultado de una com-
pleja interaccin de factores genticos,
con otros ambientales pre-, peri- o post-
natales que llevan a una alteracin de la
neurotransmisin dopaminrgica.
Diferentes guas de prctica clnica in-
ternacionales y, en Espaa, publicacionesbasadas en la evidencia4 y el Consenso
multidisciplinar5 proponen un mtodo
estructurado para el diagnstico del tras-
torno. Para realizarlo deben tenerse en
cuenta la frecuencia, la duracin y la in-
tensidad de los sntomas. Los anteceden-
tes personales y familiares, el examen
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clnico completo y una valoracin psico-
pedaggica para realizar un correcto
diagnstico diferencial.
Sintomatologa clnica
La sintomatologa del TDAH en la in-
fancia y la adolescencia se caracteriza por
un patrn persistente de inatencin se-
lectiva, sostenida y adaptativa, exceso de
actividad en relacin a la edad madurati-
va del nio y pobre control de su impulsi-vidad.
Este trastorno debe aparecer antes de
los siete aos y alcanzar al menos seis
meses de evolucin. Los sntomas han de
presentarse en dos o ms contextos, in-
terfiriendo en la vida social y acadmica
del nio y no se explican mejor por la
presencia de otro trastorno.Adems de estos sntomas descritos en
los criterios del Diagnostic and Statistical
Manual for Mental Disorders(DSM-IV-
TR) como sntomas cardinales (inaten-
cin, hiperactividad e impulsividad), los
nios con TDAH presentan sntomas aso-
ciados de conducta, cognicin, emocio-nalidad y adaptacin social, problemas
de autorregulacin de su conducta para
adecuarla a las demandas del entorno,
con un patrn de respuestas a las contin-
gencias del medio poco sensible a los re-
fuerzos positivos-negativos.
Diagnstico
El diagnstico es exclusivamente clni-
co, sin que exista en la actualidad ningu-
na prueba analtica o psicomtrica quepueda considerarse diagnstica, y puede
realizarse en el medio ms prximo, por
el pediatra de Atencin Primaria en cola-
boracin con el profesorado y el equipo
de orientacin del centro escolar al que el
nio acude y, si es necesario, en colabo-
racin con el Equipo de Salud Mental.
Consideraciones teraputicas
El TDAH causa una morbilidad impor-
tante y debe ser tratado. El objetivo del
tratamiento es disminuir la frecuencia e
intensidad de los sntomas y facilitar es-
trategias para su control, ya que en la
actualidad no se dispone de un trata-miento curativo.
Para lograr un tratamiento exitoso hay
que explorar la actitud de la familia hacia
el trastorno y su tratamiento, conocer sus
experiencias previas y sus expectativas,
llegar a acuerdos sobre los objetivos a al-
canzar y los medios que se pondrn enmarcha para lograrlo y explicar clara-
mente los beneficios esperados, as como
los efectos secundarios o riesgos poten-
ciales que se deben vigilar6,7.
El tratamiento farmacolgico se consi-
dera la primera opcin de tratamiento en
los nios con TDAH mayores de seis aos
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con sntomas y disfuncin severos, o en
los que presentando sntomas modera-
dos no responden al tratamiento no far-
macolgico.Las Guas de Prctica Clnica indican los
psicoestimulantes como frmacos de pri-
mera eleccin. En Espaa, el nico psi-
coestimulante comercializado con indica-
cin para el TDAH es el metilfenidato,
siendo el frmaco ms utilizado, coste-
efectivo y sobre el que ms experienciaclnica se dispone para el tratamiento del
TDAH8,9.
La atomoxetina, autorizada para el tra-
tamiento del TDAH en Espaa desde
2002, tiene menor efecto sobre los snto-
mas nucleares del TDAH y mayor cos-
te10,11. Est indicada en pacientes en los
que el metilfenidato no se considera deeleccin por:
Falta de respuesta: tras optimizacin
de dosis y valorar/tratar comorbili-
dad presente.
Contraindicacin: en pacientes con
glaucoma, enfermedad sintomtica
o estructural cardiovascular, hiperti-roidismo, hipertensin moderada-
grave.
Efectos secundarios que no mejoren
con modificacin de la dosis10.
Comorbilidad psiquitrica que no
responde favorablemente al metilfe-
nidato.
Enpacientes con uso ilcito de metil-
fenidato11.
Tanto para el metilfenidato como para
la atomoxetina se recomienda una cuida-dosa y sistemtica titulacin de la dosis
para determinar la dosis ptima para
cada nio, buscando la remisin de los
sntomas, no solo la mejora.
El comit del Nacional Institute Clinical
Excellence (NICE)12 recomienda conside-
rar las preparaciones de liberacin sosteni-da por la simplicidad, la confidencialidad,
una respuesta ms constante evitando los
picos y cadas de la formulacin de libera-
cin inmediata, la reduccin del riesgo de
uso inadecuado y la mejor adherencia.
En la edad infantil, el aprendizaje y la
conducta en el centro escolar es lo que
ms preocupa a los padres y a algunosprofesionales; por eso, aunque saben
que el tratamiento es necesario a lo largo
de todas las horas de actividad del da,
algunos padres y profesionales lo enfo-
can solo para dar respuesta a las necesi-
dades acadmicas. El profesional sanita-
rio debe acordar con el nio y la familia eltratamiento que disminuya el impacto
del trastorno y le ayude a alcanzar su
mximo potencial en todos los mbitos.
Debe realizarse un seguimiento regular
para comprobar la persistencia o control
de sntomas, as como la eficacia y tole-
rancia del tratamiento farmacolgico.
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Para suspender la medicacin, el pa-
ciente no debe presentar sntomas y debe
tener habilidades para compensar las de-
mandas personales, familiares, escolareso laborales.
La mala adherencia al tratamiento ori-
gina pobres resultados. Son determinan-
tes de pobre adherencia el comienzo tar-
do del tratamiento, la mayor edad, la
historia familiar de TDAH, las dosis mlti-
ples y la falta de revisin regular por elprofesional responsable. Si el paciente
entiende y participa en el diseo de su
tratamiento y encuentra mejora en los
sntomas, la probabilidad de adherencia
es mayor.
Preocupa especialmente al pediatra la
seguridad de los frmacos que prescribe.
Tanto metilfenidato como atomoxetinason frmacos bien tolerados, los efectos
secundarios son leves, transitorios y pue-
den controlarse con el ajuste de la dosis
en la mayora de los casos.
Antes de iniciar el tratamiento, es muy
importante realizar una completa anam-
nesis para conocer los sntomas presentesy explorar al paciente para poder valorar
con objetividad si los sntomas que pueda
presentar tras iniciar el tratamiento son o
no atribuibles a este.
Asimismo, es importante conocer en
qu horario se producen los sntomas/
efectos secundarios, para valorar si se
producen por el efecto farmacolgico,
por la prdida de este o por otras circuns-
tancias ajenas al tratamiento.
Con metilfenidato, en uno de cadacuatro nios tratados se produce dismi-
nucin del apetito, de forma ms acen-
tuada durante el primer mes de trata-
miento; en uno de cada nueve nios
tratados se produce dolor abdominal.
Deben potenciarse las comidas fuera del
efecto del frmaco (desayuno y cena). Encasos con prdida de peso, se puede re-
ducir la dosis del frmaco o establecer
estrategias individuales.
Los estudios publicados sobre creci-
miento son muy heterogneos en meto-
dologa y resultados, hecho que dificulta
la realizacin de un metaanlisis para al-
canzar una conclusin definitiva.Hanc13, junto con otros autores, cons-
tata un dficit de velocidad de crecimien-
to en los nios de nueve a 14 aos con
TDAH no tratados, y lo interpretan como
un retraso madurativo caracterstico de
esta etapa de desarrollo de los nios con
TDAH, aunque el tamao muestral deestos estudios hace que los resultados no
sean concluyentes.
Poulton14realiza una revisin bibliogr-
fica sobre los estudios de crecimiento pu-
blicados en nios con TDAH tratados
farmacolgicamente y concluye que la
menor velocidad de crecimiento se pro-
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duce durante los primeros seis meses de
tratamiento, coincidiendo con la prdida
de peso; esta situacin se reequilibra en
primer lugar para el peso (1-2 aos) y
posteriormente para la talla (2,5-3,5
aos), alcanzando posteriormente una
velocidad de crecimiento normal.
En el estudio MTA15 se constat una
disminucin de 0,96 cm/ao en los pa-
cientes que recibieron metilfenidato fren-
te a los que recibieron placebo.Spencer et al.16, en su estudio, publican
que la disminucin de la velocidad de
crecimiento es poco significativa clnica-
mente (0,23 cm inferior a la talla espera-
da para su edad y sexo tras 21 meses de
seguimiento).
En 2010, Biederman y et al.17publican
un estudio prospectivo de diez aos deseguimiento en nios y nias con y sin
TDAH y no encuentran evidencia de que
el tratamiento con psicoestimulantes se
asocie a diferencias en el crecimiento.
Para algunos autores, el efecto sobre el
crecimiento es dosis-dependiente, siendo
signicativo con dosis altas (2,5 mg/kg/da) y menos signicativo con dosis ba-
jas-medias, aunque otros autores arman
que la talla puede verse afectada inde-
pendientemente de la dosis de frmaco
recibida18.
Al cesar el tratamiento, algunos estu-
dios muestran un catch up y otros no
(MTA); por ello, el descanso vacacional
como estrategia para minimizar la menor
velocidad de crecimiento no ha demos-
trado eficacia en estudios controlados.Como conclusin,aunque para la ma-
yora de los nios el tratamiento no tie-
ne un efecto significativo sobre la talla,
es prudente monitorizar el crecimiento
de los nios en tratamiento y anticiparse
con medidas correctoras a la prdida de
peso.Efectos cardiovasculares no letales se
han descrito muy raramente (0,18 casos
por milln de prescripciones de metilfeni-
dato). El estudio de seguimiento de un
ao (Concerta Study Group)19demuestra
un aumento de 3,3 mmHg en la tensin
arterial sistlica, de 1,5 mmHg en la ten-
sin arterial diastlica (p < 0,001), y un
aumento de 3,9 latidos por minuto (p
< 0,001); estos cambios son pequeos y,
aunque estadsticamente significativos,
son clnicamente irrelevantes, salvo en ni-
os previamente hipertensos o con car-
diopata estructural.Estos hallazgos son
dosis-dependientes y en ms de la mitadde los casos son transitorios.
En 2004, la Food and Drug Administra-
tion (FDA)20comunic algunos casos de
muerte sbita en nios y adolescentes
que tomaban metilfenidato (incidencia
de 0,2 casos por 100 000 personas y
ao) y atomoxetina (incidencia de 0,5
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casos por 100 000 personas y ao).
Aunque la incidencia de muerte sbita en
la poblacin general es superior (1,4-1,6
casos por 100 000 personas y ao), la
FDA incluy desde 2006 una advertencia
acerca del riesgo de este suceso en nios
con defectos estructurales congnitos,
cardiomiopata o alteraciones del ritmo
cardiaco.
Aunque no existen evidencias de ries-
go de muerte sbita aumentado en losnios en tratamiento con metilfenidato o
atomoxetina, la American Academy of
Pediatrics y la American Heart Associa-
tion recomiendan, antes de instaurar el
tratamiento, realizar:
Anamnesis personal: sobre la exis-
tencia de mareos, desmayos o dolor
torcico, especialmente con el ejer-cicio; hipertensin arterial, cardiopa-
ta y medicacin que toma.
Anamnesis familiar: sobre muerte
sbita o ataque cardiaco en menores
de 35 aos, muerte sbita durante el
ejercicio, arritmias, miocardiopatas,
sndromes de QT largo, QT corto yBrugada, sndrome de Marfan, sn-
drome de WPW o similares, eventos
que hayan requerido reanimacin
en menores de 35 aos.
Exploracin fsica: tensin arterial,
frecuencia cardiaca y hallazgos su-
gestivos de sndrome de Marfn.
Si no existe enfermedad cardiaca cono-
cida, historia familiar o personal, o explo-
racin clnica sugestivas de cardiopata, el
tratamiento del TDAH no precisa de es-tudios previos adicionales. Solo en el caso
de detectarse algn dato significativo en
la anamnesis o en la exploracin clnica
estara indicado una derivacin a Cardio-
loga Peditrica.
El tratamiento puede realizarse en pa-
cientes con cardiopata considerada esta-ble por el cardilogo.
Se recomienda suspender el tratamien-
to y realizar una evaluacin cardiolgica
en los nios o adultos en tratamiento que
presenten dolor torcico que no se modi-
fique con el movimiento, la inspiracin o
la palpacin y que aparentemente no
tenga otra causa no cardiaca, especial-mente si el paciente tiene los anteceden-
tes personales o familiares referidos con
anterioridad.
Como conclusin, no existen eviden-
cias de riesgo de muerte sbita aumenta-
do en los nios en tratamiento con metil-
fenidato o atomoxetina en monoterapia,con dosis teraputicas y teniendo en
cuenta las precauciones y contraindica-
ciones conocidas.
Se considera que el metilfenidato y la
atomoxetina son frmacos seguros y
efectivos para la mayora de los nios con
tics. El Tourettes Syndrome Study Group,
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en 200221, y diversos ensayos clnicos
muestran que la tasa de tics en nios con
TDAH tratados con estimulantes no di-
fiere de los tratados con placebo, e inclu-so algunos estudios demuestran su dis-
minucin22.
La atomoxetina se propuso como alter-
nativa a metilfenidato cuando existen tics
comrbidos, pero tambin se han comu-
nicado recidivas o presentacin de tics en
pacientes tratados con atomoxetina23
.Si se desarrollan tics graves debe valo-
rarse la suspensin del tratamiento, el
cambio de este, o agregar tratamiento
para los tics.
Como conclusin, las consecuencias
de no tratar los sntomas del TDAH en los
nios con tics generalmente son peores
que el riesgo de presencia o aumento detics con el tratamiento. No se sustenta la
antigua contraindicacin del metilfenida-
to en los nios con TDAH y tics, aunque
se recomienda monitorizar su frecuencia
e intensidad y actuar en consecuencia.
El TDAH y la epilepsia son trastornos
frecuentes, y por ello es frecuente queambos trastornos concurran. Los nios
con TDAH y epilepsia forman un grupo
muy heterogneo, por ello se debe moni-
torizar individualmente el tratamiento
farmacolgico. Como conclusin,el me-
tilfenidato no induce convulsiones en ni-
os previamente sanos.
La mayora de los profesionalesconsi-
deran que el tratamiento farmacolgico
tiene una relacin riesgo-beneficio favo-
rable en los nios con TDAH y epilepsia,pero se recomienda control previo de las
convulsiones con anticonvulsivantes24,25.
Comorbilidad
La calidad de vida y el pronstico se
encuentran negativamente relacionados
con la severidad de la sintomatologa ycon la comorbilidad, postulndose perfi-
les comrbidos distintos para los subtipos
inatento e hiperactivo-impulsivo26.
La comorbilidad ms frecuente en eda-
des peditricas es el trastorno negativista
desafiante, el riesgo de accidentabilidad
y los trastornos del aprendizaje como dis-
lexia, disgrafa y discalculia.En este seminario analizaremos la rela-
cin entre la presencia de sntomas nu-
cleares del TDAH y un riesgo incrementa-
do del deterioro acadmico, entendido
este como rendimiento en lectura, escri-
tura y matemticas; el compromiso es
mayor en el subtipo inatento, y se estimaque la prevalencia de dificultades de
aprendizaje en nios con TDAH es el do-
ble de la observada en la poblacin gene-
ral. El rendimiento escolar se va viendo
comprometido conforme el requerimien-
to acadmico es ms exigente, encon-
trndose dificultades en la lectura y la
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aritmtica hasta en un 80% de los ado-
lescentes con TDAH.
Existe una fuerte asociacin entre el
dcit en las funciones ejecutivas, el
TDAH y el rendimiento acadmico27.
Cuatro son las funciones ejecutivas bsi-
cas que parecen tener un claro correlato
neurofisiolgico y que estaran alteradas
en los nios con TDAH: 1) la memoria de
trabajo no verbal,que permite retener la
informacin para su uso inmediato y pos-terior una vez que el estmulo original ha
desaparecido; 2) el lenguaje interno, a
travs del cual se regula y se autodirige el
comportamiento; 3) la autorregulacin
de las emociones,esto es, la contencin
de reacciones afectivas inadecuadas, y 4)
la adaptacin del comportamiento a un
fin determinado, mediante la cual sepuede flexibilizar la conducta segn las
necesidades y demandas del medio.
Los dficits observados en las funcio-
nes ejecutivas van a comprometer el pro-
ceso de aprendizaje en los nios con
TDAH. Si existen dificultades para rete-
ner informacin en la memoria operativa,surgirn problemas a la hora de recuperar
la informacin; por ejemplo, en tareas de
comprensin de textos. Si est alterada,
entre otras, su capacidad para flexibilizar
su conducta, difcilmente se podrn inhi-
bir contradicciones que se presentan en
el acceso lxico como, por ejemplo, las
planteadas en la lectura de palabras
pseudohomfonas.
Los trastornos del aprendizaje son des-
rdenes en uno o ms procesos psicolgi-cos y neurobiolgicos involucrados en la
comprensin y uso del lenguaje hablado o
escrito que se manifiesta en una menor
habilidad para leer, escribir, deletrear o ha-
cer clculos matemticos. Se dice que un
nio presenta dicultades de aprendizaje
cuando no adquiere las habilidades instru-mentales escolares apropiadas para su
edad, a pesar de poseer una capacidad
normal para aprender y haber tenido
oportunidades adecuadas para ello28.
Por su parte, las tareas lingsticas
(base para el aprendizaje de otras reas
acadmicas) se ven sensiblemente afec-
tadas en el TDAH debido a que requierende un adecuado nivel de atencin y con-
trol inhibitorio. Cohen29 e Ygual30, entre
otros autores, encuentran en los nios
con TDAH habilidades de lenguaje ms
pobres en pragmtica y en discurso na-
rrativo, menos habilidades metafonolgi-
cas, dificultades importantes en fluidezlxica, nivel inferior en vocabulario com-
prensivo y en definir el vocabulario que
conocen, y dificultades para establecer
relaciones semnticas interlxico (anal-
gicas y de semejanza).
Los mtodos de estudio empleados no
explican completamente la relacin entre
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